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ÉTICA Y DEONTOLOGÍA JURIDICA TURNO MAÑANA

UNIVERSITARIA: TICONA MAMANI MARCELA LULI

LA IGUALA PROFESIONAL

Una iguala profesional es un contrato entre dos partes destinado a contratar los servicios
profesionales de un abogado de manera prolongada en el tiempo, normalmente periodos de
tiempo semestrales o anuales, y en el que se busca el equilibrio entre los honorarios a pagar
por dicho periodo temporal y el trabajo que deberá realizar el profesional por esa cuantía. O
dicho en un lenguaje más burdo: es una especie de tarifa plana dentro del mundo del Derecho.

Evidentemente, las igualas profesionales se realizan cuando el cliente que contrata tiene entre
manos temas que van a requerir la figura del Letrado de manera más o menos continua, y
pacta con el abogado una remuneración económica que permita tenerlo contratado de
manera permanente sin que ello suponga un coste desproporcionado. Al mismo tiempo, este
acuerdo permite al abogado contar con unos ingresos fijos en base a lo recogido en el contrato
y bajo las condiciones estipuladas. Como el encargo es genérico y abierto, esto es, se hace una
previsión por el cliente y se acepta la misma por el abogado, puede darse el caso de que el
cliente pague una cantidad de dinero por contratar unos servicios profesionales que luego no
van a hacer falta en su totalidad, y análogamente lo mismo puede pasarle al Letrado, que
acepte ser contratado por unas previsiones y que luego las mismas se desborden.

Hay dos tipos de igualas profesionales muy generales que son las que más se usan en el mundo
del Derecho, sobre todo por parte de despachos de tamaño pequeño unipersonal o medio: las
completas y las parciales.

Las completas son aquellas en las que en el precio se incluyen las opciones tanto
extrajudiciales como judiciales, y por consiguiente son las más caras a la hora de contratar.

Las parciales son aquellas en las que, por norma general, el abogado se encarga de todo en la
fase extrajudicial algo que incluiría desde el asesoramiento sobre temas puntuales a la
redacción de documentos tales como contratos, burofax, cláusulas, cartas, etc., e incluso la
asistencia a reuniones en nombre del cliente, liquidaciones de impuestos, peticiones de notas
registrales, negociaciones, reclamacioneS. Evidentemente, al quitar la fase judicial esto es, la
asistencia expresa a juicios, el coste de la misma disminuye muchísimo.

Por norma general, las Igualas Profesionales son óptimas para empresas grandes o pequeñas
que tienen cierta necesidad de salvaguardar sus actividades bajo la supervisión de un Letrado.
Cuanto mayor es el número de empleados y mayor el volumen de negocios, más necesaria es
la presencia de un abogado que se encargue de la supervisión legal de la actuación de la
empresa. También son óptimas para entidades asociativas especialmente de índole social,
empresarial o cooperativistas, pues permiten que sus asociados puedan recibir asesoramiento
legal de manera continua y gratuita no sólo relacionadas con sus relaciones asociativas, sino
también a nivel personal. Finalmente, es también importante reseñar que prácticamente sería
innecesario realizar una Iguala Profesional a nivel individual.

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