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CRISTIAN ALEJANDRO PEREZ MORENO

Resumen ejecutivo

En México, la pandemia por el COVID-19 nos puso en cuarentena obligatoria desde hace casi
ya ocho meses, lo que desencadenó y motivó a las personas a utilizar los canales de
compra online; las aplicaciones de entrega de productos y servicios han alcanzado los mayores
índices de descargas en la historia actual.
Si bien el e-commerce se viene destacando por encima de las compras a través de los puntos de
venta, que desde 2019 tuvo un aumento del 24%, en este año despego con el impulso de más de
40% anual y de acuerdo con las estimaciones de cifras por estas transacciones aseguran que
pueden alcanzar un valor 864,000 millones de pesos este 2020 en México.
Las cadenas de suministro y la logística se convierten en elementos estratégicos para lograr
mantener la satisfacción de los clientes cada vez más exigentes, quienes requieren de mejores
condiciones de servicio, costo y calidad, de tal forma que las empresas que quieran
incorporarse o ya estén incorporadas a dicha tendencia deberán implementar una
transformación digital para efectos de la trazabilidad de las operaciones, el control de
inventarios y en temas de distribución como el almacenaje y el transporte.
 En este sentido, dentro de las regulaciones hay retos en cuanto a los términos y condiciones,
así como a la protección de datos, entregas y devoluciones (justamente relacionados con
la logística inversa) y aunque existen distintas dependencias que se encargan de proteger al
consumidor, tales como PROFECO aquí en México a nivel internacional y con base en el
derecho privado aun quedan pendientes.
Es importante entonces lograr una normatividad que evoluciones conforme avanzan las
tendencias en temas de compraventa de productos y servicios. Pero también asumir los retos
que representa en temas de logística para lograr el posicionamiento correcto de las empresas
con esta nueva tendencia, logrando la satisfacción completa de los usuarios y/o consumidores.

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