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AREA DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA

Ficha de Actividades N°6


EDA 02: PROMOVEMOS LA PRÁCTICA DE ACTIVIDADES FÍSICAS Y
RECREATIVAS PARA MEJORAR LA SALUD
Semana 15
Actividad N°06.1” Indaga sobre la como el ejercicio físico, mejora el ritmo cardiaco
y el transporte gases (O2 y CO2) a nuestro organismo”

ESTUDIANTE: _________________________________________SECCIÓN_______
Anexo 01: Cuantificando el oxígeno utilizado: el VO2 Max

Ahora que ya tenemos una visión general del camino que recorre el oxígeno en nuestro organismo, desde que entra por las
vías respiratorias, hasta el punto en el cual ayuda a producir energía, es el momento de hablar acerca de un término
importante dentro del rendimiento deportivo, el VO 2 Max.

¿Y qué es el VO2 Max?


Pues es, ni más ni menos, que la cantidad de oxígeno, medida en volumen, consumida o metabolizada durante la
realización de una actividad física de cierta intensidad.

Este concepto nos permite realizar un similitud con un motor de combustión, el cual utiliza un combustible, gasolina o
gasóleo (o grasas e hidratos de carbono), el cual requiere la presencia de oxígeno para ser quemado y producir energía.

¿Sí queremos producir más energía que necesitamos?


Ser capaces de quemar más combustible y aportar mayor cantidad de aire. Un motor capaz de proporcionar un caudal de
aire adecuado producirá suficiente energía si tiene la cantidad de combustible adecuada, de igual forma que un organismo
capaz de aportar un caudal de oxígeno adecuado producirá suficiente energía durante la actividad física si dispone de
suficiente glucógeno; por lo tanto, a mayor VO2 Max, mayor rendimiento físico se puede obtener.

Las unidades en las cuales se expresa este parámetro pueden ser, bien en ml/kg/min; es decir, mililitros de oxígeno
consumido por kilo de masa corporal del atleta en cada minuto; o bien de forma absoluta en L/min, es decir, litros de
oxígeno consumidos en cada minuto.

El VO2 Max es una de las mejores formas de medir, o cuantificar, la resistencia cardiovascular de un atleta, y que además
está estrechamente relacionada con la cantidad de ATP generado durante el ejercicio físico. En definitiva, se trata de la
mejor forma de medir la capacidad del organismo para aprovechar el oxígeno que toma del aire que respira.

La variación del VO2 Max en cada persona


Como bien podremos suponer, el parámetro que indica el valor del VO2 Max va a ser diferente en cada persona y, además,
va a ser un valor que variará a lo largo del tiempo en un mismo atleta.
 El primer factor que va a determinar que este parámetro sea mayor o menor es la forma física en la cual se encuentra
una persona. Aquellas personas que nunca han practicado deporte alguno, y que deciden empezar a cambiar su estilo
de vida, presentarán unos valores de VO2 Max bastantes pobres.
Sin embargo, personas con un gran recorrido y constancia en sus entrenamientos serán aquellas que presenten
valores mucho más elevados respecto a la media poblacional. Caso aparte suponen los deportistas profesionales, ya
que se sitúan en lo más elevado de las cifras obtenidas respecto a este parámetro.

Podemos deducir, por lo tanto, que una persona recién iniciada en el mundo del deporte sufrirá una progresión
ascendente en su consumo y aprovechamiento de oxígeno respirado, y que también se va a poder dar la situación
inversa, ya que aquél deportista experimentado que abandone su entrenamiento durante un tiempo considerable,
verá como sus valores de VO2 Max se van viendo reducidos con el paso de este tiempo.

 Por otra parte, nos encontramos con un factor al que nadie puede escapar: la edad. Y es que, conforme vamos
cumpliendo años, el valor de VO2 Max se va viendo reducido, aunque no dejemos de entrenar. De manera general, se
dice que por cada año que cumplimos, perdemos un 1% de nuestra capacidad de VO2 Max, aunque todas aquellas
personas deportistas que sean constantes en sus entrenamientos no deberán alarmarse ya que el ejercicio hace que

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este descenso de la capacidad sea mucho menor, ya que las personas entrenadas poseen mayor cantidad de
hemoglobinas y de glóbulos rojos en la sangre, que aquellas que no lo están.
Por lo general, los valores máximos de VO2 Max se alcanzan entre los 15 y los 30 años, momento a partir del cual comienza
el descenso anteriormente descrito.

Y a la hora de ejercitarse físicamente, ¿cómo influye el valor de VO2 Max?


Algo que ha quedado claro hasta este momento es que, a mayor valor de VO2 Max, mejor para un deportista, y así es.
Contar con un elevado valor de VO2 Max va a proporcionar una serie de ventajas a la hora de realizar cualquier actividad
física.

Cuanto mayor sea la capacidad de una persona para asimilar oxígeno, más cómoda se sentirá a la hora de realizar una
actividad deportiva, y con mayor intensidad podrá realizarla sintiéndose cómoda.
Otro aspecto positivo de contar con un valor elevado de VO2 Max, es el hecho de que se va a desplazar el umbral de ácido
láctico, es decir, el punto en el cual nuestro organismo empiece a generar ácido láctico aparecerá a un número más elevado
de pulsaciones, lo que quiere decir que podremos seguir ejercitándonos a un nivel elevado sin padecer los inconvenientes
de la aparición de este famoso “actor” que suele intervenir en los momentos de mayor esfuerzo.

¿Cómo se puede medir el VO2 Max?


La cuantificación de este parámetro es algo básico y fundamental que se realiza a nivel profesional. Sin embargo, a nivel
amateur o aficionado también es posible realizar pruebas que permitan obtener cual es nuestro valor de VO2 Max, y de
esta forma, conocer en qué punto nos encontramos con respecto a nuestro estado de forma.

Lo primero que se debe tener en cuenta es que, para realizar las pruebas que se requieren para cuantificar el VO2 Max,
resulta mucho más que recomendable contar con una forma física notable, algo que se supone con lo que debe de
contar una persona a la cual le ha surgido la preocupación por este tipo de parámetros.

A nivel profesional, el valor del VO2 Max se mide mediante la utilización de aparatos específicos, tales como máscaras
de oxígeno o cicloergómetros. Se trata de un tipo de ensayo a los que únicamente van a tener acceso atletas de nivel
profesional, y que permiten realizar una medición directa de este parámetro.

Sin embargo, es posible realizar diferentes pruebas que permitan aproximarse a este dato, sin la necesidad de contar
con dicho equipo especializado. Para ello, tan solo basta con tener un cronómetro y un pulsómetro.
Con este material, y realizando una prueba como, por ejemplo:

El test de Cooper: Se deberá escoger un recorrido sin obstáculos y sin desnivel. Lo más recomendable es realizar la prueba
en una pista de atletismo si se tiene la posibilidad, o desplazar a un polígono industrial un día festivo y escoger una
manzana en la que no haya mucho movimiento.

Se deberá correr durante 12 minutos toda la distancia que sea posible, es decir, se deberá correr a una elevada
intensidad, pero que nos permita mantener el ritmo durante dicho intervalo. Una vez realizada la prueba, se aplica la
siguiente fórmula:
VO2 Max = 0,0268 x Distancia recorrida en metros – 11,3 = ml / kg / min

Si al resultado obtenido se le multiplica el peso corporal, se obtiene la medida en ml / min

Ejemplo: Una persona de 75 kilos recorre 3500 metros en 12 minutos:


VO2 Max = 0, 0268 x 3500 – 11, 3 = 82,5 ml / kg / min
82,5 x 75 kg = 6187,5 ml / min

O lo que es lo mismo: Evidentemente, sin unas referencias, el conocimiento de este dato no nos aportará mucha
información.

En la siguiente tabla se muestran unos valores medios que pueden ser empleados como referencia para conocer si una
persona se encuentra en un estado de forma físico pobre, aceptable, o excelente:

Sexo femenino, datos en ml / kg / min


litros de oxígeno por minuto

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¿Cómo saber en qué nivel me encuentro?
Evidentemente, sin unas referencias, el conocimiento de este dato no nos aportará mucha información. En la siguiente
tabla se muestran unos valores medios que pueden ser empleados como referencia para conocer si una persona se
encuentra en un estado de forma físico pobre, aceptable, o excelente:

Sexo femenino, datos en ml / kg / min

Sexo masculino, datos en ml / kg / min

Fuente de los datos: VIVIAN, H. (2001). Evaluación y prescripción del ejercicio. Editorial Paidotribo.

Formula de VO2 Max:

V O2 MAX =132.6 ( 0.17∗MC )−( 0.39∗E ) + ( 6.31∗G ) −( 3.27∗T )− ( 0.156∗FC )

Donde:
VO2 Max : Volumen de Oxigeno máximo. ml kg min

MC : Masa Corporal kg
E : Edad años
G : Genero (masculino/ femenino) Masculino (1) Femenino (0)
FC : Frecuencia Cardiaca PRbpm
T : Tiempo de ejercicio min

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Anexo 03: Presión Arterial vs Ritmo cardiaco – Pruebas de esfuerzo

Un ritmo cardiaco en aumento no necesariamente causa que su presión sanguínea aumente al mismo paso.
Hay mucha confusión acerca de las lecturas de la presión sanguínea y del ritmo cardiaco, principalmente porque las dos se
toman simultáneamente por la mayoría de los médicos y por los aparatos de auto-monitoreo que la gente usa en su casa.

¿Qué exactamente es la presión sanguínea?


La presión sanguínea, generalmente mide la fuerza que ejerce el corazón contra las paredes de las arterias cuando bombea
la sangre a través del cuerpo; entre las medidas de presión son:

La presión sistólica (el número más alto) mide la presión a medida que late el corazón y fuerza la sangre dentro de las
arterias.
La presión diastólica (el número más bajo) mide la presión a medida que el corazón se relaja entre latidos.
La elasticidad de los vasos sanguíneos ayuda a determinar este número. Una lectura de 120/80 mm Hg (milímetros de
mercurio) es considerada normal.

El ritmo cardiaco (frecuencia cardiaca), es un solo número, indica el número de latidos del corazón por minuto.
Las frecuencias cardiacas de los adultos en reposo pueden variar entre 60 y 100 latidos por minuto. Los individuos
saludables que hacen ejercicios con regularidad generalmente tienen el ritmo cardiaco más bajo en reposo.

El cuerpo tiende a controlarse la presión sanguínea


Cuando usted está nervioso o fatigado – por ejemplo después de hacer ejercicios o de subir escaleras – es probable que su
ritmo cardiaco aumente rápidamente. Pero su cuerpo tiende a compensar, evitando que la presión aumente al mismo paso,
a menos que usted necesite un medicamento para bajarle la presión.

Los vasos sanguíneos saludables se agrandan (se dilatan) para mantener la presión sanguínea bajo control. Este es el caso
en las personas relativamente saludables, como lo dijo el Dr. Hamburg, quien es Director Médico del Laboratorio de
Ecografía del Miami Cardiac & Vascular Institute at Baptist Hospital Miami.

Pero la respuesta del cuerpo al esfuerzo excesivo varía en todas las personas, dependiendo de la edad y de la salud del
corazón.
“Es una respuesta tan individual”, dijo el Dr. Hamburg. “No podemos mirar el ritmo cardiaco y poder saber lo que está
sucediendo con la presión sanguínea en la mayoría de las personas”.

Las pruebas de esfuerzo


Los cardiólogos ordenan “pruebas de esfuerzo” para determinar la cantidad de esfuerzo y la
demanda de oxígeno que su corazón puede manejar antes de desarrollar un ritmo anormal o la
evidencia de isquemia (flujo de sangre insuficiente al músculo del corazón). La prueba más
común es en una estera o cinta para caminar.

Las pruebas ayudan a determinar la efectividad de los tratamientos para mejorar el flujo de sangre dentro de los vasos
sanguíneos en personas con enfermedades de las arterias coronarias. Tanto la presión sanguínea como el ritmo cardiaco
son monitoreados muy de cerca.

“Medimos la cantidad de oxígeno que exige el cuerpo y que afecta tanto el ritmo cardiaco como la presión sanguínea, pero
no de la misma manera”, dijo el Dr. Hamburg.

Factores Vitales
Estos son los factores importantes que debe saber acerca de la presión sanguínea y el ritmo del corazón según la Asociación
Americana del Corazón:
 La frecuencia del pulso no indica una presión sanguínea alta o baja. Para personas con hipertensión, no hay
sustituto para medirse la presión sanguínea.
 Aunque su corazón late más veces por minuto después de hacer ejercicios o de fatigarse, los vasos sanguíneos
saludables se dilatan para permitir que más sangre fluya con más facilidad.
 Tomarse el pulso puede medir su actividad cardiovascular y su consumo de oxígeno pero no es un sustituto para
medirse la presión.

Fuente: www.baptisthealth.net
Web: https://baptisthealth.net/baptist-health-news/es/la-presion-sanguinea-y-el-ritmo-cardiaco-aprenda-la-diferencia/

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Anexo 04: Oximetría

La oximetría del pulso o pulsioximetría es la medición, no invasiva, del oxígeno transportado por la hemoglobina en el
interior de los vasos sanguíneos.

La oximetría valora la saturación de oxígeno, expresando la cantidad de oxígeno que se combina en sentido químico, con la
hemoglobina para formar oxihemoglobina, que es la molécula encargada de transportar el oxígeno hacia los tejidos.

Al medir la saturación de oxígeno estamos midiendo la cantidad de oxígeno que se encuentra combinado con la
hemoglobina, es por eso que esta medida es una medida relativa y no absoluta, ya que no indica la cantidad de oxígeno en
sangre que llega a los tejidos, sino la relación existente entre la cantidad de hemoglobina presente y la cantidad de
hemoglobina combinada con oxígeno (oxihemoglobina).
 
Se basa en que el color de la sangre varía dependiendo de lo saturada de oxígeno que se encuentre, debido a las
propiedades ópticas del grupo hemo de la molécula de hemoglobina. Cuando la molécula de hemoglobina libera oxígeno,
pierde su color rosado, adquiriendo un tono más azulado y deja pasar menos luz roja. Así pues, el pulsioxímetro determina
la saturación de oxígeno midiendo espectrofotométricamente el "grado" de azules de la sangre arterial y expresa esta
"azules" en términos de saturación. Dado que la cantidad de oxihemoglobina está relacionada con la coloración roja de la
sangre, siendo ésta más fuerte cuánto más oxihemoglobina contiene la sangre, y más tenue cuanta menos oxihemoglobina
hay presente. Debido a que la absorción de luz de los tejidos y de la sangre venosa es constante, cualquier cambio en la
absorción de la luz, entre un tiempo dado y uno posterior, se debe exclusivamente a la sangre arterial. Los pulsioxímetros
miden la relación, en un intervalo de tiempo, entre las diferencias de absorción de las luces rojas e infrarrojas. Esta relación
se vincula directamente con la saturación de la oxihemoglobina.

Para la medición se precisa de un aparato de pulsioximetría, con un sensor en forma de pinza. En la pinza tiene un
productor de luz que se refleja en la piel del pulpejo del dedo, este sensor (marcado como R1 en el gráfico 2) mide la
cantidad de luz absorbida por la oxihemoglobina circulante en el paciente.

Funcionamiento del saturímetro.


El principio de funcionamiento del sensor óptico viene
determinado porque la absorción de la sangre a una determinada
longitud de onda, es dependiente de la saturación de
oxihemoglobina. En la parte contraria del sensor dactilar (finger
sensor), encontramos a los dos emisores (E1 y E2 en el gráfico)
emitiendo una luz a esta longitud de onda a través del dedo y
recibiendo la cantidad de luz que no fue absorbida en un receptor
diametralmente opuesto al emisor. De esta manera logramos
conocer la cantidad de luz absorbida por el dedo, debido a que
esta luz es mayoritariamente absorbida por la sangre.
Una vez llegado a este punto, se presenta un problema, la sangre
y por tanto la SaO2 es pulsátil, por tanto, al ser variable ésta, no se puede determinar a priori si la variación de la medida es
debido a una variación de la variable misma o debido a la pulsatilidad del flujo sanguíneo.

La mayor parte de la luz es absorbida por el tejido conectivo, piel, hueso y sangre venosa en una cantidad constante,
produciéndose un pequeño incremento de esta absorción en la sangre arterial con cada latido, lo que significa que es
necesaria la presencia del pulso arterial para que el aparato reconozca alguna señal.

Mediante la comparación de la luz, que absorbe durante la onda pulsátil, con respecto a la absorción basal, se calcula el
porcentaje de oxihemoglobina. Sólo se mide la absorción neta durante una onda de pulso, lo que minimiza la influencia de
tejidos, venas y capilares en el resultado. Es por esta razón que estos sensores contienen en realidad dos emisores a dos
longitudes de diferentes y un receptor, como se puede ver en el gráfico, de manera que a una de las longitudes de onda la
absorción es muy dependiente de la SaO2, y a la otra longitud de onda la absorción teóricamente no varía con la SaO 2, pero
sí con la cantidad de sangre, es decir, varía con el pulso.
De esta manera se tiene una señal que varía con el pulso y con la SaO2, y una señal que varía solamente con el pulso, de tal
manera que se puede modular la primera con la segunda y así, obtener una lectura permanente de la SaO2.

Como ya comentamos, se emiten dos longitudes de onda diferentes, una en el entorno del rojo del espectro visible,
generalmente de 660nm, ésta es la que varía con la SaO2, y la otra longitud de onda en el rango del infrarrojo del espectro
que es generalmente de 940nm.

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Estas longitudes de onda pueden tener alguna pequeña variación dependiendo del fabricante, pero son generalmente de
este orden, el rojo está en el rango 630-660nm y el infrarrojo en el rango 800 -940nm.

En algunas ocasiones se utilizan LEDs láser como emisores debido a su precisión en el espectro de emisión, dado que a
longitudes de onda cercanas a las utilizadas hay otras sustancias en la sangre que cambian su emisión.

Se debe masajear el pulpejo del dedo del paciente (en mujeres interfiere la laca de uñas, recomendándose su retirada),
luego se coloca la pinza con el sensor y se espera a recibir la información en una pantalla del aparato en la que aparecerá la
siguiente información:

 Índice de saturación de oxígeno.


 Frecuencia cardiaca.

Limitaciones de la pulsioximetría
 Alteraciones de la hemoglobina
 Colorantes y pigmentos en la zona de lectura (uñas pintadas).

 Fuentes de luz externa.

 Hipo perfusión periférica.

 Anemia.

 Aumento del pulso venoso.

 No detecta hiperóxia.

 No detecta hipoventilación.

Los aparatos actuales son muy fiables, cuando el paciente presenta saturaciones superiores al 80%. Las situaciones que
pueden dar lugar a lecturas erróneas son:

1. Anemia severa: la hemoglobina debe ser inferior a 5 mg/dl para causar lecturas falsas.
2. Interferencias con otros aparatos eléctricos.

3. Contrastes intravenosos, pueden interferir si absorben luz de una longitud de onda similar a la de la hemoglobina.

4. Luz ambiental intensa: xenón, infrarrojos, fluorescentes...

5. Mala perfusión periférica por frío ambiental, disminución de temperatura corporal, hipotensión,
vasoconstricción... Es la causa más frecuente de error ya que es imprescindible para que funcione el aparato, que
exista flujo pulsátil. Puede ser mejorada con calor, masajes, terapia local vasodilatadora, quitando la ropa ajustada,
no colocar el manguito de la tensión en el mismo lado que el transductor. Solamente hemos tenido que rechazar
casos de desaturaciones, en deportistas con fenómenos de vasoconstricción periférica (Como la enfermedad de
Raynaud), Ya que nos daban lecturas inapropiadas a lo largo d la prueba.

6. La ictericia no interfiere.

7. El pulso venoso: fallo cardíaco derecho o insuficiencia tricuspídea. El aumento del pulso venoso puede alterar la
lectura, se debe colocar el dispositivo por encima del corazón.

8. Fístula arteriovenosa. No hay diferencia salvo que la fístula produzca isquemia distal.

9. La hemoglobina fetal no interfiere.

10. Obstáculos a la absorción de la luz: laca de uñas (retirar con acetona), pigmentación de la piel (utilizar el 4º dedo o
el lóbulo de la oreja).

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11. Dishemoglobinemias: la carboxihemoglobina (intoxicación por monóxido de carbono) y la metahemoglobina
absorben longitudes de onda similares a la oxihemoglobina. Para estas situaciones son necesarios otros
dispositivos como CO-oxímetros (capnógrafos).

Anexo 05: Resultados de desaturación en la actividad física según casos de estudio.

Previamente a definir los patrones de desaturación vamos a clarificar unos conceptos previos. Vamos a clasificar las
desaturaciones siguiendo a Dempsey, autor que clasificó las desaturaciones deportivas según la siguiente tabla:

 Así cuando hablemos de saturación normal siempre será superior a 95%, situando a las desaturaciones cuando los valores
sean inferiores a 95%. Valoraremos como patrones de desaturación aceptables los calificados por Dempsey como leves. Y
deberemos resaltar en nuestros informes sobre saturación las desaturaciones calificadas como moderados y graves.

Patrón número I
    En el primer patrón de
desaturación observamos
deportistas cuya saturación se
mantiene constante a lo largo de
toda la prueba de esfuerzo.
Consideramos este patrón
siempre que la saturación esté
constantemente por encima del
95%.

Admitiendo pequeñas alteraciones en los registros que no pueden llegar a marcar tendencias. Esta es la mejor situación
que podemos encontrar en un deportista. La frecuencia de este patrón en nuestro estudio es de un 16.75%

Patrón número II
    En este patrón una vez que el
deportista pasa el umbral y al
acercarse al máximo comienza a
presentar una desaturación progresiva
(saturación menor de 95%). El inicio de
la desaturación puede ser post umbral,
en la zona anaeróbica extensiva o en la
zona anaeróbica intensiva; marcando
las tres posibilidades de este patrón.

En función de la proximidad al umbral la desaturación será más importante. Por tanto si la desaturación se produce
próxima al umbral, este paciente desaturará más que si es en la última fase del anaeróbico intensivo. Es importante

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observar que la desaturación final no sea inferior a 88%, si se alcanza este nivel la desaturación deberá ser calificada como
grave. Este es sin duda el patrón más frecuente de nuestro estudio con un 46.6% de los casos estudiados.

Patrón número III


    En este parámetro se produce una desaturación
peri umbral, que se recupera al final de la prueba de
esfuerzo. Observamos como muchos deportistas
tienen dificultades para mantener la saturación
alrededor del umbral, recuperando rápidamente sus
valores para acabar la prueba con valores de
saturación normal.

Es el tercero en frecuencia con un 13.58% de los


casos estudiados. En muchas ocasiones este patrón
está relacionado con una inadecuada cadencia
respiratoria. Se debe de aconsejar a estos deportistas que se fije en su cadencia respiratoria cuando realicen estas fases del
ejercicio.
Patrón número IV
    En este patrón el deportista inicia la
prueba con niveles bajos de saturación que
va recuperando a lo largo de la prueba de
esfuerzo. Estos deportistas arrancan la
prueba con valores muy bajos de saturación
y conforme avanza la prueba van
recuperando a niveles normales. Acabando
la prueba con niveles óptimos de saturación.
Este patrón representa solo el 6.33% de los
casos estudiados.

Patrón número V
    El paciente mantiene saturaciones bajas a
lo largo de toda la prueba de esfuerzo.
Consideraremos valores bajos de saturación
los inferiores al 95%. Si los valores son
inferiores al 88% en este patrón, deberemos
pensar en una patología médica que explique
estas desaturaciones mantenidas a lo largo
de la prueba de esfuerzo. Éste es el peor
patrón espirométrico, que podemos
encontrarnos en un deportista.

Este patrón es el que encontramos con menor frecuencia en nuestro estudio (un 9.5%). Posiblemente porque se asocie a
una desadaptación al ejercicio, impropia de los sujetos que hemos sometido a estudio.

Patrón número VI
    El paciente muestra una combinación de
los patrones número II y número III:
presentando una desaturación en el umbral y
al final de la prueba de esfuerzo. Estos
pacientes tienen dificultades para mantener
la saturación durante el umbral y tras un
periodo de recuperación vuelven a tener otra
desaturación.

Para no ser considerados dentro del patrón número II, la recuperación debe de alcanzar al menos el 95%. Este patrón se
encuentra en el 7.24% de los deportistas analizados en nuestro estudio.

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En la tabla 3 mostramos la frecuencia de cada patrón de desaturación. Creemos que los patrones 4, 5 y 6 se asocian a un
mal estado de forma física, ya que se han observado en deportistas en las últimas fases de recuperación de lesiones. Lo que
nos hace sospechar que la baja incidencia de estos patrones de desaturación se deba al buen estado físico del resto de la
muestra.

Discusión
Los estudios de Williams en 1986 ya demostraron que los atletas con un entrenamiento adecuado producen desaturaciones
a nivel del mar. Demostrando la relación inversa entre la saturación de oxígeno y el nivel de entrenamiento.

Según Mucci el ejercicio induce una hipoxemia del 4% en la saturación de oxígeno medida con un analizador portátil. Este
autor sobre 20 deportistas de nivel medio, con una edad media de 18 años. Son sometidos a un entrenamiento durante 8
semanas. Consiguió incrementos en el VO2 Max del 10 % en hombres y del 7,8% en mujeres). De los sujetos estudiados
presentó una desaturación durante el ejercicio. Asociando este suceso a una inadecuada hiperventilación.

Fuente: https://efdeportes.com/efd79/ergoes.htm

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