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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL CALLAO

FACULTAD DE INGENIERIA AMBIENTAL Y DE RECURSOS NATURALES


ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERIA AMBIENTAL Y DE RECURSOS
NATURALES

INFORME N°1: “SOCIOLOGIA AMBIENTAL”


CURSO: SOCIOLOGIA AMBIENTAL
DOCENTE: QUINTANILLA ALARCÓN JORGE

ESTUDIANTES:
- ALVARADO CACERES, RONALD
- LLONA CARDENAS, ALBERTO
- TECCSI PRADO, BRYAN
- VALENCIA VILLAIZAN, ARIANA
- YARANGA HUAMANCHAQUI, OSCAR

Callao, 2021
PERÚ
INDICE

INTRODUCCION .................................................................................................. 3

CAPITULO I: LA SEPARACION ENTRE NATURALEZA Y SOCIEDAD ..... 3

1.1 Consecuencias de la separación entre naturaleza y Sociedad ....................... 5

CAPITULO II: EL MEDIO AMBIENTE COMO OBJETO DE ESTUDIO DE

LA SOCIOLOGÍA ................................................................................................. 7

CAPITULO III: BREVE HISTORIA DE LA SOCIOLOGIA AMBIENTAL ...... 9

Robert K. Malthus ............................................................................................. 12

Emile Durkheim ................................................................................................ 12

Karl Marx .......................................................................................................... 13

Otis D. Duncan .................................................................................................. 13

CAPITULO IV: INICIOS DE LA SOCIOLOGIA AMBIENTAL .................... 14

Bibliografía ........................................................................................................... 16
ALVARADO CACERES RONALD DEYVI

INTRODUCCION

Son tres las cuestiones fundamentales que se abordará en este informe. En primer
lugar, analizaremos la separación epistemológica entre naturaleza y Sociedad, a
fin de hallar las raíces y razones ideológicas de la misma, así como reflexionar
sobre sus consecuencias en el desarrollo de una ciencia occidental profundamente
antropocéntrica y en sus efectos a nivel ecológico. En segundo lugar, pretendemos
defender que el medio ambiente debe ser también objeto de estudio sociológico,
dadas las relaciones de interdependencia que se producen entre sociedad y medio
ambiente entendidos, ambos, como partes integrantes del mismo ecosistema
global. Por último, se revisarán las contribuciones que la teoría sociológica
moderna puede hacer en el desarrollo de una sociología ambiental. (Aledo &
Domínguez Gómez, 2001)

CAPITULO I: LA SEPARACION ENTRE NATURALEZA Y


SOCIEDAD

Entendemos que la idea de separar lo social de lo natural fue un paso previo a los
procesos de dominación y conquista de la naturaleza. Pero al igual que resulta
imposible separar la mente del cuerpo, psique y soma, también lo es extraer la
Sociedad de la naturaleza, de la cual forma parte.

La Ecología ha donado al resto de las ciencias el concepto de ecosistema,


enseñándonos que todos formamos parte de un sistema más amplio, cuyos
elementos se encuentran necesaria y funcionalmente interrelacionados.

Fue el biólogo alemán Ernst Haeckel (1834- 1919) quien acuñó el término
Ecología en el año 1869 y la definió como "el estudio de la interdependencia y de
la interacción entre los organismos vivos (animales y plantas) y su ambiente (seres
inorgánicos)". Desde sus orígenes hasta los actuales momentos, el campo de la
Ecología se ha extendido más allá de los seres vivos; su campo de estudio incluye
la relación, la interacción y el "diálogo" que todos los seres (vivos o no) guardan
entre sí y con todo lo que existe. La Naturaleza (el conjunto de todos los seres),
desde las partículas elementales y las energías primordiales hasta las formas más
complejas de vida, constituyen un tejido de conexiones en todas las direcciones.
(Milián Reyes, 2007)

Aceptando la visión holística que aporta tal concepto, resulta imposible abstraer
para su estudio aislado cualquiera de 2 los elementos que lo componen; por lo
tanto, carece de justificación epistemológica analizar lo social como una entidad
autónoma e independiente.

Es significativo que si bien los inicios de la división entre Sociedad y naturaleza


se pueden remontar a la tradición judeocristiana, esta auténtica cosmogonía se
generaliza en la Época de los Descubrimientos, durante la etapa de colonización
(siglos XV al XIX). El descubrimiento y conquista de nuevas tierras en beneficio
de las élites de las metrópolis se vió favorecido por la justificación ideológica de
un mundo social que debe imponerse sobre un mundo natural, incluyendo dentro
de éste último a las poblaciones humanas colonizadas. Por lo tanto, las razones de
la separación entre naturaleza y Sociedad están, en última instancia, ligadas con
unos procesos de dominación de unos seres humanos sobre el medio biofísico y
sobre otros seres humanos. La separación, la cosificación, la fragmentación, la
cuantificación de lo natural, que se inicia, muy especialmente, a partir del
desarrollo científico del siglo XVII, participa de la expansión de la sociedad
capitalista. El capitalismo necesita de la mercantilización de la naturaleza; es decir,
su transformación en un objeto valorable en términos crematísticos, para lo cual
son procesos imprescindibles la división que tratamos, la transformación de los
seres naturales en cosas, la fragmentación de un todo en partes para permitir su
control y, por último, el énfasis en la cuantificación de la realidad.
1.1 Consecuencias de la separación entre naturaleza y Sociedad

Podemos distinguir dos tipos de consecuencias ocasionadas por la división que


estamos tratando, una de carácter eminentemente epistemológico y otra más
práctica. Por lo que respecta a las consecuencias epistemológicas, hallamos una
división difícilmente superable entre ciencias naturales y ciencias sociales,
teniendo cada una de ellas que ver exclusivamente con uno de los dos ámbitos de
la separación. Ello conlleva unos enfoques reduccionistas y de corto alcance,
incapaces de explicar y abarcar los problemas contemporáneos en su complejidad.

Las consecuencias prácticas que devienen del enfoque reduccionista se


concretarían en la propuesta de soluciones siempre limitadas y parciales que, sobre
todo ante problemas ambientales, se mostrarían como claramente inoperantes. Así,
por ejemplo, el intento de solución tecnológica a la contaminación atmosférica
producida por los vehículos de motor de explosión, basada en la colocación de
filtros en los tubos de escape, muestra sus limitaciones en la medida en que deja
fuera del proceso de reflexión, para su solución, a cuestiones sociales clave,
relacionadas con factores de tipo cultural sitos en la raíz del problema, como
pueden ser los procesos de rururbanización o la hipersimbolización del coche
como marca referencial individual.

Para señalar las consecuencias y errores epistemolóicos de la separación entre


sociedad y naturaleza, vamos a utilizar los argumentos proporcionados por los
antropólogos (Philippe & Gísli, 1996) que han desarrollado una serie de
argumentos con el objetivo de de-construir el dualismo naturaleza-cultura.
Afirman que la persistencia de este pensamiento cosmológico dualístico impide el
desarrollo de una comprensión más cercana a la realidad ecológica; tanto el
determinismo ambiental como el determinismo cultural provienen, en última
instancia de este dualismo. El determinismo ambiental entiende las formas sociales
y la acción social como derivado y dependiente de las estructuras ambientales. Por
su parte, el determinismo cultural afirma que es nuestra forma de pensar lo que
termina por definir la realidad; el entorno es, en última instancia, una construcción
social. Son estas explicaciones unidireccionales, derivadas de la separación
naturaleza-cultura las que critican, ya que impiden el enfoque holístico
consustancial con el análisis ecológico.

En su proceso de-constructivo del dualismo sociedad y naturaleza, utiliza el


concepto de co-evolución para mostrar la falsedad del mismo. Este concepto revisa
la visión darwinista en la que las especies se adaptan a las presiones cambiantes
del medio. El concepto de co-evolución señala que las relaciones entre el entorno
físico y los organismo que lo habitan son siempre de doble dirección; es decir, los
cambios que se producen en los organismos en su proceso de adaptación al entorno
modifican también a ese entorno, generándose de esta forma un ciclo constante de
interacciones entre medio y organismo –lo que definimos como co-evolución. El
concepto de co-evolución también es aplicable a la relación entre las sociedades
humanas y el medio ambiente físico.

Seguidamente afirman que la separación entre humanos y animales no humanos


(representantes ambos de los polos del binomio naturaleza y cultura) es puramente
ideológica. La compleja vida social de los babuinos o la capacidad de comunicarse
de los chimpancés nos dibujan un panorama evolutivo que impide establecer una
diferenciación radical entre los humanos y el resto de primates.

Por último, describen como los desarrollos en tecnología genética muestran que la
naturaleza no sólo se está convirtiendo en un producto social sino que a menudo
está directamente sometida a las leyes del mercado. Todos estos argumentos
ayudan a comprender la debilidad de las fronteras entre lo natural y lo social.
LLONA CARDENAS ALBERTO

CAPITULO II: EL MEDIO AMBIENTE COMO OBJETO DE


ESTUDIO DE LA SOCIOLOGÍA

Dada la obviedad de las relaciones recíprocas que venimos comentando, y que se


producen entre los factores físico-biológicos y los socioculturales, podría resultar
redundante volver a manifestar el interés sociológico en las cuestiones
medioambientales. No obstante, la sociología, hasta hace pocos años, basaba su
desarrollo, como las demás ciencias, en la consideración de lo social como una
variable independiente del resto del entorno. En otras palabras, la tradición
sociológica había obviado, en términos generales, los factores ambientales como
elementos explicativos de los procesos y fenómenos sociales. (Aledo &
Domínguez Gómez, 2001)

Los criterios que se consideran claves para el cumplimiento base de una Sociología
ambiental serían definidos a partir de los siguientes presupuestos:
1. El reconocimiento de que el ambiente es una construcción social, además de una
realidad biofísica.

2. Las causas y consecuencias sociales de la crisis ambiental, son en su mayoría de


origen antrópico.

3. La obligada interdisciplinariedad de los estudios de impacto ambiental, en la


que debe participar la Sociología ambiental, tanto aportando como aprendiendo.

Considerando de importancia estos presupuestos, podemos entender, que un


análisis del tema ambiental seccionado multidisciplinario no tendría un impacto
mayor sin la consideración epistémica interdisciplinaria. La Sociología ambiental,
debe poder identificar problemas de tipo antrópico en nuestros ecosistemas, ya que
los impactos ambientales no se están dando a la misma velocidad constante que en
las últimas décadas, sino que dicho impacto se ha estado acelerando
paulatinamente, motivando esto a los cientista sociales a identificar la
participación que ha de tener el hombre en nuestro entorno.

Debemos considerar que los problemas ambientales son bidireccionales, pues al


igual que la acción antrópica impacta sobre una biota, comunidad o ecosistema,
este proceso impacta sobre las poblaciones humanas asentadas en terrenos
inundables, laderas que se erosionan, así como, el cambio cualitativo de los suelos
de cultivo por el desgaste y la pérdida de los nutrientes por el uso indebido de
agroquímicos. (Escudero Nuñez, 2014)
VALENCIA VILLAIZAN, ARIANA

CAPITULO III: BREVE HISTORIA DE LA SOCIOLOGIA


AMBIENTAL

Desde el comienzo de la Revolución Industrial en el siglo XVIII se ha producido


un proceso de degradación ecológica que se caracteriza por la dimensión planetaria
y por su complejidad, incrementando este deterioro medioambiental en los últimos
cuarenta años, estando en estos momentos presente en una fase de “explosión”
dominante en las agendas políticas y en las preocupaciones sociales. En la encuesta
presentada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) el 13 de mayo de
2010 (Estudio del CIS, 2010), el tema del medio ambiente aparece en el último
lugar (el 8º de 8), de las principales inquietudes y problemas de la población
española. El debate medioambiental podemos decir que nació en 1945-49, cuando
el economista Kenneth E. Boulding acuñó los conceptos de “aeronave tierra” y
“calidad de vida”, concepto este último de profundas implicaciones culturales y
sociales, que influyen en elementos objetivos y subjetivos y sus componentes
habiéndose utilizado como sinónimo de bienestar, cristalizándose con el
movimiento de indicadores sociales. La conexión “calidad de vida”, medio
ambiente, deriva de la constatación que la producción y consumo de bienes
conlleva tal tipo de efectos, ejemplo el humo de las chimeneas de las fábricas o la
utilización de detergentes a base de fosfatos provocan impactos nocivos sobre el
medio, o como la construcción de campos de golf y el consumo de agua, discurso
tan de moda en el momento actual, o el desarrollo turístico desmesurado en el
levante español, entre otros. La disminución de la calidad de vida como
consecuencias de las interferencias con el entorno biofísico y social va ligada a la
aparición y desarrollo de diversos fenómenos específicos. Siguiendo a Savage
(1974-80) podemos citar entre otros los efectos ligados a la concentración de la
población en determinadas zonas urbano-turísticas, el nivel de contaminación, el
incremento de densidad, la generación de desechos urbanos, etc. En resumidas
cuentas la disminución de la calidad de vida medioambiental afecta a los seres
humanos bien sea directa o indirectamente. El discurso medioambiental surge a
partir de la pérdida de calidad de vida, de determinadas sociedades, sobre todo las
denominadas desarrolladas, por los desastres que se vienen dando contra el medio
ambiente (contaminación del Rhin, mareas negras como la de Torrey Canyon,
explosión del reactor nuclear Chernóbil, etc.), desaparición de recursos no
renovables, desaparición de especies animales y vegetales, etc. En 1960 aparece el
trabajo de Rachel Carson (1980) titulado La primavera silenciosa que constituye
el primer diagnóstico sobre el medio ambiente y el inicio del debate ecológico. En
1968, el economista italiano Aurelio Peccei funda el denominado Club Roma y
una obra de gran polémica como fue el primer informe del Club, denominado Los
límites del crecimiento elaborado por la profesora Meadows y su equipo del MIT1,
trabajo que cae de lleno en el campo de la ecología humana, y que ha tenido una
gran importancia para montar la primera Conferencia sobre el Medio Humano de
1972. Durante el mayo del 1968 es el nacimiento de la contra cultura como señala
Rozak (1980: 20) que es junto con la ecología humana ya analizada anteriormente,
y la sociología urbana, como algún autor la denomina posteriormente, como
disciplina del estudio de las adaptaciones y ajustes socioeconómicos producidos
por las concentraciones de población en áreas geográficas urbanas y limitadas, es
decir, lo que sucede en un contexto urbano, es otro antecedente de la sociología
medioambiental. En 1972, la ONU convoca la conferencia internacional en la
ciudad de Estocolmo que como resultado inmediato fue la Declaración sobre el
Medio Humano, verdadero intento de carta magna sobre ecología y desarrollo,
conteniendo un largo preámbulo de siete puntos y un conjunto de 26 principios:

I. Un plan de acción para el medio humano con 109 recomendaciones.


II. Unas disposiciones institucionales.
III. Disposiciones financieras.
IV. Y finalmente un conjunto de otras resoluciones.

Los principios son lógicamente declarativos y programáticos. Las


recomendaciones son mucho más concretas y descienden a multitud de detalles
en relación con los estatutos y organismos internacionales, a fin de coordinar
progresivamente sus actividades con vistas a una serie de acciones. Y por
último, las otras resoluciones, incluyeron la recomendación de declarar el 5 de
junio de cada año el “Día Mundial del Medio Ambiente” para estimular a los
países a una reflexión en común a nivel mundial sobre los grandes problemas
que aquejan al medio ambiente, tomando conciencia de los mismos, a
reafirmar, respetar el entorno y sensibilizar a la opinión pública de una forma
más directa y afectiva, creando una corriente de receptividad hacia estos
problemas.

Se puede decir por tanto, que la Conferencia de Estocolmo significó el nacimiento


de la política medioambiental con carácter internacional. Habiéndose convocado
conferencias internacionales sobre el medio ambiente, posteriormente en Nairobi
1982, Río de Janeiro 1992 y Johannesburgo 2002, y esperando los resultados que
se obtengan en la próxima conferencia de la Cumbre de la Tierra, que se celebrará
en Río de Janeiro en el año 2012. Por tanto el medio ambiente constituye uno de
los principales puntos de referencia para cualquier prognosis social en la mayoría
de los gobiernos e instituciones no gubernamentales.

Además, durante la década de los años sesenta y setenta, diversos organismos no


gubernamentales de gran peso internacional, cuyo fin principal es la conservación
del medio ambiente como Greenpeace y WWF, tuvieron también un gran peso. En
1973 en la Comunidad Económica Europea aparece el primer programa de acción
en política de medio ambiente (1973-76), en años posteriores han aparecido el II,
III, IV, V y VI, último programa con una vigencia temporal de 2001-2012. Además
de los programas de acción de la U.E., tienen también importancia y en algunos
países hasta representación parlamentaria, los nuevos partidos políticos
denominados “verdes” para el nacimiento de la sociología medioambiental.
TECCSI PRADO, BRYAN

Realizamos aquí un recorrido por la herencia intelectual que la sociología


ambiental ha recibido de la teoría sociológica clásica, comenzando por Malthus,
continuando con los padres fundadores de la sociología contemporánea
(Durkheim, Weber y Marx), para finalizar con los que se consideran como
primeros sociólogos ambientales: Catton y Dunlap.

Robert K. Malthus

Malthus fue uno de los primeros pensadores sociales modernos en interesarse por
la relación entre medio ambiente y población, como se explicará en el tema
dedicado a revisar los problemas socioambientales. Este ensayista inglés de finales
del siglo XVIII afirmaba, en su Ensayo sobre el Primer Principio de la Población
(1798), que el crecimiento exponencial de la población originaría un desequilibrio
frente al crecimiento lineal de los recursos. Este desequilibrio provocaría hambres,
pestes y guerras (los llamados "frenos naturales" al crecimiento demográfico), que
podrían ser solucionados a través de los "frenos morales" (abstinencia y castidad).

Opinión: Lo más destacado de las teorías de Malthus es que, a pesar de lo limitado


de sus planteamientos, fue quizá el primer autor cuyas ideas relativas a la
interacción entre población y recursos, y por tanto entre sociedad y medio
ambiente, adquirieron relevancia y consideración en el pensamiento social.

Emile Durkheim

Las revisiones que se han hecho en sociología ambiental sobre Durkheim


concuerdan en destacar dos ideas fundamentales. En primer lugar, existe en su
planteamiento metodológico la insistencia explícita en hacer una ciencia social
autónoma, ejemplificada en su célebre frase "los hechos sociales sólo pueden ser
explicados haciendo referencia a otros hechos sociales" (DICKENS, 1992)
(MARTELL, 1994).

En segundo lugar, y a pesar de ello, existen varios elementos teóricos en este autor
que son útiles para el análisis de temas socioambientales.
Karl Marx

Marx y Engels establecieron que la dinámica histórica estaba regida por el


conflicto social entre la clase capitalista y el proletariado, y en su crítica al
capitalismo afirmaban que este modo de producción no sólo aliena al trabajador
de su trabajo, sino que lo distancia de la propia naturaleza, con la cual sería
necesario establecer una nueva relación en la sociedad venidera. Lo que es objeto
de discusión -porque no aparece claro en sus obras- es qué tipo de relación iba a
construir la nueva etapa histórica socialista.

Otis D. Duncan

Probablemente ha sido Otis. D. Duncan quien ha realizado las aportaciones más


trascendentes para una sociología ambiental. En su complejo ecológico POET
(Población, Organización, Medio ambiente y Tecnología) propone un enfoque
holístico e interrelacional entre estas cuatro variables básicas. Duncan entiende por
medio ambiente el entorno físico y biológico en el que se encuentra una
determinada comunidad; la que es el conjunto de seres humanos que conforman la
comunidad, que tiene un hábitat determinado. La que se refiere al conjunto de
técnicas empleadas por la población humana para obtener sustento y para facilitar
la organización y la actividad productiva. La organización social sería una
propiedad de la población, que surge de las actividades productoras para conseguir
su sustento, representando una consecuencia de la dependencia de los seres
humanos (DUNCAN, 1959).
YARANGA HUAMANCHAQUI, OSCAR

CAPITULO IV: INICIOS DE LA SOCIOLOGIA AMBIENTAL

Ante el panorama mundial en materia medioambiental anteriormente descrito, va


a surgir una nueva subdisciplina de la sociología, la sociología ambiental, teniendo
como factores que han influido para la aparición de esta subárea de conocimiento
a finales de los años 1960, entre otros:

a) Expansión de los procesos de urbanización, industrialización, transporte,


comunicaciones y consumo.

b) El efecto de la globalización.

c) Contaminación del medio.

d) La estandarización de un modo de vida basado en el alto coste energético.

e) Despilfarro de los recursos.

f) Impactos ambientales.

g) Los grandes movimientos turísticos a nivel internacional.

En años posteriores a la década de los sesenta y como fruto del proceso de


maduración a todos los niveles y en todos los ámbitos (con mayor o menor
intensidad) el medio ambiente se constituye como protagonista en varios frentes
(López López, 1990):

• “En la sociología, constituyéndose en elemento vertebrador del nuevo paradigma


explicativo de las ciencias sociales.

• En el conjunto de las disciplinar científicas y académicas, dando lugar a un


enfoque interdisciplinar de la educación, de la actividad económica, etc.

• En el seno de las organizaciones internacionales, ONU, Club de Roma,


Comunidad Europea, OCDE, Consejo de Europa, etc.

• En el derecho, sobre todo desde la tipificación del medio ambiente en las


constituciones (Suiza, Grecia, Portugal, España, etc).
• En la política internacional (conferencia de Helsinki) y en las políticas de los
estados (Direcciones Generales de Medio ambiente, agencias, Ministerios, etc.).

• En el enfoque del nuevo modelo económico (economía ambiental, eco desarrollo,


desarrollo sostenible).

• El medio ambiente y el consumo se presentan cada día más “mundializadamente”


como los temas estrella y como los problemas más graves en el reto de los
próximos años”.

Anteriormente a estas fechas podemos encontrar algunos antecedentes de la


sociología ambiental, en autores clásicos como Malthus, Durkheim, Weber y Marx
y posteriormente en las denominadas Escuela Clásica de Chicago, la Neortodoxa
de AnnArbor y la Teoría del Ecosistema Social de Duncan, ya expuestos
anteriormente.

Como señalan Dunlap y Catton en 1979, los esfuerzos de este conocimiento


científico se han centrado en dos grandes aspectos (Esteban y Alvira, 1982:36):

• “Gestión de recursos y de la vida natural.

• Movimientos ecologistas”. Considerándose como las primeras reflexiones de la


sociología medioambiental o ambiental.

Posteriormente y mediante diferentes fases, en esta irresistible irrupción del


entorno ha aparecido una perspectiva en el estudio de la sociedad distinta de la
perspectiva sociológica clásica. Ha surgido propiamente la sociología
medioambiental o del medio ambiente, definiéndose como “el estudio del marco
físico y biológico que nos envuelve, así como la interrelación entre los elementos
que la componen”. Es decir, según Dunlap y Catton el objeto de estudio de la
sociología medioambiental es “la interacción entre entorno y sociedad”.

Como la sociología medioambiental es relativamente reciente, la perspectiva


analítico-técnica desarrollada por Dunlap y Catton es quizás de las más avanzadas
e interesantes.
Bibliografía

Aledo, A., & Domínguez Gómez, J. A. (2001). Sociología ambiental. Grupo


Editorial Universitario.

Escudero Nuñez, C. (18 de noviembre de 2014). Radio Temblor. Obtenido de El


medio ambiente como objeto de estudio de la sociología:
https://www.radiotemblor.org/el-medio-ambiente-como-objeto-de-
estudio-de-la-sociologia/

Milián Reyes, L. (octubre de 2007). Obtenido de Historia de la ecologia:


http://biblioteca.usac.edu.gt/tesis/07/07_1934.pdf

Philippe, D., & Gísli, P. (1996). Naturaleza y Sociedad. Londres: Siglo Veintiuno
Editores.

Carson, R. (1980) La Primavera Silenciosa. Grijalbo, Barcelona.

Esteban, A. De & Alvira, F. (eds.) (1982) Sociología y Medio Ambiente. Ed.


Ceotma- Mopu, Madrid.

Estudio Del CIS (2010) Información disponible en la página web del Centro de
Investigaciones
Sociológicas:http://www.cis.es/cis/opencms/Archivos/Marginales/2820_2839/28
37/e283700 html (vista el 08/10/2011).

López López, A. (1990a) “Ecología Humana, medio ambiente y ecosistema


global”. En Ministerio Sanidad y Consumo. Introducción a la Sociología
Ambiental y del Consumo. I.N.C., Madrid.

López López, A. (1990) El Espacio Ambiental Europeo. Prólogo de Carlo Ripa di


Meana. Universidad Complutense de Madrid/Instituto Nacional del Consumo
Madrid.

Pérez Adán, J. (1992) “El pensamiento ecológico de Juan Pablo II”. En Estudios
sobre la Encíclica Centesimus Annus. AEDOS, Unión Editorial, Madrid.

Rozak, T. (1980) El Nacimiento de una Contracultura. Kairos, Barcelona.

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