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B a r i l o c h e - P a t a g o n i a / D i s t r i b u c i ó n g r a t u i t a
Un documento singular tar a Rudi Roth en Chile para ver si podía enviarme
algo de información al respecto. Me dijo que recor-
La historia de nuestra región se va armando daba haber visto un plano y que lo iba a buscar.
como un rompecabezas y a pesar de que creemos Pasaron varios meses y finalmente lo encontró y me
que ya todo ha sido descubierto siempre aparece lo envió escaneado. Cuando lo revisé me di cuenta
algo que consigue sorprendernos. Documentos ex- que el proyecto no se refería específicamente al hotel
traviados y redescubiertos, testimonios personales del Lago Frías sino a otro. ¡Me encontraba ante un
repentinamente expresados o circunstanciales ha- hallazgo sorprendente! Según figuraba en el mismo
llazgos imprevistos que echan luz y propician una se trataba de un “plano de un edificio para Hotel
nueva mirada, sobre determinadas dimensiones de (sanatorio) a construirse en Campanario”. Llevaba
nuestra historia regional que imaginábamos agota- el sello de Primo Capraro, constructor, a pedido de
das. Esta breve reseña y sus respectivas imágenes la Compañía Comercial y Ganadera Chile-Argentina
aluden a uno de estos casos. con fecha 1906.
Todo empezó –me cuenta Federico Silin– cuan- Como muchas veces lo hemos afirmado en esta
do un investigador de Buenos Aires me preguntó si columna, la investigación está llena de sorpresas,
el desaparecido hotel del Lago Frías había sido una pero siempre requiere la habilidad y la perseve-
obra del arquitecto Alejandro Bustillo. Yo recordaba rancia de muchos actores, en este caso la del in-
que se había construido en la época de Roth prome- cansable Federico Silin y la de Rudi Roth, descen-
diando los años 30 del siglo pasado, y decidí consul- diente directo del pionero Ricardo Roth, impulsor
Vapor Cóndor y Lago Nahuel Huapi Ca. 1908 - Foto Carlos Foresti - Álbum Cía. Chile-Argentina en AVP
y creador del cruce comercial y turístico de los la- con un comerciante alemán, Achelis, para fundar
gos, que ya a principios del siglo XX comunicaba la compañía comercial “Hube & Achelis”. Los edi-
Puerto Montt, sobre el Pacífico, con Bariloche en ficios comerciales, galpones acopiadores de frutos
las estribaciones orientales de los Andes. Para com- del país, muelles y hoteles de la ruta comercial de la
prender el contexto del hallazgo hagamos un poco compañía, abarcarían entonces una extensa región
de historia. internacional que iría desde las mesetas patagóni-
cas del este argentino hasta las orillas del océano
La Chile-Argentina Pacífico en Chile. En 1904 una sociedad anónima
de inversionistas chilenos, probablemente de ori-
Según la investigadora chilena Rosario Montt gen alemán, constituida como tal en la ciudad de
de Etter todo comenzó cuando “en 1871 el puerto- Valparaíso, incorpora la “Hube & Achelis” a sus ac-
montino Enrique Wittwer fundó en Puerto Montt una tivos con un nuevo nombre: “Compañía Comercial
casa de exportación e importación que, a la vuelta y Ganadera Chile-Argentina”. Como escribe R. M.
del siglo y bajo la dirección de Federico Hube, origi- de Etter: “la firma, reorganizada, cuenta ahora con
nario de Osorno y casado con una Wittwer, llegaría una sección de transportes llamada Andina del Sur,
a ser la empresa comercial más importante de la re- de la cual se hará cargo Ricardo Roth.”
gión de los lagos.” En el año 1900 Hube se asociaría Serán años de activo desarrollo de la región de
Vivienda Roth, Peulla Ca. 1908 Sucursal de la Chile Argentina en Pto. Varas
Álbum de la “Chile-Argentina” en AVP Ca. 1908 - Álbum de la “Chile-Argentina” en AVP
4 Archivo Visual Patagónico
Vista parcial de Puerto Varas y Lago Llanquihue Ca. 1920 - Foto José Popek - Archivo Histórico de Osorno
los lagos, especie de frontera marginal y tardía de la pios de siglo se condicen con los tiempos del apo-
expansión colonizadora chileno-alemana, que ha- geo imperialista de la era Guillermina en Europa. En
bía comenzado a mediados del siglo XIX en Puerto palabras de Laura Méndez: “en la primera década
Montt, Valdivia y la región del lago Llanquihue. del siglo XX la actividad de la sociedad comercial
Además de sus factorías comerciales y flota de va- fue floreciente con un activo comercio con Alemania
pores, la compañía también incorporará grandes que se mantuvo hasta la Primera Guerra Mundial.
latifundios en Argentina y, según escribe la histo- Poseía 998 clientes declarados en Chile y 400 en la
riadora Laura Méndez citando a Bandieri y Blanco Argentina. La casa central estaba en Puerto Varas
“llegó a ser poseedora de la mayor superficie de tie- con sucursales en Frutillar, Ensenada, Peulla y Casa
rras concentrada por un solo dueño en territorio neu- Pangue. La compañía poseía también oficinas en
quino con una superficie total de 419.737 hectáreas, Santiago de Chile, Valparaíso y Buenos Aires. Por el
arrendando otras 162.000 hectáreas de diversos pro- lado argentino poseía establecimientos en lago Frías,
pietarios en territorio rionegrino.” Puerto Blest, Comallo y Bariloche. En ellos trabajaban
Los proyectos de expansión comercial de princi- más de 300 empleados. (…) El balance de 1905-06
Vista parcial del Hotel Peulla y Cerro Techado Hotel de Puerto Blest - Foto Heriberto Reichart
Ca. 1950 - Colección Roth en AVP Colección Reichart en AVP
Archivo Visual Patagónico 5
Sucursal Frutillar de la Chile-Argentina Ca. 1908 - Foto Carlos Foresti - Álbum de la “Chile-Argentina” en AVP
informó que la ganancia liquida de la compañía fue Primera Guerra Mundial. Para ese entonces Ricardo
más de 4 millones de pesos.” Roth ya estaba a cargo del circuito comercial de los
Por diversas razones económicas y políticas, ex- lagos con miras al potencial turístico del mismo.
ternas al funcionamiento de la compañía, y proba- Pero volvamos a 1906, un año de prosperidad para
blemente también a causa de ciertas decisiones la región y la compañía. Año en el que Ricardo Roth,
de los inversores, esta dejó de existir a fines de la como relata R. M. de Etter, escribía a su madre que
Vista hacia el Hotel de la Cía. Chile-Argentina en Pto. Varas Ca. 1908 - Foto Carlos Foresti
Álbum Cía. Comercial y Ganadera Chile-Argentina en AVP
6 Archivo Visual Patagónico
“se podían hacer negocios y ganar dinero en todas en la esquina de Villegas y Elflein de nuestra ciudad.
partes con sólo tener los ojos abiertos”. Años de sue- Al igual que el antiguo hotel San Carlos y el chalet
ños y utopías. Pefaure todas esas construcciones llevan la impron-
ta del maestro carpintero y ebanista Arnoldo Billeke,
Un LLao LLao del 900 proveniente de las colonias alemanas del Llanquihue
y radicado en Bariloche a principios del siglo XX. En
El “Plano del hotel de Campanario”, que desde todas ellas se puede apreciar el uso experimentado e
el archivo personal de Rudi Roth en Chile llegó a intensivo de las tejuelas de alerce y el tratamiento de
manos de Federico Silin, se comprende en este con- techos y ornamentaciones característicos de las edi-
texto histórico: Un hotel en Campanario. Allí me di ficaciones realizadas en las colonias del sur de Chile
cuenta. Es el eslabón que faltaba en la red de hoteles por hábiles maestros y discípulos, quienes traspor-
y posadas que la “Chile-Argentina” había construido taron sus conocimientos y técnicas más allá de los
a lo largo del circuito comercial de los lagos. Todos límites políticos establecidos entre Chile y Argentina.
se construyeron excepto este. El proyecto refleja la De acuerdo a la información proporcionada por
visión de la empresa y sus ambiciones futuras para el Marino Mercante Carlos Ariel Solari, el Sr. Billeke
la región del Nahuel Huapi, con este último proyecto al tomar posesión de su dos lotes agrícolas –Nº 32
se completaba la red de hoteles de la empresa –ex- y N° 33– en 1910, acampó debajo de un inmenso y
plica Federico–. solitario ciprés cerca de la caleta, donde desembarcó
El documento también da indicios de la im- del bote con el que llegó (hoy está el hotel El Casco)
portancia regional que había adquirido la empresa y llamó a ese sector “Puerto Ciprés”. Ese añoso ejem-
constructora del incansable emprendedor italiano plar nativo aún sobrevive y se encuentra ubicado en
Primo Capraro y del estilo arquitectónico de raíces lo que es la Estación Araucanía, en el kilómetro 11
centroeuropeas que primaba en la región. Comenta de la actual ruta al LLao LLao. Asimismo el puer-
Silin que “al observar el proyecto se distingue clara- to fue utilizado tanto por la familia Billeke Pothoff
mente que está emparentado con el estilo de las vi- –por Eduviges Pothoff, su esposa– y por don Enrique
viendas que construyó la compañía para su personal Lunde –contratista del Centro Cívico de Bariloche–
jerárquico en diversas partes de la región, como el quien allí construyo un bello chalet de material y
Chalet de Roth en Peulla y el edificio del contador de piedra para establecerse con su mujer Kate. Aún
la Chile-Argentina, Federico Reichelt, que se construyó pueden verse escasos restos del muelle de madera
Vista del Hotel Frías desde el Lago Frías, año 1942 - Colección Frey en Museo de la Patagonia
Archivo Visual Patagónico 7
Vista de la Laguna Frías desde el Hotel Frías de la Familia Roth Ca. 1940
Foto Heriberto Reichart - Colección Reichart en Archivo Visual Patagónico
¿Cuándo y por qué llegaste a Bariloche? saliendo a trotar con algún compañero, o solo, pero
le fui agarrando el gusto, saliendo cada vez más, co-
Nací y viví hasta los 9 años en una población rural menzando a participar en algunas carreras, pero muy
llamada El Candado a 40 kilómetros de Aguas Blancas tranquilo y sin competir, sino con la intención de des-
en Salta, casi al límite con Bolivia. Allí hice la escuela pejarme de cuestiones del estudio. Recién después
primaria en una escuela rural, y ya para hacer el se- que me recibí le pude dedicar un poco más de tiem-
cundario me tuve que ir a la escuela de Aguas Blancas, po, lo que me dio un impulso más grande.
un pueblo mucho más grande al que estaba acostum-
brado. Cursando ahí me anoté para las olimpiadas de ¿Cómo analizás tu historia deportiva hasta la ac-
matemáticas, lo que me permitió, al salir del secunda- tualidad?
rio, conseguir una beca en el Instituto Balseiro donde
aprobé el examen de ingreso en el 2011. Así es que Durante el 2015 comencé a prepararme y en el
cursé los dos primeros años en Neuquén y después 2016 gano la tradicional carrera “4 REFUGIOS”, a par-
vine para Bariloche, durante la caída de ceniza del tir de ahí comencé a correr carreras más importantes,
volcán Puyehue. Ahí comencé a correr, al principio como en Valdivia o la Patagonia Run. Después de
12 El Fogón del Encuentro
esas carreras, ese mismo año, me convocan para ser irme inmediatamente después, porque no podía cos-
uno de los 6 que integramos el equipo argentino y tear los alojamientos y debía volver rápidamente a
disputamos el mundial de Trail Running en Portugal, mi trabajo. Entonces no podía viajar tranquilo como
donde si bien entré como suplente logré los mejores me hubiera gustado.
tiempos de todo el equipo. Ya a fines del año pasado pensaba en cómo iba
A partir de ese momento todo fue muy creciente y a encarar este 2019, y decidí tomarme una licencia
empecé a visualizar este camino independientemente laboral y parar un poco la pelota en el ámbito profe-
de mi desempeño profesional como ingeniero nu- sional, y dedicarme a correr, algo que estuvo genial.
clear, que en este momento ocupa el 80 % de mí tiem- Así es como en la segunda mitad de este año estu-
po. El restante 20 % lo dedico a organizar mi entrena- ve 3 meses en Europa donde corrí media docena de
miento en forma ordenada, a proyectar qué carreras carreras. Entre ellas gané la carrera Riaño Trail Run
quiero correr, cuáles puedo financiar y de qué manera. en España, cerca de Valencia y ese mismo año fui a
En 2018 fui dos veces a Europa a participar de Mont Blanc en una carrera de casi 150 kilómetros
diferentes carreras. Fue un esfuerzo económico muy por montaña donde estuve entre los diez mejores.
grande, porque viajar al viejo continente para un En la actualidad para la Asociación Argentina de
sudamericano es cada vez más difícil. En varios de Ultra maratonistas soy, en Latinoamérica, el mejor
estos eventos fui el mejor sudamericano, a pesar de rankeado en carreras de más de 100 kilómetros. A
haber llegado solo 2 o 3 días antes de cada carrera e nivel global teniendo en cuenta todas las distancias
estoy cuarto en Latinoamérica y primero en el país.
Y a nivel mundial debo estar entre los primeros 100.
De esa cantidad más de la mitad de los corredores
deben estar solamente dedicados a esto, lo que mar-
ca una diferencia.
es lo central, sino que lo ven de una forma más am- hay un número importante de corredores que son
plia, mientras que otros se abocan mucho a una sola casi profesionales y desde el punto de vista compe-
carrera y si les va mal quedan muy desmoralizados. titivo es diferente el escenario.
Son cosas que hay que llevarlas tranquilas y no ir al Por otro lado para correr a nivel local, entrenan-
extremo para que sean perdurables. do entre 8 o 10 horas semanales, se puede estar en
Tengo un amigo en EEUU que fue uno de los me- un muy buen nivel, pero para correr allá necesitás
jores corredores de los años 80, un gran maratonista dedicar mucho más tiempo. Si bien cada carrera es
que en la actualidad, a sus 65 años, corre a la par mía, variable en cuanto a su recorrido y sus cumbres, tie-
y siempre encuentra la manera de transmitir algunas nen diferentes características, el escenario hace que
cuestiones. El año pasado vino a visitarme e hicimos uno se tome a la actividad de otra manera, sobre
muchos senderos de la región, y de esos intercam- todo si es que representás a un país, como pasó en
bios aprendí cosas valiosas, como que la alimenta- el pasado mundial de Portugal. La diferencia con los
ción es importante o que hay que cuidarse de no europeos es que ellos tienen todo más cerca, y si
correr tantas carreras largas. Verlo compitiendo en hay una carrera en España, van corredores de toda
gran nivel, llevando una familia y una vida muy rela- Europa, entonces termina siendo una competición
jada, me hace querer llegar a esa edad de esa forma, internacional por la cercanía que ellos tienen. Eso
seguir corriendo tranquilo, disfrutando del entrena- da una diferencia en cómo uno corre en el exterior.
miento. A sus 65 años nos poníamos a hacer flexiones En cuanto a la ropa y accesorios también están
de brazos en casa y no le podía seguir el ritmo. Eso un paso más adelante, porque hay más desarrollo de
me hace ver que hizo algo bien para mantenerse en
el tiempo. Y uno de alguna manera trata de copiar
lo bueno de otras personas, porque su experiencia
demuestra que se puede llegar bien a cierta edad.
Carmen
Compartimos con ustedes un cuento de Héctor Raúl Gato Ossés,
cantautor, escritor y periodista de amplia y destacada trayectoria,
nacido en la localidad de Perito Moreno, provincia de Santa Cruz.
Por Héctor Raúl Ossés
El hombre le hizo señas desde un camión apun- No recordaba ese pueblo... –Carmen– se repitió du-
tando con el índice hacia la parte de atrás del auto. bitativo; hizo un esfuerzo para recordar algo, aunque
Estacionó en la banquina, desató el cinturón de se- fuera un detalle. No lo logró. La próxima después de
guridad y bajó: tenía una cubierta floja; la goma ha- Carmen era la pequeña ciudad que conocía bien a pe-
cía una panza considerable. Puteó en voz baja casi sar de que hacía ya varios años que no pasaba por allí.
por compromiso porque no sentía rabia. El día esta- Miró nuevamente el marcador: –No, hasta la pequeña
ba lindo y no tenía apuro. Abrió el baúl, se puso unos ciudad no llegaba– Ahora CARMEN 28 Km. –Increíble,
guantes de cuero fino y parsimoniosamente comen- pasé tantas veces por esta ruta y nunca me fijé.
zó a cambiar la rueda. A su espalda, por el asfalto los Puso el guiño a la derecha para darle a entender
autos pasaban dejando una estela caliente y olorosa. a la parejita que le hacía dedo que no seguiría hasta
Un escalofrío le recorrió el espinazo al pensar en que, la ciudad. Saludaron. Los tuvo unos instantes en el
una pequeña desviación y... espejo, sentados con la espalda apoyada cada uno
Un olor más cercano y perentorio le hizo mirar de- en una parte del cartel.
bajo del auto: el tanque de nafta goteaba con azulinas Un raro mecanismo de asociaciones le trajo a la
gotas de combustible. Calculó que en muy poco tiem- memoria un cuento de Onetti (la adolescente en bi-
po quedaría vacío. Guardó todo apresuradamente y cicleta mirando la cara del hombre y girándola para
mientras seguía camino trataba de recordar si había que la luz de la luna le ilumine la boca). Recordó que
un pueblo o estación de servicio cerca. El indicador la chica (la que hacía dedo) tenía falda y unas me-
de combustible marcaba poco menos de un cuarto. dias tres cuartos. La entrada a Carmen lo sorprendió
Vio un cartel de Vialidad y disminuyó la velocidad; recordando detalles de Onetti. ¿Por qué? La cara de
leyó al pasar la primera indicación: CARMEN 38 km. la desgracia... tan triste como ella...
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El camino era un infierno de pozos y polvo blan- mostrador apoyando los codos y preguntó dejando
co. Las plantaciones de alfalfa lo miraban desde am- por entendido que tenía la solución:
bos lados del camino con millones de ojos azules. –¿Cuál es el problema?
Una ochava recién blanqueada lo recibió al prin- –El tanque de nafta. Se pinchó.
cipio de la calle; el resto del pueblo se escondía en- –Ah, sí... yo se lo arreglo.
tre los álamos: altos-viejos-árboles. En el palenque Tenía puesta una gorra de visera y los ojos eran
varios caballos castigaban tábanos con la cola; a esa de gato, verdes y rasgados. De gato. Después... un
hora el sol tenía una actitud perpendicular, caliente. mameluco desteñido. Le pareció inteligente y en
Bajó y se quitó el saco arrojándolo en el asiento general su aspecto, el tono de voz, la semisonrisa,
antes de entrar al negocio; la puerta, al abrirse, gol- le inspiraban simpatía. El bolichero (aliviado tal vez)
peó una campanilla colgada en el dintel y el cascabel continuó con su trabajo en la estantería.
dejó una melodía abstracta en el aire. El hombre que –Si quiere vamos hasta el tallercito que tengo
atendía el mostrador estaba de espaldas ocupado en aquí cerca; dos patadas y se lo arreglo. Eso sí, no
la estantería repleta de mercadería; el boliche era el creo que consiga nafta; pero no se haga problemas,
clásico negocio de ramos generales con despacho mañana llega el camión.
de bebidas incluido. –Bueno... vamos.
–Buenas tardes. Pensó que lo dejaría trabajando y volvería al bo-
–Buenasss. –Dijo el bolichero demorando aún, liche para comer algo, y decidir qué hacer con el
antes de apoyar las manos sobre el mostrador lejos asunto de la nafta, aunque por lo visto, no tenía mu-
del cuerpo, la barriga pegada a la madera. cho para elegir.
–Mire. Tengo un problemita con el coche; el tan- Volvió caminando desde el galponcito hasta el
que de nafta está roto y casi no tengo nafta; ¿será negocio con el cabo de una hoja de álamo entre los
posible arreglarlo? ¿Hay alguien que pueda hacer dientes; la calle estaba vacía –perro dando vuelta un
el trabajo? tacho de basura y desbaratando un paquete–. No se
El bolichero –que evidentemente no era muy sentía contrariado a pesar de todo; le resultaba risue-
conversador– lo miró primero a él y luego hacia ño esto de caminar por una calle de Carmen, arreglar
fuera por la ventana con un gesto de concentración. el auto en un taller del pueblo, hospedarse en el hotel
–Puede ser... –dijo dudando. de Carmen, que aparecía como un desafío a esa se-
Otro hombre que estaba sentado cerca de la guridad que solemos tener, respecto del terreno que
puerta se había acercado; se colocó de espaldas al pisamos. Carmen existe y él no lo sabía. Las tres veces
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que el nombre aparecía en el primer lugar de otros Anduvo dos cuadras más con el mismo resultado
tantos carteles, como una apelación a la indiferencia y supo que no podía ser. La única posibilidad era que
de los viajeros, no le había llamado la atención. hubiese pasado junto a la casa sin verla. Regresó con
¿Es posible? Si no estuviese caminando por esa ca- cierto alivio, caminando rápido, contando con aten-
lle; si no hubiera doblado a la derecha y tomado el ca- ción cada esquina.
mino de entrada, si no fuera por esos detalles concretos, Contó ocho. Ahora no encontraba el taller.
aseguraría que esos nombres jamás estuvieron antes en Tampoco el boliche. Se detuvo a pensar. Debía trazar-
ese primer lugar de los carteles; llegaría, incluso, a dis- se un buen plan para resolver esto sin desesperarse.
cutir la existencia física de Carmen, pero... aquí estaba. En la media tarde la temperatura era agrada-
Ya había caminado cuatro cuadras, o cinco, no ble, no había viento, las hojas inmóviles de los altos
podía precisarlo, y no llegaba al boliche. Le pareció álamos le daban al árbol una presencia ominosa.
que no estaba tan lejos aunque claro, lo habían he- Añoró una dilatada pampa, un desierto de matas
cho en auto; ¿es que habían doblado en algún lugar? y coirones, mirar lejos, tener un horizonte redondo
No. Anduvieron en línea recta. sin aristas.
Siguió una cuadra más y llegó hasta una esqui- Con cuidado comenzó a trepar un árbol. Rama
na igual a las anteriores: un ángulo recto de álamos. por rama. De cuando en cuando apartaba las hojas y
Miró en todas direcciones; quería encontrar a alguien a miraba: álamos. Siguió por varios metros árbol arri-
quién preguntar. Nadie. Siguió y continuó viendo ála- ba. Cuando llegó a la parte más delgada se dijo que
mos, todos árboles añosos de grueso tronco en largas estaba a suficiente altura; miró en todas direcciones
columnas de alto verde. Trató de encontrar una casa o y encontró más verde y cielo azul... mar verde y cielo
gente detrás, mirando al otro lado por entre el follaje: azul; el sol estaba cerca de la línea verde y se alegró
había alfalfa florecida, extensas plantaciones de ojos cuando, por lo menos, estableció el oeste como úni-
azules, pacíficos, inmóviles en su serenidad vegetal. co resultado de la observación.
Dominó la sensación de intranquilidad que se le La bajada fue más larga y fatigosa. Tanto que por
insinuó en el estómago. Seguramente esto era pro- un momento pensó que continuaría eternamente.
ducto de alguna de sus esporádicas distracciones Porque no había llegado tampoco a la punta del ár-
que le estaban haciendo una broma pesada. Miró bol. Ya no podía asegurar nada, ni siquiera si el álamo
con atención tratando de encontrar los caballos que tenía una copa, un final.
vio cuando estacionó frente al boliche. No estaban; –Cuidado con la desesperación, ¡tranquilo! se
aunque podía ser que sus dueños hubieran decidido dijo. Estoy fantaseando demasiado.
marcharse en el interín. Se terminaron las ramas y pisó tierra firme des-
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lizándose por la epidermis del viejo tronco rugoso, tándose por la costumbre de llevarlo, siempre, en el
blanco, ceniciento de años. bolsillo derecho trasero del pantalón).
Se notaba ya que el sol comenzaba a ponerse. Tenía pensado andar, primero, diez cuadras en
No supo cuánto tiempo estuvo parado en la esqui- cada dirección a partir de la señal. Luego veinte y así,
na pero de pronto tiritó: ya había refrescado. Bajó aumentar de diez en diez, hasta encontrar el taller, el
las mangas de la camisa y levantó el cuello. Recordó boliche o casa o perro o el final de la calle. Cuando
con desaliento que había dejado el saco en el auto. terminó el primer recorrido de diez cuadras, ida y
Repentinamente inspirado buscó postes y líneas vuelta en dirección al oeste (se jugó por ese punto
eléctricas o telefónicas. No había. cardinal pensando, quizá, en su pueblo de la pre cor-
Agudizó el oído para tratar de oír los ruidos y dillera), ya comenzaba a oscurecer.
voces de los pueblos por la tarde, los que su me- El pañuelo era apenas visible. Dentro de un rato
moria le aseguraba que debían escucharse siempre –al regresar del este– habría desaparecido. Buscó en
en cualquier pueblo (siempre que no haya viento y los bolsillos: los cigarrillos y los fósforos habían que-
que caiga serenamente la tarde). Había sólo un suave dado en el saco; pero estaba el llavero colgando del
rozamiento de hojas multiplicado infinitamente. Un cinturón.
millonario rumor de alas verdes. Anudó las llaves a la punta del pañuelo.
Pero él era un hombre práctico, elemental. Impulsada por la brisa hacia el este ritual, de don-
En una rama saliente del árbol que había trepado de viene la vida, una música metálica, de cencerros,
hacía unos instantes ató el pañuelo de mano (felici- se mezclaba con el frufrú de las hojas.
Héctor Raúl “Gato” Ossés nació en Perito Moreno –provincia de Santa Cruz– el 24 de marzo de 1945. Es
cantautor, escritor, cronista y figura importante de la cultura santacruceña. La mujer bruja (1992), Diablos y
Dioses (1998) y Patagonia ficción y realidad (2008) son algunos de sus títulos publicados y Hablo del hom-
bre común (1987), La mujer del viento (1990), Canciones de últimamente (1997), Patagonia al sur (2007),
En el camino (2009) y Patagonia ADN (2011) algunos de sus discos. Parte de su trabajo musical, literario y
periodístico puede disfrutarse entrando a http://www.gato-osses.com
II
tenía noticias de los suyos y se sentía cansado. Tras un agujeros seguían allí no sintió el rigor de la primera
recorrido a caballo que pareció interminable cruzó el gran nevada de ese invierno.
Nahuel Huapi en una lancha inestable y llegó mojado,
con hambre y con los pesos justos para comprar la IV
mitad del lote que Leopoldo le ofrecía en sociedad.
Se sacó los anteojos para refregarse los ojos castiga- Querida Rosa:
dos por el aire helado y cuando volvió a abrirlos una
profunda emoción lo dejó sin aliento. El brazo por el Mucho he pensado antes de escribirte esta carta.
que navegaban se había transformado en un lago tan Finalmente me he afincado en un territorio en el sur
azul como sus ojos miopes: el Nahuel Huapi. Por pri- de Argentina, Colonia Nahuel Huapi, tal el nombre de
mera vez desde que dejó Italia tuvo una sensación de la región; o San Carlos de Bariloche, el pequeño po-
familiaridad. Sintió que había llegado a casa. blado que me alberga desde hace un tiempo.
Deseoso de compartir contigo una vida llena de
–No podemos pagar a los peones este mes –dijo sueños como los que nos confiamos cuando nos co-
preocupado Leopoldo– y tampoco queda más hari- nocimos en el barco me veo movido a invitarte a co-
na. Debemos plata en el almacén de Jones por lo que nocer estos parajes. La intención es que, si te sientes
no podremos retirar nada. Si no vendemos pronto la por completo a gusto y consideras que en este lugar
partida de madera estaremos en serios problemas. y a mi lado podemos construir juntos una vida, luego
de una estancia prudente conociendo el lugar aceptes
Primo no lo escuchaba. Sus ojos volaban sobre ser mi esposa.
el bosque y transformaban realidades amargas en Tuyo por siempre.
quimeras de progreso. El bosque estaba para talarse, Primo
con la madera montaría una empresa constructora,
construiría casas, puentes y diques, recorrería toda la Luego de hacer corregir el texto –entre otros por
región ofreciendo sus servicios, dejaría la estancia a el comisario Alanís– el sobre con sus esperanzas fue
cargo de algún conocido y se transformaría en em- depositado en la precaria oficina de correos. A veces
presario. Dispuesto a todo estaba: a trabajar de sol la realidad sorprende más que en los cuentos y las
a sol, a viajar para lograr que funcionarios y políti- cosas mas increíbles suceden como digitadas por un
cos escuchen sus pedidos, a traer amigos y conoci- ente superior. Rosa Llegó al Nahuel Huapi con baúles
dos de Italia para armar una gran familia trabajadora. llenos de ropa que nunca llegaría a usar, pero con
Volvió a ajustar el poncho a su espalda y aunque los la convicción férrea de que quería casarse con ese
28 Hombres y Mujeres de mi Tierra
italiano fuerte y gritón al que casi no conocía. Era tactos, esfuerzo y astucia. Con el horror de la Primera
alemana, hablaba poco y era difícil entenderse con Gran Guerra en Europa –y la crisis económica que
Primo. Sin embargo la noche de bodas los encontró trajo aparejada– se había encontrado con la posibili-
hablando el lenguaje que todos comprenden. dad de comprar la parte comercial de esta empresa
alemana y había quedado como propietario de parte
V de ese imperio comercial que había sido su principal
cliente durante mucho tiempo.
–¡Rosa, Rosa! ¡Debes venir al puerto! ¡Ha llegado en
el vapor de la Chile–Argentina la segadora que com- VII
pramos! ¡Con ella podremos trabajar en la cosecha de
toda la región! ¿Cómo resistirse al ímpetu de seme- La influencia de Capraro fue creciendo junto con
jante personalidad? Primo arrastró a su mujer hasta la zona. Era moneda corriente para Primo invitar ami-
el puerto mientras veían en la cubierta del vapor El gos de su Belluno natal –o de la Italia en general– a
Cóndor los hierros que formaban parte de la maqui- sumarse a sus emprendimientos como personas de
naria. Sus miradas se encontraron y los ojos celestes confianza. Muchas veces él mismo gestionó ante la
de Primo centelleaban de excitación. Con el pelo rojo Oficina de Tierras la cesión de terrenos a sus com-
despeinado y la barba del mismo color parecía tener el patriotas para quienes esta tierra significaba prome-
rostro en llamas cuando el entusiasmo lo desbordaba. sa de trabajo y cobijo. En el verano de 1923 eran
más de 300 los italianos empleados y afincados en la
VI zona. A través de La Chile–Argentina Capraro mane-
jaba el traslado de cabezas de ganado a Chile. Había
–¡Basta Francisco! dijo Primo a su hijo que insistía instalado una Usina propia con la que alimentaba
en que otra vez lo llevara a dar una vuelta a caballito el Aserradero, el Taller Mecánico y el Almacén de
por la elegante casa a la que se habían mudado hacía Ramos Generales de la Chile–Argentina, que abas-
unos meses. El vientre de Primo había crecido tanto tecía a toda la población de los lagos de los insumos
como su fortuna, su trabajo y su orgullo. Resoplando básicos para la difícil vida en el sur.
depositó con amor a su hijo en el piso luego de darle Su peso como empresario lo llevó a ser muchas ve-
un beso en la cabeza. Los años de trabajo duro ha- ces integrante protagónico de la incipiente Comisión
bían dado sus frutos: en 1919 se había convertido en de Fomento. Su sueño era concluir las obras de ese
el único dueño de la Compañía Comercial y Ganadera tren que se acercaba lentamente y que nunca llega-
Chile–Argentina, tenía una empresa constructora, un ba a Bariloche. El potencial turístico de la región no
hotel sobre la costa del lago, algunas embarcaciones pasaba desapercibido para el astuto hijo de Belluno
y varios terrenos. Todo ello logrado con trabajo, con- que imaginaba a Bariloche como un centro turísti-
Hombres y Mujeres de mi Tierra 29
co de elite al estilo de algunas localidades europeas. –Tenemos que detener al gringo. Dijo uno de los
De esa forma la región alcanzaría un vuelo nacional presentes en tono amenazador.
e internacional. La construcción de una hostería en –Si no lo hacemos esto será una sucursal de Italia
Bahía López y la compra de algunas embarcaciones y no un pedazo de Argentina como debe ser. Agregó
fueron el primer paso en esa dirección. Finalmente fue otro ofuscado.
el Estado Argentino quien definió la nueva y obligada –Así es mi amigo, entre los tanos, los chilotes y
orientación de los emprendimientos de su empresa, los alemanes esto es cualquier cosa. Yo me encargo
ya que a partir de la regulación de la Ley de Aduanas con los muchachos de empapelar “La Alegría” con el
el comercio con Chile pasó a ser cosa del pasado. poema que le hemos hecho. Dijo un tercero, de pelo
Para promover la región Primo comenzó a ofre- corto y cara colorada, mientras lanzaba una sonora
cer estadía en Bariloche y uso de sus embarcaciones carcajada.
e instalaciones a personajes célebres de la oligarquía –No se lo va a llevar de arriba el Tano, no nos va a
argentina. Así fue como el presidente Roosevelt en su quitar la intendencia de ninguna forma. ¡Patria y or-
visita a los lagos se sorprendió al verse cenando con den! Victorearon todos y así se dio por concluida la
este personaje llamativo y gritón que en su presencia reunión de la Sociedad Patriótica –cómo habían dado
recitó en italiano fragmentos escogidos del Dante. en llamarse– y cada uno de los presentes se llevó ta-
Luego de fundar en 1921 la Asociación Italiana de reas para realizar en los días siguientes.
Socorros Mutuos Capraro fue designado Vicecónsul
de Italia. Su habitual correspondencia con el gobier- X
no de ese país y su constante trabajo como receptor
de inmigrantes lo llevaron a recibir tiempo después el Para ese entonces las empresas de Primo eran
título de Caballero otorgado por el gobierno de Italia. contratistas del Estado Nacional. Por un lado tenía
a su cargo la construcción del paso fronterizo Pérez
VIII
IX
El aire se podía cortar con un cuchillo y el am-
biente cerrado olía al humo del tabaco que fumaban Vapor Cóndor, Puerto Blest, año 1944
los hombres allí reunidos. Colección Marsicano en AVP
30 Hombres y Mujeres de mi Tierra
Rosales y por otro la construcción de los muchos La puerta se abrió de repente y un hombre exal-
puentes que se necesitaban para que la línea férrea tado vestido con bombachas de campo y un som-
llegara de una vez por todas a Bariloche. El volumen brero negro entró abruptamente y le espetó al gi-
de las obras y sus ocupaciones inherentes lo llevarían gante italiano:
a pasar muchos meses en Buenos Aires donde habi- –¡Ya es el segundo mes que no cobramos nada
tualmente se reunía con personajes de la política na- don! ¡Tengo a mi hija enferma y ni puedo pagarle los
cional. Gustaba llamarse a si mismo el León de la cor- remedios que me da el doctor! Primo lo miró acomo-
dillera y con su elevada estatura y su corpulencia, su dándose los anteojos y tomó aire antes de decirle:
barba y su atronadora voz, no pasaba desapercibido. –Si recibo algún peso usted será el primero en co-
brar. Pero hoy fui al banco y no había nada. El Estado
XI no paga Piero. Y yo no tengo ni un peso en el bolsillo.
Usted sabe que la situación en general no es buena.
La nómina de sueldos superaba nuevamente lo –Usted habla con la tranquilidad del rico señor
que podía pagar ese mes. La promesa de pago del que dentro de un rato se va a su casa y se olvida de
Gobierno Nacional se diluía en la distancia entre todo esto. Pero yo no me puedo olvidar de mi hija en-
Bariloche y Buenos Aires. Primo miró una vez más ferma y además el hambre no me deja olvidarme de
el gran lago y con notable preocupación se dirigió usted. Más vale que se le ocurra algo porque somos
al banco. Como siempre no había novedades. Sus varios los que estamos pasando hambre por su culpa.
finanzas maltrechas dejarían a mucha gente sin co- ¡No la va a sacar de arriba! ¡Se lo aseguro!
brar sus salarios nuevamente y finalmente debería Dando un portazo el hombre abandonó la habi-
despedir a muchas personas. Algunos de sus ami- tación. Un rato después el eco del disparo retumbó
gos ya le negaban el saludo. Era un hombre rico en en los rincones del gran lago. Pero en ese momen-
propiedades pero no podía pagar el sueldo de sus to solo las aves que cantaban lastimeramente como
empleados. La deuda que mantenía el Estado con presagiando alguna desgracia se advirtieron del es-
su empresa alcanzaba una proporción astronómica. trépito de la muerte. Tendría que empezar a caer
Mientras caminaba rumbo a su despacho pensó con la noche sobre el pueblo fronterizo para que aquel
un dejo de rabia “Primo, el inmigrante de Belluno, fi- empleado –alertado por la ausencia del jefe– se de-
nanciándole las obras al Estado Argentino, al punto cidiera a golpear.
de no poder pagar los sueldos”. La Argentina, que le
había dado todo lo que tenía, amenazaba con qui- * Laura Méndez es doctora en Historia y docen-
tarle su dignidad. Encima de todo la maldita diabetes te del CRUB; Víctor Díaz es Ingeniero Industrial
lo tenía a maltraer últimamente. y escritor.
Todos los Chicos 31
Tres astronautas
de Humberto Eco
Era una vez la Tierra. Era una vez Marte. Estaban ción de jazz. En el segundo iba un ruso, que cantaba
muy lejos el uno de la otra, en medio del cielo, y al- con voz profunda “Volga, Volga”. En el tercero iba
rededor había millones de planetas y de galaxias. Los un negro que sonreía feliz con dientes muy blancos
hombres que estaban sobre la Tierra querían llegar sobre la cara negra. En esa época los habitantes de
a Marte y a los otros planetas ¡pero estaban tan le- África, libres por fin, habían demostrado que como
jos! Sin embargo, trataron de conseguirlo. Primero los blancos podían construir, casas, máquinas y, na-
lanzaron satélites que giraban alrededor de la Tierra turalmente, astronaves. Cada uno de los tres deseaba
durante dos días y volvían a bajar. Después, lanzaron ser el primero en llegar a Marte: El norteamericano,
cohetes que daban algunas vueltas alrededor de la en realidad, no quería al ruso y el ruso al norteame-
Tierra, pero, en vez de volver a bajar, al final escapa- ricano, porque el norteamericano para decir “buenos
ban de la atracción terrestre y partían hacia el espacio días” decía “How do you do” y el ruso decía “zdravch-
infinito. Al principio, pusieron perros en los cohetes: mite”. Así, no se entendían y creían que eran diferen-
pero los perros no sabían hablar y por la radio del co- tes. Además, ninguno de los dos quería al negro por-
hete transmitían solo “guau, guau”. Y los hombres no que tenía un color distinto. Por eso no se entendían.
entendían qué habían visto y adónde habían llegado. Como los tres eran muy valientes, llegaron a
Por fin, encontraron hombres valientes que quisieron Marte casi al mismo tiempo. Descendieron de sus
trabajar de astronautas. astronaves con el casco y el traje espacial. Y se encon-
Los astronautas se llamaron así porque se larga- traron con un paisaje maravilloso y extraño: El terreno
ron a explorar los astros que están en el espacio infi- estaba surcado por largos canales llenos de agua de
nito, con los planetas, las galaxias y todo lo que hay color verde esmeralda. Había árboles azules y paja-
alrededor. Ellos partían sin saber si podían regresar. ritos nunca vistos, con plumas de rarísimo color. En
Querían conquistar las estrellas, de modo que algún el horizonte se veían montañas rojas que despedían
día todos pudieran viajar de un planeta a otro, por- misteriosos fulgores. Los astronautas miraban el pai-
que la Tierra se había vuelto demasiado chica y los saje, se miraban entre sí y se mantenían separados,
hombres eran cada día más. desconfiando el uno del otro.
Una linda mañana, partieron de la Tierra, de tres Cuando llegó la noche se hizo un extraño silencio
lugares distintos, tres cohetes. En el primero iba un alrededor. La Tierra brillaba en el cielo como si fuera
estadounidense que silbaba muy contento una can- una estrella lejana. Los astronautas se sentían tristes
Todos los Chicos 33
y perdidos, y el norteamericano, en medio de la oscu- ciano se acercó al pajarito, lo miró, y dejó escapar dos
ridad, llamó a su mamá. Dijo: “Mamie”.Y el ruso dijo: columnas de humo de su trompa. Y los terráqueos,
“Mama”. Y el negro dijo: “Mbamba”. Pero enseguida entonces; comprendieron que el marciano estaba
entendieron que estaban diciendo lo mismo y que te- llorando. A su modo, como lo hacen los marcianos.
nían los mismos sentimientos. Entonces se sonrieron, Luego vieron que se inclinaba sobre el pajarito y lo le-
se acercaron, encendieron juntos una linda fogatita, vantaba entre sus seis brazos tratando de darle calor.
y cada uno cantó las canciones de su país. Con esto El negro que en sus tiempos había sido persegui-
recobraron el coraje y, esperando la mañana, apren- do por su piel negra sabía cómo eran las cosas. Se vol-
dieron a conocerse. vió hacia sus dos amigos terráqueos: ¿Entendieron?
Por fin llegó la mañana y hacía mucho frío. De re- –dijo–. ¡Creíamos que este monstruo era diferente a
pente, de un bosquecito salió un marciano. ¡Era real- nosotros y, en cambio, también él ama los animales,
mente horrible verlo! Todo verde, tenía dos antenas en sabe conmoverse, tiene corazón y, sin duda, cerebro
lugar de orejas, una trompa y seis brazos. Los miró y también! ¿Todavía creen que tenemos que matarlo?
dijo: “grrrrr”. En su idioma quería decir: “¡Madre mía!, Se sintieron avergonzados ante esa pregunta.
¿Quiénes son estos seres tan horribles?”. Pero los te- Los terráqueos ya habían entendido la lección: no
rráqueos no lo entendieron y creyeron que ése era un es suficiente que dos criaturas sean diferentes para
grito de guerra. Era tan distinto a ellos que no podían que deban ser enemigas. Por eso se aproximaron al
entenderlo y amarlo. Enseguida se pusieron de acuer- marciano y le tendieron la mano. Y él, que tenía seis
do y se declararon contra él. Frente a ese monstruo manos, estrechó de una sola vez las de ellos tres,
sus pequeñas diferencias desaparecían. ¿Qué impor- mientras con las que tenía libres hacía gestos de sa-
taba que uno tuviera la piel negra y los otros la tuvie- ludo. Y señalando con el dedo la Tierra, ahí abajo en
ran blanca? Entendieron que los tres eran seres hu- el cielo, hizo entender que quería hacer conocer a los
manos. El otro no. Era demasiado feo y los terráqueos demás habitantes y estudiar junto a ellos la forma de
pensaban que era tan feo que debía ser malo. Por eso fundar una gran república espacial en la que todos
decidieron matarlo con sus desintegradores atómicos. estuvieran de acuerdo y se quisieran.
Pero de repente, en el gran hielo de la mañana, Los terráqueos dijeron que sí muy contentos. Y
un pajarito marciano, que evidentemente se había para festejar el acontecimiento le ofrecieron un ca-
escapado del nido, cayó al suelo temblando de frío y ramelo. El marciano muy feliz se lo metió en la nariz
de miedo. Piaba desesperado, más o menos como un y empezó a moverla rítmicamente. Pero ya los terrá-
pájaro terráqueo. Daba mucha pena. El norteamerica- queos no se escandalizaban más. Habían entendido
no, el ruso y el negro lo miraron y no supieron con- que en la Tierra como en los otros planetas, cada uno
tener una lágrima de compasión. Y en ese momento tiene sus propias costumbres y que sólo es cuestión
ocurrió un hecho que no esperaban. También el mar- de comprenderse entre todos.
34 Todos los Chicos
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Para preparar esta tarta vas a empezar elabo- tribuís el relleno y cocinás la tarta en horno a
rando la masa, para lo cual batí 125 gr de man- temperatura media hasta que se dore bien pare-
teca blanda con 70 gr de azúcar impalpable y la ja, unos 30 minutos aproximadamente. Una vez
ralladura de 1 naranja y acto seguido incorporale dorada la retirás del horno, esperás que se en-
–ayudándote con la espátula– 250 gr de harina fríe, con una manga cubrís su superficie con cre-
0000 y 8 gr de polvo de hornear. Cuando con- ma pastelera formando una espiral y la decorás
seguís ligar la masa –teniendo en cuenta que se con frutillas enteras, al medio o fileteadas. Podés
trata de una masa frola y por ende se puede que- reemplazar las frutillas por ciruelas, duraznos o
brar– la colocás entre 2 plásticos, la estirás con la fruta que te guste y para finalizar podés pintar
palote buscando formar un círculo de aproxima- el borde con mermelada diluida con un poco de
damente 30 cm de diámetro y una vez obtenido agua y espolvorearla con coco rallado.
el mismo lo refrigerás en heladera 20 minutos.
Ahora para elaborar el relleno mezclás 200 gr de Lo que necesitás para la Tarta de ricota, pas-
azúcar con 1 cucharada sopera de fécula de maíz, telera y frutillas: 125 gr de manteca / 70 gr de
3 yemas de huevo, la ralladura de 1 limón y 400 azúcar impalpable / 1 naranja / 250 gr de harina
gr de ricota firme. A continuación en un molde 0000 / 8 gr de polvo de hornear / 200 gr de azú-
tortero con base móvil, de no más de 24 cm de car / fécula de maíz / 3 huevos / 1 limón / 400
diámetro y previamente enmantecado, disponés gr de ricota / crema pastelera / frutillas o fruta
la masa, retirás el excedente de los bordes, dis- a elección
Palabras de sobremesa:
Para preparar esta bomba dulce empezarán de dulce de leche. Para elaborar el merengue ita-
derritiendo 150 gr de manteca punto pomada, es liano comenzarán por el almíbar: ponen a hervir
decir súper blandita, en 50 ml de agua, que es en una olla a fuego medio 160 ml de agua, 400
aproximadamente un vaso. Ahora con una batido- gr de azúcar y una cucharada sopera de jugo de
ra batirán 12 yemas de huevo, le añadirán la man- limón. Cuando la mezcla comienza a burbujear
teca derretida en frío y tamizando incorporarán de empiezan a batir a punto nieve las 12 claras de
a poco 600 gr de premezcla de harinas sin TACC huevo que reservaron al separar las yemas para la
hasta obtener una masa suave, compacta y fácil masa, y cuando el almíbar llega a 125° grados –lo
de trabajar. A continuación enharinan la mesada, comprueban echando una gota del mismo en un
dividen la masa en diez bollos iguales, ayudándo- vaso de agua donde tiene que formarse una bo-
se con un palote van estirando de a uno hasta que lita dura– lo vierten a filo –lentamente por la pa-
alcancen un espesor de 3 mm y a medida que los red del bol– sobre las claras punto nieve mientras
estiran los pinchan con un tenedor y los hornear continúan batiendo las claras hasta que vuelvan
en horno fuerte a 200°, sobre una placa ligera- a la temperatura ambiente. Finalmente decoran la
mente enmantecada, durante 5 a 6 minutos hasta superficie de la torta con el merengue italiano, la
que alcancen un tono dorado leve, pero evitando ponen en la heladera para que se compacte y se
que se doren demasiado. Consejo: la placa debe enfríe, y llegado el momento la sirven para que
estar más o menos a la misma temperatura que los comenzales exploten de dulzura.
la masa, así que utilicen dos, una en el horno y la
otra enfriándose para colocar el disco siguiente. Lo que necesitan para la Torta Rogel libre de
Una vez cocidos todos los discos los dejan enfriar, gluten: 150 gr de manteca / 12 huevos / 600 gr
colocan el primero sobre la base donde montarán de premezcla de harinas sin TACC / 500 gr de
la torta y los van untando y poniendo uno sobre dulce de leche / 400 gr de azúcar / jugo de li-
otro, distribuyendo entre las 10 unidades 500 gr món / agua
ASEGURATE QUE TODOS LOS PRODUCTOS ESTÉN EFECTIVAMENTE LIBRES DE GLUTEN Y SEAN CONFIABLES
Cartas de Papel 39
Equipo de Revista TODO, mi nombre es Juan Manuel Ferrarini. Soy artista plástico (pintor dibu-
jante y escultor) de Bariloche y quisiera saber si es posible poder publicar mis obras pictóricas en
la Revista TODO, en la sección de Arte y Oficio, entre otras. Vengo coleccionando hace bastante
los números dedicados a diversos artistas, y me gustaría ser parte con algunas de mis obras. En
el caso de ser posible, no hay problema en enviar fotos y Currículum Vitae o Biodata. Esperando
respuesta, envío saludos cordiales.
Juan M. Ferrarini
Hola Equipo de la Revista TODO: Acá van estas líneas para enviarles un saludo afectuoso y mis fe-
licitaciones por la excelente publicación que llevan adelante. Además quiero aprovechar para com-
partir una reflexión acerca de nuestra ciudad y especialmente en relación a las playas, porque está
comenzando la temporada de verano y comienzo a ver con mucha tristeza como las playas de Bari-
loche empiezan a llenarse de basura: bolsas, paquetes vacíos, botellas descartables de gaseosas, etc.
Esta situación no solamente contamina nuestro hermoso paisaje sino que a su vez empobrece nues-
tro principal recurso económico que es sin dudas el turismo. Lamentablemente no tenemos con-
ciencia a nivel social de esta realidad y muchas personas en vez de buscar y acercarse a un tacho de
basura terminan dejando sus residuos en el lugar donde se estuvieron recreando y disfrutando. Creo
que es realmente una contradicción esta situación de dejar basura en donde acabamos de estar dis-
frutando, una contradicción ejercida tanto por quienes nos visitan como por aquellos que nacieron
en esta zona y los que elegimos este lugar para vivir y criar a nuestros hijos. Ojalá tomemos concien-
cia al respecto y entendamos que esto solo puede solucionare si cada uno de nosotros aportamos
nuestro granito de arena. Gracias por permitirme compartir esta reflexión, saludos cordiales.
Gente de Revista TODO, les escribo para consultarlos por la posibilidad de conseguir números
anteriores de su revista, soy vecina de Dina Huapi pero lamentablemente la revista llega poco por
nuestra localidad, los números que tengo los conseguí mayormente en los locales del centro y por
el encargo que le tengo hecho a una prima que vive cerca del supermercado de Melipal y cuando
ve la revista me rescata un ejemplar para mí. El último número de octubre/noviembre por suerte
lo tengo y me gustó muchísimo. Todo el contenido es interesante, desde la historia a las plantas
medicinales y los cuentos y los cuadros. Ojalá puedan mandar más ejemplares a su sucursal de
Dina Huapi, así los vecinos de nuestra ciudad también podemos acceder a la revista. Espero su
respuesta para saber si puedo conseguir números anteriores y dónde. Muchísimas gracias.
Elena García
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