PANORÁMICA DE LA HISTORIA DE LA PSICOLOGÍA ANTIGUA
A) LA PSICOLOGÍA DE LOS ANTIGUOS GRIEGOS EN ATENAS
Los psicólogos griegos fueron predominantemente atenienses, excepto unos
cuantos de los primerísimos investigadores: Alcmeón, Empédocles y Demócrito, que estuvieron influenciados por el filósofo griego Pitágoras (580-500 a.C.) de Samos (Grecia). Obligado a salir de su ciudad natal, Pitágoras marchó al sur de Italia, estableciendo su academia en Crotona, desde donde emanó su influencia, que se extendió desde el sur de Italia por la mayor parte de la Magna Grecia.
La propagación de sus ideas se debió principalmente a la extensión de un modo
científico de religión que este fundara, en el que los bienes materiales de la vida eran tenidos en poca estima en comparación con el arte y la ciencia. La actividad importante de un individuo consistía en fomentar la ciencia y el arte. Incluso Aristóteles y especialmente Platón estuvieron influenciados por Pitágoras, pero estos dos atenienses parecen ser más conocedores de los llamados «pitagóricos» que de Pitágoras mismo, habiéndose fundido ambos hasta un punto indistinguible.
ALCMEÓN: PRIMER PSICÓLOGO FISIOLÓGICO
El primer producto importante para la psicología que surgió de la academia de Pitágoras en Crotona fue el físico y fisiólogo griego Alcmeón de Crotona, que vivió en el siglo VI a.C. Estimado como el primero que emprendió disecciones anatómicas con fines de investigación, Alcmeón posiblemente fue también el primer viviseccionista.
Aplicando la noción pitagórica de la armonía cósmica entre un par de contrarios,
teorizó que la normalidad o buena salud consiste en un balance, equilibrio o isonomía de las leyes de la naturaleza, anticipándose así a Hipócrates.
El fisiólogo pitagórico Alcmeón explicó la visión «mediante reflexión en el elemento
diáfano» del ojo, considerando que el ojo ve por entre el agua que lo circunda. La audición se realiza a través de un vacío resonante en el oído al transmitir el sonido hacia adentro mediante ondas de aire, siendo resonante el vacío (o vacíos). De este modo suministró el antecedente a la teoría de la resonancia de la audición de Helmholtz. El gusto lo explicó por la humedad, el calor y la blandura de la lengua.
EMPÉDOCLES: TEORÍA DE LA PERCEPCIÓN
Empédocles (495-435 a.C.) de Agfigento, otro discípulo de Pitágoras, fue el
primero que introdujo una hipótesis de la percepción sensible al teorizar que lo mismo percibe lo mismo. En virtud de los sentidos, una persona percibe a través de los efluvios que se encuentran en los poros de los diversos sentidos. Los efluvios (lo que fluye o emana de un cuerpo) pasan entre los sentidos sin ser tocados o se inhiben por completo. El filósofo griego que sucediera a Aristóteles como cabeza de la escuela peripatética, Teofrasto (377-287 a.C.) de Lesbos, resumió la teoría empedocleana de la visión: La audición... está causada por los sonidos exteriores. Pues, cuando (el aire) es puesto en movimiento por la voz, hay un sonido en el oído, pues oír es como el sonido de una campana en el oído, al que él llama «nódulo carnoso». Y, al ser puesto en movimiento, el aire golpea las partes sólidas y produce un sonido (Dox. 478).
El animismo jugó un papel importante en la psicología de los antiguos pensadores
griegos. Empédocles, junto con Anaxágoras y Demócrito (y muchos otros), teorizó que las plantas poseen mente e inteligencia. Identificaba el pensamiento con la sensación o algo cercano a ella. Con su teoría de la «emanación» o de «lo mismo percibe lo mismo», Empédocles suponía que «con la tierra vemos la tierra, con el agua vemos el agua, con el éter el éter divino, con el fuego vemos el fuego aniquilador, del mismo modo que con el amor (percibimos) el amor y con el odio el funesto odio» (Aristóteles, De Anima, lib. 1,cap. 2, 404).
DEMÓCRITO: LA ENERGÍA ESPECÍFICA DE LOS ÓRGANOS DE LOS
SENTIDOS
El filósofo griego Demócrito (460-370), «el Abderita», refino la teoría de la
percepción de Empédocles y la atómica de Leucipo de Abdera (siglo V a.C). Demócrito, primer conductista en psicología, mantuvo que la mente ipsyche) no consiste en estados conscientes, sino en átomos, siendo la estructura atomística la que explica la percepción. La estructura atómica que comprende la mente o alma es la misma que la que produce el fuego. La percepción se explica mediante la actividad que surge de los objetos que chocan con los átomos de fuego de la psique, creando así un fenómeno o apariencia de realidad. Los efluvios, que emanan de los objetos, ponen en movimiento a los órganos de los sentidos y, mediante el vehículo de los átomos de fuego, se producen las imágenes (copias del objeto externo real). La percepción es, pues, la impresión de éstos sobre los átomos de fuego, ya que la moción de los átomos de fuego constituye la actividad psicológica. Cada órgano de los sentidos, precisamente porque sólo es capaz de aceptar aquellas imágenes que corresponden a su moción y a su formación peculiares, tiene como resultado una energía específica democriteana de la teoría de los órganos de los sentidos. Cada órgano de los sentidos es capaz de recibir sus propios efluvios peculiares, de tal modo que los efluvios ajenos al sentido de la vista serán visualmente imperceptibles, aunque sí serán perceptibles para otro sentido que sea capaz de recibirlos. Las percepciones, como las copias en miniatura, son el objeto genuino del mundo real externo. La psicología fisiológica que Demócrito defendió ha prevalecido a través de todos los tiempos hasta nuestros días. Fue defendida incluso por John Locke, el empirista inglés que acuñara la expresión «asociación de ideas». Más aún, Demócrito anticipó la teoría de las cualidades primarias y secundarias de Locke. La psicología de Demócrito explicaba los sueños como imágenes que se adentraban en el cuerpo mediante un movimiento débil o imperceptible (subconsciente o consciencia subliminal) durante el estado de vigilia o durante el estado de sueño. El movimiento ejercido por las más finas imágenes evoca el pensamiento, esto es, una penetración genuina en la estructura atómica de los objetos.