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FIEBRE AGUDA

A nivel del Servicio de Emergencias Pediátrico (SEP), la fiebre es uno de los motivos más
frecuentes de consulta en la edad pediátrica, y a quienes los familiares o los cuidadores le
darán mayor importancia cuanto menor sea la edad del niño.
Es el incremento de la temperatura corporal, debido a la elevación del punto establecido de
termorregulación hipotalámico, por una respuesta adaptativa del organismo como parte de la
reacción de fase aguda de la respuesta inmune.
- Temperatura rectal > 38,2º
- Temperatura oral >37,5°
- Temperatura axilar > 38,5º
- Temperatura frontal >38°
- Temperatura timpánica > 38º

La fiebre es un cambio del nivel de regulación o set point del centro termorregulador ubicado
en el hipotálamo, que en forma normal permite que la temperatura se mantenga entre 36-
37,5. Cuando este set point se eleva, el organismo interpreta que la temperatura está mucho
más baja que lo que debiera tener, por lo que genera toda una respuesta para subirla. Esta
respuesta se denomina fiebre.

FIEBRE SIN FOCO APARENTE: Enfermedad febril aguda, <72 hs. No es posible aclarar
foco después de una anamnesis detallada y de un examen físico exhaustivo.

INFECCIÓN BACTERIANA INVASIVA (IBI): Aislamiento de una bacteria patógena en un


líquido estéril (sangre, líquido cefalorraquídeo, pleura, líquido articular).

FIEBRE DE ORÍGEN DESCONOCIDO – SÍNDROME FEBRIL PROLONGADO: Fiebre


mayor a 2 semanas, sin poder aclarar su foco. Necesario estudios de laboratorios
complementarios para aclarar su origen.

HIPERPIREXIA: Elevación de la temperatura corporal, secundaria a fiebre, >41°C. Hay un


fallo en el mecanismo regulador natural.

BACTERIEMIA OCULTA: Deteccion de un microorganismo en sangre en un paciente febril


con buen estado general y sin un foco de infección evidente.

- Edad de 3 a 36 meses.
- Fiebre > 39° sin causa aparente
- Apariencia, no tóxica
- Leucocitosis > 15000

SEPSIS: Bacteriemia asociada a síndrome inflamatorio de respuesta sistémica (SIRS)


caracterizado por:

- Temperatura >38°C o <36°C.


- Taquicardia o bradicardia por la edad.
- Taquipnea o bradipnea por la edad.
- Leucocitosis >20.000.
FISIOPATOLOGÍA

ETIOLOGÍA

Causas de elevación de la temperatura corporal:

1. Ambiental (exceso de temperatura)

- Desajustes de incubadora
- Fototerapia
- Exceso de luz solar
- Habitaciones o autos cerrados

2. Trastornos de pérdida calórica

- Exceso de ropaje
- Displasia extedérmica anhidrótica

3. Trastorno de hidratación

- Pobre ingreso de agua (problemas de amamantamiento, formulas concentradas, poco


aporte de agua)
- Pérdida de agua (enfermedad diarreica aguda, diabetes insípida)

4. Trastornos de metabolismo

- Hipertiroidismo
5. Iatrogenico

- Pirógenos en infusiones
- Medicamentos (penicilina, atropina)
- Vacunas
- Agentes biológicos ( factores estimulantes de la colonia granulocitos monocitos,
interferón etc)

6. Injuria tisular

- Quemaduras
- Traumatismo

7. Trastorno del sistema nervioso central y neuro vegetativo

- Trauma craneal
- Hemorragia intracraneal.
- Disautonomía familiar

8. Infecciones

- Virales. Las más frecuentes


- Bacterianas.
- Micóticos

¿CÓMO EVALUAR UN NIÑO CON FIEBRE?

¿El niño tiene fiebre?

Verifique si el niño tiene fiebre porque lo refieren sus padres o porque al tomar la temperatura
axilar se encuentra igual o mayor a 38°C. Si el niño no tiene fiebre, no siga evaluando la fiebre
y siga al próximo síntoma principal: problema de oído. Si el niño tiene fiebre continúe la
evaluación como sigue:

¿Qué edad tiene el niño?

Los niños menores de tres meses con temperatura igual o mayor a 38°C y los niños de tres
a seis meses de edad con temperatura igual o superior a 39°C tienen riesgo de tener un
cuadro bacteriano severo. Además, los niños menores de dos años con fiebre mayor de 39°C
requieren paraclínicos para poder definir adecuadamente una conducta.

¿Hace cuánto tiempo?

En la mayoría de los casos, la fiebre debida a enfermedades virales desaparece en pocos


días, pero la fiebre que persiste por más de cinco días puede indicar que el niño tiene una
enfermedad grave y requiere investigar la causa.

Si hace más de cinco días: ¿Ha tenido fiebre todos los días?

El enfoque del niño con fiebre por más de cinco días es diferente en el niño que ha presentado
fiebre a diario, que en aquel donde la fiebre se presentó en forma inicial, cedió por dos días y
reapareció. Si no hay signos de gravedad, el niño con picos febriles ocasionales puede
observarse, mientras que aquel con fiebre permanente requiere estudios.

¿Procede o visitó en los últimos 15 días un área de riesgo de malaria?

Pregunte si el niño vive o visitó en los últimos 15 días un área de trasmisión de malaria (todas
las regiones del país ubicadas a menos de 1.500 msnm.). Si tiene fiebre precedida de
escalofríos y vive o visitó en los últimos días una de estas regiones, se le debe descartar la
posibilidad de malaria.

¿Procede o visitó en los últimos 15 días un área con una altura inferior a los 2.200
msnm.?

Si el niño visitó o vive en un área del país con una altura inferior a los 2.200 msnm. y presenta
fiebre de inicio súbito de 39 a 40°C, sin foco evidente al examen físico, debe descartarse la
posibilidad de dengue.

OBSERVAR el aspecto: ¿Es tóxico o tiene apariencia de enfermo grave, para el


profesional?

La capacidad para diferenciar una enfermedad grave de una infección trivial, depende en gran
parte del entrenamiento y la experiencia del médico. Evaluar la apariencia del niño y
determinar su aspecto tóxico, ofrece la posibilidad de detectar una enfermedad grave y/o
bacteriemia, cercana al 92%. Se describe un niño tóxico cuando están presentes uno o varios
de los siguientes: llanto débil o con quejido, el color de la piel puede estar pálido, cianótico,
moteado o ceniciento; signos de deshidratación dados por piel pastosa con mucosas secas,
ojos hundidos y signo de pliegue presente; rostro apagado, sin expresión, o alteración de
conciencia.

OBSERVAR Y EVALUAR la actitud y respuesta frente al estímulo social.


Respuesta social normal: Niño con actitud normal y que responde adecuadamente al
estímulo social, es decir que sonríe, se mantiene activo, despierto, alerta, con llanto fuerte y
adecuado.

Respuesta inadecuada al estímulo social: Un niño más comprometido por la enfermedad,


no sonríe, tienen disminución en su actividad, está somnoliento o decaído y se despierta
cuando se estimula.

Sin respuesta al estímulo social: Un niño severamente enfermo, con mala apariencia
general, no despierta fácilmente o al despertar presenta llanto débil y quejido.

OBSERVAR Y EVALUAR las características de la piel.

El color y la apariencia de la piel también son signos útiles para orientar la severidad del
cuadro febril. Se puede encontrar un niño con un color normal de piel o encontrar otros muy
enfermos a los cuales se les observa la piel de color pálido, moteado, ceniciento o azul.

OBSERVAR si tiene alguna manifestación de sangrado o prueba de torniquete positiva.

Un niño con antecedentes de fiebre alta y manifestaciones de sangrado puede tener un


dengue hemorrágico (recordando que el niño con dengue sangra en la fase crítica que es
afebril) o un proceso séptico con compromiso de coagulación (coagulación intravascular
diseminada). Observe la aparición de petequias, equimosis o algún signo de sangrado
evidente como epistaxis, gingivorragia, sangrado urogenital o sangrado del tubo digestivo
como hematemesis o melenas.

Es importante que tener en cuenta que en un paciente tóxico con eritema o rash que no
desaparece a la presión, debe considerarse infección por meningococo e iniciar lo más pronto
dejar tempranamante posible el tratamiento antibiótico, hacer notificación y dar profilaxis a los
contactos.

OBSERVAR si hay rigidez de nuca

Mientras usted habla con el cuidador, observe si el niño dobla el cuello fácilmente cuando
mira a su alrededor, si lo hace no tiene rigidez de nuca. Si no observa algún movimiento o si
no está seguro, trate de que el niño se mire el ombligo o los dedos de los pies, mientras está
sentado.

CLASIFICACIÓN
Para poder obtener un diagnóstico debemos emplear una anamnesis detallada, una
exploración física minuciosa y, a veces, exámenes complementarios

ANAMNESIS es muy importante porque nos va a dar mucha información

● Edad
● Antecedentes personales ( prematuridad)
● Enfermedades crónicas
● Inmunodepresión
● Estado vacunal

Es preciso conocer la edad del niño, ya que a menor edad, mayor probabilidad de infección
bacteriana grave (IBG); los recién nacidos (< 1 mes) tienen un 15% de probabilidades de
padecer IBG, porcentaje que se duplica en los menores de 15 días (30%). Entre uno y tres
meses de vida la probabilidad de IBG es del 6-10%; entre los 3-36 meses del 2-3% y a partir
de los tres años es menor del 1%, como en el adulto

Antecedentes personales: Es preciso conocer los antecedentes obstétricos y perinatales,


de gran valor en lactantes pequeños, de forma que antecedentes patológicos, como
amniorrexis > 24h, fiebre intraparto, líquido amniótico turbio, colonización por Streptococcus
grupo B

Enfermedad crónica, como cardiopatías, nefropatías, asma, fibrosis quística... que son
motivo de envío en caso de estar descompensada.

En el caso de inmunodeficiencias, bien congénitas o adquiridas (asplenia, secundaria a


tratamientos quimioterápicos...) El niño debe ser enviado al hospital para valoración y
exámenes complementarios, ya que es un niño con alto riesgo de IBG.

Estado vacunal: Mirar el carnet de vacunas y corroborar que el niño ya tenga el esquema de
vacunación completo para la edad, y mirar como esta la respuesta inmune o si es por algún
patógeno que pueda estar generando la infección

En la mayoría de las ocasiones es síntoma de una infección de origen vírico, autolimitada y


que sólo requiere tratamiento sintomático con antitérmicos. Sin embargo, a veces, puede
presentar complicaciones, como la convulsión febril; también puede ser síntoma de inicio de
enfermedad crónica o secundario a infecciones graves, como la sepsis o la meningitis, que
ponen en peligro la vida del niño.

Por este motivo, dentro de la valoración inicial del niño con síndrome febril, lo primero es
valorar la gravedad, descartando que existan signos de alarma:

• Signos de hipoperfusión tisular: piel moteada, palidez, frialdad, cianosis, pulso débil...
• Exantema petequial generalizado.
• Afectación del nivel de conciencia.
• Signos de insuficiencia respiratoria.
En caso de existir cualquiera de estos signos, está indicado enviar al niño al hospital de forma
urgente. Si no existen signos de alarma, debemos realizar una valoración completa, que tiene
por objetivo obtener un diagnóstico e iniciar tratamiento. Sin embargo, en la mayoría de los
casos no vamos a encontrar signos de localidad de la infección, por ese motivo es igual de
importante buscar criterios de envío y/o ingreso en el hospital.

Anamnesis detallada

● características de la fiebre
● cuándo y a qué horas comenzó (se debe precisar)

Examen físico detallado

● buscar focos de infección


● signos de neoplasia (adenopatías, visceromegalias)
● enfermedades autoinmunes

PARACLÍNICOS:

Hemograma: Estos fueron los primeros exámenes de laboratorio que se utilizaron en la


identificación de probable infección bacteriana en niños febriles y aún está vigente en muchos
métodos como parte de los criterios de evaluación de riesgo. A partir de este examen se han
generado indicadores como el conteo absoluto de neutrófilos inmaduros, la relación
neutrófilos inmaduros/maduros. Un resultado de leucocitos ≥15.000/L o < 5.000/L

Velocidad de sedimentación globular (VSG) y Proteína C reactiva (PCR): Estos son los
exámenes más frecuentemente utilizados entre la batería de análisis de pesquisa de sepsis.
Ambos han demostrado tener razonables indicadores diagnósticos, aunque la PCR ofrece
ligera ventaja a la VSG. Algunas consideraciones de desventaja se deben tener al utilizar la
VSG en el RN de pocos días debido a la plétora sanguínea fisiológica que puede dificultar el
proceso de sedimentación globular y falsear resultados.

Procalcitonina: En la actualidad se le está dando mucha importancia a la determinación de


la Procalcitonina sérica como indicador de infección bacteriana en la evaluación del lactante
pequeño febril
Examen de orina: La frecuencia con que se presenta la ITU en lactantes febriles, la cual
resulta ser la IBS más frecuente, es lo que motiva a realizar el examen de la orina. El método
clásico es el examen citoquímico de orina centrifugada buscando piuria u otras alteraciones
acompañantes como proteinuria, hematuria, cilindruria y en lo posible bacteriuria. El examen
con tiras reactivas para identificar nitritos y estearasa de leucocitos que ofrecen elevada
sensibilidad y especificidad

Cultivo de sangre: La regla de oro para el diagnóstico de bacteriemia es por cultivo de


sangre. (La obtención de las muestras debe hacerse con las debidas medidas de asepsia y
antisepsia y con una cantidad suficiente en los frascos de cultivo (al menos 1 mL. de sangre).

ABORDAJE

La escala YIOS, que corresponde a las siglas en castellano de “escala de valoración del
lactante pequeño” , se emplea para valorar lactantes entre uno y tres meses de edad, según
tres parámetros que lo vamos a ver a continuación.

Si la puntuación es <7 puntos, se considera que no existe riesgo de infección grave.

La escala de YALE, descrita por McCarthy en 1982, sigue teniendo vigor en la actualidad y
es la escala más empleada para valorar a niños entre 3 y 36 meses de vida, según seis
parámetros.

De forma que si la puntuación obtenida es <7 puntos: se indicará observación domiciliaria


Entre 8 y 10 puntos: se enviará al hospital para observación, ya que existe riesgo de IBG
(3%).

Entre 11 y 16 puntos: existe mayor riesgo de IBG (20%) y debe ser ingresado en el hospital
para una segunda valoración.
Finalmente si es >16 puntos: se considera de alto riesgo (93% IBG) y está indicado el ingreso
hospitalario y el inicio de antibioterapia empírica

Los criterios de Rochester son criterios clínicos y analíticos de bajo riesgo, de forma que el
niño no padece infección grave (VPN: 98,9%) y puede ser controlado de forma ambulatoria,
sin precisar tratamiento antibiótico empírico.
MANEJO DE LA FIEBRE

● Reposo.
● Buena hidratación.
● Medios físicos (desarropar).
● ANTIPIRÉTICOS.
● -ACETAMINOFEN (PARACETAMOL)
● -IBUPROFENO
● -METAMIZOL
● -ASPIRINA: CONTRAINDICADA

TRATAMIENTO
tratamiento antitérmico

Existe gran controversia sobre si es adecuado o no tratar la fiebre, ya que esta forma parte
del sistema defensivo del organismo (estimulando la respuesta inmunitaria) y, además, inhibe
el crecimiento bacteriano. Es importante intentar educar a los padres sobre los beneficios de
la fiebre e insistir en que no es dañina por sí misma. Las indicaciones de tratamiento
antitérmico son las siguientes:

•Afectación del estado general, independientemente del grado de temperatura.

•Antecedentes de convulsiones febriles, por la angustia familiar (aunque no se ha demostrado


que el tratamiento antitérmico reduzca el riesgo de convulsión.

•Patología crónica que puede descompensarse por el ascenso febril (cardiopatías,


neumopatías).

El tratamiento antitérmico incluye medidas físicas y farmacológicas:

•Medidas físicas: la eficacia de las medidas físicas es motivo de controversia en la literatura.


Se recomienda retirar el exceso de ropa y mantener al paciente en un ambiente térmico de
entre 18 y 23°C para favorecer la pérdida percutánea de calor. En algunos casos
(hipertermia), se pueden realizar friegas con agua templada (30°C). Otras medidas físicas,
como la aplicación de paños húmedos fríos, no están recomendadas; ya que, producen
vasoconstricción cutánea, dificultando la eliminación del calor, y, además, son incómodos
para los niños.

•Tratamiento farmacológico: los antitérmicos más utilizados son el paracetamol y el


ibuprofeno. El metamizol también puede ser de utilidad, aunque su utilización es
mucho menor.

–Paracetamol: actúa directamente en el centro termorregulador hipotalámico, sin tener


efecto antiinflamatorio. Su absorción oral es buena, alcanzando niveles máximos al
cabo de 1-2 horas de su administración oral. Puede administrarse también por vía rectal
(con una absorción más errática que la vía oral) y por vía endovenosa. El efecto
antitérmico es de 4-6 horas. Tiene pocos efectos secundarios, siendo uno de los
antitérmicos más seguros actualmente. Se han descrito, como reacciones adversas,
las reacciones cutáneas, la leucopenia, el aumento reversible de los enzimas hepáticos
y la nefrotoxicidad. Por otra parte, la intoxicación por paracetamol puede ser
extremadamente grave, incluso letal, por necrosis hepática aguda.

–Ibuprofeno: fármaco antitérmico y antiinflamatorio. Su absorción oral es buena,


alcanzando niveles séricos máximos en 30-90 minutos. Los alimentos pueden reducir
la velocidad de absorción, pero no la cantidad total absorbida. Su efecto antitérmico
dura unas 6-8 horas. Tiene pocos efectos adversos cuando se administra durante
períodos cortos de tiempo. Los principales son la gastritis (con náuseas, vómitos,
dolor abdominal difuso y diarrea) y el sangrado gastrointestinal(2,13).

–Metamizol: analgésico superior al paracetamol, que suele administrarse en la


población infantil vía oral, rectal, intramuscular o endovenosa. Como efectos adversos,
su administración rápida puede provocar: calor, rubor facial, palpitaciones,
hipotensión y náuseas. También se han descrito casos de agranulocitosis y anemia
aplásica en adultos.

RECOMENDACIONES EN NEONATO

Todo recién nacido (0-29 días) debe ser hospitalizado y hacer laboratorios para descartar
proceso séptico, y manejarlo como tal mientras se obtienen los resultados.

Debido a la inmadurez de sus sistema inmunológico, pueden presentar infección por Bacilos
Gram Negativos (E Coli, Enterobacterias), Estreptococos del grupo B, Listeria
monocytogenes y enterococo, siendo las infecciones por neumococo y meningococo muy
raras, posiblemente a la adquisición de anticuerpos maternos.

RECOMENDACIONES EN LACTANTES 1 A 3 MESES

Lactantes de 1-3 meses, en quienes apenas se inicia el programa de vacunación, y por tanto
no hay una adecuada protección para las bacterias encapsuladas, deben ser hospitalizados,
toma de laboratorios pertinentes y manejo cuidadoso.

Disminuyen las infecciones por Gram Negativos y estreptococos del grupo B, y aumentan las
producidas por Neumococo, salmonella y meningococo.

RECOMENDACIÓN EN NIÑOS 3 – 36 meses

Niños con edades entre 3 y 36 meses con temperaturas de 39°C se les debe solicitar CH
completo PCR, uroanálisis y hemocultivo, debido a que el riesgo de bacteriemia en este grupo
es cerca del 3%, y manejarlos de acuerdo a la responsabilidad de cuidadores, bien sea con
o sin la administración de a.b.

Es el grupo de mayor incidencia de Bacteriemia Oculta cuando se presentan con fiebre > 39
grados, siendo el S. pneumoniae el que más se aísla en los hemocultivos, pero también
teniendo importancia la salmonella, N. meningitidis y S. pyogenes.

Es de esperar que para esta edad, el niño ya haya recibido siquiera dos dosis de las vacunas
conjugadas, por eso la disminución de Bacteriemia Oculta debida a Haemophilus Influenzae
tipo B y a Neumococo, han disminuido notablemente.

RECOMENDACIÓN EN NIÑOS > 36 MESES

En los niños mayores de 36 meses, las infecciones bacterianas suelen ser localizadas,
dependiendo la etiología del órgano afectado, siendo muy baja la incidencia de Bacteriemia
Oculta.

APORTES DEL DR VICTORIA

• El objetivo con el antipirético NO es quitar la fiebre, es disminuir el disconfort de tener la


fiebre, puede lograrse una temperatura máximo de 38.5°.
• En niños previamente sanos la causa es generalmente infecciosa, si se encuentra un foco
en el examen físico como por ejemplo una otitis, ya no amerita estudios porque ya lo
encontró.
• El mejor sitio para tomar la temperatura es rectal, pero se prefiere axilar por la
incomodidad, ya que, es un procedimiento invasivo y puede producir laceración o
sangrado (la diferencia es de 0.5°).
• En los centros de salud se cuenta con termómetro de mercurio, a pesar de que es
contaminante. El mejor termómetro es el infrarrojo o por lo menos el digital.
• El termómetro se debe dejar de 3 a 5 minutos por lo menos, en la región axilar.
• La temperatura axilar es la más usada por lo fácil que es tomarla, pero es la menos
confiable.
• Fiebre es tener una temperatura igual o superior a 38°, antes de este valor es febrícula.
• El sobreabrigamiento puede ser una causa del aumento de la temperatura, por ello al niño
hay que quitarle la ropita mínimo 15 a 20 minutos antes de tomarle la temperatura.
• La temperatura ambiental puede alterar la temperatura corporal hasta en 1°, sobre todo
en zonas calientes.
• Niño con fiebre se debe indagar si viene de zona endémica de paludismo, se debe tomar
gota gruesa, hemograma, reactantes de fase aguda.
• Si el niño llega con fiebre, se deben tomar paraclínicos mínimo 3 días después de que
empezó el cuadro. Excepto si el niño tiene signos de infección urinaria (disuria, olor fétido,
orina concentrada) o el estado general del niño, es decir, que tenga apariencia tóxica, no
tolera la vía oral, se ve pálido, tiene alteración de la conciencia; además si el niño tiene
alguna comorbilidad importante que pueda debilitar su sistema inmune, pues esto lo
clasifica inmediatamente de alto riesgo.
• La gran mayoría de las infecciones en los niños son virales.
• Una otitis media o una amigdalitis a un niño no lo pone tóxico nunca, si el niño esta tóxico
lo más probable es que sea una meningitis.
• La diferencia de una petequia de una maluca, se ve en el examen físico cuando
realizamos digito-presión, cuando es una maluca pues esta desaparece, en cambio, una
petequia persiste, ya que, la petequia infiltra varias capas de la piel.
• Las petequias son muy características de infección por meningococo principalmente,
también por haemophilus influenzae o neumococo.
• A menor edad, más riesgo de infección bacteriana grave.
• Lactante de 1 a 3 meses: Es el periodo gris, en donde puede haber gérmenes del periodo
neonatal o del periodo lactante.
• En el neonato las escalas no se toman porque no son confiables en ellos, por eso se
toman desde el primer mes en adelante. Estas escalas se toman para evaluar el riesgo
de infección bacteriana grave.
• Al clasificarse un niño con alto riesgo de infección bacteriana grave, se debe hospitalizar
inmediatamente, policultivarlo e iniciar antibiótico preventivo (mientras se obtienen los
resultados de los cultivos).
• El más inespecífico de los reactantes de fase aguda es la VSG. La más confiable es la
procalcitonina, pero no está disponible en algunos centros de salud, entonces se puede
tomar PCR.
• Junto con el uroanálisis se debe pedir Gram de orina sin centrifugar, porque puede indicar
bacterias y otros datos mientras llega el urocultivo.
• En periodo neonatal se utiliza una penicilina como la AMPICILINA + un aminoglucósido
como GENTAMICINA o AMIKAMICINA. Pero si se confirma una meningitis bacteriana se
debe cambiar el aminoglucósido por una cefalosporina de tercera generación
(CEFTRIAXONA o CEFOTAXIME).
• La ceftriaxona no está contraindicada en neonatos, se recomienda no utilizarla, pero
llegado el momento de una meningitis y no haya cefotaxime, pues se debe dar. No se da
de primera línea porque puede aumentar la bilirrubina, por ello en RN prematuro con
incompatibilidad RH y que tenga bilirrubinas aumentadas NO se da por ningún motivo,
pero si el niño es a término y está sano, si se puede utilizar con precaución.
• El aminoglucósido funciona bien cuando la membrana meníngea está inflamada, pero
cuando disminuye la inflamación deja de funcionar y por ende la meningitis queda
medianamente tratada.
• Neumonía oculta: fiebre mayor a 39° y una leucocitosis mayor a 20 mil, en pacientes de
3 a 36 meses. No se ve tóxico, no tiene dificultad respiratoria, ni taquipnea, de pronto
puede tener disminución de la saturación de oxígeno y ya. El germen más común es el
neumococo.
• De 1 a 3 meses damos un AB que cubra listeria monocitogenes, streptococo del grupo b
y algunos gram negativos. Sería ampicilina + cefalosporina de tercera como ceftriaxona
de 50mg/kg/cada 12 horas (que abarque neumococo, meningococo y haemophilus
influenzae, es decir, los encapsulados). Otra posibilidad sería ampicilina + inhibidor de
betalactamasa (pero solo si no se sospecha de meningitis) como ampicilina sulbactam.
• Entre 3 a 36 meses son más comunes los encapsulados, por ello se da ceftriaxona o
cefotaxime SIN ampicilina, ya que es muy poco probable la listeria o un S. agalactiae.

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