Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Las arterias anteriormente mencionadas además pueden ser de dos tipos. Un tipo
es el compuesto por las de conducción, que están dirigidas hacia las superficies
laterales del encéfalo y, el otro tipo es el que se compone de las perforantes, que
provienen de las arterias de conducción con el fin de abastecer a zonas más
específicas.
Hay una zona en la que se conectan la arteria basilar y las arterias carótidas, una
estructura denominada polígono de Willis, que es el área que se encuentra en la
parte inferior del cerebro y en la cuál son ramificadas las arterias carótidas internas
en arterias de menor tamaño, siendo estas últimas las que se encargan de
suministrar sangre cargada de oxígeno al 80% del cerebro.
Quizás te interese: "Eritrocitos (glóbulos rojos): características y
funcionamiento"
La vascularización de la médula espinal
La zona del sistema nervioso central, denominada médula espinal, se encuentra
dividida entre los siguientes segmentos, al igual que la columna vertebral: cervical,
torácico, lumbar, sacro y coccígeo. Todos y cada uno de esos segmentos se encargan
de proporcionar ocho pares de nervios espinales que parten desde el conducto
vertebral.
Para el correcto funcionamiento de la médula espinal y todos sus segmentos resulta
fundamental una correcta vascularización a través de las arterias y conductos
venosos que la atraviesan, como se explicará con más detalle a continuación.
1. La irrigación de las arterias de la médula espinal
La médula espinal es el área del sistema nervioso central que se encarga de
transmitir mensajes de entrada y de salida desde el cerebro hacia el resto del cuerpo.
Ahora bien, para un correcto funcionamiento, es atravesada por tres vasos
arteriales de forma longitudinal, siendo estos la arteria espinal anterior y las dos
arterias espinales posteriores.
Esa arteria espinal anterior es originada desde las dos arterias vertebrales que se
encuentran a la altura de la médula oblongada, también conocida como el bulbo
raquídeo, y baja a través de la superficie anterior o frontal de la médula.
Por otro lado, las arterias espinales posteriores, que emergen desde las arterias
vertebrales o en las arterias cerebelosas inferiores posteriores y parten hacia la
superficie caudal o posterior de la médula.
Las arterias de la médula, anteriormente mencionadas, necesitan ser reforzadas por
las arterias radiculares, como son las arterias cervicales ascendentes, la intercostales
y las lumbares, con el fin de poder irrigar sangre a través de la médula, por la parte
que se encuentra debajo de los segmentos cervicales.
Un trastorno producido en la irrigación de la médula espinal del SNC, como puede
ser una oclusión en la arteria espinal anterior, propicia el conocido como “síndrome
medular agudo torácico” que conlleva consigo paraplejía e incontinencia, perdiendo
además la sensibilidad para la temperatura y el dolor.
Artículo relacionado: "Médula espinal: anatomía, partes y funciones"
2. El drenaje de los conductos venosos de la médula espinal
La acción del drenaje de los conductos venosos de la médula espinal se produce
mediante un patrón semejante al de la irrigación arterial de esta zona. Para ello, hay
seis conductos venosos interconectados que se encuentran expandidos de
forma longitudinal por la médula espinal.
Dichos conductos constituyen las venas espinales anterior y posterior; ambas
extendidas hasta la zona media. Por otro lado, están las venas anterolaterales y las
venas posterolaterales que se encuentran próximas a la inserción de las raíces
venosas anteriores y posteriores.
El conjunto de estos vasos sanguíneos se encargan de drenar, por medio de las
venas radiculares anteriores y posteriores, al plexo venoso epidural, también
conocido como plexo venoso vertebral interno, que se encuentra ubicado entre el
peristilo vertebral y la duramadre, que es la capa exterior que se encarga de cubrir y
proteger tanto al cerebro como a la médula espinal.
Además, el plexo venoso interno, se encuentra comunicado con el plexo venoso
vertebral externo, por lo que se encuentra interconectado con las venas de la zona
lumbar ascendentes y con las venas ácigos y hemiácigos, que cumplen una especial
función proveyendo de una ruta alternativa para la circulación sanguínea hacia la
aurícula derecha del corazón, si se diera una situación en la que estuvieran
bloqueadas las demás cavas.
Quizás te interese: "Sistema circulatorio: qué es, partes y características"