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MANIFESTACIONES CLÍNICAS DEL TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO

Las obsesiones: son pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y


persistentes que son experimentados (al menos inicialmente) como intrusos e
inapropiados y que causan ansiedad o malestar acusados. El individuo reconoce
que estas obsesiones son el producto de su propia mente, aunque totalmente
involuntarias, y que no vienen impuestas desde fuera, como ocurre en la inserción
de pensamiento. La frecuencia y duración de las obsesiones varían mucho entre
pacientes; algunos informan de dos o tres obsesiones por día que duran largo
tiempo cada una de ellas, mientras que otros informan de múltiples ocurrencias
obsesivas al día, pero de breve duración.

Los contenidos más frecuentes de las obsesiones son:

 Contaminación (p.ej., al dar la mano o tocar ciertas cosas o sustancias).


 Dudas repetidas (p.ej., sobre si se ha cerrado el gas o la puerta o si se ha
atropellado a alguien)
 Impulsos de carácter agresivo u horrendo (p.ej., hacer daño o matar a
un hijo o proferir obscenidades en una iglesia). Estas obsesiones implican
hacerse daño a sí mismo o causar daño a otros.
 Necesidad de tener las cosas en un orden determinado (lo que lleva a
un intenso malestar ante cosas desordenadas o asimétricas),
 Contenido religioso (p.ej., pensamientos blasfemos),
 Imágenes sexuales (p.ej., una escena pornográfica) y
 Acumulación.
 Rumiaciones obsesivas: pasar larguísimos periodos de tiempo pensando
de forma improductiva sobre cualquier asunto tal como una cuestión
filosófica, religiosa o familiar.

El paciente con obsesiones intenta pasarlas por alto o suprimirlas o bien


neutralizarlas con algún otro pensamiento o acción, es decir, con alguna
compulsión.

Las compulsiones: son conductas (p.ej., lavarse las manos, ordenar, comprobar)


o actos mentales (p.ej., rezar, contar, repetir palabras o pensamientos en silencio,
repasar mentalmente acciones previas, etc.) que la persona se siente impulsada a
realizar en respuesta a una obsesión o de acuerdo con reglas que deben ser
aplicadas rígidamente. La mayoría de autores emplean el término ritual como
sinónimo de compulsión, aunque otros los distinguen; así, según Botella y Robert
(1995), los rituales son compulsiones manifiestas o encubiertas que siguen un
patrón rígido y una secuencia de pasos o etapas con un principio y un final bien
definido.
Las compulsiones están dirigidas no a proporcionar placer, sino a prevenir o
reducir el malestar (o el aumento de este) o a prevenir algún acontecimiento o
situación temidos (p.ej., consecuencias desastrosas como matar a alguien o ir al
infierno); sin embargo, no están conectadas de forma realista con aquello que
pretenden neutralizar o prevenir o bien son claramente excesivas.

Por orden, las compulsiones más frecuentes implican en primer lugar


lavarse/limpiar y comprobar; luego, rituales mentales, repetir acciones, pedir o
exigir certeza, ordenar, acumular y contar.

Junto a las obsesiones y compulsiones se da una evitación de las situaciones


que facilitan el surgimiento de las obsesiones correspondientes. En las
obsesiones de contaminación pueden evitarse los aseos públicos o estrechar la
mano o, incluso, salir a la calle y recibir visitas; en las de hacer daño a los hijos,
quedarse sólo con ellos o tener cuchillos de cocina en casa; en las de atropellar a
alguien, conducir; etc…

Otras características de las obsesiones y compulsiones

Grado de Insight o conciencia


Casi todos los individuos con TOC comparten muchas otras características. La
gran mayoría de los sujetos con este trastorno tiene conciencia de que sus
preocupaciones son exageradas y de que su comportamiento compulsivo es
innecesario, reconociendo habitualmente el sin sentido de sus obsesiones. Por lo
general, sobre todo cuando no están teniendo una obsesión, reconocen que tanto
las obsesiones como las compulsiones son irreales y contrarias a su forma de
pensar y de ser. En los momentos en que obsesionan, creen en su validez.

Resistencia a los síntomas


La mayoría de las personas con TOC lucha contra esos pensamientos obsesivos
no deseados y contra la realización de las compulsiones. Muchos son capaces de
mantenerlos bajo control, durante las horas de trabajo o escuela. Sin embargo, a
medida que pasan los meses o años, la resistencia se puede ir debilitando cada
vez más. Otro tanto sucede durante las épocas de mayor estrés. Cuando esto
ocurre, el TOC es tan severo que los rituales consumen prácticamente toda la vida
del paciente, haciéndole imposible continuar con sus actividades ordinarias.

Vergüenza y secreto
Las personas con TOC tienden a esconder su problema en vez de buscar ayuda.
Por lo general, tratan de ocultar este trastorno por resultarles vergonzante o
ridículo y a veces tienen éxito en ocultar su comportamiento, con lo que pueden
retrasar la terapia muchos años. Desafortunadamente, esta demora reduce la
posibilidad de que un tratamiento posterior sea exitoso, ya que los hábitos
obsesivo-compulsivos se arraigan más fuertemente con el tiempo. Para ese
momento, tanto ellos como sus familiares han aprendido a vivir muy limitados,
girando alrededor de los rituales.

Persistencia o larga duración


El TOC tiende a durar años, aún décadas. Los síntomas, de vez en cuando,
pueden ser menos severos y suele haber intervalos en los cuales son leves, pero
en la mayoría de las personas con TOC, los síntomas son crónicos e
incapacitantes, siguiendo un curso fluctuante. Es importante tener en cuenta que
una vez que se inicia, la enfermedad no se cura sin tratamiento.

FORMAS DE PRESENTACIÓN DEL TOC:

Los comportamientos obsesivos compulsivos suelen existir muchos años antes del
que paciente llegue a la consulta de un profesional. El inicio de los síntomas
generalmente es gradual pero a veces es brusco. Puede comenzar como
pensamientos intrusívos, como imágenes violentas que entran en la mente.
También puede comenzar con rituales, comportamientos repetitivos .Las
obsesiones y compulsiones pueden ser más de una y pueden cambiar en el
transcurso del tiempo .Los síntomas múltiples son la norma.
Las manifestaciones clínicas de las obsesiones y compulsiones más
frecuentemente vistas en la práctica son las siguientes:

Contaminación:
Las obsesiones de contaminación usualmente se caracterizan por miedo a la
suciedad, a los gérmenes, a las toxinas, a los peligros ambientales, a las
secreciones y desechos corporales. Los pacientes típicamente tienen temor de
contagiar o contraer una enfermedad o sentirse sucios. El contenido de la
contaminación y las consecuencias temidas comúnmente varían con el tiempo, por
ejemplo el miedo a un cáncer puede ser reemplazado por el temor a sufrir una
enfermedad de transmisión sexual. Los pacientes con obsesiones de
contaminación se preocupan de causar daño a otros o que éstos se enfermen más
que ellos mismos; dicha característica diferencia del miedo a la contaminación
visto en las fobias específicas.
El lavado es la compulsión más asociada a la obsesión de contaminación. Esta
conducta típicamente ocurre después del contacto o de la proximidad con el objeto
temido. Algunos pacientes repetitivamente se bañan en la ducha hasta que se
“sienten bien” o deben bañar su brazo derecho y/o su brazo izquierdo el mismo
número de veces. También algunos con miedo a la contaminación evitan o
previenen el contacto con contaminantes. En ocasiones se producen lesiones
eccematosas por el lavado compulsivo.

Duda patológica
Estos pacientes están plagados por preocupaciones, por ejemplo, van a ser
responsables de un horrible evento como resultado de su descuido. Se muestran
temerosos a generar un incendio por un olvido al apagar la estufa antes de dejar
su casa. La duda excesiva y sentimientos asociados con una gran responsabilidad
comúnmente conducen a rituales de confirmación. Pueden requerir varias horas
en revisar su hogar antes de dejarlo. La duda patológica también puede conducir a
conductas evitativas, por ejemplo no abandonar su casa para evitar los rituales de
confirmación. Estos sujetos también pueden comprometer a un familiar en sus
rituales con el fin de disminuir el tiempo empleado para éstos.
Necesidad de simetría
Este término involucra a la preocupación exagerada de estos pacientes de arreglar
u ordenar las cosas “perfectamente”, realizar ciertas actividades motoras en una
secuencia exacta, en forma simétrica o balanceada. Estos pacientes pueden ser
divididos en dos grupos: 1) Aquéllos con ideas de imperfección y 2) Con
pensamiento mágico. Los primeros utilizan una excesiva cantidad de tiempo en
completar una tarea aun por simple que ésta sea y en contraposición con el resto
de los que padecen TOC, pueden no experimentar sus síntomas como
egodistónicos .

Obsesiones somáticas
Se define como el miedo persistente e irracional a desarrollar una enfermedad que
menace contra su vida, este tipo de síntomas pueden ser vistos en varios
trastornos diferentes al TOC, como en la hipocondriasis, depresión mayor y
trastorno de pánico. Los temores más frecuentes consisten en miedo a contraer un
cáncer, una enfermedad
venérea y Sida. Las compulsiones son de confirmación y reconfirmación de la
parte del cuerpo involucrada. A diferencia de los pacientes con hipocondriasis, los
que sufren de TOC, tienen síntomas obsesivo-compulsivos adicionales y no
experimentan síntomas somáticos ni viscerales de la enfermedad. Las obsesiones
somáticas se distinguen del trastorno por somatización ya que los que padecen
del TOC típicamente se centran en una enfermedad y no en síntomas somáticos
diversos y aparentemente no relacionados.

Obsesiones agresivas y sexuales


Estos individuos presentan miedos excesivos de realizar un daño a otros o
cometer un acto sexual inaceptable. Muchos se muestran horrorizados por sus
obsesiones y no las comentan a los demás por vergüenza. Otros desarrollan
rituales de confesión, se pueden autoreportar a la policía o a los sacerdotes
confesándose repetitivamente.

Compulsiones mentales
Son actos mentales, que como las otras compulsiones son realizadas para
neutralizar o reducir la ansiedad por la obsesión. Los pensamientos neutralizantes
son los de conteo y los de rezar.

TIPOS DE TOC

Un individuo afectado de TOC suele tener varias obsesiones y diversos rituales


por lo que suele ser dificil encuadrarlo dentro de un tipo determinado de TOC.
Dependiendo de las obsesiones y rituales predominantes nos encontramos con los
siguientes tipos de TOC:

- Lavadores y limpiadores: son personas con obsesiones de contaminación y


tienen rituales de limpieza excesiva y conductas de evitación de aquello que
consideran sucio o contaminado.
- Verificadores: personas con duda permanente, necesitan inspeccionar y verificar
una y otra vez todo aquello que realizan ante el miedo que, por un descuido, se
origine una catástrofe.
- Ordenadores: son aquellas personas que exigen que todas las cosas que les
rodean estén dispuestas de acuerdo a unas determinadas pautas rígidas,
incluyendo distribuciones simétricas.
- Acumuladores: coleccionan objetos insignificantes de los que no pueden
desprenderse.
- Repetidores: son aquellos individuos que se empeñan en la ejecución de
acciones repetitivas.
- Ritualizadores mentales: acostumbran a apelar a pensamientos o imágenes
repetitivos, llamados compulsiones mentales, con el objeto de contrarrestar su
ansiedad provocadora de ideas o imágenes, que constituyen las obsesiones.
- Numerales: buscan sentido a los números que le rodean; sumándolos,
restándolos, cambiándolos hasta que les da un número significativo para ellos.
- Filosofales: Con tendencias algo inciertas. Viven en un proceso metafísico del
que no pueden desprenderse. Incompatibles con los numerales.
- Atormentados y obsesivos puros: experimentan pensamientos negativos
reiterados, que resultan incontrolables y bastante perturbadores. No obstante, a
diferencia de quienes sufren los demás tipos de TOC, no se entregan a
comportamientos reiterativos de tipo físico, sino a procesos reiterativos
únicamente mentales.

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