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T-4 "El despegue de los países ricos"

(Norteamérica también se industrializó en el siglo XIX)

Gran Bretaña tomó la iniciativa de la industrialización, inventó tecnologías acordes con


sus precios elevados y su energía tan barata, aunque nunca siguió un programa de
desarrollo determinado diferentemente que algunos otros países en el siglo XIX,
primero en Estados Unidos y luego por Europa.

La estrategia de desarrollo clásica, basada en la revolución institucional de Napoleón,


constaba de 4 imperativos:

-Creación de un mercado nacional eliminando aranceles internos y mejorando el


sistema de transportes.

-Aranceles externos para proteger las industrias de la competencia británica.

-Fundación de bancos para estabilizar la moneda y proporcionar capital a las


empresas.

-Establecimiento de una educación de masas para acelerar la adopción e invención de


tecnología.

Estas anteriores ayudaron a que Europa continental se pusiera a la altura de UK, en


especial Alemania. A mitades del siglo XIX la educación era prácticamente universal
en toda Alemania, eliminó sus aranceles internos y adoptó externos, a toda esta
integración de los mercados se le sumó la construcción de ferrocarriles i la importancia
de los bancos de inversión que financiaron la gran expansión de la industria alemana
desde 1880 hasta la primera guerra mundial.

La transición tuvo lugar en poco tiempo, en 1860 las empresas francesas y alemanas
se situaron a la vanguardia de la tecnología del hierro ya que era la única que
resultaba competitiva. El continente no se quedó tras Inglaterra, se lanzaron a
construir ferrocarriles tan avanzados como los británicos a mitades del s.XIX. Aunque
en 1870 ya habían superado sus deficiencias tecnológicas, sus niveles de producción
del continente seguían estando muy por debajo de los británicos. La situación
cambió con la primera guerra mundial, tanto Europa occidental como estados unidos
adelantaron a Gran Bretaña:

-Estados unidos y Alemania aumentaron su producción incrementando las


exportaciones, lo cual supuso cambios en el comercio mundial.

-Gran Bretaña luchó por incrementar sus colonias para seguir defendiendo las ventas
a su propio imperio.

-(1870-1913) Europa y Norteamérica superan a Gran Bretaña en competencia


tecnológica.

-Perspectiva global: Los países ricos se diferenciaron del resto del mundo que
aparentemente no realizó ninguna innovación.
Finales s.XIX: desarrollo de industrias novedosas como la del automóvil, el petróleo, la
electricidad o la química. Estas nuevas industrias tenían una gran relación con el
desarrollo de las ciencias naturales. Los países con programas universitarios fuertes
sacaron muchos beneficios económicos.

El carácter macroeconómico del progreso tecnológico.

La mayor parte del I+D se produjo en paises ricos, los nuevos productos y procesos se
ajustaban a el alto nivel salarial lo cual indujo a inventar productos que economizaran
mano de obra incrementando el uso de capital. Esto provocó una espiral ascendente
de progreso: Los salarios elevados promovieron una producción más intensiva en
capital, que, a su vez, produjo salarios más altos. (espiral fundamental del
crecimiento de la renta en los países ricos).

Los países pobres son pobres porque utilizan las tecnologías desarrollada en el
pasado de los países ricos.

¿Por qué Perú, Zimbaue, Malawi y la India no incorporan la tecnología de los países
occidentales y progresan con ellos? No les valdría la pena.

La tecnología occidental del siglo XXI utiliza enormes cantidades de capital por
trabajador, y toda esa inversión solo compensa cuando los salarios son altos con
relación al coste del capital.

Los países occidentales han vivido un modelo de desarrollo basado en salarios


elevados que estimularos la invención de tecnología ahorradora de mano de obra. El
uso de esta anterior aumentó la productividad laboral y siguieron creciendo los propios
salarios. El ciclo se repite. Los países pobres de la actualidad tienen salarios bajos y
capital caro, por lo que deben apañárselas con tecnología arcaica y rentas bajas.

 ¿Por qué Perú, Zimbaue, Malawi y la India no incorporan la tecnología de


los países occidentales y progresan con ellos?

 ¿Cuales fueron las razones por las cuales se dió la agudización de la


desigualdad a partir de 1800?
T-5 "Los grandes imperios"

Desde tiempo inmemorial los europeos conocían las riquezas de Ásia.

No obstante, la real razón de que no creciera junto a los demás países: El sistema
legal chino, era comparable al europeo y la propiedad estaba asegurada, el sistema
familiar mantenía baja tasa de fertilidad, por tanto, la población no crecía a ritmo mayor
que el europeo, los mercados de servicio y tierra también estaban tan desarrollados
como los europeos, por todo ello, la productividad y los niveles de vida eran similares.
Sin embargo, la clave se encuentra en el fácil acceso a las reservas de carbón del
continente europeo y en los beneficios que les produjo la globalización.

Globalización y desindustrialización

3 factores determinaron el triunfo o fracaso de la batalla de Waterloo y la segunda


guerra mundial: Tecnología, globalización y política estatal.

La Revolución industrial de occidente hizo quebrar a los fabricantes asiáticos debido a


su aumento de la productividad (que redujo los costes de las manufacturas), a las
políticas gubernamentales (aranceles externos, bancos de inversión y educación
universal) y a los barcos de vapor y ferrocarriles que intensificaron la competencia
internacional. A medida que descendían los costes del transporte, la economía
mundial se fue integrando cada vez más.

Cuando las manufacturas desaparecieron de Ásia y oriente medio, la mano de obra


volvió a trabajar la tierra y el continente se convirtió en exportador de trigo, algodón,
arroz y otros productos básicos.

Estos acontecimientos anteriores fueron consecuencia de la ventaja comparativa; Para


comerciar con el exterior, los países se especializan en aquellos bienes que pueden
producir con relativa eficacia, los cuales exportan a la vez que importan aquellos que
no son capaces de producir de manera eficaz.

Con el desarrollo de los veleros se redujo los costes de las transacciones


internacionales, lo cual ha facilitado una mayor competencia entre los países.

El sector textil del algodón

En UK aumentó la producción de algodón durante la revolución industrial gracias al


perfeccionamiento de las máquinas diferentemente de India, por lo que la
competividad de los fabricantes de telas británicos aumentó y la de los indios
disminuyó. La ventaja comparativa implicó que el crecimiento desequilibrado de la
productividad causado por la revolución industrial potenció el desarrollo industrial de
Inglaterra mientras desindustrializaba India.

La producción de India de algodón desapareció hasta 1870.

Con los telares ocurrió lo mismo solo que con una situación no tan catastrófica para
India; Precios con poca diferencia entre esta e Inglaterra.

La India pasó de gran exportador a gran importador.


En el siglo XIX la historia de los textiles indios se repitió en gran parte del tercer
mundo.

La industria moderna en la India

La India experimentó cierto desarrollo industrial, los más notables fueron las industrias
de yute y del algodón, que aprovecharon la mano de obra barata.

Al inicio de la segunda guerra mundial, la industria del yute era la más grande del
mundo y sus exportaciones expulsaron los mercados competidores británicos

Las personas dedicadas a las anteriores industrias solo eran el 1% de la población,


por tanto, seguía predominando la mano de obra agrícola.

El punto de vista nacionalista defendía que India desarrollara el modelo de programas


de desarrollo que permitió a estados unidos alcanzar a gran Bretaña pero el gobierno
colonial (británico) no hizo nada por seguir dichas políticas, así que aunque más
adelante se construyeron las vías ferroviarias más largas del mundo, el gobierno
colonial solo dejó que se firmaran contratos de estas con empresas británicas, por
tanto, el establecimiento de la industria india del acero y el sector ingeniero tuvieron
que esperar un poco más.

 ¿Qué hizo quebrar a los fabricantes asiáticos durante la revolución


industrial de occidente?

T.8. El modelo clásico y la industrialización tardía

Hacia 1850, Europa y Norteamérica ya iban por delante del resto del mundo. Ahora el
problema radicaba como podían ponerse a su altura los países pobres. Las colonias
no tenían muchas opciones, estaban restringidas por el poder imperial, pero los países
independientes podían aplicar el modelo clásico. Este modelo no pudo alcanzar a los
países de occidente.

LA RUSIA IMPERIAL

Pedro el Grande (1672-1725) intentó convertirla en una potencia imperial moderna, y


para ello construyó el nuevo puerto de San Petersburgo y numerosas fábricas, cuya
producción iba destinada al ejército. La modernización resultaba tan apremiante que
los reformistas esperaban que esta medida daría un impulso al crecimiento económico
mediante la creación de la propiedad privada y una fuerza de trabajo libre.

El gobierno posterior adoptó el modelo clásico de desarrollo. En primer lugar, creó un


mercado nacional mediante un ambicioso programa de construcción de ferrocarriles.
En segundo lugar, se impusieron aranceles para levantar la industria. En tercer lugar,
la mayor innovación en política económica se produjo en el campo de las finanzas. Los
bancos privados no tenían tamaño suficiente, por lo que Rusia dependía del capital
extranjero. La inversión extranjera directa se convirtió en el principal medio para
introducir tecnología avanzada en el país. En cuarto lugar, se amplió la educación.

El modelo clásico aumentó la cuota de la industria pesada en Rusia desde el 2% del


PIB en 1885 hasta el 8 % en 1913, pero la agricultura seguía siendo el sector más
importante.

La agricultura fue responsable de la mayor parte del incremento del PIB. El


crecimiento económico zarista se debió, a un auge agrícola potenciado por cierta
industrialización que aprovechó el impacto de los aranceles. Probablemente, se habría
ido apagando cuando el precio del trigo se vino abajo después de la Primera Guerra
Mundial. Era necesario otro modelo económico.

JAPÓN

Japón fue el primer país asiático cuya economía alcanzó a la de Occidente. La historia
japonesa de esta época se divide en cuatro períodos:

- La era Tokugawa (1603-1868)


- La era Meiji (1868-1905)
- La era Imperial (1905-1940)
- La era de crecimiento acelerado (1950-1990)

La era Tokugawa

Las raíces del éxito japonés se hunden en el periodo Tokugawa, aunque el país aún
tenía entonces muchas instituciones que entorpecían el desarrollo económico.

Sin embargo, la tecnología avanzó en el periodo Tokugawa, la naturaleza de las


mejoras se encaminó en dirección opuesta a la británica. Los japoneses inventaron
tecnología que incrementaba la utilización de mano de obra con el fin de aumentar la
productividad de la tierra, del capital y de las materias primas.

También se mejoró la productividad de los procesos de fabricación. Los daimyo se


esforzaron por atraer industrias y apoyar la investigación para mejorar la productividad.

El Japón Tokugawa adquirió un impresionante nivel de competencia ingeniera y


administrativa que se materializó en la creación de la primera fundición de hierro en
Nagasaki, impulsada por las necesidades militares del país.

La restauración Meiji

En 1839, los británicos atacaron China para forzarla a autorizar la importación de opio.
La derrota de China en 1842 supuso el triunfo del “narcoimperialismo”. En 1853, Perry,
exigió a Japón el fin de sus restricciones sobre el comercio extranjero. Japón se vio
obligado a aceptar la imposición y a firmar tratados comerciales con Estados Unidos,
Gran Bretaña, Francia y Rusia.

En 1867, el emperador Meiji ocupó el trono (golpe de estado). El nuevo régimen


acometió amplias reformas. Todos los dominios feudales fueron “cedidos” al
emperador, y se abolieron los cuatro estratos de la sociedad. Los pagos feudales
fueron sustituidos por un impuesto sobre la tierra a beneficio del gobierno nacional, el
cual proporcionó la mayor parte de los ingresos de Estado. En 1873, se introdujo el
servicio militar obligatorio y se creó un ejército al estilo occidental. En 1890 se aprobó
una Constitución escrita que creaba una monarquía constitucional.
En 1873 se completó el primer ferrocarril japonés y el gobierno Meiji se vio en la
necesidad de publicar un esquema de horarios. El Estado suprimió el tiempo
tradicional japonés y lo reemplazó por el reloj occidental de veinticuatro horas.

El desarrollo económico de la era Meiji

El gobierno Meiji habría estado encantado de desarrollar el país siguiendo el modelo


clásico. Solo podía introducir dos de sus cuatro elementos: el primero fue la creación
de un mercado nacional aboliendo los aranceles entre daymio y construyendo una red
de ferrocarriles; el segundo, la educación universal. La educación de masas fue uno
de los pilares del éxito de Japón en la incorporación de la tecnología moderna.

Los bancos de inversión y los aranceles proteccionistas eran más difíciles de poder en
práctica. El Estado Meiji fundó bancos públicos, pero el sistema resultó ser caótico.
Japón necesitó cincuenta años para desarrollar un sistema bancario según el modelo
alemán.

Japón le resultaba imposible utilizar aranceles para fomentar el desarrollo industrial


por el tratado que le obligaron a firmar las potencias occidentales en 1866. Como
alternativa, el Estado decidió intervenir en la economía mediante la “política industrial
selectiva”, cuyos principales protagonistas fueron los ministerios de Interior e Industria.
El Ministerio de Industria estableció el sistema nacional telegráfico y de ferrocarriles en
las décadas de 1870 y 1880.

En las décadas de 1870 y 1880, ambos ministerios asumieron que las empresas
japonesas no serían capaces de introducir la tecnología moderna, pero Japón decidió
rediseñar la tecnología de tal modo que fuera rentable en su economía de salarios
bajos.

El hilado de la seda fue uno de los primeros ejemplos de adaptación. La modificación


de tecnología occidental se popularizó en Japón como el “método Suwa”; resultaba
apropiada para el país porque utilizaba menos capital, que era caro, y más mano de
obra barata.

El contraste con la India es contundente. La India no llevó a cabo esfuerzos


sistemáticos para reducir capital en este sector, todo lo contrario que Japón. Un paso
decisivo por parte de Japón fue organizar dos turnos de once horas al día, en lugar de
uno solo, lo que reducía el capital por hora trabajada a la mitad. Al llegar el siglo XX,
Japón era líder mundial del hilado de algodón.

El desarrollo de una tecnología apropiada se extendió también a la agricultura. La


producción agrícola creció a un ritmo constante en el Japón Meiji, aportando una
importante contribución al crecimiento de la economía, una vez que las innovaciones
se centraron en aumentar la productividad de la tierra.

El periodo imperial

Las principales industrias eran tradicionales y las exportaciones de estos productos


servían para pagar la maquinaria importada y las materias primas.

El crecimiento industrial se aceleró entre 1905 y 1940. La cuota de las manufacturas


creció del 20% del PIB al 35% en 1938. Las industrias metalúrgicas, de ingeniería y
químicas se iniciaron en este periodo.

En Japón, la aplicación del modelo clásico de desarrollo tuvo éxito a medias. Por un
lado, se creó una sociedad urbana con industrias avanzadas. Por otro lado, el índice
de crecimiento de la renta per cápita fue modesto y solo ligeramente superior al de
Estados Unidos. Si estos mismos líderes se hubieran mantenido, Japón habría tardado
327 años en alcanzar a Estados Unidos. No era, por tanto, lo suficientemente rápido.

América Latina

América Latina ha realizado los experimentos más recientes con el modelo clásico,
que comenzaron cuando el sur del continente se integró en la economía mundial. A
partir de 1860, la mejora del transporte marítimo que posibilitaron los barcos a vapor
hizo rentable la exportación de trigo.

Muchos de los países latinoamericanos no tenían un tamaño suficiente como para


convertirse en naciones industriales, por lo que continuaron con la exportación de
productos primarios y la importación de manufacturas. Por el contrario, las economías
más importantes, hasta la década de 1980, dieron a inicio a la “industrialización de
sustitución de importaciones”.

El desarrollo industrial se fue animando gracias a los aranceles a la importación, a la


vez que los bajos precios de las exportaciones agrícolas daban peso a los argumentos
a favor de un desarrollo aún mayor de las manufacturas.

En 1950, los precios de los productos primarios exportados por Latinoamérica estaban
cayendo con respecto a los de las importaciones manufacturadas, y recomendaba el
fomento estatal de la industria para contrarrestar esta tendencia.

La teoría de la dependencia llevó a una aplicación generalizada del modelo clásico. La


educación, se universalizó. Se crearon bancos de desarrollo, aunque la inversión
extranjera se convirtió en el principal medio de financiación de la industria y en la vía
para introducir tecnología avanzada. La renta per cápita se duplicó entre 1950 y 1980.

Pero también creció la deuda externa, hasta el punto de hacerse impagable cuando
aumentaron los tipos de interés.

El modelo clásico había alcanzado sus límites. El fracaso de la industrialización


basada en los aranceles también fue reflejo de factores más profundos, como la
evolución de la tecnología. La nueva tecnología de mitad del siglo XX, los automóviles
son un buen ejemplo de ello, fomentaron su producción. El sector del automóvil
alcanzó una cuota del 10% de la economía. El programa de industrialización de
sustitución de las importaciones (ISI) parecía un gran éxito desde el punto de vista del
crecimiento de la producción, pero el sector era demasiado pequeño para alcanzar el
nivel de las economías de producción a gran escala.

Los altos aranceles europeos y norteamericanos elevaron los precios pagados por los
consumidores en el siglo XIX, pero no lastraron sus economías con una estructura
industrial ineficaz. Esta es la razón por la que el modelo clásico funcionó en
Norteamérica, pero no en Sudamérica.
El fin del modelo clásico

En la Rusia zarista, Japón y América Latina, el modelo clásico generó un modesto


desarrollo económico, aunque resultó ser insuficiente para neutralizar el desfase con
Occidente.

Como resultado, todos estos países sufrieron una gran desigualdad e inestabilidad
política. Estos problemas fueron empeorando con el tiempo, a medida que aumentaba
la escala de producción eficiente y la ratio entre capital y mano de obra en los países
ricos.

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