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COMUNICACIÓN TERAPEUTICA.
(psicología).
Facilitadora:
Dra. Yadira Ramirez.
Bachiller:
Elicar Ibarra.
C.I: 29.893.702
Cuando el profesional de la salud entra en relación con las personas con diabetes es
importante que clarifique sus emociones y sentimientos para evitar proyectar sobre ellas su
cansancio, sus ansiedades o sus miedos, ya que lo pueden interpretar como rechazo o como
que suponen una molestia o un estorbo. Muchas veces su comportamiento es un reflejo del
profesional (en psicología se llama “transferencia”).
Es necesario clarificar, por ejemplo, qué imagen percibe del paciente con el que se
va a relacionar porque si esta imagen es negativa, por ejemplo, si cree que es una persona
manipuladora, lógicamente la forma de recibirla y atenderla va a ser una actitud defensiva,
de alerta, de poner más atención a evitar que le manipule que de comprender lo que el
paciente le cuenta. Con estos pensamientos, sentimientos y actitudes, no es posible
establecer una relación, pues, inconscientemente, la actitud no verbal del profesional de la
salud no es acogedora o empática, sino de prejuicio. O, por ejemplo, si el profesional de
Enfermería piensa que el paciente es incumplidor, la forma de recibirle no será adecuada y
le estará transmitiendo, con tu actitud verbal y no verbal, que no cree en él. Sin embargo, si
piensa que el paciente tiene dificultades para su autocuidado, la actitud será de empatía y
ayuda porque pensará que este comportamiento se debe a las exigencias de su enfermedad y
no a formas caprichosas de actuar y le transmitirá que sí cree que puede cambiar y mejorar
el control de su enfermedad.
Existen una serie de elementos que los profesionales de la salud han decidido
practicar para así establecer una comunicación terapéutica de manera exitosa, estos son:
1. Empatía:
2. Rapport:
3. Seguridad y Confianza:
4. Bienestar Biopsicosocial:
El profesional de la salud debe establecer su enfoque del trato hacia el paciente desde
un punto de vista general y no solo tomando en cuenta la patología presentada, es decir,
que debe considerar grandemente las emociones que el paciente está experimentando.
Estos aspectos son aquellos en los que el profesional de la salud resume los
sentimientos expresados por el paciente mediante el lenguaje verbal y no verbal
(palabras, gestos y actitudes). El paciente necesita saber que el médico está atento a lo
que le está comunicando y le acepta; por tanto, necesita que el profesional de la salud
exteriorice lo que comprende para calibrar la calidad de su escucha. Si es buena, el
paciente lo vivirá como aceptación y podrá seguir explorando sus sentimientos y
emociones y dar una mayor información. Lo eficaz es dar un tipo de respuesta que se
llama “intercambiable” ya que responde tanto al sentimiento como al contenido: “Se
siente molesto porque a pesar de hacer ejercicio no ha bajado de peso”.
5. Visitas Domiciliarias:
La visita domiciliaria es el servicio que se realiza en el domicilio de la persona con el
fin de detectar, valorar, dar soporte y seguir los problemas de salud del paciente y su
familia, fomentando su autonomía, reduciendo las crisis por descompensación y
mejorando la calidad de vida de los pacientes. Para que el médico de respuestas
eficientes y coste-efectivas que respondan a las necesidades de salud de las personas
dependientes y/o con enfermedades crónicas es necesario que se realicen visitas
domiciliarias. La visita domiciliaria no solo se facilita por la presencia de los
profesionales de salud, sino también por el traslado del material y equipo necesario para
lograr una atención médica óptima.
La atención domiciliaria cubre a todas las edades, pero se presta en gran mayoría a
adultos mayores. Generalmente estos pacientes son enfermos crónicos que han sufrido
accidentes vasculares o son víctimas de cáncer o senilidad. Es por eso que la atención y
visita domiciliaria se ofrece a pacientes debilitados con una condición crónica. En la
atención domiciliaria, la medicina se enfrenta a muchas situaciones difíciles, que van
desde la gratitud de la familia por el tiempo que el profesional dedica a su familiar hasta
la falta de confianza que muestra la familia hacia el profesional en el cuidado prestado.
Durante la visita domiciliaria, el profesional de medicina aplica conocimientos
científico-técnicos para que se produzcan cambios referentes a la autorresponsabilidad y
autodeterminación del cuidado de la salud de los individuos, familias y comunidades.