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Realización en clase el día 26 de mayo. Fecha de entrega: semana previa al receso de julio
Bibliografía:
Ansaldi, Waldo y Giordano, Verónica. América Latina. La Construcción del orden. Tomo I:
De la colonia a la disolución de la dominación oligárquica. Buenos Aires: Ariel, 2012, pp.
69-85.
Federici, Silvia. Calibán y la bruja. Mujeres, cuerpo y acumulación originaria. Madrid,
Traficantes de sueños, 2010, pp 287-308
Ochoa Muñoz, Karina “El debate sobre las y los amerindios: entre el discurso de la
bestialización, la feminización y la racialización” en Espinosa Miñoso, Yuderkis; Gómez
Correal, Diana y Ochoa Muñoz, Karina(editoras) Tejiendo de otro modo. Feminismo,
epistemología y apuestas descoloniales en Abya Yala. Popayán,2014, Editorial Universidad
del Cauca
Actividades
Este proceso vino de la mano de la reforma exigida por la Corona Española que
incrementó la explotación del trabajo indígena con el fin de asegurarse un mayor flujo de
lingotes de oro y plata hacia sus arcas.
2) ¿Qué papel otorga Federici a las mujeres en la resistencia frente al avance del colonialismo?
Describe las acciones desatadas por los colonizadores contra ellas.
Fueron las mujeres quienes más, tenazmente, defendieron el antiguo modo de existencia
y quienes y de forma más vehemente se opusieron a la nueva estructura de poder,
probablemente debido a que eran también las más afectadas. Las mujeres habían tenido
una posición de poder en esas sociedades.
Las mujeres se convirtieron en las principales enemigas del dominio colonial, negándose
a ir a misa, a bautizar a sus hijos o a cualquier tipo de colaboración con las autoridades
coloniales y los sacerdotes.
Así mismo fueron sacerdotisas, curadoras, «especialistas en el conocimiento médico»,
estaban familiarizadas con las propiedades de hierbas y plantas, y también eran adivinas.
Además de ser agricultoras, amas de casa y tejedoras y productoras de las coloridas
prendas que eran utilizadas tanto en la vida cotidiana como durante las ceremonias,
también eran alfareras, herboristas, curanderas y sacerdotisas al servicio de los dioses
locales.
Las mujeres fueron así reducidas a la condición de siervas que trabajaban como
sirvientas, para los encomenderos, sacerdotes y corregidores— o como tejedoras en los
obrajes.
Las mujeres también fueron forzadas a seguir a sus maridos cuando tenían que hacer el
trabajo de mita en las minas —un destino que la gente consideraba peor que la muerte.
Acusadas de brujas, fueron torturadas, violadas, denigradas, despojadas de todo, material,
emocional y espiritualmente.
Al vincular el papel otorgado a las mujeres por Federici, como las férreas resistencias a la
conquista y colonización y habiendo ostentado papeles fundamentales y protagónicos en la
sociedad, antes de la llegada de los españoles (expresados en ella respuesta 2) Adriana
Guzmán Arroyo, sigue reconociendo y reivindicando este protagonismo de la mujer, pero
advierte y pone en conocimiento el sub mundo de la clandestinidad al que fueron
relegadas, por el entronque patriarcal, pacto entre hombres invasores y hombres indígenas
invadidos. Es decir, canjeadas, relegadas, olvidadas, invisibilizadas, no solo por los
colonizadores, sino por sus propios hombres indígenas, entiéndase, por sus propias
familias.
4) Respecto a la pregunta que aparece al comienzo del texto de Karina Ochoa Muñoz (¿Pueden
los/as amerindios ser reconocidos como seres humanos…?):
La controversia de Valladolid es una apasionante recreación literaria del más célebre de los
debates que suscitó la conquista de América. En 1550 un legado papal debe determinar
hasta qué punto hay que respetar los derechos de los nativos: los indios ¿son hombres
como los cristianos? ¿O bien salvajes incultos que es preciso redimir? En su toma de
decisión le asesoran dos consejeros de pareceres opuestos: por una parte Ginés de
Sepúlveda, que propugna la evangelización radical y la supresión de los valores indígenas;
por otra, Bartolomé de Las Casas, defensor de la cultura india y contrario a la esclavitud. A
partir de este episodio histórico, Carrière ha construido un espléndido relato que nos da
noticia de la actitud imperialista en el siglo XVI, de las mistificaciones ideológicas que
invirtieron los Estados y la Iglesia para legitimar la colonización y de las pocas voces que, en
oposición a la barbarie, se alzaron en defensa de la dignidad americana. El debate de
Valladolid sirvió para actualizar las Leyes de Indias y crear la figura del "protector de indios".
Las conquistas se frenaron, regulándose de tal forma que, en teoría, solo a los religiosos les
estaba permitido avanzar en territorios vírgenes.
5) ¿Por qué la autora habla de “feminización” del indio? ¿En qué sentido plantea esa
feminización como un lugar de partida?
En la discusión entre los tres teólogos del siglo XVI, donde se debate si se puede
considerar al amerindio como ser humano, Ginés de Sepúlveda se opone a esta
consideración, no solo alegando la bestializaciòn de los aborígenes, relegándolos a
la condición de servidumbre, anulándolos como sujeto; al punto tal de bajarlo a la
condición de mujer, femenino, considerada ésta, lo más bajo de la estructura de
ser vivo, ni siquiera considerada humana. No lo considera como niño (postura de De
Las Casas) ya que el infante crece y puede cambiar, mientras la condición de
fémina, de mujer, de servidumbre, de marginal, es permanente. Por lo expuesto
aquí, la autora plantea el término feminización como la negación absoluta del otro,
el sujeto, del indio y su alteridad humana. De esta forma, la autora afirma que esta
deshumanización del indio, tiene como ejes centrales la feminización y la violencia
misógina genocida contra las poblaciones colonizadas y conquistadas. Así mismo, el
indio o se humaniza, sino que se feminiza y se equipara a la mujer como un sujeto
interiorizado y penetrable.
6) Teniendo en cuenta las tres lecturas de la unidad 1, ¿de qué manera se manifestó la
tensión entre revelamiento y negación de la alteridad humana durante el proceso
de invasión, conquista y colonización?
“Todo cambió con la llegada de los españoles, éstos trajeron consigo su bagaje de
creencias misóginas y reestructuraron la economía y el poder político en favor de
los hombres” (Federici p 305)
“La posesión de los cuerpos fue subsidiaria de la implantación del patriarcado y
completó la apropiación de las tierras” (Ansaldi/Giordano p 72)
Feminización: Nada más degradante, ofensivo y brutal que utilizar el nombre, género,
condición sexual para identificar al ser humano. Si bien éste término es atribuido por las
autoras en su descripción de los hechos, los conquistadores lo ejercieron. Al punto tal, que
la deshumanización y la negación de la alteridad humana llevó a la mujer al último escalón
de la condición de ser vivo (ni siquiera contemplar su hunanidad) dando lugar a la historia
utilizar el término feminización como sinónimo de ultimisimo lugar en la cadena de esa
condición.
Así mismo, creemos que las palabras aquí escritas, no logran expresar, exponer,
cuantificar y calificar las crueldades, horrores y degradaciones que vivieron (o mejor dicho)
padecieron esos Seres Humanos. Sí!, Seres humanos, como nosotros. Con sentimientos,
vidas cotidianas, familias, hogares. Quizás teniendo la idea de un futuro, pero que, en tal
caso, les fue negado al punto de invisibilizarlos al punto de preferir la muerte misma.
Nada podemos cambiar después de 530 años, aunque si, conocer lo qué pasó y lo que
podemos cambiar hoy, no permitiendo ni repitiendo esos errores (horrores). En fin...como
decía San Agustín: "donde termina la palabra, comienza la música" en términos de
expresar lo que sentimos; no nos queda más que refugiarnos en la poesía: "son voces que,
si he despertado de un largo sueño, de nuevo me hacen dormir. Y al soñar, las nubes se
me abren, así que despierto y lloro por seguir soñando"
Rocio Cejas.
Ariel Barrios