Año 10 / Nº 51

Junio / Julio 2018

B a r i l o c h e - P a t a g o n i a / D i s t r i b u c i ó n g r a t u i t a

Paola Knotek en ARTE Y OFICIO páginas 15 a 19

Editorial
La revista del TOdO Sumario
Queridos amigos: Archivo Visual Patagónico Pág. 2

Mudanzas existenciales
Cumplidas las bodas de oro, en plena adultez,
compartimos con ustedes un número íntimamen- Por Liliana Lolich y federico Silin
te invernal, hecho de honduras. Abordamos en él
–desde la perspectiva editorial y artística que insisti- Salud, Ciencia y Conciencia Pág. 6
mos en cultivar– un tema que atraviesa el entrama-
Plantas para la salud bucal
do social y es noticia cotidiana a pesar de las resis-
tencias, los estigmas y los estereotipos: la violencia Por Sara Itkin
de género y el abuso sexual infantil. Una entrevista
realizada por Sebastián Carapezza a las operadoras El fogón del Encuentro Pág. 9
y psicólogas de la LÍNEA 102 de emergencia para
las víctimas de violencia de género nos introduce Línea 102, una voz en el teléfono
al tema. La propuesta de Paola Knotek desplegada Por Sebastián Carapezza
a lo largo de El Fogón del Encuentro, Arte y Oficio y
Páginas Patagónicas, lo aborda explícitamente, vi- Arte y Oficio Pág. 15
sibilizándolo y multiplicando encuadres, detalles e
intensidades. Completan el abordaje los cuentos del Paola Knotek
libro Invierno de Cecilia Fresco, tres historias de mu- Villa La Angostura
jeres que abren en abanico la reflexión propiciada
por la charla y las obras visuales. Un número intenso Páginas Patagónicas Pág. 20
con el que buscamos sensibilizar positivamente, para
que concretemos juntos el deseo de una sociedad Invierno
mejor. ¡Hasta la próxima! Por Cecilia fresco

El equipo de Revista Todo Hombres y Mujeres de mi tierra Pág. 27

Un Arco Iris amarillo y verde

Por fabián Martins

StAff todos los Chicos Pág. 31

Dirección General: Roberto Juan Gilio Juegos, curiosidades
Dirección Editorial: Sebastián di Silvestro
y cuentos para pensar…
Dirección Comercial: Irene Peralta
Escriben en este número: Liliana Lolich, Sara Itkin,
Amigos por el viento
Sebastián Carapezza, Paola Knotek, Raúl Catalá, Cecilia
Fresco, Fabián Martins, Liliana Bodoc, Cholo Pereira e
Por Liliana Bodoc
Irene E. Peralta.
Colaboraron con este número: Operadoras y psicólogas Costumbres del Sabor y del Saber Pág. 36
de la Línea 102, Liliana Lolich, Fabián Martins, Paola Knotek,
Nutrir el invierno
Cecilia Fresco y Laura García Rodríguez.
Ilustración: Martín Chirulo Por Cholo Pereira
Redacción y Corrección: Raúl Catalá
Producción Editorial: EdICIONES PATAGONIA ESCRITA
Ñoquis libres de gluten
Diagramación: dIdOT/diseño & diagramación Por Irene Enriqueta Peralta
Impresión: Arcángel Maggio / Lafayette 1695 (C1286AEC)
Buenos Aires - Argentina Cartas de Papel Pág. 39
Propietario de la Publicación: Quetrihué S.A.
Dirección: Luis Piedrabuena 5152 – Bariloche / Río Negro La Página de Chirulo
Registro de la propiedad intelectual Nº 5348517
2 Archivo Visual Patagónico

Mudanzas existenciales
Compartimos con ustedes algunas de las imágenes que integran
la muestra que federico Silin está presentando durante este año
en las diversas sedes de la Universidad Nacional de Río Negro.
Por Liliana Lolich*

Una vez más, Federico Silin nos sorprende con su
perseverante trabajo de salvataje de las imágenes de
un Bariloche que no supimos conservar. Imágenes
que rescatan del olvido las vivencias y la materialidad
de aquella primigenia villa de montaña.
Las fotografías testimonian nuestro antepasado
maderero y la presencia de la Compañía Comercial
y Ganadera Chile-Argentina, cuya regionalista de-
nominación oculta los capitales alemanes que la
sostenían, a la vez que reconoce un vínculo de her-
mandad que reiteradas hipótesis de conflicto no
pudieron desarmar. Tampoco el Congreso de la
Historia Rionegrina celebrado en Bariloche en 1968
en el cual se acordó dar más crédito a un documen-
to del Gral. Roca que a la persistencia de pobla-
miento como fecha fundacional de la ciudad. Todo
ello, para evitar reconocer a un chileno como pri-
mer poblador.
En cambio, la arquitectura evidencia lo que la his-
toria oficial oculta. La transculturación de estilos y
técnicas resulta evidente. En algunos casos, réplicas
idénticas de homólogos trasandinos. Conocimientos
compartidos, oficios compartidos, tecnologías com-
partidas, costumbres compartidas, historias compar-
tidas, marcaron el pulso de un intercambio cotidiano
en el cual la cordillera, lejos de ser una barrera actuó
como una costura destinada a reforzar una unión
que tantas veces se intentó desgarrar.
Mucho de este pasado ya se perdió, pero aún
perduran el edificio de la antigua Oficina de Tierras
y Colonias y varias obras modestas, las de raigam-
bre popular, las menos llamativas, que es posible en-

Vivienda Capraro, Neumeyer 40, Ca. 1908 - Álbum Cia. Comercial

y Ganadera Chile/Argentina en Archivo Visual Patagónico

Edificio Escuela Nº 16, Actual Galería del Sol, Ca. 1908 - Archivo Escuela Nº 16
contrar diseminadas en las calles de nuestra ciudad,
resistiendo el paso del tiempo y de la carencia de
políticas de conservación.
En un Bariloche empeñado en borrar su pasado “chi-
lenizado”, esta distancia entre lo que persistió y lo que se
destruyó, es equiparable a la diferencia entre lo casual y
lo intencional que esconden esas desapariciones.
Por suerte, el amor fraternal sigue siendo más
fuerte. Por suerte, Bariloche sigue dando hijos como
Federico Silin que sostienen con su labor archivística
y documental, la persistencia de los recuerdos.
Almacén de Ramos Generales La Alemana
de Carlos Wiederhold, año 1902
Álbum Excursión a la Patagonia y los Andes
Archivo Visual Patagónico 3
¿Qué es el Archivo Visual Patagónico?
Pensado y coordinado por Federico Silin el
“Archivo Visual Patagónico” surge en el año 2003
como una forma de rescatar la memoria de las fami-
lias pioneras y su entorno cultural a través de la puesta
en valor y divulgación de sus respectivas colecciones
y álbumes históricos sin fines comerciales, logrando
abrir una ventana hacia todo el proceso de inmigra-
ción desarrollado en la región del Nahuel Huapi, a
fines de siglo XIX. De esta manera el “AVP” trabaja
Hotel San Carlos de Félix Petiti,
Villegas y Moreno, año 1915
Archivo Prensa Municipalidad
4 Archivo Visual Patagónico

Oficina de Tierras y Colonias, Villegas y Moreno, Ca. 1928

Col. Capraro en Archivo Visual Patagónico

para desarrollar las mejores condiciones de mante-
nimiento de los documentos con el fin de asegurar su
conservación y resguardo por medio de la realización
de tareas de restauración, reconstrucción y planifica-
ción en forma totalmente digital, en alta definición.
En este sentido los documentos digitales al igual
que los documentos de archivo mantienen originali-
dad, autenticidad y fiabilidad, si bien sus principales
diferencias derivan del hecho de que su creación,
manipulación, transmisión, recuperación y lectura se
realiza por medio de la intervención y manejo de he-
rramientas digitales.
El “AVP” intenta construir una herramienta esen-
cial de salvaguarda, protección y fundamentalmente

Residencia Los Cipreses, Av. E. Bustillo Chalet Alcoba Pitt construido por Enrique Lunde
Km 1.200 - 21 de Enero de 1920 Beschtedt y Tiscornia, año 1930
Col. Garza en Archivo Visual Patagónico Col. Lunde en Archivo Visual Patagónico
 Archivo Visual Patagónico 5

Lahusen & Cía. Lda. - Mitre y Quaglia, año 1928 - Col. Capraro en Archivo Visual Patagónico

de conciencia social para la preservación de docu-

mentos y colecciones que se encuentran en peligro.
Creemos que pensar el pasado a través de los do-
cumentos y registros fotográficos nos ayuda a com-
prometernos con el presente y proyectarnos al futuro
a partir de una historia que nos interpela y que hoy
atesoramos en antiguas fotografías y postales, por
eso no destruya sus antiguas fotos de familia, porque
ellas ya pertenecen al patrimonio cultural.
Como guía para la implementación de esta iniciati-
va se tuvo en cuenta el proyecto “Memoria Patagónica”,
desarrollado por el Instituto Primo Capraro de
Bariloche, y el archivo digital “American Memory” de-
pendiente de la “Librería del Congreso” de los Estados
Unidos de América (www.loc.gov), cuya misión esta-
blece “que se utilizarán las nuevas tecnologías para
sostener y preservar una colección universal de cono-
cimientos y creatividad para las futuras generaciones”
Todos podemos contribuir a esta tarea facilitan-
do fotografías y/o álbumes para su digitalización y
socialización escribiendo a: archivovisualpatagoni-
co@yahoo.com

REDES:
Twitter: @arvisualpatagon
Facebook: /archivovisualpatagonico
Flickr: /photos/archivovisualpatagonico
Pinterest: /arvisualpatagon Instagram: /archivovi-
sualpatagonico

* Investigadora y docente en CONICET-UNRN

6 Salud, Ciencia y Conciencia

Plantas para la salud bucal

La primera referencia a la pasta de dientes se haya en un manuscrito
egipcio del Siglo IV a.C. en el que se establece una mezcla de sal, pimienta,
hojas de menta, iris y flores. Esta preparación era denominada Clister.
Por Sara Itkin, Médica Generalista y Naturista

Desde siempre, mujeres y hombres de diferentes

lugares del mundo, usaron las plantas para ganar
salud. Limpiaban y sanaban sus bocas masticando
las hojas de ciertas plantas o árboles y también fro-
tándolas en sus encías y dientes.
La primera referencia conocida sobre una pasta
de dientes se encuentra en un manuscrito de Egipto,
en el Siglo IV a.C., que establece una mezcla de
polvo de sal, pimienta, hojas de menta, iris y flores,
llamada clister. Para fabricarla se mezclaba además,
piedra pómez pulverizada, sal, pimienta, agua, uñas
de buey, cáscara de huevo y mirra.
En Grecia y Roma las pastas de dientes eran ela-
boradas con orina humana porque se consideraba
que ésta contenía elementos blanqueadores. Los
huesos de pescado fueron utilizados por los chi-
nos. En la Edad Media, los árabes utilizaban arena
fina y piedra pómez como ingredientes en las fór-
mulas para la limpieza de los dientes, sin embargo
descubrieron que el uso de estos duros abrasivos
perjudicaba el esmalte dental.
Los Mayas empleaban sustancias de origen ve-
getal y animal, como las raíces de la especie deno-
minada chacmun (Rauwolfia heterophyla), que apli-
caban contra los dientes para tratar las caries, las
molestias dentales y el mal aliento. Con el mismo fin
usaban otros analgésicos dentales como las cenizas
de iguana quemada viva y el hollín pulverizado en-
vuelto en algodón en rama. Otro medio de higiene
Maqui
Consuelda menor
fue el chicle, cuyo nombre deriva del nahuátl chictli
que hace referencia a la savia que extraían de un
árbol que crece en México, el chicozapote o zapote
negro (Manilkara zapota).
También los Pueblos Tehuelche y Mapuche usan,
desde siempre, plantas nativas de la patagonia para
limpiar sus dientes o calmar dolores y hay muchas
plantas que podemos cultivar en nuestro jardín que
nos ayudarán a mejorar la salud de nuestra boca.
Es el maqui un arbolito nativo de la patago-
nia andina, siempreverde, de 3 a 4 metros de al-
tura, de tronco dividido y ramas delgadas flexi-
bles, rojizas. Es un árbol dioco, es decir que hay
ejemplares con flores femeninas (las cuales da-
rán fruto) y otros con flores masculinas, en ambos
estas son blanquecinas, pequeñas y se disponen
en racimos. Sus hojas, redondeadas, son de color
verde brillante, florece en primavera y da los fru-
tos violáceos en el verano. Vive preferentemente
en quebradas, faldeos de cerros o márgenes de
bosques a ambos lados de la cordillera. Coloniza
con facilidad terrenos que han perdido su cubierta
vegetal, transformándose en una especie pione-
ra de suelos recién quemados o explotados. Las
comunidades que forma se denominan “macales”
y cumplen la función de proteger los terrenos de
sus agentes erosivos.
Su nombre científico es Aristotelia chilensis. El
género Aristotelia fue puesto en honor a Aristóteles,
 Salud, Ciencia y Conciencia 7
el filósofo griego; la especie chilensis es por el lugar
donde se encuentra la planta. Las hojas del maqui
presentan propiedades antiinflamatorias, anties-
pasmódicas, astringentes y analgésicas. Las usamos
en infusión (frescas o secas) y haciendo buches o
gárgaras para aliviar aftas, anginas o directamente
masticando muy despacio la hoja fresca y aplicán-
dola en el lugar que duele la muela.
La consuelda menor conocida también como
“sanalotodo”, “prunela” o “brunela” es una hier-
ba amiga de la boca, cura el herpes labial y se usa
desde la antiguadad para sanar aftas, encías san-
grantes, anginas y faringitis. Para ello se realizan
enjuagues bucales con su té. Su nombre científico Salvia
es Prunella vulgaris. Originaria de las zonas tem-
pladas de Asia y Europa, se ha distribuido por todo
el mundo, habitando lugares húmedos, cercanos a una planta herbácea, anual. Originaria de la región
bosques y cursos de agua. Es una planta perenne, mediterránea, se ha distribuido por todo el mundo.
de aproximadamente 30 a 60 cm. de altura. De ho- Se adapta a diferentes climas y suelos. Crece rá-
jas opuestas, algo dentadas de 3 a 5 cm. de largo; y pidamente por semillas. Se utilizan sus flores, que
tallos erectos que terminan en una espiga de flores varían su color del amarillo al anaranjado intenso,
púrpuras a violeta oscuro. los cuales pueden usarse frescas o secas. Realizando
Paracelso, médico suizo del medioevo, creó la buches con su té, desinflama encías, ayuda a aliviar
“Teoría de las signaturas” o “del signo” aludiendo llagas y molestias en la boca.
que las plantas, los animales y los minerales llevan No puede faltar en nuestro “jardín-botiquín” una
planta tan noble como la salvia. Originaria de la
cuenca del Mediterráneo y Asia Menor se la cono-
ce también como salvia blanca o salvia común. Su
nombre botánico Salvia officinalis proviene del latín
salvare, en alusión directa a las múltiples y maravi-
llosas propiedades que se le atribuyen a esta plan-
ta; officinalis por su parte nos indica que se trata de
una especie de utilidad medicinal. Es un subarbusto
perenne que llega a medir hasta 70 cm. de altura y
presenta tronco leñoso. Sus hojas son ovaladas, de
color verde grisáceo, más blanquecinas en el envés,
aterciopeladas en ambas caras y muy aromáticas.
Sus flores azul violáceas se agrupan en espigas ter-
minales, haciendo su aparición a finales de primave-
Caléndula ra y hasta entrado el otoño. Con sus hojas frescas o
secas podemos masajear encías para fortalecerlas y
frotándolas sobre nuestros dientes, tienen un efec-
a menudo sobre sí los signos que permiten conocer to blanqueador. Haciendo gárgaras con la infusión
sus virtudes. Según esta teoría se relacionaba a la alivia dolores de garganta.
flor de la consuleda menor y su disposición en for- Siempre las plantas serán grandes amigas para
ma de espiga con la forma de boca y garganta y así la salud y el bienestar...
se le atribuían virtudes para curar la inflamación de
la garganta. Los estudios actuales dan cuenta que
la planta tiene propiedades cicatrizantes, antibac-
teriales y antivirales.
La caléndula es conocida también como china
o chinita. Su nombre científico es Calendula offici-
nalis. Su denominación botánica proviene del latín
kalendae, que denomina el primer día del mes del Tel. 0294-4467398
calendario romano, ya que estas plantas florecen los e-mail: sara_itkin@yahoo.com.ar
primeros días de la mayoría de los meses del año. Es
 El fogón del Encuentro 9

A la vera del fogón:

Línea 102, una voz
en el teléfono
Por Sebastián Carapezza

Conversamos con operadoras y psicólogas de la línea 102 que atienden

emergencias por violencia de género. Compartimos estadísticas y
horizontes de una problemática que lastima mucho y es de todos.

El Departamento de Violencia de Género que de-
pende de la Municipalidad de Bariloche tiene tres
dispositivos: la línea 102, la guardia de Primeras
Horas y el Refugio Casa Amulen. ¿Cómo articulan
entre esos dispositivos?
Las llamadas al 102 pueden ser una urgencia, un
emergente, un asesoramiento o un momento de con-
tención. La frecuencia de los llamados es relativa. Los
hay todo el día, todo el tiempo y no siempre son si-
tuaciones de violencia. Los fines de semana se mani-
fiestan bastante, sobre todo de noche después de las
2 de la mañana. Insistimos en que las mujeres llamen
a la línea 102 antes que al 911, porque nosotras te-
nemos más llegada a las comisarías que ese número
que es nacional. Es que al tener más de 5 años de
funcionamiento tenemos más presencia en el terri-
torio. Muchos casos son cercanos a la comisaría 42
donde están la mayoría de los barrios populares de
Bariloche.
Si una mujer llama a la 102 con una denuncia
de violencia, nosotras llamamos a la comisaría de
la jurisdicción y le pedimos que vaya a esa vivien-
da y la acerque a la comisaría de la familia, donde
la operadora vuelve a contactarse telefónicamente
con esa persona. Y ahí se hace una segunda parte
de la intervención. Es un trabajo muy de equipo.
Nosotras buscamos un ambiente en donde las per-
sonas tengan la voluntad de recibirnos, para conte-
nerlas, asesorarlas en el tema de la denuncia y ver
cuál es la red de contención familiar segura con la
que cuenta, porque capaz tiene un montón de fami-
lia pero eso no implica que tenga un lugar seguro al
cual dirigirse en ese momento. Pero si la gravedad
del hecho lo amerita damos curso a la guardia de
Primeras Horas.
10 El fogón del Encuentro
¿En qué consiste la guardia de Primeras Horas y
qué función cumple la casa refugio Amulen?
A través de la guardia de Primera Horas durante
el 2017 se acompañaron 55 situaciones que llegaron
a la línea 102. Este espacio funciona como nexo en-
tre los organismos judiciales, los centros de salud y la
casa Refugio Amulen. La guardia de Primeras Horas
depende de la línea 102, la comisaría de la familia y el
Sistema de Abordaje Territorial –SAT–. La semana está
repartida entre estos tres equipos técnicos de trabajo
en los que intervienen diferentes profesionales: psicó-
logas, abogadas, trabajadoras sociales y operadoras.
Esa articulación que por momentos parece un rompe-
cabezas es la que permite garantizar una guardia las
24 horas los 365 días del año y así poder acompañar
a las mujeres en el recorrido institucional, ya sea para
realizar la denuncia, ver si necesita cuidados médicos
o acompañar su eventual ingreso a la casa Amulen.
Se trata de proporcionar una red de conten-
ción segura antes de pensar en la opción de la casa
Amulen, que por razones obvias tiene una dirección
públicamente desconocida. Quizás una víctima de
violencia tiene familiares, amigos u otras personas
que la pueden recibir en esos momentos pero prefiere
no hacerlo por miedo a la represalia que pueda tomar
el agresor. De hecho en esa casa refugio no se permite
el uso de celulares ni recibir visitas, porque justamen-
te se trata de resguardarlas. No es un lugar en el que
entran un día y salen al siguiente, sino que allí van
cuando la situación es extrema. Si bien la permanen-
cia es voluntaria, se intenta que la mujer se vaya de
este espacio con todas medidas cautelares posibles.
En definitiva en casa Amulen brindamos resguar-
do temporal a mujeres mayores de 18 años con sus
hijas e hijos, que están atravesando una situación
de violencia de género. Esa casa, del mismo modo
que la línea 102 funciona las 24 horas todos los días
del año. Durante el 2017 se produjeron 50 ingresos
a este refugio. Las personas que pasan reciben una
contención psicosocial integral por parte de nuestros
profesionales y si bien nosotras no patrocinamos las
denuncias las asesoramos.
En la casa Amulen está establecido un plazo máxi-
mo de 90 días para albergarlas. Si bien nunca hemos
llegado a ese extremo hay situaciones en las que he-
mos estado cerca, porque como decimos lo ideal es
que la persona se vaya con todas las medidas cautela-
res para ella y para sus hijos frente al agresor. Y si bien
la medida cautelar no asegura que un episodio no
vaya a volver a ocurrir, con esa medida podes llamar
al 102 y esa persona automáticamente es arrestada
o al menos debiera serlo. El dispositivo está pensa-
do para eso: para que la persona esté a resguardo
 El fogón del Encuentro 11

mientras obtenga las medidas legales, y también se equipos de trabajo territoriales para un seguimiento
las acompaña en cuestiones de salud, al anses, etc. posterior, poder insertarlas en el mundo laboral y que
La idea es que esa víctima salga fortalecida y pue- continúe la asistencia psicosocial. Cada uno de estos
da encarar otro proyecto de vida distinto. Como la elementos hace que la mujer pueda fortalecerse y
violencia es una cuestión circular, a veces esa mujer pensarse en una vida libre de violencia.
por un tema de recursos vuelve con el agresor y pro- Si se analiza la situación los que siempre atravie-
bablemente habrá un reingreso posterior en el que san el sistema judicial son la mujer con sus hijos. La
recién ahí la persona se da cuenta de lo que está pa- mujer deja de trabajar, los hijos dejan de estudiar. Ella
sando y cambia su estilo de vida. Los casos que entran tiene que ir a una casa refugio, ir al juzgado, al hospi-
en Amulen son el 10 % de las denuncias que llegan. tal, mientras el hombre se queda en su casa mirando
El otro 90 % es casi imposible que pueda sostener un tele. Entonces son muchas las aristas que hay que
proceso judicial con las políticas de estado actuales. atender. Lo económico, lo habitacional, lo emocional,
las redes de contención, lo laboral. En general más de
¿Qué falta en los dispositivos existentes para que la mitad de las personas están en situaciones de tra-
una mujer pueda sostener el proceso de salida de bajo precarizado, en donde no existe la posibilidad
la violencia? de tomarte una licencia, ni un día, ni perder mañanas
dentro del poder judicial para resolver tu situación. Es
Falta más articulación y predisposición de la po- complejo. Tenemos que responder a la urgencia pero
licía, porque hay algunas comisarías que ayudan y no podemos hacer solamente eso.
otras no tanto. Hay mucho machismo en esas insti- Cuando hablamos de sensibilización pensamos en
tuciones entonces es complicado llegar. Sin embargo
hemos realizado reuniones muy positivas con dife-
rentes comisarios donde se refleja el trabajo que es-
tán haciendo en determinados casos. Nosotras pe-
dimos que ante una urgencia llamen directamente
al 102 porque ha pasado que llaman a la comisa-
ría directamente y el móvil no acude a ese llamado.
Cuando nos comunicamos en nombre de la línea 102
tenemos otro peso para lograr acciones concretas.
Lograr que esas mujeres queden más fortalecidas
es un proceso de trabajo que lleva años. El círculo de
la violencia en términos emocionales se complejiza
por la dependencia económica que suele haber, en-
tonces es muy importante seguir fortaleciendo los
12 El fogón del Encuentro
la prevención pero mientras no podamos revisar este-
reotipos, políticas públicas y distribución de tareas do-
mésticas y de cuidado, no estaremos planteándonos so-
cialmente las cuestiones de fondo. Hay que pensar que
la violencia es la consecuencia de relaciones desiguales.
¿Qué dicen las estadísticas respecto a violencia de
género en Bariloche?
Algo importante es diferenciar la violencia de gé-
nero de la violencia familiar ya que este último con-
cepto nos queda chico. La ley nacional habla de vio-
lencia de género, la ley provincial lo acota a lo familiar
y nuestros dispositivos están enmarcados en esta ley
provincial. Hay muchas situaciones que se reciben en
la línea 102 o en las comisarías en las que se eviden-
cia que nuestros dispositivos quedan chicos. Entre
septiembre del 2016 y ese mismo mes del 2017 se
recibieron 2264 llamadas de las cuales aproximada-
mente el 40 % se debieron a situaciones de violencia
de género. Estos datos coinciden con el porcentaje
de llamados que recibe la línea nacional desde don-
de muchas veces nos derivan llamados. El 60 % de
las llamadas son consultas o solicitudes para derivar.
Del año pasado a este las llamadas se incremen-
taron un 400 %. Hay que tener en cuenta que también
llaman hombres víctimas de violencia y si bien ocu-
rre solo en un 5 % de los casos sucede y es algo que
al principio nos agarraba por sorpresa. Por supuesto
que los asesoramos aunque no existen los mismos
dispositivos para resolver una situación de ese tipo.
A nivel general la principal franja etarea que llama os-
cila entre 30 y 45 años con al menos un hijo, lo cual
es un problema porque estamos hablando de niños
sometidos a un funcionamiento vincular complejo.
También desde el año pasado contamos con la
casa refugio provincial cuyo objetivo principal es
prolongar el alojamiento en aquellos casos en los
que se supera el momento inicial en la casa Amulen.
Así mismo desde un programa que forma parte del
Departamento de Violencia de Género –llamado
Igualdad de Oportunidades– se distribuyen fondos
para alquileres temporarios, adquirir pasajes para
aquellas mujeres que deciden migrar, para pagar ali-
mentos o hacer modificaciones en la vivienda.
¿Comparten los mismos indicadores de riesgo
con otras instituciones provinciales y nacionales?
Después de todo un trabajo durante el segundo
semestre de 2016 unificamos criterios y protocolos
de intervención con la comisaria de la familia y con el
sistema de abordaje territorial del Concejo provincial
de la Mujer. El Departamento de Violencia de Género
del municipio, comisaría de la familia y SAT son la pri-
mera línea de derivaciones para cubrir las urgencias
que ingresan por la línea 102 y que activa todo un
circuito de derivaciones.
Se trabaja en el ámbito de la violencia intrafami-
liar pero en realidad el asesoramiento es más integral,
de hecho hemos tenido consultas tanto de violencia
laboral como obstétrica. Por eso nos parece impor-
tante que las operadoras reciban capacitaciones para
saber dónde derivar, porque son temas muy nuevos
y hay que tener en claro los circuitos administrativos.
En esos casos funcionamos como puente articulador
entre diferentes instituciones.
Las operadoras somos 6 y todo el tiempo esta-
mos recibiendo capacitaciones externas e internas.
Respecto a las primeras hace poco tuvimos una de
interrupción legal del embarazo por ejemplo. La idea
es poder contestar consultas de ese estilo y activar el
protocolo en caso de abuso o violación. Internamente
damos capacitaciones en escuelas, centros de salud,
juntas vecinales, y ofrecemos ese espacio donde
orientamos qué hacer en caso de sufrir violencia.

¿Cuáles son las acciones preventivas desde el
municipio?
En líneas generales trabajamos con los centros
de desarrollo infantil del municipio, hemos articu-
lando capacitaciones con el instituto de formación
docente en materia de educación sexual integral y
también estamos haciendo una agenda de traba-
jo respecto a prácticas domésticas e identidad, que
son ejes fuertes para pensar en la revisión de este-
reotipos cuya vigencia forma parte del problema
ya que la violencia es una consecuencia de algo
anterior. Además dos veces por semana brindamos
asesoramiento jurídico y recibimos consultas espon-
táneas. Estos espacios funcionan en los territorios
donde detectamos mayor cantidad de llamadas. En
ese aspecto es muy importante la ayuda que re-
cibimos de las juntas vecinales que promocionan
las actividades en los barrios. Es todo un camino a
recorrer, porque las víctimas no llegan fácilmente a
exponer su situación, las personas muchas veces no
tienen la posibilidad de acceder a recibir un asesora-
miento adecuado en una defensoría por ejemplo, al
respecto durante el 2017 se hicieron varias campa-
ñas públicas, radiales, gráficas y televisivas. También
sostuvimos un espacio radial en forma periódica,
participamos en diferentes eventos como la feria
de derechos o la semana de acciones por la no vio-
El fogón del Encuentro 13
lencia y difundimos la aplicación gratuita SOS que
hizo el municipio y permite establecer la ubicación
donde se encuentra la persona que solicita comu-
nicarse. A través de esta aplicación uno se puede
comunicar por casos de violencia de género o por
otros motivos como incendios, accidentes viales o
ambientales, incidentes en la montaña, etc.
¿Los informes que realizan son vinculantes para
la justicia?
Son complementarios y los toman cada vez más
en consideración. Solicitan audios e informes que
tenemos entendido que funcionan como pruebas.
Existen audios de mujeres que llaman en el mismo
momento en que están siendo agredidas por ejemplo.
Cambiar cuestiones de fondo son procesos que
llevan mucho tiempo. La violencia de género tiene mi-
les de años de historia y es importante ver que este
rasgo del patriarcado afecta a mujeres pero también
a varones que cumplen un rol, sean conscientes o res-
pondan a determinados estereotipos. Esto es lo que
hay que romper. Se vio claro cuando en Catamarca
unos chicos que estaban entrenando para el servicio
militar murieron a manos de sus compañeros por ór-
denes de sus superiores, esa fue una situación donde
se visibilizó que el patriarcado también mata varones
y nos pone a todos como víctimas.
14 El fogón del Encuentro
¿En qué se avanzó en los últimos años respecto al
trabajo que vienen realizando?

La visibilización de la problemática es un avance

aunque a veces parecería que tiene efectos colatera-
les, como un recrudecimiento de las situaciones. Nos
preguntamos si cada vez hay más casos o si se visibili-
zan más. Probablemente sean las dos cosas. Lo cierto
es que las mujeres han tomado conciencia que la vio-
lencia no debe ser el modo de vinculación con nadie y
eso trasciende la relación hombre-mujer y es extensivo
a los niños y niñas, a los ancianos, a los discapacitados.
Nosotras hacemos una especie de prevención
secundaria o solapada después de la emergencia.
Tratamos que no se repita pero a la vez buscamos
mostrarles a esos niños que si todo ese dispositivo se
puso en marcha debe ser porque algo no es bueno ni
válido y se puede cambiar o revisar. Por eso es impor-
tante que hablen, que llamen a la línea y si no se ani-
man que lo charlen con una amiga, con una prima, con
su mamá, con su papá, que empiecen a nombrarlo.
En esta temática estamos en un proceso de cam-
bio y si bien la puja es fuerte hay que ir por más.
Cualquiera puede acercarse a hacer una denuncia,
todos somos responsables, todas las personas pue-
den denunciar, incluso si no quieren poner su nombre
pueden hacerlo de forma anónima, eso ya es un an-
tecedente que permite que las instituciones a las que
no les gusta mirar empiecen a hacerlo y se involucren.
Todos nos podemos involucrar porque es un proble-
ma social. No es un problema individual de la mujer.
No es un problema puertas adentro. Hay que criar a
nuestras niñas y niños con el ejemplo y marcando el
camino del compromiso con los demás.
Claro que la prevención no tiene efectos inmedia-
tos. Por más que pongamos empeño no se van a des-
articular de un día para otro comportamientos sociales
que tienen décadas. Lo preventivo es difícil de valorar
porque los resultados los vamos a percibir más adelan-
te cuando veamos cómo estos niños se vinculan con
el otro. Es una inversión a largo plazo de acciones pre-
ventivas que van a dar fruto con el tiempo. Hay que
confiar y trabajar sabiendo que quizás los resultados
no los veamos nosotros sino las generaciones futuras.

Las obras que engalanan El Fogón del Encuentro integran

la serie Camuflajes y son obra y gentileza de Paola Knotek
 Arte y Oficio 15

Paola Knotek
Villa La Angostura

En los últimos años empecé a investigar cómo denunciar el abuso infantil a través
del arte. Caperucita Roja, el lobo, el bosque empezaron a ser elementos que se
filtraron en muchos de los dibujos simbolizando el miedo, el acecho, el peligro.
Luego pensando en el cuerpo como objeto y en los rastros que deja el abuso em-
pecé distintas series de fotografías de muñecas y dibujos. Cuerpos sucios, aban-
donados, sin poder moverse. Una cámara fotográfica invadiéndolos. Coloridos
infantiles que ocultan. El pis para dar señales. Primeros planos de escenas que
por tan cercanas no se ven pero pueden adivinarse. En estos tiempos estoy tra-
bajando sobre manteles de hule estampados. El ojo se deja llevar por la trama
de texturas y colores y la violencia queda camuflada. Una nena se hace pis y lo
único que quiere es esconderse. Los relatos de abuso siempre llevan dolor, miedo,
culpa, el no poder entender lo sucedido. Voy buscando la forma de decir hechos
que de tan reiterados y domésticos se vuelven invisibles.”

Paola Knotek
16 Arte y Oficio
Arte y Oficio 17
18 Arte y Oficio
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Contacto: knotekp@hotmail.com
20 Páginas Patagónicas

Invierno
Compartimos tres historias de las que integran Invierno de Cecilia fresco
acompañadas por imágenes de la serie Cuerpos Sucios de la artista Paola Knotek
autora del arte de tapa del libro editado por Ediciones Patagonia Escrita.
Por Cecilia fresco

Marina de nadie, tiró la primera zapatilla al agua y el vien-

Detuvo el auto azul sobre la playa. No estaba
permitido ingresar con vehículos pero no le impor-
taba, ya había terminado la temporada y además,
en esa zona casi no había turistas. Ni guardavidas, ni
policía, ni lo que fuera. No había guardavidas sobre
todo, eso le importaba.
Llovía demasiado, el viento exageraba, no pudo
abrir su puerta porque las ráfagas golpeaban sobre
el costado izquierdo. Salió, con mucho esfuerzo, por
el otro lado.
Empezó a mojarse con la lluvia antes de alcanzar
a sacarse las zapatillas, nunca usó tacos, le parecía
que la enormidad de su cuerpo iba a quedar ridícula
sobre esas bases finitas. Nunca se desnudó delante
to la devolvió a la arena. Quería desvestirse en una
ceremonia delicada y última, pero el mar traía olas
terribles y el pelo y el saquito se le pegaban a la cara
impidiéndole mirar de frente a la tragedia.
Cuando pudo terminar se quedó viendo su ropa
rodar por la playa dorada. Caminó erguida a pesar
del frío, se sacó una última foto con el celular que
había llevado bajo la axila para protegerlo de la lluvia.
Nunca había sentido el aire así en todo el cuerpo, casi
la hacía olvidar del frío, abrió los brazos: soy Marina
se dijo. Elefanta Marina tendrían que haberme puesto,
ballena Marina, vaca Marina. Se quedó un momento
en la orilla tocando la espuma con el dedo gordo de
un pie. Antes de entrar al agua llamó a su madre, no
tuvo coraje de hablarle, solo escuchó su voz.
 Páginas Patagónicas 21
–Mari, Mari ¿sos
vos? Nena, se vino la
sudestada, tené cuida-
do, viste cómo se po-
nen las calles. ¿Mari,
sos vos? ¿No te habrán
robado el teléfono, no?
Cortó y volvió a lla-
mar enseguida para
que la atendiera el
contestador, dejó un
mensaje pidiendo que
no se culpe a nadie.
Estuvo tentada de ha-
cer otros llamados pa-
recidos pero desistió, si
no entraba al agua en
ese momento se iba a
morir antes congelada
que ahogada.
Corrió con fuer-
za, chocando de fren-
te con las olas, dolían
en el cuerpo desnudo: se sentía poderosa y liviana. Volvió a llamar a la madre.
Cuando llegó a la cintura se tiró de cabeza, las olas –Hola, Mari, otra vez, nena ¿dónde estás?
estaban furiosas. Dio vueltas y vueltas, tragó agua Agradeció el milagro de que funcionara el apa-
hasta que logró pararse y, antes de recuperar el equi- rato, dijo:
librio, volvió a tirarse de cabeza y las olas volvieron a –Mamá, estoy en...
hacerla girar y la devolvieron a la playa. –Mari, nena, no te escucho hija.
Se quedó tendida en la arena, sintiendo como el –Maaaa, estoy en...
agua la tapaba y la destapaba, con manos suaves a Se dio cuenta de que no andaba el micrófono, la
pesar de la violencia del viento, manos de espuma humedad debía haberlo roto, se acordó del seguro,
salada. podía avisar a la grúa, mandar un mensaje con la
Giró desnuda, se llenó el cuerpo de arena, tomó patente y la dirección para que fueran a buscarla. Lo
coraje, se incorporó y volvió al agua, que otra vez la intentó, funcionó, el mensaje fue enviado, lloró de
expulsó a la playa, como a una Alfonsina inversa. Se agradecimiento y se acurrucó en el asiento a espe-
sintió más ridícula que triste tormenta Marina, tor- rar. Después de un rato consiguió espantar el frío, se
menta de pasiones tendrían que haberme puesto, miró en el espejo retrovisor y se peinó con la mano,
ni el mar me quiso, ahora yo no lo quiero a él. Miró se alisó la cara y sintió algo nuevo, distinto, le gustó
el cielo revuelto. Instantáneamente tomó conciencia mirarse. Reacomodó el cuerpo sin ropa interior en el
del frío y el viento y la lluvia que no le daban tregua, vestido mojado, no era tan gorda, era grande, nada
vio su ropa desparramada: cada prenda había volado
a un lugar diferente. Rescató el vestido y el saquito,
se los puso mojados, helados y corrió descalza hasta
el auto. Lo había dejado con la llave puesta miran-
do al horizonte. También se había olvidado las luces
prendidas.
Rogó por la batería nueva, cambiada hacía dos
meses, giró la llave y nada, no alcanzó ni a sonar el
arranque. Estaba tan agotada que no supo qué hacer,
lo más fácil hubiera sido volver a intentar el suicidio,
pero en ese momento solo podía pensar en hacer
arrancar el auto. Pensó en el celular, lo había tirado
en la arena, tenía que estar mojado, inutilizable, pero
aún así bajó, tiritando, a buscarlo. Tenía una funda
fucsia y lo encontró enseguida.
22 Páginas Patagónicas
más que grande, pensó, empezó a atardecer, paró el
viento y se acordó de los cigarrillos en la guantera.
Cuando terminó el primero vio al camión que le ha-
cía señas desde la costanera.
Corrió a buscarlo, abrió la puerta y se quedó
muda ante el chofer que la miraba, atónito.
–¿Cómo se va a meter ahí, señorita? ¿En qué es-
taba pensando? ¡Dios mío! Yo no voy a bajar el ca-
mión ahí, es un peligro, menos con este tiempo.
Lo dijo sin dejar de mirarle los pezones, que se
transparentaban debajo del vestido mojado.
–Suba que la llevo, si quiere.
Tenía ojos inmensos, brazos inmensos. Le con-
vidó café dulce y manejó muy despacio, mirándola
durante los diez kilómetros que la separaban de su
casa.
Sagrada familia
No podrán verse durante diez días. Habiendo
estado cinco años unidos en un noviazgo puntual,
este tiempo le resultará extraño y largo. Da dos
vueltas de llave y se apoya contra la puerta, es un
gesto de amor, un gesto de corazón desfallecido
ante la partida del amado. Suspira. Tiene ganas de
ir a mirarse al espejo, pero no está bien mirarse al
espejo si una no está por salir. ¿Apoyarse contra la
puerta es un gesto de amor o de alivio? A veces
cree que es exagerada la severidad del novio, aun-
que no termina de formulárselo de ese modo, así
en términos de exageración o severidad. Intuye algo
extraño, solo eso, algo cuando le dice que le gustan
sus rulos y le pide que se ate el pelo, que le gustan
sus ojos y no la mira de frente. No sabe si le gustan
sus piernas, nunca le mostró las piernas, es como si
en cinco años hubiera tenido algo desconocido de-
bajo de la pollera, algo que la trasladó disimulando
su existencia, su calidad de parte del cuerpo. Siente
que no tiene las cosas que él no nombra. No tiene
espalda porque los ángeles no la tienen. Él le dice,
todos le dicen que parece un ángel con ese pelo y
esos ojos claros.
Limpia la mesa, él comió media porción y ella casi
nada. Estuvieron dos horas sentados hablando de las
invitaciones y del salón, no quieren lujos ni gastos in-
necesarios. Se sienta y se come los restos de las por-
ciones, se sirve una más y se la come también, cada
vez que él se va come mucho, todo lo que encuentra.
Sabe que se está ensanchando y que a él no le gusta
pero no puede controlarlo, es una parte de su belleza
que no quiere resignar, aunque no termina de for-
 Páginas Patagónicas 23
mulárselo de ese modo,
como belleza y resigna-
ción: solo intuye algo
bueno y peligroso en el
tamaño de sus caderas.
Revisa si está bien
cerrada la puerta, abre
apenas la cortina para
mirar la calle, está atar-
deciendo, él no está y
no va a verlo hasta el
día de la ceremonia,
tiene ganas de ir a mi-
rarse al espejo pero
no va por amor, que-
rerlo es cumplirle y
cumplirle es excitante,
aunque tampoco pue-
de representarse a sí
misma como una mu-
jer excitada, al menos
no sexualmente. No
es que no entienda, ya
tiene edad, no vive aislada, sabe lo que le espera y Estos días previos serán días peligrosos le dijo él
desea lo que le espera: hay algo sublime en haber y no entendió bien por qué. Ahora, mientras intenta
sabido cumplir, se siente poderosa en su castidad. dormir, piensa en esas palabras. Durante cinco años
Van a vivir en esa casa, su casa, la heredó de la se vieron cinco veces por semana ahora vamos a te-
madre el año anterior, todavía extraña a la madre, ner diez días libres antes de la ceremonia dijo, y no:
su caminar suave por todas partes, sus palabras co- vamos a tener diez días de reflexión, diez días para
tidianas. Su padre murió cuando era chica y ellas pensar en el futuro, diez días de recogimiento. Ni
vivieron en esa casita simple y cómoda, con jardín siquiera diez días para extrañarnos. Dijo: diez días
adelante y huerta atrás, con ventanas de postigos libres, tené cuidado. Pensó otra vez en la puerta, no
verdes con antiguos corazones calados en la ma- era un barrio peligroso, quizá la cerraba por miedo
dera. Él trabaja bien, van a tener hijos, no van a ser a que él volviera, aunque no hacía falta, él no te-
severos con los hijos, se sirve una porción más. Deja nía que temer por su comportamiento porque ella
la última para el desayuno, no va a cenar, casi nun- no iba a ceder a la tentación del espejo, ni a la de
ca cocina y no le importa, ya tendrá que hacer co- la desnudez frente al espejo, ni a la de la cama. Le
midas para toda la familia. Nunca comieron juntos, parece sentirse menos entusiasmada con el futu-
no sabe cuáles son sus gustos fuera de la torta de ro, siente que tiene diez felices días peligrosos por
ricota de los jueves y las tostadas con manteca del delante, más felices de lo que esperaba, de lo que
resto de los días, en cinco años siempre comieron debieran ser diez días sin el novio. Quiere pensar
por las tardes, nunca cenaron juntos. No se preocu-
pa por eso, sabe adaptarse, vuelve a controlar la lla-
ve de la puerta, apaga las luces y va a la habitación
a cambiarse para dormir. Preferiría dormir desnuda
pero sabe que eso sería peor que mirarse al espejo
sin motivo, que mirarse desnuda antes de acostar-
se. Igual se alcanza a ver reflejada en el vidrio, se
ve el ancho de las caderas. Puede tocarse el cuerpo
si quiere, nadie dijo nada sobre eso y prefiere no
pensarlo, sabe que también la mejora el sol en la
cara, sale sin protector desde que murió su madre.
No es algo voluntario, su cuerpo avanza sobre su
juventud y mejora. Mejora todos los días como si
tuviera luz por dentro. Se desviste en la oscuridad,
se pone un pijama y se acuesta.
24 Páginas Patagónicas
la ventana y el viento
que entra y después
él, los pasos de él, su
olor. No entiende qué
pasa, está por hablarle
y él le tapa la boca. No
cierra la ventana, quie-
re decirle eso: mi amor,
la ventana, entra frío
pero no puede. Nunca
tuvo su mano en la
boca, quiere morderlo
pero no estaría bien, no
entiende, quiere decir-
le que no tenga miedo,
que ella supo y sabrá
cuidarse, que no nece-
sita que la vigile por-
que es prudente con
gusto, pero él le tuerce
el brazo, no hace falta,
intenta decirle mi amor,
no hace falta pero él le
que la alegría es por el futuro compartido y no que aprieta más la boca y la da vuelta, le baja el pijama,
siente menos asfixia. Se asegura a sí misma que le dice las decentes usan camisón, no esto, puta y le
nunca sintió asfixia, las mujeres exageran cerca del tuerce más el brazo. Ella no quiere ni gritar, quiere
período. Hace cuentas, anota con el dedo en la al- entender, a qué vino él a esta hora, por qué a la fuer-
mohada: el período va a llegar justo para el día de za si en unos días iba a ser lo mismo por derecho. Ella
la boda, ya lo sabía, pero no supo cómo decírselo, no había podido decirle nunca nada sobre sus de-
nunca había hablado de eso, a él no le gustaba ha- seos, pero no era tan importante, tal vez tampoco es
blar de eso, igual que con las piernas, no tenía su tan importante que él no aguante hasta la boda, los
sangre si él no la nombraba. O sí, sí tenía y tiene hombres tienen sus necesidades, las mujeres exage-
todas y cada una de las cosas que él no nombra y ran cerca del período. Él le suelta el brazo y le hunde
que se mantienen en su interior, disimulando su la cabeza en la almohada, se la levanta y se la hunde
existencia. agarrándola del pelo. Le destapa la boca, de algún
Suena algo afuera, cerca de la ventana, debe ser modo sabe que ella no va a gritar y ella no grita. Ella
el viento, se acomoda en la cama, no hay nada que también sabe que no hay retorno del silencio que se
temer, toda su vida durmió en esa habitación y las le instaló en el vientre, no llora, no lo mira, se que-
veces que sintió ruidos raros fueron gatos o vien- da sentada en la cama viendo crecer la mancha roja
to. Vuelve a sonar algo afuera, contra el vidrio, está sobre el acolchado.
muy oscuro, solo escucha un golpe fuerte contra Nunca, ni de chica, tuvo acolchado de princesa.
Nunca va a tenerlo, ahora es una señora. Él se va
por la ventana, callado y violento como entró. Ella
es ahora una señora, diez días antes de la verdade-
ra fecha.
Ella está ahora unida a él, en la salud y en la en-
fermedad, en la riqueza y en la pobreza, unida con un
nudo indestructible y mal hecho hasta que la muerte
los separe.

Locutorio

Prendé la camarita, dale, así te veo. Bueno, como

te venía diciendo, fueron tres blancas y doce rojas.
Doce rojas, sí. Pero él hacía esas cosas, en el fondo
 Páginas Patagónicas 25
era extorsivo. O abusivo. Algo entre esas dos pala-
bras. No soy boluda, o no tanto, quiero decir que él
con eso te ataba ¿entendés? No en el sentido lite-
ral, te ataba psicológicamente, como el tipo que le
pega a la mujer golpeada. Algo así pero sin golpes.
O apenas con golpes suavecitos, tiernos. Pero: ¡tres
blancas y doce rojas! Dicho así parece nada, pero te
quiero ver ahí, quiero ver lo que harías vos.
Ahora pasaron quince años, justo la sumatoria de
las tres y las doce, mirá qué loco, es lógico que yo
quiera cobrarme, no soy boluda, te juro, no quiero
que vuelva, no quiero nada con él, estoy bien sola,
pero me lo debe sabés, y no, no puede hacerlo otro.
Se mudó acá hace como diez años, es un lugar más
lindo, más grande, hace más calor, más gente, más
todo. Ya te conté, mirá, estoy en remerita y sandalias. verdad, miedo él, tendrías que verlo. Yo no quería
Llegué anoche y hoy temprano fui. Para qué esperar. que se asustara, bajé la vista así viste, y le mostré
No sabés, cuando me abrió la puerta me miró como las palmas de las manos como para no parecerle
si la psicópata fuera yo, te juro. Y capaz que sí, por- peligrosa. Casi abro el bolso para mostrarle que no
que cuando lo vi me volvió la bronca, no voy a parar llevaba un arma, pero me pareció demasiado de
hasta que me lo de, es así. Me atendió bien dentro película, le iba a parecer muy loca.
de todo, lo mejor que pudo, pero se lo veía nervioso. Además sí llevaba un arma. No soy boluda, te
Seguro estaba viviendo con alguien porque la casa juro, pero estoy dispuesta. Y a vos qué te pasa, si no
estaba limpia, ordenada, con unas cortinitas amari- es nada malo lo que te cuento, apagala vos si querés,
llas y la pava y un mate ahí arriba de la mesa. Como yo quiero que me veas, es importante, si me ves y me
si alguien hubiese desayunado recién, tan temprano, escuchás me das fuerza, así me siento comprometida
debe ser laburadora. Él se las elige buenas siempre. a cumplir lo que me propongo ¿entendés? Recién
En fin, que debe estar ahora haciéndole lo mismo a cuando él se vistió se lo dije, así nomás, en un par
otra, o capaz no, capaz ahora hace todo bien, normal, de palabras. Los ojos redondos le quedaron, lo dejé
no sé, es lo de menos, te digo que no es un hijo de mudo. Mudo a él podés creer. Le dije que esperaba
puta, él es él, no hay otra.
Bueno otra sí, la que vive ahí, pero pasaron quin-
ce años, yo ya no estoy en situación de pensar que
una mujer de él sea “la otra”, si yo no soy yo, no
soy nada ahora después de tanto tiempo. Nada de
él, me entendés, yo sí soy, yo por las mías, por eso
quiero lo que quiero, por eso estoy tan segura. Me
dijo: pasá Peti, qué hacés, cuándo llegaste. Estaba
durmiendo y me atendió con el pantalón solo del
pijama. Está gordo, sigue gordo, me gusta gordo,
no puedo remediarlo, es como las papafritas, te ha-
cen mal, podés estar a dieta, lo que quieras, pero
que te gustan te gustan. Siempre. Yo ni engordé
desde esa época, trato de mantenerme igual, y eso
que ya estoy en la edad en que te empieza a cam-
biar el cuerpo pero todavía no ¿entendés? Todavía
no porque es una deuda que él tiene y me la va a
pagar. Ya se está venciendo el plazo. Me dijo: conta-
me, Peti, qué querés, cómo andás. Me acercó la silla,
puso el agua para el mate, todo así, como si nada.
Yo no le dije enseguida, primero me quedé callada
y seguro se sintió intimidado porque se puso una
camisa y me empezó a decir que había pasado tan-
to tiempo, que no tenía sentido ahora, que cada
cual había tomado su camino. Eso. Las pelotudeces
clásicas del que te deja. Pero lo dijo con miedo, de
26 Páginas Patagónicas
una respuesta hoy mismo y lo saludé y me fui. Voy
a volver más tarde a su casa. Y a mi casa no vuelvo
hasta que no esté todo hecho y confirmado, no te
pongas nerviosa no voy a usar el arma, no creo que
haga falta, está todo bien. No te hagas problema,
este locutorio es tranquilo, estoy en un privadito de
esos que usan los hombres, no me escucha nadie.
Vos mirame nomás, lo que no quiero es apagar mi
cámara.
Además no es delito. Ni siquiera se enojó, se
quedó pensando, me va a responder hoy, tipo tres,
es decir a las quince horas ¿entendés? Tres y doce,
es un enfermo. Va a salir todo bien y por las bue-
nas, así pam pum rapidito y listo, estoy en mi mejor
momento. Te escucho que te movés, no te vayas,
no quiero que me cortes ahora, aguantame, dale,
si llega a ser nena le pongo tu nombre ¿querés? Si
es varón le pongo Valentín, siempre me gustó, es
como de príncipe. Ya sé que hablo rápido, estoy
medio nerviosa con todo esto, pero vos qué te po-
nés mal. Vamos a compartir esto también, no cam-
bia nada, dale, ponete bien, es algo que tengo que
hacer, es como un llamado de la sangre. Si seguís
mal yo sigo diciendo huevadas para que no te va-
yas. Pensalo así, es lo que deseo desde hace años,
me avivé ahora porque me corre el tiempo, y no
tengo remedio: es algo con él ¿no será que estás
celosa? Bueno, si te cansaste dejamos acá, te vuel-
vo a llamar a la noche y te cuento. No creo que me
tome mucho tiempo y no va a negármelo. Como
en la película, le hice una propuesta que no puede
rechazar, mirá vos quién manda ahora: quién te ha
visto y quién te ve. No estoy resentida, es que me
acuerdo cosas, una vez me regaló un colgantito,
una cosa bastante insignificante, así finito y puso
tono de gran cosa y me dijo: para vos, Peti, una leve
cadena para una leve persona. Y ahora mirá: cacho
de cadena le voy a encajar yo.
Pero vos atendeme hoy, necesito que estés ahí
apoyándome porque todavía no lo tengo ¿entendés?
Ni empezamos, pero no es complicado, al final es lo
mismo de siempre, nada nuevo bajo el sol. Es eso y
nada, después espero quince días a ver si salió todo
bien, espero en un hotelito acá. No me voy hasta
confirmarlo y si está todo bien, si quedé, chau, nunca
más, si te he visto no me acuerdo.

Cecilia fresco nació en 1969 en Capital Federal y creció en San Carlos de Bariloche. En 1985 y 1986 parti-
cipó de los talleres de narrativa dictados por Norberto Uman y Norberto Cobarruvias y entre 1997 y 1999
de los talleres de poesía dictados por Graciela Cros. Fue becada por la Fundación Antorchas para participar
del taller de análisis y producción de poesía –dictado por Arturo Carrera y Daniel García Helder en el año
2000– y por el Fondo Nacional de las Artes para participar de los talleres de narrativa dictados por Vicente
Battista en el año 2007. Textos suyos han sido publicados en diversas revistas como El Camarote, La dan-
za del ratón, Zunaí, desde el andén, Rescate, La mojarra desnuda, El Caminante del Sur y diversos periódi-
cos y blogs literarios. Ha participado de varias antologías, entre ellas Sin venganza no hay madera (Fondo
Editorial Rionegrino, 1991), Estación 13 (Fondo Editorial Municipal, 2008), Antología Federal de Poesía – Región
Patagonia (CFI, 2014), Poesía Río Negro II – Las nuevas generaciones (FER y UNRN, 2015), Antología Poética
Volumen 1 (Editora Municipal Bariloche, 2015) y COMOE, seis poetas en Neuquén (Ediciones de la Grieta, 2015).
En el año 2010 El Camarote Ediciones publicó su novela Las Huellas, en el 2014 Ediciones del Dock su libro
de poesía Realidad vs Representación y en el 2017 su libro de cuentos Invierno fue publicado por Ediciones
Patagonia Escrita. Desde el 2006 vive en Villa la Angostura donde integra el grupo literario ALAMBERSE!
 Hombres y Mujeres de mi tierra 27

Un Arco Iris amarillo y verde

La Asociación Social, Cultural y Deportiva Arco Iris lleva adelante
tareas formativas que integran la enseñanza deportiva con valores
que afirman su pertenencia al barrio Virgen Misionera.
Por fabián Martins

El club “Arco Iris” –ubicado en la calle Chazarreta
s/n del barrio Virgen Misionera– tiene un predio
que incluye una cancha de fútbol 11 con piso de
tierra, una cancha de futsal o fútbol de salón de
césped sintético, un estacionamiento con acceso
a dos baños y una parrilla, dos vestuarios (local y
visitante) y una oficina anexa. Comenzó a funcio-
nar en el año 1986 logrando su personería jurídi-
ca como “Asociación Social, Cultural y Deportiva”
durante el año 1988. Desde entonces, viene desa-
rrollado ininterrumpidamente sus actividades en
torno a la práctica y la enseñanza del fútbol, junto
con otros deportes que en determinados períodos
tuvieron un espacio destacado como por ejemplo
el básquet.
Para los varones las categorías formativas de fút-
bol están divididas en dos grandes grupos: el Infanto-
Juvenil –del que forman parte las categorías 2004,
2005 y 2006– y el Juvenil Promocionales del que par-
ticipan las categorías 2007, 2008, 2009 y 2010.
El equipo de primera división y las categorías for-
mativas de fútbol masculino participan en los torneos
organizados por la “Liga de Fútbol Bariloche” (LIFUBA)
y su Departamento Infanto-Juvenil, respectivamente.
El fútbol femenino se organiza en una categoría que
integra adolescentes y jóvenes con edades compren-
didas entre los 15 y los 30 años, las cuales partici-
pan habitualmente en los torneos organizados por la
Municipalidad de San Carlos de Bariloche y LIFUBA.
El club posee una intensa vida social, con un total
de doscientos socios y una hinchada muy apasiona-
da que acompaña a los equipos en los diferentes tor-
neos. Su comisión directiva consta de un presidente,
un vicepresidente, un tesorero y una secretaría ad-
ministrativa. En determinadas ocasiones se realizan
eventos recreativos y culturales para recaudar fon-
dos, sobre todo para solventar los gastos de viajes.
A comienzos del año 2017 comenzaron a ofrecerse
dos veces a la semana clases de hockey femenino
infantiles y mayores.
28 Hombres y Mujeres de mi tierra
Raíces históricas en el barrio
El derrotero del club se encuentra indisolu-
blemente asociado a la historia del barrio Virgen
Misionera, la cual puede caracterizarse en dos pe-
ríodos principales: sus orígenes en la década de 1940
y los inicios de su consolidación organizativa desde
mediados de la década de 1980.
Los orígenes del barrio se vinculan al asenta-
miento de antiguos pobladores durante la década
de 1940 quienes practicaban una forma de vida rural
que persiste en la actualidad, en aquellas vecinas y
vecinos cuya pertenencia los hace sentir herederos y
continuadores de esas tradiciones que sienten como
identidad propia y se refleja en el respeto hacia los
adultos mayores.
Dentro de este período de constitución del ba-
rrio, a finales del año 1967 podemos situar como
antecedentes del club los encuentros de fútbol or-
ganizados en el predio actual con la participación
destacada del equipo “Playa Bonita”. Estos eventos
promovían instancias de intercambio comunitario
con una fuerte impronta cultural, aunque se desen-
volvían a la par de agresiones entre jugadores, sim-
patizantes y árbitros, generando inconvenientes de
diversa índole. La dinámica perduró por más de 15
años ampliándose a un total de siete equipos entre
los que se destacaban el equipo “Archi”, constitui-
do por jugadores de origen argentino y chileno, y
el equipo “Qinchahuala” compuesto por un grupo
de hermanos provenientes del actual barrio Rancho
Grande.
Pero a comienzos de la década de 1980 un su-
ceso de alcance barrial afectó la rutina de estos en-
cuentros. La amenaza de erradicación de los pobla-
dores –promovida por la Municipalidad y por los
dueños de los lotes– se concretó por aquellos años
con la compra, el cercado y el inicio de la construc-
ción de una vivienda en el mismísimo terreno de
juego. Ante esta situación un grupo de pobladores
vinculados al sacerdote Juvenal Currulef y sus cola-
boradores, desempeñaron el papel decisivo en las
gestiones que con posterioridad permitieron la ob-
tención de las tierras, marcando un antes y un des-
pués en las interacciones comunitarias.
Por aquel entonces, comienza a construirse una
experiencia de organización y participación comuni-
taria, direccionada a la transformación de la situación
de marginalidad e injusticia social. Para comprender
de un modo situado el perfil de este accionar, es
necesario tomar en consideración algunos sucesos
sociales relevantes, entre los que se destacan el au-
mento de los índices de pobreza, el crecimiento de-
mográfico de la ciudad, el advenimiento de la demo-
cracia, la reforma educativa provincial y la impronta
de los obispos de Neuquén y Río Negro, muy cer-
cana a la teología de la liberación. Las principales
estrategias de esta experiencia estuvieron dadas en
la lucha por la tierra, la educación y la evangeliza-
ción, siendo sus principales anclajes institucionales la
escuela parroquial, la parroquia propiamente dicha
y la progresiva apertura de escuelas y de distintas
organizaciones populares como la Cooperativa de
Agua y Vida, la Cooperativa de Vivienda, la Biblioteca
Popular Aimé Painé y la Asociación Social, Cultural y
Deportiva Arco Iris.
Como resultado de la organización barrial se
consigue recuperar el terreno, restableciéndose
los antiguos encuentros futbolísticos, hasta que
en el período 1986-1988 se adquiere la persone-
ría jurídica con la compra del terreno por parte del
club. Conformada así la Asociación Social, Cultural
y Deportiva Arco Iris –en alusión directa al Jardín
Materno-Infantil Arco Iris– su primera comisión di-
rectiva fue designada en asamblea siendo electa
para el período 1992-1994. Cumplido este objetivo
y ante el retorno de episodios de conflicto entre los
equipos, surgió la iniciativa de conformar un equipo
de representación barrial que pudiera inscribirse en
la liga organizada por LIFUBA.
Es así como en el año 2002, luego de varios
años de desorganización y con una estructura in-

terna acéfala como consecuencia del aplazamien-
to de las asambleas de socios, el club participó
por primera vez en el campeonato oficial local de
fútbol con equipos representativos en las catego-
rías primera, cuarta y quinta. Esta unión generó
un sentimiento de pertenencia en los jugadores
y en el barrio, junto con la conformación de una
hinchada que se tornó cada vez más numerosa y
apasionada.
En la temporada 2003-2004 Arco Iris se consa-
gra campeón de primera división de la liga local de
San Carlos de Bariloche, venciendo en la final y en
su propia cancha –denominada “la Caldera”– al club
Cruz del Sur. Este título conmocionó a los poblado-
res y le permitió al club participar del torneo oficial
regional, viajando durante gran parte del año 2005
por distintas ciudades de las provincias de Río Negro
y Neuquén. Para fortalecer el equipo se incorporó
hacia fines del año 2004 a Toto García, jugador con
pasado en San Lorenzo de Almagro, quien fue recibi-
do en “la Caldera” por una importante concurrencia
de vecinos en medio de un ambiente festivo. En los
años siguientes el club obtendrá el segundo puesto
en el 2006 y el tercer puesto en el 2011, ambos den-
tro del torneo de LIFUBA.
Hombres y Mujeres de mi tierra 29
Por estos días
Si bien el fútbol genera habitualmente represen-
taciones –amplificadas por los grandes medios de
comunicación y los intereses de los grupos econó-
micos concentrados– en torno a la jerarquización,
la hegemonía del modelo agonístico, la separación
o la discriminación por género y el exitismo, es ne-
cesario subrayar la diversidad de manifestaciones
culturales que atraviesan a diario estas prácticas. El
fútbol no puede ser entendido desde una postura
determinista y sólo en sus términos económicos,
sino que debe visualizarse desde su pluralidad de
acciones, abiertas a las múltiples experiencias y pro-
clive a los cambios.
En cuanto al club tuvo que transitar este último
tiempo el descenso de categoría del equipo de pri-
mea, no obstante, esta situación parece no afectar la
vida cotidiana en la cual se continúa con las activi-
dades habituales, apostando día a día a la formación
deportiva de niños, niñas y jóvenes. Es de destacar
que sin contar con un apoyo sistemático por parte
del Estado “Arco Iris” lleva adelante una incansable
tarea gracias al esfuerzo persistente de su comisión
directiva, sus socios y los pobladores del barrio, que
se sienten cada vez más identificados con los colores
amarillo y verde del club.
La formación deportiva implica ineludiblemen-
te una educación respecto a valores, donde el tra-
tamiento del fútbol queda sujeto a las particulari-
dades intersubjetivas, sociales y culturales del club,
constituidas en gran medida en función de una hue-
lla trazada desde la organización barrial. Para ello
la institución lleva adelante tareas formativas que
integran, al interior de la enseñanza deportiva es-
pecífica, valores y representaciones que afirman su
pertenencia al barrio Virgen Misionera. Es allí justa-
mente donde radica la riqueza de una organización
que todavía tiene mucho para seguir ofreciendo a
nuestra comunidad.

¿Sabías que las cabras tienen
las pupilas rectangulares?
Los perros, los humanos y los grandes felinos
tenemos pupilas redondas; los gatos, los zorros –y
también algunos reptiles– presentan pupilas verti-
cales. Pero los herbívoros –generalmente de hábitos
diurnos y en la parte baja de la cadena alimenti-
cia– tienen las pupilas alargadas horizontalmente o
rectangulares. La pupila rectangular confiere a los
équidos y rumiantes –como las cabras– una visión
panorámica horizontal de lo que sucede a ras del
suelo, allí donde están agazapados los predadores.
Los seres humanos tenemos una visión que cubre
de 160° a 210° grados a nuestro alrededor, pero las
cabras –al igual que la mayoría de los équidos, los
rumiantes y ¡los pulpos!– tienen una visión de 320° a
340°. Esta forma de la pupila además evita que entre
demasiada luz desde arriba deslumbrando al animal,
tanto es así que el iris de algunos herbívoros pre-
senta unas elongaciones en la parte superior llama-
das corpus nigra que actúan a modo de visera para
minimizar la luz desde lo alto. Hay otra adaptación
evolutiva que hace que la visión de los herbívoros se
mantenga siempre en condiciones para detectar pre-
dadores: sus pupilas mantienen siempre su eje ma-
yor paralelo al suelo. Tanto si el animal está oteando
alerta el horizonte como si está pastando, el globo
ocular rota en la cuenca del ojo –fenómeno conocido
como ciclovergencia– de tal suerte que el eje mayor
pupilar sigue paralelo al suelo, lo que les permite
mantener siempre una visión panorámica óptima.
todos los Chicos 31
Historia de las cosas muy ricas:
CHEESECAKE
El pastel de queso –o cheesecake como lo cono-
cemos– es el resultado de muchas modificaciones.
Se sabe que hacia el año 776 a.C. fue alimento de
los primeros atletas de los juegos olímpicos, aun-
que en aquellos tiempos simplemente se calentaba
el queso triturado en una cacerola de cobre, con
miel y harina, para posteriormente dejarlo enfriar
y servirlo. Cuando Grecia fue conquistada por los
romanos la tarta se convirtió en motín de guerra,
la rebautizaron con el nombre de libuma y con la
extensión del Imperio Romano llegó al resto de los
países de Europa. Pero no fue hasta el siglo XVIII
que comenzó a parecerse al que conocemos hoy en
día hasta arribar finalmente a América incorporado
a la repostería de las colonas y los colonos euro-
peos. La adición del queso crema llegó en 1872 de
la mano de un fabricante quesero de Nueva York,
ciudad donde el cheesecake es desde principios del
siglo XX un icono dulce al punto que cada cafetería
se precia de tener una versión propia. Pero el resto
del mundo también elabora su tarta de queso, los
italianos con queso mascarpone, ricotta y miel, los
griegos utilizan feta o mizithra, los alemanes añaden
queso cottage y no realizan la base con galletas sino
con masa recién preparada. Polonia tiene su pro-
pia versión llamada sernik e incluso existen por el
mundo versiones con quesos azules, chiles picantes,
marisco y tofu entre otras variantes.
32 todos los Chicos
Amigos por el viento
de Liliana Bodoc
A veces, la vida se comporta como el viento: des-
ordena y arrasa. Algo susurra, pero no se le entiende.
A su paso todo peligra; hasta aquello que tiene raíces.
Los edificios, por ejemplo. O las costumbres cotidianas.
Cuando la vida se comporta de ese modo, se nos
ensucian los ojos con los que vemos. Es decir, los ver-
daderos ojos. A nuestro lado, pasan papeles escritos
con una letra que creemos reconocer. El cielo se mueve
más rápido que las horas. Y lo peor es que nadie sabe
si, alguna vez, regresará la calma.
Así ocurrió el día que papá se fue de casa.
La vida se nos transformó en viento casi sin dar
aviso. Recuerdo la puerta que se cerró detrás de su
sombra y sus valijas. También puedo recordar la ropa
reseca sacudiéndose al sol mientras mamá cerraba las
ventanas para que, adentro y adentro, algo quedara
en su sitio.
–Le dije a Ricardo que viniera con su hijo. ¿Qué te
parece?
–Me parece bien –mentí.
Mamá dejó de pulir la bandeja, y me miró:
–No me lo estás diciendo muy convencida...
–Yo no tengo que estar convencida.
–¿Y eso qué significa? –preguntó la mujer que más
preguntas me hizo a lo largo de mi vida.
Me vi obligada a levantar los ojos del libro:
–Significa que es tu cumpleaños, y no el mío –res-
pondí.
La gata salió de su canasto, y fue a enredarse entre
las piernas de mamá.
Que mamá tuviera novio era casi insoportable. Pero
que ese novio tuviera un hijo era una verdadera ame-
naza. Otra vez, un peligro rondaba mi vida. Otra vez
había viento en el horizonte.
–Se van a entender bien –dijo mamá–. Juanjo tie-
ne tu edad.
La gata, único ser que entendía mi desolación, saltó
sobre mis rodillas. Gracias, gatita buena.
Habían pasado varios años desde aquel viento que
se llevó a papá. En casa ya estaban reparados los da-
ños. Los huecos de la biblioteca fueron ocupados con
nuevos libros.
Y hacía mucho que yo no encontraba gotas de llan-
to escondidas en los jarrones, disimuladas como esta-
lactitas en el congelador.
Disfrazadas de pedacitos de cristal. “Se me acaba
de romper una copa”, inventaba mamá que, con tal de
ocultarme su tristeza, era capaz de esas y otras asom-
brosas hechicerías.
Ya no había huellas de viento ni de llantos.
Y justo cuando empezábamos a reírnos con ganas
y a pasear juntas en bicicleta, aparecía un tal Ricardo y
todo volvía a peligrar.
Mamá sacó las cocadas del horno. Antes del viento,
ella las hacía cada domingo. Después pareció tomar-
le rencor a la receta, porque se molestaba con la sola
mención del asunto. Ahora, el tal Ricardo y su Juanjo
habían conseguido que volviera a hacerlas. Algo que
yo no pude conseguir.
–Me voy a arreglar un poco –dijo mamá, mirándo-
se las manos–. Lo único que falta es que lleguen y me
encuentren hecha un desastre.
–¿Qué te vas a poner? –le pregunté, en un supremo
esfuerzo de amor.
–El vestido azul.
Mamá salió de la cocina, la gata regresó a su ca-
nasto. Y yo me quedé sola para imaginar lo que me
esperaba.
Seguramente, ese horrible Juanjo iba a devorar las
cocadas. Y los pedacitos de merengue se quedarían
pegados en los costados de su boca. También era se-
guro que iba a dejar sucio el jabón cuando se lavara las
manos. Iba a hablar de su perro con el único propósito
de desmerecer a mi gata.
Pude verlo transitando por mi casa con los cordo-
nes de las zapatillas desatados, tratando de anticipar la
manera de quedarse con mi dormitorio. Pero, más que
ninguna otra cosa, me aterró la certeza de que sería

uno de esos chicos que, en vez de hablar, hacen ruidos:
frenadas de autos, golpes en el estómago, sirenas de
bomberos, ametralladoras y explosiones.
–¡Mamá! –grité, pegada a la puerta del baño.
–¿Qué pasa? –me respondió desde la ducha.
–¿Cómo se llaman esas palabras que parecen ruidos?
El agua caía apenas tibia, mamá intentaba com-
prender mi pregunta, la gata dormía y yo esperaba.
–¿Palabras que parecen ruidos? –repitió.
–Sí –y aclaré–: Pum, Plaf, Ugg...
¡Ring!
–Por favor –dijo mamá–, están llamando.
No tuve más remedio que abrir la puerta.
–¡Hola! –dijeron las rosas que traía Ricardo.
–¡Hola! –dijo Ricardo, asomado detrás de las rosas.
Yo miré a su hijo sin piedad. Como lo había ima-
ginado, traía puesta un remera ridícula y un pantalón
que le quedaba corto.
Enseguida, apareció mamá. Estaba tan linda como
si no se hubiese arreglado. Así le pasaba a ella. Y el azul
le quedaba muy bien a sus cejas espesas.
–Podrían ir a escuchar música a tu habitación –su-
girió la mujer que cumplía años, desesperada por la
falta de aire.
Y es que yo me lo había tragado todo para matar
por asfixia a los invitados.
Cumplí sin quejarme. El horrible chico me siguió
en silencio. Me senté en una cama. Él se sentó en la
otra. Sin duda, ya estaría decidiendo que el dormitorio
pronto sería de su propiedad. Y que yo dormiría en el
canasto, junto a la gata.
No puse música porque no tenía nada que festejar.
Aquel era un día triste para mí. No me pareció justo,
y decidí que también él debía
sufrir. Entonces, busqué una
espina y la puse entre signos
de preguntas:
–¿Cuánto hace que se mu-
rió tu mamá?
Juanjo abrió grandes los
ojos para disimular algo.
–Cuatro años –contestó.
Pero mi rabia no se confor-
mó con eso:
–¿Y cómo fue? –volví a pre-
guntar.
Esta vez, entrecerró los
ojos.
Yo esperaba oír cualquier
respuesta, menos la que llegó
desde su voz cortada.
Liliana Bodoc (1958 – 2018) Prolífica y celebrada escritora argentina de literatura. Su primera novela –Los
días del Venado– apareció en el año 2000 y a esta le sucedieron más de 20 títulos que seguirán siendo dis-
frutados por generaciones de lectores.
todos los Chicos 33
–Fue..., fue como un viento –dijo.
Agaché la cabeza, y dejé salir el aire que tenía guar-
dado. Juanjo estaba hablando del viento, ¿sería el mis-
mo que pasó por mi vida?
–¿Es un viento que llega de repente y se mete en
todos lados? –pregunté.
–Sí, es ese.
–¿Y también susurra...?
–Mi viento susurraba –dijo Juanjo–. Pero no enten-
dí lo que decía.
–Yo tampoco entendí.
Los dos vientos se mezclaron en mi cabeza.
Pasó un silencio.
–Un viento tan fuerte que movió los edificios –dijo
él–. Y eso que los edificios tienen raíces...
Pasó una respiración.
–A mí se me ensuciaron los ojos –dije.
Pasaron dos.
–A mí también.
–¿Tu papá cerró las ventanas? –pregunté.
–Sí.
–Mi mamá también.
–¿Por qué lo habrán hecho? –Juanjo parecía asus-
tado.
–Debe haber sido para que algo quedara en su
sitio.
A veces, la vida se comporta como el viento: des-
ordena y arrasa. Algo susurra, pero no se le entiende.
A su paso todo peligra; hasta aquello que tiene raíces.
Los edificios, por ejemplo. O las costumbres cotidianas.
–Si querés vamos a comer cocadas –le dije.
Porque Juanjo y yo teníamos un viento en común.
Y quizás ya era tiempo de abrir las ventanas.
34 todos los Chicos
Un crucigrama para conocer más los
deportes invernales
Verticales:
1- Disciplina deportiva o recreativa que consiste en
el ascenso y descenso de montañas. Es también el
conjunto de técnicas, conocimientos y habilidades
orientadas a este objetivo.
3- Técnica de esquí que nació en 1825 de manos de
Sondre Norheim, considerado padre del esquí mo-
derno, quien en el siglo XIX asombraba muchedum-
bres con sus elegantes curvas.
5- Sus practicantes bajan montañas nevadas esquian-
do por pistas marcadas con señales. Velocidad,
Eslalon y Descenso son algunas de sus pruebas.
6- Deporte de invierno que consiste en una carrera que
combina el esquí de fondo con el tiro al blanco. Nació
en Noruega como alternativa para la formación militar.
8- Deporte de precisión, similar a los bolos ingleses o
a la petanca, que se practica en una pista de hielo.
Se compone de dos equipos de cuatro jugadores
cada uno.
6- Biathlon / 7- Raquetas / 8- Curling / 9- Snowboard / 10- Esquí nórdico
Solución: 1- Montañismo / 2- Hockey / 3- telemark / 4- Patinaje / 5- Esquí alpino /
Horizontales:
2- Es uno de los deportes más rápidos del mundo. Los
jugadores patinan detrás de un disco de caucho con
un bastón largo. Se inventó a finales del siglo XIX en
Canadá.
4- Deporte de invierno que suele practicarse durante
todo el año. Consiste en interpretar una pieza musi-
cal sobre una pista de hielo realizando giros, saltos
y acrobacia.
7- Práctica invernal hoy recreativa que ha sido usada
durante milenios para desplazarse a pie en nieve
blanda sin necesidad de utilizar esquíes.
9- Deporte extremo de invierno en el que se utiliza una
tabla para deslizarse sobre una pendiente cubierta
por nieve. Se incorporó a los Juegos Olímpicos de
Invierno en 1998.
10- Es una familia de deportes de invierno que abarca
distintos tipos de esquí en cuya práctica no se fija
el talón de la bota a la base de los esquíes.
36 Costumbres del Sabor y del Saber
Nutrir el invierno
Por Cholo Pereira
Para nutrir el invierno y recrear recetas que vienen de lejos
los invito a preparar una Bouillabaisse o Bullabesa,
Verduras a la manteca blanca y “Carlotas” de peras.
Bouillabaisse o Bullabesa
La Bouillabaisse –o Bullabesa en español– es
una comida de los pescadores del sur de Francia y
España que tiene innumerables versiones desde el
País Vasco a Norteamérica. Para prepararla vas a ha-
cer un caldo en agua fría sin sal con las colas y las ca-
bezas de 1 merluza, 1 abadejo y 1 atún blanco –pre-
viamente lavadas– y el verde de 1 puerro, 1 cebolla
de verdeo, 1 zanahoria y perejil, dándole media hora
de hervor y espumándolo constantemente. Ahora en
una olla grande vas a poner un chorro de oliva, laurel,
1 cebolla grande, 1 apio y 1 morrón rojo cortados en
cuadrados grandes y el blanco de 1 puerro, 1 cebolla
de verdeo y 2 zanahorias en rodajas finas. Cocinás a
fuego fuerte durante 1 minuto, agregás aromáticas,
la merluza, el abadejo y el atún blanco en rodajas de
3 cm., ½ kg. de mejillones con valva, 10 langostinos
grandes, 4 tomates redondos cortados en gajos, 6
papas en rodajas finas, cáscara de naranja seca, 1
dado de azafrán disuelto en un caldo, sal y pimien-
tas a gusto y el caldo colado. Tapás la olla y cocinás
durante 10 o 12 minutos para finalmente disponer
en los platos tostones de pan casero frotado con ajo
y sobre ellos servir la bullabesa espolvoreándola con
abundante perejil fresco.
Lo que necesitás para la Bullabesa: 1 merluza / 1
abadejo / 1 atún blanco / ½ kg. de mejillones / 10
langostinos / 1 cebolla / 1 puerro / 1 morrón rojo / 4
tomates / 2 cebollas de verdeo / 1 apio / 3 zanahorias
/ 6 papas / pimientas / ajo / azafrán / aceite de oliva
/ cascara de naranja seca
Verduras a la manteca blanca
Para preparar estas Verduras a la manteca blanca
–Beurre blanc en francés– vas a cortar en rodajas –de
aproximadamente 2 cm.– 3 papas, 1 calabaza, 3 bata-
tas y 4 zucchini. Disponés las rodajas en una fuente
de horno –si es de chapa negra mejor– y las llevás a
horno moderado tapadas con aluminio. Si temés que
se peguen las verduras en la fuente untala con un poco
de aceite de oliva, sino nada; salalas previamente y co-
cinalas hasta que se doren de ambos lados. Por otro
lado blanqueás 1 brócoli, 1 coliflor, 12 repollitos de
Bruselas, 300 gr. de chauchas y 2 zanahorias grandes
durante 3 minutos en abundante agua salada y por
separado. Para la manteca blanca cortás en rodajitas
bien finas unos diez echalotes y en un sartén profun-
do los cocinás a fuego bajo con 1 vaso de vinagre de
manzanas y 2 de caldo de verduras –preferentemente
casero– y una vez cocidos y fuera del fuego le agregás
200 gr. de manteca en trozos haciendo girar el sartén
para que la manteca no se espume y logres una mez-
cla liza. La manteca blanca se termina batiendo enér-
gicamente la preparación con movimientos amplios.
Servís en los platos porciones de todos los vegetales
cocidos –tanto los horneados como los blanqueados–
y sobre ellos de manera abundante la manteca blanca.
Lo que necesitás para las Verduras a la manteca
blanca: 3 papas / 1 calabaza / 3 batatas / 4 zucchi-
ni / 1 brócoli / 1 coliflor / 12 repollitos de Bruselas /
300 gr. de chauchas / 2 zanahorias / 10 echalotes /
200 gr. de manteca / vinagre de manzana / aceite de
oliva / caldo de verduras
 Costumbres del Sabor y del Saber 37

“Carlotas” de peras
Para elaborar estas “Carlotas” de peras pre-
parás una crema inglesa batiendo 8 yemas con
250 gr. de azúcar impalpable hasta que queden
blancas, agregás –batiendo constantemente– ½
litro de leche a punto de hervor y una cucharada
de esencia de vainilla y seguís batiendo a fuego
muy bajo durante un minuto, retirás del fuego y
agregas 10 gr. de gelatina sin sabor previamen-
te disuelta en medio vaso de leche caliente. Por
otro lado pelás 6 peras Williams, les sacás el ca-
rozo y las cocinás en un jarabe hecho con ¼ litro
de agua y 500 gr. de azúcar. Habitualmente las
“Carlotas” se hacen en aros individuales pero si
no tenés podés hacerla perfectamente en un aro
grande. Para montar el postre tapizás la base del
aro con la galletita sin relleno que más te guste
medio molida (si son caseras mejor), disponés un
poco de crema inglesa encima, luego unas fetas
de peras y así sucesivamente hasta llenar 7 cm.
del aro. Los caños de pvc prolijamente cortados
y lijados sirven perfectamente como moldes.
Finalmente llevás los moldes a la heladera 4 ho-
ras como mínimo, desmoldás y servís con salsa
de frambuesas, grosellas y un bizcocho mojado
en licor de pera, pudiendo coronar las “Carlotas”
con ciruelas y pelones secos previamente hidra-
tados en el mismo licor y una pizca de canela.

Lo que necesitás para las “Carlotas” de peras: 8

yemas / 250 gr. de azúcar impalpable / ½ litro de
leche / esencia de vainilla / 10 gr. de gelatina / 6
peras Williams / 500 gr. de azúcar / 300 gr. de ga-
lletita / salsa de frambuesas / grosellas / bizcocho
/ licor de pera / ciruelas y pelones secos / canela

Palabras de sobremesa:

“Una bola de nieve en la cara

es el comienzo perfecto
de una amistad duradera.”

Markus Zusak
(Australia – 1975)
38 Costumbres del Sabor y del Saber

Cocina sin gluten para saborear todo el año

Por Irene Enriqueta Peralta

Ñoquis libres de gluten ñoquis. A la hora de ir incorporando la fécula

Llega el invierno y pensando en platos fuer-
tes que templen el cuerpo y el espíritu se me
ocurrió proponerles unos exquisitos Ñoquis
caseros libres de gluten. Van a empezar po-
niendo a hervir ½ kilo de papas peladas y una
vez cocidas –con las papas aún calientes– ha-
rán un puré al que le agregarán sal y pimien-
ta a gusto, 1 cucharada sopera de aceite de
maíz, 30 gr. de manteca y 100 gr. de queso
blanco. Mezclan bien el puré, le incorporan 1
huevo y manteniendo la preparación calentita
le agregan aproximadamente 250 gr. de fécula
de maíz. Vuelven a mezclar bien, dejan repo-
sar un rato para que se homogenice y cuan-
do ven que empieza a enfriarse y va tomando
un poco más de consistencia suman de a poco
otros 250 gr. de fécula de maíz y amasan hasta
que puedan manipular la masa con comodidad,
separar porciones, formar rollitos y cortar los
de maíz tengan en cuenta que siempre tiene
que ir quedándoles un remanente para garan-
tizar el amasado. Una vez cortados los ñoquis
se arman de paciencia para darles la consabida
forma que los caracteriza y luego de dejarlos
orear unos 5 minutos los cocinan en abundante
agua hirviendo con sal. Cuando suben a la su-
perficie dejan que el agua hierva un momentito
más, los cuelan, los escurren, los pasan a una
fuente en la que disponen previamente trocitos
de manteca y finalmente los sirven con la salsa
que más les guste o simplemente con crema o
aceite de oliva y algún sabroso queso rallado.
Lo que necesitan para los Ñoquis libres de
gluten: 500 gr. de papas / 1 cucharada de acei-
te de maíz / 30 gr. de manteca / 100 gr. de
queso blanco / 1 huevo / 500 gr. de fécula de
maíz / sal y pimienta / salsa a elección o crema
o aceite de oliva / queso rallado

ASEGURAtE QUE tODOS LOS PRODUCtOS EStÉN EfECtIVAMENtE LIBRES DE GLUtEN Y SEAN CONfIABLES
 Cartas de Papel 39

Señor Director de la Revista tODO: Soy vecino de Bariloche desde hace 40 años, en esta ciudad
con mi señora criamos a nuestras hijas y también acá hoy vemos crecer y disfrutamos de nuestros
nietos y nietas. Pensando precisamente en ellos y en el futuro de nuestra comunidad es que veo con
muchísima preocupación el proyecto de prorrogar anticipadamente la concesión del Cerro Catedral.
Sin un informe previo de Impacto Ambiental y desconociendo la prohibición de nuevos loteos y ur-
banizaciones en la zona oeste (hasta que se apruebe el Plan Estratégico) se pretende entregar el ce-
rro a la empresa CAPSA por 30 años más y ceder tierras por 50 años, todo esto 8 años antes de que
venza el contrato vigente (que termina en el año 2026) y sin la correspondiente licitación internacio-
nal prevista. Personalmente creo que sería un acto de adultez institucional que este proyecto y todas
las dudas que plantea se pudieran debatir sin imposiciones por parte de las autoridades municipa-
les, las cuales deberían hacer lugar al pedido de un Referéndum vinculante para decidir sobre este
proyecto que pretende comprometer el destino de un recurso estratégico clave para el desarrollo
de Bariloche. Este acto participativo permitiría que las vecinas y vecinos intercambien perspectivas,
se aclaren los aspectos confusos y una vez considerados los beneficios y los costos fuera la propia
comunidad la que tome democráticamente la decisión que considere mejor. Gracias por permitirme
opinar en su revista sobre este tema. Excelente su publicación. Lo saludo atentamente.

Humberto Ortiz

¡Hola! Soy una lectora fiel de la Revista TODO y quería felicitarlos. Me gustan mucho los ar-
tículos que publican, sobre todo me interesan mucho las notas sobre las plantas que sirven
para sanar y todo lo que tiene que ver con la historia de Bariloche y de nuestra zona. Además
de felicitarlos el motivo de este mensaje es consultarlos sobre la posibilidad de conseguir nú-
meros anteriores ya que me faltan varios, en caso de ser posible me acercaría por donde fuera
necesario a buscarlos. Nuevamente felicitaciones a todo el equipo y sigan adelante. Gracias y
muchos cariños para ustedes.

Gabriela Solomita

Hola Revista tODO: Acabo de terminar mi videoclip “Buscando un lugar”. Está dedicado a to-
dos los refugiados que peregrinan el mundo buscando un lugar donde cobijarse y reconstruir su
vida con dignidad. Lo compuse inspirándome en las imágenes de Siria y África que han llegado
a nuestros ojos en los últimos años: Miles y miles de refugiados, adultos y niños, familias ente-
ras huyendo a pie, en trenes, en balsas precarias, perdiendo en el intento, en muchos casos, sus
vidas. Fue filmado por Juan Fatur y participa en guitarra Fran Lanfré. Agradezco toda la difusión
que puedan darle. Pueden verlo en https://youtu.be/df4835JzlxY o bien descargarlo con buena
calidad de este link: http://www.antaramusica.com.ar/buscando-un-lugar-full-HD.zip ¡Gracias!

Alejandro fatur

Queridos amigos: No se olviden que pueden disfrutar de

Revista TODO en versión digital visitando nuestra página
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40 Cartas de Papel

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