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La persona humana
Índice
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A fondo 25
Test 28
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)
LA PERSONA HUMANA
Singularidad Cuerpo-inteligencia
Evitar la Ser alguien y ser Intimidad Naturaleza-cultura
despersonalización algo Apertura Deseo-razón
Libertad Individuo-sociedad
Estrategias
educativas para
favorecer el
despliegue de los
atributos radicales
de la persona
Tema 1. Esquema
Antropológicos, Filosóficos y Psicológicos
Esquema
3
Ideas clave
La educación personalizada, como la concibe Víctor García Hoz (1911-1998), que fue
el principal pedagogo español que promovió durante años esta concepción educativa
en nuestro país, persigue situar a la persona en el centro de la tarea educativa. Según
esta concepción pedagógica, que la educación sea personalizada no quiere decir
simplemente que deba acomodarse a las peculiaridades individuales de los alumnos,
sino que su sentido va más allá. Dar carácter personal al proceso educativo es, sobre
todo, llevarlo adelante contando con la persona, es decir, teniendo en cuenta a cada
alumno para que sea este quien lleve adelante y conduzca su propio proceso de
aprendizaje de la manera más responsable, autónoma y personal posible.
No debemos presuponer que el trato en las escuelas sea personalizado por el simple
hecho de que exista una atención individualizada. En un gran hospital, por ejemplo,
los enfermos reciben tratamientos individualizados, pero no por ello son
necesariamente tratados como algo más que casos.
Como nos advierte Jaspers, el trato despersonalizado es aquel en que somos tratados
como representantes de alguna clase o tipo, es decir, cuando se nos considera de
modo genérico. Un docente educa a un alumno de manera despersonalizada si lo
trata como a un alumno más, como otro caso perteneciente al género «alumno», y
sus relaciones con él se reducen a las funcionales o instrumentales, como si las
relaciones personales fueran incompatibles con las profesionales. Educar de forma
personalizada es respetar al alumno como fuente irremplazable de iniciativas, y como
interlocutor que puede dar respuestas personales a las iniciativas del docente.
Tratarlo como al poseedor de las llaves que abren los espacios educativos, y no como
a un material sobre el que debemos actuar.
Educar en función de la persona, como dice García Hoz, supone tener en cuenta al
alumno como quien es y no como otro alumno más.
«La educación personal se puede describir como aceptar a cada quien como
quien es […] y, correlativamente, dar a cada quien lo pertinente para que siga
su propio camino personal» (Sellés, F., 2007, p. 349).
reflexionar sobre lo que somos, nos puede gustar o no, podemos tratar de mejorarlo,
podemos aceptarlo o renegar de ello.
El ser humano toma distancia respecto a lo que es, a su ser humano, lo afronta y
convive con ello. Puede tomar decisiones o asumir actitudes respecto a aquello que
es, a su naturaleza humana, y esas actitudes y decisiones son las que realmente
determinan la fisonomía interior de cada persona: su carácter moral.
renacer a un nuevo estado de madurez, de modo que los iniciados son considerados
hombres y mujeres adultas solo tras superar las pruebas. Tras alcanzar ese nuevo
estado, al joven se le considera como alguien que ha refrendado o reafirmado su
propia condición humana, y que es humano de un modo adulto, es decir,
responsable.
En definitiva, quien soy no se identifica con lo que soy. Las personas pueden reafirmar
libremente su condición humana, lo que son, o pueden renegar de ella. Pueden
estropear lo que son con su comportamiento, o pueden mejorarlo. No solo pueden
convertirse en buenos médicos o malos escritores, sino en mejores o peores seres
humanos.
En la célebre película Blade Runner (1982), los llamados «replicantes», ¿son seres
humanos?, ¿son personas? Encuentra más información acerca de esta película en el
apartado A fondo.
posible, estas propiedades, pues ese desarrollo o despliegue es lo que permite una
verdadera personalización, no solo del proceso educativo, sino de la propia vida de
los estudiantes.
Singularidad
Ser persona es tener un carácter excepcional, único, que debemos reconocer, como
hacemos cuando celebramos su cumpleaños, es decir, el aniversario de su
nacimiento. Cada persona es una excepción. Nuestra singularidad equivale a nuestra
excepcionalidad: ser quien soy solo lo puedo ser yo mismo. Esto es muy obvio, pero
reparamos en lo extraordinario que es cuando pensamos que nuestros rasgos, como
nuestro sexo, nuestra profesión, nuestra nacionalidad, nuestra estatura, nuestras
habilidades, etc., sí que pueden ser compartidos por otros, pueden ser comunes. Sin
embargo, si alguien se hace pasar por mí y trata de suplantarme, es un impostor.
Así considerado, ser persona equivale a ser distinguido, a ser destacando del resto,
y esto vale para cada persona. Por otra parte, considerar a la persona no es solo
destacarla de un fondo anónimo, sino también, y en la misma medida, sumarla a la
comunidad de las personas: considerarla una de las nuestras. Solo se adquiere voz
propia en comunicación con otros. Por este motivo, carece de sentido contraponer
singularidad y sociabilidad como finalidades educativas contrapuestas (Calderero, J.
F., 2014). El desarrollo de la singularidad supone el desarrollo de la sociabilidad y la
comunicación, y viceversa. Por eso, educar para la convivencia y educar para la
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Intimidad
El término «intimidad» está relacionado con la palabra latina intus, que significa
«dentro». Lo íntimo es lo que está en un espacio interior, pero que no es físico. La
intimidad siempre hace referencia o alude al conocimiento. Lo íntimo es aquello que
permanece en un espacio que es solo accesible al conocimiento de uno o de unos
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pocos, pero no de cualquiera, de modo que ese espacio está oculto, no es un espacio
abierto, para aquellos que no gozan de esa intimidad. En la pareja o en la amistad,
por ejemplo, podemos compartir espacios íntimos, y esa intimidad es inaccesible
desde fuera.
Es otra obviedad, pero que siempre vayamos con nosotros mismos a todas partes es
algo digno de ser meditado. No podríamos compartir un espacio de intimidad con
nadie si no disfrutáramos de esa intimidad con nosotros mismos. Y, aún más
importante en la educación personalizada, no podríamos ser originales y creativos,
manifestar nuestra singularidad, si no gozáramos de esa cercanía con nosotros
mismos.
desconsideración.
Apertura
Es decir, que nuestra intimidad no puede ser conocida por otra persona a menos que
la demos a conocer de alguna manera, que la manifestemos. La intimidad se abre,
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Vídeo. La apertura.
Pero las personas también estamos abiertas al futuro en el sentido de que tenemos
un tiempo, una vida por delante, que podemos destinar de una manera u otra, y eso
quiere decir que somos libres. No estamos encerrados en una forma de ser, de estar
o de hacer, porque, al tener un futuro por delante, podemos cambiar todo eso,
podemos mejorar, crecer, innovar, etc.
Una persona que no se poseyera a sí misma, que no fuera dueña de sí, no podría
comprometerse, por lo cual, tampoco podría firmar ningún contrato, ni hacerse
responsable de nada, ni, por supuesto, dirigir su vida. Es por ello que sin ese íntimo
acompañarse que es la intimidad personal, tampoco podríamos ser libres.
Vídeo. La autonomía
Singularidad:
• Aprovechar el diagnóstico psicopedagógico de cada escolar para adaptar el
proceso de aprendizaje a sus capacidades, sus talentos y sus posibles
dificultades.
• Establecer planes personales de mejora.
• No exigir a todos los alumnos el cumplimiento de los mismos objetivos.
Proponer objetivos individuales junto a los objetivos comunes.
• Dar prioridad a las actividades creativas, como imaginar, modificar, generalizar
extrapolar, proyectar, etc.
• Utilizar metodologías y situaciones de aprendizaje variadas.
Apertura:
• Emplear metodologías operativas y participativas.
• Otorgar un papel relevante a las estrategias de motivación.
• Potenciar todos los recursos expresivos y comunicativos.
• Emplear el mentoring entre alumnos.
• Fomentar la experimentación y la observación directa.
• Emplear metodologías de investigación y descubrimiento.
Libertad:
• Que el alumno haga todo lo que pueda hacer por sí mismo.
• Estimular el desarrollo de las funciones ejecutivas: pensar, deliberar, elegir, etc.
• Planificar rigurosamente el trabajo escolar y exigir su estricto cumplimiento.
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Por este motivo, el dinamismo propio de los seres humanos es muy complejo y tiende
a desintegrarse o desorganizarse si no se mantiene su dirección básica, que es la del
incremento o la mejora: «El hombre es aquel ser vivo que no puede actuar sin
mejorar o empeorar. Somos seres que experimentan aprendizaje positivo o
negativo» (Polo, 1996, p. 85). Si crecer o mejorar es integrar dinamismos de manera
que cooperen entre sí y no se opongan, es claro que, o bien se mejora, o bien se entra
en procesos desintegradores en los que los dinamismos divergentes impiden que
exista una unidad de vida, fracturando la realidad del ser humano.
Vídeo. La unidad
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Que el ser humano es un sistema dinámico quiere decir que para explicar su modo
de funcionar necesitamos considerar siempre relaciones entre factores de diversa
índole que se reclaman entre sí, y no pensar cada uno de esos factores de manera
aislada. El dualismo es la tendencia a pensar de este segundo modo, aislando y
oponiendo entre sí los diferentes factores que se consideran como elementos de un
compuesto que tiende a desequilibrarse, porque unos elementos acaban
imponiéndose a sus opuestos. De modo que esa manera de pensar se convierte en
un ismo que reduce el sistema complejo humano solo a alguno de sus factores:
materialismo, biologismo, psicologismo, culturalismo, racionalismo, etc.
Dualidad cuerpo-inteligencia
El ser humano es un sistema en el que cada factor recibe su sentido de los demás.
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Dualidad naturaleza-cultura
Hemos visto que la mano humana requiere de instrumentos que son productos
culturales, artificios hechos por el hombre. Pero la relación entre naturaleza y cultura
va mucho más allá. Hablar, por ejemplo, es una capacidad humana natural, pero las
personas no podemos hablar, emitir voces con significado, si no aprendemos un
idioma concreto con determinadas reglas gramaticales. Ahora bien, todos los idiomas
concretos y todas las gramáticas son productos culturales.
Dualidad deseo-razón
La mejor formulación de esta dualidad nos la ofrece Aristóteles cuando afirma que el
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Por emplear una metáfora clásica, se puede decir que los apetitos son como dos
caballos que tiran de un carro. Uno es el deseo de satisfacción inmediata, y otro el
impulso vehemente por satisfacer un deseo que requiere esfuerzo o lucha.
Desbocados, esos caballos no pueden conducir a ninguna parte más que al desastre,
pero dirigidos o guiados por un buen auriga o conductor, que es la razón, la energía
de esos caballos, de esos impulsos y deseos, pueden tirar del carro hasta alcanzar
metas importantes.
El deseo es como una energía que necesitamos para mejorar, pero que también
puede conducir a un deterioro de nuestra fisonomía humana si no sabemos desear
sabiamente.
Dualidad individuo-sociedad
Debido a ese dinamismo sistémico en el que todos los factores afectan a los demás,
también se puede decir, con Marina (2012, p. 65), que, hasta los recursos que
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Así que, como ya hemos indicado, carece de sentido oponer los momentos de
socialización y de individualización, en el proceso educativo, puesto que no se dan el
uno sin el otro.
No debemos pensar que el sentido de nuestra vida es algo que podamos descubrir
preguntándoselo a algún sabio. Solo uno mismo puede dar sentido a su vida puesto
que, como afirma Frankl, «en última instancia, vivir es asumir la responsabilidad de
encontrar la respuesta correcta a las cuestiones que la existencia nos plantea» (1979,
p. 101).
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En definitiva, es entender la vida como algo que nos exige una respuesta, es decir,
una aportación personal, lo que la llena de sentido. Si esa aportación personal no se
produce, la vida no tiene el menor sentido. La vida tiene un propósito porque nos
propone algo a lo que solo cada uno de nosotros, de manera absolutamente personal,
podemos dar respuesta. Dotar de sentido a la vida es como cumplir una misión
encomendada a cada uno, lo que es tanto como decir que cada uno de nosotros
hemos sido tenidos en cuenta.
Polo, L. (1996). Ética. Hacia una versión moderna de los temas clásicos. Madrid: Unión
Editorial.
Scott, R. (Dir.) (1982). Blade Runner [Película]. Los Angeles (California): Warner Bros Co.
Como hemos visto en las ideas claves, ser humano y ser persona
no son equivalentes. En esta célebre película de ciencia ficción
basada en la novela de Philip K. Dick, Sueñan los androides con
ovejas eléctricas (2017) no está nada claro que los replicantes
sean seres humanos, pero, ¿son personas? ¿Por qué?
Accede a una escena cumbre de esta película desde la siguiente dirección web:
https://youtu.be/2YGWT8hRm0I
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hablantes.
C. Porque la sociedad está formada por individuos.
D. Porque cada persona se constituye en ser social mediante el sacrificio de su
individualidad.