Año 11 / Nº 59

Octubre / Noviembre 2019

B a r i l o c h e - P a t a g o n i a / D i s t r i b u c i ó n g r a t u i t a

Mariana Erlijman en ARTE Y OFICIO páginas 18 a 22

Editorial
La revista del todo Sumario
Queridos amigos: Archivo Visual Patagónico Pág. 2

Una región unida por el agua

Llegó la primavera y con ella esta edición N° 59
de Revista TODO, que se abre con la habitual crónica Por Hans Schulz y Federico Silin
textual y fotográfica del Archivo Visual Patagónico,
dedicada en esta ocasión a la influencia de mares, Salud, Ciencia y Conciencia Pág. 8
ríos y espejos de agua en el desarrollo de nuestra
Cercos vivos: belleza, medicina y alimento
región. A continuación la doctora Sara Itkin nos
ilustra sobre los beneficios medicinales y alimenti- Por Sara Itkin
cios de diferentes tipos de cercos vivos y Sebastián
Carapezza nos participa de la charla con el doctor El Fogón del Encuentro Pág. 11
Felipe de Rosas, médico del Centro de Salud del
barrio El Frutillar, miembro de la Fundación Nutrir El doctor Felipe de Rosas
Patagonia y referente indiscutido en materia de sa- Por Sebastián Carapezza
lud pública. La sección Arte y Oficio es visitada por
la artista Mariana Erlijman, cuyas xilografías secun- Arte y Oficio Pág. 18
dan también los cuentos de nuestra lectora Gabriela
Manchini. Candela Martins, otra lectora, nos refiere el Mariana Erlijman
trabajo solidario de la Fundación 100 Caminos, en la San Carlos de Bariloche
que participa como voluntaria. Y como siempre, com-
partimos con ustedes cuentos y curiosidades para los Páginas Patagónicas Pág. 23
pequeños y sabrosas propuestas culinarias para dis-
frutar en familia, mientras vemos estallar en colores Estepa, Trabajo y Agua
el paisaje y la vida se expande esperanzada en cada Por Gabriela Manchini
florecer. ¡Hasta el próximo número!
Hombres y Mujeres de mi Tierra Pág. 26
El equipo de Revista Todo
Fundación 100 Caminos
Por Candela Martins
Staff
Todos los Chicos Pág. 31
Dirección General: Roberto Juan Gilio
Dirección Editorial: Sebastián Di Silvestro Juegos, curiosidades
Dirección Comercial: Irene Peralta
y cuentos para pensar…
Escriben en este número: Hans Schulz, Sara Itkin,
Sebastián Carapezza, Raúl Catalá, Gabriela Manchini,
Cuello duro
Candela Martins, Elsa Bornemann, Cholo Pereira
e Irene E. Peralta.
Por Elsa Bornemann
Colaboraron con este número: Mateo Silva Rey, Eugenia
Neme, Felipe de Rosas, Mariana Erlijman, Gabriela Costumbres del Sabor y del Saber Pág. 36
Manchini, Candela Martins, Mariana Bettanin, Federico Silin
Sabrosuras peruanas
y Laura García Rodríguez.
Ilustración: Martín Chirulo Por Cholo Pereira
Redacción y Corrección: Raúl Catalá
Producción Editorial: EDICIONES PATAGONIA ESCRITA
Empanada gallega libre de gluten
Diagramación: DIDOT/diseño & diagramación Por Irene Enriqueta Peralta
Impresión: Arcángel Maggio / Lafayette 1695 (C1286AEC)
Buenos Aires - Argentina Cartas de Papel Pág. 39
Propietario de la Publicación: Quetrihué S.A.
Dirección: Luis Piedrabuena 5152 – Bariloche / Río Negro La Página de Chirulo
Registro de la propiedad intelectual Nº 57634478
2 Archivo Visual Patagónico

Una región unida por el agua

“Fueron el mar y sus orillas el escenario en donde se inició la temprana
colonización regional. Desde allí, a lo largo de los ríos y los lagos,
comenzó la lenta y penosa expansión de los colonos sobre el territorio.”
Por Hans Schulz y Federico Silin

Muchas veces hemos hecho notar la trascenden-
cia de las comunicaciones fluviales y lacustres en la
colonización temprana de la región a ambos lados de
la cordillera. Innumerables son los registros fotográfi-
cos que demuestran la importancia de estas rutas y la
cultura que crearon. Artesanos, carpinteros, ingenie-
ros, marineros, capitanes y demás profesionales vin-
culados a la actividad desarrollaron su vida cotidiana
junto a sus familias alrededor de astilleros, lanchas,
barcos a vapor, factorías, puertos y ciudades. Y si bien
nuestra sección aborda habitualmente tópicos locales
o regionales, no queremos dejar de advertir que toda
investigación histórica actual excede siempre las fron-
teras administrativas, tanto provinciales como nacio-
nales. En este sentido en el campo de la historiografía
regional nos gustaría recordar las palabras de la his-
toriadora Susana Bandieri cuando en la introducción a
su obra Historia de la Patagonia (2005) refiriéndose a
las fronteras nacionales escribe que “Otra frontera que
aquí se pretende derribar como límite del conocimiento
es la instituida entre los respectivos estados nacionales,
en este caso la Argentina y Chile, en el convencimiento
de que resulta imposible cualquier aproximación com-
prensiva a la historia regional si no se recupera fuerte-
mente la idea de que las áreas fronterizas no funciona-
ron como límite, sino como verdaderos espacios sociales
de gran dinamismo y alta complejidad.” Lo mismo na-
turalmente debe decirse de otros espacios regionales,
dentro de nuestro propio país, cuya dinámica econó-
mica y social excede las fronteras provinciales.
Las narrativas y los ensayos fotográficos que he-
mos propuesto en Revista TODO han intentado re-
enfocar la mirada estrictamente local hacia una mi-
rada más regional y acaso global. En el tema que hoy
nos convoca no podemos dejar de lado el espacio
global, ya que las migraciones europeas transatlán-
ticas que dieron comienzo a la historia europea de
la región llegaron desde el mar. Y fue también un

Vapor Patagonia partiendo desde Pichi Mahuida, año 1938

Foto Fritz Rothlisberger - Colección Rothlisberger en Archivo Visual Patagónico
 Archivo Visual Patagónico 3

Emilio Frey, Rosa Schumacher, Julio Comezaña, Eusebio Aguirre y Salvador Sanmartín
a bordo del Gualicho - Colección Comezaña en AVP

espacio patagónico austral, marginal y distante, el
que posibilitó por primera vez en la historia de la hu-
manidad la circunnavegación del globo: el estrecho
de Magallanes. El historiador norteamericano Tomas
Bender al preguntarse sobre las claves de los des-
cubrimientos europeos de esos siglos propone que
“no fueron América ni el hemisferio occidental lo que
se descubrió, sino el mundo oceánico. Para ser más
precisos, el descubrimiento fue que el océano no era
una barrera sino una conexión entre los continentes”.
Y fueron los puertos y los océanos los primeros
espacios geográficos que encontraron los migran-
tes en su paso al Nuevo Mundo, espacios que, en
su dimensión económica y social, se convirtieron en
tema recurrente de las primeras crónicas y diarios de
viaje. No hace mucho la Universidad Austral de Chile
publicó Desde Hamburgo a Corral: Diario de viaje de
Carl Anwandter a bordo del velero Hermann (2017),
este diario de viaje, de un personaje central de la in-
migración alemana al sur de Chile, incluye además
una serie de fotografías de época junto a escritos
académicos relativos a dicha migración. La ciudad
puerto de Valdivia ocupa un espacio central en el
relato, junto al testimonio de las angustias, penurias

Botadura de la Modesta Victoria y a izquierda Lancha Comodoro Rivadavia, Bahía

Vapor Patagonia, año 1938 - Colección López, año 1926 - Colección Catalano
Rothlisberger en Archivo Visual Patagónico en Archivo Visual Patagónico
4 Archivo Visual Patagónico

Puerto Pañuelo y Hotel Llao Llao, Ca. 1944 - Foto Bruno Ricardo Sálamon
Colección Caspani en Archivo Visual Patagónico

y alegrías que conllevaban los viajes transatlánticos
de aquella época. En este viaje, que duró 136 días a
bordo del Hermann, Anwandter celebró sus bodas
de plata junto a su esposa Emile.
El mar y sus orillas han sido el escenario donde
se inició la temprana colonización regional. Desde
allí, a lo largo de ríos y lagos, comenzó la lenta y
penosa expansión de los colonos sobre el territorio.
Pero hubo un episodio anterior que explica la impor-
tancia del mar, ríos y lagos en la incorporación de
estas regiones al espacio global. Fueron los jesuitas,
de la mano del padre Nicolás Mascardi, los prime-
ros en fundar un asentamiento europeo a orillas del
lago Nahuel Huapi en 1670. Establecidos en Castro,
Chiloé, comenzaron a evangelizar en “misiones cir-
culares” alrededor de lo que dieron en llamar “el mar
interior”, es decir el archipiélago de islas entre la isla
de Chiloé y el continente. Desde allí y a lo largo de
los ríos que desaguaban al Pacífico se internaron al
oeste para cruzar la cordillera inaugurando nuevas
rutas fluviales y lacustres. Para ello utilizaron diversos
tipos de embarcaciones indígenas como balsas, pira-
guas y canoas monóxilas, a lo largo de los complejos
sistemas fluviales de la región.
No es casual entonces que los dos proyectos
colonizadores emblemáticos a ambos lados de la

Puerto Pañuelo y Lago Nahuel Huapi Muelle Capraro y Cerro Runge desde el Lago
Ca. 1930 - Foto Enrique Luhrs Nahuel Huapi, año 1936 - Foto Evaristo Repossini
Colección Luhrs en Archivo Visual Patagónico Colección Gonzalez Candeago en AVP
 Archivo Visual Patagónico 5

Vapor Cóndor amarrado en el muelle de Puerto Blest, Ca. 1923

Colección Roth en Archivo Visual Patagónico

cordillera se diseñaran alrededor de dos grandes la-
gos, el Llanquihue en Chile y el Nahuel Huapi en la
Argentina. En 1853 el primero canalizó la coloniza-
ción alemana hacia el “Territorio de Colonización de
Llanquihue” y el segundo, a partir de 1902, canalizó
un remanente de esta y otras de diferente origen ha-
cia “la Colonia Agrícola Pastoril del Nahuel Huapi”.
En los inicios de la colonización ambos lagos se con-
virtieron en el espacio de vinculación por excelen-
cia para las colonias que se fundaron en sus orillas.

Puerto Tigre y Lago Nahuel Huapi, al fondo la Isla Victoria, Ca. 1930
Colección Rothlisberger en Archivo Visual Patagónico
6 Archivo Visual Patagónico
Nacieron así Puerto Varas, Frutillar, Puerto Octay y
Ensenada sobre el Llanquihue y unos años después
Puerto Blest, Puerto Moreno, Bahía López y el puerto
de Bariloche sobre el lago Nahuel Huapi.
Bajo diversas políticas nacionales y ante el irre-
mediable avance de la colonización alemana del sur
de Chile, a fines del siglo XIX y comienzos del XX la
región lacustre del Nahuel Huapi se incorpora defi-
nitivamente al espacio global a través de los puertos
chilenos de Valdivia y Puerto Montt sobre el Pacífico.
Desde Puerto Montt y a través de los lagos y ríos que
atraviesan la cordillera la producción de las estepas
patagónicas se encaminó hacia Europa. Los barcos
que comienzan a navegar sobre los extensos espe-
jos de agua de la región se construyen en Valdivia o
en los numerosos astilleros locales que comienzan a
proliferar en las orillas de los mismos. Nacerá así una
nueva industria naviera vinculada a nuevas prácticas
económicas que condicionarán los ritmos y las cos-
tumbres de la vida cotidiana en la región.
La antigua senda de los jesuitas, convertida aho-
ra en ruta comercial por excelencia entre la región
ganadera de las mesetas, el extremo meridional del
Valle Central chileno y los puertos del Pacífico, se
transforma pronto en una incipiente ruta turística,
cuando ante la inevitable crisis económica que trae
aparejada la Primera Guerra Mundial, la red de fac-
torías fundadas por la “Chile-Argentina” es transfor-
mada por la familia Roth en una empresa turística
Oleaje en el lago Nahuel Huapi desde el Muelle principal, año 1936
Foto Evaristo Repossini - Colección González en AVP
internacional. Con el tiempo los antiguos galpones
y muelles de acopio mutarán en hoteles y muelles
turísticos destinados al tráfico de viajeros internacio-
nales. El mundo oceánico de los primeros inmigran-
tes centroeuropeos del siglo XIX se habrá convertido
entonces en un novedoso paisaje cultural de ríos y
lagos transandinos por los que circularán mercade-
rías, automóviles, pobladores y viajeros cautivados
por la sorprendente belleza de sus paisajes naturales.
Sobre esta geografía culturalmente unida por el
agua se organizó una gran parte de la dinámica de
las actividades comerciales y turísticas que los regis-
tros fotográficos de diferentes épocas retratan. Lo
que hoy es mero paisaje y, tal vez, vestigio de insta-
laciones y actividades residuales abandonadas, fue
escenario de una activa vida cotidiana.
“Algunas de las imágenes –apunta Federico Silin–
retratan el aspecto dramático del oleaje en un día gris,
como las tomas realizadas por el muy joven ingenie-
ro Evaristo Repossini, quien recaló en Nahuel Huapi
a partir de un contrato con la entonces Dirección de
Parques Nacionales para la remodelación y el acondi-
cionamiento del muelle cabecera del Parque Nacional
y de Bariloche”. Otro capítulo lo integran las embar-
caciones que navegaron y navegan los lagos de la
región. Las hubo y las hay de todos los tamaños y
características. Algunas fueron traídas desde los as-
tilleros chilenos con increíbles esfuerzos y esmeros
técnicos, otras fueron construidas en astilleros loca-
 Archivo Visual Patagónico 7

Antu Malal y Modesta Victoria, Península San Pedro - Foto G. Katlschmidt

Colección Hartung en Archivo Visual Patagónico

les. Navegando entre los puertos dispersos a lo largo

de la extensa geografía lacustre cumplían diferentes
funciones: transporte de carga y pasajeros, servicios
varios para el Parque Nacional y navegación de circui-
tos turísticos. Los antiguos puertos, muchos de ellos
inexistentes en la actualidad, también cuentan una
historia que con el paso irremediable del tiempo ha
caído en el olvido. Tal es el caso de Puerto Tigre sobre
la orilla occidental del lago, alguna vez activo núcleo
de comunicación lacustre. La fotografía de 1938 de la
colección Rothlisberger, del vapor Patagonia en Pichi
Mahuida, agrega un detalle de color al retratar en un
primer plano a tres jóvenes que se entretienen sobre
un bote a remo que se encuentra encallado en la ori-
lla. Finalmente la Modesta Victoria, nave insignia del
Lago Nahuel Huapi, ocupa un lugar prominente en
la historia y en los registros fotográficos oficiales y
familiares de la región, en la fotografía de Godofredo
Kaltschmidt ocupa un segundo plano frente a la ca-
racterística torre en Antu Malal, construida por el ar-
quitecto Alejandro Bustillo en la Península San Pedro.
Tal vez el más histórico de todos los circuitos tu-
rísticos es actualmente el “Cruce de los lagos Andino
Patagónicos” que une a la ciudad de Bariloche en
la Argentina con Puerto Montt en el Pacífico. A tra-
vés de la red de lagos y ríos que alguna vez fueran
el corazón geográfico y cultural de la colonización
centro europea, el cruce andino revisita la historia de
una región que alguna vez estuvo primordialmente
unida por el agua.
8 Salud, Ciencia y Conciencia
Cercos vivos: belleza, medicina y alimento
Cada flor que se abre a la vida nos llena de alegría y nos invita
a ganar salud. Esta primavera te propongo transformar tu cerco
en un gran botiquín natural, lleno de Vida, de aromas y colores.
Por Sara Itkin, Médica Generalista y Naturista
Luego del letargo invernal vuelve a pulsar la Vida
en el Hemisferio Sur. Las horas de sol se alargan, co-
mienza el tiempo de las flores y los verdes.
Son las flores las estructuras reproductivas de
aquellas plantas que producen semillas para seguir
propagando su especie, a este grupo de plantas se
las llama fanerógamas o espermatofitas. Hay vege-
tales con flores femeninas, los hay con flores mascu-
linas y otras que comparten ambos sexos. El viento,
la lluvia y los animales polinizadores entre otros, son
los encargados de producir la danza de la fertiliza-
ción en la Naturaleza, danza que generará los em-
briones y las semillas para que las plantas continúen
reproduciéndose y multiplicándose.
Un jardín con flores atrae aves que nos deleitan
con sus cantos, mariposas que nos sorprenden con
sus formas y colores, abejas y diversos polinizadores.
Así es la primavera, magia en abundancia. Cada flor
que se abre a la vida, nos llena de alegría y placer,
nos invita a ganar salud.
Los cercos son límites: límite del terreno, límite a la
entrada de animales y personas. Nos hablan también de
intimidad y de protección. Hay cercos vivos y muchas
veces paredones grises que no elegimos. Esta primavera
te propongo transformar tu cerco en un gran botiquín
natural, lleno de Vida, de flores, de aromas y colores. Para
eso conozcamos y valoremos las plantas trepadoras.
Las trepadoras son aquellas plantas que requieren
de un soporte externo para crecer. De acuerdo al modo
de trepado las plantas trepadoras se pueden dividir en
enredaderas y lianas, plantas que trepan con raíces ad-
Arvejilla silvestre
Mutisia naranja
venticias y sustancias adhesivas, plantas con zarcillos,
plantas con ganchos y espinas y plantas apoyantes.
Habita el bosque patagónico, desde Neuquén
hacia el sur, la arvejilla silvestre. Nativa de estas tie-
rras, su nombre botánico es Lathyrus magellanicus. Es
una planta herbácea trepadora con pequeños zarci-
llos, que llega a crecer hasta 2 metros y es ideal para
cultivarla como cerco. Crece, en nuestros jardines, de
semillas sembradas a comienzo de la primavera. Sus
flores, azules-violáceas, blancas y rosadas, producen
un exquisito aroma. Fructifica, como toda legumbre,
dando sus semillas en vainas o chauchas que se co-
men como cualquier arveja.
Crece también en los bosques cordilleranos, des-
de Neuquén hasta el noroeste de Chubut, otra arve-
jilla nativa: Vicia nigricans. La veremos crecer al ras
del suelo, o bien, trepada sobre otras plantas, pu-
diendo alcanzar unos 2 metros de altura. Sus flores
se encuentran agrupadas en racimos de 15 a 20 flores
que caen hacia un lado en los extremos de los tallos.
Presentan una coloración intensa entre rosado y púr-
pura. El fruto es una chaucha plana y globosa, con
varias semillas, que cuando madura se torna negra.
La mutisia virreina o mutisia naranja llama la aten-
ción por el intenso color anaranjado de su flor con
forma de una gigante margarita. Su nombre botánico
es Mutisia decurrens. Es una planta perenne, trepado-
ra, de tallos ramificados, con sus hojas alternas, ente-
ras, sésiles, lanceoladas y agudas, terminadas en un
zarcillo largo y bífido. También la reinamora o mutisia
pertenece al Género Mutisia como la mutisia naranja.
Ambas crecen con frecuencia en el matorral o en el

bosque bajo de cipreses y, con menos frecuencia, en
el bosque alto. La reinamora también se desarrolla en
el oeste de la estepa, entre Neuquén y Santa Cruz y
zonas contiguas de Chile. Por semillas y gajos pode-
mos cultivarla en el jardín. Es una planta trepadora, y
sus flores son de color mora pálido o lila con entre
siete a catorce pétalos –de unos 5 cm de largo– que
forman una corola abierta. Ambas mutisias presentan
un largo período de floración, desde abril hasta entra-
do mayo, siendo buen alimento para polinizadores.
La madreselva es uno de los remedios más impor-
tantes de la Medicina Tradicional China, figura en la
obra clásica Pen Ts’ao de Shen Nung, que data del año
3000 antes de nuestra era. Aunque originaria de China
y Japón se cultiva hace más de un siglo en Argentina.
Aquí, en patagonia, crece bien al reparo de las hela-
das. Es una enredadera de flores blancas con exquisi-
ta fragancia. Su nombre botánico es Lonicera japoni-
ca. Usamos sus flores, que resultan excelente remedio
para estados gripales, tos, catarros y resfríos. Si suma-
mos jengibre, además de enriquecer el sabor, aporta-
rá sus propiedades antiinflamatorias y antivirales. Se
realiza la infusión de sus bellas flores vertiendo agua
hirviendo sobre un puñado de ellas, las que pueden
usarse frescas o secas. Para secarlas es aconsejable re-
colectarlas luego de que no tengan rocío, colocarlas en
Reinamora
una caja de cartón con tapa –llena de agujeritos para
que circule el aire– y llevarlas a la sombra. También
se cultiva su hermana oriunda del sur de Europa, la
Lonicera caprifolium, conocida como madreselva per-
foliada debido a que sus hojas superiores rodean al
tallo. Sus flores tienen un tinte rosado y pueden usarse
como las de la madreselva de flores blancas. Las flores
de ambas plantas son también comestibles.
Podemos pensar en un cerco donde una planta
trepadora nos dé frutos comestibles. Para ello la ele-
gida es la murra, mora o zarzamora, llamada cien-
tíficamente Rubus ulmifolius. Se trata de un arbusto
trepador de ramas alargadas y muy espinosas que
pueden crecer hasta 3 metros. Rubus deriva del latín
ruber que significa rojo (por el color de sus frutos) y ul-
Salud, Ciencia y Conciencia 9
Frutos de Murra
mifolius hace referencia al parecido de sus folíolos con
las hojas del olmo, denominado científicamente como
Ulmus minor. La murra es originaria del centro y oeste
de Europa y del norte de África pero abunda silvestre
en los bosques andino patagónicos. Presenta bonitas
flores rosas pálido en forma de racimos. Su fruto es
comestible y está formado por muchas pequeñas ba-
yas –arracimadas y unidas entre sí– de color rojo que
van tornándose al negro al madurar. Bien maduras
tienen un delicioso sabor dulce y algo ácido. Ofrecen
enormes propiedades nutricionales: son ricas en anto-
cianinas, unos pigmentos vegetales que presentan un
color rojizo y poseen propiedades antioxidantes que
protegen la vista y los capilares de manera excelente.
Consumir estos frutos puede ayudarnos a mejorar
nuestro nivel de visión y nuestra circulación. Poseen un
alto porcentaje de vitamina C y pueden ingerirse cru-
dos –en licuados, jugos, helados y postres– o cocidos
en dulces y mermeladas. Los brotes tiernos, vigorosos
y carnosos que crecen en primavera, se pueden utilizar
como verdura, tienen un sabor algo ácido y amargo.
Se preparan cortando los brotes de 15 a 20 cm de su
extremo superior y pelándolos. Se comen crudos y, de
forma más esporádica, cocidos o en tortilla. Sus hojas,
en infusión, sirven como cicatrizante y antiinflamato-
rio, también se alivian aftas y llagas bucales realizando
buches con dicho té. Es importante aclarar que es una
planta muy invasiva y de crecimiento rápido que tam-
bién puede multiplicarse generando raíces desde sus
ramas. Es recomendable como cerco para terrenos am-
plios y cuando se quiere evitar la entrada de animales.
Crear un cerco vivo es transformar nuestros pro-
pios límites. ¡A disfrutarlo!
Tel. 0294-4467398
e-mail: sara_itkin@yahoo.com.ar
 El Fogón del Encuentro 11

A la vera del fogón:

El doctor Felipe de Rosas
Por Sebastián Carapezza

Charlamos con Felipe De Rosas, médico y referente del Centro

de Salud El Frutillar donde se atienden –desde hace 35 años–
problemáticas de salud tan diversas como urgentes.

¿Cómo nació el Centro de Salud del barrio Fruti-
llar y cómo te incorporaste?
Nació en 1985, aunque se había realizado algún
trabajo previo en la gran nevada del año anterior.
Empezó a funcionar en la primera construcción que
hizo la junta vecinal del barrio. Primero venían en for-
ma alternativa alguna enfermera o algún médico y al
poco tiempo se comenzó a atender diariamente. Yo
entré a trabajar acá en 1987, al principio esporádica-
mente y después en forma diaria, hacía atención pri-
maria de la salud y salía con los agentes sanitarios al
barrio. Recuerdo que en esos tiempos también visitá-
bamos el barrio Nahuel Hue, que eran solo dos man-
zanas. En el año 94, mediante un concurso, entré a la
jefatura del centro de salud del barrio Virgen Misionera
donde estuve casi 10 años. Después fui jefe de salud
del DAPA y luego director del hospital zonal, en ese
tiempo recorrí todos los centros de salud de la ciudad.
Y en el 2009, cuando renuncié a la dirección del hos-
pital zonal, volví al centro de salud de El Frutillar. Para
entonces los pibes y pibas que había visto nacer a fines
de los 80 ya eran padres y madres, así que por las vuel-
tas de la vida de alguna manera soy abuelo hace rato.
A fines de la década del ´80 este barrio estaba
más poblado y tenía mucha más demanda y com-
plejidad de problemas. Faltaban recursos humanos
y requería de parte del médico no solo que mirará la
garganta, sino que atendiera problemáticas comple-
jas que no necesitaban solamente el medicamento y

Foto gentileza Felipe de Rosas

12 El Fogón del Encuentro
Foto Mateo sindejardemirar
la vacuna sino otra mirada, más amplia, que incluyera
psicólogos, trabajadores sociales e instituciones con
dispositivos especializados, por ejemplo en el tema
adicciones. Creo que mientras más cerca estemos
del lugar más cerca vamos a estar de la solución. Por
eso siempre digo que los centros de salud tienen que
estar en el mejor nivel. Muchas veces estos espacios
fueron discriminados y llamados “salitas” o lugares
de “primeros auxilios”, siempre como algo menor y
peyorativo en la escala de la medicina.
¿En qué condiciones se encuentran en la actuali-
dad estos centros de salud?
Me tocó vivir una etapa, junto a mis compañe-
ros generalistas, en la que logramos que la atención
Foto Mateo sindejardemirar
primaria y los centros de salud tuvieran un buen ni-
vel en relación a otros lugares de la provincia o el
país. Ahora aquí se hacen ecografías y análisis, con-
seguimos turnos en forma directa y esto mismo en
otros lugares resulta impensado. En la medida que
el centro de salud se vuelve más complejo las con-
sultas también lo son. Antes no había odontólogos y
ahora hay, tanto para adultos como para niños. Pero
esto se logró con mucha lucha y esfuerzo por parte
de todos. Pasamos momentos difíciles con agresio-
nes varias, sin embargo con este grupo de compa-
ñeros logramos poner a los centros de salud en su
lugar y luchar para mejorar la atención en los barrios.
Ganamos un derecho, ahora hay que sostenerlo e
intentamos que los que nos siguen hagan lo mismo.
En comparación con la atención en los centros
de salud creo que los profesionales que trabajan en
el hospital la tienen más fácil, si no saben qué hacer
pueden ver por internet la cantidad de medicación
que deben darle a un paciente determinado. Pero
acá cuando entra un muchacho con una herida o
con un balazo en la cabeza, que dejó la escuela, tie-
ne problemas con el trabajo y vive situaciones de
violencia o sufre alguna discapacidad, en internet
no encontramos como solucionar estas problemá-
ticas. No hay recetas hechas. Cada uno de esos ca-
sos es diferente y requiere un abordaje particular. La
gran mayoría de las veces la gente no se acerca por
una cuestión de salud: los pacientes se curan cuan-

do tienen un techo, trabajo, comida y solucionan sus
problemas de vínculos. Y los médicos tenemos que
mirar esto, bajarnos del caballo, saber que a la medi-
cina las personas le dan muy poca importancia, pero
pese a ello nosotros tenemos que estar presentes y
establecer vínculos para buscarle la vuelta. Una de
las enseñanzas que me dejó la dirección del hospi-
tal es saber que nosotros no vamos a solucionar los
problemas de la gente porque estos problemas son
de otro calibre.
¿Cuál es la relación con centros de salud de otros
barrios? ¿Cómo articulan entre sí?
Los centros de salud tienen relación entre sí y a
la vez bastante autonomía. Eso es bueno y mucho
mejor que en otros lugares de la provincia, donde
cada uno tiene la obligación de atender del mismo
modo aunque la problemática de cada barrio sea di-
ferente. En esta ciudad por ejemplo es muy diferente
ir a Colonia Suiza que a barrio Lera o Llanquín. Hay
algunos barrios que son más urbanos, otros con po-
blación más antigua o algunos recién inaugurados,
entonces las particularidades de cada espacio geo-
gráfico inciden en la salud.
A su vez tenemos el DAPA –Departamento de
Actividades Programadas para el Área– que es el lu-
gar donde nos reunimos periódicamente los referen-
tes de los centros de salud para manejar la agenda
El Fogón del Encuentro 13
Foto Mateo sindejardemirar
de salud y hacer las acciones que nos requiere el
Ministerio de Salud. Por otro lado las enfermeras y
agentes sanitarios de cada barrio se juntan entré sí
para compartir experiencias. Cada centro de salud
tiene su propio proyecto dentro de un marco gene-
ral, aunque en todos hay que hacer visitas domici-
liarias, vacunar y atender siempre. Pero sucede que a
veces en una sola semana tenemos tres situaciones
de abuso y ante eso hay que meterse de lleno a ver
cómo se puede resolver aunque no alcancen los re-
cursos. El centro de salud El Frutillar viene siendo, en
los últimos 4 o 5 años, el que tiene mayor número
de pacientes en atención médica y en consultas de
enfermería de la ciudad. Esto se da por la cantidad de
población, los recursos con que se cuenta, la oferta
que se tiene y la modalidad de atención.
¿Cómo abordan las situaciones de violencia fa-
miliar que se presentan?
Cuando una paciente manifiesta que le duele el
cuello y sospechamos que hubo violencia familiar hay
que tener el valor para rascar un poco más. A algunos
trabajadores de la salud les da temor preguntarle qué
le pasó realmente y en otras ocasiones no están las
herramientas pertinentes para ahondar en problemá-
ticas tan complejas, no se trata solamente de la vio-
lencia familiar sino de carencias de todo tipo, tendría
que haber disponible una trabajadora social, un psi-
14 El Fogón del Encuentro
Foto Mateo sindejardemirar
cólogo, un Ministerio de Desarrollo Social presente,
un Caat que pudiera mejorar situaciones de vivienda,
un Ministerio de Trabajo con ofertas laborales para
los jóvenes, etc. Lamentablemente son todas herra-
mientas que no tenemos disponibles como los me-
dicamentos que conseguimos en cualquier farmacia.
Respeto a la violencia que afecta a la salud no se
trata únicamente de la violencia familiar, creo que
tenemos un modo violento de convivir al que nos
vamos acostumbrando, esto lo veo en la diaria, en
el trato, en el tráfico y no es gratis ni por que sí, to-
dos sufrimos esta violencia social, económica y la-
boral que se expresa a través de la salud. Dada esta
complejidad el enfoque siempre tiene que ser inter-
disciplinario, se requiere buscar otros actores, víncu-
los, redes, para ver por dónde conviene abordar tal
o cual conflicto con sus características particulares.
También se pueden hacer acciones como talleres, ac-
tividades no asistenciales o capacitaciones para que
esas personas puedan empoderarse y mejorar su au-
toestima, lo cual quizás le sirva para poder frenar esa
violencia o abuso familiar que está viviendo.
Nos acostumbramos a un modo violento de con-
vivir, seamos padres, hijos, novias o esposas. Y eso
termina con algún problema en la salud. Se te cae el
laburo, la contención familiar, el entramado y des-
pués te enfermás porque el cuerpo pasa factura. En
esta dinámica nosotros funcionamos como la última
red de contención.
Hay que recuperar redes y para eso necesitamos
integrarnos. Por eso sostenemos las mesas inter-
sectoriales donde están la escuela, el Caat y las di-
ferentes instituciones del barrio. No es fácil ya que
no estamos acostumbrados desde lo profesional a
compartir saberes, pero hay que limar las diferen-
cias entre las estructuras de cada hospital o escuela.
Tenemos que romper esas paredes, salir a la calle y
buscar las soluciones para la gente. Los problemas
de la vida de la gente dependen de muchas disci-
plinas. A veces la solución a un problema dentro
del equipo de salud la da el menos pensado, qui-
zás por el vínculo o el conocimiento territorial que
tiene esa persona respecto a determinadas familias
sabe realmente lo que pasa. A veces hay que elegir
un interlocutor adecuado para ver realmente qué le
pasa a esa persona y el médico suele ser el último
que se entera.
¿Cómo es el vínculo que tienen con las familias
del barrio?
Es difícil sostenerlo porque los barrios de
Bariloche y la ciudad en sí han crecido mucho, en-
tonces no damos a vasto y siempre puede haber un
déficit en la accesibilidad. Es que de repente se ar-
man barrios enteros u ocupaciones en la periferia
de un centro de salud y entonces estos comienzan a
quedar chicos. Tenemos que estar cerca de las pro-

blemáticas para poder discriminar cuáles son las más
severas e importantes a la hora de atender. Creo que
la cola de la espera en una guardia o de un turno es
un tema a solucionar, ya que no siempre el primero
es el más necesitado.
Tenemos que tener estrategias para conocer
nuestros pacientes, sus problemáticas, sus vivien-
das, saber cuáles son los chicos más pequeños que
se nos pueden complejizar e ir a verlos antes de que
lleguen a sacar turno. El tiempo y la calidad de ese
tiempo son muy importantes, ya que para algunas
personas el vínculo con el médico es muy fuerte.
Quizás hay personas que fueron una sola vez en su
vida al médico y lo recuerdan como una experiencia
única. Poder generar ese vínculo es una de las tareas
más importantes.
A los residentes siempre les digo que tenemos
que tener tres cosas presentes: las llamo “Las 3 V”.
Primero Valorizar el trabajo en las áreas periurbanas,
ya que es el más complejo y el que primero llega a
la gente. Después tenemos que Visibilizar, porque
si bien muchas veces no tenemos solución como
trabajadores de la salud no hay que quedarse ca-
llado, hay que decir qué pasa con la desnutrición,
con las adicciones, con las anticoncepciones, con
las vacunas que no llegan. Hay que visibilizar las
problemáticas que tiene la gente y que duelan sus
necesidades. Por último lo que hay que hacer es
Vincularnos, algo que es una tarea pendiente. A ve-
El Fogón del Encuentro 15
ces solo estando y vinculándote acercás una herra-
mienta. Hay que tratar de estar presentes siempre.
En lo personal desde 1990 hago guardias todos los
lunes aunque me duela la espalda, ese lugar es muy
importante, sobre todo en un hospital que está tan
valorizado por su gente.
¿Por qué se habla de malnutrición infantil? ¿Cuá-
les son sus consecuencias?
Ayer hicimos un control en un séptimo grado de
una escuela: el 63 % tenían sobrepeso y un 40 %
directamente obesidad. Eso es malnutrición des-
de la primera infancia. No tenemos recursos ni ca-
pacitación frente a un mercado que quiere vender
todo tipo de alimentos azucarados, industriales y
artificiales. Es muy difícil romper ese consumo y si
seguimos así no va a haber Bariloche que aguan-
te. Si bien no lo podemos solucionar tenemos la
obligación de hacerlo visible, sobre todo los que
trabajamos en el territorio. Ese es primer paso, visi-
bilizarlo, luego buscar las herramientas para hacer
una sociedad más justa, más solidaria y con una
mirada más amplia.
Sin embargo la solución va a ser muy difícil si no
están las estructuras macro resueltas. He tenido la
oportunidad de viajar por Europa y otros lugares y no
existe la obesidad que hay aquí. Y es porque en sus
góndolas hay solo 2 opciones de fideos o de galle-
Foto Mateo sindejardemirar
16 El Fogón del Encuentro
titas, no un pasillo entero. En ese sentido nos llevan
muchos años de ventaja, porque lo que sucede es
que ya tienen solucionado las problemáticas de techo
y trabajo. Me parece que hay que subir por escalones,
en un avance social ascendente, para una mejor cali-
dad de vida. Siempre tenemos que actuar en lo local
pero pensar en lo global, ahí tiene que estar la meta.
Trabajás para el estado y también sos parte de la
Fundación Nutrir Patagonia. ¿Qué rol le atribuís
a las organizaciones sociales?
Nosotros interpretamos Nutrir Patagonia como
algo que no tiene que ver solamente con la alimen-
tación sino con el vínculo, el amor, el estímulo, el
techo digno y la salud. En este sentido amplio mu-
chas estrategias no las podíamos desarrollar desde
el Ministerio de Salud. Por eso con un grupo de pro-
fesionales armamos esta Fundación con la que sos-
tenemos talleres y experiencias que permiten darle
diferentes herramientas al equipo de salud.
Con esta Fundación sostenemos desde 2011 talle-
res alimentarios para madres jóvenes, a las que no se
les trasmitieron conocimientos de cocina porque nun-
ca vieron cocinar a sus madres, quizás porque comie-
ron en comedores o con comida pre elaborada durante
toda su infancia. En estos talleres se aprende haciendo
y después comiendo esos alimentos que cocinamos.
Foto Mateo sindejardemirar
En este tiempo que llevamos trabajando se dio
apoyo a personas que no sabían sumar o leer para
que tuvieran un encuadre laboral. Nos donaron má-
quinas y telas e hicimos un taller textil para generar
un oficio y a raíz de ese proyecto algunas mujeres
ya tienen un tallercito textil en su casa. Con estos
grupos le vendíamos mil camisolines por mes al de-
pósito del hospital por ejemplo. Y en relación a esto
se podría hacer mucho, en vez de comprar los bu-
zos y remeras para los egresados en Buenos Aires
podría utilizarse la mano de obra local. Sin embargo
no siempre es fácil, porque el proceso de querer ser
un trabajador cuesta muchos años y no hay sostén
social ni apoyo suficiente de organismos estatales.
Necesitamos estructuras más grandes para poder
sostenerlo, que se acompañe más firmemente, no
que siempre se sostenga desde el voluntarismo.
Por otro lado conseguimos instrumentos musi-
cales y formamos una banda de vientos que giró por
diferentes barrios y tiene más de 40 personas ins-
criptas, en esta banda se enganchan muchos chicos
que no están vinculados con la educación formal y
en su caso la relación con el arte resulta una estra-
tegia. También hacemos dos talleres de cremas para
la salud en diferentes barrios que tienen puestos de
venta propios en las globas de artesanos del centro
cívico. Y también sostenemos un espacio de apren-
dizaje para el cuidado de niños, destinado a las ma-

dres que se encargan de ellos y sostienen el trabajo
más pauperizado de todos. En la actualidad estamos
con la idea de generar un espacio físico propio en un
container que estamos acondicionando.
¿Qué políticas públicas de salud pensás que es-
tán pendientes?
Creo que el sistema de salud, tanto privado como
público, llega muy tarde a tratar la enfermedad. Hay
que hacer municipios saludables, legislaciones que
logren mejoramientos en la salud. Un ejemplo muy
gráfico son las campañas anti tabaco que han sido
un éxito. Hoy resulta impensado que alguien fume
en un lugar cerrado y antes era lo más común del
mundo. Se metió en la cabeza, se concientizó y se
logró. Con el tema de la obesidad también hemos
logrado algunas cosas. Lo importante es prevenir y
no que la ambulancia llegue a los 30 segundos a tu
casa, porque a veces el problema no es que no se
llegó a tiempo, sino que uno no se controló la pre-
sión durante diez años. Hay que estar más cerca para
que la gente sepa cuáles son las herramientas para
poder cuidarse.
Cuando llega a la guardia un muchacho gordo,
fumador, con trabajo inestable, con un infarto a los
45 años, entiendo que el sistema de salud perdió
20 años con ese paciente. Llegamos tarde. Tenemos
El Fogón del Encuentro 17
Foto gentileza Felipe de Rosas
que estar ahí antes de que fume, tome o coma mal.
Hay un dato contundente: más del 90 % del presu-
puesto de salud de Bariloche y del mundo en general,
se destina al primer mes y al último mes de vida de
un paciente, en las terapias intensivas neonatales y
de adultos. Es un porcentaje descomunal. En cambio
para paliar lo que produce las enfermedades, para fo-
mentar cambios de estilo de vida, educación alimen-
taria, seguridad del trabajador, prevención de adic-
ciones, etc. se destina solo el 3 o 4 % del presupuesto.
Hay que cambiar la cabeza desde el sistema mé-
dico y trabajar con las obras sociales para que exista
inversión en prevención, algo que a la larga gene-
ra menos costos. Eso nos va a evitar unos cuantos
dolores de cabeza y nos va a salvar de tener que
tener cada vez más ambulancias y camas de tera-
pia intensiva. Es que siendo director se está per-
manentemente apagando incendios, pero con un
matafuego chico. Es un trabajo siempre asistencial,
sobre todo en la guardia de emergencia y en terapia
intensiva, es una tarea que va a agotar a cada uno
de los directores que se sucedan si no logramos un
cambio profundo.
Contacto:
hola@nutrirpatagonia.org.ar
+54 9 294 450 7591
felipederosas2009@gmail.com
18 Arte y Oficio

Mariana Erlijman / San Carlos de Bariloche

Condor I - Xilografía

Mariana Erlijman nació en 1970 en CABA, Argentina. Es Profesora de Graba-

do egresada de la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón.
Se perfeccionó en el Programa Federal para las Artes Art Boomerang a car-
go del curador Daniel Fischer y en clínica de obra con Marina de Caro y Es-
teban Álvarez entre otros. Actualmente reside en Bariloche donde desarrolla
su actividad como artista y docente. En 2014 obtuvo el Premio Estímulo del
Salón Provincial de Artes Visuales de Rio Negro. En 2015 fue becada por el
Fondo Nacional de las Artes para su Taller de análisis de obra y seguimiento
de proyectos. En 2017 su obra fue seleccionada para la 106° edición del Sa-
lón Nacional de Artes Visuales y para el Concurso de Artes Visuales del FNA.
En 2018 recibió una Beca creación del FNA y también seleccionaron su obra
para el 107° Salón Nacional de Artes Visuales y para el Festival Audiovisual
Bariloche en la categoría Video Arte Instalación. En Noviembre de 2019 par-
ticipará en la 4ta. Bienal de Arte Contemporáneo de Neuquén.

Contacto: marianaerlijman@gmail.com
 Arte y Oficio 19

Condor II - Xilografía

Condor III - Xilografía

20 Arte y Oficio

Serie Yeguas - Xilografía Serie Yeguas - Xilografía

Serie Yeguas - Xilografía

 Arte y Oficio 21

Serie Yeguas - Xilografía

Serie Yeguas - Xilografía

22 Arte y Oficio

Anhelo II - Xilografía

Anhelo I - Xilografía
 Páginas Patagónicas 23

Estepa, Trabajo y Agua

Compartimos tres cuentos de nuestra lectora Gabriela Manchini
bellamente secundados por las xilogafías de Mariana Erlijman
cuyas obras engalanan en esta edición la sección Arte y Oficio
Por Gabriela Manchini

Estepa porque venía hecho un esqueleto y se iba como con

El Pablo se fue a los 18. ¿No viejo? Sí, a los 18.
Solito se fue. Acá estábamos todos un poco asus-
tados porque en la ciudad hay mucho loco dan-
do vuelta. Y ya sabíamos por la Beatriz que allá te
asaltan o te pegan un palazo y a otra cosa. Pero
el Pablito siempre fue muy decidido y cuando nos
dijo lo de abogacía nos dio no sé qué decirle que
no. Desde chiquito repetía “abogado”, “voy a ser
abogado”.
Al principio le costó. Yo estaba preocupada por-
que apenas podía pagar el préstamo que habíamos
pedido para que se instale allá y el Hugo cada vez
tenía menos changas. ¿Te acordás viejo? Ese fue el
año en que aceptaste lo de la constructora.
Pablo se adaptó rápido por suerte, se ve que le
gustó la ciudad. Pero extrañaba. Yo me daba cuenta.
Cada vez que venía en las vacaciones le hacíamos
todas las comidas que le gustaban. Nos reíamos
10 kilos de más. ¡Se llegó a comer ocho empana-
das fritas él solo! Le gustaba estar afuera, tomando
mates con los hermanos y que le pegara el sol en
la cabeza. Se ve que allá no llega mucho el sol, por
los edificios. El Pablito nos contaba que ni el viento
corre a veces. Y que vivís mojado. Como si te hubie-
ran echado un baldazo de agua encima. ¿Te imagi-
nás? Yo no podría, por eso teníamos tanto orgullo
del Pablo y aunque nos costara le mandábamos la
plata para que estudiara, porque no cualquiera hace
semejante esfuerzo.
Yo empecé a hacer unas changuitas con la
Nancy, si total… a mí tampoco me molestaba. Y el
Hugo se instaló allá en el sur porque el patrón, el
dueño de la constructora, le dijo que lo quería tra-
bajando en la obra. Ahí le empezó el dolor en la
espalda.
A veces yo estaba un poco sola, en el invierno y
los veranos sobre todo, cuando el Pablo dejó de ve-

Buho - Xilografía
24 Páginas Patagónicas
nir. Eso fue en el 2003 más o menos, creo que él es-
taba en tercer año de la universidad. Pero igual nos
llamaba seguido y el trabajo que consiguió le vino
bien para estar más tranquilo, por suerte. Cuando
me llamaba el domingo a mí se me llenaba el pecho
de orgullo. Ya se notaba que era todo un hombre,
hasta la voz le cambio, mirá lo que te digo. Hablaba
diferente y todo.
De un día para el otro nos dijo que ya no ne-
cesitaba que le siguiéramos mandando plata. Y ahí
el viejo se pudo volver de Río Gallegos. Yo igual
le mandaba encomiendas con comida porque viste
que allá en la ciudad se come muy mal; pero eso
fue antes de que nos dijera lo de su dieta, cuando
dejó de comer grasas y eso.
No sabés la envidia que tenían las vecinas de
enfrente cuando se enteraron que Pablito se reci-
bió. Pero nosotros ni mu, los mismos de siempre.
El Pablo nos dijo que no hacía falta que fuéramos a Bandurria - Xilografía
la entrega del título, que igual era algo medio abu-
rrido. Nos hubiera gustado estar, no te voy a decir
que no. Pero qué se yo; él tiene su vida allá. Por algo tepa tenemos no más. Un día de estos nos va a lla-
debe haber sido. Yo lo entiendo. Le mandó una foto mar seguro. Ahí le voy a pedir la dirección y le voy
por el celular a Ricardo, de ese día. Estaba con traje a mandar una encomienda con unas empanaditas.
y una corbata violeta. No me olvido más: cuando lo Pero al horno porque las fritas ya no le gustan.
vi, tan elegante, me puse a llorar. El viejo también.
Ya van a ser 10 años, por ahí. Se ve que le gusta Trabajo
la ciudad. Tiene otro ritmo. Ojo, nosotros no nos
ponemos mal. Lo extrañamos, no te voy a decir que Mi vecina me insulta día por medio. Debe tener
no. Nos gustaría que venga a saludarnos, pero él ya unos 70 años. A veces, deja pasar el tiempo y vuelve
tiene otra vida allá. Le va bien por suerte. Eso es lo más intensa y creativa. La imagino planificando. Tal
que más feliz nos hace, que le vaya bien. vez en un cuaderno. Tal vez en el dorso de boletas
Cuando el viejo me dice que por qué no viene, vencidas. Imagino su letra cursiva, prolija, sobre un
yo le digo: ¿y qué va a venir a hacer acá? Pura es- renglón. Un insulto anotado debajo del otro y entre
paréntesis, al lado de cada agravio, el día y el mo-
mento elegido para decirlo.
Últimamente estoy mucho en casa. Tanto como
mi vecina en la suya. No trabajo. Y espero poder
encontrar algo pronto. Ojalá. Porque una cosa es lo
que uno planifica y otra muy distinta lo que termina
pasando. Y sino mirá a mi vecina. Capaz que se or-
ganiza para insultarme unas veinte veces por día y
termina recurriendo a los diez insultos más insulsos
de su lista. El futuro se nos ríe en la cara a veces.
“Villera” me dijo el otro día. Qué se yo. ¿Para
vos es un agravio? Para mí no, pero se ve que para
mi jefa sí. El día que me echó me dijo que no daba
con el “target”, que lo suyo es una “boutique”, y un
montón de palabras similares que nunca me ter-
minaron de convencer. La cosa es, o así lo traduje,
que poco y nada le queda de boutique a su local
si se enteran que la empleada vive en la zona más
pobre de la ciudad.
El día que me echó vino una brasilera al local.
Me acuerdo de su perfume. Era frutal. Siempre me
Buho - Xilografía acuerdo de los perfumes. Nadie le presta dema-

siada atención a los aromas. Para mí dicen muchas
cosas. Hay perfumes caros y horribles, tan fuer-
tes que cierran la garganta. Otros, en cambio, son
todo lo opuesto. La mujer de enfrente no debe usar
perfume.
Bueno, decía, la brasilera entró al local con un
perfume frutal. Era caro y fuerte. Estuvo un buen
rato desacomodando cosas, las mismas que yo or-
denaba inmediatamente. Antes de irse, me pre-
guntó si conocía Brasil. Le dije que no. Que apenas
tengo plata para pagar un alquiler miserable, sin
calefacción y en el fin del mundo. Se lo dije bien,
con respeto, pero se ve que no le gustó. Y a mi
jefa tampoco. “No vuelvas”, gritó con su voz áspe-
ra. Me dijo que había pasado el límite. Y yo pensé
en la enorme cantidad de horas que había desti-
nado a soportar sus gritos en ese local repleto de
pieles con olor a pellejo viejo, o a vaya saber qué.
Sinceramente, no me costó mucho irme. Me pagó
los días que había trabajado y salí del lugar igual
que como había llegado. Por eso digo que el futuro
se nos ríe en la cara a veces.
¿Por qué me dijo “villera” mi vecina? Al principio
yo también me asomaba y la insultaba. Me esforza-
ba por gritar más fuerte y tapar esa voz temblorosa
que salía de entre las cortinas semi transparentes y
blancuzcas. Pero por hacer eso los demás vecinos
se asomaban y también escupían insultos. Esto se
convertía en una batalla campal: Puta, trolo, cornu-
do, sucia, villera, burro; las palabras se fusionaban y
de tanto repetirlas perdían su sentido. Se formaba
una música rara. La cosa duraba un minuto, dos, a
veces más; sobre todo en verano. Hasta que algu-
no de nosotros cedía y cerraba la ventana, agotado
por el esfuerzo.
Por eso ahora la dejo. Que insulte sola. Que abu-
rrida y triste debe estar. Me pregunto si sabrá de
algún trabajo.
Agua
Un hilo movedizo de sangre recorre mi pierna.
Traza un camino irregular. Me parece poético. Creo
que esquiva mis imperfecciones y opta por esos
pedazos de piel sin marcas ni cicatrices. Forma un
charco en el piso. Es bordó, tirando a violáceo. Es
mentira eso de que la sangre es roja. El cine se em-
pecina en hacernos creer que es de un color ber-
mellón. No. Tampoco es líquida, es espesa, y si uno
la deja reposar, fácilmente se endurece, se seca o
Páginas Patagónicas 25
Cóndor - Xilografía
adquiere la forma de decenas de coágulos, como
los que ahora veo frente a mí.
Mi abuelo tenía un problema. Su sangre no coa-
gulaba. Debe ser un dolor de cabeza que la sangre
no coagule. O que las heridas no cicatricen. Una
vez, mientras pescaba, se clavó un vidrio en el pie y
fue llevado de urgencia a la guardia. La urgencia no
era el vidrio atravesándole el pie, sino que su sangre
fluía y no se detenía; era como un río. Ahora son
varios los hilitos de sangre que recorren mi pierna.
Son como ríos. Sí, como ríos que desembocan en
un lugar frío y lejano. Pensar que esa misma sangre,
hace dos minutos estaba tibia, tal vez, en reposo.
Alguien golpea la puerta del baño, grita algo
que no alcanzo a distinguir. Los ríos me provocan
calma y sueño. Desde chica. El murmullo del agua,
golpeando contra las piedras, arrastrando troncos
que se dejan llevar. Secos y huecos. Huesos. Soy yo
quien controla mis ríos ahora.
Me siento en el piso, me apoyo contra la pared.
Lo termino de sacar y lo dejo entre mis piernas. Él
no respira. No me sale una sola palabra. No dejo
de pensar en los ríos que ahora lo invaden todo. A
él y a mí. Yo también dejé de respirar. Hace algu-
nos meses. Como me hubiera gustado ser un río en
ese entonces, alejar los huesos secos y huecos de
la bestia. Pero no pude. Por eso soy un río ahora.
Somos un río ahora. Veo, entre flashes borrosos,
que alguien entra al baño y me dice qué hiciste. Es
lo último que escucho. Pronto seré agua.

Gabriela Manchini nació en San Carlos de Bariloche en 1987. En 2014 se recibió de Licenciada en Comunicación
Social en la Universidad Nacional de La Plata. Ha colaborado en diversos medios periodísticos y revistas li-
terarias. Le fascina el periodismo narrativo y la literatura.
26 Hombres y Mujeres de mi Tierra

Fundación 100 CAMINOS

Todos tenemos un camino para llegar a ser esa versión de nosotros
que soñamos. Ese camino suele estar hecho de deseos y experiencias,
de obstáculos y sacrificios, y finalmente de llegadas épicas.
Por Candela Martins*

Sobre la fundación zonas rurales de la estepa en las que las familias

100 Caminos es una fundación sin fines de lucro
que tiene como principal objetivo mejorar la cali-
dad de vida de los pobladores de la denominada
Línea Sur, ubicada en la zona oeste de la provincia
de Río Negro. La fundación obtuvo su personería
jurídica en el año 2017. La organización está com-
puesta por un grupo de profesionales oftalmólo-
gos, técnicos y voluntarios comprometidos con la
causa, que realizan cada año cuatro viajes a dife-
rentes parajes, brindando atención oftalmológica
de forma gratuita a los pobladores, haciendo entre-
ga de anteojos, medicamentos, donaciones y reali-
zando derivaciones de los pacientes que requieren
estudios y/o cirugías.
La iniciativa surgió a partir de que algu-
nos oftalmólogos, trabajando en el Hospital de
Bariloche, recibían casos de personas con patolo-
gías que eran consecuencia de la falta de acceso
a la salud, gente que era principalmente habitan-
te de los pueblos de la Línea Sur. Para paliar estas
situaciones comenzaron a emprender viajes hacia
los parajes con el fin de intentar solucionar de raíz
los problemas detectados, brindando soluciones
que pudieran ser sostenibles en el tiempo y mejo-
raran la calidad de vida de los habitantes de estas
son mayormente de escasos recursos, viven aisla-
das y sufren condiciones climáticas y geográficas
adversas.
Poco a poco se fueron sumando a la campa-
ña más profesionales técnicos y oftalmólogos y así
se formó la fundación, integrada actualmente por
profesionales del Hospital Zonal de Bariloche Dr.
Ramón Carrillo, del Sanatorio San Carlos, de la óp-
tica Óptima Visión y voluntarios que colaboran en
distintas tareas. Los oftalmólogos realizan la aten-
ción ad honorem, los técnicos de la óptica colabo-
ran donando los marcos y la confección y los cris-
tales los aporta gratuitamente la empresa Essilor
Argentina.
A partir del año 2018 la fundación suscribió un
convenio con la Universidad Nacional de Río Negro
a instancias del cual se implementó un Proyecto de
Trabajo Social voluntario denominado “Campañas
Oftalmológicas Solidarias”, que consiste en la
participación de alumnos de las licenciaturas en
Administración, Economía y Ciencias Antropológicas
en los viajes que realizan los oftalmólogos, a fin de
elaborar análisis cuantitativos y cualitativos a partir
de los datos relevados en las poblaciones atendidas,
que son posteriormente puestos a disposición de
los agentes de salud de la región. También, a partir
 Hombres y Mujeres de mi Tierra 27

de la participación de un traumatólogo y una pe-
diatra en los últimos viajes, se promueve desde la
fundación la incorporación de otros profesionales
con la intención de fortalecer la tarea de manera
interdisciplinaria.
tes de 5to. año del Colegio Secundario QMark de
Bariloche. Gracias a todos ellos y a los pobladores
que se acercaron vivimos un gran día.
Pilquiniyeu del Limay / abril de 2019

Las campañas más recientes En nuestra primera campaña solidaria del año
2019 llegamos hasta Pilquiniyeu del Limay, una
Comallo / mayo de 2019 localidad ubicada a 200 kilómetros de Bariloche
donde residen 90 pobladores. Gracias a la hospi-
En un día de frío llegamos a Comallo, una de las talidad del equipo docente de la Escuela Hogar Nº
localidades que se encuentra sobre la ruta 23 que 120 atendimos a más de 50 personas, entre ellas
une la costa de Río Negro con la cordillera. Allí nos la totalidad de los niños del paraje. Entregamos
esperaban cientos de pobladores, muchos de los anteojos, donamos 25 bolsones de ropa y jugue-
cuales habían llegado desde parajes vecinos como tes a los pobladores y medicamentos al Hospital
Anecón Grande, Cañadón Chileno, Pilquiniyeu del
Limay y Laguna Blanca. Fue un día histórico: aten-
dimos a 250 pacientes, entre ellos niños y niñas
que por primera vez tenían un diagnóstico y adul-
tos que hacía años no podían acceder a un control.
Detectamos causas de ceguera evitable, asumimos
la responsabilidad de resolver casos quirúrgicos y
tratamientos con láser y donamos la mayor can-
tidad de anteojos en la historia de la fundación.
También atendimos a nueve niños –pacientes pe-
diátricos– con patologías complejas y a la mayor
cantidad de personas desde que comenzamos
las campañas solidarias. Esto fue posible gracias
a la articulación realizada con médicos, docentes
y agentes sanitarios del Hospital de Comallo, del
Centro de Educación Media Nº 26 y del Programa
de Salud Escolar. Nos acompañaron estudiantes de
la carrera de Administración de la Sede Andina de
la Universidad Nacional de Río Negro y estudian-
28 Hombres y Mujeres de mi Tierra

de Comallo, que es el que asiste a toda la zona.
También realizamos atención traumatológica y
tratamientos para dolor osteoarticular. Al mis-
mo tiempo instalamos nuestro “Cine por un día”
y proyectamos películas infantiles para los más
chicos. Como cierre de la jornada brindamos una
charla de capacitación, en prevención de la salud
visual, al equipo docente de la mencionada es-
cuela para que puedan detectar tempranamente
problemas oftalmológicos. Agradecemos el ca-
riño y la hospitalidad de toda la comunidad de
Pilquiniyeu del Limay.
Mamuel Choique / septiembre de 2018
Mamuel Choique es una localidad con 160 habi-
tantes ubicada sobre la ruta provincial Nº 6 a 80 ki-
lómetros de Ingeniero Jacobacci y 180 de Bariloche.
Siete oftalmólogos y un técnico óptico realizamos
la jornada de atención gracias al recibimiento de
Horacio Burgos, director de la escuela Nº 113 y del
agente sanitario Miguel López. Atendimos a 88 per-
sonas –70 adultos y 18 niños–, entregamos medica-
mentos, bolsas con donaciones de ropa y juguetes,
2 anteojos de sol y 30 anteojos recetados. Además

Corralito / noviembre de 2018

Corralito es una localidad que se encuentra so-

bre la ex ruta nacional 40, a 120 kilómetros de la
ciudad de Bariloche y a 20 de la represa Alicura.
Hasta allí viajamos seis oftalmólogos, un técnico
óptico, un traumatólogo y tres voluntarios. Fuimos
recibidos por el equipo docente de la Escuela Hogar
N°158 donde atendimos a 64 personas. Entregamos
36 pares de anteojos –de los cuales 20 fueron an-
teojos de sol– y nos llevamos recetas para hacer
otros 10 pares que se entregaron después a través
de los agentes de salud. Derivamos a 6 pacientes
para hacer estudios y cirugías al Hospital Zonal Dr.
Ramón Carrillo de Bariloche, llevamos donaciones
de ropa, juguetes, medicamentos y también brin-
damos una charla de capacitación a los agentes
sanitarios de la zona, para la detección temprana
de problemas visuales en la población. En un día
de sol pleno Corralito nos recibió con alegría y nos
fuimos cargados de emoción.
 Hombres y Mujeres de mi Tierra 29
Por Cien Caminos y muchos más…

Cada uno de estos caminos andados nos for-

talecen como equipo y como personas, porque
podemos aportar nuestro granito de arena para
mejorar la calidad de vida de los pobladores. Cada
viaje es único y conmovedor, volvemos llenos de
esperanza y de historias. Nuestra práctica busca
contribuir a la mejora de la calidad de vida de las
poblaciones más vulnerables de nuestra región. Si
bien la mayoría de los parajes cuenta con escuelas
rurales y salas de atención médica donde se recibe
periódicamente la visita de profesionales, faltan
todavía especialidades y son cientos de personas
las que no pueden acceder a las diferentes ramas
de la salud.

¿Cómo colaborar?

Para colaborar pueden acercar donaciones de

ropa, juguetes, materiales escolares, etc. a la sede
oftalmológica del Sanatorio San Carlos, ubicada en
nos trajimos recetas para hacer 11 pares más que Frey 111. Recibimos también donaciones de ante-
distribuimos luego a través del agente sanitario. ojos –que luego son acondicionados para ser en-
También derivamos a dos pacientes que semanas tregados– en la óptica Óptima Visión, Frey 17 o
después realizaron sus estudios oftalmológicos en Moreno 55.
la ciudad de Bariloche y a una de ellos se le hizo ci-
rugía de cataratas en el Hospital Zonal. Entre otros Los invitamos a visitar nuestra página web:
aspectos, observamos que la población disminuyó www.ciencaminos.com.ar
un 66 % desde la última vez que estuvimos en este
paraje en el año 2015. Muchos jóvenes y adultos * Licenciada en Administración – UNRN / Voluntaria
migran buscando oportunidades de trabajo y estu- en Fundación Cien Caminos.
dio en otras ciudades como Ñorquinco y Jacobacci,
mientras que en la localidad quedan principalmente
los adultos mayores. Agradecemos a todos los po-
bladores el cálido recibimiento. Vivimos una jorna-
da inolvidable.

Ñorquinco / julio de 2018

La mañana invernal se presentó fría y lluvio-

sa. Partimos con la incertidumbre de saber si el
clima iba a permitir o no que los pobladores de
Ñorquinco concurrieran a la escuela donde reali-
zaríamos la campaña de atención oftalmológica.
Finalmente el camino, aunque barroso, no fue im-
pedimento ni para nuestro equipo ni para la gen-
te de la zona. Atendimos 130 personas, entre ellas
a más de 40 niños, donamos más de 30 bolsones
de ropa y juguetes, 80 anteojos y programamos dos
tratamientos con láser y una cirugía de catarata en
Bariloche. También hubo un recital de música a car-
go de Facundo Egea y cine para los chicos coordi-
nado por Vaca ZEN. No tenemos palabras para des-
cribir esta nueva experiencia de trabajo comunitario
¡Gracias Ñorquinco!
30 Hombres y Mujeres de mi Tierra
Mi Línea Sur
Entre curvas y polvo, sorteando caminos y tran-
queras, testigo de miles de durmientes que ya ni re-
cuerdos tienen de aquel mítico tren. La trochita es
parte del paisaje, que habla por medio de esas vías,
que hasta no hace mucho, alimentaba la Línea Sur.
Una ruta que amaga asfaltarse, viboreando por el co-
razón de la Patagonia, acumulando atardeceres, y una
estepa que abraza al puñado de pueblos y parajes que
aún hoy, aguardan aquel tren.
Ya no recuerdo cuantas veces me toco recorrerla,
pero sin embargo, hay momentos que aunque se re-
piten, siempre son distintos, nítidos e imborrables y tal
vez la magia radique en viajar en el tiempo.
Sin maquinas, ni fórmulas, simplemente viajar en-
tre realidades. Siempre fantaseo con ese otro yo que
me espera del otro lado, en esa escuela, esa casita, o
viniendo desde ningún lado, a caballo, con el brazo
en alto, saludando a la caravana de voluntarios y of-
talmólogos que llegan cubiertos de polvo, como si
ese fuera el boleto al viaje tridimensional.
Y el ritual se repite siempre, nunca falla. Las sonri-
sas que no entran en la cara, el perro que acompaña
los últimos tramos de la camioneta, la gente que se
apiña y se codea, curiosa, a la entrada de la escue-
la y yo me busco, y me pregunto cuál seré, si habré
llegado, o si todavía me estaré midiendo golpe por
golpe, con una sábana que me tiene alquilado en las
tarjetas, no importa la dimensión, eso tampoco cam-
bia. Bajamos los equipos, saludamos a la gente, nos
recibe la Directora, los chicos corren, gritan, y ríen,
siempre ríen.
Los niños primero, grita alguno, y van entrando,
algunos tímidos, otros no tanto. Y como entran sa-
len, algunos con anteojos, todos con caramelos. Y lle-
gan mis favoritos, esos viejitos que acumulan arrugas,
añoran dientes y destilan vida. Y me busco, me vuelvo
a buscar, ¿cuál seré?
Van pasando, más lentos que tímidos, sonrisa
cómplice, mirada picara, viejos niños. Se presentan
por el apellido, siempre, a la edad que uno le calcule
habrá que restarle 10 o en algunos 15 años, el tiem-
po no pasa más lento, pero deja mucha más huella,
como casi todo lo que ocurre acá. Mas abrazos, más
historias, tal vez menos palabras, pero muchísimas mi-
radas, profundas.
Sentaditos, algunos hacen fila, nadie se cuela, na-
die grita, todos miran atentos a qué pasa en el pue-
blo, me imagino que ellos también se preguntarán
de dónde venimos, que hacemos o quiénes somos,
me pregunto si ese yo también me estará buscando.
Se respira respeto y los admiro, esos valores que la lí-
nea mantiene inalterable. Siempre pienso que si algo
sucede en el país, y me animo a decir en el mundo,
si hay que refundar todo, desde los cimientos, habría
que buscar acá, y mientras me busco de reojo, me
pregunto en definitiva quien le da una mano a quien.
La tarde transcurre inalterable y la caída del sol,
termina siendo el único indicio de que la jornada con-
cluye otra vez, y entre tortas fritas y abrazos, la foto
grupal, nos mezcla, nos une, nos funde entre viajeros
y locales, sin tener en claro para que arco patear. Los
nenes se llevan sus risas, los caballos a sus viejos, el
atardecer se llena de humo.
Y así me encuentra la vuelta, desandando el ca-
mino recorrido, más lleno, mirando por el espejo esa
escuela que vuelve a quedar lejos, y el polvo que se
asienta, y las estrellas que empiezan a llenar de luces el
cielo, se enciende la magia, de vuelta al portal. Y ahí me
acuerdo, otra vez de mí y me olvido que no importa
en qué rostro me busque, ni en que paraje me acuer-
de, siempre me olvido que en la línea, me encuentro.
Texto escrito por un integrante
de la Fundación Cien Caminos.

¿Sabías que los pingüinos
no tienen dientes?
Los pingüinos no tienen dientes, en lugar de es-
tos poseen una suerte de púas que apuntan hacia
atrás y que les permiten sujetar las presas resbaladi-
zas y evitar que escapen. Esta familia de aves mari-
nas –no voladoras– está compuesta por 18 especies
de las cuales 17 habitan en el hemisferio sur. Son de
sangre caliente y pueden mantener una temperatura
corporal de 39º C incluso en el gélido invierno an-
tártico. Esto es gracias a sus capas de grasa y a sus
plumas, que retienen una masa de aire entre ellas y
la piel, la cual al calentarse, por la temperatura de los
cuerpos, les sirve de aislamiento. La especie más alta
es el pingüino emperador, sus adultos en promedio
miden alrededor de 1 metro y llegan a pesar unos 25
kilos. La más pequeña es el pingüino azul, que mide
solo 40 centímetros y pesa aproximadamente 1 kilo.
Un pingüino emperador puede vivir hasta 20 años
mientras que un pingüino azul tan solo alcanza los 6
años de vida. A pesar de su falta de orejas visibles es-
tos simpáticos animalitos tienen una excelente audi-
ción y dependen de ella para identificar a sus parejas
y a sus crías. La mayoría de las especies son monóga-
mas, o sea que tienen una sola pareja toda su vida.
En 2012, investigadores argentinos descubrieron que
un par de pingüinos de Magallanes se habían man-
tenido fieles el uno al otro durante 16 años, a pesar
de estar separados durante largos períodos.
Todos los Chicos 31
Historia de las cosas muy ricas:
Las hamburguesas
El antecedente más antiguo de una preparación
similar data del imperio romano y está en el libro De
re coquinaria, cuya autoría se le atribuye a Marco
Gavio Apicio, gastrónomo romano que vivió en el
siglo I de la era cristiana. En dicho volumen se des-
cribe la preparación de la isicia omentata, plato muy
parecido al que hoy conocemos como hamburguesa.
Más cerca en el tiempo la historia de este popular ali-
mento se relaciona con el emperador mongol Gengis
Kan y sus jinetes, quienes llegaron a ocupar los te-
rritorios que hoy conocemos como Rusia, Ucrania y
Kazajistán. Este ejército se desplazaba a gran velo-
cidad y como sus miembros tenían que comer en-
cima del caballo transportaban debajo de la silla de
montar trozos de carne que se desmenuzaban con
el andar. En Rusia a esta comida se la denominó file-
te tártaro en alusión a los conquistadores mongoles
y en el siglo XVII, debido al gran tráfico naval entre
Rusia y el puerto de Hamburgo, la receta llegó a esta
ciudad alemana que dos siglos más tarde se conver-
tiría en uno de los puertos más importantes del trá-
fico entre Europa y América. Así es como a partir de
finales del siglo XIX se empezó a difundir su elabo-
ración en EEUU donde la denominaron Hamburger
Steak –Filete de Hamburgo– y empezó a populari-
zarse en los puestos callejeros, pues resultaba una
solución para los trabajadores por su bajo precio y
lo rápido que podían llevársela para volver a trabajar.
32 Todos los Chicos
Cuello duro
de Elsa Bornemann
–¡Aaay! ¡No puedo mover el cuello! –gritó de
repente la jirafa Caledonia–.
Y era cierto: no podía moverlo ni para un cos-
tado ni para el otro; ni hacia adelante ni hacia
atrás... Su larguísimo cuello parecía almidonado.
Caledonia se puso a llorar. Sus lágrimas caye-
ron sobre una flor. Sobre la flor estaba sentada
una abejita.
–¡Llueve! –exclamó la abejita–. Y miró hacia arriba.
Entonces vio a la jirafa.
–¿Qué te pasa? ¿Por qué estás llorando?
–¡Buaaa! ¡No puedo mover el cuello!
–Quédate tranquila. Iré a buscar a la doctora
doña vaca.
Y la abejita salió volando hacia el consultorio
de la vaca.
Justo en ese momento, la vaca estaba dur-
miendo sobre la camilla. Al llegar a su consulto-
rio, la abejita se le paró en la oreja y –Bsss... Bsss...
Bsss...– le contó lo que le pasaba a la jirafa.
–¡Por fin una que se enferma! –dijo la vaca,
desperezándose–. Enseguida voy a curarla.
Entonces se puso su delantal y su gorrito blan-
co y fue a la casa de la jirafa, caminando como
sonámbula sobre sus tacos altos.
–Hay que darle masajes –aseguró más tarde,
cuando vio a la jirafa–. Pero yo sola no puedo.
Necesito ayuda. Su cuello es muy largo.
Entonces bostezó:
–¡Muuuuuuaaa! –y llamó al burrito–.
Justo en ese momento, el burrito estaba la-
vándose los dientes. Sin tragar el agua del buche
debido al apuro, se subió en dos patas arriba de
la vaca.
–¡Pero todavía sobraba mucho cuello para ma-
sajear!
–Nosotros dos solos no podemos –dijo la
vaca–.
Entonces, el burrito hizo gárgaras y así llamó
al cordero.
Justo en ese momento, el cordero estaba mas-
cando un chicle de pastito.
Casi ahogado por salir corriendo, se subió en
dos patas arriba del burrito.
¡Pero todavía sobraba mucho cuello para ma-
sajear!
–Nosotros tres solos no podemos –dijo la
vaca–.
Entonces, el cordero tosió y así llamó al perro.
Justo en ese momento, el perro estaba sabo-

reando su cuarta copa de sidra. Bebiéndola ra-
pidito, se subió en dos patas arriba del cordero.
¡Pero todavía sobraba mucho cuello para ma-
sajear!
–Nosotros cuatro solos no podemos –dijo la
vaca–.
Entonces, al perro le dio hipo y así llamó a la
gata.
Justo en ese momento, la gata estaba olien-
do un perfume de pimienta. Con la nariz llena de
cosquillas, se subió en dos patas arriba del perro.
–¡Pero todavía sobraba mucho cuello para ma-
sajear!
–Nosotros cinco solos no podemos –dijo la
vaca–.
Entonces, la gata estornudó y así llamó a don
conejo.
Justo en ese momento, don conejo estaba ju-
gando a los dados con su coneja y sus conejitos.
Por eso se apareció con la familia entera: su es-
posa y los veinticuatro hijitos en fila. Y todos ellos
se treparon ligerito, saltando de la vaca al burrito,
del burrito al cordero, del cordero al perro y del
perro a la gata. Después, don conejo se acomodó
en dos patas arriba de la gata.
Y sobre don conejo se acomodó su señora,
y más arriba también –uno encima del otro– los
veinticuatro conejitos.
Todos los Chicos 33
–¡Ahora sí que podemos empezar con los ma-
sajes! –gritó la vaca–. ¿Están listos muchachos?
–¡Sí, doctora! –contestaron los treinta anima-
litos al mismo tiempo–.
–¡A la una... a las dos... y a las tres!
Y todos juntos comenzaron a masajear el cue-
llo de la jirafa Caledonia al compás de una zamba,
porque la vaca dijo que la música también era un
buen remedio para curar dolores.
Y así fue como –al rato– la jirafa pudo mover
su larguísimo cuello otra vez.
–¡Gracias, amigos! –les dijo contenta–. Ya pue-
den bajarse todos.
Pero, no señor. Ninguno se movió de su lugar.
Les gustaba mucho ser equilibristas. Y entonces
–tal como estaban, uno encima del otro– la vaca
los fue llevando a cada uno a su casa.
Claro que los primeros que tuvieron que ba-
jarse fueron los conejitos, para que los demás no
perdieran el equilibrio...
Después se bajó la gata; más adelante el perro;
luego el cordero y por último el burro.
Y la doctora vaca volvió a su consultorio, ca-
minando muy oronda sobre sus tacos altos. Pero
ni bien llegó, se quitó los zapatos, el delantal y el
gorrito blanco y se echó a dormir sobre la camilla.
¡Estaba cansadísima!

Elsa Bornemann nació en Buenos Aires en 1952. Fue Profesora en Letras y ejerció la docencia en todos los
niveles. Comenzó a publicar libros para niños y jóvenes en los años 70 y su literatura sigue vigente. Su obra
abarca el cuento, la novela, la poesía; el amor, el humor y el terror. Compuso también canciones y piezas
teatrales y ha elaborado antologías de cuentos tradicionales de diferentes etnias. Muchas de sus obras
se han publicado en Japón, Israel, Estados Unidos y diversos países de Latinoamérica y Europa. Recibió
un amplio reconocimiento nacional e internacional. Falleció en Buenos Aires, el 24 de mayo de 2013.
34 Todos los Chicos
Un crucigrama para conocer
la cocina peruana tradicional
Horizontales:
2– Plato originario de Perú que es típico en todos los
países latinoamericanos litorales, del Pacífico. Sus
ingredientes básicos son pescado troceado, cebolla
y jugo de limón.
5– Plato de origen amerindio que se prepara en toda
América Latina. Consiste en una masa de maíz relle-
na que se envuelve en hojas de mazorca y se cuece
en agua o al vapor.
6– Plato preparado con mondongo sancochado en tro-
zos y papas en cuadraditos. Se adereza con comino
y ajo, se sirve con arroz graneado y se decora con
perejil.
7– Plato precolombino típico de la selva peruana, se
hace a base de yuca, arroz y gallina. Su nombre ac-
tual le fue puesto luego de la llegada de los espa-
ñoles.
8– Tipo de ají muy picante del tamaño de una manza-
na. Se utiliza como condimento y también se sirve
relleno acompañado de papas asadas.
5– Tamales / 6– Cau Cau / 7– Juane / 8– Rocoto / 9– Parihuela / 10– Pachamanca
Solución: 1– Anticuchos / 2– Ceviche / 3– Carapulcra / 4– Huancaina /
9– Sopa muy consumida en la costa de Perú. Sus in-
gredientes son mariscos y pescados diversos. Se la
considera una gran fuente de nutrientes.
10– Plato tradicional de Perú elaborado con carnes de
vaca, cerdo, pollo y cuy al calor de piedras precalen-
tadas. Su nombre proviene del quechua y significa
“olla de tierra”.
Verticales:
1– Tipo de brochette de origen peruano. Durante la
época precolombina se preparaba con carne de lla-
ma. Actualmente se utiliza corazón de vaca.
3– Plato tradicional peruano preparado con papa seca
sancochada y acompañada de carne de chancho o
gallina. Es sazonada con ají panca, ají mirasol y ajos.
4– Salsa por excelencia de la cocina peruana que se
utiliza para acompañar papas, pastas o arroz. Se pre-
para con ají amarillo, ajo, cebolla, queso y leche.
36 Costumbres del Sabor y del Saber
Sabrosuras peruanas
Por Cholo Pereira
Inspirado por la llegada de la primavera les propongo un
tour gastronómico por una de las patrias latinoamericanas
con mayor identidad y originalidad culinaria: Perú.
Ají de gallina
Para preparar este Ají de gallina poné en una ca-
cerola tres litros de agua a hervir junto con una za-
nahoria, una cebolla de verdeo y un ramito de perejil,
todo picado. Mientras se cocinan las verduras cortás
en octavos un pollo grande, le sacás la piel a las pre-
sas y las cocinás 5 minutos en el caldo. Transcurrido
este tiempo las retirás, las dejás enfriar, colás el cal-
do, reservás una taza para utilizarla después y con
el resto del líquido cocinás arroz para servirlo lue-
go de guarnición, calculá aproximadamente 50 gramos
de arroz por comensal. A continuación en un sartén
profundo echás un buen chorro de aceite y una vez
que se calienta ponés a dorar las presas de pollo.
Previamente cortá bien chiquito –en brunoise– una
cebolla grande y un morrón amarillo, en cuartos al-
gunos dientes de ajo y apenas colocás las presas de
pollo a dorar los agregás en la sartén. Salteás la pre-
paración hasta dorar el pollo y cocinar bien los vege-
tales, salpimentás y sobre el final agregás un pedazo
de pan empapado con un chorro de leche. Revolvés,
agregás el caldo restante y pedacitos de queso fres-
co y servís el pollo en presas o desmenuzado con
un timbal de arroz, huevos duros y papas hervidas,
cortadas en rodajas gruesas y luego salteadas con
un poco de aceite. El toque final se lo podés dar con
queso parmesano rallado y perejil fresco picado o un
par de aceitunas negras.
Lo que necesitás para el Ají de gallina: 1 pollo
grande / 1 zanahoria / 1 cebolla grande / 1 morrón
amarillo / 1 cebolla de verdeo / arroz / ajo / perejil /
pan / leche / queso fresco / huevos / papas / queso
parmesano / sal y pimienta
Anticuchos y Arroz chaufa
Los Anticuchos son brochette al estilo peruano,
para prepararlos necesitás carne tierna, cualquiera que
se use para churrasquear –bife de chorizo, ojo de bife,
cuadril, paleta–. Elegida la carne la cortás en cubos
de 4 por 4 cm. y los marinás con un poco de aceite
de oliva, vinagre de vino, comino, ajo picado, ají mo-
lido y sal. Los dejás reposar en la marinada al menos
una hora y luego los pinchás en palillos de brochette
dejando 5 cm. libres para manejarlos. Los cocinás en
plancha bien caliente o a las brasas pintándolos con
el resto de la marinada y los servís con papas fritas y
choclo hervido. El Arroz chaufa te propongo servirlo
con cerdo, para prepararlo tenés que cortar tiras grue-
sas de bondiola fresca –más o menos 300 gramos por
persona– y a continuación pasarlas por fécula de maíz.
Luego las sacudís bien para eliminar el sobrante de fé-
cula de maíz y acto seguido las salteás en sartén pro-
fundo con un buen chorro de aceite de girasol. Agregás
al salteado un morrón rojo, 2 o 3 cebollas de verdeo y
5 dientes de ajo todo muy bien picado, esperás que se
cuezan los ingredientes, salpimentás, condimentás a
tu gusto y en el final agregás un buen chorro de salsa
de soja. Paralelamente hervís arroz –calculando aproxi-
madamente 80 gramos por comensal– y cuando está
a punto servís el cerdo salteado con el arroz hervido y
huevos revueltos como guarnición.
Lo que necesitás para los Anticuchos y el Arroz
chaufa: carne vacuna / papas / choclos / arroz / bon-
diola / fécula de maíz / huevos / 1 morrón / 2 o 3
cebollas de verdeo / aceite de girasol / aceite de oliva
/ vinagre de vino / salsa de soja / comino / ajo / ají
molido / sal y pimienta

Suspiro limeño
El suspiro limeño es un postre tradicional de
la gastronomía del Perú que se preparó por pri-
mera vez a mediados del siglo XIX en la ciudad
de Lima. Su creación fue obra de Amparo Ayarza,
esposa del escritor y poeta peruano José Gálvez
Barrenechea.​El postre fue bautizado por el men-
cionado poeta peruano quien, al probar el dulce
ideado y preparado por su esposa quedó encan-
tado con su sabor y textura y –según las crónicas
de la época– dijo que la preparación era “suave y
dulce como el suspiro de una mujer”. Para prepa-
rar este manjar peruano tenés que poner a hervir
en una cacerola pequeña medio litro de agua con
la que prepararás leche en polvo, pero saturada
al 300 %, es decir que pondrás el tiple de polvo
de leche deshidratada que el indicado para su
preparación. Una vez hervida la leche saturada
Palabras de sobremesa:
“La tierra
se ríe
en flores.”
Costumbres del Sabor y del Saber 37
la dejás enfriar un poco mientras batís 6 yemas
de huevo que incorporarás a la leche batiendo
constantemente mientras esté aún tibia. Sin parar
de batir agregás a continuación 1 pote de leche
condensada y unas cucharadas de dulce de leche
a tu gusto. Una vez integrados todos los ingre-
dientes colocás esta suerte de crema en vasos de
vidrio o copas, dejando al menos un cuarto de
espacio en los envases. Dejás enfriar bien, prime-
ro sobre la mesada y luego en la heladera y antes
de servir tamaña dulzura completás los vasos o
copas con merengue italiano y les das un último
toque espolvoreándoles canela.
Lo que necesitás para el Suspiro limeño: leche
en polvo / 6 huevos / 1 pote de leche condensa-
da / dulce de leche / merengue italiano / canela
Edward E. Cummings
(1894–1962)
38 Costumbres del Sabor y del Saber
Empanada gallega libre de gluten
Por Irene Enriqueta Peralta
Para elaborar esta deliciosa Empanada galle-
ga libre de gluten comenzarán por picar en cua-
drados pequeños una cebolla mediana y medio
morrón rojo. Paralelamente y en un recipiente
adecuado desmenuzarán bien 150 gramos de
atún en aceite. Una vez pre-elaborados estos in-
gredientes pondrán el aceite que escurrieron del
atún en una sartén, le agregarán dos cucharadas
de aceite de oliva y a fuego medio, antes que se
caliente demasiado, pondrán la cebolla y el mo-
rrón a rehogar hasta que la cebolla quede trans-
parente y el morrón blandito. Una vez cocido este
sofrito sacan la verdura escurriéndola y reservan
el aceite. A continuación mezclan la cebolla y el
morrón rehogados con el atún desmenuzado,
le agregan 6 cucharadas soperas de un tomate
fresco previamente pelado y picado y guardan
el relleno en la heladera mientras se disponen
a preparar la masa. Para ello van a empezar por
mezclar en un recipiente adecuado 240 gramos
de harina de maíz de molienda fina –no polenta–,
una cucharadita de sal y 30 cc de vino blanco. Por
otro lado van a disolver en 80 cc de agua tibia 15
gramos de levadura fresca y una vez que esta se
ASEGURATE QUE TODOS LOS PRODUCTOS ESTÉN EFECTIVAMENTE LIBRES DE GLUTEN Y SEAN CONFIABLES
active, formando la consabida espuma, la añaden
al recipiente con el resto de los ingredientes y por
último le agregan 4 o 5 cucharadas del aceite del
sofrito, que reservaron anteriormente. Acto se-
guido amasan hasta que todos los ingredientes
estén homogéneamente unidos, tapan con un re-
pasador y dejan la masa a temperatura ambiente
hasta que doble su tamaño. Luego la parten por
la mitad y estiran ambos bollos hasta alcanzar
el tamaño del molde a utilizar, en el que pre-
viamente aceitado colocarán una de las piezas
para luego distribuir el relleno y colocar la otra
a modo de tapa, realizando un repulgue a todo
el contorno. Finalmente la pintan por arriba con
huevo batido y la hornean durante 20 minutos
en horno precalentado a 150º. Para desmoldarla
antes de servir ¡déjenla enfriar un poco!
Lo que necesitan para la Empanada gallega li-
bre de gluten: 240 gramos de harina de maíz de
repostería / 15 gr. de levadura fresca / 30 cc de
vino blanco / 1 huevo / 150 gr. de atún en aceite
/ 1 cebolla / ½ morrón rojo / 1 tomate / aceite
de oliva / sal y pimienta
 Cartas de Papel 39

Sr. Director de Revista TODO, somos una pareja de docentes jubilados oriundos de Coronel
Dorrego, provincia de Buenos Aires, estamos pasando por primera vez nuestras vacaciones en el
sur visitando Bariloche, El Bolsón, Lago Puelo y la zona de Esquel y además de conocer paisajes y
gente maravillosa tuvimos la suerte de que nos obsequiaran un ejemplar de su revista. Queríamos
felicitarlos por el excelente contenido, nos hemos quedado maravillados por la calidad de su pu-
blicación y queríamos consultarles si se podrán conseguir números anteriores, porque nos gusta-
ría muchísimo conseguir algunos ejemplares más para llevar de recuerdo y compartir las revistas
con familiares y amigos. Nosotros podemos buscarlas donde sea que haya que ir, estaremos por
la zona todavía unos diez días. Quedamos a la espera de su respuesta y desde ya muchas gracias.

Néstor y Elsa Fernández

Equipo de la Revista TODO, comparto con ustedes un cuento por si tienen ganas de publicarlo
en la sección Páginas Patagónicas. El cuento se llama Estepa y fue seleccionado en un concur-
so de literatura para integrar la antología Breves de Amor, de la editorial Sopa de Letras, en el
2018 (https://sopadeletraseditorial.com/index.php/publicaciones). Mi nombre es Gabriela Man-
chini, soy Licenciada en Comunicación Social (UNLP). Nací y vivo en Bariloche. Felicitaciones por
la revista.

Gabriela Manchini

Amigos de la Revista TODO el último número me emocionó muchísimo, me parecieron espec-

taculares las obras de la artista Blanca Valiñas, sus cuadros no son solo para mirarlos sino para
mirarlos y pensarlos, interpelan la realidad social de nuestro tiempo y son un espejo memorioso
de nuestra historia reciente, cargados de detalles y de significación, y muy emocionante me re-
sultó también la entrevista a las docentes de la Escuela Especial N° 19 de Estimulación Temprana,
conozco varios casos de niñas y niños que han tenido la suerte de poder asistir a esta institu-
ción cuyo trabajo de hormiga, silencioso y perseverante, realmente le cambia la vida y amplía las
posibilidades de disfrute e inserción de criaturas que de otro modo verían mucho más condi-
cionada su vida a medida que van creciendo. La verdad un lujo, como siempre. Aprovecho y les
hago una consulta sobre los números anteriores por si hubiera posibilidad de conseguir algunos
que me faltan, sobre todo de los primeros, ya que cuando vi por primera vez la revista iban por
el número 8 y luego me he perdido alternativamente algunos números. En caso de ser posible
conseguirlos yo puedo pasar a retirarlos por donde me digan. Desde ya muchas gracias y mis
sinceras felicitaciones.

Raquel Herrera

Queridos amigos: No se olviden que pueden disfrutar de

Revista TODO en versión digital visitando nuestra página
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40 Cartas de Papel

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