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LECCIÓN 6: LA LEGISLACIÓN DE

ALFONSO X EL SABIO

LA LEGISLACIÓN DE FERNANDO III

Fernando III otorga el fuero de Cuenca y a partir de la conquista de Córdoba,


en 1236, y unos años después, en 1241, concede el Liber, vigente en Toledo,
que manda traducir al castellano, llamándose a partir de ese momento, el
Fuero Juzgo, otorgándolo a la mayoría de las ciudades. En el último período
de su reinado, Fernando III inicia la redacción de un texto legal, el Setenario,
con la ambición seguramente de dar un derecho nuevo a sus reinos, o una
línea de actuación a sus Jueces. Su hijo y sucesor, Alfonso X, seguirá esa
política legislativa con la redacción del Fuero Real.

REDACCIÓN Y CONCESIONES DE FUERO REAL

En 1255, Alfonso X redacta el Fuero Real, primera de sus obras legales, y


que extenderá en un primer momento a aquellas ciudades que no tienen
Fuero Juzgo y que se rigen por viejo Derecho, extendiéndolo posteriormente a
las ciudades de frontera, con grandes exenciones y que no son ahora tan
beligerantes, aunque en la práctica seguramente no se aplicó. En 1255 se
concede a algunas popblacions como Sahagún , Baeza y Aguilar del Campo;
a Burgos, Soria,Alarcón y Peñafiel en 1256, a Talavera y Alcaraz en 1257,
Escalona y Béjar en 1261, Guadaljara y Madrid en 1262… El Fuero Real está
formado por numerosos preceptos del Fuero Juzgo, otros textos romanos y,
en menor parte, por materiales extraídos de los Fueros existentes en sus
reinos.
El fuero Real significa un indudable fortalecimiento del poder del monarca. Es
la continuación del Fuero Juzgo, debidamente adaptado para determinadas
zonas; constituye una pieza importante de la polítca legislativa de Alfonso X.

LOS LEVANTAMIENTOS DE 1272

El período comprendido entre los años 1272 a 1348, es un período de lucha


entre Derechos locales y Derecho general, el Fuero Real supone en sí, un
fortalecimiento del poder real, lo que conllevara muchas dificultades y
enfrentamientos en su aplicación, ya que los grandes señores veían reducido
considerablemente su poder, de hecho tendrá que retirarlo de muchas de las
ciudades. A través de la Crónica de Alfonso X es posible acercarse a los que
parecen ser los dos motivos de su descontento:
1) Que el rey ha modificado los fueros y ha realizado cambios que no
favorecen su interés.
2) Rechazan los nuevos impuestos que crea el rey, seguramente los
impuestos de aduanas y de alcabalas o similares.
Las razones más notables de esa oposición al texto del Fuero Real son:
1- Las ciudades se sentían a disgusto con la actividad legislativa del rey, que
sustituía los viejos fueros, que representaban exenciones de tributos, así
como la vida cotidiana y los usos de las poblaciones.
2- El nombramiento de las autoridades por parte del monarca en las
poblaciones a que concedía el Fuero Real.
3- La justicia real que ahora se pretendía imponer era distinta a aquella que
existía en las ciudades de la frontera. Los nuevos jueces serían nobles,
pero aplicarían las normas de procedimiento romanocanónico,
aconsejados por juristas clérigos.
Así pues, la supervivencia de los derechos municipales, es patente, prueba
de ello, será la subsistencia del Fuero de Cuenca incluso en 1340, año en el
que Alfonso XI implantará de nuevo el Fuero Real, aunque, eso sí,
suprimiendo la facultad del Rey para el nombramiento de los jueces.

EL TRIBUNAL Y SUS PLEITOS:

Los pleitos ante el monarca se veían ante la curia regia o reunión del rey y
sus familiares con nobles de elevada alcurnia y prelados. A principios del XIII,
en especial en León; aparecen como jueces o como asesores en la curia,
gentes que conocen el drecho común, en su mayoría clérigos formados en las
universidades. Aunque todavía en tiempos de Alfonso VIII se conoce una
cuestión de límites entre dos municipios, que el monarca ordena se resuelva
por una lid o combate, es claro que los nuevos juristas van introduciendo los
nuevos procedimientos y normas. Alfonso X reorganiza sus tribunales o corte:
para los pleitos más importantes, entre grandes nobles y obispos, ciudades e
infanzones sigue la presencia del rey y los grandes. Para los demás establece
los alcaldes de casa y corte.
Además del Fuero Real cabe destacar otra obra de Alfonso X, el Espéculo,
del mismo año que el Fuero, con notoria influencia de Derecho Romano
Canónico y que consta de cinco libros. Esta obra es un texto para aplicar
justicia en los tribunales del Rey, para cuestiones graves, que sólo puede
juzgar él, no obstante, en la realidad tendrá mayor aplicación el Fuero Real,
que se verá completado con dos textos interpretativos, como son:
Leyes nuevas, que son interpretaciones hechas por el Rey, de las leyes del
Fuero Real.

Leyes de estilo, que son jurisprudencia del tribunal del Rey, en las que se
introducen usos y costumbres influidas por Derecho Romano Canónico.

El CÓDIGO DE LAS PARTIDAS.

La obra fundamental de Alfonso X, el sabio, son Las Partidas. Las más


conocidas no son originales y contienen errores, debido a la multiplicación de
pequeños errores y diversidad de interpretaciones que algunos copistas, que a
su vez eran juristas, daban a determinados conceptos.

Existen dos teorías sobre la finalidad de Las Partidas, como son:


 Obra en la que Alfonso X quiere compilar el saber jurídico de la época.
 Obra de contenido general, muy influenciada por Derecho Romano
Canónico y que puede servir como Derecho general, aplicable en el Sacro
Imperio Romano Germánico, del que se cree posible candidato a
Emperador, por ser hijo de Beatriz de Suabia.

Las Partidas se redactaron entre 1256 y 1265 son obras de carácter científico,
que contienen Derecho Común, y en las que se nota la influencia de
Glosadores y Postglosadores. Fueron siete Las Partidas, y sus autores el
Maestro Roldán y Fernando Ramírez de Zamora, el contenido de cada una de
ellas es:
1. Fe católica, organización de la iglesia y Derecho Canónico, con gran
influencia de las Decretales (recopilación de disposiciones papales por el
pontífice Gregorio IX, año 1234).

2. Poder político. Emperadores, reyes, su poder, sus oficiales y sus


obligaciones con el pueblo, así como la lealtad del pueblo al Rey. Además de
ello, cuestiones militares, como tenencia de castillos y fortalezas por parte de
los caballeros – Derecho Feudal en definitiva-.

3. Derecho Procesal – desarrollo de los juicios-.

4. Derecho Matrimonial –centrándose en aquella época sólo en el régimen


económico y no regulando ningún otro aspecto, que no interesaba en aquel
momento.

5. Contratos y otras instituciones de Derecho Civil.

6. Derecho de Sucesiones –la legítima, parte que corresponde por ley a los
herederos legales, en Derecho medieval no se tenía por obligado-.

7. Derecho Penal, en él se incluye la regulación de las torturas, en el


Capítulo “De los Tormentos”.

Las Partidas no tuvieron vigencia nunca y sólo a partir de 1348, con el


Ordenamiento de Alcalá, se aplicarán como Derecho supletorio.

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