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ITALIANO

- Y
ESPANOL
-estudios
lingüísticos-
MANUEL CARRERA
FELIX FERNANDEZ MURGA

~

Mª DE LAS NIEVES MUÑIZ

r1

Anales de la Un i versidad Hispalense Publicaciones de la Un i versidad de Sevilla


Serie : Fllosofia y Letras núm . 74- 1.984

162233
IN DICE

Página

1. LAS FORMAS NO PERSONALES DEL VERBO EN


ITALIANO Y ESPAÑOL.
Félix Femández Murga . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

2. ITALIANO Y ESPAÑOL : CONFRONTACION LINGUIS-


TICA .
Joaqu(n Arce .. . . .. . . .. . . . . . .. ... .... . 109

3. USO DEL CONDICIONAL EN ITALIANO Y ESPAÑOL:


ESTUDIO CONTRASTIVO .
Mada de las Nieves Muñiz . . . . . . . . . . . . . . . . . 127

4. IL NUMERO DEl FONEMI IN ITALIANO IN CON-


FRONTO CON LO SPAGNOLO .
Joaqu(n Arce . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 159

5. SOBRE EL VALOR TEMPORAL DE LA PREPOSICION


ESPAÑOLA "DESDE" Y DE LA ITALIANA
"DA" : APUNTES PARA UNA DIDACTICA DEL
ITALIANO EN ESPAÑA.
Mar(a de las Nieves Muñíz . . . . . . . . . . . . . . . . . 169

6. ITALIANO Y ESPAÑOL: ELEMENTOS PARA UNA


COMPARACION.
Manuel Carrera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 185
LAS FORMAS NO PERSONALES DEL VERBO
EN ITALIANO Y EN ESPAÑOL

Por Félix FERNANDEZ MURGA

Uno de los campos en los que más claramente se manifiesta la dife-


rencia de posibilidades y la diversidad de tendencias expresivas entre dos
lenguas tan afines, por otro lado, como son el italiano y el español, lo cons- 1
tituyen las llamadas Formas no personales del verbo, es decir, el 1nfinitivo,
el Gerundio y el Participio.
Adopto esta denominación, propuesta hace muchos años por Sa-
muel Gili y Gaya (1) y aceptada últimamente por la Real Academia Espa-
ñola (2), por parecer la más acertada frente a otras varias que suelen dárse-
les: entre ellas, una de las más corrientes, la de Formas nominales del verbo
(que les daba antes la misma Real Academia y continúan dándoles algunos
estudiosos de temas gramaticales) (3) , y la de Modos infinitivos, que prefie-
ren otros (4) .

(1) S. Gili y Gaya, CUrso superior de sintaxis española , Barcelona, "Bibliograf


"VOX", 1964, pp. 185-204.
(2) Real Academia Española, Esbozo de una nueva gramática de la lengua espa-
llola , Madrid , Espasa-Calpe, 1973, pp . 483-499.
(3) Manuel Criado de Val, Gramática espaiiola y comentario de tex tos, Madrid,
S.A.E.T.A., 1973 , p. 128.
(4) Katerin Katerinov, La lingua italiana per stranieri, 111 Parte, Perugia, Guerra,
1974,p.41.

9
De hecho, el dato más significativo, común a dichas tres Formas, La verdad es que ni el estudio a fondo de una determinada lengua
que es el de no seleccionar morfemas concordantes (5), las contrapone ca- puede llevarse cumplidamente a cabo sin completarlo con el estudio de la
racte rizacloramente a las demás formas verbales, es decir, a las Formas per- literatura que ha sido expresada precisamente en esa lengua, ni el conoci-
sonales. Frent e a éstas, caracteriza también a las Formas no personales el miento cabal de una determinada literatura podrá lograrse nunca sin el co-
hecho ele no exp resar tiempo sino aspecto. Las tres tienen, por otra parte, nocimiento sólido de la lengua que le ha servido de instrumento expresivo.
1m dob le valor, que las sitúa entre el sintagma verbal y el sintagma nominal Así lo advertía Roman Jakobson, como señala el mismo Lamíquiz : "Pocos
(6) . Vendría a ser el Infinitivo un sustantivo verbal; el Gerundio, un adver- críticos literarios se atreverían hoy a afirmar que la literatura puede ser sa-
bio verbél l; y e l Participio, un adjetivo verbal (7). Tendría el Infinitivo ca- tisfactoriamente estudiada sin prestar la debida atención a su vehículo, la
r éÍ<:tl·~ r impe rtectivo, sin ex presión determinada de tiempo; el Gerundio, ca-
lengua . De igual modo, pocos lingüístas justificarían una investigación de
t·ác:ter durativo de acción en su desarrollo; y el Participio pasado, carácter la lengua literaria sin la guía de las investiQaciones de quienes se dedican al
perfectivo de acción en su término (8). estudio de la literatura" (10) .
Como veremos luego, los estudiosos de gramática española no sue- Aparte de las antedichas consideraciones, especial e inmediata utili -
len prestar ate nción al participio presente ni ·al participio futuro, de los que dad podrá tener el estudio contrastivo de estas Formas no personales del
c~pr!nas existen hoy algunos vestigios en nuestra lengua.
verbo (lo mismo que todos los estudios de esta índole, que se realicen so-
E 1 estudi o contrastivo de esas formas en italiano y en español, estu- bre otros fenómenos gramaticales) para conocer a fondo esas diversas ten-
dio basado preferentemente en testimonios literarios, podrá servirnos, por dencias expresivas del italiano y del español; conocimiento éste que, al mis-
una parte, para mejor comprender, a t ravés de sus peculiares tendencias ex- mo tiempo que contribuirá a consolidar el dominio de nuestra propia len -
presivas, el espíritu de los pueblos que hablan y escriben esas lenguas y, gua, dará, sin duda, conciencia de mayor seguridad·en el manejo de la len -
por otra parte, podrá servirnos también para apreciar y aquilatar mejor los gua aprendida y facilitará notablemente esa ardua y difícil tarea, que es
div ersos resultados estéticos que el no coincidente comportamiento en el siempre la traducción o versión de una lengua a la otra .
•·mp leo de esas formas ha pod ido determinar en una y otra literatura. Ba-
saré, pues, preferentemente este estudio, como he dicho, en los testimo-
nios li terarios por ser ellos, dada su privilegiada estructura, el resultado más
•!xqui.sito de ese ejercicio del lenguaje, ya que, como escribe Vidal Lamí-
¡¡u iz, es precisamente el lenguaje literario (y, de modo especial, el lenguaje l. EL INFINITIVO
por!tico) el q ue "realiza prácticamente la totalidad del código que el hom-
l>re tiene a su disposición" (9).
El Infinitivo Sustantivo.

r (5} Juan Alcina f- ran ch-José Manuel Blecua, Granuítica espa1lola, Barcelona.
Comenzaremos recordando algunos hechos que atestiguan las coin-
cidencias, en algunos casos, y las divergencias, en otros, entre ambas len-
!\rie l, 197 5 , p. 740.
16) Francisco Marcos Marín, 01rso de gramática espa!lola, Madrid , ed. Cincel, guas, en el uso del infinitivo .
1980 . p. 299.
17) S. Gi li y Gaya, o. cit. , p. 186.
l!l) M. Cria do de Val ; o. cit. , p. 117 ; r:. Marcos Marín, u. cit. , p. 300.
llJ ) V. Lamíq uiz. Sistema lingüístico y texto literario, Universidad de Sevilla , (10) R. Jakobson, "Lingüística y poética", e n Ensayos de lingüística general,
1 1978. p. 10. Barcelona, Seix Barra!, 197 5, p. 395; V. Lamíq uiz, o. cit. , p. 13.
1

11)
11
La primera coincidencia se da en la antigua y constante posibilidad En realidad, la equivalencia entre ambas formas no es total ya que,
de esta forma verbal de comportarse como un auténtico sustantivo, tanto como acertadamente se ha escrito, "la construcción verbal es más viva y
en italiano como en español, y de admitir, como tal sustantivo, la flexión animada que la sustantiva" ( 15) . El sustantivo, efectivamente, presenta la
plural, pudiendo además ir precedida por el artículo (siempre masculino) y realidad como algo estático, mientras que el infinitivo presenta esa misma
acompañada por toda clase de adjetivos (10'). realidad, expresada mediante un idéntico lexema, como una acción en su
Se ha dicho que, situado en una zona entre el sustantivo y el verbo, dinamismo" (16) .
el diverso modo de empleo del infinitivo resultaría uno de los datos más
También los futuristas coincidieron en esta visión del infinitivo co-
significativos para caracterizar un idioma, según predomine en esos infiniti-
mo forma verbal eminentemente dinámica y, por ello, eminentemente pro-
vos la función sustantiva o la función verbal (11). Común al italiano y al
yectable hacia el futuro; por lo que, en su desprecio hacia todo lo pasado y
español es la gran flexibilidad con que los infinitivos pasan en ambas len-
,- en su renuncia a la expresión de ese pasado y a la de un inaferrable presen-
1 guas de la función verbal a la nominal y viceversa.
te, propusieron el infinitivo como única y exclusiva forma del verbo apta
Esta posibilidad de sustantivación del infinitivo, basada en la prácti·
para cualquier tipo de discurso (17). Pero, obviamente, ni el futurismo ni
ca equivalencia de ambas formas, la vieron ya claramente los escritores an-
sus iconoclastas postulados, demoledores del pasado y de su historia, tie-
tiguos, aún antes de que la constataran los gramáticos. Cuando Virgilio po-
nen mucho que ver con esta visión histórica, que intento presentar, de las
ne en boca de Eneas aquellas descorazonadas palabras: "Una salus victis,
formas no personales del verbo y de sus diversas utilizaciones en las litera-
nullam sperare salutem" (Eneida, 11, 354). la simple aposición salus-sperare
turas italiana y española.
subraya bien la plena conciencia de la antedicha equivalencia. Y más clara-
mente aún se ve la conversión del infinitivo en un sustantivo en aquel re- Continuando, pues, con nuestro discurso, recogemos esta acertada
moto "dolce far niente", "il/ud iucundum nihil agere", de que habla Pli- apreciación de Raffaello Fornaciari: "L'infinito esprime cosa di sua natura
nio y que recuerda Gerhard Rohlfs hablando precisamente de estas sustan· momentanea ed in atto, mentre il sostantivo corrispondente ritrae invece
tivaciones ( 12). cosa continua ed abituale; !'infinito esprime la cosa in azione; il nome, la
El gramático Prisciano formuló ya, en el siglo VI de nuestra era, esa cosa come terma e stabile" ( 18).
equivalencia de que hablamos: "Vim nominis habet verbum infinitum; di- Precisamente porque el sustantivo expresa una "cosa continua y ha-
co enim bonum est legere ut dicam bona est lectio" (13). Viene a ser lo bitual" es por lo que lo empleamos normalmente en las definiciones : "La
mismo que advertía siglos más tarde, en 1492, nuestro Antonio de Nebrija, vida es sueño", y no "el vivir es sueño".
r autor de la primera gramática castellana: "Esso mesmo todos los presentes El acertado uso de estas formas es una de las secretas razones que
del infinitivo pueden ser nombres verbales, como diziendo el amar es dulce determinan la honda belleza de versos como éstos de Ugo Foscolo : "Sento
1
tormento, por dezir el amor" (14). gli aversi Numi e le segrete 1 cure che al viver tuo furon tempesta", o de

( 10') Serge Van vol ~e m, L 'infinito sostantivo in italiano, Finenze, accademia della
Crusca, 1983 .
(ll) M. Criado de Val, o. cit., p. 128. (15) S. Gili y Gaya, o. cit., p. 188.
( 12) G. Rohlfs, Grammatica storica della lingua italiana e dei suoi dialetti, vol. III, (16) J. Alcina Franch-J.M. Blecua, o. cit., p. 742.
"Sintassi e formazione delle parole", Torino, Einaudi, 1969, p. 80. (17) Filippo Tommaso Marinetti, "Manifesto tecnico della letteratura futurista" y
( 13) Emilio Martínez Amador, Diccionario gramatical, Barcelona, R. Sopena, "Lo splendore geometrico e meccanico e la sensibilita numerica", en Teoría e
1961 , p. 752 . invenzione futurista, Milano , Mondadori, 1968, pp. 41, 87-88 .
(14) A. Nebrija, Gramática castellana, ed. crítica de P. Galindo Romeo y L. Ortiz (18) R. Fornaciari, Sintassi italiana, Firenze, Sansoni, 1881 (reproducción anastá-
Mlllioz, Madrid, 1946, p. 67. tica, 1974 ), p. 193.

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aquellos otros del mismo poeta, en los que deliberadamente se contrapo- 1V, 17); "Non era /'andar su o cosa mortal e" (F. Petrarca, Canzoniere, so-
nen ambos corradicales, sustantivo e infinitivo: "Ché se la vita e l'error ... 1 netto XC) (22).
troppo hai del viver tu o l'ore prodotte" ( 19). Aunque con mucha menor frecuencia, no es raro tampoco encon-
Todo esto lo habían intuido también los escritores y los artistas trarlos en los textos medievales españoles: "Si lo presie grand agua, su na-
medievales, en los que, como escribe Giovanni Battista Bronzini, "11 passag- dar nol vale nada" se lee en el Libro de miseria de omne (est. 190, v. 4), de
gio dal concetto astratto e statico (il cammino) al concetto concreto e di- autor anónimo del siglo XIV. El Arcipreste de Talavera nos habla en su
namico (il camminare) e comune ad altri eventi esistenziali, rappresentati Corbacho de "excesivos comeres y beveres en yantares cenas e p/azeres"
nella pittura medievale non come immagini statiche, bensi come scene di (23) . Es notable su presencia en la obra del Canciller Ayala, como luego ve-
azioni, con piu diretta riflessione della realta e in sintonia con l'espressione remos, y también en la Celestina . Y harto conocidos son los versos de Jor-
poetica e musicale: la morte como morire, la vita come vivere, la passione ge Manrique: "Nuestras vidas son los ríos 1 que van a dar a la mar, 1 que es
come patire" (20). el morir".
Algunos de esos infinitivos se presentan ya, desde época remota,
De hecho, esa sustantivación del infinitivo aparece ya en los más
r
claramente lexicalizados, convertidos en sustantivos que expresan cosas,
antiguos textos literarios, tanto italianos como españoles. Basten como
concretas o abstractas, más bien que acciones o estados: los haberes, los se-
\ ejemp.lo, entre los muchísimos que podrían aducirse, los versos iniciales del
res, los deberes, los pareceres, los placeres, los poderes, etc. En italiano: gli
Ritmo cassinese, redactado probablemente en el siglo XII: "Eo, sinjuri,
averi, gli esseri, i doveri, i pareri, i piaceri, i poteri.
s'eo fa bello, 1 lo bostru audire compello" (21 ). Y, en español, aquel otro
Se ha afirmado que el español se caracteriza por la extraordinaria
verso, más antiguo aún, del Poema del Mio Cid (verso 27), escrito en la pri-
flexibilidad de sus infinitivos, por la facilidad con que pasan de la función
mera mitad de aquel mismo siglo XII: "Que perderie los aueres e más los
verbal a la nominal y viceversa (24). Pero la verdad es que ese dato no re-
oios de la cara".
sulta suficientemente caracterizador frente al italiano, que dispone en este
Aunque de hecho se dé más raramente, la sustantivación puede rea-
caso de la misma flexibilidad e incluso la utiliza, según vamos viendo, con
lizarse también con el infinitivo compuesto y con el infinitivo pasivo: "E
mayor frecuencia y en forma más variada que el español. Es cierto que in-
r da questo essere abbandonati gli infermi dai vicini .. discorse un uso ... " (G .
Boccaccio, Decameron, Introducción a la "Prima Giornata").
finitivos sustantivados como los amaneceres, los anocheceres, los atardece-
res no tienen directa correspondencia en italiano; pero, frente a ellos, hay
La proliferación de infinitivos sustantivados fue abundantísima, so- en italiano numerosos abbracciari, ardiri, conversari, gridari, parlari etc. di-
r- bre todo en el italiano, aún mucho antes de que Dante y Petrarca advirtie- fícilmente vertibles en forma directa al español.
ran la especial belleza de ese sintagma y, con plena conciencia de su efica- A veces, en el proceso de lexicalización, ha quedado fusionado con
cia estética, lo emplearan sin ningún tipo de restricciones como logradísi- el infinitivo el adverbio que lo calificaba. Es el caso de il benessere (en es-
mo estilema: "Che suoli al mio dubbiare esser conforto" (Dante, lnferno,
.~ pañol, el bienestar) y de il benestare: "un senso ... di benestare sereno ... un

1 1
(19) U. Foscolo, Soneto "In morte del fratcllo Giovanni", vv. 9-10, y soneto" A
se stesso", vv. 5-6, en Le poesie, Milano, Garzanti, 1974, pp. 37, 40. (22) F. Petrarca, Canzoniere, a cura di Gianfranco Contini, Torino, Einaudi,
(20) G. B. Bronzini , Nel mezzo del cammin, en "Giornale storico della letteratura 1975, p. 123.
italiana", Anno XCV, fase. 480, Torino, Loescher, 1978, p. 168. (23) Arcipreste de Talavera, Corbacho, ed. de Martín de Riquer, Barcelona, Selec-
(21) G. F. Contini, Poeti del Duecento, a cura di-, Tomo 1, p. 9, Milano-Napoli, ciones bibliográficas, 1949, p. 109.
R. Ricciardi, 1960. (24) M. Criado de Val, o. cit., p. 118.

14 15
r

benessere físico" (25) . A veces, benestare tiene valor de aprobación, de todo en la lengua antigua, aparezca también frecuentemente lexicalizado.
Visto Bueno: "Non tolleravano che .. . si osasse erigere un'opera pubblica Con ambos valores (de verbo y de sustantivo) lo encontramos, por ejem-
senza il loro benestare" (26). plo, en la "Novella IX" del Nove/lino, obra anónima de finales del siglo
r- En otros casos, el elemento fusionado con el infinitivo es una pre- XIII: "1 saracini, li quali fanno i mangiari a vendere ... "; "cerca l'uomo la
1
posición : el por-venir, l'av-venire . En italiano, este compuesto lexicalizado ruga per li piue netti mangiari... "; ''l'olore che n'uscia del mangiare ... ";
1
se emplea a veces incluso con valor adjetival, con el significado de venide- "e casi il consumoe di mangiare", etc. (33).
ro : "Lo prese per un amuleto del la sua vita avvenire" (27); "11 tempo avve- Pietro Bembo, en sus Prose del/a volgar lingua, llama la atención so-
nire gli poteva sembrare un periodo immenso" (28). bre este hecho de la sustantivación de los infinitivos en el italiano. Pero
Especial fortuna ha tenido el infinitivo lexicalizado manjar, fre- observa desacertadamente que, aunque en la obra en verso de Petrarca apa-
cu e nte en la lengua española desde el sisglo X 111 (29) y que constituye uno recen a veces en plural esos infinitivos sustantivados, ello difícilmente
de nu estros más antiguos galicismos (30). El Canciller Ayala, en su Cayda podría darse en el lenguaje de la prosa (34). Tanto en el Novellino, según
de príncipes (acertado título que da a su traducción del De casibus viro- hemos visto, como en el Decameron de Boccacio, hubiera podido Bembo
rum i/lustrium de Boccaccio), aprovechando discretamente este recurso es- encontrarlos en notable abundancia: "Gii amorosi basciari e i piacevoli
r-
tilístico de la sustantivación infinitiva, hace neta distinción entre ese ya de- abbracciari" (G. Boccaccio, Decameron, Introducción a la "Ouarta Gior-
finitiv amente lexicalizado manjar y su sinónimo comer, ocasionalmente nata").
sustantivado también: "E viéndolo ocupado en grandes combites e muy ce-
r-
1 rimoni osos comeres, e de muy preciosos vicios e manjares pasando su tiem-
po ... " (31) ; donde comeres es el acto de reunirse a comer, mientras que
Infinitivo sustantivado en la lengua literaria.
manjares es lo que durante ese acto se come .
En itali ano es tambi én muy antiguo el infinitivo mangiare si, como
af irma Brun o Migli o rini, aparece ya documentado en 1158 frente a los nor- La lengua literaria italiana utiliza con mayor frecuencia que la espa-
ma les manucare o manicare (32) . Pero, mientras que en español manjar ñola, y con mayor variedad de formas, ese recurso estilístico de la lexicali-
aparece si empre ex c lusiV éHn ente como sustantivo, en italiano mangiare ha zación de los infinitivos hasta convertirlos en sustantivos, que no expresan
co nse rv ado hasta hoy p rPv alentemente su valor verbal , por más que, sobre acciones sino meramente cosas. Recordemos, por ejemplo, la conocida
estrofa del Pianto delta Madonna de Jacopone da Todi: "Se i tollete el
vestire, 1 lassatelme vedere, 1 como el crudel ferire 1 tutto l'ha ensangue-
125 1 Ri n :a rd u l3 acc hclli . 11 n111/ino del Po. Milano, Mondadori , 1960, Tomo 1, p.
232 .
nato" (35).
(2 6) 1:ulvi o T o mi zza, La 111igliur Pita. Milan o, Rizzoli, 1977 , p. 24. De los dos infinitivos sustantivados que aparecen en esa estrofa,
( 27) Currad o Alvaro, " 11 rubino' ' . c 11 Gente in Aspro monte, Milano , Garzanti, uno, "el crudel ferire", conserva aún de alguna manera su valor verbal (el
1975 . Jl . 104 .
( 2R) Din o 13uzz ati , /1 desert o c/f'i tartari. Mila no, Mondadori , 1970, p. 221.
( 29 1 J. Corominas-.I .A. Pascual . Diccionario critico etimológico castellano e hispá-
nico. Vo l. 111 , p. 815 . ~ l a drid , G rcd os, 1980. (33) Cf. Anónimo, Nove/lino, a cura di Sebastiano Lo Nigro, Torino , U.T.E.T. ,
IJO\ Vicente Garcla de Di ego . Gramática histórica espmlola , Madrid, Gredos , 1968 , pp. 81-83.
1970. Jl . 12. (34) P. Bembo , Prose de/la volgar lingua, Libro terzo, XXXIX, en "Opere in vol-
i .l l) Can cill e r 1'. Ló pcz de Ayala. " Pról ogo" a Cay da d e príncipes. gare", a cura di Mario Marti, Firenze, Sansoni, 1961, pp. 401-402.
1.12 ) ll. Migli o rini . Storia del/a lin,l.'lla italiana , r-irenzc , Sansoni, 1960, pp. 117 y (35) Jacopone da Todi, Laude, en "Poeti del Duecento", a cura di Gianfranco
171-172. Contini, Milano-Napoli, R. Ricciardi, 1960, Tomo II, p. 121.

ll i 17
r hecho de herirlo); pero el otro, "el vestire", se refiere clara y exclusiva- aparece en forma pasiva: "Oueste testimonianze ... descrivono il primo di-
mente a una cosa : el vestido. También Boccaccio lo emplea repetidamente mettere le armi" (41); "E da questo essere abbandonati, gl i infermi dai vi-
con ese mismo significado en su Ninfa/e fíe solano; y, con significado muy cini.. ." (42).
próximo a éste, aparece igualmente en N. Machiavelli: "Con nova legge ai A su vez, en su función sustantiva, estos infinitivos pueden, lo mis-
vestiri, ai mortori, ai conviti termine posono" (36). mo que cualquier otro nombre, servir de complemento a otros sustantivos
y también a verbos e ir introducidos, por tanto, cuando el caso lo requiera,
Clara referencia a una cosa, más bien que a una acción, tiene tam-
por las correspondientes preposiciones.
bié n e l infinitivo sustantivado en este otro famoso verso de Dante: "Non
También en este tipo de sustantivaciones infinitivas el italiano ha
t'inganni l' a mpiezza dell'entrare" (lnferno, V, 20), en el que entrare, com-
procedido siempre con mayor libertad que el español: "pioggia di lagrimar,
1 ll e mento determinativo de un sustantivo dimensional, como es ampiezza,
nebbia di sdegni", escribe F. Petrarca (43). Y G. Boccaccio: "Gii aveva
1iene lóg icamente valor topográfico: la entrada o boca del infierno; signi -
promesso nei suoi dormiri ... " (Ninfa/e fieso/ano, est. 262, v. 5). Abunda de
1icado muy distinto, pues, del que tiene ese mismo infinitivo sustantivado
manera significativa este tipo de infinitivos sustantivados preposicionales
1·n este otro pasaje de una airada carta de Baldassarre Castiglione a Alfonso
en el Aminta de T. Tasso : "ch'io precorressi col mio morir la noia", "s'ho
tl e Valclés c uando, en ocasión del saco de Roma del año 1527, le recordaba
bisogno d'aiuto al mio morire" (Atto 11); "per tema del morir", "vedendo
los muchos ase sinatos de religiosos, "i quali morirono cosí crudelmente nel
1•ri mo co n fl itto del!' entrare dei soldati" (37) . Y aún más subrayado apare-
al mio apparire" (Atto 111 ); "!'amor su o col tuo morir comprasti", "presti
< r: ·~1 c :nácl"e1· verbal de este mismo infinitivo en esta expresión de Antonio
a mio va/ere", "alta strada al morir" (Atto IV). En Giambattista Marino
1 o •¡;I Z7il ro : "L'atto deWentrare .. . in casa Trento le fu durissimo" (38). encontramos: "il eolio e il dorso 1 soave al maneggiar" (44) . Y también po-
demos verlo en autores modernos; así, en Antonio Fogazzaro: "La santita
Puesto que, excepto en casos extremos de total lexicalización, que del suo vivere" (45) . Y, en Giuseppe Ungaretti : "Non fanno piu rumore 1
•1 .1 lw mos visto, el infinitivo sustantivado, sea cual sea su función ocasional , del nascere dell'erba", "nel tuo notturno riposare sola" (46).
110 pie1 ele su valor verbal, puede presentarse a veces con su complementa- Aunque menos frecuentes, como hemos dicho, no son raros tampo-
t. dlll p1 op ia : "Si fece un gran sussurrare contra la prepotenza del castella- co en espaí'íol estos infinitivos sustantivados introducidos por preposicio-
110" (3 Sl ); "questa effimera conferma del proprio signoreggiare su uomini e nes . Así en Alonso de Ercilla : "que al tiempo del herir ... " (La Araucana,
l;1hbricat i" (40) . Y, si se trata de verbos transitivos, ese infinitivo sustanti - XI, v. 442) . Fray Luis de León escribe: "Y, en medio de/llorar, só lo esto
v;H io puede llevar su p ropio complemento directo, o su ablativo agente si suena" (47) . Y Juan Ramón Jiménez : "Sueñan los árboles verdes 1 al ir
¡
1
t

1JI,) N. Machiavclli./srorie jlorentine , Libro scttimo, XXVIII. (41) Giorgio Saviane, fl mare verticale, Milano, Rusco ni, 1973, p. 101.
1.\7 ) 11 . Castiglionc , Lettere: Risposta al Valdés , en "11 libro del Cortegiano con (42) G. 13occaccio, Decameron , Introducción a la "Giornata Prima".
una scel ta dellc Opere minori", a cura di 13runo Maicr, Torino , U.T.E.T., (43) F. Pctrarca, a.c., p. 245. soneto CLXXX1X: Passa la nave mía , v. 9.
1964 . p. 667. (44) G . B. Marino. "lclilli favo1osi: 11 ratto d'Europa" , vv. 209-210. en La sampo-
13!l) 1\ . ¡:ugazzaro, Leila , Vol. 1, p. 21 , en "Tutte le opere". a'cura di Piero Nardi , xna. Cf. G. 13 . Marino. Opere scelte , vol. 1, Torino, U.T.E.T .. 1949, p. 3 15 .
Milano. Mondaclori, 1931. (45) A. Fogazzaro, fl santo , Milano. Mondaclori, 1975 , p. 214.
13'1) 1ppolito Ni evo. Le confessioni di 1111 italiano , cap. IV , Torino, Paravia. 1960, (46) G. Ungarctti. Antoloxía , a cura di Leo ne Piccioni, Milano. Mondaclori, 1971 .
p. 14 7. pp . l60yl76 .
140 ) t: iu s.: ppc Tomasi di Lampeclusa, /1 gattopardo , Milano, Fcltrinelli, 1959, p. (4 7) Fray Lyis ele León, Soneto 11 . v. 13 ; cf. O reste Macri , La poesía Je fray Luis
19. de Leim . Madrid. Anaya. 1970.

18 19
lloroso del agua" (48) . Y, antes que todos ellos, Garcilaso de la Vega : pregar saria ... "; "su nadar nol vale nada"; "en vano su morir van dilatan-
" Con mi llorar las piedras entercenecen 1 su natural dureza", "Tal es la te- do" (Garcilaso de la Vega, Egloga /, v. 20) .
nebrosa 1 noche de tu partir" (Egloga /, vv. 197-198 y 318-319). Gianfranco Contini ha señalado con gran acierto y finura los exqui-
sitos logros poéticos que, por este procedimiento de la sustantivación in-
finitiva, suele obtener frecuentemente Francesco Petrarca: "Si vedranno
El infinitivo sustantivado, con complementación determinada. riapparire ... quei tali effetti li liquidita melodica mediante verbi talmen-
te intransitivi, talmente descrittivi, che non possono a meno di sostan-
Especialmente fecundo, por sus peculiares posibilidades sugestivas, tivarsi" (51) :
ha sido en el campo de la literatura el sintagma formado por un infinitivo
sustantivado precedido, o no, por el artículo y acompañado de un comple- /1 cantar novo e '/ pianger del/i auge/li
mento determinativo, que va introducido por la preposición di (de, en es- in su/ dí fanno retentir le valli,
pañol): l'abbaiare dei ca ni, e//adrar de los perros . e '/ mormorar de' /iquidi cristalli... (52) .
Se da preferentemente esta bella construcción con los infinitivos de
ve rbos intransitivos, en cuyo caso el complemento introducido por dicha
Pero, antes que Petrarca, Dante, por ejemplo, había visto ya la in-
preposición actúa como sujeto lógico del infinitivo : el ladrar de los perros,
tensa belleza de este estilema . y un sonreír de las hierbas aparece como la
los perros ladran . También con Jos verbos transitivos el complemento de-
más feliz V ef icaz de sus pinceladas cuando emprende la extasiada descrip-
termi nativo del infinitivo actúa normalmente como sujeto lógico del mis-
ción de un emblemático río de luz en los inefables paisajes del Paraíso : "11
mo : " Ch e vano il mio pregar saria 1 vano il pregar di ogni marta/e" (A.
fiume e li topazii 1 ... e'/ rider del/'erbe 1 son di lar vero ombriferi prefazii"
Manzoni, Ade/chi, Atto V, se. 8, vv . 376-377) . Pero en alguna ocasión, con
(Paradiso, XXX , 76-78).
esos infiniti vos transitivos el complemento determinativo puede actuar
Se demuestra especialmente apto dicho estilema, eminentemente
igualrne nte como verdadero complemento directo : "11 riguardare dell'al/e-
propio del lenguaje literario, para acentuar los tonos sentimentales de la
!/f'él be/tate (Dante, Canzoniere) (49) ; "11 rimembrar del/e cose passate" (G .
poesía bucolica y elegiaca, atenta al melancólico fluir de los fe nómenos de
Leoparcl i, Al/a luna, v. 15) (50) . Evidentemente, no es la belleza la que
la naturaleza y de los episodios de la vida humana . De hecho, abundan par-
co nlr•mpla y tampoco son las cosas pasadas las que recuerdan, sino el obj e-
ticularmente estos infinitivos en la obra poética de Petrarca, Sannazaro,
ro de esa con templación y de ese recuerdo .
Tasso , Leopardi, etc.
O tra s veces el sujeto lógico de esos infinitivos sustantivados es la re-
Acabamos de escuchar ese pianger de/li augel/i y ese mormorar dei
ferencia implícita en un adjetivo relativo : "O eletti d i Dio , ti cui soffriri ... "
(Dante, Purgatorio , XIX , 76); v, más frecuentemente, como ya se ha podi-
liquidi cristal/i de Petrarca, cuyos ecos, lo mismo en la literatura italiana
que en la española, llegarán hasta nuestros días. Su "do/ce amaro lamen-
do ve r, la referencia implícita en un adjetivo posesivo: "Che vano il mio
tar" (Sonetto CL VIl, 6) será repetido por nuestro Garcilaso de la Vega en
El dulce lamentar de dos pastores, en el verso inicial de la Egloga /; y su
r:1elancólico tramontar del so/e (Sextina XXII, 30) teñirá de púrpura las
148 l .1 . IC .1 im é nez, "Pirineos", e n Antolojia poética, Buenos Aires, Losada, 194 7,
Jl. 28 .
r (49) Dante. // Canzoniere, 111 , 25, en "Tutte le opere", ¡:irenze, Barbera. 1964 .
150 ) G. Leo pa rdi , Tutte le opere, a cura di Fran ceseo Flora, Milano, Mondadori, (51) F. l'l: trarca , o.c. , p. XXIV .
\
195 8, Votum e primo, p. 49. (5 2) 1 . Pc trarca, a.c. , p. 281 .

20 21

r
nubes de la Arcadia de Sannazaro (comienzo de la Prosa V: "per lo tra- un ridacchiare pettegolo"; "innanzi il levar del so/e"; "era un be! vive-
montare del sale), antes de que, al final de la repetida Eg!oga 1 (v. 412) re sul mulino San Michele" (54). Y, en el Cimitero cinese, de Mario Pomi-
ele Garcilaso, aparezcan "al tramontar del sol bordadas de oro", esas mis· lio: "Udimmo nell'interno l'abbaiare d'un cane"; "qualcosa come uno sti-
mas nubes. rarsi del/e /abbra verso gli angoli della bocea" (55).
El mismo Jacopo Sannazaro invita a sus ovejas a apacentarse de No es raro encontrar tales infinitivos sustantivados en la prosa pe-
hierbas y de flores "mentre il mio canto e '/murmurar de !'ande 1 s'accor- riodística italiana, incluso en el lenguaje casi coloquial de las crónicas de su-
dt!ranno", al mismo tiempo que advierte que, ante la presencia del lobo, cesos: "R imasto solo ... ho udito lo scrosciar del/'acqua di un torrente" (56).
lo s buenos pastores "nellatrar de' can non s'assicurano" (Arcadia, Canto Observamos que los poetas italianos del siglo XVI, al emplear este
11. VV. 7 -8 y 44) . bello estilema, tenían plena conciencia de su especial eficacia expresiva
En el famoso drama pastoril Aminta de Torquato Tasso, a su prota- frente a su correspondiente corradical sustantivo. Así Luigi Tansillo, en su
~¡ o nista , e l pastor Amintas, las palabras de su amada Silvia le parecen "assai soneto, dedicado probablemente a Garcilaso de la Vega, que comienza:
pili dol c i 1 che '/ mormorar d'un lento fiumicel/o 1 ... o que '/ garrir de /'au- "Lasso, gia chiude l'error mio", sustituyó en un segundo momento los sus-
ra intra le frondi"; y su amigo Mopso "intende il parlar deg/i augel!i" (T. tantivos" pianto mio y "mill'opre illustri", que aparecían en los versos 7 y
T ; t ~s o , Aminta, Atto 1, se. 2.a). Y, a lo largo de toda la obra, el desdeñado 8 respectivamente, por los correspondientes infinitivos "pianger mio" y
P<•s to r ¡¡ parece 1íricamente obsesionado por el pensamiento de su anhelada "/'oprar illustre" (57).
mu e rt e que, como era de prever, no llega a realizarse porque (lo dice el Co- En cambio, en español, nuestra espontánea tendencia a la sustanti-
' o invoca nd o al Amor) tú "del su o trionfar trionfi e regni" (Atto 1V, se. 2.a) . vación abstracta (en este y en otros casos que luego veremos) ha hecho que
í: n Leopardi pueden verse enteras secuencias de estos infinitivos el ejemplo de Garcilaso de la Vega, que tanto prodigó esos infinitivos sus-
sus ta nti vado s: "Pur tu, solinga, eterna peregrina, 1 Che si pensosa sei, tu tantivados, haya tenido sólo esporádicos imitadores . Incluso los buenos
1 u• s<! in te ncli 1 Ouesto viver terreno, 1 11 patir nostro, il sospirar, che si a; 1 conocedores de los legítimos recursos expresivos de nuestro idioma han va-
Cltf' s ia 1111esto morir, questo supremo 1 Seo/orar del sembiante 1 E perir cilado a veces al tener que traducir al castellano esas preciosistas construc-
rl ;t! l;t tert il , e venir meno 1 Ad ogni usata, amante compagnia" (53). ciones, y frecuentemente se han decidido por el corradical sustantivo espa-
He mos visto ya en el Ade!chi de A. Manzoni : "Che vano il mio pre- ñol frente al infinitivo italiano. Así procedió, por ejemplo, Juan de Jáure-
•¡ar sCl ri él, 1 Vano il pregar d'ogni marta/e" (Atto V, se. s.a) Y. en la misma gui al traducir estos versos del antedicho Aminta de T . Tasso: "se piangete
·Ji tr;t, " St!ntiva 1 Lo scrosciar dei torren ti, o l'improvviso 1 Stridir del falca" il morire 1 del misero innocente" (Atto IV, se. 2 .a); "si lloráis la desdicha-
(.At to 11 , se . 3a). da muerte 1 del mísero inocente" (58). Por más que, como oportunamente
Co n la misma naturalidad y abundancia podemos encontrar este ti-
IH' de construcciones en la prosa narrativa de algunos escritores italianos
-:o nte mponíneos. Así, por citar sólo algunas obras bien conocidas, en //
•nu!ino del Po, de Riccardo Bacchelli: "mi accon1ento del dormire e ele/ (54) R. 13ac.;chelli. o. cit .. pp. 138, 154-155, 187 , 181,210.
(55) M. Pomilio . /7 cimitero cinese , Milano. Rizzoli , pp. 35 y 37.
ll·lll!Jiam " ; "topi grossi e prepotenti che, a// 'entrar di Scacerni, si rifugiarono (56) 11 racconto del ragazzo seques/rato a Trell/o, "La Stampa" : n° 235, Tori.J1o,
•tr! ll"•·!rb ?."; "da/ bussare si conoscono"; "un parlare sommeso e fr equente ... 19 ottobre 1974. p. 9.
(57) Puede verse fotoc.;opia del manuscrito de este soneto, con correcciones autó-
grafas. en Ettorc Bonora , Luigi Tansillo, en"Storia della letteratura italiana".
Vol. IV, Il Cinqueccnto , Milano, Garzanti, 1966, p. 541.
'S \ ¡ ( ;. Leupardi. " Canto nottumu di 11n pastorc errante del! ' As ia " . vv. 6 1-68. e n (58) J. de Jáuregui. Aminta, traducido de Torquato Tasso, edición de Joaquín
o . c il . . pp. 81-82. Arce. Madrid, Castalia, 1970, p. 113.

23
observa Joaquín Arce, también "es natural que se dé, aunque menos fre- Ocurre lo mismo en italiano, aunque a veces. la preposiciones em-
cuentemente, el caso contrario" (59). pleadas en una y otra lengua para expresar una misma circunstancia sean
También Bartolomé Cairasco de Figueroa procede así al traducir el distintas: "al verse en aquella -situación", "nel vedersi'in quella situazione".
siguiente verso de la Gerusalemme liberata del mismo Tasso (Canto IV, 51, No es este el momento para extendernos en la amplia casuística
v. 4): "Per non affrettar l'ore al mio morire", "Por no aprestar la muerte y que ofrecen en este campo una y otra lengua . Recordaré sólo que, a veces,
prevenirla" (60). Esa misma "aversión" hacia el infinitivo sustantivado ha determinadas preposiciones, acompañando a esos infinitivos circunstancia-
sido observada y señalada en la traducción que don Enrique de Villena hi- les, adquieren particulares significados, que no tienen cuando acompañan
zo, en el siglo XV, de la Divina Commedia de Dante (60') . a los sustantivos. La preposición por (per en italiano) puede dar al infini-
tivo valor concesivo: "por mucho madrugar no amanece más temprano",
"Per ficar lo naso a fondo 1 io non discerne·a alcuna cosa" (Dante, lnferno,
IV, 11-12).
El infinitivo circunstancial. Especialmente rica en posibilidades de significado es, en ambas len-
guas, la preposición a cuando acompaña a los infinitivos y, en italiano, la
Hemos visto que a veces, los infinitivos sustantivados van precedi- preposición da, que no suele tener correspondencia directa en español (61 ).
dos, e n su función de complementos nominales, por las correspondientes Pueden dar idea de la abundancia y variedad de su uso y significados las si-
preposiciones, lo mismo que ocurre con los normales sustantivos. guientes frases, entresacadas de las ·páginas de una breve novela de Giorgio
Acompañando a unos o a otros, las preposiciones conservan su fun - Bassani, Gli occhiali d'oro : "insisteva a non finire"; "ti trova ad attender-
c ión primaria de "señalacasos" (traduzco así el italiano "segnacasi"), en lu- lo"; "a udirla mio padre sgrano gli occhi"; "si sarebbero ritrovati tutti
gar de las desaparecidas desinencias nominales de la declinación latina. assieme a desinare" ; "a guardarli... pareva ... "; "continuava ancora a cerca-
Poco tienen que ver, en cuanto a funciones y significado, estos infi- re" ; "due signorine ... da intrattenere sulla spiaggia"; "a volgersi indietro ... " ;
nitivos sustantivados con las llamadas proposiciones circunstanciales implí- "rimanevo chiuso in camera a leggere"; "i due maschi hanno da studiare" ;
citas e n infinitivo, en las que el infinitivo suele también ir precedido por "spero che mi sia rimasto tanto da pagare il conto"; "colpa che era da at-
de te rminadas preposiciones. tribuirsi a .. . "; "ho tanto poca stima da non poter garantire .. . "; "gli altri
Con estas subordinadas implícitas de infinitivo las preposiciones due a udirla tacevano", "diafane tanto da lasciar trasparire", etc. (62) .
pi e rden su carácter y significado de tales y asumen la función de las con-
junciones, dando a esos infinitivos valores circunstanciales: temporales,
condiconales, finales o intencionales, causales, etc.: al salir el sol, a decir
verdad , de ser eso así, para vivir mejor, por haber sido imprudente, etc. (61) Emidio de Felice, La preposizione italiana "A", en " Studi di Filología italia-
na", XVI, Firenze, Sansoni, 1958, y Contributo al/a storia del/a preposizio-
ne "DA", en " Studi di Filología italiana", XII, Firenze, Sansoni, 1954.
Erich Poppe, Studi sui signijicati di "DA ", en "Studi di Filología italiana",
XXI, Firenze, Sansoni, 1965, pp. 265-387 .
(59 ) J. Arce, Tasso y la poesía espaíiola , Barcelona, Planeta, 1973, p. 185 . María de las Nieves Muñiz, Sobre el valor temporal de la preposición españo-
(60) T. Tasso , Jerusalén libertada , traducción de B. Cairasco de Figueroa, Teneri- la "Desde " y de la italiana "Da": apuntes para una didáctica del italiano en
fc, Aula de Cultura, 1967, p. 114. España , en "Anuario de Estudios Filológicos", Il, Cáceres, Universidad de
(6 0') José Antonio Pascual, La traducción de la "Divina Comedia " atribuído a don Extremadura, 1979, pp. 147-159.
Enrique de Aragón. Estudio y edición dellnjiemo, Universidad de Salaman- (62) G. Bassani, Gli occhiali d 'oro, Torino, Einaudi, 1962, pp. 66, 67, 68, 69, 75 ,
ca, 1974, p. 21. 81,83 , 86, 88 , 89, 94, 100.

24 25
Por no alargar excesivamente este capítulo dejamos para otra oca· Esa construcción, con verbos de percepción sensible, es viva inclu·
sión el estudio, no menos interesante, de la partícula pleonástica di, que so en la lengua actual, tanto en la literaria como en la coloquial, y lo mis·
precede frecuentemente a los infinitivos italianos dependientes de verbos mo en español que en italiano: "oigo doblar las campanas" "veo acercar·
declarativos o inyunctivos y que no tiene correspondencia en el español se una nave"; "Odi greggi belar, muggire armenti" {G. Leopardi, 11 passero
moderno: "Disse {dichiaro) di essere cittadino romano"; "Gii disse {ordi· solitario). .
no) di partire immediatamente". Fuera de estos casos, con verbos regentes de otra naturaleza, esta
Como puede verse, el verbo dire puede presentarse con ambos valo·
construcción se ha dado escasamente e'l español; conscientes quienes la
res, declarativo e inyunctivo, y en los dos casos suele llevar preferencial·
emplearon de su carácter eminentemente literario: "He probado mi signo
mente esa construcción del infinitivo introducido por la partícula di.
ser atal" {Arcipreste de Hita) {63). Se ve especialmente en escritores del si·
También su correspondientes español decir puede tener esos dos
glo XV: "No creo ir conmigo el que contigo queda" {La Celestina) {64) .
mismos valores y, en el primer caso, podría completarse con un infinitivo,
Este Y otros usos del infinitivo han sido diligentemente estudiados en la
pero sin preposición alguna: "dijo ser ciudadano romano". En el segundo
prosa del Arcipreste de Talavera {65); pero podrían hacerse análogos estu·
caso el verbo dependiente iría necesariamente en subjuntivo, introducido
dios, con parecidos resultados, en otros escritores del mismo siglo XV. Por
por la conjunción que: "le dijo que marchara inmediatamente". Algunos ejemplo, el anónimo traductor del De mulieribus claris de G. Boccaccio no
verbos inyunctivos admiten en español ambas complementaciones: infi· vacila en recurrir en su dinámico castellano a estas construcciones la mayor
nitivo sin preposición o subjuntivo: "le mandó marchar" o "le madó que parte de las veces que las encuentra en el texto latino que traduce: "Algu-
marchara". nos afirman Júpiter ... haber corrompido a esta donzella, e ella ... haberse
No tiene correspondencia en italiano el infinitivo imperativo espa· puesto con algunos de los suyos en una nave" {66). La vemos igualmente
ñol, precedido por la preposición a: iia callar!. Tampoco la tiene el infi· en escritores del siglo XV l. "Piensan la religión consistir solamente en estas
nitivo compuesto, con valor de reproche, que no va acompañado por pre· cosas exteriores", "Conoscerías haber muchas imperficiones" (67); "Cono·
posición alguna: "haberte explicado mejor y te habrían comprendido". ceréis el autor no haber perdido todo el tiempo" {68); "El cual por conje-
Añadiremos, en fin, que el italiano es más preciso que el español en turas comprehendo 1 Ser de gran importancia y fundamento"; "Pues ve-
el empleo del infinitivo simple, con valor de presente, y del infinitivo com· mos por los tiempos haber sido 1 Eneas cien años antes que fue Dido"
puesto, con valor de pasado, en las subordinadas preposicionales. Dice el
español, refiriéndose a un hecho pasado: "fue multado por conducir mal"
(aunque el hecho no sea habitual, en cuyo caso podría justificarse ese infi·
1 nitivo presente) . Con más lógica, el italiano dice: "fu punito per aver gui·
1
(63) Vicente García de Diego, o. cit., pp. 327-328.
dato maJe" {con un infinitivo pasado, que subraya la efectiva realización (64) Rafael La pesa, Historia de la lengua española, Madrid, Gredos, 1980, p. 277.
ocasional del hecho) . (65) Joaquín González Muela, El Infinitivo en "El Corbacho" del Archipreste de
Ta/avera, Universidad de Granada, 1954, pp. 67·99 y 127.
(66) Anónimo. De las ilustres mujeres en romance por Juan Bocacio, Zaragoza,
Pauto Hurus, 1494, folio XV. (Existe reproducción en facsímile Madrid
El infinitivo latinizante. Real Academia Española, 1951). ' '
(67) Alfonso de Valdés, Diálogo de las cosas ocurridas en Roma, Madrid Espasa
Calp~, "Clásicos castellan?s", 1956, p. 1; y Diálogo de Mercurio; Carón ,
Llamamos infinitivo latinizante al que, a la manera de los infiniti· Madnd, Espasa.Calpe, "Clásicos castellanos", 1965, p. 21.
vos latinos que los gramáticos suelen decir "no concertados", aparece cons· (68) Francisco Delicado, La lozana andaluza, Madrid Clásicos Castalia 1969
249 . ' ' 'p.
tru ído con sujeto propio, distinto del de 'su verbo regente.

26 27
(69) . Y muchos ejemplos podrían espigarse también en nuestros historia- Escribe G. Rohlfs que esta construcción pierde terreno a partir del
dores del siglo de oro. Pero esta construcción no acabó de tomar carta de siglo XVI (75). Lo cierto es que incluso en nuestros días, continúa em-
naturaleza en nuestra lengua. pleándose con frecuencia y con entera naturalidad no sólo en la prosa lite-
En italiano ese infinitivo latinizante tuvo igualmente especial acep- raria sino también en la meramente expositiva: "lnsinuarono il pittore non
tación en los siglos XV y XVI (70); pero la verdad es que, aunque en el si- esser forte nello scorcio e nella prospettiva", "Gii facevan capire discre-
glo XVII la condenara Paolo Beni en su Anticrusca (71 ), dicha construc- tamente essere tempo d'accasarsi ... esse mugnaie avere figlie belle" (76);
ción ha sido empleada lo mismo después que antes de esa condena y lo "Gii zeloti. .. dicevano il silenzio deii'Eterno .. . essere prossimo a finire"
mismo en prosa que en verso: "E vedere mi parea donne andare scapiglia- (77); "L'esperienza ... aveva dimostrato essere ormai il Sacro Romano Im-
te" (Dante, Vita nuova, XXIII, 5); "Conobbi que/la ripa 1 ... esser di marmo pero ... un nome vano ... e la rea/ta essere da un lato la grande organizzazio-
candido" (Dante, Purgatorio, X, 29-31); "Conobbe essere stata vera la sua ne della Chiesa, dall'altro ... " (78); "La denuncia era la stessa ... essere cioe
visione", "Diciendo di queste cose niuna colpa aver la donna" (G. Bocca- la Spagna tributaria dell'estero" (79). Lo cual demuestra la firme aclimata-
ccio, Decameron, IV, 5.a y VIII, 3.a); "Creeano tui essere da' lupi devorato ción de esta estructura sintáctica en el italiano frente a su efímera presen-
o essere da' malandrini preso" (Franco Sacchetti, Trecentonovelle "11 gar- cia en el español.
zone e il lupo") . Y así en otros muchos seguidores de Boccaccio.
Como era de esperar, aparece frecuentemente ese infinitivo en la
prosa, e u idadosamente calcada sobre los modelos latinos, de Lean Battista
Alberti: "veggo la fortuna piú volte essere senza vera cagione inculpata" 11. EL GERUNDIO
(72) . Los historiadores del Renacimiento tienen especial predilección por
esta construcción: "giudicava questo fatto potergli senza suo pericolo riu-
sc ire " (N . Machiavelli, /storie fiorentine, Libro VI, 5) . Francesco Guic- Origen y valores funcionales del gerundio en italiano y en español.
c iardini, al relatar el famoso desafío de Barletta, emplea una larga secuen-
cia de tales infinitivos: "Ricordava il Vicere ... questi essere quegli medesi- Suele decirse, como ya hemos visto, que el gerundio es "un adver·
mi ltaliani che ... " (73). Benvenuto Cellini, en su vivaz e incontrolada pro- bio verbal", mientras que el infinitivo sería "un sustantivo verbal" y el par-
sa, simultanea los elementos de la construcción personal con la forma in- ticipio "un adjetivo verbal" (80). Pero, por lo que al gerundio se refiere, tal
finitiva: "Forse la causa e stata che queg/i non essere stati tanto animosi definición es inadecuada por insuficiente, ya que, en su amplia casuística,
al ben dire" (74). no se limita sólo a esas funciones adverbiales sino que desempeña frecuen -
temente también las adjetivas e incluso las sustantivas, como a continua·
ción veremos.

(69) Alonso de Ercilla, La Araucana, Canto XII, vv. 35-36 y Canto XXXII , vv.
367-368.
(70) 13. Migliorini, o. cit., pp. 230, 292, 393, 632 . (75) G. Rohlfs, o. cit. , p. 88.
(7 1) 13. Migliorini, o. cit., p. 4 72. (76) R. Bacchelli, o. cit. , T. 1, pp. 176 y 202.
(72) L. 13. Alberti, "Prologo" a/ libri de/la famiglia , 13ari, Laterza, 1960, p. 4 . (77) Giuscppe Berto, La gloria, Milano, Mondadori, 1979, p. 10.
(73) F. Guicciardini, "La disfida di Barlctta" en Storia d'Italia, Libro quinto, (78) Franco Landogna, Storia d'Italia, Bologna, Cappelli, 1957, p. 116.
Xlll. (79) Mario Di Pinto, Cultura spagnola nel Settecento, Napoli, Edizioni Scientifi-
(74) B. Ccllini, "lntroduzione" al Trattato dell'oreficeria, en Opere di B. Casti- chc Italiane, 1964, p. 180.
glione-G. Del/a Casa-B. Cellini, Milano-Napoli, R. Ricciardi, 1960, p 971. (80) S. Gili y Gaya, o. cit., p. 186.

28 29
Conviene a este propósito recordar que, tanto en italiano como en in pratis cantando rumpitur anguis", "Con la canción se consigue que re-
españo l, esta forma verbal es herencia del latín, aunque posteriormente ha- viente en los prados la fría serpiente" (Egloga VIII, 71 ); valor de medio o
ya e n ambas lenguas.acrecentado sus valores y sus funciones (81 ). de modo: "An mihi cantando victus non redderet ille 1 ... caprum?", "lEs
Desde el punto de vista formal, el gerundio, que funcionaba origi- que, vencido en la canción, podía él no entregarme el carnero?" (Egloga
nariamente en lat1 n como variante combinatoria del infinitivo, acabó por 111, 21-22) ; valor modal: "Saepe ego longos 1 cantando puerum memini
perder esa función, al crearse el infinitivo preposicional, y se concentró en me condere soles", "Recuerdo que de niño pasé muchas veces días enteros
una sola forma -o, que era la que tenía en el caso ablativo (amando, cantando" (Egloga IX, 51 -52).
monendo, etc.) (82) . Lo mismo que el infinitivo, al que iba sustituyendo Con todos esos valores (temporal, instrumental, modal, etc. ), acu -
e n los casos oblicuos, el gerundio conservaba su doble valor , nominal y mulados muchas veces, encontramos abundantemente el gerundio, tanto
ve rbal Y. como verbo, su régimen de tal (83). en italiano como en español, desde los primeros textos literarios: "A la ex i-
da de Bivar ovieron la corneja diestra 1 e entrando a Burgos oviéronla si-
Del ablativo latino ha conservado el gerundio, y de modo especial el
niestra" (Poema de Mio Cid, 11-12); "Ficiera muchas faciendas ... ven-
r¡erundi o italiano, las principales funciones, entre ellas la función instrumen-
tal o riP. medio, que en latín era bien evidente en casos como éste: "Homi-
ciendo muchas batallas e conquiriendo gentes e acresciendo su imperio e
señorío e faciendo muchas fortalezas" (Alfonso X, General Estaría, Li-
<l is nwns discendo alitur et cogitando", "La mente humana se robustece
bro IV, c. 16).
r:o n el aprendizaje y con la reflexión" (Cicerón, De Officiis, 1, 105).
En italiano, con mayor o menor intensidad de presencia, es ya muy
A partir del ablativo instrumental, se había desarrollado también en
frecuente su uso en los más antiguos autores (85). Podemos leer en el Rit-
•!l misrno latín el ablativo modal o de circunstancias (84), con su corres-
mo su sant'Aiessio, poema anónimo, probablemente de finales del siglo
pondiente variedad de valores y de significaciones (causal, condicional ,
XII: "Ammordoe (ambos) se gianu continendo 1 e lu servitio de Deu fa-
r:o nces iva, etc.), que frecuentemente se acumulan en él, sobreponiéndose al
ciendo, 1 la lor vita contenendo" (86) . Y en la prosa artística de Guido Fa-
' 1t ro va lor, e l temporal, que siempre lleva implícito y que expresa una rela-
ba, de principios del siglo siguiente: "A vui ... seguramente recurro in le mie
<:ión dP. contemporaneidad con la acción del verbo regente: "Ouod si ex-
necesitade, sperando ch'eo no podrave esser offeso ... scl che la vostra
¡Jecta ndo ... pendemus animis, cruciamur", "Porque sufrimos si tenemos
potentia defensando" (87) .
suspensa e l alma esperando" , en la espera, con la espera, mientras espera-
rnos (Ci cerón , Tusculanae, 1, 96) . Particularmente abundante es el empleo del gerundio, en todos sus
valores y funciones, en la obra de Boccaccio, tanto en verso como en prosa,
Esos valores, instrumental y modal, los vemos bien evidenciados en
así como en la de sus muchos imitadores. Pero ocurre lo mismo en la pro-
los sig ui e ntes pasajes virgilianos; valor instrumental, o de medio : "Frigidus
sa narrativa de Franco Sacchetti (1330?-1400?), de tono más popular, y

!811 S. Lyer , 5)•ntaxe du gérondif et du participe présem dans les langues rama-
l/CS. l'aris. Droz , 1934. (85) S. Skerlj. Sy11taxe du participe présent et du Kérondif en l'ieil italien, París,
1X21 Pava o Tekavéié. Grammatica storica de/l'italiano , Vol. 11 , "Morfosintassi", C hampion. 1926, passim .
Bulogna. llmulino. 1972, pp. 338, 533. 13. Mig1iorini, o. cit., p. 229.
!Xlt An t on io Tuvar. Gramática histórica latina, Sintaxis. Madrid. Afrod isi o Agua- (86) Anónimo, Ritmo su sant'Alessio , vv. 56-58. e n "Poe ti del Dueccnto", a cura
do . 1946. p. 149 . 150. di G. F. Contini , Milano-Napoli. R. Ricciardi. 1960, p. 19.
¡:ra ncisco Marcos Marín. o. cit. , p. 209. (87} G uid o !'a ba , Gemma purpurea, en "La prosa del Dueccnto", a cura di Cesare
<X4 < -\ . TttV:n. o. cit .. p. 153. Segrc e Mario Marti, Milano-Napo1i. R. Ricciardi, 1959, p. 7 .

Hl 31
menos preocupada de imitaciones latinas, el cual, como escribe Cesare Se- De suyo, el gerundio no expresa idea de tiempo (pasado, presente o
gre (88), emplea con profusión los gerundios, lo mismo que hacían los de- futuro). sino una relación de coincidencia o no coincidencia temporal con
más prosistas italianos de su tiempo, tratando de dar con ese recurso es- el momento en que se realiza la acción (pasada, presente o futura) del ver-
ti! ístico belleza y solemnidad al período: "Son o uno che gíungendo a bo de la proposición de la que él depende. Hasta aquí coinciden el italiano
uno albergo, volendo lenzuola nette, addomando che mi dia lenzuola di y el español, con la única diferencia de que, en español, el auxiliar único
bucato" (89). para la formación del gerundio compuesto es el verbo haber, mientras que,
El gerundio simple suele ir referido al sujeto de la proposición re- en italiano, el correspondiente verbo avere es auxiliar únicamente para los
gente, como hemos podido ver, lo mismo en los textos latinos que en los verbos transitivos normales, para los intransitivos, y para los transitivos
italianos y en los españoles. Aunque, por lo que se refiere al gerundio ins- reflexivos, el auxiliar es essere: essendo arrivato, essendosí bagnato.
trumental, éste, en las proposiciones latinas en voz pasiva, puede referirse En español, el gerundio simple expresa una acción realizada en con-
al ablativo agente, expreso o tácito, y no al sujeto gramatical. En "anguis temporaneidad con la del verbo principal, o en un momento inmediata-
cantando rumpitur" no es la serpiente la que canta; son otros los que, con mente anterior a la misma . y el compuesto, una acción anterior a la del ver-
su canto, la hacen reventar . Lo mismo puede ocurrir ·en italiano y en espa- bo principal.
ñol si ¡a proposición se presenta en forma pasiva. En términos generales, también el gerundio simple italiano expresa
Además de los anteriores valores, el gerundio italiano y el gerundio esa contemporaneidad (y el gerundio compuesto, esa anterioridad) con res-
español, por haber sustituido a veces al participio presente latino asumien- pecto a la acción del verbo regente (91 ).
do sus funciones, pueden tener, como aquél, valor adjetival. En este caso, Puede emplearse a veces el gerundio simple, lo mismo en español
la norma española es que dicho gerundio adjetival sólo pueda acompañar que en italiano, para expresar acciones que se realizan con posterioridad a la
correctamente al complemento directo de los verbos de percepción sensi- del verbo regente. Pero, en este caso, hay a veces notables diferencias en
ble o intelectual y a los verbos de representación (90). El italiano, en cam- ambas lenguas por lo que se refiere a la extensión de esa posterioridad. En
bio, ha procedido en el empleo de ese gerundio adjetival con muchas me- español sólo puede emplearse ese gerundio de posterioridad "cuando las
nos limitaciones como luego veremos. dos acciones son tan inmediatas, que se funden en la representación con
apariencia de simultaneidad: Salió de la estancia dando un fuerte portazo"
(92). También el gerundio simple italiano puede expresar a veces esa in-
Valor temporal del gerundio. mediata posterioridad de acción con respecto a su verbo regente: "Non
mancavo, quando avevo del denaro in mano, di spenderlo subito, penten-
Puede el gerundio presentarse en dos formas, simple y compuesta: domí immediatamente d'averlo speso" (Natalia Ginzburg, Lessíco famíglia-
llegando, habiendo llegado . Lo mismo en un caso que en el otro, el gerun- re). Pero otras veces ese gerundio puede incluso referirse a una acción no
dio forma proposiciones dependientes, que pueden ser de vario tipo, como realizada todavía y sólo presumiblemente realizable en un futuro más o
ya hemos visto . menos próximo. A este propósito es altamente significativo un dramático
y clamoroso suceso ocurrido en Italia hace algunos años: el asesinato de

(8H) C. Scgrc, Tendenze stilisticlze ne/la sintassi del "Trecemonovelle", en "Ar-


chivo glottologico italiano", XXVII , firenze, Le Monnier, 1952, Fascico1o
l , pp. 9-17.
(91) Miklós Fogarasi, Grammatica italiana del Novecento, l3udapest, Tankony-
(89) f . Sacchetti, JI Trecemonovelle , XIX, Torino , Einaudi, 1970, p. 54.
vkiadó, 1969, p. 294.
(90) S. Gili y Gaya, o. cit., p. 197.
(92) S. Gili y Gaya, o. cit., p. 193.

32
33
Aldo Moro. En aquella ocasión, sus asesinos, las Brigate rosse, publicaron Para expresar esa contemporaneidad de acciones entre el verbo
un comunicado, en el que manifestaban: "Concludiamo quindi la battaglia principal y el verbo dependiente, cuando éste es un verbo de acción mo-
iniziata il 16 marzo, eseguendo la sentenza a cuí Aldo Moro stato con- e mentánea, el español ha de acudir a otro tipo de locuciones: al nacer, cuan-
dannato". do nació, etc.: "Cuando nació Cristo, reinaba la paz en el mundo". El ge-
En español , ese gerundio no habría dejado lugar a dudas: la senten- rundio, con dichos verbos de acción momentánea, sólo podría emplearse
cia había sido cumplida al mismo tiempo que concluía esa batalla de la que haciéndolo preceder, en construcción perifrástica, por otro verbo que ten-
se habla. Por el contrario, la gramática italiana no ayudaba a aclarar dicho ga de por sí, y le confiera a él, ese matiz durativo que el gerundio simple
comunicado con la suficiente y deseable precisión. No podía saberse si di- español ha de llevar siempre cuando expresa tiempo: "estaba naciendo un
cha sentencia había sido cumplida o no, y muchos italianos esperaban que nuevo día", "iba muriendo la tarde".
no se hubiera cumplido . Escribía en aquella ocasión Leonardo Sciascia:
"Gerundio presente del verbo eseguire . Un presente dilatabile. E si prefe- En cambio, el italiano sí que puede emplear libremente, y lo hace
risce dilatarlo verso il futuro, verso la speranza" (93). Por desgracia, en es- con frecuencia, .ese gerundio simple, con valor exclusivamente o predomi -
ta ocasión, el gerundio, había sido empleado con su significado más habi- nantemente temporal, con cualquier tipo de verbos, incluso con esos que
tual, de contemporaneidad con la acción del verbo regente concludiamo . expresan acción momentánea . Lo vemos lo mismo en los escritores anti-
Puede a veces también expresar el gerundio simple una acción anterior a la guos que en los contemporáneos: "Aveva, vivendo, le pubbliche e le prívate
del verbo regente: "Poi, riflettendo ... aveva deliberato ... ", "Luego, tras ha- condizioni amplificate e, morendo, lasciata in ciascuno costante opinione
ber reflexionado, .. . había decidido ... " (L. Pirandello, Scia/le nero, 11). che ... " (96) ; "11 tuo nemico prega per te, morendo" (A. Manzoni , Adelchi,
Por otra parte, y por lo que se refiere a ese gerundio simple, su tem- Atto V, se. 8.<l); "Nascendo, non sai nulla" (Giuseppe Ungaretti, Proverbi,
poralidad es siempre durativa en español, puesto que es esencial en él la "Cinque"); "Una ragazza orfana di entrambi i genitori che, morendo, le
idea d e acción en curso (94). De aquí se sigue el hecho de que el español, avevano lasciato una casetta", "Sol tanto uscendo dall'udienza avrei chiesto
para la expresión de esa temporalidad contemporánea, sólo emplee los ge- il suo nome" (97); "Uscendo, chiudeva a chiave la porta" (98); "Egli mi
rundios de verbos de acción durativa: vivir, viajar, conversar, tener, etc. No tese la borsa che gl i avevo consegnato partendo" (99); "lncontrandola per
puede, en cambio, utilizar. para la expresión de esta temporalidad los ge- strada, evitava di salutarla", "Uscendo, sentivo il ticchettio della vecchia
rundios de verbos que expresen acción puntual, momentánea, como nacer, Singer" (100).
morir, entrar, salir, aparecer, etc. Cuando Calderón de la Barca escribe sus
Obviamente, para expresar esa contemporaneidad de acción con la
famosos versos : "Apurar, cielos, pretendo, 1 ya que me tratáis así, 1 qué
del verbo regente, es aún más empleado el gerundio simple de los verbos de
delito cometí 1 contra vosostros naciendo", es claro que no da a ese
acción durativa, cosa que puede ocurrir también en español: "Al que co-
gerundio un valor temporal de contemporaneidad (al nacer). sino un valor
miendo canta algún sentido le falta" (refrán); "Paseando por el campo, vi
causal (por el hecho de nacer). Lo subraya él mismo en los versos con que
concluye Segismundo esta parte de su monólogo: "pues el delito mayor 1
del hombre es haber nacido" (95).
(96) Franccsco Guicciardini, Storia d'Italia, Libro Primo, II, Volume 1, Firenze,
Salani, 1963, p. 22.
(97) Nicola Lisi, Diario di un parroco di campagna , Firenze, Vallecchi, 1973, pp.
74 , 131.
(93) Leonardo Sciascia, L ' "affaire" Moro , Palermo, Sellerio, 1978, p. 118. (98) Luigi Preti, Giovinezza, giovinezza , Milano, Mondadori, 1970, p. 184 .
(94) S. Gilí y Gaya, o. cit., p. 197. (99) Giuseppe Berto, La gloria , Milano, Mondadori, 1979, p. 104.
(95) Calderón de la Barca, La vida es sue1io , Jornada primera, escena 2.a. ( 100) Fulvio Tomiz za, o. cit. , pp. 111, 129.

34 35
aterrizar un avión" ( 101 ). Vemos igualmente en italiano: "Approssimando- siglo XV, ejemplos como éste del Quijote (Parte segunda, cap. 16): "Ca-
si la sera, camminava in una direzione, che era poi quella del deserto", lló, en diciendo esto, don Quijote". Pero Santiago de los Mozos, en su con-
'Tu, crescendo, forse avrai cominciato a chiederti ... ", "Amo pensare, cienzudo trabajo sobre El gerundio preposicional español, pone en tela de
camminando" (102); "Gii dissi che proseguendo, chiamasse il sagrestano" juicio la validez de tales afirmaciones (108). En algún caso, en textos pos-
(103); "11 sole, calando, aveva allungato le ombre" (104); "AIIontanandomi, teriores al siglo XV, podría incluso discutirse que dicho sintagma exprese
seguivo con l'occhio lui che s'allontanava" (105). idea alguna de temporalidad, pues más bien aparece como mero preciosis·
mo estilístico en un normal gerundio modal. Así ocurre en la estrofa final
de la canción epitalámica de Luis de Góngora que comienza: "Qué de en-
El gerundio preposicional. vidiosos montes levantados", estrofa en la que se lee: "Coronad el deseo 1
de gloria en recordando". De hecho, por un simple gerundio modal lo tra-
En español, el gerundio temporal, incluso en el lenguaje coloquial, duce Benedetto Croce, que estudia dicha canción y que, de paso, recuerda
se emplea a veces, aún hoy día, precedido por la preposición en para expre- como algunas de sus expresiones están inspiradas en la obra poética de Tor-
sar una acción inmediatamente anterior a la del verbo regente: "En termi- quato Tasso ( 109), en la que no son raros esos gerundios preposicionales
con simple valor modal.
nando este trabajo, nos iremos a casa" .
Este uso del gerundio preposicional es muy antiguo en el español. Por lo que se refiere al italiano moderno, el empleo del gerundio pre -
Escribe R. Menéndez Pidal, comentando un pasaje de la Crónica general de posicional es raro ( 11 O) fuera de algunos usos dialectales ( 111 ). Pero no
Espai'ía de Alfonso X ("Et en yendo en pos ellos, vieron ante sí ... siete ca- ocurrió así en el pasado . Su empleo fue notable en los siglos XIV y XVI Y.
valieras moros"): "El gerundio con en, formando una oración incidental más aun, en el siglo XVIII, favorecido ese empleo por un prurito de imita-
temporal, era muy usado antiguamente" ( 106) . ción de la analoga construcción francesa (112). Ya Pietro Bembo, en sus
Suele decirse que aunque, efectivamente, ese sintagma expresa ac- antedichas Prose del/a volgar lingua, consideraba ese uso del gerundio pre-
tualmente una anterioridad inmediata a la acción del verbo regente, en un posicional como propio "della provenzal favella", advirtiendo al mismo
primer momento no era así, puesto que "hasta el siglo XV, por lo menos, tiempo que no había sido la preposición in la única que, en el pasado, ha-
designó simultaneidad" de ambas acciones (107). Sería el caso del antedi- bía acompañado al gerundio. Y citaba a este propósito el siguiente pasaje
cho pasaje de la Crónica general. Y confirmarían su significado de tiempo de Giovanni Villani (Cronica, IX, 318): "Con levando ogni di grandissime
inmediatamente anterior al del verbo regente, en los textos · posteriores al prede ... " (113). En Boccaccio lo encontramos precedido también por la

(101) S. Gili y Gaya, o. cit., p. 192. ( 108) S. de los Mozos, El gerundio preposicional, Universidad de Salama nca, 197 3.

!
1
(102)
( 103)
G. Berta, o. cit., pp. 27 , 34, 45 .
N. Lisi , o. cit., p. 22.
(109) B. Crocc , "Góngora" , e n Poesía alltica e moderna , Bari, Laterza , 1950, pp .
293-294.
(1 04) Giorgio Bassani, o. cit., p. 69. (110) F . Diez , Grarnrnairc des langu es romanes, Paris 1874-1876, Vol. lll, p. 239 ;
(105) G uido Gozzano, 1 benejici di Zaratustra, en " Opere" , Milano, Garzanti, \V . Meyer-Liibke, Grammaire des langues romanes, París 1890-1900, Vol. lll ,
r· 1953, p. 840. p. 560.
(106) R . Menéndez Pid a!, Antología de prosistas espaiioles , Madrid , Centro d e Es· (111) G. Ro hlfs, o. cit., pp. 109-J 10.
tudios Históricos, 1923, pp. 22-23 . (112) B. ivlig liorini, o. cit., p. 544; M. V. Setti , en "Lingua Nostra" , XIV, 1953 , p.
(107) Real Academia Espaiiola , Gramática de la lengua espa,-íola , Madrid , 1962, p. 12.
416. (113) P. B.:rnbo. o. cit., pp. 417-418.

36 37
prepostcton senza: "E senza al suo o al mio onore avendo riguardo niu- Por lo que se refiere a la lengua actual, el empleo del gerundio pre-
no ... " (114). En este caso está claramente sustituyendo al correspondiente posicional, con valor temporal, sigue, como ya hemos dicho, vivo en el es-
infinitivo preposicional y tiene, por tanto, valor muy próximo al de un sus- pañol, mientras que en el italiano es sólo de uso dialectal. Incluso en la len-
tantivo . Más claro aún es su valor de sustantivo en este otro pasaje del mis· gua literaria, el uso del gerundio preposicional se ha ido haciendo cada vez
mo Boccaccio, en el que ese gerundio preposicional aparece culminando más raro en italiano, a partir del pasado siglo ( 118).
una análoga secuencia de sustantivos: "Sempre convien che si stea 1 in Más raro aún ha sido el empleo del gerundio de privación o de abs-
pi anti, ed in sospiri et in dolendo" (Filostrato, Parte seconda, 75, vv. 5-6) . tención equivalente también por su función a un ablativo, pero constru ído
Comentando ese gerundio y equiparándolo a las formas sustantivas in dolo- sin preposición alguna según la norma latina: "Ma si convien che il mio
re, in doglia, escribe V. Branca: "11 gerundio al pasto dell'infinito, usato cantar desista 1 Piu dietro a sua bellezza poetando" (deje de poetar),
ora dopo preposizione, era comune nel '300" ( 115) . Tal uso tenía ilustres (Dante, Paradiso, XXX, 31-32). De todas formas, la análoga construcción
antecedentes en el latín clásico (116): "Antiqui faciles erant in suum cuí- latina "Et desiit loquendo" se consideraba un helenismo ( 118') .
que tribuendo" (Cicerón, Brutus, 85).
No es ése el caso de otro gerundio preposicional, en el que se simulta-
El gerundio modal.
nean valores modales y temporales, de contemporaneidad de acciones, usa-
do co mo preciosismo estilístico por algunos escritores italianos de los si-
Junto a los antedichos valores temporales, el gerundio tiene tam-
glo s XVI y XVII. Así Torquato Tasso: "Che tu in andando al fonte con co-
bién, con especial frecuencia, en función de adverbio modal, la misión de
le i 1 cerchi d'intenerirla" (Aminta, Atto 11, se. 2 .a, vv. 1026/27); "Narra
expresar la manera como se realiza la acción del verbo regente. En este ca-
(e il c aso in narrando aggrava molto) 1 che Rinaldo .. . " (Gerusalemme libe-
so, su valor temporal, aunque implícitamente se conserve siempre, pasa a
rata . V, 33, vv . 2-3); G.B. Marino: "la cui tremula pelle 1 il ginocchio in an-
un segundo plano de relevancia, hasta quedar casi siempre prácticamente
dando offende e sferza" (// ratto d'Europa, en "La sampogna, ldilli favolo-
eclipsado.
si") ; Federigo Delia Valle: "Ché cor ingiusto, in oltraggiando altrui, 1 a sé
Tanto en español como en italiano el empleo del gerundio modal es
sicurtá toglie" (La reina di Scotia, vv. 1565-1566) .
muy abundante, y su versión directa de una lengua a otra no suele ofrecer
En español, hemos visto ya un empleo análogo del gerundio prepo-
dificultades: "doze annos ... andido en guerra venciendo muchas batallas e
sic ional en Góngora, empleado como preciosismo estilístico, quizás por
conquiriendo gentes e acresciendo su imperio ... " (Alfonso el Sabio, Gene-
imitación de los contemporáneos poetas italianos. Por su parte, tampoco
ral Estoria, Libro IV, cap. XXVI); "Mil gracias derramando, 1 pasó por es-
Juan de Jáuregui tuvo inconveniente en emplear esa misma construcción al
tos sotos con presura" (San Juan de la Cruz, Canciones entre el alma y el
traducir el antedicho pasaje del Aminta de Tasso : " Que en estando en la
esposo); "Su a Santita prese tacendo una mano di Benedetto" ( 119); "Di s-
fu e nte tú con Silvia, 1 procures ablandarla" (117) .
se alla sorella quasi scandendo le sillabe" (120); "Ballava pestando e but-
tando i piedi di qua e di la" ( 121); "Visse i suoi giorni venerando il su o

( 114) G. Boccaccio, " Corbaccio", en Opere in versi, Corbaccio , etc., Milan o-Napo- (118) B. Migliorini, o. cit. , p. 633.
li , R. Ricciardi, 1965 , p. 522. (118') A. Tovar, o. cit., p. 153.
( 115) V. Branca. Tutte le opere di G. Boccaccio, a cura di -, Milan o , Mondadori , (119) A. Fogazzaro, fl santo , p. 260.
1964, Vo l. 11 , p. 62. (120) L. Pirandello, "Scialle nero", en Novel/e per un anno , Milano, Mondadori ,
( 116) A. Tovar, o. cit., p. 153 . 1952, Vol. 1, p. 20.
( 117 ) J . Arce. Tasso y la poesia espOlio/a , p. 188. ( 121) R. Bacchelli, o. cit. , T. 1, p. 17 .

38 39
signore" (122). Tan frecuente es el empleo del gerundio modal que, como En una y otra lengua el empleo del gerundio perifrástico ha sido
ocurre también con el gerundio temporal, encontramos a veces secuencias muy frecuente siempre, lo mismo en el lenguaje coloquial que en el litera-
enteras de este tipo: "11 molto amaro 1 che provato ha costui servendo, rio : "Su ganado llevando, 1 se fueron recogiendo poco a poco" (Garcilaso
amando, 1piangendo e disperando" (T. Tasso, Aminta, Atto V, Coro). de la Vega, Egloga 1, 420-421) ; "Y todos cuantos vagan, 1 de ti me van mil
Lo mismo que algunos adverbios modales pueden ir en diminutivo gracias refiriendo", "Un no sé qué que quedan balbuciendo" (San Juan de
(despacito), el gerundio modal español se emplea también a veces en esa la Cruz, Canciones entre ei alma y el esposo); "A gente che stava be vendo
forma diminutiva ( 123), especialmente en el lenguaje familiar afectivo: dell'acqua, magari poco pulita, veniva l'impressione che stavano bevendo
"Ven aca corriendito"; "Entró callandito". Lo vemos ya empleado así en ottimo vino", "Dottori e farisei andavano dicendo che ... " (126); "11 prete
la lengua de Gonzalo de Berceo : "La oración que reza el preste ca//andie- stava parlando con una domestica". "Tu dove stavi andando?", "Una
1/o" ( 124). Esto no ocurre en el italiano moderno, aunque alguna vez, en domenica stava finendo di prepararsi" (127); "11 cinese nel frattempo stava
forma enfática, haya sido empleado con otro tipo de sufijos, por ejemplo venendo verso di noi" (128); "Stava ridando un nome alla famiglia" . "Che
con el de superlativo, "como eficaz estilema individual" ( 125), en algún cosa mi state nascondendo?" (129) .
autor : "Andronne in ninferno? Si bene, ritto, ritto, correndissimo" (Gior- Pero el italiano, muchas veces, para mejor subrayar la acción del
dano da Rivalto, s. XIV) . verbo dependiente, en lugar de emplear el gerundio perifrástico (o el nor-
mal gerundio modal), prefiere recurrir al infinitivo precedido por la prepo-
sición a o, en otros casos, al verbo en modo personal, introducido por la
El gerundio perifrástico. conjunción che: "Rimase a guardarlo un attimo", "1 pidocchi pollini gli
saltavano ... come fossero liad attenderlo" (130); "Erano 11 che lavoravano
En las frases verbales resultantes del empleo de un gerundio peri- la pietra" (131); "Li trovo che dormivano" (132); "L'altra sera ero nello
frástico acompañado por los verbos auxiliares estar, ir, venir etc., el gerun- studio, che facevo !'elenco de' miei buoni popolani", "La consolazione di
dio tiene también valor modal. Pero, en estos casos, es la acción del gerun- esser qui, che stendo queste note", "Mía sorella era ad aspettarmi alla fi-
dio la que da sentido a la frase prevaleciendo sobre la de dichos verbos nestra", "Mi sorprese che ero assorto di memoria", "Partirono che erano
auxiliares, de los que recibe a su vez la confirmación de su propio carácter commossi", "Ritornai che avevo in mano un involtino" , "Ella era sull'us-
durativo o iterativo: "estaba contemplando las estrellas" (contemplaba) ; cio del la stanza, che aspettava", "La trovai nell'orto che lava va", "Trovai il
"no vengas diciendo que ... " (no digas); "iba murmurando continuamente" mer!o m orto che giaceva su d i un fianco" ( 133).
(murmuraba) . En español no es raro el caso de que el verbo del cual depende el
Análoga es la construcción en que el gerundio aparece acompañan- gerundio perifrástico vaya también en gerundio : "Y yéndolos mirando, .. . 1
do a algunos verbos de significado estático, como quedar, permanecer etc.: vestidos los dejó de su hermosura" (San Juan de la Cruz, o. cit.).
" se quedó temblando", "permaneció llorando largo rato" .
(126) G. Berto, o. cit. , pp. 69 , 105.
(127) Cario Cassola, La ragazza di Bube, Torino, Einaudi, 1963, pp. 133, 172, 205.
(128) M. Pomilio, o. cit. , p. 44.
(129) F. Tomizza, o. cit., pp. 122, 129.
(122) Cesare Pavese, Dialoghi con Leuco, Torino, Einaudi, 1953, p. 41.
(130) Francesco Jovine, Racconti, Torino , Einaudi, 1960, p p. 11 , 29 .
.iL (123) S. Gili y Gaya, o. cit. , p. 194. (131 ) C. Cassola, o. cit., p. 158 .
1 ( 124) R. La pesa, o. cit., p. 230. (132) G. Berto, o. cit. , p. 165.
( 125) B. Migliorini, o. cit., p. 227 .
(133 ) N. Lisi, o. cit. , pp. 25, 27 , 29 , 49, 64, 76, 11 8, 119, 126.

r'- 40
41
,-

En italiano, ese empleo del gerundio dependiente de otro gerundio narrativa de Luigi Pirandello, 'por ejemplo, es muy abundante este tipo de
es más raro, pero "no excepcional" ( 134). Lo hallamos, por ejemplo, en gerundios con valor coordinativo: "s'era messa a curare insolitamente la
Boccaccio, tanto en su obra juvenil como en la de su madurez: "Mitola, an- persona, assumendo una cert'aria di nubiJe", "quel suo carpo vigoroso ... le
dando dietro a quel gridando ... " (Caccia di Diana, XV, 34); e, invirtiendo s'accendeva turbando/a profondamente", "aveva voluta sorprenderlo, /a-
el orden normal de la colocación de dichos gerundios: ' ;Esaminando ve- sciando d'un tratto il pianoforte", "s'era abbandonata, si, cedendo pur
gnendo ogni particularita ... " (Decameron, G. 3.a, nov. 9.a). senza voler concedere", "gemette allora lei, raffondando vie piú il capo",
r
Conviene recordar que los antedichos verbos estar, ir, venir etc., "domando tui, appressandosi di piú", "riprese il Bandi ... stringendola da
aunque vayan seguidos de un gerundio, no siempre forman frase verbal con presso", "ruggl aliara il Bandi, levando un pugno sul capo di lei" (140).
el mismo. Cuando no la forman, conservan sus respectivos significados Ese mismo valor coordinativo vendría a tener el gerundio en los ca-
propios, de verbos estáticos o de verbos de movimiento (135): "Por su ca· sos en que, como ya hemos visto, es permitido su uso con valor de tiempo
mino se fue; 1 se fue diciendo cantares" (J. M. Pemán, Elegía del niño ma- posterior al del verbo regente: "salió dando un portazo".
riscador).
r A veces, el valor coordinativo del gerundio no es de significado co-
pulativo sino adversativo : "Non mancavo ... di spenderlo subito (el dinero),
pentendomi immediatamente" (pero me arrepentía inmediatamente) (141 ).
Gerundio coordinativo.
Otras veces tiene valor explicativo: "Le sgridate mi toccavano appe-
Muchas veces el gerundio, más que indicar con la propia acción el mo· na, sfilando via come da un marmo" (141 ').
do como se real iza la acción del verbo principal, lo que hace es expresar una
acción distinta, que se añade a la del verbo principal. Equivale en estos ca-
sos a una proposición coordinada, generalmente copulativa: "Volvían a en- Gerundio con enclisis pronominal.
mudecer (las dos hermanas), suspirando" (y suspiraban) (R. del Valle
1ncl án, Sonata de otoño, c. 1); "Sus ideas eran bárbaras y crueles, abun-
El gerundio es en español una de las tres formas verbales que, junto
dando los sacrificios humanos" (y abundaban) ( 136); "Lo seudo ... era la
con el infinitivo y con el imperativo afirmativo, y a diferencia de los parti-
sola cosa che non avesse voluta vendere, dicendo a Mazzaro ... " ( 137);
cipios, admiten la enclisis pronominal cuando el verbo al que pertenecen es
" Ad un tratto si termo, asco/tanda" (138); "Tagliavano dalla siepe rami
necesariamente reflexivo (arrepentirse, avergonzarse) u ocasionalmente re-
grossi ... fingendosi occupati in quel lavara", "La parrocchia pareva esser
flexivo (mirarse, caerse etc.) .
pervenuta alla miglior vita, continuando a starsene in terra", "Le provvi-
denziali gelate spaccavano la terra distruggendo te larve" (139). En la prosa La lengua italiana, por su parte, admite esa enclisis, no sólo en las
,-
tres antedichas formas verbales, sino también en los participios presente y
pasado, como veremos luego.
(134) V. Branca, o. cit., T. 1, p. 38 y nota 6 en p. 703 .
(135) S. Gili y Gaya, o. cit., p. 114.
( ¡ 36) Antonio Rumeu de Armas, Historia de Espaiia, Salamanca, Anaya, 1968,
Vol. 1, p. 240.
( 137) G. Verga, "La roba" , en Tutte le novel/e, Milano, Mondadori, 1957 , Vol. 1, (140) L. Pirandello, "Scialle nero", 11, en Novel/e per un atmo , Milano, Mondadori,
p. 251. 1975, Vol. 1, pp. 65-69 .
( 138) G. Berta, o. cit., p. 45 . (141) N. Ginzburg, Lessico famig/iare, Torino, Einaudi, 1963, p. 138.
(139) r:. Tomizza, o. cit., pp. 162, 201, 257 . (141') F. Tomizza, o. cit., p. 129.

42 43
Pero, mientras que en español el gerundio lleva necesariamente esa Libro IV, XXXII) ; "Fino alla fine, morendo di morte vo/ontaria,
enclisis pronominal cuando la lleva el correspondiente infinitivo (arrepin- fui peccatore dinanzi a Dio." (146); "Conoscendo che dottori e
tiéndose, avergonzándose, sentándose, cayéndose etc.), en italiano no siem- farisei andavano in giro .. s'irrito 1' (147-); "Egli non aveva mai fatto
p re ocur re así : "Ruminava sedendo alti disegni" (Aiessandro Tassoni, La distinzione tra italiani e croati, premendog/i altro" (148); "Non
secchia rapita, Proemio, 4) . vedendo, accesi un fiammifero" (149); "Non sapendo resistere alla
Algunas veces aparece sin dicha enclisis incluso el gerundio de ver- tentazione, cominciai a recitare dei versi" ( 150).
bos necesariam ente pronominales: "Vergognando talor ch 'ancor si taccia, 1 b) Gerundio hipotético o condicional: "Oualunque persona, tacendo,
donna , per me vostra bellezza ... " (142); "ll vecchio si coperse il volto, ver- i benefici ricevuti nasconde" (G . Boccaccio, Corbaccio, palabras
gognando" (143). iniciales); "Cessando la spinta del rovaio ... il c ielo si risolverebbe in
T ambién aparece a veces suprimido en el gerundio italiano el pro- un uniforme grigiore" ( 151); "Mi disse che, fermandoci, avremmo
no mbre enclítico que normalmente, lo mismo en italiano que en español, perduto il treno" ( 152) ; "Ouella non e casa mi a .. . stabilendomici
se empl ea con las antedichas formas verbales para referise al complemento avrei rinunciato alla speranza" ( 153).
di recto de las mismas cuando ese complemento aparece anticipado: "Acer- Particularmente fecundo en este campo es en el italiano el
bo frutto , che le piaghe altrui 1 gustando afflige piú che non conforta" verbo vo/ere : "Si come colei che, volendo, poteva Ruggieri scampa-
(14 4 ) (en lugar de gustando/o) . re" (G. Boccaccio, Decameron, G. IV, nov. 10.a); "Giugnendo a
uno albergo, vo/endo lenzuola nette, addomando che mi dea len-
zuola di bu cato" (154); "Potrebbe anche andarsene di colpo, valen-
El gerundio circunstancial. do" ( 155); "1 n fondo, vo/endo, per l'una saremo a Bou logne" ( 156) .
A veces, como ya hemos dicho, es difícil precisar si en un de-
El gerundio simple , tanto en italiano como en español, lleva fre - terminado gerundio prevalece el significado condicional o el tempo-
cu entemente implíc itos determinados significados, que lo hacen equ ivalen- ral: "Accettandolo, prevedevo una giornata piena di disgusto"
t e a d iversas proposiciones subordinadas circunstanciales. No siempre apa- (157); " lncontrandola per strada, evitava di salutarla" (158) .
re cen bien definidos esos significados y, por _e llo, esos gerundios son sus-
cep t ibles muchas veces de interpretaciones distintas ( 145). Por ~er casi
si empre equ ivalentes esos valores y esas posibles interpretaciones en ambas
('1 46) G. Papini, Giudizio universale , Firenze, Vallecchi, 1958, p. 187.
lenguas, limitaré la ejemplicación al gerundio italiano. Los valores más fre -
(14 7) G. Berto, o. cit., p. 105 .
cuentes del mismo son : (148) F.Tomizza, o. cit., p. 36.
(149) Dino Buzzati, " Le gobbe nel giardin o", en La boutique del mistero, Milano,
a) Gerundio causal: "ll quale, sentendo questi tumulti e parendog/i Mondadori, 1970, p. 190.
(1 50) F. J ovine, o. cit , p. 45.
suo ufficio quetargli, mando ... " (N . Machiavelli, /storie fiorentine , (151) N. Lisi, o. cit. , p. 38.
(152) F. Jovine, o. cit., p. 47.
(153) F. Tomizza, o. cit., p. 256 .
(154) F . Sacchett ~ o. cit., XIX, p. 54.
( 142 ) F. Pctrarca , o. cit. , p. 22, So!1eto XX , 1-3.
1 14 3) A. Foguzza ro , fl santo, p. 260.
(155 ) G: Berto, fl male oscuro_, Milano , Rizzoli , 1973, p. 229 .
(156) M. Pomilio, o. cit. , p. 42 .
( 144) F _ Pctrarca, o. cit. , p. 8. Sonctto VI , 13-14 ; Y nota 14.
( 145) G.l3. Morctti-G. R. Orvicto, Grammatica italiana, Perugia, Benucci, 1980, pp . (157) G. Bassani, o. cit. , p. 75 .
(158) F . Tomizza, o. cit. , p. 111.
17 9- 194 .

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L
Otras veces es sólo el tiempo del verbo regente el que puede 11, 124) . Y, en otro lugar: "1' t'avea gia tacendo inteso" ("a pesar
esclarecer el significado condicional o causal que tiene el gerundio de tu silencio") (Triumphus Cupidinis, 111, 10). En Boccaccio se
que lo acompaña: "Jugando con el fuego se quemará" (consecuen- lee : "Si rimanga a conoscer che io, desiderando fornir con parole,
cia lógica de una acción hipotética); "Jugando con el fuego se que- non posso" ("Por más que deseo expresarlo con palabras") (Deca-
r mó" (valor causal). meron, G. 111, nov. 5.a). Y Torquato Tasso, refiriéndose a la coque-
tería de la mujer en general , se expresa de esta manera: "Fugge e,
Además del gerur:dio, el italiano dispone de otra forma implí-
fuggendo, vuol ch'altri la giunga"; 1 niega e, niegando, vuol ch'altri
cita (el infinitivo precedido de la preposición a) para la expresión
si toglia; 1 pugna e, pugnando, vuol ch'altri la vinca" (Aminta, Atto
1 hipotética: opcionales ambas formas frente a la más usual, explíci-
1 11, se. 2 .a).
ta, del verbo en modo personal, introducido por las correspondien-
tes conjunciones: "Ha l'impressione che, a toccarla, debbano co- d) Gerundio instrumental: Como ya hemos dicho al hablar del origen
municargli una scarica" ( 159). y de los valores funcionales del gerundio en italiano y en español,
e) Gerundio concesivo: Es también bastante frecuente en ambas len- una de las funciones que ese gerundio ha heredado del latín en am-
guas el empleo del gerundio convalor concesivo: "Siendo tan ma- bas lenguas es la de instrumento o medio: "Tú que ganaste obran-
yor, no comprendía nada". En la lengua moderna suele ir el gerun- do (con tus obras) 1 un nombre en todo el mundo" (Garcilaso de la
dio concesivo introducido por alguna partícula, que subraye su ca- Vega, Egloga /, 7-8).
rácter de tal : en español, aun; en italiano, pure (o pur), seppure, an- A veces resulta difícil también en este caso precisar si en ta-
che, magari etc.: "Aun diciéndose/o todos, no lo creía"; "Puram- les gerundios lo que prevalece es el valor instrumental o el mera-
mettendo che non fosse lui I'Unto, qualcosa forse aveva a che fare mente modal.
con I'Atteso", "Pur concedendo agli intellettuali il diritto di essere
Con valor claramente instrumental, su empleo es más fre·
oscuri ... " (160); "Pur guidando con un impegno quasi caparbio,
cuente en la lengua literaria italiana que en la española: "Ritornai
appariva turbata" ( 161); "Seppure continuando ad esprimersi con
pensando (con el pensamiento) alla mia debilitata vita" (Dante, Vita
grande prudenza e delicatezza, aveva replicato che ... " ( 162); "Non
Nova, XX 111 ). Refiriéndose al emperador Augusto, escribe Petrarca
si puo, anche vo/endo" (163) .
(Triumphus Cupidinis, 1, 96): "Che Livia sua,pregando (con sus in-
En el italiano antiguo es frecuente encontrar el gerundio con- sistentes ruegos), tolse altrui" . Y en otro lugar del mismo Triunfo
cesivo sin acompañamiento de tales partículas. Refiriéndose a An- (111, 129-140): "Chi paria '1 mansueto alto costume 1 Agguagliar
tioco, que sufría en silencio amando a la mujer de su padre, escri- mai parlando?" (con las palabras). También en el Canzoniere (So-
be Petrarca en el Triunfo del Amor: "Tacendo amando, quasi a netto VIII, 3-4) : "Colui che a te n'invia 1 spesso dal sonno /agrí-
morte corse" ("a pesar de que la amaba") ( Triumphus Cupidinis, mando desta" (con su llanto). N. Machiavelli, en sus lstorie fioren-
tine (Libro secando, IX) cuenta cómo "Venendo (con su llegada)
pertanto le genti di Cario, feciono diventare i guelfi insolenti". Y
en el Aminta de T. Tasso (Atto IV, se. 2.a¡ leemos: "Che so certo
(l59) F. Jovinc, o. cit. , p. 78. ch'ei m' ama 1 come mostro morendo" (con su muerte) .
( 160) G. Berto, La gloria, pp. 27 y 29 .
(161) M. Pomilio, o. cit. , p. 41. Vemos igualmente este tipo de gerundios instrumentales en la
(162) G. Bassani, Gnque storie ferraresi , Milano, Mondadori, 1974, p. 37 .
( 163) G. Verga, Mastro Don Gesualdo , Milano, Mondadori, 1960, p. 18. literatura moderna italiana: "Attratta dalla rivelazione física che il

46 47
r
i
l
\
sale produrra sorgendo" (con su aparición) (164) ; "Feci morire na- implorando una m isma gracia" (Sonata de otoño, 1). Así también en ital ia-
scendo (con mi nacimiento) m ia madre" (165); "L'atomo della ri- no : " E un fiero cinghiar .. . vide .. . in verso leí guardando" (G. Boccaccio,
volta ho costruito morendo" (con mi muerte) (166). Caccia di Diana, VI, 28-30) ( 171 ).
Aunqué normalmente el gerundio conjunto tiene carácter explicati-
Ese valor instrumental del gerundio aparece aún más claro
vo Y va referido al sujeto del verbo regente ( 172). este gerundio adjetivo
cuando dicho gerundio alterna con complementos preposicionales
tiene valor especificativo y puede referirse no súlo al sujeto sino también a
de este tipo : " Una follia suggeriva di buttarmi giu a negare con la
un complemento de la proposición principal, como acabamos de ver en el
morte, incapace di negare vivendo" (con la vida) (167).
ejemplo de Boccaccio. Pero lo mismo la gramática española que la italiana
imponen muchas restricciones a este uso.
En español , sólo estaría autorizado ese empleo cuando el gerundio
El gerund io adj etivo. acompaña al complemento directo de verbos de percepción sensible o inte-
lectual (ver, observar, encantar, imaginar, recordar etc.) o al d e verbos d es-
Ya en el latín clásico el gerundio asumía a veces las funciones del criptivos o de rep resentación (pintar, describir, presentar, representar etc.) .
pa rtic ipio presente o de simultane idad (168): " Deponendoque tutelam ...
r in se unum omnium vires convertit" (Tito Livio, Annales, XXIV , 4 , 9).
En realidad , son esos mismos verbos los que acompañan implícitamente, ri-
giéndolo, al gerundio que aparece a veces en las titulaciones : " niños jugan-
1
Entre esas func iones adjetivales asumidas por el gerundio latino, fue do", "los bárbaros saqueando Roma"; y también al gerundio exclamativo :
gan ando terre no la func ión relativa . Lo vemos repetidas veces empleado "iun bosque ardiendo!". La Real Academia Española adm ite tambi én el
así . con valo r de un a proposición implícita de relativo, en el ltinerarium uso de los gerundios adjetivo s ardiendo e hirviendo, refer idos tanto al suje -
Aetheriae, de finales del siglo IV (169) : "Sic redirent mature ad candelas to como a cualquier clase de complementos. Pero condena el cada vez más
cu m c lerici s et monachis dicendo psalmos et antiphonas" (1, 15, 5) . frecu ente empleo del llamado "gerundio de Boletín Oficial del Estado" :
"Orden disponiendo que ... " ( 173).
Est a función adjetival del gerundio sigue viva tanto en el español
El ital iano, aunque suele preferir en todos estos casos el empleo de
co mo en el italiano. Así en este pasaje de La Arcadia (Libro primero), de
la proposición rel ativa explícita : "bambini che giuocano", "i barbari che
Lope de Vega: "N o se os presentan aquí .. . sino unos rústicos pastores ha-
saccheggiano Roma", o el participio presente : "acqua bol/ente", emplea
1>/ando mal y sintiendo bien, desnudos de artificio de vestidos" (170) . Y en
también muchas veces en la lengua literaria ese gerundio adjetivo . Y lo em-
Ramó n del Valle lnclán : "Parecían dos hermanas llorando la misma pena e
plea lo mismo ref iriéndose al sujeto que al complemento directo del verbo
regente, Y lo mismo con los antedichos verbos de percepción y de represen-
tación que con otras clases de verbos, tanto en la lengua antigua como eñ
,...... la moderna (174): "E pareami che li uccelli volando (que volaban) per aria
( 164) G. Ungaretti , "11 Canto l deli'In[erno", en AA.VV., Letture dantesche, Fi-
reJlZe, Sanso ni, 1961, Vol. l, p. 7.
( 165) G. Papini, o. cit. , p. 184 .
( 166) G. Saviane, o. cit., p. 63. ( 171) G. Boccaccio, Tutte le opere, a cura di V. Branca, Milan o, Mo ndadori.
( 167) G. Saviane, o. cit., p. 132. 1967 , T.l , pp . 23-24 ; y nota 6 en p. 693.
( 168) A. T ovar, o. cit. , p. 153. (172) S. Gili y Gaya, o. cit., p. 159.
( 169) Ethérie, Joumal de voyage, París, Les edition s du cerf, 1964, p. 154. (173) F. Marcos Marín, o. cit., pp. 387-388.
Lope de Vega, La A rcadia, en " Colección escogida de obras no dramát icas
( 170) (174) B. Migliorini, o. cit. , p. 710.
de--" , Madrid , Rivadeneyra, 1872, B.A. E., Tomo XXXVlll, p. 4 7, col. 2.

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48
r
caclessero morti" (Dante, Vita nova, XXIII, 6); "E vidi spirti perla fiamma carácter excepcional tiene en italiano el encontrarlo igualmente referido a un
anclando" (Dante , Purgatorio, XXV, 124); "Ch'Amor quest'occhi /agri- complemento indirecto en construcciones que, por su sentido y por su for-
mando (llorosos, qu e lloran), chiuda" (F . Petrarca, Canzoniere, canción ma, están muy próximas a la del gerundio absoluto, del que hablaremos a
CXX VI, 16) ; "Pregni d'iniquo volere e d'ira mormorando, gli lascio" (G. continuación: "Nascendo, gli morlla madre" ; "11 santopercui Galiziae visi-
Boccaccio , Filoco/o , Libro primo, 1, 11) ( 175); "Al far del giorno avevo tata .. . con lieto viso gli incomincio a parlare, dormendo egli"; "Non voglio
clava n ti a m e ... un soldado nemico di cavalleria chiedendomi la vita" (G. Ga- che ... pel/egrinando, la coscienza mi rimorda" (G. Boccaccio, Filocolo, Li-
t ib il ldi, Memorie , p. 281) (176); "Vide la padrona in uno stato spaventevo- bro primo, 5, 13-14 y Libro terzo, 65) ; "La sua poesía e come un magna
le, frugando ne i cassetti" ( 177) . Y referido a un complmento determinati- che ci comunica , /eggendolo , la su a incandescenza" ( 183).
vo : "E ra come considerare l'andar del so/e ... in ponente sparendo" ( 178).

De tod as formas, el italiano prefiere normalmente, incluso cuando


•;e t , a ta de acompaña r a los complementos de verbos de percepción Y de re·
El gerundio absoluto.
pre sent ac ión , emplear para ello, en lugar del gerundio, una proposición ex·
p lic tla intro ducid a por la partícula che : "Li trovo che dormivano" (179); A diferencia del gerundio conjunto estudiado hasta aquí, el gerun-
"C he cosa fai cosi impal ato? Gli chiese scorgendolo ... che fissava le onde" dio absoluto (es decir, desvinculado) no va gramaticalmente referido a nin-
( 18 0) . Lo m ismo ocurre , como ya hemos visto, cuando el ge rundio, adjeti-
guno de los elementos (sujeto o complementos) de la proposición principal.
vo 0
moda l, va re feri d o al sujeto: "Francesco e in piedi al le soglie del la chi- Al igual que el gerundio conjunto, el gerundio absoluto puede ser
siemple o compuesto, con el mismo significado de temporalidad simultá-
se na. che parla" ( 181 ); " 11 signar Paolo Ferrari era in sala da pranzo, che
nea o inmediatamente anterior a la del verbo regente, en el gerundio abso-
heveva il ti!' ' (182) .
luto simple, y temporalidad anterior a la de dicho verbo regente, en el ge-
rundio compuesto .
La no referencia gramatical al sujeto ni a los complementos de la
proposición principal queda especialmente evidenciada, en italiano, en el
gerundio absoluto compuesto, cuando el elemento auxilia r de esa composi-
ción es el gerundio del verbo essere; lo cual ocurre siempre que el otro
Hemos visto ya cómo, en ambas lenguas, el gerundio conjunto va
elemento , el participio pasado, es intransitivo. En este caso, el particip io
no tma lm ente referido al sujeto del verbo regente o, en determinados casos,
pasado concierta en género y número con su propio sujeto, y no con el del
al com p lem ento directo de dicho verga regente . Lo hemos visto también,
verbo regente: "Essendo arrivati in ritardo g/i sco/ari, la proffessoressa si
,~ n lo rm a ex cepcional , referido a un complemento determinativo . Menos
arrabbio".
Lo mismo que ocurre con el gerundio conjunto, el gerundio absolu -
to, además de los antedichos valores temporales, puede llevar, en forma
( 17 5) G. Buccaccio. Tutte le opere, T . 1, p. 63 ; y nota 42 en p. 716 .
más o menos evidenciada, otras diversas matizaciones modales. Coinciden
1176) Citado por B. Migliorini , o. cit., p. 710.
1 177) G. Verga, Mastro Don Gesualdo, p. 292. en su abundante empleo el español y el italiano:
( 178) R. Bacchelli, o. cit., T . 1, p. 200.
( 179) G. 13crto , La gloria , p. 165 .
( 180) O. Buzzati , " 11 colu mbre" , en o. cit., p. 171.
( 18 1) G. Gozza no, "San Francesco". en o. cit., p. 117 3. (183) E. So prano-A. Bianco, " Preludio" a Antologia italiana per il Ginnasio supe-
( 182) N. Gin zburg, u. cit .. p. 82. riore, Sancascian o, Palumbo, 1955 , p. 545 .

50 51
a) Temporal: ,;E, ella andando en estas guerras, crescio el ninno",
"// fatto essendosi ripetuto, ... fece cenno al fattorino di avvici-
"Estando la casa cerrada, la sacaron ellas del la" (Alfonso X, Gene- narsi" (191) .
ral Estaría, Libro cuarto, XXIV y Libro V,XXX); "Que en estos

1
hondos mares 1 tormenta corre como en Manzanares 1 dando al tra- e) Hipotético o condicional: "¿De qué se queja éste, no atormentán-
vés un coche" (Calderón de la Barca, Céfalo y Pocris, Jornada pri- dole nadie?" (F. de Quevedo, Las zahurdas de Plutón); "Eo non
\
me ra); "lcaro misero le reni 1 sentí spennar ... 1gridando il padre a podrave essere offeso ... sci, che la vostra potentia defensando"
luí" (Dante, lnferno, XVII, 109-111 ); "Si alzo in pié, mangiando (192) ; "Facendo (noi) cosl, il bambino potra continuare da solo ...
ancora glialtri la frutta" (G . Boccaccio, Decameron, G.lll, n. 7 .a) ; Riconoscendo (noi) questo principio, ci si potra quasi scusare"
(193).
"Chiesono al re Cario aiuti per potere, passando Curradino, difen-
dersi" (N. Machiavelli, Storie fiorentine , Libro secando, IX); "Tra- d) Coordinativo: " La derecha disputa la vanguardia a la izquierda, es-
montando le stelle, rimase Drogo ... a vedere sorgere il giorno" forzandose todos, según sus ideas, en atender al bien común" (194) .
(184) ; "Aprossimandosi la sera, caminava in una direz ione che era
e) Instrumental: "Accio che la sua deita .. . sacrificando (con los sacri-
poi quella del dese rto" (185) .
ficios) si mitigasse" (G . Boccaccio, Filocolo, Libro primo, X 11, 1-
En el italiano moderno es frecuente la elisión del gerundio
2); "Fa costei lieta, morendo io" (con mi muerte) (Boccaccio, De-
del verbo essere cuando el ablativo absoluto con valor temporal se
cameron, G. IV. n. 1Q.a).
refie re a las épocas de la vida: " L'avevo visto sempre fin da quando,
bambini, la mamma c i mandava al cinema" (186) . Ocurre lo mismo
co n el gerundio conjunto. Como hemos podido ver, las coincidencias entre el español y el ita-
liano en el empleo del gerundio son frecuentes . Pero también las divergen-
b) Causal: "Solamente falta Ru idera y sus hijas, las cuales llorando, cias son muchas y muy notables.
por compasión ... las convirtió en otras tantas lagunas" (M . de Cer-
vantes, Quijote, Parte segunda, cap . 23); "Ese vapo r testimonial
-industria editorial y periódicos ayudando- lo invade todo~' ( 187);
" Todo tú rezumabas, agua y fango colmando tus botas" (188) ;
"Sonando (la porta) la senti esser richiusa" (Dante, Purgatorio, X, 111. EL PARTICIPIO DE PRESENTE
4) ; "E l'acqua schiarando, vide (Narciso) l'ombra che piangea"
(189) ; "Ma stimolandol Pandaro, si volse (Troilo) ver luí " (G . Boc-
caccio, Filostrato, Parte seconda , XVIII , 7-8); "// tempo conti- Es un hecho bien conocido, heredado ya del latín en las lenguas
nuando bellissimo, ci hanno fatto passare .. . in giardino" (190); romantes, el retroceso del participio de presente como tal, dada su progre-
siva pérdida de carga verbal y su tendencia a convertirse en un simple adje-
tivo calificativo, con posibilidad de ulterior sustantivación , como ocurría
( 184) D. Buzzati, Il deserto dei tartari, Milano, Mondadori, 1970, p. 172.
(185) G. Berta, La gloria, p. 27 .
(186) G. Bassani, Gli occhiali d'oro , p. 114.
(191) D. Buzzati, " 1 santi", en La boutique del mistero , p. 151.
( 187) M., en " Camp de !'arpa" , n.o 13, p. 2, Barcelona, Octubre 1974. (192) G. Faba, o. cit. , p. 7.
(1 88) Xavier Benquerel, Icaria, Icaria , Barcelona, Planeta, 1974, p. 89.
( 189) Anónimo, Novellino cit., p. 32. (193) Maria Montesori , fl bambimo in [amiglia , Milano, Garzanti, 1957, pp. 124-
126.
(1 90) Edm ondo De amicis, Cuore, Milano, Garzanti, 1959, p. 175.
(194) Madrid, "A BC", 1 de noviembre 1974, p. 11.

52
53
con los demás adjetivos. Sabido es también que esa función verbal perdi- littérature latine, chez Plaute par exemple .. . jusqu'a l'époque du poéte
d a por el participio de presente fue asumida en las lenguas romances unas chrétien Prudence ... Ouoique se rencontrant a une époque plus reculé e qu e
vr.c es por el gerundio, mientras que otras veces se prefirió recurrir a pro- l'infinitif, le participe présent est deja a partir de Plaute la moins fréquente
posiciones explícitas de diverso tipo, relativas, temporales etc. des deu x constructions" ( 197).

En cuanto a la alternante rivalidad del participio presente con e l ge-


¡:¡ participio presente latino . rundio, puede ésta observase fr ecuentemente, por ejemplo, en las páginas
clel ltinerarium Aetheriae : "Et pervenientes ad monaste ria quaeclarn
Aunque no sea este el momento para hacer la historia del participio susceperunt nos ibi satis hum ane rnonachi ... praebentes nobis omnern

p rr.se n te latino, conviene recordar que tampoco en el latín vulgar fue muy humanitate m"; "habens ergo iter ab le rosolima usque ad Carneas eundo

i11tr~ r1so e l uso del mismo como forma verbal, pues también entonces se
permansiones acto"; "alía die subiens mont em ·Taururn et facien s iter iarn

t < ~ ndla il ace ntuar en él preferentemente el valor nominal. Ocurría esto


notum per singulas provincias, quas eundo transiueram ... p e ru e ni Calce-
dona" (198).
p r i«c ipalmente cuando se empleaba en forma atributiva, "aqua feruens" ,
ll :rsta e l pu nto d e que sólo el acompañamiento de un complemento o de un
,,,¡ v .. riJi o podía h ace r recordar en él su auténtica condición de verbo . En
¡, •r rn ;1 p1·ed ica tiv a solía emplearse preferentemente con verbos de percep- El parti c ipi o prese nte e n es pai'í o l.
r:IÓ rr sens ibl e ("quem huc aduenientem conspicor?", Plauto, Epidicus,
113!.J l. mientras que con verbos de percepción intelectual se prefería el Sea o no aceptable la tesis ele S. Lyer sobre la temprana desapari -
''"1P il!U d e l infinitivo (195) . ción cle l p articipio pre sente en las otras lengua s romanc es (199), si lo es
En cua nto a la lengua 1iteraría, el empleo del participio presente fue por lo que al español se refiere . A final es del siglo XV, Antonio de Nebr ij a,
r• ·l;rl¡v;.¡ nwnte abundante, dadas las peculiares posibilidades estilísticas que e n su Gramática castellana, del año 1492, h a blando de los participios pre-
,,f , cc ia a los P.sc ritores esta forma no personal del verbo por su carácter sente, passado y venidero, constataba que "el castellano apenas siente e l
q< ' r l<~ra li za clor, más rápico y más cómodo que el que brindaban las formas participio del prese nte y d e l venidero, aunque algunos ele los varones doctos
IH' r su rral es. La in ten si dad de ese empleo se acentuó al final de la época introduci ero n del la tín algunos dellos" (200) . Se refier e aq ul Ne brija al
lf! IJUh l1cana, y e n escritores tan refinados como Cicerón, Tito Livio,Tácito participio presente e n su función determinativa-adjetival, e n la que pa la-
et c. Más tarde esa tendencia arraigaría también en los escritores cristianos bras como doliente, paciente, bastante, sirviente, semejante y corriente le
y r~ n los poco cultos Scriptores Historiae Augustae (196). Pero, al entrar en so naba n corno cultismos latinizan tes, "propios ele va ro nes doctos", aunq u e
cn nc u1 renc ia con e l infinitivo y con el gerundio, el re troceso del participio
prcs~! rl te se fu e evidenciando ya en la misma literatura latina . Escribe a es-
ti : p ro pós ito C . Aspland: "Le participe présent est utilisé des le d é but de la
1197) C lilln rd i\ spland . /.a f' I'O fJosi!ioll tJar!ici¡Jr .. . ct la ¡Jro¡){)sit ion gérrmd;¡:.. dans
la J'nrsic .fi'all (:aisc c/u do uzie111c sieclc. e n "St udi:r Nt·ophil o lo¡! ic:r". XLV I. 11.
l. S tnL·k lt o lrn . 1974. pp . 15-3 1.
t l' lS ) ,\ ruvar. o. cit., pp. 157 . 160-1 6 1. (198) 1-:thtirie . ./o uma/de I'Oyage cit .. l. 3. p. 11 6: l. 1.1. pp . 14 ó- 141i: 1. 23. p. I Hó .
1 1' ) f l) Lrur!!io l'asqu a li . Ungua nova e antica. l:i rc nze, Le Monnier, 1968, pp. 122- ( 199) Stani sl:r v Ly er. S.l'lltaxe du gérondU' et du Jlarticipe prése11 t da /1 .1' /es /angll cs
124. C ita a su vez G. l'asqu ali a Maro uzca u. l:;lllploi du participe présent latin mlllr/1/es. l'mi s. Librairic 1-:. Dro z. 1934 .
ti U poquc ré¡111blicain e. e n "Mc111oircs de la Soc. Linguist. de París". XVI. 1200¡ !\ . dl' :-.k brija. (,"ralllática cast ella11a. ed il'i<.lll err'tic;r de 1'. 1;;ilillll o l{lllll <' <> )'
1<) 19. pp. 133-3 20. 1.. Ori i ~ 'vltll.llJZ . M:rdr id 194ó. vu l. l. p. RO.

55

.. , .... ~- .•
<JC <Jbaran luego por aclimatarse enteramente en nuestra lengua como adjeti- En realidad, a los señalados por Nebrija, podrían añadirse actual-
vos 0 como sustantivos, al igual que se aclimataron también otros muchos . mente otros muchos, como amante, andante, hiriente, humillante, llamean-
y sin eluda se refería también, ele manera especial, a los participios presen - te, poniente (el sol), titubeante, vacilante, zozobrante y tantos otros. Po-
t.,·, con fun~ión predicativo-proposicional, es decir, a los verdaderos parti- dríamos incluso añadir algunos que, como ocurre también en italiano
c ip iOS 111 cse ntes con pl ena carga verbal que, por imitación latina o italiana, (202), aunque no deriven de verbos, han tomado el mismo sufijo -nte de

J: un w V(! remos lu ego, trataron d·e ·Introducir, en aquel mismo siglo XV, a\- los participios de presente, como elegante, flamante, pedante, petulante
' llll lflS l!scritores e sp<~ñoles. etc. Pero sería difícil hallar e n ningún momento ele nuestra historia litera-
ria esa libérrima facilidad que han tenido siempre los escritores italianos
para utilizar como adjetivos los derivados participiales de cualquier verbo.
1·\ l': ¡r\J c lpi u p rese nte nominaliza do . Serí a difícil, por ejemplo, hallar en el español adj etivos participiales com -
parables a esos aitante, miago/ante, perdonante, sbadigliante etc., que tan-
l: n 1:1 primitiva lengua culta españo la (la de los poetas del mester de to abundan en italiano .
1 1
- ,.,!'CJ<i) 110
J!ra desconocido el empleo del participio presente nomina\i - Es cierto que, con carácter· más o menos novedoso, algunos escrito-
-' ·dn 1:un fun c ión de adjetivo o de sustantivo. Y no era tampoco clescono- res españoles, en diversos momentos de nuestra historia literaria, han recu -
1-,. lo ·.,. 1 r: mpl eo con función predicativo-proposicional, siempre que se tra- rr ido al empleo ele este tipo de adj e tivos participiales, notablemente pre -
,, ,, , ¡.. p ;¡r ticipios ele verbos intransitivos o, ele todas formas, ele verbos sin ciosistas. Lo ha hecho, por ejemplo, en época todavía reci ente, don Ramón
11
, , \r! nwntación directa. Gonzalo de Berceo los emplea repetidas veces:
, del Valle-lnclán, lector asiduo del italiano Gabrie\e D'Annunzio (203). Y
11
11
· 1 11 )1 1•.s IJ ·an olientes" "davan a non aventes", "con cirios ardientes",
t l ( ¡ \-; ,
por e llo lo Jlaba sin reticencias el que fue secretario perpetuo de la Rea l
·
·~ ~ · r> s. C t-1 non
!tJZt·entes" , "en laudar la G \oriosa todos eran ardientes" Academia Espaíio la ele fa Lengua , don Julio Casares, el cual, por el contra-
1 , ' li l) t il o, di ce, R. Lapesa, se debía a latinismo, a conservación arcaízan · rio, no se mostró indulgente con otros amanerados procedimientos estilís-
i ticos de Va\l c-lnc lán : "En cambio, tengo por muy dichosa innovación e l
'· " .1 lJil lrci smo (201 ' ).
Todos esos participios, excepto el claro latinismo aventes, acabaron uso de lo s participios act ivos, ya que el olvido de ellos, no sólo priva a la
• ,. , ILWd < ll de finí tivamente incorporados a nuestra lengua . Se aclimataron \ en~¡ua el e unil utilísima y vigorosa forma verba l, sino que deja libre el cam-
1
,.,, o! ll <l i<nllb rén otros muchos, como abundante, altisonante, resp!ande- po al abus iv o, impropio y bárbaro empleo ele\ gerundio ... Pues bien, Va\le-
1.11,1, t,· . l!L<:. Pero la lengua española se ha mostrado siempre más reacia que lnclán se ha arriesgado a emp lear es tos participios y a veces el resultado es
'" •l<t 11a 11 , 1 a acoger este tipo de adjetivos participial es, frente a los que suele su mamente fe li z". Y anota Casares éstos, recogidos "a la ventura" en las
l" ' ' it!l ir ot ros del mismo lexe ma verba l pero diversamente clesinenciaclos: obras de dicho escritor: cabeceante, bailante, espumante, verdeante, saltan-
, -,¡ ir.iador ( f·rente a acariciante), confiado (tren te a confiante ), moribun- te, murmurante, suspirante, susurrante, temblante, u/u/ante, añadiendo
1 1
do • (lt •!nle a muriente), sonoro (frente a sonante), tembloroso (frente a qu e "ninquno es reprensible" (204) .

tr> mhhul te) .

12021 ll. :-1i¡: l1 uri ni. 1 110111i del ti¡}() "hraccian t c ". ~n "Saggi linguislit.:i" . l:irer1 zc·.
Ll'Munnil'r,l957 . p.I09 .
1] ill) (; _
1
k l!erceu. "lnlroducciún" a lus Milagros de N uestra Se1l ora . esl. 3. v. 1: 120lJ 1·. l·crn:indez Mmga. (;a!Jrie/c I>'AIIIIIIIlzio e iflllnndo di li11gua spagnola. c·n
¡ 11 cfe¡ 1,fa pagada. csl. 698. v. 3: El111ilagro d e '/ 'e iÍ./i'lo , cst. 734. vv. 2-~ : Y csl. Vitrins. "Cabrick D' I\Jrrrun l.io nl'l primo centenario dclla nascit;1". l{uJil<t .
1
~ 53. 1·. 4. Madrid.Ciásicos Casll'llanos. 1922 . pp . 2. 160. 168. 189. Centro di Vita italiana. 196 3. pp. 144-lóO.
¡~ 11\' J iC Lq'c"' · 11. cit .. p. 2 14 . 1204¡ .1 . Casan·s. Critica prn(r11111 . Madrid. 1-:spasa-Calpc. " Austral " . 1954. p. 44.
1

57
!
~

EstP. libre empleo del participio presente, nomina lizado como adje-
l iv o o co mo sustantivo, que merecía para Valle-lnclán el aplauso del docto rabbiosi e latranti", "lo guardava interrogante", "il viso frizzante, gli occhi
affioranti", "un sogno sconvolgente" (210) .
.~c,ldémico, como audaz y feliz innovación en nuestra lengua literaria, ha
·,icl o en italiano práctica constante en todos los tiempos . Sin necesidad de . Por no extenderme demasiado en las citas, señalo sólo algunos
"cu di1 a P. j ~ mplos manieristas, como aquellos "atomo sonante" y "suon vo- e¡emplos en famosos poetas modernos . G iosué Carducci los prodiga en su
lante " , con qu e G . B. Marino alude al ruiseñor (205), y limitándonos sólo a obra 1ír ica, lo mismo en sus primeros balcuceos adolescentes qu e e n los
.,scri tores co ntempo rá neos, podemos hallar, lo mismo en los poetas que en poemas d e su madurez. En su juvenil soneto a Giuseppe Chiarini encontra-
lo,, pros ista s italianos, todo tipo de participios de presente, adjetivados o rnos "il fato assente", "di pieta possente", "notte alta silente" , "il ci eco
"; •, lillllivaclos. En Giovanni Papini: "le scolature nere e luccicanti delle fe- errante vulgo" ; e n lntermezzo : "terga roso late e fumigan ti", "ansante ca-
' IID II!", "il can e abbaiante", "il pungente crepuscolo dtlla se ra", "il furen- nea" , "un buon beccaio rosso ed aitante ... e gocciolante", "confidente
le suiP d'es ta te", "tornavo a casa coi piedi brucianti" (206). Benedetto cuore", "anima rovente", "fanciulli ... piangenti", "rima miago/ante", "r·i-
C10c •~. hablándonos ele su infancia, nos cuenta sus congojas ante las "terri- me sbadiglianti", "marrni splendenti", "carrni sussurranti"; e n Idilio marem-
lir:a nt i dipi nture dell'inf e rno" y nos habla luego de su juvenil admiración mano: " <.r ita e ridente tra '1 biondeggiante or delle spich e "; en La chiesa
"''1 t\ nr o nio Lab riol a "scoppiettante di brio e di frizzi e riboccante di fres - di Polenta: "fervente rarn e " , "secoli affluenti", "la spumeggiante ven -
' .1 dut lrin ¡¡ " (207). Damos una ojeada a las impresiones que su visita a demrnia" , "forte e redolente vino", "Dio vendica tore e perdonante" "B e r-
r' r>~ ll1JI ! Y<1 de jó e n Giuse ppe Ungaretti (recogidas en el relato "In sogno e to noro alto e riclente", "ve rtici ondeggianti" (211 ). , .
·!:!1 V I! I O" d e su famo so libro 11 deserto e dopo) y nos encontrarnos en . De Gabri e le D 'Annun z io recordaré sólo, del libro Alcyone, e l b ien
·,1''1\ llff <l con una "pesante pace", un "frassino saettante", un "sangue fu- c onocrdo poema "La pi ogg ia ne l pine to " co n aqu e llos "ginestre fulgenti"

r
1
,.,, rt•" t!tc . (208). En Francesco Jovin e podernos ver un "letto del dor-
'""'n tt •", " 1 preti litanianti", "le luci morenti del tramonto" , il fulgore mo-
"coccole aulenti" , "qu as i fatt a virente", "vita .. . fr esca aulente" (212) . '

1 Aunqu e n o apar ezca co n frecu e nc ia espec ia lme nt e s i ~Jnific at iv a es ta


·,•: 1/r.• di! l ~ o l e ", " la luce ca/ante", "un fuggente sorriso", "era cascante e
forma veriJ¡¡I e n la olxa ele Sa lv a tor e Quasimodo, también é l la emp lea con
,. , •1 nule 11tn" (209) . Y, más recient ement e, en Giorgio Savian e: "sentivo
í r .rc L¡U d in vitante" , " intimo l'al t dietro il troncone fumante", "carne ritta e
natural es pontaneiclacl en diversas ocas iones : "un tempo gi a assente". "afi a
lucente 1 imrna~1inazion e clegli ast ri ", "il filo della tua asc ia 1 tambureggian-
·lolnrante" , " i duellanti si allontanarono", "escono dal gruppo parlamen- te" , "in m ez zo acf ornbre deliranti" ' "nurneri e3 mantt'" ' "01 Impla
. · 1uog o sa-
.
r 1an tl! " , "il g1·uppo parlamentante si scioglie", "la colonna degli orsi ruggen- ptente 1 di villeggianti", "curve di lun a taglienti", e tc . (213).
r.- ··. "sp111te da lle sopravviventi", "ai territori d e i confinanti", "sacrificare
Por· su parte, Euge nio Montale, especialm ente e n los poemas ele su
" 11'<1ni1na de l mot·ente", "il morente n e sarebbe stato contento", "il capo
pr im era época ,ap ro vec h ó e jemplarm ente la sugestiva musi ca lidad de es tos
~ur vey lia nte", "gli schiavi ammiranti", "petti uniti e aggredienti", "cani
1
1
1
121 0 ) e;. Sa vian c. fl111are l'erticnle. Milano. Ruscuni . 19 73. pp . 65. 67. 73. 77 . H9.
1 < ;i:llniJ;I\lisla 1\larino . L'Adone, VIl , 37, vv. 4 y 6.
r •1 11.'\

r .~ lll• 1 l ;_ l'ap ini. " la 111 ia ca111pagna" , en Un 110 1110 .finito . f'irc nzc. Vallccchi. 1958.
90. 94. 96 . 99. 100. 130 . 132 . 15 5. 176 . 191 . 19 7.
12 11) C. CarcJuc ci. Opere . ce! . na ziu ual c. Bulugna , Zani che lli . 195R Vo l 1 p '\ ·
1'1' 49 -53.
1 211 71 ll. Cm ce . " l'a¡!ill t.: :111lob iog rafi chc: con tribut o alla critica di 111c slt.:sso". e n Vol . 111 . pp. 11 7. 119. 124. 12H . 130.13 1: Vol. IV. pp. 239 . 240. 2~1:~·. 24J.'
244 .
1-/losojin-l'oesia-Sturia. Milano-Napoli, R. Ricciardi , 1955, pp . 1 142 y 1145 .
12 flllJ < ;_ Lil l¡!a rclti, "Mrzzog iorn o", en /1 d eserto e dopo . Milano. Mondado ri. 121 2) C. ll ' ;\ llllllti Zio . Versi d'a111 ore e d i glo ria . 11 . Milano. Mo ndad o ri . 19(,ll , ,
1 (, 19-623. . 11.
l% 9.pp. 177 - 182.
1 12 1191 1·.. lo vin c. Na cco11ti. Torino. l·:inaudi , 1960. pp . 11 , 22. 29. 11 9. 12 1. 12 2. 12 13) S. <.luasi 111odo. /.a t erra Íll/f)(treggiahilc. Milan o. Moncladnri f 95ll . pp. 17. 2 1.
22. 26.30. 35. ] 7. .

59
part icipios ele presente en todos sus posibles usos, como adjetivos o c omo El participio presente sustantivado .
verbos: "n e l tepiclario 1 /ustrante", "le tinnanti scatole", "una zampante
<pelJr¡ia", "un rovente muro d'orto", "gli azzurri specchianti 1 del cielo",
La sustantivación del participio prese nte es un hecho que, por imi -
" l(! strepeanti acque", "clal tuo petto 1 rombante", "un mare pulsante",
tación del griego, se daba ya en la lengua latina culta, mientras que la len -
" 1<1 facc ia candente del cielo", "tremanti tamarischi", "loquaci 1 cli riottan-
gua vulgar mostraba repugnancia hacia tal empleo (217) . En cambio esa
ri u cce lli 1 e cli cantanti rivi", "vetri luccicanti", "salso ne mho 1 vortican-
sustantivación se dio abundantemente en el latín medi eval. Lo mi smo oc u -
.'- re" , "u n mal e ca lmo e lucente", "bambu mormoranti", "nella luce 1 raden-
rre en el italiano antiguo. Boccaccio siente particular predilección por ese
tc" , "un murmure stagnante di citta", "oscurita a nímate clagli occhi confi-
tipo de sustantivos participiales (218), algunos de los cuales, tanto e n ita -
r/P.nli 1 dei rnaiali", "l'arpeggiante 1 volteggio degli sciami" (214). Y con
liano como en español, se fosilizaron pronto exclusivamente como tales
va lor verba l: "sull o scoglio /ucente di sale", "globi accesi, dondolanti a ri-
sustantivos. Es el caso de serpente, serpiente, derivados del p a rticipi o lati -
va" , " un vuoto risonante di lamen ti", "re ti 1 dilunganti su/ viale", vi te tra- no serpens (de verbo serpere).
mon télnti 1 o/tre il confine", "i sargassi 1 umani fluttuanti al/e cortine 1 cle i
Al igual que e n italiano, esa sustantivación se da tambi é n a bundan -
r h¡un hLI e te . (215) . Los emplea incluso alguna vez con complementación cli-
temente e n e l esp ai'íol : el caminante, e l practicante, e l veraneante e tc . y
ru ctil : "gugli e scoccanti lucí" (216) . los que c ualqui er esc ritor pu ede, como hacía Migu e l de Unamuno, inven-
El motivo ele esta predilección italiana por el participio de presente tars e por su cuenta: "gentes que e ntr aba n mientras otras salían, yen tes y
;lcfjt!t ivaclo, frente a otras posibles elecciones ele adjetivos igualmente cleve r- vinientes, andantes y parados" (219) .
h,ii i!S. no es só lo ele índole estética, o sea, por la notable musicalidad de los Escr ibe Bruno Miglimini que, en este aspecto, la espai'íol a es, e ntre
'l1 1\ ln os . se cla ad emás en ellos una intensidad de signific ado (ele acción e n todas las le ngu as romances, la que más se ac e rc a al ita li ano (220) . Lo ele-
1 ;rc tnl, que no tienen los otros deverbales corradicales. Escribía acertacla- mu es tr an no sólo sintagmas como los susodichos el caminante, el practi-
'1 rn •!nte a este prorósi to Cibrario, comentando aquel piacente ("Mostrasi si cante, el veraneante y tantos otros: la corriente, el estudiante, el teniente
/lliJCentl' a chi la mira") del celebérrimo soneto (Tanto gentile e tanto one- etc., sino también tocios esos sustantivos : Almirante, comediante, Rocinan-
·.-ta fJRre , "V ita nuov a", cap. XXVI), en el que celebra Dante la inefable be- te etc . que, como antes hemos dicho d e algunos adje tivo s, tom a n e l sufij o
11 1• 7;, d e Beatr ice: "Piacente é vocabolo molto gentil, ed avanza in proprie- ---nte d e los participios de presente sin derivar rea lm e nt e ele ningún verbo
l;i di siqnificato la voce piacevole, a cui il Boccaccio ha cominciato a ciar (221 ). Pe ro tam poco e n este se ntido dispone e l espa ñol ele esa ab undan c ia
voc •!... 1'ava nza in proprieta di significato, perocché é participio presente,
,.rl indica un t e mpo ed una azione; ladclove piacevo/e ha una significazione
IIH ictc rm inata , ecl indica quello che generalmente puo e d e e piace re" (216') .
(217) /\ . T ovar. n. cit .. p. 161.
(2 18 ) Co111e ntand o la frase de lloccaccio : " qu cs to orrido CO illin cia nw nt o vi fia
nu n altrinJ cnti che a' ca llllllillallti un a n1 0 11tagna as pra ed c rta". escribe Giu -
se ppl' l'c t ro ni o : " 11 pa rti cipi presenti co n ro rza di sus tantivo. gi:l freq uc 11ti
ncl latin o 111edievale, so no ca r; al ll occaccio" ( ('f. G. Boccaccio . n D ecam e-
mll. a L' ttra di e;_ l'etro ni o. Torino, 1-:inaudi. 1950 , Vol. l, p. 105, n. 9 ).
t 2 14) 1·. ~·l u mal e. 'lilll e le p oesie , Milano , Mundaduri. 1979. pp. 29. 30. 48. 53.
121 9 1 M. de Una1nun o. "U n partid o de pe lota", en Ohras completas . Madrid. A.
73. 77. 9 1. 92. 93, 101. 109, 119 , 127 , 21 3,2 16 ,223.
!\ g11ado . 195 R. to 111 o l. p. 126.
(215) 1: . Montale .o. cir .. pp . 23.110,123,126 . r,
(220) ll. Migliorini. IIIOIIIi d el tipo " hracciante", cit.. p. 127 .
( 2 16) 1·:. Montalc,o. cit .. p. 77.
122 1) Conoc ida es la arbitraria e titnoln¡!t·a qu e da Cerva ntes acerca ckl no rnbr'' No-
r 216 ' ) Dante. Vira 111101' 11. co11 il co 111n1ento di T. C'asini. 1-'irell zl'. Sa11 su ni. 1 95~. p.
r·illrlllfr •· "a l J'in le vin o a llarnar Ro cillal/te. no 1nbre. a su parecer. alt o. so no ro
97 .
1 si;: nifi ca tivn <k In que habt'a sicln c uand<> J'U L ' r nc i11 , 1111/f'S de lo qll l' a hma

GO
61
1 con que cuenta el italiano ni de su facilidad para crear otros nuevos: botte- participios de presente de verbos que actualmente no pueden formarlos,
¡
1 gante, bracciante, cruscante, edicolante, gitante, paesante, politicante, tea- de manera que la restricción del idioma a este respecto ha ido creciendo a
trante, tragediante, ruzzolante, y toda esa larga lista que presenta B. Mi· lo largo de su historia ... La Academia Española enumera los siguientes par-
~ tJiiorini en su referido artículo. ticipios de presente usados en función de tales: abundante, bullente, com-
1
1 placiente, concerniente, condescendiente, conducente, conveniente, corres-
¡
pondiente, crujiente, equivalente, fascinante, obediente, participante, per-
U participio presente con función verbal. manente, plasmante, presente, recurrente, tocante . A ellos habría que aña-
dir (continúa el ilustre gramático) ausente, demandante, querellante, fir-
Refiriéndose al castellano, afirma R. Lenz que "Las formas en mante, solicitante y algunos rnás . Pero téngase en cuenta que aún los parti-
au tu, - -lente existen sólo en un número muy reducido de verbos con el cipios mencionados se emplean ordinariamente como adjetivos" (224). Hu-
¡-
<; Í<J1 1il·icaclo que correspondía en latín al participio de presente" (222), da- biera podido añadir que dichos participios, en su mayor parte intransitivos,
1
do qu e. corno acabamos de señalar, la mayor parte de ellas se sienten hoy evidencian de manera espec ial su función verbal cuando van acompañados
cu1no ad jetivos o como sustantivos. de complementos introducidos por las correspondientes preposiciones;
La afirmación de Lenz, válida ciertamente por lo que al castellano aunque, aún así, la fuerza verbal en estos participios intransitivos es tan te-
"' 1d iPn·:, 11 0 lo es tanto en lo que se refiere al italiano, según veremos a nue, que fácilmente se con.funde esa función verbal con la función califica-
1:11111in uac ión. tiva de los adjetivos de análogo significado: abundante en, rico en; obe-
r-
1 diente a, sumiso a; complaciente con, simpático con; correspondiente a,
propio de, etc. Funcionan también como verdaderos participios: depen-
l·i l' ;lrti(ipio presente de verbos intransitivos. diente de, perteneciente a y, con muy frecuente uso, procedente de. De to-
das formas, mientras "el catalán y el aragonés mantenían participios de
En 1: 1 es pa1'ío l, como ya hemos dicho, la pérdida del particpio pre- presente con valor latino", el castellano ha tendido a reemplazarlo ·en esa
·-•·:•11' co mo tal es antigua y progresiva. De hecho, tan débil es la fuerza función verbal mediante una frase relativa o mediante un gerundio, como
.,, ,.11J;Ii clt; l mismo, que las actuales gramáticas no suelen ocuparse de él al observa V. García ele Diego (225) .
: , ,¡~ , ¡ ,1, rl1' l<ls cate\¡orías gramaticales (223). Escribe a este propósito Sa· Por el contrario, el italiano, en el que, como hemos visto, tanto
•nuel Gili y Gaya: "Desde sus orígenes la lengua española dejó de usar co- abundan los participios de presente nominalizados, ha conservado tam-
" 10 ld iP.s la mayor parte de los participios de presente latinos Y los convir- bién el uso ele esos participios con su plena funcionalidad verbal; y no sólo
1,u 1'11 <~ el jet ivos. Sin embargo, en el lenguaje medieval se encuentran usados

1 1·:111ilio ;\!arcos L1orad1 no induye el participio de presente entre las catcgo-


1 rlas verbales en sn (iramática estructural... eon especial atención a la lengua
c·r:1. qu,· era flliles y pri111ero de todos los roci11(:s del 11\liiHiu". (~1. de Cer- es¡Jaiiola. Madrid. Credos. 1969.
va ntes. Dn11 Quijote de la Ma11eha , parte 1, cap . 1, en "Obras co1nplctas". Ma- T:~mpocn Francisco Marcos Marin trata de él en su Otrso de ¡;ramátiea espa-
r drid. !\guilar, 1952, p. 1039, col. 2). 1/ola. ya citado.
1222 1 Rodoli'o L.cnz. !.a oració11 y sus partes, estudios de ¡;ramática ge11eml Y caste- Y. por su part e. Ra111Ón Mcnéndcz l'idal, que dedica el capitulo VIl ele su
1/nlla. M:1drid . Ce ntro de Estudios históricos. 1935 . p. 382 . :lln1111al de gra111ática histórica esp(ll/ola al participio pasado. ha ce caso omiso
122 ;¡ La l{ e:il i\eadc111ia bp:uiola sólo habla del participio pasad o en su Fshozo de del participio de pr<:scntc.
11110 IIIIC1'a gra111ática de la le11¡;11a espaiiola. Madrid. 1-'spasa-Ca\pc. 1973. pp.
í -194 -495.
(2241 .'> . Cili y (;ay:J. o. cit .. p. 20:1
12251 Vicent e (;arda de Diego. (;ramática histórica es¡Jai"íola. cit .. p. 23 3.

62 63
cuando se trata de verbos intransitivos sino también con los transitivos, se- a. En ambos casos, la que actúa primordialmente es siempre la preposi-
gún veremos luego. Es, por tanto, válida la tesis de S. Skerli. que sostiene ción sovra (sopra) o sotto que entra en la composición de los mismos:
la persistencia del participio de presente en el italiano antiguo (226) y que "due, tre gradini, scavati nella roccia sottostante la sabbia" (234).
G. He rcz eg confirma al estudiar la presencia de ese particip io en la prosa de
Boccaccio (227) . Pero, insisto, esa presencia del auténtico participio de
prese n te e n la lengua escrita italiana continúa viva también hoy, tanto en El participio prese nte transitivio en castellano.
ve rso como e n prosa.
Es especialmente frecuente este uso del participio presente italiano Menos frecuente es en italiano , y prácticamente desconocido en el
co n pl e no valor verbal cuando se trata de verbos intransitivos, en cuyo caso español , el pa rticipio presente de verbos transitivos, el cual participio, por
va n siempre acompañados por complementos circunstanciales introducidos conservar pl e namente su fuerza verbal, puede ir completado con un com-
r o r l¡rs co rrespondientes preposiciones . Véamoslo en modernos autores, pl e mento directo y, de hecho, lleva frecuentemente ese complemento .
poe tas y p rosi stas . En Carducci: "O sedente al te rren lido ... Versilia mia" , En e l español actual, repito, ese tipo de participios de presente es
'' Ma r·m i d i Pa ro ... splendenti al/a marina", "Carmi di Lesbo sussurranti al desconocido y , en realidad, excepto en algunos momentos muy significati-
v¡:11to", "di se lvaggio fuoco lampeggiante" , "il tesch io mozzo contra te vo s de nuestr a historia lite raria, apenas se ha empleado nunca. Queda de é l,
r¡hiynante di Antoni e tta" (228) . En G. Ungare tti : "animali pelosi volanti sin embargo, algún testimonio en ciertos compuestos fosilizados actu a l-
nt!l c ie lo". "anim a li pe nnuti fuggienti tra le siepi" (229). En E. Montale: me nte : fehaciente, sedicente, terrateniente, maldiciente etc.
" qlo ll i accf:si, dondolanti a riva" , "un vuoto risonante di lamenti", "reti La repugnancia del español al empleo de estos participios de pre-
í •lilunqanti 1 su/ vi ale" etc. (230) . En lgnazio Silone : "tronchi di colonne ... sente transitivos es antigua. A finale s del siglo XIII los traductores de la
::oryl!n ti da / pavim ento", "mammelle pendenti fin quasi sulle ginocchia", corte d e Alfonso X lo van desterrando de su prosa, dirigida y corregida pe r-
"t reman te di !reciclo " (231 ). En R. Bacchelli: "la paura spirante dalla vo- sonalmente por el sabio rey (235) y , po r ejemplo, los fre c uentes participios
1 , · ~ · d 1 Schia ve tto " , "la battaglia lontanante verso i colli nebbiosi" (232) . Y de ese tipo qu e aparecen en la obra de Suetonio son traducidos sistemática-
11
··r r 1. , I.HO s<J de c ró ni ca de sucesos : "un autobus ... proveniente dalla direzio- mente por proposiciones explícitas, en hipotaxis o en parataxis con la pro-
IH : n p p osta" , " Si tratta d e lla signara· V .C. abitante in Via Fucini 238" posición principal. Así, "coronamque capite gerens olympiacam, dextera
i 2:33) . Muy abund a nte me nte empleados son los participios intransitivos manu Pythiam (Nero, 25) se traduce : "et traie en la cabe<;:a una coron a tal
•;n vrastan te (o soprastante) y sottostante , acompañados po r un comple- cuerno la del ídolo de Jupiter e otra en la mano diestra cuerno la d e Phi-
rn<:n to c rrc unst ancial qu e puede ir , o no, introducido por la preposición tón", "exaudita vox est nomine eum cientis" (Nero, 46), "et salió ende

r
1
una gran voz que lo llamó por su nombre" . Lo mismo hacían los vulgariza-
dores qu e, en aquella misma corte, se esforzaban por verter al castellano
1~ ~(· 1 S tan k o Skc rlj. Svl/[aXc du participe présent et du gérondif en vieil italien . l'a- los textos bíblicos . Así, en la versión del Salmo Locutus est autem David
,. ¡,_ 1-:cu lc des llautcs l·:tud cs, 19 2 6 . Domino, recogida e n la General Estoria , los versículos 34 ("coaequans pe-
12 2'.' 1 1: . lk r..:zq;, l/¡Ja rticipio ¡Jresel/[e ¡zel/a prosa di Boccaccio, e n "Saggi 1ingui-
des m eos cervis et super excelsa sua statuens me") y 35 ("docens manu s
' ' ici e stili sti ci". Firc nzc . O lsclr ki , 19 72. pp. 121 - 14 3.
1221-1 1 <. . Card uc ci. O. cit .. vol. 111 . pp . 129. 13 1.272 Y vo l. IV , p. 76 .
r t22<Ji 1:. Unga ret ti . lldeserto e do po cit.. p p. 17 9. 2 3 1.
12.\UI 1·. Mo n tall:. O. cit., pp. 110, 123 .
(234 ) rc rru ccio Ulivi , Le mura del cielo , Milano , Rizzo li , 1981 , p. 182.
: 2.1 1 1l. Si lo nc. l'ane e vin o. Mil a no. Mo ndad ori. 19 70 , pp. 243 , 27 7. 37 7.
( 235) Ra mó n Mcnéndcz Pida!, Antología de prosistas espai'io/es, Madrid , Espasa-
t2:l2 1 IC Bacchc l1 i. O. cit. , to m o 11 , p. 4 32. to m o lll , p. 78 1.
Ca lpc " Au stral ". 1956, pp. 16 , 22 .
12 .\.\ 1 l·n" ll Tc 1n pu". Ro ma . luncdi 2 2 a pri1c 1974 , n. 11 0 . p. 5, co l. 2.

( )tj
65
r
meas ad proelium et conponens quasi arcum aereum brachia mea") apare-
1
Como acabamos de ver, y como señala el mismo Lapesa en otro lu-
cen traducidos: "Egua/á los m íos pies a los de los ciervos e establescióme gar, refiriéndose igualmente al marqués de Santillana, "el latinismo alcan-

r
sobre las mis fortalezas", "Enseñó las mis manos a batalla e compuso los za a la morfología y a la sintaxis" (238). La complementación directa evi-
míos brac;:os assí como arco de arambre". dencia bien el latinizante empleo del participio de presente en casos co-
Sin embargo, curiosamente, el versículo final de ese Salmo, que di- mo ese "guardante su cirimonia" o como en estos otros versos de su
ce: "magnificans salutes regís sui et faciens misericordiam christo suo Da-

í
petrarqu izan te Triunfe te de amor: "Ya salía el agradable 1 mayo mostrante
vid", es traducido con los correspondientes participios de presente : "el las flores" (239).
grandeante las saludes de su rey, e el fazient misericordia a David, su cris-
to" . De la misma manera se procede al traducir el Salmo Diligam te Domi- Otro elocuente dato del uso latinizante del participio de presente
ne fortitudo mea, cuyo último versículo repite, con una ligera variante por parte del marqués de Santillana es su repetido empleo en construccio·
(eius en lugar de sui) ese mismo final del Salmo anterior: "Grandeant las nes absolutas : "Ya las estrellas cayentes 1 denunciaban la mañana, 1 ma-
saludes del rey d'EI e fazient misericordia a su cristo David" . So rprenden yo ilustran te las flores"; o aquellos otros versos de su antedicho Triunfete
r especialmente estos participios de presente en el vugarizador de este último de amor : "lncensantes los discores 1 de melodiosas aves, 1 oí sones muy
suaves".
1 Salmo si tenemos en cuenta que, incluso el participio adjetivado innocens,
qu e aparece en el versículo 26 del mismo, ha sido traducido mediante un Todas estas construcciones participiales empleadas por el culto mar-
compl emento preposicional: "cum sancto sanctus eris et cum viro innocen- qués debieron de sonar a los oídos de la mayoría de sus contemporáneos
te innocens eris". "con el santo serás santo, e con el varón sin nozimiento tan extrañas y tan artificiosas como suenan hoy día a los nuestros. Pero no
se rils sin nozimiento" (236); y ello a pesar de que, como ya hemos dicho, fue él el único en emplearlas. Las vemos también, con tanta o mayor abun·
r! l l! rnpl eo del participio de presente adjetivado no era infrecuente en los
dancia, en una obra tan diferente de la suya, como es el Corbacho del ar-
uo .. tas cultos castellanos de aquella época, como tampoco lo era el de los cipreste de Talavera: "E asy Nuestro Señor permitiente, que quiere dezir
part ic ipios verbales de verbos intransitivos. non contradiziente a la discrizión liberal de la criatura ... ; "esigentes que su
Pero, en el siglo XV, la admiración por la cultura antigua clásica, justicia ... "; "venino ... de yuso de sus lenguas trayentes"; "las lenguas mu-
qri eya y latina, y el afán de remedar los recursos sintácticos y estilísticos cho fab/antes" ; "animalias de rrazón carecientes"; "pécoras salvajes de na-
co n qu e aquella cultura se había expresado en el campo literario, movió a turaleza fallecientes e contra natura usan tes"; "da sentencia cont;a el mal
r algunos escritores españoles "a trasplantar al romance usos sintácticos lati- diziente"; "los fablantes de otros" (240) .
1 nos sin dilucidar antes si encajaban o no dentro del sistema lingüístico
españ o l" ; y así, continúa R. Lapesa, "se adopta el participio de presente en En dicho siglo XV no es raro ver estos participios en los traductores
lugar ele la oración de relativo, del gerundio o de otros giros, como en estos de textos latinos, inducidos quizás por los mismos textos que traducían.
r
versos d e Santillana : "iOh vos dubitantes creed las estarías" Y "yo sería
1
demandante, 1 guardante su cirimonia, 1 si el puerco de Calidonia 1 se mos-
tró tan admirante" (237) .
r (238) R. Lapesa, La obra literaria de/marqués de Santillana, Madrid. lnsula. 1957.
p. 166.
(239) Marqués de Santillana, Canciones y Decires. edición. pról ogo y notas de Vi-
12 36) Margllerita Morrealc , fl Salmo 17 (18} nei vo/garizzamenti biblici spagnoli del cente García de Diego, Madrid. Espasn-Calpc, "Clásicos Castellanos". 1973.
p. 43 .
1
Du ecemo, en "A tti de ii'Instituto Vc neto di scienzc, lettere ed arti", Tomo
C'XXXVIII. Vc nezia 1980. pp . 628-652. (240) Arciprest e de Talavera. Corbacho . cit.. pp. 251. 259 . 260. 262. 273 . 3 17.
1 ¡2 37 ) R. La pesa. o. cit. , pp. 267-268. 318 .

66
67
1
1

Así, e n El espéculo de los legos (traducción anónima de un Speculum lai- juegos de cañas" ; "e cumpliendo ya el rey treze años, entrante en los cator-
corum escrito en Inglaterra en el siglo XIII): "Goliaz quiere dezir traspa- ze años, entregáronle su rey no" (245); donde es claro el valor participial
sante e descubriente" (241 ). Y, a finales del mismo siglo XV, otro anóni- absoluto no sólo del participio entrante sino también de durante, que aquí

1
1
mo traductor de un texto latino (el De mulieribus claris de Boccaccio) tra-
duc e P. n e l capítulo V (De Ceres) un "urens invidia" por "quemante invi-
no está gramatical izado.

cl ia" ; y e n e l Vil (De Venus) un "nequeuntibus ... obscenitatibus" por "no Más próximo a la gramaticalización (como acabó oc~rri e ndo con

embargantes sus vicios e suziedades". Por otra parte, en la breve introduc- durante, mediante Y obstan,-e) está el participio de presente absoluto en
expresiones como éstas, que aparecen en el Diálogo de Mercurio y Carón
c ió n a l capítulo XXXIV, sobre Clitemnestra, nos dice que ésta "fue mujer
1n uy sce leracla , ca (absente el marido) cometió adulterio con Egisto" (242). (1528-1529) de Alfonso de Valdés: "No embargante esto, el rey de Fran-

Pe ro, e n ge ne ral, aquel anónimo y excelente traductor de dicha obra latina cia ocupó brevemente mucha parte del Estado de Milán"; "antes no embar-
1 gante esto ... " (246) . Ke niston señala en La llama de amor viva de san Juan
rlc Boccaccio, mientras no tiene dificultad alguna en traducir con idénticas
1
co nstrucc ion es castellanas las formadas con partic ipios pasados latinos, de la Cruz esta otra construcción participa!, muy próxima a la construc-
ción absoluta: "Los ojos ardientes, le mostró el furor d e su pecho" (247) .
Jll <'ri e re traducir con gerundios, o mediante proposiciones explícitas de di·
v t! t so tipo, los muchos participios ele presente que en dicha obra la tina apa- Algunos casos más podrían hallarse en nuestros escritores del siglo
"~c·; , 1. As í proced ía también Alfonso de Cartagena al traducir el De inven- XV 11. Góngora, además de un "Cierzo expiran te por cien bocas", nos pre-
rione de Cicerón, qu e , dos siglos antes, había traducido o parafraseado ya se nta un jo ven "al instante arre batado 1 a la que, naufragante y desterra-
,·o¡ lla li il Brun e tto Latini, el maestro de Dante. Pero, mientras que Brunet- do, 1 le conde nó a su olvido"; y emple a otra construcción formalm ente
lo l_a tini no tenía inconve niente alguno en calcar casi indénticas e n italia- próxima a la absolu ta en "vigilantes aquellos, la aldehuela r·ediman" (248).

r
t !n frases co mo "ac me quidem diu cogitantem ratio ipsa in hanc potissi· Pe ro ta n escaso re li eve ti e ne e n su obra el emp leo de los participios de pre -
' 'll"n sc nt e ntiam ducit", "e cosi me lungamente pensante la ragione stes- sente , que Dámaso Alonso, e n su conocido estudio sobre La lengua poéti-
¡
'·' mi m ena in questa ferm issima sentenza" (243), Alfonso de Cartagena ca de Góngora , ni siquiera los señala entre los cultismos sintácticos, a que
.,,. s1e nte for za do a recurrir al gerundio para traducir ese participio: " e tan ficion ado era e l gran poeta cordobés (249) . Su e mpleo, en todo caso,
r•en.sando yo lu e ngamente en esto, la razón me traxo en una tal conclu- no fue más que una moda pasaj e ra, que no d ejó nunc a ra íces tenac es e n e l
'·'""¡" (24 4) . sis tema ex pres ivo del español.
De todas 'formas, historiadores como Gutierre Díaz de Games tam-
1,oc o vac ilaban en e mplear construcciones tan curiosas y tan sorprendentes
cu1 no és tas: " Durante el rey aquella vez en Sevilla, fueron fechos muchos (245) C ut.ie rre l) ¡'az d e Games , é'/llictorial, Cró nica d e clan Pero NiJio. e di c ió n
y es-
t udi o por .luan d e Mata Ca rria zo, Madrid . Espasa-Calpc, " C olección ele c róni -
r cas es p;ui o la s", 1940. pp . 7 3 y 76.
1246) A. d e Valclés. Diálogo de Mercurio y Carón , e d. de .J osé ¡:_Mo nte sin os . Ma -
1
1 ~4 1 1F/ c.,·pécu/o de los legos. e d . d e J .M. Moht:dnno, Madrid . C. S. l. C .. 1951. Jl. drid . b pasa-Calpe, "C hísi cos cas te llan os", 1965. pp . 31 y 89.
361. (247) lla yward Keniston , Th e Syntax oj'Castilian Prose . C hi cago-lllin o is. Th c Uni-
t2 41i De las ilusrres 11111jeres en romance , 1'01' Jua11 Boccaccio . Zarago7.a. 1949 vc rsit y of C hi cago Prc ss. 19 37. p. 306.
it:dición facslmile d t: la Real Academia J·:s pa1io la . Madrid 1951 ). 124 8) Lui s d e Góngora. Soledad es: Soledad pri111era . vs. 450, 734-36 , 798-99 . en
¡ 243 1 ll . Latini . "La Rettorica" , e n "Volgariz zamenri del Due e Trecenro". a c ura Ohra.1· COIIIJl/etas. recopilación, pr ó logo y notas ele Juan e Isabe l Millc y G i-
di C'l'sa re Seg rc , Torino, U.T.E .T .. 1953. p. 359. m é nc7. . ~ladrid. AguiJar. 194 3. pp . 560.567 . 569.

1 1244 1 A. tk Carta ge na. /,a Rerhorica de M. 1'ullio CiccrÓII, a c ur;1 di R osa lba Ma- (249 ) IJ:ímaso A lo nso. La lengua ¡)()ética ele Gón!!,ora . Anejo 20 ele In "R e vi st a d e
sl'ag na . Napo li . Liguori , 1969. p. 35. Filolog¡'a espa ti o la ". ¡\>fadricl 196 1.
l

r 68 69
¡- A principios del siglo XVII, Bartolomé Cairasco de Figueroa tradu- su régimen verbal: temientes a Dios (Villena). centauros trayentes armas
10 i:l 11 u r.s na lengua la Gerusalemme liberata de T. Tasso . Pues bien; a pesar (Alfonso de la Torre), creyentes en don Christo (Berceo)". Y añade: "Pero
el!: que Cairasco de Figuerosa era, como dice Cioranescu, "partidario de un siquiera como adjetivos verbales, ¿qué enorme caudal de voces no ganaría-
, 11 te poé tico difícil" (250), y a pesar de que, como escribe Joaquín Arce, mos si las plumas cultas Y autorizadas formasen los participios en -ante y
'' " lt! arredraran los virtuosismos expresivos "en su intento de trasladar has- -ente de los verbos que lo permiten y los echasen a rodar por el mundo?
'' ' ills recursos retóricos tan magistralmente utilizados por Tasso" (251). ¿Quién no advierte el aumento de vida y energía que hay de sonoro a
'""' tr¡¡s e como "te permettente, i dieci andranno", de dicha obra (252), sonante, de verde a verdeante, de risueño a riente?" (256).
1 C. 1i,d sco ele Figueroa se siente en la necesidad de explicitarla mediante una
! 1" u¡ 'os ic ión co ndicional: "si das licencia .. ." (253).
De hecho, alguna de las actuales plumas cultas, como la del profe-
sor salmantino Luis Cortés Vázquez, no tiene inconveniente alguno en el
Sin e mbargo,en la literatura española del siglo actual, esta construc- empleo de esos participios de presente, ni siquiera en construcción absolu-
1
•:•' " ' '!rnine n te rn e nte culta del participio de presente absoluto aparece em- ta, gramatical izada a la manera del antedicho A . de Valdés : "No embargan-
1
ph•;,da por diversos escritores . En La velada en Benicarló (1937) de Manuel te las tr es leguas cumplidas que separaban al hablante de su amada" (256').
¡.;. 1 ai1a pur, d c n v•~ rse frases como: "Declinante un día de marzo, cortan la Pe m, a pesar de esos y otros esporádicos intentos de recuperación,
L:;unp i1í a del Panadés ... y desembocan en la Plana, 1/ameantes los ocres de que han hallado siempre escaso eco, incluso en la lengua literaria la pérdi-
' " C'.lS Lil sobre el agua azul" (254). Y en nuestro doctísimo y supremo poe- da del auténtico participio de presente con valor verbal es en el castellano,
' " dCtual Jorge Guillén: "Orillas que han vuelto a florecer, turnante Junio" como ya hemos dicho, un hecho antiguo y progresivo. No ocurre así en el
(255 ). Antes que ellos, lo había empleado también, como n:!cuerda el an- italiano, según podremos ver a continuación .
u,d1 ch o Julio Casares, don Ramón del Vallé-lnclán que, en su novela La
ouerra carlista, por ejemplo, escribía: "Don Enrique de España había en-
l ' t~ do en la antigua villa desplegadas las banderas. sonantes los tambo- El participio presente transitivo en italiano.
, , .~" y co mentaba así Casares este hecho esporádico y aislado: "Bien sé,
v <J~ ll ' ande lástima. que no hemos de recuperar el verdadero participio con Afirma Stanislav Lyer en su ya citada obra sobre el gerundio y el
participio presente en las lenguas romances que, en el italiano, es precisa-
mente a partir del siglo XIV cuando el participio presente va ganando te-
• ~ S II l \kiandro C io rancscu , "Prólogo" a la Jerusalén liberrada de T. Tasso. tradu- rreno a costa -del gerundio: "Les constructions avec le gérondif représen-
,·id ;, por B. Cairasco de Figueroa, Tenerifc, Aula de C ultura de Tencnfc .
t ent un élément spécifiquement roman, qui s'oppose nettement aux ten-
19(1 7. p . .19.
1. 5 11 .J . ,\rcc, Tasso y la poesia espaiiola , l3arcclona, Planeta, 1973 , p. 37.
1 dances latinisantes, qui, elles, lui préferent l'adjectif issu du participe pré-
1 2:' 2) T. Tas~o . !.a Gerusalemme /iherata , Canto V, 7, v. 3. Por c1erto que las cons- sent latín et muni de la pleine force verbale. Cela nous explique pourquoi
tr ucciones con auténticos participios de presente no abundan en la obra de
Tassn. llc los vcnticinco que J. Arce examina en su exhaustivo estudio sobre
en italien littéraire, langue tres latinisée, le gérondif décline a partir du
el Alllinra (Madrid, Castalia, 1970), la mayo r parte están nominalizados.
XIVe siecle e t pourquoi l'adjectif en -nte le remplace dans beaucoup de
12 ." ~ ) ll. Cairasw de Figucroa, traducción de la Jerusalén libertada cit. [1 ._125 . .. . fonctions . D'apres ce que nous venons de dire, le portugais et l'espagnol
t25'11 M. i\za 1ia, La 1oclada en Bcnicarló. Diálogo de la guerra de l:.spana. cd¡c¡on
de ~lanucl de Aragón , Madrid, Castalia, 1974 , p. 59. . .
1 ~."51 .1 . (;uillén. "Cisne sin Leda" en Yutros poe111as . Bu e nos A ires,_Muchmk cd1- ·
tor cs. 1973. p. 229 . .loaquln Go nz<Íicz Mu e la (l:'llenguaje poerzco de la ge- (256) J. Casa res. o. cit. , p. 44.
11eració n C,uillén-J.orca , Madrid . lnsula. 1955 . p. 113) lw cstudmdo e l e mple o (256') Luis Co rtes. /1-Ji libro de Zamora , Salamanca , Gráficas Cervantes, 1975. p.
del participi o el e prese nte e n la o bra Cállfico de .1 . Guillén. 121.

! ()
71
représent l'état de choses le moins altéré par eles influences ex térieures" escritores Y encontraríamos sin dificultad ejemplos como aquel "gridanti e
(257~ . Lo c ierto es que no sólo el participio ele presente nominalizado sino merce ad alta voce chiamanti" de Matteo Bandello (262) , o la definición
también e l participio presente con su plena tuerza verbal se ha empleado en que Emanu ele Tesauro hace de la metáfora en su Cannocchiale aristoteli-
la l!nl\JUél litera ria italiana ele todos los tiempos Y qu e, dígase lo que se diga, co : "Parola peregrina velocemente significante un obietto per mezzo di un
la p 1ese nc ia ele ese auténtico par ticipio es muy viva también e n e l italiano al tro" (263) . Y, en escritores modernos, G. Garducci: "Montezuma ... vam-
act ual. in cluso fu era de la lengu a literaria. Lo hemos visto ya abunclante- pante livide fiamme" {Miramar); "cittadi a Enosigeo le braccia bianche
1111.11w emp leado cuand o se trata ele participios de verbos intransitivos. porgenti", " amor nuovo spiranti" (La chiesa di Polenta); "11 sale di Napo-
V1.il 1nos ta mbién ese participio ele prese nte con verbos transitivos aco m- li ... gli spacchi delle cavern e trapassante" (lmpressioni napoletane) {264) .
p.it l<tdus dt! su complementación directa. Los podemos hallar igualm ente con la misma (o quizás mayor)
Sr! 11(t 11 Ger hard Ro hlfs eso ocurre sólo en la lengua lite rar ia Y en abu ndanci a en los esc rito res contemporáneos en los que tanto abunda
1:11 •111)'; c asos . qu e no espec ific a cuáles son: "11 par ticipio (pr ese nte ) e usato tambi én, como va hemos visto, el participio presente ele verbos intransiti-
d ,dl,¡ llll'lll il le tteraria in funzione cli verbo solo in certi casi, per esempio : vos Y el participio presente nominalizado. En G. Ungaretti : "bast ime nti
E¡¡ 1c 11 11) 11 egan te l'e ternitá de\l e anime {Boccaccio)". E insiste en que este stazzanti 8 metri" (265) . En E. Montale: "guglie scocanti lucí" {266). y
11.,n "t·· I H /1 ame nte le tte rario, non appa rtiene a \l a lingu a viva parlata" (258) . también en los pros ista s. R. Bacc hell i: "professanLe le id ee del seco lo",
¡_., 11 11sm o vtr"ne a decir Pavao T ekavéié cuando afirma que construcciones "rasente la riva", "per un a logica dei fatti e trascendente ¡ singoli"; Y. en
,., ,, , 1,1 " \ \ 'Je ne rale comandante 1'essercito" "son o imitazioni di modeli sin- construcción absoluta: "stante il non ubertoso raccolto", "glielo leygeva
r
!.. ; 1., . 1 l,¡ tini" (259) . y Giorgi o Pasq uali: "11 participio presente ha perduto negli occhi, quell'ora durante", "poco stante ... fu il precipizio" (267) . En
, ·li 1t,¡ \1,¡ no comune q uasi ogni valore verbale : il comandante la campa- l. Silon e: "quel balconcino ... prospiciente la propria fin estra" , " Pil ato
' ' ' 11 .,, ¡¡ reyente la prefettura son o ormai sentiti quali peculiari dell inguaggio mostrante a l popolo Cristo flagellato", "l'angeto custocle accarezzante una
1q, 11 111 ¡ ~ t1 a tiv o, studente il diritto suon erebbe affettato e ridicol o" (260) · colomba " (268). En G. Savi a nc : "tutti i componenti la popolazione mari -
\k hecho. tampoco las modernas gramáticas italian as suelen ocu - na", "lamia pittura .. . raffigurante il liocorno", "i re de l grano accentranti
' . ".,. .¡ 1• r ~ sl!; tipo de p roposicion es implícitas formadas con los part icipios potere " , "uomini sacri reccanti foglie di palma", "quei suoi occhi ... confes-
.;. 1 "' ''~' n te ele ve rbos intransitivos y transitivos; aunque sí lo hizo Raffa elo
~
1
santi sadicamente che ... ", "suoni significanti lo sbrigliarsi della rabbia",
1 . " 1,,., :1.11 i en su co nocida Sintassi italiana del/'uso moderno (261) · "vola rasen te le pi e tre della via" (269) . En G. Tom as i di Lampedusa :
No voy a detenerme ahora en demostrar la presenci a de este parti - "m onticciuoli paralleli delimitanti i canaletti cl'irrigazione" (270) . En G.
1 :tJIU V!' riJal en esc ritores italianos de todos los tiempos. Como va he re-
1 , ~ 1 1_ \ : t cl o anteriOrmente, G. Herc zeg lo ha es tudiado en la prosa de Boccac-
no Plldr lan hacerse es tudios aná logos referentes a la obra de otros muchos
(262) M. llandcllo , f'tllt e le opere. a cura di l;ranccsL'O Flor;¡ , t<Hno 1. novclla VIL
Milano. tvlondad ori, 1952. p. 713.
(263) B. Crocc, " 1 trattatisti italiani e Baltasar Graci:í n", en l'rohlemi di est ctica.
t2 q ¡ S. Lrc: r. o. e ir .. p. 35 8. llari , L:t tcrza, 1966, p. 318.
1.! .'\X\ e;_ Rolllfs. Gra111111atica srorica del/a lingua italiana e dei suoi dialetti, tomo (264) G. Carducci. o. cit., vol. IV , pp. 76,242. 243 . 294.
(265) G. Ungarctt i, //deserto e do¡Jo , cit.. p. 231.
i 111 : "S intassi e for mazionc dcllc parolc" , Torino. 1-:inaudi. 1969 , p. 112 .
1'. Tekavl'ié. Gra 111111at ica stnrica dell 'italianu, vo l. 11 : "Morfosintassi" . cit .. (266) F. ivlonta le , o. cit. , p. 77.
1
pp . 340-341. (267) R. llaccilclli . o. cit .. tomo l. pp. 26. 186: to1no 11 . pp. 32 . 122. 190. 206.
i 2 (1()) \;. l';¡ sq u;¡\i , o. cit .. p . 133. (268) l. Sil onc. o. cit .. pp . 145-46. 237. 27 5.
r 12 1> lt IC Fmna L·iari , Sintassi italiana dcl!'l tso 111odemo, l:ircnzc, Sansnni, 18\l l. J'Jl . (269 ¡ G. Savianc.o. cit. , pp. 83. 10 1. 127. 130. 145 . 14 7, 190.
208 -21 () t Reim presión anast;Ít ica, ¡:¡ renzc. Sansoni , 1974 ). (270) C. Tomasi di Lampcdusa. 11 ¡.:attopardo, Milano, l'cltrin cll i, 1953. p. 21 .

72 73
Berta: "le isole Aleutine, formanti come un cordone", "un nuovo partito
se habla de "un teorema riguardante l'inglese" (276) G H
avente come simbolo il circolo" (271 ). Aun limitada la exploración a los
escritores italianos actuales, los testimonios de la presencia de este tipo de ~ao:~~:ddo: Sdel la le~~ua italiana y de sus recursos ~xp~esi::~~e:~j~~c~:
participios en sus obras resultarían bien elocuentes por su abundan c ia. . . yer diciendo que "la sua tesi riguardante il ritmo della fra·
se ... non e corroborata dai fatti"; Y en otro lugar· " . . . . .
Véamos algunos en La mig!ior vita, de Fulvio Tomizza: "un tale dubbio, . . . . . . . sono natl. .. de¡ partiCIPI
P resentl esprtmentJ az¡on¡ fll1ite" (277) E
implicante il totale cambiamento di una vita", "una boccetta contenente . n uno de sus comentarios al De-
cameron de Boccaccio escribe Umberto Bosco.· "Ouesta
un liquido", "l'incartamento riguardante mio figlio , "un tovagliolo ... 11 é la superno-
ve a ... preannunciante da vicino la civilta del! e cort¡' del R. . .
contenente solo il tabacco", "fantocci di paglia e stracci raffiguranti le (278) y 1nasc1m1ento"
autorita italiane", "l'edificioprospiciente lastrada", (el altar mayor) "cante- . armando Pleble : "gli stessi termini indicanti la pittura e 1 .
ra" "e t d a scnttu-
, . . 1
once to e 11 'arte del bello inc!udente 111 • •
neme le spoglie di un santo", "armadio contenente i paramenti bianchi", " . . . se a poes1a, la p1ttura"
" i leggii dei componenti la banda" , "i miei rintocchi annuncianti l'inizio qu~ste ongll11 dell'estetica greca, culminanti nella polemica tra i P't .·

de ll a messa ", "il confiteor annunciante la richiesta del pane santo", "tre Ci e 1 Sofisti." (279) . En la obra crítica de Giorgio Barberi Squarot~i ~g:~~~
raro encontl arse con expresiones como"fanta .
prc ti indossanti la cotta" (272). · l' . . . , sm1. .. non trasportan ti con
se Oli Ol e del! oppressione e della morte" "m o t . ' - .
deii'E " ... . ' s n popo,antJ 1 castelli
Y, co ntrariamente a lo que suele decirse, no es sólo en la lengua pu - . . ur~~a.. . il . fonclam e nto ideologico giustificante le sue strutture lin -
r·ame nte literaria o en el lenguaje administrativo, donde suele emplearse es· gulstlche , realta social e, comportante la piena . .
z· .. .. . .. . assunz10ne e glustifica-
te tipo de construcciones con e l participio de presente, que se tachan d e lolne , . neoreallsmo sp ecificamente meridionale, accentuante sia i moduli
'"latiniza ntes". Las encontramos igualmente en la lengua sencillamente d 1a ettali, s1a .. . " (280).
·~x positiva del ensayo y d e la crítica y hasta en la prosa cronística de los "V 1 En el_ mismo Bruno Migliorini podemos leer expresiones como ·
pe ri ó di cos. Fausto Nicolini, al trazar su espléndida biografía de Benedetto a ga un Plccolo elenco includ t · . ·
en e noml gergal¡ e semigergali" (281)
Cruce. nos habla de "un · comunicato ufficiale annunciante che ... ", y de pesar de haber afirmado que "il participio presente ten de sempre . . , a
"" una lotta escludente ogni concessione" o de "i componenti quel Camita· r.ars1 dal ve rbo" (2 82 ¡ ... PIU a stac-
. . . . . . Y que In confronto col latino, il valore verbal e d e i
lo cli liberazion e" (273) . Croce mismo había escrito que "Leopardi fu il partiCIPI e 111 Italiano molto meno sentito" - d' el "
· · . · ana len o que con un verbo
i!Of! la ... dei gi ovani liberali, preparanti guerra e rivoluzione" (274). Mauri- t~a:sltlvo, pon¡amo ar~re, una costruzione come¡¡ contadino arante i cam-
; io Dardano, en su estudio sobre el lenguaje periodístico italiano, habla de P letterana e se nslbilmente latineggiante" (283) S . ..
· era una construcc10n
" ce nt r i di e nunciati aventi perlo piu una funzione esplicativa e conclusiva "
(2 75) . En e l prólogo de Francesco Antinucci a su traducción de la obra de
Noam Chomski, y en e l texto de esa traducción, podemos leer que "ci (276)
N. C ILwrn skl. Le strunure del/a smtassi. lradu zionc e no te di 1·. Antlnuc ' 1
so no fe n o m eni concernenti il linguaggio" y "proprieta indicanti che ... "; y B_'lrl . •rtcrza. 1970. pp . XIX y
27 . e
(277) C•. llcrczcg, o. cit .. pp. 123 .
130
(278) U. llosco. "introduzionc" - e .B .... ·
p. 9 _ '1 '· occ,rcclo. Decamerou . Milano. Bictti. 1966.
(279) A. Ple be. Origini e pm blemi Jel/'estetic . .
t 27 1) C. ll c rto . !.a fantarca , Milano. Ri zzo li , 1971. pp. 177-78, 181.
hlenli di storia del/'estetica . Milano. Marzao~:~~:c~g~~~ ~~n~9s. t12·l omenti e pro-
t272 ) 1:. To mi zz a. /.a mig/ior 11ita, Milano , Rizzoli . 1977. pp . 50. 120. 147 . 165. (280) (, ilarbc rr s . 1 · . · JJ· • l.
1
198 . 203 . 220.222,235,242.246,249. Ji .· 19,65. pp. j~'~79tl , .a narratll'a italiana del dopog11erra. llologna. Cap pc l-
L2 7J ) 1:. Nicolini. Cmce. Torin o, U.T.E.T .. 1962. pp. 276 , 357 , 408. (281)
( 2 74) ll. Cruce. " Leopa rdi", un Poesía e 11011 poesía, Bari , Latcrza, 1950. p. 98.
13. M igliorini. fllomi del tipo "hracciante" cit 125
(282) B. Migliorini fill'r!l . .. · ·· p. ·
127 5) ~ l. Dardano. 11/inguaggio dei giornali italiani, Bari. Lat c rza. 1973 . p. 311. (283) . . . .· . " a contemporanea. 1-irc nzc , Sansoni. 1943 ) 69
ll . MlgJionnl. 1 IIOIIIi del tipo " bracciante" cit 109 . J. .
. .. p. .

74
75
ii i(!IMia y \atinizante ; pero lo ci erto es qu e, corno ya he dicho, no es raro
irradiantisi piu o rneno lantano" (288); "una quantita di terrnini nuovi,
,. 11 c 011 trar la inc lu so en la prosa llanamente cmnística d e los periódicos:
especialmente riferentisi al liguaggio scientifico e econornico" (289); "l a
· L '; 111 / i;ma s i ~¡ n ora . rn entre attr aversava la str ada prospiciente la propria
su a decisione riferentesi al la forma verbal e in -ant" (290) ; "rnitic i ricorcli
,l¡¡ l.t l. iun t! .. " (284) . Y esp ecialmente abundante es este empl eo ele \ parti -
perdentisi nella lontananza dei ternpi" (291); "Correnti di caldo e di fred -
I' IPill lh~ pn! se i!W transitiv o en el lenguaj e conciso , funcional Y rn erarn ente clo con fu se e accava/lantisi" (292) .
, ., 1 , 0 ~ 1 1 1 v n, r\ c lélS <1uias turísticas: "u n clipin to raffigurante la V erg ine ch e
Esta encl isis pronominal qu e, corno veremos luego, se da también
Plf>\ I J;¡ il B<li!J!lino a San Bru n on e" (285) .
(y con mayor frecuencia aún) con el participio pasado, es uno ele los rasgos
f c11npoco er¡ construcc ión abso lu ta son privat ivos el e la lengua lite-
sintácticos rnás evid entem ente diferenciaclores de las posibilidades ex presi -
r. 111 ,1 ,., Los parti c ip ios el e presen te. N o es clihcil ni ram encontrar en cua\ - vas del italiano fr ente al españo l.
i'I P'I 1:I;ISI! d 1~ t' ~c r 1 t os expresione s corno éstas : "la cui sto ri él non é fac il -
'~ "'" :· : ll" l-st! tJl ll bi lr! ... stant i le co nclizioni cle ~¡\i anni difficili cli gu erra"
• '); q -;¡ _ " l .' t~ di l.io n e usci vivente i l poeta " (287) .
Adjetivos ckv c rbalc s con cu lllplemcnt;, c ió n dire cta.
La t! jemp \ i 1icilCIÓn , n o exhaustiv a, n;1turalrn en te, a u nqu c qu iz<Ís
• , •:1"; ' " " · qtl l! h e apo rtado. d emu estra bien la co ntinu a viyencia de l ver -
Mu y próxima a esa co nstru cc ión del participio ele presente t ra nsiti -
" !o'"' pc~ rii C I(lt O cio: p rese nte en la lengua escr it a italian a de tocios los ti em -
vo, con la cmrespo ndi ente comp lementac ión directa, está la de algunos
. " " tllil l lt!l ;-1 p drti cu lar. en la lengu a esc rit a actua l.
simpl es adjetivos deverbal es qur, ev idenc iando tambi én su intrínseca, y no
de l todo o lviclacl a. natu raleza verba l transitiva, pueden también ser cons-
tru idos en itali ano con un compl eme nto directo .
' ' -"l lt.'l¡l lt• t k ll l' l'~t' l llL' il<iliano co n pronombre e nclíti co.
Aunque 1·arísima y ex clusivam en te literaria, esta construcción, pro -
pia el e la si nta x is gr iega (293) , y que ya en el latín rnisrno era un raro pre -
L- • c" ns iSi t! IICiil ve rbal del participio el e pr esen te ita li ano se evi den -
ciosismo sintáctico, ha sido a veces emp lea da en el italiano moderno por
'" "tlltl.! ll, y de mant!ra muy especial, cu ando en él apa rece la enclisi s
algun os escritores emin entemente cultistas, en busca el e ex quisiteces est i-
., 1• "ll il •iil lo lll iSIIlO si el verbo es transitiv o q ue si es intra n sit iv o.
l);¡rl;, f¡¡ td icaz concis ión el e esos sin tagmas, desde un punto de vis-
lístiC as. Así lo ha hecho Ricard o Bacchelli que, en su tantas veces citada
novela 11 mulino del Po, n os h ab la ele: "uno stupito se ntim ento, ben
. ,, 1, ,·rl lt '111l' lllt ! tunci onaf, esos participios el e presente con encli sis pro-
proprio di abitatori le terre ... del Po" (294).
, 1;r 1.,J t¡ Jol tt !t: t: ll quizás con mayor fr ecuencia en la lengua esc ri ta no es -
··• 1• 1dll l •' ll ll' l1 tc r¡¡ri é1 que en t ex tos literar ios p ropi ame nte dichos: "G en o -
,, ,, ,;1., 1¡ 10 che dr!tennina il t ip o ligure co n le su e eneruich e inn ovazio ni
(2R8) G. Dc·vuto-C. Ci:tconwlli. 1 dialetti d e/Ir r egio/Ji i/'!talia. Fin.:nze. Sa n,o ni.
1972. p . 14 .
t2H9l C:tr lo i'cll q!rin i. " Rel:t7.ion i fr¡¡ la Jett cratur:t italian a e l:t lettcra tur:t francc-
' >,.11 " 11 1c' ll t¡ ••l" •k 1{<111!:1, cil .. p. 5 . . . ' . ' . sc" . en l .crr rrat ure comparar e. 1\olilano . Marzorati. s.a., pp . 65 -66.
1 ' ~\
•• )
\ lli•ll'l<l t ok' IIC'S"''· N uo l'(l guida di Na¡Jo /i e dii!/OJ'IIl . N:tpoll. SOL'It.: ta l·dJ!rJ- (290) C. l lcrczeg , o. cit .• p. 123 .
,., ·~ ; q ><> ki:t ll :l. 1<) 7 3. p. 66 . (2911 To nllll:"o Sorbc lli . " Rcl:tli oni fra l:t lctl cratur<t italian¡¡ e le lcttcr:tlllre cl assi-
-~ 1 . 1 \ l,111 r1; i•> \ 'it. <k. Nu f;¡ fin:~l :t 1/mu!il!o de/l'o L·i t.. de IC l!:tccill'lli . tomu JI l. clic". en /.err C'rarure cnmparot e cit.. p. 332.
1' 7KS . (292) C. lkrto . 11 uJn/c oscuro. Milano. Rizzoli. 1973 . p. 269.
\ SL- d i"m'. r-.!u l :~ introd uci!V:t al Ca n lo XX JI tkl Lihru JI de l Or/al!r/o ll!l!a- t29 3J .l usL' S. L<tsst• de l:t Vega. Sil!taxis griega. l. Mad rid. C.S .I.C.. 1967, p. 363.
11.,,,.t-l ,: . de· .\1 \ l. 1\o •i :ll d« . T"ri iHI , 11T .l . r .. I <J(l(,, To ii! O 11. p. .\4(, , 12941 R. I!:Jcc liclli . 11 Jmi/iiiU del Po cit.. tum o 111. p. 4 70.

/ 1'
77
G iorgio Pasqual i, que comenta y aplaude esta curiosa construcción Recordaré, ante todo, que, como ocurre con el participio de pre-
en la obra de Bacchelli, nos recuerda que, además de sus remotos antec~­ sente (sobre todo en el italiano, según hemos ya visto), esta forma no per-
dentes en la literatura latina imperial, e incluso en la literatura italiana pr.l- sonal del verbo participa efectivamente de un doble carácter: nominal (en
mitiva (Ritmo di Sant'Aiessio), se había dado algún otro caso mucho mas función de adjetivo o de sustantivo) y verbal. El primero es sólo ocasional;
prOXIIll
' 0 y CIUe Gianfranco Folena lo había señalado concretamente . en el segundo, con mayor o menor evidenciación, es permanente. En el pri-
Uuo Foscolo, el cual, en una primera redacción de su poema ~e Graz1e, ha- mer caso, las coincidencias entre el espai'íol y el italiano son bastantes; pe-
ll la esc rito estos versos, suprimidos luego en la redaccion def1111t1va: ro no lo son tanto en el segundo caso, es decir, cuando el participio pasado
" L.' ilrti eternatrici l'armonia divina" (295) . . conserva prevalen temen te su valor verbal.
Ello es una prueba más de la admirable receptividad de la lengua l1 -
1''' ;,, 1 till iana co n respecto al latín, que la hace tan rica de posibilidades ex -
f'' (! S I V i. l ~ El fl<irlicipio p<~sado nomin~Jii 7.~ Hio.

El empleo del participio pasado nominalizado como adjetivo o co-


L''' d~to s ¡Jrincipalcs de este estudio fueron prcscnt_ados e11 forma
:- < o· ...
r,,.· ·
· \' ll l l l llll\l.\t.. \011 C, ll l ·1 " 'XIV Cun••rcsso
·
lntcrnazionalc di Linguistica
1 1 1 ~ -,
L' ·1 mo su stantivo r.s tan fr ec uente en e l italiano como en e l espai'íol. Y en am -
l!'' e . . o og
., •
..
11." "'·'" ' " , ckhr;tdul11 ,qJU cscc. N: 1, · 1•1 15 ·11
• 20 de abril ele 1974 . D~eha comun1 caclon .
- . .. '" bl' .. d·en bas le nguas conviene te ner en cu enta que el participio pasado de los ver bos
''' " ,.¡ lillll•' d t· 1~'/¡Jarrici¡Jio ¡Jresente Cll italiano y en es¡Jmwl. ~l!>.lrCLC pu le.!. " •1 transitivos tien e valor pasivo: "los c iudadanos desterrados" o "los desterra-
Ir¡' \ \ JI ..
d\' ;li.¡Ul' l e·Ollgf\..:~0... pp. 353-37 1' 1-'-'1 trabajo
. . . fue tamb1cn publicado . con e
dos" ("i cittadini esiliati", "gli esiliati"), los que han sido desterrados ;
t ! 1\:I I P 111111t ) , t ., 1 " l:¡lc>l<>"l·.,
e • Mudcnw". 54 , Madml. JUniO 1975 . pp. 345-366.
mi entras "los soldados ca idos" o "los ca idos" ("i soldati caduti", "i cadu -
ti") , los qu e han caldo . Pero, con más fr ec uencia en el español qu e en e l
italiano, se da el empleo anómalo de ai(Junos participios pasados ele verbos
IV. EL PARTICIPIO PASADO transitivos qu e, contrariamente a lo que acabamos el e dec ir, tienen valor ac -
tivo: "estaba algo bebido" , "estoy recié n comido", "un estudiante muy
leido" o "a guisa de omme entendido", corno escribía el marqués de San ti -
llana (Infierno de los enamorados, XXX, 8) .
Aunqu e quizás fuera más correcto llama rlo participio "perfecto"
iJ< IIll lc!valece r en él el aspecto perfectivo sobre el temporal (296), seg.uiré El participio adjetivo, ciada su proximidad a los adjetivos calificati -
dlllil 1;, denominación usual en las gramáticas . Y, para una mayor clandad vos, se da principalmente con verbos qu e ex presan una acción continuada
''!' ia ex posición, aun a riesgo de pecar ele prolijo, repitiendo noc10nes (297): "un hombre muy admirado". Y pu ede ser empleado tanto en fun -
, uh rarlilme nte conocidas, recordaré previamente los diversos valores _que ción atributiva, "un joven instruido", como en función predicativa, "el
avaro ten la escondidos sus tesoros" (298).
Jlllf~ rl e te ner esta forma no personal del verbo y que justifican sus d¡v er-

~us <!111p leos. Corno los demás adjetivos calificativos, dicho participio adjetivo ad-
mite grados (comparativo y superlativo) . En esto continúan coincidiendo

C. l'asquali . "·cit .. pp. 113. 133-34 . . l297J 1{. l·or11aciari . o. cil .. p. 2 1O.
l.·ra tH.: il l'r-1111
, , ¡11·¡¡-1
• i\"enu
r. . !/ verho nel/'italiann rmtico. Milano-Na poli . IC Ri c- !298) ¡\ J.Rc¡; ula-.1 . .lcrncj . Grammalica italia11a ilescriuiva . Berna. i\ . 1-'rallckc- t\. C.
1·iardi. 1%4. p. 319 . 11. l. Verlag. 1965. pp . 23 3-234.

7H
79
ambas lenguas . Coinciden también en el hecho de la ausencia de la enclisis Por cierto que. con respecto a la antedicha advocación de la Vir-
pronominal. Este último hecho, que en español nada tiene de sorprenden- gen, Concetta, se ha dado en español este hecho curioso . Carlos 111, rey de
te, por la sencilla razón de que el participio pasado en nuestra lengua nun- Nápoles en un primer momento y rey de España luego, proclamó en ambos
ca ha llevado tal enclisis (como tampoco la ha llevado el participio de pre- reinos como Patrona a la Inmaculada Concepción . Ello contribuyó lógica-
se nte ), sí que puede sorprender en el italiano, ya que éste la admite, en mente a que esa advocación se adoptara muchas veces en los bautismos co-
¡-
ca mbio, y la lleva frecuentemente, como luego veremos, cuando el partici- mo nombre de mujer . A las mujeres italianas que llevaban como nombre
1 pio conserva su valor de verbo. Por el contrario, como decimos, el partici- esa advocación se les llamaba Concetta; a las españolas, Concepción . Pero
pio-adjetivo italiano no admite esa enclisis ni siquiera cuando corresponde en España, donde las aficiones italianistas eran muchas, ese nombre italia-
, verbos reflexivos o pronominales en general: "uomo pentito (infinitivo, no Concetta, que parece se daba a veces a las Concepciones españolas, aca-
1

¡wntirsi), uomo perdonato" (299) . bó por interpretarse como un diminutivo, dado el evidente parecido entre
el sufijo -etta de ese participio pasado irregular y el sufijo -étta de los di -
minutivos femeninos. Y de ese supuesto diminutivo, que se tradujo por
1:1 participio pasado atributivo. Conchita en español, se cre ó el falso regresivo Concha, con que, en forma
hipocorística , solemos llamar a las Concepciones ya maduras.
En té rminos generales coinciden e l español y el italiano e n el em- De todos modos , no es raro ver también en italiano esas antedichas
p leo de l participio pasado en función de adjetivo predicativo, es decir, liga- ad vocaciones expresadas e n la mism a forma, más popular, en que las ex -
do ¡Ji nombre mediante un verbo copulativo cualquiera para expresar esa presa e l español. En la tantas veces aludida obra de R. Bacchelli, 11 mulíno
.¡cc ión más m e nos duradera implícita, como hemos dicho, en los partici- del Po , podemos ve r, junto a "il giorno deii'Ascensa" o "il di deii'Ascen-
1 0

l il ios adjet ivos. En cambio, veremos en seguida notables diferencias e ntr e


• nbns lengu as e n e l empleo del participio pasado e n función atributiva, es
sa", "la vigilia deii'Ascensione" y "la mattina deii'A scensione" (301) .
11
, lr!c il , unido asi ndéticamente a l nombr e (300).
1 Por eje mpl o , e n algunas advocaciones ele la Virgen, mientras e l es- El participi o pasado atributivo latinizantc .
l ,1añol sue le emplear un sustantivo verbal acompañado de un complemento
. lete rminativo, la Asunción de la Virgen, la Inmaculada Concepción de la An á logo al qu e acabamos de ver es e l empleo latinizante del parti -
Virge n , e tc. , e l italiano emplea frecuentemente el correspondiente parti - cipio pasado en forma de adjetivo atributivo, pero en realidad cargado de
•:ipio pasado corraclical, acompañando al sustantivo en forma atributiva: sentido verbal concreto, para expresar una acción referida al sustantivo al
la Maclon na Assunta, la Madonna Concetta, la Madonna Addolorata; Y esas que dicho participio acompaña. Uno de los casos más conocidos es el pasa-
¡1dvocaciones, Assunta, Concetta, Addolorata etc. han pasado así a la ono- je de Tito Livio (Ab urbe condita , liber XXI) , en que habla de Aníbal:
1mística fe menin a (a veces también a la masculina, Concetto) especialmen- "Angebant ingentis spiritus u irum Sicilia Sardiniaque amissae" . Aparece
te en las reg ion es de l sur de Italia . frecuentemente empleado ese tipo de participios en las inscripciones : 08
HEM PVBLICAM CONSERVA TAM . Y su uso quedó consagrado en las
fórmulas de datación del tiempo , tanto clásicas ("Ab urbe condita") como
t299) M. Re~ula-.1 . .lcrnej , o. cit .. pp . l94-196 . cristianas ("ante Christum natum", post Christum natum").
(300) A unqu e hay notabl es discrepancias e ntre los filólogos en cuant o a las acep-
cinne s de los términos predicati1•o y atrilmtillo. re ferid os a los adJetiVOs.
adoptu la recogida por 1-'e rnand o Lízaro Carrctcr e n su Diccionario ele térmi-
nosji/oló.ú cos. ~ladrid. Gredos. 196 7, p. 27. t301l R. Bacchclli. o. cit .. Tomo l. pp . 215.221-25.295 .

í 80 81

í
En la lengua litera r ia italiana este empleo latinizante del participio
Nada sorprende encontrar este tipo de participios en ese culto y
pasado h a sido bastante frecuente en todos los tiempos. Basten algunos
gran escritor, que es Riccardo Bacchelli, y encontrarlos incluso como deli-
ejemp los . tanto a ntiguos como actuales, en los que el español preferiría
berado calco latino: "dopo il disastroso passaggio del Dnieper e Maloiaro-
siempre e l e mpleo de un sustantivo abstracto en lugar de ese participio de slavez undici volte persa e ripresa" (305) . En otra forma, lo vemos también
la misma raíz. En Dante: "lcaro misero le reni 1 sentl spennar perla scal- en Fulvio Tomizza: "incolpava la Perpetua del mancato starnuto", "pian-
data cera" (lnferno, XVII, 109·110). Es claro que la causa de que a lcaro se per l'avvenuta accettazione", "non ce ne fu bisogno grazie ... al mutato
se le cayeran las plumas de sus postizas alas no fue la cera recalentada sino atteggiamento verso i preti" (306).
el recalentamiento de la cera. Boccaccio, a su vez, escribe (Filocolo, Libro
También se emplea esta construcción en el italiano no literario:
1 16 8) : "né del le nostre armi prese niente sanno", (,no saben que hemos "era molto addolorato per il mancato successo".
e.mpL;ñado las armas"). Y Machiavelli (!storie fiorentine, Libro VI): "e, a En español, a pesar de nuestra antedicha preferencia por el empleo
questo fa re, gli offerse Niccolo Piccinino pagato mentre che la guerra duras· del sustantivo corradical abstracto, no es del todo desconocida esta cons-
se" . (Lo que Filippo Visconti ofreció al Papa Eugenio fue que él pagaría trucción latinizante en la lengua literaria . Francisco de Moneada, en el
a N. Piccinino, y no un Piccinino ya pagado). Giuseppe Parini (// giorno: 11 "Prólogo" a su Expedición de catalanes y aragoneses contra turcos y grie-
mattino, 214·215) , hablando de Laura, dice: "gia la bella Francese e i culti gos ( 1623), enumera, como castigos divinos caídos sobre aquellos pueblos,
campi 1 a l'orecchio dei re cantati furo" . Comentando G. Albini ese "uso toda una secuencia de desastres: "desbaratados y rotos poderosos ejérci-
class ic o del participio in luogo d'un astratto seguito da specificazione" ("el tos, vencidos y muertos en campo reyes y príncipes, grandes provincias
c u 1tivo el e los campos"). recuerda su frecuente presencia en los escritores destru ídas y desiertas, muertos, cautivos o desterrados sus moradores ... T ra-
il<llianos y cita toda una secuencia de los mismos en el Scisma d'lnghilter- cia , Macedonia, Tesalia y Beccia penetradas y pisadas". Pero, a diferencia
ra c1 1~ Bernardo D avanzati ( 1529·1606): "avrebbe grande allegrezza ... per lo del italiano, tampoco esta construcción ha tenido arraigo en español , ni si -
!lt!VOtissimo libro ele' "Sette Sagramenti" composto, perla Sedia Apostol ica quiera en la lengua literaria .
11 1iim;11 nente difesa, perla persona sua di mano dei nemici tratta" (302) .

No es raro tampoco ver estos participios en los escritores italianos


El participio pasado atributivo en la titulación ele obras.
•;o ntemporáneos. Así, en Nicola Lisi : "non s'accorse della sopraggiunta
rnia prese nz a", "forse per l'avvenuta pace del venticello .. . sta ferma" (303).
Esta misma tendencia culta italiana al empleo del participio pasado
lqualm ente en G. Papini: "L'amore non tollera spartizioni ... fiorisce sotto
¡;seg no del terzo ese/uso" (304) . También aquí está claro que como flo·
atributivo, en lugar del correspondiente sustantivo verbal abstracto, se da
también en la titulación de algunas obras famosas, a partir de los albores
1 er.e el amor no es "con el tercero excluido" sino mediante "la exclusión
del Renacimiento . La vemos ya en el título del poema épico que, sobre los
ele terceros".
amores de Orlando, escribió Matteo Maria Boiardo.
Aunque en la edición de 1534 apareciera el título obvio de lnna-
moramento di Orlando Y. mucho antes, en la carta que, con fecha 16 de
mayo de 1495, dirigía Antonio Caraffi al hijo del ya fallecido autor, se
e;. l'arini. 11 giomo , a cura di e;. Albini , Fircnzc, Sansoni, 1957. p. 13 .
1 .Hl2 l
(303 ) N. Lisi . o . cit., pp. 108. 132 .
(J04) (; . l'apini. !.'aurora del/a letteratura italiana. Fircnzc. Vallccchi, 1956. p. (305) R. Bacchclli, o. cit., Tomo 1, p. 15.
11 6. (306) f'. Tomizza, o . cit. , pp. 144, 146, 151.

82
83
congratulara aquél por la publicación de los Amori di Orlando; acabó po_r 1 de Santillana, o "El saco de Roma y muerte de Borbón", "Libertad de Es-
prevalecer, porque respondía mejor a los gustos cultistas de la epoca, el ti-
paña por Bernardo del Carpio", "Conquista de la Bética" (1603) etc., de
tulo que hoy continúa llevando de "Orlando innamorato". Se trataba, en
Juan de la Cueva, escribe ahora Lope de Vega un poema "Jerusalén con-
opinión de Pío Rajna, de una reacción de signo aristocrático frente a los
quistada" (1609), con el mismo título de la susodicha obra de Tasso; y
populares títulos que llevaban otros conocidos poemas épicos que ci~cula­
escribe otras obras con títulos como "Roma abrasada", "La difunta plei-
ban por Italia, como "L'innamoramento di Rinaldo" o el franco-veneto
teada" etc. Por entonces también, publica Cristóbal Suárez de Figueroa su
"La prise de Pampelune" (307). , .
"España defendida" (1612) y María de Zayas, una serie de obras con títu -
En la misma línea culta está el título del otro gran poema ep1co ca-
los de este tipo: "El prevenido engaño", "La inocencia castigada", "La
baileresco que apareció años más tarde y que, en la inicial intención de su
burlada Aminta". A propósito de este último título, diremos de paso que,
autor habría de ser una continuación del poema de Boiardo. Me refiero al
al considerar femenino el nombre Aminta, doña María de Zayas caía ya en
"Orla.ndo furioso" de Ludovico Ariosto. En este caso, aunque el elemento
el mismo error en que, como escribe Joaquín Arce, se ha caído también en
atributivo, furioso, no sea un participio sino un normal adjetivo, es evi~en­
algunas obras de crítica muy recientes (308). La culpa la tuvo Juan de Jau -
te la equivalencia semántica entre ese adjetivo y el participio enloquecido .
regui al traducir mal (Aminta) la obra de ese mismo título de T. Tasso, en
La demuestran el contenido de la obra y el hecho de que el título que le
la que se cuentan los amores del pastor Amintas (en español, con -s final,
dio su autor es eco del de la tragedia "Hercules furens" ("Hercules enfure-
como Eneas, Hércules, Amarilis etc.) .
cido" o enloquecido) de Séneca.
Más tarde, cuando, a finales del siglo XVI, se publicó el gran poema
• Se publicaron también en el siglo XVII "La Hespaña libertada", de
de Torquato Tasso, el título que prevaleció frente al de Goffredo, que le
Bernardo Ferreira de Lacerda ( 1618), "Sevilla restaurada" de Juan Anto-
habla dado su autor, fue el de "Gerusalemme liberata" . Y ello, a p:sar de
nio de Vera y Figueroa (1632), "Nápoles recuperada por el rey don Al ·
que lo que en dicho poema se cuenta no es lo que ocurrió en Jerus~len des-
fonso", de Francisco de Borja (1651), etc. Pero la moda de este tipo de ti-
pués de conquistada la ciudad, sino las peripecias de aquella conquista . Tas·
tulaciones no llegó a generalizarse y acabó por prevalecer en ellas la habi-
so mismo reconoció implícitamente como más acertado ese culto modo
tual sustantivación verbal abstracta española: "Defensa de Tarifa", de An·
de titulación cuando, a la nueva versión que hizo de su poema, tras hab:r
tonio de Zamora, "Defensa de la Junta Central", de Jovellanos, "Conquis-
introducido en él las modificaciones que le dictaron sus tormentosos escru-
ta del reino de Maya .. . ", de Angel Ganivet, "Defensa de la Hispanidad", de
pulos, la llamó "Gerusalemme conquistata" . . .. Ramiro de Maeztu .
1nfluyó seguramente esa ya prestigiada moda italiana de t1tulac10n
para que muchos de los escritores españoles del Siglo de oro di.eran a sus
obras títulos semejantes, a pesar de la antedicha natural tendencia de nues-
tra lengua a la nominalización o depredicatización, como la llaman otros. El participio pasado en función verbal.
A · frente a títulos anteriores como "La coronación del marqués de
SI, E d V'll
Santillana", de Juan de Mena, o "Defunción de don nnque e 1 ~· Como ya dijimos al principio, las diferencias en el empleo del parti-
o

na" y "Coronación de mosén Jordí de San Jordí" del antedicho marques cipio pasado en ambas lenguas son aún mayores cuando en éste predomina

(307) M. M. Buiardo, Orlando iwzamorato , a cura di Aldo Scaglione, Torino,


U.T.E.T., 1966, Tomo 1, p. 187 , nota 1 al titulo de la obra. (308) J . de Jáurcgui , Aminta, traducido de Torquato Tasso, edición de Joaquín
1
¡ Arce, Madrid, Castalia, 1970, p. 22.

84
85
su carácter verbal. Ocurre esto, ante todo, cuando va acompañado por al-
gún verbo auxiliar para formar tiempos compuestos o para for~~r la lia- tiempos compuestos de un mismo verbo, según el grado de transitoriedad o
intransitoriedad que advierte en él. Así, frente a una expresión como "so-
ma d a voz pasiva. Ocurre igualmente cuando aparece en construcc1on
• . abso-
Juta; y también cuando aparece en construcción conjunta, exp 11cat1va o es- no corso a casa sua", puede oirse y leerse "sto sudando perché ho corso
troppo". En este último caso, el adverbio cuantitativo troppo actuaría en
pecificativa. . . . .
En este último caso, el participio conjunto espec1f1cat1VO podna a cierto modo como complemento directo interno de ese verbo correre. Se-
gún G. Rohlfs (312), ese vacilante comportamiento de algunos verbos ita-
veces Confundirse con el ya estudiado participio adjetivo atributivo.
•• Pero
lianos obedece al hecho de que expresen sólo la acción (ha vo/ato alto) o
en italiano, como veremos luego, la posibilidad de llevar la ene 11s1s P~~n~­
minal es ya un dato seguro para precisar el carácter verbal de un partiCIPIO expresen también alguna circunstancia (e vo/ato sul mare) . De todos mo-
pasado, desde el momento que el participio adjetivo no puede llevarla. dos, en la mayoría de los casos, el comportamiento lingüístico obedece ex-
clusivamente a razones subjetivas: "il mela ha fiorito" (el manzano ha

í
echado flores) "il mela e fiorito" (está florecido).
1
El participio pasado, acompañado de verbos auxiliares. Sabido es también que, en italiano, el auxiliar para los tiempos
compuestos de los verbos pronominales o reflexivos es igualmente el verbo
Cuando va acompañado por un verbo auxiliar, se da ya en el e~­ essere: "si e arrampicato su di un albero e si e rotto (o rotta) una gamba".
pleo del participio pasado esa vistosa diferenciación, que registran las n:as Otro hecho diferenciador entre ambas lenguas es el de la concor-
elementales gramáticas comparadas; es decir que, mientras en el espanol dancia de ese participio en los antedichos tiempos compuestos, ya que,
moderno el auxiliar único para la formación de los tiempos compuestos_e_s mientras en español el participio, auxiliado siempre por haber, adopta
el verbo haber, en italiano puede serlo avere o essere, según que el partiCI- constantemente la desinencia indiferenciada -o, en italiano la desinencia
pio auxiliado sea transitivo o intransitivo. , de dicho participio es muy variada, no sólo cuando lo acompaña el verbo
E tomismo había ocurrido en el español antiguo (309); Y as1 pode- essere sino incluso cuando lo hace el verbo avere: "l'ho visto, l'ho vista, li
r- s '
mas leer, por ejemplo, en el marqués de Santillana: "lqual di res que so~ ho visti, le ho viste" etc.
1
que dad o " y. "Señora . qual soy venido 1 tal me parto" (310). Pero lueg . Con determinados verbos, que actúan como auxiliares, el participio
acabó por imponerse como auxiliar único, lo mismo para los verbos transi- pasado puede tener, lo mismo en italiano que en español, función predica-
tivos que para los intransitivos, el verbo haber (311 ). . . . tiva: "restó meravigliato", "quedó maravillado". El italiano emplea frecuen-
Por cierto que la diferenciación entre verbos trans1t1vos Y verbos In-
'!, de he-
temente como tales auxiliares los verbos venire y andare: "viene detto mol-
transitivos no es siempre tan clara como a primera vista parece .. te volte", "va rilevato che ... ". El empleo de venire en función auxiliar tiene
e h a , el italiano se comporta de manera diferente en la expres10n de los ya sus precedentes en los autores latinos (313) : "Redditaque Eurydice su-
l . peras veniebat ad auras" (Virgilio, Geórgicas, IV, 486).
Dada la notable tendencia del italiano, y especialmente de"l italiano
(309) R. Lapesa, Historia de la lengua, cit., p. 213 . . . . moderno, a la expresión braquilógica (314), es frecuente ·en él la elipsis del
(310) liiigo López de Mendoza (m. de Santillana) , Cancwnes y deczres , Madnd,
La Lectura "Clásicos castellanos", 1913, pp. 189,227 . . ,
(3 11) Probablemente, P. Tekavcié (o. cit. , Vol. 11, p. 295) piensa solo en el espa-
- ¡ derilO cuando hablando de la penetración de essere en lo~ diversos
no mo , ", d' tuttavw (312) G. Rohlfs, o. cit., p. 121.
países de Ja Romania, afirma erróneamente que : 1 u~o .i essere e . (313) M. Regula-J . Jernej ,
limitato alla Romania, centrale ....:nentre nelle aree penfenche (Balcam, lbe- o. cit. , p. 189, nota 2.
(314)
rorromania) esso non e penetrato . Mario Medici, "Sintassi del periodo nclla pubblicita", en AA. VV., La sin-
tassi. Rom a, Bulzoni, 1969.
1 '·
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87
verbo auxiliar entre la conjunción subordinante y el participio auxiliado:
los adjetivos) se demuestra en italiano por el hecho de que, como ya he-
"Ci trovavamo oramai in un mondo cuí io non appartenevo perché nato
mos dicho Y veremos más adelante, tanto el uno como el otro pueden lle-
prima della guerra" (315).
1
var la enclisis pronominal: ·"Renata entro in casa di Antonietta ... per sos-
1
El español, por su parte, admite a veces en estos participios altera- tituire la vecchia nutrice di Umberto ritiratasi nel su o villaggio" (317);
ciones derivativas, como ocurre también con el gerundio, según hemos vis- "Benedetto guardava, rimessosi a giacere supino, i punti lucenti dell'im-
to, que no se dan en el italiano: "en medio de los dos 1 ha crecidito un ro- mer.so azzurro" (318).
sal", decía un viejo romance popular, que se oía cantar en pueblos de la
Rioja alavesa. El italiano procede con gran libertad en el empleo del participio pa-
sado conjunto, lo mismo si se trata de verbos transitivios que de verbos in-
transitivos, Y sean estos últimos de significado dinámico o de significado
estático (estado, permanecido, quedado etc.), de más difícil empleo en es-
El participio pasado conjunto. pañol éstos, en construcción conjunta. El italiano, en cambio, los ha em-
pleado sin traba ninguna en todos los tiempos: "come gente stata sotto lar-
Por lo que se refiere al participio pasado conjunto, el italiano dispo- ve" (Dante, Paradiso, XXX, 91 ); "a servare il segreto tra noi stato" (Boccac-
ne también de una amplia posibilidad de empleos, que el español no tiene. cio, Decameron, IV, 6.a1, "stato alquanti di ... n'ando a casa" (Boccaccio,
Recordaremos de paso que, por contraposición al participio absoluto (es Decameron, IV, 2.a1. Y, en la lengua moderna, con función especificativa:
decir, suelto o desvinculado), el participio conjunto va referido al sujeto o "si voltano a salutare il grupporimasto" (319); "i pochi buoi rimastifuro-
a un complemento de la proposición regente, formando una proposición no di nuovo aggiogati", "i partigiani sopraggiunti ... intuirono l'accaduto"
implícita dependiente, de relativo, causal etc. (320). Y, con función explicativa: "Le dica che, uscito dal mondo, preghe-
ro", ''Rientrato in sagrestia, vi trovo il custode" (321 ); "entrato, s'accorse
A veces resulta difícil determinar la naturaleza especificativa o ex-
che la stanza era vuota" (322).
plicativa de dichos participios conjuntos, lo mismo que resulta difícil a
veces precisar la naturaleza especificativa o explicativa de una proposi- La traducción de la mayor parte de esos participios conjuntos in-
ción relativa explícita, pues la estructura formal de la frase es, lo mismo en transitivos al español exigiría, especialmente cuando se trata de verbos es-
español que en italiano, aparentemente idéntica: "los árboles podados a táticos, el pesado empleo del gerundio compuesto, en unos casos, o, en
tiempo crecen más lozanos" (especificativo), "los árboles, podados a tiem- otros, el recurso a una proposición explícita de relativo. En cambio, no ha-
po, crecen más lozanos" (explicativo) . En este segundo caso, el hecho de ir bría dificultad alguna en traducir los participios conjuntos, especificativos
entre comas la proposición participial indica gráficamente el carácter expli- o explicativos, de verbos transitivos: "11 racconto del ragazzo sequestrato a
cativo del participio conjunto . Fénicamente ese carácter queda subrayado
por una pausa en la enunciación (316). La consistencia verbal de ambos ti-
pos de participios conjuntos (incluso la del especificativo, más próximo a (317) Italo Svevo, Le con[essioni del vegliardo cit., p. 357.
(318) A. Fogazzaro, O santo cit., p. 319.
(319) Guido Gozzano, "San Francesco", en Opere, Milano, Garzanti, 1953, p.
1185.
(320) L. Preti, o. cit., pp. 403,473.
(315) !talo Svevo, "Le confcssioni del vcgliardo" , en Corto viaggio sentimentale ,
Milano, Mondadori, 1957, p. 293 . (321) A. Fogazzaro, Picea/o mondo moderno, Milano, Mondadori, 1965, pp. 341,
344 .
(316) S. Gili y Gaya, o. cit. , pp. 302-303 .
(322) F. Jovine, o. cit., p. 10.

88
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Trento", "ldentificata la donna bruciata in un bosco" (323); "Menati dal Particularmente fecundo en este sentido es, en la lengua literaria
destino colla sferza, eran arrivati" (324). moderna, el verbo rimanere: "Cristina apparve sul vano del la porta del ma-
lato, rimasta aperta", "egli disse a Uliva, rimasto impassibile sul divano"
De hecho no es ·difícil hallar en los escritores españoles, desde la
(330); "Rimasto vedovo, aveva rinunciato alla patria potesta", "rimasto so-
pros a histórica d~l rey Sabio hasta la prosa periodística moderna, expresio-
. , lo, giro lo sguardo attorno" (331); "il quale, rimasto silenzioso ... " (332). Y
nes como éstas: "Trebeta, echado de aquella tierra, fuese a Germama
en noticias de Prensa: "rimasto solo ... , ho udito lo scrosciare dell'acqua",
(325); "enriquecidos algunos, pagan si pueden jornales miserables" (326).
r "rimasta vedova nel dopoguerra, aveva sposato il tedesco" (383). También
Cierto es que, en escritores novedosos, pueden verse esas construc- es frecuente el participio del verbo stare en este tipo de construcciones,
ciones incluso con participios conjuntos intransitivos, como en el siguiente tanto en la lengua italiana antigua como en la moderna: "una canzone gia
caso en el que, además, dicho participio conjunto intransitivo va referido da lui stata fatta", "la regina al giardino statole da Pasquino insegnato se
no al sujeto de la proposición sino al complemento directo de la misma: n'ando" (Boccaccio, Decameron, 111, 7.a); "molti del contado, stati chia-
mati da' cittadini", "fu preso uno monaco stato veduto andare piu volte",
"ido, lo acusa de robo" (327).
"trovavasi papa Eugenio in Firenze, stato cacciato da Roma" (N. Machia-
velli, lstorie fiorentíne, Libro quarto, XXXII); "la vecchia del Subbia, sta-
ta sempre ritenuta e contegnosa", "genti state sempre inclini alle burle",
El participio pasado conjunto, con predicado nominal. "un terreno sempre stato in gran parte incolto" (334).
En todos estos casos el español tendría que recurrir a la proposi·
Tratándose de verbos transitivos, no es rara, ni en italiano ni en es- ción explícita de relativo, si se trata de participios especificativos, para tra-
pañol, la construcción del participio pasado conjunto, en función explica- ducirlos correctamente; o al gerundio compuesto también, cuando se trata
tiva, seguido de un predicado nominal: "costui, tenuta buono e maleado- de participios explicativos.
" (Boccaccio Decameron, IV, 2.a); "elegido alcalde, fue un buen
peran d o... ,
administrador".
El participio pasado absoluto.
Pero en italiano esa construcción es también muy frecuente con los
participios de verbos intransitivos, cosa que no ocurre en español: "Carmi· Lo mismo que hemos dicho del participio de presente, el participio
ne riebbe il padre, ma non la madre, díventata pazza", "si dice che, morto pasado puede ser empleado en construcciones absolutas y, de hecho, lo es
ammazzato, risorse come Gesu Cristo" (328); "allegri, signar capitana, egli frecuentemente, tanto si se trata de un participio intransitivo como, sobre
diceva ... tornato cordiale" (329). todo, si se trata de uno transitivo.
Recordemos de paso que, aunque el participio absoluto sea heren-
cia del ablativo absoluto latino, no podemos ni en español ni en italiano

(323) Periódico "La Stampa", Torino, 19 ottobre 1974, pp. 9, 11.


(324) R. Bacchelli, o. cit., Tomo l, p. 35.
(325) Alfonso X, General Estoria, Libro IV, c. XXlll. (330) l. Silone, Pane e vino cit., pp. 130, 254.
(326) Periódico "ABC", Madrid, 1 de noviembre de 1974, p. 21. (331) L. Preti, o. cit., pp. 45, 207 .
(327) Carlos Rojas, Aza11a, Barcelona, Planeta, 1973, p. 21. (332) F. Jovine, o. cit., p. 96 .
(328) lndro Montanelli, L'ltalia dei notabili, Milano, Rizzoli, 1973, pp. 86, 88. (333) Periódico "La Stampa" cit., p. 9.
(329) R. Bacchclli, o. cit., pp. 33-34. (334) R. Bacchelli, o. cit., Tomo l, pp. 182, 211, 222.

91
90
denominar ablativa esta construcción puesto que no lleva ninguna de las
preposiciones (segnacasi) propias de dicho caso. Todo lo más, escribe G. rosario, mi a madre ci par lava di questi posti" (339); "tratta fuori dalla
Pasquali (335), podría hablarse de un caso oblicuo. tasca una bottiglia, si mise a riempire la lanterna" (340), etc.
Aparentemente esta construcción podría confundirse con la del Aunque con menor frecuencia de empleo que en italiano, también
participio conjunto explicativo; y, de hecho, la función de la ~isma es en español es notable la presencia de este participio pasado absoluto, in-
también explicativa. Como ya hemos dicho, los distingue gramaticalmente cluso cuando se trata de participios intransitivos: "El rey Nino, andados
el hecho de que mientras el participio conjunto va referido Y concertado ocho annos de Abraham .. . e ordenados e puestos en recabdo el regno de
con el sujeto 0 ~on un complemento de la proposición regente, el par~ici­ Assiria e de Babilonia, apoderóse de ... Bactra", "murió el rey Nino, an-
pio absoluto tiene su sujeto proprio, distinto gramaticalmete del de d1cha dados ocho annos de Abraham", "andados veynte e dos annos de Abra-
proposición regente. ham ... sacó luego grandes huestes" (841); "Entrado en una floresta 1 de
Se trata de una construcción propia de la lengua literaria, aunque se frescos e verdes prados, 1 dos coseres arrendados 1 c;:erca d'una fuente es-
emplee también a veces en la lengua coloquial: "morto io, venga pure il tavan", "Las enseñas demostradas, 1 se movieron las planetas", "El fecho
r1 diluvio". bien entendido ... 1 non les pude más dezir" (342); "Empero sy, su amor
' El italiano, para su empleo, no hace tampoco en este caso distin- olvidado, las vanas cosas queremos e amamos, dexado el ynfinido Cria-
ción entre verbos transitivos, intransitivios, neutros, activos o pasivos. Ese dor ... ", "E, pues, dexada la corte del papa, la del emperador sy va por esta
empleo ha sido abundantísimo en la literatura italiana de todos los tiem- rregla" (343); "Esto dicho, el mísero Durandarte ... dijo" (344); "La gente
pos. G. Herczeg lo ha estudiado en la prosa de Masuccio Salernitano (336). ya del todo sosegada, 1 Caupolicán al joven se volvía"; "Acabado el comer,
pero podrían hacerse análogos estudios, con parecidos resultados, en las lo que del día 1 les quedaba, las mesas levantadas, 1 se pasó en regocijo y
obras de cualquier otro escritor y, de manera particular, en las de Boccac- alegría" (345); "Tan bien se ha dormido, 1 que, el día venido, 1 inútil ha si-
cio, maestro de estilo para Masuccio. La ejemplificación podría ser inter- do 1 gritarle y llamar" (346).
minable y no sería exhaustiva: "La dolente donna riconciliata con esso En cuanto a la colocación de los elementos esenciales de esta cons·
lui. .. si partirono", "quindi, in terragittate le pietre, ... si ristettero" (Boccac- trucción, el participio suele ir normalmente precediendo al sujeto. Esto lo
r
cio Decameron, VIII, 3.a); "e quivi nuova progenie generata, ... rendeo señalaba ya Pietro Bembo en sus antedichas Prose del/a volgar lingua:
i'a~ima a Dio" (Boccaccio, Filocolo, Libro primo, 1, 13);. "i re caduti, e "Ou~ndo la detta voce del passato si pone assolutamente con alcun nome,
tolto ogni pretesto di vergogna" (A. Manzoni, Adelchi, atto IV, se. _4.a): al nome sempre !'ultimo caso si dia, si come latinamente favellando: cadu-
"Valentino morto, restammo a bocea aperta" (337); "Chiuso l'usc10, s1 to tui, desto tui" (347). Pero, como hemos podido ver, tanto en italiano
appoggio a uno stipite", "lasciata lei al piede del la salita, si er~ allon~ana­ como en español, ese orden se altera frecuentemente.
to solo", "preso congedo, discese le scale", "venuto don Teof1lo, egll an_-
drebbe ad attendere Sua Santita", "partite tutte le altre signare, si trovo
solo", "entrati i due preti, il giovane ... disse" (338); "a casa mia ... recitato il (339) G. Ungarctti, "Lucca", en L 'allegria. Cf. L. Piccioni, Per conoscere Ungaretti,
Milano, M01idadori, 1971 , p. 107.
(340) M. Pomilio, o. cit., p. 44 .
(341) Alfonso X, General Estoria, Libro IV, c. XXI y XXV.
(335) G. Pasquali, o. cit., p. 156 . . . . (342) Marqués de Santillana, o. cit., pp. 51, 99, 120.
(336) G. Herczeg, "11 participio passato assoluto nelle novclle d1 Masucc10 Salerm- (343) Arcipreste de Talavera, o. cit., p. 27.
tano", en Saggi stilistici cit. pp. 181-200. (344) M. de Cervantes, Quijote, Parte 2.a, cap. 23.
(337) l. Svevo, Le confessioni di un vegliardo cit., p. 321. (345) Alonso de Ercilla, La Araucana, Canto III, 653-54, Canto XI, 241-43.
(338) A. Fogazzaro, Il santo cit., pp. 323 , 279, 262, 249, 220 . (346) Eduardo Marquina, El monje blanco, Jornada 3.a, retablo 9.o.
(347) P. Bembo, o. cit. , pp. 416-417.

92
93
...
Cuando el sujeto de la proposición regente es también el sujeto ló- el auxiliar essere más un participio neutro, del tipo: "non fu mai consenti-
gico de la acción expresada por el participio, dicho sujeto puede en italiano to la· tenuta da'fiorentini) acabó por, fomentar esa misma licencia en las
aparecer explicitado en la proposición absoluta: "E ridotta i Genovesi la cit- formas compuestas de los verbos intransitivos, constituidas también por el
ta ... in pochi giorni il castello occuparono", "Occupata Niccolo la Romag- verbo essere más un participio pasado: "ben m'e venuto prima cordo-
na, lascio quella in guardia a Francesco" (N. Machiavelli, lstorie fiorentine, glienza" (351).
Libro Quinto, VIl, XVIII).
También en español se da a veces este hecho: "Hecho el Marqués
[ de Cañete el castigo en el Pirú, llegan mensajeros de Chile a pedirle soco-
1
rro" (348). Estas construcciones parecen ser el resultado de la elisión del El participio pasado en construcciones modales.
gerundio auxiliar en una originaria construcción con el gerundio compues-
to ("E avendo ridotta i Genovesi la citta ... ", "Habiendo hecho el Marqués Muy próximas formalmente a las construcciones de participio abso-
de Cañete el castigo ... "). luto son ciertas construcciones modales, en las que los elementos constitu-
Análoga a esta construcción es otra que, según B. Migliorini (349), tivos esenciales son también un participio y un sustantivo, al que dicho
r-
1 se da en italiano, con particular frecuencia a partir del siglo XVI. Consiste participio va referido como a su sujeto propio. Normalmente, en el orden
en el hecho de que el participio pasado absoluto lleva la terminación singu- de colocación de dichos elementos, suele ser el sustantivo el que precede
lar masculina en -o, aunque su sujeto (con el que debería concertar en gé- al participio: "Antonia continuava a singhiozzare, il capo abbandonato su-
nero y en número) sea un sustantivo femenino o un sustantivo plural: "fat- lla mia spalla" (352). Pero éste no es dato diferenciador, con respecto a las
to Pasqua" (P. Pembo, carta del 1503). "stracciato la scritta" (Grazini, construcciones de participio absoluto, porque, como acabamos de ver,
Spiritata, atto 1, se . 3.a). "restato la femmina contenta" (Doni, novella también en él se da muchas veces este mismo orden de colocación de sus
X 111). Pero vemos también esa construcción en escritores más antiguos: "E elementos constitutivos. Los diferencia, más bién, el hecho de que, en estas
tolto le calze, e scarpette, e farsetto, e gonella e l'altre cose ... subito n'ebbe construcciones modales, puede siempre explicitarse la preposición con, que
fatto un assettato fardellino" (Franco Sacchetti, 11 trecentonovelle, revela en las mismas su verdadera naturaleza de ablativo modal.
LXXXIV). Esta construcción, eminentemente literaria, es empleada incluso en
Según Stanko Skerli. que ha estudiado este tipo de construcciones, la lengua actual, lo mismo en italiano que en español, y tiene precedentes
se trata efectivamente, también en este caso, del resultado de la elisión de en los textos literarios más antiguos. Así, en español, en la traducción del
r del gerundio auxiliar que originariamente precedía a esos participios (350). libro de Barlaam, que hizo en el siglo XIII el infante don Fadrique, herma-
Franca Brambilla Ageno ha señalado los precedentes de las mismas en la ba- no de Alfonso X, a propósito de la parábola del hombre en el pozo, se lee:
ja latinidad y, de modo particular, en la Peregrinatio Aetheriae, subra- "et en catando al fondón del pozo, vio una serpiente, la boca abierta pa-
yando que las formas impersonales de verbos transitivos (constituidas por ra le tragar" (353). Y en el Arcipreste de Talavera: "E la Fortuna de conti-
nente, las manos juntadas, las rodillas en tierra, desnuda como nasciera, e

r (348) Alonso de Ercilla, o. cit., Canto XIII (Resumen preliminar).


(349) B. Migliorini Storia del/a lingua italiana cit., p. 372.
1 (350) S. Skerlj, C;strutti participiali del tipo "veduto la bellezza", en "Italia dia- (351) F. Brambilla Ageno, o. cit., pp. 159-176.
lcttale", Vlll, 1932, pp. 118-178. Cf. Gianfranco Falena, Ricardo di Stanko (352) l. Svevo, Le confessioni del veglúzrdo cit., p. 322.
Skerlj, en "A tti dell'lstituto Veneto di Scienze, Lettere ed Arti", Tomo (353) M. Menéndez Pelayo, Origenes de la novela, Madrid, C.S.l.C., 1943, Tomo 1,
CXXXVlll, Venezia 1980, pp. 72-77. p. 54 .

94 95
lacab~a ynclinada facia la tierra e los ojos baxos ... " (354), donde el he· pedido! has", Poema· de Fei-nán Go¡.,Zátez), es claro que, en todos estos ca-~ --­
cho de hallarse estas construcciones en una secuencia de complementos sos, la enclisis junto al participio es sólo aparente, pues se refiere ~.préc.i- '
modales demuestra el mismo carácter en ellas.
. ~,..

samente a él sino al bloque verbal, en modo personal, que forma di~ho par-
En la literatura española moderna, bien conocidos son estos versos ticipio pasado con su verbo auxiliar (360).
de Federico García Lorca: "Por el olivar venían, 1 bronce y sueño, los gita- En cambio, en italiano, la enclisis pronominal con el auténtico par-
nos, /las cabezas levantadas 1 y los ojos entornados" (355) . Y, en la italia- ticipio pasado (forma no personal del verbo) se da _y se ha dado en todos
na, también se da esa coifstrucción con relativa frecuencia: "stette aguar- los tiempos, tanto en construcción absoluta como en construcción conjun-
darmi, gli occhi accesi" (356). ta (explicativa e incluso especificativa), como ya he apuntado antes. Vea-
mos sólo algunos ejemplos; con el participio conjunto especificativo:
Es, como se ve, una construcción muy próxima a otras que, aún sin
"L'odore di carne cotta non ci distraeva dal compito impostoci dal costu-
la presencia de participio, actúan también como complementos modales
me" (361); "la vecchia Singher presta tale dalla cognata" (362) y, en prosa
apreposicionales: "El desconocido, más hondas las arrogas de su rostro, ...
no literaria: "notazioni scolastiche tramandatesi almeno fino al R isorgi-
l no podía apartar de tío Pedro los ojos espantados" (357); "rimase a rin- mento" (363), etc.
1 ghiare (il cane), le zampe anteriori aterra, finché io non mi chinai" (358).
Naturalmente, con mucha más frecuencia aún se da la enclisis pro-
nominal en el participio conjunto explicativo, dada la mayor evidencia-
ción del carácter verbal del mismo. En la prosa de Boccaccio la presencia
El participio pasado con enclisis pronominal. de estos participios explicativos con enclisis es abundantísima. Veámoslos,
por ejemplo, en la nov. 2.a de la 4.a Jornada: "fattosi prete, ... piangeva la
Rasgo eminentemente dife:enciador entre la lengua literaria espa- passione del Salvatore", "salitosi suso, se n'entro nella camera", "il quale
ñola y la italiana es la posibilidad que tiene esta última de emplear pronom- una notte andatovi ... ", "levatosi, aperse una finestra", "e dai cognati tro-
bres enclíticos, tanto con los participios de presente como con los parti- vatovi, s'era gittato nel canale", etc. Lo vemos igualmente en los escritores
cipios pasados, cuando éstos conservan su carácter verbal. Y es rasgo dife- modernos: "Presto la respirazione di Augusta, fattasi piu rumorosa, ...
renciador porque, aunque, como ha señalado M.E. Gorra (359), también m'annunzio che essa dormiva" (364); "Ouesti, riavutosi, s'avanza nel mezzo
en el español antiguo se dé una fuerte tendencia a la enclisis pronominal del quadro" (365); "Destatosi, aveva sentito un desiderio di rose" (366);
y, de hecho, esa enclisis aparezca a veces en el participio pasado ("A Mi- "iscrittosi come tutti al GUF, non aveva aderito alla FUCI", " imboscatosi
nava XL V cavalleros acrecido! han", "Arriba al~ó Colada, un grant gol - nella Milizia, .. .aveva avuto qualche contatto col suo vecchio maestro"
pe dado! ha", Cantar de Mio Cid, 1419, 1421; "El Criador otorga quanto (367), etc.

(360) Erik _Staaff, Etude sur les pronoms abréges en ancien espagnol, Uppsala, Aka-
demJska Bokhandeln, 1906, p. 13.
(354) Arcipreste de Talavera, o. cit., p. 319. (361) G. Saviane, o. cit. , pp. 82-83.
(355) F. García Lorca, "Romance de la luna, luna", en Obras completas, Madrid, (362) F. Tomizza, o. cit. , p. 129.
AguiJar, 1974 , Tomo 1, p. 394.
(363) Mario Marti, Stil novo, en "Dizionari.o critico della 1etteratura italiana" Tori-
(356) G. Saviane, o. cit. , p. 56. no, U.T.E.T., 1973, vol. 3, p. 423. · ' ' ,. ·
(357) W. Fernández Flórez, El bosque animado, Madrid, Espasa-Calpe, "Austral", (364) l. Svevo, Le confessioni del vegliardo cit., p. 350. ? ·.:./ .,!.•
197 3, pp. 133-34. (365) G. Gozzano, o. cit., p. 114 7.
(358) M. Pomilio, o. cit., p. 40-41. (366) A. Fogazzaro, fl santo cit., p. 260.
(359) M.E. Gorra, Lingua e letteratura spagnuola, Milano, 1898. (367) L. Preti, o. cit. , p. 48, 331.

96
97
Y, por la razón antedicha, igualmente abundante es la enclisis pro· che si dice miratala e cammendatala molto, invece di di re avenrfa/a mirata
e cammendata ... La qual guisa e maniera 9i di re, si come vaga e brieve a gra·
nominal con el participio pasado absoluto. Como era de esperar, podemos
verla reiteradamente en la obra de Boccaccio. Así, en la antedicha "nove- ziosa molto, fu da' buoni scrittori delta mía lingua usata ... e dal medesimo
Ita": "Fattasi il di chiaro, ... udi dire come ... ", "e messagli una catena in go- Boccaccio sopra tutti" (372).
r-
1
la ... e datagli .. .un gran bastone ... mando uno al Rialto", "e gittatagli una Las razones, pues, del éxito de esta fórmula braquilógica italiana
1
cappa in dosso e scatenatala ... infino a casa loro nel menarono, dove inca- del participio con enclisis eran para Bembo su belleza y su economía ex-
tenatala ... si crede che egli morisse". En Machiavelli: "Dopo questo, tento presiva: vaga e brieve e graziasa malta.
i compagni ... e travatigli disposti, ne parlava con quelli" (lstarie fiarenti· También Juan de Garlandia, en el siglo XIII, había presentado en
ne, Libro Quarto, XXXI). Y, en autores modernos: "Vistasi lastrada sbar- su Paetria el "verbum conversum in participium" y el ."ablativus absolute
rata, ...indietreggiarono" (368); "martag/i la nonna, ... s'era attaccato ad positus" como dos de los recursos más eficaces para lograr (él se refería a
Agostino" , "e casi, fattasi sera, ci avviammo alta casa designata" (369);
la prosa latina) el ideal estilístico de la brevedad (373).
"Adesso, taciutasi la voce, tutto rientrava nell'ordine" (370) .
Aunque el hecho no sea particularmente significativo, vale la pena Cierto es que esa búsqueda de brevedad y de belleza puede a veces
observar que, a veces, esta enclisis pronominal con los participios es acu· engendrar oscuridad o, por lo menos, mermar la natural claridad que sue-
mulativa, es decir, doble. Se da especialmente en los escritores antiguos Y. le tener la proposición explícita. Pero, como escribe Bruno Migliorini, lo
también en este caso , de manera especial, en Boccaccio, en el que, sin sa· que prevalece en general en los escritores italianos es la atención a la belle-
lirnos de la susodicha "novella", podemos ver: "presomi per la cappa e ti- za de la forma: "quel culto delta forma che e l'atteggiamento secolare, an-
ratamisi a' pie, tan te mi die, che tutto mi ruppe", "e la venutasene e ri· zi, possiamo dire, perenne degli italiani rispetto alta loro lingua. E una del·
conosciutolo, ... " . También en Machiavefli: "Ma senda disarmati, datice- le manifestazioni piu tipiche e il desiderio di adeguarsi a quei tre grandi
g/i liberamente ... siamo forzati a dolerci" (lstarie fiarentine , Libro Ouar· trecenteschi, che avevano fornito cosi alti modelli letterari" (374). Uno de
esos tres grandes maestros italianos del siglo X 1V era precisamente Boccac-
to, XXI).
Con este recurso de la enclisis pronominal, el italiano, suprimiendo cio, modelo para la prosa literaria. Por lo que se refiere a ese frecuente
el gerundio auxiliar ante el participio p¡¡sado, por ser este ya de por sí sufi· empleo de todo tipo de construcciones participiales, que hemos visto en
cientemente significativo, aligera y agiliza la andadura del discurso, demos· los escritores italianos de todos los tiempos, es evidente que tales construc-
trando una vez más que , como observa Cesare Segre, la lengua italiana ha ciones encajaban también perfectamente en la nueva moda de los períodos
manifestado en todo momento una gran tendencia a imitar el sintetismo breves, o "estilo cortado" que, siguiendo los modelos franceses, luchó por
imponerse en Italia a partir del siglo XVIII (375).
expresivo de la frase latina (371 ).
Escribía ya, a este propósito, en 1525, Pietro Bembo, el verdadero
maestro y orientador de los gustos literarios italianos, tras haber alegado
numerosos ejemplos: "Nel qual modo di ragionare si vede ancora questo,

(372) P. Bembo, o. cit. , Terzo libro, LIV, p. 416.


(373) Ernst Robert Curtius, Literatura europea y Edad Media latina, México-Ma-
(368) L. Preti, o. cit., p. 442. drid-Buenos Aires, Fondo de cultura económica, 1972, vol. II, pp. 687-88.
(369) G. Berto , La [antarca , cit., p. 23 y La gloria cit., p. 150. (374) B. Migliorini, Storia del/a lingua italiana cit., p. 698.
(370) G. Tomasi di Lampedusa, o. cit., p. 17 . (375) B. Migliorini, Storia del/a lingua italiana cit., p. 511.
(371) C. Segre, Lingua stile e societa, Milano, Feltrinelli, 1963, p. 292.

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NOTA.- Los datos principales de este estudio sobre el participio pasado
fueron por mí expuestos en una conferencia pronunciada en ocasión de la "Semana La antedicha aplicación de este complemento de limitación a Jos
cultural italiana" organizada por el Departameno de Filología románica de la Univer- simples adjetivos se había producido ya en la misma lengua poética griega
sidad de Oviedo durante los días 22-26 de abril de 1979, y publicada posteriormente por extensión analógica (378). El mismo proceso extensivo se dio también
en Estudios de lengua y literatura italianas, Oviedo, Servicio de Publicaciones de la
Universidad, 1980, pp. 81-89. en latín, donde el primitivo sintagma participial había tenido fácil acogida
por el hecho de que, especialmente en la lengua poética latina, el participio
pasado puede tener sentido reflexivo, muy próximo al de la voz media

í El participio pasado con "acusativo griego".


g~~ega .. Y ese sentido reflexico es el que justificaría la complementa-
Cion d1recta en un participio pasado. El arriba citado "lacrimis aculas suf-
fusa" equivaldría a un "habiéndose bafiado los ojos en lágrimas". La cons-
Exclusivo de la lengua literaria es el sintagma participial llamado de trucción, que tuvo luego en latín otros ulteriores desarrollos, pasó también
acusativo griego. Se trata de una construcción eminentemente preciosista, de la lengua poética a la lengua de la prosa (379).
formada por un participio pasado conjunto (376) acompañado de un com- . Dada la exc:uisita belleza y la eficacia expresiva de este sintagma,
r plemento apreposicional con función marcadamente restrictiva . Precisa· nada t1ene de extrano su pronta y fácil acogida en Ja lengua poética italiana.
1
mente por ese carácter restrictivo, dicho complemento recibe también a Francisco Petrarca, maestro y modelo de esa lengua poética italiana lo em-
veces el nombre de "acusativo de parte". plea repetidas veces en sus dos posibles presentaciones, con el pa,rticipio

í Lo anómalo de tal construcción es el hecho de que ese complemen-


to directo apreposicional vaya referido a un participio pasado transitivo
(forma pasiva, por tanto) o, incluso, a un simple adjetivo descriptivo, sea
pasado Y con un simple adjetivo : "Marte 1 cinto di ferro i pie, fe braccia e
'/ col/o", "Andromeda .. .bruna i begli occhi e le chiome" ( Triumphus Cu-
pidinis, 1, 151 -52 Y 143-44) ; "Umida l'occhi e /'una e /'altra gota" (Canzo-
éste deverbal o no lo sea: "coperta il volto con le palme", "una Madonna niere, CCCXLIII-Sonetto CCLXXXV); "Una strania Fenice, ambedue
di Loreto tutta nera il vo/to" (377) . /'ale 1 di porpora vestita e '1 capo d'oro" (Canzoniere , Canzone XXIV), etc.
Su empleo era frecuente en los poetas griegos, sobre todo a partir Más vistosa aún es la presencia de este estilema en Boccaccio en
de Homero, lo cual justifica que se llame comúnmente acusativo griego a casos como éste: "Sonava un'arpa graziosamente 1 in voce che il wo~o e
dicho complemento. di/ettosa" (Caccia di Diana, XV, 4-6). Y parece bien explicable ese exquisi-
De los poetas griegos la imitaron más tarde los escritores latinos, to recurso expresivo en aquella primicia literaria del joven Boccaccio aun-
poetas y prosistas . Con especial frecuencia aparece en toda la obra de Vir- que V. Branca interpreta diversamente esos versos: "La desinenza ferr:mini-
gilio: "Lacrimis aculas wffusa", "nuda genu", "exuvias indutus", "per- le dell'aggettivo -escribe el ilustre crítico- e forse determinata anche qui
cussae pectora", "Procne pectussignata" (Eneida, l, 228, 320; 11, 275; XI, da necessita di rima e facilitata per una concordanza ad sensum con arpa
877; Georgicon, IV, 15). o voce" (380) .

(378) José S. Lasso de la Vega, o. cit. , Tomo I, pp. 377-387.


(379) Paul Lejay, Oeuvres de Virgile, L 'Eneide, Paris, Librairie Hachette, 1947, p.
(376) Real Academia Española, Esbozo de una nueva gramática de la lengua espa- 253 , nota 7.
i'iola, cit., p. 496 . A. Tovar, o. cit., p. 28.
(377) G. D'Annunzio, "La vergine Orsola", en Le novel/e del/a Pescara, Milano, (380) G. Boccaccio, "Caccia di Diana", en Time le opere di G. Boccaccio a c~ra
Mondadori, 1959, pp. 10 y 8. di V. Branca, Milano, Mondadori, 1967, Tomo I, p. 37 y nota 1 en p. ?02.

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El buen poeta que fue, en el siglo XVI, el napolitano Luigi Tansillo caldo de' baci suoi /e vene", "sparsa le nere trecce" (AII'Aurora, 63-64,
escribe en su Canzoniere (VIl, 7-8): "ciascuna bianca.il volto, i capei bion- 70); "Poggiata il capo al Palatino augusto" (Dinanzi alfe terme di Caracal-
da, 1 vestite tutte del color dell'onda" (381 ). A finales de aquel mismo si- la, 37), etc.
í glo, Torquato Tasso refina aún más el estilema cuando escribe (Gerusalem- Lo mismo hizo en su prosa poética G.D'Annunzio: "una Madon-
me /iberata, 111, 21 ): "e parte nuda ella ne resta". na di Loreto tutta nera il volto, il seno, le braccia", "tutti erano in ginoc-
En uno de los más bellos "ldilli favolosi" de la Sampogna, el que chio, chini la faccia", "Teodora La lece ... coperta il volto con le palme",
lleva por título /1 ratto d'Europa, se complace Giambattista Marino en etc. (La vergine Orsola cit., pp . 8, 9, 10).
expresiones como "due ossa ... curve il picciol arco", refiriéndose a los pe- Lo vemos también repetidamente empleado en la prosa de R. Bac-
queños cuernos del joven toro, bajo cuya figura se enmascaró Júpiter para chelli: "Giaceva supino ... nudo i piedi", "era un vecchio, canuto la gran
raptar a la incauta doncella, de la que, poco más adelante, nos cuenta el barba", "siete tribolata la vostra parte", etc. (383).
poeta cómo surcaba el mar "sparsa le bionde trecce"; trenzas esparcidas También la lengua literaria española conoce esta construcción, aun-
que , rubias o negras, veremos luego presentadas de la misma manera por que su empleo haya sido mucho más limitado y esporádico que en la italia-
otros poetas.
r na . R. Lapesa atribuye su introducción en esa nuestra lengua literaria a
Toda una secuencia de sintagmas semejantes encontramos en un Garcilaso de la Vega que, junto con Boscán, consiguió introducir también
elaborado soneto, barroco desde su mismo título, Bellissima mendica, del "la versificación italiana, y con ella un nuevo sentido de la poesía" (384) .
poeta marinista Claudia Achilini : "Sciolta il crin, rotta i panni e nuda il Y recuerda a este propósito aquellos versos de la canción A la flor de Cni-
piede" (382) . Giuseppe Parini presenta en su poema /1 giorno al diligente do (18-19), compuesta duran·te su estancia en Nápoles y claramente in-
administrador del joven aristócrata "bianco di gelo mattutin la chioma" fluenciada por los gustos italianos: "los alemanes 1 el fiero cuello atados".
("11 mattino", 169); y Leopardi, en su canto A/1'/ta/ia, contempla al poe- Recuerda igualmente R. Lapesa (385) que, después de Garcilaso, y antes
ta griego "di lacrime sparso ambe le guance" por la muerte de los suyos. de que Góngora los prodigara en su obra poética, los habían empleado
En la tragedia Adelchi de A. Manzoni, la voz solemne del Coro describe a también fray Luis de León y, sobre todo, Fernando de Herrera, y que,
los fugitivos longobardos "/rsuti per tema le fu/ve criniere (final del Ac- según Leo Spitzer, tal construcción pudo tener una base espontánea en la
to 111); y el mismo Coro, al final del Acto IV, se conmueve contemplan- misma lengua española. Esa base espontánea a que apunta L. Spitzer serían
do la muerte de la infeliz Ermengarda: "Sparsa le trecce mordibe 1Sull'affa· las expresiones del tipo aliabierto, manilargo etc. (386).
naso petto, 1 Lenta le palme, e rorida 1 Di morte il bianco aspetto, 1 Gia- Góngora, efectivamente, especialmente en sus dos más famosos
ce la pia" . poemas bar.rocos (Fábula de Polifemo y Ga/atea y Las soledades) emplea
Como era presumible, no dejó de aprovechar G. Garducci este be- con vistosa frecuencia estos acusativos griegos: "calzada plumas", "vestido
llo estilema clásico en sus Odi barbare : "Pensoso il padre, di caprine pelli 1 estrellas", "cabras ... vagas el pie, sacrílegas el cuerno" (Fábula, 127, 185,
r /'anche ravvolto come i fauni antichi, 1 regge il dipinto plaustro e la for- 466-467); "un arroyo ... mudo sus ondas", "Primavera 1 calzada abriles y
l za 1 de' bei giovenchi, 1 de' bei giovenchi dal quadrato petto, 1 erti sul ca·
po le lunate coma" (Al/e fonti del Clitumno, 13-18); "Solo un amante ... 1

(383) R. Bacchelli, o. cit., Tomo 1, p. 262; Tomo 11, pp. 499, 557 .
(384) R. Lapesa, Historia de la lengua española cit. , pp. 304-305.
(381) Cf. Antologia della letteratura italiana , Milano, Rizzoli, 1968, Tomo 3, p. (385) R. Lapesa, Historia de la lengua española cit., p. 345, nota 17.
234. (386) L. Spitzer, El acusativo griego en espaiiol, en "Revista de Filología Hispáni-
(382) Cf. Antología della letteratura italiana cit., Tomo 3, p. 1036. ca" , 11, 1940, pp. 35-45 .

102 103
1
l
vestida mayos", "las duras manos impedido", "vestida su mármol frío :..
calzada un duro hielo" (Soledad primera, 242, 576-77, 992, 999-1001);
El participio de futuro pasivo.

"el cénit escaló, plumas vestido", "Eco, vestida una cavada roca (Soledad Por lo que se refiere a esos restos latinos del participio de futuro
segunda, 138, 185). En este último verso, vestida (participio femenino) va pasivo, algunos de ellos ni siquiera tienen base verbal propia ni en el italia·
referida a Eco, nombre femenino también (como lo es igualmente en el no ni en el español, lo que demuestra que son latinismos directos. Es el caso
italiano actual), por tratarse del de una ninfa. de reverendo (lo que debe ser reverenciado, del latín revereri) y los no po-
También Juan de Jáuregui recurre a esta construcción para traducir pulares nefando y vitando, nominalizados como adjetivos y propios de la
un verso de Tasso, "Toda pendiente el cuerpo" (Aminta, 811 ), que en el lengua culta: "la denominación de castellano es vitanda por confusa y tos-
texto original italiano dice simplemente: "tutta pendente". ca .. .vitanda sobre todo en tratados doctrinales" (389).
Creo, en fin, que también puede interpretarse como acusativo grie-
Pero otros de esos participios de futuro pasivo nominalizados sí
go esta expresión de Cervantes (Quijote, Parte segunda, cap. 16): "los al·
que tienen base verbal romance: educando, doctorando, venerando y los
canzó un hombre ... vestido un gabán de paño fino verde", aunque no llame
sustantivos leyenda y molienda. En italiano, también laureando y el sus-
la atención sobre ella R. Menéndez Pida!, que recoge ese paso en su Anto-
1 logía de prosistas españoles (387) .
tantivo agenda.
1
Pero, aunque, como vemos, también la lengua literaria española co- También en este caso el italiano se muestra más activo que el espa-
noce esta bella construcción, el aprovechamiento que· de la misma ha ñol en la utilización de nuevas creaciones. Así, en el lenguaje monástico,
hecho ha sido muy limitado frente al que ha hecho y continúa haciendo, monacanda es la muchacha que va a ser ·admitida en una comunidad de
incluso en la época actual, la lengua literaria italiana. monjas; y probanda es la que, antes de esa admisión, ha de ser sometida a
las oportunas pruebas: "La monacanda abbasso la testa verso le sue m¡mi
congiunte" (390); "Era finito il noviziato dell'ultima probanda", "Lamia
parente e la probanda confermarono che la dentro eran felici" (391 ).
V. EL PARTICIPIO DE FUTURO
1
1

Del verdadero participio de futuro latino apenas quedan restos ni El participio de futuro activo.
r en italiano ni en español, tanto por lo que · se refiere a su forma pasiva
1
-ndo 1 -a como a su forma activa -uro 1 -a. · Como resto del participio de futuro activo, no queda prácticamente
Lo mismo en una lengua que en otra, esos restos aparecen casi en español más que la misma palabra futuro, nominalizada como sustanti-
siempre totalmente nominalizados como adjetivos o como sustantivos vo, el futuro y, rara vez, como adjetivo: "El siglo futuro" era, hasta el 18
1 de julio de 1936, el periódico de la Comunión tradicionalista española .
l y, por ello, las gramáticas no los tienen en cue.nta al hablar de los partici-
píos (388).

(389) R. Menéndez Pida!, "La lengua española", en La lengua de Cristóbal Colón


(387) R. Mcnéndez Pida!, Antología de prosistas españoles, Madrid, Centro de Buenos Aires-México, Espasa Calpe, "Austral", 1947, p¡Í.'1<Í1-125. '
Estudios históricos, 1923 , p. 241. (390) G. D'Annunzio, Le vergini delle rocce, ll, Milano !..l'(JPI~dador~ 19,57, p. 107.
(388) Picrgabriclc Goidi111ich, Grallllllatica.italiana, Bologna, Zanichelli, 1974, p. 29. (391) N. Lisi,.o. cit., p. 103. f1;J'. · ·:1~- · \~
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En el italiano sobreviven muchos más y, lo que es más importante, CONCLUSION


sigue viva (y es relativamente productiva) la posibilidad de nuevas forma-
1 ciones: duraturo, futuro, morituro, nascituro, perituro, venturo etc.: "in
1 lui venturo credettero" (Boccaccio, Filocolo, V, 54); "la fallace matema- A través de este estudio comparativo de las formas no personales
tica dei nostri occhi perituri (392); "Si perdeva nelle immensita degli anni del verbo en italiano y en español, hemos podido observar el gran espíritu
futuri" (393); "Fin dalla prima ora io le conobbi...anelanti e prossimamen- conservador del italiano con respecto a la lengua madre, el latín. Para mu-
te periture", "la musica portentosa che regge la su a sostanza peritura". "le- chos, ello hace del italiano una lengua prácticamente estática en compara-
veranno il grido verso il morituro" (394); "Pilato aveva, nei confronti di ción con las demás lenguas romances. Así opinaban, por ejemplo, Cario
questo prigionero, un'attitudine diversa da quella che poteva aver avuto ... Gozzi, Ugo Foscolo, Leopardi y Manzoni. Creo, por el contrario, con A.
per altri morituri" (395); nientre altro avrei voluta essere se non il cavalie- Sch:afini, que, efectivamente, "la presenza sensibile del latino non e tena-
re morituro", "il corred o del nascituro", "dopo aver pensato al la consorte meno che possa risultare o agire in qualche momento solo della nostra
e al nascituro", "mi ha proposto di andare con lui a Parigi la settimana storia linguistica, ma e di tutto il suo decor.so, il suo stigma"; pero "pre-
ventura" "dovrebbe sentirsi orgogliosa di lui se scrive un libro duraturo", senza sensibile del latino significa studio delle forme e delle proporzio-
"un mo~umento pi u duraturo del bronzo" (396); "il nascituro non vedra ni: senso della forma, che e tradizionale dello spirito neolatino, segnata-
la luce che sulla paglia d'un presepe" (397). mente di quello italiano" (400).
En una de las novelas actuales de más éxito, /1 nome del/a rosa de El hecho de haber conservado el italiano gran parte de los recursos
Umberto Eco, podemos leer: "un toro e un leone ... ruggivano in adorazione expresivos del latín, al mismo tiempo que utiliza sin trabas los que son pro-
di un Venturo che avrebbe giudicato i vi vi e i morti". "in forma di infante, pios de las lenguas romances, supone con respecto a éstas una riqueza de
ahime mai piu nascituro alla vita eterna", "la storia degli istanti futuri che posibilidades, que siempre es de admirar, aunque no siempre sea posible
mi attendevano", "a edificazione dei lettori venturi", "l'olezzo di quella imitar.
santa invidia si comunicava al morituro" (398). .Es preciso advertir, por otra parte, que muchas de esas peculiarida-
y en prosa no literaria: "Ricerche per un miglior controllo del na- des sintácticas del italiano, sin posible correspondencia directa en español,
scituro" (399) . constituyen frecuentemente, a pesar de la tan pregonada como falsa seme-
A la entrada del cementerio de Lecce (Apulia) se lee esta inscrip- janza entre ambas lenguas, una notable dificultad, a la cual hay que estar
ción: "PER LA PACE DELLE VMANE OSSA R/SVRG/TVRE". constantemente atentos en el momento de afrontar la lectura de un texto
italiano y, naturalmente, en el momento de intentar traducirlo al español.

(392) F. T. Marinetti, "Fondazione e Manifesto del Futurismo", en Teoría e inven-


zione fu turista cit., p. 8.
(393) D. Buzzati, "Il mantello", en La boutique del mistero cit., p. 68.

1
(394) G. D'Annunzio, Le vergini delle rocce cit., pp. 10, 13, 159.
(395) G. Berto, La gloria cit., p. 178.
(396) G. Berto, Jl male oscuro cit., pp. 85, 168, 169, 190, 229, 356 .
(397) G. Gozzano, o. cit., p. 1143.
(398) u. Eco, n nome della rosa, Milano, Bompiani, 1981, pp. 49 , 52, 244, 246,
1 428.
(399) Periódico "La Stampa", Torino, 9 maggio 1975, p. 8.
(400) A. Schiafini, 1 milie anni della lingua italiana, Roma 1961.

1 106
107
ITALIANO Y ESPAÑOL:
CONFRONTACION LINGUISTICA (*)

Por Joaquín ARCE


1
1

Es sabido que el español y el italiano son dos sistemas muy afines y


que es esa peligrosa afinidad, y facilidad aparente, la mayor dificultad que
se encuentra en el respectivo aprendizaje . Pero es que, además, se trata de
las dos !enguas más fáciles para aprenderlas mal, de las más difíciles para al-
canzar su dominio desde la otra ( 1). El hecho se explica fácilmente: las dis-
ponibilidades de cada lengua son innumerables y casi todo puede decirse
de muchas maneras; lo importante es saber decirlo adecuadamente, oportu-
namente, según la situación, el contexto, los interlocutores. Si el italiano y
el español resultan recíprocamente bien comprensibles, por ser la estruc-
tura de su palabra aislada muy semejante y hasta idéntica en un gran por-
centaje de veces; si además ambas lenguas carecen de sonidos vocálicos

(*) Reproduzco aquí gran parte, eliminando los apartados de carácter más es-
trictamente literario, del capítulo 11 de mi libro Literaturas Italiana y Espa-

í
ñola frente a frente, Madrid, Espasa-Calpe, 1982.
(1) Me apoyo en el testimonio de Cario Tagliavini que en un breve artículo apa-
recido en la revista "Le lingue estere", en 1947, titulado Spagnolo e italiano,
precisa : "Si arriva cosi al paradosso che un Italiano di buena volanta checo-
minci in pari te m pe lo studio dello spagnolo e del tedesco e col tivi ambedue
le lingue con ugual diligenza, dopo un anno conoscera meglio lo spagnolo del
tedesco, circa un rapporto di 10:1, dopo due, di 8:3, poi di 7:5, ma dopo
quattro anni il grado di conoscenza sara circa uguale, e dopo cinque tradurra
1 piu correttamente dall'italiano in tedesco che dall'italiano in spagnolo".
1

109
¡'
í

r muy relajados, mixtos o nasalizados, que pudieran dificultar entre sí la fá-


cil percepción de los mismos, la comprensión queda fácilmente asegurada.
Sólo como· datos conclusivos, téngase presente que, frente a los 21
grafemas del italiano, en el alfabeto español se consideran 28. La arbitra-
Aparte del hecho de que la acción ejercida por la primera lengua re· riedad de tal desproporción numérica queda aún más de manifiesto consi-
r1 sulta más perturbadora y peligrosa cuando se trata de sistemas lingüísticos derando que los fonemas italianos son muchos más que los españoles. Na-
afines, lo cierto es que en nada beneficia a dos lenguas el que cada una pue- turalmente todo fonema o grafema actúa como unidad distintiva dentro de
da sentir a la otra como caricatura de sí misma, como deformación paródi- su propio sistema, según correlaciones cuyo juego de interdependencia va-
ca de lo propio. ría de lengua a lengua. Así se explica que, incluso en el sector de las grafías,
De hecho falta todavía, sistemáticamente, exhaustivamente, un es- algunos signos gráficos que para la gramática española son digramas de un
tudio contrastivo entre el italiano y el español que podría ir desde el aisla· único fonemas (//, rr, qu, gu) no son tales para la gramática italiana, donde
1 do fonema hasta los enunciados más complejos (2). Mi intento en esta oca- los dos primeros representan el refuerzo de la 1 y de la r simple, mientras
1
1 sión es confrontar algunas muestras de los dos sistemas, no por los aspectos qu y gu son dos grafemas unidos correspondientes a dos sonidos; además,
1
formales más vistosos de la divergencia ni por las cuestiones anecdóticas o y ello explica una de las discordancias entre ambos alfabetos, el italiano no
r graciosas de los equívocos, sino porque las considero menos, poco o nada considera sus digramas [eh, gh, ei(a), gi(a), se(e), g/, gn] entre las letras del
1
conocidas o más difícilmente reconocibles. abecedario, mientras en español se cuentan en él tanto la eh como la //,
Se han buscado fenómenos generales y llamativos, no ejemplos grafías, y por eso son digramas, de un solo fonema.
usuales y abundantemente tratados y se los ha proyectado, cuando ha si-
do posible , en una dimensión extralingüística. Mis tres puntos de apoyo De la confrontación paralela de los dos sistemas fonológicos se de-
duce que son 15 los fonemas coincidentes en ambas lenguas; pero mientras
fundamentales son: mi experiencia de docente de ambas lenguas a los nati-
vos de la otra, mi propia competencia de hablante y mis estudios o trabajos son sólo 3 los fonemas castellanos de la península [los representados por
los grafemas e(e), j, y] sin correspondencia en la lengua culta de Italia, son
sobre problemas lingüísticos italoespañoles.
La confrontación global de los sistemas fonético-fonológicos de 6, en cambio, los fonemas italianos inexistentes en el esp-añol de hoy: los
que corresponden a las grafías g(e), v, se(e), s sonora y z sorda y sonora.
ambas lenguas tiene que apoyarse en una base lingüística claramente insti-
,.-
1
tucionalizada, razón por la cual se atenderá al italiano común sin notorias Así que, frente a los 19 fonemas consonánticos del español ( 15 coinciden-
tes, 3 sin correspondencia, más la r múltiple considerada fonema aparte y
interferencias dialectales, por una parte, y, por otra, al castellano de Espa-
ña, ello, más que desprecio o desconocimiento de la legitimidad de otras no mero refuerzo de lar simple), el italiano presenta 21 . Ahora bien, la ri-
peculiares expresiones nacionales, significa la inevitable 1imitación de mi queza fonológica del italiano se acrecienta aún más con la posibilidad que
personal experiencia lingüística. tiene de que casi todos esos fonemas consonánticos se pueden reforzar en
la pronunciación -y los duplica la escritura- dando lugar a toda otra serie
r- de 15 nuevas oposiciones fonemáticas. En cuanto al sistema de las vocales, .
1
sabido es que el toscano -y sólo el toscano- tiene 7 fonemas vocálicos en
sílaba tónica frente a los 5 del castellano, donde la diferenciación entrevo-
(2) Las bases para el mismo, sin embargo, las traza Manuel Carrera Díaz en Italia-
cales abiertas y cerradas tiene carácter fonético y nunca fonológico. De
r no y espOlio/: elementos para una comparación, en Estudios de Lengua y Li-
teratura italianas, Universidad de Oviedo, 1980, pp. 23-47, y en Italiano para aquí que el italiano llega a 43 unidades distintivas (21 + 15 + 7) donde el
lzispanolzablantes: la engaiiosa facilidad, "Rassegna italiana di linguistica castellano únicamente presenta 24 (19 + 5 vocales).
applicata", 3-1979 / 1-1980, pp. 23-40. Puede ser útil asimismo José M.a
,-.
Saussol, Glotodidáctica del espa1iol con especial referencia a italófonos, Del examen de los cuadros comparativos de fonemas se deduce asi-
1
Padova. Liviana Editricc, 1978. mismo que los más característicos del español en relación con el italiano

110 111
r
1
[los que corresponde a los grafemas c(e) y i] son sordos, mientras la ma-
yor parte de los fonemas italianos no existentes en español [que correspon-
el hiato ía. Desajuste, pues, entre grafía y pronunciación que también ·se da
en algunas palabras aisladas, como período, y en otros casos ya definitiva-
den as do/ce, z, g(e) y v] son sonoros; por otra parte, aquéllos, los castella- mente resueltos a favor del diptongo, como policíaco, austríaco, etc.
nos son fricativos (y a ellos deben añadirse los tres fonemas b, d, g, por ser También en relación con el acento de la palabra, el español, a pesar
su ~eculiar realización castellana casi siempre fricativa). mientras la mitad de su movilidad acentual, se queda corto frente al italiano, ya que admite
de los fonemas italianos sin paralelo en castellano son africados (g, z sorda como máximo palabras esdrújulas y sólo puede llegar a las sobreesdrújulas
y z sonora). El español, pues, se caracteriza, frente al italiano, no sólo por en sintagmas con pronombres enclíticos. El italiano admite hasta el sobre-
la reducción numérica fonemática, sino porque esa reducción opera fun- esdrújulo: así, mientras en español una palabra como régimen no puede
damentalmente entre los fonemas consonánticos sonoros (cuatro menos) Y mantener la misma sílaba tónica en plural, por la imposibilidad de hacer
africados (sólo uno frente a cuatro). compensada, sin embargo, por una régimenes, en italiano las terceras personas de plural de los verbos propa-
mayor abundancia de fricativos (ocho frente a cinco); Y asimismo, caracte- xítonos en su primera persona -inexistentes en castellano- (4) retrasan
riza al castellano el tener una sola oposición consonántica, con rendimien- una sílaba más el acento en la última persona del plural: egli visita y essi
to funcional distintivo, entre fonema simple y reforzado (r/rr). mientras visitano; y scivola 1 scivo/ano, fabbrica 1 fabbricano, predica 1 predicano,
esa oposición es actuante y efectiva nada menos que en quince fonemas del etc. Con los enclíticos se llega al acento en la quinta sílaba a partir del fi-
italiano (3). nal: fabbricamelo . El castellano no pasa de dígaselo, señá/emela, etc.
r En el ámbito de la estructura de la palabra a nivel del significante En el mismo ámbito de la estructura de la palabra, tampoco se
/ merece la pena señalar el contraste que supone la prácticamente inexisten- comportan ambas lenguas paralelamente en la consideración de los ox íto-
te terminación de las palabras italianas en consonante, de cara a la frecuen- nos y proparoxítonos, lo que ha tenido una curiosa consecuencia en la his-
cia de las españolas, acrecentada por los morfemas de plural. Ello lleva con- toria de la lengua poética. En efecto, ise tiene presente en la enseñanza
sigo no sólo la preocupación atenta del enseñante para que el discente ita- que la lengua italiana es lengua nacida de y para la literatura, lo que supone
liano pronuncie esas finales del castellano sin arrastres inoportunos de la si- una interpretación de la misma a nivel poético diversa del castellano?. La
bilante (y sin adición de vocales epitéticas, como se da en algunos hablan- consideración de palabra aguda y esdrújula diverge entre el italiano y el es-
te~ italianos de español). sino que además tiene evidente repercusión en la pañol en final de verso. El castellano no establece en este punto diferencia
lengua poética, al impedir a menudo las habituales sinalefas del italiano. en relación con la norma· usual de la lengua. El italiano sí. La pausa rítmica
A nivel suprasegmental es decisivo tener muy presente el diverso versal condiciona una pronunciación más lenta y marcada, que lleva a
comportamiento del acento, sobre todo referido a la distinta considera- hacer sentir como llanas las terminaciones verbales amai, temei, fui o for-
ción de la autonomía acentual de la palabra en la frase . Ejemplifico breve Y mas como poi, etc. Ello comporta, desde el punto de vista castellano, cier-
sencillamente con un nombre propio de mujer idéntico en ambas lenguas, tas anomalías no siempre bien interpretadas, ya que para el oído italiano
María Luisa: mientras el italiano conserva ambos acentos y sonoriza la no son propiamente agudas terminaciones como -ai, -e, -oí-, que son las
-s-, el español hace un solo grupo fónico subordinando acentualmente el que abundan, mientras por tales las interpretaría la fonética castellana.
primer elemento al segundo (marialuisa) y deshaciendo, por consiguiente,

{3} Deduzco estos resultados, expuestos ahora en forma más didáctica, de mi (4} Esta es la razón por la que el verbo alinear hace alineo (y no aUneo} en el
n
propio estudio, numero dei fonemi in italiano in con[rollto con lo spagno- presente de indicativo, a pesar del contagio que supone el sustantivo línea,
lo, en "Lingua Nostra", XXlll (1-962}, n.o 2, también reprodu~i~o en este que es lo que explica las vacilaciones de los mismos españoles y el error
volumen. A él remito para la discusión de las cuestiones problematlcas. vulgar alinio.

r-
112 113
1
'
1
[
Para algunos tratadistas italianos, incluso, no sólo son llanas estas palabras
emplea vocablos que no son en castellano esdrújulos pero que sí los puede
en la medición rítmica del verso, sino también . en el plano usual de la
interpretar de ese modo la métrica italiana y, por mimetismo, el propio Gil
lengua, ya que el oído no siente formas como eroi, assai, partirei, de la
Polo, como abundancia 1 fragancia 1 instancia; tristicia 1malicia 1justicia;
misma naturaleza que amo, temé. Es decir, que pertenecerían a las paro·
memoria 1 victoria 1 gloria; miseria 1 materia 1 Hesperia; copia 1 propia ¡
xltonas las que, aún teniendo el acento sobre la última sílaba, terminan en
inopia. Y para que no se dude de que es el modelo italiano quien condicio-
diptongo descendente (5).
na tal valor prosódico, comparénse esas rimas con las idénticas o casi idén-
La misma norma divergente es válida en relación con las palabras
ticas que, como esdrújulas, emplea Sannazaro: inopia 1 copia 1propia; mi-
esdrújulas, sea para los que las tienen sólo en cuenta en. final de verso, sea
seria 1 Esperia /materia (égl. X); y asimismo memoria /gloria /istoria (égl.
para los que extienden a la norma usual de la lengua el considerar proparo- Vl);strazia /grazia /sazia (égl. VIII), etc.
xítonas las que teniendo el acento en la sílaba penúltima terminan en dip-
tongo ascendente, o sea, palabras como invidia, Italia, y hasta Laura (6). Y
también esto tuvo su repercusión en la historia de la métrica española. En
efecto, a imitación de los frecuentes tercetos esdrújulos que emplea Sanna-
zaro en su Arcadia, esta forma estrófica se convierte en un elemento inhe-
rente a la estructura de la novela pastoril; y Jorge de Montemayor los utili- * * * * *
zará en la Diana y Gil Polo en la Diana enamorada. Pero ni uno ni otro se
dieron perfecta cuenta de que la adaptación no era posible en su totalidad:
y los tercetos de Montemayor terminan casi exclusivamente, con insufrible
monotonía, para obtener el esdrújulo rimado, en gerundios o infinitivos Dentro del plano morfológico, sin analizar paralelamente los casos
con enclíticos y en superlativos en -ísimo . y rasgos en los que ambas lenguas divergen, tenidos en cuenta en 1íneas ge-
Gil Polo, por su parte, en los que llama ter9os esdrúccioles, usa el nerales por las gramáticas usuales, me parecen más significativos los com-
mismo recurso pero con mayor parsimonia, ya que, además de utilizar al- portamientos lingüísticos que deslindan el distinto modo de interpretar los
gún verdadero proparoxítono en rima (mortífero 1 salutífero, 1 pestífero/), datos de la experiencia.
Partamos del género: llama la atención el hecho de que, en la
competencia que puede producirse entre género natural y género grama-
tical, en español predomine el primero, a diferencia del italiano. Cuando
(5} "Vi sono parole le quali, pur avendo l'accento sull'ultima sillaba, non sono
una actividad tradicionalmente masculina se expresa con un vocablo cuya
tronche, ma piane : tali sono tutte quelle che finiscono in un dittongo di-
scendente o disteso, come assai, eroi, dovrei, partirei, ecc. 1 piu non contem- terminación evoca el género femenino, el italiano tenderá, en cuanto alar-
plano questo caso" (Giuseppe Malagoli, L 'accentazione italiana. Guida prati- tículo, a la concordancia formal mientras el español se inclina por la con-
ca, Firenzc, Sansoni, 1946, págs. 8-9). cordancia ad sensum: compárense "el guardia", "el centinela", "el reclu-
(6) "Per contra vi sano altre parole che suonano sdrucciole all'orecchio, quan-
tunque siano accentate sulla penultima sillaba e non su11a terzultima •. come ta", "e! vigía", "el guía", "el espía" y, para el otro sexo, "la soprano", "la
invidia, Italia, innocuo, contiguo, ecc., terminanti in un dittongo cos1 detto contralto", etc., con los correspondientes italianos: la guardia, la sentinel-
improprio" (G . Malagoli, op. cit., p. 9). Ni que decir tiene que en los tratados la, la recluta, la guida (refiriéndose a un varón que haga de cicerone), la ve-
de métrica recientes no se considera ese caso como normativo sino como re-
curso posible utilizado por el poeta en la obtención de versos esdrújulos. Cfr.
detta, la spia; y, para voces femeninas il soprano, il contralto, etc. Lo mis-
W. T. Elwert, Versificazione italiana dalle origini ai giomi nostri, Firenze, mo ocurre con "ser un canalla" (una canaglia), "un bestia" (una bestia),
Le Monnier, 1973, pp. 18 y ss. "un caradura" (una faccia tosta). hablando de hombres.

,.......
1 114
115
Amplio material contrastivo ofrece en todas las lenguas la diversi· del español de hoy (7). Ante este fenómeno individualizado por Loren-
dad de género gramatical con palabras que no corresponden a seres sexua· zo, le señalaba por mi parte "que podría ponerse en relación contras-
dos; y no es el caso ni el momento de referirnos a "la flor", "la sangre" o tante y sugestiva con los numerosos masculinos en -a del italiano" (8) . Ya
"la leche" frente a il fiare, il sangue, e il latte. Hay vocablos en que la di· aclaraba Lorenzo que se explica esa aparente anómala terminación del fe-
vergencia de terminación en ambas lenguas justifica plenamente el corres- menino porque se trata de advocaciones a la Virgen en las que se sobreen-
pondiente cambio de género; no sorprende, pues (y elijo dos ejemplos en tiende "María del"; pero el hecho, en la sincronía actual de la lengua,
que se da además mutación de acento) que "el meteoro" sea la meti!Ora Y parece -paradójico: recuérdense Amparo, Consuelo, Olvido, Sagrario, Ro-
"la sandalia", il sándalo . Pero hay lexemas con los que el hablante de la cío, Socorro, Patrocinio, Rosario, en cambio, en algunas regiones, aunque
otra lengua se queda perplejo ante el cambio de género que no se espera: limitadamente, es también nombre de varón, pero nunca masculina su for-
"el eco" español es /'eco (la eco) en italiano, más consciente del origen mi· ma afectuosa diminutiva Charo (en italiano existe la alternativa de masculi·
tológico de la palabra, la ninfa Eco; lo mismo "el auto" /'auto (que, unido no y femenino entre Rosario/Rosaria) . Los nombres de mujer italianos,
a que también "coche" es masculino frente a macchina, hace que "el 124" con desinencia -o, son prácticamente inexistentes, salvo en derivados cul·
corresponda a la 124). Los grecismos en -ma son también en español mas· tos, comunes a ambas lenguas: la mencionada ninfa Eco, la también ninfa
culinos si son recientes incorporaciones técnicas o científicas: "el teore· Ero (español, Hero) o la poetisa Saffo (Safo).
ma" y, para no salirnos de nuestro ámbito, "el fonema", "el sintagma", Otra significativa diferencia en la interpretación de la onomástica
etc.; en cambio, si la palabra cuenta con cierta antigüedad en la lengua, el femenina con advocaciones a la Virgen consiste en que el español prefiere
español ha ido a la concordancia normal -"la diadema", "la estratagema", el nombre abstracto de la acción verbal frente a la lengua italiana, con su
"la proclama" -· mientras el italiano sigue fiel al origen culto de los vaca· tendencia a la expresión de lo perfectivo en la forma del participio pasado.
blos: if diadema, lo stratagemma, il proclama; lo mismo ocurre con los Me explico: el castellano, sobreentendiendo "María de", utiliza, como
sustantivos en -ta, de los que recuerdo, por su cambio de género Y de nombres propios, Asunción, Anunciación, Consolación (o Consuelo) y
acento, "el parásito", frente a il parassita. Concepción; en italiano tenemos la forma participial de esos mismos con-
ceptos, es decir, Assunta, Annunziata, Maria Canso/ata, y Concetta . Nom-
Significativa me parece la situación de algunos nombres propios de bre este último, por cierto, que interpretado falsamente como un diminu-
persona en cuanto a la terminación; es un hecho meramente contrastante tivo y traducido literalmente al español como Conchita, dio un regresivo
que despierta curiosidad por su aparente anomalía. En español, .los nom· Concha, que sigue siendo el nombre propio doblete de Concepción, sin
bres propios de varón terminados en -a son excepcionales: recuerdo Bautis· que se pueda explicar dicha relación, si no es a través de ese regresivo artifi·
ta Buenaventura y no sé si algún otro; viceversa, son muy frecuentes en cialment~ forjado desde el italianismo "Conchita" (9).
it~liano, lo que diacrónicamente se explica por la pérdida de-s final: así te·
nemas Nicola, Elia, Luca, Matia, Zaccaria, Giuda, Andrea (que en españól
es el femenino de "Andrés", mientras en italiano es el masculino de An·
(7) Emilio Lorenzo, El espaiiol de hoy, lengua en ebullición, Madrid, Gredos,
dreína) y hasta un nombre, ya exclusivamente literario, como Aminta. Pe- 1966.
ro la curiosidad sorprendente a que antes me refería, al aludir a la frecuen· (8) En mi reseña al libro de E. Lorenzo, en "Filología Moderna", n.o 25-26
cia de los nombres propios italianos de varón terminados en -a, es que queda (1966-1967), pp. 196·199.
(9) Cfr. Félix Fernández Murga, El participio pasado italiano, en Estudios de
contrapesada con el porcentaje cuantitativamente abundante de los nom· Lengua y Literatura italianas, Universidad de Oviedo, 1980, p. 85. Es tam-
bres propios femeninos que en español terminan en -o, a los que dedicó un bién autor de El participio presente en italiano y en español, en "Filología
certero apartado Emilio Lorenzo en su importante libro sobre los problemas Moderna", n.o 54 , 1975, pp. 345-366.

,-- 116 117


En el plano morfosintáctico se pueden señalar otros muchos casos
Sin embargo, creo oportuno señalar que entre chi y "quien" la equivalen-
de sólo aparente coincidencia. En líneas generales, por ejemplo, no hay
cia no es absoluta, a no ser como pronombres interrogativos o indefinidos.
grandes desfases en el comportamiento de las formas que componen el sis·
En ambas lenguas se refieren a personas, pero allí donde el italiano hace
tema pronominal personal. Incluso podría apuntarse que ambos sistemas se
una distinción meramente gramatical, formal, al castellano le preocupa pre-
desgajan, en el plano de la lengua hablada y con diferencias regionales en
cisar una vez más la oposición entre lo personal y lo no personal. Puede,
ambos países, en relación con el paradigma prescriptivo de la gramática ofi·
pues, aceptarse como norma que el chi italiano se traduce siempre con
cial. Pero el desajuste no actúa en el mismo sentido: en el castellano, el
"quien" en español; pero el "quien" sólo en limitados casos puede verterse
cada vez más difundido leísmo y el más restringido laísmo obedecen a que
en la otra lengua con chi. Esta limitación funcional de chi r:eside en que tie-
la forma interior del español (para usar una noción restaurada por Rafael
ne por sí solo el valor de un demostrativo-relativo, y carece, por tanto, del
La pesa) ( 1O) manifiesta preferencia por distinguir las categorías de lo
carácter anafórico o de referencia a un elemento lingüístico ya expresado;
personal y lo no personal; y, por lo mismo, tiende a precisar el género de la
o, dicho con criterio pedagógico, podrá utilizarse el "quien" español inclu-
persona. Ello. explica te vi por oposición a /o vi y, en el habla usual castella-
so en los enunciados en que haya antecedente expreso, siempre que se re-
na con antecedentes en la literatura clásica, la dije, diferenciado de le dije,
fiera a seres personificados, absorbiendo por lo tanto usos que correspon-
fe~enino que la prescripción gramatical no admite todavía. En el habla den en italiano a che y a cuí. Si a esta distinta amplitud funcional entre chi
toscana persiste y se generaliza cada vez más, la limitada utilización de /oro
Y "quien" se añade la bien conocida divergencia en la utilización de la pre-
a expensas del singular gli; y no se para en esto, sino que el gli absorbe tam-
posición a ante el complemento objeto personal, tenemos que una sola es-
bién en algún uso regional la función del femenino. En esta ruptura hay,
tructura superficial del español con el sintagma "a quien", corresponde en
por tanto, una clara tendencia a la simplificación de formas, como en el
el italiano o a che, si es complemento objeto, o a cuí si es complemento in-
castellano, pero no es el problema de la distinción persona/cosa Y masc~­
directo: "El director, a quien tan bien conocemos ... ", il direttore che... ,
lino/femenino lo que afecta al sistema italiano: en efecto, en esta lengua SI· "el director a quien pedimos el favor ... ", il direttore a cuí... ( 11 ).
gue vigente la diferencia entre objeto directo y objeto indirecto (g/i//o).
En el mismo ámbito morfosintáctico, pero con interferencias esti-
que el castellano central confunde, mientras no tolera la indiferenciación
lísticas, podrían hacerse ciertas consideraciones en torno al uso del posesi-
sexual: le dije/la dije . vo Y del mismo demostrativo: la forma deíctica de segunda persona "ese"
También parecen concordar a primera vista los reducidos sistemas
no queda ni mucho menos agotada con la explicación, muy epidérmica, de
de los pronombres relativos y no hay inconveniente inicial para admitir, en
lo cercano . o en conexión con la persona que escucha o a la que el mensaje
r 1íneas generales y elementales, las aproximadas equivalencias entre che Y
se dirige; hay que precisar que no sólo es cuestión espacial o material sino
"que", chi y "quien", qua/e "cual" y cuí (con artículo) "cuyo". En un se-
referencial, afectiva, imaginada o supuesta, alusión a algo consabido y has-
gundo momento notamos que el ya desaparecido de la lengua coloquial es·
ta distribución situacional en la frase. Hay que aclarar que, según el con-
pañola "cuyo" no llena las posibilidades funcionales del cuí ~taliano, que
texto, es válido tanto "esta decisión mía" como "esa decisión mía" y "esta
precedido de preposición, acoge muchos de los valores del "que" español.
El hecho es lo suficientemente conocido para no tener que insistir en él.

(11) De todos modos en la lengua coloquial española se observa un claro regreso


en el uso de la forma "quien", sustituida normalmente en esos casos por
(10) Rafael Lapesa, Evolución sintáctica y forma lingüística interior en. espa- "que" con preposición ; siguen más vivas, sin embargo, estructuras del tipo
r líol, en Actas del XI Congreso Internacional de Lingüística Y Filolog~a Ro-
"fui yo quien lo dijo", tan contrastante con la correspondiente italiana sono
mánicas, Madrid, C.S.I.C., 1968. stato io a dirlo.

118
119
decisión tuya" como "esa decisión tuya' ~ ; "éste es nuestro deber" o "ése es
nuestro deber", "este imbécil de Juan" o "ese imbécil de Juan", etc., etc.; todav ra un semantismo diferenciado entre dirección y si tu ..
· d' . acron, que per-
y así se llega a "el tonto ese", de tan peculiar resonancia. mrte rstrnguirlas en su empleo. Lo grave es para el alumno español ante 1
En cuanto al posesivo español, esa limitación de que hablan tanto grado de desemantización a que ha llegado el italiano en estas relacione :
Gilí y Gaya como Emilio Lorenzo, es evidente comparada con el inglés, el lugar. Dadas las interferencias y la intercambiabil'rdad 1 d s e
. . en e uso e estas
francés o el alemán. Sin embargo, al parangonar nuestras dos lenguas, se preposrcrones, un docente atento las tratará ¡'untas Como la gram t' 1'
.• . . · a rca rza-
observa el incremento que adquieren los posesivos españoles en las traduc- cron de las mrsmas en italiano lleva aparejada la neutralización de lo
d ' t' . s va 1ores
ciones conscientes del italiano, sobre todo -y por eso rozamos con la esti- rre·c· rvo Y 1ocatrvo, aún presentes en la conciencia del hispanohablante, la
lística- cuando no se trata de la materialidad de la posesión sino de la vin- o~cron, que en castellano queda determinada por el alcance semántico del
culación afectiva entre la persona y los objetos o seres de su entorno. Al nucleo verbal, en italiano depende del segundo tér'mino del · t
. . srn agma pre-
analizar en otro lugar el comportamiento de un traductor, Juan de Jáure- posrcronal. Es decir, la oposición funcional entre en y a gravita en ambas
gu i -al que se puede considerar autor de la mejor traducción clásica espa- lenguas_ en torno a centros distintos, por lo que la estructura que tiene que
ñola de una obra poética italiana, el Aminta de Tasso- he llegado a la con- memonzar el que aprende español es "ir a" , "d'rrrgrrse
· · a " " encamrnarse
· a"
clusión de que son muchos los posesivos que requiere la versión castellana "viajar a" o "estar en", "vivir en", "residir en", "pararse en",.mientras e;
en relación con el original. Sobre todo me interesa recordar ahora que hay que .aprende. italiano tendrá que automatizar in F'anc
•, 1·a, a rang¡;
n · ·
a teatro
r-
i enunciados en el Aminta traducido cuyo especial relieve semántico-expresi-
vo se debe a la "indudable intensificación [que] alcanza esta forma posesi-
al cmema, m chiesa; a scuola, in fabbrica; al/'universita, in facolta; in mon:
tagna, al mare, etc., independientemente del verbo (13) El d'rscen t e d e es-
N • • , •

va con los conceptos que se refieren a la vida y la muerte" ( 12). pan~l asrmrsmo tendra que insistir en la aguda diferencia entre el punto de
No hay que insistir en el hecho, sobradamente conocido, de que las par~rda expresado con de y el valor puntual, con refuerzo de la longitud es-
mayores dificultades entre las distintas lenguas estriban en el diverso modo pacral, de desde, no siempre adecuadamente realizado desde la otra lengua :
con que cada una concibe y comunica los contenidos de su experiencia. "vengo de Roma" 1 "vengo desde Roma"; "salir de casa" 1 "mirar desde la
ventana". .
r Sin embargo, si entre lenguas de estructuras claramente diferenciadas el
1 discente se acostumbra pronto a ligar a formas de suyo diversas esos dife-
,- E_n el ámbito de los engarces sintácticos, señalo, tanto por tratarse
rentes modos de interpretar lingüísticamente la realidad, el problema se
~e un evrdente elemento de contraste como porque no recuerdo que haya
agrava y agudiza entre lenguas muy afines. En el mismo y suficientemente
srd~ ad~~uadamente tratado, el mantenimiento de la preposición de ante la
conocido fenómeno de las preposiciones, lo auténticamente difícil y peli-
.con¡uncron que, en las oraciones subordinadas sustantivas que funcionan
groso es habituarse a utilizar formas que parecen idénticas o casi idénticas como complemento de un sustantivo y hasta de algunos verbos.
y que divergen en su amplitud funcional. Para eludir el más sugestivo fenó-
r
meno, el que representaría en la otra dimensión de la enseñanza esa com-
pleja y característica preposición italiana da -que entre otros privilegios
tiene el de poder ser utilizada con las cuatro clásicas relaciones de lugar-, (13)
T~ngase presente q~e me refiero exclusivamente a los sintagmas preposicio-
menciono los obvios casos de a e in. Aquí también la facilidad está de parte n :s de va~or locativo, cuando el elemento terminal pertenece a la termino-
del italiano que aprende nuestra lengua ya que a y en españolas conservan logra ~eografrca o a un concepto urbanístico, público, privado 0 de carácter
prof:swnal. Con otros complementos también puede existir interferencia en
espanol,
'd como en• la cunosa contraposición "a caballo" ¡ "en b urro " ; pero es
evr ent~ que aqur se trata de una oposición entre un complemento con valor
(12) Joaquín Arce, .Tasso y la poesía española , Madrid, Planeta, 1945, p. 166. predommantemente modal Y otro de sentido más bien instrumental· lo mis-
. ocurre con "a pre
mo · " Y " en cae¡1e " , en que coincide con el italiano. '

120

121
Mientras en el á!ll~ito del sintagma nominal hay coincidencia en el
empleo del signo prepositivo (ha paura di fui, "tengo miedo de él"). cuan- Es hasta demasiado bien sabido que la aparente identidad del léxico
do se sustituye el segundo término del sintagma preposicional por una ora- origina en muchos casos confusiones y resbalones impensados. Ello da lu-
ción, la lengua española sigue manteniendo la preposición ante la conjun- gar incluso a efectos de comicidad que ya utilizó la novela y comedia espa-
ción que, mientras el italiano la elimina sistemáticamente. El engarce fun - ñola e italiana del Renacimiento, y hasta el llamado en español "g.énero
cional de que actúa, en español, no sólo dependiendo, como ya he dicho, chico", a principios de siglo. La equivalencia fonética, pero no semántica,

r
1
de un sustantivo o de un adjetivo ("estoy seguro de que se equivoca", "pare-
ce contento de que lo sepáis"). sino incluso del verbo correspondiente: es
ocasiona abundantes equívocos recíprocamente explotados.
Pero no es éste el momento de insistir en estos efectos y recursos li-
decir que el castellano se comporta del mismo modo en "ten el convenci- terarios ni tampoco el de aludir a los tan conocidos y repetidos "falsos
mien~o de que se equivoca" que en "convéncete de que se equivoca" ; Y, amigos" ni a las graves caídas de traductores apres~·rados. Me interesa, en
por lo mismo, frente al italiano ha paura che venga troppo tardi, dice "~en­ cambio, mencionar hechos no tan consabidos, dado que de éstos hay ya un
go miedo de que venga demasiado tarde". De igual modo, si accogers1 del repertorio en un cómodo libro de F. Meregalli (15) ; "tergiversaciones", por
perico/o coincide en la sola preposición con "darse cuenta del peligro", en ejemplo, es en español falseamiento o alteración de hechos, no como en ita-
cambio accogersi che ci sano molti pericoli, es "darse cuenta de que hay liano tergiversazioni, o sea, andarse por las ramas o dar largas al asunto, lo
muchos peligros". Y ya por este camino habría que hacer toda una rela· que no presupone consciente desfiguración de pruebas. Como, por otra
ción de frases o verbos del tipo "el hecho de que no te guste", "la esperan· parte, traducir no es únicamente volcar palabras de una lengua en otra sino
za de que venga", "tener la impresión de que todo funciona mal", "asom- trasladar datos de cultura con sus especiales connotaciones, pueden
brarse de que haya tantos", "acordarse de que no hizo lo que debía", "du- conceptos perfectamente claros en sí resultar ofuscados en una distinta ór-
dar de que alguien lo diga", "asustarse de que vengan", etc., etc. bita de convenciones culturales; así, la "oración atributiva" es en español
1 Que la lengua castellana vulgar o descuidada introduzca en algunos la oración de predicado nominal, según la denominación de la usual gramá-
1 casos un de totalmente innecesario o que lo suprima en algunos de los tica tradicional que les da ese nombre indiferentemente (al identificar pre-

...
1
ejemplos mencionados, no invalida una norma que me parece muy signifi-
cativa como diferencia en el nivel sintagmático ( 14). No abordo, en cam-
dicado nominal y atributo). no lo que en la misma gramática tradicional
italiana se llama la oración "relativa explicativa o incidental", es decir, la
bio, el uso de di ante el infinitivo italiano por ser fenómeno ~ucho mas es- transformación sintáctica del attributo, término utilizado en italiano para
tudiado y conocido, y porque nos llevaría a problemas muy d1versos. el adjetivo adjunto .
l
~
Lexemas sustancialmente idénticos en ambos sistemas sufren a ve-
ces, en uno de ellos, competencia semántica con otros. Es siempre más fá-
(14) Manuel Seco, en su clara e innovadora -a pesar de la apariencia. '_'~radicio­ cil reducir a unidad en la propia lengua lo que la lengua extraña tiene di-
,- nal"- Gramática esencial del español, Madrid, Aguilar, 1972, refmendose a vidido o diferenciado, que lo contrario. En este sentido, y como muestra
las preposiciones más importantes (de, a, en, con) dice que las distingue "su de una falta de coincidencia recíproca, pongo en relación dos términos del
capacidad de funcionar como puro enlace, sin expresar o~ra cosa que la mera
mundo animal desde el punto de vista de su captura por el hombre : si un
relación vacía de contenido". Y tras citar entre otros ejemplos algunos co-
mo "me, acuerdo de que lo prometiste",
' "insisto en que no es ver dad" , " con- italiano se ve obligado a desdoblar en la otra lengua su único vocablo pesce
fiemos en que sea así" (donde tenemos también el engarce en que), aclara: para ajustarse a los límites semánticos del castellano entre el "pez" y el
" Este empleo puramente formal de la preposición explica que a menudo, so-
bre todo en el hablar descuidado, se omita ésta en algunos de los casos ante-
riores : Me acuerdo que... , Me alegro que... ; o que, inversamente, se intercale
donde no es norma; le dijeron de que... " (p. 179). (15) Franco Meregalli, Semantica pratica italo-spagnola, Varese-Milano, Instituto
Editoriale Cisalpino, 1955.

122
123
"pescado", el español, por su parte, se ve forzado al desdoblamiento de
"caza", para distinguir entre caccia, o cacciagione, como presa en general, (dar tuoco) o "pegar .un sello" (appiccicare un trancobo/lo) o "pegar una
y selvaggina, que no abarca las aves, pero sí liebres, gamos, jabalíes, etc., en pieza rota" (incollare un pezzo rotto) o "pegársela a alguien" (targlie/a a
cuanto cazados para poder ser comidos. qua/cuno) o "pegarse un tiro" (spararsi). sin olvidar que también "se le
En otros casos las interferencias son mayores y en cadena e impli- pega a uno" un acento regional, una manía, una costumbre, etc. (16).
can diversos vocablos que van entrecruzando gradualmente sus valores sig- Son suficientemente conocidas las dificultades derivadas de esta ne-
nificativos: "collar" se bifurca delicadamente en italiano para no confun- cesidad de precisión en la segunda lengua cuando en la primera la concien-
dir el col/are (sea el de perros o el simple alzacuello) y la callana (para per- cia del hablante no se ha habituado a tal distinción, por corresponder a un
sona). Pero a su vez callana, además de "collar" es también "colección"; único significante más de un significado. No quiero ya insistir ni siquiera
,- y no es que falte en italiano co/lezione, pero si se aplica bien a sellos, cua- referirme al ser 1 estar, al por 1 para, al traer 1 llevar, al pero /sino, al ir 1
dros u otros objetos, no es válido para la serie de publicaciones de una venir. Sí me parece oportuno en cambio precisar que "sino" no equivale a
editorial. Otro caso de incidencia de uno en otro vocablo por semejanza un ma después de negativa -como a veces simplísticamente se dice- ya
r formal y eslabonada lo produce "oficina", que no es la officina ("táller") que su alcance funcional depende del grado y del elemento sintáctico que
sino el ufficio, que a su vez no es el "oficio", porque éste es el mestiere, interviene en la contraposición (17). Y en cuanto a "ir" y "venir", téngase
etc., etc. muy en cuenta que su área de distribución semántica es bien diversa en las
En órdenes de ideas muy dispares, nos encontramos asimismo que dos lenguas, al ser en español la primera persona la clave distintiva del sen-
si el español distingue entre "calidad" y "cualidad", conceptos que el ita- tido del movimiento, oponiéndose a las otras dos, mientras que en italiano
liano funde en un solo vocablo, qua/ita, será el italiano el que delimite sig- son la primera y la segunda las que se oponen a la sola tercera; en castella-
nificativamente accentare y accentuare, donde el castellano emplea el solo no se viene hacia la primera persona, mientras se va hacia la segunda o ter-
"acentuar", sea gráfico o figuradamente intensificativo. cea; en italiano se viene hacia la primera, se viene también hacia la segunda,
Por la pendiente de la gramaticalización, considérese el desgaste se- y sólo se va hacia la tercera . Ahora bien, en cuanto el discente italiano ha-
mántico del verbo tare en italiano, que obliga a precisar con distintos le- ya aprendido a distinguir entre ir y venir en español, puede igualmente asi-
xemas españoles las frases del tipo tare una passeggiata ("dar un paseo"), milar el llevar y traer, ya que, en líneas generales, el que va, lleva, y el que
tar parte ("formar parte"). tarsi indietro ("echarse atrás"). tare a pugni viene, trae ( iel que viene en español no en italiano!).
("darse de puñetazos"). tare schito ("dar asco"), tarsi strada ("abrirse
eamino") , tar te carte ("barajar, dar las cartas"). tarsi bello ("ponerse gua-
1 •

po"), tarsi fa bArba ("afeitarse"), etc., sin olvidar tampoc~ e:e caracten_stl-

r
e 0 uso ' tan incrementado en la narrativa moderna de los ult1mos decen1os,
.
1 por el que tare se prefiere a "decir", sobre todo en forma espontanea .e
imprevista. Sustantivado, en cambio, dicho infinitivo italiano, denota mas (16) Presenta también dificultades para un italiano el verbo "tardar", que en efec-
to, no sólo implica retraso sino también transcurso de tiempo, espera y lenti-
intensa y concentradamente que el español: "tiene un modo de actuar tud. Confróntense, como ejemplo, las expresiones siguientes: "tardé una ho-
desagradable", ha un tare sgradevo/e. No porque esté del todo gram~tica­ ra en venir", ci misi un'ora per venire; "se tarda cinco minutos en hacerlo",
lizado, sino porque ha fundido valores que en la otra lengua se mant1enen ci vogliono cinque minuti per [arlo; "tardarán un mes en empezar", passera
un mese prima che incomincino; y, por este camino," ¡cómo tarda! " (en ha-
separados, el verbo castellano "pegar" exige en italiano distintos signos
cer algo)," ¡cómo tarda!" (en llegar), "tarda en irse", "tarda la comida", etc.
léxicos según el contexto: no es lo mismo "pegar a un niño" (picchiare un (17) Compárense: "no come pan sino galletas" 1 "no come pan pero como galle-
bambino) que "pegar una bofetada" (dare uno schiatto) o "pegar fuego" tas" 1 "no come pan pero engorda"; "no come sino traga" 1"no come pero
bebe" ; "no es blanco sino amarillo" 1"no es blanco pero es bonito".

124
125

1~.

Distinta cuestión es as1m1smo la presencia de significantes en una


lengua que no existen en la otra. Me limito, para terminar, a los sustantivos
que denotan la diferencia sexual en los seres humanos: los derivados lin·
gü ísticos de "mujer" o donna casi coinciden en las dos lenguas: "mujerie-
go", donnaiolo; "mujeril", donnesco; "mujerzuela", donnaccia, si bien en
italiano hay un verbo anticuado, donneare, sin paralelo en el español pe-
ninsular, y en español un "mujerío" -término suculentamente masculino- USO DEL CONDICIONAL EN ITALIANO y ESPAÑOL:
sin correspondiente italiano. Pero en cuanto a "hombre", es digno de notar ESTUDIO CONTRASTIVO
el contraste entre los diccionarios españoles que registran "hombría",
"hombrada", "hombradía", "hombrear", "hombruno", donde los diccio-
narios italianos del uso no dan testimonio de ningún derivado del lexe-
mauomo .

í
Por María de las Nieves MUÑIZ
No es el caso de sacar conclusiones cuando se producen, en lo lin·
gü ístico, interferencias psicológicas, culturales, sociales y hasta siempre po-
sibles reacciones nacionalistas. La actitud del lingüista no tiene, ante la len-
gua que observa, por qué asustarse ni dolerse de los resultados.
Algunas cuestiones de método.

NOTA.- La primera versión (más amplia) de este trabajo se publicó en Cuando se emprenden análisis de lingüística sincrónica contrastiva
Pliegos de Cordel (Roma), 1976, pp. 26·44, y, posteriormente, en J. Arce, Literatu· el dilema que socava a menudo las certidumbres del estudioso es sin duda '
ras Italiana y Española frente a frente, Madrid, Espasa-Calpe, 1982, pp. 30·49. de carácter metodológico: si la adopción de un método está de~erminad~
por los fines que en última instancia se propone la investigación, la pregun-
~a clave será : ¿qué objetivo perseguimos al comparar dos 0 más lenguas?:
l.hallar sus puntos de equivalencia para establecer un único sistema lin-
g~ ístico virtu~l , o bien resaltar sus discrepancias para realizar una tipolo-
gla de lengua¡es tomados en lo que tienen de original, intransferible e in-
comunicable? (1).

(1) "Quelle ,que soit la nature de la méthode choisie pour décrire chacune des
l~gues a comparer (traditionnelle, structurale, transformationnelle, etc.) iJ
existe, s.elon nous, ? eux far,;ons de concevoir la grammaire comparée : (1) une
grammrure comparee de type classique, qui compare les descriptions faites
a
pour chaque langue part, afin d'établir les identités et les différences et
(2) une grammaire comparée conr,;ue comme modele unique pour plu sieure~
langue~" (cfr. ~· Manoliu-Manea, "Grammaire comparée et grammaire trans-
for.matJ~nnelle , en Actes du XII/e Congn!s International de Linguistique et
Phzlologze romanes, Quebec 1976, vol. I, p. 361.

126
127
! Los estudios contrastivos llevados a cabo en dos lenguas afines so- Una vez aclarado este punto, nos atrevemos a firmar que el estudio
1 bre la base de unidades morfosintácticas reducidas, parecen apoyar la se- contrastivo de dos o más lenguas (y en particular del italiano y el español)
gunda hipótesis. En efecto, cuanto más limitamos el campo de análisis, más puede dar frutos positivos inmediatos: nos referismos, por supuesto, a las
obligados nos sentimos a profundizar e intensificar su examen cualitativo, evidentes ventajas que ofrece en el campo de la lingüística aplicada (venta-
más contrastes irán emergiendo allí donde parecía haber sólo analogías, Y jas ya suficientemente subrayadas. y demostradas) (4). pero también a la
más difícil resultará al final someter tales asimetrías a una disciplina estruc- valiosa aportación que debería prestar al conocimiento teórico de los siste-
turante. En cierto sentido, la buena voluntad del investigador, deseoso de mas que se confrontan. La ampliación ·de perspectiva que toda compara-
elaborar síntesis esquemáticas válidas para todos los casos, se ve defrauda- ción supone obliga a precisar, por ejemplo, los 1ímites de uso y de funcio-
da por la existencia misma del contraste : elemento anómalo mediante el nes que poseen determinados elementos gramaticales o a situarlos más allá
cual los sistemas de ambas lenguas (en sí coherentes) se infringen recípro- de las fronteras que una sola lengua parece marcar; ayuda a descubrir nue-
camente (2). vos matices y oposiciones internas que su misma "obviedad" dentro de
En sustancia, la exigencia de conciliar una metodología estructural cada sistema aislado habría hecho pasar desapercibidas; desmiente o confir-
con el anál isis contrastivo, se presenta cuanto menos problemática. Así ma la validez de generalizaciones realizadas a partir de las constantes que
pues, ante el doble peligro de efectuar generalizaciones apresuradas por un presenta una lengua . evita, en fin, la peligrosa confusión entre lo particular
lado (3), y de recaer en el callejón sin salida de una comparación basada en y lo universal.
,--- repertorios tautológicos de peculiaridades y equivalencias. por el otro, nos Si -como es nuestro caso- consideramos que la lingüística aplica-
1 parece que es aconsejable aspirar más bien a una esquematización coheren- da no debe reducirse a la confección de sistemas gramaticales encaminados
te y sistemática de los contrastes con vistas a una posterior ampliación de a favorecer el correcto aprendizaje de un idioma mediante automatismos,
la perspectiva: sólo la acumulación de análisis "intensivos" parciales sino que puede conciliar esta exigencia con la de transmitir una informa-
permitirá, en nuestra opinión, dar sólidas bases a una lingüística c.ontrasti- ción científica (cumpliendo, entre otros objetivos, con el de llevar a cabo
va general capaz de efectuar el debido replanteamiento de las clasificacio-. descripciones lingüísticas capaces de conseguir que la operación del apren-
nes gramaticales, de elaborar un macrosistema donde encajen tanto las dizaje sea autoconsciente), la doble ventaja a que acabamos de aludir
afinidades como las diferencias.

(4) Para una visión, a la vez descriptiva y crítica, de la conexión entre lingüística
(2) M. Wandruszka parece haberse resignado ante esta paradoja cuando, en la in-
tr~ ducción de su libro (de no menos paradójico título) , Nuestros idiomas, contrastiva y lingüística aplicada, cfr. E. Lorenzo, Lingüística de contrastes
comparables e incomparables (trad. esp., Madrid 1976, pp . 13-14) advierte : y estiUstica multilateral, en Pliegos de cordel, Roma 1976, pp. 17-25; cfr.
"En la comparación crítica nos haremos perfectamente conscientes de la pe- asímismo, E. Arcaini y R. Favretti, Analyse contrastive et apprentissage des
culiaridad, la singularidad incomparable de cada lengua humana, cada un_o de langues, Bologna 1980. Por lo que se refiere al estado actual de los estudios
r estos sistemas asistemáticos tan raros, tan caprichosos, con sus analog¡as Y contrastivos de italiano-español y su aplicabilidad al campo de la didáctica,
anomalías sus polimorfismos y polisemias, sus redundancias Y deficiencias, remitimos a cuanto dice : J . Arce, (Español e. Italiano: contrastes fonético-fo-
sus explic~ciones e implicaciones: la necesidad espiritual y el azar histórico, nológicos, morfosintácticos y léxir;os, en Pliegos de cordel, cit., pp. 27-43)
la ley y la libertad". . · y M. Carrera Díaz (Italiano para hispanohablantes: la engaiiqsa facilidad, en
r (3) "Quant ¡¡ s'agit de nos langues réelles,. il faut, pour obténir des 'systemes'
Rassegna Italiana di Linguistica Applicata, 3 (1979), pp. 23-4 7 ; Italiano y Es-
parfaitement cohérents et opérationnels, hélas, toujours tricher un peu, sem- pañol: elementos para una comparación, "en AA VV, Estudios de Lengua y Li-
1 teratura Italianas, 'oviedo 1979, pp. 23-47). A este propósito, cfr. también
blc-t-il. Qn peut se demander si de telles simplifications opérées uniquement
pour la beauté du 'systeme' théorique ne risquent pas de fausser tous nos ju- K. Katerinov, L 'analisi contrastiva e l'analisi degli errori di lingua applicate
gements sur la nature de nos langues réelles" (M . Wandruszka, "Po ur une in- all'insegnamento dell'italiano a stranieri, Quaderni di metodología dell'inseg-
tcrlinguistiquc romane", enActesdu XII/e Congrés..., op. cit. , vol. l, p. 100). namento del/'italiano a stranieri, Perugia 197 5.

128 129
r redundará en beneficio de una enseñanza (y de una idea) integral de la len- doble naturaleza de este tiempo, modal, en cuanto forma verbal encargada
gua, entendida a la vez como algo real y virtual, universal e intran.sferible, de expresar la eventualidad ("11 condizionale esprime l'eventualita, che non
instrumento de expresión y de comunicación en el que se conjugan múlti- e necessariamente legata a un livello temporale; percio il condizionale non
ples niveles, desde el habla común, hasta el estilo poético. distingue i livelli temporali, cioe non ha "tempi", ma distingue soltanto il
Con el propósito, si no de realizar, al menos sí de no contradecir rapporto reciproco (anteriore-non anteriore)") (7), y temporal, en cuanto
esta idea de gramática integral según la cual todas las variantes están com- variante del futuro en frases introducidas por un tiempo pasado, y cuyo
r prendidas en la regla, todas las infracciones en el sistema, todas las realiza- nombre más adecuado sería FNP, es decir, "Futuro Ne/ Passato ("11 FNP
! ciones co~cretas en la virtualidad del lenguaje (5), trataremos, pues, de in- al contrario, e una variante del futuro legata al tempo passato nella propo-
troducirnos en el examen comparativo de un tiempo, el condicional, que sizione reggente; dunque, esso esprime unicamente un-rapporto temporale
parece plantear más problemas a los investigadores de cada lengua por se- e non esprime nessun contenuto modale, non esprime l'eventualita") (8)_
parado, que a los gramáticos obligados a confrontarlas. Pero, como hemos dicho, los métodos para la enseñanza del italia-
Es sabido que la Real Academia Española de la Lengua ha vacilado no a hispanohablantes o del español a italianos, no sólo no se hacen eco de
1 entre la opción de clasificar al condicional dentro del subjuntivo o del indi- tales cuestiones teóricas, sino que, en general, ofrecen una imagen tranqui-
1 cativo, y que el fruto de esta incertidumbre ha sido la creación de un modo lizadora de la analogía funcional que en éste, así como en muchos otros ca-
nuevo, el potencial, constantemente puesta en discusión por los estudios sos, parecen presentar los dos idiomas, o bien apuntan aquí y allá a ciertas
posteriores (6). Por su parte, las gramáticas italianas tienden a aceptar la diferencias de uso sin profundizar en ellas de modo sistemático (9).
Tratemos de enumerar los casos en los que la simetría del condicio-
Concordamos plenamente con E. Arcaini cuando afirma: "ll sistema non pre-
nal español e italiano emerge con mayor evidencia:
(5)
1 esistc alla 'parole'. I due sono compresi nella situazione comunicativa. L'uso
concreto per soddisfare le esigenze comunicative 'trae' dal sistema, concretiz-
zandole, le virtualita implicite nel sistema stesso. La 'parole' e !'agente attua-
1

lizzatore della 'langue', anche di quegli elementi che apparentemente pote- el punto de vista modal, cantaría pertenece al indicativo . En cuanto a las re-
vano sembrare in contrasto con le leggi del sistema in un dato momento sto- laciones temporales, se trata de un futuro medido desde el pasado, un 'pos-
rico", en "Sincronía e diacronía nelle prospettive della ricerca e dell'applica- pretérito' ", p. 95 . Recientemente, la misma Academia ha modificado su
zione", Lingua eStile, IV (1969), p. 352; en este sentido, también P. Vale- punto de vista y ha incluido al antiguo 'potencial' (ahora 'condicional') en el
sic, "Le style et la grammaire", en Actes du XII/e Congrés... , op. cit., vol. I, modo indicativo (v. Esbozo de una nueva gramática de la lengua espaí'íola,
Madrid 1978, P- 472).
pp. 1003-1015 .
(7) P. Tekavcié, Grammatica storica dell'italiano, vol. ll: Morfosintassi, Bologna
(6) Sobre este problema, véase cuanto dice Gili Gaya en su Oirso Superior de
Sintaxis Española, (Barcelona, 1964), pp. 171-173. Las ideas básicas de An- 1972, p. 552.
drés Bello, quien en 1917 dio argumentos contundentes en favor de la inclu- (8) /bid . ; el mismo autor desarrolla estas ideas en polémica con A\arcos Llorach
sión del condicional dentro del indicativo (Gramática, cap. XXIII, De la con- en "Saggio di un 'analisi del sistema verbale italiano", Lingua e Stile, V
jugación, 495, p. 179, y A. Bello-R. J. Cuervo, Gramática de la lengua cas- (1970), p. 7. G. Rolhfs se ha pronunciado ya en este sentido en su Gramma-
tellana, B. Aires 1952, pp . 221 y sgs.) con el nombre de post-pretérito Y de tica storica de/la lingua italiana e dei suoi dialetti (trad. it., Torino 1969 , pp.
ante-post-pretérito, respectivamente para el condicional simple y el com- 55-58); sin embargo, para los gramáticos A. Marchese y A. Sartori, se trata de
puesto, han sido seguidas por S. Gili Gaya en la obra citada (si bien con la un modo "che assolve alla funzione di futuro del congiuntivo", fl mondo
denominación de futuro y antefuturo hipotéticos), por R. Seco en su Ma- de/la paro/a, Milano 1973, P- 107 ; ambos A. hacen idéntica afirmación en fl
nual de gramática española, Madrid 1963, pp. 76-77, donde, bajo el nombre segno e il senso, Milano 1970, pp. 280-281. Por nuestra parte nos inclinamos
de potencial simple y potencial compuesto, ambos condicionales son inclui- a favor de la teoría de Tekavcié, si bien con alguna salvedad que haremos en
dos dentro de los futuros de indicativo, y por E. Alarcos Llorach en su fun- el curso de este estudio; ello hace que adoptemos desde ahora la denomina-
1 damental estudio: Cantaría: Modo, tiempo, aspecto, en Estudios de gramá-
tica funcional del espaí'ío/, Madrid 1973, donde concluye : "Por tanto, desde
ción abreviada de FNP por su exactitud y funcionalidad.
(9) A título puramente indicativo, y en orden progresivo (desde la ausencia total
1__

130 131
Apódosis de oraciones condicionales: o que emplean ese matiz de duda y posibilidad para expresar
1)
órdenes y ruegos con la llamada "atenuación de cortesía" (v .
Se potessi lo farei punto a) (10):
Si pudiera lo haría

Le agradecer/a que me Le sarei grato se mi


2) Frases independientes:
escuchase ascoltasse
Le rogaría que no hablase La pregherei di non parlare
'\ a) Optativas (en general con los verbos querer, deber, poder 1
volere, dovere, potere, o similares) con valor desiderativo Y
Pero, la multiplicidad de estos casos no debe engañarnos : en reali-
obligativo atenuados:
dad, como ya ha sido señalado en alguna ocasión ( 11). el punto 2, con to-
Vorrei vederti das sus modalidades, puede ser integrado en el 1, ya que se trata de frases
Querría verte
Preferirei mangiare piu tardi condicionales convertidas en independientes gracias a la elisión de una pró-
Preferiría comer más tarde
tasis más o menos fácilmente reconstruible:
-r Podrías hacerlo tú Potresti farlo tu
Deberías estudiar Dovresti studiare
1
Sarebbe meg/io tacere Querría verte (si pudiera) Vorrei vederti (se potessi)
Sería mejor callar
No sabría qué decirte (si me Non saprei cosa dirti (se me
lo preguntaras) lo chiedessi)
b) Frases que expresan proyectos hipotéticos:

Yo compraría la cerveza lo comprerei la birra Podemos pues cerrar el apartado de las similitudes entre el espa-
y tú prepararías los e tu prepareresti i ñol y el italiano, afirmando que ambas lenguas coinciden en el uso del
bocadillos panini tiempo que nos ocupa cuando éste aparece en las apódosis de frases con-
dicionales explícitas o implícitas. En este caso, el paradigma simple es
e) Frases que indican probabilidad, posibilidad o duda: transformable en el compuesto cuando haya que expresar una relación de
anterioridad respecto al tiempo de referencia:
.
r
Se diría que está enfermo Si direbbe che sia malato
Non saprei cosa dirti
1 No sabría qué decirte
(10) El empleo del "condicional de cortesía" tiene, sin duda, un índice de fre-
cuencia superior en italiano. En esta lengua es posible, por ejemplo, expresar
con dicho tiempo lo que Rolhfs llama "rifiuto attenuato (veramente, si-

r-
gnara marclzesa, io avrei giti pranzato 'ho gia', ej. cit. por Rolhfs, op. cit., p.
1 de alusiones a posibles contrastes hasta la enumeración asistemática y un tan- 56), condicional que presupone un complejo recorrido lógico del tipo: "Se
to apresurada de los mismos), citamos tres manuales: G. Battaglia, Gramma- non sembrassi scortese Le direi che ho gia cenato", mediante cuya omisión se
tica italiana (para estudiantes de habla española), Roma 1974, p. 281; C. Llo- ha efectuado una transferencia desde el verbo dicendi al enunciado mismo.
vera Majem, Granuítica italiana del siglo XX, Barcelona 1975, 6.a edició n, Es también más frecuente en italiano el empleo del condiconal para dar "in-
p. 476 y A. Gallina, Curso di Lingua spagnola , Milano 1972, pp. 332-333. formazioni riservate" en el lenguaje periodístico: secando le ultime notizie,
Cabe hacer una excepción para la recientísima Moderna gramática española il Presidente si sarebbe dimesso.
de r: Avanzini D'Angelo, Bologna 1980, aunque peque de ciertas simplifica- (11) Cfr. a este respecto, A. Puglielli y A. Ciliberti, "Il condizionale", en Fenome-
ciones y omisiones propias de todo manual y no dé un carácter realmente sis- ni 1nor[ologici e sintattici dell'italiano contemporaneo , SU ; Roma 1974, vol.
í temático a los contrastes (v. pp. 208-210). 1, pp. 261-274, y G. Rolhfs, op. cit., pp. 55-56.
l
132 133
1

l 1
Habría querido verte (ayer) Avrei voluto vederti (ieri)
(que se limita a tole-rarlo en el uso común, pero impone el pluscuamperfec-
to de subjuntivo en la lengua culta), lo que nos llama más la atención es la
Si hubiera podido lo habría Se avessi potuto l'avrei
utilización por parte del italiano de un condicional compuesto allí .donde
i
hecho fatto, etc.
1
1 parecería ser más apropiado el correspondiente tiempo simple. Esta pecu-
l
liaridad del italiano se produce todas las veces que la expresión temporal
Sin embargo, cabe ya aquí hacer una salvedad:
de la posteridad se combina con una perspectiva de pasado; y, por lo tanto,
se generaliza en el caso del FNP, es decir, del futuro visto como pasado:
A) Se trata de las oraciones condicionales que expresan eventualidades
futuras y están regidas por un verbo en tiempo pasado:
Dijo que vendría Disse che sarebbe venuto
Dijo que si salíamos de casa Disse che se fossimo usciti Creía que me perdonarías Credevo che mi awesti perdonato
nos aburriríamos (uscivamo) di casa, ci saremmo
annoiati y así sucesivamente. He aquí que la simetría entre las dos lenguas se ha ro-
Nos advirtió que si no Ci avverti che se non avessimo to en un punto de amplísimo uso que entraña no pocas dificultades para
estudiábamos la lección, no studiato (studiavamo) la los discentes de una y otra (13).
iríamos al cine lezione, non saremmo andati
al cinema. 8) Pero no acaban aquí las discrepancias en el uso de ambos condicio-
nales. Si bien el italiano reduce a los casos estudiados hasta ahora las fun-
Aparte de la diferencia que en este tipo de frases presentan el espa- ciones de este tiempo, el español amplía las posibilidades modales y tem-
ñol (que exige en la prótasis un imperfecto de indicativo) ( 12) y el italiano porales del condicional a un caso más: la expresión de la probabilidad en el
pasado o desde el pasado (empleo paralelo al del futuro de indicativo en
suposiciones de acciones presentes o desde el presente) (14). Por el contra-
(12) Sería interesante llevar a cabo un estudio acerca de las circunstancias (tempo- rio, el italiano recurre para este fin a aquellos tiempos y construcciones
rales, semánticas, sintácticas) que determinan en la prótasis el empleo de un
imperfecto de indicativo o de un imperfecto de subjuntivo. Véanse los si-
guientes ejemplos : "Si fueran las diez, la abuela comprendería y no les deja-
ría castigarme" (Gente de Madrid); "Si le daba un puntapié a las tuercas, nos (13) A esta dificultad alude M. Carrera Díaz en "Italiano para hispanohablantes:
liaríamos a golpes" (ivi); "Si no guardaba silencio, se le impondría una mul- la engañosa facilidad", cit., p. 37.
ta" (La Barraca). Nótese asímismo el contraste que ofrecen las frases tempo- (14) Este empleo del condicional es incluido por Bello dentro de los "significados
rales-consecutivas o las condicionales especiales con las condicionales clási- metafóricos" de los tiempos, gracias a los cuales una forma de posteridad
cas: "Cuando se casaran -alguna vez había de ser-, ya guardaría el dinero" puede pasar a designar la anterioridad con matiz de probabilidad (op. cit., p.
(La Barraca) >"Si se casaban"; "en seguida pensamos que, a poco que se 236); es la misma opinión sostenida por G. Rojo, según el cual se trata de un
mantuviera, acabarían pegándose" (Gente de Madrid) >"Si se mantenia". "uso dislocado" (por contraposición con los "usos rectos") de las formas de
Aparte de estos problemas, existe la siguiente constante: TE presente, la posteridad ("La temporalidad verbal en español", Verba, vol. 1, 1974, pp.
prótasis con imperfecto de subjuntivo ("Creo que si llegara mañana lo sa- 114-115). Alarcos llega a proponer la existencia de un modo especial para las
bría"), TE pasado, prótasis con imperfecto de indicativo (''Crela que si lle- formas llegaré, llegada, habré llegado y lzabria llegado basándose en esta ex-
gaba mañana, lo sabría") aunque también en este terreno los límites se con- presión de posibilidad y posteridad (Estudios de gramática funcional del es-
funden por simples variaciones de perspectiva. En cualquier caso, nos hemos pañol, p. 104). Cabe, sin embargo, decir que este peculiar empleo del condi-
limitado a prótasis con implicación de futuro, que es donde parecen nacer cional no fue desconocido en el italiano antiguo (Sarebbe il medico tornato o
más vacilaciones temporales. altro accidente sopravenuto?, Decameron, ej . cit. por Rolhfs, op. cit., p. 56).

134 135
que en castellano son variantes combinatorias de este tipo de condicional
Esperaba que viniese (vendría) Speravo che venisse (sarebbe
(desde el futuro anterior, hasta los pasados recientes del indicativo y del
subjun-tivo, generalmente acompañados por adverbios de duda o posibi- venuto)
lidad) :
pero que en español abarca casos desconocidos para el italiano: así, en
Saranno state le otto frases con deber, querer, (sólo en las hipotéticas de probabilidad) poder:
r
Serían las ocho (cuando llegó) Forse erano le otto
1
Puo darsi che siano state le otto Querría (quisiera) verte Vorrei vederti
Puo darsi che fossero le otto, Deberías (debieras) estudiar Dovresti st!,!diare
Podría (pudiera) ser cierto Potrebbe essere vero
Tendría quince años Avra avuto quindici anni
Forse aveva quindici anni, etc. Y adquiere un carácter sistemático en las apódosis con tiempo compuesto:
r
Derivado del empleo supositivio que acabamos de mencionar, surge Si hubiera (hubiese) querido lo habría hecho
en español (y asimismo relacionado con los empleos paralelos del futuro) lo hubiera (hubiese)
un uso "concesivo" de ese tiempo, uso que en italiano se resuelve, una vez
más, con la total exclusión del condicional: ~) Por último~ un problema más, originado por la abundancia de perí-
frasis que el espanol presenta respecto a la relativa escasez del italiano
Sería fea, pero era simpática Sara stata brutta, ma era También el condicional tiene, en efecto, un sustituo perifrástico ib;
1
simpatica a+ infinitivo, que el italiano desconoce (16): '
l Lo haría, pero yo no lo creo L'avra fatto, ma io non ci credo
Vendría mañana= Iba a venir mañana
C) A esta serie de discrepancias, que enfrentan un sistema binario del
codicional italiano (hipotético-temporal con valor de posteridad), a un sis- paralelo a la variante perifrástica del futuro simple:
tema tripartito del español (hipotético-temporal con valor de posteridad-
1 temporal supositivio con valor anterioridad) donde las proyecciones tem- Vendrá mañana = Va a venir mañana
l porales son abundantemente ampliadas, conviene ahora añadir otra, quizás
menos vistosa, pero no menos importante para la correcta valoración de
1 ambos s.istemas.
l Se trata de la neutralización de la oposición condicional/subjuntivo pp. _125-127 ; P. Tekavcié, Grammatia storica dell'italiano , vol. U: Mor[osin-
( 15); neutralización que en ambas lenguas ocurre, a veces, cuando tienen tassz , pp. 409-410. Por su parte, M. Regula-J. Jernej, en su Grammatica ita-
lian~ descrittiva, Bern 1966, incluyen un cuadro sinóptico de la concordancia
lugar ciertas concomitancias funcionales entre el tiempo que estudiamos y de tlem~os. do~de tal concomitancia queda reflejada con algunos ejemplos
el imperfecto de subjuntivo: que aqu1 Simplificamos: Speravo che venisse, Speravo che sarebbe venuto,
Ha creduto che venisse, Ha pensato che sarebbe ven uta).
(16) Exis;e adem_ás la. ~quivalencia en ciertos casos entre la perífrasis obligativa
(15) Sobre este punto, cfr. Bello-Cuervo, op. cit. , p. 240; Gili Gaya, op. cit. , pp. luz_bza de ~ z~jimtz~o Y el condicional : "El rey había de morir (moriría) dos
169-70; Gramática de la Real Academia, párrafo n. 385; G. Rojo, art. cit., d1as despues , equivalente a la construcción italiana doveva +infinitivo : "11
re doveva morire (sarebbe marta) due giorni dopo".

136
137
r

De modo que, en determinados contextos, "Iba a decírselo" correspon- indirecto y el indirecto libre (18). lugar predilecto para la combinación de
derá en italiano a un "Giiel'avrebbe detto" más que a un "stava per dirglie- los dos factores temporales, la anterioridad y la posteridad. Nada hay a ve-
lo", que sería la traducción aconsejada por el valor estrictamente incoativo ces, como no sea el contexto o ciertos indicadores adverbiales, que nos dé
e inminente generalmente atribuido a dicha perífrasis. la seguridad de hallarnos ante una acción eventual futura en vez de ante
una apódosis de pasado:
El rápido cotejo que acabamos de hacer sería sin duda insuficiente
Valle assolutamente accompagnarmi fino a casa. Era quasi l'una or-
para sacar conclusiones acerca del uso comparativo del condiconal en am- mai. Tentai di scoraggiarlo, facendogli notare che via Scandiana era
bas lenguas. La realidad de las discrepancias constatadas es, naturalmente,
lontana, e che se mi avesse accompagnato noq sarebbe potuto rien-
más compleja de lo que sugiere una primera aproximación; por ello, vamos
trare all'albergo prima del le due (G. Bassani, Dietro la porta)
ahora a examinar con más detenimiento cada uno de los casos en los que
hemos notado divergencias. He aquí un breve resumen de los enumerados D'un tratto infatti comincio a ringraziarm i con grande effusione
hasta ahora: dell'aiuto che gli avevo prestato durante il compito in classe. Se
non ci fossi stato io a dargli una mano -diceva-, chissa come
a) Expresión de la posteridad vista desde el pasado, a) sujeta a condi- avrebbe potuto cavarsela. (/vi.)
ción, b) no sujeta a condición (FNP) ;
r-
De los dos textos citados, el primero exigiría en castellano un con-
b) Dislocación del valor temporal de base (posteridad) en la expresión
1 dicional simple, puesto que se trata de una hipótesis futura, mientras que
de suposiciones sobre acciones pasadas o coincidentes con tiempo
el segundo, donde se expresa una eventualidad pasada, permitiría la trans-
de enunciación pasado;
posición literal de los tiempos ( 19). He aquí dos ejemplos paralelos sacados
e) Neutralización de la oposición condicional/subjuntivo, a) en frases
de sendas narraciones de autores españoles contemporáneos:
con verbos modales, b) en la apódosis con tiempo compuesto;
d) Alternancia condicional simple/perífrasis iba a +infinitivo.

cuestiones relativas al uso del condiconal italiano, a los siguientes estudios :


CASO A D. De Vivo, Del futuro e del condizionale in italiano in rapproto con le altre
lingue romanze, Dopart 1882; W. Esser, "Beitrage zur Geschichte des lrrealis
La tendencia del italiano moderno a emplear la forma del condicio- in Italien", en Romnische Forchungen, 39, pp. 267-314; L. Mourin , "La va-
leur de l' imparfait, du conditionnel et de la forme en-raen espagnol moder-
nal compuesto (reservada para la expresión de la anterioridad) para indicar
ne", en Romanica Gandensia, IV (1955) ; del mismo A., " ll condizionale pas-
la posteridad en frases regidas por tiempo pasado ( 17), resulta particular- sato", en Lingua Nostra , XVII (1956) pp. 8-15 ; G. G. Lebedeva, Ob uslov-
mente llamativa en aquellas narraciones literarias donde abunda el discurso nem potential 'prediozenii v ita!' janskom jazyke , Issledovanija (1961), pp.
174-187 ; A. Leone, "Del condizionale dipGndente", Lingua N ostra, XXlll
(1962) pp . 57-59 ; M. D. Savié, Temporalni kondicional u italiajaskom jezicu ,
Beograd 1966 , y J. H. Ame, "ll condizionale nell'itaJiano moderno" en Stu-
(17) Cfr. P. Tekavéié, Grammatica storica, cit., pp. 518-519. F. Brambilla Ageno, dia Neophilologica, 43 (1971) pp. 101-113 y G. Herczeg, "ll'futuro nel pa-
en n verbo nell'italiano antico, Milano-Napoli 1964, p. 350 constata que ssato' in italiano" , en "Lingua Nostra", 30 (1969), pp. 63-68.
"quale 'futuro nel passato' la lingua antica presenta constantemente il con- (18) G. Herczeg, en su estudio Lo stile indiretto libero in italiano (Firenze 1963),
dizionalc semplice". Para este problema, v. también M.D. Savié, Condizionale indica como único tiempo empleado para expresar la posteridad desde el pa-
temporale nella prosa dei romantici italiani, en n Romanticismo, Atti del VI sado, el condicional compuesto (p. 60).
Congresso dell'Associazione Jnternazionale per gli studi di lingua a Lettera- (19) Estos ejemplos muestran que la sustitución del paradigma simple por el com-
tllra italiana, Budapest 1968. Remitimos asímismo, para ésta y para otras puesto en italiano no es patrimonio exclusivo del FNP, conio parece pensar

1 138 139
1
1
1

Pero Leoncio subió la linterna y enseguida pensamos que, a poco


Moriría él en presidio, como el pobre tío Barret? ... No; se conti-
que el otro se mantuviera, acabarían pegándose, porque era mayor,
nuarían las costumbres de la huerta, el respeto a la justicia por ma-
lo menos de trec.e a catorce años. (J. García Hortelano, Gente de
no propia. Se callaría el agonizante dejando a sus amigos, los Terre-
Madrid).
róla u otros, el encargo de vengarle. (B. Blasco lbáñez, La Barraca).

Al final de las peleas lo sacaba abrazado por entre la gente que ocu-
No iba a buscar el triunfo en las grandes ciudades: allí mismo, en
paba el pasillo, acompañándolo a los vestuarios. Si se hubiese deja-
San Juan, construiría su porvenir, allí se producirían los grandes
do lo hubiera enjabonado, porque el padre sentía aquel cuerpo
hechos. Las obras saldrían de allí, las gentes acudirían, afluirían de
completamente suyo. (l. Aldecoa, Cuentos Completos) .
todas partes. (R. Chacel, Novelas antes de tiempo) :

Por lo que se refiere al FNP, la uniformidad que el italiano presenta


en el uso del condicional es casi tan completa como la que ofrece el caste- Si el comportamiento peculiar del italiano moderno en este aspecto
1 llano en su predilección por el paradigma simple: destaca como una disonancia, no sólo frente al español, sino frente al con-
1
cierto general de las lenguas romances, el hecho sorprende tanto más
La mamma lo guardava mentre tendeva le manine alle rondini come cuando pensamos que la sustitución del paradigma simple por el compues-
1
1
se volesse -prenderle a vol o, o quando tirava la palla, e pensava che il
su o bambino non sarebbe sempre stato felice cosi. Non avrebbe po-
to data de época muy reciente y que todavía un texto tan cercano a noso-
tros como 1 promessi sposi de Manzoni presenta una alternancia de condi-
tuto rimanere sempre seduto in quello spazio largo un palmo, tra la cionales simples y compuestos semejante a la que conserva el español
finestra e la ringhiera, a baloccarsi con quella palla di cencio o a ri- actual:
dere meravigliato alle buffonate dei ragazzi di faccia. Ouei raggazzi
sarebbero stati presto uomini, e non si sarebbero piú tinto il viso
con il carbone per spaventare il suo pavero bambino, che invece ne .. . in quel risolvimento della natura sentiva piú liberamente e piú vi-
rideva. (U. Fracchia, Picea/a gente di citta) . vamente quello che s'era fatto nel suo destino.
Ma quanto piú schietto e intero sarebbe stato questo sentimento, se
Ma no. Sarei stato io, a scendere da lei. Avremmo par/ato. Mi sarei Renzo avesse potuto indovinare quel che si vide pochi giorni dopo:
Jasciato interrogare fino al momento in cui mio padre, rincasando, che quell'acqua portava via il contagio; che dopo quella, il lazzeret-
e scorgendoci dal fondo del portico, avrebbe incominciato a batte- to, se non era per restitu ire ai viventi tutti i viventi che conteneva,
re le mani per segnalarci che era arrivato e che aveva fretta di met- almeno non n'avrebbe piú ingoiati altri; che, tra una settimana, si
tersi a tavola (G . Bassani, Dietro la porta). vedrebbero riaperti usci e botteghe, non si parlerebbe quasi piú che
di quarantina ; e della peste non rimarrebbe se non qualche restic-
ciolo qua e la.
1
1
Pero, a nuestro parecer, el origen de la "anomalía" no debería ser
Tekavcié ("Saggio di un'analisi del sistema verbalc italiano", cit., p. 7), sino
buscado necesariamente en un diferente origen etimológico del condicional
que ocurre también en la expresión de la eventualidad futura y abarca tanto
la apódosis como la prótasis: "se mi avesse accompagnato non sarebbe potu- italiano (canteri < cantare habui frente a cantaría < cantare habebam).
to rientrare" (en esp. " si me acompañaba no podría volver ... "). síntoma de una predilección congénita por los paradigmas de anterioridad

140
141
(20). sino que podría ser suficientemente explicada en términos de estricta Lo que es un "mañana" para el enunciante dos, aparece como un
psicología del lenguaje . "ayer" desde el punto de vista del enunciante uno. En suma, el futuro del
En el discurso indirecto regido por un tiempo pasado o, más gene- enunciado, que el español, adoptando la perspectiva de TE 2 , representa
ralmente, en el discurso narrativo (tomemos como base el ejemplo: Dijo con la forma simple del condicional (vendría), se transforma en un pasado
que vendría). la enunciación se desdobla en dos tiempos: ' aquél desde el (si bien pasado de la eventualidad que, como tal, encierra siempre una im-
que se relata (encargado de enunciar los verba dicendi, ya sean explícitos o plicación de futuro) para el italiano, que asume el punto de vista de TE 1 y
implícitos) y que llamaremos para abreviar .TE 1 (es decir, Tiempo de adopta el condicional compuesto (sarebbe venuto) .
Enunciación Uno). y aquél que es relatado (TE 2 ). encargado a su vez de He aquí por qué llegan a coincidir en la lengua italiana moderna las
emitir el enunciado propiamente dicho (E). Hay, pues, dos tiempos enun- construcciones reservadas para expresar la eventualidad pasada ("se fosse
ciantes en recíproca relación: posterior el primero, anterior el segundo, Y. venuto l'avrei visto") y las que expresan una acción futura vista desde una
un tercero (E), que será anterior, coincidente o posterior respecto a TE2. perspectiva posterior. Sinteticemos, pues, los contrastes entre las realiza-
Si, en cambio, nos colocamos desde una perspectiva fija, que podemos lla- ciones con condicional simple (CS) y compuesto (CC) que ofrecen el espa-
mar "origen", haciéndola coincidir con el tiempo real en que tiene lugar el ñol y el italiano para expresar la eventualidad pasada y la futura (tanto des-
discurso, consideraremos a TE 1 como un presente, a TE2 como un pasado, de el presente como desde el pasado) (*) :
y a E, en el caso de que exprese una relación de posteridad respecto a TE2,
como un futuro . He aquí el esquema que sintetiza estas relaciones:
TIEMPO DEL ENUNCIADO TIEMPO DE LA ENUNCIACION

TE 1 TE 2 E
PRESENTE PASADO
POSTERIOR ANTERIOR POSTERIOR (credo che/creo que) (credevo che/creía que)

PRESENTE PASADO FUTURO


(Se fosse arrivato)
it
avrebbe te/efonato
PASADO
Naturalmente, el enunciado, aunque es un futuro para el enuncian-
(Si hubiese llegado)
esp.
te dos, será siempre un pasado para el enunciante uno, puesto que todo lo habría telefoneado
expresado desde la perspectiva de TE 2 resulta anterior a la perspectiva ac-
tual de TE 1 : it.
(Se arrivasse) (Se fosse arrivato)
telefonerebbe avrebbe te/efonato
FUTURO
E
(Si llegase) (Si llegaba) (*)
esp.
posterior anterior posterior telefonearía

POSTERIOR ANTERIOR
( *) Hemos eludido voluntariamente cualquier intento de ejemplificación que ín-
cluyera el problema de la consecutio temporum , puesto que lo que aquí inte-
resa es destacar la proyección pasado/futuro en la parte terminal de la frase.
(20) Según P. Tekavcié, Grammatica storica, op. cit., p. 519. (*) Véase la notan. 12.

142 143
.""'-

. ··-·-
Simplificando aún más, resultada -el siguiente esquema: donde el condicional simple indica que el sujeto proyecta comer a las tres,
mientras que el condicional compuesto informa de que a esa hor~~l_. su.if!to
ya habrá terminado de comer; oposición paralela a la representada por la
TIEMPO DE LA ENUNCIACION alternativa futuro/futuro anterior cuando no existe perspectiva de pasado
en la enunciación:

PASADO Dice que comerá a las tres Dice que a las tres habrá comido
PRESENTE

o
o
ce PASADO 1 Italiano Aunque con menos frecuencia, el español puede--recurrir también al
<! condicional compuesto en las relaciones de posteridad desde el pasado
(.) es .- - - - - - - - - - - _. .ce FUTURO
z cuando la acción futura aparece bajo un aspecto de terminación. Así ocu-
::::>
z rre en el siguiente texto :
1 Español
w
...J es FUTURO
w
o í Leoncio trajo una cuerda lo suficientemente larga para maniatar al
oCl. PASADO
fascista (... );conocía a Miaja, a Durruti, a Lister, dijo que eran más
~
w listos que nadie y que la Republica tenía prácticamente ganada la
¡::
guerra, sólo restaba aniquilar a aquellos cerdos de la quinta colum-
na (... ), y habríamos vencido. (J. García Hortelano, Gente de Ma-
drid).

Si denominamos esta marca de anterioridad interna al enunciado


Donde emerge claramente que el español establece una oposición vertical mismo con la sigla FNP 2 para distinguir este condicional del FNP 1 , "dijo
simple/compuesto sobre la base del tiempo del enunciado (CS para la ex- que vendría", podremos completar la tabla de correspondencias y contras-
presión de la eventualidad futura, ce para la eventualidad pasada), inde- tes entre el italiano y el español en la expresión de la eventualidad pasada
pendientemente del tiempo de enunciación; mientras que el italiano esta- y futura:
blece una oposición horizontal sobre la base del tiempo de enunciación es apódosis de frase condicional futura
(CS si es presente, CC si es pasado), independientemente del contenido FNP 1
temporal del enunciado. esp.
Sin embargo, esta elección del italiano moderno impide poder ex- ce { apódosis d~ frase condicional pasada
presar cualquier ulterior relación de anterioridad interna al enunciado mis- FNP 2
mo, cosa que en cambio puede hacer el español recurriendo al condicional
compuesto todas las veces que la acción futura resulte anterior a otro pun- CS { apódosis de fr~se condicional futura con TE presente~-
to de referencia temporal, como demuestra la siguiente transformación:

l
, .
it.
;_:

apódosis de frase condicional futura con TE pasado


Dijo que comería a las tres Dijo que a las tres habría ce apódosis de frase condicional pasada
comido FNP 1 yFN~ _

144 145
CASO B empleos alternativos de la forma simple y la compuesta en el condicional
supositivio.
Si es cierto que el empleo indiscriminado del condicional compues· 1) Si el TE es presente, el condicional, tanto simple como compuesto,
to en italiano, ya sea para designar una eventualidad pasada o una futura aparecerá únicamente para expresar acciones anteriores: "Supongo que se
desde el pasado, puede dar lugar a ambigüedades temporales en ciertos lo diría ayer= Supongo que se lo habría dicho ayer"; de modo que en este
contextos, el español presenta la misma ausencia de fronteras formales en- caso la alternativa simple/compuesto marca sólo una leve diferencia aspec-
tre la expresión de la eventualidad (pasada o futura) Y la de acciones su- tual de No .terminación/Terminación, y una menos leve diferencia modal
puestas pasadas o vistas desde el pasado. Una frase como "iría a recibirle", {menor insistencia en la incertidumbre/mayor insistencia en la incertidum-
puede responder tanto a la pregunta "lqué haría mañana Juan?", como a bre) sobre la que vale la pena detenerse brevemente.
"ldónde habrá ido Juan?". Ya que la suposición de acciones pasadas tiene en español la posibi-
Si bien lo más frecuente es que coexistan ambos usos del condicio- lidad de recurrir al futuro anterior ("Supongo que lo habrá dicho") (21). la
nal sin que se produzcan vacilaciones de sentido, como demuestra el si· lengua tiende a desplazar la oposición aspectual: Terminado/No termina-

¡ guiente ejemplo: do a la alternativa habrá dicho/diría y, consiguientemente, la tercera va-


riante, habría terminado, cobra frente al otro tiempo compuesto un valor
i
Era feliz, aunque a veces pensase cosas, como cuando se me ocurrió de irrealidad más intenso: "Supongo que se lo habrá dicho/Supongo que se
pensar si Tano sabría que yo era feliz o si me supondría desgracia- lo habría dicho".
do. Yo creo que sí sabía que yo era feliz. O quizá lo ignorase, igual
2) Por el contrario, cuando TE es pasado, el condicional simple estará
que yo ignoraba entonces que un día las calles -sin nieve- se llena- reservado para la expresión de acciones contemporáneas (es decir, coinci-
rían de gente y habría curas por las calles. {Gente de Madrid). dentes con el tiempo de la enunciación). como muestra claramente el si·
guiente ejemplo:
Sin embargo, hay otros problemas que conviene aclarar: el español
emplea a veces indistintamente el condicional simple y el compuesto para Y así seguía hablando de los trajes y costumbres del tiempo del Im-
expresar suposiciones de pasado: perio, imaginándose que aún subsistiría todo y la Francia de hoy
era como a principios de siglo. (La Barraca).
Yo estaba nervioso y pensé que se le habría olvidado . {Gente de
Mientras que el condiconal compuesto indicará que las acciones supuestas
Madrid).
• de Gorost1za.
. ? son anteriores al tiempo de la enunciación:
_ ¿oónde están los fusiles que enterré en el casenao
- Allí estarán, si no fueron por ellos. Seguro que los milicianos se habían pasado de allí, y muy probable-
El Cura respondió con voz encalmada: mente, ni siquiera habrían inspeccionado el corto túnel lateral.
-Otros irían ... {R. de Valle lnclán, Gerifaltes de antaño) . {Gente de Madrid).

En ambos casos {la acción de olvidar y la de ir) el sujeto hace supo-


siciones sobre hechos anteriores al discurso, pero en el primer ejemplo se (21) He aquí un ejemplo significativo de alternancia del futuro anterior y el con-
dicional simple en sentido. su positivo : "Si habré yo visto visiones? ¿Si jamás
trata de una enunciación pasada ("pensé que"). en el segundo, de un dis·
ese hombre me habrá mirado con amor; si aquel verle en todas partes sería
cuso directo. Tratemos, pues, de hacer las necesarias distinciones acerca del casualidad; si sus ojos estarz'an distraidos al fijarse en mí?" (L. Alas, La Re-
tiempo de enunciación y de enunciado para colocar en su debido lugar los genta).

147
146
Así pues, el condiconal simple tiene, en las .frases supositivas, una a una construéción peculiar consistente en una frase subordinada con el
doble función: la expresión de acciones pasadas con TE presente, y la de verbo en pasado de subjuntivo: che fosse arrivato?, en la cual ha sido omi-
acciones coincidentes con TE pasado. Por su parte, el condiconal compues- tida la oración principal (por ej.: "(era mai possibile) che fosse arrivato?").
to expresará siempre la anterioridad, tanto con TE presente como con TE Empleando, una vez aclarado esto, las siguientes abreviaturas:
pasado . De ello deriva, evidentemente, una neutralización casi completa de
la oposición CS/CC con TE presente, mientras que tal oposición tendrá es: condicional simple
plena vigencia con TE pasado. CC: condicional compuesto
PI: imperfecto de indicativo
He aquí, esquematizado, el cuadro de ambigüedades al que tal siste- PLI: pluscuamperfecto de indicativo
ma de equilibrios temporales da lugar: IS: imperfecto de subjuntivo
PLS: pluscuamperfecto de subjuntivo
E anterior
\ TE P"""" PPI: pretérito perfecto de indicativo
es
1
PPS: pretérito perfecto de subjuntivo
E coincidente TE pasado FA: futuro anterior

TE presente elaboraremos a continuación el esquema contrastivo que emerge al valorar


ce { E anterior el empleo supositivio del condicional en español y sus respectivas corres-
TE pasado pondencias temporales en italiano:

l
t o de otro modo:

¡es
TIEMPO DEL ENUNCIADO TIEMPO DE LA ENUNCIACION
TE presente
PRESENTE PASADO
E anterior
ce TE pasado esp. es
r
E coincidente { es TE pasado COINCIDENTE
it. PI-IS
CHE+ IS?
r-
1
Lo mismo cabe decir acerca de la distribución de variantes para la
1
suposición concesiva y la interrogativa. esp. CS=CC ce
ANTERIOR FA
Ya hemos visto que el italiano excluye en cualquiera de estos ca- PLI- PLS
it. PFI- PPS CHE+ PLS?
sos el empleo del condiconal y se limita a usar aquellas construcciones Y
CHE+ PPS?
tiempos verbales que también el español adopta para las suposiciones de
pasado. Cabe, sin embargo, hacer una excepción para las supositivas inte-
rrogativas, que, en italiano, además de emplear dichas variantes, recurren

148 149
,.-
Es sustancia, un condicional español, empleado .como indicador de No necesitamos insisitir en las dificultades que para un italiano
suposición, puede tener las-siguientes traducciones en italiano: entraña la interpretación en cada caso de los matices y oposiciones tempo·
rales que oculta la forma del condicional simple en español.
Del mismo modo, un hispanohablante, ante un futuro anterior ita·
PI-IS
/
/
E coincidente
TE pasado { CHE+ IS?
liano puede optar, además de por una traducción literal, tanto por un con·
dicional simple como por un compuesto, con el correspondiente peligro de

l
es /
........ dejarse escapar matices y oposiciones más o menos importantes:

-
........ FA
........ E anterior
PPI- PPS
TE presente
CHE+ PPS? .,.....llegaría ayer
r
Sara arrivato ieri E"- -habría llegado ayer
l --habrá llegado ayer

{ CHE+ PLS?
E anterior PLI- PLS

1 / / TE presente
Cabe señalar además, que no siempre el condicional español es sus·

l
ce /
........
FA tituible con sus teóricas variantes combinatorias: se dirá "tendría treinta
........
........ E anterior
PPI- PPS años" y no "habrá tenido treinta años", "serían las ocho" y no "habrán
TE presente
~

1 sido las oc'ho", puesto que la acción verbal expresada resulta indivisible en
CHE+ PPS?
distintas fases temporales y por tanto queda excluida la oposición Termi·
nado/No terminado que FA/CS tiene, en este caso, en español.
Demos sólo algún ejemplo de la multiplicidad de traducciones a
que podría dar lugar un condicional simple español empleado en sentido
supositivio: CASOC

sara arrivato ieri


Añadamos nuevos pasillos al laberinto: la neutralización condicio·
/ ~forse e arrivato ieri
nal/subjuntivo, de la que hemos hablado anteriormente, encierra un con·
Llegaría ayer(*) -rf/_ puo darsi che sia arrivato ieri
traste modal (más o menos marcado según los contextos) que no debemos
lllegaría ayer? ~- forse era arrivato (il giorno prima)
subvalorar a causa de las implicaciones estilísticas que comporta. En el si·
"-'-che si a arrivato ieri?
..- " che f osse arnvato
. .1en....r
guiente texto de La Barraca, Blasco lbañez ha hecho coincidr un condicio·
1 nal compuesto y un pluscuamperfecto de subjuntivo, funcionando ambos
como tiempos de una doble apódosis cuya prótasis está implícita:

Así lloró la huerta la desaparición de don Salvador. Todos adivina·


(*) El contenido temporal implícito en el verbo elegido (su Aktionsart) impide ron la mano del tío Barret, y nadie habló. Las barracas hubiesen
en italiano las variantes : "forse arrivava ieri" y "puo darsi che arrivasse ieri", abierto para él sus últimos escondrijos; las mujeres le habrían ocul·
variantes que serían posibles en cambio con un verbo atemporal como saber:
"forse lo sapeva ieri", "puo darsi che lo sapesse ieri".
tado bajo sus faldas.

151
150
Presuponiendo una condición del tipo: "Si el tío Barret no hubiera Recapitulemos: de todo lo dicho hasta aquí (casos A, 8, C y O), se
desaparecido", la eventual ayuda que los convecinos del fugitivo estaban deduce que un condicional simple y un condicional compuesto españoles
dispuestos a prestarle aparece presentada en gradación, desde el subjetivo tendrán las siguientes posibles traducciones en italiano:
"hubiesen abierto", que anuncia la imposibilidad irrevocable del hecho al
mismo tiempo que subraya la intenconalidad del deseo colectivo ("habrían
querido abrirle sus últimos escondrijos, pero ahora era ya imposible"),
hasta la objetividad sin atributos del "le habrían ocultado". · TIEMPO DEL TIEMPO DE LA
ENUNCIADO ENUNCIACION
Igual combinación de matices (irrealidad + intencionalidad) está
presente en el empleo del subjuntivo en frases desiderativas y obligativas
Presente Pasado
con verbos modales : "quisiera ir" implica una atenuación de la voluntad
--
mediante una acentuación de la duda que "querría ir" no ofrece. EVENTUAL NO PASADO
Este breve apunte pone suficientemente en evidencia la importan- EVENTUAL FUTURO es ce
cia que diferencias gramaticales, sutiles sólo en apariencia, tienen a la hora FNP 1
de traducir e interpretar correctamente un texto (tanto español como ita-
es (anterior) (coinci- 1
liano, puesto que dos lenguas en contacto hacen reversibles todos los pro-
E SUPOSITIVO FA dente) T
blemas).
S PPI-PPS PI-IS A
p CHE+PPS? CHE+IS? L
CASO D A 1
Ñ FNP 2 ce A
Lo mismo podríamos decir respecto a la conmutación condicional- o N

perífrasis incoativa iba a +infinitivo, cuando ésta juega un papel similar al


L EVENTUAL PASADO ce o
r-.
ce
del FNP; como ocurre en el siguiente ejemplo:
(anterior) (anterior)
No debía beber tanto: iba a perder, y le faltaría dinero para pagar. SUPOSITIVO FA PLI-PLS
PPI-PPS CHE+PLS?
(La Barraca).
1
1 La compresencia de ambas formas, perifrástica y no, del FNP,
CHE+PPS?

muestra con suficiente claridad la diferencia que las separa: "iba a perder"
aparece aquí como indicador de introspección en el personaje, deja en sor-
dina la "futuridad", o mejor, relaja la tensión temporal hacia el futuro, pa-
ra mimar el pensamiento que medita y anticipa mentalmente ese futuro.
Hay más, y es que el orden de aparición del condiconal precedido por la
perífrasis incoativa destaca el carácter inminente de esta última frente al
más genéricamente prospectivo del primero : de este modo las acciones de
perder en el juego y de faltar dinero no resultan paralelas, sino causalmen-
te y cronológicamente sucesivas.

152 153
Por el contrario, un condicional italiano tendrá en español estas Sin pretender agotar la .ej.emplificación de toda la casuística a que
posibles traducciones: "-:t>; da lugar el diferente empleo del condicional·en una y otra lengua, sino a tí-
tulo meramente indicativo, citamos a continuación, y como cierre del pre-
sente estudio, una serie de textos pertenecientes a obras narrativas españo-
TIEMPO DEL TIEMPO DE LA las e italianas en "los cuales son fácilmente reconocibles algunos de los valo-
ENUNCIADO ENUNCIACION res aqu Í·examinados:

Presente Pasado Aquel Frígilis, el de los eucaliptus, había tenido la culpa. Se lo ha-
1 bía metido por los ojos. Y hacía ocho años y todavía pensaba en
E
T EVENTUAL NO PASADO es (ISJ S esta mala pasada de Frígilis como si fuera una injuria de la víspera .
A es p ¿y si se hubiera casado con don Frutos Redondo? Acaso le hubie-
L EVENTUAL CS-iba
1 FUTURO-FNP 1
es a+inf.
A ra sido infiel. iPero aquel don Víctor era tan bueno, tan caballero!
l'iJ (... ). Con don Frutos hubiera sidotal vez otra cosa. No hubiera ha-
A
N FNP2 ce o bido más remedio. !Sería tan brutal, tan groseo! Don Alvaro en-
L
o ce tonces la hubiera robado, sí, y estarían al fin del mundo a estas ho-
EVENTUAL PASADO CC-PLS ras. Y si Redondo se incomodaba, tendría que batirse con Mesía.
(L. Alas, La Regenta).

Había hablado, sin precisar nada, de malos pensamientos( ... ). Pero


¿debía haberlo hecho? Tal vez. Sin embargo, lno hubiera sido po-
Queda suficientemente puesto de manifiesto el empleo cualitativa- ner en berlina a don Víctor sin porqué ni para qué, puesto que ella
mente más reducido que el italiano hace del condicional, especialmente del le era fiel de hecho y de voluntad y se lo sería eternamente? Y con
simple, y la mayor variedad de sustitutos funcionales que de este tiempo todo, debió haber especificado más en aquella parte de la confe-
tiene el español así como emergen con claridad las dificultades de traduc- sión . lEstaba bien absuelta? ¿Podría comulgar tranquila al día si-
ción y de correcta interpretación de los textos (no sólo en lo que concierne guiente? Eso no, de ningún modo, no comulgaría; se quedaría en la
a las relaciones y oposiciones temporales expresadas, sino a matices estil ís- cama fingiendo una jaqueca. (!vi).
ticamente relevantes) que las asimetrías notadas comportan (22) .

normativo en este aspecto (así por ej. Avanzini D'Angelo en su Moderna Gra-
rnática cuando establece y teoriza la equivalencia "Debía creerlo" = "Avreb-
(22) Al dar aquí por agotadas las discrepancias entre el uso del condicional en be dovuto crederci", p. 210; equivalencia que en más de un caso podría ser
italiano y en español, somos conscientes de haber eludido el problema de las reversible : "doveva" ="debería", puesto que la neutralización condicional/
conmutaciones condicional/indicativo en una y otra lengua. El motivo de es- indicativo existe en ambas lenguas), nos parece arriesgado y sobre todo inú-
ta omisión es haber constatado, tras pacientes búsquedas a través de textos til. Creemos, en efecto, que toda gramática contrastiva debe partir de la dis-
literarios y traducciones, que dicha neutralización, así como las eventuales tinción entre las discrepancias necesarias y las facultativas, entre las constan-
no correspondencias entre el italiano y el español, están sujetas a factores ex- tes Y las frecuencias, y dar la preferencia a las primeras, ir de lo sistemático a
tremamente subjetivos y contextuales. Hacer generalizaciones de carácter lo asistemático, para evitar graves confusiones en el discen te.

154
155
Egli capiva che questo compiacimento aveva un carattere distrutti- En casa la maniobra hubiera podido tal vez pasar casi inadvertida.
vo e che vi si esprimeva la sua estilita contra il mondo. In realta Sería necesario inventar alguna historia, hacer caer la responsabili-
dormiva come si incrociano le braccia: per rinunciare, mancandogli dad de la ruptura en Luciano (... ). Pero en la escuela, no: en la es-
la fo rza di rifiutare. In altri tempi avrebbe resistito d isperatamente cuela no resultaría igualmente fácil (... ). Romper ahora con Lucia-
a questi torpori; e, alla fine, allarmato, ne avrebbe informato i geni- no, de golpe, habría significado declararse vencido pronto (traduc-
tori, come era solito fare tutte le volte che credeva di essere malato. c ión de Sergio Pito! , ed. Seix Barra!) .
Ma ora, attraverso quel compiacimento, gli pareva di indovinare
una volanta la dove in passato non avrebbe visto che una debolezza Así, este breve estudio del condicional se cierra precisamente allí
(.. . ). In quest'affondamento, la testa pareva riempirsi di un peso donde debiera comenzar lo que consideramos como una de las aplicaciones
opaco, mentre i piedi si libravano in alto, leggeri e vuoti. Pian pia- más importantes de la lingüística contrastiva: la confrontación de las
no, ripetendosi: "dovrei studiare ... dovrei tradurre ... dovrei legge- virtualidades estilísticas que encierra cada lengua, la proyección en el
re", e pensando nello stesso tempo, con compiacimento, che quel campo expresivo y literario, más allá de cualquier gramática normativa, de
cond izionale indicava che non avrebbe né letto, né tradotto, né stu- los contrastes que las separan.
diato, si assopiva . (A. Moravia, La Disubbidienza).

La Canziria, Mangalavite, la casa, tutto, tutto sarebbe passato per


quelle mani . Chi avrebbe potuto difendere la sua roba dopo la sua
morte, ahimé pavera roba! (... ). Guante cose si sarebbero potute fa-
re con quel denaro! Ouanti buoni colpi di zappa, quanto sudare di
villani si sarebbero pagatil (G . Verga, Mastro-don Gesualdo) .

Por último, un ejemplo de transposición de condicionales en la tra-


ducción de un texto italiano al español, a través de la cual pueden verse
ilustrados algunos de los contrastes que hemos desc rito:

E se lo avesse piantato? Se, accampando qualche scusa, me lo fossi


scrollato di dosso?
In casa, la manovra sarebbe forse potuta passare liscia. Sarebbe sta-
to sufficciente raccontare qualche frottola (... ). Ma a scuola, no: a
scuola non sarebbe stato altrettanto facile (.. . ). Rompere con Lu -
ciano adesso, subito, avrebbe voluta dire dargliela vinta troppo
presto . (G . Bassani, Dietro la porta) .

Y si rompiera con él? ¿si con cualqu ier excusa me lo sacudiera de


encima?

156 157
IL NUMERO DEI FONEMI IN ITALIANO IN
..-- CONFRONTO CON LO SPAGNOLO
t

Di Joaquín ARCE

Le differenze fra i diversi trattatisti ( 1) in quanto al numero di fo-


nemi in italiano consistono nell'inclusione, come fonemi indipendenti, del-
le vocali aperte F~. o], della s sonora [s], delle consonanti doppie o raffor-
zate e delle due semiconsonanti [L w). Nella diversita di sistemi fonologici
esistenti nell'ambito della penisola italiana, quello basato sul fiorentino
coito coincide con la norma fonetica letteraria, accettata, senza grandi con-
trasti, in tutta la nazione . E se certe istintive reazioni di carattere fonetico-
fonologico sono comprensibili nell'italiano non toscano, insensibile a certe
,- sfumature della pronuncia di qliesta regione, gli studiosi stranieri di questi
1
problemi non possono non accettare come solida base !'italiano letterario,
il quale coincide essenzialmente con la pronuncia fiorentina colta. Restano
fuori, naturalmente, le caratteristiche e le sfumature della pronuncia ver-
nacola, che ogni forestiero rileva non appena entra in Toscana (2) .

(1) Adopero il termine semiconsonante per riferirmi al primo elemento (j, w) del
dittongo , e quello di semivocale per designarne il secondo [i, l}).
Circa i segni fonetici, non potendo purtroppo servirmi del metodo seguito
dalla Revista de jilologfa española (II, 1915 , pp . 374-376) perché la tipogra-
fia non dispone dei caratteri necessari, indico con se z le esse e zeta sonore,
con Ala laterale pala tale, con ii la nasale palatale, con e, é, o, ó le vocali e, o
aperte e chiuse.
(2) Ricordero due testimonianze spagnole, della fine del Settecento; che fanno

159
l 1

Circa l'ammissione dell'e aperta ed e chiusa, o aperta ed o chiusa,


-mentre la s sonora e ignorata dai meridionali- sia perché la z iniziale
come quattro fonemi diversi, non ci sono grandi divergenze. 11 fatto che le
puo essere sorda . o sonora, posiziorie in cui ·la s, se seguita da vo~; ri~::m' e
comuni grammatiche normative adoperate nella scuola italiana diano · se~­
mai sonora. E ancora, sebbene in rari casi, la -zz-, secon'd o la sua sordita
pre la serie di parole che hanno nel toscano una opposizione fonolog1ca
e
secando la loro pronuncia con vocale aperta o chiusa, segno di una accet-
o sonorita, puo dar luogo a opposizioni distintive: razza [rázza 1 ráiia),
mezzo [mézzo 1 meiio]. .. ,.
tazione generale che, almeno in sede teorica, non si discute. Ammessa la
norma fiorentina, bisogna dunque riconoscere all'italiano sette fonemi vo- Anche la lingua spagnola di quattro secoli fa possedeva unas sorda
calici in posizione tonica, ridotti a cinque (coincidenti con gli spagnoli) in e un'altra sonora, ed altri due suoni equivalenti alla z affricata italiana so-
sillaba atona. nora e sorda . Ma il sistema fonetico del castigliano ba_ perduto la sonar ita
A pi u complessi problemi dan no luogo las e la z, la cui particolareg- del lastra vocali, ed ha soltanto una sonorita condizionata, meramente mee-
giata spiegazione sarebbe qui fuori di luogo (3). Basti ricorda~e c~e, co~­ canica, davanti a consonante sonora, come accade anche alla s italiana
tro G. Porru -che interpreta la s sorda e la s sonora come vanant1 combl- preconsonantica. La perdita dell'altra distinzione spagnola ridusse i due
natorie del lo stesso fonema, considerando normale las sonora in posizione suoni affricati del la z al la fricativa interdentale sorda [8]. Allo stato presen-
·mtervoca 11ca-
· B. Malmberg considera le due s come fonemi diversi (4). te delle due lingue, l'insegnamento fonetico non puo permettere la grave
lnfatti la normal e pronuncia fiorentina distingue las sorda [s] dalla s sono- mutilazione che alcuni, a scopo pratico, consigliano, lasciando da parte la
ra [s] ~ra vocali, con opposizione fonologica tra fusa [fúso) e il participio s sonora nell'insegnamento dell'italiano agli spagnoli e ispanoamericani, e
di "fondere" fusa [fúso ]; e di conseguenza sente, ma solo perla durata del - raccomandando agli italiani, nello studio dello spagnolo, la pronuncia della
la consonante sorda, l'opposizione casa 1 cassa, che per un settentrionale interdentale e o z comes, data la diffusione del "seseo" nelle nazioni ame-
rientra nella serie di opposizioni Úa sonora e sorda [kása 1 kása ). Si mili dif- ricane di lingua spagnola (5). Le caratteristiche che hanno "color locale"
ficolta presentano le due z, sorda e sonora, ma la loro interpretazione co: sano legittime in una certa area, ma non possono essere generalizzate.
me due fonemi e piu chiara, sia perché in tutta l'ltalia esistono i due suom
Prima di discutere il problema delle consonanti-rafforzate e delle
semiconsonanti, vediamo il numero di fonemi che sano stati assegnati
all'italiano. Bruno Migliorini, in un'agile operetta di carattere divulgativo,
e
riferimento alla tipica gorgia toscana. Il primo di Juan Antonio González ha accennato a 28 o 30 suoni-tipo (6). (Egli allude certo ai 21 fonemi con-
de Valdés, Ortopeia universal o arte de pronunciar, Madrid, !barra, 1783.: sonantici, inclusa las sonora, piu i sette vocalici, lasciando aperto il proble-
"· Quánta diferencia hay entre un Inglés, que silvando forma en la extrem!-
d~d de sus labios todas sus palabras, y un Florentín que las forma todas al ma delle due semiconsonanti). Dall'elenco di R. A. Hall viene fuori un
principio de su garganta?" (p. 99). -L'altr~ e. ~e~ poeta 7commediograf~ totale di 27 fonemi, perché egli non tiene canto né delle semiconsonanti
Leandro F. de Moratín, nel suo Viaje de /talla, m¡z¡ato nell agost? del1793 . né della s sonora (7) . Anche W. Belardi, a proposito della differenza tra la
"A las cuatro postas de Bolonia se entra en la Toscana, Y. se empieza a 1.10tar
el ceceo de los florentinos, fastidioso en los hombres, gracioso en las muJeres,
particularmente si son bonitas, por el privilegio especfa! que goza este sexo
de convertir en gracia los defectos mismos" (Obras Pos tu mas: l, p. 33?, .~a­
drid, Rivadeneyra, 1867). Curiosa, d'altronde, questa confus10ne tra il ce- (5) Come fa Giovanni Meo Zi!io, "Notas de Fono- y Auto-fonodidáctica italoo·-~
ceo" andaluso e la gorgia toscana. hispánica", in Anales del Instituto de Profesores Artigas, 2, Montevideo,
(3) Ci basti ricordare P. Fiorelli, "Una sibilante e due campane", in Lingua no- 195 7. . .. ·:·.;. ·,_ '
(6) B. Migliorini, Pronunzia florentina o pronunzia romana ?, Sanson f, -Fire~ze,
stra, XII, 3, 1951 , pp. 81-86 . , . ,. . , . . 1945, pp. 70-71.
(4) B. Malmberg, "A propos du systeme phonolog1que de l!talien , m Acta lzn-
guistica, Copenaghen, Ill, 1942-1943, pp . 34-43. (7) R. A. Hall, J., "Italian phonemes and orthography", in Italica , XXI, 2, 1944,
pp. 72-82; e Descriptive Italian Grammar, Ithaca, New York, 1948, pp. 7-17 .

160
161
•f

s sorda e la sonora come delle opposizioni tra.le vocali aperte e chiuse, di- n. Ma queste due geminazioni non si presentano allo stesso modo alla co-
ce che "han no importanza non ,t anto per l'essenziale distinzione semanti- scienza del parlante. Le limitatissime opposizioni n 1m rappresentano una
ca, quanto per l'eleganza della diii'one" (8), il che significa negare a questi .vera geminazione che appare in rare forme dotte, o, fortuitamente, in paro-
suoni il carattere di fonemi indipendenti. 11 .Oizionario Enciclopedico Ita- le composte (11). La rr invece viene considerata da Alarcos un vero e pro-
liano pubblicato dall'lstituto deii'Enciclopedia Italiana, nelle "Avvertenze" prio fonema a parte. 1 suoi argomenti sono ·convicenti: la rr esiste in spa-
premesse al vol. 1 (~oma, 1955), da tra l'altro un'esposizione sintetica dei gnolo in posizione iniziale, dove non si hanno mai consonanti doppie; nella
capisaldi del sistema fonologico adottato come tipico per la lingua italiana, delimitazione sillabica, inoltre, appartiene per intero alla sillaba seguente.
e coincidente con quello dell'uso fiorentino: tali capisaldi sano la "qualita 1 due fonemi vibranti spagnoli (r, rr) si possono includere nella distinzione
del suono" che "determina la reciproca opposizione di 30 fonemi", la "du- generale di debole 1 forte che, con la sonorita, oppone le coppie fb/p, d/t,
rata del suono" che "determina la distinzione in doppie e scempie" di 15 g/k J, parallelismo confermato dal fatto che anche la r, come le occlusive
consonanti, e 1' "accento d'intensita". b, d,g, ha una variante fricativa e rilassata [r] (12) . La questione in italiano
Anche per A. Castellani la pronuncia fiorentina, indiscussa dapper- e diversa: lar iniziale toscana e sempre semplice. ( Lasciamo da parte che la
tutto in cio che ha di essenziale, comprende "dal punto di vista puramente rr iniziale si sente anche in Sicilia, mentre e ignorata in qualsiasi posizione
r dai settentrionali; la pronuncia della r scempia in luogo di rr si e diffusa nel
qualitativo" 30 fonemi, e cioe 7 vocali toniche, 2 semiconsonanti e 21 fo-
nemi consonantici: tuttavia, "tenendo canto dei dinemi consonantici e secolo scorso anche a Roma). lnvece, nella separazione delle sillabe, la -rr-
dell'accento", bisogna aggiungere 5 vocal i atone e 15 consonanti con due si comporta come in spagnolo, malgrado !'ortografía italiana, car-ro, di
dinemi, vale a dire con due gradi di energía diversi, capaci di differenziare fronte alla spagnola ca-rro, giustificata da un senso di coerenza entro il
un significante da un altro significante; il Castellani giunge cosl a un inven- proprio sistema ortografico. 11 sopraccitato fonologo spagnolo (13) crede
tario di 50 unita fonematiche (9). In un importante commento al ricco ar- invece che, per quanto concerne !'italiano, solo la r semplice debba essere
ticolo del Castellani, P. F iorelli ammette, anche lui, che "i fonemi son o considerata un ita fonematica, perché la rr e da interpretare come la su a ge-
trenta, com'e noto", ma con i dinemi (e insieme cronemi) consonantici e minazione. lnfatti, quasi tutte le consonanti italiane ammettono un grado
con l'accento, "si sale a cinquanta unita distintive" (10). rafforzato che, fonologicamente, si oppone ai cosiddetti gradi tenue e me-
dio. E evidente che la spiegazione fonologica della rr, se considerata nel-
Dal confronto con il sistema fonologico spagnolo e dalle conclusio-
l'ambito delle relazioni entro il proprio sistema, sara diversa in italiano e in
ni tratte dagli studiosi delle due lingue, possiamo tentare un nuovo conteg-
spagnolo ; tuttavia non pare ben giustificato negare !'autonomía fonematica
gio che differisce parzialmente dai precedenti.
alla rr italiana.
Lo spagnolo, ortograficamente parlando, ammette un'opposizione
fonematica tra consonanti semplici e doppie solo in due casi : con re con
(11) Mi rifcrisco a opposizioni del tipo canna "género de plantas canáceas" 1cana;
annal "medida de peso filipina" 1 anal; pennado " pinado" 1penado; annado
1 "ant., hijastro" 1a nado; connato "nacido al tiempo de otro" 1conato.
1
(12) E. Alarcos Llorach , "Derniers travau x récents dans le domaine de la phonéti-
(8) W. Belardi, Introduzione al/a fonologia, Roma, 1952, p. 189 (cit . da Castella-
ni, vedi nota seguente). que espagnole", in Phonetica, lll, 4, 1959, pp. 238-246; e Problemes de plzo-
nologie romane , relazione presentata al "Colloque International de Civilisa-
r (9) A. Castellani, " Fonotipi e fonemi in italiano", in Studi di Filologia Italiana,
XIV, 1956 , pp. 435-453. tions, Littératures et Langues romanes", Bucarest, 1959. Anche Bertil Malm-
(10) P. Fiorelli, "Degli elementi del parlar toscano" , in Lingua Nostra, XVIII, berg, Etudes sur la pronétique de ['español parlé en Argentine, Lund, 1950,
1957 , p. 115 . 11 Fiorelli aveva gia pubblicato un inventario sommario dei a
afferm a: " -rr- est senti comme un phoneme part, qualitativement différen-
" trcnta fon emi" italiani, secondo la pronunzia di Firenze, nell'articolo "Sen- cié de -r-" (p. 197).
1 so e premesse d'una fonetica fiorentina", inLingua N ostra, XIII, 1952, p. 60. (13) Alarcos, Prob/emes , cit.

162 163
Si puo, a rigore di termini, parlare di geminate quando nella mag- u. La stessa idea viene .precisata e confermata nel recente ed ottimo Dizio-
gior parte delle consonanti italiane chiamate doppie c'e soltanto un raffor- nario Enciclopedico Italiano, sv. semiconsonante, dove si indicano parole
zamento quantitativo, un allungamento della stessa articolazione? La di- con opposizione fonologica distintiva secando la loro pronuncia con vaca-
stribuzione in una o due ·sillabe delle consonanti doppie dipende, fonetica- le piena o con semiconsonante; cosi, piano e trisillabo [pi-á-no] se derivato
mente, dal modo d'articolazione della consonante: le occlusive restano .ve- da Pio, mentre la pronuncia della stessa parola nel suo significato abituale
ramente divise dal brevissimo intervallo richiesto nella loro pronuncia; ma e [pjáno ]. Con la u abbiamo la qua/e [la kwále] e lacua/e [lakuále] derivato
le fricative e le affricate solo ortograficamente si possono interpretare co- da "lago". Ma si riconosce a queste opposizioni scarso rendimento funzio-
r nale e si ammette la coesistenza delle due pronunce anche in parole di uso
1 me geminate. L'opposizione r/rr in italiano e da inquadrare nella serie delle
op)Josizioni semplici 1 rafforzate, di cui partecipano quasi tutte le conso- frequente: A-ri-o-sto e A-rio-sto. La fonología spagnola, invece, nel suo mas-
nanti. Ma alcune ammettono solo il grado rafforzato, come le tre palatali sima rappresentante, E. Al arcos Llorach, considera i su o ni [i. i. w, u] dei
laterale [A.], nasale [ñ] e fricativa [s] ; sano anche di grado rafforzato o me- dittonghi castigliani, come varianti dei fonemi vocalici [i , u], di frente a co-
dio, non mai tenue, i suoni rappresentati da una z o due zz. lnvece, las loro che li interpretano come varianti dei fonemi consonantici [y, w]. La
sonora [s] manca del grado rafforzato. Circa la possibilita del rafforzamen- loro indipendenza fonematica non viene nemmeno discussa. Alarcos, con-
to consonantice iniziale, esiste pure normalmente nella pronuncia toscana siderando i dittonghi spagnoli come difonematici, determina la relazione
in determínate condizioni -senza che !'ortografía ce lo indichi- ma, si ba- tra i due suoni che li compongono e i corrispettivi fonemi vocalici, di in-
di , solo in principio di parola e non di gruppo fonico, come accade con lar dubbia somiglianza fonetica . Le semiconsonanti sano, per lui, varianti
spagnola . La serie delle opposizioni consonantiche breve 1 lunga, indispen- "prenucleari" di sillaba, come le semivocali sano "postnucleari"; i, u, in-
sabili nella determinazione del sistema fonologico italiano, abbraccia -di vece, funzionano come nucleo sillabico: "son sonidos que no se oponen en
fronte alla sola opposizione efficiente in spagnolo (para/parra, pera/perra, el sistema, sino que sólo contrastan en el decurso" (14).

í torero/torrero)- le quindici consonanti seguenti: Arrigo Castellani, dal canto suo, dopo aver citato esempi come ar-
[b]: libra/libbra; Ebro/ebbro - [e] : micia/miccia, cacio/caccio - guire [ar-gu-í-re] e Trieste [Tri-ti-ste] di frente a eseguire [esegwíre] e de-
[d] : cade/cadde; Ada/Adda -- [f] : tufo/tuffo; Carafa/caraffa- [g]: fuga/ striere [destrjere], conclude che [w] e [u], [i] e [i] sano fonemi diversi per-

1
1
fugga; mughi/mugghi - [9]: agio/aggio ; mogio/moggio - [k]: eco/ecco ;
roca/rocca - [1]: mole/molle; pala/palla- [m]: camino/cammino; fumo/
ché "intercambiabili in contesti equivalenti" ( 15), secando la norma fono-
logica per cui le varianti di uno stesso fonema non appaiono mai nello stes-
fummo - [n] : nono/nonno; ceno/cenno - [p] : rupe/ruppe; copia/coppia so contesto. L'impostazione del problema e le conclusioni sano divergenti
-- [r] : aringa/arringa, caro/carro- [s]: casa/cassa; poso/posso- [t]: bruto/ nei due trattatisti. Eppure, le ragioni addotte dal fonologo spagnolo sano
1
1 brutto; dita/ditta- [v]: bevi/bevvi; avito/avvito.
Ortograficamente ci puo essere anche cambiamento di significato
nella sostituzione di -z- per -zz-, ma nella pronuncia non ne e percetti- (14) Alarcos, " Semivocales y semiconsonantes españolas", in Archivum, IX, Ovie-
bile la differenza: si confronti vizi con vizzi. Malgrado dunque la grafía e il do , 1959, p. 181. 1 concetti di oposición e contraste si trovano anche nell'ul-
tima edizione della Fonología dello stesso autore, ma non nelle due prece-
nome dei secondi membri dell'opposizione distintiva (vengano chiamanti denti : "Reservamos oposición para designar estas diferencias entre elementos
lunghi, rafforzati, geminati o doppi). non possiamo dimenticarne le pro- que pueden aparecer en el mismo contexto, diferencias entre un elemento
prieta fonologicamente rilevanti che danno loro piena autonomía funziona- que realmente está en el decurso hablado y otro que sólo es virtual. En cam-
bio, las diferencias entre elementos sucesivos en el decurso hablado serán lla-
le nel sistema. madas contrastes" (E. Alarcos Llorach, Fonologia Española, 3.a ed., Madrid,
Resta, per ultimo, il problema delle semiconsonanti. In genere gli Credos, 1961 , p. 37).
studiosi italiani tendono a considerarle fonemi indipendenti dalle vocali i, (15) A. Castellani, Fonotipi, cit., p. 450.

165
164
applicabili in italiano. In questa lingua, come in spagnolo, la [j] e la [w] In conclusione: in confronto ai cinque fonemi vocalici del castiglia-
possono solo essere elemento iniziale di una combinazione monosillabica no, indipendentemente dall'accento, il toscano presenta sette fonemi in
r- di vocali; e la [i] e la [!,!] solo elemento finale. Cio che e differenziale nei sitiaba tonica, ridotti a cinque in sitiaba atona con la neutralizzazione delle
gruppi di vocali degli esempi del Castellani e il loro carattere.tautosillabico opposizioni é/e, ó/o. Nell'italiano letterario, inoltre, las sorda e las sonora
e eterosillabico, dal che risulta, conseguentemente, la semiconsonante o la sono due fonemi diversi. In quanto alle cosiddette consonanti doppie, so-
vocale. Non mi pare che si possa parlare, a rigore, dello stesso contesto, no da interpretare come elementi essenziali del sistema fonologico italiano,
quando la distribuzione sillabica non coincide esattamente nelle due paro- come un ita fonematiche indipendenti da cui deriva il caratteristico chiaro-
le. Esiste certamente una differenza fonetica subordinata alla connessione scuro acustico, generato dagli alternativi rafforzamenti articolatori. lnvece,
,-- dei suoni ma, anche per gli stessi italiani, "la distinzione tra le vocali [i] e tanto in italiano come in spagnolo le semiconsonanti non sonoche sempli-
1
[u] e le semiconsonanti [j] e [w] non e sempre facile a farsi" (16). E giusto ci varianti fonetiche delle vocali i, u.
far notare che in italiano non ci sono le alternative spagnole fra [wí-úi] e Restano dunque 15 fonemi consonantici coincidenti in entrambe le
[jú-í1,1] come nell'avverbio muy e, piu raramente, nella parola viuda. Ma cio lingue: [b], [e], [d], [f], [g], [k], [1], [X], [m], [n], [ñ], [P], [r], [s], [t]. Ma,
si deve alla maggiore stabilita delle vocali italiane: si metta a confronto la mentre sono tre i fonemi spagnoli [8, x, y] che mancano in italiano, questo
sopraccitata alternativa [múi] e [mwí] spagnola e la neta differenziazione ne presenta sei che non esistono in castigliano [9, s, v, 5, z, i:]. Ai 18 fonemi
fonologica dell'italiano tra CUÍ e QUÍ, dove non e rilevante tanto il valore consonantici elencati per lo spagnolo, dobbiamo aggiungere la rr che ha i
vocalico o semiconsonantico della u quanto l'accento. In spagnolo, huí caratteri di un fonema a parte; in totale sono 19 e in piu le cinque vocali.
[u-í] e huy! [úi] non si trovano nello stesso caso perché la chiara opposi- La lingua nazionale italiana accresce i 21 fonemi consonantici inventariati
zione distintiva e qui segnata non solo dall'accento ma dal carattere etero- con altri 15 rafforzati o lunghi, funzionalmente autonomi, che fanno 36
sillabico e tautosillabico, rispettivamente, dei due gruppi vocalici. Aggiun- piu i sette fonemi vocalici.
go anche che la frattura in due sillabe del gruppo di vocali (debole atona + Donde, il numero di 43 fonemi che si potrebbero assegnare all'ita-
forte tonica) e molto piu frequente in italiano che non in spagnolo, il che liano letterario, di fronte ai 24 che formano il sistema fonologico della lin-
costituisce una delle differenze fonetiche piu importanti fra le due lingue. gua spagnola .
Ma, eccezionalmente, si puo anche citare qualche opposizione spagnola di
questo genere: [pjé/pi-é], il nome del "piede" e la forma del verbo piar
r ' "pigolare", in un significativo contrasto che non giunge ad alterare la so-
NOTA.- Este trabajo fue publicado por primera vez en Lingua Nostra,
stanza fonetica della i, variante semiconsonantica nel primo caso e f~nema XXIII (1962), pp. 48-52.
vocal ico ato no nel secondo (e anche si potrebbe aggiungere la forma del
congiuntivo píe, con valore sillabico della i tonica) . Un'ultima osservazio-
ne : i suoni suddetti -secondo la regola IV di Trubetzkoy, ricordata pure
da Al arcos- non si combinano fra di loro, non esistono cioe i gruppi *[ji,
li, wu, Ul;J] che darebbero al le varianti indipendenza fonologica. E non so-
no un'eccezione a questa regola le forme italiane finii, zii, pii, ecc. perché
in esse la seconda i non e semivocale ma vocale piena.

(16) Castellani, Fonotipi, cit., p. 445 ..

166 167
·•.; o_·

SOBRE EL VALOR TEMPORAL DE LA PREPOSICION


ESPAÑOLA "DESDE" Y DE LA ITALIANA "DA":
APUNTES PARA UNA DIDACfiCA DEL
ITALIANO EN ESPAÑA

Por Marta de las Nieves MUÑIZ

Un breve repaso a las gramáticas italianas para estudiantes de habla


española (pero también a las gramáticas españolas para italianos) ( 1) nos
convence de la escasa atención prestada en general al capítulo de las pre-
posiciones. A la hora de afrontar este problema, los autores parecen osci-
lar entre un casuismo más propio de diccionarios fraseológicos que de
textos didácticos, y una tendencia simplificadora que acentúa excesiva-
mente las equivalencias entre ambos idiomas. En cualquier caso, es eviden-
te la ausencia de criterios racionales que puedan servir de guía al estudiante

(1) De nuestra referencia quedan excluidos los métodos basados en el aprendi-


zaje mecánico de ambos idiomas y aquellos que no tienen en cuenta la lengua
materna del discente. Entre las gramáticas italianas más difundidas en España
citaremos la Gramática italiana del siglo XX de C. Llovera Majem (ed. Bosch,
Barcelona 197 5 1) y la Gramática italiana para estudiantes de l1abla española
de G. Battaglia (ed. Bonacci, . Roma 1974 1). Por lo que se refiere a la ense-
ñanza del español en Italia, tenemos presentes los diferentes textos didácti-
cos elaborados por Lucio Arribruzzi (en particular la Grammaticp§pagn.ola y
el Manuale di Lingua Spagnola, ambos editados por la casa Paravh de· Tori-
no), Juana Granados (La lingua spagnola, 2 vols., Paravia, Torino 1961) y
A. M. Gallina (en particular su Corso di Lingua Spagnola, Mursia, Milano
1972).

169
'
,...-.•

para orientarse en el inevitable cajón de sastre de los modismos, cuya lista


cada una de ell"as (es decir, la circun~tancia que está encargada de expresar)
se alarga en razón directa del número de las discrepancias entre una y otra
el punto de vista semántico se hace indispensable, y los 1inderos entre fun-
lengua.
ciones fijas y variantes de uso terminan por confundirse.
Pero no conviene atribuir toda la responsabilidad de estos defectos
a las gramáticas para extranjeros: la enseñanza comparada de dos idiomas Es precisamente en este terreno, en est.e punto cero entre lengua y
no hace sino reflejar, agravándolas, las insuficiencias y las incertidumbres discurso (5), donde la 1ingü ístic·a a pi icada se desenvuelve con_mayor prove-
r de que, en algunos terrenos más que en otros, adolece la lingüística sincró- cho. La enseñanza de una lengua -y más aún de una lengua extranjera- no
1 nica, y es bien sabido que 1os sistemas preposicionales, así como, en gene- puede hacer abstracción del concreto nivel de habla y limitarse -como las
ral, los llamados elementos de relación (2), están muy lejos de haber reci- tendencias más recientes de la teoría del lenguaje pretenden- a un número
bido una aclaración definitiva (3). mínimo de estructuras gramaticales paradigmáti~as; más bien -salvando el
Pero si cuando se trata de dar una definición de las preposiciones peligro opuesto de elaborar una pura gramática descriptiva tanto más vo-
considerándolas como un conjunto homogéneo dentro del sistema de la luminosa cuanto más completa- se tratará de hallar un equilibrio ideal en-
lengua, los estudiosos parecen encontrar un terreno sumamente movedizo tre la necesaria información acerca de las leyes estructurales que caracteri-
y aún hoy se vacila entre considerar su sentido o bien su función como ele- zan una lengua y el adiestramiento del alumno en la aplicación práctica de
mento determinante (4); a la hora de establecer el valor característico de sus variantes, de sus matices y de sus transgresiones.

Si en el aparentemente ilimitado ámbito del uso, subyace una orga-


nización racionalmente estructurada del lenguaje colectivo, la lingüística
(2) Según la terminología de B. Pottier (cfr. Systématique des élémellts de réla-
tion, París 1962). En esta categoría el lingüista francés incluye prefijos, su- aplicada ha de situarse en el punto estratégico que le permita descubrir los
fijos, preposiciones, conjunciones y ciertos adverbios. principales centros de racionalidad en torno a los cuales sea posible recoger
(3) De este problema se han ocupado, entre otros, V. Brondal (Tizéorie des pré-
Y unificar un número mayor de manifestaciones prácticas. Este proceso de
positions. lntroduction a une semantique rationnelle, trad. franc., Copenha-
gue 1928), C. Bally (Les prépositions dans leur rapport avec les verbes transi- simplificación (del todo compatible con la riqueza del patrimonio lingüís-
ti[s, en "Cahiers Ferdinand de Saussure", 1, 1941, pp. 16-18) K. G. Ljungg- tico real) llevado a cabo mediante un doble recorrido -desde el nivel del
ren (Towards a de[inition o[ the concept of preposition, en "Studia linguisti- habla al de la lengua y viceversa-, puede estar facilitado por el estudio
ca", V, 1951, pp. 7-20), B. Pottier (Systématique des éléments de rélation,
cit. y otros estudios parciales recogidos, dos de ellos en el volumen ed. por comparado de lenguas afines (entendiendo tal estudio ya sea en el sentido
Gredos, Lingüística moderna y filología hispánica, Madrid 1970: Sobre la tradicional, como establecimiento de sus equivalencias, ya sea en el más
naturaleza del caso y de la preposición y Espacio y tiempo en el sistema de moderno, propio del método diferencial, como valoración de sus contras-
las preposiciones) R. Lapesa (Los casos latinos: restos sintácticos y sustallti-
tes). Desde este punto de vista, nos parece que el sistema de equivalencias
vos, en BRAE, XLIV, CLXXI, enero-abril1964 , pp. 57-105) y E. Benveniste
("Le systeme sublogique des prépositions en latin "en Problemes de linguisti- Y discrepancias entre dos organismos lingüísticos tan cercanos como el
que générale, París 1966, pp. 132-139). Para una visión razonada de las dife- español Y el italiano, es ideal para poner de relieve y dar su justo valor
rentes teorías acerca de las preposiciones, cfr. las páginas iniciales del estudio
de María Luisa López, Problemas y métodos en el análisis de las preposicio-
r- nes, Madrid, Gredos 1970. Más próximo al tema que nos ocupa es el estudio
de Cristiano Castelfranchi y Domenico Parisi, Analisi semantica del locativi (5) Como es sabido, la dicotomía saussuriana Langue/Parole ha sido posterior-
1 temporali, en La Sintassi. Atti del I/1 Convegno Internazionale di Studi. So- mente modificada por sus seguidores. Con el término discurso entendemos
cieta Linguistica Italiana, Roma 1969, pp. 193-215. las manifestaciones colectivas del habla desde el punto de vista de sus deno-
(4) A este respecto, remitimos a cuanto M. Luisa López afirma en su Problemas minadores comunes, es decir, algo similar a lo que E. Coseriu denomina nor-
y métodos en el análisis de las preposiciones, ya citado (cap. 1, páginas 14- ma distinguiéndola del sistema y del habla individual (cfr. E. Coseriu, Teoría
24). de/lenguaje y lingüística general, Madrid, Gredos, 1962).

r-
i 170
171
-comparándolas- a oposiciones morfológicas, sintácticas o semánticas
Es s.abido que la relativa simplicidad de la preposición española
existentes en una y otra lengua que de otro modo habrían pasado inadver-
DESDE, cuyas funciones en el discurso parecen atenerse a la denotación
tidas o habrían sido sobrevaloradas (6).
"principio de tiempo o lugar" (8), contrasta con la polivalencia de la ita-
De lo dicho hasta ahora creemos que pueden deducirse dos criterios 1iana DA, muchos de cuyos numerosos significados (al rededor de 18 según
metodológicos que trataremos de seguir en nuestro trabajo: a) por una par-
Battaglia y Pernicone) (9) pueden ser expresados en español sólo recurrien-
te, la oportunidad de sondear en profundidad expresiones lingüísticas, in-
do a otras preposiciones o incluso a elementos gramaticales no preposicio-
r cluso mínimas (como puede ser el significado temporal de una determina·
nales. Pero, por lo que se refiere al valor temporal contenido en ambas,
1 da preposición), sin pasar por alto matices semánticos que, ante un análisis
el campo cubierto por DESDE parece coincidir perfectamente con el
com¡:.arativo, a veces se revelan esenciales; b) por la otra, la necesidad de
correspondiente ámbito de DA y plantear pocos o ningún problema de
reconducir los resultados del análisis a una reflexión teórica que contri-
traducción, como demostrarían los siguientes ejemplos:
buya al esclarecimiento de problemas lingü (sticos más generales, superando
los li'mites del empirismo a los que tan a menudo se somete el profesor de Desde que has llegado Da quando sei arrivato
lenguas extranjeras (7). Desde tu 11 egada Dal tuo arrivo
Desde hoy Da oggi

(6) Un interesante planteamiento del estudio comparado entre el español y el

í italiano ha sido hecho por J. Arce durante el I Seminario sobre problemas del
Sin embargo, la analogía es menos completa de lo que un análisis
espaiiol en Italia recientemente celebrado en Roma (cfr. J . Arce. Espaiiol e superficial nos inclina a creer. Si examinamos con detenimiento la gama de
italiano. Contrastes fonético-fonológicos, morfosintácticos y léxicos, en
"Pliegos de cordel", Instituto Español de Lengua y Literatura, Roma 1976,
pp . 26-44). Existe además un proyecto de análisis comparativo entre el espa- (8) Esta definición se encuentra en la primera Gramática de la lengua castellana
ñol , el italiano y el francés , denominado PACEFI, en el que colaboran las de la Real Academia Española.
universidades de Neuclüitel (Suiza) y Bologna (Italia). A este respecto, cfr. (9) C. Battaglia, V. Pernicone, La grammatica italiana, Torino 1971, p. 421. La
J. P. Borel, "Les caractéristiques de PACEFI (projet d'Analyse contrastive preposición DA ha sido estudiada en particular por G. Devoto (Preposizioni,
r cspagnol-franQais-italien. Universités de Bologne et de Neuchatel)", en Actes en "Lingua Nostra", n. 2, 1940, pp. 104-111), por E. Poppe (Studi sui sig-
du xme Congrés de Linguistique e Philologie Romanes, vol. I, Quebec, nificati di "da", SFI, n . 21, 1963, pp. 265-381) y por E. DE FELICE, "Con-
1976, pp . 1047-1061. Cabe citar algunos análisis contrastivos parciales, tributo alla storia della preposizione da", en Studi di Filología Italiana, 12,
uno de ellos realizado por el mismo J. Arce, Italiano y español en una tra- pp. 245-296: Recientemente H. Weinrich se ha ocupado de ciertos aspectos
ducción clásica. Confrontación lingüística , en "Actas del XI Congreso In- de DA en un articulo titulado Preposizioni incolori? Su/le preposizioni fran-
ternacional de Lingüística y Filología Románicas", vol. Il, Madrid 1968, pp . cesi "de" e "ti", ita/ "da", en " Lingua e Stile", XIIJ, n. 1, 1978, pp. 1-41.
800-816 ~· otro, de F. Fernández Murga, El participio presente en Italiano y Asimismo cfr. M. CRISAR1, Le preposizioni semplici italiane: un approccio
en Español. Estudio comparativo, en "Filología Moderna", n. 54, junio semantico, en VARIOS , Grammatica tras[ormazionale Italiana . SLI, Roma
1975 , pp. 345-366, al que recientemente ha añadido un segundo estudio: El 191, pp. 9-11 , y en part. sobre la prep. DA, pp. 113-115. S. SCALISE halle-
participio pasado italiano, en Estudios de Lengua y Literatura Italianas , Ovie- vado a cabo un examen de las prep. it. partiendo de una visión crítica de las
do 1979. Cabe citar también aquí una contribución al análisis semántico teorías de Brandal ("Verifica della funzionalita della teoria del/e preposizioni
co mparado de ciertos verbos españoles e italianos realizada por E. García DI- di Vigo Brandal", en Lingua eStile, IV, 1969) y, respecto a la posibilidad de
ni: "Para un estudio contrastivo verbal", 1, en Studi di Filologia e Letteratu- hallar un valor único para DA, concluye: "Ma, mentre la definizione genera-
ra, (1977), pp . 146-162, y Il, en Studi Ispanici (1980), pp. 259-269. le esprime la vera natura della preposizione, le relazioni speciali ne tradisco-
(7) No hacemos sino repetir aquí palabras de B. Pottier: "El complejo de la 'se- no l'inadeguatezza, perché da non e affatto simmetrica, come vorrebbe Bron-
gunda lengua' debe desaparecer ... El empirismo debe cederle el sitio a la dal", p. 153. Cfr. asimismo C. Castelfranchi-G . Attili, "Da": analisi semanti-
reflexión y a la experimentación", en Enseiianzas universitarias y enseiianza ca di una preposizione italiana, en "Studi di Grammatica Italiana", vol. VIII,
de las lenguas vivas, "Yelmo", diciembre-enero 1971-72, p. 7. pp . 189-234.

r 172
173
expresiones temporales realizables con DESDE, empezaremos a descubrir guitarra, doy por súp·u-esto que aquella primitiva actividad.del sujeto ha ce-
algunas peculiaridades que la preposición italiana no comparte: sado o, en cualquier caso, omito toda información que pudiera hacer pen-
1) Hay ocasiones en las que DESDE alterna su empleo con DE; asf, en sar lo contrario. Esto es, vienen a faltar las dos implicaciones semánticas
las correlaciones DESDE ... HASTA y DE. .. A, válidas para indicar una dis· más caracterfsticas de la preposición DESDE: a) la indicación de origen de
tancia espacial o temporal entre dos lfmites (1O): la acción y b) su tensión temporal hacia un lt'mite cronológico posterior.
De ahí que sea inconcebible decir: ·*una vez desde niño toqué la guitarra y
De lunes a martes/Desde el lunes hasta el martes que, para formar los sintagmas a que hemos aludido, DESDE haya de
De junio a septiembre/Desde junio hasta septiembre acompañar fundamentalmente a nombres que indican épocas más o menos
tempranas de una vida.
lo que ·en italiano (si exceptuamos la correlación ADVERBIO DE Tampoco en este caso coinciden las fronteras de la preposición es-
LUGAR .. .A: dí ll a due gíorní) no es posible. pañola y de la italiana . Una vez más, DA asume· las funciones que el espa-
Pero existe otro caso en el que la alternancia DE/DESDE ofrece ñol reparte entre DE y DESDE, si bien, para resaltar el sentido inaugural
mayor interés desde el punto de vista de las discrepancias con el italiano. de la acción que la lengua española encomienda a esta última, el italiano
Se trata de sintagmas temporales que estas preposiciones forman con adje· antepone a DA la preposición FINO, de modo que el sintagma de niño co-
tivos o sustantivos los cuales denotan épocas de la vida de un sujeto: rresponderla más exactamente a da bambino, y desde niño a la construc-
ción fin da bambino.
De joven/Desde joven 2) Esta menor especialización semántica de DA respecto a DESDE, la
De niño/Desde niño mayor imprecisión de su significado temporal -relacionable probablemen-
te con su diferente origen etimológico- (11) nos da la clave para compren-
El paralelismo de tales expresiones esconde, en realidad, una dife· der otra discordancia en el empleo de ambas preposiciones. Nos referimos
rencia importante: la preposición DESDE se emplea en estos casos para in- a la distinción, practicada por el español y desconocida en italiano, entre
dicar el comienzo de una acción que se prolonga a lo largo de la vida de un DESDE y DESDE HACE.
sujeto o que aún no se ha extinguido en la actualidad. Asl, se dirá: Juan to- Aunque dicha oposición tiene carácter de norma en nuestra lengua,
ca la guitarra desde niño, o Juan mostró desde niño una fuerte inclinación son escasísimas las alusiones que a ella hacen los gramáticos. En su Diccio-
r por la pintura, implicando en la primera frase que Juan sigue tocando la nario de construcción y régimen de la lengua castellana, por ejemplo, R. J.
1 guitarra y dando más relieve en la segunda al carácter temprano de su afi- Cuervo afirma que DESDE, para señalar "el punto en que empieza a durar
i
ción por la pintura. o a ejecutarse algo" (12), a veces "precede un nombre significativo de
Los sintagmas construidos con DE, en cambio, se limitan a situar tiempo" ( 13) (desde aquel día), y en otras ocasiones "precede a las frases
en el tiempo (pasado,presente o futuro) una acción, sin establecer ninguna
referencia con otro tope cronológico. Asf, al decir: Juan de niño tocaba la
(11) Desde tiene la siguiente etimología: de ex de, mientras que la de Da parece
ser de ab o ad. Según Pottier ex y de expresan en latín una descendencia di-
recta y ab una descendencia lejana; además, ex conlleva una indicación de in-
(10) Respecto a las alternancias y oposiciones entre DE y DESDE, cfr. M. L. Ló- terioridad de la que las otras carecen (cfr. Sobre la naturaleza del caso y de la
pez, o p. cit., pp. 181-182 y R. Trujillo, Notas para un estudio de las preposi- preposición , cit.).
ciones españolas, "Thesaurus", Bol. del Inst. Caro y Cuervo, t. XXVI, 1971, (12) Instituto Caro y Cuervo, Bogotá 1953, vol. 11, p. 1032.
pp. 34-39. (13) Ibíd.

r
1 174 175
significativas de tiempo. formadas por los verbos haber Y hacer" ( ~4) (de~­ No lo veo desde hace mucho tiempo
de hace más de dos siglos). Per.o el autor se limita a establecer la d1ferenc1a Esta casa está construida desde 1900
formal sin dar ninguna explicación de ella. Ha estado con nosotros desde las 7 y media
La tendencia a ignorar este problema -a pesar de los avances rea- Está lloviendo desde hace dos horas (17)
l izados en el estudio de las preposiciones españolas- (15) parece incluso
haberse acentuado recientemente. Así, María Luisa López en su 1ibro acer- Ante semejante estado de cosas, ·poco ·puede sorprend~rnos que,~­
ca del sistema preposicional español enumera indiscriminadamente las si- en su Gramática italiana del siglo XX, Llavera Majem se limite a advertir
guientes frases: que la preposición DA, "refiriéndose a tiempo, traduce en ocasiones
nuestro desde o desde hace (hacía)" ( 18). Pero si el autor de una gramática
Desde el 3 de agosto italiana destinada a estudiantes de habla española puede pasar por alto
Desde el verano pasado cualquier explicación lógica de la diferencia notada confiando en el uso
Desde hace cuatro años mecánico que el receptor de la información tiene de su propia lengua, no
Desde el mes de mayo (16) ocurre lo mismo en el caso contrario, es decir, cuando se trata de habituar
a un italiano a practicar una distinción para él desconocida .
y otro tanto hace Juan D. Luque cuando, describiendo el u~o temporal En efecto, ante esta dificultad, Annamaria Gallina, autora de un
de DESDE, cita algunos ejemplos en el orden que reproduc1mos a con- Corso di lingua spagnola adoptado en numerosos centros de enseñanza ita-
tinuación: lianos, improvisa la siguiente explicación: "Desde hace (o desde hact'a se
di pende da un verbo all 'imperfetto o al trapassato prossimo) indica un
Estoy efermo desde el do~-ingo azione iniziata nel passato che continua, almeno nei suoi effetti, anche al
tempo del verbo reggente; in italiano di solito corrisponde alla preposizio-
ne da" ( 19). En realidad, de este modo, se atribuye a la construcción DES-
DE HACE una prerrogativa (indicar el carácter de no extinción de una ac-
1
(14) /bid. Cabe advertir, sin embargo, que el empleo temporal de HABER está ac-
tualmente en desuso. , .. . ción -o de sus efectos- iniciada en el pasado) que -como hemos visto- es
1 (15) Además de los trabajos de María Luisa Lópe~ y de Ramon TruJ~ll?, antes CI- propia de la preposición DESDE y condición sine qua non para su empleo .
tados , hay un estudio de Juan D. Luque Duran s~bre las_ preposiciones espa- Bastará, en efecto, que elaboremos una serie de frases donde se exprese la
ñolas (Las Preposiciones, 2 vols. Madrid 1974). Extsten, sm em~argo, algunos
intentos de examinar el sistema preposicional español com.parandolo con el
misma acción verbal (estudio alemán) (20) y que, sin embargo, aparecen
de otras lenguas modernas. Así, María Teresa Zurdo ha rea.li~ado una aporta-
ción de notable interés al análisis contrastivo de las prepOSICIOnes alemana~ Y
españolas (Estilística comparada de las preposiciones en español y en aleman, (17) Op. cit., vol. I, p. 64.
en "Filología Moderna", febrero-junio 1974, P_P· 233-2~9) _Y otro ~anto cabe (18) Op. cit. , p. 516 .
decir de Vicente Bastida Mouriño, cuyo trabaJo Las pnncrpales dific~~tades (19) Op. cit. , p. 38.0.
de las preposiciones francesas y españolas (Estudio contrastivos): (en Estu-.
dios Románicos", Universidad de Murcia, 1978, pp. 59-105) c¡tamos aqu1 (20) Para evitar ambigüedades, hemos preferido emplear en los ejemplos única-
también en relación con el tema que nos ocupa -el empleo temporal de mente la forma HACE, dando por supuesto además que el tiempo del hablan•·
DESDE- respecto a DEPUIS, DES, DE (cfr. pp. 86-87). Un fun~amental es- te coincide con el presente real. Conviene aclarar a este respecto, que el em-
tudio comparativo del sistema preposicional italiano Y el frances se .debe a pleo del imperfecto en el sintagn\a DESDE HACIA depende sobr~. t9slo <;1,!! la
c. De Boer (Essai sur la syntaxe moderne de la préposition en Franr;:ars et en existencia de un tiempo de referencia pasado ; así por ej . en la frase·: "El la-
Italien , Paris 1926). drón había huido desde hacía varias horas cuando llegó la policía". En espa-
(16) Op. cit., p . 143. ñol (menos en it.) puede emplearse un futuro (mañana hará un año que) y un
pretérito indef. (ayer hizo un aiio que).

176
177
introducidas unas veces por DESDE y otras por DESDE HACE, para agrupar dentro de una misma clase de construcciones todas aquéllas que
constatar la insuficiencia de tal hipó~flsis:
--... -incluidos los sintagmas estudiados en el punto (1)- se atengan a estos re-
quisitos, es decir, las frases temporales con DESDE + locativo puntuativo
Desde ayer estudio alemán Desde hace dos dlas estudio (por oposición a extensivo). sea éste un adverbio, un nombre indicador de
alemán tiempo o cualquier frase que exprese una circunstancia equivalente a un
Desde el año pasado estudio Desde hace un año estudio punto de referencia cronológico fijo; de modo que los siguientes ejemplos
1 alemán alemán funcionan análogamente:
l Desde el 4 de abril estudio Desde hace cuatro semanas
estudio alemán Desde niño estudio alemán
alemán
Desde las 3 estudio alemán Desde hace tres horas estudio Desde mi niñez estudio alemán
alemán Desde que llegaste estudio alemán
Desde tu llegada estudio alemán
Lo que nos ha obligado a introducir HACE no ha sido, evidentemente, la Desde ayer estudio alemán
naturaleza de la acción verbal, sino la del locativo temporal que acom-
paña a la preposición y que, en los ejemplos citados, constituye el único Por el contrario, los indicadores de tipo (B) no nombran el tiempo,
elemento variable. Independientemente de cualquier contexto, sabemos sino que lo cuantifican (deberfan ser llamados, pues, más que locativos
que es posible decir desde ayer o desde hace un año, pero nunca *desde temporales, cuantificadores temporales), es decir que miden su extensión
hace ayer o *desde un año (21 ). (un día, tres horas, algunos años, o incluso "mucho", "poco", "bastante"
Para comprender el motivo de estas incompatibilidades, confronta- omitiendo la implícita palabra "tiempo"); de modo que cuando digo desde
remos entre sí, aislándolos, los diferentes locativos empleados en las frases: hace tres horas estudio alemán, lo que me interesa no es ya indicar con
exactitud el momento en el que mi estudio del alemán comenzó (ese
(8) cálculo le corresponderá al receptor si quiere satisfacer su curiosidad a tal
(A)
1 dos días
respecto), sino poner de relieve su duración. De ahí que, si el hablante
desea poner aún más en sordina la información retrodatadora a favor de la
! ayer
el año pasado un año extensiva, pueda sustituir el sintagma DESDE HACE por la correlación
1 el 4 de abril cuatro semanas HACE ... QUE:

l las 3 tres horas


Hace tres horas que estudio alemán
Los locativos de tipo (A) se limitan a nombrar el tiempo de mo-
do más 0 menos preciso; pero siempre puntual mente; se trata de fechas, de o incluso, recurrir a una perffrasis de carácter claramente durativo como
puntos fijos de referencia cronológica. Tales locativos temporales, precedi- LLEVAR+ TIEMPO+ GERUNDIO:
dos por DESDE forman un sintagma que se encarga de señalare/ comienzo
de la acción no extinguida sin precisar su duración. Nada nos impide, pues, Llevo tres horas estudiando alemán

En italiano -ya lo hemos dicho- la preposición DA puede expre-


1 sar, sin ayuda de modificador alguno, tanto la modalidad (A) cono la (B):
1 (21) Sin embargo, cabe la posibilidad de decir : desde un año antes .

178 179
,-

Hace años la vida era más facil Anni fa la vita era piú facile
(A) (B)
Tu padre ·llegó hace dos horas Tuo padre e arr ivato due ore fa
Da ieri studio il tedesco Da due giorni studio il tedesco
Da/l'anno scorso studio il Da un anno studio il tedesco Lo que se mide aquí no es ya la extensión temporal de la acción, si-
tedesco no la distancia cronológica que separa el momento en el que la acción tuvo
Da/ 4 aprile studio il tedesco Da quatro settimane studio il lugar del presente del hablante. La información responde a un simple
tedesco ¿cuando? y no ya a un ¿desde cuándo?, como ocurría en los casos ante-
Dalle 3 studio il tedesco Da tre ore studio il tedesco riores.

Tr01temos, pues, de resumir cuanto hemos dicho hasta ahora :

Ello no quiere decir, sin embargo, que la lengua italiana no perciba 1) Cuando se sitúa una acción en una determinada época de la vida de
la diferencia de matices que el español establece tan claramente por medio un sujeto sin enlazarla temporalmente con el tiempo de refe~encia del dis-
de la oposición DESDE/DESDE HACE. Existe una construcción formada curso (De niño tocaba la guitarra/Da bambino suonavo la chitarra) el ital ia-
por ESSERE + TIEMPO + CHE, la cual, si exceptuamos la concordancia no emplea DA mientras que el español recurre a DE.
del verbo con el número del locativo -e un anno che/sono due anni che-, 2) Cuando se señala el comienzo de una acción no extinguida median-
1 es perfectamente equivalente a la correlación HACE ... QUE. Una frase co- te una fecha o su equivalente (desde ayer, r;lesde niño, desde que llegaste,
.,1
mo hace tres horas que estudio alemán, tiene, pues, dos posibles versiones etc., estudio alemán), el español recurre a DESDE y el italiano a DA (o
en italiano: FIN DA cuando se resalta el carácter temprano de la acción) .
3) Cuando se m ide la duración de una acción no extinguida desde su
Da tre ore studio il tedesco
comienzo hasta el tiempo de referencia del discurso, el italiano introduce
Sono tre ore che studio il tedesco
el locativo temporal directamente con DA, mientras que el español ha de
.'- emplear el sintagma DESDE HACE o DESDE HACIA. Ambas lenguas, sin
Lo que ocurre es que los 1ímites entre los diferentes matices tem-
embargo, poseen una construcción alternativa: HACE (HACIA)+ TIEM-
porales que la lengua capta no pasan a través de la preposición DA, mien-
PO + QUE para el español y E'(ERA); SONO (ERANO) + TIEMPO +
tras que en español obligan a real izar una rigurosa división de competencias
CHE para el italiano:
entre distintas preposiciones y construcciones.

3) Hay, sin embargo, un matiz temporal aparentemente afín a la mo- Estudio alemán desde hace Studio il tedesco da tre ore
dalidad (B) ante el que el italiano y el español se comportan de manera se- tres horas
mejante. Se trata de frases en las que el verbo HACER (FARE en it.) mues- Hace tres horas que estudio Sono tre ore che studio il
tra una mayor lexicalización (aparece utilizado únicamente en presente alemán tedesco
-HACE/FA- y, de no coincidir la actualidad del discurso con el presente
del hablante, ha de recurrirse a sus equivalentes adverbiales ANTES/ 4) Por último, cuando se mide la distancia cronológica existente entre
A TRAS y PR IMA/ADDIETRO respectivamente), mientras que, su compa- la realización de una acción perfectiva y el tiempo de referencia del discur-
tibilidad formal y semántica con DESDE desaparece al mismo tiempo que so (si éste coincide con el presente del hablante el español empleará la for-
la correlación con QUE/CHE. Veamos algunos ejemplos: ma invariable HACE anteponiéndola al locativo, y el italiano la forma FA,

180 181
11
igualmente invariable, y pospue$ta al indicador de tiempo. Si no coincide, de la duración temporal de la acción es omitido por el hablante, el cual fi-
se recurrirá respectivamente a adverbios de tiempo como ANTES, ATRAS ja su ·origen cronológico. La acción es captada en su tensión hacia el tiem-
y PRIMA, ADDIETRO): po referente; hay, pues, DINAMISMO, pero no hay MEDICION. De ahf la
separación entre T (origen de la acción) y A (desarrollo de la misma). En el
Hace años la vida era más facil Años atrá.s (antes) la vida era caso (3) A y T coinciden, en cuanto la información cronológica comprende
más fácil todo el arco de desarrÓIIo de la acción. Existe, por tanto, la doble connota-
Anni fa la vita era piú facile . Anni addietro (prima) la vita ción de DINAMISMO y de MEDICION. Por último, el caso (4) invierte el
era piú facile esquema del (2); se trata aqu f, como en el (3), de medir. la distancia tempo-
ral a contrapelo, pero el tiempo de desarrollo de la acción no coincide con
Representando gráficamente estos cuatro matices temporales, las esta distancia . Hay, pues, MEDICION, pero combinada con una noción de
diferencias resultarán más evidentes; para mayor claridad, designaremos ESTATICIDAD.
con la letra (T) el tiempo en el que la acción se realiza o se desarrolla y con En suma, existe una doble oposición entre estas cuatro diferentes
la (A) la acción verbal misma . Llamaremos TIEMPO REFERIDO al mo· modalidades:
mento en el que la acción se origina o, si éste es puntual, en el que se real i-
za; mientras que llamaremos TIEMPO REFERENTE al tope cronológico ESTATISMO 1 DINAMISMO
establecido en el discurso, tanto si coincide como si no con el presente del
1y 4 2y3
hablante:
MEDICION 1 NO MEDICION
1

TIEMPO REFERIDO TIEMPO REFERENTE 3y4 1y2

1) T=A
Tales contrastes, sin embargo, no son expresados de la misma
=A
manera ni con el mismo relieve por las dos lenguas:
2) T
T=A 2 3 4
3)
A =FT DE DESDE DESDE HACE HACE +T
4) HACE+ T +QUE ESP
(HACIA)

Como vemos, el caso (1) hace coincidir en un mismo espacio T y A, DA T+ FA


ya que se 1imita a situar en el tiempo una acción sin indicar sus 1ímites ni
la duración de su desarrollo pero, sobre todo, sin realizar conexión alguna DA/
con el tiempo referente. Tal información conlleva, pues, una connotación DA/FIN DA E'(SONO) + T+ CHE IT.
de ESTABILIDAD y carece de toda MEDICION temporal. En el caso (2) ERA (ERANO)
el verbo carga con toda la información extensiva, mientras que el cálculo

183
182
\
Para el italiano, que excluye sólo en el caso (4) a la preposición
DA, las tres primeras distinciones tienen únicamente carácter de matiz,
mientras que para el español, que reduce al caso (2) el empleo de DESDE,
tienen, todas carácter de oposición.
La red de asociaciones .que se ha ido extendiendo a partir de la ex-
presión temporal con DESDE y DA, nos ha ido alejando gradualmente del
puro ámbito de las preposiciones y nos ha conducido a construcciones sin- ITALIANO Y ESPAÑOL:
tácticas complejas. Formas aparentemente semejantes (algunas de las frases ELEMENTOS PARA UNA COMPARACION
.·--
temporales con HACER son incompatibles con el empleo de DESDE mien-
tras que otras representan un equivalente o un complemento de ella) ocul-
tan profundos contrastes dentro de una misma lengua. Por otra parte, las
Por Manuel CARRERA
correspondencias semánticas entre el italia~o y el español no siempre se
manifiestan mediante construcciones análogas y, sobre todo, no se em-
plean los mismos elementos morfológicos: no sólo el comportamiento de
DA difiere notablemente del de DESDE, sino que el valor temporal atribui-
do por el español al verbo HACER está repartido en italiano entre dos ver- Parece obvio Y natural que el conocimiento de una lengua extran-
bos tan diferentes como ESSERE y FARE. jera traiga aparejada la tentación de compararla con la propia, del mismo
De todo ello podemos deducir que, por lo que se refiere al español modo que el conocimiento de los hábitos y costumbres de un pafs suele
y al italiano, .el terreno de las analogfas superficiales, tan llamativas en estas ir mentalmente acompañado por el metro constantemente presente del
dos lenguas, es sumamente engañoso, y que, al elaborar una gramática complejo de usos autóctonos. En principio, resulta elemental que una len-
comparada, atenerse estrictamente a las distinciones morfológicas tradicio- gua extranjera tenga que ser más o menos fácil que la nu¡¡stra, más 0 menos
nales no es productivo ni desde el punto de vista pedagógico, ni desde el eufónica y armoniosa, más o menos compleja. Desde los enfoques pura-
cientffico. mente estéticos, que consideran globalmente una lengua como más bella
Creemos que una paciente labor de microanál isis contrastivo -en más poética o más musical que otras, hasta el detallado análisis de los ele~
cuya realización sistemática confiamos- puede aportar elementos nuevos mentos fónicos, morfosintácticos y léxicos practicado por la moderna lin-
para el conocimiento de ambos idiomas asf como facilitar su recfproco gülstica contrastiva, la gama de orientaciones y conclusiones más 0 menos
aprendizaje. fundada es variada.

Comparaciones más o menos directas entre el español y el italiano


aparecen ya en autores de hace siglos, lo cual es perfectamente lógico si se
NOTA.- La primera versión de este trabajo fue publicada por el Anuario de
Estudios Filológiros de la Universidad de Extremadura, II, 1979, pp. 147-159.
piensa en las intensas relaciones que desde la época medieval mantuvieron
ltal ia Y España, y que alcanzaron el momento de máxima intensidad en los
siglos XVI Y XVII. Las consideraciones esteticistas y falsamente funciona-
les, en general íntimamente ligadas a motivaciones claramente nacionalis-
tas, privaron durante bastante tiempo, cristalizando en tópicos y estereoti-
pos que sin justificación racional ni cientrfica se han arrastrado durante si-
glos, llegando en buena parte hasta hoy.
r 184
185
t~
'i

Asl, y por poner algún ejemplo evidente, mientras el napolitano


Tommaso Costo sostenla en el siglo XVI que "se pure la (lingua] spa- supuesto no se pretende desarrollar una tipolog(a diferencial completa· si-
gnuola e bella, e la nostra e bellissima, et ha pi uarte e pi u osservanza, oltre ~o sól.? apuntar y comentar algunos de los rasgos distintivos más signif;ca-
tlvos de ambas lenguas (4).
che ella e arrivata a tanta riputazione, che se la spagnuola volesse presume-
re di tenerle dietro, senza poterla mai raggiungere .ne rimarrebbe in tutto
zoppa a mezo del cammino" ( 1 ), el doctor Viana afirma en los Equívocos
morales que, sin que haya lugar a dudas, la lengua española "a la Toscana
l. EL ASPECTO DIACRONICO
aventaja muy conocidamente. En prosa, negocio es llano, como lo verá
quien leyere a un fray Luis de Granada, a un Fray Hernando del Castillo,
etc., y los cotejare con los más floridos y famosos toscanos (... ). Pues en A. El sistema en sí.
verso no tiene duda, porque ninguna poesla italiana hay que no imite nues-
tra lengua tan elegantemente como allá se compone (...). Pero las redondi- Desde el punto de vista diacrónico, la primera caracterlstica del ita-
llas de la castellana son tan propias suyas, que a ningunas de las otras las liano es, en comparación con el español, su mayor grado de "inmovilidad"
concede, y si alguna vez han querido intentar a hacerlas (... ), hanlas com- Y su carácter más conservador, lo que implica una mayor cercan fa de esta
puesto tales que son dignas de risa" (2).
Así las cosas, es lógico que otros no sintieran ningún inconveniente
(4) Naturalmente, las g~amáticas españolas e italianas, tanto de siglos pasados co-
en proclamar, desde un distinto punto de vista nacional, una opinión nega·
~0 las actual~s, as¡ como algunos estudios lingüísticos, contienen, aunque
tiva no sólo sobre una, sino sobre ambas lenguas. Es el caso, por ejemplo, solo sea e~porad~can~ente, importantes y acertadas referencias comparativas.
del padre Bouhours, que en el siglo XVIII sostenla que "si l'espagnol est Sobr~ la tipo!og¡a diferencial del italiano y otras lenguas, cfr., además de los
propre a représenter le caractere des matamores, l'italien semble fait pour estUdiOS de w~~tburg y Bartoli que citaremos más adelante, E. Lewy, Der
~~~-d~; ~uropazs~hen .sprachen, Tübigen , 1964 (2.a ed.), pp. 30-32; z. Mu!-
ex primer celu i des charlatans" (3). Jacic, Die Klassificahon der romanischen Sprachen", Romanistisches Jahr-
Eso evidencia que el juicio impresionista sobre las caracterlsticas de buch, XVIII (1967), pp. 23-27; M. Iliescu, "Ressemblances et dissemblan-
una lengua, formulado de modo global y totalizador, resulta cient(fica- ces entre les langues romanes du point de vue de la morphosyntaxe verba!e"
Revue ~e ~inguistique Romane, XXXIII (1969), pp . 113-132; c. Segre, "L~
mente tan poco rediticio y exacto como 1as fáciles generalizaciones sobre carattenshche della lingua italiana" en apéndice a Ch Bally L · · ·
el carácter o las peculiaridades de los distintos grupos nacionales. Más inte· ne 1 /' · . fi . ' · , mguzstzca ge-
ra e e mguzstzca rancese, Milano, 11 Saggiatore, 1963, pp. 439-470 · M
resante puede resultar la elaboración, en principio totalmente ajena a jui- Wandruszka, Nuestros idiomas: comparables e incomparables Madrid Gre:
dos, 1976, 2 vols.; R. J. Di Pietro, Lingue a confronto Ro~ 1 a Arm~ndo
cios de valor, de un esbozo de caracterización diferenciadora . En este senti-
~97? . I_nteresantes estudios son, por lo que respecta a la 'compa;ación espa:
do tratan de encuadrarse las páginas que aqu ( presentamos, en las que por no!-Italiano, los de H. Lausberg, "Vergleichende Charakteristik del italieni-
schen und spanischen Schriftsprachen", Romanische Forschungen , LX (1947)
pp. 106-~?2, ~l. Arce, "11 numero dei fonemi in italiano in confronto con ¡0
(1) Tommaso Costo , Lettere, Napoli, 1604, p. 205 . sp~gnolo , Lmgua nostra, XXIII (1962), pp. 48-52, y, sobre todo de este
(2) Cit. por A. Farinelli en el apéndice a la obra de Benedetto Croce La lingua ~~s~o autor, "Español e italiano. Contrastes fonético-fonológicos ~orfosin­
spagnola in Italia, Roma, Loescher, 1895, p. 73. Muy conocidas son tam- tach~os Y. léxicos", .Pliego: de cordel, Roma, 1976, pp. 27-43· (re~ogido, con
bién las opiniones de Fernando de Herrera sobre las cualidades del español modificaciOnes y baJo el.tltulo de ~~~liano y español: confrontación lingüísti-
en comparación con el italiano (cfr. las Obras de Garci Lasso de la Vega con ca, en es:e volumen). Ve~nse tamb1en M. Criadc> de Val, Fisonomía del idio-
anotaciones de Fernando de Herrera, Sevilla, 1580). ma e~pa~ol.•sus carac~erzsticas comparadas con las del francés, italiano, por-
(3) Cit. por B. Migliorini-l. Baldelli, Breve storia del/a lingua italiana, Firenze, rugues, mgl~s Y aleman, Madrid, AguiJar, 1957 (en particular las pp. 221 -
Sansoni, 1971, p. 198. 2:3) •• Y lose M. a Saussol, Glotodidáctica del español con especial referencia
a ztalofonos, Padova, Liviana, 1978.

186
187
\

í
lengua con respecto al latrn. Este último hecho es sobradamente conocido, El sistema fonético pues, se constituyó y fijó muy pronto, y se ha
y no insistiremos en él más que en la medida en que nos sea necesario para mantenido con extraordinaria estabilidad hasta nuestros días (7). Se expli-
r-
poner de relieve los aspectos más aceleradamente evolutivos del español. ca así perfectamente que Juan de Valdés señale que, en comparación con
1
Mientras, sin una adecuada preparación filológica, un español, aun el italiano, el español tiene muchos más "vocablos corrompidos", lo cual
siendo culto, no puede entender cabalmente una obra como el Cantar de para nosotros es perfectamente lógico si se piensa en el carácter más evolu-
Mio Cid o El conde Lucanor, un italiano de preparación cultural media tivo de esta lengua (8).
puede, sin específicos conocimientos filológicos, entender con relativa faci-
lidad la lengua del Cantico di frate Sote o la del Decameron. Este hecho, A.2 Algo parecido puede decirse del léxico. Bartoli ha demostrado, con

r fácilmente comprobable a nivel emplrico, tiene su razón de ser, como


resulta evidente, en el menor grado de evolución del italiano, en su relativa
sus análisis estadísticos, que las innovaciones léxicas anteriores al siglo V 11
son mucho más numerosas en la lengua y en 1os dialectos italianos que en
inmovilidad diacrónica. En comparación con el español, esta circunstancia las otras lenguas y dialectos romances, mientras que a partir de ese siglo
r se observa en la práctica totalidad de los niveles lingüísticos: ocurre precisamente lo contrario (9). La oledada de arabismos que entró
en español, por ejemplo, fue muchísimo mayor que la que hizo su apari-
A.T. Desde el punto de vista fonético, el italiano adquirió muy tempra- ción en italiano. Esta [en gua, que se ha mantenido en estrecho contacto y
namente sus principales características, las cuales, una vez configuradas, simbiosis con el latín a lo largo de toda su historia (piénsese, por ejemplo,
adquirieron gran resistencia al cambio, contrariamente al español, que llegó en el retraso con que empieza a desarrollarse la prosa romance italiana por
a experimentar una revolución fonética en época tan avanzada como el si- la competencia del latín, o en el interés por esta lengua en la época huma-
glo XVII. W. van Wartburg ha señalado que el tipo fonético italiano se ha nista (1 O), o en el hecho de que un poeta como Pascal i escribiese, en época
r---
1 conservado prácticamente igual al del latín hablado en los siglos 111 Y IV,
con la única excepción relevante de las diptongaciones ocurridas en los si-
glos VI y VIl (5). En un artículo de 1968, Giuliano Bonfante adelanta la (7) Cesare Segre señala que "tale aspetto conservativo puo essere riportato, con
fecha de constitución fonética del italiano al siglo 1 de nuestra era -am- una prima approssimazione, a due fattori: la mancanza di turbamenti endo-
pliando el plazo como máximo hasta el 11.,.., advirtiendo que lo mismo po- geni in seno alla latinita, e la scarsita di turbamenti esogeni sopraggiunti in
seguito ; cioe, secondo la terminología piu diffusa, il debole aporto del
dría decirse de su textura morfológica, sintáctica, léxica y fraseológica. Se- sostrato e del superstrato" (op . cit. , p. 455).
gún este autor, en esa época muchas personas en Italia e incluso en A frica (8) Juan de Valdés, Diálogo de la lengua, ed. crítica de Cristina Barbolani, Messi-
"parlavano una lingua che presentava tute le caratteristiche principali che na-Firenze, 1967, p. 102.
distinguono !'italiano dal latino"; esa lengua que ya en el siglo 1 "trascu- (9) Matteo Bartoli, "Caratteri fondamentali della lingua nazionale italiana e delle
lingue sorelle", en Miscellanea del/a Facolta di Lettere e Filosofia dell'Uni-
rava la quantita, e in cui si diceva fede e non fidem, bocea e non buccam, versita di Torino, sez. 1, Torino, Bocea, 1936, pp . 60-106 , y Saggi di lingui-
atto e non acto, sette e non septem, dissi e non dixi, esso e non ipsum, stica spazia/e, ibidem, 1945 .
canta e non cantat, senti e non sentis (... ) e una 1in gua che certo assomigl ia (10) Uno de los reproches que los viajeros italianos hacían a la cultura española
era el supuesto desinterés y desconocimiento de ésta con respecto al latín.
molto all'italiano" (6). Así, Magalotti señala en 1668 que "non solo in Alcalá, ma in Salamanca, e
per assai verisimil conseguenza in tutte l'altre inferiori Universita di Spagna,
!'uso della lingua latina e quasi affatto sbandito dalle Cattedre, non costu-
(5) W. Von Wartburg, La posizione della lingua italiana, Firenze, Sanso ni, 1940, mandosi nelle pubbliche dispute di far in quell'idioma oltre il primo sillogi-
p. 43 .
smo, proseguendosi poi tutto il resto in spagnuolo, interrotto solo di quando
(6) G. Bonfante, "Quando si e cominciato a parlare italiano?", Festschrift für IV. in quando da qualche parola latina, le quali vi si contano come i campanili di
von Wartburg, Tübingen, 1968, vol. 1, pp. 21-46 . contado, essendovi piu rare assai che non son le parole ebraiche nel Passio di

188
aún relativamente reciente, en lengua latina), esta lengua, decimos, ha con- Otro ejemplo podría venir de algunas peculiaridades en el uso dE
servado mayor capacidad que cualquier otra para acudir en sus necesida- artículo, forma cuya generalización es, como se sabe, un hecho panroman
des léxicas a la fuente primigenia, como lo demuestra su historia lingü(s- ce. Pues bien, en italiano se dan algunos casos de ausencia del mismo qUI
tica y alguna de sus posibilidades actuales, como el frecuente uso de la parecen recordar situaciones latinas, según advierte M. Wandruszka ( 14)
composición, de la que nos ocuparemos más adelante (11 ). nos referimos, en concreto, a la configuración de complementos circuns
tanciales como los que figuran en frases del tipo ricevere un colpo in testa
A. 3. En el campo morfosintáctico, algunos elementos del uso actual, sin andare in giardino, abitare in periferia, etc., cuya versión española exigir(;
ir más lejos, demuestran la mayor cercan (a del italiano con respecto al laHn. la utilización del arHculo ante el sustantivo.
Limitándonos solamente a algunos ejemplos concretos, nos referire-
mos, en primer lugar, a las diferencias que existen entre el italiano y el A.4. Por último, la distinta evolución de las unidades melódicas de li
1
l español por lo que se refiere al uso de las formas no personales del verbo y,
concretamente, de los participios. Tales diferencias resultan evidentes en el
prosa italiana y española confirma el carácter más conservador de la prime
ra, como se deduce de los estudios llevados a cabo para cada una de las do:
r caso del participio presente, a propósito del cual Félix Fernández Murga lenguas, respectivamente, por Gian Luigi Beccaria (15) y Tomás Navarrc
señala que "mientras en el español la desaparición de este participio, con Tomás (16). Este último señala, por lo que al español se refiere, que la me
1
valor de tal, es antigua (y prácticamente definitiva, lo mismo en la lengua dida más frecuente de la unidad melódica de la prosa española contempo
r- hablada que en la escrita, a pesar de esporádicas reapari~iones cultistas), en ránea es el octosnabo (y el heptasnabo). Ahora bien, si en la prosa medie·
1
el italiano (me refiero a la lengua escrita) tiene aún hoy d(a plena vigen- val este tipo de unidad alcanza porcentajes de uso muy altos (15-19 Ofo),
cia, no sólo en su función determinativo-adjetival, sino también en su fun- tocándose muy pocas veces el techo de 13 sílabas, en la prosa contempo·
ción predicativo-preposicional" (12). En efecto, ejemplos como il coman- ránea ha bajado el índice de utilización de la unidad octosilábica ( 11
dante la compagnia, fenomeni concernenti il linguaggio, carrrii di Lesbo O/o), rozándose en ocasiones la no despreciable medida de 18 s(labas. Ello
sussurranti al vento (Carducci), usos con enclisis pronominal como innova- significa que las unidades melódicas del español han evolucionado, aunque
zioni irradiantisi piu o meno lantano o construcciones absolutas como de forma liger(sima, hacia un mayor equilibrio y ampliación.
,-
1
/'edizione uscl viven te el poeta (13), que son esquemas perfectamente a el i- Por el contrario, en italiano, según advierte Beccaria en su docu-
l matados en la lengua literaria italiana, evidencian, en este sector, el carác- mentado estudio, "la percentuale preferenziale del 9 Ofo circa, riscontrata
ter más conservador del italiano, más cercano al latín que al español. per la misura del novenario nei Fioretti, la troviamo riconfermata nel testo
Algo similar podría decirse de la relativa vitalidad de que aún goza moderno di un D'Annunzio col 9,2 OJo, di un Cecchi col 9,1 O/ o, e cosí
en el italiano literario de hoy la. posibilidad de formación de sustantivos y perle altre unita, anche in autori molto lontani per misure stilistiche ed eta
adjetivos terminados en -uro (nascituro, morituro, venturo, duraturo, etc.), diversissime di storia letteraria" (17). También en este aspecto, pues, el ita-
en directa herencia de los participios latinos en -urus. liano se ha mantenido como más estable y conservador que el español ( 18).

S.· Matteo" (L. Magalotti, Scritti di corte e di mondo, ed. de E. Falqui, (14) Op. cit. , pp. 298-299.
Roma, 1945, p. 36). (15) Gian Luigi Beccaria, Ritmo e me/odia nella prosa italiana. Studi su/la prosa
(11) Cfr. C. Segre, op. cit., p. 459. d'arte, Firenze, Olschki, 1964.
( 12) Félix Fernández Murga, "El participio presente en italiano y en español", Fi- (16) Tomás Navarro Tomás, "El grupo fónico como unidad melódica", Revista de
lología moderna, 54, junio de 1975, p. 346 . Este trabajo se recoge, reelabora- Filología Hispánica, 1 (1939), pp. 3-19.
do, en el presente volumen. (17) Op. cit. , p. 141.
(13) Tomamos Jos ejemplos de F. Fernández Murga, op. cit. (18) Este carácter conservador no implica, por supuesto, que el italiano sea una

190 191
B. Sistema y sociedad. -.
En el ámbito diacrónico, citra notable diferencia que separa al ita-
1iano del español radica en el peculiar status del desarrollo social ingü ístico
nol6gicamente tan cercano al nuestro como es el de los años 1860-70 no
del primero. Como es bien sabido, el español, originariamente un dialecto
había aún una auténtica masa de italopaif iintes, sino un simple "patr.ulla"
septentrional con su centro en la zona de Burgos, se extendió con la Re-
que se cifraba en el 2,5 O/o de la población italiana de aquel momento
conquista, nivelanáo y casi eliminado buena parte de las hablas locales con
(20) . Con un país territorial mente fraccionado hasta pasada la mitad de si-
las que entraba en contacto en el curso de su expansión. Es, por tanto, una
glo, no se habían dado los presupuestos necesarios para que poi íticamente·
lengua que siguió fundamentalmente una v (a poi ítica de difusión (también
fuese necesaria la unificación 1ingü ística, y aún hoy, pese a la intensa labor
cultural, natural mente), convirtiéndose desde época temprana en instru -
de italianización realizada en el último siglo, la obra dista bastante de estar
mento de comunicación propio a la vez de masas y de élites, de conversa-
completa.

í
ción y de obras 1iterarias.
Este diferente desarrollo del español y del italiano explica algunas
El italiano, por su parte, tiene una historia muy distinta. Su base,
circunstancias que a primera vista pueden parecer llamativas o extrañas:
como se sabe, es el dialecto florentino, que comenzó a ganar notoriedad Y
por ejemplo, por qué en España no hemos tenido una "questione della lin-
aprecio en ltal ia como consecuencia de la fama cobrada por las obras de
gua" como la compleja y prolongada cuestión italiana; por qué (aunque es-
Dante, Petrarca y Boccaccio. Pero esa notoriedad y aprecio no se traduje-
to lo explica sólo en parte) mientras la literatura española pudo ser y fue
ron en un empleo efectivo y masivo de tal lengua. Al contrario, durante
popular, al ser comprendida lingüísticamente por la gran masa de la pobla-
siglos este italiano-florentino se mantuvo en toda Italia (exceptuada Tos-
ción, la italiana quedó, con su carácter áulico, reducida al ámbito de la
cana, naturalmente, y en parte Roma) como una lengua puramente litera-
comprensión e interés de pequeñas élites. Se explica así por qué, mientras
ria, como un instrumento usado por pocos y a pocos destinado, mientras
para el español es fácil delimitar un modelo fonológico y léxico, en Italia
que a lo largo y ancho de toda la península e islas se utilizaban lenguas Y
se escapa de las manos la noción de lo que se entiende por italiano, hasta el
dialectos muy distintos entre sí y con respecto al florentino. Tanto es así,
punto de que puede decirse que existen varios italianos, o que, por el con-
que aún a finales del siglo XV 111 puede decirse que el italiano era una len-
trario, no existe ninguno. Finalmente, y para no alargar más la lista, estas
gua prácticamente muerta, utilizada en la conservación ordinaria sólo en
circunstancias explican por qué, frente a la relativa uniformidad léxica del
las dos zonas que hemos mencionado arriba.
español, el italiano, rico terminológicamente en los campos propios de una
Puede decirse, por tanto, que el italiano era -y en parte lo sigue
lengua fundamentalmente 1iteraria, muestra grandes oscilaciones en la se-
siendo aún hoy- una lengua extranjera en su patria. Visconti Venosta, que
lección de vocablos referidos a objetos comunes y prosaicos, pero no por
eso menos necesarios (21 ).

lengua anacrónica o incapaz de acomodarse a contenidos Y circunstancias

¡
modernos. Como advierte Segre, se trata de un tradicionalismo "che ha sapu-
1 to mostrarsi all'altezza delle necessita attuali. Se si pensa alla disinvoltura con
1 cui !'italiano ha affrontado lo shock di un incontro contemporaneo con l'uni- (19) Tomamos la anécdota ' de Tullio De Mauro, Linguaggio e societit nell'Jtaliir
d'oggi, Torino, ERI, 1978, p . 44 . ,. .
ta politica e con i rivolgimenti della civilta moderna, non si p~o che ribadi:e,
un'ultima volta che la nostra lingua (e non solo quella), contmua a preferue (20) Para abundantes datos sobre esta cuestión, cfr. Tullio Dc41auf.6, ·sroria /int -
guistica dell'ltalia unita, Bari, Laterza, 1963.
l'evoluzione all~ rivoluzione, como gia m ostro in lontani momenti" (op. cit.,
(21) Sobre los problemas sociolingüísticos del italiano de hoy véase el volumen
p. 466). Sobre la ductilidad y libertad del italiano, cfr . B. Terracini, Lingua
libera e liberta linguistica , Torino, Einaudi, 1970 (2.a ed.) . colectivo La lingua italiana oggi: un problema scolastico e socia/e , preparado
por L. Renzi y M. Cortelazzo, Bologna,.. ÜMulino, 1977. '
-l

192
193
(22), en italianó las vocales tónicas en s(laba libre se pronuncian con un li-
11. EL ASPECTO SINCRONICO gero alargamiento (carente de relevancia fonológica) que, sí bien es relati-
vamente poco perceptible al oído (23), constituye, en nuestra opinión,
uno de los elementos característicos del ritmo y la entonación italianas.
La separación de los aspectos sincrónico y diacrónico resulta, como Esto significa, pues, que en italiano se da una alternancia vocálica de largas
es lógico, inviable en sentido absoluto, puesto que el cruce de los dos pla- y breves que no tiene directa correspondencia en español.
nos es constante cuando se analizan cuestiones como las que aquí nos ocu-
pan, como habrá podido comprobarse en las páginas anteriores. La división A. 1.3. En cuanto a la distribución y combinación de las vocales,
resulta, de todas maneras, expositivamente adecuada y útil. En este segun- existen entre el italiano y el español algunas diferencias que enumera-
do apartado trataremos de señalar algunas de las caractedsticas que tanto remos a continuación.
en el plano fonético como morfosintáctico y léxico diferencian a nivel ge- Está, en primer lugar, la conocida tendencia del italiano -que com-
neral a las dos lenguas,, sin por ello renunciar a posibles excursus diacróni- parte con otros 'idiomas como el japonés, el congoleño y en parte con el fi-
cos que permitan una más cabal explicación de aquéllas . landés- (24) a hacer terminar todas las palabras en vocal, a excepción de
algunos monos(labos (generalmente preposiciones: per, in, etc.) , de ciertas
palabras extranjeras (bar, sport, film, etc.) y, ocasionalmente, de ciertos
A. Fonética y fonología. vocablos que han sufrido el "tronca mento" o apócope (il dottor Bianchi).
En oposición a la tendencia italiana, el ·español muestra una mayor inclina-
Desde el punto de vista fonético y fonológico, las principales carac- ción a exigir la presencia del elemento vocálico a comienzo de palabra, lo
terísticas diferenciadoras son las siguientes: cual resulta inexcusable ante el grupo s + consonante, de tan alto índ ice
de presencia en italiano en posición inicial (25).

A.l. Vocalismo.

A. 1.1. Frente a la coincidencia de las dos lenguas en la utilización de (22) Tratando sobre la cantidad vocálica en español, T. Navarro Tomás concluye
señalando que como regla práctica debe entenderse que "las vocales españo-
un sistema pentavocálico en posición átona, el italiano posee un grado más
las, en la conversación corriente, fuera del lenguaje afectado o enfático, son
de apertura en posición tónica, con pertinencia fonológica. A este respecto, siempre breves, y que la denominación de largas que se aplica a estas vocales
de todas maneras, conviene tener en cuenta que en ltal ia el status fonológi- en determinados casos, sólo representa cierto grado de superioridad relativa
con respecto a los diversos matices de duración que el uso distingue dentro
co de las oposiciones ~h y 9/9 es muy vacilante; con exactitud es realizado
de la brevedad general de todas ellas" (Manual de pronunciación española ,
sólo por los hablantes toscanos, mientras que en el resto del país se va ten- Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1971, 16.a ed. , p.
diendo a la progresiva neutralización del mismo a través de un timbre neu- 200).
tro. Esto significa que, aunque el español no coincide con el modelo del (23) Cfr. M. Durand, Voyelles longues et voyelles breves. Essai sur la nature de la
quantité vocalique, Paris, 1946.
vocalismo tónico toscano, tiende a identificarse con el modelo pentavocá- (24) Cfr. G. Bonfante-M. L. Porzio Gernia, Cenni di fonetica e fonematica con
1ico reducido del italiano común. particolare riguardo all'italiano, Torino, Giappichelli, 1964, p. 74.
(25) Señalan a este respecto Bonfante-Porzio que "ci sono le cosidette lingue del
tatata (indichiamo con t una consonante qualunque, e con a una vocale qua-
A. 1.2. La segunda diferencia se refiere a la cantidad vocálica. Frente a
lunque), cioe le lingue che tendono a iniziare le parole con una consonante e
la relativa brevedad de las vocales españolas, cualquiera que sea su posición a terminarle con una vocale, e le lingue dell'atatat, che tendono a iniziare le

194 195
En segundo lugar, el italiano muestra una mayor tendencia al agru- etc., y, en segundo lugar, al fenómeno del apócope o "troncamento", que
pamiento y acumulación de elementos vocálicos, dando cabida con relati- si en español se limita a unos contextos fijos y cuantitativamente muy re-
va frecuencia a nexos vocálicos tri y tetrafonemáticos: piénsese en formas ducidos, en italiano, respetando unas reglas muy restringidas, presenta un
adjetivales pronominales como miei, tuoi, suoi, en formas verbales como índice de frecuencia muy alto. Estos hechos parecen dar pie para señalar
puoi, muoio, o en sustantivos como guaio, por no hablar de otros que pue- que el español presenta, en comparación con el italiano, un vocabulario
den parecer más rebuscados, como aiuola, cuoiaio, o el apellido Acciaiuoli. con un cuerpo físico más rígido.
r Algunos de estos grupos presentan incluso auténtica dificultad articulatoria
para un hispanohablante que pretenda hablar italiano: nos referimos, en A.2. Consonantismo.
concreto, a la secuencia formada por k + w + i +vocal, presente en voca-
blos como quiete, col/oquio, annacquiamo, etc. Entre los sistemas consonánticos de las dos lenguas se observan
Por lo que respecta a los diptongos, señalaremos que frente a la no· también notables diferencias.
table vitalidad y rendimiento que poseen en español los diptongos decre- Hay que señarar, en primer lugar, que el espectro consonántico del
cientes, el italiano presenta una frecuencia de uso de los mismos mucho
í italiano es mucho más amplio que el del español. La determinación exacta
menor. En el caso de i como segundo elemento, el diptongo aparece limi- del número de fonemas consonánticos del italiano es una cuestión contro-
tado, en general, a voces monosilábicas (sei, ai, noi, etc.) o a la última sfla- vertida, sobre la que se está muy lejos de alcanzar el consensus omnium (la
ba de voces agudas, mientras que el diptongo con u como segundo elemen- polémica afecta también a las vocales). De todo el conjunto de fonemas vo-
to se circunscribe, en general, a latinismos y grecismos (bastante abundan- cálicos y consonánticos del italiano, sólo 22 son aceptados unánimemente,
tes, por cierto, en la lengua) (26). Elementales razones de fonética históri- mientras se sigue discutiendo el status de otros 42 no universalmente admi-
ca explican el alto índice de rendimiento y frecuencia en italiano de dip·
r tidos. De entre los principales sistemas fonológicos propuestos hasta la fe-
1
tongo uo (buono, nuovo, muore), frente a su vitalidad mínima en español, cha, la solución más minimalista (K. Lichem) reconoce la existencia en ita·
que lo sustituye, como es sobradamente conocido, por ue. Esas razones liano de 26 fonemas, mientras que la maximalista (A. Castellani) acepta na·
elementales son también las que explican que la presencia de diptongos en da menos que 53 (27). El problema, que, como decíamos, toca al vocalismo,
r-
1 sílaba trabada sea mucho más fuerte en español que en italiano, lengua en afecta con mucha mayor intensidad al consonantismo. Por nuestra parte, y
1
l la que, como regla general, la diptongación de e y o se limita a sílaba libre. en comparación con el español, nos inclinamos por aceptar el sistema ita-
Por no complicar nuestra exposición con la apertura de ulteriores 1iano de 36 fonemas consonánticos propuestos por J. Arce (28), los cuales,
apartados citaremos también aquí como hecho distintivo la mayor altera- contrapuestos a los 19 del español (29), constituyen como es evidente, un
bilidad del italiano en el segmento final de la palabra, constituida general- sistema mucho más complejo que el de este últ imo. Resulta, pues, com-
mente, como hemos señalado, por una vocal. Nos referimos, en primer lu- pletamente justificado que H. Lausberg señale que, además de la mayor
gar, al fenómeno de la elisión, inexistente en español, que altera Y cercena sencillez del español en el campo vocálico, "das spanische Konsonantensys-
el segmento final de artículos contractos, preposiciones, demostrativos, tem ist al so weitaus iirmer als das des ltal ienischen" (30) .

parole con una vocale e a terminarle con una consonante. L'italiano e lingua (27) Z. Muljacié, op. cit., pp. 74-75 .
del tatata ; 11 francese, lo spagnolo e il greco sono lingue dell'atatat" (op. (28) nnumero dei fonemi ... , op. cit., y Español e italiano ..., op. cit., pp. 29-30.
cit., pp . 73-74) . (29) Véase E. Alarcos Lloracl1, Fonología del español, Madrid, Gredos, 1965,
(26) Cfr. z. Muljaéié, Fonologia della lingua italiana , Bologna, 11 Mulino, 1972, 4.a ed., pp. 161-179.
p. 86 . (30) Op. cit. , p. 110.

196 197
Desde el punto de vista fonológico, quince fonemas .consonánticos La alternancia de consonantes reforzadas·y simples genera un ritmo
se corresponden en ambas lenguas: /b/, /eJ, /d/, /f/, /g/, /k/, /1/, /!/, /m/, variado y ondulante que se diferencia muy netamente del español, que en
/n/, IQI, /p/, /r/, /si y /t/. Desde el punto de vista de la realización fonética, este sentido podría calificarse como más 1ineal y monótono. La abundan-
sólo se corresponden unívocamente, sin embargo, los sonidos [e], [f], [k], cia de esas consonantes en italiano tiene además una notable incidencia en
[1], [m], [n], [p], [r] y [t]. Este número resulta tan reducido porque, como la estructura silábica, preferentemente cerrada, de esta lengua, frente a la
se sabe, los fonemas españoles /b/, /d/ y /g/ presentan dos variantes combi- tendencia del español a la srlaba abierta.
natorias, una oclusiva, y otra fricativa, mientras que én italiano se realizan Por lo que respecta a la combinación y distribución de consonantes
siempre y exclusivamente en forma oclusiva. Por su parte, los fonemas /!f y señalaremos que los grupos tolerables coinciden, en general, en ambas len-
(Q/ tampoco coinciden en su realización fonética en ambas lenguas, puesto guas, así como la distribución de los mismos. Las diferencias principales, a
que en italiano se real izan siempre según una variante reforzada o doble. nuestro entender, son dos: en primer lugar, y como ya advertíamos antes,
Por último tampoco la realización fonética del fonema /s/ es coincidente el español no tolera en posición inicial el grupos+ consonante; en segun-
exactamente, puesto que en español tiene una articulación apical, mientras do lugar, no admite la .presencia de /r/ inicial simple, que en esa posición
que en italiano la posee predorsal. Aparte de estas diferencias, mientras el aparece siempre como /f/, mientras que en italiano, por el contrario, toda
italiano desconoce tres fonemas existentes en español (fe/, IX/, /y/), pre- Ir/ inicial es siempre simple.
senta a su vez un nutrido grupo de ellos también desconocidos en nuestra De lo que llevamos dicho hasta aquí se desprende que la despropor-
ción entre el número de vocales y el de consonantes -con predominio de
lengua, como son /9/, /5/, /v/, M. /z/ y /7,./, a los que hay que añadir los
estas últimas-, es mucho mayor en italiano que en español. Esto podría
quince fonemas reforzados /P/, /8/, /F/, IV/, /TI, /DI, /SI, /K/, /G/, /C/,
hacer pensar que en la lengua de Dante predomina estadísticamente la fre- ·
/G/, /M/, /N/, /L/ y /R/.
Dentro de las diferencias que hemos enunciado con respecto a los cuencia de utilización de las consonantes, tanto considerando el sistema en
dos sistemas consonánticos, probablemente el aspecto más llamativo sea la sí como en su relación con el español. Sin embargo, no hay tal: como se ha
existencia de tal cantidad de consonantes reforzadas o dobles en italiano, demostrado, la frecuencia vocálica del italiano no sólo llega casi a igualar a
las cuales, si bien no igualan el fndice de frecuencia alcanzado por las sim- la consonántica, con un porcentaje del 48 Ofo de elementos vocálicos, sino
ples, tienen sin embargo una notable funcionalidad. Por otra parte, dentro que supera en este sentido el español, que con su 42,3 O/o se presenta co-
de la cuestión de las consonantes reforzadas entra un hecho totalmente mo una lengua 1igeramente más consonántica (32) .
desconocido en español : nos referimos al "reforzamiento sintáctico", fenó-
meno según el cual determinadas consonantes iniciales (que en la lengua se (32) Cfr. J . Krámsky, " Fonologické vyuzití samohláskovych fonémat", Linguisti-
transcriben como simples), al encontrarse en contacto con la vocal final de ca Slovacca , IV-VI (1946-48), pp. 39-43 , y VI. Skalicka, "Konsonanten-kom-
binationen und linguistische Typologie", Travaux linguistiques de Prague, I,
determinadas palabras, se pronuncian como reforzadas (ej. : la frase "Carl o (1964), p. 114, ambos citados por Z. Muljacié, op. cit., p. 118, n. 90. Los
e venuto a dirmi che ha fatto il cómpito tutto da sé" sería pronunciada por porcentajes de frecuencia varían según las estadísticas: cfr. G. K. Zipf- F.
un toscano como "Cario e vvenuto a ddirmi che ha ffatto il cómpito tutto M. Rogers, "Phonemes and Variphones infour present-day Romance Lan-
guages and Classical Latín from the viewpoint of dynamic Philology", Ar-
da ssé" (31 ). chives Néerlandaises de Phonétique Expérimentale , 15 (1939), pp. 111-147;
T. Navarro Tomás, Estudios de fonología española, Syracuse, 1940, pp. 15-
30; E. Alarcos, op. cit., pp. 197-200 y R. Busa et alü, "Una ricerca statistica
sulla composizione fonologica della lingua italiana parlata, eseguita con un
sistema IBM a schede perforate", en International Association of Logopedics
(31) Tomamos este ejemplo de A. Gabrielli, 11 museo degli errori, Milano, Monda- and Phoniatrics, Proceedings o[ the Xllth Intemational Speech and Voice
dori, 1977 , p. 11. Therapy Conference, Padova, 1962, pp. 542-562.

198 199
B. Acento y ritmo. sílabas átonas entre dos acentos, siendo esta medida ya muy rara, mientras
que el italiano admite una mayor variedad y amplitud de medidas, hasta el
Por 1o que respecta al acento, las principales diferencias son las punto de que la de cinco sílabas puede tocar porcentajes del 7 Ofo (35).
siguientes: imposibles de alcanzar en español. Esto, naturalmente, está en íntima rela-
ción con el alto número de palabras esdrújulas existentes en aquella lengua.
En primer lugar, la absoluta falta de correspondencia en cuanto a la De este distinto comportamiento de las medidas rítmicas en ambas lenguas
posición del acento principal en palabras incluso con textura foné- deriva esa sensación de gravedad propia del español, frente a la impresión
tica idéntica o muy semejante en las dos lenguas, lo cual constitu- de ligereza y ondulación rítmicas propia del italiano.
ye, en el plano fonético, una de las diferencias más llamativas a pri- >-
mera vista. Compárense, a título de ejemplo, las siguientes pala-
bras: esp. atéo/it. áteo; esp. autobús/it. áutobus; esp. pollglotalit. C. El sistema gráfico.
poliglótta; esp. democrácia/it. demacrada; esp. Perle/es lit. Péricle,
'
etc. Tanto el italiano como el español ocupan, por lo que respecta a la
En segundo lugar, y dentro de la común tendencia a las palabras lla- funcionalidad y adecuación de su sistema gráfico, una posición intermedia
nas, el italiano, comparado con el español, presenta un índice y bastante aceptable en comparación con otras lenguas. No son, desde lue-
menor de preferencia por las palabras agudas (cfr. esp. alcohól/it. go, sistemas tan perfectos como el de servio, el croata o el finlandés, pero
á/coa/; esp. bistur//it. blsturi; esp. camión/it. cámion; esp. tem- sí son mucho más aceptables que 1os del francés, el inglés o el irlandés (36).
pestád/it. tempésta, etc.), y un índice mucho mayor que nuestra Reduciendo la cuestión a las dos lenguas que ahora nos ocupan, se-
lengua de preferencia por las palabras esdrújulas, sobre todo en ñalaremos que el sistema español es más imprevisible que el italiano en el
el campo verbal (cfr. lndica, súpera, disputa). En este sentido, paso del plano fónico al gráfico, mientras que en italiano resulta mucho
casi podría decirse que el italiano tiende a desplazar el acento más compleja la interpretación fónica del signo escrito, lo cual crea graves
hacia el comienzo de palabra, mientras que el español lo hace problemas no sólo a los extranjeros que tratan de aprender esta lengua,
hacia el final de la misma. sino a 1os propios hablantes italianos.
La grafía del italiano resulta más compleja por la alta frecuencia de
En cuanto al ritmo, el comportamiento de las dos lenguas es tam- signos dobles y triples para la representación de fonemas únicos. Si el caso
bién bastante diferente. Italiano y español coinciden en su tendencia al rit- de la consonante duplicada puede resultar aceptable e incluso útil, puesto
mo binario, pero en medida muy diferente: comparada con las demás me- que la formulación gráfica en este caso se acerca notablemente a la realiza-
didas, según estudios de E. Torner y G. L. Beccaria (33), la unidad rltmica ción fonética, no ocurre lo mismo, por ejemplo, cuando el fonema /s/ de-
binaria alcanza en español una frecuencia del 55 0/o, mientras en italiano be ser representado nada menos que por tres signos, como en el caso de la
se queda, aproximadamente, en un 40 0/o. Nuestra lengua, como ha de- palabra sciarpa, o cuando! es transcrito por gli.
mostrado cumplidamente S. Gili Gaya (34). tolera como máximo cuatro Por otra parte, si algunos signos españoles resultan ambivalentes
(por ejemplo, la letra e, que puede equivaler a [k] o a [8]). en italiano se ha

(33) E. M. Torner, Ensayos sobre estilística literaria espmlola, Oxford, 1953; G.


L. Beccaria, op. cit.
(34) S. Gili Gaya, "La cantidad vocálica en la frase", Castilla,!, 2 (1940-41), pp. (35) G. L. 13eccaria, op. cit., p. 253.
287-298. (36) Cfr. Bonfante-Porzio, op. cit., p. 86.

~
200 201
1
sobrepasado en algunos casos esta dualidad, para llegar a una polivalencia
que puede incluso inducir a confus_ión; es, por ejemplo, el caso del "trigram- D. Los aspectos morfosintácticos.
ma" gli, que puede representar a-[!] (Cagliari), a [!] (pronombre gli) o a
[gli] (glicerina). La descripción comparativa de la morfosintaxis resulta forzosamen-
Más grave resulta que el sistema italiano no discrimine gráficamen- te mucho menos sistemática que la de la fonética y fonología, al no existir
te /s/ de /~/, /(#_/ de /~/, IQI de /Q/, /z/ de/"~/, lo cual causa notables proble- modelos descriptivos homogéneos,.y al tener que afrontar una materia mu-
mas incluso a los mismos hablantes italianos que, siendo de otras regiones, cho mas compleja y fluida que aquélla. Debido a ello, hemos de limitarnos
pretendan adueñarse del sistema toscano. aquí a señalar en un orden un tanto aleatorio algunas de las principales di-
Otro problema de esta lengua, en este sentido, radica en la falta de ferencias, no sin antes advertir que en general deben ser consideradas como
una adecuada normativa de acentuación gráfica, de inapreciable utilidad, simples tendencias, y no como orientaciones de valor absoluto.
sobre todo, para cualquier extranjero que se dispusiera a aprender esta
lengua. Mientras en español, mediante el conocimiento de unas pocas re- D. 1. En primer lugar, señalaremos que el italiano muestra, en compara-
glas sencillas y fijas puede saberse inmediatamente donde cae el acento ción con el español, una necesidad mucho más fuerte de deíxis locativa y
tónico de cualquier palabra, aunque en principio resulte totalmente des- referencial. En este sentido, da la impresión de que aquella lengua (como
conocida, el italiano no goza de esta ventaja. Ciertamente, no puede negar- otras del grupo romance, por otra parte) necesita la plasmación detallada
se la utilidad del acento gráfico en los vocablos oxítonos terminados en en el plano gramatical, de puntos de referencia relativos a todo el conteni:
vocal, o dispuesto en sflabas internas para distinguir un término con res- do conceptual, mientras que el español opera con un mayor esquematis-
pecto a un homónimo de significado distinto. Pero esto resulta insuficien- mo, confiando la explicitación de aquél a la mente del interlocutor. Esto
te: y lo es, incluso, para los propios italianos, que en el curso de un mismo se observa, por ejemplo, en los complementos de lugar, con el uso constan-
programa radiofónico o televisivo pueden oír pronunciar sucesivamente el te de las partículas ci, vi y ne (ieri sano stato a Roma e Cl ritorneró doma-
apellido del conocido político como Rúmor y como Rumór, o el del ni = "ayer he estado en Roma, y volveré mañana"), cuya correcta utili-
famoso autor de novelas de aventuras como Sálgari y Salgári. zación resulta tan difícil para los hispanohablantes, que transfieren al ita-
Por otra parte, los pocos acentos utilizados tampoco suelen obede- liano su no necesidad de las mismas, tendiendo a omitirlas. Lo mismo po-
cer a una normativa fija en cuanto a su condición de graves y agudos: sólo dría decirse, entre otros casos, de la necesidad del italiano de recurrir al
la forma verbal e aparece siempre con acento grave. En los demás casos, la uso de partitivos, innecesarios en español al confiar a la mente del interlo-
utilización de acentos graves o agudos depende, en general, de los usos o cutor la referencialidad a la fragmentación del todo (vuoi DEL pane? =
normas de cada editorial, cuando no del proceder personal de los tipógra-
fos, que en ocasiones echan mano de los acentos agudos cuando se les ha
[anémica del espaiíol, Madrid, Alianza Editorial, 1981 , no resultan muy escla-
acabado la caja de los graves, o al contrario.
recedoras, al menos en lo que se refiere al italiano, por imprecisas o erróneas.
El español, como apuntábamos anteriormente, presenta un alto ín- Así, en la p. 50 se describen como regulares las poligrafías ci/c, olvidando
dice de alternancias poligráficas (piénsese, por ejemplo, en los problemas casos como cielo, cieco o superficie; sci/sc , dejando a un lado anomalías co-
originados por los grafemas b/v, g/j, h-/rp-, c/z, etc.), lo que dificulta la mo sciare; gifg, soslayando casos como igiene o effigie. En la p. 105 se se-
ñala que los italianos "aunque suprimieron la/¡ en general, sin embargo la
transcripción gráfica (37) . conservar~n en tres formas concretas del verbo avere (haber) : la primera per-
sona del smgular y la tercera persona del singular y del plural del presente de
indicativo : ho, ha, hanno". En realidad, como es sabido, tal conservación tu-
vo lugar en cuatro personas: además de las tres señaladas, la segunda del sin-
(3 7) Las consideraciones contras ti vas gráficas de Jesús Mosterín , La ortografia
gular, es decir, hai.

r 202
203
"lquieres pan?"), o al todo del que se hace la partición (ne voglio un po' lengua literaria de los siglos XVI y XVII (38), aunque con respecto
= "quiero un poco"). a este último período es posible que la recuperación haya podido
Resulta difícil, y en el fondo ocioso, juzgar con criterios de valor ser favorecida en parte por el influjo del español, particularmente
estas diferencias, puesto que las ventajas e inconvenientes parecen repartir- intenso en esa época en el mundo italiano (39). La generalización
se al cincuenta por ciento: de acuerdo con estas circunstancias, el español del esquema actual parece deberse, más bien, a la tendencia del ita-
resulta 1ingüísticamente más económico, pero el italiano es más preciso. liano hacia la búsqueda de armonía por repetición y redundancia.
Insistiendo sobre esta cuestión, señalaremos que la tendencia deíc- La frecuencia de expresiones fónico-repetitivas del tipo man mano,
tica del italiano se manifiesta también en el refuerzo de los demostrativos al/a fin fine, lt' per /t', etc.
mediante adverbios (cosa vuo/e que/lo L/?=" lqué quiere ése?", con fun- La existencia y la relativa frecuencia de uso de superlativos forma-
ción en este caso puramente enfática. dos a base de repeticiones: cammina mogio mogio, un discorso ter-
ra terra, una pioggia fitta fitta, una ragazza brava bravissima, etc.
D.2. Conectando en parte con este último punto, observaremos que el (40).
italiano parece mostrar una mayor tendencia (o, al menos, más tolerancia)
En el uso, no inÚecuente en el habla de la conversación ordinaria,
con respecto a la redundancia semántica y fónica de valor puramente in-
del fenómeno de la repetición "de eco": te lo dico io, te lo dico; lo
tensificativo o expresivo . Ello se observa en la adición de palabras que
sai bene, lo sai.
teóricamente no añaden nada nuevo a las que acompañan, o en la repeti-
ción pura y simple de elementos con textura fonética semejante. El espa-
Todo esto, pues, parece indicar una mayor tolerancia del ital ia-
ñol es más parco en este sentido: evita las redundancias del primer tipo, y
no con respecto a las redundancias semánticas y fónicas, cuando no una
tiende a considerar cacofónicas las repeticiones.
abierta tendencia a las mismas en pos del énfasis y la armónica simetría
Por lo que se refiere a las primeras, un ejemplo claro lo constitu- fónica (41).
ye en italiano la abundante utilización de partículas redundantes acom-
pañando a verbos, como ocurre en salire su, scender giu, filare via, pen- D.3. Así mismo, el italiano parece tener una mayor capacidad que el es-
der giu, etc . pañol para "llenar" o "vaciar" la frase sin que quede afectado esencialmen-
Los ejemplos del segunto tipo se disponen según una configuración te el contenido semántico de la misma. Se presenta, en este sentido, como
más variada, y entre ellos podemos citar los siguientes: una lengua más 1ibre y elástica que el español, más manejable y dúctil.

La tolerancia del italiano con respecto a la acumulación de adver-


bios en -mente (ha par/ato !NTELLIGENTEMENTE e SAGGIA- (38) Cfr. B. Migliorini, "Coppie avverbiali con un solo -mente", en Saggi linguisti-
MENTE = "ha hablado inteligente y sabiamente"), con cuidado ci, Firenze, 1957, pp. 148-155.
evitada en español mediante la utilización de una sola marca adver- (39) Cfr. G. L. Beccaria, Spagnolo e spag11oli in Italia. Riflessi ispa11ici sulla lingua
italia11a del Cinque e del Seicento , Torino, Giappichelli, 1968, pp. 15-16.
í
1
bial. Que esto no es una circunstancia que en italiano dependa ex-
clusivamente de la evolución histórica, lo demuestra el hecho de
(40) Cfr. M. Fogarasi, Grammatica italiana del Novecento, Budapest, 19_69, p .
160.
que en la Alta Edad Media el esquema español era en realidad pan- (41) Podrían citarse también casos de repeticiones verbales como las que se dan
en frases del tipo li collocano come vanno vanno_,.ov rie{tqnqJ!f ,COse dove ca-
romance y, por tanto, usado también en italiano antiguo, habien-
pita copita, pero ejemplos no excesivamente 9iférenl es se da·n t'ambién en es-
do incluso reaparecido, tras un período de ausencia relativa, en la pañol (pero él dale que dale, viene corre qttel .o(/e) . .. ,..:·· '. ~.. ' ·.
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Un ejemplo t(pico de la capacidad de "llenado" del italiano lo cons- presupuesto indispensable (Possibile? = "lEs posible?"). Véase, a
tituye su amplia posibilidad de utilización de partículas expletivas que este respecto, un ejemplo doble bastante ilustrativo que nos sumi-
no tienen un contenido semántico definido, pero que cumplen una nota- nistra Giacomo Devoto: "Gii attributi che potevano essere asse- ·
ble función expresiva. Son, como las denominaba Juan de Jáuregui, las gnati a una parola, se elogiata, erano: pura chiara monda bella
"partículas que entremete a la oración" el italiano (42). En poesía, sobre grata; se disapprovata: languida densa rinserrata pingue arida mor-
todo, es muy frecuente la introducción de las mismas para completar el bida" (45). De paso, obsérvese en estos períodos la falta de comas
cómputo silábico. Comentando esta circunstancia, señala J. Arce que "ello entre los adjetivos que componen las dos series enumerativas, lo
demuestra, una vez más, las grandes posibilidades de la lengua italiana co- cual constituye también una pequeña diferencia gráfica con respec-
mo instrumento de poesía, que le permite disponer de s(labas al introducir to al español.
1ibremente, apocopándolas o no, todas esas formas, que, por sí mismas, Con la conjunción se, que puede desaparecer, en el habla coloquial,
no alteran en lo esencial el sentido del enunciado" (43). de la prótasis de las condicionales (fossi fidanzata, non sarei qui =
Pero, a su vez, esta lengua muestra más capacidad que el español "si estuviera prometida, no estaría aquí") (46); este hecho es parti-
para prescindir de determinadas partrculas o elementos de la frase que el cularmente evidente y frecuente en expresiones enfáticas del tipo
español soslayada con mucha mayor dificultad. Este hecho afecta sobre siguiente: Certo, voi av(Jte molti prob/emi, ma sapeste quanti ne ho
todo a las preposiciones, principalmente en la lengua burocrática, técnica y io! = "iSí, vosotros tenéis muchos problemas, pero si supiérais
comercial, como puede comprobarse en secuencias del tipo cassa integra- cuántos tengo yo!".
zione, cassa pensioni, ufficío persona/e, borsa valorí, etc. La omisión de En el caso de ciertas expresiones, algunas de ellas lexicalizadas, en
partículas· es muy frecuente en el lenguaje periodfstico, cuya extrema las que de un tiempo compuesto se elide un auxiliar, como ocurre
concisión en algunas ocasiones (sobre todo en los titulares de las noticias) en los ejemplos siguientes:
asemeja en cierto sentido el italiano a una lengua por otras caractedsticas
tan distinta como es el inglés (44) . Dopo mangiato andremo al cinema (=Dopo AVER mangiato
,- Pero no sólo de las preposiciones puede prescindir el italiano, sino andremo al cinema =
"Después de comer iremos al cine")
de otros elementos cuya omisión resultada imposible en español. Esto ocu- - Andate a mangiare. - Gia fatto (= L 'ABBIAMO gia fatto
rre, concretamente, y sin querer ser exhaustivos, en los siguientes casos: = "Ya lo hemos hecho").
r Con el verbo essere, cuya omisión es relativamente frecuente, sobre
1
Todo esto parece significar, como apuntábamos al principio de este
todo en oraciones condicionales, tanto personales (SE AMMALA-
apartado, que el italiano es una lengua más dúctil y flexible que el español
TO, non verra = "si está enfermo, no vendrá") como impersonales
no sólo en el aspecto fonético, sino también en el morfosintáctico. Buscan-
í
1
(SE POSS/8/LE, vorrei portare via questo libro = "si es posible,
querría llevarme este libro"), aunque la forma condicional no es
do una mayor expresividad, quizá pudiera decirse en este sentido que,
mientras la frase española se presenta como un rígido muro de sillares
precisos e inamovibles, la italiana, sin menoscabo de su solidez y precisión,

l
(42) Cfr. J. Arce, Torquato Tasso y la poesía española, Barcelona, Planeta, 1973,
p. 226.
(43) Ibídem.
(44) Cfr. Franco Fochi, Lingua in rivoluzione, Milano, Feltrinelli, 1966, pp. 288-
293 .
¡ (45) G. Devoto, fl linguaggio d'ltalia . Milano, Rizzoli (BUR) , 1977, p. 273 . La
cursiva es nuestra.
(46) Ejemplo de Pratolini citado por M. Fogarasi, op. cit., p. 322.

206 1 207
¡
l
aparece dotada de la facilidad de adición y supresión de piezas propia de
Rivedro Mario (= "Vol'veré a ver a Mario")
un "meccano".
Riaprirono i libri (="Volvieron a abrir los libros")

0.4. Dentro de la común tendencia al desenvolvimiento anaHtico propio


La posibilidad de utilización de este prefijo con valor repetitivo
de las lenguas romances en comparación con el latín, el italiano manifiesta
confiere al italiano unos valores de precisión que muchas veces se pierden
una mayor preferencia por la conservación de la construcción sintética del
en castellano. Aunque no poseemos datos estadísticos sobre esta cuestión
período latino.
la experiencia parece demostrarnos que es mucho más frecuente la expre:
Esto resulta particularmente evidente en la prosa antigua, donde, sión de la acción repetida en italiano que en español, precisamente porque
como advierte Cesare Segre (47). la secuencia construcción participial + aquella lengua puede hacerlo fácilmente con una mayc>r· economía de me- "
proposición principal es muy frecuentemente conservada por el italiano dios. En nuestra lengua se hace solamente cuando interesa expl fcitamente
mediante el uso de participios pasados, a veces como ablativos absolutos, o señalar el carácter repetitivo de la acción, mientras que en el italiano pare-
mediante gerundios. ce ser un hecho más mecánico, y como tal, más frecuente.
Por lo que respecta a la lengua moderna, la mayor capacidad de sfn-
tesis del italiano con respecto al español se observa sobre todo en el campo D. 5. En comparación con el italiano, una notable caracterfstica del espa-
de las perffrasis verbales. En general, puede decirse que este tipo de cons- ñol es su tendencia a "delimitar y destacar la persona en la sintaxis" (48),
trucciones presenta notables analogías en las dos lenguas; sin embargo, hay mientras que aquella lengua no siente gramaticalmente una necesidad tan
algunos tipos de perífrasis de un alto índice de frecuencia en español que fuerte de precisar la personal ización. Esta diferencia se advierte, entre
no tienen correspondencia directa en la otra lengua. Nos referimos, en otros, en los siguientes casos:
concreto, a las construcciones de inmediatez o inminencia, y a algunas
de continuidad; en estos casos, el italiano utiliza una forma verbal senci- En la utilización, en español, de la preposición ante el complemen-
lla, o añade un adverbio, como puede comprobarse a través de los ejem- to directo personal o personificado, en contraposición al italiano,
plos siguientes: que no exige en este caso marca gramatical de ningún tipo. Quienes
enseñan italiano a hispanohablantes saben de la resistencia que
"Voy a decirte la verdad" (= Ti diro la verita) ofrecen éstos a la adopción del esquema italiano, tendiendo con-
"¿Sigues viviendo en Roma?"(= Abiti sempre a Roma?) tinuamente a la generación de frases del tipo *ho visto a Mario y
similares.
Algo semejante ocurre con las perffrasis de repetición. Si bien en En la tendencia del español a discriminar el empleo de los pronom-
italiano en este sentido existen posibilidades parecidas a las del español, bres le y lo no en base a su función de complemento indirecto y di -
suele preferirse la utilización del prefijo ri- para la expresión de la acción recto, como sería lo correcto, sino según el criterio de referencia
repetida: personal/referencia no personal. Señala a este respecto J. Arce que
"también el italiano, en el uso vivo de la lengua, tiende a resquebra-
jar el sistema tradicional de los pronombres personales, pero sola-
mente en el dativo, donde llega a la confusión de género y número,

(47) C. Segrc, Lingua stile e societd. Milano, Feltrinelli, 1963, p. 292. Véase, a es-
te respecto, el trabajo de Félix Fcrnández Murga incluido en este volumen.
(48) J. Arce, Tasso ... , op. cit., p. 176 .

208
209
no inclinándose, como el español, a fijar diferencias ent~e persona español no es ajeno a cambios de eje personal de este tipo, y muchas veces
y cosa" (49). la forma "yo" puede ser sustituida por expresiones impersonales (ise debe
En la mayor necesidad del español de concretar la persona poseedo· algo?, se agradece el detalle), pero ello se debe a razones distintas de las
ra mediante un adjetivo posesivo, en casos en los que en italiano que informan a las construcciones italianas antes mencionadas.
basta un simple arHculo. Este hecho diferencial se observa, sobre
todo, ante nombres de parentesco, de partes del cuerpo y de 0.6. En estrecha relación con la tendencia a que acabamos de referirnos
indumentos personales (y precisamente en este mismo orden se sitúa también la preferencia generalizada del español por la voz activa,
decreciente). Obsérvese la correspondencia de los siguientes ejem- frente a una orientación igualmente intensa del italiano por la diátesis pasi-
plos: va . Esto se debe a que, mientras el español tiende a subrayar con más fuer-
za que el italiano la persona agente, en esta última lengua se siente una ma-
Maria usd con LA mamma (= "María salió con su madre") yor necesidad de delimitar y poner de relieve el ser o la cosa que sufre la
E' venuta Maria, con IL be/ vo/to copeto (= "Ha venido acción con respecto a quien la cumple, para lo cual, evidentemente, la
María, con su hermoso rostro cubierto") construcción más apropiada es la pasiva .
Maria, con L 'ampia gonna, stentava a muoversi (= Maria, con . Las distinta preferencia por cada uno de los dos tipos de diátesis
su amplia falda, se movía con dificultad") resulta fácilmente comprobable mediante la comparación entre las versio-
nes italiana y española de un mismo texto . Frente a la pasiva italiana, el es-
En la necesidad del español de utilizar construcciones personales en pañol suele preferir otras soluciones:
casos en los que el que habla en primera persona se encuentra im-
plicado en la acción, frente a la posibilidad de utilización, por parte Ado¡.. ción de la activa: "non ho studiato la lezione, e per questo
del italiano (aunque es un uso originaria y fundamentalmente regio- sono stato rimproverato dal professore" = "no he estudiado la lec-
nal toscano), de expresiones impersonales. Obsérvense, a este ción, y por ese motivo el profesor me ha reñido".
respecto, los siguientes versos de Camilla Sbarbaro: Adopción de una construcción impersonal: "in questa casa molto
cibo va sprecato" = "en esta casa se desperdicia mucha comida".
"E subito la scala taita in spalla
di casa uscisti e l'appoggiavi al muro. En segundo lugar, esa tendencia del italiano a diferenciar claramen-
Noi piccol i dai vetri si guardava" (50) te a quien sufre la acción de quien la realiza lleva a esta lengua a la utiliza-
ción abundante de verbos factitivos, que generan peculiares construcciones
Evid~ntemente, al traducir al español el tercer verso, no podemos sintácticas que no tienen correspondencia directa en español, lengua en la
emplear la forma impersonal "se miraba", sino "mirábamos". Otros ejem- que, en estos casos, suele utilizarse la construcción reflexiva. Trivial izando
plos italianos de este tipo son los constituidos por frases como noi si parte, un poco la cuestión, diremos que cuando un italiano acude a una peluque-
0 dove si va?, quando si parte? (estas dos últimas en contextos en que el ría no va a cortarse el pelo, sino a hacerse/o cortar, y cuando visita a su sas-
hablante también se encuentra implicado en la acción). Ciertamente, el tre no es para hacerse un traje, sino para hacérselo hacer:

(49) Jbidem. Vado a farmi tagliare i capelli (= "Voy a cortarme el pelo")


(50) En Poesia italiana del Novecento, ed. de E. Sanguineti, Torino, Einaudi, Mi sono fatto fare un vestito (= "Me he hecho un traje")
1971, vol. 11, p. 673 .

210 211
D. 7. Otro rasgo diferenciador es que, con respecto al español, el italiano L 'hanno arrestato perA VER GUIDA TO da ubriaco (= "Lo han
muestra una mayor tendencia a distinguir gramaticalmente, acentuando la detenido por conducir borracho")
valoración de la perspectiva sintáctica, los hechos reales, sucedidos y obje- Ti telefoneró dopo che SARO' ARRIVATO (= "Te llamaré por
tivos de los hipotéticos, irreales o subjetivos. teléfono cuando llegue/después de llegar")
Esto se observa, en primer lugar, en la matizada dosificación de que Ouando EBBE FINITO, se ne ando (= "Cuando terminó, se fue")
hace gala el italiano con respecto al uso del indicativo y del subjuntivo, uti-
lizada para "distinguere 1'indeterminato dal preciso, l'incerto dal sicuro, il D.9. El italiano parece mostrar, con respecto al español, una mayor li-
soggettivo dall'oggettivo e per segnare infinite altre differenze" (51). Estas bertad en el orden de los elementos de la frase. Este hecho se observa en al-
circunstancias llevan a que cuantitativamente el uso del subjuntivo en ita- gunas posibilidades que resultarían imposibles, insólitas o extremadamente
liano sea más frecuente en oraciones que indican duda, vacilación, convic- raras en español, entre las que a título ejemplificativo se pueden enumerar
ción puramente subjetiva, etc.; frases como non so se sia vero, sono convin- las siguientes:
to che sia vero, credo che tu possa considerarti soddisfatto, etc., jamás ad-
mitirían una traducción al español mediante el subjuntivo. Vuelve a fun- La posibilidad de ruptura, mediante la introducción de partículas,
cionar otra vez aquí la tendencia del italiano a marcar sint~cticamente la del bloque formado por el auxiliar y el participio de los tiempos
referencial idad conceptual. Ello comporta, ciertamente, notables posibil i- compuestos: "ho gia mangiato".
dades estilísticas : en la vida práctica, no es la menor de ellas el poder pre- La posibilidad de anticipar el pronombre precedido por preposición
sentar cortésmente como incierto o hipotético lo que en realidad se da y se en casos como il di tui padre, o parlero su un tema da me scelto .
sobreentiende como seguro; quizás por esto en las esferas del lenguaje polí- La posibilidad de anticipaciones que suponen incluso acumulación
tico italiano el subjuntivo obtiene unos arrolladores porcentajes de uso. de preposiciones, como ocurre en las frases "qui c'é un tavolo con
Con respecto al español, es característico también del italiano el sopra un vaso di fiori", "una macchina con dentro un bambino",
uso del condicional, sobre todo en el lenguaje periodístico, para la presen- "camminava con in testa un secchio".
tación de noticias aún no confirmadas pero que se presumen como ciertas La posibilidad de relegar a una posición retrasada al sujeto, como se
o al menos con vistos de verosimilitud ("secando alcune indiscrezioni, il observa en esta doble inversión de Pavese: "Era pieno di cocaína,
presidente avrebbe deciso di dimettersi"). Tampoco en este caso hay una Poi i, avvelenato" (La bella esta te) (52) .
correspondencia directa con el español, pese a los tímidos intentos en este
La posibilidad de prever o adelantar el complemento mediante el
sentido que se observan en nuestro actual lenguaje periodístico.
desplazamiento anticipado de un pronombre, como puede obser-
varse en estos ejemplos:
D.B. Por otra parte, el italiano es más sensible que el español, desde el
punto de vista sintáctico, a la sucesión cronológica de las acciones expresa-
"La mangi, questa mela?".
das. Ello se refleja en la clara diversificación y oposición de los tiempos
"Lo sanno, i matti, di essere matti?" (Marotta, Milanesi).
simples y compuestos, oposición que en español es más fácilmente sos·
"Vallo a chiamare, il popolo" (Guareschi, Don Camilla).
layable. Esta diversificación debe ser tenida muy en cuenta en el ámbito
"Mica occorre munger/e, le macchine" (ibídem).
de la didáctica del italiano para hispanohablantes:

(52) Algunos de estos ejemplos los hemos tomado de A. Frescaroli, La punteggia·


(51) r:. Fochi, op. cit., p. 315. tura corretta. La punteggiatura efficace, Milano, De Vecchi, 1968, p. 48.

212 213
En este sentido, podr(a citarse también la posibilidad, muy utiliza- los diminutivos exigidan, para ser explicadas, un detallado análisis compa-
da en la lengua coloquial, de anticipar el complemento directo para enfati- rativo que aún no se ·ha realizado. En general, quizás pueda decirse que en
zarlo y hacerlo resaltar, como se observa en frases del tipo "Don Fabrizio español suelen aparecer más frecuentemente ligados a contextos afectivos in-
quella sensazione la conosceva da sempre" (T. di Lampedusa, 11 Gattopar- dividuales, mientras el italiano, lengua más retórica, no tiene inconveniente
do), O "ma io Maria non la vedo mai". A diferencia de las anteriores, es- en general izarlos en contextos más "abiertos", buscando una finalidad des-
tas construcciones son relativamente usuales en español, pero su frecuencia criptiva, estética o de captatio benevolentiae y tendiendo más al efecto ac-
parece ser notablemente más alta en italiano. tivo que al puramente emotivo individual. La lengua de la publicidad pare-
ce demostrar que el diminutivo italiano, aparte de su mayor tendencia acti-
va, es más fácilmente utilizable, en contextos neutros, para la expresión de
E. El léxico. la idea de pequeñez: en un periódico reciente (56) observamos, en la sec-
ción de ventas de los anuncios por palabras, que se ofrece una casetta con
E. 1. El mayor carácter enfático y expresivo del italiano parece quedar taverne.ttE, una villetta di campagna, un piso con cucinino, unos barbonci-
suficientemente demostrado a través del análisis del uso que esta lengua ha- ni, un a/loggetto, etc., términos todos estos que diffcilmente aparecerlan
ce de determinados procedimientos derivativos. -al menos en tal cantidad- en un diario español.
Los diminutivos, en concreto, tienen en italiano un índice de apari- El índice de frecuencia de aumentativos es también más alto en ita-
ción notablemente más alto que en español, con matices y funciones muy liano, lengua donde el sufijo correspondiente llega incluso a aplicarse a al-
variadas (53). Ya Fernando de Herrera señalaba en 1580 que "la lengua gún adverbio (benone, tardone) (57). Es muy frecuente la utilización de
toscana está llena de diminutivos, con que se afemina y hace lasciva y pier- aumentativos caracterizadores, como es el caso de los vocablos fannul/one,
de gravedad; pero tiene con ellos regalo y dulzura y suavidad. La nuestra imbrog/ione, sporcaccione, etc. La referencia enfática al tamaño, con in·
no los recibe si no con mucha dificultad y muy pocas veces" (54). tención activo-suasoria, es también corriente: piénsese, por ejemplo, en el
En efecto, el programa de utilización de los diminutivos es muy dis- caso de Jos numerosos affaroni que se suelen ofrecer y prometer en los
tinto en ambas lenguas. Una divertida observación de Fernando Díaz Plaja anuncios.
resulta ilustrativa a este respecto; dice este autor que "el diminutivo, em- Tfpico de la tendencia enfática del italiano es la abundancia de uso
pleado mucho más libremente que en España, desconcierta también al que
del superlativo. En el estudio comparativo de las lenguas literarias se ha de-
de ésta llegue. Una ferreterla de los aledaños de Via Nomentana de Roma,
mostrado ya suficientemente que el índice de frecuencia del español en es-
ostentaba el título de /1 marte/letto d'oro. Yo imagino lo que dirían los veci- te sentido es mucho menor (58). La tendencia contraria del italiano es tan
nos de un herrero español que se atreviese a poner como divisa de su tienda
fuerte que llega incluso a violar las normas de la gramática, aplicando el su-
"El martillito de oro" (55) . Las diferencias en el proceso de selección de
fijo de superlativo incluso a sustantivos, como es el caso de canzonissima,
occasionissima, etc. El uso del sufijo de superlativo se hace muy frecuente

(53) Cfr., sobre el diminutivo, el conocido y ejemplar estudio de A. Alonso, "No-


ción emoción, acción y fantasía en los diminutivos" , en Estudios lingü ísti- (56) La Stampa, 1 de marzo de 1979. . .
cos, Madrid, Gredas, 1954. (57) Cfr. P. Tekavéié, Grammatica storica dell'italiano, Bologna, 11 Mulino, 1972,
(54) Cit. por J. Arce, Tasso ... , o p. cit., p. 221. vol. Ill, p. 192.
(55) F. Díaz Plaja, E1 italiano y los siete pecados capitales, Madrid , Alianza Edito- (58) Cfr. M. Morreale, Castiglione y Boscán: el ideal cortesano en el Renacimien-
rial, 1970 (2.a ed.), pp. 58-59. to español, Madrid, 1959, y J. Arce, Tasso ... , op. cit., pp. 222-226.

214 215
en la lengua de la publicidad: en el mismo ejemplar del periódico ·a que he- cativa o hiperbólica es muy frecuente, con términos como supercampio-
mos hecho referencia se ofrecen .-elegimos sólo algunos ·ejemplos- unos nissimo, ultradecenna/e, supertestimone, supercarburante, superdecreto,
centralissimi /oca/i, un mono/oca/e confortevo/issimo, buscan piso unos superpremio, etc. Pero otros tipos de composición no intensificativa son
sposi referenziatissimi, se vende una bellissima camera, se alquila otra silen- también frecuenHsimos: un garaje puede ser una autorimessa, un comercio
ziosissima; hay apartamentos rifinitissimi, que además están vicinissimi agli de recambios es un autoricambi, el salón del automóvil puede ser un auto-
impianti ski, pudiéndose optar también por otros so/eggiatissimi y de re- salone, el taller donde se repara el sistema eléctrico del mismo es un elet-
centissima costruzione; para los aficionados al mundo de los animales, se trauto. Algunos productós son autolucidanti, y otros son capaces de pro-
dispone no sólo de un perro pastor alemán bellissimo (59), sino incluso de ducir autoscatti. Para llamar por teléfono se utiliza la te/eselezione, por
algunos ejemplares caninos de altissima genealogía . Ciertamente que esto mar se da un paseo en motoscafo. Las quiniel~ · son · el totocalcio, lás no-
puede en buena parte atribuirse al carácter hiperbólico y suasorio de la ticias deportivas se pueden leer en el Tuttosport, mientras es posible man-
lengua de la publicidad, y que casos como estos pueden sin duda encon- tenerse al día en información bibliográfica leyendo Tuttolibri. Del mismo
trarse en español, pero dudamos de que en nuestra lengua pueda darse una modo, en los anuncios por palabras se habla de un piso bivano, de un apar-
acumulación tal de sufijos de este tipo. La tendencia enfática y activa de tamento ·termonautonomo y dotado de biservizi, se ofrece una habitación
algunos procedimientos léxicos italianos vuelve a manifestarse, pues, con tri/etto, pide trabajo un joven militesente o militeasso/to, se hace publ ici-
bastante nitidez. A la suma del deseo de énfasis, expresividad y síntesis dad de mono/ocali, y hasta un benestante solicita relaciones con una nulla-
parece deberse el relativamente alto uso de sufijos despectivos o peyorati- tenente .
vos, ciertamente más abundante que en español. Comparando algunas El español está muy lejos de sentir una inclinación compositiva
traducciones, M. Wandruszka ha advertido cómo en la versión española no tan intensa; en compensación, esquemas derivativos tan típicos como el
suele utilizarse el sufijo, siendo en otros casos sustituido por una expresión de luna tunera cascabelera, por ejemplo, resultarían más bien inusuales
más amplia (una cailzonaccia sguaiata = una canción audaz; una scenatac- en italiano .
cia violenta = una escena violenta; la tua animaccia =tu alma condenada ;
e un poveraccio = es un pobre diablo) (60). E.2. En otro orden de cosas, diremos que el italiano parece mostrar, en
La tendencia a la síntesis se manifiesta también en la acentuada algunos campos léxicos, un mayor índice de polisemia que el español. Un
preferencia del italiano por el procedimiento de formación de palabras que mismo núcleo puede cubrir una gran cantidad de funciones y significados
conocemos con el nombre de composición, mucho más vital y frecuente gracias a las diversas orientaciones que le proporcionan determinadas par-
en italiano; piénsese, por ejemplo, en la largu fsima serie de composiciones Hculas o modos constructivos. Ocurre esto, sobre todo, en el campo ver-
de sustantivo + sustantivo donde el primer término es la palabra capo. En bal, donde quizás el ejemplo más representativo en este sentido sea el ver-
la lengua actual, la composición es particularmente frecuente con la util i- bo fare, presente en numerosas locuciones de variadísimos significados (fa-
zación en primer término de un prefijoide (61 ). La composición intensifi- re la pelle a uno =eliminar a alguien; farsi la barba= afeitarse; far le carte
=barajar y repartir las cartas; fare la fame =pasar hambre; etc.).
Mediante la adición de determinadas partículas, un mismo verbo
(59) Sobre los conceptos de belleza y bondad en italiano y español, cfr. M. Mor- puede adquirir notables y variados cambios significativos (en mayor medi-
reale, "Bello, bellezza e buono", Quaderni Iberoamericani, li (1951), Ill, da que el español), aspecto éste en el que el italiano, curiosamente, se acer-
pp. 89-95 .
ca a una lengua como el inglés. Piénsese, por ejemplo, en las serie mettere
(60) M. Wandruszka, op. cit. , pp. 128-129.
(61) Cfr. Maria Corti, "La lingua e gli scrittori, oggi", Paragone (Letteratura), (poner) :-mettere su (instalar) -mettere sotto (atropellar) -mettere sotto-
182 (1965), pp. 4-22. sopra (desordenar, revolver) o piénsese, asimismo, en variaciones semán-

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-
ticas (que tantos quebraderos de cabeza causan a los traductores inexper- servido y sirven perfectamente como instrumento de comunicación para
tos) del tipo tenere/tenerci, dormire/dormirci sopra, prendere/prendersela, millones de personas, si han podido ser utilizadas para crear dos espléndi-
squagliare/squag/iarsela, avere/avercela, etc. das 1iteraturas, sobra todo criterio discriminatorio basado en la belleza y la
bondad, y nos basta el de la eficacia comunicativa y arHstica: y efica-
C.3. Otra importante caracter(stica diferenciadora en el sector léxico es ces, ambas lenguas han demostrado sobradamente serlo.
que el italiano de hoy muestra una tolerancia mucho mayor que el español
en cuanto a la aceptación de términos extranjeros, que además mantiene
en su forma gráfica y fonética original. El fenómeno es particularmente im- NOTA.- La primera versión de este trabajo se p~blicó en Estudios de lengua
portante en el sector de los anglicismos. En comparación con el español, y literatura italianas, Universidad de Oviedo, 1980, pp. 23-4 7.
mientras se da el caso curioso de italianización de sectores terminológicos
que en español son aún plenamente anglosajones (estamos pensando, con-
cretamente, en el léxico de algunos deportes), en otros aspectos la capaci-
dad de aceptación de vocablos extranjeros es asombrosa, hasta el punto de
que importantes y prestigiosos diccionarios (p. ej. el Dizionario del/a /in-
gua italiana de G. Devoto y G. C. Oli) se toman el trabajo de incorporarlos
a su caudal léxico. Algunos ejemplos: un remonte de esqu( es un ski-/ift,
una pel(cula es un film, los pantalones vaqueros son los blue-jeans, un ca-
lentador de agua es un boiler, una azafata es una hostess, y en algunos pe-
riódicos se puede leer que alguien ha muertd por una overdose de droga.
Estos términos, además, no son en general privativos de grupos reducidos,
sino que muestran una amplia permeabilidad social.

Conclusión.

Estas son, a nuestro entender, algunas de las caracter(sticas más sig·


nificativas en orden a la diferenciación de las dos lenguas. Pasar ahora del
plano descriptivo al valorativo seda una operación fácil, pero continua-
mente insidiada por el riesgo de caer en las simplificaciones que censurába-
mos al principio. Ver la libertad como desorden, el orden como rigidez, la
capacidad de s(ntesis como pobreza, la retórica como superficialidad va-
cua, la complejidad como complicación, seda una perspectiva absurda de
la que debemos librarnos. Son, el español y el italiano, dos lenguas con re-
cuses propios y caracter(sticos, con sus módulos respectivos decantados
por el uso y la labor literaria, con sus propios sistemas de equilibrio. Si han

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