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Desarrollo de la presentación
Se presenta el paciente diciendo “ Soy Garrafa el garrafero de todas las épocas, tengo
40 años de garrafero, empecé a los 14 años a trabajar con mi viejo, el primer garrafero
de la zona sur. El problema empezó en el 70, empecé a tomar pastillas para adelgazar,
anfetaminas, quería adelgazar para las mujeres, por las mujeres empecé la dieta y
después mi viejo se murió, y estuve internado varias veces acá, salía y entraba…”
Según Maleval, el signo más evidente de estas modificaciones operadas en el paciente,
van unidas a transformaciones en la economía libidinal: es la logolatría para la
psiquiatría, según Freud numerosas alteraciones de lenguaje y de acuerdo con Lacan
“intrusión psicológica del significante”. Según Freud las palabras sometidas al proceso
primario se condensan y transfieren unas a otras sus cargas por medio del
desplazamiento. Este tratamiento de la economía libidinal se observa como efecto en la
temática sobre el cuerpo “adelgazar, tomar pastillas, hacer dieta para las mujeres…….”
Ante el enigma que se produce tras la muerte del padre, Osvaldo Delgado refiere, la
angustia en la psicosis, en este caso vemos como resuelve con los recursos de los
refranes, canciones y chistes. ¿De qué angustia se trata? ¿Podemos sostener aquí que la
angustia de castración es el motor de la defensa y el referente del síntoma? Pues, no.
Aquí la angustia no está enmarcada por la referencia edípica.
Por eso es que aquí, el pasaje por ese momento de angustia no implica ningún cambio
en la posición subjetiva.
El humor como un lugar fundamental para las condiciones de estabilización de un
paciente psicótico. Este paciente que tiene una perturbación en la economía libidinal,
tiene como recurso de estabilización, el chiste. El chiste le permitiría hacer lazo con los
otros, produce un efecto en el Otro.
El humor es un tratamiento de la severidad superyoica, y el chiste un lazo con el Otro.
Los refranes funcionan como otro recurso que tiene el paciente de tratamiento de la
angustia la angustia y estabilización de la perturbación en la economía libidinal.
Hace referencia a su madre y dice: “ mi mamá pasó una vida muy mala, yo soy cristiano
creo en Dios, ella pasó una vida como yo en estos momentos, a una hermana le pisó la
cabeza un auto, ella lloraba y siempre recordaba a su hermana, ella tenía muchos
nervios y estuvo internada, antes iba en moto con mi papá a Mendoza pero después que
le mataron a la hermana…yo no había nacido….”
Este es un momento de perplejidad en el relato del paciente. Como confusión temporal
¿qué es primero cronológicamente la muerte de la tía o su nacimiento?
Se trata de la relación de su nacimiento y el duelo de la madre.
El silencio del paciente ante este trastrocamiento da cuenta de la ausencia simbólica, del
encuentro con un agujero sin nombre.
Miller refiere que la presentación de enfermos, puede tener algo penoso pero puede
serle beneficiosa al paciente, tanto por el acceso a la palabra que dispone, a veces, como
la apreciación ,más justa de su caso que de esa presentación se sigue las más de las
veces, el servicio hospitalario que la acoge podría dar testimonio.
Un buen número de pacientes psicóticos atestiguan ante el analista esperar del hospital
psiquiátrico no una curación sino una función de contención en relación con sus
trastornos. Una vida regulada en este Hospital cumple para este paciente una función
pacificadora. En este sentido podemos hacer referencia al saldo positivo que obtuvo el
paciente en esta presentación al solicitar “la no externación” repercutiendo este pedido
en el Servicio Hospitalario como preocupación a trabajar en las siguientes reuniones de
equipo. Esta es la gran paradoja: Dejarlo internado favorece la cronificación, externarlo
es ¿hacia dónde? ¿A dónde va? ¿Qué otro lugar tiene?