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“Fábrica de Casos”

Psicopatología
FHAyCS - UADER

Alumna: Rapuzzi, Paula.


Profesor: Seija, Rodrigo JTP: Schvind, Daniela.
Parcial Domiciliario “Fábrica de Casos” FHAyCS-UADER.
Fecha de entrega: 19/11/2023
Rapuzzi, Paula 1

Fábrica de Casos
“Caso H”
Año 2016
“La at fue convocada por el equipo interdisciplinario (psicóloga, psiquiatra, terapista
ocupacional). H es un hombre de 55 años que vive solo, tiene una exmujer y 2 hijas que
ve muy poco. Concurría al taller del hospital. Tiene un diagnóstico desde los 21 años.
En el momento que se incluye a la at, el señor H estaba atravesando un “bajón más largo
de lo normal”, al ser un hombre grande, tenía conceptos machistas y se pensó en un at
varón, pero la pusieron a ella.
La familia a cargo era la exmujer, lo sostenía ella. H estuvo viviendo solo, pero él solicitó
un at.
El primer encuentro fue en Paraná en su casa, la cual estaba llena de telarañas. La recibió
la exmujer, y la hacen pasar a un pasillo al fondo, todo oscuro, donde él estaba sentado.
Él no habló nada, solo la at y la ex mujer, ella era la locutora.
Delimitaron objetivos: que retome algo de lo cotidiano, higienizarse, alimentarse, ser
autosuficiente y la posibilidad de que retome las actividades en el hospital, ya que la
psicóloga estaba yendo una vez por mes a su casa y él no estaba saliendo.
En los demás encuentros ella fue a su casa, pero él no le abrió la puerta e incluso le pidió
que se fuera, hasta que un día la dejó pasar. El acompañamiento terminó porque el
segundo objetivo era volver a los talleres y tuvieron un intento fallido porque ni bien
llegaron él se quiso volver a la casa y luego de esto pidió nuevamente un at varón. El
tema de salir de su casa no fue positivo para él. Pero en el transcurso de los encuentros,
indagaron mucho sobre los vínculos sociales.
También quiso hablar con un amigo por Facebook e intentó buscarlo, y lo encontró, hasta
que su amigo lo comenzó a visitar una vez al mes y en el día de su cumpleaños.
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Al tiempo de haber dejado el caso, a H le asignaron un at varón. Ella se encuentra con el


acompañante actual y le comenta que estaba en la misma situación que ella lo encontró al
inicio.”

Hipótesis...

En primer lugar, por las descripciones que se dan del Sr. H en cuanto al motivo de
consulta; a las condiciones en las que se encuentra su casa y al abandono de sus
actividades sociales y personales, podría pensar que H está atravesando una fuerte
depresión que altera a todas estas áreas de su vida. Quizá podría ser consecuencia de
algún proceso melancólico del sujeto, ya que, si bien no se dan indicios específicos de tal
diagnóstico, está presente la figura del psiquiatra, por lo que interpreto que no se trata de
un “proceso normal de pérdida”, sino de algo más profundo que requiere de una
medicación. Si hablamos de melancolía, damos cuenta de un proceso similar al duelo en
cuanto a los síntomas (desazón muy dolorosa, pérdida del interés por el mundo exterior y
de la capacidad de amar, etc.) pero con la diferencia de que en el sujeto hay una “rebaja
en su sentimiento yoico” lo que genera sentimientos de culpa y autorreproches. (“duelo y
melancolía”, Freud 1917)
En relación a los síntomas mencionados que presenta la melancolía, puedo verlos
reflejados en las condiciones de descuido y abandono en que tiene su casa, las cuales – a
mi parecer – son un reflejo de cómo él se siente; del mismo modo se pueden observar en
el abandono de sus actividades recreativas e incluso hasta las más básicas. Todo esto no
sería más que un mero reflejo de lo que experimenta el sujeto que está atravesando una
melancolía donde, la pérdida no solo arruina su mundo exterior, sino que a raíz de ella
surge una pérdida en el yo.
Por otro lado, dada la presencia del psiquiatra y del diagnóstico oficial desde los 21 años,
se me ocurre pensar que H podría presentar una estructura psicótica, en términos
freudianos, “su yo – al servicio del ello – se retiraría de un fragmento de la realidad” (“La
pérdida de la realidad en la neurosis y la psicosis” Freud, 1924). Quizás a esa edad tuvo
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su primera crisis psicótica y desde ahí surgió su diagnóstico, podemos tomar de ejemplo
el “caso Schreber” analizado por Freud (1911 [1910]) en su obra “Puntualizaciones
psicoanalíticas sobre un caso de paranoia (Dementia paranoides) descrito
autobiográficamente” donde explica que su primera crisis fue a una temprana edad.
Ahora bien, a mi parecer no hay más indicios que ese para poder pensar en una psicosis
de algún tipo, puesto que a lo largo del relato no encuentro algún otro indicio más que
ese, las alucinaciones, los delirios o catatonias, por mencionar algunos, no están presentes
aquí. Podría deberse a una cierta estabilidad en esos aspectos. En el texto “Psicosis y lazo
social” de Antonio Quinet, el autor cita a Freud para hablar de la esquizofrenia (o
demencia precoz) y resalta: “...en la esquizofrenia la libido no solo se trata de una vuelta
a cero del deseo (siempre sexual), sino también de la sumisión del sujeto a un goce que lo
fragmenta.” Tomando estas palabras, podríamos pensar que el Sr. H se encuentra en una
situación en la cual hay algo del goce que aparece en él y se instaura, llevando a que
todas las acciones que comete - como quedarse en esa situación de abandono, o cerrarle
la puerta a la at las veces que debían encontrarse - sean dirigidas por ese goce.
Seguidamente, creo que el objetivo de hacer que H asista a los talleres y el resultado que
eso generó, pudo haber dado cuenta de un tratamiento “silvestre”. En su texto “Sobre
psicoanálisis silvestre” (1910) Sigmund Freud nos habla de aquellas soluciones
“salvajes” brindadas por el profesional que no son realmente efectivas para el sujeto, sino
que se brindan desde la propia perspectiva del profesional. En este caso, se me ocurre
pensar que llevar a cabo el objetivo planteado por parte del equipo interdisciplinario en
ese momento – si bien habrá sido con las mejores intenciones – fue pensado en lo que
sería mejor para él, desde la perspectiva del equipo, y no desde el propio discurso del
paciente. Quizás, la consecuencia de esta estrategia logró que el acompañamiento tome
un curso distinto y se dé por terminado. Del mismo modo, saber que con su nuevo at H
volvió a la misma situación en la que se encontraba al principio del tratamiento, me hace
pensar en la gran posibilidad de otro tratamiento “silvestre”.
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Por último, para hablar de la transferencia lograda en el tratamiento, entendiéndose como


“las reediciones, reelaboraciones, recreaciones de las mociones y fantasías que, a
medida que el análisis avanza, no pueden menos que despertarse y hacerse conscientes,
pero lo característico es la sustitución de una persona anterior por la persona del
médico” (“La dinámica de la transferencia” Freud, 1912), podríamos tomar como
ejemplo el momento en el que el Sr. H por fin le abre la puerta a la at tras varios intentos
fallidos de comenzar el acompañamiento, por lo percibido en el relato, no sólo dejó pasar
a la at, sino que, según mi interpretación, fue una forma de aceptar el acompañamiento.
Además, es probable que mediante la transferencia se haya logrado ese traspaso de lo que
simbolizaba la ex mujer como sostén, a la figura del at.
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Bibliografía
● “Duelo y melancolía”, Freud (1917).
● “La pérdida de la realidad en la neurosis y la psicosis” Freud, (1924).
● “Puntualizaciones psicoanalíticas sobre un caso de paranoia (Dementia
paranoides) descrito autobiográficamente” Freud (1911 [1910]).
● “Psicosis y lazo social” de Antonio Quinet
● “Sobre psicoanálisis silvestre” Sigmund Freud (1910).
● “La dinámica de la transferencia” Freud, (1912).

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