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Resolución de problemas
En etapas anteriores, los niños realizaban las acciones mediante el prueba y error para
sacar beneficios o conclusiones de cada acción. Ahora las acciones se resuelven con
unos métodos y lógica que antes no tenía el niño.
Esta etapa se caracteriza por la resolución de los problemas rápidamente y
organizadamente.
Como hemos comentado, es a estas edades en las que se adquiere un pensamiento más
científico y reflexionado. El individuo tiene una mayor capacidad para abordar
problemas de manera más sistemática y organizada, dejando de limitarse a la estrategia
del ensayo y error. Ahora plantea en su mente escenarios hipotéticos en los que se
pregunta cómo podrían evolucionar las cosas.
Aunque la técnica del ensayo y error puede ser de ayuda, obteniéndose beneficios y
conclusiones mediante ella, el disponer de otras estrategias de resolución de problemas
expanden de forma significativa el conocimiento y experiencia del joven. Los
problemas se resuelven con unos métodos menos piráticos, usando la lógica que antes el
individuo no disponía.
Pensamiento abstracto
En esta etapa de las operaciones formales el niño aprende a resolver los eventos de su
exterior evaluando las posibles consecuencias de cada acción, muy diferente a lo que
estaban realizando anteriormente, ya que esta etapa es en la que desarrollan el
pensamiento abstracto.
Aquí los niños pueden trabajar a partir de ideas que solo se encuentren en su cabeza. Es
decir, pueden pensar en conceptos hipotéticos y abstractos sin que hayan tenido que
experimentarlos de forma directa con anterioridad.
Pruebas realizadas
Igual que en las demás etapas, Piaget comprobó los resultados de diferentes formas:
La primera: era preguntar donde podrían un tercer ojo si tuvieran la oportunidad. Los
niños de etapas anteriores preferían tener un ojo en la frente en cambio los niños dentro
de la etapa de operaciones formales proponían mucha variedad en cuanto a la
colocación de su tercer ojo.
La segunda: era concentrar varios niños de diferentes edad y proponer que estos
pusieran unos pesos en la balanza para igualarla, por lo que los niños deberían entender
el peso de cada objeto utilizado de forma que igualara la balanza. Los niños entre 3 y 5
años no podían realizar el concepto de la balanza, mientras que los niños de 7 años
podían igualar la balanza pero desconocían que colocando en diferentes sitios era más
importante. Los niños de 10 años llegaban a realizar bien el ejercicio pero porque
utilizaban el concepto de prueba y error. Finalmente los niños mayores de 13 años,
podían realizar el ejercicio pensando donde colocar cada objeto por tal de que la balanza
se igualara.