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Cómo Descubrir Qué

Alimentos Son
Saludables para Ti

Hoy hablaremos de cómo saber qué alimentos son saludables para ti.

Este es un tema que a menudo causa confusión, porque hay una gran
cantidad de teorías sobre la alimentación, y muchas se contradicen entre
ellas: unas dicen que lácteos sí, otras que no; unas que cereales sí, otras
que no; y así con muchas cosas.

Y la mayoría usan argumentos que parecen bastante razonables.

Ante esto, surgen dudas: ¿cuáles son realmente los alimentos que
debemos comer?
¿Cuál es la alimentación que realmente nos conviene?

Hoy hablaremos de un método muy simple para descubrirlo por ti mismo.

Tu Alimentación Óptima Depende


de Ti
Un primer punto muy importante en este tema es que no hay una
alimentación óptima para todas las personas.

Cada persona es diferente, y esto se manifiesta también en nuestra


alimentación. Hay alimentos que pueden ser muy saludables para otra
persona, y no serlo para ti; y viceversa.

Por esto hay tantos libros y tantas teorías sobre este tema. Las personas
que los han escrito lo han hecho con muy buena intención, convencidas
de que lo que cuentan es cierto, porque a ellas les ha funcionado.

Pero no tiene porque funcionarte a ti.

Tú eres distinto. Eres único.

Y para tener una alimentación sana, debes descubrir qué alimentos son
saludables para ti.

No se trata de descubrir qué alimentos son saludables en general, sino


qué alimentos son saludables para ti en concreto.

Por Qué No Sabemos Qué


Alimentos Son Saludables
Una vez tenemos claro que no hay una alimentación óptima para todas
las personas, una pregunta importante para empezar es: ¿y por qué no
sabemos qué alimentos son saludables para nosotros?

De entrada, parecería lógico que cada persona pudiera notar qué


alimentos le convienen y qué alimentos no. Nuestro cuerpo tiene instinto
de supervivencia, así que lo normal sería que nos enviara alguna señal
cuando ingerimos algo que nos puede dañar.

Pero no es así. Podemos comer muchas cosas no saludables sin notar


prácticamente nada.

¿Por qué?

¿Cómo es que nuestro cuerpo no nos avisa?

La respuesta es que sí nos avisa; por lo menos al principio.

Lo que pasa es que no le hacemos caso. Y entonces deja de avisarnos.

Es lo que pasa cuando alguien empieza a fumar, por ejemplo. Cuando


alguien se fuma el primer cigarrillo, su cuerpo utiliza la tos y otras
sensaciones para avisarle de que eso no es saludable para él. Pero si no
le hace caso y sigue fumando, al poco tiempo dejará de hacerlo.

Decimos que el cuerpo se ha “acostumbrado”, aunque no es


exactamente esto lo que ha pasado. Más bien se ha resignado.

Pues con los alimentos pasa lo mismo. Hay muchos alimentos que,
cuando los probamos por primera vez, el cuerpo nos hizo una señal para
avisarnos (quizás no tan clara como la tos del tabaco, pero una señal al
fin y al cabo). Pero no le hicimos caso, y seguimos comiendo. Y ahora ya
no lo notamos.

Y esto nos lleva a un método muy simple para saber qué alimentos son
saludables para nosotros: volver al punto inicial para sentir otra vez lo
que el cuerpo nos dijo en esa ocasión.

Cómo Saber Qué Alimentos Son


Saludables para Ti
Así pues, una manera de saber si un determinado alimento es saludable
para nosotros es volver a una situación similar a cuando no lo habíamos
probado.

¿Y cómo podemos conseguir algo así?


Pues de una manera muy simple: dejando de comerlo durante un tiempo.
Esto permite que nuestro cuerpo se desacostumbre de él y que vuelva a
avisarnos cuando lo ingiramos.

Por ejemplo, imagínate que quieres saber si la leche es adecuada para ti.
Pues puedes dejar de tomar leche durante un tiempo y luego volver a
probarla. Y entonces fijarte muy bien en las sensaciones que te envíe tu
cuerpo.

Y lo mismo con cualquier otro alimento.

Como ves, es un método muy simple, al alcance de cualquier persona.

Solo hay dos cuestiones importantes para que sea efectivo.

La primera es que el tiempo durante el cual dejamos de comer el


alimento en cuestión debe ser largo, para que al cuerpo le dé tiempo de
liberarse de él. Esto depende de cada persona, pero generalmente debe
ser entre tres y seis meses como mínimo.

Y la segunda es que, cuando vuelvas a probarlo, debes fijarte muy bien


en las sensaciones que experimentas: físicas, mentales y emocionales.
En cualquiera de ellas puede estar la información que necesitas.

Así pues, este método tiene la pequeña dificultad de que requiere un


poco de paciencia y fuerza de voluntad, porque hay que estar un tiempo
sin ingerir el alimento que estamos evaluando. Pero las ventajas son muy
grandes, porque puedes experimentarlo por ti mismo.

No se trata de hacerte un análisis o algún otro tipo de prueba para que


alguien externo te diga lo que te conviene, sino que lo experimentas tú
directamente.

Y no hay nada tan revelador como ver las cosas en primera persona.

Un gran abrazo,

Jan

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