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B a r i l o c h e - P a t a g o n i a / D i s t r i b u c i ó n g r a t u i t a
Cada vez que se cuenta la historia del cerro lo que hizo en y por la ciudad. La prueba más feha-
Catedral, nada más y nada menos que el principal ciente de esto, es que en el cerro Catedral y en la ciu-
centro de esquí de la Argentina y de Sudamérica, lo dad, no hay si quiera una plaza, una calle, un sector
primero que se refiere, es que en 1936 la por enton- de la montaña, una pista o un medio de elevación,
ces Dirección de Parques Nacionales, encomendó al que lo homenajee llevando su nombre.
eximio esquiador austríaco Hans Nöbl que definiera De hecho, en la principal montaña barilochen-
el lugar indicado a fin de erigir un complejo de nivel se hay pocos homenajes. El más sobresaliente lo
internacional para la práctica de deportes invernales, tiene Antonio Lynch, un impulsor del esquí en la
en alguna de las montañas de nuestra región. región. Su nombre engalana al centro de depor-
A partir de su experiencia en Europa y con punti- tes invernales, un refugio, una pista y una tele-
llosa visión Nöbl definió al Catedral como el de me- silla. Además, hay otros sectores como la plaza
jores condiciones. Luego el relato histórico se diluye y Catalina Reynal –precursora del esquí social–, la
avanza de un salto hasta el momento de la instalación pista Carlitos y el sector de Plaza Oertle –en ho-
de los medios de elevación, las mejoras y los contratos menaje a Carlos Oertle, el primer poblador que se
de concesión hasta llegar a la modernidad actual. Pero estableció en Catedral– la pista Dinko en la ladera
sobre Nöbl no se escribe mucho más. Ni en la propia Norte en honor a Dinko Bertoncelj, histórico ins-
historia del cerro ni en ninguna de las reseñas histó- tructor y creador de los cursos de instructores, y
ricas locales en las que sobresalen montañeses, diri- la calle en la base del cerro que lleva el nombre
gentes, vecinos reconocidos y sucesos importantes. de Andrés Noworyta, uno de los fundadores de la
En la actualidad en Bariloche tampoco se recuer- Escuela de Ski Catedral. Con el nombre de Nöbl,
da su persona, su legado, sus enseñanzas ni nada de nada. Absolutamente nada.
El esquiador y guía Hans Nöbl - Foto Antonio Lynch - Guía Parque Nacional Nahuel Huapi 1938-39
Archivo Visual Patagónico 3
Hans Nöbl y Antonio Lynch en el Cerro Otto Ca. 1940, atrás el Lº Guitierrez y el Cº Catedral
Departamento de Documentos Fotográficos - Archivo General de la Nación
Pero ¿quién era Hans Nöbl? ¿Qué hizo en por lo que la Base quedó como hasta la fecha a 1050
Bariloche? ¿Por qué la historia no lo recuerda? msnm. De todos modos atendiendo a su planificación y
Aquel exitoso esquiador austríaco y guía de mon- la de Lynch se marcaron pistas y sectores, incluso Nöbl
taña, que fue convocado por la Dirección de Parques aconsejó la colocación de algunos medios y hasta fue el
Nacionales para desarrollar un centro de esquí en gestor ante la empresa que fabricó el Cable Carril.
la remota Patagonia, traía como parte de su curri- Por otra parte, mientras comenzaban los prime-
culum el haber desarrollado otro centro invernal en ros movimientos y obras en Catedral, Hans Nöbl or-
Sestriere (Italia) y el título de campeón europeo. Con ganizó con el respaldo de Parques una serie de com-
toda su sabiduría a cuestas llegó a Bariloche, recorrió petencias de ski en el cerro Otto, en las pistas que
la zona, los cerros y evaluó aquel pedido. La primera se iniciaban en la zona de Piedras Blancas y que ter-
opción que seleccionó, fue el cerro Dormilón. Sus ex- minaban en lo que hoy es el barrio Frutillar, que en
tensos faldeos con poca vegetación y su imponente esa época era la chacra de Luisa Capraro donde ha-
vista a los lagos y volcanes, llamaron su atención. bía una pista que ella había creado previamente. Allí
Además, el ingeniero Julio Furth había proyectado Hans confeccionó un slalom gigante y comenzaron
emplazar un cable carril allí. Sin embargo, para ac- las competencias, que se repitieron al año siguiente
ceder al Dormilón había (hay) que cruzar el Nahuel con la participación de esquiadores internacionales.
Huapi y esto dificultaba su acceso, por lo que se des- El oficiaba de piloto, inaugurando cada jornada con
cartó de plano. También se desechó el cerro Otto, un descenso de demostración fabuloso, hasta que en
por ser muy bajo, más allá de sus condiciones y pese agosto de 1938 esas carreras se mudaron al Catedral
a que Otto Meiling tenía allí una escuela de ski y dos a donde siguen realizándose en la actualidad. Toda
refugios. Esto generó un encono y una rivalidad mar- esta creciente actividad generó que en 1940 se crea-
cada entre Nöbl y Meiling durante décadas. ra el Club Argentino de Ski (CAS) presidido por Lynch
Descartados el Dormilón y el Otto Hans deter- e integrando Nöbl la primera comisión directiva.
minó, como hemos dicho, que el lugar propicio era A la hora de describir a Hans Nöbl es necesario
el cerro Catedral. Aunque aconsejó llevar la base del decir que era todo un personaje, muchas veces po-
centro invernal a la cota de los 1200 metros, por- lémico y con actitudes que despertaban carcajadas
que ya desde aquel entonces, no siempre había buen o grandes enojos como suele suceder con casi todos
caudal de nieve en cotas más bajas. los mortales, aunque en aquella aldea de montaña
Sin embargo la proyección del Cable Carril modificó algunos eran demasiado rencorosos.
ese plan, puesto que el trazado de los cables no permitía Por aquellos años Europa estaba en guerra y Hans
técnicamente llevar su estación inferior a 1200 metros, se radicó en Bariloche y recorría sus calles, donde se
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encontraba en numerosas oportunidades con los ni- ma de “cuña”, promovía el uso de dos bastones en vez
ños que practicaban el esquí en el lomo que hoy es de uno y fomentaba la profunda flexión de las pier-
la calle Salta o en los primeros metros de la avenida nas y la inclinación del cuerpo hacia delante, postura
Pioneros. Claro, por ese entonces allí no había nada mundialmente conocida como “vorlage”. Nöbl había
y las pendientes eran espectaculares. Él aparecía, sor- aprendido del propio Schneider un sistema pedagó-
prendía a esos chicos que se deslizaban como po- gico y ordenado y adaptaba constantemente la técni-
dían y les ayudaba a perfeccionar su estilo. Ni idea ca deportiva al desarrollo de los materiales utilizados.
tenían que aquel profesor de turno, era un campeón Las crónicas de la época también reseñan que el
continental. Su estilo sobre las dos tablas era único. 2 de julio de 1938, en el hotel Italia, se proyectaron
Además tenía unos esquíes que aún no habían lle- películas de esquí comentadas por Hans. Una se ti-
gado a Sudamérica, con fijaciones tipo Kandahar y tulaba “El Parque Nacional Nahuel Huapi” y versaba
cantos de acero, lo que llamaba la atención de todos. sobre el invierno y el esquí durante la temporada de
En Catedral fundó una escuela de esquí con su 1937. La otra brindaba enseñanzas técnicas y se ti-
nombre, enseñando su novedoso y elegante estilo tulaba “Hans Nöbl y su método”.
que los alumnos aprendían en pocas horas. En esa Más allá de la vida en la montaña Nöbl era un
escuela fueron instructores Gustavo Kammerer, Luis “dandy” poseedor de una personalidad muy espe-
Acuña y Jorge Volkmer, vecinos conocidos y vincula- cial. Un seductor de mujeres rápido para los nego-
dos al quehacer del cerro. Años más tarde Nöbl fue cios y encantador de inversionistas. Una vez concluida
director de la Escuela Única de Esquí, creada por la la Segunda Guerra Mundial, comenzó a ir y venir de
Dirección de Parques Nacionales. Europa, aprovechando las temporadas de invierno de
Para la época el campeón austríaco era un ex- cada hemisferio ya que en Sestriere también tenía su
celente esquiador, hacía un paralelo que nadie ima- propia escuela de enseñanza del deporte blanco. Allí
ginaba, esquiaba con los dos pies juntos, acuñando era todo un ídolo y lo apodaban “el Arcángel de la
la técnica de esquí alpino reconocida mundialmente Nieve”. También en Portofino (Italia) fundó una escue-
como del “Arlberg”, inventada por un coterráneo suyo: la de ski náutico, donde era reconocido por enseñarle
Hannes Schneider, quien era oriundo de la región del a las celebridades de la época, como el Sha de Persia.
Arlberg que daba nombre a la técnica. Este método Pero antes estuvo afincado en estas tierras donde
desconocido en la Argentina perfeccionaba el siste- hizo de todo. Se destacó por ser guía de montaña,
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escalador, guía de pesca y hasta cantante, anima- consiguiera terrenos en la zona de los kilómetros, con
dor y contador de chistes, pese a su acento austría- vista a los lagos, las costas y los grandes espacios. Esto
co. También tuvo una suerte de agencia de turismo, derivó en uno de sus principales negocios: la venta de
con varias embarcaciones como “La Correntoso”, “El tierras, lo cual generó el enojo de varios pobladores
Pilquín” y “La Vagabond”, con las que hacía excursio- que se dedicaban al rubro. Pero el esquí era su pasión.
nes de pesca o paseos náuticos. Además, llevaba a El multifacético campeón de ski también trabaja-
los turistas al cerro López o al cerro Montura Chilena, ba en el hotel Catedral, cuyos huéspedes disfrutaron
en la zona del Valle Encantado. a fines de la década del 40 de un espectáculo único
A su vez Hans fue uno de los precursores en hacer ya que cotidianamente durante los días soleados de
recorridos largos por la región o visitar los lagos menos invierno, cada mediodía, cuando los turistas estaban
frecuentados y debido a sus dotes de escalador se lo almorzando en el enorme salón que todavía posee
recuerda por haber ascendido en algunas oportunida-
des al pico internacional del cerro Tronador, algo poco
usual, dificultoso y que sólo los avezados se animaban
a realizar por entonces. En cuanto al pico Argentino
fue de las primeras personas en guiar gente hasta él.
Nöbl estaba casado con la francesa madame
Couture, con quien vivía en una elegante casa de
Villa Llao Llao, lo cual era óptimo para sus tardes y
noches de animación en el hotel Llao Llao, para el
cual también trabajaba ofreciendo todos los servicios
antes mencionados. Allí aparecía cada tarde noche
vestido de tirolés, con pantalones cortos de cuero y
borceguíes. Con su cabellera rubia bien peinada, la
que en ocasiones le llegaba hasta los hombros.
Un detalle no menor es que tenía un público prác- Antonio Lynch y Hans Nöbl
ticamente cautivo: la elite de Buenos Aires, muchos en la base del Cº Catedral Ca. 1940
de cuyos integrantes comenzaron a pedirle que les Colección Ayerza Lynch en AVP
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Hans Nöbl en el techo del Refugio López, año 1936 - Foto Antonio Lynch
Colección Ayerza Lynch en Archivo Visual Patagónico
ese establecimiento de frente a las pistas del Catedral, táculo, que culminaba con los huéspedes coreando
les sugerían a los comensales que se asomaran a los su nombre y con Nöbl acercándose al hotel para sa-
ventanales para apreciar como el eximio esquiador ludar y tomarse fotos con los fascinados turistas.
se lanzaba como una flecha desde Piedra del Cóndor, En 1946, una vez concluida la guerra en Europa,
realizando una bajada vertical, con piruetas y slaloms en la Argentina para comprar un auto 0 kilómetro
en muy pocos minutos, terminando con un salto so- se requería de un permiso del mismísimo presidente
bre el arroyo que hay en la Base, clavando sus basto- Juan Domingo Perón y gracias a sus contactos en la
nes y dando una vuelta en el aire. Era todo un espec- alta alcurnia Hans consiguió adquirir por 5 mil pesos
un coupé Ford que luego acondicionó casi como un
auto de carrera.
Por todas estas cosas había pobladores que no lo
aceptaban en su sociedad. Lo consideraban un fanfa-
rrón que sólo buscaba hacer negocios. Pero también es-
taban quienes lo apreciaban y valoraban, considerando
que su controvertida personalidad no opacaba su gran
talento. Pero los reconocidos pioneros de Bariloche no
lo querían y esto posiblemente tiene que ver con que
no haya tenido, aunque sea, un mínimo homenaje.
En este sentido quién algo quiso hacer fue
Vicente Ojeda, un reconocido montañés que presi-
diera el Club Andino Bariloche durante dos décadas,
En el año 2001 Ojeda tuvo un breve paso por la fun-
ción pública en el área de Turismo de la Provincia de
Río Negro y desde allí impulsó que se bautizara el
camino de acceso al hotel Catedral que llega hasta
el Cable Carril con el nombre de Hans Nöbl.
“Creía que era necesario hacerlo, es indudable que
fue quien eligió el lugar y a quien contrataron para
Hans Nöbl en el refugio Berghof del Cerro Otto su desarrollo. Si bien era una persona polémica y con
Foto Antonio Lynch - Colección Ayerza Lynch en AVP carácter, entiendo que merece un homenaje. Y esa ca-
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presente el abrazo, la contención. Aquí encontramos te mojás toda y muchos materiales, como el papel o
y compartimos esas cosas que quizás en nuestras ca- cartón, ya no sirven. También si hay viento se vuela
sas no tenemos. Esa es una fortaleza que tiene este todo lo recolectado y las condiciones para trabajar
grupo para casi todas nosotras. La unión siempre ha son muy hostiles. Todas las estaciones tienen lo suyo.
estado entre nosotras y si bien existen dificultades y Por otro lado, tenemos un camión que hace
problemas, siempre tiramos para adelante. recorridos por grandes generadores de residuos
como son las cadenas de hoteles, distribuidoras ma-
¿Cuáles son las principales diferencias de traba- yoristas, supermercados, chocolaterías, aeropuerto,
jar en invierno o en verano? colegios privados, etc. Esto nos da una mano muy
grande ya que también se van sumando muchos
Las temporadas altas para nosotros son diciem- particulares u organizaciones como determinadas
bre y enero –porque se recupera mucho plástico, bo- juntas vecinales. Lo que queremos es lograr que
tella y metal– y en inverno cuando están los turistas llegue el material separado a la planta para que
en la ciudad. Ahora durante la pandemia la recolec- no tengamos que ir al manto a buscarlo. Porque,
ción ha mermado mucho y además se ha bajado el así como hay vecinos que clasifican la basura en
nivel de consumo. Para nosotras es mejor trabajar en su casa, están los que mezclan todo o aprovechan
verano aunque cuando hay mucho sol es tremendo. para tirar escombros o cosas que no son útiles para
Y cuando llueve lo que se genera es mucho barro, reciclar o recuperar. Hay que tomar conciencia de
todo esto para separar directamente en los hogares.
Foto de archivo ARB
Nicolás Mezquita nació en Buenos Aires en 1977. A los dos años migró con sus pa-
dres a Brasil dónde vivió hasta los 17 años. Sus primeros pasos en ilustración co-
menzó a darlos por el año 2000 –de la mano de Gustavo Damiani– en el estudio 3
Gatos, donde colabora con ilustraciones para Puerto de Palos, Aique-Larousse, EDEBE
y Long Seller, entre otras. Tuvo un breve pero intenso paso por el IUNA y también
por la Nueva Escuela. Algunos años más tarde, de regreso en Brasil, se desempe-
ñó en Campo 4 –productora de dibujos animados– en calidad de Caracter Design y
creando presentaciones de programas de televisión para la Red Globo bajo la tutela
de César Coelho y Aida Queiroz. De regreso a la Argentina realizó trabajos para A-Z
editora y El Naranjo Ediciones. Actualmente colabora con la revista digital La luna con
gatillo donde ilustra la columna de Tomás Astelarra –Charlas del monte– y distintas
notas periodísticas. Ahora reside en Bariloche dónde espera poder dejar su huella.
Instagram: @nico_mezca
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La calle más larga Camina por la misma calle que atravesó tantas
veces, desde donde el ruido del centro apenas se
No era la primera vez que tomaba ese colectivo. escucha y no sabe si es el polvo o el calor, pero tiene
Pero sí era la primera vez que se sentía tan ansiosa, ganas de llorar o de cantar, ¿será verdad que el Kevin
aunque pensaba que era por el calor. El colectivo, la espera de nuevo?
mientras tanto, se bamboleaba transitando oloroso Hay más perros que árboles por su camino, pero los
y humeante como un animal antediluviano, indife- conoce a casi todos, a los chicos, no, porque hay muchos
rente a sus deseos. que ya están grandes, hasta los que eran amiguitos de la
–¡Dale, negrita! O pensás que alguien va a querer Mica. De pronto se para, acomodándose la cartera que
meterse con una gordita con dos pibes... se le resbala por el hombro. ¿Va o no va? ¿Se vuelve por
La imagen del Kevin se iba y venía en la pantalla del donde vino? Da un cuarto de giro apenas, como bus-
ciber y su voz de a ratos se diluía en estática, como si cando el colectivo con la mirada, el que recién pasó por
estuviera en la Luna. Pero estaba a unas cuadras nomás. el frente, pero lo ve, allá, a dos cuadras...
–No vamos a meter de vuelta a los
abogados, que sabés que lo único que
les interesa es la plata. Ellos quieren
seguir cobrando... Y lo podemos arre-
glar nosotros, negrita, como siempre...
–Pero si vos no pasaste nada de
lo que me dijiste que me ibas a dar...
Yo la tuve que llevar a la Mica al hos-
pital y vos ni apareciste.
–¡Y qué querías que apareciera,
si capaz que estaba la asistente o tu
abogado y se pudría todo! ¿Qué les
iba a decir? Si sigo con la prohibición
y no me pusieron la pulsera de pedo.
No me puedo acercar, ¿entendés?
Ella piensa que lo del hospital se
podía entender, que si el Kevin apa-
recía, ella no hubiera dicho nada.
Pero no le sale nada.
–¡Si vos sabés lo que los quiero a
los pendejitos! Y a vos, negrita, qué
estamos haciendo, venite, venite que
lo hablamos, estás relinda, dale que
te espero.
Ella no quiere pensarlo, no quie-
re enredarse en todas las cosas que
pueden pasar, piensa que lo mejor
es estar con el Kevin y los chicos,
no sabe vivir de otra manera. Y esta
vez, él le dijo que va a ser mejor, no
toma más, está por conseguir traba-
jo, todo va a estar mejor.
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Purgatorio cla justa; y además, también le gustaba donde estaba
sentado. Sin que viniera a cuento, por primera vez
No supo en qué momento la conversación pasó consideró irse. Era fácil. Levantarse, ir al baño, vol-
de Stephen King a Stephen Hawking. De pronto se ver, saludar. Nadie iba a decir nada. El solo hecho de
dio cuenta del temblor de su mano sosteniendo el pensarlo le provocaba más ansiedad. Aunque pen-
vaso y pensó en Jurassic Park. La mezcla de bebidas sándolo bien, no tenía nada que hacer, ¿Para qué irse?
ayuda a dar consistencia al crisol de razas. Una cosa Entendía vagamente que todavía no era adecuado. El
trae a la otra. tiempo de compromiso social es inversamente pro-
Una vez más el resto de los asistentes a la reunión porcional a la confianza. Cuando estás con conocidos
pasó a segundo plano. Sombras borrosas. Lo distra- recientes, en una reunión más o menos formal, tenés
jo un ruido en la ventana. Había salido el sol, breve- que estar más tiempo. Con tus amigos, si se te canta
mente, mientras traían la segunda o tercera pizza. El irte a los cinco minutos, es lo mismo. O a lo mejor el
ruido era de unos pájaros que intentaban entrar, o, tiempo es el mismo, sólo que parece pasar más o me-
por lo menos, chocaban contra el vidrio. nos rápido dependiendo del caso. Esto lo tengo que
Su mirada se cruzó con la de Noelia (¡Si por lo escribir en algún lado, pensó. Me lo tengo que acor-
menos se llamara de otra manera!, pensó), que le dar. El tiempo de las reuniones. Protocolo de dura-
sonrió. Sólo una sonrisa amistosa, un registro de qué ción. No, es un quilombo. Y como no era una reunión
bien la estamos pasando. de amigos, prefería no sacar el celular y grabar, o por
–¿Viste? También quieren entrar a los autos. Se lo menos, escribir un par de palabras que le ayuden
paran en el espejo retrovisor y miran por la ventani- más tarde a recordar y desarrollarlo, más tranquilo.
lla. La sombra de Noelia se recortó del resto, ganó ¿Cuánto tiempo debía pasar? Hablando de cosas que
nitidez y comprendió que le hablaba de los pájaros. no le importaban, escuchando conversaciones que le
–Quieren aprovechar y buscar un lugar seguro importaban aún menos y, encima, poner cara de in-
antes de que empiece a llover de nuevo, dijo, o cre- teresado. Debería esperar a que oscurezca un poco.
yó decir. No podía asegurar que el orden de las pa- Una especie de vampiro. Un Drácula inofensivo. Tal
labras fuera el correcto. Ahora vamos a hablar de la vez Drácula se veía a sí mismo inofensivo. Sólo necesi-
lluvia, pensó. taba comer, como cualquiera, y tampoco era su culpa
Pero alguien dijo algo de los Beatles, un hilo que ser como era. Nadie elige ser como es.
se había mantenido subterráneo, casi una conversa- –¿De carne o queso y cebolla?, le interrogó cor-
ción privada, que de pronto emergía y era compar- tésmente Marcelo (¿O era Gustavo?) Ya había ido un
tida por todos. George Martin les martilló la cabeza par de veces a su casa, se habían cruzado en más
con folklore inglés, música clásica, ¿Viste Let it be? de un evento, en la plaza, en la calle, pero lo seguía
Tenía que ir otra vez al baño. Pero no quería dejar atormentando no poder sentirse seguro de su nom-
su vaso y después no saber cuál era. Tenía la mez- bre. Le pasaba eso con algunas personas, o, mejor
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dicho, con algunos nombres. Una vez, una Cecilia le Antes de arrancar el auto, sonó el teléfono. Era
dijo que era normal que nunca se acordaran de su Liliana, su ex, para avisarle que no se preocupara, que
nombre. ¿Será por el nombre, o por las personas? una amiga se iba a encargar de Santiago.
–No, gracias, ya me tengo que ir. Las 20:13, decía el reloj del teléfono. Aunque no
–¡Pero si falta la peli! podía sacar una conclusión coherente, decidió que
–No, es que tengo que ir a buscar a mi hijo que tenía en claro dos cosas: Uno, no tenía hambre (había
está con la madre pero resulta que ella no lo puede comido suficientes pizzas como para el resto de la
llevar a… al coso, dejó que su voz se diluya en un semana); dos, no tenía idea de qué hacer.
murmullo inidentificable. El punto dos se abría en un abanico de posibi-
De pronto no podía estar más. Salió a la calle. lidades: llamar a alguien. Ir a casa. En casa: leer. Ver
Comprobó el índice de oscuridad. Era aceptable. ¿Y tele. Alquilar una peli. Limpiar. Mejor no ir a casa,
ahora? Ya veremos. Como la mujer de Noé (¿Era ella? por ahora.
¿O era otra mujer de la Biblia la que se convertía en Llamar a alguien: no tenía ganas. Estaba satura-
sal?), prefería no volver la vista atrás. Se encontraría do de gente, además de pizza. Escuchar música. (No,
con la mirada un poco extrañada de los dueños de para eso hay que ir a casa) Escribir. Eso de la reunión,
casa, preguntándose por qué se había ido casi co- ¿Cómo era? Lo del tiempo. Tiempo subjetivo más o
rriendo. Una montaña de sal. menos rápido de acuerdo a la circunstancia. No es
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guitarra? ¿A la casa de
una chica?
Cuando iba a to-
mar la curva para cru-
zar la ruta, se le ahogó
un poco el auto, pero
nada del otro mun-
do, lo pudo arrancar
nuevamente en el mo-
mento justo, antes de
que doblara un enor-
me camión. Durante
un brevísimo momen-
to, tuvo la sensación
de que no podía con-
trolar el auto. Sintió el
tirón en alguna parte
de su cuerpo mien-
tras era devorado por
la inmensa bestia ne-
gra que, sin embargo,
estaba formada, ahora
lo veía, por infinidad
de puntitos lumino-
sos. Como una enor-
me fragata llena de
luces, que atraviesa la
noche a toda veloci-
dad. ¿Qué habrá lle-
vado? ¿Combustible?
¿Juguetes? Siente la
grave bocina del ca-
mión, que apenas fre-
na para continuar su
viaje. El temblor del
asfalto. En pocos se-
gundos, todo vuelve a
nuevo. Einstein dijo algo de eso, como que si se te la normalidad y es como si la radio se encendiera de
sentaba una mina en la falda o si te estaban tortu- nuevo. Muda de espanto, había hecho un paréntesis
rando. Algo así. en la transmisión. Si muero en la ruta, pensó, qué
Encendió el auto. Otra vez envuelto en la masa falta de respeto que, entre los restos retorcidos, la
confortable del parloteo conocido de la radio. Nada rueda, girando, se escuche todavía la música que
malo puede pasar en un ambiente así. La noche ca- te acompañaba. Como si quisiera disimular. ¡Vayan
yendo lentamente, las luces amistosas de los autos, tranquilos! No pasa nada.
reconociéndose en la oscuridad, mirándose de reojo Lo mejor será ir a lo del Pampa, no sé si para una
y continuando su camino. ¡Vamos con mamá al su- cerveza o un café. Ya lo resolveremos. Dependerá de
per!, canta, junto con los niños, el auto familiar que quienes estén en el boliche. O de quienes no estén.
pasa. Tres hombres que vuelven de trabajar, en una El bar del Pampa no estaba lejos, y le ofrecía la do-
camioneta que conoció días mejores, pero que, al ble ventaja de no pensar en qué hacer después, le
mismo tiempo, aún guarda una valiente confianza, abría un espacio de tiempo para seguir pensando en
una serena placidez de cumplir con lo que sus due- eso del tiempo, que pasa y no te das cuenta. Te roza
ños necesitan. Un par de adolescentes en un viejo y te va agrisando las muelas, el estómago, el pelo.
auto bien conservado. ¿Irían también al supermerca- Tiempo nieve, tiempo niebla.
do, a comprar las provisiones de la noche? ¿Pasarían Obediente, el auto estaciona en el lugar que poco
a buscar más amigos? ¿Volverían de jugar al fútbol? falta para que le asignen, como en las grandes em-
Van a la casa de otro amigo, a buscar música, ¿una presas. Acá, el director, acá, el Panza, ahí, cerca de la
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salida, el jefe de recursos humanos, que en este caso Parece que me va a llamar y luego huye sin hablar.
bien podría ser Fernando, por ejemplo. Consciente –Pampa, ¿qué mierda estás escuchando?
de que esta línea de pensamiento no lo llevaba a Pero el Pampa no lo escucha, o prefiere no con-
nada, decide concentrarse en tratar de cubrir el cor- testar. En ese momento, a uno de los chicos se le
to trayecto entre la calle y el interior del local viendo cae algo al piso y al mirar en esa dirección, advierte
quiénes estaban, sabiendo al mismo tiempo que era el hematoma en la pierna de uno de ellos. Es anor-
muy temprano todavía. Cerveza. malmente grande, le ocupa casi todo el muslo, mar-
–Pampa. cándolo de un color violáceo que inmediatamente
–Qué hacés, loquito! ¿Todo bien? provoca compasión.
–Todo bien, salvo el culo. –Che, a ese le dieron para todo el campeonato.
Había unos chicos que no conocía, que segu- Pero el Pampa, al darse vuelta desde detrás del
ramente venían de algún partido. Uno de ellos lo mostrador sólo lo mira a él.
saludó. Devolvió el saludo, pensando que segura- –Vos lo conocés, le dice.
mente era el hijo de alguien. Los chicos cambian rá- Dos de los chicos son mellizos, el tercero es el del
pido. Dejás de verlos una semana y después no los hematoma. Los mira un rato, tratando de encontrar
reconocés. algo que le haga reconocerlos.
–¿Una birra? Pregunta el Pampa. Asiente distraí- –¡Los mellizos Scarpati! ...y el rengo Vidal. Sí,
damente, mirando la pantalla de televisión, muda me acuerdo. Y duda. Pero… estos… en el accidente.
con un partido. ¿Cuántos años teníamos?
–¿Quién juega? –Nueve, diez, dice el Pampa. El Loco asiente con-
La pantalla era demasiado chiquita, apenas se fundido. Algo raro está pasando, o tal vez sea la ac-
distinguía a los jugadores, como si estuvieras mi- titud del Pampa, una demanda implícita, algo que
rando el partido a través de un caño de lata, desde le quiere decir sin decírselo. Ese accidente fue hace
un edificio a ochenta metros de la cancha. Pero el tanto tiempo. Recuerda que volvían de un torneo…
Pampa se negaba a la tecnología. Y eso era lo que pero no recuerda con claridad. El Pampa y él iban
le gustaba de ese bar. Nunca iba a haber demasia- juntos en uno de los asientos del fondo. Los melli-
da gente. zos iban adelante.
–No sé, boludo, fijate. Yo
estoy laburando.
Recién entonces tomó
conciencia del ruido de la ra-
dio en el bar. O como si al-
guien la hubiera prendido en
ese momento. Hasta le pa-
reció escuchar como un rui-
do de descarga y después
un monótono tema pop, de
moda hace cuarenta años. El
tiempo no pasa, piensa. Estos
pibes escuchan la misma mú-
sica que yo. Está bien, hubo
cosas nuevas, qué se yo, los
Redondos, Pearl Jam. Pero si-
guen escuchando Virus, o al-
gunos temas que bailaba en
la secundaria. Electric Light
Orchestra.
Hace tiempo que sueño
con ella y sólo sé que se lla-
ma Noelia, hace tiempo que
vivo por ella y sólo sé que se
llama Noelia. Noelia, Noelia,
Noelia, Noelia, Noelia, Noelia,
Noelia, Noelia, Noelia, Noelia.
Yo quiero hablarle de mi amor
pero ella da la espalda y se va.
28 Páginas Patagónicas
Carlos Chávez nació en Buenos Aires en 1961. Estudió Administración de empresas, Letras y Publicidad,
pero no terminó nada. Fue bancario, redactor publicitario, vendió bebidas, artículos de limpieza y planes
de medicina. A fines del 2000, ante la inminencia del desastre, se mudó a Villa La Angostura. Embrutecido
por el exceso de trabajo, la exigua paga y la consecuente falta de alcohol, reflexiona: “No sé de qué se
sorprenden, si los trabajadores de la salud lo que mejor hacen es cortar” (adjunta foto de una operación).
Polémico. Desde 2010 forma parte del grupo literario Alamberse o Alan Verse, que cuenta en sus filas con
notables escritores y poetas de la región que han sido reconocidos en numerosas oportunidades con di-
versos premios o, al menos, libros publicados, aunque él no tiene ni una cosa ni la otra. El grupo se reúne
sábado por medio en la Biblioteca Popular Osvaldo Bayer de Villa La Angostura. En la actualidad es cartero
y director de una empresa virtual.
Breve semblanza de Alan Verse: Johann Alexis Heraldo Diego Pedro Raúl de las Mercedes Diego Lionel
Wayne Szlatan Cristiano Killian Agustín Mario Alan Verse nació cerca de Fiorito, al norte de la actual Italia
en la Baja Edad Media. Desde muy pequeño deslumbró a propios y extraños por lo que no tardó en ser
transferido al Burda FC de Köln, de propiedad del poderoso Sindicato de Tejedores. En el museo de Colonia
se conserva una tapa de Burda Moden de la época, un grabado a un color que lo retrata luciendo los co-
lores de la institución, con su típica camiseta tejida. Hasta la actualidad los investigadores no tienen más
noticias de su paso por el club. Más info: www.alamberse.blogspot.com
Las imágenes que engalanan Páginas Patagónicas son obra y gentileza de Nicolás Mezquita
Hombres y Mujeres de mi Tierra 29
La flor de otoño
“Eso le recordó que faltaba poco para dejar el sitio y que debían señalarlo
como un gran paradero para recolección de pigmentos y alimento.
Con eso en mente, dispuso una pequeña ofrenda antes de alejarse.”
Por Natalia Cano y Joanna Jaime*
La llegada del hombre a América es milenaria, el así como lo son los restos de lanzas y otras armas de
propio poblamiento de la Patagonia se inicia hace realización artesanal. Pero el rasgo más interesante
unos 13.000 años y en zonas limítrofes las fechas lo constituyen sus prácticas ideológicas y sociales,
varían en rangos similares. En ese momento el am- las cuales acatan exclusivamente a representaciones
biente es muy diferente al actual; el clima difiere del pictóricas todavía visibles en la superficie de cuevas
que nos es conocido y la fauna que abunda, hoy y aleros. ¿Qué motivaciones impulsaron estas mani-
se encuentra mayormente extinta. Sin embargo, su festaciones artísticas? ¿Cómo eran realizadas? ¿Qué
lejanía en el tiempo no impide que sea posible de- nos dicen sobre su cultura?
terminar ciertos aspectos de los modos de vida de La explicación total de sus significados quizá
estas antiguas sociedades. Son los registros arqueo- nunca se verifique, pero aún nos es factible conectar
lógicos y la gran cantidad de materiales existentes los hallazgos históricos con los comportamientos de
en yacimientos a lo largo del país, lo que otorga a sus descendientes; las comunidades originarias que
los expertos una idea cercana sobre estas cuestiones. aún coexisten y cuyas tradiciones perduran. A raíz
En torno a esto las investigaciones indican que de esto, sabemos que las sociedades cuya expresión
los primeros humanos en estas tierras, se desarro- más conocida se encuentra en la Cueva de las Manos
llan como grupos nómades, que no se establecen de Santa Cruz, son las antecesoras a los modernos
en un lugar de manera definitiva, sino que se trasla- tehuelches y es probable que muchas de sus prácti-
dan según la disponibilidad de recursos y la época cas culturales no difieran de aquellos anteriores po-
del año. De este modo, se conforman como hábiles bladores. Con eso en mente, decidimos profundizar
cazadores-recolectores y dignos conocedores de las sobre algunas particularidades de estos pueblos, in-
zonas a su alrededor. La utilización de herramientas tentando buscar paralelismos e imaginando el pano-
líticas es corroborada en los artefactos descubiertos, rama que podría haber existido en sus orígenes. Así,
30 Hombres y Mujeres de mi Tierra
prender que también dependían de la cantidad de
minerales que pudiera conseguir, pero eso solo sirvió
para aumentar su sentido de responsabilidad para
con la comunidad. La más joven la saludó con una
sonrisa, a pesar de que se notaba el cansancio en su
rostro, aunque no parecía importarle, sino que, por
el contrario, se esforzaba todavía más. Todos eran
conscientes de que por su embarazo debía mante-
nerse firme si quería fortalecer al bebé, asegurando
que encuentre en su newen, su habilidad en la vida.
No pudo ver a ninguno de los hombres, lo que
trasladamos la información de textos y testimonios indicaba que estaban al acecho de la manada de
orales, con el fin de crear un relato ficticio sobre la guanacos que los tenía desvelados hacía días. Para
vida de uno de sus integrantes más jóvenes. ello llevaban preparándose largo tiempo, planeando
Esta es su historia. estrategias y puliendo nuevas lanzas. Estaba segura
de que les iría bien pues acarreaban con la vieja bo-
leadora de tres piedras con la que, antes de su arribo
La flor de otoño en la zona, habían conseguido sobrevivir a la repen-
tina defensiva de los huemules.
Kiñe epu mari… estaba soñando con una peque- Era importante obtener la mayor cantidad posi-
ña niña que aprendía los números, tal vez fuera ella ble de pieles para el cambio de clima y a su vez ne-
misma, pero la imagen se le escapó antes de estar cesitaban comida si querían tener un traslado favo-
segura ya que los sonidos del exterior la hicieron rable hasta el siguiente refugio. Estaba entusiasmada
despertar. A su alrededor todavía dormían algunos por conocer a los familiares de los que hablaban los
niños, acurrucados en los cueros suavizados, acomo- mayores y ansiaba escuchar sus historias sobre las
dados cerca del fuego la noche anterior. La luz de la vivencias de ese lado de la cordillera.
mañana se colaba por los costados de una gran ma- Eso le recordó que faltaba poco para dejar el sitio
tra que los kona pusieron en la entrada de la casa de y que debían señalarlo como un gran paradero para
piedra y quiso quedarse un poco más en el calor de recolección de pigmentos y alimento. Con eso en
sus hermanos, pero los pensamientos sobre lo que mente, dispuso una pequeña ofrenda antes de ale-
el día le deparaba la impulsaron a salir. jarse, para empeñar su viaje a través de las rocas y los
Pasaron varios soles y lunas desde su participa- secos pastizales. Sabía que los seres podían dejarle
ción en aquella tarea. Por lo general era alguien espe- mensajes en cualquier parte y así le pareció cuando
cial el que se encargaba, durante los recorridos anua- un chinchillón se atravesó entre sus pies, haciéndole
les, de recolectar los materiales. Gracias a eso heredó cosquillas. Su pelaje anaranjado se dispersó rápida-
el conocimiento de los lugares y sus habilidades para mente por los arbustos, permitiéndole notar la pre-
mezclar los pigmentos de minerales molidos con hie- sencia de un mallín donde recolectó juncos y otras
rro, arcilla, yeso y carbones vegetales. Antes era una hierbas con las que pensaba realizar obsequios para
pichiche, una acompañante, pero mirando aprendió sus parientes lejanos. Al inspeccionar el terreno, se
lo suficiente para poder ir sola por primera vez. alegró de hallar unas piedras coloridas que depositó
Con un evidente entusiasmo, buscó una pequeña en la bolsa. Tras escalar los peñascos, divisó los fru-
bolsa de cuero de guanaco y colocó dentro lo único tos rojos y morados que provenían de unas plantas
que necesitaba: una roca redondeada y dura, espe- espinosas. Conocía su dulce sabor y no pudo evitar
cial para moler. Decidió traer consigo el caparazón probar algunos para recuperar energía, guardando
de molusco entregado por su padre en la última ca- otra ración para llevar a sus lamienes, hermanas y
cería al otro lado del río; le sería útil para mantener
alejado a cualquier gnen o fuerza que quisiera ma-
nifestarse en el recorrido, al menos esas fueron las
palabras de la machi.
Un grupo de mujeres sobaban las pieles exten-
didas, mientras otras pintaban en rojo, ocre y azul
las guardas y textos que los identificaban como clan
en las capas y abrigos que los protegerían en el in-
vierno que se avecinaba. El empeño que ponían en
esta tarea era tanto como el de los varones en sus
expediciones. Una leve presión la invadió al com-
Hombres y Mujeres de mi Tierra 31
hermanos menores. El sonido de las aves y las som- la anciana de la tribu. Ambas consiguieron un fino
bras revelaban que el sol se encontraba en su punto polvo colorado al que agregaron yeso, agua y gra-
más alto y pese a que el viento ya cantaba sus me- sa animal como aglutinante, para luego incorporar
lodías más otoñales, esa energía le escocía la piel. los restos de frutos machacados. La pequeña obser-
Después de mucho caminar, finalmente encontró el vó orgullosa la solución acuosa, que ahora resaltaba
alivio del río en el que optó por descansar. Percibía bajo un rojo radiante que denotaba ser el producto
las voces de los animales en el agua, pero no era lo de todas las sensaciones alcanzadas en la jornada.
suficientemente diestra para atraparlos, por lo que A continuación, repitió el proceso solo con el yeso
se conformó con engrosar su almacenamiento con y con obsidiana negra, logrando tres muestras de
más rocas de los alrededores, pidiendo permiso y pigmentos, listas para ser utilizadas.
brindando a la naturaleza su agradecimiento. Inhaló una bocanada de aire, como si quisiera
El viaje de retorno le resultó agotador, puesto retratar en su memoria cada uno de los detalles de
que cargaba con gran peso. Sin embargo, estaba ese momento y apoyó suavemente su mano derecha
complacida y anhelaba ver la reacción de los miem- en la superficie rugosa. Con el tubo de hueso recién
bros de la comunidad, cuando les mostrase cada uno adquirido, esparció sobre su piel una lluvia de to-
de los objetos capturados por sí misma. La brisa re- nalidades dejando al descubierto el negativo de la
frescante del atardecer la recibió y varios de los más mano pintada. Era un acto que no solo indicaba su
pequeños vitorearon por su vuelta. La figura de un paso por ese lugar, sino que marcaba una señal para
hombre que traía adornos de plumas sobre la cabe- el futuro regreso.
za, la sorprendió en el camino y un gesto de ama- El último día del verano llegaba a su fin y la tem-
bilidad lo recubrió al verla acercarse. Entre piedras, prana oscuridad parecía dibujar una despedida. Elevó
frutos y juncos, la niña se movía de un lado a otro, la mirada hacia las constelaciones, buscando la luz
albergada por una emoción y un deseo incontenible más brillante, que se alzaba junto a ella desde su naci-
de contarle todo lo experimentado. miento y que destacaba entre las demás en esa época
Una pesada palma se apoyó sobre su dorada ca- del año. Cerró los ojos y recordó con claridad la voz
bellera, felicitándola por su labor y con la otra le de su madre, cuando le habló de esa, su estrella. Al
entregó un trozo de hueso hueco y perfectamente fin y al cabo, todo formaba parte de un mismo ciclo.
limpio. Entendía muy bien lo que eso significaba; que Su lucero era tan efímero y cambiante como esa flor
era momento de dejar sus manos en las paredes de dorada, que emergía en la desierta estepa en el otoño
la cueva. Ya tenía decidido el lugar y los colores que y de la cual había recibido su nombre, Millaray.
usaría. En unos recipientes colocó una porción de
minerales desmenuzados y añadió en ellos parte de * Natalia Cano y Joanna Jaime son estudiantes
las piedras recolectadas, triturándolas con ayuda de de la Licenciatura en Historia Fahu/CRUB
32 Todos los Chicos
¿Sabías que las nutrias gigantes Historia de las cosas muy ricas:
son signo de un medio LOS ÑOQUIS
ambiente próspero?
Los ñoquis son un plato tradicional del noreste ita-
liano y la pasta más popular en nuestro país. En la Italia
medieval se realizaban solamente con harina de trigo,
agua y sal. El origen de los ñoquis de papa obedeció a
un motivo económico ocurrido en Italia –aún bajo re-
gímenes feudales y semifeudales– hacia 1880, cuando
los dueños de los molinos decidieron aumentar el pre-
cio de la harina, lo que obligó a los campesinos a expe-
rimentar con la papa, introducida en Europa tres siglos
antes por los conquistadores de América. Más tarde,
con la migración masiva de europeos a Argentina
–cuyo pico se dio entre los años 1880 y 1930– nuestra
gastronomía sufrió un gran cambio, debido a los nue-
vos platos popularizados por los inmigrantes del viejo
La nutria gigante –Pteronura brasiliensis– tam- continente, que en el caso de los italianos incluyeron
bién conocida como lobo de río o perro de agua, entre otros la pizza, la milanesa y la lasaña. Y por su-
habita gran parte de América del Sur, siendo su há- puesto los ñoquis, considerados actualmente una de
bitat los ríos y arroyos de agua dulce. Posee un gran las pastas más ricas del mundo, los cuales –además de
cuerpo –de aproximadamente 1,8 metros– y pesa la versión clásica a base de papa– pueden ser de cala-
cerca de 30 kilos. Este tipo de nutrias tiene un gran baza, ricotta, espinaca, remolacha, zanahorias u otros
abanico vocal, logrando comunicarse con otros com- vegetales. Esta comida, argentina por adopción, tam-
pañeros de su especie a través de silbidos. Comen bién tiene parientes cercanos como los Malfattis, que
al día entre el 23 % y el 40 % de su peso con el fin significa “mal hechos” en italiano y son una versión
de conservar el calor corporal y su pelaje corto es con poca harina, lo cual influye para que al cocinarse
color marrón chocolate con un parche amarillento tomen su forma indefinida. Además de un buen filetto
en el cuello. Su dieta consta principalmente de pe- o un chorro de oliva otras de las formas clásicas de
ces, pero, también puede comer otras criaturas como acompañarlos son con salsa Bolognesa, con manteca
ranas, anacondas y pequeños caimanes. Las nutrias y/o queso parmesano rallado.
gigantes son consideradas como especies bioindi-
cadoras, es decir, que su presencia en los ríos de-
muestra la buena salud que conserva el ecosistema.
Cuando este animalito duerme en el agua se agarra
de las patas de un compañero para no alejarse por
el movimiento del caudal. Otra curiosidad es que
cazan sus presas siempre con las manos y que usan
piedras para abrir mejillones sobre su pecho. La prin-
cipal fuente de desaparición de las nutrias gigantes
es la contaminación del agua, la deforestación y la
caza furtiva; además el estrés impide que las hem-
bras puedan generar suficiente leche y ocasiona que
a veces abandonen a sus cachorros. La esperanza de
vida de esta especie es de 8 a 15 años.
Todos los Chicos 33
El 4 ambicioso
de Juan José Millás
Había un 4 que quería ser un 5 porque creía que no puedo tragárselo, como al 1, pues era muy vo-
era mejor ser la mitad de 10 que la mitad de 8. En luminoso. Entonces se ofreció a ser tragado, ya que
cada mano había 5 dedos, se decía. Y también en estaba dispuesto a cualquier cosa con tal de ser un
cada pie. Ser la mitad de 8 le parecía una porquería. 10, pero él tampoco cabía en otro 5.
Además, el 5 con sus curvas y contracurvas, podía Desesperados, los dos cincos acudieron al núme-
hacerse pasar por un cisne. ro 9, que tenía fama de sabio por el tamaño de su
Quería ser un 5. cabeza, y le plantearon el problema.
Pero aquel 4 vivía solo en la página de un cua- –Tenéis que acudir a un cirujano, para que os
derno por la que nunca pasaban otros números. No haga una operación –les dijo el 9.
tenía ni idea de cómo había llegado hasta allí, aun- En una página cercana había un 7 que tenía fama
que tampoco le importaba. Su única preocupación, de ser un buen cirujano.
su único sueño, era convertirse en un 5 para ser al –Queremos que nos conviertas en un 10 –le dijeron.
menos la mitad de 10. –Para eso hay que operar.
Un día pasó por allí un 1. El 4 sabía que si lograba –¿Qué clase de operación? –le preguntaron.
tragarse aquel 1 se convertiría en un 5, por lo que se El cirujano, que estaba un poco borracho, dijo:
acercó y le invitó a que se sentara sobre él, hacién- –Ahora mismo no sé si se trata de una suma o
dose pasar por una silla. de una resta.
–¡Pero si eres un 4! –dijo el 1. Consultó un libro y al poco dijo:
–Tengo aspecto de 4, pero soy una silla. Siéntate –Hay que restar.
en mí y descansa. El cirujano puso a los dos cincos en fila y colo-
El 1 se sentó y el 4 se lo tragó en un abrir y cerrar có entre ellos el signo menos, de este modo: 5-5=0
de ojos, convirtiéndose en un 5. Inmediatamente, como por arte de magia, apa-
Una vez convertido en un 5, comprendió que no reció un 0 al otro lado: 5-5=0
se conformaría con ser la mitad de 10. Ahora quería El cirujano comprendió que se había equivocado
ser un 10 completo, pues todo en este mundo, a ex- de operación y, cogiendo el cero con asco entre los
cepción de los huevos se contaba de 10 en 10. Nadó, dedos, lo tiró por la ventana.
pues, como un cisne por entre las hojas del cuaderno El cero cayó de canto y rodó hasta precipitarse
en busca de otro 5 que llevarse a la boca. fuera del cuaderno, o fuera de la realidad, sin que se
Encontró un 5 en la página 7 del cuaderno, pero volviera a saber nada de él.
34 Todos los Chicos
10
Horizontales: Verticales:
En esta sexagésima novena edición de Revista improvisados y las reservás hasta que vayas a re-
TODO te propongo que prepares de postre unas llenarlas. A la hora de elaborar el sabayón ponés
ricas tulipas con sabayón y frutas. Primeramente, en un bowl a baño maría 3 yemas batidas con 50
para elaborar las 4 tulipas, vas a batir 30 gr de man- gr de azúcar y un vasito de oporto, hasta que la
teca punto pomada con 30 gr de azúcar impalpa- mezcla se espume y tome consistencia, pero pres-
ble, una vez ligados estos ingredientes les añadís 1 tando atención de que no se coagulen las yemas.
clara de huevo y seguís batiendo hasta emulsionar, Llegado el momento de servir el postre, ponés una
finalmente agregás 30 gr de harina 0000 tamizada porción generosa de sabayón en las tulipas, sobre
–incorporándola con espátula de goma– y sobre la crema colocás frutas cortadas chiquitas –man-
una placa de silicona hacés con una cuchara sopera zana, banana, pera, durazno, ciruela, frutilla o las
4 círculos finitos –de 10 cm de diámetro aproxima- que se te ocurran o te gusten más– y para finalizar
damente– y los horneás más o menos 7 minutos y darles un toque especial las bañás con chocolate
hasta que se doren un poco. Acto seguido los reti- derretido o las espolvoreás con chocolate rallado,
rás del horno, levantás los círculos con una espátula almendras tostadas fileteadas y azúcar impalpable.
rígida, los apoyás en vasos dados vuelta o en flane-
ras y –como en caliente la masa es flexible– delica- Lo que necesitás para las Tulipas con sabayón
damente con las manos formás las tulipas dándoles y frutas: 30 gr de manteca / 30 gr de azúcar im-
la apariencia que te resulte más sugerente, podés palpable / 4 huevos / 30 gr de harina 0000 / 50 gr
dejarles los bordes lisos o bien realizarles algún tipo de azúcar común / 1 vaso de vino oporto / frutas
de pliegue. Una vez frías las retirás de sus moldes / chocolate para derretir o rallar / almendras
Palabras de sobremesa:
“Mis pensamientos son
estrellas con las que no puedo
formar constelaciones.”
John Green
38 Costumbres del Sabor y del Saber
En las cercanías del invierno les propongo y revuelvan 5 o 6 minutos hasta que se ablanden.
esta receta suculenta que podrán compartir en A continuación, batan en un bowl 12 huevos jun-
familia. Para preparar esta Tortilla de batatas sin to con 120 gr de queso cheddar o similar rallado
tacc deberán empezar por cortar en pequeños y 200 cc de yogurt natural, sazonando con sal
cubos –de 1 cm por 1 cm– 700 gr de batatas. Por y pimienta. Para ir finalizando regresen al mol-
otro lado, pican finamente 1 cebolla grande y la de, pisen y/o aplasten con un tenedor las batatas
reservan. A continuación, en un sartén a fuego cocidas cubriendo de manera pareja la superficie
medio calientan 2 cucharadas de aceite de oliva y del molde y sobre todo los bordes, coloquen so-
rehogan los cubos pequeños de batatas –sazona- bre las batatas la mitad de la mezcla de cebolla
dos con sal– removiendo ocasionalmente, hasta y verdes, viertan el batido de huevos, queso y
que estén bien doradas en los bordes y queden yogurt y luego el resto de la mezcla de cebolla y
aún ligeramente crudas en el centro. El tiempo verdes, presionando y emparejando suavemen-
de esta cocción es de aproximadamente 10 mi- te con una cuchara. Para terminar, hornean hasta
nutos. Una vez obtenido el punto traspasan las que los bordes se eleven un poco y no haya hue-
batatas a un molde para horno (como de torta) vo líquido en el centro –alrededor de una hora a
y dejan enfriar. Llegado este momento comien- fuego medio alto– y dejan enfriar antes de cortar.
cen a precalentar el horno –para que alcance una
temperatura alta– y paralelamente coloquen en el Lo que necesitan para la Tortilla de batata sin
sartén 3 cucharadas de aceite de oliva y rehoguen tacc: 700 gr de batatas / 1 cebolla grande / 1
la cebolla picada hasta que esté tierna pero no puñado de espinaca, kale o verde a gusto / 12
dorada, lo que puede demorar entre 8 y 10 mi- huevos / 120 gr de queso cheddar o similar /
nutos. Luego agreguen un puñado de espinaca, 200 gr de yogurt natural / aceite de oliva / sal
kale o algún otro verde en trozos grandes, salen y pimienta
ASEGURATE QUE TODOS LOS PRODUCTOS ESTÉN EFECTIVAMENTE LIBRES DE GLUTEN Y SEAN CONFIABLES
Cartas de Papel 39
Buenos días, les voy a compartir unos textos que he escrito personalmente, algunos se han publi-
cado en ANB, por si les interesa su publicación, mi interés es simplemente el de compartir y sem-
brar algo positivo en el colectivo, muy buena la revista, saludos.
Alejandro Vaccari
La belleza es un atributo con vida propia que la cuerda de una guitarra que da un LA, sin que
siempre encuentra su camino, se abre paso en- nadie la toque, vibra en resonancia cuando la
tre los muros, entre los años, entre las piedras, nota LA suena fuera de la guitarra.
en la espesura del monte, en la profundidad de Seguramente es bello fuera cuando bello es
los mares, entre nuestros errores y sombras, in- dentro y simplemente entran en sintonía y en
cluso en la negrura del espacio infinito. resonancia.
Las flores son un claro ejemplo de la belle- Por eso es tan vital y necesario rodearnos
za, de su fragancia como esencia. Sus semillas de belleza, en cada lugar que estamos. Es sano
arraigan donde sea, sin planteos ni condiciones, y vitalmente necesario, rodearnos de belleza y
donde caigan por destino, intentarán germinar es por eso que hacemos canteros y jardines en
y crecer, para llegar a dar flores y frutos; bus- nuestras casas, o al menos pequeñas macetas
carán la luz, la fuente y la posibilidad de vida, si no hay espacio, o incluso en la disposición de
se esforzarán cuanto sea necesario por crecer nuestro entorno, en los colores que elegimos,
y realizarse, así vemos en un bosque cuan alto hay un gusto estético y artístico creativo, que
llegan los árboles que crecen juntos, en su mo- nos llena de dignidad y alegría cuando se rea-
tivación por perseguir los rayos del sol. liza correctamente, y eso también forma parte
De algún modo, esa dignidad y belleza nos de nuestra búsqueda incesante de la belleza.
conmueven. Como la de ésta flor asomando Es una cualidad de la Creación, presente en
fuera de la reja… es que, no somos indiferentes todo lugar, una cualidad divina, presente en la
ante la belleza, puede ser que alguna vez nos la naturaleza, en los cielos, en el espacio, en todo
perdamos porque a momentos la vida o la pro- lo creado, como en nosotros mismos.
pia torpeza nos absorben y nos desconectamos A veces las cosas, las personas, las situacio-
de ese entorno tan vital y necesario. nes o los lugares nos parecen feos, venidos a
Es como si la flor, la belleza, nos convocara menos o incluso arruinados, pero hay que re-
desde el silencio “mírame, aquí estoy, para tí” y cordar, que más allá de nuestras miradas, al-
si, aunque sea por un instante, nos detenemos gunas veces muy limitadas y otras teñidas de
para contemplarla y es como si algo misterioso grandes opacidades, amarga o tristemente des-
nos llenara de alegría y bienestar, quizá simple- esperanzadas, y bien, en esos casos sería conve-
mente porque la belleza natural es de alguna niente recordar que la belleza, siempre encuen-
manera una señal de que todo está bien, incluso tra su camino.
y más profundamente porque algo bello vibra Veas o no la flor, la belleza siempre encuen-
también dentro nuestro, del mismo modo que tra su camino.
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