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Consumo de oxígeno (Vo2)

Se llama VO2 max o consumo de oxígeno máximo a la cantidad de oxígeno que el organismo
puede absorber, transportar y consumir en una unidad de tiempo determinada. Se mide en litros
por minuto y permite evaluar de manera precisa la capacidad aeróbica de un sujeto, es decir, su
posibilidad de realizar actividad física sostenida sin fatigarse o, en término fisiológicos, la habilidad
para hacerlo, utilizando oxígeno como combustible.
El consumo de oxígeno se relaciona directamente con las necesidades de energía, de forma que
al hacer ejercicio el organismo necesita más oxígeno para la obtención metabólica de energía, a
partir de los sustratos energéticos (azúcares y grasas): a mayor demanda de energía, mayor
consumo de oxígeno. Así, el consumo de oxígeno en deportistas puede alcanzar valores máximos
tan elevados como 80 ml/kg/min, es decir, casi 23 veces el valor de reposo. Para entender los
factores fisiológicos que intervienen en el consumo de oxígeno podemos recordar el ciclo del
oxígeno: desde las vías respiratorias pasa a la sangre y se transporta a los tejidos (donde participa
en la obtención de energía dentro de la mitocondria). El dióxido de carbono producido por el
metabolismo celular es transportado siguiendo el camino inverso hasta los pulmones para su
eliminación.
De acuerdo con las ecuaciones de Fick, el consumo de oxígeno depende de la capacidad del
corazón y los tejidos para extraer el oxígeno, según la siguiente fórmula:

Dav02 = [(1.39 x Hb x Sa02) + (0.03 x Pa02)] - [(1.39 x Hb x Sv02) + (0.03 x Pv02)].


GC es el gasto cardíaco, que depende de la frecuencia cardíaca (latidos por minuto) y de la
capacidad del corazón (volumen sistólico). Cuanto mayor es la frecuencia cardíaca y la capacidad
(el tamaño) del corazón, mayor es el consumo de oxígeno.
D(a-v)O2 es la diferencia arterio-venosa de oxígeno, que representa la capacidad de los tejidos
para extraer el oxígeno de la sangre. Cuanto mayor sea la diferencia de oxígeno entre arterias y
venas, mayor la cantidad de oxígeno que queda en los tejidos. Por consiguiente, para mejorar el
consumo de oxígeno (con lo que llegará más oxígeno a los tejidos y se facilitará la obtención de
energía) deberían mejorarse:

1. La frecuencia cardíaca
2. El tamaño del corazón.
3. La capacidad de los tejidos para obtener oxígeno de la sangre.

La mejora de la frecuencia cardíaca está limitada por varios factores, de los cuales la edad es uno
de los más importantes. A mayor edad, menor frecuencia cardíaca máxima (en base a la discutida
fórmula FCmáx=220-edad: para una persona de 30 años sería 190 latidos por minuto (lpm); y para
una persona de 50 años, 170 lpm.
Además, la frecuencia cardíaca no puede aumentar indefinidamente, ya que a frecuencias
cardíacas muy rápidas el corazón “no tiene tiempo” de llenarse y vaciarse por completo. Por lo
tanto, la frecuencia cardíaca no puede aumentar demasiado para mejorar el consumo de oxígeno.
2. En lo que respecta al tamaño del corazón, cuanto más grande es, más sangre impulsa en cada
latido (volumen sistólico), con lo que llega más sangre rica en oxígeno a los tejidos. Si una
persona sedentaria puede impulsar en cada latido del corazón 60 mililitros de sangre, una persona
entrenada puede llegar a más de 100 mililitros, es decir, casi el doble.
Como la capacidad de transporte de oxígeno de la sangre (merced a la hemoglobina) es de
aproximadamente 21 ml. de oxígeno cada 100 mililitros de sangre, el sujeto sedentario podrá
poner en circulación 882 ml. de oxígeno con 70 latidos, mientras que el sujeto entrenado
dispondrá también de 882 ml... con sólo 42 latidos. Es decir, que el sujeto entrenado ha ganado en
“eficacia cardíaca”: al ser más grande y tener mayor capacidad, necesita menos latidos para
enviar la misma cantidad de oxígeno a los tejidos.
3. Por último, la mejora en la capacidad de los tejidos para extraer el oxígeno de la sangre es un
factor menos estudiado en el campo de la fisiología del ejercicio que la adaptación del corazón,
por lo que quedan numerosas incógnitas sin resolver. Al parecer, la mejora producida por el
entrenamiento es lenta y muy condicionada por factores genéticos, por lo que es difícil conseguir
una gran mejora del consumo de oxígeno en base a una mejora en la extracción de oxígeno en los
tejidos.

Consumo de oxígeno máximo


El consumo máximo de oxígeno (VO2máx) se define como la cantidad máxima de oxígeno a nivel
celular, es decir, el volumen máximo de oxígeno que nuestro cuerpo puede absorber, transportar y
metabolizar por unidad de tiempo determinado.
Es importante diferenciar que no es la cantidad máxima de oxígeno que nuestro cuerpo puede
captar, es la cantidad máxima de oxígeno que nuestro cuerpo puede utilizar. Sin condiciones
patológicas es casi imposible que alguién vea limitado su VO2máx por su capacidad de captación,
siendo lo habitual tener un resultado mayor en la espirometría del que luego obtenemos en la
valoración del VO2máx.
El VO2máx se expresa habitualmente en ml de O2 por minuto y por kilogramo de masa corporal
(p. ej.: 45,0 ml de O2/Kg x min). También es habitual verlo expresado en litros de O2/minuto. Para
el ejemplo anterior y con una masa corporal de 65 kg, el resultado sería:
VO2máx = 45 ml O2/min X 65 Kg = 2925 ml O2/min = 2,925 Litr. O2/min
Es la manera más eficaz de medir la capacidad aeróbica de la persona, cuanto mayor sea el
VO2máx más grande será la capacidad aeróbica de la persona. Los valores varían según el sexo,
tipo de deporte practicado, factores genéticos, edad (va disminuyendo con los años) Pinchando
aquí podéis consultar los resultados de VO2máx en valores percentiles.
El entrenamiento aeróbico habitualmente se expresa en %VO2máx para expresar la intensidad. El
tiempo límite admitido al 100% del VO2máx se sitúa entre 6 y 10 minutos, aunque en deportistas
de alto nivel este tiempo suele verse aumentado.
La relación entre porcentajes del VO2máx y la frecuencia cardiaca máxima es la siguiente:
%VO2máx %FC máx
50 66
55 70
60 74
65 77
70 81
75 85
80 88
85 92
90 96
100 100

¿Cómo realizamos el test VO2 Max?


Se puede realizar tanto en bicicleta estática como en tapiz rodante. El paciente tiene que iniciar el
test desde el reposo, donde mediremos sus parámetros basales y se le aumentará la carga de
trabajo de manera lineal y progresiva. Es muy importante individualizar el protocolo según las
características de cada paciente ya que cada quien llegará a distintas intensidades de esfuerzo o
velocidades según su entrenamiento, condición física o edad. Lo importante, es que el test dure
entre 8 y 12 minutos entre los cuales el paciente debe alcanzar su máximo esfuerzo. Un test corto
no permitirá un máximo desarrollo y aprovechamiento de nutrientes mientras que un test largo
pondrá a prueba nuestra capacidad de esfuerzo y no de resistencia.

¿Qué información nos da el test VO2 Max?


 Capacidad de esfuerzo total (VO2Max)
 Capacidad de resistencia aeróbica (VT1 o umbral anaeróbico)
 Capacidad de resistencia compensada (VT2 o punto de compensación respiratoria)
 Zonas de entrenamiento por frecuencia cardiaca
 Zonas de competición para la planificación de pruebas deportivas.
 Zona FAT Max (de consumo máximo de grasas para competiciones de ultra distancia)
 Cantidad de energía requerida en cada zona de esfuerzo y gramos de Carbohidratos
necesarios
 Curva pulso latido (VO2/HR) que nos permite valorar la eficiencia cardiaca o la fatiga
 Curva de ventilación y producción de CO2 que nos permite detectar patologías pulmonares.

NOTA: INFORMACION EXTRA COMPLEMENTARIA


El valor promedio para el VO2 máx. en los hombres es de 45 ml/kg/min y en las mujeres de 35
ml/kg/min., el valor en reposo de VO2 máx. es de 250 ml/min (3,5-4,0 ml/kg/min); durante el
ejercicio el consumo máximo de oxígeno para un adulto sedentario sano es de 1700 ml/min
(aproximadamente 7 veces el valor normal de reposo), para un deportista bien entrenado el VO2
máximo puede ser de 5800 ml/min o más, es decir, puede aumentar aproximadamente 23 veces
su valor normal en reposo. (37)
Al hacer ejercicios físicos, el consumo metabólico de oxígeno por el organismo va aumentando
en proporción directa al esfuerzo realizado hasta un tope que corresponde al VO2 máximo.

Existen pacientes a los que hay que detenerles las pruebas de esfuerzo antes de alcanzar el
VO2 máx., que corresponde a su edad y a su desarrollo físico, por consiguiente se trata de un
VO2 “limitado por síntomas”. Mejorar la capacidad funcional mediante el entrenamiento físico ha
sido siempre uno de los objetivos principales de la rehabilitación cardiovascular.

Los programas de entrenamiento físico mejoran significativamente la capacidad física y este


efecto se produce tanto en hombres como en mujeres, en cualquier edad, sea cual fuese la
capacidad física basal, incluso se ha demostrado que el incremento relativo es tanto mayor cuanto
menor era el nivel inicial, o dicho de otra forma, el beneficio relativo es mayor en las personas que
parten con una capacidad física peor. (15)

El incremento de VO2 máximo en pacientes cardiópatas que hacen un programa de


entrenamiento físico es de un 10 a un 30 %. Así Paterson y col. (40) en un grupo de pacientes tras
infarto, que hicieron entrenamiento de alta intensidad durante un año, encontraron un aumento del
VO2 máx., que inicialmente era de 26 ml/kg/min y que aumentó a 30 ml/kg/min. Froelicher y col.
(18) encontraron un aumento significativo de la capacidad aeróbica en pacientes infartados
asignados de forma “randomizada” a un programa de entrenamiento en tanto que el grupo control
no mostró diferencias significativas.

En personas sanas el aumento de VO2 máx. se produce por una mejoría tanto a nivel central
como periférico, por un lado se observa un aumento del gasto cardíaco, al producirse dilatación e
hipertrofia ventricular fisiológicas, aumento de la contractilidad y aumento del volumen latido, por
otro lado también se constata una mejoría a nivel periférico, consistente en una mayor eficiencia
del músculo esquelético entrenado para la extracción y utilización de O2, lo cual se traduce en un
aumento de la diferencia arteriovenosa de O2, el aumento de los dos factores en la ecuación de
Fick significa un incremento considerable del consumo máximo de oxígeno. (47)

Hay autores (4,23) que plantean que en pacientes cardiópatas el ejercicio no consigue una
mejoría a nivel central debido a la limitación que supone la enfermedad cardíaca subyacente, pero
en cambio sí se producen beneficios a nivel periférico. El músculo esquelético entrenado mejora
su eficiencia, se produce un aumento de la diferencia arterio – venosa de oxígeno en la sangre y
como consecuencia aumenta el consumo de éste. Se ha demostrado que en el músculo entrenado
hay un aumento de enzimas oxidativas mitocondriales, así como otros microscópicos y
bioquímicos. (17)

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