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RELACIÓN MÉDICO PACIENTE

Es la interacción que se produce entre un agente de salud y una o varias personas con una
necesidad de asistencia (enfermedad o situación que requiere orientación) con el objetivo de
diagnosticar, curar, mejorar sus condiciones de salud o prevenir una enfermedad. Es la
capacidad que tiene el paciente o familiar de exponer detalladamente la causa que motiva la
consulta y, por otra parte, el arte del médico de poder obtener la información necesaria para
poder llegar a un diagnóstico de certeza. El éxito de un acto clínico depende de la destreza, el
conocimiento y la habilidad que tenga el médico para relacionarse de forma empática y
convincente con su paciente.

Factores que intervienen en el acto médico:

Escenario de la interacción: características del ambiente en que se desarrolla la interacción

Características ecológicas: características geofísicas y biológicas que influyen en el


comportamiento, la altura, el clima, la estación, la flora, determinan rasgos generales en la
población.

Características sociales y económicas: la condición social, los movimientos migratorios, los


asentamientos humanos, la violencia y los problemas familiares que influyen en algún punto
en la RMP.

Características culturales: son las de mayor efecto y las responsables de grandes dificultades,
que tienen como base la diferencia cultural entre el médico y el paciente, los usos y las
costumbres, las creencias, las normas y valores de cada individuo.

Características médico-asistenciales: que conforman externamente la RMP.

Espacio de la interacción: el acercamiento, la separación por el escritorio, la posición del


médico frente a la cama del paciente y hasta la postura que se adopta influirá en la
dependencia, la seguridad o inseguridad, en la regresión del paciente. La proxemia es la
posición y distancia de los miembros en las relaciones, como así también al espacio personal
en el cual el ser humano estructura inconscientemente su microespacio.

Comunicación

Es el proceso mediante el cual se puede transmitir información de una entidad a otra. En el


caso de los seres humanos, la comunicación es un acto propio de la actividad psíquica, que
deriva del pensamiento, el lenguaje y del desarrollo de las capacidades psicosociales de
relación. El intercambio de mensajes (que puede ser verbal o no verbal) permite al individuo
influir en los demás y a su vez ser influido.

Comunicación médico paciente

No solo debe servir para obtener información que el médico necesita en el cumplimiento de
sus funciones, debe emplearse también para que el paciente se sienta escuchado, para
comprender enteramente el significado de su enfermedad y para que se sienta copartícipe de
su atención.
Uno de los aspectos de mayor interés para el enfermo es que el médico demuestre estar
interesado por él, que utilice palabras comprensibles, que proporcione información sobre el
tratamiento, transmita tranquilidad, aconseje al paciente pero que le permita ser él quien
decida, que tenga libertad para comentar sus puntos de vista y que el médico considere su
opinión acerca del tratamiento. Una de las mayores necesidades del paciente es ser entendido
y conocido, esto es: una de las mayores cualidades del médico debe ser su conducta afectiva
que le permita reflejar sentimientos, mostrar empatía y preocupación por sus pacientes.

La falta de intercambio de información entre el médico y el paciente, la falta de comprensión


en el diagnóstico y la incomprensión del tratamiento indicado, ocasionan la falta de adherencia
terapéutica por parte del paciente. Cuando el médico logra identificar y entender los
problemas importantes de sus pacientes, es capaz de generar mayor satisfacción con la
atención recibida y es capaz de alcanzar una mayor adherencia al tratamiento. Finalmente, el
médico incrementa su bienestar por los resultados adecuados en el manejo del paciente.

Comunicación no verbal

Es el proceso de comunicación mediante el envío y recepción de mensajes sin palabras. El


lenguaje no verbal actúa comunicando actitudes y motivaciones interpersonales, ya que existe
una base biológica innata para las señales no verbales que provoca una respuesta emotiva
inmediata y de gran potencia, y apoyando la comunicación verbal, teniendo en cuenta el ritmo
de emisión, el tono de voz, el énfasis que pongamos son vitales para determinar por parte de
quien nos escucha, el sentido del mensaje.

Podemos centrarnos en cuatro aspectos de la comunicación no verbal:

Apariencia física: es importante cuidar la imagen en la consulta, un aspecto convencional da


seguridad al paciente. Cualquier vestimenta amerita un mínimo de higiene.

Proxémica: se refiere al orden y proximidad que queremos dar a nuestra relación. La


informatización de las consultas demostró cómo puede afectar la comunicación visual, la
postura corporal y la comunicación verbal con el paciente.

Posición corporal: se debe mantener una posición adecuada y evitar los movimientos
constantes y abruptos, que denotan intranquilidad, nerviosismo y falta del control.

Gestos y expresión facial: el contacto ocular directo es una de las mejores formas de potenciar
el mensaje que se desea transmitir.

Capacidad de escucha activa: La escucha activa es una técnica útil en la comunicación, que
consiste en una escucha atenta que muestra respeto por el interlocutor permitiendo saber lo
que es importante para el enfermo.

Es necesario utilizar más de un sentido ya que además del contacto visual se debe captar el
lenguaje corporal, su posición, las omisiones de importancia, así como los temas o pautas de
que se sirve el paciente, su tono y timbre de voz que permite apreciar si hay tristeza,
aprehensión, ira, duda, confianza.
Para establecer un diálogo adecuado con el enfermo es importante contar con tiempo
suficiente, presentarse, darle tiempo para organizarse, sentarse. También es preciso ofrecer
una respuesta y comprobar si lo que está comprendiendo, es lo que se desea comunicar. Se
respetarán los silencios y utilizar el contacto físico (como tomar las manos) cuando el paciente
no puede verbalizar.

Inclusión de la familia, pautas culturales, costumbres, comprensión y vivencia del problema


de salud:

La inclusión de la familia está dirigida a mejorar el nivel de comunicación con el paciente, el


contenido de la comunicación, estarán dirigidos a la resolución de sus miedos, culpas y dudas e
incluir el mayor asesoramiento para que la familia sea capaz de brindar la mayor parte de los
cuidados físicos y afectivos al enfermo.

Todo ello en un clima de reconocimiento y respeto por la proveniencia cultural del grupo
familiar.

RELACIONES INTERPROFESIONALES

La colaboración interprofesional conduce a médicos, enfermeras y otros profesionales


sanitarios a compartir ideales y propósitos comunes, aportando cada uno su competencia de
manera que integradas, concluyan en una responsabilidad común, servir mejor al paciente o al
sujeto para el que procuramos preservación de la salud.

Se logra una verdadera colaboración a través de:

•  Lograr el apoyo mutuo que crea el espíritu de equipo.


•  Seguimiento de una conducta ética que permite: 
•  Adecuada comunicación. 
•  Resolución coordinada de problemas. 
•  Justa distribución de funciones y tareas. 
•  Equitativa solución de conflictos. 
•  Evaluación objetiva del trabajo y la competencia

Las relaciones interprofesionales significan un enriquecimiento no exento de complicaciones.


Para evitarlas:

1. Respeto y tratamiento con cortesía.


2. No invadir el área específica de trabajo de cada uno.
3. No delegar funciones propias en quién no es competente.
4. Reconocer la autoridad.
5. Intolerancia a comportamientos descuidados o negligentes

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