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Análisis Jurisprudencial

La incorporación de los derechos sociales al contenido de los textos constitucionales es, sin
duda, uno de los grandes logros del constitucionalismo moderno. Pero, a pesar del
indudable éxito que supone que los derechos sociales figuren en el articulado de las
Constituciones del siglo XXI, no siempre estos derechos están garantizados mediante los
adecuados mecanismos de protección que hagan posible su exigibilidad, por lo que, a
veces, son considerados como documentos de carácter político antes que catálogos de
obligaciones jurídicas para el Estado.
El gran reto de los derechos sociales reside en el reconocimiento de su efectividad y en su
exigibilidad, a1 igual que en otros momentos históricos ocurrió con los derechos civiles y,
posteriormente, con los derechos políticos, hasta que finalmente alcanzaron base jurídica
suficiente para su plena realización. Hoy en día, la efectividad de los derechos sociales
requeriría, con carácter ineludible y urgente, la adopción de un conjunto de medidas que
exigen un esfuerzo común de solidaridad para mejorar las condiciones de vida de una gran
parte de la humanidad, porque, sin duda, la mayor amenaza para la paz mundial y la
seguridad internacional radica precisamente en la pobreza que sufren la mayoría de los
habitantes de nuestro planeta, así como en la negación de sus necesidades y derechos
sociales.
Los derechos sociales son aquellos que están alineados con la infinita dignidad del ser
humano. Es decir, defienden la importancia de la integración personal a través de objetivos
importantes como el acceso al mercado laboral, el derecho a la sanidad o a la educación.
Otra definición para los derechos sociales es el conjunto de leyes, disposiciones y normas
que establecen y diferencian los principios y las medidas de protección de las personas,
grupos y sectores de la sociedad económicamente débiles. Se trata del marco jurídico que
se ocupa de los eventuales conflictos que se producen dentro de la sociedad y entre las
clases sociales que la componen. Como su nombre lo indica, se ocupa de los derechos
sociales, que son derechos subjetivos reconocidos por el derecho positivo y que forman
parte de los derechos fundamentales del ser humano.
Nuestra Constitución de la República tiene una serie de artículos que detallan nuestros
derechos sociales los cuales van desde el artículo 111 hasta el artículo 181, en donde
podemos ver como el Estado se pronuncia ante el cuidado de los ciudadanos en temas de
derecho a una familia. La Construcción de la Republica por medio de los derechos sociales
tiene la finalidad de satisfacer necesidades básicas de los ciudadanos, y de los bienes
jurídicos que se protegen de forma objetiva, básicamente educación, medio ambiente,
asistencia social o sanitaria, consumidores y vivienda. Desde mi punto de vista los derechos
sociales si deben ser justiciables, ya que estos siempre van a velar por el bienestar e interés
del ciudadano. Sin embargo, considero que esta acción está limitada, considerando intereses
políticos que puedan existir, ante la defensa de los derechos humanos o circunstancias que
rodean la sociedad. Hechos de los niños de nuestro país, así como deberes y derechos en
nuestros trabajos.

La Construcción de la Republica por medio de los derechos sociales tiene la finalidad de


satisfacer necesidades básicas de los ciudadanos, y de los bienes jurídicos que se protegen
de forma objetiva, básicamente educación, medio ambiente, asistencia social o sanitaria,
consumidores y vivienda. Desde mi punto de vista los derechos sociales si deben ser
justiciables, ya que estos siempre van a velar por el bienestar e interés del ciudadano. Sin
embargo, considero que esta acción está limitada, considerando intereses políticos que
puedan existir, ante la defensa de los derechos humanos o circunstancias que rodean la
sociedad.
Un primer obstáculo a la justiciabilidad de los derechos sociales está vinculado con la falta
de especificación concreta del contenido de estos derechos. Cuando una Constitución o un
tratado internacional de derechos humanos hablan de derecho a la salud, derecho a la
educación, derecho al trabajo o derecho a la vivienda, resulta difícil saber cuál es la medida
exacta de las prestaciones o abstenciones debidas. Evidentemente la exigencia de un
derecho en sede judicial supone la determinación de un incumplimiento, extremo que se
torna imposible si la conducta debida no resulta inteligible. En este obstáculo me atrevo a
mencionar a la educación, muchas veces culpamos al Estado la falta de educación en
nuestra sociedad, el vandalismo, las maras, etc., sin embargo, no opino que el estado sea el
único culpable, ya que la educación parte de nuestros hogares.
De uno depende que queremos enseñarles a nuestros hijos. Si bien, la educación es
obligación del Estado impartirla, pero de nosotros depende brindarles a nuestros hijos las
bases morales o valores éticos para hacer hombres de bien.
Otro de los tradicionales obstáculos para hacer justiciables los derechos sociales reside en
el criterio sumamente restrictivo que suele emplear la magistratura a la hora de evaluar su
facultad de invalidar decisiones que pueden calificarse como políticas. Así, cuando la
reparación de una violación de derechos sociales importa una acción positiva del Estado
que pone en juego recursos presupuestarios, afecta de alguna manera el diseño o la
ejecución de políticas públicas, o implica tomar una decisión acerca de qué grupos o
sectores sociales serán prioritariamente auxiliados o tutelados por el Estado, los jueces
suelen considerar que tales cuestiones son propias de la competencia de los órganos
políticos.
Los derechos sociales y su exigibilidad han de plantearse en el contexto de una nueva
legitimidad internacional que tenga por objeto la universalidad de los derechos humanos
como condición inequívoca para la consecución de un mundo más habitable y justo.
En base a las sentencias puedo concluir que la Sala de lo Constitucional toma una postura a
favor de los ciudadanos en cuanto a los derechos sociales.
Como sucedió en el en la sentencia SCO-0409-2016-AP en donde fallo a favor otorgando el
Recurso de Amparo para los ciudadanos inculpados de Desobediencia y Usurpación en
perjuicio de la Administración Pública del Estado de Honduras, puede ver que la Sala de lo
Constitucional defendió y honró los derechos sociales de los implicados, pude ver que
hicieron valer sus derechos humanos y que no dudaron en hacer valer la dignidad de los
ciudadanos mediante una oportunidad de amparo.
De igual manera en la sentencia SCO-0197-2017 y SCO-0203-2017 en la cual se hace
apelación en relación a un incremento a los pagos que realizan los pacientes por servicios
recibidos que se denominan “cuotas de recuperación” en las áreas de Puerperio, Cuidados
intensivos, Hospitalización, Exámenes Clínicos, Atención Medica y Farmacia, lo que a
criterio de las y los recurrentes, se está privatizando el servicio de salud y se están
violentando los derechos humanos de los pacientes del Hospital Escuela Universitario, la
Sala de lo Constitucional otorgó la acción de amparo, nuevamente puedo concluir que una
vez la Sala falló siempre a favor y en beneficio de los derechos sociales de los ciudadanos,
los cuales están establecidos en la Constitución de la República, en donde el Estado es el
responsable de brindar salud al pueblo. Es cierto que el incremento era insignificante, pero
vivimos en un país en donde la mayoría de la población es de escasos recursos, y aunque
digamos es poco, hay familias que no cuentan con los recursos económicos.
Puedo concluir que, en ambos casos, la Sala de lo Constitucional hizo valer los derechos
sociales de los ciudadanos implicados, mediante la apelación. Haciendo valer sus derechos
y a la vez dignificándolos.
Bibliografía
1. Zapatero, V. (2009). Los derechos sociales como una exigencia de la justicia. Alcalá de
Henares, España: Servicio de Publicaciones. Universidad de Alcalá. Recuperado de
https://elibro.net/es/ereader/unitechn/42503?page=11, 14.
2. Néstor Arbito Chica. (2009). La protección judicial de los derechos sociales. Christian
Courtis y Ramiro Ávila Santamaría Editores. Ecuador. 1ra. Edición. Páginas 18-19.
3. Constitución de la República de Honduras.

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