A 27 de septiembre del 2021, Monterrey, Nuevo León.
A lo largo de este periodo de confinamiento debido al Covid19, se han presentado muchos cambios en el estilo de vida de las personas alrededor de todo el mundo. Hubo desempleo, fallecimientos y demás acontecimientos que afectaron la vida de las personas en diferentes aspectos y grados. Uno de los aspectos afectados fue la interacción entre las personas, ya que debido al confinamiento, fue necesario tomar distancia en actividades cotidianas, incluyendo la educación.
El objetivo del presente informe es analizar cómo la educación virtual o a
distancia durante la pandemia tuvo que adaptarse a las necesidades de su alumnado, considerando sus contextos, necesidades, preferencias, etc., considerando que fue necesario realizar cambios dentro de su metodología, ya que, al ser algo nuevo para todos, se tuvieron que realizar muchos “ensayo y error” para poder encontrar un equilibrio entre el aprendizaje significativo de los alumnos, las herramientas digitales disponibles, la metodología de trabajo de los docentes regulares, y un sinfín de aspectos a considerar.
La Estrategia de equidad e inclusión en la educación básica propone una
revolución de la educación. La educación y las escuelas inclusivas, como objetivos a largo plazo, buscan construir comunidades que perciban en las diferencias un recurso valioso para potenciar las capacidades y habilidades de los estudiantes. (SEP, 2016). Por tanto, surge la incógnita de cómo lograr tener una escuela inclusiva en la que la sociedad de alumnos es tan diversa en estilos de aprendizaje, intereses, economía, contextos familiares y socioculturales, etc., sin tener un acercamiento presencial o directo con ellos, partir de un diagnóstico quizá alterado ya que, ¿cómo garantizar que nuestras percepciones a través de una videollamada sean lo suficientemente concretas y reales posibles?, ¿será suficiente una evaluación digital para conocer al alumno, sus intereses, motivaciones, preocupaciones, etc.?. Se resaltan como factores principales para poder garantizar o desarrollar un buen papel desde el enfoque de escuela inclusiva, la aplicación del Diseño Universal para el Aprendizaje, el trabajo colaborativo entre docentes, padres de familias y alumnos, y el repensar constante en las modificaciones necesarias para lograr una educación exitosa a distancia.
Dentro del Diseño Universal para el aprendizaje se sebe considerar el nivel de
inclusión que maneja la escuela, ya que en esto variarán las posibles estrategias a implementar. A partir de una entrevista con el padre de familia, plantear estrategias junto al docente regular y equipo paradocente, trabajando la multidimensionalidad del alumno, su desarrollo cognitivo, físico y emocional, plantear metas, objetivos e intereses por trabajar y desarrollarlo en conjunto.
En cuanto al trabajo colaborativo, se debe enfatizar que todas las funciones de
los maestros, padres y equipo de apoyo son importantes, y que si se logra un buen trabajo colaborativo, se logrará crear un plan estratégico en el que cada uno sabe sus funciones previamente extablecidas con el fin de desarrollar al máximo las capacidades y aptitudes del alumno.
Los cambios que se promueven a través de las innovaciones pueden considerarse
como un aprendizaje ya que, al igual que éste, modifican las estructuras previas, creando un nuevo orden y signifcado. En este sentido, los recursos tecnologicos se replantean de acuerdo a la accesibilidad que se tenga en cada contexto, si se habla de una institución con suficientes materiales o una comunidad con economía suficiente para satisfacer las herramientas tecnológicas se puede hablar de el uso de plataformas en línea, sin importar la modalidad que se curse, recordando que éstas herramientas no son exclusivas de la modalidad virtual. En el ámbito de enseñanza-aprendizaje se pueden realizar aulas virtuales y hacer uso de contenidos digitales como revistas, videos, o cursos interactivos en línea. En el caso de la evaluación, se puede hacer uso de formularios online con ponderación como Google Forms o sitios interactivos como Kahoot, Menti, Jamboard, etc., en el que se plantee la evaluación como diagnóstico de cada tema.
La innovación constituye un cambio que incide en algún aspecto estructural de la
educación para mejorar su calidad. Puede ocurrir a nivel de aula, de institución educativa y de sistema escolar. Por ello se debe repensar como una escuela de calidad, desde sus múltiples sentidos, ya sea relacionado con el ideal de sociedad o el de institución que se quiere construir, todo desde el enfoque de los Derechos Humanos.
A manera de conclusión, se señala la gran importancia de tener compromiso y
voluntad, ya que son imprescindibles para transformar las creencias, concepciones y prácticas. A la hora de promover cambios es difícil que todos los integrantes de un centro educativo compartan las mismas ideas respecto a la educación, la enseñanza y el aprendizaje. Todos deberán fungir como fuente de su propio aprendizaje, por lo tanto se pretende que se lleve de manera colaborativa para que el resultado sea exitoso. El docente deberá instruirse y capacitarse en nuevas herramientas tecnológicas, los padres de familia deberán mostrarse más abiertos a las necesidades de sus hijos, y los alumnos deberán ser partícipes activos de la enseñanza para poder tener un aprendizaje significativo, considerando que no todos los alumnos tendrán los mismos ambientes de aprendizaje o zonas de desarrollo próximo en sus hogares. Bibliografía Cabrerizo, J. (2007). Atención a la diversidad. Madrid: PEARSON Prentice Hall. Beech, J. (2018). La innovación educativa en contexto: demanas, desafíos y oportunidades. En Cambio e innovación educativa: las cuestiones cruciales (págs. 121-130). Argentina: Fundación Santillana. SEP. (2016). Estrategia de equidad e inclusión en la educación básica: para alumnos con discapacidad, aptitudes sobresalientes y dificultades severas de aprendizaje, conducta o comunicación. México. UNESCO. (2016). Herramientas de apoyo para el trabajo docente. Innovación Educativa. Lima.