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1era Parte. MODERNIDAD EN AMERICA.

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2era Parte:

LA CONFORMACIÓN DE LAS SOCIEDADES LATINOAMERICANAS. ASPECTOS


POLÍTICOS, ECONÓMICOS, SOCIALES Y CULTURALES.

Para la historia occidental el llamado descubrimiento de América constituye una


epopeya universal, es considerado como la síntesis positiva de un complejo conjunto de
fenómenos, que abarca desde los avances científicos hasta el espíritu humanista del propio
renacimiento. Así considerada, la visión del descubrimiento no ha sido más que las gestas de
los conquistadores, calificadas como empresas universales de colonización y cristianización.
Sin embargo, en toda esta historia “occidental” resalta la ausencia del “otro” punto de vista, el
de los pobladores nativos de América., el de los “vencidos”. Y esta ausencia no se justifica por
falta de testimonios y fuentes históricas. Por el contrario se debe al “etnocentrismo” propio de
los historiadores occidentales. (…) Historiadores americanos, como Walter Mignolo , Aníbal
Quijano, Enrique Dussel, entre otros , han cuestionado la visión eurocéntrica que rodea al tema
del descubrmiento y conquista de América; en este sentido sostienen que:

“… La Modernidad se gestó en Europa y se desplegó hacia América Latina a la par del


“desarrollo” geopolítico, a través de la conquista de los territorios, los sujetos y las ideas. Por
tanto, hablar de Modernidad implica necesariamente hablar de un pensamiento dominante y
de un pensamiento emergente o subalterno, gestado en los territorios conquistados, “los
bordes”, “los márgenes”, “la periferia”. Con pensamiento emergente nos referimos a aquel que
se produce en América Latina, en África, en los países conquistados por la misma Europa que,
mientras predicó la libertad y postuló la igualdad y la fraternidad como principios de las
revoluciones burguesas del siglo XVIII (Holanda en 1651, Inglaterra en 1668, Estados Unidos
en 1776 y Francia en 1789), puso en práctica mecanismos de dominación y explotación sobre
los que finalmente fundó su desarrollo económico. La relación de América Latina con Europa
será así, una relación dialéctica, contradictoria, conflictiva, pues de la misma situación colonial
emergieron las luchas por la independencia, inspiradas en los pensadores de la Ilustración
francesa (Diderot, Montesquieu, Rousseau y Voltaire) . Hablar de Modernidad desde América
1

Latina, dice Walter Mignolo (2001) implica hablar de la “colonialidad del ser”. Es que no se trató
2

sólo de la conquista de un territorio, sino también de la conquista cultural, a través de procesos


tendientes a la configuración de las subjetividades requeridas por el capitalismo.

CONQUISTA Y MESTIZAJE 3

El mundo indígena sufrió profundas transformaciones sociales a raíz del proceso


de conquista. En las sociedades aborígenes de mayor complejidad, como por ejemplo los
aztecas, incas y mayas, los grupos ubicados en la cúspide de la pirámide social fueron
eliminados o perdieron la autoridad política sobre sus respectivos pueblos. De esa manera, y a
pesar de persistir ciertos rasgos autóctonos, la trastocada sociedad indígena y sus grupos
sociales comenzaron a girar en función de la estructura impuesta por los conquistadores
españoles.

Para los pueblos americanos, la consumación de la conquista a manos de los europeos,


dejó la sensación no sólo de una derrota militar sino la de que su cultura había muerto ;
experimentaron una frustración muy particular que correspondía a una verdadera
“desposesión del mundo”, perpetuada en el período colonial a medida que los indios
vivieron la dominación española como un estado de sometimiento y de humillación.(…)
La derrota significó la ruina de las antiguas tradiciones así como las pérdidas de las
antiguas posesiones y del dominio de los recursos.

Así pues, el choque psicológico sufrido por los indios, no se limitó a la irrupción de lo
desconocido, sino que además, lo extraño de los conquistadores se manifestó de acuerdo con
una modalidad muy particular: la violencia.

La conquista también tuvo consecuencias en el orden religioso, porque la derrota


tuvo una significación profundamente religiosa para los vencidos. Significó que los
dioses antiguos habían perdido su potencia sobrenatural. Por ello por ejemplo la caída de
tenochtitlán fue algo más que una grave derrota militar, con ella se cerraba “el reino del sol”.
Esto se expresa en el manuscrito de Tlatelolco “… déjennos, pues, ya morir, déjennos perecer,
¡¡puesto que ya nuestros dioses han muerto!!”

La evidencia de la muerte de los dioses se conformaba con la enseñanza de los


misioneros de los conquistadores, quienes pretendían llevar consigo el conocimiento del Dios
verdadero, destruían templos, y estatuas e intentaban convencer a los vencidos de que hasta
entonces habían adorado a falsos ídolos.

Los conquistadores intentaban justificar la dominación por el hecho de aportar a los


indios la verdadera fe. Pero esa pretensión asumió desde el principio formas negativas: a los
ojos de los misioneros, los cultos indígenas les parecían obra del demonio, y por lo tanto era
necesario destruirlos. De este modo lo que los “evangelizadores” llamaron la “extirpación de la
idolatría”, reproducía en el dominio espiritual, la misma desestructuración del mundo indígena
que se desarrollaba en los niveles ecológico, demográfico, económico y sociopolítico.

La conquista europea, supuso también la imposición brusca y desde el exterior de


un grupo social de cultura totalmente extraña. Determinando con ello, la superposición de
dos sectores, el uno minoritario pero dominante y el otro mayoritario pero dominado. Se trataba
de la convivencia de dos culturas. Estos dos sectores que constituyeron la sociedad colonial no
vivieron simplemente yuxtapuesto, sin vínculos recíprocos, sino que el sector español solo
pudo sobrevivir extrayendo la sustancia del sector indígena, mediante precisamente la
dominación y la violencia.

Es cierto que a pesar de la brutalidad existieron manifestaciones de resistencia indígena


a dominación colonial, donde se expresó más particularmente la resistencia fue en el plano
religioso como un profundo rechazo al cristianismo. Pero estas manifestaciones de resistencia
espiritual fueron rápidamente objeto de la persecución por parte de la Iglesia, y más
específicamente por el Santo Oficio de la Inquisición.

Consecuencia de la conquista, fue el rápido desplomo demográfico de la población


indígena americana, el cual no solo se debió a las epidemias y pestes traídas por lo españoles
a América, la mala alimentación y a las condiciones de explotación a la que fueron sometidos,
sino también - y en muy importante medida-, en la negativa a tener descendencia. La
pauperización acortó el ciclo procreador de las madres aborígenes y su capacidad
reproductiva, pero, además, las mujeres encontraron entonces menos razones para tener
descendencia. Los testimonios acusan el uso de yerbas contraceptivas y de procedimientos
abortivos e incluso de infanticidio. Frailes y curas doctrineros se lamentan de que la
sobreexplotación había disipado en las mujeres indígenas el deseo de tener hijos, cuyo destino
sabían muy sombrío.

La decadencia de la población aborigen generó la necesidad de cubrir los


requerimientos de mano de obra. Así llegaron a América contingentes de población negra.
Su traslado no fue espontáneo, sino forzado, por la trata negrera. Los negreros portugueses a
los que se sumaron después los holandeses, franceses e ingleses. Trajeron esclavos de
Senegal. Gambia, primero, Congo, Angola, Mozambique.

Del trauma de la conquista salió un orden colonial en que los componentes raciales
se mezclaron.

Esto se explica porque la conquista fue un fenómeno masculino. Las españolas fueron
en un principio muy pocas, y los incentivos o presiones de la corona para que emigraran
mujeres o familias tuvieron limitado éxito. Por ello los conquistadores tomaron para sí mujeres
nativas. De la consiguiente unión, eventual o duradera, nació en América un estrato que, según
cuál de los progenitores cuidara del vástago, pasó por español o por indio, o la mayoría de las
veces por mestizo.

E l mestizaje caracterizó a esta etapa menos tensa del período colonial, un


mestizaje menos compulsivo y residual que el anterior y más libre y pleno. Porque representa
un cambio mental que denotaba ansias de vivir y de procrear.

Los tres troncos primarios -Blancos españoles, indios americano, y negros


africanos-, sufrieron un proceso de diferenciación social interna y, de las capas
resultantes, una por estirpe mostró mayor propensión a mezclarse con las demás. El blanco
pobre tuvo menos empacho en unirse con los estratos altos del grupo aborigen, que aspiraban
a elevarse socialmente o con los negros o mulatos libres por manumisión. También lo inverso.
Durante el Siglo XVIII, la natalidad creció, las clases altas la mantuvieron elevada y los
indígenas la fueron recuperando. Los registros de las parroquias indígenas muestran que la
familia indígena aumentó, y el reemplazo generacional estuvo al menos asegurado.

Pero la natalidad parece haber crecido más en las capas mixtas. La vía en que se
manifestó generalmente fue la ilegitimidad, muy frecuentemente entre los mestizos. Lo cual
no importaba necesariamente una unión episódica entre los progenitores; en este caso el
descendiente era conocido como huérfano, expósito o de padres desconocidos. Es importante
destacar que en este sector la ilegitimidad no es bastarda: traduce sobre todo una ruptura de
rígidos encuadramientos sociales y étnicos y el encuentro de corrientes y grupos en
movimiento.

En América el siglo XVII y XVIII, fueron de gran movilidad; muchas personas no


solo cruzaron las barreras del color, sino que se desplazaron de un lugar a otro. Entre los
indios el abandono de sus comunidades en busca, lejos, de una vida con menos ataduras
originó una capa extendida de “forasteros”. A esta dinámica se le sumó la aportada por el
reordenamiento de los
imperios a favor de una
demanda creciente en
Europa de los productos
coloniales – azúcar,
cueros, cacao, café, plantas
tintoreras etc.-, a los que se
le suma el descubrimiento
de nuevas vetas de metales
preciosos. La explotación de
estas riquezas atrajo
abundante mano de obra –
no siempre espontánea, por
ejemplo, la trata-. También
los europeos se
incorporaron a esta
prosperidad; la inmigración
portuguesa fue masiva; no
tanto la española, en la que
se destacaron los
contingentes de vascos,
santanderino y gallegos.

El ciclo negrero en
América tuvo su auge en el siglo XVIII; y unos dos millones de esclavos entraron en América
latina; siete de cada diez fueron a parar a Brasil. Cuba adquirió para su floreciente industria
azucarera la mayoría de los esclavos vendidos a Hispanoamérica.

En síntesis : En el proceso de organización de la sociedad latinoamericana intervinieron tres


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grandes masas humanas; los europeos – una parte como dominadores y otras como
dominados- , los americanos de origen y los africanos – ambos como grupos dominados-.(…)
La historia interna de cada uno de estos tres grandes sectores estuvo condicionada desde el
comienzo por el tipo de sociedad en formación.

Los blancos europeos, llegaban ya estratificados. De la población indígena incorporada al


sistema, una gran parte resultó exterminada durante el primer siglo. De la que sobrevivió, un
sector perdió radicalmente sus estructuras sociales originales u pasó a la categoría de parias
indefensos ante una maquinaria implacable de explotación; pero otro sector minoritario
conservó sus estructuras familiares y comunitarias.

La población africana que sobrevivió al miserable episodio inicial de la esclavitud perdió, en


cambio sus estructuras sociales originales de modo radical; su familia, su sistema de relaciones
parentesco, su comunidad, su lengua. El grave desequilibrio de sexos, - pocas mujeres traída
de África, en relación a la cantidad de hombres-, limitaba drásticamente la descendencia,
problema que os dominadores blancos resolvían con las compras de esclavos en los mercados
locales, que ocasionaban a la población negra la desintegración del núcleo familiar y la
discontinuidad cultural. Sin embargo, en su conjunto América Latina fue en el período
colonial el escenario de una formidable fusión de grupos étnicos: fisión biológica por la vía
de la miscegenación o mestizaje y fusión social por la vía de la distribución de funciones, casi
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siempre forzada en razón del origen étnico

. El cuadro étnico era simplificado en el Siglo XVI, -aunque en algunas zonas el mestizaje se
inició tempranamente-. En los siglos siguientes, este mecanismo adquiriría proporciones
multitudinarias y tendrá repercusiones no sólo a nivel económico sino especialmente en el
plano político.

ASPECTOS POLITICOS Y SOCIALES.

A grandes rasgos, la repartición del territorio americano entre las principales potencias
europeas se dio de la siguiente manera:
La colonia española, ocupó en su mayoría el territorio de la actual Hispanoamérica, desde el
Río de la Plata hasta los territorios mexicanos, incluyendo parte del Caribe y de las Antillas.
Este territorio se dividió en cuatro grandes virreinatos: el Virreinato de la Nueva España, el
Virreinato del Perú, el Virreinato de Nueva Granada y el Virreinato del Río de la Plata.

La colonia portuguesa abarcó en su totalidad lo que hoy es Brasil, dividida en quince


capitanías de casi doscientos cincuenta kilómetros de ancho cada una, otorgadas vitalicia y
hereditariamente a nobles portugueses encargados de su explotación comercial. En 1549, sin
embargo, el Rey designó a un Gobernador General para toda la colonia.

La colonia británica, mucho más dispersa en el origen de sus colonos, se afianzó en


Norteamérica en franca competencia con los franceses a través de trece primeras colonias,
constituidas mediante sucesivas oleadas de inmigrantes y sus esclavos negros entre los siglos
XVII y XVIII. Luego de vencer a Francia en la Guerra de los Siete Años (1756-1763), los
ingleses asumieron el control total del territorio del continente norteamericano. También
tuvieron influencia en las Antillas y en el Caribe.

La colonia francesa también se instaló en la América del Norte, más específicamente en


Quebec y otros territorios de la actual Canadá, aunque también en importantes franjas costeras
de lo que hoy es Estados Unidos, amén de algunas islas de las Antillas. Muchas de estas
colonias antillanas eran mayoritariamente negras, a raíz del colosal movimiento de mano de
obra esclava.

La colonia holandesa fue bastante menor en comparación con las anteriores, pero tuvo
importantes asentamientos en Norte América (la actual Nueva York fue inicialmente una Nueva
Ámsterdam holandesa), Brasil y las Antillas menores (Curazao). Sin embargo, la vida de sus
colonias fue más bien efímera.
AMÉRICA ESPAÑOLA; Aspectos Políticos. La organización de los territorios
conquistados.

Tras el descubrimiento y los primeros territorios conquistados España , dividió sus posesiones
en América en dos grandes virreinatos:

a) El virreinato de México o de Nueva España, con capital en la ciudad de México (sobre las
ruinas de la capital azteca, Tenochtitlán) y que abarcaba desde Panamá hasta el norte de
México.

b) El virreinato del Perú o de Nueva Castilla, con capital en la ciudad de Lima. Abarcaba toda
la América del Sur a excepción de los territorios brasileños, ocupados por Portugal. A su vez,
cada uno de estos virreinatos se dividía en jurisdicciones menores llamadas gobernaciones.
Una vez delimitados los territorios, la Corona Española estableció una organización
centralizada compuesta por dos tipos de autoridades:

a) LAS METROPOLITANAS, residentes en España y compuestas por el Rey (como máxima


autoridad), el Consejo de Indias, encargado de la elaboración de leyes para los nuevos
territorios, de la delimitación de nuevas fronteras y de la defensa del territorio; y la Casa de
Contratación, encargada de organizar el comercio entre España y América, controlando el
traslado de pasajeros y mercaderías. Debe destacarse que los miembros de ambas
instituciones eran designados directamente por el Rey.

Autoridades Españolas en América

a. El Virrey, autoridad máxima de un virreinato.

b. El Gobernador, autoridad máxima de una gobernación (los virreinatos se subdividían como


un país se subdivide en provincias).

c. El Cabildo, autoridad máxima de una ciudad. Cuando había graves problemas a resolver, se
convocaba a un Cabildo Abierto que era una reunión en la cual participaban las autoridades
conjuntamente con los "vecinos" (propietarios, gente de clase alta, sacerdotes, autoridades
militares).

d. Las Audiencias, órgano de justicia. Se Encontraban en las ciudades más importantes.

e. Los Consulados, organismo encargado de resolver los problemas económicos en las


diversas regiones o zonas de América

GUIA PARA EL ANALISIS parte 1: Aspectos Políticos/ Administrativos del


Colonialismo Americano

1) Según los Historiadores americanos, como Walter Mignolo Aníbal Quijano, Enrique
Dussel; ¿Qué significó la Modernidad, para América Latina?, que criticas realizan a la
visión tradicional?
2) ¿Qué impacto tendrá la conquista en la población originaria de América? ¿Qué
consecuencias sociales y culturales tendrá sobre los vencidos? ¿Cómo se relaciona
con el fenómeno de la esclavitud, y en que periodo tendrá su auge?

3) ¿Que fue el mestizaje y que factores explican este fenómeno en el marco de la


conquista? ¿Qué derivaciones tendrá?

4) ¿Es correcto afirmar que en América el siglo XVII y XVIII fueron de gran movilidad?
¿Qué alcances tendrá esta movilidad?

5) Como quedó dividido el territorio americano bajo la ocupación colonialista Europea


entre los Siglos XVI al S XVIII?

6) Analiza brevemente la organización administrativa establecida por España en su


territorio colonial; autoridades, funciones.

3 da Parte. LA ESTRATIFICACIÓN SOCIAL DE LA AMÉRICA ESPAÑOLA

LA SOCIEDAD COLONIAL

“…La sociedad colonial se construyó sobre la base de la cultura y cosmovisión de los


conquistadores europeos, así los diversos grupos raciales existentes –dominantes y
subalternos-, conformaron una estructura social jerárquica dividida en estamentos...” El
Español Peninsular - Grupo Blanco-: ocupó el primer rango de la estructura social -
representado en el siglo XVI por los conquistadores y sus descendientes-, luego los
funcionarios más importantes de la corona (virreyes, gobernadores, etc.), el alto clero,
encomenderos y hacendados compartieron este privilegiado estamento social. XVII. Por
debajo de ellos se hallaban los criollos -hijos de los españoles nacidos en América-
también blancos pero con menor rango social. Criollos y Españoles Peninsulares nunca
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fueron muy numerosos. A mediados del siglo XVI había unos 150 mil de ellos en la América
española, cifra que aumentó a los 660 mil promediando el siglo siguiente. Recién a comienzos
del siglo XVIII la población blanca sobrepasó el millón de habitantes.

El dinero se convirtió en el mejor y más eficaz vehículo de movilidad social . Con él se


podían comprar la nobleza y el favor del rey, especialmente a lo largo del siglo. Pero no sólo el
dinero determinó la estratificación social durante la época colonial, la raza fue el factor
determinante.

D ice, el historiador, Jorge Larrain; 7


“…Del encuentro
original entre la cultura española y las culturas indígenas
emergió un nuevo modelo cultural, fuertemente
influenciado por la religión católica, íntimamente
relacionado con el autoritarismo político y no muy abierto a
la razón científica. Este modelo coexistió fácilmente con la
esclavitud, el racismo, la inquisición y el monopolio
religioso. La Iglesia rápidamente se convirtió en una
institución poderosa y rica…”

Las relaciones entre vencedores y vencidos, (…) adoptó la forma de Mestizaje, Desde el
principio el mestizaje biológico, es decir la mezcla de cuerpos – a menudo completado con el
mestizaje de prácticas y de las creencias-, introdujo en la sociedad colonial un elemento
perturbador. La indias constituyeron presas fáciles para los invasores, que mantuvieron con
estas mujeres relaciones violentas y efímeras. Violaciones, concubinatos y muy pocos
matrimonios engendraron una población de un nuevo tipo y de estatuto impreciso –los
mestizos- de los que no se sabía si integrarlos en el universo blanco o en las comunidades
indígenas. En principio estos entreverados no tenían lugar en una sociedad jurídicamente
dividida en una “ República de Indios” y una “ Republica de Españoles”. 8

En las ciudades iberoamericanas convivieron los mestizos, negros e indígenas. Del cruce
entre todos estos grupos nacieron las castas, uniones polirraciales, (Para distinguir a los
innumerables tipos étnicos que surgieron de estas uniones, en la época se empleó una
nomenclatura muy pintoresca: mulato, zambo, morisco, albarazado, lobo, cambujo etc).
Rápidamente el número de los mestizos aumentó lo que produjo la aparición de una
legislación discriminatoria contra ellos. Así por ejemplo, se les prohibió tener repartimientos
y encomiendas o desempeñar oficios públicos y reales. "Excluidos de toda función social y
del reparto de bienes fueron prácticamente empujados a ser pequeños agricultores en un
mundo donde la tierra estaba ya repartida entre blancos e indios, lo que les convertiría en un
detonador social".
Las castas se clasificaron teniendo en cuenta principalmente el color de la piel, en lo que
Alejandro Lipschütz denominó acertadamente pigmentocracia. Es decir, se relacionó la
condición social del individuo con el color de su piel; a mayor "blancura" se ostentaba una
mejor ubicación en la sociedad indiana. Era muy difícil acceder a los privilegios, derechos o
bienes de quienes tenían la ventaja de contar con una piel más clara, transformándose el
prejuicio racial en prejuicio social.

El legalmente, nativo americano fue considerado superior a las castas. Podía disfrutar de
sus propios bienes, cultivar sus tierras, criar ganados y comerciar sin las restricciones
impuestas a mestizos, mulatos o negros. La nobleza aborigen se relacionó con los grupos
dirigentes hispanos y pudo conservar ciertos privilegios. Así por ejemplo, estaban exentos del
pago de tributos y sus hijos fueron educados en colegios especiales vinculados a las órdenes
religiosas. Las leyes -que consideraban a los indígenas como menores de edad- regulaban sus
actividades y los protegían. Pero en la vida real su subsistencia fue muy precaria y su condición
social era similar a la de los grupos que legalmente eran inferiores.

El último lugar en la estratificación social americana lo ocuparon los esclavos provenientes de


África. Los africanos estuvieron sujetos a muchas limitaciones entre las cuales se cuentan la
prohibición de portar armas, andar de noche por ciudades y villas, montar a caballo o tener
indígenas a su servicio. Sin embargo, la situación laboral del negro no era tan mala como su
condición jurídica. Debido a su mayor resistencia física y al tipo de trabajos que desempeñaron
los esclavos negros lograron muchas veces una posición social superior a la del indígena. En
el siglo XVIII, los esclavos pudieron acceder a la libertad mediante la manumisión. Esta o
le era concedida voluntariamente por sus dueños o la adquiría mediante la compra de su
libertad a precio de mercado.

U n fenómeno muy interesante, fueron los negros


cimarrones o esclavos fugitivos que huían de sus
amos y se agrupaban en bandas. Algunos formaban
parcialidades o palenques con una organización según
formas políticas de origen africano y desde ahí se
dedicaban a saquear haciendas, poblados indígenas y
caminos para sustentarse.
Sostiene Frank Tannenbaum, que la esclavitud no fue sólo una relación legal, sino que supuso
además una valoración ético y moral del estatuto humano. Por ello, dice que en aquellas
regiones, donde la ley aceptó la doctrina de la persona moral del esclavo e hizo posible el logro
gradual de la libertad implícito en tal doctrina, el sistema esclavista se abolió pacíficamente, allí
donde al esclavo se le negaba reconocimiento como persona moral, por consiguiente incapaz
de libertad., la abolición de la esclavitud se verificó por la fuerza, por la revolución. Como ya se
ha señalado; el historiador Gilberto Freyre, distinguió una diferencia en el Status del negro en
América anglosajona y en América latina. En Brasil por ejemplo, el negro y el mulato tenían
acceso a la cultura y un papel en la vida social desconocidos en EE.UU. En la política, en las
artes y en la sociedad, el mulato hallaba la puerta entreabierta, y así llegó a surgir un medio
social acentuadamente diferente. Aun bajo el imperio, el negro y el mulato gozaban de una
aceptación inconcebible en la sociedad norteamericana.

La importancia del negro en la colonización es innegable; básicamente sirvió de herramienta y


fue la fuerza de trabajo por excelencia una vez producida la debacle de la población indígena.
Se ha señalado, respecto del indio que allí donde no se lo erradicó de la tierra, éste permaneció
como paria en su habitat nativo, por el contrario, el negro supo adaptarse mejor a las
condiciones impuestas por el Blanco; culturalmente se convirtió en europeo o si se prefiere en
americano, un hombre blanco con rostro negro.

Guía de análisis 2 er PARTE

1) ¿Qué composición racial tendrá en su formación de la sociedad latinoamericana, y


que características ira adquiriendo este proceso?. Qué fue el cimarronaje?

2) Analice las características de la sociedad Colonial: a) bases de la estratificación


social, b) composición racial: pigmentocracia c) importancia de dinero como factor de
ascenso social, d) ubicación social de los indios americanos, C) situación social del
negro, su impacto en la colonización, posibilidades de libertad.

1 Entre las figuras más destacadas del ámbito político e intelectual de la Revolución de Mayo,
que se
inspiraron en los racionalistas franceses figuran Juan José Castelli, Manuel Belgrano y Mariano
Moreno. Este último dispuso, por ejemplo, que El contrato social de Jean Jacques Rousseau
fuera una obra de lectura obligatoria en las escuelas.

2 Mignolo, Walter (comp.). Capitalismo y geopolítica del conocimiento. Ediciones del signo,
Buenos Aires, 2001.

3 Historia Universal. Africa y América en la Era Colonial. 1ª parte. Tº 20. 1985. Barcelona. SALVAT Editores SA.
Sobre textos de: Jesús Contreras Hernández “ LA Irrupción Europea y la Conquista” Pag. 2527-2538; Nicolás
Sánchez –Albornoz: “ Evolución Demográfica; catástrofe y recuperación”, pg. 2539-2547; Sergio Bagú: Las
estructruras Sociales del Sistema Colonial su gestación y quiebra” pg. 2548- 2556 .

4 Historia Universal. Africa y América en la Era Colonial. 1ª parte. Tº 20. 1985. Barcelona. SALVAT
Editores SA. Sergio Bagú: “Las estructruras Sociales del Sistema Colonial su gestación y quiebra” pg.
2548- 2556.

5 Miscegenación: mezcla de tres troncos raciales (en el caso americano), mongoloide, caucasoide y
negroide. Vinculación genética. Mestizaje; un proceso social, de mezcla de culturas, religión, creencias,
formas de ver la vida

6 En el siglo XVIII comenzaron a autodenominarse americanos y disputaron fervientemente los principales cargos
públicos a los peninsulares. Esta pugna fisuró la unidad y los intereses que había cohesionado al grupo
blanco en los siglos anteriores, sembrando la semilla de la emancipación de las colonias americanas.

7 Jorge Larraín; en su ensayo: “La Identidad Latinoamericana: Teoría e Historia”. Estudios Públicos, 55 (invierno
1994).

8 Serge Gruzinnski; “ el Pensamiento Mestizo” .. Ed. Paidós. Barcelona . 2008.pg.79.

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