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Campus: Chilpancingo.

Licenciatura: Criminalística y Criminología.

Tema: Estructura de la Norma Penal.

Materia: Derecho Penal.

Alumno: Raúl Arturo Adame Catalán.

Semestre: Segundo Cuatrimestre.

Fecha Entrega: 16 de febrero de 2021.


Estructura de la Norma Penal

El Derecho penal definido como el conjunto de normas jurídicas mediante las que el estado
prohíbe, amenazando con sanción, la realización de determinados comportamientos, entra
dentro de lo que es el concepto de Derecho penal objetivo.

Por tanto, la norma jurídico-penal tiene como norma jurídica que es carácter de obligatoriedad.

La norma jurídico-penal también conocida como la ley penal, es la fuente principal del Derecho
penal y es una norma jurídica de carácter general aprobada por los órganos públicos que tienen
poder legislativo. Es importante establecer que no todo enunciado legal implica que sea una
norma jurídica completa, y por otro lado, un enunciado legal puede servir de base a muchas
normas. Sucede esto con los preceptos del Código Penal, en los que un mismo enunciado sirve
de base para dos tipos de normas:

Tipo de Estructuras

Normas primarias: norma dirigida al ciudadano que le prohíbe o le obliga llevar a cabo algún
acto susceptible se convertirse en delictivo.

Normas secundarias: norma en este caso que se dirige al juez, que le compromete a imponer
una pena en caso de que se cometa un delito.

Punibilidad

La Punibilidad como elemento del delito, se refiere a aquella conducta sobre la que existe la
posibilidad de aplicar una sanción o una pena, desde el punto de vista jurídico. Ya que ni
siempre; ni ante cualquier delito es aplicable una pena; el elemento de la punibilidad define
justamente, la posibilidad de que una pena sea aplicada, y de ahí la importancia del estudio de
la punibilidad y el delito.
Debemos decir que hay una parte de la doctrina que no considera a la punibilidad como un
elemento del delito, manteniendo por ejemplo que se trata de una consecuencia de este, pero
no de un elemento del mismo.

Por regla general, puede afirmarse que estamos ante un delito cuando se constata la existencia
de un comportamiento típico, antijurídico y culpable. No obstante, en algunos casos
excepcionales, y por razones de oportunidad o de política criminal, aún es preciso comprobar la
concurrencia o ausencia de algún factor adicional para afirmar que dicho comportamiento es
punible. Tales factores pueden ser condiciones objetivas de punibilidad o procedibilidad, causas
personales de exclusión de la pena o excusas absolutorias; en tales casos, aunque existe
merecimiento de pena (juicio de antijuricidad y de culpabilidad), el legislador ha considerado
que no hay necesidad de pena.

Iter Criminis

Iter criminis es una locución latina, que significa «camino del delito», utilizada en Derecho penal
para referirse al proceso de desarrollo del delito, es decir, las etapas que posee, desde el
momento en que se idea la comisión de un delito hasta que se consuma.

Por lo tanto, el iter criminis es un desarrollo dogmático, creado por la doctrina jurídica, con idea
de diferenciar cada fase del proceso, asignando a cada fase un grado de consumación que
permita luego aplicar las diferentes penas.

El iter criminis o camino del delito son las diferentes fases que atraviesa una persona desde que
en su mente se produce la idea de cometer un delito hasta que efectivamente lo lleva a cabo. Lo
importante de estas fases es diferenciar cuál de ellas es relevante para el Derecho Penal.
Diferenciamos por tanto dos fases: fase interna y fase externa del camino del delito.

El delito, es un fenómeno psíquico-físico, pues este nace en la mente del autor y se consuma
materialmente a través de la ejecución de una acción que produce un resultado, el delito
también es una infracción del deber ético-social. A esta estructura que sigue el delito se le
denomina, iter criminis, y se inicia desde la idea delictiva hasta la consumación del delito, en
este trayecto pueden distinguirse varios momentos.

Al respecto de esto, también se señala es el conjunto de actos sucesivos que sigue el delito en
su realización. En muchos casos el delito no aparece de pronto, sino que sigue un proceso que
los clásicos denominaban “iter criminis” o “camino del delito”. Antes de producirse el resultado,
partimos de la simple idea de cometer un delito, idea que surge en la mente del delincuente o
agresor, y que termina con la consumación de ese ilícito penal. Todos los actos que van desde la
ideación del delito, hasta su consumación es el “iter criminis”. Por lo tanto, desde el surgimiento
de la idea acerca del hecho criminal en la mente del sujeto, hasta el agotamiento del delito,
existen diversos momentos o etapas que se dan en la realización del mismo. La importancia de
las distintas fases reside en que algunos de los actos son punibles, pero otros no los son. Con
relación al denominado “iter criminis” el derecho penal interviene en el momento en que
comienza a exteriorizarse la voluntad del autor.

Fase interna

La fase interna del delito es la que sucede en la mente del autor y no puede, en ningún caso, ser
objeto del Derecho penal, porque es necesaria la exteriorización mediante acciones u omisiones
de ese hecho delictivo. Todo ello se basa en el principio cogitaciones penan aforismo latino que
significa que con el mero pensamiento no es punible (sancionable). Se produce la ideación, la
deliberación y la resolución del delito.

La fase interna se halla constituida por todos los momentos del ánimo a través de los cuales se
formaliza la voluntad criminal y que preceden a su manifestación. Se distinguen: la ideación del
delito, la deliberación y la resolución criminal. La fase interna es por sí sola irrelevante, el
derecho penal interviene a partir de la manifestación de la voluntad. Como sabemos el derecho
penal sanciona conductas y no pensamientos.

Fase externa.
En cuanto a la fase externa es la materialización de la idea, y en esta fase sí que ya puede
intervenir el Derecho Penal. El problema en este caso es determinar a partir de qué momento
nos encontramos ante una acción u omisión punible, y para ello la doctrina ha diferenciado dos
grandes grupos, los actos preparatorios y los actos ejecutivos.

Tentativa.

Está presente cuando, con el objetivo de cometer un delito, ha comenzado alguien su ejecución
por medios apropiados pero no se consuma por causas ajenas a su voluntad.
Los delitos imperfectos se caracterizan y se diferencian por la parte subjetiva. Ej. Alguien dispara
contra la víctima y le causa una herida: ¿cómo se sabe si es homicidio frustrado o lesión? Ya que
objetivamente es lo mismo. La diferencia radica en la intención del autor. Esta intención va a ser
la que permita diferenciar el delito y, por ello, es la parte central de los delitos de imperfecta
realización. Esto, sin embargo, no quiere decir que en estos delitos no haya una parte objetiva
(si la hay).

Tentativa Acabada.

En esta el delincuente realiza todos los actos necesarios para ejecutar el delito, pero no
consigue el efecto por una causa fortuita que este mismo no previo.

Tentativa inacabada.

 El sujeto no consigue el resultado típico ya que se interrumpe la realización de los actos
ejecutivos correspondientes para conseguir el efecto esperado, pero esta interrupción proviene
de circunstancia ajena a su voluntad, porque si éste termina por su propia voluntad, la
realización de la conducta típica estaríamos frente al desistimiento voluntario. La tentativa es
inidónea cuando los actos realizados no tienen en el caso concreto capacidad para poner en
peligro el bien jurídico protegido por la ley penal, hay tentativa inidónea o tentativa imposible
cuando los medios empleados por el autor son notoriamente inidóneos para causar el
resultado.

Punición.

Es la fijación de la concreta privación o restricción de bienes al autor del delito.


Es decir, la punición es la concreción de la punibilidad al caso individua, y da al infractor la
calidad de merecedor de la sanción correspondiente, en función de haber realizado la conducta
típica.
La punición se da en la instancia judicial, y es el momento en el cual el juez dictamina que el
sujeto es merecedor de la privación o restricción de bienes señalada en la punibilidad.

Efectos de Desistimiento e Ineficacia del Arrepentimiento.

La determinación de la pena comprende el estudio de las reglas que, partiendo de la pena base
prevista para el delito en abstracto en la Parte especial, permiten al juez imponer la pena
concreta en la sentencia. Muy frecuentemente la labor de determinación requiere elevar y/o
disminuir en uno o más grados el marco penal de partida, que se prevé en la Parte Especial para
los tipos básicos de los delitos. Esto puede suceder tanto porque así lo exija la existencia de un
tipo agravado o atenuado en la propia Parte Especial, como por aplicación de las reglas de la
Parte General relativas a grado de ejecución, participación, circunstancias, error de prohibición
y concursos. La pena a imponer se vincula con el hecho punible en particular, cuya consecuencia
es la imposición de una pena a quien ha sido declarado responsable. Esta afirmación se sustenta
en la propia significación de la palabra “imponer” que, de acuerdo al Diccionario de la Lengua
Española, implica “poner una carga, una obligación u otra cosa”1. Por lo que, sin ampliar ni el
concepto ni el sentido, dicho término está referido a una acción, la cual dentro del contexto
penal estaría dirigida a ser realizada por al juzgador y no por el legislador. En ese sentido, el
término “a imponerse” presupone que el juzgador ha realizado la determinación judicial de
pena en relación a la culpabilidad del imputado por el injusto penal atribuido.
Formas de Comisión del Delito.

Es la realización de una acción u omisión voluntarias, castigadas por la ley con una pena. En
otras palabras, es la acción de cometer un hecho delictivo, es decir, de un hecho sancionado por
las leyes penales.

Instantáneas.

Es el que se consuma en un momento, el que no puede prolongarse en el tiempo. Para


determinar ese carácter, es preciso atenerse al verbo, con el que la figura respectiva define la
conducta o el resultado típico. La forma o el modo de ejecución del delito tiene poco significado
para esta distinción, ya que la prolongación en el tiempo del proceso ejecutivo no es lo que
importa, sino el tiempo de la consumación.

Ejemplo: el homicidio es un típico delito instantáneo, porque la muerte se produce en un solo


momento que determina la consumación, y no pierde ese carácter por el hecho de que su
ejecución se prolongue en el tiempo.

Continuado.
Es una situación que se produce cuando un mismo sujeto realiza, en ejecución de un plan
preconcebido o aprovechando idéntica ocasión, una pluralidad de acciones u omisiones que
ofenden a uno o varios sujetos e infringen el mismo precepto penal o preceptos.

Permanentes.

Es una categoría de delitos que se caracterizan por una sola acción tipificada que se prolonga
sin interrupción en el tiempo, como sucede en el secuestro hasta la liberación de la persona
secuestrada, o en la desaparición forzada, hasta la aparición.

Bibliografía

https://www.palladinopellonabogados.com

https://www.iberley.es › Temas › Penal › 2020


https://www.wikipedia.org

https://www.diccionario.org

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