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INTRODUCCION

Una de las modalidades de contrato más usadas en la actualidad es el de prestación


de servicios, que consiste en el intercambio de un servicio o una actividad entre las
partes. Dentro de esos servicios se encuentra la asesoría o consultoría, es decir,
aquellas labores de apoyo de tipo fiscal, económico, laboral, mercantil o informático,
principalmente. El contrato recoge, pues, la demanda de la parte contratante por un
determinado servicio, el cual va a ser ejecutado por el contratado en un plazo y unas
condiciones específicas.
CONTRATO DE CONSULTORIA PROFESIONAL
Es un tipo de contrato de servicios que utilizan las empresas de consultoría de ámbito
internacional, mediante el que una de las partes («Consultor») establece las
condiciones de su propuesta de servicios a la otra parte («Cliente»). Habitualmente
estos contratos se realizan para un proyecto concreto en una amplia gama de sectores
(estrategia y gestión de empresas, estudios de mercado, recursos humanos, ingeniería,
tecnologías de la información, etc.).

El contrato de consultoría es un documento mediante el cual un especialista en


determinada materia, ramo o industria (llamado "consultor") y una persona
(denominada "contratante") que necesita un consejo o guía ("consultoría") acuerdan los
términos y condiciones que deberán de tener la misma y los objetivos que se quieren
lograr. El "consultor" puede ser tanto una empresa como una persona física,
profesional independiente. De igual forma, el "contratante" puede ser cualquier persona
física o moral (empresas, sociedades, asociaciones, entre otras).

La principal diferencia entre un contrato de consultoría y un contrato de prestación de


servicios profesionales es que en el primero se contrata a un experto en una materia
para que este dé consejos sobre cómo gestionar ciertas situaciones sin hacer las
acciones el mismo; y en el segundo, se está contratando a un profesional para realizar
estas acciones o realizar algún servicio en específico. Por ejemplo: se puede contratar
a un abogado corporativo para la realización de una estrategia legal para optimizar
ganancias y minimizar riesgos; de igual manera se puede contratar a un abogado
corporativo para la elaboración de los contratos de compraventa con los proveedores y
clientes, y para la elaboración de los contratos laborales de una empresa.

Las consultorías pueden abarcar distintos temas o materias, como lo pueden ser:

Consultorías en materia legal para ver los obstáculos legales que se tienen al momento
de montar un negocio;
Consultorías en materia financiera para analizar que costos pueden ser recortados y
así maximizar las ganancias;
consultorías en materia laboral con el objetivo de analizar que puestos de trabajo
pueden ser subcontratados y así ahorrar dinero en impuestos y cargas fiscales y
laborales; entre otras.
Todo consultor puede ofrecer sus servicios, acordando las actividades a realizar y los
estudios a elaborar, según sea el caso. Si hay un acuerdo entre las dos partes, se
procede a la realización de las actividades y al pago de los honorarios
correspondientes. No obstante, establecer todo esto mediante un contrato, permite
tener una certeza jurídica de las actividades que se llevarán a cabo, de la forma en la
que estas se realizarán, las condiciones en las que deben ser realizadas, la manera en
la que serán pagados los servicios, entre otros pormenores.

Como se ha mencionado anteriormente, un contrato de consultoría se realiza cuando


se necesita conocimiento especializado y se desean tener óptimos resultados y
minimizar las posibilidades de sufrir pérdidas. Algunas consultorías pueden durar de
manera indefinida, por ejemplo las consultorías que ven temas sobre impuestos, los
cuales cambian año con año; otras consultorías pueden ser por tiempo definido, como
las consultorías que tienen que ver con los resultados finales de un año fiscal; y otras
consultorías tienen que ver con resultados de un producto específico, como puede ser
una consultoría en la cual el objetivo sea el desarrollo de un plan arquitectónico de un
condominio.

Mediante este documento se establecen los objetivos a lograr, las condiciones que
tendrá la consultoría, como será realizado el pago y todos los pormenores que cubrirá
la misma. Comúnmente estos contratos se realizan para un proyecto concreto
relacionado con la dirección y gestión de empresas o negocios y aplicable en una
amplia gama de áreas de una cadena de producción o de venta.

¿Cómo usar este documento?

En este contrato se establecen las condiciones y formalidades que deberán cumplirse


en la consultoría, así como los derechos y obligaciones que tendrá cada una de las
partes.

El documento puede ser utilizado para contratar cualquier tipo de consultoría,


establecer la vigencia del contrato, así como el monto y forma de pago de los
honorarios. Además de lo anterior, se puede establecer si los servicios se llevarán a
cabo en un lugar determinado y si el contrato se podrá dar por terminado de manera
anticipada.

Una vez precisados estos elementos en el contrato de consultoría, y después de que


este haya sido leído y firmado en cada una de sus hojas por las partes o por sus
representantes legales (en este último caso, adjuntando el documento que otorga
facultades al representante legal para celebrar el contrato en nombre del contratante de
los servicios, o bien, del prestador de los mismos), el contrato será válido. Finalmente,
es importante que cada una de las partes que firman el contrato conserve un ejemplar
del mismo, y en su caso de los anexos que se incluyan (por ejemplo, de las
credenciales de las personas que firman).

En algunos casos, puede ser necesario adjuntar como anexos los documentos en
donde se explique de manera más detallada las actividades para las que se contrata al
consultor.

Derecho aplicable

Legislación Civil (Código Civil Federal y Códigos Civiles Estatales).


En el caso específico del Código Civil Federal, Título Noveno.

Ayuda de un abogado
También tienes la opción de consultar a un abogado si necesitas ayuda.
El abogado puede contestar a tus preguntas o ayudarte en tus trámites. Al final de la
creación del documento, se te ofrecerá esta opción.
Tipos de contrato de servicios por asesoría
Según las partes que intervengan en el acuerdo, el contrato de prestación de servicios
de asesoría puede ser de tres tipos, los cuales varían de acuerdo a la relación
establecida, es decir, de quién solicita el servicio y quién lo ejecuta.

Entre dos empresas: tanto el contratante como el contratado son dos sociedades
empresariales que se desenvuelven en el campo comercial. Generalmente, las
empresas que prestan asesorías son aquellas que se conocen como consultoras.

Entre una empresa y un trabajador autónomo: cuando la empresa solicita el servicio


ante un especialista en el campo, pero la diferencia está en que se trata de un
trabajador por cuenta propia, sin dependencia u obligación con una empresa, y que
como tal debe figurar en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos. Cabe
añadir que es uno de los contratos más utilizados en la actualidad.

Entre un autónomo y una empresa: la diferencia con el caso anterior radica en que el
trabajador es quien solicita la asesoría ante una consultora o empresa. Es un caso
poco frecuente, pero no improbable. El ejemplo más común es el de los trabajadores
autónomos que, antes de dar marcha a su negocio, contratan los servicios de una
consultora para dar forma a los aspectos de su plan de empresa.

¿Qué clases de servicios de asesoría existen?


Jurídico-legal: aquella que establece los tipos de documentación que necesita una
empresa y las leyes a las cuales debe acogerse para su normal funcionamiento.
También contempla la resolución de conflictos que se generan en la propia empresa o
entre la empresa y un tercero.

Administrativa: tanto para empresas constituidas como para las que están en proceso
de hacerlo. Su función principal es establecer la viabilidad de proyectos de inversión, la
elaboración de manuales, libros e, incluso, el desarrollo del área de Recursos
Humanos, clave para la contratación y el buen clima empresarial.

Contable: es uno de los tipos de asesoría más comunes. Su misión es orientar a la


compañía sobre la realización de cálculos relacionados con sus pasivos y activos.

Informática: se encarga de la implementación de paquetes de cómputo, programas y


sistemas de inventarios que sean de utilidad para la empresa.
CONCLUSION

Una de las características de este contrato es que pertenece al ámbito civil y no al


laboral, dado que no supone una relación de subordinación entre la empresa y el
trabajador. Por ello, el empleador no se compromete con el pago de ninguna prestación
social por el servicio que se le presta. Es el propio trabajador el encargado de hacerlo.
Además, suele ser un acuerdo temporal, casi siempre suscrito por cortos períodos, y
poco dado a las renovaciones o extensiones.

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