2.1. Empirismo Evidencia observacional La observación es la fuente básica de evidencia científica acerca de cómo es el mundo; nos proporciona información (datos) acerca de él. La Evidencia observacional es la prueba obtenida a través de nuestros sentidos, quizás con la intermediación de instrumentos (e.g. telescopio). Ejemplos: - Una forma directa de averiguar si está lloviendo es a través de la vista (mirando por la ventana) o el tacto (sacando la mano por la ventana). - La posición de diversos astros en la bóveda celeste puede observarse a simple vista. Observación y objetividad La observación (en cuanto a lo observado, no en cuanto el acto de observar) es autónoma al control de la voluntad: no podemos elegir ver de una determinada manera lo que estamos mirando. Qué observamos depende de cómo es de hecho el mundo (el objeto observado), no de que deseemos o elijamos verlo. Ejemplo: - Si dirijo la vista hacia mi mesa (verde), no puedo elegir verla naranja: mi experiencia visual de la mesa es por fuerza la experiencia de ver algo verde. Por supuesto, en general podemos escoger a dónde dirigir nuestra mirada, o cerrar los ojos, pero no elegimos lo que vemos al fijar la atención sobre un objeto. La observación es objetiva en tanto que no depende (al menos totalmente) de las opiniones, deseos o creencias del observador, sino de cómo es el mundo. La evidencia observacional ofrece una base objetiva para la ciencia. ¿Es la observación falible? Las experiencias sensoriales, la observación como la más importante, son falibles y pueden resultar engañosas y dar lugar a ilusiones en las que el observador parece observar algo que no realmente no es el caso (e.g. espejismos). La precisión y fiabilidad de nuestros mecanismos perceptivos tiene limitaciones. Ejemplo: - Nuestra visión es imprecisa en circunstancias de iluminación deficiente (e.g. oscuridad, niebla), o para objetos muy pequeños o distantes. ¿Dependen las experiencias observacionales de factores subjetivos? En ciertas ocasiones la manera en qué interpretan/experimentan diferentes individuos un episodio observacional está influida por factores subjetivos: nuestras creencias, capacidades perceptivas (e.g. mayor o menor agudeza visual), recursos conceptuales, habilidades, emociones y experiencia previa, y por el contexto social y cultural del sujeto. Ejemplos: - Un médico experto y un aprendiz primerizo no experimentan lo mismo cuando observan una radiografía. - Un guía de montaña experto percibirá pistas sobre la presencia de animales donde un observador inexperto solo ve bosque y matorrales. En general, no obstante, se puede afirmar que el que la experiencia sensorial de un sujeto sea acertada o no (que ofrezca información certera sobre el mundo), dependerá fundamentalmente de cómo es de hecho (como factor objetivo) la situación observada (e.g. de si hay o no hay huellas de animales en el terreno observado por el guía de montaña). La fiabilidad de la observación Presuposición anti-escéptica: la observación perceptiva, pese a ser falible, en condiciones normales/adecuadas es correcta, objetiva y fiable (proporciona información fiable acerca de cómo es de hecho el mundo). Posible explicación evolutiva: selección natural de nuestros mecanismos perceptivos, en virtud de la fiabilidad que ofrecen acerca de la información relevante sobre el entorno. Una observación será incorrecta, bien porque acabará entrando en conflicto con otras observaciones, o porque dará lugar a predicciones e intervenciones prácticas en el mundo que resulten poco exitosas. Las posibilidades de error pueden reducirse repitiendo la observación varias veces, buscando condiciones favorables (buena iluminación, distintas perspectivas…). Empirismo Empirismo = El conocimiento científico acerca del mundo se deriva de la observación (las experiencias sensoriales). Evidencia empírica u observacional = Evidencia basada en la experiencia. Constituye el criterio fundamental (el ‘tribunal supremo’) para determinar la aceptabilidad de una tesis científica. Una creencia acerca del mundo no es científicamente aceptable si entra en conflicto con la mejor evidencia empírica disponible. Las creencias científicas han de ser revisadas a la luz de conflictos con la evidencia empírica. 2.2. Instrumentos Observación más allá de nuestros sentidos Observación directa: observación realizada directamente a través de los mecanismos perceptivos del observador (vista, oído, tacto…). La evidencia empírica científica con frecuencia necesita instrumentos que mejoran o corrigen los sentidos del observador (gafas, telescopio óptico, microscopio óptico, cámaras fotográficas, termómetros, etc). Observación indirecta: los instrumentos registran información a la que el observador no accede sensorialmente (e.g. Contador Geiger, microscopio electrónico, radiotelescopio, etc). Instrumentos y los límites de la percepción El uso de instrumentos observacionales: i. Proporciona acceso a información del entorno que no sería directamente detectable mediante nuestros sentidos (o no lo sería con la misma precisión, fiabilidad y conveniencia). ii. Ayuda a superar las limitaciones de la observación perceptiva directa, en circunstancias en que nuestros sentidos sean imprecisos o poco fiables: objetos pequeños o distantes, oscuridad, propiedades no perceptibles (e.g. medición de la contaminación atmosférica). iii. Permiten cuantificar la observación (instrumentos de medida). Ejemplos: una cinta métrica permite medir de manera cuantitativa la longitud del objeto observado, o un termómetro ofrece mediciones cuantitativas de la temperatura. ¿Es la observación con instrumentos fiable? Los instrumentos pueden introducir errores en la observación, por algún defecto de fabricación, diseño del instrumento poco fiable o uso inadecuado. Para poder confiar en las observaciones realizadas con instrumentos, hay que asegurarse de que el instrumento es fiable, se usa correctamente y está bien calibrado (es decir, realiza mediciones adecuadamente ajustadas a la escala de medida empleada). No obstante, en casos estándar, investigadores partidarios de tesis científicas rivales estarán de acuerdo acerca de la aceptabilidad de los resultados obtenidos usando instrumentos de observación, así que la evidencia empírica generada a través de tales instrumentos será admitida por todas las partes y podrá ser utilizada para decidir imparcialmente entre las diferentes teorías o tesis. Ejemplo: Los investigadores actuales aceptan las observaciones realizadas usando telescopios o microscopios estándar. La tecnología como motor de la ciencia La innovación tecnológica (invención de nuevos instrumentos y técnicas de observación y medida) proporciona nuevas evidencias empíricas disponibles y comprobables, lo que, a su vez, puede dar lugar a numerosos avances científicos (nuevas teorías y tesis científicas). Ejemplos: - La invención del telescopio y los avances en astronomía y física a partir del s. XVII (Galileo, Newton, Hubble…). Microscopio y la biología celular a partir del siglo XIX. (Robert Hooke, Rudolf Virchow, Microscopio de Efecto Túnel). Técnicas de análisis de estructuras cristalinas por difracción de rayos X y el descubrimiento de la estructura del ADN. Descubrimientos teóricos pueden dar lugar a nuevos aparatos, instrumentos y técnicas de observación. Ejemplo: - El efecto túnel (un fenómeno solo explicable por la mecánica cuántica) dio lugar al microscopio de efecto túnel (STM), que proporciona imágenes de superficies a escala atómica. Un caso: Galileo y el telescopio El uso del telescopio permitió a Galileo obtener evidencia en contra de las teorías astronómicas tradicionales (la observación de manchas solares probó que el Sol no era un astro incorruptible con una superficie uniforme y perfecta; la observación de satélites orbitando en torno a Júpiter probó que no todos los cuerpos celestes orbitan en torno a la Tierra). Galileo realizó diversas comprobaciones para mostrar que sus observaciones no se debían a defectos o interferencias introducidos por el telescopio. El uso del telescopio fue pronto aceptado por la mayoría de la comunidad científica, de modo que la evidencia observacional obtenida por Galileo (y quienes realizaron observaciones similares) tuvo que ser admitida en el debate entre las teorías geocéntricas y las nuevas propuestas heliocéntricas. 2.3. El carácter público de la observación científica La dimensión pública de la evidencia científica La observación científica aspira a ofrecer evidencia objetiva (independiente de las opiniones e idiosincrasias del observador). Si la evidencia observacional es objetiva, en principio ha de ser pública e intersubjetiva (accesible para distintos individuos con capacidades perceptivas semejantes). Para garantizar la objetividad de la evidencia empírica, las observaciones científicas han de poder ser repetidas y evaluadas por distintos investigadores. Someter al escrutinio público la evidencia observacional permite descubrir y corregir posibles errores o engaños. Una observación repetida de manera consistente y verificada por observadores independientes proporcionará evidencia empírica robusta, difícilmente cuestionable y utilizable por distintos investigadores. Una observación que sea esencialmente privada e inaccesible para otros sujetos no será admitida como evidencia científica por otros investigadores. Ejemplo: Las experiencias incomunicables de un místico o un chamán no constituyen evidencia científica. La observación como evidencia neutral Idealmente, la observación ofrece evidencia objetiva neutral que permite decidir debates entre tesis o teorías científicas alternativas. Para poder desempeñar este papel, la evidencia observacional ha de ser aceptable para investigadores que defiendan posturas enfrentadas. Las observaciones científicas han de poder ser repetidas y evaluadas de manera semejante por investigadores que defiendan teorías competidoras (es decir, la evidencia observacional ha de ser intersubjetiva). Es importante que las observaciones científicas puedan realizarse aplicando procedimientos protocolarios y rutinarios acerca de los cuales no haya desacuerdo entre investigadores rivales. Ejemplos: Uso del telescopio y el microscopio; Técnicas de análisis genético. Observación y replicabilidad Las observaciones científicas aceptables deben ser: a) Repetibles: Han de poder ser repetidas y comprobadas en distintas ocasiones y por distintos sujetos. La repetibilidad de una observación a veces tiene límites: puede haber eventos que solo son observables en una ocasión y en una situación específica (eclipses y otros fenómenos astronómicos, etc). b) Replicables: La repetición de la observación en situaciones semejantes ha de arrojar el mismo resultado. Una observación que se repita en condiciones similares sin replicar el resultado inicial no será admitida como evidencia científica aceptable (e.g. (supuesta) observación no repetida de mono-polos magnéticos por Blas Cabrera). Además, diferentes observadores enfrentados al mismo evento (e.g. el estallido de la supernova) tendrían que poder realizar observaciones similares (de lo contrario cabría cuestionar el carácter objetivo de tales observaciones). La cuantificación de la observación La evidencia observacional científica tiende a ser medible cuantitativamente (mediante medidas numéricas). La cuantificación de la evidencia observacional permite comparar con precisión observaciones realizadas por distintos sujetos o en distintas circunstancias. La cuantificación de la observación requiere el desarrollo de sistemas de unidades de medidas (e.g. el sistema métrico, m, kg, litros…). Hay ciertos tipos de evidencia observacional que no son fácilmente cuantificables. Ejemplos: Observación del comportamiento en etnología, antropología o psicología; Evidencia obtenida mediante métodos cualitativos en ciencias sociales (e.g. entrevistas abiertas).
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