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Las estructuras de la incertidumbre: performatividad e

imprevisibilidad en las operaciones económicas


The structures of uncertainty: performativity and unpredictability in economic operations

Elena Esposito
Universidad de Módena y Reggio Emilia, Italia

RESUMEN: El presente artículo reflexiona sobre los ABSTRACT: The article reflects on the presuppositions
presupuestos y consecuencias del concepto de and consequences of the concept of performativity
performatividad (entendido como la implicación del (understood as the involvement of the observer in the
observador en los objetos y proyectos que describe). objects and projects he/she describes). The paper
El artículo propone una noción más amplia de proposes a wider notion of performativity concerning
performatividad que incluye no solo a la teoría, sino not only theory but also extended to the entire
que se extiende también a toda la economía, la que se economy, which observes itself in all its operations.
observa a sí misma en todas sus operaciones. Esta This conception has the advantage of being connected
concepción tiene la ventaja de estar conectada con with critical approaches inside economics, which
enfoques críticos dentro de la economía que destacan highlight the central role of uncertainty and surprise.
el papel central de la incertidumbre y la sorpresa. Se It can explain how and why performativity turns into
puede explicar así, cómo y por qué la performatividad counter-performativity and how financial operators
se convierte en contraperformatividad y cómo los exploit uncertainty when orienting their behavior,
operadores financieros aprovechan la incertidumbre al expecting, and using the unpredictability of the future.
orientar su comportamiento, al esperar y utilizar la
imprevisibilidad del futuro.

PALABRAS CLAVE: Performatividad; Observación de KEYWORDS: Performativity; Second order


segundo orden; Incertidumbre; Riesgo; Derivados observation; Uncertainty; Risk; Derivatives
financieros

PERFORMATIVIDAD E INCLUSIÓN DEL OBSERVA- el mundo (y habla sobre el mundo), sin estar impli-
DOR1 cado en sus procesos.
Este requisito coincide con lo que la teoría de
La noción de performatividad se ha extendido en las observación ha declarado durante muchos años (von
últimas décadas con éxito a través de diversas disci- Foerster 1981) y con el punto de partida escogido
plinas, a menudo con gran eficacia. El concepto pro- por la teoría de sistemas sociales (con el término “au-
viene de la lingüística, donde el texto fundacional de tología”: Luhmann 1997: 16ss.) -la idea que el obser-
Austin (1962), y su evocador título “Cómo hacer co- vador siempre está implicado en los objetos y proce-
sas con palabras”, marcó un decisivo punto de trans- sos que observa y describe. En retrospectiva, parece
formación. El texto de Austin cambió el foco, desde bastante obvio ahora preguntar cómo podría ser de
el estudio abstracto de la lengua hacia su uso en ope- otro modo. La respuesta es que el observador está
raciones comunicativas prácticas –desde lo que la inevitablemente en un mundo disponible. Él es tam-
lengua dice hacia lo que la lengua hace (diciendo bién una cosa y soporta reales consecuencias. Debe-
algo).2 Sin embargo, el componente performativo no mos determinar lo que estas consecuencias son y
se haya limitado al lenguaje. Sus implicaciones son cómo pueden ser consideradas.
mucho más amplias. Se destaca la necesidad de aban- El concepto de performatividad es aplicable a
donar la idea de un observador externo que observa todas las disciplinas en las cuales concierne no sólo

1Una versión en inglés de este trabajo apareció en: Economy and 2Ver Austin (1962) y Searle (1969), así como una rica literatura
Society 42(1), 102–129 (2013). Traducido por Hugo Cadenas con sobre los actos de habla y sus diversos aspectos, así por ejemplo,
autorización de la autora. Grice (1975) y Cohen (1973), entre otros.

MAD 43 (2020): 29–46


DOI: 10.5354/0719-0527.2020.60650
© CC BY-NC 3.0 CL
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la lengua, sino también la observación en general. se requiere es mucho más que el desarrollo de una
Podríamos incluso decir que esta es la correlación teoría correcta. Se trata de si la ciencia económica “es
para las humanidades del principio de incertidumbre ‘capaz’ o ‘incapaz’ de transformar el mundo” (Ma-
de Heisenberg para la física. En ambos casos, esta- cKenzie et al. 2007: 2).
mos obligados a afrontar un mundo que depende de El problema es complicado. Uno puede por lo
la observación de un observador que pertenece al tanto perderse con facilidad. En sentido estricto, la
mundo. El resultado, en ambos casos, es una condi- ciencia económica siempre será ‘capaz’ de transfor-
ción de indeterminación (en las ciencias sociales se mar el mundo. De hecho, no puede hacer otra cosa.
habla de contingencia3) que lleva a un replantea- Insertada en el mundo, la ciencia económica afecta
miento profundo de los métodos y categorías de la inevitablemente el mundo con sus observaciones y
investigación. sus conceptos. Lo que se busca es la capacidad de
El “giro performativo” se ha extendido a través transformar el mundo de acuerdo con lo que uno
de las ciencias sociales y culturales, desde el estudio quiere, transformar el mundo del modo ‘correcto’.
de los rituales al uso de los textos, de la política al Esto es mucho más difícil.5 ¿Qué criterios deben ser
teatro, del arte a los medios (Musner & Uhl 2006; tomados en cuenta para conducir esta transforma-
Wirth 2002), y, por supuesto, a la ciencia y la socio- ción, si éstos mismos deben ser parte de la transfor-
logía. El éxito de la teoría del actor-red reside en ha- mación en curso? La respuesta a esta pregunta de-
ber destacado con eficacia los elementos performa- pende de la meticulosidad y eficacia de la teoría de la
tivos en varios aspectos de la vida social y en sus re- performatividad. Esto requiere la capacidad de refle-
flexiones acerca de dicha vida (Holzer & Schmidt xionar sobre la teoría y sus presuposiciones (el pro-
2009; Knorr-Cetina & Mulkay 1983; Latour & Wool- blema de la contingencia mencionada anterior-
gar 1979). En la teoría económica, el interés por la mente).
performatividad es muy reciente (la referencia están- El presente trabajo ofrece una contribución
dar es Callon 1998), y los resultados son aún tanto exactamente sobre este respecto. Se observan las
particularmente evidentes como inmediatos (Callon aplicaciones de la idea de performatividad en la eco-
et al. 2007; MacKenzie 2009; MacKenzie et al. 2007). nomía, mostrando sus ventajas especialmente en un
Según la definición original, “la ciencia econó- sector, los mercados financieros, donde continua-
mica, en el sentido amplio del término, realiza, sa- mente tenemos que tratar con entidades contradic-
cude y formatea la economía, en lugar de observar torias creadas principalmente por la observación
cómo ésta funciona” (Callon 1998: 2). La ciencia mutua de observadores (segunda sección). La ciencia
económica “no consiste solamente en ‘conocer’ el económica dominante, orientada por las ideas del
mundo, de manera exacta o no. Esta consiste tam- equilibrio, de la eficacia del mercado y la distribución
bién en producirlo” (MacKenzie et al. 2007: 2). Esta perfecta de la información, está mal equipada para
producción implica una revisión cuidadosa de los tratar con circunstancias en las cuales la información
métodos y los criterios de la teoría. Si la performati- relevante es producida por el propio comporta-
vidad ha de ser considerada, no basta con producir miento de los observadores. Habría que reintroducir
una teoría ‘verdadera’, en el sentido de una teoría que al observador en el objeto observado por la teoría6 –
describe adecuadamente la realidad. La teoría, como un paso que permanece inaccesible a una teoría que
parte de la realidad, tiene también consecuencias. La tiene la intención de ofrecer una dirección unívoca
realidad cambia debido a la teoría. La teoría ‘verda- para dirigir el comportamiento de los operadores
dera’ sólo describe una realidad que ella misma ha (tercera sección). Incluso dentro de la ciencia econó-
producido y no lo que podría haber sido (realidades mica, sin embargo, hay enfoques que critican la abs-
alternativas).4 La pregunta de Callon se hace eco de tracción de actitudes predominantes y que acentúan
este punto: “¿Cómo puede un discurso estar fuera de la necesidad de tomar en cuenta el papel de los ob-
la realidad que describe y simultáneamente participar servadores, su diversidad y sus interacciones, así
en la construcción de esa realidad como un objeto como la importancia del tiempo, la novedad y la sor-
que la afecta?” (2007: 316). La teoría crítica clamó presa. A partir de tradiciones y problemas diferentes,
hace varias décadas (Horhkeimer 1937) que lo que estas perspectivas no sólo confirman la

3 Siguiendo la definición de la teoría modal, según la cual algo es deberse a la insuficiencia de la fórmula, a la ineficiencia de los
contingente si no es ni necesario, ni imposible. Algo hay allí, pero mercados, o a ambos. Ocurre lo mismo si la fórmula funciona.
podría fácilmente no estar o ser diferente. 5 Según Shackle (1972: 163), el problema de la ciencia económica
4 En un contexto muy empírico, esto es confirmado por Hull consiste en que todavía se da sí misma una tarea dual: describir
(1997: 507) (una de las introducciones más populares a los deri- cómo son las cosas y mostrar cómo pueden ser controladas. Sin
vados financieros). Es difícil probar la validez de los modelos para embargo, estas dos tareas son incompatibles.
valorar opciones y otros derivados (su ‘verdad’), porque empíri- 6 La teoría de sistemas habla de “reingreso” [re-entry], una noción

camente uno juzga la validez de las fórmulas y la eficacia de los introducida por George Spencer-Brown (1972) en su cálculo de
mercados al mismo tiempo. Si la fórmula no funciona, puede formas.
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performatividad, sino también introducen otros as- Su realidad es interna a las operaciones de los mer-
pectos, como la necesidad de considerar la incerti- cados, en los cuales operan perfectamente en la or-
dumbre como centro y recurso fundamental de la ac- ganización de transacciones y la creación y destruc-
tividad económica (cuarta sección). A fin de tomar ción de la riqueza. Uno habla de entidades como el
esto en cuenta, sin embargo, la noción de performa- LIBOR (las tasas de interés con las cuales los bancos
tividad en la sociología económica no es suficiente. toman a préstamo fondos de otros bancos) que no
Es necesario moverse hacia una concepción más ra- existen en ninguna parte como algo dado e indepen-
dical que no esté limitada a la teoría o al laboratorio, diente, sino que surgen de las expectativas mutuas de
sino que se extienda a toda la economía, esta ciencia unos bancos sobre las ofertas de otros bancos. Éstas
económica observa un objeto que se observa a sí son, por lo tanto, entidades conjeturales y son térmi-
mismo (quinta sección). Esta radicalización tiene sus nos de referencia confiables para los operadores
ventajas. Por ejemplo, nos permite explicar cómo y (MacKenzie 2007: 369ss.). Éstas trabajan con enti-
por qué la performatividad se convierte en contra- dades igualmente ‘inmateriales’ (como índices bursá-
performatividad, una transformación que ha perma- tiles), primariamente como base para contratos deri-
necido hasta ahora bastante obscura (sexta sección). vados.
La noción ampliada de performatividad referida a la Los derivados, estos enigmáticos productos
observación de segundo orden también puede mos- que marcaron el despegue de los mercados financie-
trar cómo los operadores financieros son capaces, al ros en décadas recientes, pusieron en duda esta rela-
menos en la práctica, de explotar la incertidumbre a ción con la realidad, en tanto tienen una relación me-
fin de orientar su comportamiento. Las decisiones diada y circular con el mundo. Los derivados son de
económicas nunca son aleatorias. Son dirigidas por hecho llamados de este modo porque tienen la par-
motivos y proyectos. A menudo decepcionan y se ticularidad de ‘derivarse’ de algo más. Su precio es
comportan imprevisiblemente. Esta imprevisibili- calculado a partir del precio de algo más, el ‘subya-
dad, sin embargo, puede ser esperada (sección final). cente’ que puede ser cualquier cosa -por ejemplo, he-
La tarea de la teoría es describir la preparación y ges- chos naturales como la cantidad de nieve acumulada
tión de las sorpresas. en un resort, la cosecha de trigo, el precio de los cer-
dos u otros instrumentos financieros como reservas,
PERFORMATIVIDAD EN LA CIENCIA ECONÓMICA índices, o precios. Desde el punto de vista de los de-
rivados, no hace ninguna diferencia, porque su ob-
Es una suerte que las observaciones de performati- jeto no es el subyacente. En el tráfico de derivados
vidad económica hayan podido ocurrir sin responder uno no vende el subyacente, verdadero (cerdos) o
estas preguntas subyacentes. Estas observaciones virtual (índices), sino sólo una futura relación, una
han producido iluminadores resultados en años re- promesa más o menos convincente (las opciones de-
cientes. Las investigaciones más convincentes han jan más libertad que los futuros).7 Con derivados
surgido del campo de las finanzas, donde es puesta uno compra y vende la exposición al riesgo relacio-
en duda la relación de la performatividad económica nada con la transacción de la propiedad en cuestión,
con la realidad y la posible independencia de la reali- no el bien en sí mismo. Desde este punto de vista, el
dad. En el campo de finanzas, la referencia a la reali- bien se hace irrelevante. La mayoría de los contratos
dad es particularmente vaga y misteriosa. La relación de derivados concluyen sin haber intercambiado
entre la verdadera economía y la ‘economía de papel’ algo. El subyacente no es entregado en absoluto.
(entre Main Street y Wall Street, entre las increíbles su- Sólo es el contrato el que es vendido y luego usado
mas transadas a diario en los vertiginosos movimien- para explotar la diferencia de precios con el tiempo
tos de los mercados financieros y los bienes que es- (la opción a menudo ni siquiera es ejercida, porque
tán realmente disponibles) permanece obscura, no no es provechosa). En muchos casos, nunca se
sólo para los legos, sino también para observadores piensa en ejercer la opción, pues el contrato sólo fue
y operadores especializados. En este contexto, se ha celebrado como refugio de una inversión de signo
revelado “la producción material de virtualidad” negativo. En otros casos, la entrega no es posible
(MacKenzie 2007a: 372) –es decir, la manera en la porque el contrato trató con entidades (virtuales)
cual la práctica de las finanzas produce sus propios contradictorias.8
objetos y los robustece y socializa, aun si son entida- El objeto de los derivados no existe. No es un
des que no existen fuera de la práctica de finanzas. (verdadero o virtual) presente dado, sino una entidad

7 Swan (2000: 17) define los derivados como “ventas de una pro- futuro. Como mínimo, se requería la intención de intercambiar
mesa”. bienes, es decir un compromiso presente hacia la incertidumbre
8 La dificultad para aceptar la realidad de las entidades virtuales (la del futuro –pero esto obviamente no funcionó y el “test de inten-
realidad del riesgo) se observa en el antiquísimo debate sobre la ción” fue abandonado definitivamente en los años 1980: ver Swan
validez de los contratos, según el cual no hay bienes transferidos, (2000: 205ss.).
porque el vendedor ni posee el bien, ni tampoco lo poseerá en el
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futura (Esposito 2011: 9). No es casualidad que la tanto éxitos como fracasos. La crisis financiera re-
transacción presente ocurra en referencia a una fecha ciente muestra esto. Los mecanismos son los mis-
futura. No trata ni con un objeto presente ni con uno mos. El futuro (todavía no existente) permanece
futuro, sino con una actitud presente respecto del fu- abierto e imprevisible, y siempre puede ocurrir de
turo, con la incertidumbre de los riesgos del mañana, manera diferente a lo esperado como consecuencia
ya que son percibidos y manejados hoy (Arnoldi de estas mismas expectativas. En tales casos, Ma-
2004: 23ss.; Bryan & Rafferty 2007: 137). Este riesgo cKenzie (2006: 184s., 259s., 2007b: 75s.) habla de
es medido, compensado, transferido y dividido en contra-performatividad. Las expectativas objetiviza-
un complicado e imposible intento de dar forma al das por la fórmula Black-Scholes se hacen visibles. Se
futuro, o al menos a su incertidumbre. puede actuar entonces contra ellas, como pasa
En el contexto de los derivados, cuando se cuando cambia el clima de confianza en los merca-
trata con objetos que directamente reflejan las ex- dos y el futuro ocurre de manera distinta a las expec-
pectativas de los operadores, objetos que son medi- tativas –como consecuencia de estas mismas expec-
dos y construidos sobre la base de las expectativas tativas. Pero este no es el único caso. El fracaso del
de otros, el componente performativo es absoluta- LTCM (Long Term Capital Management) en 1998 ha
mente evidente. Sobre esto, esta clase de investiga- sido interpretado como una reacción a su propio
ción probó ser particularmente convincente. El es- éxito, el cual gatilló un proceso de imitación que fal-
tudio más representativo es el de Donald MacKenzie seó los cálculos (correctos) que lo dirigían (MacKen-
(2006, ch. 5) sobre la fórmula Black-Scholes para valo- zie 2006: 211ss.). Uno se refiere ahora cada vez más
rar derivados –un concentrado de enigmas y de efi- al “riesgo modelo” (Esposito 2011: 189; Rebonato
cacia de la performatividad. La fórmula representa 2001) a fin de indicar la manera en la cual el uso de
una tentativa en el presente para dar una objetividad modelos, sobre todo si son correctos, tiende a pro-
(un precio) a un futuro dado, donde este futuro to- ducir resultados negativos. Esto sucede porque la
davía no ha llegado y por tanto no puede ser cono- realidad reacciona de acuerdo con el modo en que es
cido, pero que depende de operaciones presentes – observada. Algunas preguntas, sin embargo, perma-
es decir, del precio de hoy. La circularidad de Callon necen abiertas. ¿Por qué y cuándo la performatividad
aquí muestra su forma más directa. El objeto existe se convierte en contra-performatividad? ¿Es la teoría
sólo para la intervención del observador, una inter- de performatividad, la cual se refiere al papel de la
vención que está condenada a afectarlo. MacKenzie teoría en la formación de su realidad, capaz de pro-
ha mostrado que el éxito de la fórmula Black-Scholes porcionar una explicación?
y su influencia en la expansión de los mercados fi- Para buscar respuestas, debemos colocar la
nancieros depende de la performatividad. Ya que el performatividad y su teoría dentro del contexto de la
futuro todavía no existe, las expectativas presentes ciencia económica como un todo, a fin de reflexio-
sobre el futuro contribuyen a su producción. Du- nar sobre su relación con otras teorías y con la refle-
rante varias décadas estas expectativas han sido diri- xividad de la economía en general.
gidas por la fórmula Black-Scholes, la que prometió
una forma racional, computable y compartida, para LA EXCLUSIÓN DEL OBSERVADOR DE LA TEORÍA
tratar con la incertidumbre del futuro, proyectando ECONÓMICA
la incertidumbre del pasado hacia adelante (a través
del cálculo indirecto de la volatilidad implícita). La ¿Por qué la performatividad es tan evidente en la
fórmula Black-Scholes prometió calcular la realidad ciencia económica y por qué lleva a tales iluminado-
que ella misma había producido y no la realidad res resultados? Una razón es que indudablemente la
como tal. Esto se observa en el hecho que, al princi- teoría económica, a pesar de los resultados de teorías
pio (cuando la fórmula fue propuesta: Black & Scho- de la ciencia y otras disciplinas, sigue estando basada
les 1973), el procedimiento pareció completamente en algunas asunciones que excluyen explícitamente
inverosímil, basado en una serie de asunciones abso- cualquier forma de participación del observador e in-
lutamente poco realistas sobre el funcionamiento de cluso lo/la ubican de manera más o menos cons-
los mercados (como los propios autores señalaban). ciente en una posición externa. Sólo así es posible
Se admitía que era una fórmula defectuosa, la cual se conservar una idea abstracta de una racionalidad
hizo válida cuando los mercados (por muchos moti- económica que es dirigida por criterios fijos que pue-
vos, incluso su compatibilidad con el uso de ordena- den ser descritos y formalizados, sin considerar las
dores que entonces se expandían) comenzaron a constricciones que emergen en situaciones específi-
adoptarla, ‘creyendo’ en la futura realidad prometida cas, situaciones en las cuales el operador no está solo
por la fórmula y, así, haciéndola real en el presente. y debe elegir un comportamiento que resultará apro-
La fórmula produjo la realidad que validó la fórmula. piado o inapropiado, según cómo los otros actúen
La performatividad, sin embargo, trabaja tanto (quienes están en la misma situación). Sólo mante-
en un sentido positivo como negativo, produciendo niendo fuera al observador puede uno mantener
Las estructuras de la incertidumbre: performatividad e imprevisibilidad en las operaciones económicas 33

asunciones como la hipótesis de la eficacia del mer- no puede dar indicaciones unívocas (Baecker 1988:
cado (EMH), la cual fue desarrollada en los años 52s.). La tarea de la ciencia económica está autolimi-
1960s y se extendió a la década que siguió (Fama tada de antemano. Como todas las teorías, debe ha-
1970). Esta hipótesis postula la idea que los precios cer frente a problemas y comparar soluciones dife-
de mercado, particularmente aquellos que se asumen rentes. Al hacer esto, sin embargo, no puede cues-
como máximamente eficientes en mercados finan- tionar las distinciones que son dadas por sentado
cieros, reflejan siempre la información disponible, dentro de la economía. Por ejemplo, no puede com-
compensando reacciones tanto bajas como exagera- pararlas con distinciones que han sido desarrolladas
das, y se orientan hacia una condición de equilibrio en otras áreas, como la política o la ciencia (Luh-
y distribución óptima de recursos. Los movimientos mann 1997: 964s.). Debe observar la economía
de los mercados deben ser por lo tanto aleatorios desde el interior y como si fuese un observador ex-
(para la hipótesis del camino aleatorio (RWH) ver Lo terno.
& MacKinlay 1999; Malkiel 1999) y las variaciones Destacando esta limitación, la teoría de la per-
deben ser imprevisibles. De otro modo, los merca- formatividad critica correctamente el enfoque domi-
dos ya habrían explotado y neutralizado cualquier nante de la economía. Sin embargo, el enfoque do-
oportunidad. Los mercados racionales se mueven sin minante no es el único, y la propia ciencia económica
razón. No hay información que no esté ya incorpo- ha producido una larga historia de voces disidentes
rada en los precios del mercado. Las desviaciones de que, incluso si no hablaban explícitamente de perfor-
la racionalidad de los mercados, cuando ocurren, son matividad, han reflexionado sobre la reflexividad del
etiquetadas como anomalías o incluso como fracasos comportamiento económico y la incertidumbre que
del mercado (una etiqueta que es intrínsecamente éste genera. Sin ligarse al rótulo, la hipótesis de la
moralizante). performatividad tiene muchos precedentes dentro
Si se introduce la performatividad –es decir, la de observaciones de la economía, en el contexto de
intervención del observador en los mercados en los muchas teorías diferentes que han criticado la rigidez
cuales actúa- estas hipótesis abstractas se vuelven va- e irrealismo de un mercado perfecto y sus corolarios.
cías. Los mercados no pueden reflejar toda la infor- Esto no es, por supuesto, una crítica de la teoría de
mación porque carecen, al menos, de la información la performatividad. Al contrario, es una demostra-
producida expresamente por los operadores a través ción adicional de su suficiencia empírica. Las obser-
de su comportamiento y las observaciones de dicho vaciones de la economía, desde dentro de la econo-
comportamiento por parte de otros operadores (Ma- mía, también indican aspectos que podrían llevar a
cKenzie et al. 2007: 5). El comportamiento actual de una radicalización de la hipótesis de la performativi-
los operadores implica cierta previsibilidad de los dad haciéndola más estricta y, al mismo tiempo, su-
mercados, debido al modo en el cual los pronósticos perando algunas de sus dificultades.
de expertos, quienes tratan de encontrar patrones y
tendencias, afectan los movimientos de los merca- LA INCERTIDUMBRE COMO RECURSO
dos (Preda 2007). La irracionalidad no solamente es
racional, sino que también tiene estructuras que pue- Las críticas al carácter altamente abstracto de la cien-
den ser descritas (por ejemplo, por las finanzas con- cia económica no son nuevas, sobre todo en la pro-
ductuales; ver Kahneman et al. (1982) y muchos pia disciplina. Keynes era totalmente explícito al res-
otros, como Motterlini (2006)). pecto: “Los teóricos clásicos se parecen a geómetras
Todo esto parece ser ignorado por la ciencia Euclidianos en un mundo no euclidiano que, al des-
económica dominante, indudablemente porque su cubrir que en la experiencia hay líneas rectas parale-
tarea no es sólo describir la realidad económica, sino las que a menudo se encuentran, reprochan a las lí-
también proporcionar la información que puede neas el no mantenerse rectas” (Keynes 1973 [1936]:
ayudar a orientar el comportamiento de los operado- 16). La tendencia hacia la matematización se apoya
res e idealmente ofrecer instrumentos para pronós- en asunciones imprecisas y lleva a los investigadores
ticos (Smelser & Swedberg 1994). La ciencia econó- a perder de vista la complejidad y las interdependen-
mica se incluye dentro del objeto que ella describe. cias del mundo real (Keynes 1973 [1936]: 298). Estas
Paradójicamente, su papel performativo le impide críticas han sido recientemente retomadas y reforza-
ver la performatividad. La teoría debe afectar el com- das. La ciencia económica estaría plagada de un ex-
portamiento de los operadores, proporcionando una ceso de formalismo sin teoría, lo que la hace más
descripción de la economía y su funcionamiento. Si abstracta y separada de su objeto. El resultado es la
la teoría intentara tener en cuenta la performatividad “crisis de visión” (Heilbroner & Milberg 1995) de
y la incertidumbre resultante, fallaría en su tarea. Su una teoría “esotérica” que habla sobre una realidad
labor se haría mucho más compleja. Un observador hipotética imaginaria que no enfrenta los datos de la
interno que es consciente de su influencia sobre el realidad, sino simplemente demuestra que el mundo
sujeto que describe, se pierde en la circularidad y ya real confirma sus predicciones (Blaug 1980) (una
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especie de reconocimiento deformado de la perfor- performatividad, la ciencia económica no toma en


matividad). La separación de la realidad es explícita, consideración la manera en que perspectivas concre-
dado que las teorías económicas se refieren a varia- tas de observadores diferentes afectan el mundo que
bles que deben ser pocas en cantidad, homogéneas, observan, como si los observadores estuviesen
permanentes y aisladas del resto del universo, lo que afuera y afrontaran un mundo en el cual tampoco
nunca es el caso (Shackle 1972: 74ss.). Estas teorías hay sujetos y objetos en su interior.
están inevitablemente sujetas a errores y ambigüeda- Las reflexiones críticas dentro de la ciencia eco-
des (Hicks 1979: ch. 1), cuando no son absoluta- nómica, sin embargo, dicen más. Introducen ele-
mente falsas (Zamagni 1982: 13), sirviendo sólo para mentos de complejidad que la teoría de la performa-
eliminar o neutralizar los factores sociales que gene- tividad no puede destacar con la misma claridad, en
ran incertidumbre e inestabilidad, poniendo el rigor cierto sentido radicalizando las críticas como una
antes de la relevancia (Heilbroner & Milberg 1995: tentativa de ofrecer una salida al estado de punto
101-105). muerto de su propia disciplina. La palabra clave es
Estas referencias abundan y curiosamente pro- ‘incertidumbre’, entendida en un sentido positivo,
vienen desde el mismo campo de la ciencia econó- como un recurso. La incertidumbre es el recurso bá-
mica que pretenden criticar. Es como si realizaran sico del comportamiento económico y de la posibi-
una especie de autoinmunización performativa lidad de obtener ganancias. El mundo de la econo-
(como si la conciencia del problema fuese ya una mía, como sostiene Shackle (1972: 164), se alimenta
parte de su solución). Los ‘síndromes’ típicos de la de la incertidumbre. Es una incertidumbre inevitable
teoría económica, como la obsesión por el equilibrio, e incontrolable que es producida por el mismo com-
comparten la misma base y son igualmente poco rea- portamiento de los operadores.10 Sin la incertidum-
listas. Von Hayek dijo que el estado del equilibrio es bre, la economía no podría funcionar o existir. En
“declaradamente ficticio” (1937: 44), pero sin em- un mundo de mercados racionales y eficientes, uno
bargo se presupone porque permite construir una no sería capaz de obtener ganancias o de inventar
teoría confiable, libre de incertidumbres, donde los algo, pues cualquier novedad sería neutralizada de
factores subjetivos coinciden con los objetivos (y antemano por la distribución perfecta de la informa-
podríamos así desentendernos de la subjetividad, es ción. Sin embargo, un genuino emprendedor pro-
decir, del rol del observador). Tal teoría no tiene sor- duce sorpresas, inventa novedades que no podían ser
presas (Hicks 1979: 101), novedad o tiempo (Clark predichas de antemano, porque introducen un punto
& Juma 1987: 5; Rizzo 1979: 5; Shackle 1955: 91, de discontinuidad, un ‘momento crucial’ en la histo-
1988: 8). No hay siquiera interacciones u observacio- ria que crea oportunidades que no existían antes. Es-
nes mutuas entre diferentes individuos (von Hayek tas posibilidades no pueden ser planeadas y produ-
1937: 35ss.). El equilibrio sólo tendría sentido si los cen incertidumbre persistentemente, así como tam-
operadores que son libres de seguir sus proyectos in- bién creatividad y dinamismo en el comportamiento
dividuales y preferencias siguieran todos la misma ló- económico. Una decisión no solamente elige entre
gica y racionalidad, esperando que los otros hagan lo posibilidades dadas de antemano, estableciendo cua-
mismo –como si los demás individuos fuesen final- les serían las más convenientes, sino que crea nuevas
mente iguales en sus criterios y orientaciones.9 Esta oportunidades que resultan imposibles de conseguir
racionalidad no cambiaría con el tiempo. Mientras a partir de los datos disponibles. La decisión explota
que las decisiones pueden ser diferentes, ya que ad- la incertidumbre sin la cual no habría ninguna liber-
quirimos nuevos elementos y aprendemos de nues- tad y, al mismo tiempo, la reproduce, regenerando la
tros errores (mayor conocimiento y diferentes limi- imprevisibilidad del futuro (Davidson 1978: 5-10;
taciones), la lógica que está en la base no. Aquí otra Snowdon et al. 1994: 300ss.). La incertidumbre, po-
vez es como si hubiese sólo un individuo (y por lo dríamos decir, es el otro lado de la creatividad y la
tanto ningún individuo concreto, porque la gente innovación. Este hecho debería ser entendido y va-
real es siempre diferente) que, en ciertas situaciones, lorado.
con cierta información y desde puntos de vista dife- La incertidumbre significa, en primer lugar,
rentes, o en diferentes momentos, siempre usa la que nadie sabe nunca cómo las cosas realmente re-
misma racionalidad. En los términos de la sultarán. Esta definición postula, como la hipótesis

9 Shackle habla de una “pre-reconciliación general” (1988: 9ss.) de derivan de la misma conducta de los operadores. Este riesgo es
opciones por todos los actores en el mercado (perfecto). radical y persistente, pues el futuro permanece abierto y las cosas
10 La referencia inevitable es Knight (1921), quien distingue la in- pueden siempre ir mal como resultado también de lo que hicimos
certidumbre radical del riesgo, es decir de la ignorancia que puede o no hicimos. Como veremos más adelante, la incertidumbre ra-
ser controlada con el cálculo de probabilidad e información. Bajo dical siempre incluye un momento de reflexividad. No puedo sa-
la etiqueta sociológica de la “sociedad del riesgo” (Beck 1986; ber cómo irán las cosas porque ellas dependen también de lo que
Luhmann 1991), se invierte la terminología (causando a menudo hago o no hago.
confusión). El riesgo es la posibilidad de futuros daños que se
Las estructuras de la incertidumbre: performatividad e imprevisibilidad en las operaciones económicas 35

de los mercados eficientes, que el elemento central no se relaciona con bienes, sino con deducciones de
es la información. En este caso, sin embargo, la in- lo que los otros saben y piensan. Una situación simi-
formación nunca es perfecta ni debería serlo. La im- lar ocurre en casos del riesgo moral, los que son bien
perfección de la información no es un defecto (o una conocidos en el debate acerca de intervenciones po-
‘falla’) de los mercados y no puede ser superada con sibles para controlar crisis financieras. Las medidas
mayor conocimiento o mejores técnicas. La informa- tomadas para apoyar los bancos son interpretadas,
ción imperfecta es la condición fisiológica y la razón por un lado, como señales de que éstos las necesitan,
de los mercados.11 Este es el punto de partida para es decir, como índices de debilidad de los bancos.
“la economía de la información” (desde Stigler Por otro lado, estas medidas son esperadas por los
1961). Los problemas económicos son problemas de bancos, llevándolos en último término a asumir más
información. Sin estos problemas, no habría proble- riesgos. En ninguno de estos dos casos tiene éxito
mas económicos (Clark & Juma 1987: 90). La infor- transmitir la información relevante, porque se esta-
mación siempre es escasa porque no es un requisito blece un mecanismo circular y se genera más infor-
previo para, sino el resultado de, la acción econó- mación relacionada con la observación mutua de ob-
mica. servadores que siempre están implicados en el mer-
Aunque no se presenta en estos términos, esto cado en el cual funcionan.
es también un asunto de performatividad. Aun si el Estos casos negativos hacen ver los mecanis-
mercado está bien regulado, los precios nunca expre- mos (positivos) que afectan siempre a los mercados.
san toda la información posible, dado que no pueden Los operadores deciden no sólo sobre la base de lo
contener la información más relevante acerca de los que saben y lo que quieren, sino también sobre la
mercados, en los cuales los operadores se observan base de cómo los otros observarán sus decisiones y
mutuamente y tratan de modular su comporta- cómo actuarán. Reconocen que es el comporta-
miento sobre la base de lo que los otros hacen (o no miento de otros lo que determinará por último si su
pueden hacer). La información más relevante no está decisión es correcta o incorrecta. Esto ocurre en to-
relacionada con las características de los bienes, sino das las transacciones económicas y es el verdadero
con la orientación y las expectativas de los demás. objetivo y la función del mercado –es decir, propor-
Esta información no está contenida en precios, sino cionar una arena para la observación mutua de ob-
que es producida por el comportamiento de opera- servadores. El mercado opera como un espejo de
dores que se orientan por los precios (Grossman doble cara, donde los productores se observan entre
1976, 1989; Stiglitz 2003; Grossman & Stiglitz sí, y otros productores y otros consumidores hacen
1980).12 Esta información no puede ser conocida de lo mismo al otro lado (White 1981).13 No ven a tra-
antemano porque todavía no existe. Un mercado li- vés del espejo. No ven los productos. Sólo ven cómo
bre y eficiente está, por lo tanto, condenado a ser los otros se refieren a ellos. La performatividad es la
imperfecto. Esto se ve en los recientes rompecabe- regla y el sentido de la acción económica. No sólo
zas irresolubles de la reflexión económica que se de- concierne a las teorías que tratan de interpretarlo y
ben en su totalidad a insuperables carencias de infor- ver su impacto práctico. Cualquier comportamiento,
mación. La selección adversa se produce cuando la idea, compra e inversión, todos son incluidos en un
información relevante se deriva del comportamiento circuito reflexivo que afecta la realidad a la cual se
de la contraparte que está al corriente y se comporta refieren. Observado desde dentro la ciencia econó-
en consecuencia. Por ejemplo, puedo tener un coche mica, la performatividad se hace mucho más radical
de segunda mano para ofrecer en el mercado y sé y penetrante, sin duda porque expresa la función bá-
que los compradores potenciales son conscientes sica de la economía –es decir, destacar y explotar la
que no pueden saber si es un coche bueno o uno incertidumbre, produciéndola y reproduciéndola en
‘limón’, y por lo tanto no pueden confiar en mí (el todas sus operaciones.
clásico “mercado para limones” de Akerlof (1970)). Desde este punto de vista, la obsesión con la
Aceptarán sólo un precio bajo que equivale a un pro- racionalidad parece particularmente limitante. Si
ducto de baja calidad. Esto no es conveniente para bien es cierto que, en condiciones de performativi-
los que ofrecen un coche bueno. No hay, por lo dad, uno no puede invocar una racionalidad abs-
tanto, mercado para coches de segunda mano de tracta que se aplique a todas las circunstancias, tam-
buena calidad. El mercado ‘falla’ en que no puede bién es verdad que uno no pierde nada, porque en
comunicar la información correcta, mostrando la in- situaciones concretas a menudo es mucho más ra-
formación que realmente lo dirige, información que cional comportarse de modos que formalmente se

11 En sentido estricto, no tiene sentido hablar de información im- a los precios –de acuerdo con la ‘economía de la información’ esto
perfecta, ya que la perfección no existe. siempre pasa, aunque no siempre sea tan evidente.
12 MacKenzie (2006: 184) observa que, durante la crisis, las com- 13 En el origen está el famoso “concurso de belleza” de Keynes

pras y las ventas ya no carecen de información y afectan realmente (1973 [1936], cap. 12).
36 Elena Esposito

consideran irracionales (Arrow en Swedberg 1990: expresiones constatativas ocurren también en el


159). Una opción racional puede tener consecuen- mundo. Son dichas por alguien, son entendidas y tie-
cias negativas, porque es previsible. Los otros lo pue- nen consecuencias. La investigación, por lo tanto, se
den esperar y resueltamente comportarse de un movió a la clasificación compleja de varias clases de
modo diferente. En mercados de observadores que actos de habla (Searle 1969) y a estudios que presu-
se observan, a menudo hay operando una racionali- ponen una performatividad general.
dad diferente. Luhmann llama esta forma de racio- Algo similar ocurre con las observaciones de la
nalidad, racionalidad del riesgo, la que “es correcta economía. Una fórmula como la de Black-Scholes, que
cuando la estrategia de los demás es incorrecta e in- al principio pareció ser constatativa, probó ser per-
correcta cuando la estrategia de los demás es co- formativa cuando las condiciones de la economía
rrecta’ (1988: 120).14 Las ganancias se basan en la ca- cambiaron (Callon 2007: 321), levantando la sospe-
pacidad de desviarse de las expectativas. No es sólo cha que todas las observaciones son performativas.
hacer lo que los otros no pueden anticipar, sino tam- Se reconoció rápidamente que no sólo las teorías (la
bién cambiar las reglas del juego durante el juego – hipótesis del mercado perfecto y sus derivados como
es decir, creando genuinas novedades que no pueden CAPM o VaR), sino que toda clase de factores eco-
ser esperadas. nómicos forman la economía, como los equipos téc-
nicos y las representaciones gráficas usadas en los
PERFORMATIVIDAD RADICALIZADA mercados, las prácticas de apoyo como las técnicas
de contabilidad (Chiapello 2008), los sistemas de ca-
¿Cómo cambia la hipótesis de performatividad si lificación de las instituciones de crédito (Sinclair
consideramos las voces críticas desde dentro la cien- 2010) y otros innumerables factores. La noción de
cia económica? Por una parte, seguramente se re- performatividad se amplió desproporcionadamente
fuerza. Se confirma la circularidad y el papel del ob- y se introdujeron especificaciones adicionales a fin
servador en la realidad que observa. Por otra parte, de tratar con esto. Se distinguieron varios “modos”
sin embargo, la performatividad se radicaliza, en una de performatividad, desde la performatividad explí-
especie de duplicación que se extiende a todas las cita de las teorías hasta aquella “incrustada” en ins-
transacciones económicas. Las operaciones econó- trumentos y fórmulas, en instituciones y tecnología;
micas generan la realidad en la cual operan, así como entre performatividad “genérica” (que mantiene una
la imprevisibilidad que enfrentan como resultado.15 apariencia de ser constatativa) y performatividad
En su formulación original, la performatividad “eficaz” (que marca una diferencia en los mercados)
concierne solamente a la economía y su relación con (MacKenzie 2007b: 60). ¿Cómo trazamos esta dis-
la realidad. En su uso, sin embargo, esta restricción tinción entre performatividad implícita y explícita?
se ha hecho cada vez más leve. Del mismo modo a ¿Cuándo cambiamos de una a la otra? ¿Quién esta-
la teoría lingüística, la distinción entre expresiones blece el umbral? ¿Cuál es la especificidad de esta teo-
constatativas (que simplemente describen el mundo: ría?
‘la manzana es roja’) y expresiones performativas Si cada operación económica es performativa,
(que producen efectos concretos en el mundo: ‘Los entonces se diluye la diferencia entre teoría y opera-
declaro marido y mujer’) pareció inicialmente clara. ciones prácticas y se debilita la frontera entre el lugar
Sin embargo, se advirtió entonces que las expresio- donde se produce la ciencia (el laboratorio que se-
nes performativas deben hablar necesariamente de ñala la teoría del actor-red: Knorr Cetina & Mulkay
algo (tienen un componente constatativo) y que las 1983; Latour & Woolgar 1979) y la sociedad ‘exte-
expresiones constatativas tienen siempre efectos rior’. En la realidad económica, hay un continuum
prácticos. Además de describir el mundo, las entre el ‘laboratorio’, con sus límites definidos entre

14 En una entrevista con Warren Buffett: “mis compras son dic- sistema sólo en la manera y según las formas que éste es capaz de
tadas por una regla simple: ser cauteloso cuando los demás sean detectar: como una ‘heterorreferencia’, es decir, como una refe-
codiciosos, ser codicioso cuando los demás sean cautelosos” (La rencia (dentro del sistema) a lo que está fuera de éste. Las irrita-
Repubblica, 18 de octubre de 2008). ciones e incertidumbres están relacionadas con las operaciones del
15 En esta versión radicalizada, la noción de performatividad se sistema: son una “indeterminación autoproducida” que debe ser
solapa con el concepto polémico de autopoiesis de la teoría de manejada por las estructuras del sistema (Luhmann 1997: 67). El
sistemas sociales (Luhmann 1997: 65ss.; Maturana & Varela término ‘autología’ (mencionado en la primera sección de este tra-
1988). La autopoiesis indica la condición en la cual los elementos bajo) expresa las consecuencias de esta condición: “al realizar lo
que constituyen un sistema son generados en la red de estos mis- descrito, la descripción se describe también a sí misma. La des-
mos elementos: las comunicaciones son generadas por comunica- cripción debe, pues, aprehender su objeto como objeto-que-se-
ciones anteriores y nunca son importadas directamente del en- describe-a-sí-mismo” (Luhmann 1997: 16). En la discusión que
torno. Como señala el término (proveniente del griego ‘poiesis’, sigue, sin embargo, prefiero retener el término ‘performatividad’
es decir producción), el sistema se ‘produce’ a sí mismo y a su –de modo de destacar las conexiones con una tendencia específica
referencia al entorno. El entorno puede irritar o estimular a un y provocativa de la sociología económica, y también para evitar
sistema, pero no puede intervenir directamente. Esto no significa sobrecargar la discusión con las complejas premisas de la teoría
que el entorno no sea relevante, sino que es reconocido por el de sistemas sociales.
Las estructuras de la incertidumbre: performatividad e imprevisibilidad en las operaciones económicas 37

‘interior’ y ‘exterior’, y los ‘experimentos en vivo’ que tal definición pierde todas las referencias con la teo-
ocurren directamente en la realidad externa, con ría.
“plataformas” diferentes entre sí que son más o me- Además de la ampliación del concepto de teo-
nos flexibles y abiertas a la contribución de personas ría hasta éste que pierde cada frontera, esta amplia-
externas (Muniesa & Callon 2007: 163ss.). Como ción pierde la radicalidad de este enfoque. Si todo es
cada operación económica, usa dispositivos y técni- economía, y por tanto todo es teoría, ¿cuál es el papel
cas que incorporan teorías, se amplía el alcance de la de la teoría sociológica? ¿Cómo observa directa-
ciencia económica y queda sin efecto la distinción mente la teoría? La teoría de performatividad es ne-
entre ‘economía académica’ y ‘economía en general’. cesariamente performativa. Sin embargo, ¿cómo da
Cada operación empírica es teórica y viceversa (Ca- cuenta de las consecuencias (performativas) de su
llon 2007: 330ss.). A lo sumo, uno puede distinguir observación? Según la teoría de la economización,
entre “economía confinada” y “economía en la na- algo se hace económico sólo cuando la economía lo
turaleza”, las que están relacionadas con otras disci- define como tal y la teoría está incrustada, es ella
plinas, manejos y prácticas (Callon 2007: 336). La ra- misma parte de la economía. Sin embargo, ¿dónde
dicalización de esta posición conduce a la noción de está localizada la teoría de la economización? ¿Den-
“economización” (Çalişkan & Callon 2009), desta- tro o fuera de la economía? ¿Quién la definió como
cando que la economía, en general, depende de la económica? ¿Cómo se relaciona con otras teorías?
economía (Çalişkan & Callon 2009: 372). Cada com- ¿Dónde está la teoría que establece la diferencia en-
portamiento, objeto o institución se hacen económi- tre economía académica y economía en la naturaleza,
cos sólo cuando la economía los define como tales. en la academia o en la naturaleza? El problema no es
Es “por lo tanto, imposible estudiar la economía en sólo de definición, sino que concierne también al
ausencia de teorías que hablen de ellos” (Çalişkan & modo en el cual se trabaja con la teoría y las conse-
Callon 2009: 377). La ciencia económica se extiende cuencias que se derivan de ello. Por ejemplo, con-
tanto que se superpone completamente sobre la eco- cierne a la relación entre la teoría sociológica de la
nomía. performatividad y las reflexiones de la ciencia eco-
De acuerdo con la intención de sus proponen- nómica que, como hemos visto en algunos casos, re-
tes, el resultado es la evolución consecuente de la conocen y realzan la reflexividad y el rol informativo
idea clásica de la ‘incrustación’ [embeddedness] de la de la observación.
“nueva sociología económica” (Granovetter 1985, A su manera, la economía reconoce la incrus-
hasta Fligstein 2001). La teoría económica no es ex- tación. Lo hace en una versión más radical, comen-
terna a la economía. No la estudia desde fuera, sino zando en sentido contrario, no desde el laboratorio
que es parte del objeto que analiza. Esto, como he- hacia la sociedad (vista ésta como una especie de la-
mos visto, es dado por sentado ahora en muchos boratorio a mayor escala), sino desde la sociedad ha-
campos de la investigación. Expresa la dependencia cia el laboratorio (que se convierte en una articula-
del mundo observado del observador que lo en- ción de la sociedad, en una de sus formaciones inter-
frenta. Según una vieja fórmula de Humberto Matu- nas). Cada transacción económica, según Shackle
rana y Francisco Varela, “Todo lo dicho es dicho por (1972: 96), es una decisión –es decir una opción en-
un observador” (1988: xix). Al reflexionar sobre los tre alternativas. Sin embargo, estas alternativas no
contenidos de cada aseveración, también habría que son elementos en una lista terminada y dada de an-
tener en cuenta al observador que la formula. La hi- temano. El tomador de decisiones genera las opcio-
pótesis de economización, sin embargo, va más allá. nes que espera conseguir con su propia elección me-
No sólo sostiene que la teoría es una observación y diante conjeturas e imaginación; unas opciones que
que las observaciones afectan al objeto observado, no existían antes de su decisión. La producción y la
sino también dice que cada observación es una teo- innovación (práctica y teoría) son entonces parte del
ría. Siempre que suceda una observación económica mismo proceso, así como cada acción económica
(en cada transacción, cada presupuesto, cada estudio produce la información que es usada por producto-
de producto), con sus consecuencias sobre la econo- res y consumidores para concebir nuevas posibilida-
mía, habría que hablar no sólo de observación, sino des (Clark & Juma 1987: 96). Esto ocurre en cada
de teoría. Esta es una extensión que es consecuencia aspecto de la economía: en los modos en los cuales
de la definición original de performatividad, como la las compañías consideran las asimetrías en la infor-
que se encuentra en Callon (1998). La ciencia econó- mación; en la competencia que nunca es absoluta
mica realiza a la economía. Cuando la performativi- sino relativa a otros (los operadores se observan mu-
dad se extiende, el alcance de la teoría se ensancha y tuamente); en la posibilidad que tienen los monopo-
finalmente coincide con la economía en su conjunto. listas de diferenciar categorías diferentes de compra-
En sentido estricto, la nueva definición debería ser dores; en la teoría del salario de eficiencia, según la
que la economía se realiza a sí misma. Sin embargo, cual la productividad depende del sueldo y no al re-
vés; y, en otros innumerables ejemplos (Stiglitz 1985:
38 Elena Esposito

30ss.). La incertidumbre de la teoría, la cual nunca (sus mundos). Dado que el mundo de cada observa-
puede tener una verificación independiente, equivale dor refiere a su propia perspectiva, este enfoque in-
a la incertidumbre de los sujetos, quienes no pueden cluye la cuestión de la performatividad (el mundo de
saber si sus expectativas equivalen a la realidad o la cada observador es ‘su’ mundo ‘construido’ por sus
realidad se ajusta a las expectativas (Soros 1987: 46). categorías y operaciones), y también toma en cuenta
La economía entera, por lo tanto, es performa- las maneras en las cuales los observadores se obser-
tiva porque está basada en la incertidumbre que es van y afectan mutuamente. El mundo de los obser-
explotada a fin de producir posibilidades. La distin- vadores de segundo orden consta de objetos, así
ción entre teoría y acción económica, entonces, debe como de otros observadores, con sus mundos res-
ser mucho más sutil y no puede confiar sólo en la pectivos, donde el primer observador puede apare-
performatividad de la teoría, dado que la performa- cer como un objeto (y ser consciente de este hecho).
tividad está en todas partes (no sólo en los dispositi- La teoría de sistemas sociales incorpora a la teoría de
vos que incorporan teoría). No sólo la ciencia eco- la observación en una descripción compleja de la so-
nómica sino todas las transacciones económicas ob- ciedad moderna y sus estructuras, una teoría de la
servan la economía y producen información. La sociedad que puede ser vista como una descripción
ciencia económica es la teoría de un objeto que se de la performatividad a un nivel más alto de comple-
observa a sí mismo (Luhmann 1988: 80).16 Lo que jidad y auto-referencia (Luhmann 1997).17
debe ser estudiado es la observación y sus formas, En términos de la teoría de la observación, la
así como también la teoría como una modalidad par- performatividad no es exclusiva de la teoría. Todas
ticular de observación. las operaciones sociales que son observaciones afec-
tan al mundo. La performatividad es el dato funda-
CONTRA-PERFORMATIVIDAD COMO OBSERVACIÓN mental de lo social en su conjunto. La disponibilidad
DE SEGUNDO ORDEN de una teoría, sin embargo, hace una diferencia y
tiene otro efecto performativo, uno más sutil e insi-
La performatividad interviene en todas las operacio- dioso. Si la teoría se expande y los operadores la si-
nes de la economía, un hecho que el constructivismo guen, entonces se hace más fácil ver cómo los otros
social ha sabido y señalado desde los tiempos de Ber- observan; dirige la observación de segundo orden. Si
ger y Luckmann (1967). Los hechos sociales son los observadores siguen una teoría, entonces uno
construidos por observadores que no pueden reco- puede saber lo que observan y cómo. Uno puede ob-
nocer el papel de estos hechos en esta construcción servar su observación y comportarse en consecuen-
cuando los encuentran en una forma objetivizada, cia. Esta es la forma de performatividad específica
como objetos independientes de su contribución. de la teoría que ha sido estudiada y analizada por la
En este sentido, la performatividad no es específica sociología económica.
de la teoría económica. Ni siquiera es específica de Esta ‘segunda performatividad’, sin embargo,
la teoría en general. Todas las operaciones sociales es particularmente incierta. No sólo concierne a la
tienen un componente performativo, en tanto con- capacidad de la teoría de transformar el mundo (cada
tribuyen al edificio del mundo al que más tarde tie- operación económica hace esto), sino también al
nen que enfrentar. La teoría de la observación (von modo en el cual los observadores se observan mu-
Foerster 1981), sin embargo, distingue observacio- tuamente, y los observadores (a diferencia del
nes de primer orden, u observaciones de objetos, de mundo) tienen cierta libertad en cuanto a esta obser-
la observación de segundo orden, donde uno ob- vación. Pueden seguir a otros y actuar como ellos, o
serva observadores y los objetos que éstos observan pueden decidir desviarse, actuando diferentemente

16 Callon escribe que “cualquier economía concreta es reflexiva”, orientaciones –por ejemplo, los motivos por los cuales la sociedad
pero luego atribuye a la ciencia económica la “organización social moderna debe abandonar el supuesto de un orden necesario y re-
de la reflexividad” (2005: 8) y a la participación creciente de ésta, ferirse en cambio a la contingencia, es decir, a órdenes locales y
el aumento espectacular de capacidad para la reflexión, represen- cambiantes que podrían ser diferentes y cambiar con el tiempo
tación y acción. (Luhmann 1992). La referencia a la sociedad también permite
17 Durante algún tiempo hubo un escepticismo generalizado hacia comparaciones, de manera de mostrar que hay mecanismos simi-
una teoría general de la sociedad (Esposito 2013). Pierre Bour- lares operando en diferentes campos de la sociedad –la performa-
dieu, por ejemplo, niega explícitamente la posibilidad de tal teoría tividad en la economía resembla a la referencia a la opinión pú-
(Bourdieu et al. 1968); la teoría del actor-red se repliega intencio- blica por parte de la esfera política, a la ‘construcción noticiosa’
nadamente a las interacciones y trata solamente con relaciones “si- de los medios de comunicación, al derecho positivo, a fórmulas
tuadas” entre miembros de una comunidad (y los objetos o cuasi- como ‘aprender a aprender’ en la educación, hasta el mismo uso
objetos implicados), rechazando cualquier referencia a una di- de ‘representaciones’ en el arte y muchos otros. Uno puede obte-
mensión teórica más amplia (Latour 1987). Esta tendencia es ner entonces estímulos y observar las diferencias. Referirse a la
comprensible, sobre todo considerando la reflexividad de la teoría sociedad en su conjunto, sin embargo, no significa asumir un nivel
y la contingencia de sus objetos. Sin embargo, acarrea un costo: al superior o una lógica más alta: la propia sociedad es un sistema
tomar a la sociedad como una referencia, se hace posible estudiar que cambia con sus operaciones y que no puede garantizar algún
los factores estructurales que están en la base de estas clases de tipo de racionalidad.
Las estructuras de la incertidumbre: performatividad e imprevisibilidad en las operaciones económicas 39

porque saben lo que los otros hacen y observan. A Esta observación recíproca se orienta y re-
este nivel, se hace imposible predecir cómo ocurrirá fuerza por teorías (si se extienden y son seguidas),
la transformación. La ‘segunda performatividad’ como fue el caso con la fórmula Black-Scholes que
puede transformarse en cualquier momento en con- convirtió la incertidumbre en riesgo y los precios
tra-performatividad. asociados a éste, lo que a su vez hizo posible que el
Si uno sigue la definición de performatividad riesgo pudiese ser transado en los mercados. Dio
proporcionada por Callon, la contra-performativi- forma a un objeto específico y, junto con él, a los
dad permanece inexplicable. Si el mundo está cons- mercados que venden riesgos y a los riesgos de los
tituido por la teoría, entonces uno es incapaz de ex- riesgos. En los mercados financieros de décadas re-
plicar por qué, llegado a cierto punto, éste comienza cientes, uno vende el riesgo de arriesgar, arriesgando
a ser de-constituido por la teoría, la interferencia de otra vez. Finalmente, lo que circula en los mercados
una teoría competidora que constituya el mundo a no es el riesgo relacionado con una inversión especí-
su propio modo. ¿Por qué el poder efectivo de la fica (el riesgo de incurrir en un daño si el dólar cae o
teoría se convierte en su opuesto? ¿Por qué la per- si aumenta el precio del cobre), sino una amenaza
formatividad se convierte en contra-performativi- abstracta que ya no tiene relación con los bienes ini-
dad? Si uno considera esta performatividad de se- ciales, un “riesgo comercializado” [commodified risk]
gundo orden (la observación de lo que los otros ob- (Bryan & Rafferty 2007: 136; Arnoldi 2004: 23-26)
servan, un hecho que puede ser observado), enton- que refleja las maneras en las cuales los observadores
ces la construcción puede tomar uno de dos caminos se observan mutuamente (LiPuma & Lee 2005:
opuestos, y ambos confirman lo inexorable de la per- 407ss.; Pryke & Allen 2000: 267).
formatividad. El observador no observa simple- Según la definición clásica de performatividad,
mente lo que los otros observan, sino también ob- este es claramente un efecto performativo. Las teo-
serva que ellos observan. El observador puede guar- rías producen un objeto (riesgo objetivizado bajo la
dar distancia, eligiendo si seguir su propia observa- forma de volatilidad) y lo ofrecen a mercados que los
ción (reforzando así el efecto performativo) o des- valoran, venden y revenden, y se transforman en
viarse, buscando otras ventajas (produciendo así un consecuencia. La teoría genera el objeto con el que
efecto contra-performativo). La contra-performati- tiene que tratar cuando estudia su mundo. El
vidad es el otro lado de la performatividad y es pro- mundo, como mostró MacKenzie en la fórmula
ducida inevitablemente junto con ella, en tanto un Black-Scholes (aquella que permitió medir la volatili-
observador observe los efectos de observación del dad), se adapta a la teoría, cambiando para corres-
mundo (es decir, observa la performatividad). ponder con las asunciones de la teoría que lo des-
Los mercados financieros (y en particular los cribe.
mercados de derivados) ofrecen ejemplos claros de ¿Cómo podemos explicar la contra-performa-
estos mecanismos. Los operadores observan a otros tividad? ¿Por qué, llegada a cierto punto, la perfor-
operadores y sus observaciones mutuas, y el mundo matividad deja de operar y se transforma en un
no es más que una referencia indirecta. Los merca- feedback positivo que produce efectos adversos? La
dos financieros son mercados performativos donde teoría era la misma y las voces críticas que siempre
se vende performatividad. Si uno intenta explicar los han estado allí no fueron más fuertes de lo que eran
movimientos de los derivados en referencia al valor durante su éxito. Los factores externos, como en to-
de los bienes y sus tendencias, entonces uno se dos los casos, no son suficientes para proporcionar
pierde en la irracionalidad aparente de movimientos una explicación del cambio de actitud. Se ha notado
erráticos e ininteligibles. Lo que tratan los mercados muchas veces que los mercados son capaces de re-
financieros no son los bienes o sus valores, sino las sistir grandes cambios y que caen inexplicablemente
expectativas de operadores en cuanto a las tenden- debido a acontecimientos mucho menos significati-
cias de estos valores, tendencias que siempre son in- vos. En el caso de la crisis financiera relacionada con
ciertas e imprevisibles, y que dependen de expectati- las hipotecas sub-prime, el elemento que gatilló la cri-
vas. Lo que tratan los mercados financieros es la in- sis no fue una multiplicación de insolvencias (Sin-
certidumbre como tal, la cual resulta de una red de clair 2010: 6), sino más bien el miedo que esto pu-
observaciones recíprocas de observadores. Cada ob- diese ocurrir. El aumento del coste del dinero y el
servador observa a otros que hacen lo mismo y sabe lento crecimiento del real mercado inmobiliario en
que también está siendo observado. Lo que cada uno los EE. UU. no explican la enorme turbulencia de
espera depende de lo que un observador espera que los mercados financieros, llegando a áreas lejanas y
otros esperen, y sus expectativas dependen de lo que en gran parte independientes. Los mercados respon-
es esperado de ellos. La economía de la información dieron claramente a sí mismos y no al mundo, y tam-
muestra esto, incluso los casos extremos de selec- poco a teorías que siguieron prometiendo controlar
ción adversa y fracasos del mercado. los riesgos (en muchos casos, se notó que los mode-
los de inversión fueron abandonados antes de que
40 Elena Esposito

pudieran resultar provechosos, incluso aquellos que futuros que podemos imaginar en el presente (el ‘fu-
probablemente sí habrían funcionado). turo presente’), aun si resulta de la manera en la cual
El segundo nivel de la performatividad entra el presente trató de anticiparlo. Es una performativi-
en juego en este punto. La economía reacciona a sí dad diferente, una que no puede ser controlada ob-
misma y no sólo a la ciencia económica. Las opera- servando simplemente la performatividad de la teo-
ciones observan otras operaciones, así como a la ría.
propia teoría (ya que está incorporada a estas opera- La crisis financiera mostró esto. Ocurrió en un
ciones), y luego sacan sus propias conclusiones. En mercado que había elevado la performatividad a sus
el caso de la fórmula Black-Scholes, el marcado efecto niveles más altos, un mercado que reaccionaba prin-
performativo no provino directamente del hecho cipalmente a sí mismo y a sus expectativas, un mer-
que fue usado (sabemos que al principio era comple- cado que fue conducido por modelos guiados por
tamente irrealista). La performatividad provino de estas mismas expectativas (en la forma de volatilidad
un segundo orden, cuando la fórmula ya era popular implícita: Colombo et al. 2006: 186; MacKenzie
y se usaba para observar a otros que observaban 2006: 166ss.; MacKenzie & Millo 2003; Mandelbrot
usando también la misma fórmula (y esto se sabía). & Hudson 2004: 75; Millman 1995: 47). El pro-
El mundo financiero se convirtió en un ‘mundo blema, como mostró la crisis, consiste en que la vo-
Black-Scholes’, donde los operadores observaron que latilidad implícita no es la volatilidad futura, sino la
los otros usaban con éxito la fórmula Black-Scholes previsión de ella en el presente, la cual el futuro no
para dirigir sus operaciones, pues observaron a los está obligado a seguir. El uso presente del futuro ac-
observadores y no simplemente al mundo (el que, a túa sobre el futuro, aumentando el riesgo que éste
su vez, obedeció). A este nivel, los observadores no ocurra de manera diferente a la esperada. Los mode-
sólo observan lo que los otros observan (esto siem- los de cálculo del riesgo calcularon todos los futuros
pre pasa), sino también qué observan y cómo –es de- posibles, excepto el que resulta del hecho que los
cir observan los modelos que son usados para dirigir mercados usen estos modelos. Este futuro no podía
la observación. Sin embargo, el observador que ob- ser previsto, porque era un resultado performativo
serva el uso de modelos toma cierta distancia de de la propia difusión de los modelos (performati-
ellos. Los puede comparar con alternativas y no está vos). Los modelos predijeron correctamente la evo-
obligado a seguirlos, aun si ve el mundo que estos lución de los mercados sin el uso de modelos, de
observan. Aquí surge el riesgo modelo, el que no es otro modo no habrían sido capaces de considerar la
producto simplemente del uso de modelos, sino de posibilidad que el futuro reaccionara negativamente
la observación del uso de modelos y de la decisión a la propia predicción (al modelo). Aquí surge la es-
de seguir sus instrucciones o desviarse de ellas. Si no pecificidad del segundo nivel de performatividad, la
hubiese modelos, entonces esta observación no sería que no es simplemente una duplicación de la primera
posible. Es decir, dicha observación depende de mo- forma de circularidad. No basta observar la visión
delos, pero no confirma necesariamente sus predic- presente del futuro. También habría que considerar
ciones. En el segundo nivel de la performatividad, la cómo esta visión es observada y cómo cambia la ma-
teoría crea la realidad, pero no necesariamente la nera con la cual se produce la información. Es una
realidad que la teoría predijo. Nuevamente, es aquí performatividad diferente.
donde justamente puede surgir la contra-performati- Para destacar esto más concretamente: la crisis
vidad. no se debió simplemente al hecho que el mercado
La distinción entre los dos niveles de perfor- fue configurado (producido) por teorías (lo que
matividad puede ser vista con claridad en referencia siempre es así), sino que éste comenzó a observar
al tiempo. No sólo es performativo el mundo pre- dicha producción. Las teorías que producen el
sente, en el sentido que depende de la observación, mundo son en sí mismas objetos en el mundo. Son
sino el futuro también es construido (performativa- observadas en operaciones y de modos que no pue-
mente) por un presente que trata de predecirlo den ser controlados. Los modelos proyectaron un
(Snowdon et al. 1994: 52ss.). Estas dos performati- curso futuro para los mercados, al cual los mercados
vidades no siguen necesariamente la misma direc- observaron y contribuyeron. Un ejemplo es la con-
ción. Lo que es posible y será realizado en el futuro fianza en el crecimiento y el control del riesgo en la
depende de lo que uno hace o deja de hacer hoy. Es, década posterior al 2000, lo que aumentó el creci-
por lo tanto, imprevisible. El futuro, aun si proviene miento y la propensión al riesgo. Sin embargo, la idea
del presente, no está determinado por éste. Perma- de controlar riesgos también fue observada, gene-
nece abierto y puede reaccionar de modos muy dife- rando a su vez información. Esto cambió los crite-
rentes respecto de su relación con este pasado. El rios para procesar la información. La información
término sociológico es “futuro presente” (Esposito fue evaluada con criterios diferentes que no podían
2011: 23ss.; Luhmann 1991: 48ss.). Lo que se hará ser predichos por los modelos anteriores. Éstos po-
presente en el futuro es diferente de todos los drían incluir toda la información posible y su
Las estructuras de la incertidumbre: performatividad e imprevisibilidad en las operaciones económicas 41

aumento, pero no podían considerar cómo la nueva demanda abandonar un recurso clave de la teoría
información generada por los modelos cambiaría el económica, el uso de la ‘aleatoriedad’.
modo en que procesamos la información.18 Esta in- La aleatoriedad es el presupuesto de la econo-
formación específica era inaccesible en el pasado y mía clásica (la idea del mercado eficiente y la hipóte-
no se podía considerar. Sin embargo, es la informa- sis del camino aleatorio). Uno podría decir –parado-
ción que actuó performativamente para construir el jalmente- que sólo si existe aleatoriedad los merca-
futuro presente a la que la crisis tuvo que enfrentar, dos pueden ser perfectos –es decir, sólo si dependen
y para la cual no estuvo en absoluto preparada. Los del desorden que pueden ordenar. El origen de los
modelos previeron todos riesgos, excepto los que movimientos de los mercados no debe suponer una
provienen del uso de modelos. razón (lo que ya habría anulado su eficacia) y sus mo-
vimientos deben ser, por tanto, aleatorios. Así enten-
INCERTIDUMBRE NO ALEATORIA dida, la aleatoriedad se convierte en lo opuesto a la
incertidumbre. Si uno comienza desde la incertidum-
Además de una explicación del enigma de la contra- bre, entonces hay que abandonar la aleatoriedad. La
performatividad, ¿qué más conseguimos cuando ob- idea de incertidumbre no implica (como la aleatorie-
servamos los mercados con una noción de perfor- dad) una carencia de razón, sino la imposibilidad del
matividad más amplia y circular (esto es, que la per- control. Siempre hay una razón. De hecho, hay mu-
formatividad en sí trabaja performativamente)? O, chos motivos y todos ellos tienen consecuencias. Sin
de un modo más genérico, ¿qué conseguimos embargo, esto no significa que las cosas irán como
cuando observamos los mercados desde una obser- uno lo desea. Sin una referencia a motivos, predic-
vación de segundo orden? ciones y expectativas, uno no puede explicar lo que
Como vimos anteriormente (Cap. ‘La incerti- ocurre (aun cuando lo que ocurre se desvía de estas
dumbre como recurso’), es posible ligar los resulta- expectativas) y uno no puede prepararse para reac-
dos de la sociología económica con las reflexiones cionar adecuadamente. No obstante, si hay motivos,
sobre la circularidad e incertidumbre dentro de la entonces no hay aleatoriedad. La gente no decide por
ciencia económica, las cuales no se reducen a la teo- casualidad, lo hacen sobre la base de la información
ría, sino que están implicadas en todas las operacio- disponible.19 ¿Cómo podemos abandonar la aleato-
nes y en el sentido mismo de la economía. Desde riedad sin abandonar estructuras, describiendo un
este punto de vista, la incertidumbre es considerada mundo que es imprevisible sin ser aleatorio, y que es
como un recurso, como el motor y el estímulo de la producido por motivos y decisiones de operadores,
actividad económica, en tanto hace posible el desa- pero es siempre sorprendente? ¿Podemos describir
rrollo de la creatividad y la generación de novedades. la economía comenzando desde la incertidumbre y
La incertidumbre explica la producción continua de sus formas?
sorpresas y de nueva información genuina, no sola- Benoît Mandelbrot (Mandelbrot & Hudson
mente adiciones, y luego cambia su sentido e impor- 2004) trató de criticar, en el campo de las finanzas,
tancia. La incertidumbre también explica la posibili- el supuesto de los movimientos aleatorios de los pre-
dad de las ganancias y negocios, los que siempre tie- cios –es decir, la idea que cualquier variación es in-
nen que ver con creatividad e inventiva. Un con- dependiente de aquellas que la precedieron, debido
cepto ampliado de performatividad permite que cap- a que los precios de los títulos reflejan fielmente toda
turemos y realcemos este aspecto. La incorporación la información. Los mercados no tienen memoria.
de la incertidumbre como un elemento básico de la Este es el supuesto que está en la base de la formali-
economía no crea una situación más caótica o im- zación financiera y que hace posible la descripción
previsible, sino que, por el contrario, nos permite de las variaciones de precios con una curva gaussiana
identificar estructuras que por supuesto no determi- (la distribución normal de cálculos probabilísticos) y
nan al mundo (¿dónde culminaría la incertidumbre?), una valoración de los movimientos de riesgo (volati-
sino que controlan el modo con el cual es tratada la lidad), los que son luego vendidos y revendidos so-
apertura del futuro. Este enfoque, sin embargo, bre la base de estos modelos. Aunque los precios

18Este es el punto en el cual el enfoque que proponemos difiere performativos: con el transcurso del tiempo, uno no solamente
de otras teorías que reconocen y estudian fenómenos performati- sabe más, sino que la experiencia a menudo conduce a cambiar
vos –como las últimas versiones de la teoría de la acción racional los propios criterios con los cuales se evalúa la información, in-
que también toma en cuenta la indeterminación (es decir, los ca- cluso aquellos que ya fueron considerados. Esto cambia la situa-
sos donde la información es esencialmente incompleta porque ción de la toma de decisiones en su conjunto de una manera radi-
concierne a estados futuros que dependen de decisiones presen- calmente imprevisible que no conserva la “consistencia preferida”
tes) (Elster 2007: §11.7). Las soluciones propuestas usan un mo- sobre la cual están basados estos enfoques (Esposito 2007: 57ss.).
delo bayesiano (Gintis 2009: 18ss.), según el cual las probabilida- 19 Las decisiones son tomadas en condiciones de “incertidumbre

des cambian con el tiempo cuando se adquiere nueva informa- limitada”, enfrentando un futuro desconocido pero estructurado
ción. De esta manera, sin embargo, no se puede considerar el as- que sabemos está limitado por nuestras opciones: un futuro
pecto más importante y problemático de los procesos abierto, pero no aleatorio (Shackle 1990: 13, 22, 28-48).
42 Elena Esposito

sean imprevisibles, se supone que su oscilación teoría (Mandelbrot & Hudson 2004: 97, 122). Los
puede ser descrita. Uno no sabe si se elevarán o cae- movimientos financieros son, por tanto, mucho más
rán, pero uno puede predecir el grado al cual se mo- imprevisibles que lo que los modelos de gestión del
verán. En otras palabras, aun si el futuro es imprevi- riesgo prometen, no porque sean casuales o total-
sible, y por lo tanto arriesgado, se supone que el mente irracionales, sino que, por el contrario, su im-
riesgo puede ser predicho con modelos probabilísti- previsibilidad viene del hecho que las operaciones
cos. tienen estructuras y dependencias, pues observan
La crisis, sin embargo, contradijo esta previsi- operaciones anteriores y sus criterios (en este caso,
bilidad, al punto en que los acontecimientos que su- los modelos de gestión del riesgo), y los toman en
cedieron eran tan improbables (1:1050) que eran cuenta para construir sus expectativas.
prácticamente imposibles.20 El riesgo se comportó La imprevisibilidad es tan radical que incluye
de un modo imprevisible. La volatilidad no se mueve tanto los fracasos como los éxitos del pronóstico.
de la manera ordenada que presuponen los modelos, Esto alimenta el bucle de retroalimentación que está
sino que muestra su propia volatilidad, la cual se ex- en la base de las profecías que –como las antiguas
presa en la muy discutida “sonrisa de volatilidad” culturas adivinatorias ya sabían (Esposito 2005)- son
(MacKenzie 2006: 202; MacKenzie & Millo 2003): siempre eficaces porque afectan el mundo vatici-
un patrón en el gráfico de la volatilidad que muestra nado. Pueden ser profecías autocumplidas (como el
que, contrario a lo esperado, los mercados aparente- caso de Edipo que cumplió su destino tratando de
mente esperan que ocurran acontecimientos impro- evitarlo) o autofrustradas (como ocurre en muchos
bables. El cálculo de probabilidad que está en la base casos de planificaciones y reformas: Merton 1936),
de todos los modelos de gestión del riesgo tiene sen- pero son siempre una consecuencia de los hechos
tido sólo si uno supone que la probabilidad sea pro- que fueron formulados. La profecía no decide el fu-
bable. Sin embargo, bajo ciertas condiciones, parece turo, sino que le da estructura mediante la distinción
que los mercados financieros no están de acuerdo.21 entre confirmación y no confirmación. Ya no se trata
¿Cómo podemos explicar esta extraña situa- de un campo indeterminado de expectativas, sino del
ción? Volvamos nuevamente a la performatividad, espacio de una alternativa (sí o no). Esto acarrea con-
pero esta vez a su versión radical, la que se refiere a secuencias. El mundo después de la profecía no es el
la propia performatividad y muestra que la incerti- mismo que era antes de ella, aunque la profecía se
dumbre se obliga a sí misma, aun si deja al futuro cumpla o no. Un curso probable de hechos puede
completamente abierto. La incertidumbre no es ca- hacerse improbable porque fue anticipado –pero
sual, aunque permanezca imprevisible. Según Man- también puede hacerse tanto más probable por los
delbrot, no es cierto que los cambios de precios no mismos motivos. La contra-performatividad es el
tengan una estructura. Tienen su propia memoria y, otro lado de la performatividad, ni más probable ni
por lo tanto, lo que ocurra hoy influenciará lo que más improbable. La evolución de los mercados fi-
ocurra mañana. Sin embargo, esta influencia no es ni nancieros muestra ambas tendencias –primero, una
regular, ni previsible. El proceso también cambia aceleración del riesgo porque cada uno siguió los
con el tiempo y parece ‘aprender’ de la experiencia y modelos que prometieron manejarlo y, luego, un re-
transformar sus modelos. No sólo recuerda la infor- chazo a correr cualquier tipo de riesgo en referencia
mación anterior, sino que también la usa para cam- a estos mismos modelos.23
biar los criterios con los cuales se evalúa la nueva in- Las probabilidades no tienen nada que decir
formación.22 Esta estructura refiere a la variabilidad sobre esto. No tendría sentido invertir la actitud,
de los precios (volatilidad), la que no sigue la curva concentrándose en la ocurrencia de acontecimientos
gaussiana. Los valores extremos son demasiado nu- improbables en lugar de aquellos probables. Lo que
merosos y mucho más altos que lo que predice la muestra la radicalización de la performatividad son

20 Mandelbrot se refería al colapso del mercado financiero en oc- económicos) reprimieron o contrastaron la circularidad de los
tubre de 1987, no obstante, el razonamiento aplica a fortiori a la mercados. Trabajar con estos factores es típicamente la tarea de
crisis reciente. la política que no puede determinar o gobernar directamente las
21 En la ciencia económica se señala a la ‘aleatoriedad salvaje’ tendencias del mercado, pero puede intervenir con acciones de
como una aleatoriedad totalmente incontrolable. Esto significa ‘perturbación’ más o menos eficaces. Los mercados reaccionan
empero que debería haber una aleatoriedad más ‘educada’ que se luego según sus propias formas, haciéndose otra vez abiertos e
comporte de un modo previsible –una extraña aleatoriedad no imprevisibles (porque a menudo anticipan performativamente la
aleatoria que revela el punto ciego del modelo. intervención política: piénsese en el gran debate sobre bancos que
22 Mandelbrot (Mandelbrot & Hudson 2004: cap. 9) habla de de- son ‘demasiado grandes para caer’, el cual se basaba en esta con-
pendencia y pseudociclos. dición). No se puede garantizar por lo tanto el éxito de una polí-
23 Y también muestra consecuencias muy diferentes de performa- tica económica, pero esta imprevisibilidad puede (y debería) ser
tividad en diferentes naciones o sectores: la crisis, como sabemos, considerada para la acción política a fin de planear una acción de
no tuvo el mismo alcance o los mismos efectos en todas partes. “conducción” más compleja y reflexiva (Esposito 2011: 188ss.).
Había casos en los cuales otros factores (a menudo no
Las estructuras de la incertidumbre: performatividad e imprevisibilidad en las operaciones económicas 43

los límites de la orientación probabilística como tal. aleatoriedad, sino en el modo en que el mundo está
No muestra simplemente que es probable que ocu- siendo configurado por la intervención activa de los
rran acontecimientos improbables, sino que muestra operadores. Las técnicas probabilísticas son útiles
que la misma distinción entre probable e improbable para orientar la observación, no la decisión. Descri-
es improbable en la práctica (Esposito 2007; Maurer ben ciertamente lo que es razonable suponer que
2002: 24-29). Sólo queda la incertidumbre, la cual no otros esperan. Sin embargo, la decisión, precisa-
puede ser superada, pero en esta versión radical mente porque es consciente de esto, a menudo elige
puede ser observada y usada para la orientación. La de una manera distinta. Las técnicas no contienen la
incertidumbre permanece como el recurso funda- información, sino que son usadas para generar infor-
mental del comportamiento económico. Es una in- mación de un modo no aleatorio.24
certidumbre sin aleatoriedad, la cual se hace aún más Para describir estas configuraciones, el con-
radical en tanto se deriva de un comportamiento in- cepto y la teoría de la performatividad pueden hacer
tencional y de proyectos que son observados, au- una gran contribución. Si uno abandona la idea de
mentando la complejidad del mundo. un mundo que es dado, descrito y observado inde-
¿Qué significaría observar esta clase de incerti- pendientemente de la observación en curso, enton-
dumbre? Un ejemplo de dicha observación se puede ces también hay que abandonar cualquier referencia
ver en el comportamiento de muchos operadores a la aleatoriedad y al probabilismo ingenuo. En este
que luchan con un mercado financiero altamente cir- caso, reconocer la incertidumbre no significa renun-
cular y auto-reflexivo, y que deciden observar esta ciar a criterio alguno, un genérico ‘todo vale’, sino
reflexividad y tomarla en cuenta para sus decisiones buscar criterios más complejos y contingentes, gene-
(George Soros (1987) hizo una especie de teoría so- rados performativamente por las operaciones en
bre esto). Los operadores con mayor experiencia curso, las que no pueden ser generalizadas, pero que
tienden a adoptar una actitud más libre hacia teorías operan con eficacia y orientan las decisiones. Como
y modelos, y, sin creer en ellos, los conocen y usan. las operaciones producen continuamente nuevas in-
Preda (2007) estudió el caso de analistas técnicos que certidumbres, la gestión de la incertidumbre no tiene
usan oficialmente metodologías para predecir los fu- que ser necesariamente incierta. Para una teoría de
turos precios de títulos que rastrean patrones pasa- este nivel, sin embargo, la idea misma de performa-
dos. Éstos a menudo probaron resultar provecho- tividad debe ser radicalizada y vuelta hacia sí misma
sos. Aparentemente se trata de una teoría muy inge- para solucionar algunos de sus problemas (como la
nua, ya que sabemos que la turbulencia de los mer- rústica distinción entre tipos diferentes de performa-
cados excluye cualquier continuidad entre el pasado tividad, la dificultad para fijar los límites entre los la-
y el futuro. Sin embargo, estos operadores se ubican boratorios y la economía salvaje, las relaciones entre
en otro nivel. Tienen éxito, no porque adivinen sus agentes y “agencias sociotécnicas”: Callon 2007: 319;
predicciones (que siempre son evidentemente incier- MacKenzie 2009: 20ss.) y hacer posible muchos
tas), sino porque las usan como un instrumento para otros, tanto o más complejos.25
intervenir en el mercado, provocando tendencias
que ellos mismos pueden seguir para generar más in- REFERENCIAS
formación. Las usan de un modo performativo. La
información relevante no es aquella que está conte- Akerlof, G. A. (1970). The market for ‘lemons’: qual-
nida en el modelo, sino la que se genera por su uso ity uncertainty and the market mechanism. The
y luego es usada para decidir (a menudo, de un modo Quarterly Journal of Economics 84(4), 488–500.
distinto del que el modelo habría predicho). [Reimpreso en: An economic theorist’ s book of tales
En cierto sentido, es la inversión del ‘riesgo (pp. 7- 22). Cambridge: Cambridge University
modelo’ que se convierte así en una oportunidad de Press, 1984.]
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constitutivamente inciertos, tienen estructuras que risks. Theory, Culture & Society 2(6), 23–42.
uno puede señalar para observar su tendencia y tam- Austin, J. L. (1962). How to do things with words. Lon-
bién cómo el futuro se desvía de las predicciones don: Oxford University Press.
(Beunza & Garud 2007). Los operadores perspicaces Baecker, D. (1988). Information und Risiko in der
observan estas estructuras que no se comportan pro- Marktwirtschaft. Frankfurt aM: Suhrkamp.
babilísticamente, dado que no confían en la

24 Mandelbrot (Mandelbrot & Hudson 2004: 239) describe las de- información producida por los datos es diferente de la informa-
pendencias que surgen en ausencia de correlaciones y que requie- ción contenida en los datos.
ren modelos basados en técnicas más sofisticadas para estudiar el 25 Este es el proyecto de la teoría sociológica de sistemas que parte

riesgo (en su caso, las matemáticas de los fractales). Podríamos de la autología para reconstruir las estructuras de una sociedad
hablar de una relación diferente con la información, donde la que contiene su descripción dentro de sí misma (ver Luhmann
1997).
44 Elena Esposito

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Recibido: enero 2020


Aceptado: septiembre 2020

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