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IDS-6° Humanidades y Cs Sociales

Filosofía- día: 22-04.


Prof. Lucas Abraham
Hola a tod@s! Hoy vamos comenzar con la unidad 2 del programa, que tiene que ver con el
problema de conocimiento, o como le llamamos en Filosofía el problema gnoseolÓgico
(gnosis=conocimiento/lógos=estudio). Conocer es una forma de relacionarnos con el
mundo, de intentar darle sentido a la realidad en la que vivimos, por medio de la creación de
conceptos que la expliquen.

En todo acto de conocimiento intervienen un


sujeto (que es el que conoce) y un objeto (lo que
es conocido) y el proceso de conocer implica
cierta correspondencia/similitud entre la imagen
mental que tiene quien conoce y el objeto
conocido. Si esa correspondencia se logra
podemos hablar de un conocimiento verdadero,
de contrario el conocimiento será falso.
Recuerden que lo que estamos diciendo se
vincula con el concepto de “veritas”, trabajado en
la unidad 1.

Pero no todo es tan simple. Como veremos no hay acuerdo ni lo hubo en la historia de la
Filosofía, acerca de cuáles son los criterios para establecer un verdadero conocimiento del
que no lo es, o cuál es el origen del verdadero conocimiento, o si el objeto de conocimiento es
una construcción del sujeto o existe independientemente de quien lo conoce, o si se puede
acceder a la verdad o sólo podemos acceder a
hacer interpretaciones de mundo, etc. Vamos a un
ejemplo. Entre el siglo XVII-XVIII se dio un fuerte
debate sobre cuál era el origen del conocimiento, o
sea cuál era la facultad del sujeto que intervenía
para alcanzar un conocimiento verdadero, y allí se
dieron diferentes posiciones: RenE Descartes
sostenía que el origen del conocimiento se
encuentra en la razón (y los sentidos son
engañosos) y su posición se llamó Racionalismo,
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en cambio David Hume atacó esta posición y sostuvo que origen del conocimiento se
encuentra en los sentidos y su posición formó parte de una corriente de pensamiento llamada
Empirismo.

El texto de Comte Sponville, “El conocimiento”, plantea que el conocimiento absoluto, perfecto
de las cosas es imposible, hay algo que siempre se nos escapa de aquello que quiero
conocer y tiene que ver con la finitud humana. Recuerden lo que decía SOcrates acerca de la
ignorancia y que el filósofo sólo podía ser amante del saber y no sabio, pues sólo son sabios
los dioses o aquellos que creen serlo como los ignorantes (texto de Aranguren Echavarría,
unidad 1).

Hemos visto que no podemos alcanzar certezas fundamentales y absolutas de las cosas pero
sí funcionales, que nos sirven hoy para explicarlas y darles un sentido pero que serán
revisables en un futuro. Dice el autor que “toda idea en nosotros es humana, subjetiva,
limitada, por lo que no puede corresponderse absolutamente con la inagotable complejidad de
lo real” (p.62). Insisto en esta idea: nuestro acceso a lo real es por medio de nuestros
sentidos, nuestra razón, nuestros instrumentos de observación, nuestros conceptos, nuestro
lenguaje; o sea que aquello que nos permite captar la realidad, conocerla, también nos separa
y nos marca el límite de lo posible (o de lo imposible=conocimiento absoluto).

Una aclaración antes de seguir: cuando hablamos de verdad en Filosofía, estamos hablando
de un saber absoluto, universal y objetivo, es decir válido en todo tiempo y lugar.

Dicho esto, podríamos decir que conocimiento y


verdad, son conceptos muy distintos pero se
encuentran relacionados, ya que todo
conocimiento busca en cierta forma alcanzar
alguna certeza provisoria o funcional; además
partir de la base de que un conocimiento no
tiene nada que ver con la verdad o no la busca
pierde toda credibilidad e interés por él. Vuelvo
sobre esta idea, el hecho de que un conocimiento no pueda alcanzar una verdad absoluta no
significa que no pueda acceder a una parte del mundo para explicarlo y que tenga mayor
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validez que otro. El autor dirá que el conocimiento es relativo, no en el sentido de personal
(aspecto del que no estamos de acuerdo), sino que el conocimiento es perspectiva
(interpretamos el mundo e intentamos explicarlo con las categorías conceptuales que
disponemos y esta interpretación puede revisarse y modificarse). Recuerden que Esther Díaz
hace referencia a esto en la página 19 de su texto.

También Comte Sponville hace referencia al conocimiento científico (un tipo de conocimiento
pero no el único) y sostiene que no hay teorías absolutamente verdaderas ni absolutamente
verificables; éstas explican parcialmente el mundo, son provisorias y pueden ser refutadas en
cualquier momento por otra teoría. Sin embargo, ello no le quita valor explicativo y predictivo
ya que es preferible al estado de ignorancia, o al saber de sentido común, o la superstición. Y
cuando hablamos de verdad científica, no perdemos de vista la imposibilidad de que esta sea
absoluta.

Otra de las cuestiones que plantea el autor respecto a la verdad y el conocimiento, es separar
el escepticismo de la actitud sofística. El escéptico sería aquel que duda de la existencia
de una certeza absoluta pero ello no implica que no busquemos certezas funcionales o
provisorias en la ciencia, en la filosofía o en la vida. La actitud sofística en este texto está
tomada de una manera negativa (diferente al tratamiento que le dio Esther Díaz) para hacer
referencia a la actitud que sostiene que “nada es verdadero” y por lo tanto sería un ataque a la
misma racionalidad de la filosofía u otra forma de conocimiento. Es decir, caer en un
relativismo extremo que haría imposible el conocimiento, la ética, la vida común. Vuelvo al
principio: el hecho de que el conocimiento humano no pueda alcanzar una verdad absoluta y
objetiva del mundo, no implica la imposibilidad de que se pueda discriminar entre
conocimientos que resultan más válidos que otros, que explican el funcionamiento del mundo
de una manera más convincente que otros. En ciencia se llama “principio de
intersubjetividad”: se busca el acuerdo entre los sujetos (en este caso, la comunidad
científica) de que una teoría explica mejor que otra un problema determinado, aunque
sabemos que ese “acuerdo” nunca está ausente de conflictos y resistencias.

ACTIVIDAD: Leer el texto de Comte Sponville y subrayar las ideas principales, usando
como referencia la clase.

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