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Prácticas del lenguaje

Unidad n° 5
Cuentos de terror
“Con los pelos de punta”

Docente : Josefina Varela


Cuarto N y H
2021
Colegio Northern Hills
Fundamentación:
Esta secuencia didáctica pretende trabajar con cuentos de terror de
diferentes autores. Se presentarán actividades variadas que les permitan a los
alumnos adquirir el sentido de la literatura, fomentar la capacidad de escucha y
proponerles la búsqueda de sus propios caminos para constituirse como lectores
críticos, competentes y autónomos.
Es imprescindible continuar ofreciéndoles a los alumnos una amplia variedad
de obras literarias para profundizar y enriquecer la imaginación, la exploración de
sensaciones y sentimientos; formando lectores activos que puedan construir
significados a partir de lo que leen.
Se favorecerá la construcción de un ámbito privilegiado para que los alumnos
puedan reflexionar sobre el lenguaje intercambiando ideas, convicciones y
emociones; potenciando el deseo de escribir más y mejor; relacionando cada
situación de aprendizaje con la cotidianeidad; pudiendo transferir lo aprendido con
situaciones de la vida diaria aplicando las diversas estrategias que van adquiriendo
a lo largo de su trayectoria escolar.

Propósitos:

✔ Ofrecer múltiples y variadas situaciones de intercambios orales,


lecturas y producción de textos en diferentes contextos, que les
permitan a los niños descubrir el sentido de tomar la palabra, escuchar
al otro, leer y escribir.
✔ Proporcionar situaciones variadas y sistemáticas de escritura de textos
ficcionales y no ficcionales, a través de propuestas que pongan en juego
el empleo de recursos propios de estos discursos y características de los
géneros abordados.
✔ Generar instancias de reflexión sobre aspectos normativos, gramaticales
y textuales a partir de los textos trabajados.
✔ Ofrecer a los niños múltiples oportunidades de actuar y formarse como
lectores de literatura acercándoles obras de calidad literaria.
Objetivos.

✔ Identificar los cuentos de terror dentro de los textos literarios.


✔ Caracterizar los cuentos de terror.
✔ Identificar los elementos constituyentes de un cuento.
✔ Desarrollar la escucha comprensiva.
✔ Incentivar la cooperación.
✔ Promover la reflexión sobre el lenguaje para lograr coherencia y
cohesión en la producción de textos.
✔ Comprender y disfrutar textos literarios.
✔ Fortalecer estrategias de lectura y escritura.

Estrategias:
• Rescatar saberes previos.
• Leer cuentos de terror.
• Escuchar atentamente.
• Expresar interpretaciones, opiniones e ideas.
• Ordenar secuencias.
• Describir imágenes.
• Resolver acrósticos.
• Completar oraciones y frases.
• Responder cuestionarios.
• Justificar elecciones.
• Escritura en borradores y versiones finales.
• Producir cuentos de terror
• Observar imágenes y traducir mensajes.
• Buscar significados en el diccionario acorde al sentido del texto.

Bibliografía:

✔Mariño, Ricardo. La maldición.


✔Mariño, Ricardo. El colectivo fantasma. Plan de lectura.
✔Mariño, Ricardo. La apuesta.
✔Shua, Ana Maria.
Secuencia de actividades

Actividad Nº 1 : “El miedo”

# Se les presentara la unidad con el siguiente texto:

¿Qué es el miedo?

Cuando uno siente miedo, en general no


se pone contento por eso. Pero una
cosa es el miedo real o, mejor dicho, el
miedo a las cosas reales, y otra muy
distinta es el miedo que nos provoca la
ficción, las historias inventadas por
otros. En algún momento de nuestras
vidas, a todos nos gusta leer cuentos o mirar películas o escuchar historias de
miedo, historias que nos causen miedo. ¿Por qué será? Tal vez, porque el miedo es
una emoción intensa y es apasionante vivir intensamente; sobre todo, si uno puede
cerrar el libro o apagar el televisor y saber que la causa del miedo se quedó allí
encerrada. Tal vez, porque, como dice una bibliotecaria que yo conozco, “uno a
veces tiene ganas de hacer cosas malas y no puede”; entonces, vivir esos deseos en
las acciones de un personaje de cuento nos permite seguir siendo buenos. Tal vez,
porque uno necesita desafiar al que nos cuenta una historia: “¿A ver? ¿Así que me
vas a asustar?” Tal vez, porque uno necesita desafiarse a sí mismo: enfrentar los
propios miedos, tomarlos de la oreja y dominarlos. Sentir miedo para no temerle
tanto.

Una cosa es segura: este es un tema viejo como las historias mismas. Ya en los
primeros relatos que contaron los seres humanos hubo historias de miedo. Y nunca
dejaron de existir. Algunas historias nos provocan miedo. Son las clásicas historias
de terror, llenas de suspenso, con alguna zona desagradable. Suelen tener que ver,
de algún modo, con la muerte, que es el miedo más grande para todos. Otras no
están escritas para asustarnos, pero tratan sobre el miedo. En esas historias, los
personajes tienen más miedo que el lector. Además, hay historias que nos permiten
reírnos del miedo. Son relatos en los que, en general, los personajes no sienten
miedo o, si lo sienten, no sufren por eso. Por lo tanto, los personajes que deberían
atemorizarnos quedan ridiculizados y, entonces, los lectores nos reímos.

En esta unidad van a encontrar historias de todo tipo. ¡Que las disfruten, valientes
lectores!

#Luego miraremos este corto:

PRIMARIA: EXPRESANDO Y CONTROLANDO MIS EMOCIONES

# Luego de la lectura y del video la docente les propondrá un juego. “Mi caja de
los miedos”.

Este juego consiste en poner en una caja previamente decorada por ellos,
tarjetas de papel en donde estén representados los miedos que tienen. De esta
manera podrán entender sus propios temores y reflexionar favoreciendo su
capacidad de enfrentarse a ellos.

Instrucciones

Cada alumno tendrá su propia caja de miedos. Deberán preparar material para
decorarlas. También prepararán tarjetas para poder pegar la ficha que
completarán después.

Una vez que está preparada la caja, la docente dejará un tiempo para que los
alumnos piensen qué cosas le dan miedo ( las burlas, desaprobar un examen, las
alturas, etc). Cuando lo hayan pensado harán una lista con los miedos . Luego
llenarán la siguiente ficha:

“Ficha de los miedos”

Me da miedo...
______________________________________________________________
______________________________________________________________
______________________________________________________________
_________________________________________________________

¿Cuándo me da miedo?
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______________________________________________________________
______________________________________________________________
_____________________________________________________________

¿Por qué me da miedo?


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______________________________________________________________
______________________________________________________________
______________________________________________________________

¿Tengo razones reales para tener miedo a esto?¿Cuáles?


______________________________________________________________
______________________________________________________________
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_____________________________________________________________

¿Qué ocurre cuando tengo miedo a esto?


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______________________________________________________________
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______________________________________________________________

¿Qué cosas no me atrevo a hacer?


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______________________________________________________________
______________________________________________________________
______________________________________________________________
No queremos que nuestros miedos nos impidan hacer cosas y ser nosotros
mismos, por eso vamos a guardar los miedos en la cajita de los miedos que es
donde deben estar, puede que alguna vez se escapen de la caja y entonces
tendremos que buscarlos y volverlos a guardar, puede que aparezca un miedo
nuevo, que tendremos que elaborar y guardar en la cajita, de esta forma
nosotros controlamos los miedos y no dejamos que ellos nos controlen.

Actividad n° 2 : “ La maldición”

#Se presentará el título del cuento La maldición de Ricardo Mariño, a partir del
título se les realizarán algunas preguntas, entre ellas:

#¿Qué es una maldición?, ¿De qué tratará esta maldición?, ¿Conocen otro
cuento de este autor? ¿Cuál?

#Este cuento se presentará de dos maneras, primero a través de un video y


luego en papel.

https://www.youtube.com/watch?v=sTHaQXMnN7k

“La maldición”

Ricardo Mariño

La muerta de peor
carácter de todo el
cementerio era Ana
Maidana de Quintana. En
vida, Ana había sido
maestra y directora de
escuela. Al cementerio había llegado hacía sólo un mes y los problemas con
ella comenzaron ese mismo día. Tras un breve paseo entre las tumbas, Ana
tuvo una reacción inesperada: se puso a gritar enojada. Su enojo se debía a
una leyenda que vio en una placa de bronce: ¡José, te fuistes, pero sigues
vivo en nuestros corasones! -“¿Fuistes” -pronunció Ana, exagerando la ese-.
“¿corasssones?” Siguió caminando y pocos metros más allá otra leyenda
llamó su atención: Cristina: te recuerdan tu esposo, higos y nietos. -¿Higos?
¿Los higos recuerdan a Cristina? -dijo Ana llena de bronca- ¿Qué higuera da
higos con sentimientos? Enseguida la espantó el texto de otra lápida:
¡Querida esposa: nos reuniremos en el más hallá y ceremos felices como
acá! Pero lo que terminó de ponerla frenética fue su propia tumba en la que
habían varias placas de bronce. En una de ellas, decía: En memoria de Ana
de Quintana, maestra egemplar, que nos encenió todo lo que savemos. Sus
ex alunos que tanto la lioran. -¡Ahhhhh! -fue el interminable grito de Ana,
que le erizó la piel y le puso los pelos de punta a los muertos y vivos de diez
kilómetros a la redonda. Eran las siete de la mañana. En ese momento el
encargado del cementerio, el señor Héctor Funes, tomaba mates con el
sepulturero, señor Héctor Pozos, y el vendedor de flores, señor Héctor
Clavel. Eran los únicos seres humanos vivos presentes en el cementerio y,
aunque no podían escuchar el grito de un muerto, si experimentaron un
profundo escalofrío. El fuego del calentadorcito se apagó, los pájaros
huyeron de los árboles y un silencio de sepulcro cubrió la escena. -Un
muerto ha entrado en cólera -anunció sombrío Héctor Funes, que después de
treinta años de ejercer como encargado del cementerio sabía todo los que
se puede saber
sobre los muertos-. Héctor Pozos se puso pálido como una lápida de mármol
y su vista quedó fijada en la ahora inexistente llama del calentadorcito.
Héctor Clavel saltó a su bicicleta y no dejó de pedalear hasta llegar a su
casa. Mucho se habló ese día sobre la desagradable sensación
experimentada por todos en la ciudad, pero mucho más se dijo en los días
siguientes, cuando comenzaron a registrarse extraños sucesos: Un quinto
grado completo fue perseguido por un libro de gramática que trataba de
morderle la cabeza a los pequeños. A una chica le apareció escrito en la
panza la leyenda «las palabras terminadas en aba se escriben con b». Un
carnicero que acababa de escribir un cartel anunciando “Azado especial”, fue
atacado por una tira de chorizos que envolvió su cuello como una boa
constrictora y trató de asfixiarlo. Un señor en cuya casa había un cartel que
decía “Electrisidad”, fue perseguido dos cuadras por una plancha voladora
que trató de quemarle las nalgas. La ciudad bajo los efectos del pánico.
Nadie entendía a qué se debían los ataques paranormales.
Los únicos que tenían un plan para intentar remediar aquello eran los
héctores. Héctor Funes, Héctor Pozos y Héctor Clavel estaban preocupados
porque ya casi nadie visitaba el cementerio. Los pocos que lo hacían,
pasaban rápido por la tumba de su pariente y no compraban flores ni
dejaban propinas. Hubo fallecidos que fueron enterrados en cementerios de
localidades ubicadas a 50 o 100 kilómetros de allí. El cementerio de los
héctores se desbarrancaba económica y moralmente. Un día los héctores
compraron pinceles, pinturas y una edición usada de “Dudas y errores
frecuentes del idioma castellano”, un pequeño manual. Durante una jornada
completa se dedicaron a corregir los errores de las lápidas y una noche, sin
que nadie los viera, acarrearon baldes y una escalera por toda la ciudad
hasta corregir todos los carteles con errores. Al principio la gente observó
con extrañeza las correcciones en los carteles, pero reaccionó con más
temor cuando una maestra jubilada, dijo: -¡Es el fantasma de Ana Maidana
de Quintana! Sólo ella podría hacer algo así. Los tres héctores se
juramentaron no contar nunca la verdad. Ana volvió a la tumba y se quedó
tranquila. Con el tiempo la gente olvidó los ataques fantasmales y volvió a
visitar normalmente el cementerio. Pero para los héctores las cosas ya no
volvieron a ser como antes: como contagiados por una maldición (¿la
maldición de Ana Maidana de Quintana?), cada vez que veían un error no
podían dejar de correr a corregirlo.

#Después de escuchar el cuento:

¿Qué les pareció el cuento? ¿Qué sintieron al escucharlo?

Completar la ficha de lectura:

Título:

Autor:

Resumen:

# Respondemos las siguientes preguntas de forma completa:


1. ¿De qué se trata el cuento ?
2. ¿Quiénes eran los personajes?
3. ¿Dónde se desarrolla la historia?
4. ¿Qué le pasó al personaje cuando falleció?
5. ¿Quiénes intervinieron para que Ana pueda estar tranquila en su tumba?
6. ¿Qué ocurría cada vez que aparecía en la ciudad o en el cementerio un
error?
7. ¿Qué relación puede establecerse entre los apellidos de los “héctores” y
su profesión?
8. ¿Por qué la ex maestra gritó de ese modo al leer la inscripción en su
propia lápida?
9. ¿Qué verdad juraron, los tres trabajadores del cementerio, no revelar nunca?

#Completá con las acciones del cuento:

• Ana Maidana de Quintana había sido ……………………………………………… • Su espíritu


empieza a crear problemas porque …………………………………. • Los que intentaron
resolverlos eran ……………………………………..………… y su profesión era
…..………………………………………………………………………. • Los extraños sucesos que se
registraron fueron: la insólita persecución de un libro de gramática, la
aparición de ………………………………….……………………… y los ataques de una
……………………………………………………… y
una …………………………………………………
• Los “héctores” lo resuelven mediante .……………………………………………… • La gente, al
observar las correcciones, cree que ..……………………………….
• Pero los tres trabajadores adquirieron desde entonces la costumbre de
…………………………..

✔ Sabemos que hay distintos tipos de cuentos ¿a cuál pertenece este y por qué?
(Esta pregunta primero se responderá de forma oral.)
✔ Leemos y conversamos sobre las características del cuento de terror.
#En parejas pensaran una posible definición de cuento de terror
#Luego copiaran la siguiente definición en la carpeta
Actividad Nº 3

✔ Subrayá en el cuento las frases que hicieron gritar a Ana Maidana de


Quintana. Luego marca las palabras que aparecen con errores de
ortografía. Transcríbelas (mal escritas) y reescríbanlas correctamente.

✔ Imagina que tenés faltas de ortografía y que el fantasma de Ana te


persigue. ¿Cómo crees que te atacaría? Relata la experiencia.

✔ Fijate cómo se llaman los protagonistas y cuál es su profesión ¿en qué se


relacionan?

✔ Pensá cómo podrían llamarse, siguiendo el ejemplo anterior, un vidriero,


una verdulera, un médico de la especialidad que elijas y un carnicero.

A partir de la lectura del cuento La maldición completamos el cuadro.


CARACTERÍSTICAS

PERSONAJES

AMBIENTE

SENTIMIENTOS QUE PROVOCA


EL CUENTO

FENÓMENOS
SOBRENATURALES
CLIMA

NARRADOR

ACTIVIDAD Nº 4

EL COLECTIVO FANTASMA

#Escuchamos y observamos el video:


https://www.youtube.com/watch?v=6XOB11esGZs

El colectivo fantasma

El más fastidioso de los muertos se


llamaba Tomás Bondi. Frecuentemente
el encargado del cementerio
encontraba tierra removida junto a la
tumba de Tomás y advertía que la
lápida de mármol, donde decía
"Tomás
Bondi (1939-2004) Premio Volante de
Oro al mejor colectivero", estaba
corrida
un metro o dos.

El finado Tomás Bondi extrañaba a su


colectivo. A diferencia de los demás
muertos a quienes a lo sumo se les
daba por aullar o salir a dar una
vuelta
convertidos en fantasmas, él
necesitaba manejar un poco su
colectivo.

Salía de la tumba, pasaba ante el encargado del cementerio, que no lo veía


porque los fantasmas son invisibles, y caminaba treinta cuadras hasta la
empresa de transporte donde en vida había trabajado.

Se metía en el galpón donde quedaban estacionados los vehículos y cuando


veía a su colectivo, el 121, casi lloraba de emoción.

Al rato se ponía a pasarle una franela. Limpiaba los espejitos, lustraba los
faros, les sacaba brillo a los vidrios. El problema era el sereno. En cuanto
veía que un trapo limpiaba al colectivo, solo, sin ser sostenido por nadie, salía
corriendo y abandonaba el puesto de trabajo.

Después, Tomás Bondi ponía al 121 en marcha y salía a dar una vuelta. Se
detenía en todas las paradas y la gente subía. Cuando notaban que era un
colectivo que nadie
manejaba, trataban de escapar despavoridos, pero Tomás ya había arrancado
y cerraba las puertas.

Recién se podían bajar en la parada siguiente.

Por un tiempo la gente habló con terror de aquel colectivo sin conductor pero
luego empezó a notar que no era peligroso. Además se detenía junto al
cordón de la vereda como corresponde, esperaba a que subieran las viejitas
y nunca pasaba un semáforo en rojo.

—Como si lo manejara el finado Tomás Bondi —comentó una vez un jubilado.

La gente comenzó a dejar pasar a los colectivos conducidos por choferes y


se quedaba esperando el 121 porque en él, encima, no había que pagar boleto.

Un día los dueños de la empresa de transporte


decidieron abandonar el colectivo fantasma en un
desarmadero donde se apilaban restos de
camiones, autos y otras chatarras.

La siguiente vez que Tomás Bondi salió de su tumba y


fue a
buscar a su colectivo, no lo encontró. Fue terrible
para él y
volvió llorando al cementerio. Se metió en el ataúd,
cerró la
tapa, corrió la lápida con la mente, acomodó la tierra
y
comenzó a emitir tristísimos aullidos que le ponían los pelos
de punta al encargado del cementerio.

Así pasó una semana.

Para entonces los empleados del desarmadero terminaron


de separar cada parte del 121 y finalmente un domingo el
colectivo murió. Esa misma noche se convirtió en fantasma
de colectivo, idéntico a como era en vida, pero invisible.
Encendió su motor, acomodó los espejitos y arrancó.

A las doce de la noche Tomás estaba aullando como hacía


últimamente, cuando de pronto escuchó algo que le pareció un sueño: la
bocina del 121. ¿Cómo podía ser? Pero era. Tomás salió de la tumba a toda
carrera y en la entrada al cementerio encontró al 121 fantasma.

Desde entonces Tomás sale todas las noches a dar una vuelta en el 121 y
lleva a pasear a todos los muertos del cementerio. Como no alcanzan los
asientos, muchos tienen que ir parados, otros van colgados del estribo y dos,
que en vida trabajaron en un circo, van en el techo haciendo acrobacias.

Ninguna persona viva puede ver ni oír al 121 aunque Tomás pone la radio a
todo volumen, toca bocinazos en las esquinas y los muertos cantan canciones
de hinchadas de fútbol. Las noches en la ciudad volvieron a ser silenciosas.
El encargado del cementerio también pasa las noches tranquilo porque los
muertos, cuando regresan del paseo, acomodan sus tumbas prolijamente y se
van a dormir.

FIN

#Después de la lectura.

¿Qué les llamó la atención? ¿Hubo algo que no les gustó? ¿Hubo algo que les
pareció extraño o los tomó por sorpresa?

¿Les causó miedo la historia? ¿Qué sensaciones sintieron mientras


escuchaban?

Cuando estábamos leyendo, ¿vieron la historia sucediendo en su imaginación?


¿Qué pasajes les ayudaron a “ver” mejor? ¿Cuáles les quedaron más grabados?
¿Quién cuenta la historia? ¿Es Tomás? ¿Otro personaje del cuento? ¿Es un
narrador externo? ¿Cómo se dan cuenta? ¿Qué tenemos que observar?

#Secuencia narrativa

Se renarra la historia, primero en el pizarrón y luego los alumnos la copian en la


carpeta.

● Salía de la tumba (Tomás Bondi)


● Caminaba treinta cuadras. Llegaba al galpón.
● Al rato se ponía a limpiar el colectivo.
● Encuentro con los pasajeros.
● Confusión, recuerdos.
● Observo cambios en el galpón.
● Emitió tristísimos aullidos.
● Escuchó la bocina del 121.
● Encuentro con el 121 fantasma.

Los núcleos narrativos


Un cuento – como otras narraciones literarias – presenta una serie de hechos,
pero solo algunos resultan indispensables para comprender la historia. Esas
acciones principales reciben el nombre de núcleos narrativos; los reconocemos
porque no se pueden suprimir ni se puede cambiar el orden en que ocurrieron sin
que la historia se modifique o pierda sentido. Los núcleos narrativos guardan
entre sí una relación temporal
(uno ocurre después de otro) y causal (el anterior es la razón por la que ocurre
el siguiente).
Las acciones encadenadas de estos núcleos se agrupan en series llamadas
secuencias narrativas.

De cada uno de estos núcleos se desprenden varias acciones. Entre todos las
escribimos.

SALÍA DE LA TUMBA (TOMÁS BONDI)

● Corrió la lápida.
● Caminó.
● Esperó que pasen los autos.
● Entró al galpón.
● Lloraba de emoción.
● Llega hasta donde estaba el colectivo.

#Ahora en forma individual escriben las acciones que se desprenden del siguiente
núcleo narrativo:

Caminaba treinta cuadras. Llegaba al galpón.

#Se socializan las producciones.

Actividad n° 5
Observe la imagen del cuento

Se conversará con los alumnos sobre:


✔ ¿Qué es una “apuesta”?
✔ ¿De qué se tratará esta historia?
✔ ¿Será real o fantástica? ¿Por qué?
✔ ¿Creen que el personaje ganó o perdió la apuesta? ¿Por qué?
✔ ¿Qué apuesta habrá hecho el personaje?

La docente realizará la lectura modelo del cuento “Apuesta” de Ricardo Mariño.

Apuesta

La anciana tenía fama de


bruja. Muchas ancianas la tienen,
pero ésta había justificado esa
creencia llevando la buena y la mala
suerte a uno u otro hogar, según los
encargos.
Cuando murió, mucha gente
experimentó un gran alivio,
sintiéndose a salvo de sus
hechicerías, verdaderas o no. Claro
que siempre hay algún descreído. Y precisamente uno de los que siempre se
había burlado de sus poderes era el ayudante de la estación de servicio, un
muchacho común cuyos únicos rasgos sobresalientes eran el descreimiento y el
desmedido gusto por las apuestas.
Tras la muerte de la anciana, el muchacho apostó a que visitaría la tumba
durante la noche. En prueba del cumplimiento de tal desafío dijo a sus dos
compañeros de trabajo que pintaría la lápida de verde. A las doce de la noche, se
despidió de sus amigos en la misma estación de servicio y montó en su bicicleta
llevando una linterna y un aerosol en el bolsillo de su campera.
En los alrededores del cementerio, la oscuridad era absoluta. El muchacho
dejó la bicicleta sobre unos matorrales y, con decisión, trepó por el enrejado.
Empezaba a inquietarse ahora que caminaba por la galería principal del
cementerio. Según recordaba, la tumba de la anciana estaba en el otro extremo
y para llegar a ella debería salir de ese camino e internarse en un angosto
sendero. Pensó luego que, una vez que pintara la lápida de la anciana, tendría que
regresar hasta la puerta del cementerio dándole la espalda a esa tumba. Era
una tontería, sí, pero por un momento no pudo apartar su pensamiento de ello.
En fin, ya no podía volverse atrás. Continuó, ahora echando rápidos
vistazos a los costados y con las fugaces vueltas de cabeza hacia atrás, alerta,
presintiendo que algo deslizaba detrás de él. Conocía el cementerio de día,
iluminado, no así poblado por las sombras de la alta noche. Pero llegó el momento
que tuvo que detenerse: claramente había escuchado un ruido. mantuvo la
respiración, apoyó la espalda contra una pared de nichos superpuestos y se
animó a sacar la linterna del bolsillo, aunque no a encenderla. Sintió otro roce.
Cerró los ojos. Algo le tocaba las piernas y no tuvo coraje ni para retirar el pie.
Tardó una eternidad en deducir que se trataba de un gato.
Fue necesario que prendiera la linterna para ubicar la tumba de la anciana.
Al fin la encontró. Empezó a rociar la lápida con la pintura verde de su
aerosol.

Poco después, se incorporó dando por terminado el trabajo. Pensó que,


de ocurrir algo sobrenatural como una aparición o una venganza llevada a cabo
por la anciana cuyo cadáver yacía ahí nomás debajo de una capa de tierra a
centímetros de donde estaba él parado, tendría lugar en ese mismo instante en
que, terminada su profanación, debía salir del cementerio. Un prolongado
estremecimiento recorrió su cuerpo. Ya no pudo mantener la calma. Empezó a
caminar apurado hacia la salida como si algo lo persiguiera.
Recién a las seis o siete cuadras del cementerio, pudo recuperar la calma.
A las diez cuadras, ya se felicitaba por su valentía y pensaba en la cara
de sus amigos cuando les dijera que acababa de cumplir con su apuesta.
Llegó a la estación de servicio. Empujó la puerta de vidrio y se paró ante
los dos hombres que se encontraban jugando a las cartas. ambos alzaron la
vista al oír que se abría la puerta. Estaba por decirles que había cumplido con
la apuesta, pero se contuvo porque vio la extraña expresión de sus rostros.
Los dos hombres lo miraron espantados. Después se cubrieron la cara y
se precipitaron a la puerta trasera llevándose todo por delante. El muchacho
hizo dos pasos hasta un espejo, pero antes de mirarse lo comprendió todo.
Afuera, uno de sus amigos seguía gritando: “¡La vieja!”.
Ricardo Mariño

Luego de la lectura:
Se realizará un comentario oral de lo leído a través de los siguientes

interrogantes y luego responderán en la carpeta:

a) ¿Por qué muchos sintieron alivio con la muerte de la anciana?


b) ¿Qué pruebas había de que la anciana tenía poderes?
c) ¿Quién no creía en lo que se decía de la anciana?
d) ¿Qué propuso hacer para demostrar que eran sólo habladurías?
e) ¿Logró comprobar que los poderes de la anciana no eran reales? ¿Por qué?
f) ¿Qué función cumplen en el relato los dos hombres que jugaban a las
cartas en la estación de servicio?
g) ¿Creen que el protagonista fue valiente o imprudente en su decisión?
h) Si hubieran estado en su lugar, ¿hubieran hecho lo mismo? ¿Por qué?

# Unan con flechas cada palabra con su significado:

Lápida Hueco en un muro para colocar el ataúd. Sendero

No respetar un lugar sagrado


Nicho Camino
Profanar Piedra lisa en una tumba para grabar una inscripción
#Subrayen en el cuento todas las palabras que las asocian con el miedo.

#Ordenen los núcleos narrativos, escribiendo los números del 1 al 6.

# Marca la opción correcta:


💣 El protagonista de “Apuesta” es:
__la anciana hechicera.
__el chico de la estación de servicio.
__el gato.

💣 El hecho aterrador del cuento es:


__la muerte de la anciana.
__la apuesta de los muchachos.
__la transformación del chico.

💣 El protagonista se caracteriza por ser:


__descreído y fanático de las apuestas.
__valiente y crédulo.
__apostador y miedoso.

💣 El lugar descripto en el relato, que crea un ambiente tenebroso, es…


__la estación de servicio.
__la casa de la anciana.
__el cementerio.

Actividad n°6

# Leeremos “ Miedo de noche'' de Ana Maria Shua.


#Explica con tus palabras que significan las siguientes expresiones:

“por el rabillo del ojo”

“sobrehumano esfuerzo”

“decisión brutal”

# ¿Cómo es el estado de ánimo de Leandro al principio del cuento? ¿A qué se


debe?

#Al final del cuento, ¿sentiste lo mismo que Leandro?

#Observa las siguientes puertas…¿A qué mundos misteriosos y desconocidos


conducirá cada una? Imagina y describe cada una.

ACTIVIDAD N°7

Los cuentos de terror y sus partes


a) Según el desenlace del cuento, ¿qué opción marcarías? Explica oralmente tu
elección.
➔ Al abrir la heladera, Leandro visitó otro mundo.
➔ Leandro solo tuvo un mal sueño.

b) En el cuento de Ana María Shua, ¿qué personajes tienen un problema o


conflicto por resolver? ¿Cómo lo sabés?
c) Compará lo que le ocurre a Leandro con lo que le pasa al hombre de la
historia que Leandro lee. Luego, completá los recuadros.
d) ¿Podés identificar estos recursos en el cuento que leíste? Elegí uno y
enriquecé tu lectura comentando con un compañero que tenga una opinión
diferente de la tuya.

e) ¿En qué parte del cuento Miedo de noche se nombra al personaje más
importante? ¿Cómo lo identificaste?
f) En tu opinión, ¿cuáles son las características principales de la forma de ser
de Leandro?

g) Imaginá un antagonista para la historia de Leandro. ¿Cómo sería? ¿Por qué


querría enfrentarse a él? Describilo y/o dibujalo y luego compartí tu
respuesta con tus compañeros.
ACTIVIDAD N°8

Un cuento de terror, paso a paso


Luego cada grupo escribirá la versión final.

Se las leerán a los demás grados disfrazados de los personajes de sus cuentos.

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