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¿Qué es la interpretación constitucional?

La Corte Suprema de Justicia, por medio de la Sala de lo Constitucional, es el intérprete


constitucional supremo. Sin embargo, en los últimos tiempos ha existido una práctica viciada del
Congreso Nacional de interpretar la constitución. El Congreso Nacional debe respetar los límites
constitucionales establecidos y la esencia de la Constitución. En caso de que el Congreso
Nacional incumpla lo anterior, el acto de reforma propuesto se vuelve vulnerable ante la
soberanía del pueblo, la esencia de la Constitución y la supremacía.

La Corte Suprema de Justicia esta llamada a ser el guardián de la supremacía e integridad de la


Constitución, y como función esencial asegurar la operatividad normativa de la Constitución de la
República como norma jurídica a la cual deben someterse incondicionalmente y adecuar sus
actuaciones los tres poderes del Estado.

En los artículos 74 y 75 de la LEY SOBRE JUSTICIA CONSTITUCIONAL, podemos ver como


la Corte Suprema de Justicia es la única por medio de la Sala de lo Constitucional, el último y
definitivo intérprete de la Constitución, tiene la facultad originaria y exclusiva para conocer de la
garantía de inconstitucionalidad conforme a los artículos 184,313 numeral 5) y 316 de la
Constitución, y del control previo de constitucionalidad previsto en el artículo 216 de la misma.
De esta forma ellos podrán declarar las leyes en reforma propuestas como inconstitucionales ya
sea por su razón de forma que es cuando no se ha cuando no se ha observado el proceso
legislativo establecido en la Constitución de la Republica, o cuando a una disposición se le
atribuya el carácter de ley sin haber sido creada por el órgano legislativo; o por su contenido, que
es cuando una ley es contraria a la Constitución de la Republica. También la Corte Suprema de
Justicia le compete el conocimiento y la resolución y exclusiva en la materia, y deberá
pronunciarse con los requisitos de las sentencias definitivas.

Desde mi punto de vista y basándome en la Constitución de la República, los únicos intérpretes


de la constitución son los honorables Magistrados de la Corte Suprema de Justicia. Ellos son los
que deben velar por la legitimidad e integridad de nuestra Constitución.

Lastimosamente se ha vuelto un vicio que el Congreso Nacional quiera realizar la interpretación


de la Constitución, sin embargo, ellos no tienen la facultad para hacerlo, no existe una ley que
ampare tal acción. Y al no estar respaldad legalmente, se vuelve una práctica que debería carecer
de validez. A pesar de que se está haciendo costumbre, esto lo convierte en ley según nuestro
Código Civil, Artículo 2.

En muchas ocasiones, el Congreso Nacional ha realizado interpretaciones a la Constitución; sin


embargo, de acuerdo a los artículos 373 y 374, de la misma, no se le puede atribuir al Congreso
Nacional dicha facultad, ya que esto no solo violenta la Constitución sino que afectaría la forma
de gobierno, al vulnerar la independencia que debe existir entre los diferentes poderes del estado
y por ende, estableciendo relaciones de subordinación con relación al Legislativo, pues ello daría
origen por parte del Congreso a leyes-sentencias, disfrazadas de normas interpretativas de la
Constitución.

La verdadera interpretación constitucional en Honduras, es la interpretación judicial porque es


propio de la justicia constitucional y de la naturaleza de la función de juzgar, señalar cuales son
los límites del Poder del Estado de acuerdo con la Constitución actuando como una garantía de
Derecho objetivo y de los derechos y libertades fundamentales. La Justicia constitucional así
prevista en Honduras hace patente que, en materia de interpretación, la Corte Suprema de Justicia
por medio de la Sala de lo Constitucional es el intérprete supremo de la constitución de la
República. La constitución prescribe también que “las sentencia en que se declare la
inconstitucionalidad de una forma serán de ejecución inmediata y tendrán efectos generales y, por
tanto, derogarán la norma inconstitucional, debiendo comunicarse al Congreso Nacional, quien lo
hará publicar en el Diario Oficial La Gaceta... “(artículo 316 constitucional).

En nuestra Constitución de la República, los artículos del 213 al 222 establecen una clara
marcación del monismo jurídico en el monopolio del Estado en la formación de la ley. De esta
manera nuestra Constitución niega implícitamente el pluralismo jurídico y el multiculturalismo
en su amplio espectro.

A pesar de que la Corte Suprema de Justicia tiene la absoluta interpretación constitucional, esta
no desconoce que el Congreso Nacional puede y debe ser intérprete de la Constitución, dado que
es uno de los operadores constitucionales por excelencia, pues si tiene la tarea de crear propuestas
de leyes, y esto deben hacerlo conforme a las directrices de forma y de contenido que dispone la
Constitución, así como cuando interpreta las normas secundarias, debe hacerlo dentro del
contexto normativo constitucional; y para eso, obviamente, tiene que interpretarla; por otra parte,
también el Ejecutivo es intérprete de la Constitución cuando sanciona, veta y promulga las leyes,
y sobre todo cuando ejerce el derecho al veto fundándolo en que el Proyecto de Ley es
inconstitucional.

No se puede hacer funcionar a la Constitución ni a ninguna regla jurídica, sin poder interpretarla.
Al Congreso le toca desaprobar proyectos de leyes inconstitucionales, y derogar las vigentes que
padezcan de tal vicio.

La actual constitución hondureña recoge las nociones del constitucionalismo moderno sobre
soberanía, monismo jurídico y democracia representativa. Sin embargo, es innegable que cada
vez las necesidades externas sociales exigen el respeto efectivo de los derechos humanos, el
cumplimiento por parte de las autoridades nacionales de las decisiones de órganos
supranacionales, el reconocimiento amplio de los pueblos indígenas y negros de Honduras y la
mayor participación de la ciudadanía en la toma de decisiones que le conciernen a su propio
devenir histórico; lo cual apunta al cuestionamiento paradigmático del status que por tendencias
globales que impactan en la vigencia del principio pro-persona, antes que sobre el interés
geopolítico propio de los Estados(3).
Considero que el Congreso Nacional funge un papel muy importante en la elaboración,
promulgación, aprobación o desaprobación de leyes, etc., y, por ende, debería tener la potestad
legal de tener interpretación constitucional. Ellos son la representación soberana del pueblo, y tal
como lo menciona el artículo 5 de nuestra Constitución, el Gobierno de la República debe
sustentarse en la democracia participativa, sin referirse en forma expresa a una participación
propia por parte de la ciudadanía, sino que se basa en una noción de representación por medio de
los diputados electos en el Congreso Nacional. En la actualidad la democracia representativa vive
un momento de crisis de legitimidad, debido al poco o ningún espacio de participación que se
concibió para la ciudadanía, al reconocerlo únicamente a través del sufragio, impidiendo así la
existencia de verdaderas relaciones de poder entre los representantes de las funciones públicas y
la sociedad.

Y aunque puede ser un arma de doble filo porque podemos inclinarnos entonces a los intereses
internos de los partidos políticos, de alguna u otra manera, la soberanía del pueblo esta en el
Congreso Nacional. Es cuestión de concentrarse en las necesidades de los ciudadanos y en el
beneficio poblacional.

Presentado por: Nelsi Yamileth López Lanza.


Bibliografía

1. Sentencia 2895-2002

2. Constitución de la República de Honduras

3. LEY SOBRE JUSTICIA CONSTITUCIONAL, CORTE SUPREMA DE JUSTICIA,


Artículo 74 y 75

4. Revista de Derecho. Vol. 39, No. 1, Año 2018 EL DERECHO CONSTITUCIONAL


¿HACIA UN CAMBIO DE PARADIGMA? Coautores: Anny Matamoros Pineda1 Rafael A.
López Murcia

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