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Aportación:

Desde hace muchos años el concepto Innovación ha estado en continuo debate y


muchos autores han intentado definirlo. Para mí, teniendo en cuenta la definición
dada por Gee, S. (1981), innovación lo podemos entender como el proceso mediante
el cual se desarrolla un producto, tecnología o servicio útil a partir de una idea,
invención o necesidad de reconocimiento, el cual se acepta comercialmente.

En cambio, si nos referimos a innovación educativa, debemos trasladarnos a la


definición dada por Martínez, J. (2008), en el cual se trata la innovación educativa
como un proceso que implica un cambio en la enseñanza y se basa en cuatro factores
fundamentales: personas, conocimiento, proceso y tecnología.

Por otro lado, la innovación casi siempre es concebida como un cambio positivo, muy
pocas veces podemos encontrar detractores de ella. En este caso, Garrocho y
Herrero-Beaumont (2020), escriben en su artículo una frase con la cuál muestran su
posición acerca de ello. Bajo mi punto de vista, tienen mucha razón acerca de esta
cuestión, pues simplemente la sociedad acepta y adquiere hábitos o productos
simplemente porque se les ha colocado la etiqueta de “innovativos”. En el ámbito
educativo sucede lo mismo, cada día surgen cientos de metodologías innovadoras
con las cuales se revolucionan las redes sociales, haciendo que maestros y profesores
las incorporen en sus clases sin realizar una reflexión crítica o pensar si son adecuadas
con el grupo-clase. Antes de aceptar algo o querer incorporarlo a nuestra batería de
recursos o metodologías, debemos pensar si la utilizaremos porque aporta algún
beneficio a nuestras clases y al aprendizaje que llevarán a cabo nuestros alumnos; o
simplemente las incorporamos para poder tener la etiqueta de innovadores.

La innovación, no es un concepto que se pueda abordar aislado de la investigación.


Navarro, E., Jiménez, E., Rappoport, S., & Thoilliez, B. (2017) nos muestran la estrecha
relación que mantienen estas dos nociones. La innovación no se daría si antes no se
ha llevado a cabo una investigación. La investigación empieza el proceso de detectar
los cambios necesarios, cómo producirlos y la manera en que serán acogidos por la
sociedad; así como si son adecuados o no. La innovación, coge todos esos
conocimientos e intenta solucionar los problemas planteados de una forma
novedosa que se adapte mejor a la sociedad en la que vivimos.

Teniendo todo ello en cuenta, se nos puede venir a la cabeza duda de en qué
aspectos de la educación se requiere innovación. Hoy en día nos encontramos con
cientos de propuestas metodológicas innovadoras, cientos de materiales y de
propuestas de aula. Sin embargo, podemos observar que aún así nos encontramos
con lagunas y aspectos en los que se requeriría una innovación. El proceso de
enseñanza-aprendizaje está influenciado por diversos componentes tal y como dice
Addine, F., & García, G. (2020). Uno de estos componentes es de forma indiscutible
la metodología, la cual requerirá una innovación según las necesidades del alumnado
y sus características vayan cambiando. Otro componente que requiere de una
indiscutible innovación es la evaluación. En casi todas las clases nos podemos
encontrar con que la evaluación se lleva a cabo principalmente mediante exámenes
en los cuales solo hay que plasmar los contenidos que el alumnado ha aprendido
memorísticamente. Este tipo de evaluación no refleja lo realmente aprendido por
cada uno de ellos y ellas, y en muchos casos resulta contraproducente pues causa
estrés, ansiedad, cambios en los patrones del sueño y provoca que no se aprenda
nada, simplemente se memorice y tras plasmarlo en el examen lo olviden.

Por último, me gustaría mencionar un proyecto llamado ‘And the Oscar goes to…’ y
llevado a cabo por el Colegio Sant Josep Obrer en Palma (Mallorca).

Este proyecto intentó fomentar la creatividad y la motivación de los alumnos hacia el


aprendizaje de la lengua inglesa. Para ello los alumnos y alumnas tuvieron que
desarrollar sus propias creaciones cinematográficas basándose en los géneros
clásicos y en obras contemporáneas.

Las grandes fortalezas de este proyecto son el fomento de la creatividad en clase, la


relación directa de los contenidos estudiados con la sociedad en la que vivimos y el
papel central que adquiere el alumno al tener que investigar, redactar y crear sus
propias producciones. Sin embargo, este proyecto se podía haber planteado de
forma que se analizaran diferentes cuestiones a las estéticas como acentos, dialectos,
expresiones y vocabulario que aparecen en las obras analizadas y que deberían
incorporar a las suyas propias; haciendo así que el proyecto se centrara también en
aspectos lingüísticos y culturales, no solo en estéticos o de redacción de guion.

Se puede consultar el proyecto completo en: https://innovapedia.ucsc.cl/and-the-


oscar-goes-to-aprendiendo-ingles-a-traves-del-cine/

Bibliografía:

Addine, F., & García, G. (2020). Temas de introducción a la formación pedagógica.


Editorial Pueblo y Educación.

Cilleruelo, E. (2007). COMPENDIO DE DEFINICIONES DEL CONCEPTO


«INNOVACIÓN» REALIZADAS POR AUTORES RELEVANTES: DISEÑO HÍBRIDO
ACTUALIZADO DEL CONCEPTO. Dirección y Organización (DyO), 34, 34–98.

Gee, S. (1981). Technology transfer, Innovation & Internacional Competitiveness.


Wiley&Sons.
Martínez, J. (2008). Pero ¿qué es la innovación educativa? Cuadernos de
pedagogía, 375, 78–82.

Navarro, E., Jiménez, E., Rappoport, S., & Thoilliez, B. (2017). Fundamentos de la
investigación y la innovación educativa (1.a ed.). Universidad Internacional de la Rioja.

Respuesta a compañera:

Querida Sofía,

En primer lugar me gustaría felicitarte por tu excelente trabajo y las reflexiones que
haces en tu post.
Coincido contigo totalmente al afirmar que no todo lo novedoso es bueno, ni por ser
novedoso debe ser aplicado inmediatamente sin estudiar si es adecuado o no para
el contexto de nuestra aula.

Además, tal y como afirma Alemán, L., Sancho-Vinuesa, T., & Gómez, M. (2015) y lo
hiciste tú en tu aportación, el docente debe estar en continua formación y
actualización, tanto de sus conocimientos como de nuevas metodologías. Sin
embargo, es muy importante que los docentes tengan una buena base para poder
adaptarse a las necesidades de sus alumnos pudiendo ofrecer metodologías y
recursos más innovadores, así como más tradicionales; siempre teniendo en cuenta
qué es lo que más se adecúa al alumno y a los contenidos impartidos.

Asimismo, la innovación es sumamente importante al tratarse de alumnos con


Necesidades Educativas Especiales, pues nos permitiría una mejor adaptación e
individualización, consiguiendo que los alumnos aprendan de manera significativa,
tal y como afirma Jurado, P. (1995).
Teniendo todo ello en cuenta, podemos afirmar que la innovación educativa es
totalmente necesaria, llevando a cabo primero una investigación que nos permita
conocer las necesidades de nuestros alumnos y si fuera conveniente el uso de
metodologías innovadoras.

Como bien afirmas, el uso de tabletas y recursos online favorece mucho el


aprendizaje del alumnado y el desarrollo de las distintas competencias. Un buen
ejemplo de ello es la experiencia realizada por Centro Fundació Escolàpies-Escolapias
en Gandía. La experiencia se llevó a cabo en un aula de 4º de la ESO. El docente llegó
a clase varios días con distintas noticias, algunas falsas y otras no; los alumnos y
alumnas debían utilizar sus tabletas para identificar la veracidad de las noticias y dar
pruebas al resto de los compañeros. Esto no solo les permite desarrollar la
competencia digital, sino aprender a aprender, competencia en comunicación
lingüística, y las competencias sociales y cívicas.
Por último, y relacionado con lo que has expuesto sobre las pocas experiencias,
investigaciones e información acerca de cómo trabajar adecuadamente con alumnos
TDAH, me gustaría mencionar ciertos consejos que nos da Miranda, A. (2002).
Algunas de estas consideraciones son: enseñanza continua y activa sobre los hábitos
de trabajo y las reglas de clase, modificaciones del espacio físico del aula, cambios
en la metodología y en el currículum, y pautas para la utilización de estrategias
organizativas.
También, nos encontramos con el trabajo realizado por Urzaiz, M. V., & Paniagua, F.
M. (2012). En este artículo nos da ciertas pautas para trabajar en Educación
Secundaria con alumnos TEA. Por ejemplo: utilización de apoyos visuales,
anticipación de las actividades tanto grupales como individuales, anticipar los
criterios de evaluación, adaptaciones metodológicas y la coordinación entre todos
los docentes que imparten clase al alumno o alumna.

Bibliografía:
Alemán, L., Sancho-Vinuesa, T., & Gómez, M. (2015). Indicadores de calidad
pedagógica para el diseño de un curso en línea masivo y abierto de actualización
docente. Revista de Universidad y Sociedad del Conocimiento (RUSC), 12, 104–119.

Jurado, P. (1995). Integración educativa y educación especial como encrucijada hacia


la innovación. Educar, 19, 77–86.

Miranda, A. (2002). Optimización del proceso de enseñanza/aprendizaje en


estudiantes con Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad
(TDAH). eduPsykhé, 1, 249–274.

Urzaiz, M. V., & Paniagua, F. M. (2012). Un reto que nos enriquece: la intervención
educativa con alumnos con trastorno de espectro autista (TEA) en Secundaria. Padres
y maestros, 347, 16–20.

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