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Etimología

 proviene del griego “ethos”, y en un primer sentido


significa habitar, morar, lugar donde se habita
 podemos definir la ética como el aprender a habitar, a
ser habitantes de esta casa, de esta ciudad, de este
mundo
Definición
 una disciplina filosófica que reflexiona sobre
el obrar humano
 nace de la preocupación por realizar el bien
 Posee dimensión social
Definición

“La Ética es la ciencia directiva


de los actos humanos hacia
el bien honesto, de acuerdo
con la recta razón”
Propiedades de la Ética
 La ética es ciencia práctica: dirige la
actividad humana. Propone orden o rectitud
en nuestros actos.
 Es ciencia normativa: da normas o reglas de
conducta.
 Es ciencia obligatoria: las normas éticas
presentan un carácter obligatorio (en
conciencia debemos seguirlas).
 La ética es también un arte, en cuanto nos
enseña el modo de obrar.
 La ética nos enseña a:
 ser libres
 a tener gobierno de nuestras propias
acciones
 a conformar nuestro propio ser
 a hacer frente a los cambios y a los conflictos
que se van presentando a lo largo de la vida
 a vivir bien, mediante el conocimiento de la
realidad
Un hombre que vive bien…

• Puede hacer lo que quiera


• No pierde el sentido de su existencia
• Se afirma en su propio ser
• Vive seguro de sí
• No pierde la serenidad, ni en el éxito ni en el fracaso
• Será feliz
MORAL

 Consiste en el conjunto de las creencias que tiene la


gente sobre lo bueno, lo malo, lo correcto y lo
incorrecto, así como la valoración de las acciones que
se realizan sobre la base de estas creencias.
 Dirige la conducta humana.
 Da pautas para la vida cotidiana.
 La moral es una de las instituciones que
regula las interacciones sociales. Como
ejemplos de instituciones que regulan las
interacciones humanas: son el sistema
jurídico el educativo, la familia, la
religión, etc.
 La moral regula la convivencia, a través
de un conjunto de normas morales que
todas las personas que comparten una
comunidad reconocen como obligatorias
independientemente de que las cumplan
o de que las violen.
Moral positiva
 conjunto de las convicciones morales que hay en una
sociedad
 son múltiples: dependen de las tradiciones culturales,
familiares, religiosas etc.
 Son irreductibles entre sí en tanto suponen el
fenómeno de compartir determinadas convicciones y
determinados códigos de preferencias.
ÉTICA MORAL

REFLEXIÓN SOBRE QUÉ DA PAUTAS PARA LA VIDA


ORIGINA Y JUSTIFICA ESTAS COTIDIANA
PAUTAS
CUESTIONA LA VALIDEZ DE CREENCIAS SOBRE LO BUENO
COMPORTAMIENTOS Y LO MALO
VALORACIÓN EN BASE A
ESTAS CREENCIAS
ENUNCIA PRINCIPIOS NORMAS MORALES adquiridas
GENERALES O UNIVERSALES por cada individuo, que regulan
QUE INSPIRAN LAS sus actos, su práctica diaria
CONDUCTAS
LOS PRINCIPIOS ÉTICOS EL COMPORTAMIENTO
REGULAN EL MORAL INCIDE ALTERANDO
COMPORTAMIENTO MORAL LOS PRINCIPIOS ÉTICOS
POSEE DIMENSIÓN SOCIAL REGULA INTERACCIONES
SOCIALES
NO SANCIONADAS POR AUTORIDAD-
SIN CODIGO ESCRITO

DE PUBLICO
CONOCIMIENTO

NORMAS
OBLIGATORIAS
MORALES

REGULA INTERACCIONES ENTRE


PERSONAS

REDUCE CONFLICTOS ENTRE PERSONAS


NORMAS JURIDICAS

SANCIONADAS POR REGULA REDUCE


DE PUBLICO
AUTORIDAD- OBLIGATORIAS INTERACCIONES CONFLICTOS
CONOCIMIENTO
CODIGO ESCRITO ENTRE PERSONAS ENTRE PERSONAS

SANCION ANTE
INCUMPLIMIENTO JUICIO
A CARGO DE HIPOTETICO: “SI A
ORGANOS DEL ES, B DEBE SER”
ESTADO
DIMENSIONES DE LA MORAL
En los diferentes niveles de la interacción humana
se producen actos que están sujetos a determinados
condicionamientos morales y éticos.
MORAL PERSONAL
 Normas de cumplimiento obligatorio respecto de
nuestra propia persona
 “proteger mi vida, la integridad, la dignidad de mi
persona, alejándola de riesgos innecesarios”
 “debo trabajar incansablemente para desarrollar y
perfeccionar la propia vida”
MORAL FAMILIAR O DOMESTICA

 Entendiendo a la familia como una unidad primaria de


socialización, en el cual se adquieren las primeras
pautas para hacer frente a la vida en sociedad
 Diferentes niveles de obligaciones:
1. Deberes de los padres entre sí: fidelidad, respeto
mutuo asistencia
2. Deberes de los padres hacia los hijos: funciones
nutricias (alimento, cuidado personal, afecto,
vestido, educación, etc.); funciones normativas
(pautas de conducta y aprendizaje de normas)
3. Concepto de autoridad paterna: como obligación
principal a cumplir haca la persona del hijo.
4. Deberes de los hijos hacia los padres: compromiso
recíproco (obediencia- asistencia)
5. Deberes de los hijos entre sí: compromisos
recíprocos entre hermanos (asistencia-
solidaridad- fraternidad- respeto- compartir-
participación)
MORAL CIVICA
 El Estado como persona jurídica, mantiene relación con los
ciudadanos, y de ahí la existencia de compromisos
recíprocos:
1. Deberes del ciudadano para con el Estado (lo aprendido en
el hogar hacia afuera):
a) Obedecer las leyes de la Nación
b) Cooperar con el sostenimiento del Estado (impuestos)
c) Defensa solidaria de la Patria
d) Participar en la organización y administración del Estado
a través de sufragio popular
 Deberes del Estado para con los ciudadanos:
(algunos Ejemplos)
a) Establecer las leyes de la Nación
b) Garantizar el orden y la justicia
c) Proveer a la defensa común
d) Afianzar los beneficios de la libertad
e) Asegurar la paz interior
* de su incumplimiento el gobernante deberá
dar cuenta al pueblo*
MORAL PUBLICA
 Aspectos vinculados al ejercicio de la función pública
 Quienes ejercen una función pública deben ocuparse del
bien y de la felicidad del hombre
 Ejemplaridad en la vida pública (grandes modelos)
 Son depositarios de la confianza de los ciudadanos para
logar el anhelado bien común
 El funcionario público posee: responsabilidad
política(ejercida por la ciudadanía); responsabilidad civil
y penal (tribunales de justicia); responsabilidad
administrativa( por las propias instituciones y órganos de
fiscalización que evalúan el desempeño administrativo
del funcionario.
SEMAN
A1
MÓDUL
O1

ETICA
NOMBRE Y
DE MATERIA
DEONTOLOGIA
TEMA A DESARROLLAR

PROFESIONAL
Nociones
preliminares
ETICA Y
MORAL
SEMANA
1
ÉTICA. Concepto. Etimología. MÓDULO
1-2
La ética es una disciplina filosófica que reflexiona sobre el obrar humano. Es un
saber práctico que tiene por objeto las acciones de los hombres en tanto requieren
ser fundamentadas con sensatez.

La ética nace de la preocupación por realizar el bien. Este obrar posee una
dimensión social, ya que está referido a otras personas. Todos somos capaces de
hacernos responsables de nuestras acciones. Se trata entonces de la formación de
un carácter moral que nos permita obrar bien y ser buenos. La ética nos enseña a
hacernos cargo de nuestras acciones, sus motivaciones y consecuencias.

La ética surge de la reflexión acerca de nuestros modos de habitar el mundo. Nace


de la preocupación y el cuidado de nuestro propio modo de obrar, en casa, en el
barrio, en la escuela, en la universidad. No es suficiente quedarnos con la intención
de hacer el bien sino que además es necesario encontrar los medios efectivos para
hacerlo.
Como dice P. Barroso en el Diccionario de ciencias y técnicas de comunicación,
“Ética es la ciencia filosófico-normativo y teórico-práctica que estudia los aspectos
individuales y sociales de la persona a tenor de la moralidad de los actos humanos,
bajo el prisma de la razón humana, teniendo siempre como fin el bien honesto, la
honestidad”.

Etimológicamente la palabra ética proviene del griego, y en un primer sentido


significa habitar, morar, lugar donde se habita. Según esto podemos definir la ética
como el aprender a habitar, a ser habitantes de esta casa, de esta ciudad, de este
mundo. Pero además significa carácter, costumbre, hábito. El carácter se logra
mediante el habitar.

La ética nos enseña a ser libres, es decir, a tener nosotros mismos el gobierno de
nuestras acciones, y a descubrir como nuestras propias acciones van conformando
nuestro ser. De este modo, aprender a habitar significa también aprender a practicar
los hábitos que nos permiten realizar el bien y ser buenos. Es la formación de un
carácter moral que, desde su opción por el bien, pueda hacer frente a los cambios y
conflictos que se van presentando a lo largo de la vida.

La sabiduría y la prudencia son virtudes, que nos permiten determinar qué es lo que
debe ser hecho, cuándo y cómo corresponde hacerlo.

La Ética enseña vivir bien porque se fundamenta en la realidad. Y para ello se


conocer la realidad. Permitiendo así el conocimiento de las acciones que se ajustan
a la realidad. Un hombre que vive bien puede hacer lo que quiera, sin que se pierda
el sentido de su existencia. Es un hombre que acción tras acción va afirmándose en
su propio ser.

1
SEMANA
1
La ética es el hecho real que se da en la mentalidad de algunas personas,MÓDULO
es un
conjunto de normas, principio y razones que un sujeto ha realizado y establecido 1-2
como una línea directriz de su propia conducta.
DEFINICIÓN DE LA ÉTICA

La ética como disciplina filosófica intenta a través de métodos de análisis y


experiencia propios de la filosofía, elaborar los conceptos y argumentos para
comprender la dimensión moral de la persona.

La Ética es la ciencia directiva de los actos humanos hacia el bien honesto, de


acuerdo con la recta razón.
a) Es ciencia, es decir, conjunto ordenado de principios y conclusiones
b) De los actos humanos (como objeto material): hechos específicos del hombre
con libre elección.
c) Directiva (objeto formal): la recta dirección de los actos humanos.
d) Hacia el bien honesto: los actos orientados hacia un fin determinado. Este es
el bien honesto, el bien propio y adecuado a la naturaleza del hombre, en cuanto
hombre.
e) De acuerdo con la recta razón: recta, quiere decir no desviada por perjuicios,
pasiones e intereses personales, sino de acuerdo con la razón, última norma de
nuestra conducta.

Propiedades de la ética:

1- La ética es ciencia práctica. Su fin es dirigir nuestra actividad moral o humana.


Lo que ella se propone es poner orden o rectitud en nuestros actos, no permitiendo
que se desvíen de su fin, que es el bien honesto y de su norma, que es la recta
razón.
2- Es ciencia normativa. Da normas o reglas de conducta, y nuestros actos
serán buenos o malos según se ajusten a ellas o se desvíen de ellas.
3- Es ciencia obligatoria. Las normas éticas presentan un carácter obligatorio: en
conciencia debemos seguirlas; y si obramos contra ellas, delinquimos, pecamos.
4- La ética es también un arte, en cuanto nos enseña el modo de obrar; y la más
digna y elevada de las artes, porque también nos dicta las reglas para dirigir la
actividad moral del hombre.

MORAL. Concepto. Etimología.


El término moral proviene del vocablo latino moralis.

La moral se refiere al conjunto de las creencias que tiene la gente sobre lo bueno, lo
malo, lo correcto y lo incorrecto, así como la valoración de las acciones que se
realizan sobre la base de estas creencias.

2
SEMANA
1
MÓDULO
La moral hace referencia a todas aquellas normas de conducta que son impuestas
por la sociedad, se transmiten de generación en generación, evolucionan a lo largo 1-2
del tiempo y poseen fuertes diferencias con respecto a las normas de otra sociedad
y de otra época histórica. El fin último que persiguen estas reglas morales es orientar
la conducta de los integrantes de esa sociedad.

La moral es una de las instituciones que regula las interacciones sociales. Otros
ejemplos de instituciones que regulan las interacciones humanas son: son el sistema
jurídico el educativo, la familia, la religión, etc. Todas ellas estás presentes desde
tiempos remotos en la vida del ser humano. A pesar de todas las variaciones
culturales que presentan no existe sociedad que no tenga alguna de estas
instituciones.

La moral regula la convivencia, a través de un conjunto de normas morales que


todas las personas que comparten una comunidad reconocen como obligatorias
independientemente de que las cumplan o de que las violen.

La moral es un conjunto de juicios relativos al bien y al mal, destinados a dirigir la


conducta de los humanos. Estos juicios se concretan en normas de comportamiento
que, adquiridas por cada individuo, regulan sus actos, su práctica diaria.

Cada persona no asume ni incorpora automáticamente el conjunto de prescripciones


y prohibiciones de su sociedad, ni cada sociedad o cultura formulan los mismos
juicios sobre el bien y el mal. La moral da pautas para la vida cotidiana.

En un sentido restringido de moral, sería cuando se hace referencia a la moral de


una determinada institución, a la moral de una familia, etc. Se denomina moral
positiva, la cual constituye un fenómeno propio de la sociedad humana. Entonces la
moral positiva, en realidad se trata del conjunto de las convicciones morales que hay
en una sociedad, que son múltiples. Las cuales dependen de las tradiciones
culturales, familiares, religiosas etc.

En cambio, cuando hablamos de moralidad estamos ya en un plano más universal y


que apunta a una esfera de normas universalmente válidas.
Relaciones.

La ética es una reflexión sobre la moral. Ésta se encuentra en un nivel diferente: se


pregunta por qué consideramos válidos unos comportamientos y otros no. La ética
compara las pautas morales que tienen diferentes personas o sociedades buscando
su fundamento u legitimación. Investiga lo que es específico del comportamiento
moral. Enuncia principios generales o universales inspiradores de toda conducta.
Crea teorías que establezcan y justifiquen aquello por lo cual merece la pena vivir.

La moral da pautas para la vida cotidiana, la ética por su lado, es un estudio o


reflexión sobre qué origina y justifica estas pautas. Sin embargo ambas, si bien son
perfectamente distinguibles, son complementarias.

3
SEMANA
1
MÓDULO
Los principios éticos regulan el comportamiento moral pero este comportamiento
incide alterando los mismos principios. A menudo los conflictos de normas morales 1-2
que aparecen cuando tenemos que tomar decisiones son el motor que nos impulsa
una reflexión de nivel ético.

Moral Ética

Nace en el seno de una sociedad Surge en la interioridad de una persona, como


y por tanto, ejerce una influencia resultado de su propia reflexión y su propia
muy poderosa en la conducta de elección. Pueden coincidir o no con la moral
cada uno de sus integrantes recibida.

Actúa en la conducta desde el Influye en la conducta de una persona de forma


exterior o desde el inconsciente consciente y voluntaria.

Destaca la presión del valor captado y apreciado


Ejerce presión externa y destaca internamente como tal. El fundamento de la
su aspecto coercitivo, impositivo norma ética es el valor, no el valor impuesto
y punitivo desde el exterior, sino el descubierto
internamente en la reflexión de un sujeto

Por tanto, podemos afirmar que existen tres niveles de diferenciación:

1. El primer nivel reside en la Moral, es decir, en las normas de origen externo que
condicionan la mentalidad del individuo.

2. El segundo nivel en la ética conceptual, entendida como el conjunto de normas de


origen interno, personal y autónomo.

3. El tercer nivel es la Ética axiológica como conjunto de normas originadas en una


persona dada una reflexión previa sobre ciertos valores.

Mientras que la Ética se apoya en la razón y depende de la filosofía; la Moral se


apoya en las costumbres y la conforman un conjunto de elementos normativos, que
la sociedad acepta como válidos.

Cuando hablamos de "ética" se hace directamente referencia a la conciencia


personal. Por ello, con la concreción y diseño de códigos deontológicos, además de
autorregular una profesión, se invita al seguimiento de un camino muy concreto y a
la formación ética de los profesionales.

De forma teórica, podríamos diferenciar dos grandes grupos: la ética social y la ética
individual.

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SEMANA
1
MÓDULO
Dentro de la ética individual se diferencia, también, una ética interpersonal que es la
que rige el comportamiento que tenemos en relación a otros individuos. Aquí se 1-2
puede situar la ética profesional ya que rige el comportamiento del profesional en su
actividad laboral. Para conocer el fundamento ético y moral de un código ético, se
requiere el estudio de la actividad profesional en sí.

La ética de las profesiones se mueve en el nivel intermedio de las éticas específicas


o “aplicadas”. El profesional se juega en el ejercicio de su profesión no sólo ser un
buen o mal profesional sino también su ser ético.

La ética general de las profesiones se plantea en términos de principios: el principio


de beneficencia, el principio de autonomía, el principio de justicia y el principio de no
maleficencia.

Los principios se distinguen de las normas por ser más genéricos que éstas. Los
principios ponen ante los ojos los grandes temas y valores del vivir y del actuar. Las
normas aplican los principios a situaciones más o menos concretas, más o menos
genéricas. Las normas suelen hacer referencia a algún tipo de circunstancia, aunque
sea en términos genéricos. Pero también los principios se hacen inteligibles cuando
adquieren concreción normativa y hacen referencia a las situaciones en las que se
invocan y se aplican. En términos generales un principio enuncia un valor o meta
valiosa. Las normas, en cambio, intentando realizar el principio bajo el que se
subsumen, dicen cómo debe aplicarse un principio en determinadas situaciones.

Tanto las normas como los principios son universales aun cuando el ámbito de
aplicación de los principios sea más amplio y general que las normas específicas
que caen bajo dicho principio.

Desde la perspectiva de la ética profesional, el primer criterio para juzgar las


actuaciones profesionales será si se logra y cómo se logra realizar esos bienes y
proporcionar esos servicios (principio de beneficencia). Como toda actuación
profesional tiene como destinatario a otras personas, tratar a las personas como
tales personas, respetando su dignidad, autonomía y derechos sería el segundo
criterio (principio de autonomía). Las actuaciones profesionales se llevan a cabo
en un ámbito social con demandas múltiples que hay que jerarquizar y recursos más
o menos limitados que hay que administrar con criterios de justicia (principio de
justicia). Y, en todo caso, habrá que evitar causar daño, no perjudicar a nadie que
pueda quedar implicado o afectado por una actuación profesional (principio de no
maleficencia).

NORMAS MORALES Y JURÍDICAS. Diferencias.

5
SEMANA
1
Las normas morales no han sido sancionadas por ninguna autoridad niMÓDULO están
recogidas en código escrito alguno. Sin embargo, al igual que las normas jurídicas, 1-2
son de público conocimiento, tienen carácter obligatorio y regulan las interacciones
entre las personas, reduciendo los conflictos entre ellas.
La diferencia entre estas normas, en principio, es que el incumplimiento de las
normas jurídicas se hace pasible de la aplicación de una sanción establecida por la
ley. Y este es el modo en que el sistema jurídico reduce los conflictos y ayuda a la
convivencia.

La norma jurídica es un juicio hipotético que expresa el enlace específico


(imputación) de una situación de hecho condicionante con una consecuencia
condicionada.
El juicio hipotético que constituye la norma jurídica se expresa en el esquema “si A
es, B debe ser”, siendo la situación de hecho condicionante y B la consecuencia
jurídica condicionada que se imputa a la primera.

Además la norma jurídica es coactiva. Ya que la consecuencia enlazada en la


proposición jurídica a una determinada condición es el acto coactivo estatal, esto es
la pena o la ejecución civil o administrativa. En lo que hace las sanciones jurídicas,
las mismas se encuentran previstas específicamente dentro de un esquema y
sistemas normativos que las predeterminan en sus condiciones de aplicación y
efectos. Y además son coercibles, en el sentido de que la imposición por parte de
los órganos del Estado es considerada lícita.

El ordenamiento jurídico conmina a los individuos a una conducta determinada,


mediante la amenaza de que un órgano del Estado los privará de ciertos bienes
(libertad, propiedad, etc.) aun contra su voluntad, haciendo eventualmente uso de la
fuerza.
Las cosas resultarían mucho más promisorias cuando las personas obran
correctamente porque están convencidas de que eso es bueno, cuando obedecen
las normas y cumplen con sus deberes porque encuentran que es justo hacerlo así.

El sentido moral opera sobre los seres humanos de distintas maneras: en el mejor
de los casos, nuestras propias convicciones hace que respetemos la integridad de
los otros, que ayudemos a los ancianos y a los inválidos en la calle, que tengamos
gestos solidarios hacia los más necesitados, que no hablemos a los gritos en un
hospital, que mantengamos nuestras promesas o que no arrojemos nuestra basura
en el patio del vecino. Pero no siempre es así, muchas veces obramos bien por
temor a que nos critiquen o a que nos hagan de lado.

6
ACTOS HUMANOS
RAZÓN. VOLUNTAD. LIBERTAD
 se puede definir como aquel que procede de
la voluntad libre y deliberada del hombre
 son aquellos actos que el hombre realiza
sabiendo lo que está haciendo y plenamente
libre, es decir, usando de sus facultades
 está obligado a responder totalmente de
ellos.
 Actos del hombre: acto de nutrición, acto de
digestión, acto de respiración, etc.
 Actos naturales: actos que realiza
hipnotizado, dormido, plenamente distraído,
etc
 Actos amenazados por fuerza física
irresistible o temores
Acto humano discernimiento

intención

libertad
 Por ella puede separar lo distinto de cada cosa,
de lo común que ésta tenga con las demás
 puede además conocer y enterarse de la realidad
 puede también elaborar conceptos y unirlos para
formar juicios
 comparando datos en un proceso complejo, llega
a cosas nuevas partiendo de cosas conocidas
 le facilita al hombre el ejercicio de su libertad
 hace posible el desarrollo de su propia
personalidad
 …es la que orienta el acto del hombre; a unos
actos los dirige y a otros los ejecuta…
 supone en el hombre una capacidad de
manifestarse externamente como una
persona individual.
 CONOCIMIENTO: empieza por el estudio o
disposición de la mente para aprehender
algo, supone consideración y atención

 VOLUNTAD del acto, bien sea queriendo o no


íntimamente, sin ninguna violencia (para ello
es preciso que conozcamos y queramos el fin
para el cual realizamos el acto)
 DISCERNIMIENTO: capacidad de comprender
lo que está bien o está mal, para ello requiere
el conocimiento
 INTENCIÓN: querer el fin para el cual
realizamos el acto, elegir los medios
adecuados y dirigir la acción hacia el mismo
 LIBERTAD: poder de autodeterminación. Se
encarga de hacer la mejor elección de lo que
el entendimiento nos muestra
 ignorancia: consiste en la ausencia de
conocimientos
 miedo: consiste en la perturbación emocional
producida por la amenaza de un peligro
inminente
 Cólera y otras pasiones: (ira, enojo) al igual que
otras emociones y pasiones producen una fuerte
limitación en nuestra capacidad de elegir
libremente(emociones: odio, tristeza, alegría,
celos, envidia enamoramiento)
 violencia: es una fuerza externa, física o síquica
 desajustes psíquicos: entre los cuales sobresale
la neurosis, la persona se siente atada a ciertos
patrones de conducta, a mecanismos de defensa
 Acción voluntaria: con conocimiento- sin
coacción
 Agente moral: sujeto que haya causado el
acto (directa o indirectamente) y con
intervención de su voluntad
 Es aquel que se fundamenta en la realidad
 Se realiza con conocimiento de la realidad
(saber qué son y cómo son realmente las
cosas, y obrar voluntariamente según ese
saber), a través de su capacidad racional
 Observando y respetando las exigencias de la
misma realidad
 El hombre se mete en la realidad, la conoce…
 Advierte lo que es bueno, advierte el bien…
 Libremente lo quiere…
 Libremente de decide a ejecutarlo…
 El acto humano bueno equivale a la
realización de la persona
 Pero es necesario que sean muchos actos
repetidos y mantenidos en el tiempo
 Actos que están en armonía con la realidad
 Conducen al perfeccionamiento y una mayor
significación a la existencia personal
 Lo que se identifica con el deseo de felicidad
que hay en todos nosotros
• Puede provenir de dos vías…
1. Va abiertamente en contra de la propia
estructura personal, de la propia naturaleza
(ej. el suicidio, la mentira, falsedad, engaño,
traición)
2. Por el deseo de seguir sin discernimiento ni
juicio el impulso ciego de la naturaleza (ej.
satisfacer el gusto de comer sin límites)
 Atenta contra nuestra integridad (la
estructura misma de nuestra persona)
 Si esta conducta se repite y se prolonga en el
tiempo…
 Conduce a la destrucción- aniquilación de la
persona
SEMAN
A1
MÓDUL
O1

ETICA
NOMBRE Y
DE MATERIA
DEONTOLOGIA
TEMA A DESARROLLAR

PROFESIONAL

ACTOS
HUMANOS
SEMANA
2
ÉTICA. ACTOS HUMANOS MÓDULO
2
Es posible decir que la Ética es una parte de la Filosofía Práctica que se ocupa del
hecho moral y de los problemas filosóficos que nacen de la conducta humana.

La ética se dedica al estudio de los actos humanos, pero aquellos que se realizan
por la voluntad y libertad absoluta, de la persona. Todo acto humano que no se
realice por medio de la voluntad de la persona y que esté ausente de libertad, no
forma parte del campo de estudio de la ética. La ética, por tanto, no inventa la vida
moral sino que reflexiona sobre ella.

Desde la perspectiva del discurso moral existe la presunción, además, de que el ser
humano es en cierto modo libre. Esta consideración deja abierto el campo de
posibilidades de actuación de los seres humanos. En el ejercicio de esa libertad se
producen conflictos que constituyen la clave de la vida moral y sobre los que la ética,
como reflexión teórica, trata de dar luz, para encauzar adecuadamente la praxis, la
acción humana.

ACTOS HUMANOS. RAZÓN. VOLUNTAD. LIBERTAD.

El hombre sólo puede llegar a su perfección a través de su propia actividad y sus


propios movimientos. Y los movimientos de todo ser vivo son internos a ese ser, y es
precisamente esa interioridad lo que permite distinguir un ser vivo de uno que no lo
es. Ahora bien, en el hombre encontramos unos movimientos mucho más perfectos
que los que operan en las plantas o en los animales, inclusive unos movimientos que
el hombre ejecuta o realiza sin necesidad de estar reflexionando sobre ellos, aunque
se dé cuenta de ellos, por ejemplo, cuando se conduce un caballo o se maneja una
máquina de escribir.

Sin embargo, en el tipo de vida específico del hombre es el que de un modo


consciente, reflexivo, voluntario y libre se propone un acto con el cual pretenda
alcanzar un fin determinado, es decir, sabe lo que hace, y por último lo realiza. Esto
implica o supone en el hombre una capacidad de manifestarse como una persona
individual.

La capacidad es consecuencia de ser persona, es decir, estar dotado de razón y


libertad. Por la razón puede separar lo distinto de cada cosa, de lo común que ésta
tenga con las demás, puede además conocer y enterarse de la realidad, puede
también elaborar conceptos y unirlos para formar juicios, comparando datos en un
proceso complejo, llega a cosas nuevas partiendo de cosas conocidas; esto es lo
que se llama propiamente el raciocinio o conocimiento racional.

Por toda esta actividad, el hombre también puede reflexionar, es decir, no sólo
conocer sino también enterarse de qué conoce, enterarse del acto de conocer que
ha realizado, lo que le lleva a algo muy importante y es que puede distinguir entre la
realidad y lo que no es la realidad, entre la apariencia y lo que realmente es, lo que
existe en la realidad.

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SEMANA
2
Esa condición de racional le facilita al hombre el ejercicio de su libertad, MÓDULO
haciendo
posible a la vez el desarrollo de su propia personalidad. 2
Al hombre le es propio proponerse fines. En otras palabras es un ser que tiene
voluntad. La voluntad es la que orienta el acto del hombre; a unos actos los dirige y
a otros los ejecuta.

Cuando el ser humano puede dirigir su conducta hacia los fines que él mismo se ha
propuesto sin coacción ni fuerza, decimos que es libre en cualquier caso de su vida,
pero ahora en el que nos interesa es libre para perfeccionarse a sí mismo, para
realizarse, para evitar su propia destrucción.

Es así como se integran la razón, la voluntad y la libertad en la persona, haciéndole


posible la decisión y la ejecución de actos propios, a través de los cuales consigue
su propia perfección.

Ahora bien, la conducta del hombre es precisamente el objeto material con la cual
trabaja la Ética, y es la vez el instrumento a través del cual nos realizamos o no
como personas.

Entonces la ética es la ciencia de la realización de la persona a través de sus


propios actos. Además a través del estudio de los actos humanos se puede medir la
responsabilidad propia del hombre por sus actuaciones.
El ACTO HUMANO se puede definir como aquel que procede de la voluntad libre y
deliberada del hombre. Son aquellos actos que el hombre realiza sabiendo lo que
está haciendo y plenamente libre, es decir, usando de sus facultades, como son la
libertad y la razón, y en consecuencia está obligado a responder totalmente de ellos.

Es decir, no todo lo que el hombre hace o ejecuta es un acto humano, o sea que no
toda la actividad del hombre es objeto de la ética, actos que son meramente
naturales (ej. actos que realiza hipnotizado, dormido, plenamente distraído, etc). Hay
otros actos que tampoco son objeto de la ética, los llamados actos del hombre,
como por ejemplo: el acto de nutrición, acto de digestión, acto de respiración, etc.
Tampoco lo son, los actos que el hombre realiza amenazado por fuerzas irresistibles
o temores capaces de violentar su voluntad.

Acto humano es también aprender, imaginarse algo, querer algo o a alguien, y es un


acto humano porque en esas operaciones intervienen la inteligencia y la libertad de
la persona.
Los elementos que estructuran o configuran el acto humano son:

El primer elemento es el conocimiento de lo que se va hacer. Lo primero que se


exige a quien obra es que conozca (conocer lo que se va a hacer, como primer y
fundamental elemento). Este conocimiento empieza por el estudio o disposición de
la mente para aprehender algo, supone consideración y atención; después viene el
determinar si es posible y conveniente o no ejecutarlo, determinar además los

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SEMANA
2
medios que se van a emplear para ello, y por último, dar lo que podríamosMÓDULO
llamar
como “la orden” de que se realice. 2
El segundo elemento es el volitivo, que se refiere a la voluntad del acto, bien sea
queriendo o no íntimamente, sin ninguna violencia. Para ello es preciso que
conozcamos y queramos el fin para el cual realizamos el acto.
La libertad es como una propiedad de la voluntad, que se encarga de hacer la mejor
elección de lo que el entendimiento nos muestra como bueno, como útil, como
necesario, como conveniente para nosotros.

La libertad es precisamente el poder de autodeterminación. Es así que la libertad se


funda en el dinamismo fundamental que la orienta hacia el bien supremo.

Determinarse es decidirse con conocimiento de causa, es a la vez querer y saber,


más exactamente es querer que tal razón se convierta en mi razón de obrar, que
este juicio práctico sea, en el conjunto de los juicios que forman la deliberación, el
último juicio práctico. Y sin duda este último juicio práctico es un acto de la
inteligencia.
Por otro lado existen los obstáculos de la libertad, que son:

a) La ignorancia: consiste en la ausencia de conocimientos, es un obstáculo ya


que para elegir algo, es preciso conocerlo. Por ejemplo, muchos fracasos en las
carreras profesionales se deben a una elección incorrecta de ella por ignorar otras
especialidades que estarían más de acuerdo con las cualidades del sujeto.
b) El miedo: consiste en la perturbación emocional producida por la amenaza de
un peligro inminente y es un obstáculo ya que en casos extremos (pavor), puede
producir una ofuscación completa de las facultades superiores, y todo lo que se
ejecuta en esos momentos pierde el carácter de acto humano, pues el sujeto no
puede responder de ello.
c) La cólera y otras pasiones: la cólera, también llamada ira, enojo, al igual que
otras emociones y pasiones producen una fuerte limitación en nuestra capacidad de
elegir libremente. Las emociones como el odio, la tristeza, la alegría, los celos, la
envidia y el enamoramiento, son respuestas orgánicas (de adecuación o
inadecuación, de aceptación o de rechazo) por parte del sujeto cuando percibe un
objeto afín o discordante.
La emoción llevada al extremo recibe el nombre de pasión. La palabra sentimiento
expresa casi siempre lo mismo que la palabra emoción, cuando se trata de un
fenómeno persistente.
d) La violencia: es una fuerza externa, física o síquica, ante la cual es difícil o
imposible resistirse. Ésta puede debilitar la libertad del sujeto hasta el grado de
suprimir toda responsabilidad en lo que se refiere a la conducta realizada en esos
momentos.
e) Los desajustes psíquicos: entre los cuales sobresale la neurosis, debilitan la
libertad debido a que la persona se siente atada a ciertos patrones de conducta, a

3
SEMANA
2
mecanismos de defensa, a lo que le dicta el autoconcepto o el Super MÓDULO
Yo, a las
emociones exageradas, como la ansiedad y la angustia. 2

¿Qué condiciones debe reunir una acción para que sea considerada
responsable?

El tipo de acción que interesa a la ética es la voluntaria, que es la que permite la


atribución de responsabilidad. Sin embargo, no siempre resulta sencillo determinar si
un acto es voluntario o no lo es.

Las acciones voluntarias son aquellas que elegimos realizar conociendo las
circunstancias y sin coacciones. Algunas de ellas se realizan de manera espontánea
o habitual (ej. caminar, comer, etc), y en otras ocasiones deliberamos antes de
actuar, ya sea porque no tenemos claro el fin que queremos lograr o porque nos
estamos seguros de los medios para alcanzarlo.

Las acciones involuntarias son las únicas acciones a las que no les corresponde
responsabilidad.

La condición necesaria para que un sujeto sea pasible de reproche por un acto, es
que sea un agente, es decir, que lo haya causado (directa o indirectamente) y que
haya intervenido su voluntad. En ética, se emplea el concepto de agente moral para
referirse a las personas que tienen capacidad para responsabilizarse por sus actos.

ACTO HUMANO BUENO

• Es aquel que se fundamenta en la realidad


• Se realiza con conocimiento de la realidad (saber qué son y cómo son
realmente las cosas, y obrar voluntariamente según ese saber), a través de
su capacidad racional
• Observando y respetando las exigencias de la misma realidad

• El hombre se mete en la realidad, la conoce…


• Advierte lo que es bueno, advierte el bien…
• Libremente lo quiere…
• Libremente de decide a ejecutarlo…

• El acto humano bueno equivale a la realización de la persona


• Pero es necesario que sean muchos actos repetidos y mantenidos en
el tiempo
• Actos que están en armonía con la realidad

4
SEMANA
2
• Conducen al perfeccionamiento y una mayor significaciónMÓDULO
a la
existencia personal 2
• Lo que se identifica con el deseo de felicidad que hay en todos
nosotros

ACTO HUMANO MALO


Puede provenir de dos vías…

1. Va abiertamente en contra de la propia estructura personal, de la


propia naturaleza (ej. el suicidio, la mentira, falsedad, engaño, traición)
2. Por el deseo de seguir sin discernimiento ni juicio el impulso ciego de la
naturaleza (ej. satisfacer el gusto de comer sin límites).

• Atenta contra nuestra integridad (la estructura misma de nuestra


persona)
• Si esta conducta se repite y se prolonga en el tiempo…
• Conduce a la destrucción- aniquilación de la persona

5
SEMAN
A1
MÓDUL
O1

ETICA
NOMBRE Y
DE MATERIA
DEONTOLOGIA
TEMA A DESARROLLAR

PROFESIONAL

VIRTUDES
CARDINALES
SEMANA
3
VIRTUDES CARDINALES MÓDULO
Noción de la virtud
3

Es un hábito o disposición permanente que nos mueve a obrar el bien y evitar el mal.
Se dice:

a) Hábito o disposición permanente: la virtud no consiste en el acto del bien, sin


en el hábito o disposición permanente de bien;
b) Que nos mueve a obrar el bien y evitar el mal, esta es la característica del
hábito virtuoso: dispone nuestra alma para el bien, haciéndoselo más fácil y suave, y
la aleja del mal.
A la virtud se opone el vicio, que es el hábito o disposición permanente para el mal.

El sujeto de la virtud y del vicio es únicamente el ser racional y libre. En efecto


solamente la criatura racional puede tener conocimiento de las nociones de bien y
de mal, indispensables para formar la noción de virtud y de vicio. Igualmente sólo la
criatura libre puede escoger entre el bien y el mal y llegar a tener mérito demérito.

El hábito entra principalmente en la noción de virtud, y es muy clara la influencia del


hábito en la virtud.

La virtud guarda un término medio entre dos excesos contrarios. Así la firmeza es un
medio entre la debilidad y la terquedad, el valor entre la cobardía y la temeridad, etc.
Esto pasa con todas las virtudes morales, esto es, las que dirigen nuestra conducta.
Los dos extremos en que se mueve la virtud son vicios.

Las virtudes (como los vicios) presuponen ciertas disposiciones innatas, pero son
formadas y robustecidas por la repetición de los actos. Todos nacemos con ciertos
gérmenes de virtudes y de vicios, aunque no en la misma proporción, ni tampoco
hacia los mismos objetos.

La educación buena o mala, los ejemplos y consejos y sobre todo el esfuerzo


personal o la falta de él harán que sean las virtudes o los vicios los que en definitiva
se desarrollen.
A la virtud en sentido de hábito bueno se opone el vicio.
Sin embargo no se puede llegar a ser virtuoso con un solo acto, porque un solo acto
no puede hacerse toda una actitud o disposición (ej. de la misma manera que quien
alguna vez mata a un pájaro no por ello se dice que es un cazador). El hombre va
adquiriendo una estabilidad para la acción, una disposición previa para la obra, que
tiene su fundamento y su manera de desarrollarse en la propia naturaleza y
estructura humanas, convirtiéndose en una capacidad para obrar. Por eso podemos
decir que hablar de virtud, es también hablar de un hábito operativo, una capacidad,
potencia o predisposición estable para obrar.

1
SEMANA
3
En definitiva podemos consignar como definición de virtud: “virtud es un MÓDULO
hábito
operativo bueno”, hábito que por lo tanto perfecciona la obra y al agente que la 3
realiza.

Las virtudes intelectuales son hábitos que perfeccionan al entendimiento en orden a


la verdad (ej. la sabiduría, la ciencia, etc.).

Las virtudes morales son las que propiamente llamamos virtudes, son hábitos que
perfeccionan la voluntad induciéndola al bien. Tienen por objeto los actos o
costumbres humanas. Las virtudes morales se reducen a las cuatro virtudes
cardinales: prudencia, justicia, fortaleza y templanza.

LAS CUATRO VIRTUDES FUNDAMENTALES (CARDINALES)

PRUDENCIA

La prudencia es un término que se emplea como sinónimo de sensatez, mesura,


cautela o moderación. Se trata de la virtud que lleva a alguien a desenvolverse de
modo justo y adecuado. Expresarse con un lenguaje claro y adecuado forma parte
de la prudencia, sobre todo en la comunicación de hechos trascendentes o malas
noticias.
Por otra parte, la prudencia implica el respeto por los sentimientos y la vida de las
demás personas. Un individuo con conductas imprudentes es probable que no sólo
ponga en riesgo su propia existencia, sino que también represente un peligro para la
vida de otros. Esto ocurre con quienes conducen de manera temeraria, tienen
animales peligrosos en su hogar o festejan disparando al aire, entre muchas otras
acciones y conductas que se oponen a la prudencia.

Ser prudente es ser precavido. Esta virtud toca todos los aspectos de la vida, desde
nuestra propia seguridad y la de las personas que nos rodean, hasta nuestras
relaciones con los otros, e incluso la economía. Por eso es fundamental tenerla
presente como medio de alcanzar la estabilidad.
Se puede citar a Aristóteles en cuanto a la definición de prudencia:

«Resta, pues, que la prudencia es un modo de ser racional, verdadero y práctico,


respecto de lo que es bueno y malo para el hombre» [Ética a Nicómaco, VI, 1140b].

La prudencia, por tanto, se ocupa de los asuntos humanos en todos aquellos


aspectos sobre los que es posible deliberar.

El individuo prudente delibera bien, y eso significa que es capaz de conocer lo que
es mejor para el hombre y, más en concreto, para uno mismo, pues la prudencia,
piensa Aristóteles, se halla referida esencialmente al propio individuo; de tal manera
que quien sabe lo que le conviene y actúa en consecuencia, es prudente. Así, pues,

2
SEMANA
3
MÓDULO
«parece propio del hombre prudente el ser capaz de deliberar rectamente sobre lo
que es bueno y conveniente para sí mismo […] para vivir bien en general» [Ética a 3
Nicómaco, VI, 1140a].

La práctica, el ejercicio de la virtud resulta indispensable y necesaria para que el


hombre alcance su plenitud como persona humana. Los actos buenos realizados
muchas veces, el obrar humano, va transformando el ser humano hasta darle la
forma más acabada posible, más perfecta posible, la más real. Entonces, sólo
mediante el ejercicio constante de actos de virtud, es posible que el hombre alcance
el bien que naturalmente desea.

La realización del hombre parte del conocimiento de la realidad, y esa es


precisamente la médula de la prudencia.

Para obrar bien, primero es necesario conocer, entendido como acto por el cual se
establece una comunicación con el ser, como una mayor aproximación a la realidad.
La prudencia nos dirige en la recta aplicación de los principios moviéndonos a
examinar las cosas con cuidado y a elegir rectamente lo que debemos obrar.

La prudencia incluye tres actos: a) el examen de la cosa de la cosa, si es buena o


mala, conveniente o nociva, y los medios de obtenerla o evitarla; b) el juicio sobre su
aceptación o rechazo; c) la decisión de obrar.

La prudencia representa el bien más exclusivamente humano, pues si partimos del


hecho incontestable de que el hombre es un ser racional, lo mejor que le podría
suceder a la persona es que su razón se eleve a través del conocimiento de la
realidad y que ese conocimiento sea el que dirija su querer y su obrar.

Toda acción nuestra tiene su fuente en la realidad y su principio en el conocimiento,


no sólo de la situación concreta en el que nos toque actuar, sino también en aquellas
cosas que el hombre conoce pura y simplemente por ser racional.

Como vemos, la prudencia exige el doble conocimiento, el de los principios


universales de la razón, y el de las circunstancias específicas. Sin embargo
interviene otro elemento que es el de la decisión o mandato, que significa que una
vez que hemos visto lo que debe hacerse lo hagamos sin más consideraciones, es
decir, sujetar nuestra obra, a aquello que la razón bien informada por el
conocimiento nos ha dicho que ha de hacerse.
La imprudencia consiste en prescindir o no tener en cuenta el elemento cognoscitivo.

Las demás virtudes, como la justicia, la fortaleza y la templanza, y todas las


restantes virtudes, tienen como causa, como medida y como forma primera a la
prudencia. No se puede ser justo, ni templado ni fuerte, si no se es primero
prudente.

JUSTICIA
3
SEMANA
3
La justicia no es más que reconocer y dar a cada uno lo que legítimamenteMÓDULOle
pertenece como propio. Es una virtud que inclina nuestra voluntad a darle a cada 3
cual lo que le pertenece.

Para completar el concepto de justicia hay que saber lo que él encierra: primero hay
algo que dar a cada quien y eso que hay que dar a cada persona es lo que es suyo.

Luego el acto de justicia exige dos cosas, la primera de ellas es saber qué es lo que
le corresponde a cada quien y la segunda, entregárselo efectivamente porque no es
de nadie más que de aquél a quien le corresponde, y aquí es donde enlaza con la
prudencia.

Por lo tanto, la prudencia exige el conocimiento previo y exacto de la cosa que hay
que dar, es decir, un acto de prudencia. Si justicia es dar a cada uno lo que le
pertenece, es porque algo le pertenece sólo a él y a nadie más, lo cual indica que a
la persona le pertenecen cosas tales como su vida, su capacidad de trabajo, su
felicidad, su pedazo de tierra, sus animales, etc.

En otros términos, que primero existe el derecho y después la justicia. JUSTICIA


proviene del término “JUS” que significa derecho y “STARE” que significa estar. En
nuestro idioma significa “estar en derecho”, o mejor dicho “estar en lo que nos
corresponde”, “estar en lo que nos pertenece”.
La justicia es un acto bueno, porque perfecciona y eleva al hombre, y el tiempo en el
que el hombre vive la injusticia es malo porque destruye o aniquila al hombre y a su
tiempo.
La justicia se divide en legal, distributiva, conmutativa y social.
1. Legal: es la que mueve a los súbditos a obedecer las leyes y a procurar el
bien común de la sociedad.
2. Distributiva: es la que inclina a los gobernantes a distribuir equitativamente los
bienes y las carga sociales. Equitativamente quiere decir, según cierta proporción o
equidad, esto es, según los méritos y capacidad de cada uno.
3. Conmutativa: es la que rige las relaciones entre los particulares, unos con
otros, y tiene por norma una estricta igualdad.
Se dice: a) la que rige las relaciones de los particulares, porque si la justicia legal
rige las relaciones de los súbditos con las autoridades, y la distributiva las de las
autoridades para con los súbditos, la justicia conmutativa rige las relaciones de todos
los hombres, considerándolos como iguales.

b) Tiene por norma una estricta igualdad. En efecto, a) la legal y la distributiva se


rigen por las normas de la equidad, teniendo en cuenta la condición de las personas,
así los ciudadanos deben pagar impuestos de acuerdo con sus haberes. b) en
cambio, la conmutativa se rige por una ley y de estricta igualdad, sin tener en cuenta
la condición de las personas.

4
SEMANA
3
4. MÓDULO
Social: es la que ordena las diversas actividades públicas y particulares para
el bien común distinto del interés particular de los individuos. Mira en especial los 3
bienes materiales que los individuos necesitan para cumplir debidamente los
deberes que tienen para con su familia y la sociedad (ej. seguro de vida y de salud,
salario justo, habitación conveniente, etc.).

FORTALEZA

Esta virtud se explica como la entereza ante las adversidades de la vida,


particularmente aquellas que acontecen al obrar correctamente. Íntimamente
relacionada al dominio de sí mismo, enfocada hacia el interior.

Podemos decir que la fortaleza “es la virtud moral que asegura la firmeza y la
constancia en la búsqueda del bien”. Esta virtud cardinal otorga la capacidad de
vencer el temor a las pruebas, las persecuciones e incluso la propia muerte, por la
defensa de una causa justa y buena.

La fortaleza exige necesariamente la superación de los miedos y ansiedades


propias, por ello su falta es causa del vicio de la cobardía.

La concesión de la fortaleza está condicionada al reconocimiento, por parte del


hombre, de su debilidad. La fortaleza se manifiesta en la vida de muchas maneras:
en la confianza, manifestada, en la franqueza en el hablar, lo que supone una
resuelta osadía y seguridad sin que nadie sea capaz de flanquear su firmeza y
buenas obras. En la paciencia que brinda la perseverancia necesaria para llegar al
final. En el perdón ante la ofensa, que renuncia a la venganza y refrena el
sentimiento de cólera e irritación, guardando calma y paz. En la razón que da el
argumento a las acciones en justa medida con el logro de lo esperado.
Un hombre fuerte es aquel que se atreve a hacer lo correcto y asume las
consecuencias de sus actos. Su accionar es de carácter noble y desinteresado,
orientado al orden o su restablecimiento. Este hombre es consciente de sus
limitaciones y capacidades, actúa siempre, bajo la condición de un riesgo medido
que le garantiza el éxito y el logro de sus objetivos.

La apatía y la pereza, son vicios enemigos de la fortaleza, pues esta es una virtud
que requiere de la capacidad de generar o resistir algún tipo de cambio. El hombre
fuerte, en sentido filosófico, esta apartado de estos particulares vicios, pues ellos se
oponen al cambio que implica la fuerza.

Ante las distintas circunstancias que la vida que se le presentan, el hombre debe
acompañar a la fortaleza con la madurez necesaria, que garantiza su desarrollo y
correcta aplicación, según la circunstancia.

5
SEMANA
3
En el orden moral natural, hay dos virtudes constitutivas del bien, que MÓDULO son la
prudencia y la justicia y dos virtudes conservantes del bien, pues liberan al hombre 3
de todo aquello que puede apartarlo de él, que son la fortaleza y la templanza.

La prudencia y la justicia, tienen como sujeto al que perfeccionan y sus dos


facultades más nobles y humanas, es decir, la razón práctica y la voluntad. Por otro
lado, la templanza y la fortaleza, tienen por sujeto a las pasiones que radican en los
apetitos sensibles. Es mucho más difícil y arduo vencer el temor intenso que
apartarse de un placer sensible, por lo que, de las dos últimas, la fortaleza es
principal, ya que el temor tiende a apartar al hombre del bien y solo aquella es capaz
de mantenerlo en la búsqueda de este.

Se puede apreciar entonces que la función de la fortaleza consiste en no ceder al


temor y moderar la audacia, lo que permitirá, sin dudas, seguir fielmente los dictados
de la recta razón, como el criterio, norma y medida del bien obrar.

Esta virtud tiene sus raíces en el ser de las cosas y en el conocimiento de ellas. La
fortaleza se encarga de mantener el orden.

Es la virtud que fortifica nuestra voluntad en el bien obrar, ya para soportar graves
males, ya para emprender obras difíciles. Sus actos específicos son, pues, dos: a)
soportar, esto es, sobrellevar los males sin acobardarse; b) emprender, esto es,
acometer grandes empresas o grandes luchas.

Entonces la fortaleza implica un conocimiento de la realidad y supone el


reconocimiento de la fragilidad, un acto de prudencia en definitiva.

El fuerte vive rectamente, lo que busca es el obrar en armonía con la estructura


natural que posee. Es decir, cuando cada acción se introduce dentro de la realidad
que le corresponde. Además, la paciencia y la constancia forman parte de la
fortaleza.
En definitiva, la FORTALEZA es una disposición de sí mismo, que está de acuerdo
con la estructura y fin propio de la persona, dentro de la realidad justa y ordenada de
las cosas.
Una disposición de sí mismo para ejecutar todos los actos que conduzcan a la
afirmación o asentamiento de su propia persona, aun cuando esos actos entrañen
riesgo, y sin que esto quiera decir que el fuerte se exponga innecesariamente a
cualquier riesgo.

TEMPLANZA

La templanza es una virtud que se relaciona con la moderación y el equilibrio. Se


trata de una cualidad humana por la cual los instintos son dominados por la voluntad
y los deseos sensoriales son controlados por la razón.

6
SEMANA
3
Se define a la templanza como “una de las virtudes que consiste en moderar MÓDULO
los
apetitos y sujetar a la razón el uso excesivo de los sentidos,” en una clara referencia 3
a la continencia y al dominio propio.

Podría afirmarse que la templanza es una virtud moderadora de los impulsos


negativos o pulsiones pasionales, que somete a la razón el control de ellos.

La templanza es una virtud que nos aconseja medirnos con los placeres y trata de
que nuestra vida tenga un equilibrio entre aquello que nos brinda un tipo de
bienestar superior.

Se puede llegar a esta virtud con el dominio sobre nuestros instintos y deseos. La
templanza es sinónimo de las palabras moderación, sobriedad y continencia.

Tener la virtud de la templanza significa que seremos sobrios, identificando cuáles


son las necesidades de nuestro cuerpo y de nuestro ser, pero las realmente
necesarias, las que van a darnos bienestar y nos ayudarán a desarrollarnos como
personas (como la salud o la educación).

El ser humano tiene una tendencia natural a abusar del gozo que los bienes otorgan,
también es cierto que tenemos dentro de nosotros una pequeña parte que es
rebelde y se opone al correcto obrar.

Si el ser humano obrara como sus instintos le dictan, nunca podría encontrar su
perfección del ser, no podría alcanzar aquello para lo que está destinado.

Algunos ejemplos de las cosas que debemos evitar en exceso para vivir con
templanza son: las comidas (pues pecaríamos de gula); las bebidas alcohólicas; el
sexo en demasía, ya que estas cosas provocan situaciones en las que las energías
del ser se desordenan y de este modo se convierten en actos destructivos.

Por ejemplo, beber alcohol en exceso puede dañar nuestro hígado, tener
demasiadas parejas sexuales puede desembocar en que contraigamos alguna
enfermedad de transmisión sexual, etcétera.

Los excesos conducen a la destrucción del individuo. Una buena obra de manera
aislada no nos conducirá a la felicidad (conforme el pensamiento de Aristóteles).
La persona que goza de la templanza orientará siempre sus apetitos sensibles hacia
el bien, sabe obrar con discreción y no se permite influirse a sí misma por la pasión
de su corazón.

Por lo tanto, la Templanza es una virtud que nos induce a moderar los placeres e
inclinaciones sensibles dentro del debido límite. Su objeto propio es moderar los
placeres el gusto y del tacto. Por extensión, modera también todos los demás gustos
y operaciones. Es el orden interior del hombre.
El primero y más inmediato efecto de la templanza es la “tranquilidad del espíritu”.

7
SEMANA
3
MÓDULO
La templanza tiene un sentido y una finalidad, que es hacer orden en el interior del
hombre. De ese orden y solamente de ese orden brotará luego la tranquilidad del 3
espíritu.
Templanza quiere decir, por consiguiente, realizar el orden en el propio yo.

Cuando el hombre asume una conducta de este tipo significa que está ordenado,
respetado, mesurado por dentro él mismo, y el efecto, como es lógico que suceda
con todo orden, es la serenidad en su ánimo. Cada uno de nosotros sabe que
estamos expuestos y hechos para tomar miles de decisiones durante toda nuestra
vida y sólo en un ambiente de quietud de ánimo podrán tomarse acertadamente
esas decisiones vitales, y es por esta razón que la templanza es una virtud
fundamental.
Lo que distingue a la templanza de las virtudes cardinales es que tiene su
verificación y opera exclusivamente sobre el sujeto actuante (revierte sobre el mismo
que la ejercita). Actuar con templanza quiere decir que el hombre “enfoca” sobre sí y
sobre su situación interior, que tiene puesta sobre sí mismo la mirada y la voluntad.
Es el hombre mirándose a sí mismo.

Y la falta de templanza es quizás el canal más directo hacia la propia


autodestrucción, se puede decir que el hombre tiene en sí mismo la posibilidad de
hacerse y destruirse.

La templanza ordena al hombre interiormente, exige ser fuerte, ayuda a la justicia y


sólo a través de la prudencia, esto es, viendo la realidad objetiva de las cosas y
actuando conforme a ella, es verdadera virtud.

Las cuatro virtudes cardinales permiten al hombre el giro hacia su propia perfección.
Todas se relacionan entre sí, la prudencia ve la realidad y manda obrar conforme a l
realidad que ha visto para el bien verdadero del hombre, la justicia distribuye y orden
la realidad en su sitio correcto para que ese bien no se vea alterado y para que
ningún poder sea tirano, la fortaleza defiende ese bien del hombre y la templanza lo
mantiene, ordenando al hombre desde dentro.

8
SEMAN
A1
MÓDUL
O1

ETICA Y
NOMBRE DE MATERIA
DEONTOLOGIA
TEMA A DESARROLLAR
PROFESIONAL
ETICA: EN GRECIA. DEL
DISCURSO. SOCIAL.
APLICADA
SEMANA
4
LA ÉTICA EN GRECIA MÓDULO
4
La idea de la ética griega ha apuntado a un sabio y libre trabajo ejercido sobre uno
mismo teniendo como meta el bien.

El ideal ético es la formación del carácter (ethos). En este sentido la ética es el arte
de la bella formación de sí mismo, en lo que cada uno supo hacer consigo mismo a
lo largo de su vida.

Le ética griega es inseparable del contexto de la polis, es decir, de la comunidad


política. La polis entendida como el espacio dentro del cual se concibe posible la
vida humana, y fuera de ella lo amenaza lo bárbaro, lo irracional. Por eso es
importante el cuidado de la ciudad, la armonía de sus leyes y de las instituciones
que la componen: la familia y el Estado.

Ahora bien, lo bárbaro también habita el interior de cada uno, de ahí la necesidad de
formarse a uno mismo, sabiendo elegir entre lo que contribuye a la armonía y lo que
introduce a la discordia o la división. El saber elegir bien produce la armonía en cada
uno y en la comunidad.

La ética griega postula un modelo perfecto arquetipo, el cual es el bien como ideal
supremo a alcanzar.

ÉTICA Y POLÍTICA

La práctica del bien implica el bien de todos, de la comunidad. De este modo la ética
alcanza su plena realización en la política. La vida política tiene como fin la
realización del bien común, a través de la práctica de la justicia. Esta tarea le
compete al Estado, pues este debe procurar la felicidad de los hombres.

La justicia es la base de la vida del Estado. Sólo en la comunidad política puede el


hombre satisfacer el conjunto de sus necesidades, tanto intelectuales como
biológicas, y sólo allí alcanza la vida humana su expresión más completa.

No puede pensarse la vida humana fuera de la comunidad política. Ser hombre es


ser naturalmente político. Para esto los hombres se dan leyes y las practican.

ÉTICA DEL DISCURSO

Jurgen Habermas desarrolla su teoría de la acción comunicativa, la cual constituye


la ética del discurso. Este autor parte del concepto de racionalidad intersubjetiva que
se expresa mediante los actos de habla o de comunicación. La teoría de la acción
comunicativa contiene una crítica trascendental del lenguaje, o más específicamente
los actos del habla.

1
SEMANA
4
MÓDULO
Tomar una decisión conjunta, la misma depende del grado y de la legitimidad de
nuestra comunicación, es decir, de nuestra capacidad de expresar nuestra posición 4
y de comprender la de los otros.

Una decisión justa es una decisión fundada en el consenso alcanzado mediante la


argumentación racional de las posiciones de todos los involucrados. Habermas
afirma que la validez el juicio ético se obtiene a través del consenso construido
mediante la comunicación producida por argumentos racionales.

Entonces en la discusión no puede haber excluidos (cada participante deberá


exponer sus argumentos responder críticas), y todos los argumentos deben ser
atendidos. La ética del discurso aspira a ejercer una función crítica y legitimar o no
los acuerdos políticos, económicos sociales alcanzados dentro de cada comunidad
histórica o entre las naciones. En este sentido se puede decir que es una ética
procedimental o formal.

La ética del discurso da pautas para que los sujetos y los pueblos en su variedad
cultural puedan determinar lo que es bueno para todos sus ciudadanos mediante un
debate abierto.

El pensar se desarrolla en el diálogo. Aprender a pensar es aprender a argumentar y


a confrontar con los argumentos de otros.
Lo más importante es poder llegar a fundamentar las normas básicas de
convivencia desde esta racionalidad comunicativa, lo cual puede ser entendido como
los fundamentos éticos de una teoría de la comunicación.

ÉTICA Y RESPONSABILIDAD

A causa del gran avance científico- tecnológico, la ética ha adquirido en nuestra


época nuevas dimensiones de responsabilidad.

La ética hasta hora se aplicaba a la evaluación de la acción con un alcance


inmediato. Tenía que ver con al aquí y ahora, con situaciones concretas de los
hombres tanto en la esfera pública como la privada. La acción u omisión tenía que
ver con aquellas personas que rodeaban al autor de un hecho y que se vieron
afectados por su acción. Pero no había responsabilidad por efectos posteriores no
previstos.

Hoy el hombre ha ampliado la esfera de su acción, ya que mucho de lo que hace


traerá consecuencias para la vida futura de los seres humanos. Ya estamos
hablando del impacto de la ciencia y la tecnología en el plano de la vida humana,
como también en el de la naturaleza en general.

La ciencia y la tecnología están impulsadas por el progreso constante, se superan


así mismas día a día y su finalidad es lograr un mayor dominio sobre las cosas. Es
un inmenso poder que se está desplegando. Allí radica la importancia de que la

2
SEMANA
4
MÓDULO
moral penetre en el ámbito de la producción, y de que se concrete en políticas
públicas. Esto significa que “no hay derecho a arriesgar la vida de las generaciones 4
futuras a causa del progreso de la actual”.

A la ética le interesan el futuro previsible y el futuro remoto, del que también somos
responsables. Entonces la esfera de la responsabilidad está dada porque la ética
hoy nos exige:

 Responder por un acto del cual se es causa, o por su omisión;


 Responder ante los otros, es decir, por el poder que tenemos sobre los
demás;
 Responder por el futuro, por los efectos de nuestras acciones a largo
plazo, en las generaciones por venir.
Este imperativo exige pensar en un futuro real previsible como dimensión abierta de
nuestra responsabilidad.

ÉTICA APLICADA

El campo de la ética es sumamente vasto. Abarca problemáticas tales como ética y


economía, ética y política, ética y educación, ética y medio ambiente, bioética.

L bioética es un saber interdisciplinario que reflexiona en torno a temas referidos a la


vida humana. Esta nueva rama de la ética surge por los avances científicos-
tecnológicos en biología y medicina, como ser: nuevas técnicas de reproducción
humana (fecundación asistida), trasplantes de órganos, progresos en técnicas de
reanimación, el diagnóstico prenatal, etc. Aparecen también nuevos conceptos
como: el de salud, planificación familiar, nutrición, vínculo médico-paciente, etc.

Con todo ello han surgido también problemas morales y de derecho ante situaciones
como: el comercio de órganos, alquiler de úteros, eutanasia, clonación, etc.

La bioética trata de encontrar criterios racionales válidos para todo hombre desde los
cuales discernir qué debe hacerse y qué debe evitarse.

ÉTICA SOCIAL. Internalización de modelos y pautas culturales

Las costumbres y creencias morales son relativas a las culturas. En la mayoría de


los temas existen variaciones semejantes en las consideraciones morales de grupos
que pertenecen a una cultura diferente. Por lo tanto es posible compartir un mismo
principio, sólo que los diferentes grupos lo cumplen mediante actos muy distintos.

Tomando en cuenta estas observaciones, conviene diferenciar dos tipos de


relativismo descriptivos con referencia a cuestiones morales: el relativismo
descriptivo de creencias y el relativismo descriptivo de principios. Esta tesis
proveniente de una ciencia social como la antropología, explica la variabilidad de los

3
SEMANA
4
sistemas de creencias morales, producto de la idiosincrasia particular de losMÓDULO
grupos
humanos. 4
Relativismo descriptivo de creencias: aquel que se presenta en los grupos humanos
pertenecientes a culturas diferentes, que tienen creencias diferentes respecto del
modo de juzgar la índole moral de las acciones.
Relativismo descriptivo de principios: hace referencia a principios morales diferentes,
presentes en grupos humanos pertenecientes a culturas distintas.

El relativismo ético es una teoría ética. El relativismo es prescriptivo, por lo que se


expide sobre cuáles deben ser las creencias morales preferidas.

Sin embargo, es casi imposible que todas las personas integrantes de una cultura
compartan las mismas creencias. En ello radica la debilidad de esta teoría.

Posmodernidad: se sostiene que ésta es una época producida y dominada por la


cultura de los medios de comunicación (especialmente la televisión). Éstos han
permitido el acceso a la opinión pública de las minorías de todo tipo. Se trata de un
proceso de pluralización que hace imposible un punto de vista único acerca de la
realidad (es decir, aparece una diversidad de puntos de vista acerca de la realidad).

Al multiplicarse los centros de desde donde surge la información se multiplicaron


también los sujetos y las narraciones, lo que dio lugar a:

 Una fragmentación de la imagen del mundo;


 Disolución del límite entre lo público y lo privado (por la invasión de los
medios)
El poder simulador de los medios produce una realidad más poderosa y por ello,
más real que la conformada por sujetos y objetos.

Si pensamos en el poder de los medios en lo que se refiere a la formación de la


conciencia pública, notaremos que vivimos en un mundo más complejo, plagado de
informaciones, y donde la realidad se fabrica día a día. Es un desafío para todos
aprender a habitar este mundo interrogado por la tecnología y la comunicación.

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SEMANA 1
MÓDULO 1

ETICA Y DEONTOLOGIA
NOMBRE DE MATERIA
PROFESIONAL
TEMA A DESARROLLAR
PRINCIPALES SISTEMAS DE
FUNDAMENTACION ETICA
SEMANA 5
MÓDULO 5
Ética Aristotélica

Aristóteles nace en el año 384 a. C. y muere en 322 a. C. en la Grecia Antigua.

Cuando Aristóteles habla de la Ética centra su mirada en el hombre y en su hacer en


lo cotidiano, es decir en su vida. Y la vida del hombre es PRAXIS, es decir actividad.
Desde esta perspectiva, todo hombre dirige su voluntad en post de la consecución
de algún fin o un objetivo y para ello se sirve de medios. Y cuando el hombre
alcanza ese fin que se ha propuesto, este se convierte en medio y así
sucesivamente para llegar a otro fin. Un nuevo fin que el hombre se vuelve a
proponer, y es por eso que se afirma que la vida del hombre termina siendo una
cadena infinita de fines.

Pero hay un fin que es buscado por todos que es el fin último, cuya característica
principal es que no puede devenir en nuevo medio. Este fin último es la FELICIDAD.
El hombre es feliz mientras pueda mantener esa felicidad a lo largo de su vida.

Según el Aristóteles, toda actividad humana tiende hacia algún fin (telos). Como
ejemplos podemos mencionar que la actividad de un zapatero es hacer un zapato
bien hecho; el fin de la medicina es procurar restablecer la salud del enfermo, etc.

Los fines no son idénticos ya que dependen de la actividad que se lleve a cabo para
obtenerlos. Las actividades tampoco son iguales. Aristóteles distingue entre la
praxis, que es una acción inmanente que lleva en sí misma su propio fin, y la
poiésis, que es la producción de una obra exterior al sujeto (agente) que la realiza.

Por ejemplo, el fin de la acción de construir una estatua no es la propia producción


de la estatua, sino la estatua misma. Pero ésta, además, tiene un fin para lo cual la
estatua misma es un medio: conmemorar un hecho, venerar a un dios, etc.

Así, vemos que unos fines se subordinan a otros, existiendo una jerarquía entre ellos
y en las actividades que los producen. Por lo tanto, siempre habrá que
determinar cúal es el fin último del hombre al que estarán subordinados los
otros fines. Habrá que buscar un fin que ya no sea medio para ningún otro fin.

Aristóteles presupone la unidad del fin y del bien, no llegando a considerar en ningún
momento la posibilidad de un conflicto entre fines morales. Además, su teleologismo
identifica el fin al que algo tiende con el bien, ya que el bien de algo es llevar a buen
término el fin que tiene que cumplir, la realización de su esencia y de sus
potencialidades.

Tiene que haber un fin último, querido por sí mismo y que sea el fundamento de
todos los demás. Si esto no sucediera, y los fines siempre fueran medios para
otros fines, y así hasta el infinito, nos encontraríamos con la paradoja de que
los fines son fines de nada, lo cual les haría absurdos e innecesarios (ineficaces). Y

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SEMANA 5
MÓDULO 5
como, de hecho, hay fines, por lo tanto, debe haber uno que sea fin en sí mismo y
no sea medio para ningún otro.

Para Aristóteles el fin último o bien es “la felicidad” (eudemonia). Entonces en la


vida el hombre tiende a ese fin último. Y además la vida es praxis- pura actividad-.
El hombre según Aristóteles es pura praxis pura actividad y a través de ella adquiere
EXPERIENCIA ya través de ella el hombre se convierte en un ser más prudente
(actúa según lo que considera que es bueno o es malo).

Aristóteles afirma que la praxis siempre debe estar conducida por la prudencia
(frónesis), y si esta vida está regida por la prudencia esto lleva al hombre a
convertirse en un hombre virtuoso. La prudencia (frónesis) es el cálculo humano que
nace de la experiencia. Uno no nace prudente si no que se va haciendo prudente a
lo largo de su vida. Y la felicidad siempre va a estar ligada a la racionalidad humana.

La VIRTUD es otro concepto importante en la Ética Aristotélica. Del griego


“ARETHÉ”, es el resultado de la praxis, es decir, es el hábito constante que tiene el
hombre como tal. Las virtudes no son innatas si no que provienen de la educación
recibida a lo largo de nuestra vida.

La virtud se puede definir como el HABITO OPERATIVO BUENO, que conduce al


hombre a la felicidad. En oposición al vicio que se puede definir como el hábito
operativo malo, que lleva al hombre a su destrucción.

L A VIRTUD COMO HÁBITO O DISPOSICIÓN DEL ALM A

La virtud no es innata al hombre, como lo son las pasiones, instintos o tendencias. Si


fueran propias de nuestra naturaleza, todos seríamos virtuosos por el mero hecho de
ser hombres, y esto, desde luego, no ocurre. No por conocer qué es el bien o qué es
la justicia somos buenos o justos. No realizamos la templanza por el mero hecho de
tener conocimiento sobre qué sea ella.

La virtud implica voluntad, obrar a sabiendas, con conciencia. Las virtudes se


adquieren a través de la costumbre, el ejercicio y el hábito. Nos acostumbramos a
algo cuando repetidamente obramos de tal manera que se convierte en un hábito de
nuestra conducta. No podremos ser justos sólo conociendo qué es la justicia.
Debemos ejercitarla y practicarla hasta convertirla en un hábito de nuestro
comportamiento. Únicamente practicando la justicia, se puede llegar a serlo.

L A VIRTUD COMO TÉRMINO MEDIO

La virtud implica también una cierta medida, un cierto orden entre el exceso y el
defecto. Aristóteles intenta objetivar la virtud: ésta ha de situarse en un término
medio entre dos vicios, uno por exceso y otro por defecto.

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SEMANA 5
MÓDULO 5
Así, el valor es un medio entre la cobardía y la temeridad, y la generosidad será el
justo medio entre la prodigalidad (exceso) y la avaricia (defecto).

La virtud introduce el equilibrio, la mesura y no la mediocridad.

Según Aristóteles no hay una medida impersonal para definir en cada situación el
justo medio. Cada hombre debe ser juez tal y como lo haría siempre un hombre
sabio y prudente.

Ejemplo: nos convertimos en hombres justos a través de los actos justos. Entonces
la praxis nos lleva a la arethé (la praxis siempre conducida por la prudencia).
Además Aristóteles sostiene que la virtud sólo se alcanza en el diálogo comunitario.
Para que haya ética debe haber comunidad, un nosotros.

La arethé es la práctica y búsqueda de la excelencia, y es contraria al VICIO. El vicio


es entendido como el error por exceso o defecto. Y el justo medio entre uno y otro
no puede medirse de antemano por lo tanto deberá ser evaluado en cada situación.

Por lo tanto, la virtud es un hábito producto de una práctica continua. Entonces para
ser virtuosos debemos practicar la virtud.

Aristóteles sostiene que toda persona a través de toda su práctica laboral, filosófica,
artística, tiene como fin lograr el BIEN o la felicidad. Todas las personas anhelan ser
felices, y ese es el fin último de todos los hombres.

Otro concepto trabajado por Aristóteles es el de FELICIDAD. Del griego


EUDEMONIA, que puede traducirse como BIEN, bienestar, plenitud, buena fortuna,
dicha, éxito. Es decir el estado de absoluta realización, y la cual se logra junto a los
otros.

Para unos, la felicidad se alcanza con riquezas; para otros con honores y fama;
Otros muchos creen obtenerla a través del placer. Sin embargo, dice Aristóteles,
todos estos no son más que bienes externos que no son perseguidos por sí
mismos, sino por ser medios para alcanzar la felicidad. Es ésta la única que se basta
a sí misma para ser: es autárquica y perfecta. Los demás bienes externos se buscan
porque pueden acercarnos más a la felicidad, aunque su posesión no implica que
seamos felices.

Este filósofo considera que el bien común es el bien de todos, no el bien individual.

El ser humano, decía Aristóteles, es un ser social, racional y político. Y los hombres
pueden meditar, hacen uso de la razón y del habla, de la disputa y del debate para
lograr un acuerdo, fines comunes y el bien de todos.

La Ética aristotélica: virtudes éticas y virtudes dianoéticas

Las virtudes éticas


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SEMANA 5
MÓDULO 5
A lo largo de nuestra vida nos vamos forjando una forma de ser, un carácter (éthos),
a través de nuestras acciones, en relación con la parte apetitiva y volitiva de nuestra
naturaleza. Para determinar cuáles son las virtudes propias de ella, Aristóteles
procede al análisis de la acción humana, determinando que hay tres aspectos
fundamentales que intervienen en ella: la volición, la deliberación y la decisión. Es
decir, queremos algo, deliberamos sobre la mejor manera de conseguirlo y tomamos
una decisión acerca de la acción de debemos emprender para alcanzar el fin
propuesto.
Dado que Aristóteles entiende que la voluntad está naturalmente orientada hacia el
bien, la deliberación no versa sobre lo que queremos, sobre la volición, sino
solamente sobre los medios para conseguirlo; la naturaleza de cada sustancia tiende
hacia determinados fines que le son propios, por lo que también en el hombre los
fines o bienes a los que puede aspirar están ya determinados por la propia
naturaleza humana. Sobre la primera fase de la acción humana, por lo tanto, sobre
la volición, poco hay que decir. No así sobre la segunda, la deliberación sobre los
medios para conseguir lo que por naturaleza deseamos, y sobre la tercera, la
decisión acerca de la conducta que hemos de adoptar para conseguirlo.
Estas dos fases establecen una clara subordinación al pensamiento de la
determinación de nuestra conducta, y exigen el recurso a la experiencia para poder
determinar lo acertado o no de nuestras decisiones. La deliberación sobre los
medios supone una reflexión sobre las distintas opciones que se me presentan para
conseguir un fin; una vez elegida una de las opciones, y ejecutada, sabré si me ha
permitido conseguir el fin propuesto o me ha alejado de él. Si la decisión ha sido
correcta, la repetiré en futuras ocasiones, llegando a "automatizarse", es decir, a
convertirse en una forma habitual de conducta en similares ocasiones.
Es la repetición de las buenas decisiones, por lo tanto, lo que genera en el
hombre el hábito de comportarse adecuadamente; y en éste hábito consiste la
virtud para Aristóteles. (No me porto bien porque soy bueno, sino que soy bueno
porque me porto bien). Por el contrario, si la decisión adoptada no es correcta, y
persisto en ella, generaré un hábito contrario al anterior basado en la repetición de
malas decisiones, es decir, un vicio. Virtudes y vicios hacen referencia por lo tanto a
la forma habitual de comportamiento, por lo que Aristóteles define la virtud ética
como un hábito, el hábito de decidir bien y conforme a una regla, la de la elección
del término medio óptimo entre dos extremos.
La virtud es, por tanto, un hábito selectivo, consistente en una posición
intermedia para nosotros, determinada por la razón y tal como la determinaría
el hombre prudente. Posición intermedia entre dos vicios, el uno por exceso y el
otro por defecto. Y así, unos vicios pecan por defecto y otros por exceso de lo
debido en las pasiones y en las acciones, mientras que la virtud encuentra y elige el
término medio. Por lo cual, según su sustancia y la definición que expresa su
esencia, la virtud es medio, pero desde el punto de vista de la perfección y del bien,
es extremo. (Aristóteles, Ética a Nicómaco, libro 2, 6)

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SEMANA 5
MÓDULO 5
Este término medio, nos dice Aristóteles, no consiste en la media aritmética entre
dos cantidades, de modo que si consideramos poco 2 y mucho 10 el término medio
sería 6. ("Si para alguien es mucho comer por valor de diez minas, y poco por valor
de 2, no por esto el maestro de gimnasia prescribirá una comida de seis minas, pues
también esto podría ser mucho o poco para quien hubiera de tomarla: poco para
Milón, y mucho para quien empiece los ejercicios gimnásticos. Y lo mismo en la
carrera y en la lucha.
Así, todo conocedor rehúye el exceso y el defecto, buscando y prefiriendo el término
medio, pero el término medio no de la cosa, sino para nosotros"). No hay una forma
de comportamiento universal en la que pueda decirse que consiste la virtud. Es a
través de la experiencia, de nuestra experiencia, como podemos ir forjando ese
hábito, mediante la persistencia en la adopción de decisiones correctas, en
qué consiste la virtud. Nuestras características personales, las condiciones en las
que se desarrolla nuestra existencia, las diferencias individuales, son elementos a
considerar en la toma de una decisión, en la elección de nuestra conducta. Lo que
para uno puede ser excesivo, para otro puede convertirse en el justo término medio;
la virtud mantendrá su nombre en ambos casos, aunque actuando de dos formas
distintas. No hay una forma universal de comportamiento y sin embargo tampoco se
afirma la relatividad de la virtud.

Las virtudes dianoéticas


Si para determinar las virtudes éticas partía Aristóteles del análisis de la acción
humana, para determinar las virtudes dianoéticas partirá del análisis de las funciones
de la parte racional o cognitiva del alma, de la diánoia. Ya nos hemos referido estas
funciones al hablar del tema del conocimiento: la función productiva, la función
práctica y la función contemplativa o teórica. A cada una de ellas le corresponderá
una virtud propia que vendrá representada por la realización del saber
correspondiente.
El conocimiento o dominio de un arte significa la realización de la función productiva.
A la función práctica, la actividad del pensamiento que reflexiona sobre la vida ética
y política del hombre tratando de dirigirla, le corresponde la virtud de la prudencia
(phrónesis) o racionalidad práctica. Mediante ella estamos en condiciones de elegir
las reglas correctas de comportamiento por las que regular nuestra conducta. No es
el resultado, pues, de la adquisición de una ciencia, sino más bien el fruto de la
experiencia. La prudencia es una virtud fundamental de la vida ética del hombre, sin
la cual difícilmente podremos adquirir las virtudes éticas. Aplicada a las distintas
facetas de la vida, privada y pública, del hombre tenemos distintos tipos de
prudencia (individual, familiar, política).
Por lo que respecta a las funciones contemplativas o teóricas, propias del
conocimiento científico, (Matemáticas, Física, Metafísica,) la virtud que les
corresponde es la sabiduría (sophía). La sabiduría representa el grado más elevado
de virtud, ya que tiene por objeto la determinación de lo verdadero y lo falso, del bien
y del mal. El hábito de captar la verdad a través de la demostración, la sabiduría,
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SEMANA 5
MÓDULO 5
representa el nivel más elevado de virtud al que puede aspirar el hombre, y
Aristóteles la identifica con la verdadera felicidad.
En efecto, el saber teórico no "sirve" para nada ulterior, no es un medio para ningún
otro fin, sino que es un fin en sí mismo que tiene su placer propio; sin embargo,
como hemos visto al analizar las virtudes éticas, el hombre debe atender a todas las
facetas de su naturaleza, por lo que necesariamente ha de gozar de un determinado
grado de bienestar material si quiere estar en condiciones de poder acceder a la
sabiduría. Será un deber del Estado, por lo tanto, garantizar que la mayoría de los
ciudadanos libres estén en condiciones de acceder a los bienes intelectuales. Pero
este es un tema que enlaza ya con la Política y con el sentido social de la vida del
hombre, que veremos en el próximo apartado.

La ética de Aristóteles (384-322 a de Cristo) es material y teleológica, es decir, parte


de la creencia de que toda actividad práctica parece tender a la consecución de un
fin que es el bien de tal actividad. Ahora bien, aunque la ética es una actividad
práctica ello no significa que toda actividad práctica sea una actividad moral.
Actividades de tipo práctico como el arte o la técnica son actividades que tienden a
un fin pero no tienen porque ser actividades morales. Más adelante veremos como
Aristóteles sitúa el arte y la técnica en el campo de lo que denomina virtudes
dianoéticaso intelectuales. Por lo tanto, según Aristóteles, toda actividad práctica
tiende a un fin (aunque como hemos visto no toda actividad práctica no tiene
contenido moral). Lo que sucede es que existen tantos fines como actividades
prácticas existen. Ello explica que, según Aristóteles, si dentro de la multitud de fines
existentes hubiera alguno que el hombre deseara por sí mismo y, por encima de
todos los demás, ese debería ser el fin o bien último a considerar como objeto de
investigación y de estudio. Ahora bien, el fin que Aristóteles considera como
deseable por sí mismo debería estar relacionado con la acción y no con la
producción, aunque ésta último puede también contribuir a alcanzar un fin. Pues
bien, la ciencia que tiene por objeto el estudio de un fin deseable por sí mismo es
la POLÍTICA, y, ello se debería, según Aristóteles a las razones siguientes:

1. Toda actividad (sea la que sea) debería perseguir, en último término, el bien,
es decir, el mejor fin para la comunidad.
2. La política debería perseguir, como fin en sí mismo, lo mejor para la
comunidad.

¿Qué lugar juega en todo esto la Ética? Según Aristóteles la ética persigue la mejor
forma de que el individuo se realice a sí mismo. Lo mismo dice de la Economía
(debería hacer lo mismo aunque en el ámbito familiar). Pues bien, ambas ciencias
estarían insertadas en el ámbito de la Política ya que es esta ciencia lo que trata de
conseguir es que el hombre se realice a sí mismo en un lugar más general como es
el de la comunidad o polis.

ETICA KANTIANA
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SEMANA 5
MÓDULO 5
IMANUEL KANT (1724-1804). Obras más importantes sobre Ética: Fundamentación
de la Metafísica, Crítica de la Razón práctica.

Kant, al definir la deontología, hace referencia al deber y a las obligaciones, no nos


habla de una ética relacionada con el porvenir del hombre, de sus objetivos o de sus
aspiraciones en la vida, más bien, enfoca la ética a una ética del deber, la cual
establece pautas de comportamiento que se deben seguir o leyes que regulan a los
ciudadanos.

Se podría considerar como una ética independiente y formal si tenemos en cuenta


que no ofrece contenidos, no establece pautas para llevar una vida que se pueda
considerar “buena" o “mala”.

Este filósofo considera que toda ética debe ser formal, es decir que debe ser
universal y racional. Debe ser una ética válida para todo el mundo, sin que esto
signifique tener una misma moral, si no utilizar un mismo criterio. Debe ser vacía de
contenido. No nos debe decir que debemos hacer, sino como debemos actuar y
además no nos debe mostrar un fin a perseguir.

Kant dice que el hombre actúa moralmente cuando lo hace por deber. Por ello a la
Ética Kantiana se la conoce como deontológica por ser una ética del deber. Kant
afirma que el deber es la “necesidad de una acción por respeto a la ley”. Es decir,
someterse a la ley por respeto a ella.

Además Kant habla de tres tipos de acciones:

a) Acciones contrarias al deber


b) Acciones conformes al deber
c) Acciones por deber: las que poseen valor moral (todo hombre actúa
moralmente cuando lo hace por deber)

Se puede explicar mejor a través de un ejemplo: Una persona el peligro que pide
auxilio (sujeto A)

1) El sujeto B no lo salva porque se enteró que el día anterior hablo mal del. En
este caso según Kant se está obrando por inclinación, lo cual es contrario al
deber.
2) El sujeto B salva al sujeto A. El sujeto B obra de acuerdo al deber y por
inclinación mediata (lo salva por ejemplo, para después poder increparlo y
pedirle que se disculpe por haber hablado mal de él. En este caso Kant
consideraría que es un acto neutro (ni bueno ni malo).
3) Si el sujeto B es amigo del Sujeto A y lo quiere sin importar nada de lo que
diga o pase, por ende va y lo salva, es decir, actúa por DEBER e inclinación
inmediata. Según Kant este acto también es neutro.

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SEMANA 5
MÓDULO 5
4) Si el sujeto A es un desconocido para el sujeto B, y éste lo salva. Y lo salva
contrariando sus inclinaciones y está actuando por DEBER. Este es el caso
en el que Kant consideraría que se trata de un acto moralmente BUENO. Es
un acto desinteresado.

El valor moral de una acción radica en el móvil que determina su realización. El


principio por el cual se realiza un acto es llamado por Kant MAXIMA. La misma
consiste en un principio por el cual se fundamenta un acto.

Esto se expresa en lo Kant denominó IMPERATIVO CATEGORICO.

El imperativo categórico mas importante en la filosofía kantiana es: “OBRA DE


TAL MODO QUE PUEDAS QUERER AL MISMO TIEMPO QUE SE TORNE EN
LEY UNIVERSAL”. Es decir, aquello que uno hace y querer que eso mismo se
vuelva universal. Sería como una regla para medir nuestros actos.

Entonces para Kant obramos moralmente cuando podemos desear que nuestros
actos seas válidos para todos.

Este imperativo nos dice como hay que actuar y nos permite evaluar nuestras
acciones y ver si están conformes o no al deber. El DEBER es siempre el fin en
sí mismo.

Este imperativo categórico consiste en actuar tal y como crees que debería
actuar todo el mundo. Es el criterio que tenemos los seres humanos a la hora de
decidir qué es lo correcto y lo incorrecto. Kant dice que la persona tiene que
decidir qué hacer.

Este IMPERATIVO CATEGORICO tiene dos formulaciones distintas, pero Kant lo


considera como dos caras de la misma moneda:

a. Actúa tal y como crees que debería actuar todo el mundo: 1. No juzgamos
acciones si no que actuamos; 2. Una acción puede ser utilizada por todo el
mundo
b. Nunca utilicen a un ser humano como un instrumento sino como un fin en sí
mismo. Porque todos los seres humanos sea cual fuere su condición, no
implican cambios en su dignidad. Todos somos iguales de dignos. Y esta
formulación tiene como fundamento el concepto de derechos humanos.

El imperativo categórico nos lo imponemos nosotros mismos en tanto que seres


racionales. Actuar por deber es obedecer la voz de la razón que hay en nosotros.
La persona que escucha y se guía por la razón actúa como corresponde a un ser
racional, Para nosotros, humanos, la voz de la razón se nos impone como un deber
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SEMANA 5
MÓDULO 5
porque somos seres racionales imperfectos. Y somos imperfectos porque estamos
dotados de deseos e inclinaciones que nos impulsan en sentido distinto al de la
razón. Si fuésemos seres racionales perfectos, dotados solamente de razón, la voz
de la razón no nos parecería un deber, sino que la seguiríamos espontáneamente.

¿Y cuál es la voz de la razón? ¿Cuál es el deber que la razón nos impone, que nos
imponemos en tanto que seres racionales?
Según Kant, la razón prescribe la ley según la cual han de vivir los seres racionales:
la ley moral. Y esta ley moral, que se dirige a los mismos seres racionales que la
dictan, ha de ser tan formal- tan universal y racional, diríamos- que no contenga
referencia alguna a circunstancias particulares- a deseos o inclinaciones, por
ejemplo. Es como si la razón dijera: "Actúa solo según una máxima (norma o regla)
tal que puedas al mismo tiempo querer que se convierta en ley universal". Kant
denomina a este imperativo de la razón, del cual ofrece hasta cuatro formulaciones
distintas, "imperativo categórico". Otra formulación interesante es la siguiente:
"Actúa de tal modo que trates a la humanidad, tanto en tu persona como en la
persona de cualquier otro, siempre y al mismo tiempo como fin, nunca simplemente
como medio". Actuar correctamente nos obliga a no tratar a las personas- incluso a
uno mismo- sólo como medios, sino como fines en sí mismas: las personas
merecen respeto.

La ley moral expresada en el imperativo categórico se concreta en normas morales


que constituyen nuestras obligaciones o deberes. Para conocer cuáles son esas
normas, es decir, para saber si una determinada norma es compatible con la ley
moral hay que comprobar si es universalizable: si se puede pensar o querer que
sea ley universal, es decir, que todos la cumplan. Una norma es moral si y solo si
es universalizable. Cabe afirmar, por tanto, que para Kant la corrección moral de
una acción, o la obligación moral de realizarla, se justifica solo por la existencia de
principios y normas morales que deben respetarse. A su vez, el fundamento de las
normas morales reside en la exigencia de universalizabilidad de la razón.
Deberes perfectos e imperfectos
Kant divide los deberes que emanan de las normas morales en deberes estrictos o
perfectos (no admiten ser limitados por otros deberes) y deberes meritorios o
imperfectos (admiten ser limitados por otros deberes) y en deberes hacia uno
mismo y deberes hacia los demás. Esto da cuatro clases: deberes perfectos hacia
uno mismo (conservar la propia vida), deberes perfectos hacia los demás (no
mentir, no hacer promesas falsas, cumplir las promesas), deberes imperfectos
hacia uno mismo (cultivar los propios talentos) y deberes imperfectos hacia los
demás (contribuir a su felicidad, ser generoso).

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SEMANA 5
MÓDULO 5
Según Kant, una acción conforme al deber es simplemente una acción correcta. Su
valor moral depende del motivo por el cual ha sido realizada. Y el único motivo que
otorga valor moral a una acción es realizarla por respeto al deber. En definitiva, lo
único que da valor moral a una acción es la intención: actuar por respeto al deber.
Esto es la buena voluntad.

Por qué debemos actuar de forma correcta?

Según Kant, lo que tenemos que hacer es interiorizar aquello que debemos hacer y
por lo tanto actuar no en función de nuestro beneficio personal sino en función de lo
que DEBEMOS HACER, lo que Kant denomina el Deber por el Deber. No actuar en
función de mis intereses personales sino hacer aquello que yo creo que debo hacer.

Y que es lo bueno para Kant?

Para este filósofo lo BUENO es la BUENA VOLUNTAD. Consiste en el deseo de


hacer siempre las cosas de la manera adecuada.

Para Kant no es sólo la buena voluntad en términos de solidaridad. Sino una buena
voluntad que se guía por la razón y que sigue el mandato del deber. Para este autor
lo que realmente hace moral una conducta es el ser orientada, guiada e impulsada
por la buena voluntad.

La voluntad es buena cuando obra conforme con el deber.

Según Kant, lo único absolutamente bueno, siempre y en toda situación, es la buena


voluntad. Y decir que una persona actúa por buena voluntad equivale a decir que
actúa por respeto al deber y no solo conforme al deber. Se puede actuar conforme al
deber, pero por motivos interesados, esto es, movido por inclinaciones, deseos,
ventajas o consecuencias beneficiosas. En cambio, actuar por respeto al deber es
tener como único motivo el propio deber, el deber puro.

Al igual que sucede con la teoría de Aristóteles, la teoría de Kant también es objeto
de crítica:

En primer lugar, a Kant se le puede criticar que, al relacionar la ética con cómo
deben hacerse las cosas, está universalizando el concepto, porque presupone que
todos debemos entenderla del mismo modo. No obstante, la ética está ligada a la
moral, y ésta también es particular a cada persona. Por lo tanto, probablemente el
deber, no es visto igual por todos.

En segundo lugar, Kant establece cómo hay que actuar, pero no nos dice si eso es
bueno o no. La ética no se refiere sólo a la forma, sino también al fondo de las
cosas.
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SEMANA 5
MÓDULO 5
Por último, Kant olvida por completo el sentimiento humano: según él tenemos que
actuar en base al deber y no en base a lo que de verdad queremos hacer. En este
sentido, actuar conforme al deber nos aleja de la felicidad.

La ética kantiana se engloba dentro de las éticas del deber que niegan que se
pueda justificar y fundamentar la corrección moral de una acción en sus buenas
consecuencias. En lugar de centrarse en las consecuencias, las éticas de deberes
se centran en el deber. Consideran que hay principios o normas que deben
respetarse. De ahí que estas teorías se conozcan como "éticas de principios".
Este filósofo alemán afirmó que la felicidad no es siempre buena porque a veces
conduce a la arrogancia y porque un espectador razonable e imparcial no sentirá
nunca satisfacción al contemplar a una persona a quien siempre le va todo bien,
pero cuya felicidad es inmerecida ya que su voluntad no manifiesta ningún rasgo de
bondad.

UTILITARISMO. Deontología: Ciencia de la Utilidad

Esta forma de filosofía «utilitaria» surge en Inglaterra a mediados del siglo XIX,
influenciada por el positivismo que se encontraba en boga. Como característica
primera –al tener un influjo positivo- se identifica la discriminación de la metafísica,
sustituyéndola por la introducción de la ciencia que intervino directamente en
muchos campos, especialmente en el de la ética que es el que ahora nos ocupa.

Jeremías Bentham y John Stuart Mill se posicionan como los principales exponentes
de esta forma de pensamiento, aunque también hubo otros, como Malthus, David
Ricardo y James Mill. En la presente investigación me centro en dichos autores
primordiales.

Datos biográficos.

Jeremías Bentham (1748-1832):

Se le considera el fundador del positivismo utilitario tanto en lo moral como en lo


social. Nace en Londres, de familia de abogados, inteligente y brillante en sus
estudios desde su infancia. Se graduó en leyes, trabajo que ejerció durante poco
tiempo para dedicarse a ser reformador político y un filántropo. No se casó, vivió en
Londres dedicado a su trabajo político y literario.

Se hizo de amigos influyentes, relacionándose con dirigentes franceses, políticos y


revolucionarios. Se nacionalizó francés y su postura política era el liberalismo,
siendo un demócrata radical; en 1808 conoce a James Mill y a su hijo John Stuart,
que serán sus principales colaboradores. Publica varios textos referentes a la

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SEMANA 5
MÓDULO 5
política hasta su muerte en 1832. Su teoría liberal utilitaria fue reconocida tras su
muerte.

John Stuart Mill (1806-1873):

Nace en Londres, hijo del filósofo James Mill, quien le agregó el apellido Stuart, en
honor a un bienhechor suyo. No fue a la escuela, su maestro fue su padre que le
impuso una severa disciplina, forzando su inteligencia desde muy precoz. Desde
pequeño leyó fuentes clásicas latinas y griegas que le introdujeron al estudio
filosófico serio. En su autobiografía expresa que le faltó la formación religiosa, pues
su padre le inculcó que era un gran mal moral.

Fue discípulo de Bentham, que era amigo de su padre, y se llega a afirmar que “el
principio de utilidad informó y dio unidad a todos sus conocimientos”; se volvió
defensor del sistema de su maestro, escribiendo artículos y llegó a formar la
sociedad utilitaria, al lado de otros jóvenes. Se casó con Mrs. Taylor, una amistad
suya que ya estaba casada y hasta que falleció el marido pudo contraer nupcias con
ella, viviendo siete años felices; la idealizó al grado de escribir textos sobre la
emancipación de la mujer. Muere en 1873 retirado de la política, en Avignon.

Líneas generales de su ética.

Abbagnano afirma algunos puntos fundamentales de esta postura: “el utilitarismo


busca transformar la ética en una ciencia positiva de la conducta humana,
transformándola en una disciplina exacta”; introduce «móviles» que determinan al
hombre a obrar en los hechos, acabando así con el término «fin» proveniente de la
naturaleza metafísica. Se le puede relacionar también con la corriente hedonista que
busca el placer como consumación del hombre. También para el principio utilitario el
fin de la actividad del ser humano es la felicidad compartida, donde convergen la
utilidad privada con la pública; y, por último se especifica que en sus diferentes
exponentes, esta corriente pretendió aumentar el bienestar y la felicidad como
doctrina moral, por lo que también se le denominó radicalismo.

I. - Jeremías Bentham:

Su punto de partida es el principio de utilidad, que es la base de toda filosofía moral,


social y política. Su postura se identifica con la búsqueda del placer y la ausencia de
dolor. Su mérito consiste en haber intentado delimitar una ciencia moral sobre el
empirismo y el método positivo, “en el dominio moral y social, los únicos hechos en
que nos podemos apoyar son el placer y el dolor. Por ellos está determinada la
conducta del hombre, como único motivo posible de acción”. Bentham intenta llevar
el método experimental a lo moral para conformar así una ciencia exacta.

Su criterio de moralidad es aquel que aprueba o desaprueba la acción, siendo


buena o mala, de acuerdo a la felicidad de la comunidad y de los individuos. Para
Bentham alcanzar la felicidad con el mayor placer posible y evitando el mal, son los
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objetivos primeros, donde los conceptos de deber, el bien, mal, lo justo y lo injusto
quedan totalmente reducidos al significado buscado.

La demostración del principio de utilidad es evidente y se funda en la


experiencia. Todas las personas buscan la felicidad y aspiran al placer, o sea que
todos lo aplican en la práctica aunque la desconozcan. Según Jeremías “no hay
parte ni órgano del cuerpo que sea innoble, pues todos ellos, con sus placeres, son
dados por la naturaleza, la cual nos impone por ley, buscar la dicha o el placer”.

Para este autor las mortificaciones religiosas son simples supersticiones, pues
la voluntad de Dios no es revelada a nadie., pues “Dios no nos gobierna por una
legislación externa, o una suerte de mandamientos divinos, sino a través de los
instintos de la naturaleza” y su benevolencia se da en que el hombre pueda
preocuparse por tender a su propia felicidad. El hombre no debe preocuparse con
cuestiones dogmáticas que lo sacrifiquen en un sistema.

Por lo dicho anteriormente, “Bentham rechaza también toda moral de


obligación”, pues este mismo ya indica repulsión y oscuridad, es mejor hablar que
por medio de la utilidad, el deber y el interés convergen para ser uno. Por tanto, se
puede afirmar que: el ser humano no tienen más regla que la del placer y utilidad del
sujeto y de que este principio se debe llevar a la comunidad, haciendo así que la ley
moral sea la máxima utilidad, para el mayor número de personas. La felicidad de uno
debe estar de acuerdo con la de los demás. A este principio Bentham lo llama
«maximación de los placeres» y minimización de las penas. Se puede resumir su
fórmula en «la mayor felicidad para el mayor número posible de hombres». Este
sistema reúne la utilidad del hombre y la de la sociedad. El objeto de su ciencia
moral se reduce a calcular los placeres y penas con sus consecuencias, poniendo
en orden su egoísmo personal a una afección social.

Su doctrina moral se denomina deontología, que significa «lo conveniente»,


diciendo que su moral no es una ciencia del deber, sino el arte de lo que es
conveniente hacer, donde su base es el principio de utilidad, juzgándose como acto
bueno o malo de acuerdo a la felicidad mayor pública; se denomina así su ciencia de
la felicidad como moral privada.

II.- John Stuart Mill

El principio que defiende este autor es el mismo de su maestro Bentham, aceptando


el principio de bienestar mayor como fundamento de su moral; o sea que las
acciones son buenas o malas, de acuerdo al bienestar que reportan a la sociedad.
Se busca, pues, el placer y evitar el dolor o sufrimiento. La utilidad es evidente para
este filósofo, no se admite prueba al ser un principio fundamental, y su inefabilidad
se da en la experiencia universal: la felicidad es deseable y es la única cosa que se
desea como fin, “el bienestar ha probado que es uno de los fines de la conducta
humana y, por tanto, criterio de la moral”. Dicho bienestar debe ser armonioso entre

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el individuo y la sociedad. Describo a groso modo, su obra fundamental que
comprende todo su sistema ético.

III.- El Utilitarismo, de John Stuart Mill.

Esta obra se publicó en el año de 1863 y consta de cinco capítulos en los que se
expone la doctrina correspondiente a este sistema ético, desde algunas
puntualizaciones importantes, la definición, un acercamiento teórico, hasta su
relación con la justicia. Se dice de este libro, que es la mayor obra filosófica del
autor, donde fundamenta dicha doctrina mostrando su pensamiento ético.

El texto inicia con la visión fundamental de esta forma de pensamiento, la cual


dice que “según el utilitarismo, una conducta es moralmente buena en la medida en
la que promueve la mayor felicidad del mayor número”. A lo largo de todo su estudio,
el autor detalla y fundamenta como se alcanza esta felicidad, que es la única meta
del hombre.

Stuart Mill se pronuncia a favor de una corriente que ninguna de las escuelas
de pensamiento puede rechazar, sosteniendo que, “la influencia de las acciones
sobre la felicidad es la consideración más voluminosa e incluso la predominante, en
muchos de los detalles de la moral, por poco que se encuentren inclinadas a
reconocerla como principio de la moral y fuente de la obligación moral”. Desde aquí
postula que para cualquier argumento moral, es necesaria la postura utilitarista.
Crítica la postura kantiana y su imperativo categórico, al ser un fracaso por contener
contradicciones al intentar establecer un principio universal que trae como
consecuencia que en su adopción sea imposible de realizar.

La «teoría de la vida» -llamada así por el mismo Mill-, está influenciada por la
escuela platónica de Epicuro, la cual es muy defendida y explícitamente loada por el
autor; si bien, no se habla de que el origen sea el epicureísmo, se evidencia su
similitud; se dice que a esta escuela, le faltó para acercarse al principio de utilidad.
Según los principios utilitaristas, una persona con facultades elevadas, necesita más
para ser feliz que una «inferior»; por inferior el autor entiende a la persona que es
ignorante, loca, egoísta e infame, en contra de alguien instruido, inteligente y con
sentimiento y consciencia. El autor distingue muy notoriamente los placeres
bestiales que perteneces a los bárbaros de aquellos más elevados que son propios
de la naturaleza del hombre.

En resumidas cuentas, Mill describe este sistema de pensamiento como aquel que
considera la felicidad como fin de la vida, una felicidad no encaminada a los placeres
exaltados, al éxtasis o el resplandor momentáneo de gozos, sino la firmeza y
permanencia de una “existencia integrada por momentos de exaltación, dolores
escasos y transitorios y muchos variados placeres, con predominio de los activos
sobre los pasivos, y poniendo como fundamento de todo, no esperar de la vida más
de lo que puede dar”.

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“La moral utilitarista reconoce al ser humano el poder de sacrificar su propio
bien por el bien de los otros”, incluso eleva al hombre a la virtud más grande,
haciendo de esto, su mejor modo de servir en un mundo imperfecto. Entregar la
propia felicidad por la felicidad de los otros es un acto sublime y glorioso, en cambio
sí es un sacrificio por sí mismo o no lleva a la felicidad general no sirve de nada.

John Stuart propone como modelo perfecto de la ética utilitarista a Jesús de


Nazaret, con su sentencia, «haz como quisieras que te hicieran a ti y ama a tu
prójimo como a ti mismo», y a partir de ahí postula que esta doctrina exige:
subordinar el interés personal en aras del común, que la educación vaya focalizada
a la felicidad y el bien de todos, y promover directamente el bien general. Al
cuestionarse sobre las diferentes posturas éticas defiende que el utilitarismo, -al
igual que los demás sistemas de moral- busca un orden social que favorezca el
respeto al interés público, por lo tanto, no es utópico.

Según el autor, el principio de utilidad contiene todos los elementos que se


encuentran en otros sistemas de moral, siendo tan completa y fuerte como otros,
pues los hombres desean siempre la felicidad, aunque no esté sujetada a una
primicia moral. Existe un criterio del deber, un sentimiento en la conciencia que
surge y se forma con una educación moral apropiada, conformando poco a poco y
finalmente la esencia de la conciencia.

Posteriormente se trata de probar el principio de utilidad, diciendo que “la doctrina


utilitarista establece que la felicidad es deseable, y que es la única cosa deseable
como fin; todas las cosas son deseables sólo como medios para ese fin”; éste al ser
un primer principio no es susceptible de prueba, pues todas las primeras premisas
poseen esa condición de no poder ser concebidos totalmente por el razonamiento.
La única prueba es que se vea efectivamente, así lo que es deseable de hecho –o
sea la felicidad- es la evidencia para ser un criterio de moral y fin de la conducta.

Todos los medios que el hombre desea, desde el dinero, la virtud, el gusto por la
música, el cuidado de la salud, son medios que no se presentan dispares con el fin
del utilitarismo; por el contario, son una parte de la felicidad del que lo busca, todo
está incluido en ella: “la felicidad no es una idea abstracta, sino un todo concreto; y
ésas son algunas de sus parte. Y el criterio utilitario lo sanciona y aprueba”.

La importancia de esta obra radica en que expresa de manera muy completa la


posición moral de John Stuart Mill; es su trabajo central, que además contiene de
manera explícita nuestro tema en cuestión, de ahí la importancia de citarlo
textualmente.

La Ética del Utilitarismo es una ética política. Es esencialmente teleológica. En ella el


objeto de la vida parece ser la felicidad o la satisfacción de las necesidades (o
básicamente el sentido de la vida consiste en ser lo más feliz posible).

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En esta corriente filosófica, la acción es moralmente correcta en la medida de que
provoque el mayor bienestar o felicidad posible a la mayor cantidad de personas y
con el menor costo. Esta corriente ha tenido gran influencia en la vida política.

Para el utilitarismo lo más importante es hacer un cálculo de cuáles son las


consecuencias de las acciones, y una vez realizado este cálculo uno puede tomar
una decisión informada respecto de que hacer. Es esencialmente una ética altruista,
ya que lo que importa es el bien de la mayoría (no el bien individual).

El utilitarismo es una doctrina que considera que la finalidad de la acción humana (y


sobre todo la felicidad que se consigue a través de estas acciones) está vinculada a
la realización de acciones útiles.

Stuart Mill afirma que es “bueno” lo que nos es útil para ser felices. El concepto de
“utilidad”, refiere al criterio para determinar la felicidad, y para establecer la finalidad
de las acciones.

Nuestras acciones involucran a otros y siempre debemos tener en cuenta esto.


Cuando actuamos ejercemos influencia en la conducta de los demás. La felicidad del
otro es tan importante como la de uno mismo. Es por eso que el utilitarismo sostiene
que se debe considerar el BIEN de la mayoría, tratando siempre de lograr la mayor
felicidad para el mayor número de personas posible.

Por otro lado el utilitarismo sostiene que para determinar si un acción es moral se
debe calcular las consecuencias malas o buenas de toda acción que se quiera
realizar. Y si lo bueno supera lo malo entonces la acción es moral.

Sin embargo se debe asegurar no intervenir en la libertad de los demás.

En esta corriente filosófica una acción es considerada correcta en función de las


consecuencias que esta tiene. Las cuales se determinan en virtud del concepto de
utilidad, de proporcionar el mayor bien posible a la mayor cantidad de personas.
Aquí el elemento fundamental es el elemento colectivo, ya que se pretende crear el
bienestar general, se trata de una búsqueda de la felicidad a nivel colectivo.

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