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ESTUDIANTES:
- ALVARADO CACERES, RONALD
- TECCSI PRADO, BRYAN
- VALENCIA VILLAIZAN, ARIANA
- YARANGA HUAMANCHAQUI, OSCAR
Callao, 2021
PERÚ
INDICE
I. INTRODUCCION ................................................................................................................ 3
BIBLIOGRAFIA.................................................................................................................... 11
ALVARADO CACERES RONALD
I. INTRODUCCION
A nivel urbano, algunos estudios (Sadik, 1991) muestran cómo, en promedio, una ciudad de
un millón de habitantes consume diariamente 625.000 mts³ de agua, 2.000 toneladas de
alimentos y 9.500 toneladas de combustible; lo que a su vez genera 500.000 mts³ de aguas
residuales, 2.000 toneladas de desechos sólidos y 950 toneladas de contaminantes
atmosféricos; esto sin tomar en cuenta los procesos industriales. El estudio muestra que estas
cifras cambian de acuerdo al tipo de ciudad y de cultura. Una persona en Nueva York produce
tres veces más desechos que una en Calcuta. Además, según cifras del World Resources
Institute en 2009, en la actualidad el 80% de las emisiones a la atmósfera de dióxido de
carbono (CO²), una de las principales fuentes para el calentamiento global, se genera en las
ciudades.
Otro aspecto sumamente importante es el efecto que tiene la contaminación sobre la salud
humana. Según el Banco Mundial, cerca de mil millones de personas están afectadas por la
contaminación tóxica producida por actividades industriales. Según la Organización Mundial
de la Salud (OMS), la contaminación del aire en las ciudades produce en la actualidad cerca
de un millón de muertes prematuras. Éste es un tema que ha adquirido especial importancia
debido a los altos costos en los sistemas de salud y la productividad laboral.
Los efectos de la contaminación del suelo también dependen de las propiedades de éste, ya
que controlan la movilidad, biodisponibilidad y tiempo de residencia de los contaminantes
La contaminación del suelo puede ser causada por un evento específico o una serie de eventos
dentro de un área determinada en la que los contaminantes son liberados al suelo y la fuente
e identidad de la contaminación son fácilmente identificadas. Este tipo de contaminación se
conoce como contaminación puntual. Las actividades antropogénicas representan las
principales fuentes de contaminación de tipo puntual.
La contaminación puntual es muy común en las zonas urbanas. Los suelos adyacentes a las
carreteras presentan altos niveles de metales pesados, hidrocarburos aromáticos policíclicos
y otros contaminantes (Kim et al., 2017; Kumar y Kothiyal, 2016; Venuti, Alfonsi y
Cavallo, 2016; Zhang et al., 2015b). Los vertederos antiguos o ilegales, en los que los
desechos no son eliminados correctamente o de acuerdo con su toxicidad (por ej.: baterías o
desechos radiactivos), así como la disposición de lodos de depuradora y aguas residuales
también pueden ser una fuente importante de contaminación puntual (Baderna et al., 2011;
BaumanKaszubska y Sikorski, 2009; Swati et al., 2014).
Las actividades vinculadas al transporte dentro y en torno a centros urbanos constituyen una
de las principales fuentes de contaminación del suelo, no solo por las emisiones de los motores
de combustión interna que alcanzan suelos ubicados a más de 100 metros de distancia por la
deposición atmosférica y por derrames de petróleo, sino también por las actividades y los
cambios generales resultantes de éstas (Mirsal, 2008).
Las salpicaduras generadas por el tráfico durante las lluvias y la escorrentía, que pueden ser
significativas si el sistema de drenaje no recibe un buen mantenimiento, pueden reubicar
partículas ricas en metales pesados procedentes de la corrosión de las partes metálicas de los
vehículos, de los neumáticos y de la abrasión del pavimento (Venuti, Alfonsi y Cavallo, 2016;
Zhang et al., 2015b) y otros contaminantes como los hidrocarburos aromáticos policíclicos,
el caucho y los compuestos derivados del plástico (Kumar y Rothiyal, 2016; Wawer et al.,
2015). La contaminación del suelo asociada a carreteras y autopistas es especialmente
importante en los suelos urbanos y periurbanos y puede representar una amenaza importante
cuando se da la producción de alimentos en las zonas adyacentes. La deposición foliar y la
absorción y transferencia por las raíces a los tejidos aéreos de metales pesados biodisponibles
son los principales procesos observados en los suelos adyacentes a las carreteras (Hashim et
al., 2017; Kim et al.,2017; Zhan et al., 2015b). El pastoreo en suelos adyacentes a las
carreteras también es bastante común, y la ingesta de suelo y plantas contaminados constituye
una transferencia dietética potencial de contaminantes que afectan la salud animal y humana
(Cruz et al., 2014).
Los establecimientos que reciclan las baterías de plomo han sido identificados como las
principales fuentes de contaminación del suelo en todo el mundo. Esto sucede especialmente
en África, donde la industria de las baterías de plomo se ha expandido notablemente en los
últimos años y seguirá creciendo, pero donde las regulaciones son débiles o inexistentes
(Gottesfeld et al., 2018).
VALENCIA VILLAIZAN ARIANA
El agua potable y los servicios de saneamiento adecuados son vitales para la salud.
Estos ofrecen también otros beneficios importantes – algunos fácilmente
identificables y cuantificables, como costes no incurridos y ahorro de tiempo, así
como otros beneficios menos tangibles que son más difíciles de medir, incluyendo
ventajas en términos de comodidad, mayor bienestar y dignidad personal,
privacidad y seguridad. En los análisis de costes y beneficios, los principales
beneficios de mejorar el acceso al agua y saneamiento se derivan del ahorro de
tiempo asociado con la cercanía de la ubicación de las instalaciones. El acceso fácil
se traduce en un aumento de la producción, mayor índice de asistencia a la escuela
y más tiempo libre. Los ecosistemas de agua dulce sostienen la producción de
alimentos y la producción de bienes como textiles para las prendas de vestir, así
como actividades económicas y recreativas, incluida la navegación (WWDR3, p.
91). Ellos regulan los caudales ambientales, purifican las aguas residuales y
eliminan la toxicidad de los residuos, regulan el clima, proporcionan protección
contra las tormentas, mitigan la erosión y ofrecen beneficios culturales; en
particular, estéticos, educativos y espirituales. Una inversión en el sector del agua
es una inversión en todos los ODM, no sólo en la Meta 10. El impacto de las
inversiones en el sector del agua, directamente dirigidos a los consumidores
pobres, no pasa desapercibido. El abastecimiento de agua potable inmediatamente
mejora la salud de las personas y les ahorra tiempo, que ellos pueden emplear para
estudiar o mejorar sus medios de vida para que pueden ganar más, alimentarse más
nutritivamente, disfrutar de una vida más saludable y contribuir a la economía local
(y nacional). Además, un mejor servicio de saneamiento protege a los pobres de
entornos sociales y físicos degradantes, de riesgos para la salud y de la exposición
a condiciones ambientales peligrosas.
Graves desastres relacionados con el agua, tales como las inundaciones, las
sequías, los tsunamis, los vendavales, los deslizamientos de tierra, las grandes
mareas, las enfermedades transmitidas por el agua y las epidemias han aumentado
desde principios del siglo XXI. Además, la variabilidad y el cambio del clima está
afectando ya a los recursos hídricos y a su gestión en diversas regiones.
Los líderes y los responsables de la toma de decisiones de alto nivel tienen que dar
un paso adelante y comprometerse a hacer una diferencia real al elevar el tema del
agua a la cabeza de la agenda política y trabajar juntos para resolver los problemas
de agua de nuestras ciudades que crecen cada vez más rápido.
Los peligros y desafíos que enfrenta el agua claman a pensar más allá de los límites
tradicionales del sector. Los profesionales del agua deben comprender que las
claves de muchas de las soluciones a sus problemas están en manos de los
responsables de tomar las decisiones en el ámbito de otras partes de la sociedad y
la economía. Asimismo, reconocer el agua como ‘elemento vital’ implica que
todas las decisiones importantes, siempre que se tomen, deben considerar su
impacto potencial sobre el agua.
Además de las implicaciones sociológicas y de salud, el aumento de la densidad
de la población en los asentamientos urbanos presenta graves impactos
ambientales. La transformación de las superficies de tierra natural en superficies
impermeables como calles, estacionamientos y bloques de edificios detienen el
agua de lluvia y la nieve derretida de alcanzar el suelo. También aumenta la
velocidad del flujo del agua, llevando contaminantes a los sistemas receptores de
agua y degradando aún más la calidad del agua. Este efecto del drenaje urbano
aumenta la frecuencia de las inundaciones repentinas, causando bajas y daños en
las infraestructuras (WWDR3, p. 31).
Salinas, E. S., Ortiz, L. H., & Godínez, M. L. (2014). Contaminación urbana del aire.
Obtenido de Universidad Autónoma del Estado de Morelos :
https://www.uaem.mx/dgds/files/libros/2014_LIBRO_CONTAMINACI%C3%9
3N%20URBANA%20DEL%20AIRE.%20ASPECTOS%20FISICOQU%C3%8
DMICOS%2C%20MICROBIOL%C3%93GICOS%20Y%20SOCIALES.pdf
Baderna, D., Maggioni, S., Boriani, E., Gemma, S., Molteni, M., Lombardo,
A., Colombo, A., Bordonali, S., Rotella, G., Lodi, M. & Benfenati, E.
https://doi.org/10.1016/j.envres.2011.01.015
Cruz, N., Rodrigues, S.M., Coelho, C., Carvalho, L., Duarte, A.C., Pereira,
https://doi.org/10.1016/j.apgeochem.2013.07.003
Gottesfeld, P., Were, F.H., Adogame, L., Gharbi, S., San, D., Nota, M.M.
609–614. https://doi.org/10.1016/j.envres.2017.11.055