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1º) FUERO DE CÓRDOBA, 60: “[…] establezco e mando que el libro Juzgo, el qual yo daré a

los de Córdoba, sea trasladado al romance e sea llamado Fuero de Córdoba, con odas las
cosas sobredichas. E aqueste sea por todos siglos Fuero de Córdoba […]”.

Este fragmento pertenecería al Fuero de Córdoba, siendo considerado una fuente de


conocimiento jurídicas o directas. Más en concreto de creación pues sería promulgado por
Fernando III “El Santo” posteriormente a la reconquista de la ciudad en el siglo XIII. Por ello,
se enmarca dentro de la Baja Edad Media como etapa. Este texto estaría vinculado al Fuero
Real, resultado de la política de los reyes castellanos que buscan aminorar la diversidad
jurídica de las diversas regiones de la Corona Castellana. Así se busca arrebatar importancia
a los fueros municipales castellanos. Con este objetivo se opta por hacer uso del Derecho
visigodo del Liber, traducido al romance y conocido como Fuero Juzgo. Este es difundido por
las regiones meridionales que van siendo incorporadas a la corona según van siendo
reconquistadas durante el siglo XIII (Andalucía y Murcia). Destacamos ciudades como Sevilla,
Jaén, Jerez y Córdoba que lo reciben al ser conquistadas. Como queda patente en el texto.

2º) FUERO REAL, Prólogo: “Porende Nos D. Alfonso… Entendiendo que la mayor partida de
nuestros Reynos no huvieron Fuero fasta el nuestro tiempo, y juzgabase por fazañas, e por
alvedrios departidos de los homes, e por usos desaguisados sin derecho, de que nascien
muchos males, e muchos daños a los Pueblos, y a los homes; y ellos pidiéndonos merced,
que les emendásemos los usos… e que les diésemos Fuero, porque viviesen derechamente
de aquí en adelante,,, e dimosles este fuero que es escripto en este Libro…”

El fragmento anterior deriva del prólogo del Fuero Real promulgado por Alfonso X de
Castilla, un texto que cuenta con cuatro libros, que tratan asuntos políticos, religiosos,
procesales, civiles y penales (similar a los decretales de Gregorio IX). Por tanto, se trataría de
una fuente de conocimiento directa, más concretamente, de creación del derecho (al ser
una recopilación de leyes). Además, se enmarca dentro de la etapa del reinado de Alfonso X
de Castilla, es decir, siglo XIII (se establece la distinción del Fuero en las Cortes de Zamora,
1274). Por último, destacar que el fragmento anterior es una breve introducción explicativa
del porqué se redactó dicho Fuero, que pretendía homogeneizar las leyes vigentes en su
reino, donde, en su mayoría, aún no existían fueros y los pleitos se resolvían por fazañas.
Más en concreto podemos apreciar en el fragmento la voluntad de los buenos hombres que
demandan merced, con el fin de que se aboliesen las desigualdades y privilegios entre los
ciudadanos de Castilla.

3º) CORTES DE ZAMORA, 46: “Estas son las cosas que fueron siempre usadas de librar por
corte del rey. Muerte segura, muger forzada, tregua quebrantada, salvo quebrantado, casa
quemada, camino quebrantado, traycion, aleve, riepto”.
Tipo de fuente: fuente de conocimiento jurídica/directa de creación del derecho.

Época: mediados del siglo XIII, época de Alfonso X el Sabio . 1274

Este fragmento de texto muestra la distinción que existía entre los pleitos foreros y pleitos
del rey. Los pleitos del rey o pleitos de la corte, de los cuales habla este fragmento de texto;
son aquellos que se referían a un número muy reducido de supuestos de capital importancia
tales como violaciones, incendio de propiedades, alta traición... En dichos pleitos, se
aplicaría el Fuero Real. Quedaban reservados al rey y sus jueces, quienes lo resolverán en
atención al derecho del tribunal del rey

4) LEYES DE TORO de 1505, 1: “Primeramente, por quanto al señor rey don Alfonso en la
villa de Alcalá de Henares fizo una ley cerca de la orden que se devia tener en la
determinación e decisión de los pleitos e causas, el tenor de la qual es este que sigue […] e
agora somos informados que la dicha ley no se guarda ni executa enteramente como devia;
ordenamos y mandamos que todas las nuestras iusticias destos nuestros reynos que en la
dicha ordinacion, decision e determinacion de los pleitos e causas, guarden en cumplan la
dicha ley en todo e por todo según que en ella se contiene […]”.

Es un texto de fuente directa, de creación, ya que forma parte de las leyes de Toro. Se ubica
en la alta edad moderna, época de los Austrias, que se da entre los siglos XVI y XVII. El tema
que trata el texto es la introducción que se hizo en las leyes de Toro con la aplicación de las
pragmáticas y los ordenamientos posteriores.

El ordenamiento de Alcalá en su título 28 definía un orden de prelación de fuentes: 1º el


ordenamiento de Alcalá, 2º fueros municipales, 3º las partidas de Alfonso X y 4º El recurso al
Rey. Según trata el texto, este sistema no se utilizaba como debería y es por eso que con las
leyes de Toro al primer escalón en el que estaba el ordenamiento de Alcalá se le añade la
aplicación de las pragmáticas, que son leyes aprobadas por el rey, y los ordenamientos, que
son las leyes aprobadas por las cortes. De esta pluralidad legislativa nació un problema
derivado del poder legislativo del rey y de las Cortes, es por eso que las Cortes piden al rey
no dictar cartas ganadas contra derecho y la solución que propone el Rey es que si se
entiende que son disposiciones injustas, sus pragmáticas deben obedecerse pero no
cumplirse.

5) CORTES DE BRIVIESCA DE 1387, 9: “Muchas vezes, por importunidad de los que nos piden
libramientos, damos algunas cartas contra Derecho. Et porque nuestra voluntad es que la
Justicia florezca e las cosas que contra ella pudiesen venir non ayan poder de la contrariar,
establecemos que si en nuestras Cartas mandaremos alguna cosa que sea contra la Ley,
Fuero o Derecho, que la tal carta sea obedescida e non complida […]”.
Este texto, cuya fuente de información es directa y con carácter de ley, forma parte de la ley
9 del Ordenamiento de Cortes de Briviesca, y fue escrito a finales de la Edad Antigua, antes
de dar comienzo a la Baja Edad Media, concretamente en el año 1387. Este fragmento surge
en un contexto histórico en el que los juristas debatían cuál de los dos tipos de normas
promulgadas por las Cortes primaba sobre el otro, si las pragmáticas o los ordenamientos de
Cortes. Había dos posturas principales: por un lado, estaban los juristas que apelaban que lo
que a todos afecta debe ser por todos aprobados; y por otro lado, los juristas que defienden
que lo que al príncipe place tiene fuerza de ley. En el año 1387, Juan I en las Cortes de
Briviesca, expresó que se permitiría una pragmática que atentara contra alguna ley de Cortes
en el caso en que se obedezca pero no se cumpla.

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