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1. Tustin, F. (1990). El cascarón protector en niños y adultos. Cap.I.

Buenos Aires:
Amorrortu.

La dificultad diagnóstica desaparece en buena medida cuando penetramos más allá de


los fenómenos externos y estudiamos las reacciones de fondo que dieron origen a los
rasgos externos de la perturbación. Si tomamos nota de estas reacciones de fondo
introducimos un orden unificador en las ya señaladas características externas tan
diversas, y que no parecen presentar conexión las unas con las otras, de la
psicopatología autista.

Leo Kanner (1943) diferencia, con método descriptivo, el síndrome que denominó
autismo infantil temprano de la deficiencia mental innata. He aquí su descripción de
Paul, un niño de cinco años: “Por su parte no establecía lazo afectivo alguno con la gente.
Se comportaba como si esta le fuera indiferente o incluso no existiera. No le importaba
que se le hablara en tono amistoso o de reto. Nunca miraba a la cara. Si llegaba a tener
alguna relación con personas, las trataba (a partes de ellas, más bien) como si fueran
objetos”.

El rasgo más destacado de los niños autistas. que es su falta de relaciones sociales
normales. En su trabajo de 1976, el profesor Rutter, notable autoridad en la
sintomatología del autismo, describió la ausencia de la mirada a los ojos en estos niños,
y el hecho de que no adoptan el gesto anticipatorio normal cuando son alzados.

El doctor Rutter (1979) ha descrito tres síntomas cardinales para el diagnóstico de


niños autistas. El pómero es ue no desarrollan relaciones es el lenguaje: a gunos son
mudos, otros, ecolálicos. a menudo con confus!ón en el uso de pronombres personales
como •yo• y •tú•. El t.cr cer síntomád'escrito PO!: Rutter es su conducta ritwi lista y
compulsiva, asocüi.da con movimientos y gcHtOH estereotioados.

George Victor (1986) distinguió además entre autisrno y esquizofrenia de la niñez,


resume los siguientes síntomas:
1 Rituales. Tienen la función de mantener el autocontrol e impedir que el ambiente
cambie; los niños autistas presentan rituales más bizarros que los niños esquizofrénicos
2 Aislamiento. Expone la condición solitaria de los niños autistas, su desapego y su
retraimiento. 3Sensación. desconsideración hacia los sucesos cercanos al mismo tiempo
que atienden a los distantes.
4 Sexo. Las excitaciones silvestres de los niños autistas se asemejan a raptos u orgasmos;
estos niños son hipersexuales y muy sensuales.
5. Movimiento. A veces hacen girar la cabeza, rechinan los dientes, guiñan los ojos y
gesticulan.
6 Sueño. Son comunes las dificultades para dormir.
Respecto de su identidad: Olin dice que estos niños pueden creer que se convierten en
un automóvil, en el botón de la luz, en un piso de mosaicos o en un tocadiscos. Se
asimilan a esas cosas en lugar de identificarse con seres humanos vivos. En cambio, un
niño esquizofrénico, por el otro lado, siente que su identidad es muy dispersa y difusa:
como polvo en el aire
En algunos casos, el autismo se ha desarrollado como protección frente a la
desintegración que es característica de la esquizofrenia. Entonces, si el autismo revierte,
se manifiesta la esquizofrenia latente. Tanto el encapsulamiento autista como el
emarañamiento esquizofrenico se generan como reacciones protectoras frente a la
degresión del tipo agugero negro

Equivocos comunes:

La idea errónea de que a todos los niños autistas les ha faltado amor cuando bebés ha
conducido a poner excesivamente el acento en causas ambientales, así como a intentos
sobrecompensatorios de remediar su condición autista. La ponderación entre influjos
ambientales y genéticos será distinta en cada caso, pero predisposiciones
psicobiológicas innatas, comunes a todos los seres humanos, han de desempeñar el
papel vital.
Otro equívoco popular que me parece importante corregir es el de que todos los niños
autistas padecen de lesión cerebral. Nuestra experiencia en esta materia nos ha
mostrado que alteraciones cerebrales comprobadas por encefalograma tienden a
desaparecer con un tratamiento psicoterapéutico; no creemos, por lo tanto, que se deba
atribuir demasiada importancia a estas lesiones en la indicación de psicoterapia.

Desde el Psicoanalisis:

Klein fue precursora en el reconocimiento y tratamiento de psicosis en niños. Sin


embargo, no distintguio entre autismo y esquizofrenia de la niñez. Pero, contemplemos
que, Kanner publicó su trabajo sobre el autismo infantil tempranosólo en 1943, o sea,
catorce años después de la publicación del trabajo de Melanie Klein. Margareth Mahler
por su parte postulaba que la primerísima etapa de la etapa de la infancia era una etapa
autista normal. Opinaba que en este estadio temprano el infante no tenía conciencia del
mundo exterior. Para Mahler, el autismo infantil era consecuencia de una perturbación
traumática de esta etapa. Mahler doptó el concepto botánico de simbiosis para es gnar la
interdependencia gue en beneficio mutuo se desarrollaba entre madre y bebé en ese
estadio simblotico normá1. A su parecer, lo que denominó psiCosiS stmblótica era
consecuencia de una perturbación ocurrida en el estadio simbiótico normal. Esto de la
etapa autista es polemitco y en discusion.

Thomas Ogden (1989) lleva todavía más adelante este punto de vista, porque postula lo
que llama una posición autista-contigua normal en la primera infancia:. que coexiste
dialécticamente con las posiciones esquizoparanoide y depresiva de Klein, en las que se
tiene cierta noticia de la separación corporal. A diferencia de estas posiciones, el
término rautista contiguo sugiere que las superficies corporales se experimentan
fusionadas.

Fordham lo plantea como como un fracaso del self en desintegrarse de la integración


primordial original.

Pareciera que a juicio de todos estos autores el aures el autismo es afin a la condición
que se presenta en algunos sueños, o en estados febriles, donde todo ocurre ' fusionado.
Nada hay deslindado, todo es nebuloso, no existen elementos claros y distintos que
pudiéramos apresar. Recientemente, mi trabajo con niños autistas me indujo a
concentrarme en los aspectos positivos del autismo. Pude advertir ciertass sensaciones
corporales se yivencian como algo protector.

Descubrio que los niños marcadamente encapsulados era una propuesta de tratamiento
más simple que los de tipo esquizofrenia, difusos y dispersos.

Una modalidad esquizofrénica más elaborada para guarecerse de cosas que aterran,
tanto internas como externas, es la ilusión de romper el cuerpo de la madre y de otras
personas, y meterse en él. La identificación proyectiva procura a los niños de tipo
esquizofrénico un frágil sentimiento de identidad, pero tal que depende del de otras
personas. Los denomino niños enmarañados confusionalmente porque tienen
confundido y enmarañado el sentimiento de su propia identidad y la percepción de la de
otras personas. En cambio, el desarrollo psicologico autista discurre por una senda
estrecha y aberrante, no es confuso y disperso, ·como e el_niño esquizofrénico.

Encapsulacion autogenerada
Rasgo basico especifico del autismo:
El niño de tipo esquizoide emplea una forma pre-fabricada de protección frente a los
terrores elementales, se envuelve en el cuerpo de la madre (identificación proyectiva.
Los niños autistas están envueltos en sus propias sensaciones corporales, es decir que
crean su cobertura protectora propia.

En contraposición al niño esquizofrénico, que es dependiente en grado extremo, los


niños autistas desconocen su dependencia de otros. Los niños autistas no poseen casi
sentir del propio ser, y en consecuencia no se puede emplear la expresión prefabricada
para denotar su cobertura exterior. Esto me ha inducido a denominarla encapsulación
auto-generada. Una encapsulación dura, como un cascarón, he ahí el rasgo diagnóstico
diferencial específico en exclusiVidad de los niños autistas.

Más que a identificación adhesiva, es una igualacion adhesiva (refiere a esto de que
tratan personas cual objetos) Esas sensaciones auto-generadas tienen lmpartancia
dominante en estos niños. Su excesiva concentración en sensaciones engendradas por
su propio cuerpo hace que descuiden sensaciones de una pertinencia objetiva más
normal. Los niños autistas portan consigo ,objetos con los cuales se sienten igualadós
en un mundo bidimensional. No se trata de una identificación; han asimilado la dureza
del objeto para igualarse con este. Winnicot los llamo objetos subjetivos. Son niños
tensos que viven en un mundo bidimensional de sensaciones del orden de lo duro y lo
blando. Estos ex- tremos de dureza y blandura sensible distraen la atención del niño de
aquellas otras sensaciones propias de las circunstancias de la vida cotidiana.

Los niños autistas ignoran, pues, las realidades compartidas; los ayuda para ello
engendrar figuras subjetivas de dominante sensorial, que los anestesian y tranquilizan.
Las denomino figuras autistas de sensación. Se trata de unas figuras informes casuales
que no guardan relación con las figuras de los objetos reales. se las experimenta sobre
superficies corporales, o sobre otras superficies que ellos asimilan a las de su cuerpo.
Ellas consisten en torbellinos de sensaciones auto-generadas que anulan la conciencia,
en razón de lo cual mantienen y refuerzan la falta de atención hacia las realidades
compartidas que nace del empleo de objetos subjetivos autistas por estos niños. En el
desarrollo normal. la formación de perceptos y conceptos depende de la asociación de
figuras . con los objetos que les corresponden. Esta asociación constituye el fundamento
del desarrollo cognitivo. En secuencia, la excesiva preocupación del niño auitista por sus
figuras y objetos subjetivos de sensación coarta su desarrollo cognitivo, lo que explica
que parezca un ciente mentaL

Este empleo masivo y excluyente de la encapsulación auto-generada, dominada por


sensaciones, que acabamos de describir, constituye el rasgo distintivo del autismo. Es un
modo particular de guarecimiento, pero es tal que resulta desastroso porque detiene
casi por completo el desarrollo psicológico. Se asocia a fenómenos elementales situados
en la frontera de lo psicológico y lo fisiológico. Es una combinación de reacciones
psico-reflejas, neuro-mentales y psico-químicas. La encapsulación autista tiene
intencionalidad como refugio frente a experiencias intolerables que paren amenazar la
vida.

Por esta razon no se trata de que el niño dege de ser autista, debe desarrollar nuevos
modos de protección más progresivos. Estos últimos no se pueden desarrollar si no se
emplea una forma de tratamiento que no incluye la comprensión la transferencia infantil
y que no ofrezca a los ninos la oportunidad d reexperimentar los dramas infantiles
tempranos que induJeron el modo de guarecimiento autista encapsulado.

Son niños que han elaborado una adaptación harto eficaz para excluir el mundo exterior
y mantener el control sobre lo que les sucede a ellos. Por desdicha, esto les ha impedido
desarrollar otras adaptaciones.

Empleo de las reacciones protectoras del autismo entre otras reacciones protectoras:

Otros pacientes, que no sean autistas, pueden hacer un empleo l1m1tado de la


encapsulación autista.
Síndrome de Asperger: En esta parte encapsulada predominan las ecuaciones de
sensación. Los fenomenos subjetivos de los objetos sensación y las figuras de sensación
protegen la parte más vulnerable de pacientes.

Ejemplo del violin: como apunta Segal, el violín no simboLIzaba su cuerpo, sino que
había sido igualado a este. Fue lo que la movió a denominar ecuación simbólica a tal
fenómeno. Parece tratarse de una forma más refinada de los objetos autistas centrados
en el cuerpo, según los usan los niños autistas.

Factores que son significativos, según he descubierto, para el desarrollo del autismo
psicógeno:

● Depresión materna: e las madres informaron haber padecido una depresión


grave antes o después de tener a este bebé, y ellos presentaban un historial de
dificultades de lactación en su primera infancia. También, durante el embarazo,
las madres se encontraron en una situación particularmente solitaria. Qué efecto
produce el estado psíquico de la madre sobre su hijo no nato ( ... ) queda ek niño
sensibilizado para estímulos penosos antes de nacer? La madre parece haber
buscado compañía y consuelo en el bebé que llevaba en su seno. En esas
condiciones, el alumbramiento del bebé pudo ser dificil porque la madre,
inconcientemente, no queria perderlo sino guardarlo en su interior. El
nacimiento del bebe genero un agujero negro. El niño tambien experimenta el
nacimiento como perdida de parte de su cuerpo. La depresión de tipo agujero
negro es el resultado de una madre y un bebé infelices y carentes de apoyo que
Se han aferrado entre sí con exceso, a causa de lo cual el bebé no pudo establecer
las diferendáciones primarias indispensables que forman parte del desarrollo
normal. En la mayoría de los casos de autismo, al parecer, tenemos que
remontarnos al alumbramiento mismo o incluso antes. Charlotte Bühler ( 1962)
indicó que la primera y más importante tarea para el recién nacido, tras la cesura
del nacimiento, es restablecer el orden interno pre-natal amenazado. Gardziel
(1986) ha llegado a ver en el autismo un intento de compensar ese orden interno
amenazado. Madre y bebé no han sido capaces de recuperarse» entre ellos, su
depresión mutua del tipo •agujero negro• les impidió lograrlo. Para ayudarlo a
establecer relaciones hay que remontarnos a la actividad de recuperacion mas
temprana: mamar el pecho materno. No es la leche como tulle importante para el
bebé, sino la guestalt-sensacion del pezón (o la tetina) en la boca. Su experiencia
de ser arrancados de una madre con quien habían estado demasiado unidos les
dejó la impresión de quedar mutilados. En psicoteragta, no experimentan las
separaciones del terapueta como rechazo como lo hacen los niños neuróticos; las
experimentan como algo traumático que los lesiona y los mutila. Su convicción
de que les ta algo los vuelve muy exigentes, con un anhelo de completud y
perfección que es inalcanzable. La encapsulación tuvo la función de tapar esta
seudo mutilación pero semejante encapsulactón no restaña el sentimiento de
estar mutilado o ni modera la sensibillad y vulnerabilidad extremas. Las
empeora, porque esos estados extremos se encuentran segregados de los efectos
afianzadores de las relaciones humanas. No obstante, en su momento fue una
precaución destinada a salvar la vida. Por eso es inhumano arrancar a estos niños
su protección sin prepararlos para elaborar, lentamente y paso a paso, algo que
resulte más efectivo.

En psicoterapia, cuando se empieza a abandonar el modo de protección autista, emerge


un niño hipersensible, ultra-vulnera le, susceptibie con poca tolerancia a frustracion. Se
compenetran de esas experiencias, empiezan a sentirse rodeados por un ambiente
cariñoso. A medida que desarrollan la aptitud para el juego, así como para otras
actividades estéticas, estos niños pueden expresar y moderar, con esos medios, sus
estados exagerados, al mismo tiempo que empiezan a participar en los sucesos
compartidos de la vida cotidiana. Este se condensa en un punto dentro de ellos, como
una fuente de integración y esperanza: el •pecho bueno•, como lo denominó Melanie
Klein. los niños empiezan a revivir situaciones infantiles traumaticas que hablan sido
tapadas por el autismo, en la que los asaltó la ilusión de encontrarse mutilados.
Experimentan ahora la desesperación, la ira y el terror que sintieron la primera vez. Al
mismo tiempo que los ayudamos a sobrellevarlos, Ies hablamos de aquellos
sentimientos para que puedan expresarlos y comprenderlos. Cuando empiezan a
reaccionar de un modo menos extremo, se muestran como unos niños particularmente
alegres.

Empiezan a cobrar conciencia de lo •a mí• y lo •no-a mí•. del objeto transicional. según
lo ha definido Winnicott (1951). Los objetos autistas excluían por completo la
percepción de situaciones •no-a mí•. Los niños autistas declarados ni siquiera se chupan
los pulgares o los dedos porque, debiendo estos recorrer un espacio para llegar hasta la
boca, ellos los experimentan como •no-a mi•. Por su parte, los niños esquizofrénicos,
con su aptitud más desarrollada, aunque confusa para tolerar el espacio, suelen ser muy
chuparse de dedos que usan como objetos transicionales primitivos.

Es indudable que una interacción entre madre e hijo participa en el resultado autista,
pero no todos los infantes que tienen madre deprimida y dificultades de lactación se
vuelven autistas. Estoy convencida de que debe de haber algo en la constitución genética
o en la experiencia intrauterina del niño autista que lo predisponga a recurrir a un
encapsulamiento autista como modo exclusivo de protección. Un trabajo
psicoterapéutico intenso demuestra que no se puede acusar ni a los padres ni al niño
por la producción del autismo. Todos han quedado presos de una red de reacciones
inevitables, y necesitan que los comprendamos, no que los acusemos. El terror por la
pérdida d.e._la existencia es diferente del miedo a morir característico de los niños
esuizofrénicos. El miedo de morir se asocia con una sencaicon de estar vivo. Los niños
autistas no tienen conciencia de ser seres vivos. Algunos “recuperados” le han dicho que
la primera vez que vinieron a verme se sentían como •cosa . ; y algunas madres le
contaron que los percibian como •una no-persona•

Todos los niños autistas declarados, que atendí en mi consultorio particular, tenían
menos de seis años cuando iniciaron el tratamiento. A mis primeros dos pacientes
autistas los vi cuatro o cinco veces por semana, pero después que adquirí experiencia, a
los dos últimos dos veces por semana. Todos ellos resultaron ser inteligentes y dotados
de talento estético. Al término del tratamiento, su apariencia era relativamente normal,
y hacían las cosas normales para los niños de su edad. Se mostraban sociables, pero un
poco tímidos e hiper-sensibles. Tuvo solo 4 ajajja. Todos tuvieron un buen progreso post
tratamiento sin reacidas reportadas. En otro estudio juzgaron el desarrollo de 30
pacientes. Las categorías empleadas para determinar la reducción de la patología
fueron: 1) relaciones sociales, 2) estereotipos, 3) capacidad d escolar de acuerdo con la
edad, y 4) capacidad de juego. Los resultados de esta encuesta fueron alentadores para
los profesionales del departamento; si bien algunos niños apenas iniciaban tratamiento,
y otros lo llevaban por la mitad, la reducción promedio de la patología en el momento
del cálculo estadístico fue de 51.6% para los niños autistas y de 54.0%. Solo un paciente
completo el tratamiento por completo y este tuvo una recuercacion del 100 porciento.

Conclusiones: el autor plantea al autismo como una proteccion autosensible de tipo


reflejo automatico, presente en todos pero en algunos casos exacerbado d eun modo tan
masivo y excluyente que genera patologia. Han construido su propio •asilo• y se han
metido ellos mismos en su propio •chaleco de fuerza• dominado por sensaciones.
Necesitaron este enchalecarniento porque, tras haber •borroneado la conciencia de su
separación del tronco parental, nunca pudieron •arraigar•

Esta evaluación diagnóstica no nos autoriza a rotular pacientes y . clavarlos con un


alfiler como a mariposas, sino que nos sirve para empezar a ver traVés de sus ojos. El
trabajo eficaz con estos niños depende de que sean amparados (psicológicamente) por
un terapeuta que tenga algún barrunto del mundo especial en que ellos 2viven y andan”
y tienen su precario sentimiento de “existir”.

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