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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DE PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR UNIVERSIDAD


NACIONAL EXPERIMENTAL DE LOS LLANOS CENTRALES “ROMULO GALLEGOS”
EJE TERRITORIAL DISTRITO CAPITAL, MIRANDA, LA GUAIRA
AULA TERRITORIAL UNIDAD EDUCATIVA “MIGUEL ANTONIO CARO”
CARACAS-PARROQUIA SUCRE
U.C. PROCESAL PENAL SUPERIOR II

ÁREA DE POSTGRADO

(Tema VII)

ITER CRIMINIS / CONCURSO DE PERSONAS EN EL DELITO / CONCURSO DE


DELITO /EXTINCION DE LA RESPONSABILIDAD PENAL.

Docente: Estudiantes:
Abg. Luis Monzón Z. Abg. Bolívar Johannys
C.I. 16.225.233
Abg. Soto Iorberis
C.I. 10.119.275

Caracas Julio 2020


ITER CRIMINIS
Es una expresión latina, que significa camino del delito, utilizada en Derecho penal para
describir al proceso de desarrollo del delito, es decir, las etapas que tiene, desde el momento en
que se piensa en la comisión de un delito hasta que se consuma.

Este es un desarrollo dogmático, creado por la doctrina jurídica, con idea de diferenciar
cada fase del proceso, estableciendo a cada fase un grado de consumación que permita luego
aplicar las diferentes penas.

El iter criminis o camino del delito son las diferentes fases que atraviesa una persona
desde que en su mente se produce la idea de cometer un delito hasta que efectivamente lo lleva a
cabo. Lo importante de estas fases es diferenciar cuál de ellas es relevante para el Derecho Penal.
Diferenciamos por tanto dos fases: fase interna y fase externa del camino del delito.
Este es un fenómeno psíquico-físico, pues este brota en la mente del autor y se ejecuta
materialmente a través de una acción que ocasiona un resultado, el delito también es una
infracción del deber ético-social en este trayecto pueden distinguirse varios momentos.
Al respecto de esto, también se señala como el conjunto de actos sucesivos que siguen al
delito en su realización. En muchos casos el delito no aparece de pronto, sino que sigue un
proceso antes de producirse el resultado, partimos de la simple idea de cometer un delito, idea
que surge en la mente del delincuente o agresor, y que termina con la consumación de ese ilícito
penal. Todos los actos que van desde la ideación del delito, hasta su consumación es el “iter
criminis”. Por lo tanto, desde el surgimiento de la idea acerca del hecho criminal en la mente del
sujeto, hasta el agotamiento del delito, existen diversos momentos o etapas que se dan en la
realización del mismo.
La importancia de las distintas fases reside en que algunos de los actos son punibles.

Fases del delito


Fase interna
Es la que sucede en la mente del autor y no puede, en ningún caso, ser objeto del Derecho
penal, porque es necesaria la exteriorización mediante acciones u omisiones de ese hecho
delictivo. Todo ello se basa en el principio cogitationis poenam nemo patitur, aforismo latino que
significa que con el mero pensamiento no es punible (sancionable). Se produce la ideación, la
deliberación y la resolución del delito.

Se halla constituida por todos los momentos del ánimo a través de los cuales se formaliza
la voluntad criminal y que preceden a su manifestación. Se distinguen: la ideación del delito, la
deliberación y la resolución criminal. La fase interna es por sí sola irrelevante, el derecho penal
interviene a partir de la manifestación de la voluntad. Como sabemos el derecho penal sanciona
conductas y no pensamientos.
Fase externa
En cuanto a la fase externa es la materialización de la idea, y en esta fase sí que ya puede
intervenir el Derecho Penal. El problema en este caso es determinar a partir de qué momento nos
encontramos ante una acción u omisión punible, y para ello la doctrina ha diferenciado dos
grandes grupos, los actos preparatorios y los actos ejecutivos.

Actos preparatorios
En esta fase el autor del delito se provee de los materiales o conocimientos necesarios
para llevar a cabo su delito. Éstos son actos equívocos y multívocos: es decir, tienen varios
significados y varios sentidos posibles, siendo actos susceptibles de varias interpretaciones. Los
actos intermedios se consideran un momento intermedio entre la fase interna y la ejecución del
delito, y pueden ser considerados punibles. Tienen tal consideración los siguientes:

Conspiración: se trata del concierto entre dos o más sujetos para ejecutar un delito y
resolución ejecutable. Para que se produzca es necesario:
 El concurso de dos o más personas que reúnan las condiciones necesarias para poder ser
autores del delito
 El concierto de voluntades entre ellas o pactum scaleris
 La resolución ejecutiva de todas y cada una de ellas, o decisión sobre la efectividad de lo
proyectado
 Que dicha resolución tenga por objeto la ejecución de un delito concreto, y que este sea
de los que el legislador ha considerado especialmente merecedor de punibilidad
 Que exista un lapso relevante entre el proyecto y la acción que permita apreciar una
mínima firmeza de la resolución, ya que no puede ser repentina y espontáneamente
 Que no se haya dado comienzo a la ejecución delictiva, pero sí se haya tomado la
decisión de iniciar una actividad concreta que manifieste la voluntad de delinquir.

Proposición: se trata de un acto preparatorio en su modalidad de resolución manifestada, que


implica una ausencia de actos ejecutivos. Se le denomina a este acto preparatorio de inducción
frustrada o tentativa de inducción. Los requisitos para que se produzca son los siguientes:
 Resolución firme del proponente para la ejecución del hecho.
 El propósito de intervenir directa o personalmente en la ejecución del hecho delictivo.
 La búsqueda de otra persona para participar en el hecho, independientemente que sea o
no aceptada por la persona a que se proponga.
 Ausencia de inicio de ejecución, ya que en el CP no se exige que el proponente tenga real
intención de participar realmente en la ejecución del hecho.
 Provocación para delinquir: se trata de procurar la perpetración de un delito. En este caso,
el provocador no necesariamente ha de tomar parte directa y materialmente en el acto,
solo se exige que intente determinar en otros la ejecución de un hecho delictivo. Se
requiere:
 Iniciativa para la ejecución de hechos delictivos
 Que el destinatario lo perciba, ya sean uno o varios destinatarios
 Que tenga la finalidad de convencer a los receptores del mensaje
 Ausencia de inicio de la ejecución
 Actos ejecutivos

En cuanto a los actos ejecutivos: el principio es contrario, es decir, que todos los actos son
punibles. Se han utilizado varias teorías para diferenciar los actos preparatorios y los actos
ejecutivos:

Teorías subjetivas: serían aquellas para las cuales lo determinante es la opinión del autor
sobre su plan criminal.
Teoría objetivo-material: según esta teoría, los que se encuentran unidos a los actos ejecutivos de
manera que son parte de aquellos.
Los actos ejecutivos, en definitiva, son aquellos en que el sujeto comienza la ejecución del delito,
independientemente de que este se termine produciendo o no: es decir, que sea consumado
(parcial o totalmente) o que se quede en tentativa de delito.

DELITO CONSUMADO Y FRUSTRADO


Artículo Principal: Delito Frustrado
En el Derecho penal español, el delito se entiende consumado desde que hay inicio de
ejecución, sin atender si se producen o no los resultados esperados. No obstante, la doctrina y
algunas legislaciones extranjeras distinguen entre el delito efectivamente consumado y el que no
alcanza a serlo:
 Delito consumado: Cuando el delito se desarrolla y produce sus efectos en forma
integral.
 Delito frustrado: Tiene lugar cuando alguien ha realizado, con el objeto de cometer un
delito, todo lo necesario para consumarlo y, sin embargo, no lo ha logrado por
circunstancias ajenas a su voluntad. Se diferencia de la tentativa de delito en que, en este
caso, el fracaso en la obtención del resultado delictivo se debe a la voluntad de un tercero,
pero sí que se hayan ejecutados todos los actos necesarios para la consumación.
Tentativa de Delito
Artículo principal: Tentativa
Con respecto a la tentativa, puede ser de dos tipos, acabada (donde el sujeto realiza todos los
actos para la comisión del delito), como inacabada (en la que el sujeto realiza solo una parte de
los actos). La diferencia entre estas dos clases de tentativa deviene con respecto a la
determinación de la pena, es decir, en el plano práctico, ya que según el art. 62 del CP, «a los
autores de tentativa se les impondrá una pena inferior en uno o dos grados a la señalada por la
Ley para el delito consumado, en la extensión que se estime adecuada».
La tentativa consta de una estructura diferenciada por dos tipos, tipo objetivo que es el
comienzo de ejecución propiamente dicho; y el tipo subjetivo o dolo, es decir, la voluntad del
sujeto de querer realizar el tipo objetivo. Podemos por ello confirmar que posee la misma
estructura que el delito consumado.
En este punto, hemos de hacer referencia al desistimiento del delito en grado de tentativa,
que se produce cuando un sujeto renuncia a la consumación del delito iniciada ya la fase
ejecutiva, y al que se considera una causa personal o excusa absolutoria. Para que se produzca
ese desistimiento, se exigen dos requisitos:
Ha de ser una decisión voluntaria del sujeto: se trata de una actitud psíquica del que
desiste. Hay que distinguir entre: si el intento aún no ha fracasado y depende de la voluntad del
que desiste conseguir la voluntad; o si por el contrario, si el sujeto, tras un primer intento
fracasado, puede aún conseguir su objetivo. Lo importante por tanto es que además de posible
sea también definitivo, es decir, basta con que desista de su propósito originario, siendo
independiente que en el futuro vuelva a intentarlo de nuevo. Sin embargo, hay que diferenciar si
el desistimiento es voluntario (se desiste por motivos éticos), que sea involuntario (se desiste por
motivos interesados), en cuyo caso no exime de responsabilidad penal.
Ha de evitar la consumación del delito: se puede desistir en dos situaciones, cuando ya
estamos ante tentativa acabada o en supuestos de tentativa inacabada. Si a pesar de desistir, el
resultado consumativo se produce, se ha de tratar como concurso real entre tentativa del delito
doloso con la atenuante de arrepentimiento u otra análoga y el resultado consumado por
imprudencia, si se dan los requisitos.
Fase interna

Es la fase en la que al sujeto le surge la idea criminal, y adopta la decisión de planificar


cómo y ejecutar el tipo delictivo sobre el que previamente ha pensado. En realidad este momento
de ideación no interesa al Derecho Penal, ya que la resolución interna de delinquir no es punible
(y no estaría justificada su represión): nadie sufre pena por su pensamiento.

Aquí nos encontramos con tres momentos diferentes:

 Ideación: primera idea o primera aproximación al propósito de delinquir por parte del
sujeto activo.
 Deliberación: meditación sobre la comisión o no del delito. En este momento es cuando
el futuro delincuente estudia tanto los motivos de su posible actuación como las
consecuencias derivadas de ésta.
 Decisión: etapa final de la fase interna, el sujeto en base a sus planteamientos decide
actuar.

Actos preparatorios

Con los actos preparatorios, el sujeto da comienzo a la fase externa, de objetivación de


una voluntad que proyecta en el ataque de unos determinados bienes jurídicos. El ordenamiento
jurídico ante esos ataques no puede retrasar su intervención, es decir, que estos actos
preparatorios, al contrario que la fase de ideación, sí interesa al Derecho Penal. El principal
problema consistiría en determinar con claridad el límite entre la simple preparación no relevante
y los actos encaminados a la ejecución (los primeros no son punibles, mientras que los segundos
sí). Así las cosas, para la diferenciación entre los actos preparatorios y de ejecución se han
planteado las siguientes doctrinas:

 Subjetivas: Las teorías subjetivas se basan en el dolo relativo al delito consumado, lo


que dificulta la diferencia entre acto preparatorio y principio de ejecución.
 Objetivas: La teoría del acto próximo. Según esta teoría, los actos remotos respecto del
resultado son preparatorios y los próximos a él, tentativa.
 Teoría de la univocidad. Dicha teoría, define el acto preparatorio como el acto externo
que podrá conducir tanto al delito como a una acción inofensiva, mientras la tentativa va
inequívocamente dirigida a la realización del delito.
 Teoría objetivo-formal. Esta teoría nos dice que la ejecución principal se da cuando ha
comenzado a realizarse alguno de los elementos recogidos en el tipo delictivo. Los actos
periféricos (los que no realizan el verbo del tipo), son preparatorios, y, frente a ellos, los
que constituyen el núcleo del tipo entrañan la tentativa.
 Teoría objetivo-materia. Interpreta que la ejecución se inicia cuando ha empezado a
estar en peligro el bien jurídico protegido. Hay comienzo de ejecución cuando los actos,
dada su necesaria pertenencia a la acción típica, aparecen como parte de ella según una
concepción natural; en otro supuesto, son meros actos preparatorios.
 Teoría funcionalista. No hay comienzo de la ejecución si a situación, según la
representación del sujeto, no es cercana a la consumación, y tampoco si son
comportamientos socialmente habituales. Junto a esos criterios obligatorios, coexisten
otros variables; la cercanía temporal a la acción típica y la introducción en la esfera de
protección de la víctima marcan el comienzo de la ejecución.

Solo cuando expresamente así se indique serán punibles los actos preparatorios. Cuando se
supere la preparación, estaremos antes una tentativa o una consumación del delito. En estos
casos, la tentativa o la consumación, incompatibles con los actos preparatorios, absorberán
aquéllas a éstos. Asimismo, por más que la ley conceptúe a los actos preparatorios como
resoluciones manifestadas, tanto la conspiración, como la proposición como la provocación para
delinquir son punibles. En ocasiones, el Código Penal puede llegar a calificar como un tipo penal
propio, lo que tiene apariencia de actos preparatorios, como por ejemplo la tenencia de sustancias
precursoras de la fabricación de drogas.

Dentro de los actos preparatorios destaca:

 La conspiración (Art. 17 Código Penal).


 La proposición (Art. 17 Código Penal).
 La provocación (Art. 18.1 Código Penal).
 La apología (Art. 18 Código Penal).

La tentativa: Establece el 16 Código Penal que hay tentativa cuando el sujeto da principio
a la ejecución del delito directamente por hechos exteriores, practicando todos o parte de los
actos que objetivamente deberían producir el resultado, y sin embargo éste no se produce por
causas independientes de la voluntad del autor.

La consumación del delito: consiste en la realización de todos los elementos objetivos y


subjetivos del tipo delictivo; es decir, una efectiva ofensa o lesión (o puesta en peligro) del bien
jurídico protegido. El 15 Código Penal dice que son punibles el delito consumado y la tentativa
de delito y el 61 Código Penal que cuando la ley establece una pena, se entiende que la impone a
los autores de la infracción consumada.

El momento de la consumación plantea problemas por el hecho de su dependencia de la


estructura típica. Es obligado, por tanto, diferenciar los supuestos siguientes:
Los delitos instantáneos se consuman al conjugarse la resolución de voluntad y el logro
material del tipo objetivo.

Los delitos permanentes alcanzan el resultado con la agresión al bien jurídico aunque el
estado antijurídico consumado se prolonga temporalmente hasta su cesación o terminación por
voluntad del autor. Esa terminación es el límite de adhesión de nuevos partícipes y marca el día
inicial del cómputo prescriptito.

Los delitos de hábito, al expresar un arraigo en la tendencia del autor y no realizar el tipo
cada acción aislada, subordinan la determinación consumativa a la valoración judicial,
comenzando el término prescriptito "desde que cesó la conducta".

El delito continuado obtiene la consumación final de la realidad de la pluralidad de


acciones u omisiones que lo califican, comenzando el cómputo del plazo de prescripción "desde
el día en que se realizó la última infracción".

La consecuencia principal de la consumación se encuentra plenamente ligada a la


imposición de la pena correspondiente al tipo penal efectuado. En este sentido se pena tanto
cuando los delitos han sido consumados como cuando han sido "intentados". A parte de esto el
establecimiento del momento de consumación puede resultar útil para establecer:

 El momento límite para el desistimiento voluntario.


 La participación punible de terceras personas
 Los plazos de prescripción del delito.

CONCURSO DE PERSONAS EN EL DELITO

Los delitos en los que participa una persona son los llamados delitos circunstanciales.
Donde aparecen varias personas son necesarias, de acuerdo con la coautoría que pueda tener
cada una de ellas.

 El autor: Es la persona física imputable que participa directamente en el hecho punible.


 El coautor: Es cuando ya no es uno, sino que son varias personas las que van a participar
en dentro del delito. El autor es uno solo, pero cuando hay varios dentro del delito debe
llamárseles coautores. El coautor, es cuando varias personas en condiciones físicas y
mentales son imputadas por participar como autor conjuntamente con otras personas en la
perpetración del hecho punible.
 Coautoría: Cuando varias personas participan como coautoras en la perpetración de un
hecho punible.

Lo que quiere decir, que cada uno de los coautores tiene la misma pena, y no se hace
rebaja de pena de ningún tipo. Al ser coautores a todos se les pone la misma pena por el hecho
cometido, no se establecen diferencias en cuanto a la aplicación de la pena.

La coautoría que aparece reflejada en el C.P. en el Art. 83 “Cuando varias personas


concurran a la ejecución de un hecho punible, cada uno de los perpetradores (autores) y de los
cooperadores inmediatos queda sujeto a la pena correspondiente al hecho perpetrado. En la
misma pena incurre el que ha determinado a otro a cometer el hecho”.

El Código Penal no habla del autor, pero sabemos que es cuando es uno solo el que
comete el hecho punible. El Art. 83 habla de coautoría (Varias personas). Los autores materiales
son los que van directamente a la perpetración del hecho punible. El autor intelectual es el que va
a participar pero de otra forma, no va directamente a la perpetración del hecho punible.

Dentro de los coautores, hay unos que son coautores necesarios y otros que son coautores
circunstanciales.

Los coautores: son necesarios cuando dos o más personas participan en un hecho
punible y el delito establece que para poderlo cometer se necesitan dos o más personas para
poderlo cometer, y no puede ser una sola persona. Como serían todos los casos de
agavillamiento, previsto en el Art. 286 C.P. “Cuando dos o más personas se asocien con el fin de
cometer delitos, cada una de ellas será penada, por el solo hecho de la asociación, con prisión de
dos a cinco años”.

Una sola persona no puede hacer agavillamiento; sino que dos o tres se reúnan y
planifiquen un atraco, por lo que allí se estará dando una coautoría; lo cual sería un robo
agravado, y al momento de sancionar el Juez se sanciona por el delito principal que es el de robo
agravado, por ese delito establece la pena y luego es cuando establece la pena por
agavillamiento.
Si tres personas se ponen de acuerdo para matar a otra, y los tres van al acto y lo matan.
Estaríamos hablando de una coautoría circunstancial como el Art. 405 C.P. ¿Por qué? Porque
matar a una persona es un delito individual y no se necesitan de dos o más para matar a uno; pero
en un robo, si pueden estar dos o más personas; Por ejemplo, si van a atracar a un camión
blindado, por lo general no va una sola persona a perpetrar el hecho punible, sino que se ponen
de acuerdo varias “asociados”, como sería el caso de una banda de delincuentes: están asociados
para cometer delitos; por ello cuando los cuerpos policiales hablan de que fulano pertenece a la
banda de “Pedro de los palotes” estamos hablando de que están asociados para cometer delitos,
lo que quiere decir que cuando la agarren se les debe aplicar el Art. 286 C.P. del agavillamiento.
No lo es lo mismo que dos personas circunstancialmente se encuentren y decidan cometer un
hurto, es algo circunstancial, no están asociados por lo que no se aplica el agavillamiento.
Cuando ustedes vean en la prensa por ejemplo, que a se coloca el delito y además le dan la
sanción del agavillamiento, eso implica que es una banda, están asociados, sirva de ejemplo el
caso de la banda de Avendaño. Ya que es un hecho notorio que están asociados para cometer
delitos por lo que se les aplica la coautoría, que no es algo circunstancial; como en el caso del
homicidio.

Para el agavillamiento hay que demostrar lo que dice la norma “asocien” asociación que
no puede ser circunstancial sino que se conozca que esas personas están y andan juntas, por eso
hay tanto el autor material como el autor intelectual.

El autor material es el que va con el arma y mata; pero el intelectual, tiene dos formas
de actuar: En una forma intelectual “moral” y en una forma material. En la forma intelectual, es
cuando llega y le dice a la persona. >Mira, hay que matar a fulanito y le va metiendo la idea en la
cabeza, y lo le da y prepara intelectualmente para que vaya a matar y luego le da los medios, los
recursos para que ejecute el hecho. Actualmente sirva de ejemplo el caso Anderson, en el cual
hay autores materiales e intelectuales, es decir, hay coautorías, se señalan dos posibles autores
materiales, pero también se están buscando a los autores intelectuales.

El autor intelectual es más difícil de encontrar que al autor material, porque este último
ejecuta el acto, no así el intelectual.
En un juicio se debe demostrar dónde hubo esa parte intelectual, donde éste le dijo al
autor material, hay que matarlo, hay que hacerlo, etc. Que es lo que en el caso Anderson se
pretende hacer a través del testigo.

El testigo no dice que lo mataron, lo que dice es que estuvo en una reunión donde se
planificó el hecho y da los nombres de los presentes; porque en el delito intelectual hay que
demostrar que antes de que se consumara el hecho manifestó su voluntad de que ese hecho se
sucediera, ocurriera. 

Hay que demostrar de que en verdad ocurrió la reunión, que es la parte intelectual y
después demostrar la parte material que sería “aquí está el dinero para lo ejecuten”, ¡aquí está el
arma, los explosivos, el C4, etc. No es fácil demostrar la parte intelectual, hay que hacerlo con
muchas evidencias. Por eso la coautoría tiene dos vertientes: Una parte material y una parte
intelectual. Ver la norma del Art. 83 C.P. Son cooperadores todos los que van a estar allí. De
acuerdo al Art. 83 C.P. Tanto el autor material como el intelectual tendrían la misma pena; sólo
que se tendrá que señalar por ejemplo en el caso del Art. 405 C.P. a uno como culpable del delito
de homicidio intencional simple y al otro como homicidio intencional simple en grado de
instigador o en grado de ser el autor intelectual del hecho.

Cuando el programa se refiere a las exigencias legales en materia de participación se refiere al


Art. 83.

CLASES DE PARTÍCIPES:

El instigador: Ya lo señalamos; el Cooperador es el que va con el autor; los Cómplices son los
que actúan como lo señala el Art. 84 C.P. es decir, que haya tres maneras de participar como
cómplice:

Excitando o reforzando la resolución de perpetrarlo o prometiendo asistencia y ayuda para


después de cometido. En este caso no es el autor intelectual, sino que se diferencia de aquel en
que el intelectual da la parte moral y material, pero éste excita por que aquellos tienen ya la
decisión tomada de cometer el hecho punible como pudiera ser el robo. Mientras que en el
intelectual, aún la persona no tiene la intención de cometer el hecho punible ni el robo. El
intelectual trabaja para que aquellos lo hagan.
Dando instrucciones o suministrando medios para realizarlo. En este problema es donde caen
algunos funcionarios policiales, cuando dan las instrucciones de cómo se debe hacer, donde está
el sitio y les dicen tome el arma. Aquí da instrucciones y está suministrando los medios para
realizarlos. No va al sitio pero da el medio para que fueran y lo hicieran.

Facilitando la perpetración del hecho o prestando asistencia o auxilio para que se realice, antes
de su ejecución o durante ella. En esta última, podemos hablar del “campanita” el que facilita la
perpetración que llama a los que van a cometer el hecho punible y les dice “vénganse que esto
está solo” “no pierdas tiempo si no que vete directo a aquella bóveda” este es el Facilitador, él
puede abrir la puerta, el que les dice aquella es la gerente, etc. Facilita la perpetración y presta
asistencia para que la persona haga todo.

Estos tres tipos no tienen nada que ver con el autor intelectual, ni con la coautoría. Porque ya
hay una decisión tomada él lo que está es facilitando los medios para que se haga. Estos son los
cómplices necesarios, porque sin su ayuda el delito no se podría cometer.

A los cómplices se les aplica la mitad de la pena Art. 84 C.P.

En el Art. 85 C.P. quiere decir que las circunstancias agravantes o atenuantes son
personalísimas, es decir que pertenecen únicamente a la persona que va a la perpetración del
hecho punible. Es decir sólo van a favorecer o perjudicar a aquellos que tengan esa agravante o
atenuante. Por ejemplo, el Art. 481 C.P. A, B y C. A es hijo de D, A hijo de D, se pone de
acuerdo con B y con C para estafar a D; La estafa (Art. 462 C.P.); tiene una pena de 1 a 5 años,
la media aplicar es de 3 años; que circunstancias se van a ver. A por este hecho, queda sin
responsabilidad de acuerdo al Art. 481, 2º C.P. Pero la situación que favorece a A no favorece a
B ni a C, que deben correr con la sanción del hecho punible cometido. S. A tiene una excusa
absolutoria, no tiene la pena porque se la quita el parentesco con D.

El Art. 85 dice “Los que consintieren en la ejecución material del hecho o en los medios
empleados para realizarlos, servirán para agravar la responsabilidad únicamente de los que
tuvieron conocimiento de ellas en el momento de la acción o en el de su cooperación para
perpetrar el delito”
Lo que quiere decir la perpetración material, real del hecho, que no es la parte personal
(como en el caso de A), es decir que son coautores y todos responden por ese hecho material,
porque todos tienen responsabilidad por el hecho material, en este caso la sanción sería igual
para A, B y C.

Las circunstancias personales son las que se ven como en el caso de la edad que puede
favorecer a alguno, pero no a todos. Los hechos punibles son personalísimos.

LA COMPLICIDAD CORRESPECTIVA:

Art. 424 C.P. “Cuando la perpetración de la muerte o las lesiones han tomado parte varías
personas y no pudiere descubrirse quien las causó, se castigará a todos con las penas
respectivamente correspondientes al delito cometido, disminuidas de una tercera parte a la mitad.

No se aplicará esta rebaja de pena al cooperador inmediato del hecho”

Sólo se da en los casos de muertes o lesiones. Participan varias personas, como por
ejemplo A, B y C y matan a D, pero estos tres señores A, B y C; los tres estaban cuando murió
D, pero al hacer las pruebas científicas estas no demuestran cuál de los tres disparó por que los
tres dispararon y una bala lo mató pero no se sabe cuál de los tres lo mato, por lo que hay
complicidad correspectiva. Si hay un homicidio se toma de 12 a 18 años, la media sería de 15
años, se ven las agravantes y atenuantes del hecho, si hay atenuantes se les aplica 12. Pero no se
sabe quién fue: porque si se supiera que el autor material es A, B y C estarían en grado de
complicidad, por lo que para A serían 12 años y para B y C 6 años. Pero como no se sabe cuál
fue de los tres se les aplica la pena correspondiente al hecho punible pero rebajada de una tercera
parte a la mitad Art. 424 C.P. Una tercera parte sería 4 años, si en el anterior se tomó la mínima,
debemos también rebajar la mínima que serían 4 años; por lo que la pena sería de 8 años. En base
a lo que se toma primero se toma para el segundo en la misma proporción que para el delito
principal.
Cuando hay la admisión de los hechos, si es homicidio no tiene rebaja, y como no tiene
rebaja hasta la mitad se va sólo a rebajar el tercio. Lo importante es saber que el Art. 424 es el
único que regula la complicidad correspectiva. Las penas son individuales. Si es una dama, hay
tomar en cuenta; si es un señor de 70 años hay que tomarlo en cuenta, como lo señala el Art. 85
C.P

El concurso de delitos se trata de la acumulación de varias conductas punibles que se


cometen al realizar un único hecho ilícito. Por ello, se puede afirmar que un delito puede acarrear
la condena de varias penas distintas.

EL CONCURSO DE DELITOS
Consiste en la acumulación de varias conductas punibles que se cometen al realizar un
único hecho ilícito.
El concurso de delitos se encuentra regulado en los artículos 73 y siguientes del Código
Penal, situado en la sección 2ª (reglas especiales para la aplicación de las penas) del Capítulo II
(de la aplicación de las penas), del Título III (de las penas).
Al responsable de dos o más delitos o faltas se le impondrán todas las penas
correspondientes a las diversas infracciones para su cumplimiento simultáneo, si fuera posible,
por la naturaleza y efectos de las mismas.

Distinción entre concurso de delitos y acumulación de penas no es lo mismo considerar


que ante un hecho ilícito cabe contemplar un concurso de delitos, que considerar que cabe la
aplicación de diversas penas. Dentro de este último aspecto, se ha de tener en cuenta que, para un
único delito, el castigo puede consistir en la aplicación de:

 Pena única. Cuando el Código Penal menciona una única consecuencia a aplicar sobre el
infractor, independientemente de la posibilidad de aplicar penas accesorias. Por ejemplo, el
artículo 138 del Código sobre el homicidio conlleva la pena única de prisión entre 10 y 15
años.
 Penas acumulativas. Bajo este supuesto, el tipo penal impone dos o más penas de forma
que, aunque sean de distinta naturaleza, se han de aplicar conjuntamente. Además, podría
acumularse alguna medida de seguridad, como ocurre con delitos como el de atentar contra
la vida (art. 140 CP).
 Penas alternativas. Son aquellas que provocan que el tribunal tenga que optar por alguna
de las penas previstas a aplicar. Un ejemplo de ello sería el artículo 294 del Código Penal
sobre delitos societarios y la obstaculización de inspección administrativa.

TIPOS DE CONCURSO DE DELITOS

A tenor del artículo 77 del Código Penal, el concurso de delitos se puede manifestar de
dos formas diferentes:

 Concurso ideal. Se produce cuando un solo hecho conlleva más de dos infracciones. La
pena prevista de mayor gravedad se escogerá en su mitad superior.
 Concurso medial. Tiene lugar cuando se delinque para lograr otra estafa. Bajo esta
circunstancia, se aplicará la pena superior a la que habría suspendido por la infracción
más grave. No obstante, nunca el resultado puede ser mayor a la suma aritmética de las
penas.
 Además, podemos encontrar un tercer tipo, denominado concurso real de delitos que se
produce debido a la realización de diferentes hechos punibles para cometer un delito.

Todo concurso de delitos da lugar a una acumulación jurídica de penas conforme a la que se
establecerán varios límites. Para entender esta noción, hemos de acudir a los artículos 76 y 77 del
Código Penal.

Concretamente, en el artículo 76 se recogen una serie de límites generales y especiales en


función del tipo de concurso de delitos que se presente:

 Límites generales: no se puede superar el triplo de las penas, ni tampoco dicho triplo
podría ser superior a 20 años.
 Límites especiales: desde la reforma del Código Penal en 2003, se podría superar el
límite anterior de 20 años en los siguientes supuestos:
 Excepcionalmente, este límite máximo será:
 De 25 años, cuando el sujeto haya sido condenado por dos o más delitos y alguno de ellos
esté castigado por la ley con pena de prisión de hasta 20 años.
 De 30 años, cuando el sujeto haya sido condenado por dos o más delitos y alguno de ellos
esté castigado por la ley con pena de prisión superior a 20 años.
 De 40 años, cuando el sujeto haya sido condenado por dos o más delitos y, al menos, dos
de ellos estén castigados por la ley con pena de prisión superior a 20 años.
 De 40 años, cuando el sujeto haya sido condenado por dos o más delitos referentes a
organizaciones y grupos terroristas y delitos de terrorismo del Capítulo VII del Título
XXII del Libro II de este Código y alguno de ellos esté castigado por la ley con pena de
prisión superior a 20 años.
 Cuando el sujeto haya sido condenado por dos o más delitos y, al menos, uno de ellos
esté castigado por la ley con pena de prisión permanente revisable, se estará a lo
dispuesto en los artículos 92 y 78 bis.
EXTINCIÓN DE LA PENA
La extinción de la pena tiene como presupuestos específicos circunstancias que
sobrevienen después de cometida la infracción penal, y tiene como fundamento la anulación de
la ejecución de la pena.

En tales circunstancias se limita grandemente el derecho del Estado imponer la pena


hasta llegar a cesarse tal potestad. Para el sujeto que cometió el delito desaparece la obligación
de cumplir la pena consecuencia de su accionar.

CAUSALES DE LA EXTINCIÓN DE LA PENA.

El artículo 85° del Código Penal establece las causales por las cuales se extingue la ejecución
penal, siendo las siguientes:

 La muerte del condenado, la amnistía, el indulto y la prescripción.

 El cumplimiento de la pena impuesta.

 Por exención de la pena.

 Perdón del ofendido en los delitos de acción privada.

 Por Prescripción.
El plazo de prescripción de la pena se empieza a contar desde la fecha de la sentencia de
término o de la fecha del quebrantamiento de la condena, si está hubiese comenzado a cumplirse.
Los plazos de prescripción de la pena son iguales que los de la acción penal. Dada la normativa
de la prescripción de la pena, no procede la suspensión, sino que únicamente la interrupción por
comisión de nuevo crimen o simple delito.

CUMPLIMENTO DE LA PENA.
El cumplimiento de la pena es la causa más frecuente de extinción penal; el cumplimiento
de la condena supone que el sujeto ha pagado sus culpas y saldado su deuda con la sociedad; no
obstante la responsabilidad penal también se extingue por el cumplimiento de penas subsidiarias
como el pago de una multa. Respecto de la libertad condicional como último período del sistema
progresivo mientras no transcurra ese tiempo el liberado conserva su condición técnica de
penado, sin que se extinga la responsabilidad criminal.

POR EXENCIÓN DE LA PENA.


La pena también se extingue cuando el Juez penal exime de sanción en los casos en que
el delito esté previsto en la ley con pena privativa de libertad no mayor de dos años, con pena
limitativa de derechos o con multa, en beneficio de aquellos sujetos cuya responsabilidad fuere
mínima.

POR PERDÓN DEL OFENDIDO EN LOS DELITOS DE ACCIÓN PRIVADA.


El perdón del ofendido extingue la responsabilidad criminal cuando la pena se haya
impuesto por delitos respecto de los cuales la ley sólo concede acción privada, principio que
señala "el perdón de la parte ofendida no extingue la acción penal, salvo respecto de los delitos
que no pueden ser perseguidos sin previa denuncia o consentimiento del agraviado".
Es decir que, tratándose de delitos de acción privada, no solamente puede evitar la parte
ofendida que se inicie acción en contra del culpable, sino que también puede poner término a una
condena que se está cumpliendo, consecuencia todo ello de la disponibilidad de la acción.
Si bien es admisible que, respecto de ciertos delitos, el ofendido pueda impedir que se
inicie el correspondiente proceso criminal, por consideraciones de orden personal, familiar o
social, no aparece suficientemente justificado que su voluntad llegue a paralizar la acción de la
justicia que ha entrado a conocer de un delito, o a impedir el cumplimiento de una condena.

LA PRESCRIPCIÓN
La prescripción como causa de extinción de la acción penal y de la pena tiene su razón de
ser en consideraciones de índole político criminal que se vincularían de alguna forma con el
trascurso del tiempo, provocando una invalidación del valor que subyace a la conducta descrita
como delito por la ley penal. La prescripción, tanto de la acción penal como de la pena es causa
de extinción de las mismas por cesación del interés estatal por sancionar la conducta. Cesación
que tiene como sustento el transcurso de los términos previamente fijado por el legislador como
dato indiciario de esa pérdida de interés por penar la conducta.

PLAZOS PRESCRIPTORIOS

Según el nuestro Código Penal, a tenor del art. 80, la acción penal prescribe en un tiempo
igual al máximo de la pena fijada por la ley para el delito, si es privativa de libertad. Por ejemplo,
el robo tipificado en el Art. 188, el marco penal es de 3 a 8 años. De modo que la prescripción
ordinaria se cumpliría a los 8 a años
En caso de concurso real de delitos, las acciones prescriben separadamente en el plazo
señalado para cada uno. Ejemplo Un sujeto el día 15 de noviembre del 2011 mata a otro sujeto y
luego el 24 del mismo mes realiza un hurto agravado. En el primer delito por homicidio simple,
según el Art. 106 tiene una pena privativa de libertad no menor de 6 ni mayor de 20 años, en
consecuencia la acción penal prescribe a los veinte años. En el segundo delito, tipificado en el
art. 188 CP. Con una pena privativa de libertad no menor de 3 ni mayor de seis. En este caso la
prescripción se cumple a los 6 años. Por tanto, pasado los 6 años no se puede perseguir el delito
por hurto agravado, siendo posible la persecución del delito por homicidio hasta los veinte años.
En caso de concurso ideal de delitos, las acciones prescriben cuando haya transcurrido un
plazo igual al máximo correspondiente al delito más grave. Por ejemplo un sujeto conduciendo
en estado de ebriedad causa lesiones graves a una persona y causa daños materiales en una
vivienda. Las lesiones graves recogido en el Art. 121 CP. Con una pena de 4 a 8 años. Los daños
materiales tipificados en el art. 205 CP. Con una pena privativa de libertad no mayor de dos
años. En tal caso la prescripción se cumple a los 8 años, por ser el más grave.
En casos de delitos cometidos por funcionarios y servidores públicos contra el patrimonio
del Estado o de organismos sostenidos por éste, el plazo de prescripción se duplica. Ejemplo, por
malversación de fondos tipificado en el Art. 389 CP. Con una pena de 3 a 8 años, en tal sentido
la pena prescribe a los 16 años.
En los delitos que merezcan otras penas, deferente a la pena privativa de libertad a, la
acción prescribe a los 02 años.

REDUCCIÓN DE LOS PLAZOS DE PRESCRIPCIÓN

En casos de los delitos que el máximo penal superen los veinte años, la prescripción no
será mayor a 20 años. Ejemplo El secuestro, tipificado en el Art. 152 CP. Con una pena de 20 a
30 años. En este supuesto la prescripción se cumple a los viento años
Tratándose de delitos sancionados con pena de cadena perpetua se extingue la acción penal
a los 30 años.
Los plazos de prescripción se reducen a la mitad cuando el agente tenía menos de 21 o más
de 65 años al tiempo de la comisión del hecho punible.

INICIO DE LOS PLAZOS DE PRESCRIPCIÓN.

 Los plazos de prescripción de la acción penal comienzan, según el Art. 82 CP. Teniendo
en cuenta el tipo de delitos.
 En la tentativa, desde el día en que cesó la actividad delictuosa

 En el delito instantáneo, a partir del día en que se consumó

 En el delito continuado, desde el día en que terminó la actividad delictuosa; y

 En el delito permanente, a partir del día en que cesó la permanencia.


LA INTERRUPCIÓN
Interrupción de la prescripción de la acción penal se interrumpe por las actuaciones del
Ministerio Público o de las autoridades judiciales, quedando sin efecto el tiempo transcurrido.
Después de la interrupción comienza a correr un nuevo plazo de prescripción, a partir del
día siguiente de la última diligencia.
Se interrumpe igualmente la prescripción de la acción por la comisión de un nuevo delito
doloso.
Sin embargo, la acción penal prescribe, en todo caso, cuando el tiempo transcurrido
sobrepasa en una mitad al plazo ordinario de prescripción.

SUSPENSIÓN
Suspensión de la prescripción, si el comienzo o la continuación del proceso penal
dependen de cualquier cuestión que deba resolverse en otro procedimiento, se considera en
suspenso la prescripción hasta que aquel quede concluido.

RENUNCIA DE LA PRESCRIPCIÓN

En el Código Penal de 1991, esta figura aparece como la innovación más importante en la
materia de extinción de la acción penal y de la pena.
A través de esta institución el imputado tiene derecho a renunciar a la prescripción de la
acción penal, permitiendo que la acción penal pueda ejercitarse incluso superado el plazo de
prescripción. Es decir por un acto voluntario del imputado la pena puede ser ejecutada en
cualquier momento, sin importar el cumplimiento de los plazos prescriptorios.
La razón de ser del art 91 C.P. estaría orientado a la posibilidad de salvaguarda de su
reputación del imputado. Dado que en el subconsciente social permanece internalizada la idea de
quien se ve involucrado en un proceso penal merece reprobación social, censura que subsiste aun
cuando se emita pronunciamiento jurisdiccional que no suponga en puridad una condena. Este
artículo permite desarrollar un derecho, también de orden constitucional y reconocido
internacionalmente, como es el derecho al honor, la honra y la buena reputación.

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