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¿QUÉ ES LA VITAMINA E Y PARA QUÉ SIRVE?

La vitamina E o tocoferol pertenece al grupo de las vitaminas


liposolubles. Muchas de sus funciones están relacionadas con
su acción antioxidante, de modo que ayuda a mantener tu
cuerpo sano y a retrasar su envejecimiento.

Este nutriente neutraliza los radicales libres y, en


consecuencia, protege de la oxidación a las membranas celulares
de todo el organismo, especialmente a las de las células del
sistema nervioso, del sistema cardiovascular y del sistema
muscular.

Del mismo modo, evita la oxidación de las grasas, las proteínas


y los ácidos nucleicos (ADN y ARN) e inhibe la formación de
nitrosaminas. Por eso, tomar la cantidad adecuada de esta
vitamina es clave para el desarrollo normal del sistema
neurológico y del

uscular.

Por otro lado, la vitamina E también colabora en la formación de


glóbulos rojos y la coagulación de la sangre, estimula al sistema
inmunitario y su presencia es necesaria para el funcionamiento
de la retina y de la fertilidad.

¿QUÉ OCURRE CUANDO HAY ALTERACIONES


EN SU CANTIDAD?
No se conoce ninguna enfermedad debida a la carencia de
vitamina E., pero eso no significa que este déficit no produzca
problemas.

Este compuesto se almacena en el hígado y en el tejido adiposo,


pero, como solo se consigue a través de los alimentos ricos
en grasas, cualquier enfermedad que altere la absorción o
digestión de este nutriente (como enfermedad celíaca,
enfermedad de Crohn, etc.) podría conducir a una posible
deficiencia de tocoferol.

Esta carencia podría causar efectos negativos en los nervios y


los músculos, llevando a la pérdida de sensibilidad en los brazos
y las piernas, la debilidad muscular y los problemas de la visión.
El debilitamiento del sistema inmune también puede ser un
síntoma de déficit de vitamina E.

Cuando hay exceso


Tomar vitamina E a través los alimentos no supone ningún riesgo
para la salud. Pero, cuando se toman dosis elevadas en forma
de suplementos, sí que podría interferir con la vitamina K y
aumentar el riesgo de hemorragias.

Por otro lado, algunos estudios han observado que dosis muy
altas de vitamina E en humanos pueden producir fatiga,
náuseas, doble visión, dolor de cabeza y molestias
musculares.

Antes de tomar suplementos de vitamina E, es muy importante


consultarlo con el especialista, porque además de los efectos
mencionados, puede interactuar con ciertos medicamentos y
disminuir la eficacia de éstos.

ALIMENTOS QUE CONTIENEN VITAMINA E


Si quieres que tu dieta incorpore alimentos ricos en vitamina E,
recurre al aceite de oliva virgen (y los de semillas sin refinar), las
aceitunas, los frutos secos, el germen de trigo, el aguacate y las
verduras de hoja verde (espinaca, acelgas, brócoli, etc.).

¿SABÍAS QUE…?
Existen datos que relacionan las ingestas bajas de vitamina E con
el desarrollo de cánceres como el de mama, pulmón e intestino.

Sin embargo, no es en absoluto recomendable tomar


suplementos de este nutriente, porque la mayoría de los
estudios que se han realizado en este sentido, no solo indican
que la vitamina E no ayuda a prevenir el cáncer, sino que incluso
podría favorecerlo en algunos casos.

 Dosis diaria recomendada: 15 mg /día en adultos.

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