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Buenos Aires:
Amorrortu.
Leo Kanner (1943) diferencia, con método descriptivo, el síndrome que denominó
autismo infantil temprano de la deficiencia mental innata. He aquí su descripción de
Paul, un niño de cinco años: “Por su parte no establecía lazo afectivo alguno con la gente.
Se comportaba como si esta le fuera indiferente o incluso no existiera. No le importaba
que se le hablara en tono amistoso o de reto. Nunca miraba a la cara. Si llegaba a tener
alguna relación con personas, las trataba (a partes de ellas, más bien) como si fueran
objetos”.
El rasgo más destacado de los niños autistas. que es su falta de relaciones sociales
normales. En su trabajo de 1976, el profesor Rutter, notable autoridad en la
sintomatología del autismo, describió la ausencia de la mirada a los ojos en estos niños,
y el hecho de que no adoptan el gesto anticipatorio normal cuando son alzados.
Equivocos comunes:
La idea errónea de que a todos los niños autistas les ha faltado amor cuando bebés ha
conducido a poner excesivamente el acento en causas ambientales, así como a intentos
sobrecompensatorios de remediar su condición autista. La ponderación entre influjos
ambientales y genéticos será distinta en cada caso, pero predisposiciones
psicobiológicas innatas, comunes a todos los seres humanos, han de desempeñar el
papel vital.
Otro equívoco popular que me parece importante corregir es el de que todos los niños
autistas padecen de lesión cerebral. Nuestra experiencia en esta materia nos ha
mostrado que alteraciones cerebrales comprobadas por encefalograma tienden a
desaparecer con un tratamiento psicoterapéutico; no creemos, por lo tanto, que se deba
atribuir demasiada importancia a estas lesiones en la indicación de psicoterapia.
Desde el Psicoanalisis:
Thomas Ogden (1989) lleva todavía más adelante este punto de vista, porque postula lo
que llama una posición autista-contigua normal en la primera infancia:. que coexiste
dialécticamente con las posiciones esquizoparanoide y depresiva de Klein, en las que se
tiene cierta noticia de la separación corporal. A diferencia de estas posiciones, el
término rautista contiguo sugiere que las superficies corporales se experimentan
fusionadas.
Pareciera que a juicio de todos estos autores el aures el autismo es afin a la condición
que se presenta en algunos sueños, o en estados febriles, donde todo ocurre ' fusionado.
Nada hay deslindado, todo es nebuloso, no existen elementos claros y distintos que
pudiéramos apresar. Recientemente, mi trabajo con niños autistas me indujo a
concentrarme en los aspectos positivos del autismo. Pude advertir ciertass sensaciones
corporales se yivencian como algo protector.
Descubrio que los niños marcadamente encapsulados era una propuesta de tratamiento
más simple que los de tipo esquizofrenia, difusos y dispersos.
Una modalidad esquizofrénica más elaborada para guarecerse de cosas que aterran,
tanto internas como externas, es la ilusión de romper el cuerpo de la madre y de otras
personas, y meterse en él. La identificación proyectiva procura a los niños de tipo
esquizofrénico un frágil sentimiento de identidad, pero tal que depende del de otras
personas. Los denomino niños enmarañados confusionalmente porque tienen
confundido y enmarañado el sentimiento de su propia identidad y la percepción de la de
otras personas. En cambio, el desarrollo psicologico autista discurre por una senda
estrecha y aberrante, no es confuso y disperso, ·como e el_niño esquizofrénico.
Encapsulacion autogenerada
Rasgo basico especifico del autismo:
El niño de tipo esquizoide emplea una forma pre-fabricada de protección frente a los
terrores elementales, se envuelve en el cuerpo de la madre (identificación proyectiva.
Los niños autistas están envueltos en sus propias sensaciones corporales, es decir que
crean su cobertura protectora propia.
Más que a identificación adhesiva, es una igualacion adhesiva (refiere a esto de que
tratan personas cual objetos) Esas sensaciones auto-generadas tienen lmpartancia
dominante en estos niños. Su excesiva concentración en sensaciones engendradas por
su propio cuerpo hace que descuiden sensaciones de una pertinencia objetiva más
normal. Los niños autistas portan consigo ,objetos con los cuales se sienten igualadós
en un mundo bidimensional. No se trata de una identificación; han asimilado la dureza
del objeto para igualarse con este. Winnicot los llamo objetos subjetivos. Son niños
tensos que viven en un mundo bidimensional de sensaciones del orden de lo duro y lo
blando. Estos ex- tremos de dureza y blandura sensible distraen la atención del niño de
aquellas otras sensaciones propias de las circunstancias de la vida cotidiana.
Los niños autistas ignoran, pues, las realidades compartidas; los ayuda para ello
engendrar figuras subjetivas de dominante sensorial, que los anestesian y tranquilizan.
Las denomino figuras autistas de sensación. Se trata de unas figuras informes casuales
que no guardan relación con las figuras de los objetos reales. se las experimenta sobre
superficies corporales, o sobre otras superficies que ellos asimilan a las de su cuerpo.
Ellas consisten en torbellinos de sensaciones auto-generadas que anulan la conciencia,
en razón de lo cual mantienen y refuerzan la falta de atención hacia las realidades
compartidas que nace del empleo de objetos subjetivos autistas por estos niños. En el
desarrollo normal. la formación de perceptos y conceptos depende de la asociación de
figuras . con los objetos que les corresponden. Esta asociación constituye el fundamento
del desarrollo cognitivo. En secuencia, la excesiva preocupación del niño auitista por sus
figuras y objetos subjetivos de sensación coarta su desarrollo cognitivo, lo que explica
que parezca un ciente mentaL
Por esta razon no se trata de que el niño dege de ser autista, debe desarrollar nuevos
modos de protección más progresivos. Estos últimos no se pueden desarrollar si no se
emplea una forma de tratamiento que no incluye la comprensión la transferencia infantil
y que no ofrezca a los ninos la oportunidad d reexperimentar los dramas infantiles
tempranos que induJeron el modo de guarecimiento autista encapsulado.
Son niños que han elaborado una adaptación harto eficaz para excluir el mundo exterior
y mantener el control sobre lo que les sucede a ellos. Por desdicha, esto les ha impedido
desarrollar otras adaptaciones.
Empleo de las reacciones protectoras del autismo entre otras reacciones protectoras:
Ejemplo del violin: como apunta Segal, el violín no simboLIzaba su cuerpo, sino que
había sido igualado a este. Fue lo que la movió a denominar ecuación simbólica a tal
fenómeno. Parece tratarse de una forma más refinada de los objetos autistas centrados
en el cuerpo, según los usan los niños autistas.
Factores que son significativos, según he descubierto, para el desarrollo del autismo
psicógeno:
Empiezan a cobrar conciencia de lo •a mí• y lo •no-a mí•. del objeto transicional. según
lo ha definido Winnicott (1951). Los objetos autistas excluían por completo la
percepción de situaciones •no-a mí•. Los niños autistas declarados ni siquiera se chupan
los pulgares o los dedos porque, debiendo estos recorrer un espacio para llegar hasta la
boca, ellos los experimentan como •no-a mi•. Por su parte, los niños esquizofrénicos,
con su aptitud más desarrollada, aunque confusa para tolerar el espacio, suelen ser muy
chuparse de dedos que usan como objetos transicionales primitivos.
Es indudable que una interacción entre madre e hijo participa en el resultado autista,
pero no todos los infantes que tienen madre deprimida y dificultades de lactación se
vuelven autistas. Estoy convencida de que debe de haber algo en la constitución genética
o en la experiencia intrauterina del niño autista que lo predisponga a recurrir a un
encapsulamiento autista como modo exclusivo de protección. Un trabajo
psicoterapéutico intenso demuestra que no se puede acusar ni a los padres ni al niño
por la producción del autismo. Todos han quedado presos de una red de reacciones
inevitables, y necesitan que los comprendamos, no que los acusemos. El terror por la
pérdida d.e._la existencia es diferente del miedo a morir característico de los niños
esuizofrénicos. El miedo de morir se asocia con una sencaicon de estar vivo. Los niños
autistas no tienen conciencia de ser seres vivos. Algunos “recuperados” le han dicho que
la primera vez que vinieron a verme se sentían como •cosa . ; y algunas madres le
contaron que los percibian como •una no-persona•
Todos los niños autistas declarados, que atendí en mi consultorio particular, tenían
menos de seis años cuando iniciaron el tratamiento. A mis primeros dos pacientes
autistas los vi cuatro o cinco veces por semana, pero después que adquirí experiencia, a
los dos últimos dos veces por semana. Todos ellos resultaron ser inteligentes y dotados
de talento estético. Al término del tratamiento, su apariencia era relativamente normal,
y hacían las cosas normales para los niños de su edad. Se mostraban sociables, pero un
poco tímidos e hiper-sensibles. Tuvo solo 4 ajajja. Todos tuvieron un buen progreso post
tratamiento sin reacidas reportadas. En otro estudio juzgaron el desarrollo de 30
pacientes. Las categorías empleadas para determinar la reducción de la patología
fueron: 1) relaciones sociales, 2) estereotipos, 3) capacidad d escolar de acuerdo con la
edad, y 4) capacidad de juego. Los resultados de esta encuesta fueron alentadores para
los profesionales del departamento; si bien algunos niños apenas iniciaban tratamiento,
y otros lo llevaban por la mitad, la reducción promedio de la patología en el momento
del cálculo estadístico fue de 51.6% para los niños autistas y de 54.0%. Solo un paciente
completo el tratamiento por completo y este tuvo una recuercacion del 100 porciento.