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En la educación Tiwanakota no existen datos acerca de un sistema de educación organizado

por el conjunto de la sociedad. Algo que se sabe es que su educación es basada en valores
como la solidaridad y la cooperación mutua que predominan hasta el día de hoy entre los
aymaras.

El pueblo se educaba de forma general haciendo las labores del día con sus padres. El
educador era solo una persona encargada de las faenas diarias, por tanto, la experiencia
cotidiana fue la principal escuela. Los Tiwanakotas hablaban la lengua aymara y era educados
en ese idioma. Los padres eran principalmente quienes educaban a sus hijos y los instruían
más que todo en las labores de campo, agricultura y lo que es la ganadería. Gran parte de su
educación tenía que ver con la sobrevivencia.

A las mujeres se les enseñaba más que todo labores cotidianas, tejido y artesanía. Ellas
aprendían con las mamaconas, se educaban en el hilado, tejido y cocina. Su trabajo era servir
al Inca. Las mujeres más jóvenes y hermosas estudiaban en el Acllahuasi donde las más
capaces y hermosas se las destinaba como vírgenes del sol. La cultura tiwanakota contaba con
un avanzado aprendizaje y dominio de los materiales básicos para tipos de trabajo como la
artesanía donde representaban figuras humanas y de animales propios de la cultura como los
pumas y el cóndor como una forma de expresión.

Por otro lado, la nobleza recibía una educación especial. Estos hombres recibían educación de
los amautas, donde aprendían todo lo relacionado al Runa Simi, preceptos morales, religión,
prácticas guerreras, historia, entre otras importantes necesidades. Su punto de aprendizaje era
denominado como el Yachaywasi. También, existía una educación especializada para quienes
querían ser sacerdotes. Ellos aprendían el Tarpuntay y estudiaban temas relacionados a ritos,
ceremonias, canciones, danzas, entre otras cosas con el fin de adorar al dios Inti, que era su
dios del Sol.

Con relación a la educación egipcia, se puede decir que comparte muchas características
similares a la de la educación tiwanakota. Una de esas características es que también es una
sociedad milenaria que existía hace miles de años atrás antes de Cristo como la cultura
tiwanakota. Hablamos de una sociedad rica que formó su propia civilización de la nada, así
como su religión. Ellos contaban con uno de los sistemas más antiguos del mundo.

Al igual que la cultura tiwanakota, la cultura egipcia también contaba con una sociedad
jerárquica por lo que el sistema educativo no tenía las puertas abiertas para todos. Los egipcios
le daban una gran importancia a la educación. La educación de las personas comenzaba desde
muy temprana edad. Desde temprana edad, los niños de la alta sociedad recibían una
educación donde aprendían a escribir en piedras o tablillas de madera. Durante su juventud,
ya sabían leer y escribir por lo que aprendían más sobre astronomía, geografía y matemáticas.
Como dato curioso se puede señalar que las mujeres estaban prohibidas de recibir una
educación, con excepción de las mujeres que formaban parte de la realeza.

Algunas diferencias que podemos señalar dentro de la educación egipcia es que esta contaba
con un sistema educativo avanzado. Estaba casi perfectamente preparado para formar a
egipcios que eran lo mejor de la sociedad. Este sistema se fue desarrollando y mejorando con
el tiempo, donde se puede observar modificaciones y cambios a lo largo de las distintas épocas
de esta civilización.

En una sociedad tan dividida por los estratos sociales como la egipcia eran verdaderamente
pocos los que podían gozar de este privilegio. Los demás niños y niñas de estratos sociales
bajos debían resignarse y quedarse en casa aprendiendo a realizar labores de la casa y
aprender sobre la agricultura, artesanía y similares áreas.

Los egipcios de la antigüedad fueron pioneros en más de un elemento de gran importancia


cuando hablamos de educación. Sin embargo, al igual que la cultura tiwanakota no era
accesible para todo el mundo. La educación de ambas culturas era caracterizada por ser
prioritariamente para personas que pertenecían a la realeza y contaban con recursos para
acceder a ella. Por tanto, los de bajos estratos sociales, no contaban con estas oportunidades y
debían conformarse con aprender sobre labores de campo, del hogar, agricultura y artesanía.

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