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ECONOMÍA

FUNDAMENTOS Y PRINCIPIOS

CÁTEDRA

PRINCIPIOS Y ESTRUCTURA DE LA ECONOMÍA


PRIMERA PARTE

Autores: docentes miembros de la cátedra

Año 2021
INDICE Página

CAPÍTULO 1
La economía como conocimiento científico 1

CAPÍTULO 2
Escuelas y Corrientes en la Historia del Pensamiento Económico 23

CAPÍTULO 3
Posibilidades de producción de una economía y costo de oportunidad 51

CAPÍTULO 4
Elección y conducta del consumidor: la demanda 79

CAPÍTULO 5
El lado de la oferta de bienes y servicios. El papel de los productores 99

CAPÍTULO 6
El Mercado 117

CAPÍTULO 7
Medición de actividad económica 165

CAPÍTULO 8
Índices de Precios 187

CAPÍTULO 9
Estructura de la Economía Argentina 223
INDICE Página

CAPÍTULO 10
El Modelo Keynesiano: Mercado del Producto 245

CAPÍTULO 11
El Mercado Monetario 269

CAPÍTULO 12
Ampliaciones del Modelo Básico 281

CAPÍTULO 13
El Sector Externo 299
CAPÍTULO 1

La economía como conocimiento científico(1)


Alberto José Figueras

1. Introducción: conocimiento vulgar y conocimiento


científico
Vamos a abordar un tema tan complejo como los tipos o grados del conocimiento.
Podemos decir, simplificando el panorama, que existe un conocimiento vulgar y un conocimiento
científico.
El conocimiento vulgar o ingenuo es nuestro conocimiento cotidiano. Aquél que se
adquiere en la vida práctica, en la “experiencia” del mero vivir; y que resulta útil para
desenvolvernos en la vida común “ de relaciones”.
Este conocimiento tiene por fuente inmediata la propia experiencia, a la cual se le aplica el
sentido común. Es decir, el criterio de realidad.
Esta conformación tan particular del conocimiento vulgar, le da un carácter “aluvional”,
desestructurado y asistemático. Lo cual implica que no constituye un cuerpo coherente, sino
que, por el contrario, su característica es la de ser contradictorio. Esto es, el conocimiento
vulgar al irse incorporando en nuestra matriz de ideas ya poseídas no es necesariamente integrado
de manera coherente; de modo tal, que el nuevo conocimiento, recientemente adquirido, puede
entrar en desacuerdo manifiesto (contradicción) con aquellos que le han precedido.
Además, y como surge de lo anterior, el conocimiento vulgar, o del “hombre de la calle”,
carece de método. No tiene un camino definido explícito, pautado, para abordar la realidad. Sólo
está compuesto por una visión “ inmediata” del mundo, directamente aprehendida por los
sentidos, o indirectamente por el filtro de transmisores (a menudo “ ideológicos” ) como los
medios de comunicación masiva (los “ mass-media” ): la radio, la TV, el periodismo en general.
El conocimiento científico, contrariamente al conocimiento vulgar, es sistemático (es decir,
coherente) y metódico (posee un camino definido, “dando razón de cómo llega a sostener lo que
afirma”).
Es un conocimiento “de lo universal”, frente al conocimiento vulgar que sólo lo es “de lo
individual”. Por ejemplo un campesino conoce las cualidades de su parcela..., un ingeniero
agrónomo es capaz de conocer, a partir de la abstracción científica, las propiedades “de la tierra”.
Además, la ciencia es un conocimiento de las cosas por sus causas. Es decir, procura
establecer los “porqué”. Aquel campesino de marras puede saber, “por experiencia y sentido
común”, que va a llover; pero el científico puede dar una explicación causal acerca de por qué va
a llover.
A los antedichos, es preciso adicionar otros conocimientos, tales como el filosófico, el
técnico, el artístico, el teológico, etc.; que no son necesariamente menos acertados que el
científico,... sólo distintos. Aquí únicamente agregaremos breves conceptos referidos a la técnica.

1
Se agradecen los comentarios de todos los coautores de este libro. Los errores y deficiencias que
persistan son absoluta responsabilidad del encargado de redactar el capítulo (Alberto José Figueras).
Este capítulo reconoce como antecedente directo el Capítulo 1 de Díaz Cafferata, Figueras, Frediani,
Recalde y Swoboda, 1999, “Principios de Economía”, Eudecor, Córdoba (pags. 15/35), titulado “La
Economía como conocimiento científico”, que también estuviese a cargo de Alberto Figueras.

1
Se dice que la técnica es un conjunto de reglas aptas para dirigir una actividad cualquiera (Cfr.
Benavídez, pág. 12).

DIFERENCIA ENTRE CIENCIA Y TÉCNICA


“La diferencia entre ciencia y técnica se resume en esto: mientras la primera se propone descubrir leyes a fin de
comprender la realidad, la segundase proponecontrolar ciertos sectores de la realidad con ayuda de conocimientos de
todo tipo, en particular científicos”. (Benavídez, pág. 12)2.
Por tanto, la ciencia busca el conocimiento “puro”…, la técnica busca soluciones a problemas prácticos. Un
científico es el físico que estudia la resistencia de los materiales. Un técnico es el ingeniero que aplica las
conclusiones de aquel físico en la construcción de una obra concreta.

Científico es el economista que, encerrado en su gabinete, desarrolla una teoría sobre los
mercados. Técnico es el ministro de Economía que decide un curso de acción de política económica, a
partir de las conclusiones de aquel economista. Puede, incluso, que la misma persona en distintos
momentos asuma cada uno de estos roles. A veces científico, a veces técnico.

2. ¿Qué es la ciencia?
El hombre aspira, por su propia naturaleza, a conocer. A comprender la realidad. Para
comprenderla es necesario explicarla. Tal explicación requiere la enunciación de leyes.
Estas leyes se agrupan en conjuntos llamados teorías, encadenándose de un modo
coherente y referidas a un sector concreto de la realidad y, de algún modo, posibles de ser
contrastadas. Es decir, constituyen una unidad lógica y una unidad temática. Pero estas teorías (o
conjuntos de enunciados) no emergen por accidente en la vida diaria, sino que exigen la
aplicación de un esfuerzo (la investigación) dirigido de una manera particular (un método). A su vez,
estos esfuerzos son expuestos de un modo y bajo un lenguaje singular y preciso, mediante el cual
el conocimiento científico es comunicable a cualquier sujeto capacitado.
Podemos decir, entonces, que el conocimiento científico es:

a) un conocimiento objetivo.
b) que se estructura en sistemas contrastables (es decir, que sus conclusiones son
suceptibles de ser enfrentadas con la realidad).
c) obtenido metódicamente.
d) Y comunicado en un lenguaje específico, construido con reglas precisas y explícitas.

3. Clasificación de las ciencias


Desde que Aristóteles, en los tiempos de Alejandro Magno, realizó su clasificación de las
ciencias, se han sucedido numerosos intentos.
Hoy, la más aceptada de las divisiones, es aquélla realizada por Wilhelm Wundt (1832-
1920), que distingue entre ciencias formales y ciencias fácticas. Son ciencias fácticas aquéllas que
se ocupan de hechos que están en el espacio y en el tiempo. De los enunciados de las ciencias
fácticas se exige que sean corroborados en la experiencia.
La lógica y la matemática, las dos ciencias formales, por el contrario, no tratan con
hechos reales, ni con cosas, ni con procesos, sino con entes ideales: con formas. Formas en las que
se puede verter un surtido ilimitado de contenidos empíricos. Esto es, se puede dar una

2
Quizás para ser más precisos, menos ambiguos, deberíamos sustituir el verbo “descubrir” por
“encontrar”, ya que un descubrimiento implica algo definitivo, pero las leyes científicas no son
definitivas.

2
correspondencia entre esas formas y cosas o procesos pertenecientes a la realidad (M. Bunge 69,
pág. 10), sean físicos, químicos o económicos. De allí la utilización extendida de las
formalizaciones matemáticas en los más diversos campos.

4. La lógica: la herramienta necesaria


Lejos está de nuestros propósitos, y de nuestras posibilidades, presentar aquí un curso de
lógica. Estas líneas sólo pretenden introducirnos a una herramienta de uso posterior. Además, tienen
un objetivo, formativo-informativo acerca de un tópico que un alumno universitario no debe
ignorar.
Cuando hablamos de lenguajes formales, en mayor o menor medida, todos tenemos un
concepto sobre la matemática... pero ¿qué es la lógica en sentido estricto? Siguiendo a Alfredo
Deaño, diremos que es la ciencia de los principios de la inferencia formalmente válida. Es decir
que estudia, en el fondo, las estructuras del pensamiento (Atención..., no de la génesis de las
ideas, sino de su formación correcta).
Estas estructuras son tres: concepto, juicio y razonamiento.
• El concepto es una aprehensión simple. Una actividad por la cual el entendimiento se
representa un objeto. Esto es una mesa... aquello un lápiz, etc.
• El juicio, proposición o sentencia constituye una relación enunciativa entre conceptos.
Aquí está lo importante: son los enunciados las estructuras pasibles de ser verdaderas o
falsas.
Si afirmamos “la parapsicología es una ciencia exacta”, nos encontramos con dos
conceptos: “parapsicología” (sujeto del juicio) y “ciencia exacta” (predicado) vinculados por una
cópula (que en rigor debe ser siempre el verbo ser, o reducirse por transformación a él). De aquí
se desprende la tradicional simbología para los juicios afirmativos: S es P.
Los juicios nos remiten al problema de la verdad, y a su asociado, de la verificabilidad (es
decir, constatar su verdad al contrastar con la realidad).
El problema de la verificabilidad resulta capital en lo que nos atañe: la ciencia fáctica.
Solamente mencionaremos uno de los obstáculos que se yerguen contra la verificación. Es el
problema de los llamados juicios universales que al referirse a un número infinito, o al menos
innumerable de individuos, impide su verificación estricta.
Si enunciamos: “ todos los gatos videntes ven en la oscuridad ” resulta incomprobable en
toda su dimensión. Puede haber existido, o existir en el futuro, un sujeto (gato) que no cumpla con
tal atributo.
• Razonamiento: es una vinculación entre juicios. En él se produce siempre el paso de uno o
más enunciados de partida (premisas) a otra proposición, que se infiere de aquellos, y que
denominamos conclusión.
Es importante tener presente que los razonamientos no son ni verdaderos ni falsos, sino
que resultan ser válidos o no válidos.
Un razonamiento deductivo es correcto, o válido. Esto es, decimos que cuando se han
seguido las reglas del silogismo.
El razonamiento será válido aun cuando lo afirmado en sus juicios sea completamente
absurdo, siempre y cuando se hayan respetado las leyes de la inferencia.

Por ejemplo:
Retóricamente En símbolos
Todos los africanos son rubios M es P
Pelé es africano S es M
—————————————— ————
Pelé es rubio S es P

3
Veamos el razonamiento del recuadro. Su conclusión no se condice con la realidad, aun
cuando el razonamiento es válido. Con este ejemplo queda claro que la lógica tiene que ver con
la coherencia, no con la verdad.
La lógica estudia precisamente esto: la validez de los razonamientos. La verdad o falsedad de
los juicios queda reservado a otras disciplinas. A la lógica sólo le importa la forma de razonar. Por
eso lo de lógica formal.
Hay razonamientos válidos que a partir de premisas verdaderas tienen necesariamente
conclusión verdadera. Hay razonamientos válidos (como el del ejemplo), con premisas falsas y
conclusión falsa. Y, atención, hay razonamientos válidos con premisas falsas y conclusión verdadera.
Pero no hay razonamientos válidos que tengan premisas verdaderas y conclusión falsa. Esta
última afirmación es de inestimable valor para la corroboración de las teorías científicas.
Aristóteles fue quien primero estudió estos razonamientos deductivos (o silogismos), en sus
obras los “Tópicos” y los “Primeros Analíticos” .
El silogismo puede, incluso, reducirse a una regla única: “Lo que se predica del todo se
predica de cada uno de sus elementos”. Lo cual es posible presentar bajo diagramas de conjuntos.
Si recordamos, lo ya planteado  Lo que se dice de P (el todo) se dice de S (un
subconjunto de ese todo).
Observando la gráfica se entiende perfectamente por qué se llama a “S” el término
“menor”;a “P” el término “ mayor ”, y a “ M ” el término medio (algo así como el puente lógico
entre los otros dos)

5. Los métodos: el camino que debe seguirse


De acuerdo a lo antedicho, el conocimiento científico exige una actividad metódica.
Es decir, un camino conveniente para llegar a él. Precisamente, método proviene de un vocablo
griego que significaba “sendero”t
Todas las actividades humanas se valen de métodos. Incluso el conocimiento vulgar. La
diferencia radica que en el saber vulgar, el método se basa en una mera aplicación “implícita“ del
sentido común. En cambio, el método científico presenta reglas explícitas (que se exponen
expresamente), fundadas en razonamientos que permiten conocer por qué se prefiere este camino y
no otro alternativo.
Muchos grandes teóricos, junto al desarrollo de sus concepciones, discutieron y construyeron
métodos “particulares“: Marx elaboró el materialismo dialéctico, Weber el método comprensivo,
Durkheim el positivismo, Parsons el método funcional, etc.

OBJETO DEL MÉTODO CIENTÍFICO


Pero ¿cuál es el objeto del método científico? Pues bien, su objeto es encontrar proposiciones que den
razón fundada de los aspectos bajo estudio. Estos pueden ser reales o formales. La física estudia,
por ejemplo, el movimiento de los cuerpos. Algo “real”. En cambio la matemática trabaja sobre
construcciones formales, p.ej. los conjuntos.

De las numerosas polémicas metodológicas que se han sucedido en la historia como un


primer paso, aquí nos interesa la existente entre los dos grandes modalidades de razonamiento: la
inducción y la deducción.
Se llama “inductiva” una inferencia si de enunciados particulares (como las observaciones casuales
o bien las de un experimento) se pada enunciados universales (como las teorías o las hipótesis). En
definitiva, la inducción consiste en la enunciación de proposiciones universales del estudio de casos
particulares. En la deducción, por su parte, acontece lo contrario. El antecedente es más universal que el
consecuente.

4
La deducción es un proceso lógico por medio del cual, partiendo de una o más ideas no
justificadas, a las que se denomina premisas, se infieren las conclusiones, las que son de menor nivel de
generalidad
La verdad de las conclusiones depende de la verdad de las premisas y del razonamiento
válido: si son verdaderas, y el razonamiento es válido (es decir, no tiene errores) las conclusiones
también lo son.
Mientras la deducción va desde lo general a lo particular, la inducción, como se dijo, va de lo
particular a lo general. De hecho singulares se enuncian proposiciones universales.
Los inductivistas argumentan que con el método deductivo NO es posible descubrir nada nuevo
(la conclusión ya está implícita en las premisas). Por lo tanto, es la inducción el método válido para
alcanzar el conocimiento, y especialmente para ampliarlo.
Por su parte, los críticos del inductivismo señalan –con razón– que no hay ninguna
justificación que permita inferir con certeza, enunciados generales de una enumeración de casos
particulares. Por lo tanto, el conocimiento así generado sería inseguro, eventual.
Consideremos dos ejemplos, muy conocidos, para mayor claridad:

MÉTODO DEDUCTIVO
Todos los cuerpos tienen masa.
A, B, C son cuerpos
Luego, A, B, C poseen masa
Nota: la conclusión se limita a los casos A, B, C.

MÉTODO INDUCTIVO
A posee masa; B posee masa; C posee masa.
A, B, C son cuerpos
Luego, todos los cuerpos poseen masa
Nota: Aquí aparece un término universal “todos los cuerpos”; sin embargo, nada nos asegura que
otro cuerpo, sea D o sea Z poseen masa

EJEMPLOS DE INDUCCIÓN Y DEDUCCIÓN


Para comprender mejor veamos un ejemplo del ámbito de la economía. Supongamos que pretendemos
estudiar los factores que inciden en la cantidad de hectáreas sembradas de soja en el Departamento San
Justo de la provincia de Córdoba. Podríamos comenzar realizando una encuesta a distintos productores
de esa zona en el año 2016, haciendo un listado de sus respuestas. Pero no nos quedaríamos con ese
simple listado sino que intentaríamos encontrar elementos comunes en las respuestas. Digamos,
generalizar a partir de unos pocos casos. Hasta aquí hemos ido desde los casos particulares (los
productores) a un principio general. Este es el paso inductivo, o etapa inductiva del método científico.
Esta generalización realizada (por inducción) será un visión simplificada de la realidad, y bien podemos
denominarla “teoría”. A partir de esta “teoría” que pretende explicar las causas que llevaron en 2016 a
sembrar soja en San Justo, podríamos realizar predicciones sobre el mismo suceso… pero en el año 2017
y en un Departamento aledaño a San Justo. Ahora estamos yendo de una teoría (o sea, una
generalización) a un caso particular que excede los casos empíricos estudiados (las encuestas). Estamos
en la etapa deductiva. Hecha la predicción (p.ej. el año entrante se sembrarán tantas hectáreas de soja en
el Departamento Marco Juárez), deberemos corroborarlo con los hechos (se acertará o se fallará en la
predicción). Este ciclo completo: inducción, deducción y contrastación (con aceptación o rechazo),
constituye el esquema arquetípico del método científico.

5
6. El método axiomático y el hipotético-deductivo
LA DEDUCCIÓN
La deducción es un método de demostración. Aristóteles fue quien la formulara primero de manera
explícita, encontrando su expresión más acabada en la geometría de Euclides. La tradicional geometría, aquélla
cuyos elementos vamos receptando desde los primeros años de la enseñanza elemental y media.
El sistema axiomático consiste en desgranar un sinnúmero de conclusiones a partir de unos pocos conceptos
iniciales. Euclides establece una serie de definiciones (inicialmente 23), siguen los cinco postulados y luego los
axiomas. Más allá de una sutil diferencia entre postulados y axiomas, podemos llamar globalmente a ambos
“supuestos”. Estos “supuestos” de partida, son proposiciones que se admiten sin demostración. Sobre su
base se obtienen teoremas (o “predicciones“ ), que a su vez pueden ser cimientos de otros teoremas.

Todavía hoy, a 2500 años, se discute el grado de verdad de esta geometría euclideana. Lo
que sí podemos afirmar, sin asomo de duda, es la consistencia de sus deducciones. La coherencia
interna, que debe ser la condición inexcusable de todo sistema de enunciados científicos.
Como a esta altura ya se conoce, la geometría es una ciencia formal y a nosotros nos
preocupa la economía, una ciencia fáctica. Sin embargo, el ejemplo geométrico cundió y todas las
disciplinas, incluso las fácticas (o sea que trabajan con “hechos” y no con “formas ideales”) intentan
axiomatizar sus sistemas.
Así, Aristóteles consideraba la investigación científica como una progresión de las
observaciones hasta los principios generales, para luego volver a las observaciones. Es decir, que
existirían dos etapas: una etapa inductiva y una etapa deductiva.
Sostenía que una ciencia particular es un conjunto deductivamente organizado de
enunciados. Insistió, y es esto enormemente importante, que dentro de cada ciencia debe haber
algunos principios que no puedan deducirse de otros principios anteriores. Estos principios (o
supuestos) juegan como premisas para las deducciones.
El método que acabamos de relatar es el llamado método hipotético-deductivo. Karl
Popper, su sistematizador contemporáneo, afirmaba ya en 1934, que era necesario dejar de lado
el método inductivo (que puede resultar un buen generador de hipótesis durante la l l a m a d a
“etapa de descubrimiento ” ) y reemplazarlo por otro que centrara su atención sobre los
procedimientos de corroboración de los enunciados ( o podríamos llamar “ teoremas” ) científicos.
De acuerdo a este método propuesto, de principios generales se deducen enunciados
particulares capaces de confrontar con la realidad, y si sus proposiciones concuerdan con esta
realidad, aquellos principios generales son aceptados provisoriamente. Esto es lo relevante:
provisoriamente. Desde el ángulo científico toda certeza es imposible. En palabras de Popper: “ de
lo único que puede dar certeza la ciencia es de su propia ignorancia” .
¿Por qué? pues, porque los casos que confrontamos con nuestro enunciado científico (“ ley ”)
son finitos, un número limitado; e ignoramos si existieron, existen o existirán situaciones de la
realidad observable que contradigan nuestra proposición científica, o sea “ que la refuten ” .
El camino de la ciencia no es entonces, como el común de la gente cree, un sendero
de certeza, tachonado de “verdades”. Por el contrario, no es ni más ni menos que un
conjunto de “conjeturas y refutaciones de tales conjeturas”.
Si el lector se retrotrae a la definición de ciencia que presentamos, observará que dentro de
sus características no enumeramos la certeza, ni la verdad, ni siquiera la posibilidad. Sostener (o
creer) que el conocimiento científico es un acopio de verdades, es caer en un nuevo fetichismo. Esta
nueva idolatría resulta ser un lugar común en muchos de los llamados “comunicadores sociales”.
Con lo cual en vez de informadores, resultan deformadores.
Como aclaración muy relevante, por razones de simplicidad, hemos presentado solamente la
perspectiva llamada “positivista” (que es la predominante entre los economistas). Pero ésta no es la

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única ni mucho menos. Existen otras que se le oponen. Además hay otras miradas que entienden la
ciencia como una mera construcción social (dependerá pues de su contexto histórico temporal) y que su
aproximación a la realidad está muy lejos de ser “objetiva” (sería, en principio, “social”).

PARA RECORDAR
En este capítulo presentamos el problema del conocimiento, y brevemente su desarrollo histórico. Es
nuestro propósito remarcar la preeminencia del conocimiento científico por sobre el conocimiento vulgar,
pero teniendo presente tres aspectos fundamentales, que muy a menudo parecen ser olvidados:
1) El conocimiento científico es uno entre otros muchos, que no son necesariamente menos
acertados que el científico, sólo distintos (como el filosófico o el teológico).
2) Las proposiciones científicas no son necesariamente verdaderas (y m eno s a ú n definitivas) sin
o meramente provisorias. Por ende, no debe endiosarse a la ciencia, como de habitual sucede,
identificándosela con “la Verdad”.
3) Evitar posiciones “cientificistas”, es decir, creer que “conocer es conocer científicamente” (V.
Pareto) y sólo científicamente. Error, también, bastante común en nuestro tiempo. Casi todo
lo importante del hombre, desde el amor hasta el sueño, desde la pasión hasta la esperanza, es
irreductible a esas ideas “claras y distintas” de las cuales hablara René Descartes hace más de 350
años.

LA CIENCIA COMO CONSTRUCCIÓN SOCIAL

El primer autor que consideró los aspectos sociales de la ciencia extendidamente fue Robert Merton, inicialmente
en su tesis doctoral, de 1937, “Ciencia, tecnología y sociedad en la Inglaterra del siglo XVII” y luego en “Social
Theory and Social Structure” (1949). Allí nos dice que los científicos han comenzado a reconocer su dependencia de
la estructura social, particularmente considerando que la ciencia es también un “conjunto de valores y costumbres
culturales que gobiernan las actividades científicas”.

Luego, cronológicamente, llega el análisis conceptual de Thomas Kuhn. Este autor, en su obra de 1962, "La
estructura de las revoluciones científicas", sostiene que los cambios en el conocimiento están determinados por
factores históricos, y se modifica según el momento y el contexto de referencia cultural3. En realidad, Kuhn
presenta una visión sociológica de la historia de la ciencia, y no una perspectiva metodológica del “buen hacer
científico”, como pretende Popper. No critica la historia de la ciencia con la metodología sino que ha deducido su
metodología de la historia. Los aspectos culturales en general e incluso psicológicos cobran importancia, hasta el
punto que en su mirada, de alguna forma, se elimina la posibilidad de “objetividad” en el conocimiento.
Otros destacados autores, en los años ´70 y ´80, como Bourdieu, Latour, Bloor, Mulkay y un largo etcétera,
reflexionan sobre la construcción social de la ciencia.Todas ellos comparten, a pesar de sus disputas, que las ideas
científicas no son “objetivas” a partir de hechos u observaciones sino que son sociales. De allí el relativismo del
conocimiento científico generado. El cual no difiere sustancialmente de otros conocimientos, excepto por su
mayor eficacia en la resolución de problemas prácticos (es decir, que solamente tendría una ventaja instrumental,
pero no mucho más). Es la mirada del conocimiento científico como una práctica social más. Y algunos llegan a la
conclusión de que la ciencia es, en definitiva, sólo una creencia entre otras creencias.

Además de estas perspectivas, se yergue otra figura de gran peso. Un feroz juez de los métodos y
resultados de lo que suele denominarse el Proyecto Científico de la Modernidad4: Paul Feyerabend. Si bien puede
parecer un autor dentro de la tradición empirista anglosajona, llega a defender conceptos críticos que caen muy mal
a los adoradores de la ciencia. Así sostiene, dentro de lo que se tilda de “anarquismo metodológico” (término que él
nunca aceptó para sí) que existe una ideología científica, enquistada en el proceso educativo, que “no deja espacio
para otras tradiciones”. Además, remarca que la racionalidad científica “no es un árbitro entre tradiciones sino una
tradición más”. Y escribe terminantemente que: “La ciencia no es sacrosanta. El mero hecho de que exista, sea
admirada y produzca resultados no basta para hacer de ella una norma de excelencia”(5).

3
Los humanos somos seres sociable; y en ese vínculo interactivo creamos cultura (lenguaje, valores,
costumbres y productos). Aristóteles decía que el hombre es un zoo politikon. En la mirada ingenua, se
suele minusvalorar el enorme peso de la cultura (como ésta se define sociológicamente). Hablamos
español y no sueco pues es nuestra cultura. No usamos toneletes o kimonos por que no es nuestra
cultura. Hasta la mirada de la belleza en el arte es absolutamente cultural: la famosa estatua de la Venus
de Milo (expuesta en el Museo del Louvre) se vio entronizada como modelo supremo de belleza y
perfección corporal femenina por la sencilla razón que sus proporciones (casi de “matrona”)
coincidieron con las que eran admiradas por la cultura europea cuando se descubrió la milenaria estatua
en una isla del Egeo, en 1828.
4
Su conceptualización estricta implicaría una presentación que supera largamente los alcances de este
texto, y exige vastas lecturas.
5
Cuestiona también los resultados, no sólo la metodología. En el horizonte surge el mito griego de Ícaro,

7
7. Dos temas particulares: objetividad y causalidad
Cuando conceptualizamos la ciencia, dijimos que es un conocimiento objetivo. Pero ¿qué
entendemos con ese término?
Entendemos por “objetividad” lo atinente al objeto. Algo externo e independiente del
sujeto cognoscente. Sin embargo, pensar en una independencia absoluta y total es caer en
ingenuidad.
El mismo entorno del científico es condicionante. La misma definición de las líneas de
investigación indica que en el trabajo analítico influyen ciertas contingencias sociales. Esta carencia
de objetividad (en el sentido de ausencia total de apreciaciones valorativas) es mucho mayor en el
caso de las ciencias sociales, habida cuenta de que el investigador es al mismo tiempo “actor” (en
el medio social a estudiar) y “ observador ” .
El conjunto de estas señalizaciones acerca de la condicionalidad social del conocimiento
científico es estudiado por la sociología del conocimiento. Esta disciplina teoriza acerca de la
determinación social del conocimiento científico. Cuestionando, puede decirse, la objetividad de
la ciencia.
Karl Popper señala que esta afirmación cae en un paradojal relativismo dogmático, pues no
se relativiza a sí misma; ya que sostiene que todo conocimiento está condicionado culturalmente,
con excepción del conocimiento que genera a esta proposición.
Por otra parte, sostiene Popper, la objetividad de la ciencia no se funda en la actitud
avalorativa de sus practicantes sino en la posibilidad intersubjetiva de verificación empírica de sus
proposiciones.
No obstante, esto puede ser muy rebatido. Muchos autores han destacado que la ciencia es una
construcción social, incluso una creencia más entre otras, y muy cuestionable como lo sostiene Paul
Feyerabend (ver Apartado).
Por otra parte, la explicación científica es una transición desde el conocimiento de un hecho
hasta el conocimiento de las razones que generan el hecho. Aristóteles afirmaba que conocer
(científicamente) es conocer por causas. La concepción científica clásica afirma que “las leyes son
las relaciones forzosas que se derivan de la naturaleza misma de las cosas” (Montesquieu).
Entre los requisitos extra-lógicos, ya sustentados por Aristóteles, como necesarios para las
interpretaciones científicas se incluye la relación causal. Exigiendo que en la etapa deductiva, las
premisas sean causa de la atribución hecha en la conclusión (con lo cual se pretende distinguir las
conexiones causales de las meramente accidentales).
Soslayaremos aquí, por razones de espacio, la polémica que enfrenta hoy la filosofía de
la ciencia: ¿es la realidad un “universo abierto” o un “universo cerrado”? En otras palabras,
¿acontece todo necesariamente de acuerdo a leyes ineludibles? o, por el contrario, ¿existe un
indeterminismo por la presencia del azar?

¿QUÉ ES LA ECONOMÍA?
Existen múltiples definiciones de economía. La más convencional es la de Lionel Robbins, formulada en 1932,
que dice: “Economía es la ciencia que estudia la conducta humana como una relación entre fines y medios escasos
que tienen usos alternativos”.
Como se aprecia, la definición resalta lo que entendemos constituye el aspecto central de la reflexión económica: la
escasez (que emerge de la relación entre fines ilimitados y medios escasos).

que desoyendo el consejo de su padre, Dédalo, de que no se aproximara demasiado al sol pues se
derretirían sus alas y se precipitaría. Para los antiguos griegos, es la alegoría del hombre que persigue
obsesivamente el “conocimiento”.

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La economía sería, entonces, una disciplina que, como afirma el profesor Röpke (en un trabajo de 1955), “ no
es, en el fondo, sino una teoría de las alternativas” . Tal concepción se confirma en la práctica de la
investigación, ya que nuestra disciplina ha avanzado hacia áreas antes propias de otras “ciencias” . Famosos son
los estudios de Gary Becker (Premio Nobel 1992) sobre las conductas familiares. ¿Pero cómo es posible realizar
estas aplicaciones tan particulares? Pues, porque la vida humana no es sino un continuo elegir; y si la
economía estudia cómo optar entre posibilidades diversas, la conclusión es obvia: su instrumental puede
ser aplicado en un amplio universo.
Es posible apuntar que la definición de Robbins puede verse como limitada, en cuanto mira a la economía
sólo como “un estudio de la conducta humana”; sin embargo, como dijimos en el texto nuestra ciencia va
más allá y “estudia un aspecto de la realidad social” o del sistema económico, dentro del cual se desarrollan
las conductas humanas. No obstante esta limitación, seguimos considerando al concepto de Robbins como el
más operativo y clarificador

8. El caso particular de la ciencia económica


La teoría económica estudia un aspecto de la realidad social, y sólo uno: el aspecto
económico. Dicho de otro modo, estudia al hombre desde el ángulo de su actividad económica, en el
marco de las relaciones interhumanas, que constituyen el tejido social (sistema social).
Hemos utilizado un concepto primitivo: actividad económica. Ahora, para mejor
comprendernos, diremos que la actividad económica en una sociedad abarca “ la producción,
distribución y consumo ” de los bienes escasos (y capaces de satisfacer necesidades).
Ahora bien, la economía es profundamente compleja, (como toda la realidad, “social” o “
natural ” ). Por lo tanto, el estudioso de esta intrincada realidad no tiene otro camino que desarrollar
una estrategia de “aproximación” basada en la simplificación.
Esta simplificación se basa en abstraer elementos, los cuales entiende como los más
importantes determinantes del segmento de la realidad que pretende estudiar. Construye un
esquema, no idéntico a la realidad, sino aproximado por simplificación. Se dice que ha
construido un “modelo”. Para decirlo sencillo y como primera aproximación, una representación sencilla
de la realidad (o de uno de sus aspectos). Los modelos son absolutamente necesarios para comprender
el funcionamiento de la sociedad.

PARA TENER PRESENTE


El lector deberá tener siempre presente que estos esquemas, a menudo criticados por quienes desconocen
las metodologías científicas (v. gr. el periodismo), no resultan un empobrecimiento de la realidad, sino una
norma que pone arquitectura en un aparente caos. Pero no hay que confundir el modelo con la realidad
misma. Sería como confundir nuestra ciudad con su plano a escala. Este último es sólo una guía
aproximada... e inmensamente útil.

Estos procesos de abstracción, estos modelos, se construyen sobre unos principios de


partida, llamados “supuestos”. Tales supuestos cumplen el mismo rol que los postulados en
geometría. Es decir que:
a) no están sujetos a deducción de otros principios más básicos.
b) son “razonablemente ” verdaderos pero no necesariamente comprobables.
c) funcionan como premisas en la estructura lógica para deducir las conclusiones y
correlaciones que se encuentren en los niveles más bajos de generalidad.
d) Además, pueden utilizar conceptos que se refieren a elementos que no puedan ser observados
directamente (p.ej. el concepto de utilidad marginal en la teoría microeconómica neoclásica de la
demanda) 6.

6
Dani Rodrik, entre otros, critica en su obra “Las Leyes de la Economía” que existan en las teorías

9
Si bien, otras ciencias no los explicitan con tanta insistencia como la economía, todas,
absolutamente todas, poseen supuestos de partida. Es decir, hipótesis que permiten establecer
relaciones entre hechos. Así, por ejemplo, en química en el siglo XVIII se suponía la presencia del
“flogisto” para explicar la combustión. En física newtoniana, en otro ejemplo, se supone la existencia
de una sustancia singular, el éter. Sin embargo, pese a conocerse hoy su inexistencia, no por ello
se modifican las predicciones de tal teoría física.
Podemos, entonces, decir que las explicaciones teóricas hacen referencia a “relaciones”
invisibles, cuya existencia es propuesta por la teoría, y cuyas implicaciones son deducidas
lógicamente, y luego corroboradas por observaciones. las explicaciones teóricas constan de:
a) supuestos (p. ej. los sujetos quieren maximizar sus ganancias).
b) variables relevantes (p. ej. el precio y la cantidad).
c) hipótesis vinculante (por ej. cantidad demandada en función del precio).
d) conclusiones o predicciones de hechos observables (p. ej. el precio subirá).

La economía en particular, sostiene como supuesto básico el “principio de conducta


racional”, que consiste en sostener que el hombre, ante cada decisión, enfrenta rendimientos
y esfuerzos para valorar: fines vs. medios. Este patrón de conducta se concreta en el sujeto que,
se supone, opera como agente de la actividad económica: el “homo economicus” (u hom br e
eco nóm i co) . Un ejemplo de este accionar racional es la conducta que se propone para el
consumidor, consistente en asignar sus recursos presupuestarios escasos de forma coherente con sus
gustos.
Incluso la misma línea heterodoxa, la línea crítica constituida por la vertiente del análisis
marxista, sostiene implícitamente “ la conducta racional ” . En tal sentido Charles Wright Mills hace
notar que el accionar de las clases según Marx, se producirá siempre y cuando sus miembros
tengan un conocimiento racional de los intereses de su propia clase ( “conciencia de clase para sí”
) y repitiendo a Veblen concluye: “Esta idea es tan racionalista en sus suposiciones psicológicas
como el neoclasicismo ” .
Podemos, pues, concluir que el supuesto de conducta racional (o sus sustitutos, como “la
racionalidad limitada” de H. Simon, tan importante en los estudios administrativos) está presente
en todas las teorías, entendiéndola como un “cálculo de ventaja”, en un intento del sujeto de
definir el mejor curso de acción que le dejará en una posición más favorable de acuerdo a sus
objetivos.
¿QUÉ SON LOS MODELOS?
Con modelo no se quiere significar, como en el lenguaje coloquial, una situación “ideal” a imitar sino
una representación teórica simplificada a partir de una cierta mirada de “la realidad”7. No es “la
realidad” misma sino una construcción. Se suele decir que es un constructo, La simplificación que da
origen a estas construcciones se basa con frecuencia en un proceso de abstracción8 mediante el cual se
aíslan ciertos elementos o propiedades fundamentales de un fenómeno, dejando de lado otros aspectos
que se entienden como secundarios.

económicas conceptos no observables, pero esta afirmación demuestra al menos un desconocimiento:


lo que sucede en otras disciplinas no sociales, como la química. Evidentemente, Rodrik ignora, por
ejemplo, que una de las teorías más potentes desde hace más de cien años, la teoría/modelo del átomo
se basa en una serie de elementos inobservables (hasta ahora). Nadie nunca vio un protón o la órbita de
un electrón, etc., y, tal vez, nunca se puedan observar. No es el único vacío epistemológico que Rodrik
muestra en esa publicitada obra, v.gr. no parece conocer las grandes figuras de la epistemología y de la
sociología de la ciencia del último medio siglo, ya que ni las menciona.
7
Estrictamente, el tema es mucho más complejo pues filosóficamente el mismo concepto de “realidad”
es discutible. Pero éste texto no es un curso de filosofía, por tanto no nos detenemos aquí.
8
Pues se abstraen, se separan algunos elementos.

10
En Economía, es habitual que los modelos se expresen mediante una ecuación, o un sistema de
ecuaciones que relacionan entre sí un conjunto de variables (o determinantes). Muchos modelos
permiten una representación gráfica, diagramática, que resulta más intuitiva, accesible y clarificadora. A
modo de ejemplo, imaginemos que un determinado fenómeno social depende de infinitas causas (dicho
formalmente, “Y” es función de x, w, k, g,…z variables), pero tenemos una perspectiva teórica que
señala que podríamos explicar este fenómeno a partir de una sola variable. Lo cual es mucho más
sencillo de manejar (aunque no incluya todos los factores en juego). A partir de dicha idea teórica,
construimos un modelo simplificado aislando esa causa y expresándola mediante una función: decimos
que Y es función de x [de modo formal, Y= f(x)].

Las definiciones y el uso preciso del vocabulario


Decía Kant que pensar es pensar por conceptos. Efectivamente, en nuestra mente realizamos
elaboraciones por medio de “ ideas” ; o, como gustaba decirse en la Edad Media, por “ universales” .
Para comprender mejor esto basta con asimilar conceptos a palabras. Es a través de ellas que
efectuamos nuestros razonamientos y nos comunicamos. Así nos encontramos con dos elementos:
el SIGNIFICANTE (el vocablo) y el SIGNIFICADO. Ambos elementos están íntimamente unidos,
como las dos caras de un papel, y dominados por una relación de carácter absolutamente arbitrario.
Nada hay, por ejemplo, en la combinación de sonidos que componen la palabra “ árbol ” que la
una necesariamente con nuestra imagen (significado) de un árbol. Lo mismo podríamos decir si
pensáramos en inglés (tree), o en francés (arbre), o en alemán (baum).
Entramos, entonces, en el problema de la definición. Etimológicamente definir significa “delimitar ”
, pues precisamente consiste en delimitar el término. Acotarlo. Señalar su alcance.
El conocimiento científico exige un lenguaje preciso y especial, libre de toda ambigüedad. Es
imposible avanzar en ciencia sin definir conceptos. Por ello se recurre, entonces, a las definiciones
“operativas”, que resultan válidas (operan) en el marco exclusivo de la teoría (o modelo) de que se
trate (Giner, 1974).
Si bien esto es necesario en toda ciencia, resulta particularmente importante en las
ciencias sociales, dada la vaguedad con que se usan muchos conceptos en la vida corriente. Por
ejemplo, la noción de democracia posee acepciones diversas. Para trabajar, pues, una teoría
política acudiríamos a una definición operativa en la cual puntualizaremos a qué cosa llamaremos
democracia en ese marco teórico. Lo cual no necesariamente se corresponderá con una idea en
la que estén todos previamente de acuerdo (Giner, pág. 36).

9. Construcción y prueba de la teoría


Veamos cómo opera el método hipotético-deductivo, que habíamos conceptualizado
como el más publicitado y defendido (no sabemos si aplicado) en la teoría económica (y del
cual habíamos presentado un ejemplo propio en nuestra disciplina).
Pues bien, a partir del sencillo supuesto de la conducta racional, de la introducción
sucesiva de hipótesis auxiliares (según cada caso particular a tratar), y la presencia de la cláusula
protectora “ c e t e r i s p a r i b u s ” , se desgranan lógicamente todas las conclusiones de la
teoría. El cursograma que acompañamos muestra claramente la secuencia, comenzando por los
“procesos económicos” de la realidad social, abstrayendo por inducción ciertos elementos, ensayando
una teoría o modelo, y deduciendo de allí enunciados (predicciones) observables. Estas predicciones
se contrastan con la realidad. Dos posibilidades se presentarán: (a) si la predicción que nos brindó la
teoría se corresponde con la realidad aceptamos provisoriamente la teoría. Aquí el adverbio es muy
relevante: provisoriamente. La teoría no es una verdad definitiva, sino solamente una conjetura que se
admite momentáneamente. ¿Hasta cuándo? Hasta que encontremos un caso concreto en que no se
cumpla. (b) Por otro lado, si la predicción no corresponde a la realidad, diremos que la teoría “falla” (en
palabras del mencionado Popper, se dice que está “falsada”), y en tal caso la reformularemos,
reiniciando todo el proceso.

11
EL MÉTODO DE FORJAR LAS HIPÓTESIS
Como aclaración, señalaremos que el método de forjar las hipótesis y modelos no está pautado
científicamente, pero suele aceptarse que un camino conveniente es un proceso inductivo sobe la
realidad observable. Abstrayendo los elementos esenciales para cada caso, y conformar a partir de ellos las
hipótesis.
A esta altura de la exposición surge la pregunta crucial, cuya polémica respuesta da lugar a
más de un debate: ¿deben someterse a prueba los supuestos o meramente las conclusiones? La
respuesta, a nuestro modo de ver concluyente, nos llega desde la epistemología positivista, de la
práctica cotidiana de otras disciplinas: sólo las conclusiones. Los supuestos son testeados, en cierto
modo, de manera indirecta por la capacidad predictiva de las conclusiones. Si éstas concuerdan con
la realidad, se aceptarán los supuestos de partida como razonablemente verdaderos9
Para clarificar la exposición, ejemplifiquemos la construcción de una proposición (o “ley”)
económica, aplicando los rudimentos de lógica introducidos

Si los sujetos económicos se comportan “racionalmente” (supuesto).


Y el vínculo Precio y Cantidad, en la conducta del demandante es una relación inversa (teoría).

 Entonces, debe observarse que: ante una baja en el P la cantidad demandada aumenta
(predicción)

Es este último enunciado el que se confronta con los hechos y, si concuerda, ¿queda
verificada la teoría? En realidad, queda corroborada provisoriamente, en virtud de no haberse
encontrado elementos suficientes para rechazarla.
Veamos este otro ejemplo:

Si los sujetos económicos se comportan “racionalmente” (hipótesis o supuesto).


Y, en la conducta del trabajador, el vínculo entre salario y horas de trabajo es inverso (teoría).

 Entonces, debe observarse que: ante una baja en el salario la gente querrá entregar (ofrecer) más
horas de su vida al trabajo (predicción)

Esta última proposición, bien sabemos, no se cumple. ¿Qué pasa entonces? Se sabe que
cuando un razonamiento es válido si la conclusión es falsa, sólo puede provenir de (una o más)
premisas falsas. Por tanto, si nuestra predicción no se cumple, una de las premisas, la “ley” o el
“supuesto”, debe ser “rechazada” , reelaborando la teoría. Esto es lo que se llama “refutar una
teoría”. En nuestro caso, la “ley” o teoría, “el vínculo entre salario y horas de trabajo es inverso” es
incorrecto. En los hechos, este vínculo es directo y no inverso. Sube el salario, suben las horas de
trabajo.

RESUMIENDO
En definitiva, resumiendo, sucesivas corroboraciones no bastan para establecer una proposición
como “verdad científica”, aunque una sola refutación basta para desecharla.

A falta de posibilidades de experimentación controlada, en economía se acude simplemente a


observaciones. Las cuales se obtienen (y procesan) a través de las llamadas “series de tiempo” (en
las cuales se siguen variables a través del tiempo: por ejemplo, la producción argentina de trigo
desde 1930 hasta hoy), y las conocidas como “datos de corte transversal ” (en donde se estudia una
variable en un momento del tiempo: por ej. la producción de trigo de 1991, en los distintos países
de América.

9
A esta posición la enfrenta la crítica del “realismo socialista”, vieja tradición que se remonta a los
socialistas utópicos de la primera mitad del siglo XIX (para ver su ubicación histórica, consultar Cap. II,
punto 8).

12
Retomemos la pregunta: ¿Deben someterse a prueba los supuestos o sólo las conclusiones?
Hay quienes, desconocedores de la mecánica metodológica de las ciencias, abogan por una
Economía “ más real ” , queriendo significar con esto que es necesario trabajar sin supuestos.
Esto es literalmente imposible, toda teoría exige supuestos. Sin supuestos simplificadores no
existiría la teoría. De esta disciplina o de cualesquiera de las que configuran nuestro saber.
Pero estos supuestos condicionan las conclusiones, ¡ pues constituyen las premisas del
razonamiento! Aquí surge inevitable –como dijimos– la polémica sobre “el realismo de los
supuestos” .
Suelen mencionarse dos prestigiosas y antagónicas posiciones. Milton Friedman, en su ensayo
de 1953, defiende la tesis extendida en otras ciencias de que la única prueba para una teoría es
su capacidad de predicción. Leontief, en un artículo de 1971, ex ge que la teoría se apoye en
supuestos derivados empíricamente.
Es evidente que la proposición de Leontief, resulta la más conveniente, pero a menudo
supuestos “ irreales” resultan científicamente fecundos (recordemos el caso del éter en la física
de Newton). Por otro lado, el grueso de las teorías económicas prevalecientes en el uso cotidiano
han optado por la concepción positivista clásica: someter a prueba sólo las predicciones y no los
supuestos de una teoría. Los supuestos se someterían a prueba indirectamente al corroborar las
conclusiones. Digamos que quedarían justificados. Si éstas concuerdan con la realidad, entonces
decimos que los supuestos son razonablemente aceptables (o al menos operativos).
Además, entre dos teorías, con la misma capacidad de predicción, optaremos por aquélla
que posea un menor número de supuestos. Aplicando el principio llamado “ la navaja de Occam
” , (en recuerdo del famoso pensador inglés de la orden de los franciscanos, que viviera en el siglo
XIV). A aquel modelo con menor número de supuestos se le considera “un modelo más sencillo ”.
Un autor contemporáneo, Dani Rodrik, se concentra en discutir en los modelos solo aquellos
supuestos que llama “críticos”, entendiendo por tales aquellos cuya “modificación en pos de un
mayor realismo produce una diferencia significativa en la conclusión ofrecida por el modelo. En
este sentido, muchos supuestos, por no decir la mayoría, no son críticos” (Rodrik, 2015, pag.
39). De todos modos, cuando plantea los que a su entender deben ser los principios generales
de selección de modelos (en donde desliza algún concepto epistemológico muy discutible)
sostiene la necesidad de “verificar la validez de los supuestos críticos” para que “reflejen el
entorno en cuestión” (Rodrik, op.cit.)

10. Vinculación entre Economía y Ética


Hemos hablado de la Economía pero no hemos puntualizado qué cosa específicamente
estudia esta disciplina. Para clarificarlo utilizaremos la conocida conceptualización de Lionel
Robbins, en su obra “Ensayo sobre la naturaleza y significación de la ciencia económica” (1932).
Allí nos dice que la economía estudia la conducta humana como una relación entre los fines
ilimitados (necesidades) y medios limitados de usos alternativos (los recursos).
Ahora bien, hasta el mercantilismo, en el siglo XVI, las proposiciones económicas estaban
enmarcadas y teñidas por contenidos éticos. A partir de entonces economía y ética desandarán
caminos distintos.
Podemos decir que la disciplina económica no es moral ni inmoral sino “amoral”. Esta es la
tesis sostenida por G. Pirou y L. Robbins. Para comprender el porqué de esta afirmación basta
con releer el concepto de economía, líneas más arriba.
Allí habla de fines, y éstos pueden ser morales o inmorales. Sin embargo, al economista sólo le
interesa que los medios para satisfacerlos resultan escasos, preocupándose por la asignación de los
mismos.
En resumen: las teorías económicas (la Economía) son enteramente neutrales respecto a
los fines. El problema de la valoración (o juicio) sobre los fines pertenece a la Ética

13
11. Objeto de Estudio de la Economía
Ya hemos adelantado que la economía estudia un aspecto de la realidad social: el aspecto
económico; y en un apartado hemos presentado una de las definiciones mas extendidas y valoradas,
la de Lionel Robbins, Ahora, más en concreto, vamos a señalar que la disciplina económica
pretende aislar factores que determinan cosas tales como: por qué se mueve el tipo de cambio,
qué cosa altera el precio del pan, qué origina el aumento de los alquileres de las casas de veraneo
durante la temporada, etc.
Es, entonces, su problemática la actividad económica que surge de la presencia de una
escasez relativa (el principio de escasez) que exige una elección entre decisiones alternativas. La
economía es entonces una disciplina que estudia decisiones alternativas en un ámbito de “carencias”,
en un marco de escasez. Estos aspectos se profundizarán en el Capítulo 3.
Ahora bien, el profesor Samuelson (Nobel 1970) nos dice que cualquier tipo de sociedad,
e incluso el mismo Robinson Crusoe (personaje de la novela del siglo XVII de Daniel Defoe), deberá
afrontar tres problemas económicos básicos, que pueden representarse sucintamente por tres
preguntas: ¿Qué?; ¿Cómo?, y ¿Para Quién?

a) Qué (y cuánto) producir: es decir cuáles serán los bienes y servicios a elaborar de los
infinitos posibles; y en qué cantidad
b) Cómo producirlos: esto es, con qué recursos y con qué técnica es conveniente enfrentar esa
producción.
c) Para quién se elaborarán esos bienes y servicios: lo que significa preguntarse cómo se va a
distribuir el producto elaborado.

La manera en que se resuelven estos problemas variará según el grado de complejidad de la


sociedad; (sociedad primitiva, sociedad feudal, sociedad industrial, etc.) y el sistema de propiedad
vigente (economía de mercado vs. economía central planificada o socialismo).

Variables, Modelos y Teorías


Es conveniente puntualizar algunos conceptos que se manejan con profusión. Así, a menudo
utilizamos los términos “teoría” y “modelo” como sinónimos.
Entendemos por modelo o teoría u n a representación t eórica y simplificada (puesto
que nunca podrá ser completa) de un aspecto de la realidad social o económica, mediante la
determinación de un conjunto de relaciones (o funciones).
La forma que asumen los modelos/teorías puede variar en el sentido de acudir o no a
símbolos matemáticos; y se puede expresar en conceptos (o sea, palabras), gráficos, diagramas,
ecuaciones o una mezcla de todos estos instrumentos.
Dentro de los componentes de un modelo/teoría existen “relaciones funcionales”,
condiciones dadas (o elementos exógenos) y elementos endógenos o variables (que a su vez, como
el lector conoce por otras disciplinas, se distinguen en variables explicadas y variables explicativas, v.
gr. y = (x, w,z)). Desde ya que, en cada modelo o teoría, con fines operativos se seleccionan
solamente las variables consideradas relevantes para esa oportunidad.
Es decir, que un modelo/teoría se concentra habitualmente en un estudio solamente de una
fracción del total de posibilidades existentes. Por ejemplo, un modelo que estudia la expansión de
la frontera agrícola en Argentina en los últimos años, desde la teoría neoclásica, se concentrará en
los cambios favorables de precios de los commodities y en alguna otra variable coadyuvante (tal
vez, las mayores lluvias), dejando fuera otras variables por razones de “sencillez” (quizás los
procesos sociales, las condiciones de transporte, el nivel de urbanización, etc.)
Si bien hemos señalado una sinonimia, si queremos ser sutiles podemos hablar por un
lado de teorías y, por otro lado, modelos. En Wirth (2001), se brindan las siguientes
diferencias: la teoría es un sistema sintáctico; y el modelo es una teoría interpretada (o
sistema semántico). Dicho de otro modo, nosotros podríamos intentar establecer una
conceptualización operativa diciendo que las teorías son generalizaciones más amplias, más

14
abarcadoras; y que los modelos son aplicaciones más concretas, menos generales, más
puntuales de la realidad10. Es decir, que la elaboración de un modelo tiene por objeto entregar
un instrumento de análisis puntual que permita contrastar una teoría. Esto es, enfrentarla con
la realidad para “rechazarla o aceptarla provisoriamente”.

12. Necesidades, Bienes y Utilidad


Hemos visto ya la definición de economía de Robbins, como una relación existente
entre los recursos (o bienes) y necesidades. Ahora profundizaremos esos conceptos. Por actividad
económica se entiende la acción humana que tiene por fin obtener bienes y servicios para satisfacer
necesidades
Pero ¿qué son necesidades? Aunque todos poseemos un concepto primitivo (es decir, no
analítico), lo puntualizaremos más precisamente diciendo que es una sensación de falta, de
carencia, que el hombre pretende cubrir utilizando elementos, que se denominan bienes. Estos
bienes satisfacen las necesidades.
Tales carencias, o “necesidades”, poseen una serie de características:
1) Son ilimitadas en su número: esto significa que cuando una sociedad consigue cubrir
algunas, p. ej. el alimento, la vestimenta, surgen otras nuevas, v . gr. las PC, los teléfonos
móviles de última generación, etc. La sociedad moderna tiene requerimientos que la sociedad
feudal no conoció, aunque haya cubierto las carencias que aquejaban a aquélla. Es más,
nuestra sociedad del siglo XXI se sustenta principalmente en la práctica del consumismo (en
general, descontrolado). Las necesidades son creadas por el marketing. No son básicas sino
sociales. Son externas, no nacen de una “naturalmente”11.
2) Son concurrentes: es decir, los hombres sienten múltiples necesidades al mismo tiempo.
Concurren (se presentan) a la vez en su escala de preferencias.
3) Son limitadas en su capacidad de satisfacción, pues poseen un nivel de saturación; p.ej. mi
sed queda satisfecha en el segundo vaso de agua
4) Son complementarias, es decir la presencia de unas originan otras. Así el contar con un
automóvil exige la presencia de nafta para su uso.

El axioma de la conducta racional y el modelo del “homoeconomicus”


Como hemos enfatizado en el texto, la economía sostiene como supuesto básico “el principio de la
conducta racional” y su manifestación en una acción de “homo economicus” . Kennett Arrow (Premio
Nobel de Economía), en un trabajo de 1951, sostiene que el concepto de racionalidad está en el corazón
del análisis económico y es eminentemente intuitivo.
Desde ya que el economista cuando construye sus modelos, y elabora sus análisis, conoce que
dentro del obrar humano hay un cierto margen de “conducta irracional”, pero la teoría (que se funda en
generalizaciones) sólo puede elaborarse a partir de una conducta previsible..., y ésta no es otra que la
conducta racional.
Ahora bien, cabe preguntarse en qué medida existen irracionalidades si la racionalidad operativa que
estamos trabajando no significa un análisis estrictamente lógico sino sólo un obrar que distribuye
elementos escasos para lograr fines importantes, sacrificando otros no tan valiosos. Así definido el
concepto, creemos que pocos actos caerían en lo “irracional” .
Por otra parte, el modelo del “homo economicus”, como manifestación del principio de la conducta

10
Esta distinción es particularmente aplicable al caso de la Economía.
11
Un ejemplo de una “necesidad” absolutamente social y en absoluta “natural” son los tatuajes. Tal vez,
a nivel de hipótesis, podríamos decir que en una sociedad “líquida” (como la llama Z. Baumant), donde
nada en estable, nada es duradero…, ni trabajo, ni afectos… nada, la gente, particularmente los jóvenes,
ven surgir una necesidad social, tener algo que sea permanente, que se piensa que perdurará contra
toda circunstancia (aunque también sabemos que es falso).

15
racional, ha sufrido duras críticas. Hay quienes atribuyen a su uso una connotación de recomendación
filosófica o principio ético.
Pero el modelo del “hombre económico” opera en el análisis solamente como un principio lógico
que intenta explicar cómo “obran los hombres” y no cómo “deben obrar los hombres”. Es un
esquema representativo del ser humano como sujeto de la actividad económica, y como todo esquema
conceptual está sujeto a crítica y superación por un modelo más abarcativo.
No obstante, no se puede dejar de señalar que lo criticable es que el principio hedónico (el homo
economicus), que puede resultar un supuesto “válido” para comenzar a teorizar, haya sido
elevado a un principio moral recomendable (lo cual estaba ya claramente presente en su
creador Jeremy Bentham, aunque no necesariamente en otros economistas), y válido para
dirigir éticamente nuestros actos personales ¡y esto, lamentablemente, es entronizar el
egoísmo no como una realidad sino como una meta moral…, lo que es realmente grave!

12.1 Los bienes económicos y el principio de escasez


Los “ medios” que sirven para cubrir las necesidades se llaman bienes a secas (esto es, sin
“calificación” alguna). Los cuales, desde el siglo XIX, se clasifican en bienes libres y bienes
económicos.
En primer lugar, se debe considerar como bien a “toda cosa apta para la satisfacción de una
necesidad humana” y que, además, esté disponible para tal función. Esto implica que los objetos
o recursos no disponibles no se consideran como bienes.
Por otra parte, no todos los bienes son “bienes económicos”. Sólo lo son cuando resultan
escasos. Esto es, cuando la cantidad disponible es insuficiente en relación con las necesidades. Lo
cual significa en otras palabras, que los bienes cubren necesidades en mercados en los cuales rige
“el principio de escasez”. Este principio de escasez, presente en la definición de Robbins, es el
motor de la actividad económica y, desde ya, de la preocupación del hombre por los problemas de
la economía.
Aclaremos, finalmente, que aquellos bienes superabundantes respecto a los requerimientos
son “bienes libres” y, como se podrá analizar luego con nuestro instrumental, su precio es cero.
La Macroeconomía y la Microeconomía
Los modelos y las teorías son múltiples. Aquí mencionaremos dos grandes áreas que, a su vez,
incluyen diversas teorías (y modelos).
Hablamos de la Microeconomía y la Macroeconomía. Ésta es una distinción reciente,
introducida en 1933 por el noruego Ragnar Frisch, y que ha hecho escuela. Puede decirse que la
microeconomía estudia el comportamiento de las unidades económicas individuales,
mientras que la macroeconomía trabaja con magnitudes totales o globales. Así, la micro se
interesa por la composición de la producción por empresas, por sectores de actividad. Mientras la macro
se ocupa del nivel de producción conjunto (el llamado “agregado” en la jerga).
Hoy, en e l lenguaje la jerga de nuestra disciplina se dice que la “ micro ” trata lo que hace a la
teoría de los precios y sus problemas, tal como fueran presentados por Marshall hace más de cien
años. A su vez, la “ macro ” trabaja las cuestiones tal como fueran señalados por Keynes, en la
década de 1930 (aunque él no fuese su introductor en la disciplina).
No es posible dejar de señalar que en el ámbito de la microeconomía el análisis es
presentado en dos formas diferentes. Y he aquí un buen ejemplo del uso de dos vocablos ya
introducidos: teoría y modelo. Nótese que hablamos de teoría microeconómica. Pues bien,
como dijimos, ésta tiene dos formas de análisis: análisis de equilibrio parcial y análisis de
equilibrio general. Y así hablamos de modelo de equilibrio parcial (o marshalliano) y modelo de
equilibrio general (o walrasiano). Estos extraños nombre provienen de los apellidos de los
economistas que los “crearon” en el siglo XIX. Aquí no profundizaremos más sobre esto, basta
con puntualizar que el último será tratado en el capítulo 3, mientras que el análisis de equilibrio
parcial es una cuestión propia de los capítulos 4, 5 y 6

16
12.2 Relación entre necesidades y bienes: la utilidad
La utilidad es una cualidad que el hombre atribuye a los bienes que satisfacen sus necesidades.
Es, por lo tanto, una relación entre bienes y necesidades.

LA UTILIDAD DE QUE HABLA LA ECONOMÍA


La utilidad de que habla la Economía es, entonces, subjetiva porque depende no sólo de las cualidades
objetivas del bien, sino de la atribución que le otorga “el sujeto” en la satisfacción de sus necesidades.

Digamos, finalmente, para no detenernos más en estos aspectos de la “ filosofía económica” ,


que nuestra disciplina supone la presencia de una utilidad (o rendimiento) decreciente en el
grado de satisfacción a medida que se consumen mas unidades del bien. Este tema será aclarado
a medida que se avance a lo largo de los Caps. 3 y 4.

13. ¿Es la economía una ciencia?

A cualesquiera de nosotros le asalta la duda, ¿alcanza la economía el status de ciencia? Por


supuesto, su respuesta dependerá de lo que entendamos por ciencia. Si aceptamos la
conceptualización amplia con que comenzamos este artículo, la respuesta será afirmativa. Pero la
conclusión no puede ser tan apresurada. Francois Perroux, el destacado economista francés, en un
artículo de 1972, sostenía que no es una ciencia.
Por su parte, el epistemólogo argentino, Mario Bunge, dio a imprenta en 1982 un polémico libro,
“Economía y filosofía”. En este libro, el autor discurre sobre aspectos profundos y controvertidos de
nuestra disciplina. Resulta de relevante interés sus apreciaciones del Capítulo 8: “Ciencia o
Semiciencia”. Quizás porque hacen a su conocimiento más específico.
Allí, presenta una definición de ciencia en sentido fuerte (pág. 97 y 98) y a partir de ella
concluye, luego de un análisis específico de la economía (pág. 99 a 104), que nuestra disciplina
constituye una “semiciencia” o “proto-ciencia”. Es decir, que satisface sólo parcialmente las
condiciones de l o que él l l am a ciencia en “sentido fuerte”, con sectores de ciencia madura y
otros de seudo-ciencia. No podemos dejar de señalar que Bunge para esta caracterización se basa
solamente en su análisis de las teorías de la Escuela Neoclásica…, pero una sola Escuela no basta para
calificar (o descalificar) toda un área disciplinar. Sería como catalogar la medicina solamente por la
Corriente Homeopática.
Por otro lado, el profesor J. Fernández Pol (1983) nos dice, utilizando una definición anterior de
Bunge (1969), que la economía es una ciencia en sentido débil. Esto es que “utiliza el método
científico, para hallar leyes” .
Aquí es preciso detenerse un instante para distinguir entre economía teórica y política
económica. Mientras que la primera constituye una ciencia pura, la política económica (o
economía normativa) es una técnica que usa (o puede usar) los desarrollos de aquella ciencia
pura (economía teórica).
Podríamos ensayar una definición de Política Económica diciendo que es la parte de la política
pública que tiende a ordenar la actividad económica para alcanzar metas tales como: el pleno
empleo, la eficiencia, el crecimiento y la distribución equitativa.
Señalemos que la Política Económica puede estar basada en los principios “científicos” de la
economía teórica; o, bien, fundarse “a-científicamente” en objetivos más o menos bien
intencionados.
No podríamos, ni debemos, finalizar este acápite sin mencionar la opinión de Popper: “La
crítica es el único instrumento de control de una teoría económica”. A su vez, nos incita a
multiplicar las experiencias capaces de demostrar que una teoría está equivocada. Este esfuerzo
es mucho más importante en las ciencias sociales –nos dice– pues en ellas la experimentación
nos está negada, ya que no es posible de realizar en la abrumadora mayoría de los casos.

17
DOS PALABRAS SOBRE LOS SISTEMAS ECONÓMICOS
Si tomamos de referencia a Werner Sombart (1863/1941) podemos decir que un sistema
económico se caracteriza por: (a) un encuadre jurídico; (b) medios técnicos disponibles; (c) un móvil
dominante que anime a los agentes a asegurar la correspondencia entre producción y consumo, entre
bienes (o recursos) y necesidades.
Si buscamos una cierta conceptualización de un sistema económico podemos señalar utilizando los
elementos anteriores, y siguiendo a Lajugie (1960), que:
 Un sistema económico es un conjunto coherente de instituciones jurídicas (las cuales
definen un “régimen de los bienes”, v.gr. propiedad privada o bien propiedad colectiva)
 En el marco del cual son puestos en marcha los medios técnicos
 Para satisfacer las necesidades (es decir, realizar el “equilibrio económico”)

Una definición alternativa es brindada en Mochón (1992) diciendo: “Un sistema económico es el
conjunto de relaciones básicas, técnicas e institucionales, que caracterizan la organización económica
de una sociedad”.
La cobertura de las necesidades puede buscarse en un grupo cerrado (la familia, una tribu, un
señorío feudal). En ese caso, estaremos hablando de una economía de “necesidad”, que corresponde a
sistemas en los cuales no se produce para el intercambio en un “mercado “, sino meramente para el
“autoconsumo”, y la adaptación se produce vía autoridad (p.ej. es el señor feudal quien decide el “qué” y
el “cuánto” se va a producir)(12).
Pero también podemos decir que esa adaptación de recursos a necesidades, puede alcanzarse en
una “economía de intercambio”. En cuyo caso, la adaptación puede operar por dos vías:
 Por vía del mercado libre: en el cual la demanda, que presiona los precios, “orienta” la oferta.
 Por vía de una intervención de la autoridad. Las necesidades son “estimadas” por una
autoridad que establece autocráticamente una cierta jerarquía de fines que oriente la producción.
Como el lector ya ha intuido, la primera situación, en el mundo moderno, se corresponde con una
economía de mercado (“capitalista”), y la segunda alternativa responde a la llamada economía central
planificada (o “comunista”), propia de la ex URSS o Cuba.
El sistema de economía de mercado, como orden social, es la expresión de la convicción de que
el crecimiento económico conduce a la libertad y a la igualdad, en una sociedad que por eso mismo será
libre e igualitaria. El capitalismo espera que esa sociedad sea el resultado de la entronización del
incentivo de la ganancia privada como regla o móvil dominante de acción.
El marxismo, por el contrario, confía en que la sociedad “libre e igualitaria” emergerá de la
abolición de la ganancia privada, siendo todo conducido por el poder político del Estado (Drucker, P.;
“The essential Drucker. On Society”, Cap. 2). Sin embargo, también el marxismo considera que el
motor de esa sociedad es el crecimiento, sólo que la propiedad privada trabaría ese crecimiento por el
obstáculo que las relaciones de producción vigentes en el sistema capitalista ejercen en el desarrollo de
las fuerzas productivas(13).

En definitiva, todo sistema económico intenta dar respuesta a las tres preguntas que mencionamos
en otro lugar de este capítulo: ¿què producir? ¿cómo producir? ¿para quién producir? Como señala
Francisco Mochón (1992) para contestar esto existen los dos mecanismos o sistemas que mencionamos:
el sistema de mercado y el sistema de planificación central.
Cabe apuntar que el sistema de mercado presenta limitaciones para alcanzar óptimamente los
objetivos socioeconómicos que la sociedad pretende. Por ejemplo, existen fallas en el operar del
mercado que impiden alcanzar la eficiencia económica. Otro ejemplo, el ingreso no se distribuye de
manera equitativa, en otras palabras, no se distribuye de acuerdo a la contribución de cada cual al

12
En realidad, se trataba de una economía de “premercado” pero no en el sentido de que no hubiese
comercio sino que los productos no eran uniformes ni se trocaban de manera organizada y sistemática
(Ekelund & Hébert, Cap. 2).
13
También hay posiciones críticas a ambos pareceres, por ejemplo, la llamada Doctrina Social de la
Iglesia (Católica), que en cierto modo comparte los mismo objetivos de crecimiento, libertad e igualdad
pero que propone otros caminos: el incentivo de un accionar personal pero con vistas al “bien común”
(como diría Aristóteles, “administración privada de los negocios..., pero como entre amigos”).

18
“esfuerzo social” de producción.
Por su parte, en las economías centralmente planificadas, se opera a través de medios de
producción de propiedad estatal y las decisiones principales son tomadas por la/s agencia/s de
planificación. (Mochón, 1992). En definitiva, la autoridad de planificación determina qué, cómo y para
quién producir. En teoría, esta forma bien podría superar al operar del mercado, pero en la práctica
presenta serios problemas. Entre ellos, problemas de información, de manejo de esa información y de
índole burocrática (por el enorme aparato administrativo que exige).
Es famoso el proceso de salida de la Economía Central Planificada en la antigua URSS, a causa de
la gran crisis en que se encontraba. Este proceso es conocido como Perestroika, y fue “una reforma
radical y de reestructuración de la sociedad, puesto en marcha por las autoridades soviéticas” (Mochòn
1992, cap. 5). Tal reforma implicó el cambio de sistema de propiedad (de la propiedad estatal se pasó a
la propiedad privada), el abandono del sistema de planificación y la vuelta al sistema de economía de
mercado. El creador del intelectual de la Perestroika (o liberalización económica) fue Abel Aganbegyan,
desde su cargo de Director del Instituto de Economía de Novosibirsk.

TEORÍAS, VALORES Y POLÍTICAS

La teoría y la política económica son dos conceptos a menudo cuestionados. John Neville Keynes
(1852/1949, padre del famoso John Maynard Keynes), a fines del siglo XIX, separó conceptualmente de
modo tajante la “ciencia positiva”, la “ciencia normativa” y el “arte”, diciéndonos que “el objetivo de
la ciencia positiva es el establecimiento de uniformidades, el de la ciencia normativa es el
establecimiento de ideales; y el del arte, la formulación de preceptos”.
La economía positiva describe. Nos dice lo “que es”. Por ejemplo, dadas las condiciones
institucionales (leyes vigentes, comportamientos culturales) decimos qué tiende a suceder con el precio
de un bien cuando crece su demanda. Estamos pues en el campo de la teoría (la Political Economy, de
los ingleses). La economía normativa trata con el “deber ser”.Con lo que queremos, como sociedad,
que suceda (y esto es asunto de la Ética como disciplina). Incorpora entonces juicios de valor. No
describe sino que prescribe. Lo que John Neville Keynes llama “la Ética de la Economía Política”.
Por ejemplo, dado el caso anterior, ¿es conveniente dejar que el precio tienda a subir, o aplicar alguna
medida intervencionista que lo impida, tal como un subsidio, una reducción de impuestos o un control de
precios? La respuesta conlleva un juicio de valor…, sea por intervenir o por no intervenir.
Por último, tenemos el “arte” de la acción, de la selección y aplicación de las medidas. Estamos en
el campo de la Política Económica (Economic Policy) o Economía Aplicada (Applied Economy). En
los hechos, hay un fuerte vínculo entre los aspectos éticos (los valores) y la política económica; siendo la
política económica un conjunto de estrategias de intervención (o de abstención). Sobre ella no hay
consensos, pues para definirla estaremos influenciados por creencias y valores; y nuestros análisis acerca
de cómo funciona la economía. Sobre ambos aspectos hay discrepancias claras: en valores y modelos de
funcionamiento.

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Ediciones La Ley, Bs. As. 2001

Algunas preguntas de Revisión:


 Diferencia ciencia y técnica
 Distinga el conocimiento científico del conocimiento vulgar.
 ¿Deben someterse a prueba los supuestos de una teoría?
 ¿Cuáles son, según Samuelson, los tres grandes problemas económicos que debe
afrontar una sociedad?
 La macro no estudia las mismas cuestiones que la micro (Verdadero o Falso)
 El único conocimiento válido es el científico (Verdadero o Falso)
 ¿Qué se entiende por actividad económica?
 Las necesidades no son concurrentes (Verdadero o Falso)
 La utilidad, según la teoría, depende de las cualidades objetivas de los bienes
(Verdadero o Falso)
 ¿De qué cosa es manifestación el modelo del hombre económico?
 Según Bunge, la economía es una “proto-ciencia”. (Verdadero o Falso)
 Según Popper, ¿cuál es el instrumento de control de una teoría, y más si es una teoría
económica o social?

20
ANEXO 1
EL VIEJO ASUNTO: LA ECONOMÍA Y EL ASPECTO MORAL

La Economía nació, en el Siglo de Oro de la Grecia clásica, como una rama que se
desprendía de un árbol, cuyas raíces se hundían en el problema de la conducta moral (ver
Capítulo 2, punto 2). Pero el Renacimiento (Siglo XVI), generó cambios en el pensamiento que la
alejó de esa concepción (ver Capítulo 2, puntos 3 y 5).

La visión hoy predominante se puede resumir en la opinión de Nassau William Senior


(1790-1864), quizás el primer metodólogo específico del tema económico. En su reconocida obra,
“An outline of the Science of Political Economy ” de 1836 (revisada en 1850), analiza el objeto y el
método de la teoría económica con una profundidad inusual hasta entonces. Allí enfatiza que el
estudio debe ser “ positivo ” (con lo cual podríamos concordar), y que “ la economía no busca la
felicidad sino la riqueza” (lo que no hace sino reconocer una realidad que es desconsoladamente
cierta; y que, en una descripción cruda, podríamos completar nosotros diciendo que los hombres
buscan su propio bienestar, en el cual la riqueza personal tiene un enorme peso, y relegan a los
demás a un juego de comparsas sin mayor importancia, pese a las declamaciones de pretendida
solidaridad).

La idea predominante hoy es que la Economía es una “disciplina científica” que estudia
los medios para alcanzar ciertos fines, y como tal debe prescindir de emitir juicios de valor.
Sería, por tanto, una disciplina amoral, dejando los juicios de valor para le Ética, que es la rama
de la filosofía que estudia los fines.
Cabe señalar, sin embargo, que existen esfuerzos por reinsertar a la Economía (en su faz
teórica y de gestión) en aquel viejo árbol “con raíces morales” propio de la visión aristotélica y
que predominó en los tiempos medievales de la Escolástica (ver capítulo 2, punto 9). Una corriente,
de pensamiento social, sin nombre concreto, sugiere que la economía readopte la vieja idea
aristotélica de “ ciencia práctica”; intentando construir una visión alternativa al “paradigma
avalorativo ” predominante.
El Profesor Ricardo Crespo (de la Universidad Nacional de Cuyo) en su obra de 1998 “La
Economía como Ciencia Moral. Nuevas perspectivas en la teoría económica” trabaja el concepto de
la Economía como una ciencia práctica en el sentido clásico (o de ciencia moral). Allí plantea que “no
hay ninguna corriente económica que haya adherido de un modo explícito al importante
movimiento de rehabilitación de la filosofía práctica aristotélica, o ciencia práctica o moral, que se
ha desarrollado en un ámbito de la filosofía de las ciencias sociales, especialmente en Alemania,
como crítica al influjo iluminista en ese campo” .
A pesar de que la Economía no ha adoptado aún el paradigma práctico (o moral), ésta no es
una idea que le sea absolutamente ajena. Así, Kenneth Boulding tituló un famoso artículo que
escribiera hace 30 años: “Economics as a Moral Science” ( “La economía como ciencia moral ” )
(Crespo, 1999).
Es decir, que existen intentos que se alejan de la visión avalorativa y pugnan por ubicar a la
Economía en la vieja idea aristotélica de ciencia “práctica” , y por ello moral, pues nuestra disciplina
estudia un aspecto de la realidad social que, como tal, incluye actos humanos que poseen
polaridad axiológica (o sea, que pueden calificarse en uno de los dos polos: morales o
inmorales).

21
Sin embargo...
Sin embargo, vale la pena detenerse en un par de aclaraciones. El concepto de moral que
hemos trabajado ut supra responde a la concepción filosófica (en la cual se aplica el nombre de
moral al conjunto de reflexiones que apuntan a definir los principios que deben regir las obras de
los hombres para que sean “ buenas”). No obstante también existe la idea de moral desde el
ángulo sociológico; y allí, lo moral es aquello que responde al conjunto de normas que rigen la
vida de un grupo en un momento histórico (grupo que puede abarcar, para el caso, la sociedad
entera).
Si consideramos este ángulo, la visión de lo moral, y recordando que el pensamiento
económico se construye en orden a los valores a los que la sociedad adhiere, puede decirse que la
economía como disciplina (y como gestión) ha sido siempre “moral” pues ha reflejado la escala de
valores predominantes en su época (que suele ser m u y distinta de la escala de valores
proclamada por la gente). Asì, la sociedad urbana moderna es mucho más individualista que las
comunidades rurales, y tal escala de preferencias se refleja en la teoría económica en un supuesto
básico de la línea ortodoxa: la conducta utilitarista. Conducta utilitarista que, sin embargo, nadie
reconoce como propia (aunque se practique, e incluso en algunos casos se defiendo como principio
moral a seguir).
Ahora bien, la jerarquía de valoraciones de nuestro tiempo contradice aquella que nos
gustaría...que no es otra que lo que llamamos moral filosóficamente hablando; y, por ende,
reclamamos a la economía “una posición moralizante”. Actitud que, lamentablemente nuestra
disciplina no está en condiciones de afrontar (dado el contexto social que la enmarca); pero que
algunos pensadores entusiastas (como Ricardo Crespo) infructuosamente intentan.

22
CAPÍTULO 2

Escuelas y Corrientes
En la Historia del Pensamiento Económico()
Alberto José Figueras
1. INTRODUCCION
Desde que, aún antes de la Escuela Clásica, Dupont de Nemours(1739-1817) publicara en
1768, en París, su “Catálogo de los escritos de las ciencias económicas”, la Historia de las
Doctrinas Económicas, y del análisis técnico aplicado, ha trazado rumbos.
Es importante, a la vez que una proposición interesante, preguntarse por qué causa los
hombres pensaron tal como lo hicieron, y en la época en que lo hicieron. Condicionamientos
históricos y filosóficos son las explicaciones básicas.
Cada tiempo histórico presenta un problema (principal), y es a su solución que los
pensadores dirigen sus ideas. Nacen así conceptos-fuerza que empujan la discusión en una
determinada dirección. Puede decirse que, hasta tiempos recientes, cada época fue acompañada
por una escuela. Además, cada período tiene una modalidad, utilizando un término impreciso, de
percibir la totalidad de los fenómenos (naturales y sociales)
Si bien comprender economía no es cosa sencilla, más con el perfil que ha ido tomando la
disciplina, una mirada sintética o revista cronológica al conjunto de ideas que han ido conformando
el baúl o “caja de herramientas” de los economistas puede brindar una buena aproximación al
debate de esas ideas. Ideas éstas que conforman la historia del pensamiento y el análisis
económico (entendiendo por tal al conjunto preocupaciones y argumentaciones analíticas sobre el
tema).
Para que esta “caja de herramientas” llegase a nuestras manos fue necesario el
mancomunado esfuerzo de toda la humanidad. El respeto y, por qué no, la admiración, hacia
todos los pensadores que contribuyeron a esa “caja de herramientas” (así se piense que
estuvieron equivocados o, bien, que estuvieron acertados) resulta una conducta conveniente para
la reflexiva lectura de estas páginas. Sus antiguas preocupaciones deben ser hoy, también las
nuestras.

2. LOS ALBORES DEL PENSAMIENTO ECONÓMICO: LA MORAL


Desde muy antiguo, las cuestiones económicas inquietaron a los pensadores y gobernantes
de los estados. En un principio, no se determinaron los lazos que unían los diversos problemas en
este ámbito, pese a caer todos en el campo de la “escasez” (ver al final el Glosario). Y así los
preceptos económicos transcurrieron en el mero espacio legal y religioso, como entre los egipcios,
los fenicios, los chinos y los hebreos. De tal modo, en el “Levítico”, uno de los Libros de la Torá
hebrea, o sea del Antiguo Testamento cristiano, en su Capítulo XXV, se establecían el año
sabático y el jubileo, dos prescripciones religiosas con un trasfondo económico.
No hubo doctrinas económicas en Israel. No es que los judíos se mostraran, como algunos
sabios griegos, indiferentes a las riquezas terrenales. En ninguna literatura antigua se les presta
tanta atención a las mismas como en la Biblia. En cada página, la evocación de una futura
prosperidad material hace de ella la realización de la promesa, ya que los judíos veían en la
riqueza o en la pobreza la recompensa o el castigo de su fidelidad o infidelidad a Jehová.
La ley prohíbe el robo y aun codiciar los bienes ajenos y sanciona, en consecuencia, la
propiedad individual. No se trata de un perfil individualista como el de la propiedad romana, la
propiedad quiritaria()(). La propiedad en Israel no es ni perpetua ni absoluta. En primer lugar, les

23
estaba prohibido a los hebreos prestar a interés, ante todo a los pobres y luego a cualquiera de
sus compatriotas. Se afirmaba solemnemente el dominio eminente de Dios sobre las tierras. Cada
siete años el año sabático borraba el conjunto de deudas. Cada cincuenta años había un año de
jubileo: todas las ventas eran anuladas y la tierra volvía a su propietario anterior.
Se trata de mantener la división inicial de las tierras e impedir que un pequeño número de
individuos logre, a la larga, concentrar la riqueza entre sus manos, avasallando al resto del pueblo.
Con todo, la idea de la propiedad que traducen tales instituciones, la inalienabilidad de la tierra que
sancionan prácticamente, y el favor que señalan para con los deudores, tendrán una influencia
considerable sobre el pensamiento jurídico y social de los tiempos cristianos.
La civilización hebrea, que no es esclavista,es una civilización laboriosa. Y como todos los
autores, al menos hasta Adam Smith inclusive, los autores del Antiguo Testamento establecen una
jerarquía entre las actividades económicas. No las clasifican, como harán más tarde los miembros
de la Escuela Fisiocrática, según el criterio de la productividad, sino –como los autores antiguos y
medievales-según su grado de honorabilidad. Y así aplauden sobre todo la agricultura, y miran con
temor los avances mercantiles, seguramente por los cambios implícitos de las estructuras que
minaban la solidaridad en la comunidad, habitualmente tan presente en los pueblos agrarios.
**** **** ****
Fueron los griegos, aún antes de Pericles, quienes comenzaron a estudiar los problemas
económicos como fenómenos especiales, pero todavía sin convertirlos en una disciplina particular
sino como parte de ese saber totalizador que, entonces, se denominaba filosofía.
La civilización griega es, ante todo, una civilización política. Ninguna función es considerada
más noble que la que consiste en ocuparse de los negocios públicos. El modelo aquí es la clase
del buen ciudadano y el del hombre pensante. Ya el grupo de los sofistas exalta el pensamiento
individual().
Entre los helenos, se distinguen dos nombres: Platón y Aristóteles; y además Jenofonte. El
primero de ellos trata conceptos económicos en “La República” y en “Las Leyes”; allí se preocupa
por la división del trabajo y por el origen y utilidad del dinero. Defiende el comunismo de bienes y
el valor de la moneda como instrumento de cambio.
Jenofonte (431 a.C./354 a.C.), como Platón discípulo de Sócrates, por su parte, en su obra
“Oikonomikos” designa por economía el arte de administrar una casa o “patrimonio” (de “oikos”,
casa; y “nomos”, ley, guía). Le debemos, entonces, el bautismo de la disciplina que nos ocupa.

Por último, Aristóteles, que conoció y profundizó casi todo lo que se sabía en su tiempo,
realizó importantes aportes al pensamiento económico, así en “Politeya” como en la “Ética a
Nicómaco”. Algunos de los temas presentados por él aún se discuten, sin que exista un consenso
pese a los siglos.

El Estagirita señaló la necesidad de un justo precio, estimando como justos a los precios
formados en mercados, puede decirse, de libre competencia. Discutió problemas de teoría
monetaria, tal como las funciones del dinero, y condenó el interés por considerar que “el dinero no
puede engendrar dinero”, pues no es sino una “una unidad para facilitar el cambio”. En su análisis
de la circulación de los bienes distinguió dos usos: propio e impropio; y con ello dos valores: el
valor de uso y el valor de cambio. La distinción de estos dos valores ha generado,
modernamente, las teorías sobre las causas del valor: la teoría del valor trabajo (o del valor costo)
y la teoría del valor utilidad (o del valor en base a la cualidad del bien para brindar satisfacción de
una necesidad). Las distintas concepciones, presentes en estas dos teorías, fundamentan la
polémica entre las dos grandes corrientes en la economía de hoy: el marxismo y el liberalismo ().
Por último, Aristóteles retomó el vocablo acuñado por Jenofonte, medio siglo antes. Lo hizo
en la “Ética a Nicómaco”. Allí plantea el problema moral en tres planos: el individual, el familiar (o

24
doméstico) y el social (o político). El problema moral, en cada uno de esos planos, es discutido o
estudiado por tres disciplinas distintas. Pero todas ellas, ramas del árbol “moral”.
La cuestión moral en el ámbito personal es estudiado por la Ética. En el ámbito doméstico
(del patrimonio familiar) es un problema de la Economía. Si, en cambio, el ámbito a tratar es la
sociedad como un todo, su disciplina es la Política. Como se ve, en Aristóteles, la economía no
es ni más ni menos que la discusión de líneas de conducta, en un ámbito particular (para
aquel entonces la unidad familiar) a la luz de la moral.

EL CRECIMIENTO TIENE SU COSTO EN SOLIDARIDAD.


UNA ENSEÑANZA HISTÓRICA
Jenofonte, condiscípulo de Platón bajo la tutela de Sócrates, escribió una historia de Grecia,
“Helénicas”, en la que concede gran protagonismo a Esparta (donde hizo educar a sus hijos), y
también una “Constitución de los lacedemonios”, que trataba sobre las leyes y costumbres
espartanas, que entendía virtuosas. Era pues, como mucho de los pensadores de entonces,
filolaconista ().
Allí se relatan circunstancias históricas que son aleccionadoras. Así, es interesante
considerar que la victoria sobre Atenas en la Guerra del Peloponeso, a finales del Siglo V antes
de J.C., hizo que por su predominio, grandes cantidades de metales preciosos que antes llegaban
a Atenas, fluyeran a Esparta, con lo que se aceleraron los cambios y las diferencias económicas.
Se dio pues un”crecimiento”. ¿Y qué sucedió? El ideal de igualdad de los ciudadanos libres, los
espartiatas, los homoioi (los iguales), que el Estado había conseguido en buena medida mantener
por siglos, en pocos años se esfumó.

Según Jenofonte, en las obras mencionadas, la solidaridad de esa polis, fundada en una
cierta “igualdad” de sus miembros (libres), desapareció, y los espartiatas no ocultaban su
propósito de servir fuera de Esparta, incluso en Persia, como vía de adquirir riqueza y demostrar
éxito personal. Así, en tiempos de Aristóteles apenas quedaba un millar de homoioi en Esparta,
frente a los 9.000 que había en tiempos de las guerras médicas. ¿Y los demás? Lejos,
persiguiendo, como mercenarios, una riqueza y un éxito individual para ostentar frente a sus
conciudadanos. Una conducta que, previo al crecimiento, una generación antes, su sociedad
habría despreciado. Algo para recordar.

Luego, llegó la Época Helenística que se inicia con la muerte de Alejandro el Grande de
Macedonia (siglo IV antes de J.C.). Pasaron los siglos y en el Mediterráneo se elevó Roma como
potencia. Los romanos eran hombres prácticos. Poco les interesaba el conocimiento en sí mismo,
sólo el dominar; por eso sus aportes en las ciencias fueron escasos. En economía, realizaron
principalmente consideraciones sobre temas agrarios, dada su preocupación por el trabajo de los
campos. En este ámbito, se puede mencionar a autores como Marco Terencio Varón (Siglo I a.C.)
y Lucio Juno Moderato Columella (Siglo I a.C.). Además, se destacaron dos escritores, quienes
alcanzaron, por otros hechos, la fama histórica. Ellos son Marco Porcio Catón (234 a. C.-149 a.
C.), recordado por su participación en los debates sobre las guerras púnicas, y Cayo Plinio
Secundo, quien estando al mando de la flota romana que fondeaba en la bahía de Nápoles, murió
durante la más conocida erupción del Vesubio, en el siglo I de Nuestra Era. Plinio fue autor de la
famosa “Historia Natural”, verdadera compilación del saber antiguo, con índice de materias y
fuentes de consulta; en ella se encuentran numerosas alusiones a la economía rural. Ya en todos
ellos, el norte es la productividad. No el buen obrar moral, como lo era en griegos y judíos.
Sumado a estos escritores, es preciso reconocer un autor más profundo, el famoso Marco
Tulio Cicerón (106 a. C. - 43 a. C.), quien en su obra “De Officiis” (Acerca de los deberes),
adelantó conceptos tales como el “móvil de la utilidad propia” y otras varias ideas que incluso
llegaron a influir hasta a nuestro propio Manuel Belgrano.

25
La mirada romana, en el pensamiento y en los hechos, coincide en mucho, con los ajustes
del caso, con la perspectiva sociocultural norteamericana: consumista, imperialista, eficientista,
individualista, hedónica. A punto que es difícil encontrar alguien pro americano que no admire el
pasado romano.

**** **** ****


Siglos después, con el pensamiento cristiano, el problema económico bajo el enfoque moral
volvió a estar en el centro de la escena.
Europa es un escenario turbulento, en donde nacen y se derrumban reinos con enorme
facilidad. Es en este ambiente, convulsionado durante casi mil años, que se yerguen dos etapas
del pensamiento cristiano: la Patrística (dentro de ella el Agustinismo), y el Tomismo que marcan
todo el llamado período medieval.
Para la primera línea cronológica de pensamiento, en el ángulo que nos incumbe, la
Patrística en su periodo inicial (Siglo II al IV), dos eran las preocupaciones fundamentales: la
insistencia en los derechos de los necesitados y la propiedad privada como una mera
administración (cedida por Dios) de una propiedad comunitaria. El Agustinismo (siglo V), por su
parte, a la luz del “idealismo platónico”, que incorporó a su visión teológica, profundizó los
aspectos presentados por la primera Patrística.
Dentro de la corriente cristiana se destaca la Escolástica, en la cual resaltan autores como
San Alberto Magno, Santo Tomás de Aquino, Nicolás de Oresme, Jean Buridan o Luis de Molina.
Según los escolásticos, los bienes económicos son medios y no fines en sí. Se trata de una visión
del mundo terrenal con la mira en un mundo trascendente, en total contraste con el pensamiento
moderno, que es realmente escéptico respecto de toda trascendencia. De allí que los autores no
indagaban el orden económico sino la conducta humana, en cuanto trasciende va más allá del
momento mismo de la comisión de sus actos.
Santo Tomás de Aquino (siglo XIII), con la fuerza de su autoridad intelectual en la
Universidad de París, introdujo el aristotelismo en la filosofía cristiana, siendo su obra más famosa
la monumental “Summa Theologica”. Tenemos el Tomismo. Sus preocupaciones principales
estuvieron claramente en el justo precio, señalando la presencia de dos justicias: la justicia
conmutativa y la justicia distributiva. Consignó asimismo, que la propiedad conllevaba un derecho
de gestión, pero no de abuso en la utilización de los bienes gestionados. Esto significa una
reafirmación a los límites de la propiedad, ya señalados por la Patrística. Por último desarrolló,
partiendo de la presentación de Aristóteles, la doctrina del interés. Condenó el préstamo de dinero
a interés por razones morales, aunque señaló excepciones por títulos “extrínsecos a la razón del
contrato”; es decir, que van más allá del objetivo inmediato del contrato de préstamo de dinero
(v.gr. el “damnum emergens”, daño emergente; y el “lucrum cessans”, lucro cesante, un concepto
similar al llamado coste de oportunidad en la economía moderna).

En definitiva, Santo Tomás y los escolásticos no tenían ninguna simpatía por las prácticas
mercantiles de su tiempo, pero podían hacer poco para cambiarlas; y, por tanto, intentaron
tornarlas más afines con la cosmovisión cristiana, estableciendo reglas éticas para el
comportamiento económico.

Pese a ello, y aunque el obrar de acuerdo a preceptivas de moral y hermandad era el norte
de la Escolástica, sus reflexiones sentaron principios que desarrollarían pensadores posteriores.
Es así que todas las bases “modernas” de determinación del precio nacieron por entonces.
San Alberto Magno (siglo XIII) y Santo Tomás de Aquino (siglo XIII) vieron en el costo (y en
especial en el trabajo) una de las bases de la determinación del precio. Es una mirada desde el
costado de la oferta. Pero también el propio Tomás incorporó el factor subjetivo al destacar el
papel de las necesidades (les llama “indigencia”) en la formación del precio. Incorpora así la visión
desde la arista de la demanda. Más tarde Jean Buridan (siglo XIV) avanzó en estos conceptos; y

26
siglo y medio después, San Bernardino de Siena (en sus “Sermones”) y San Antonio de Florencia
trabajaron en la comprensión de ese nuevo mundo social que emergía.
Tomás había visto en el mantenimiento de las formas de vida de cada cual, en un todo de
acuerdo “a las obligaciones” de su estrato social, un principio de justicia. Su visión, al igual que la
propia vida económica de su tiempo, era primordialmente “estática”. Esto es, en lo que hace al
plano económico, un mundo sin crecimiento. Fue tarea de San Antonio y San Bernardino
incorporar la dinámica de la nueva realidad emergente después de la Revolución Agraria (siglo XI)
y la Revolución Comercial (siglo XII), aceptando la presencia del “proficuum” (o ganancia) como un
componente lícito de la vida económica, que resulta un aliciente para el cambio, para la toma de
riesgo que lleva a la dinámica propia del crecimiento.

Pero, a la vez, tal como se percibe, y al igual que en la Antigüedad clásica, las
especulaciones económicas reflejaban preocupaciones morales. Todas sus conclusiones
eran impregnadas de preceptos éticos. Sin embargo, existían algunas claras diferencias entre la
tradición judeocristiana y el mundo griego, en especial, con su concepción de la historia.

Con la difusión del cristianismo el pensamiento toma un brusco giro. Los griegos
pensaban desde el ser, los cristianos desde la nada. Esto es, el pensamiento helénico se
inquiere sobre el conocimiento de por qué las cosas son como son. Los cristianos, en cambio, se
preguntan por qué hay algo en vez de nada.
Esto tendrá una profunda repercusión con el correr de los siglos. Mientras para los griegos
de aquello se desprende que la historia es circular (así lo señala Platón, por ejemplo), en un eterno
retorno; los cristianos, siguiendo la tradición judía, la juzgan lineal y ascendente. Es decir, que
existe un progreso.
Razón por la cual el futuro encierra una promesa de realización, de plenitud. Esta idea de
progreso será un punto de partida de la Ilustración del siglo XVIII; y, por ende, de las corrientes
modernas de pensamiento que se entroncan en ella. La idea acerca de la “bondad” del progreso
no es sino una secularización de la concepción religiosa, propia de la tradición judeocristiana.
Concepto no compartido en el Oriente; lo cual explica, en cierto modo, el distinto devenir
económico (estancamiento relativo) de la India y la China desde el siglo XVI al siglo XIX ().

3. LA REVOLUCION COMERCIAL Y EL RENACIMIENTO


Dentro de este cuadro de pensamiento, hacia el siglo XII, se presenta en Europa una serie
de transformaciones económicas y culturales que se han dado en llamar la Revolución Comercial.
Fue el preludio de la industrialización moderna. Si bien, es cierto que la agricultura continuó siendo
la ocupación principal del hombre medieval, también lo es que el comercio se convirtió en la
profesión más dinámica.
Frente al “status” de la nobleza (de los guerreros), un típico status “heredado”, aparece el
status de los habitantes de las villas (los comerciantes), en gran parte “adquirido”. Con estos
habitantes urbanos, emerge también una nueva mentalidad, nacida a la luz de sus experiencias de
vida. El hombre de comercio ve las cosas de un modo diferente: reconoce y ama las riquezas, sin
ver en ellas mal alguno. No es enemigo ni del interés, ni del beneficio dinerario. En esta sociedad,
de características urbanas crecientes, con un grado de movilidad vertical mayor que el del mundo
rural, el individuo (y, con él, el individualismo) va acrecentando su valoración porque puede
elevarse en el status social hasta donde su habilidad y su suerte lo lleven. Maquiavelo, décadas
después, haría de todo esto, una ideología, la del éxito. ¿Les suena la palabreja?
Hacia fines del siglo XV esta concepción se ha instalado en el núcleo intelectual. En 1494,
un florentino, Fray Luca Paccioli, en su “Summa”, destina un capítulo a la Teoría Contable, siendo
la primera explicación detallada del método de la partida doble y de los libros utilizados. Eran los
primeros pasos sistemáticos del “análisis de costo-beneficio”, que enmarcan hoy a la teoría
económica moderna.

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Mientras tanto, en los inicios del siglo XVI, también un florentino, el ya citado Niccoló
Machiavelli, nombre y apellido que el mismo castellanizó en Nicolás Maquiavelo, escribió una
obra desconcertante para su época. En ella se inicia una teoría de la política divorciada de los
principios éticos. La tituló “El Príncipe”, que en el vocabulario de aquellos tiempos equivalía a lo
que hoy se llama el Estado. Era la teoría del Estado como razón (o como fin) o lo que después se
ha llamado “la razón de Estado”. En consecuencia, el Príncipe (el Estado) puede utilizar todos los
medios para lograr ese fin. La astucia, la mentira, la violencia, el asesinato, todo queda justificado.
La razón de estado legitima los medios. La política prescinde de la moral. Es autónoma y se rige
sólo por el éxito.
No era que esto no aconteciera antaño, sino más bien que no existía su “justificación”
teórica. Ahora los hombres que dirigiesen los Estados podían declararse independientes de todo
principio; estaban “justificados” desde la filosofía política. Aquel vínculo con la moral,
propugnado por Aristóteles, estaba quebrado. Este triste divorcio no tardó en llegar a la
economía, y se cristalizó en una corriente de pensamiento que hoy se conoce como el
Mercantilismo.

4. CAMBIOS ESTRUCTURALES Y ECONOMIA “CIENTIFICA”


A partir de la Revolución Agraria (siglo XI) y la Revolución Comercial (siglo XII), que se
sustentaron en cambios técnicos (modificaciones en el arado, la grúa de rueda, etc.), se inició un
largo despegue, que se fue acelerando siglo a siglo.
De tal modo, la economía nació como disciplina específica en un intento de explicar
los cambios estructurales que alumbraron el mundo particularmente desde el siglo XVI. Veamos
cuáles fueron éstos.
Durante los siglos XVI y XVII, la economía europea pasó por un crucial período de
transición. Mostraba características de la pasada época feudal; y exhibía, al par, claros signos
anunciadores de nuevos tiempos.
El descubrimiento de vastos territorios, como América y Oceanía e Insulindia, abre el
camino a la expansión europea. Por España y Portugal llegan grandes cantidades (relativas) de
oro y plata que facilitan el crecimiento europeo.
Se inicia el declive del Mediterráneo como centro del comercio y la afirmación de la Europa
atlántica (los Países Bajos y la Europa del Norte). Holanda se convierte en el gran emporio
mercantil. En 1602, se funda la Compañía Holandesa de las Indias Orientales y, veinte años
después, la de las Indias Occidentales. Son los primeros antecedentes de las modernas
sociedades por acciones. Ámsterdam se transforma en el principal puerto de Europa, sobre todo
después del “cierre” de Amberes al comercio marítimo al cegarse el Escalda por los bancos de
arena, en 1668.
Inglaterra, por su parte, comenzaba a ampliar su comercio, siempre con la lana y sus tejidos
como principal producto. En especial con la aparición de los “paños ligeros” que encontraban
magnífico mercado en la Europa meridional.
Eran las épocas del “capitalismo comercial” o de la “revolución mercantil”, lo cual potenció la
expansión manufacturera. Algunas industrias, como la construcción naval, se pueden atribuir
directamente a la expansión del comercio. La revolución de la imprenta creó una multiplicación de
los molinos de papel. La aparición de los estados nacionales, con sus grandes ejércitos y
armadas, impulsó el desarrollo de las fundiciones de bronce y hierro para hacer frente a la
demanda de armas de fuego. Otro tanto aconteció con los requerimientos de pólvora. A su vez, la
gran escasez del carbón de leña (y su consiguiente alto precio relativo) incitó la entrada en
producción de los yacimientos fósiles (favorecidos por el uso de bombas hidráulicas y mejores
sistemas de ventilación, que permitieron la explotación de minas más profundas).

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El sistema medieval de gremios (maestros, oficiales y aprendices), que regulaba el trabajo,
había entrado, antes de finalizar la Edad Media y como resultado del acelerado proceso de
acumulación, en franco declive (especialmente en el norte de Italia y en las ciudades flamencas).
Comenzó a emerger, por entonces, lo que se conoce como el trabajo domiciliario. En la
industria lanera de Inglaterra (Gloucestershire, por ejemplo) los ricos maestros pañeros
compraban la lana, la enviaban a las granjas donde la hilaban las mujeres, luego recogían los
hilados que se llevaban a los tejedores, quienes los convertían en paños. Poco a poco, el tejedor
se redujo a un simple asalariado, mientras la riqueza se concentraba en los maestros pañeros.
Eran los primeros pasos de un gran proceso de acumulación o concentración de capital.
Concomitantemente, en los siglos XVI y XVII, se concretaba la formación de las cortes
estables (París, Londres, Madrid, Viena, Berlín) y la “racionalización” del poder con la creciente
maquinaria burocrática, que implementa medidas de higiene de las ciudades y de colonización de
tierras improductivas (pantanos, esteros). Esto conllevó un crecimiento demográfico y una mayor
movilidad (horizontal y vertical) que tornó en “residual” la estructura feudal de mil años. Con todo
este cuadro de fondo es palpable que acontecía una transformación profunda.
En el plano de la actividad económica, se presenta la muda de una economía cerrada, de
subsistencia, a una economía de mercado (con un excedente sobre costos, o ganancia, cada
vez mayor) y a una monetización creciente (es decir, con cada vez, mayor uso del signo
monetario para las actividades económicas). Esta monetización en franco aumento se ve
favorecida por las importantes cantidades (relativas para la época) de oro y plata, metales
necesarios para la acuñación en un mundo sin dinero fiduciario (o papel moneda).
La nueva riqueza se refleja en las artes (el barroco, el rococó), estilos lujosos y refinados
que ponían de manifiesto “el poder” de los reinos (v.gr. Versailles).
Esta acumulación de riqueza, reiteramos, troca la estructura del sistema económico. ¡Hay
un nuevo mundo que explicarse!..., y a eso se abocan los pensadores.
Así como en Sociología, por ejemplo, pretendieron dar respuesta pensadores como
Auguste Comte, Herbert Spencer, Alexis de Tocqueville, Karl Marx. En Economía, las
explicaciones racionales del por qué de este cada día más acelerado cambio, de esta economía
desconocida hasta entonces (al para que inducir una acentuación del crecimiento) queda, entre los
siglos XVI y XIX, en manos de las primeras escuelas (o corrientes) en esta disciplina: el
Mercantilismo, la Fisiocracia y la Escuela Clásica.

5. LA CORRIENTE MERCANTILISTA: LA INTERVENCION ESTATAL


Los problemas del comercio exterior, hoy en boca de todos, encontraron su primera
interpretación entre los autores mercantilistas con sus ideas del balance comercial favorable y
desfavorable (ver Glosario).
El Mercantilismo fue el nombre que, en el siglo XVIII, se dio al conjunto de teorías y medidas
prácticas que se desarrollaron luego del cierre de la sociedad feudal y antes de la aparición de la
Escuela Fisiocrática, entre los siglos XVI al XVIII. Con esta corriente de opinión, la economía se
subordina no ya a los valores éticos sino a una finalidad: la riqueza del Estado.
Debido a su punto de vista político-económico, los mercantilistas encontraron en el comercio
exterior un medio para el aumento de las riquezas nacionales, vía la procuración de dinero por un
Balance Comercial “favorable” (lo cual resulta cierto en el corto plazo, pues una Balanza de Pagos
positiva tiene efectos expansivos y multiplicadores de la llamada técnicamente demanda
agregada) (ver Glosario).
A la comparación entre exportación e importación, así como los derechos y obligaciones
resultantes, la denominaron Balance Comercial, y en caso de arrojar excedente lo consideraban
altamente conveniente para la sociedad en cuestión.

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Con el objeto de alcanzar este balance positivo, los mercantilistas sostenían que la
economía debía ser dirigida por el soberano, de allí su actitud intervencionista (era la época del
nacimiento de los Estados Nacionales).
Veamos ahora al centro de gravedad del problema. Los mercantilistas consideraban como
cierta una premisa que puede enunciarse: en palabras de Michel de Montaigne, “lo que una
Nación gana, otra forzosamente lo pierde”. Lo cual es correcto en un mundo estático, sin
crecimiento; pero falso en un escenario con crecimiento.
Si consideraban que la cantidad de metal en poder de un país “mide” su riqueza (aunque no
sea la verdadera riqueza), la Nación con un Balance Comercial desfavorable sale perdedora;
mientras la acreedora, que recibe oro o plata, sale ganadora.
Como lógica conclusión, era conveniente evitar por todos los medios al alcance la evasión
de metálico, de allí su opinión contraria al librecambismo (punto con el cual rompería, más tarde, la
Fisiocracia).
Las medidas de política comercial recomendadas son bien conocidas: impuesto a las
importaciones, prohibición de importar, concesión de monopolio a ciertos “trusts” de compañías
dedicadas al comercio exterior (las “famosas” Compañías de Indias).
Dos de los teóricos más destacados de la época mercantilista fueron los ingleses Thomas
Mun (1571-1641) y William Petty (1623-1687). El primero, quien fuera miembro de la Compañías
de las Indias Orientales, escribió “debemos observar esta regla: vender más a los extranjeros en
valor de lo que consumimos de ellos”. Por su parte, J.B. Colbert (1619/1683), Secretario de
Hacienda de Luis XIV de Francia, y creador de las famosas manufacturas reales (algo así como
empresas estatales), llevó a la práctica muchas de las ideas predominantes en los círculos
mercantilistas.
Si bien la corriente mercantilista no constituye un cuerpo coherente pues está revestida de
formas diversas, según los países y los siglos (), en el tema del comercio exterior hubo en
definitiva unanimidad: (i) principio de superávit comercial; (ii) política proteccionista; (iii) regulación
estatal
Será preciso que un siglo y medio después de la eclosión de esta corriente de opinión,
Adam Smith, y sobre todo David Ricardo, demuestren que el comercio internacional puede resultar
beneficioso para ambas partes a la vez (aunque no necesariamente pero éste es un debate en el
cual no es posible ingresar aquí).

6. LA DOCTRINA FISIOCRÁTICA: EL INICIO DEL LIBERALISMO


El problema que este movimiento francés afrontó fue la decadencia agrícola de Francia
desde el reinado de Luis XIV y su Ministro Colbert. A él fue dirigida su respuesta.
Los fisiócratas, contrariamente a los mercantilistas, no veían como origen de la riqueza al
comercio sino a la agricultura. A su vez, su creencia en una doctrina del orden natural, les llevó a
propugnar el liberalismo económico o librecambio. Era la transposición al mundo social de la
mirada newtoniana de equilibrio natural, que se imponía en las ciencias naturales. Pero entre la
Corriente Mercantilista y la Fisiocracia hubo autores que sería muy difícil ubicar, y de hecho
habitualmente no se lo hace, en alguna Escuela o Corriente. Uno de ellos fue Richard Cantillon
(1680-1734), que influyó en las teorías fisiocráticas con su famoso “Ensayo sobre el Comercio en
General”. François Quesnay, el principal expositor y líder de la Fisiocracia, construye un circuito
de flujo de riqueza, donde pretende demostrar la génesis del llamado “Producto Neto” o excedente
(riqueza producida que excede a la consumida en el proceso productivo). Hoy se lo conoce como
PBI, Producto Bruto Interno. El concepto implica tres problemas, que luego se desarrollaron en la
Escuela Clásica Inglesa: su valoración, su origen, y su distribución. La obra en que se expone este
esquema fisiocrático de circulación es el “Tableau Économique” (1758) o “Cuadro Económico”.

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La doctrina surgió en Francia, en cierto modo como una reacción ante los males que había
acarreado la aplicación del mercantilismo, que había sacrificado los intereses de la agricultura a
los de la industria naciente a través de un conjunto de precios muy desfavorable para el agro. En
general, los fisiócratas prestaron poca atención al intercambio internacional de bienes; sin
embargo, imbuidos de fe en un orden natural de la sociedad y en la armonía de intereses,
exigieron para el comercio interior y exterior “completa libertad de competencia”.
En cuanto al comercio exterior, le consideraban un mal necesario, y debería llevarse a cabo
solamente para procurar bienes a fin de satisfacer necesidades que no eran provistas en forma
adecuada en el ambiente doméstico, o sea fronteras adentro, pero de ningún modo para el
enriquecimiento del país como argumentaban los mercantilistas.
Es un fisiócrata, Vicent Gournay, quien, según se dice, proclamó la fórmula, que luego ha
tenido larga historia: laissez-faire, laissez-passer (dejar hacer…, a la industria; dejar pasar…, al
comercio), le monde va de lui même (que refleja la creencia en el orden y armonía naturales).
Jacques Turgot, barón de L’Aulne. Ministro de Luis XVI entre 1774 y 1776; realizó grandes
reformas liberales inspiradas en la Fisiocracia: Las cuales por su corto lapso de aplicación no
llegaron a tener los efectos esperados sobre la economía francesa, que una década después
desembocaba en la Revolución Francesa (entre cuyas causales se cuentan las económicas, sin
olvidar las políticas… y las ideológicas). Cabe destacar finalmente que las ideas de la fisiocracia
informaron el pensamiento de un hombre de nuestra independencia, como Manuel Belgrano, que
incluso fue el traductor de la obra de Quesnay a nuestro idioma (ver Anexo al final).

7. LA ESCUELA CLASICA INGLESA: EL CRECIMIENTO


“MANNEQUINS” EN LA PASARELA: EL REINO DE LOS MODELOS
Las Escuelas son el ámbito en donde se desarrollan conjuntos consistentes de teorías
interrelacionadas; y, puede decirse, con cierta laxitud, que estas teorías son modelos (o grupos
encadenados de modelos). Estas teorías o modelos se sustituyen unos a otros, y, al mismo
tiempo, coexisten, constituyendo lo que hemos llamado, al principio de este ensayo, “una caja de
herramientas”.
Es con el pensamiento clásico, que emergen los modelos económicos. Así, la teoría
económica a la cual cualquier persona medianamente culta podía acceder con facilidad hasta el
siglo XVIII y primeras décadas del siglo XIX, comienza a incorporar un grado de complejidad que
la aleja del hombre común, exigiendo una especialización profesional.
En un principio, los modelos fueron de carácter conceptual, como sucede en la teoría de
David Ricardo, incluso en Marx, para luego, con los Neoclásicos pasar, y cada vez más, a
modelos de representación matemática. La cuantificación se tornó, desde la década de los años
cuarenta del siglo XX, en la reina de la ciencia económica…, y día a día en mayor medida. Hoy
intentar abordar una revista especializada en temas económicos se aproxima a la misma tarea
que intentarlo en una revista de física o matemática.
Pero ¿qué son los modelos? Con modelo no se quiere significar, como en el lenguaje
coloquial, una situación “ideal” a copiar sino una simplificación de la realidad, que intenta captar
los elementos fundamentales de un problema concreto, dejando de lado aspectos que pueden
considerarse secundarios (es, por tanto, un proceso de abstracción). Actualmente, la expresión
habitual es mediante una ecuación, o un sistema de ecuaciones que relacionan entre sí un
conjunto de variables (o determinantes). Muchos modelos permiten una representación gráfica,
diagramática, que resulta más intuitiva y accesible, y muy a menudo más clarificadora.
Puede parecer extraño que se les llame modelos, pero no es alocado. El vocablo proviene
del latín “modulus”, medida. Lo que está en perfecta línea con lo que se acaba de mencionar
respecto de lo que viene aconteciendo en la ciencia económica: la cuantificación o medición
generalizada.
Por último, es muy importante apuntar que los modelos (o teorías) no son la realidad misma
sino una aproximación siempre defectuosa e incompleta a esa realidad. Hablar despectivamente,

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como se suele escuchar en los mass media, de de que “tal cosa es teoría, pero la realidad es otra
cosa”, resulta una verdad de Perogrullo y revela un gran nivel de ignorancia conceptual en quien
emite esa opinión. Este asunto daría para un capítulo de Epistemología y otro de Metodología,
pero no es el momento ni el lugar para tamaña empresa…, ni creemos que tampoco seamos
autor calificado para abordar asunto tan complicado.

En 1776, un profesor de Ciencias Morales de la Universidad de Glasgow, Adam Smith,


publicó la obra que marcó el hito inicial de la gran Escuela Clásica: “La Riqueza de las Naciones”.
La obra se publicó a principios de 1776. Pocos meses después se iniciaría la Revolución
Norteamericana que dio origen a los Estados Unidos. Allí se presentaban los principales
problemas que esta Escuela trabajó: (a) una preocupación por la causa del valor de los bienes
(que sostuvieron era proporcionada por el costo de producción, principalmente el costo del
trabajo); (b) una visión de la evolución (dinámica) de la economía; esto es, el crecimiento (es decir,
la transformación económica que a su vista se desarrollaba; (c) la conexión de este crecimiento
con la distribución del ingreso resultante.

EL MÁS FAMOSO: ADAM SMITH


(Kirkcaldy, Escocia, 1723; Edimburgo, 1790)
El famoso economista político escocés y filósofo moral del siglo XVIII, Adam Smith vivió y
trabajó en la época de la primera revolución industrial, de la expansión del comercio y de la
economía monetaria, del desarrollo de las ciencias y de las ideas de la Ilustración británica. Todos
estos avances generaron una confianza en el poder humano, la libertad y el libre albedrio, junto
con un sentimiento optimista respecto al futuro de la humanidad.
Smith fue un gran observador de estos movimientos y ello se refleja en su obra
“Investigación sobre la naturaleza y las causas de la riqueza de las naciones” (1776).
El libro tuvo un éxito enorme y se convirtió en una de las grandes obras editoriales de la
civilización occidental. Las ideas expresadas por Smith tuvieron un largo y perdurable efecto en la
teoría económica y la política y a menudo se lo considera “el padre de la economía”, aunque este
título bien puede serle absolutamente discutido por R. Cantillon, e incluso W. Petty.
Sin embargo, no sería justo atribuir a Smith la idea de que la única fuerza que dirige el
comportamiento del individuo es el propio interés, como habitualmente se repite. Su concepto del
interés propio en el mercado de los intercambios comerciales no debe asociarse a la creencia en
una naturaleza humana egoísta. Lo que es verdad sobre el comportamiento humano en el
mercado de los intercambios puede no serlo en otros escenarios sociales.
Con su creencia en el orden natural conferido por una mano invisible, Smith se oponía a
la intervención arbitraria del gobierno en la competitividad de la economía de mercado y su obra
“La riqueza de las naciones” se convirtió en el paradigma para el estudio del sistema del libre
mercado.
Al contrario que sus predecesores mercantilistas, Smith no veía la riqueza de las naciones
en términos de oro y plata sino en el trabajo de la nación y, por ende, en su producto. La
producción de riqueza podía promoverse mediante la división y la especialización del trabajo.
Defendió los beneficios de la división del trabajo a nivel nacional e internacional, reclamando
además el libre comercio internacional. Cuanto más grande es la extensión del mercado, más
posibilidades existen para una mayor especialización y una productividad más alta, pensaba.

Desde esa fecha hasta 1850, en que se inicia la génesis de la “heterodoxia” clásica, la
escuela dio ilustres representantes: Thomas Malthus (1766/1834), David Ricardo, James Mill
(1773/1836), John Stuart Mill (1806/1873); y, en el continente, Jean Baptiste Say (1767/1832).
Sus elaboraciones, basadas en esquemas predominantemente deductivos, se sustentaron
en al menos cuatro “supuestos” de partida: (i) el hombre actúa según el principio del mayor
rendimiento con el menor esfuerzo (la llamada en la jerga conducta del “hombre económico”, del
homo ecconomicus); (ii) la ley de la población de Malthus(); (iii) la ley de los rendimientos
decrecientes de la tierra de David Ricardo; (iv) el “principio del beneficio” o la ganancia como
motor de la actividad. Tres aspectos destacables de los trabajos de los Clásicos, en una

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introducción breve, son su teoría del valor, la visión del comercio internacional y la llamada ley
de Say.
Si se abren Los Principios de David Ricardo, el telón se eleva sobre un capítulo no menos
controvertido que célebre, donde Ricardo define su teoría del valor-trabajo, que es “la teoría” del
valor del la Escuela. Esta es tomada de Adam Smith, quien, para decirlo sencillo, medía el valor de
un bien por la cantidad de trabajo gastado en la producción. Es la llamada teoría del valor
trabajo. Pero solamente cuenta la “cantidad” de trabajo gastado en la producción de una
mercancía, pues el “precio” del trabajo está fijado por una situación de fondo, que tiene por norma
básica el mínimo necesario para el sustento del obrero (la famosa ley de bronce de los salarios,
como la bautizaría más tarde el socialista alemán Ferdinand de Lassalle, 1825/1864).
Por otro lado, está el enfoque clásico del comercio internacional que se resalta en Smith
(con su teoría de los costos absolutos) y en Ricardo (con la teoría de los costos comparados) ().
Para los Clásicos, desde Adam Smith, el eje del crecimiento estaba en la especialización, ésta se
vincula al tamaño del mercado, y desde ya que el mercado será más amplio cuanto mayores
libertades de comercio existan. Por eso su insistente recomendación de libre comercio, en neta
oposición al Mercantilismo.
Por su parte, la llamada ley de Say sostiene la imposibilidad de la presencia de
sobreproducción general; es decir, desempleo alto y extendido. En otras palabras, para su
análisis, no era posible, la existencia de crisis generales. Solamente podía existir un déficit de
demanda en determinados mercados (esto es, excesos parciales de oferta sobre demanda) pero
nunca un exceso de oferta agregada (ver Glosario). En otras palabras, la idea es que la “demanda
global” de la economía siempre equilibra, ex ante, a la “oferta global” (agregados que, como
sabemos por cuentas nacionales, se igualan indudablemente ex post). Esta ley fue el blanco
predilecto de la crítica del famoso John Maynard Keynes, ciento treinta y tres años después que
Jean B. Say la planteara en su “Traité de Economie Politique” de 1803.
Más allá de las explicaciones, en cuanto a política económica, los Clásicos propusieron
una norma para fundar el crecimiento: sostener el mecanismo (impersonal) del mercado; en él,
cada uno “conducido por una mano invisible tiende a promover un objetivo que no estaba en sus
intenciones” (A. Smith, en “La Riqueza de las Naciones”).
Es importante remarcar que los Clásicos se abocaron a discutir preferentemente los
problemas de largo plazo (que hacen a la expansión de la economía, al crecimiento del ingreso
por habitante). No enfatizaron las preguntas de corto plazo (ver Glosario), tales como la formación
de los precios y las fluctuaciones económicas, tareas que quedaron para la Escuela Neoclásica.
Para que se comprenda mejor, la importancia de esta Escuela, fundada por la mirada
optimista de Smith, oscurecida en sus pronósticos por las ideas pesimistas de Malthus, dominada
por la visión del modelo de Ricardo y que corona John Stuart Mill, puede decirse que, por primera
vez en la historia, hay una concepción determinista y mecánica de la economía política. Los
fenómenos económicos son presentados como una cadena de causas y de efectos, que se
ordenan necesariamente. La reflexión en economía se dirige a ser una ciencia en vías de
encontrar una explicación del conflictivo proceso de cambio que se observa en la Europa
occidental y también a su expresión matemática. Así los Clásicos preparan las dos vertientes
futuras, que se verán en los próximos acápites.
Antes se abandonar los Clásicos, para mejor comprender su óptica es conveniente
detenerse unos instantes en David Ricardo (ver Recuadro), la figura a partir de la cual se abren las
dos grandes corrientes de hoy: la Corriente Principal (en su vertiente Neoclásica y/o Keynesiana)
y la Corriente Crítica (en la mirada marxista).

7.1. LA ESCUELA CLÁSICA EN ARGENTINA


La presencia del pensamiento clásico en nuestra tierra se da antes incluso de la
emancipación a través de los escritos de Manuel Belgrano y los artículos de Mariano Moreno,

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entre otros. A su vez, la idea de Adam Smith estará bien clara y arraigada en la elite “liberal,
positivista y secular” de la Generación del Ochenta. Así, Miguel Juárez Celman, en su discurso
presidencial ante el Congreso Nacional, en 1888, expresaba: “El aumento de las comodidades (…)
ha hecho que el individualismo se arraigue (…), comprendiendo que la prosperidad de cada uno
constituye la de la patria misma”. La alusión a la “mano invisible” es bien diáfana.
Por su parte, la influencia de la Escuela Clásica en la “academia argentina” se inicia
desde el mismo momento que se creó la Universidad de Buenos Aires. La cadena de
acontecimientos que dan lugar a ese hecho histórico es muy interesante y se conecta con el
pensamiento de Jeremy Bentham (1748/1832), el conocido filósofo del Utilitarismo. Para no
extendernos, nos detendremos aquí, ya el lector interesado podrá, con esta pista, investigar la
conexión que mencionamos.

**** **** ****


De David Ricardo, surgen dos ramas, si se quiere las “dos ramas” del pensamiento
económico moderno. Una, que se puede catalogar de “derecha”, el Liberalismo, representada por
la Escuela Neoclásica. Y otra, crítica, que es posible catalogar de “izquierda”, el Marxismo.
Ambas preocupadas por el crecimiento y su relación con la distribución del producto. Pero
sus perspectivas son diametralmente diferentes. Para los primeros la mejor asignación de los
recursos (y su resultado, la eficiencia), conducida por los precios relativos de un sistema con
propiedad privada, lleva lentamente a potenciar el crecimiento y a solucionar, por rebote, la
distribución. Por el contrario, para la izquierda, la solución solamente puede darse con un cambio
de sistema económico, anulando la propiedad privada, en un camino, que entienden inexorable,
hacia una sociedad que se proclama sería “igualitaria”.

8. LA ESCUELA CLÁSICA HETORODOXA (O CRÍTICA): EL MARXISMO


El paso de la sociedad feudal a la sociedad moderna, sucedió no sin traumas en el sistema
económico-social. Desde sus mismos comienzos la industrialización halló críticos radicales. El
paso a la sociedad moderna exigía una urbanización acelerada y la aceptación de nuevas técnicas
y rutinas de trabajo. La mera migración y el cambio de hábitos ya resultan dolorosos. Pero a esto
había que sumarle el hacinamiento en ciudades con servicios higiénicos primitivos y escasez de
viviendas frente a la marea de nuevos habitantes urbanos.
No cabe duda de que para los obreros fabriles del siglo XIX la vida era mucho peor de lo
que había sido para sus predecesores: los artesanos y los agricultores. La enorme movilidad
social existente había destruido los viejos gremios con sus sólidas reglamentaciones patriarcales
de ayuda asistencial. La oferta y demanda de mano de obra se habían modificado
sustancialmente. Se daba un aumento de la oferta por causas demográficas y una caída de la
demanda de trabajo, por cambio técnico que sustituía trabajo por maquinaria. Un proceso que
llevaba a la desventaja de quienes buscaban trabajo (oferta), arrojando hacia abajo las
remuneraciones.
Con tal marco histórico de deterioro de las condiciones generales de vida, la consolidación
del pensamiento socialista y crítico era una consecuencia previsible. Así surgió el pensamiento de
Robert Owen (1771/1858), Francois Charles Fourier (1772/1837), Henri de Saint-Simón
(1760/1825), Jean Simonde de Sismondi (1173/1842), Pierre J. Proudhon (1809/1865). Varios de
ellos conocidos como socialistas utópicos. Todos con un profundo menosprecio por la pintura de la
sociedad tal como la dieron los economistas de la Escuela Clásica. Según ellos esta visión
adolecía de falta de realismo y de un excesivo peso del individualismo.
En la década de 1840 comienza a destacarse netamente quien es el acusador crítico de
mayor envergadura: Karl Heirinch Marx. En 1848, aparece el Manifiesto Comunista (en
colaboración con F. Engels). En 1859, publica la “Crítica de la Economía Política” y en 1867 el
primer tomo de “El Capital”. Los restantes fueron dados a la imprenta postmortem.

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Marx era un filósofo de la línea hegeliana; y siguiendo a su maestro, sostiene una idea de
progreso “zigzagueante”. El nuevo orden económico, siguiendo los conceptos hegelianos, no
vendría porque los hombres lo desearan sino porque la destrucción del viejo orden, según la ley
histórica de la dialéctica, es inevitable.
Hegel había colocado la libertad (y las ideas) como motor de este proceso dialéctico. Marx
sustituyó esos conceptos por la idea de los “factores económicos” y, en especial, por el
desarrollo de las fuerzas productivas. Por esa senda se adentró en la economía, siguiendo a
los Clásicos en teoría del valor trabajo. Paradójicamente, pero en total coherencia con su teoría,
Marx admiraba el capitalismo por sus logros técnicos y económicos; y, al mismo tiempo, lo
consideraba nefasto en sus efectos sociales.
En su búsqueda de la prueba de la inexorable llegada del socialismo sostuvo la “ley de
concentración del capital” y la “ley de la proletarización creciente”, así como el concepto de
“plusvalía”. Este concepto de plusvalía lo remite a una remuneración del trabajo por debajo de su
capacidad de producción. A su vez, para Marx, bajo el régimen de propiedad privada (que llama
capitalismo), la plusvalía es fundamental en el crecimiento de la economía. Pero esta presencia de
plusvalía al mismo tiempo impulsa un aumento incesante de los antagonismos (que ya había
planteado Ricardo o los socialistas utópicos) o conflictos en los procesos sociales, la llamada
lucha de clases (), lo que, con el tiempo, llevaría a que los grupos de trabajadores tomaran el
control de los medios de producción como las industrias, los campos o las máquinas) y a instaurar
una economía socialista (sin propiedad privada de los medios de producción).
En el siglo XX nuevos aportes se incorporaron a la escuela marxista, entre ellos se destaca
la teoría del imperialismo (Otto Bauer, Rudolf Hilferding, Rosa Luxemburg, Vladimir Lenin). Esta
teoría adjudica al desarrollo del capitalismo las guerras coloniales del siglo XIX, y las grandes
guerras del siglo XX (y, se podría agregar, las áreas calientes de la geopolítica de hoy). Atribuye,
además la demora del derrumbe del sistema capitalista (vaticinada por Marx) al traslado de la
crisis desde las potencias centrales a los países que se denominan dependientes.

EL MÁS REVOLUCIONARIO: KARL HEIRINCH MARX


(Tréveris, 1818- Londres,1883)
Nació cuando Tréveris era parte de Prusia. Fue en un todo, él también, un economista
clásico, aunque elaborando una nueva perspectiva, distinta de la trabajada, más o menos en su
mismo tiempo, por J. Stuart Mill (1806-1873). En 1843, se casa con una joven de la aristocracia
alemana, y también conoce a un joven empresario textil, Friedrich Engels (1820-1892), quien
sería su gran amigo (y, si se quiere, también su mecenas). En 1847, la “Liga de los Comunistas”
(que previamente se denominaba “Liga de los Justos”), con residencia principal en Londres, le
encarga (junto a Engels) la definición de un programa de acción. Moses Hess, por cuya influencia
Marx se hiciera comunista, había escrito un panfleto para la Liga, pero la crítica de Engels hizo
que se le encargara una revisión. Engels elaboró un primer borrador, que luego cerraron con Marx
entre fines de 1847 y principios de 1848.

Con fecha de enero de 1848 se publica el “Manifiesto Comunista” (como se dijo, en


colaboración con F. Engels), en Londres, aunque en alemán. Es en este trabajo que aplica por
primera vez el materialismo histórico. Allí enuncia que “la historia (…) ha sido (…) la historia de la
lucha de clases”, y llama a los asalariados a la revolución y a la supresión de la propiedad privada
de los medios de producción. En 1849, se traslada definitivamente a Londres (luego de su
expulsión de Prusia, Francia y Bélgica). Un década después, en 1859, publica la “Contribución a
la Crítica de la Economía Política” y en 1867 el primer tomo de “El Capital” (los restantes fueron
dados a la imprenta postmortem, con revisión de Engels).Por aquel entonces, por aquí, entonces,
con Mitre presidente, se libra la Guerra del Paraguay y se alza Felipe Varela

Puede considerársele un “clásico”, aunque heterodoxo, pues trata los dos


principales problemas de los Clásicos: el crecimiento y la distribución. Y lo hace a partir del
instrumental general de los Clásicos, particularmente de Ricardo. A lo largo de todo su

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pensamiento, se destila esa línea "teórica clásica", aunque con un acento de análisis crítico pues lo
que pretende es una "crítica de la economía política", que es como decir de la teoría; llegando, desde
ya, a diferentes conclusiones.

9. OTRAS REACCIONES CONTRA LA ESCUELA CLÁSICA


Además de las posiciones socialistas existieron otras oposiciones a la dominante Escuela
Clásica. La Escuela Histórica, el Institucionalismo y la llamada Escuela Social-Cristiana pueden
citarse como las principales.
Tanto el clasicismo racionalista como el romanticismo movilizaron e ilustraron el espíritu
revolucionario de su tiempo (los siglos XVII y XVIII, y en especial, la centuria que va de 1750 a
1850). La mirada racionalista alentó las insurgencias políticas, y la romántica expresó su inquietud
ante los efectos perversos de los cambios sociales. Así, la mayoría de los románticos se opusieron
a la industrialización y el maquinismo que invadían los diversos ámbitos de la vida.
Es así que el ambiente intelectual de principios del Siglo XIX transitaba por la “cosmovisión”
del Romanticismo. El intelectual “romántico” del XIX, como burgués emergente, es
profundamente individualista…, pero también rebelde a toda norma, sensible e
inconformista, con intrépidos sueños de cándida libertad. Precisamente, esa visión de rebeldía,
sensibilidad e inconformismo del romanticismo enmarcó a los autores socialistas en su
crítica y sus propuestas.
Pero las líneas socialistas en el acápite anterior no fueron las únicas críticas a la
perspectiva de la Economía Clásica. Existieron otras que, aunque menos conocidas, no por ello
dejan de ser importantes y enriquecedoras para el conocimiento e interpretación de los procesos
sociales. La visión nacionalista fue una de ellas.
El nacionalismo, como rebeldía, es una consecuencia natural de ese contexto general que
da el romanticismo como movimiento cultural y tiene su catalizador en el sentimiento de unidad y
“singularidad” de cada pueblo europeo que despierta con las invasiones napoleónicas
(1796/1815). Uno de los caracteres esenciales del predominio burgués en el Siglo XIX fue el
estudio del pasado anterior al Renacimiento. Por razones de la larga tradición del Mercantilismo
alemán (llamado Cameralismo), el área geográfica centroeuropea fue uno de los lugares en donde
más se desarrollaron los enfoques historicistas.
Dentro de esos enfoques, el principal fue el de la Escuela Histórica desarrolló sus ideas en
pleno contraste a las oposiciones individualistas de la doctrina clásica, a su método fundado en la
abstracción y a su búsqueda de leyes económicas de validez atemporal.
Un autor que abonó el terreno para la Escuela Histórica fue Friedrich List (1789-1840), uno
de los pensadores del Nacionalismo Económico. List sostenía que el libre comercio,
recomendado por los Clásicos, no haría sino perpetuar el predominio industrial inglés, y a partir de
esta idea se constituyó en defensor del proteccionismo. A partir de su teoría de las fuerzas
productivas, afirmó que las diferentes economías se encuentran en distintas etapas evolutivas, y
de esto deduce la presencia de regularidades contingentes (esto es, válidas para un tiempo y
lugar), oponiéndose así a las leyes de validez universal de los clásicos.
Luego de estos autores como precursores, se presenta la Escuela Histórica, que tuvo
distintas etapas, aunque en todas ellas desarrolló el pensamiento bajo una visión de “filosofía de la
historia”. Por otra parte, bastante presente siempre en el pensamiento alemán, como se percibe al
recordar a Hegel, a Marx y a otros grandes autores. Sus nombres más destacados fueron W.
Roscher (1817-1894), Karl Knies (1821-1898), G. Schmoller (1838-1917) y W. Sombart (1863-
1941).
Un vástago de la Escuela Histórica fue la llamada Escuela Institucionalista, influida
profundamente por la primera ya que sus representantes habían estudiado mayoritariamente en
las universidades alemanas (cosa que era común entre los estudiantes norteamericanos a fines
del siglo XIX). Su atención se centró en factores psico-sociales y su blanco de ataque no fueron

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los Clásicos sino los Neoclásicos, que, por entonces, emergían con su pensamiento. Su nombre
más destacado es sin duda Thostein Veblen (1857-1929), seguido por W.Mitchel (1874-1948),
llegando a nuestro contemporáneo John K.Galbraith (1908-2006).
Al mismo tiempo que estas reacciones al liberalismo del siglo XIX, aparece con fuerza la
preocupación por el problema social en un conjunto de intelectuales de formación cristiana. Es la
llamada Escuela Social-Cristiana, con pensadores que “descendían” en su concepción de los
principios trabajados por los autores de la Escolástica. La generalidad de estos pensadores del
siglo XIX, insistía, al igual que aquellos de los tiempos medievales, en el carácter
predominantemente normativo de la economía, y por tanto, en su dependencia de la moral. Entre
estos autores se destacaron Von Ketteler (1811-1877) y Heinrich Pesch (1854-1926), quienes
buscaron insistentemente una “vía intermedia” entre el liberalismo y el colectivismo. Todas estas
elaboraciones fueron sustento conceptual de las encíclicas papales sobre temas sociales, como
Rerum Novarum de León XIII (1891), Quadragesimo Anno de Pio XI (1931); e incluso los más
recientes de Juan Pablo II, como “Redemptoris Hominis”(1979) (donde se señala necesaria
“búsqueda inspirada por la solidaridad”); “Laborem Exercens”(1981), donde se critica al liberalismo, y
se sostiene el valor dignificante del trabajo. En todas ellas se critica el consumismo y la explotación,
reafirmando el valor del hombre como “persona”.
Profundizando las aristas terrenales, y entre ellas por supuesto las económico-sociales, el Papa
Francisco ha dado a conocer las encíclicas “Evangelii Gaudium” (2013) y “Laudato Si” (2015). En la
encíclica «Laudato si» (Alabado seas), se remonta a un canto de san Francisco de Asís (famoso
por su prédica de respeto a la naturaleza), y aborda el problema ecológico y también el
económico. Casi podría decirse que lo primero es un pretexto para abordar el segundo. Según el
Papa, el calentamiento originado por “el enorme consumo de algunos países ricos tiene
repercusiones ecológicas en los lugares más pobres de la Tierra, especialmente en África”.
A este conjunto de corrientes rebeldes a la línea clásica (con la excepción del
Institucionalismo), el profesor rumano, Oreste Popescu, radicado originalmente en Bahía Blanca y
luego en La Plata, las engloba en la denominación de “Escuela Solidarista”, pues en su
concepción del mundo late este “principio”, alejado por igual del liberalismo y del colectivismo.

10. LOS NEOCLASICOS: LA ASIGNACIÓN DE RECURSOS


Se ha visto ya que la preocupación principal para los Mercantilistas fue aumentar el poder
del Estado, por vía de un comercio internacional favorable, y su propuesta de política económica
fue el cierre de las economías para resguardar sus diferentes países de la competencia externa.
Para los Fisiócratas, lo más importante era la revalorización de la agricultura, mientras que para
los Clásicos el centro del problema era el crecimiento en base a la especialización (y los ecos
distributivos que este crecimiento provocaría). Para Marx, entre tanto, el problema básico era la
distribución del ingreso, aunque también conectado al crecimiento.
Hacia 1870, el crecimiento era un hecho presente, instalado ya en la geografía europea y,
entonces, el centro del debate pasó a dirigirse a una vieja problemática: la formación de los
precios y su lógica consecuencia en la asignación de recursos.
Se dejó de lado la teoría objetiva del valor de los Clásicos y se apuntó hacia una teoría
subjetiva del valor. Hubo pioneros, a menudo olvidados, como particularmente H. Von Thünen
(1783-1850), A. Cournot (12801-1877), J.A. Dupuit (1804-1866) y H. Gossen (1810-1858); pero
sus iniciales defensores fueron Stanley Jevons (1871) en Inglaterra y Karl Menger (1871) en
Centro Europa.
Según esta teoría lo que se trata en la actividad económica es de satisfacer ciertos
objetivos de los individuos, que se expresan en las preferencias de los consumidores. Esto dio
lugar, a partir del concepto de la “utilidad que proporcionan los bienes”, a la teoría de la demanda.
Esta teoría apunta a explicar conceptualmente la mejor decisión en la distribución del gasto, del
ingreso de un consumidor, entre distintos bienes, en base a sus necesidades de partida. Esto

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define un presunto camino óptimo, según los precios, hacia a un principio de “equilibrio” interno (o
reposo en la acción del sujeto o agente que demanda).
Tres escuelas desarrollaron estas ideas; la Escuela de Viena con Karl Menger (1871), la
Escuela de Lausannne con Walras (1874/1877) y Pareto (1896 y 1906) y la Escuela de Cambridge
con Marshall (1890).
La economía teórica es así renovada por el “descubrimiento” circa 1870 de la noción de
utilidad marginal. Nos reiteramos, entonces: un individuo que consume varias dosis sucesivas de
un mismo bien económico, encuentra en el consumo de cada una de ellas una satisfacción
decreciente. El segundo vaso de agua consumido por un expedicionario sediento, tiene para él
menor capacidad para cubrir su sed que el primer vaso, y más que el tercero, éste que el cuarto, y
así sucesivamente. Llevado este principio a valores monetarios, se dice que un demandante está
dispuesto a pagar menos dinero por el segundo vaso de agua que por el primero, pero más que
por el tercero. Es pues una relación decreciente. Y la satisfacción que procura la última dosis
consumida, la menos satisfactoria o útil, es la que determina el valor (o precio) del bien. El
aumento en la utilidad que proporciona cada vaso, la llamada utilidad marginal, es una medida
psicológica del valor, pero depende de la cantidad de unidades acumuladas y consumidas del
producto en cuestión.
Entre 1974 y 1877, Walras desarrolló la idea de una situación “óptima” para el conjunto de
todo el sistema económico, basado en la idea de un “equilibrio general”, que surge de la
interdependencia de todos los mercados de bienes y de servicios. Este equilibrio consiste, en
definitiva, en aquél resultante de la solución conjunta de las ecuaciones de oferta y demanda de
todos y cada uno de los bienes y servicios, incluyendo el dinero. Es decir que la Escuela de
Laussanne se distingue también por creer que el lenguaje que más conviene al estudio de los
fenómenos económicos es el matemático. Una de las principales limitaciones de esta teoría del
equilibrio general consistió en que quedó abierto el problema del criterio con el cual pudiera
determinarse un “óptimo” general (y no solo individual). Es decir, el paso del nivel microeconómico
(el equilibrio de un mercado, un “equilibrio parcial”) al nivel macroeconómico (el equilibrio conjunto
de todos los mercados a la vez, un “equilibrio general”) sobre base subjetivistas. Treinta años
después Pareto aportó una solución conocida como el “óptimo de Pareto” (muy utilizado en
algunos enfoques de microeconomía).
Sin embargo, el modelo de equilibrio general poseía dificultades de manejo. Fue así que
surgió el más práctico modelo de “equilibrio parcial”, cuya elaboración se debe casi totalmente a
Alfred Marshall (en 1890). Sus razonamientos se basan en empresas pequeñas, que se insertan
en conjuntos de empresas, llamados “industrias”, y en consumidores individuales.
Cada empresa, y cada consumidor, es tan pequeño en su peso en el total, que su conducta
no repercute sino sólo infinitesimalmente en el mercado. A su vez, cada “industria” no es lo
suficientemente grande como para influir en el resto del sistema económico. Por otra parte, cada
mercancía absorbe solamente una insignificante proporción del gasto total de los consumidores.
De esta forma, es posible considerar como datos todas las influencias que provienen de
otros sectores (de allí la idea de “parcial”); y, por otro lado, las variaciones de la producción y
precios no ejercen influencia sobre los agregados totales (es decir, sobre el Ingreso Nacional).
Es con Marshall que se desarrolla el concepto del precio como resultante de la oferta y la
demanda en un mercado particular. Las principales conclusiones del análisis neoclásico (en sus
dos vertientes) son:
Presencia de pleno empleo de los recursos (no existe desocupación).
Inexistencia de desequilibrios a nivel agregado (que no es sino una consecuencia de lo
anterior).

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11. LA REVOLUCIÓN KEYNESIANA: LA POLÍTICA FISCAL Y EL
DESEMPLEO
En estas líneas, se ha dicho ya que en cada época existe un problema que empuja el
pensamiento. Una realidad singular que se pretende explicar. En los siglos XVIII y XIX los
hombres observaban un mundo que mutaba, y a esta mutación intentaron “ordenarla”,
racionalizarla. El caos de la realidad es ordenado por el pensamiento, y para ello se recurre a
simplificaciones (es decir, a elaborar y utilizar “modelos”). En un principio con modelos
mecanicistas y orgánicos, de base conceptual; y, más tarde, en un mayor nivel de abstracción, con
modelos formales, por lo común matemáticos (desde fines del siglo XIX y primeras décadas del
siglo XX).
Es así, como se adelantó, que la teoría económica, a la cual cualquier persona
medianamente culta podía acceder con facilidad hasta el siglo XVIII y primeras décadas del siglo
XIX, comienza a incorporar un grado de complejidad que la aleja del hombre común, exigiendo
una especialización profesional. Esto se profundiza a partir de fines del siglo XIX, de los tiempos
de Walras y Marshall.
Asimismo, los problemas centrales de cada época cambian. Mientras en los siglos XVI, XVII
y XVIII, la inquietud resultaba ser el fortalecimiento de los estados nacionales (Corriente
Mercantilista), en los siglos XVIII y XIX preocupa el crecimiento a largo plazo, el empleo de todos
los recursos y la distribución del producto resultante (Escuela Clásica y Marxismo); los
Neoclásicos, hacia el último cuarto del siglo XIX, se desvelan por potenciar ese crecimiento a
través de una óptima asignación de los recursos(), pues su utilización plena se les ocurría
evidente. En un mundo con la presencia de una demanda en continua expansión, el desempleo
era un espectro lejano. Se despreciaba, como problema menor, cualquier inestabilidad o
fluctuación que la economía soportara en el corto plazo.
Pero en este tranquilo panorama histórico (la “Belle Époque”) emerge la Gran Guerra (1914-
1918), que trastoca la situación imperante. Sellada la paz en Versailles, los países, temerosos del
desempleo, van adoptando medidas proteccionistas que cierran sus economías, las cuales
disminuyen el nivel del comercio mundial y, con él, el nivel del producto mundial.
Estas y otras circunstancias, cuyas causales aún no presentan unanimidad de consenso en
los autores, llevan al Gran Crack de 1929/1930, que desde el derrumbe de la Bolsa de Nueva York
se esparce por el mundo, con su secuela de desempleo y profunda crisis. El pleno uso de los
recursos estudiados (y supuesto) por los neoclásicos desaparece de la escena.
Aunque algunos de los autores de la época neoclásica hicieron referencia a las
“fluctuaciones industriales”, tales como las famosas “teorías de los ciclos” y las “teorías de la
coyuntura”: C. Juglar, J. Kitchin, N. Kondratieff y J. Schumpeter entre las primeras; y H. Hobson y
K. Wicksell, entre las segundas, y a la “inconstancia del empleo”, estaban persuadidos de que el
pleno empleo era la posición hacia la cual gravitaba naturalmente el sistema económico. Ante la
dura realidad de los años ’30, reaparecen en las preocupaciones teóricas, de la mano del
pensamiento de John Maynard Keynes (1883-1946), los planteos de corto plazo y los enfoques
de una demanda global. Es decir que, el pensamiento económico muda su punto de envoque por
que la realidad cambia.
A medida que la industrialización se iba extendiendo y profundizando, la actividad
económica que en la sociedad preindustrial habitualmente operaba en las proximidades del pleno
empleo (y con una mayor integración social de todos sus miembros, como apunta el sociólogo del
siglo XIX, Emile Durkheim) se aleja de esa situación y va generando condiciones cada vez
mayores de exclusión, hasta desembocar en 1929/1930 en una Gran Crisis.
Keynes trata de interpretar, con fines de política aplicada, esta nueva realidad. Este autor
sostiene en su obra cumbre, “La Teoría General de la ocupación, el interés y el dinero”, que la
forma de retornar al equilibrio automáticamente (esto es sin intervención estatal) implica un
elevado costo social y encuentra serios impedimentos en los mecanismos institucionales (v.gr.los
monopolios empresariales, como las grandes empresas, y laborales, como los sindicatos).

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Además argumenta que el juego libre del mercado no significa prolongados periodos de pleno
empleo y cortas pausas de desajustes. En realidad, ocurre lo contrario: largos lapsos de
desocupación y cortos períodos de pleno empleo. Nada se soluciona, entonces, sostiene Keynes,
dejando actuar al mercado libremente.
Para Keynes las economías son impredecibles. Es más, cuando parecen más predecibles
es cuando se está al borde de la explosión. Esto lo había aprendido por experiencia propia en su
intento de predecir los ciclos y así obtener beneficios bursátiles en la década de 1920. Pero perdió
millones de libras en la Crisis del 29, que no pudo predecir. La causa de esta impredecibilidad está
en que la economía lidia no sólo con hechos objetivos sino con la volátil e imprevisible naturaleza
de la psicología humana. La cuestión es cómo se puede conducir y controlar (conducta que
recomendaba) algo cuyo sendero no es posible realmente pronosticar. Es una gran contradicción
con la cual hoy, casi un siglo después, se sigue lidiando.
La base de la teoría convencional dice que cuando un bien baja de precio se compra en
mayor cantidad; y cuando sube de precio se compra menos. Pero precisamente esta regla general
válida en condiciones normales, cuando se mira un horizonte de largo plazo y subas generalizadas
de precios, puede ser que si un bien crece de precio sistemáticamente (v.gr. acciones o
inmuebles) se compre más, pues se piensa que seguirá subiendo (y se obtendrían “ganancias”
comprando hoy en vez de mañana). Pero la historia enseña que esta tendencia siempre se
fractura en algún momento y así como todo iba hacia arriba, luego irá hacia abajo. La “burbuja”
explota y la crisis, se puede decir por exceso de confianza, se instala.
Algunos creen que Keynes fue una de las mentes más brillantes del siglo XX, y adelantan
que también del siglo XXI. Sostenía que el capitalismo (un sistema económico con propiedad
privada) es maravillosamente eficaz pero sin “control” (o vigilancia) podría ser horroroso. Es decir,
que los gobiernos debían involucrarse para, como dice Stiglitz (Premio Nobel reciente), “salvar al
capitalismo de los capitalistas”.
La pregunta de hace décadas sigue latente: ¿Nos sacó Keynes de los grandes problemas
económicos de corto plazo? ¿Nos metió en algunos nuevos, de largo plazo? ¿Se dan las dos
situaciones al mismo tiempo?
Keynes diagnosticó que el problema de la Gran Crisis que él vivía, con caída del ingreso por
habitante y una desocupación extendida, era consecuencia de una demanda global insuficiente.
Por lo tanto, recomendó, como política económica para salvar la desocupación expandirla por
medio de la acción del Estado: la politica fiscal (gasto público, subsidios e impuestos).
De tal modo, la salida o remedio para el desempleo es mayor gasto público, que provoca
nuevos gastos de modo multiplicativo a lo largo y lo ancho del sistema económico. Es una solución
a la crisis de corto plazo…, si bien los críticos dicen que es un remedio con muchas
contraindicaciones, con impactos que dejan consecuencias permanentes en los tejidos
económicos, particularmente en la estructura de precios, y con ello una estructura de empleo
inadecuada para el crecimiento genuino. Aparentemente, un problema de largo plazo.
La austeridad, o sea el ahorro, señala Keynes, que resulta bueno a nivel personal (en lo
micro), al reducir la suma del conjunto de lo que se pretende comprar (Demanda Agregada, ver
Glosario) como consecuencia del menor consumo (), en el medio de una crisis, puede ser terrible
en lo macro (el conjunto de toda la economía). Por eso, en medio de la Crisis de 1930, recomienda
reducir el ahorro y aumentar el consumo, incluso esa recomendación la hace pública y sistemática
en el medio masivo de la época, la radio, en una serie de conferencias en la BBC de Londres
hacia 1932/1933.
Finalmente, en el plano internacional, opina que el mundo tiene que cooperar para
prosperar. Por tanto, ese podría ser un buen resumen de sus ideas en el plano de las relaciones
entre países…, y más en un mundo globalizado.

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EL MÁS REBELDE DEL SIGLO XX: JOHN MAYNARD KEYNES
(Cambridge, 1883 / Sussex, 1946)
John Maynard Keynes fue uno de los economistas más importantes e influyentes del siglo
XX y seguramente de toda la época moderna. Era hijo de un economista de Cambridge, John
Neville Keynes. Murió ennoblecido como barón de Milton, y por ello recibía el tratamiento de Lord
Keynes.
Fue alumno de Alfred Marshall y se formó en el paradigma neoclásico, pero de alguna
manera siempre fue un receloso del marco establecido por la Escuela Neoclásica. Finalmente,
rompió con las ideas de Marshall y propuso un planteamiento alternativo para explicar la
persistencia del desempleo durante la Gran Depresión. Es entonces el tiempo de la revolución
keynesiana en la teoría y en la aplicación de políticas concretas, considerándose la época en que
se inicia la moderna macroeconomía.
Keynes, en su famosa “Teoría General” (1936), planteó una visión alternativa del sistema
económico de mercado (capitalismo) como una economía monetaria, rechazando la separación
tradicional entre factores monetarios (el crédito y la moneda) y “reales” (es decir, bienes y
servicios). Desde la perspectiva anterior, la de la Escuela Neoclásica, el dinero se considera una
cortina que no influencia sobre la economía real: ni sobre la oferta de mano de obra, ni sobre la
demanda de trabajo, ni sobre la oferta de recursos naturales, ni sobre el nivel de actividad
agregada de todo el conjunto.
Pero para Keynes el dinero y las otras variables monetarias afectan a los
comportamientos del “sector real”. Esto lo condujo a tener una aproximación singular a la
relación existente entre el ahorro y la inversión, que rechaza el modelo neoclásico y plantea
teorías alternativas para la determinación de ambos. En el planteamiento neoclásico (que se
denomina de Fondo de Crédito), el ahorro es una función positiva del tipo de interés (juega como
la oferta) y la inversión, una función negativa (que opera como una demanda). El equilibrio entre
ambos es una de las claves de por qué los Neoclásicos consideraban que la economía se
ajustaba por sí sola hasta alcanzar el pleno empleo (tanto del factor recursos naturales como de
trabajo y capital), ya que el precio (la tasa de interés) operaba como en cualquier otro mercado,
subiendo o descendiendo, en busca del equilibrio entre oferta y demanda.
Keynes, por el contrario, considera que el ahorro es función del nivel de ingreso y que la
inversión está determinada por una multiplicidad de factores, como las expectativas de los
inversores acerca de las condiciones económicas futuras y el clima político y de negocios.
Además opina que la tasa de interés desempeñaba un papel menos relevante en la determinación
de la inversión que lo que entendían los Neoclásicos.

A lo largo de su vida, tuvo gran influencia en el andar de la economía internacional y sobre


las políticas aplicadas, ostentando numerosos cargos de alto nivel, en muchas ocasiones de
enorme importancia en el gobierno británico. Así, fue su representante en la Conferencia para la
redacción del Tratado de Versalles en 1919, con el que se dio por terminada oficialmente la
Primera Guerra Mundial. En esa Conferencia de Versailles, a donde concurrió como asesor del
Tesoro, en profundo desacuerdo con las exigencias de los países vencedores hacia Alemania,
renunció y volvió a su Universidad de Cambridge y a su casa de Charleston para escribir su obra
más sencilla, “Las consecuencias económicas de la paz”, en la cual predecía la aparición de
nubarrones de tormenta si se presionaba a Alemania con las llamadas “reparaciones de guerra”.
La historia le daría la razón en los años treinta.
Luego de la Segunda Guerra presidió la delegación británica en la Conferencia de Bretton
Woods de 1944. A pesar de que muchas de sus propuestas fueron rechazadas, el sistema
monetario de la época que se inició después de la Segunda Guerra Mundial llevaba su sello y se
mantuvo hasta su fracaso en los primeros años ’70.

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11.1. EL PENSAMIENTO KEYNESIANO EN ARGENTINA
La conexión entre Keynes y nuestro país existió en la mismísima Teoría General.
Efectivamente, Keynes menciona a la Argentina en cuatro oportunidades en virtud de haber sido la
tierra adoptiva de Silvio Gessel (), a quien Lord Keynes señala como cuasi descubridor de su idea
de que las crisis se explican por problemas de “deficiencia en el nivel de Demanda Agregada”.
Incluso puede decirse que existió una influencia keynesiana en nuestra política
económica aún antes de la Teoría General. Efectivamente, en marzo de 1933, Keynes publica
cuatro artículos en el Times, titulados “The Means to Prosperity”. Allí, Keynes proponía una serie de
medidas de reactivación para superar la Gran Crisis del 30. En esos momentos de 1933, el profesor
Raúl Prebisch se encontraba en Londres, colaborando como asesor en la concreción del acuerdo
Roca-Runciman sobre comercio de carnes; y es entonces que nuestro compatriota toma su primer
contacto con el pensamiento de Keynes.
Prebisch mismo declararía años más tarde que estos artículos tuvieron sobre él un gran
impacto intelectual; y al regresar a la Argentina y participar directamente en la elaboración del “Plan
de Acción Económica Nacional” (o “Plan de Reactivación” de noviembre de 1933), incorporó aquellas
ideas keynesianas, las cuales lo acompañaron desde entonces, si bien luego mutarían en cierto
modo, conforme a otras influencias que fue asimilando.
En los años 40, y luego de un intento fallido de aplicar una nueva estrategia económica,
conocida como Plan Pinedo, y en la cual también tuviera decisiva participación Raúl Prebisch,
llegaron los gobiernos militares (1943/1946), que adoptaron políticas centradas en un desarrollo
industrial nacionalista: se incrementó la presencia estatal (profundizando la iniciada en los años
30), se acumularon divisas extranjeras por mejoras en el balance comercial y se avanzó en el
Proceso de Industrialización por Sustitución de Importaciones (PISI). Era una política finalmente
keynesiana, fundada particularmente en un incentivo directo al consumo interno. Por eso, se la
suele denominar mercado internista.
Desde entonces, en las Cátedras y en la política económica argentina, la presencia del
pensamiento keynesiano nunca dejó de estar sobre la mesa, aún en los llamados gobiernos
neoliberales. Algún famoso economista, Milton Friedman, contrapunto teórico del pensador inglés,
dijo alguna vez “Hoy, todos somos keynesianos”. En los Ministerios de Economía, se puede
enumerar a ministros emblemáticos, como Miguel Miranda, Antonio Cafiero, Alfredo Gómez
Morales (todos Ministros de Gobiernos Justicialistas), Juan Vital Sourrouille (ministro de Alfonsín),
Adolfo Canitrot (viceministro de Alfonsín)…, y un largo etcétera, hasta llegar a Axel Kicillof (último
ministro del peronismo kirchnerista), aunque Axel es un exponente ecléctico de un neomarxismo
keynesiano, si bien poco ortodoxo (en nuestro modesto parecer dentro la línea de la Escuela de la
Regulación Francesa).

12. DESPUES DE KEYNES: LA FRAGMENTACIÓN DE LAS ESCUELAS


La Segunda Guerra implicó, de hecho, la aplicación práctica de las recomendaciones
keynesianas; aumento de la demanda agregada por vía del gasto público y la intervención estatal
generalizada. En la teoría, mientras tanto, la ortodoxia pasó a ser Keynes.
Pero en los años cincuenta y sesenta, al no cumplirse la previsión keynesiana de una crisis
crónica en la postguerra, se consolida un nuevo modelo: la Síntesis Neoclásica (llamado también
modelo IS-LM, o modelo de Hicks-Hansen, pues fue conceptualizado y formalizado por el
economista Sir John R. Hicks en 1937). Este modelo llega a conclusiones más moderadas que las
de Keynes: el desempleo puede ocurrir a corto plazo pero no a largo plazo, porque existen
mecanismos automáticos para retornar al equilibrio tales como la flexibilidad de los precios, de los
salarios, de la tasa de interés, etc.
Luego, en los años sesenta y setenta, se asiste a un amplio debate entre dos miradas: el
Keynesianismo de la Síntesis Neoclásica (con una perspectiva que en política podría calificarse de
centroizquierda) y el Monetarismo de Milton Friedman y la Escuela de Chicago (con una

42
perspectiva que en política podría calificarse de centroderecha). Unos y otros conocieron la
práctica de la política económica. Aquí no se ingresará ni siquiera en una mera presentación, sólo
se señala la presencia de esta disputa.
En los treinta últimos años, se ha asistido a una fragmentación del pensamiento económico.
Por un lado, la profundización de las posiciones del Monetarismo a través de la llamada Nueva
Macroeconomía Clásica. Por otro lado, diversos autores, enfrentan estas ideas y pretenden una
vuelta a la “Teoría General” de Keynes, argumentando que ha sido mal interpretada, y que en una
perspectiva correcta sería, a su modo de ver, el mejor camino de hacer política económica. Son
los Neokeynesianos. Por otro lado, están posiciones más radicalizadas, más hacia la izquierda
del espectro. Son los Postkeynesianos, quienes critican a las líneas anteriores y se apoyan no
solamente en Keynes sino en David Ricardo y en Marx.

13. EL SENDERO DE LAS ESCUELAS: HOY POR HOY


El siglo XX es un siglo de disenso en las ideas, quizás como nunca antes en la Historia del
Pensamiento. Se vive una época de cosmovisiones enfrentadas. Es fácil, apreciar esto en la
multiplicidad de corrientes existentes en diversos ámbitos. Hasta el siglo XIX, por ejemplo,
predominaba un estilo artístico en cada época, así se habla de la época del Renacimiento, del
Barroco, la del Rococó, etc. Hoy, las Escuelas se multiplican: el racionalismo, la pintura matérica,
el pop-art, el arte cinético, el minimalismo, el land-art, el hiperrealismo, etc. De modos similar,
hasta el siglo pasado, una sola Escuela económica predominaba: el Mercantilismo, la Fisiocracia,
la Escuela Clásica, etc. En nuestros días, no hay preeminencia de escuela alguna.
Este disenso, que existe en la sociedad, se observa patentemente así en la fragmentación
de corrientes artísticas como de Escuelas (y sub-Escuelas) dentro del Análisis Económico. Lo que
habla del enfrentamiento “entre cosmovisiones”. La llamada “era post-moderna” se expresa por la
pluralidad de reflexiones críticas sobre las categorías del conocimiento y nuestra manera de
interpretar el mundo. Puede decirse que Keynes fue el pensador que cerró la Modernidad, en
sentido estricto, en nuestra disciplina…, después de él, el pensamiento se fragmenta. Es un signo
de los tiempos.

¿ES EL CRECIMIENTO LA ÚNICA META DE TODA REFLEXIÓN?


Hemos transitado juntos por el laberinto del pensamiento económico, Corrientes,
Escuelas, autores. ¿Pero habrá un hilo de Ariadna en este laberinto? Parece que sí lo hay.
Escuchemos la opinión de un grupo de destacados catedráticos españoles de la Universidad de
Alcalá de Henares.
“El desarrollo de la teoría del crecimiento se identifica, prácticamente, con la propia
historia del pensamiento económico. Las preocupaciones dominantes en los primeros clásicos –
Smith, Ricardo, Malthus- giraron ya sobre este tema y lo mismo hicieron sus inmediatos
sucesores, introduciendo conceptos que han sido esenciales para los desarrollos teóricos
posteriores, como los rendimientos decrecientes de la tierra y del capital, la división del trabajo, el
papel de acumulación del capital (…)” (Cfr.J.R. Cuadrado Roura, T. Mancha, J. Villena et alter,
Política Económica, Mc.Graw Hill, Madrid, 2010, pág. 215).
Puede agregarse, para una mayor claridad, que incluso la línea crítica, la heterodoxia
clásica, en la figura de Marx, mantiene la misma preocupación central, aunque con un mayor
acento en la distribución del producto de la actividad económica y el proceso histórico de fondo.
Todos los demás autores y Escuelas, solamente tomaron la partitura e hicieron los arreglos sobre
el mismo tema…, y así se llega a la segunda década del siglo XXI, cuando la obsesión por el
crecimiento y su más definida manifestación social, el “consumismo”, se ha tornado en una
neurosis, sin medir los sacrificios reales (costos) de ese norte (como por ejemplo el deterioro, o
directa destrucción, del medio ambiente y la pérdida de “calidad de vida” en las grandes ciudades,
pese al ostensible aumento en el “nivel de vida” o de consumo del habitante medio.
Es decir, que respecto al objetivo o paradigma económico del “crecimiento”, nunca hubo
una escuela estrictamente heterodoxa (salvo la visión de la actual la théorie de la decroissance).
Todas fueron ortodoxas en el sentido de que todas lo aceptaron como parte de su paradigma.
Algo fuera de toda discusión.

43
BIBLIOGRAFÍA
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• Zalduendo, E., 1998, Breve Historia del Pensamiento Económico, Bs.As. Ed. Macchi

44
ANEXO
UN ECONOMISTA ARGENTINO, DON MANUEL BELGRANO.
DE “MINISTRO DE ECONOMIA” A GENERAL.

Durante los años ’50 y 60’ del siglo XX, la Escuela Manuel Belgrano-de la Universidad
Nacional de Córdoba- fue, junto al Carlos Pellegrini de Buenos aires, el principal instituto
secundario de orientación comercial y económica en la República Argentina. ¡Manuel Belgrano! No
pudo haberse elegido nombre más apropiado para una escuela de tal orientación.
Nuestro país ha tenido un buen número de militares que llegaron a ministros de economía
(al menos, en las provincias), Belgrano recorrió el camino inverso: de “ministro de economía” a
General. En la segunda mitad del siglo XVIII, bajo Carlos III (antes Rey de las Dos Sicilias),
España conoció un renacer de sus siempre presentes vínculos con el mundo itálico. Con tal
marco, es comprensible el arribo procedente de Liguria (en el Golfo de Génova), primero a Cádiz y
luego a Buenos Aires, de Domingo Francisco Belgrano y Perri.
Pronto se destacó como exitoso comerciante y con una brillante carrera administrativa.
Entre sus cargos se cuentan Vista y Contador de Aduana, Regidor del Cabildo y Síndico
Procurador. Pero no sólo deambuló por los despachos sino también por los salones, cortejando a
las damas criollas. Así en esos ambientes familiares de la Gran Aldea, conoció a María Josefa
González Casero, santiagueña, oriunda de la ciudad de Loreto (50 km al sur de la ciudad de
Santiago del Estero), descendiente de antiguas familias andaluzas, asentadas en el Paraguay
durante la conquista. De su prolífica unión matrimonial – que diera trece hijos- nace, en 1770,
Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano y González, siendo bautizado en la Iglesia
Catedral por el Obispo Dr. Juan Baltasar Maciel, “maestro de la generación de Mayo” (y precursor
de la poesía gauchesca con sus sonetos).
Los primeros años trascurren en la casa paterna (sobre la hoy calle Belgrano, entre Defensa
y Bolívar), cursando sus estudios desde 1783 en el Colegio Real de San Carlos. Más tarde a los
dieciséis años, viaja a España solicitando matrícula y equivalencias en Salamanca; y también pide,
con reserva, matrícula en la Universidad de Oviedo; pero luego, al concedérsele las equivalencias
solicitadas, cursa en Salamanca.
Sin embargo, por conveniencias, de las menores exigencias en número de asignaturas a
aprobar, – ¿qué estudiante no sigue la ley del menor esfuerzo?– opta por egresar de la
Universidad de Valladolid, como Bachiller en Leyes, el 28 de enero de 1789.
Cinco meses después se inicia la Revolución Francesa, con la toma de la Bastilla. Los ecos
de este hecho reorientan sus inquietudes hacia la Economía Política, la cual no era asignatura
formal de ninguna disciplina. A su padre le comunica que desiste de graduarse de doctor en
Leyes. Ha perdido interés en el Derecho Romano. “Lo práctico –escribe a su padre, por entonces
uno de los potentados del Virreinato– es dedicarse a estudiar Economía Política. Para ello se
aboca como autodidacta, y profundiza su estudio de las lenguas vivas- en especial el francés- para
acceder de primera mano a los escritos de Montesquieu y de la Escuela Fisiocrática.
Por un azar de la historia, desde 1787, en Salamanca, en un centro de estudios, en la
Academia de Derecho Español y Práctica Forense, enseñaba economía don Ramón de Salas y
Cortés. Allí se usaba como texto, debido a una traducción de 1785 de Victorián de Villava, la obra
de Antonio Genovesi (1712-1769): “Lezioni di economía civile” o “Lecciones de comercio”, de
1765. Genovesi fue profesor de Ética y Economía de la Universidad de Nápoles. Estas “Lecciones”
cuando aparecieron, resultaron una primera exposición de la economía utilitarista del bienestar
(que recién estaba desarrollándose). Incluso los elementos “mercantilistas”, eventualmente
presentes en Genovesi, son una prueba de su pragmatismo y no de una “filosofía” proteccionista.
Villava –en su traducción- situaba a Genovesi entre las filas de “Los Economistas”
franceses. Es decir de la Fisiocracia. Denominación que tiene origen en el título de una
recopilación de los escritos de Quesnay, realizada por Dupont en 1768, y que recién fuera utilizada

45
para designar a los partidarios de esta línea de pensamiento por Jean B. Say en su obra de 1829,
“Cours Complet”. Lo cual significa que Belgrano murió sin conocer el nombre con el cual, en
definitiva, seria conocida su posición en política económica.
Mientras tanto, y pese a su vocación y labores informales en economía, continúa sus
estudios en Leyes, obteniendo el grado de Abogado en febrero de 1793. Trabaja en las Cortes
madrileñas, siendo sus conocimientos en la nueva disciplina reconocidos por sus pares y el propio
gobierno de Carlos IV, quien le designa en virtud de sus méritos, Secretario Perpetuo (es decir,
vitalicio) del Consulado de Buenos Aires, por Real Cedula del 6 de diciembre de 1793(). Hecho
curioso, ya que el Consulado seria creado por el Rey recién el 30 de enero de 1794, con la
finalidad de “administrar justicia en los pleitos mercantiles y proteger y fomentar el comercio en
todos sus ramos”.
En aquel año, leemos en la “Autobiografía” de Belgrano: “Las ideas de economía política
cundían en España con furor”. Prueba de ello es que en 1794 tienen pie de imprenta, en Madrid, el
“informe sobre la Ley Agraria” de Gaspar de Jovellanos: la traducción del “Ensayo sobre la
Riqueza de las Naciones “de A. Smith, por José Álvaro Ortiz: y la traducción de la obra de
Quesnay, “Máximas Generales del Gobierno Económico de un Reino Agricultor” por el propio
Belgrano. Traducción de la edición de Dupont de Nemours de 1767, y que el destacado
académico, el recordado profesor Manuel Fernández López de la UBA, llama “la cuarta edición”
del “Tableau Economique”. Lo cual deja bien sentada la inclinación fisiocratica del creador de
nuestra bandera.
Finalmente, luego de nueve años de ausencia de las tierras del Plata, don Manuel regresa a
Buenos Aires con el nombramiento de Secretario ya comentado: y el 2 de junio de aquel año de
1794, se realiza la sesión inaugural del Consulado de Buenos Aires, en la Sala de Acuerdos del
Honorable Cabildo, presidida por don José Blas de Gainza y con la Secretaría de Manuel
Belgrano. En conmemoración de tal acto inaugural, se estableció el Día del Graduado en Ciencias
Económicas, reconociendo que aquello fue un hito en la historia económica de nuestra tierra.
¡Tenía solo veintitrés años! al día siguiente cumplía los veinticuatro. Es posible imaginar su alegría
y la de su familia ante tan importantes funciones para quien era apenas un joven (y además
criollo). Mucha debía ser su valía intelectual.
Por sus tareas oficiales, el Consulado hacía las veces de un Ministerio de Economía y de
una Secretaria de Comercio Exterior(), aunque principalmente era un Tribunal Mercantil. Es decir
que, de hecho, Belgrano fue, en cierto modo, “Ministro de Economía” desde aquel 2 de junio de
1794 hasta las jornadas de mayor de 1810, a partir de las cuales otras faenas ocuparían su
atención. Como vemos, dieciséis años. ¡Todo un record!

SU POSICIÓN EN POLÍTICA ECONÓMICA


Su posición en política económica se inclinó por las recomendaciones fisiocraticas de
“Laissez-faire, Laissez-passer”, aunque con los matices que le llegaban desde la versión italiana
del Liberalismo (Genovesi, Beccaria, Galliani). La carestía y el crecimiento eran su inquietud, y a
esos aspectos dedico su pluma. Según el Prof. Fernández López, Belgrano recibió influencia
directa e indirecta (vía otros autores, como Hume y Genovesi) de Marco T. Cicerón; en especial de
las opiniones vertidas por aquél en “De Officis” (“Acerca de los deberes”). Coincidía con Cicerón
en la valoración de la agricultura (“el arte más soberano”), la conceptualización del comercio (“el
cambio de lo sobrante por lo necesario”), y los móviles del hombre (“el interés propio”), etc.
Incluso, en la Memoria del Consulado de 1795, lo cita expresamente con su máxima “honos alit
artes” (“el propio orgullo nutre el trabajo”).
Es interesante la lectura de las “Memorias” (o Informes) del Consulado, las cuales tienen
su autoría. La Memoria de 1795 tiene por título “Medios generales de fomentar la agricultura,
animar la industria y proteger el comercio en un país agricultor”. La Memoria de 1797 se titula
“Utilidades que resultarán a esta Provincia y a la Península del cultivo del lino y del cáñamo; modo
(…) y medios de empeñar a nuestros labradores para que se dediquen a este ramo”. En el
Memorial de 1798 manifiesta claramente su adhesión al librecambio; y, aunque carente del
instrumental necesario, percibía el castigo que implicaba a los precios relativos de los bienes con
ventajas comparativas para la producción y exportación el cierre de las fronteras, y señalaba:

46
“(…)me contento con citar aquí las máximas 17 y 25 de Quesnay, que dicen: la primera, que no se
impida el comercio exterior de los frutos, porque según es la extracción así es el aumento de la
agricultura; la segunda, que se dé entera libertad al comercio pues la policía más provechosa al
Estado, consiste en la plena libertad de concurrencia”.
También intervino activamente en la crisis fiscal y financiera que se inicia en mayo-junio de
1808, y que culminara con la apertura del comercio por Cisneros en 1809.
Además, llegado de España, no abandona su tarea de traductor de las obras que,
entiende, interpretan la verdadera realidad económica. En 1796 traduce y publica en la imprenta
de Niños Expósitos (que perteneciera, antes de la expulsión, a los Jesuitas de Córdoba) con el
título de “Principios de la ciencia económico-política”, dos pequeños tratados: “Abrégés des
Principes de la Science Économique” (1775) y “Abrégés des Principes de l’Économie Politique”, de
autoría atribuida al Margrave de Baden (1775).
Desplazado Liniers, Cisneros acepta la propuesta de Belgrano de publicar un nuevo
periódico, “Correo de Comercio”. Es muy significativo que bajo la dirección de don Manuel (la que
ejerce hasta el pronunciamiento de Mayo) se publica en el primer número (el 3 de marzo de 1810)
un resumen de uno de los capítulos de la obra clásica de A. Smith, “La Riqueza de las Naciones”.
El principio de la libre determinación de los precios, que fue una de sus preocupaciones, lo
desarrolló en un artículo titulado “Economía Política”, redactado a raíz de un control de precios
establecido por el Virrey del Pino, pero recién publicado el 25 de agosto de 1810, precisamente en
el “Correo de Comercio”, bajo el seudónimo “Almada”.
El tema de partida en este análisis belgraniano es el origen de la carestía que se estaba
experimentando. El nivel de precios, dice, puede subir por dos causas: a) el incremento de la
masa de dinero (“circunstancia que ocurrió en tiempos pasados”); b) perturbaciones en el sector
real de la economía; como, por ejemplo, cambios en la productividad de los factores o, bien,
interferencias en el mecanismo “autorregulador” del mercado. Así, Belgrano cree que el control de
precios termino por presionarlos al alza. “La falta de libertad en el vendedor lo desalentó (…),
antes querrá entregarse a la ociosidad que sujetar el fruto de su industria al capricho de un
operador”.
También se preocupa por aquel “precio justo”, que ya inquieto a Aristóteles. Como lector
de Galliani, nos contesta: “No hay fiel ejecutor mejor que la competencia”. Piensa en un mercado
de competencia perfecta, pues afirma: “No hay que temer que el vendedor imponga otro precio
(…) porque no es él el único vendedor”, y concluye: “jamás me cansaré de repetir que la
competencia es el Juez que puede arreglar el precio verdadero de las cosas”.
Pero Don Manuel no fue solamente un teórico, también implementó medidas prácticas en
dirección al crecimiento de la economía del Virreinato. Entre ellas se cuenta la inauguración en
1799 de la célebre Escuela de Dibujo Técnico, que seguía el camino abierto por los franceses de
incentivar la industria por vía del dibujo técnico (el que permitía un mejor diseño y operación de las
“máquinas” de la naciente revolución industrial).

LA CONTROVERTIDA “REPRESENTACIÓN DE LOS HACENDADOS”


El 16 de agosto de 1809, dos súbditos británicos solicitan a Cisneros –en nombre de Dillon
& Cia– autorización para introducir mercaderías, previo pago de derechos. Cuatro días después,
Cisneros pasa los oficios al Consulado y al Cabildo, pidiendo asesoramiento, y agregando que
estimaba conveniente acceder a lo solicitado.
El Consulado, considerando varios pareceres, –entre ellos el de su Sindico suplente,
Manuel Yáñez, y seguramente las ideas de Belgrano– se expide por “aceptar el comercio
británico”; y agrega, en remisión al Virrey, un proyecto de reglamentación del comercio inglés en
catorce artículos. También el Cabildo se expidió, luego de agitado debate, por permitir el comercio
“bajo las limitaciones (…) expresadas en los votos”.
Después de los pareceres favorables de los dos organismos, el apoderado del Consulado
de Cádiz, Dr. Manuel Fernández de Agüero, eleva un alegato en contra de las aperturas
comerciales. Rebatió a quienes sostenían que el libre comercio desarrollaría el agro (cosa en la
cual se equivocó), expresando que serían los británicos quienes “fijarían el precio” (en realidad, al
abrirse una economía comienza a regir, dentro de sus fronteras, el precios internacional, en el
cual, en aquellos años, el peso del mercado inglés era innegable).

47
Para responder a estos nuevos argumentos, los sectores agrarios de la Banda Oriental del
Uruguay (donde Belgrano tenia propiedades rurales) replican el 30 de septiembre, por vía de un
escrito presentado por su apoderado José de la Rosa, titulado “Representación de los
Hacendados y Labradores”.
Según algunos, el documento fue elaborado por el Dr. Mariano Moreno (que a los treinta
años tenía, así, su primera participación pública), aunque no lleva su firma. Para otros, en cambio
la autoría es de Belgrano, quien había presentado al virrey Liniers, un año antes, una Memoria
“solicitando” el libre comercio. No obstante, aunque todos conocían sus pareceres, no podía
realizar el patrocinio por su alto cargo oficial; y, también, tal vez don Manuel lo considerara
inoportuno por su reciente resistencia a Cisneros. Ni una ni otra circunstancia está documentada.
Lo más probable es que la redacción final haya sido de Moreno, aunque con el asesoramiento
directo y completo de Belgrano, vislumbrado en giros muy propios de don Manuel. Después de
todo Moreno sabía poco y nada de estas cosas… solo era un político “jacobino”, partidario del
librecambio pero sin mayores sustentos.
El escrito, que sostiene que “el interés y el cálculo sabrán dirigir la circulación mejor que
todos los reglamentos”, presenta un proyecto de Reglamento que consta de siete artículos, y
constituye un adelanto del choque entre los grupos locales (deseosos de gobernar por sí mismos)
y las burocracias envidadas desde España, y que concluirá en el pronunciamiento de Mayo.
Para culminar, el 2 de noviembre, con estos y otros documentos, se reúne la Junta
Consultiva convocada por Cisneros, de la cual surge, el 6 de noviembre de 1809, el “Reglamento
de Libre Comercio”.
Luego llegarían las jornadas de mayor de 1810, y el nombramiento del Dr. Manuel
Belgrano como vocal de la Junta (sitial que compartiría con Juan José Castelli, su primo por los
González Casero, aunque los separó un mundo de cosmovisiones y de personalidad) y su
ascenso a General.
Era común en aquellos tiempos que, en estas tierras de poca profesionalidad en la carrera
de las armas, los “vecinos” destacados, al par de sus actividades ordinarias, poseyeran cierta
instrucción y grados militares. Belgrano no fue excepción, y ya en marzo de 1797 el virrey don
Pedro de Melo y Portugal le confiere el grado de capitán de milicias urbanas. Cuando la primera
incursión inglesa de 1806, se lo designa como capitán, y lo colocan en servicio activo. Meses
después se lo asciende a Sargento Mayor del Cuerpo de Patricios, y con ese grado combate
durante la segunda invasión en Santo Domingo, a metros de su casa paterna. Su carrera en las
armas no fue solo cosa posterior a 1810.

NUESTRA BANDERA Y EL CONSULADO DE BUENOS AIRES.


El 13 de febrero de 1812 escribía al Triunvirato, desde su destino en Rosario al mando del
Regimiento 5 de Patricios: “me tomo la libertad de exigir a V.E. que se declare una escarapela
nacional”. El Triunvirato estuvo de acuerdo; y el 18 de febrero creo la escarapela nacional.
Belgrano recibió el decreto con alborozo y el 27 de febrero escribía: “siendo preciso enarbolar
bandera (…) la mandé hacer celeste y banca, conforme a la escarapela nacional”. ¿De dónde
proceden los colores?
Muchos hemos visto con sorpresa, en el Museo del Prado de Madrid, en la famosa tela de
Francisco de Goya, “La familia de Carlos IV”, al mismo Rey Carlos, a su hijo (luego Fernando VII),
y a otros miembros de la Casa Real, con la banda azul y blanca cruzando el pecho ¿Son esos
nuestros colores? Lo son. La banda en cuestión es la de la Orden de Carlos III, que tomo sus
colores del manto de la Inmaculada Concepción, Patrona de España e Indias (y que representan
el cielo). Pues bien, el Consulado de Buenos Aires, con la Secretaría Vitalicia de Belgrano, estaba
bajo la advocación de la Virgen Patrona de España e Indias, y posiblemente tomó los colores de
su escudo (blanquiceleste) de aquellos del mencionado manto. Es decir que nuestro pabellón
recuerda en sus tonalidades al “escudo” de nuestro primer “Ministerio de Economía”().

SUS ÚLTIMOS AÑOS


No fueron pocas las enfermedades de sus últimos años (Cfr. Molinari, 1960), las que se
vieron agravadas por sus continuos viajes (con los ejércitos; o bien, su viaje diplomático a Europa,
con Rivadavia y Sarratea). Solo le brinda un cierto consuelo su amor otoñal por la joven tucumana
Dolores Helguera, con quien tendría su única hija, Manuela Mónica, nacida en Tucumán el 4 de
mayo de 1819. Bien cabe señalar que con anterioridad, en 1813, había tenido un hijo varón con

48
María Josefa Ezcurra, hermana de Encarnación Ezcurra, esposa de Juan Manuel de Rosas. Don
Juan Manuel lo adoptaría y por eso la historia lo conoce como Pedro Pablo Rosas y Belgrano.
Ahora bien, el General Manuel Belgrano luego de encomendar a su pequeña Manuela al
Cabildo de Tucumán, por nota de enero de 1820, emprende la marcha a Buenos Aires. Primero se
instala en San Isidro y luego pasa a su casa, próxima a Santo Domingo, donde muere, a los
cincuenta años, a las 7 de la mañana de aquel convulsionado día de junio de 1820, conocido
como el “día de los tres gobernadores”, de hidropesía complicada con cirrosis hepática.
Cerca de morir, encomendó el cuidado de su hija Manuela, entonces en Tucumán, a su
hermano, el sacerdote Domingo Estanislao Belgrano O. P. Posteriormente esta joven, con su
matrimonio, dio origen a la familia de los Vega y Belgrano, sus descendientes.
Fue sepultado con el hábito dominico –de acuerdo a su voluntad– en el atrio de esa
iglesia, donde hoy se levanta su mausoleo, inaugurado en 1902.
Por su conducta en la vida pública, así como por su desprendimiento, puede decirse que
de haber un “santo” entre los “héroes” de nuestra tierra, éste,sin vacilar, sería don Manuel
Belgrano.

PALABRAS FINALES
Sin dudas, don Manuel Belgrano fue un hombre de excepción; como intelectual, como
estadista, como diplomático. Quizás donde menos se destacó es precisamente en el rol épico que
le conocemos: General. Pero su mente se anticipó a muchas realidades –luego discutidas- desde
la economía hasta la educación. Seguramente el largo viaje a Europa con Bernandino Rivadavia le
dio suficiente tiempo para transmitirle su preocupación por el progreso económico, y las vías para
lograrlos (desvelos a los cuales no era ajeno, ya por entonces, don Bernardino).

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49
50
CAPÍTULO 3
Posibilidades de producción de una economía y
costo de oportunidad

Ariel Barraud

“La intervención humana en la naturaleza siempre ha acontecido, pero durante


mucho tiempo tuvo la característica de acompañar, de plegarse a las posibilidades que
ofrecen las cosas mismas. Se trataba de recibir lo que la realidad natural de suyo permite,
como tendiendo la mano. En cambio ahora lo que interesa es extraer todo lo posible de las
cosas por la imposición de la mano humana, que tiende a ignorar u olvidar la realidad
misma de lo que tiene delante. Por eso, el ser humano y las cosas han dejado de tenderse
amigablemente la mano para pasar a estar enfrentados. De aquí se pasa fácilmente a la
idea de un crecimiento infinito o ilimitado, que ha entusiasmado tanto a economistas,
financistas y tecnólogos. Supone la mentira de la disponibilidad infinita de los bienes del
planeta, que lleva a «estrujarlo» hasta el límite y más allá del límite. Es el presupuesto
falso de que existe una cantidad ilimitada de energía y de recursos utilizables…”

Fragmento de la Carta Encíclica Laudato Si’


Papa Francisco- 24/05/2015

51
1. INTRODUCCIÓN
Una de las primeras definiciones acerca del problema económico básico, ya sea de
individuos o sociedades, es que las necesidades económicas humanas tienden a ser ilimitadas,
mientras que los recursos económicos disponibles para satisfacerlas son escasos. Estos recursos
deben ser transformados, mediante lo que se denomina el proceso productivo, para así
transformarse en bienes y servicios, por lo que su escasez determina que la cantidad de los
bienes y servicios que pueden producirse en una economía también sea limitada.
La Economía surge como disciplina para intentar encontrar la mejor respuesta a los
interrogantes acerca de qué producir, cómo hacerlo, cuánto y para quién destinarlo.
En este capítulo se analizarán los conceptos que permiten analizar el proceso productivo
desde el punto de vista económico, que tiene que ver con la transformación de los recursos en
bienes para satisfacer necesidades, y el costo económico que conlleva elegir entre las alternativas
posibles.

2. RECURSOS Y FACTORES PRODUCTIVOS


Algunas definiciones económicas pueden pensarse primero desde experiencias simples que
faciliten la interpretación de un concepto específico. Tomemos el ejemplo de una persona que se
encuentra en su casa con hambre y sabe que en su despensa solo tiene 2 rodajas de pan, jamón
y dulce de leche. Con dichos recursos, podrá elaborar un sándwich de jamón, uno de dulce de
leche, o incluso un sándwich de jamón con dulce de leche si lo prefiriera. Pero resulta claro que un
pollo al horno está fuera de las posibilidades. Asimismo, si utiliza el pan para elaborar un sándwich
de jamón, no podrá hacerse luego uno de dulce de leche. Es decir, la escasez de los recursos de
los que dispone limita los bienes que puede elaborar para satisfacer sus necesidades.
La definición de economía establece como uno de sus elementos clave que los recursos
son escasos, y por lo tanto los bienes y servicios que de ellos obtenemos también lo son (principio
de escasez). Es necesario iniciar el análisis estableciendo cuáles son los recursos económicos.
Tradicionalmente se distinguen tres tipos de agrupaciones para describir a los recursos: Tierra,
Trabajo y Capital.
El recurso Tierra comprende toda la variedad de recursos naturales de los que puede
servirse un proceso productivo para la elaboración de bienes y servicios. Es, evidentemente, no
sólo la tierra, sino también recursos minerales (yacimientos de carbón, petróleo, gas), bosques,
fauna, agua, energía solar y eólica; y en general todo lo que la naturaleza provee previo a la
intervención del hombre. Resulta claro que algunos de estos recursos son renovables como los
bosques, la riqueza ictícola, etc., por lo que pueden utilizarse en el presente y bajo ciertas
condiciones adecuadas también podrán utilizarse en el futuro; y en cambio existen otros que no
son renovables, como los minerales en general, cuya utilización presente impide la disposición en
el futuro.
El recurso Trabajo considera todas las acciones humanas tendientes a la obtención de
bienes y servicios que satisfacen las necesidades del hombre. En esta definición se abarca todo el
esfuerzo físico e intelectual del ser humano, aplicado a la producción de bienes y servicios. Si bien
resulta directamente visible el recurso que provee una persona dedicada a cavar una zanja o
levantar una pared de ladrillos, el desarrollo intelectual que implica un proceso de aprendizaje para
ser volcado luego a la producción de un bien o prestación de servicios también debe considerarse
un recurso económico, e incluso se hace la diferenciación entre ambos tipos de recursos llamando
al primero fuerza laboral y al último capital humano.
Finalmente, el recurso Capital es un tipo de recurso especial, en el sentido de que no es un
recurso originario (como los dos previamente discutidos) sino que son un tipo especial de bienes
que en lugar de consumirse inmediatamente, son utilizados para la elaboración de otros bienes o
servicios. Quedan comprendidos dentro de este concepto las maquinarias y herramientas, equipos
durables, construcciones, pero también el stock de bienes finales, productos en proceso y

52
materias primas disponibles para ser aplicadas al proceso productivo. Es usual en este punto
señalar la diferencia de este concepto con el de capital financiero: depósitos, acciones y títulos,
por ejemplo, los cuales no son considerados factores productivos en el sentido que se le da al
factor Capital en este contexto.
Cuando los recursos se combinan entre sí en el contexto de un proceso productivo,
adquieren la categoría de factores de la producción. Un proceso productivo es un procedimiento
o conjunto de técnicas mediante el cual uno o más factores productivos se transforman en bienes
o servicios destinados a satisfacer una necesidad humana. Un proceso productivo entonces por
ejemplo toma una hectárea de tierra sembrada con semillas de maíz, un grupo de herramientas y
de trabajadores dispuestos a utilizarlas, y a través de la combinación adecuada obtiene una
determinada cantidad de toneladas del grano. Otro proceso productivo para obtener el mismo bien
puede incluir también el uso de fertilizantes y pesticidas, maquinarias agrícolas y drones aéreos
para el control del cultivo, y la intervención de ingenieros agrónomos y especialistas en marketing.
Serán entonces diferentes procesos productivos para obtener el mismo bien final, caracterizados
por los diferentes factores que utilizan.
Actualmente, el estado del conocimiento y la tecnología juegan un papel fundamental, y los
procesos productivos fueron evolucionando hasta el presente teniendo en cuenta estos cambios,
incorporándolos en la búsqueda de obtener más bienes y servicios para satisfacer las necesidades
humanas y enfrentar el principio de la escasez.

3. LA FUNCIÓN DE PRODUCCIÓN
La mayoría de los procesos productivos utilizan muchos y variados factores de la
producción, aunque la intensidad con que se utilizan varía de un proceso a otro conforme al
estado del conocimiento y a la tecnología disponible.
La manera en que se combinan los factores de la producción para obtener los diferentes
bienes y servicios (que llamaremos producto) que satisfacen las necesidades de las personas se
denomina función de producción. La función de producción se puede definir como la relación
existente entre la cantidad de producto obtenido y la cantidad de factores de la producción que se
utilizan para alcanzarlo.
De acuerdo a esta definición, se desprende que cada proceso productivo de bienes y
servicios lleva implícita funciones de producción diferentes, pues cada proceso productivo tiene
sus propias características y diferente intensidad de uso de los factores de la producción, hay
procesos productivos muy sencillos como así también muy complejos, como en el ejemplo de la
producción de maíz de la sección anterior.
Se puede generalizar a un proceso productivo de acuerdo a la siguiente expresión
algebraica:
𝐐 = 𝒇(𝐊, 𝐓, 𝐋) (1)
En donde:
Q: representa las unidades de producción de un bien o servicio cualquiera
K: representa la cantidad de capital aplicado.
T: representa la cantidad de recursos naturales (tierra) utilizados.
L: representa la cantidad de trabajo empleado
En donde, la relación funcional ƒ expresa el estado del conocimiento, es decir la forma en
que han de combinarse Capital, Tierra y Trabajo.
La expresión (1) expresa que existe una relación funcional entre los factores productivos y el
volumen de producción y de acuerdo al proceso productivo que se trate esta relación puede ir

53
desde una ecuación lineal simple hasta una expresión algebraica lo suficientemente compleja
como para requerir el auxilio de algún especialista en su formulación.
Tomando el caso más simple de función de producción, puede suponerse que nos
encontramos en una situación en un momento determinado del tiempo que llamaremos de corto
plazo, en el que es razonable considerar que los recursos naturales están determinados en una
cantidad fija, como así también que las unidades de capital utilizadas son constantes dado que el
equipamiento y la maquinaria no se puede eliminar ni tampoco variar inmediatamente, en
consecuencia la función de producción puede escribirse como:

𝑸 = 𝒇(𝑳) (2)
Esta expresión quiere decir que el volumen de producción dependerá de la dosis de factor
trabajo que apliquemos al proceso productivo.
Tomando el caso hipotético de un proceso productivo sencillo, por ejemplo la recolección de
manzanas de un bosque natural, en el que cada unidad de trabajo (medido en horas hombre)
obtiene dos kilogramos de manzanas mediante la actividad de treparse a los árboles y cortar el
fruto. Esta situación se puede representar mediante una tabla de producción de manzanas, que
se construye utilizando la información del ejemplo para distintas posibilidades de duración de la
jornada de los recolectores hasta 8 horas.

Tabla 1: Producción de manzanas

L (horas de
trabajo de cada Q (kg. de manzana
recolector) recolectadas)
0 0
1 2
2 4
3 6
4 8
5 10
6 12
7 14
8 16

Lo anterior también puede expresarse matemáticamente:


𝐐= 𝟐×𝐋 (3)
Que en forma genérica puede escribirse como una relación funcional lineal de la siguiente
forma:
𝐐= 𝐚×𝐋 (4)
En donde 𝐚 es el coeficiente angular (pendiente) de una recta.
Esta expresión gráficamente corresponde a la función de producción de manzanas:

54
Gráfico 1: Producción de manzanas
16
14

Q (kg. de manzanas)
12
10
8
6
4
2
0
0 2 4 6 8
L (horas hombre)

En este gráfico se puede observar cómo la producción de manzanas crece a medida que
aumenta el uso del factor trabajo, y en este caso corresponde a la jornada laboral estándar de un
trabajador (8 horas) que podrá producir como máximo, en ese lapso de tiempo, 16 kg. de
manzanas.
Debe notarse que la ordenada al origen es cero. Esto representa el hecho de que si no se
utiliza ninguna unidad del factor trabajo no obtendremos volumen de producción alguno. Aquí se
ilustran claramente los conceptos de escasez de bienes derivados de la escasez de factores: la
manzana en el árbol no será transformada en un bien económico (que permita satisfacer una
necesidad) hasta tanto no se aplique un factor a tal fin.

4. PRODUCTO MEDIO, PRODUCTO MARGINAL Y COEFICIENTE


TÉCNICO
Se puede emplear el ejemplo anterior para definir e ilustrar tres conceptos básicos en
relación a la función de producción, como lo son el Producto Medio, el Producto Marginal y el
Coeficiente técnico.
El primer concepto es el de la cantidad de producto que genera cada unidad de factor,
también llamada producto promedio o producto medio del factor. Tomando los datos del ejemplo
anterior contenidos en Tabla 1, se realizan los cálculos correspondientes que consisten en
conocer cuántos kg. de manzanas se obtienen en promedio por cada unidad del factor trabajo. Es
importante recordar que, en el ejemplo, el factor trabajo se mide en horas hombre, por lo tanto
cada unidad de factor es una hora de trabajo, y el producto se mide en kg. de manzana por hora
trabajada. Por lo tanto, en cada uno de los casos considerados (las filas de la tabla que indican
cuánto trabajó en total la persona) se procede dividiendo los kg. producidos en total por la cantidad
de horas hombre ocupadas.

Tabla 2: Producción de manzanas y producto medio del factor trabajo

PMe(
L Q L)
0 0 0
2
1 2 =2
1
4
2 4 =2
2

55
6
3 6 =2
3
8
4 8 =2
4
10
5 10 =2
5
12
6 12 =2
6
14
7 14 =2
7
16
8 16 =2
8

Se entiende por Producto Medio de un Factor al cociente entre el volumen de


producción obtenido y las unidades de factor utilizadas para alcanzar ese volumen de
producción. Es un indicador que muestra cuántas unidades de un bien en promedio se generan
con cada unidad de factor utilizado. Su expresión matemática es:

𝐐
𝐏𝐌𝐞𝐅 = (5)
𝐔𝐅

Donde:
Q: Unidades producidas
UF: Unidades de factor
Si retomamos la expresión (3) del ejemplo utilizado en el punto anterior 𝑄 = 2 × 𝐿 y
dividimos ambos miembros por el Factor Trabajo se obtiene:

𝐐 𝟐×𝐋
= (6)
𝐋 𝐋

𝑄
De acuerdo al concepto precedente 𝐿
es el producto medio del factor trabajo, por lo tanto:
𝟐×𝐋
𝐏𝐌𝐞 (𝐋) = 𝐋
=𝟐 (7)

De acuerdo a los resultados obtenidos tanto de manera algebraica, a través de la expresión,


como en la tabla de producción de nuestro ejemplo de producción de manzanas, se puede
presentar la función de producción de las mismas como:
𝐐 = 𝐏𝐌𝐞(𝐋) × 𝐋 (8)
El producto medio de un factor es un indicador de rendimiento o productividad de cada
factor, ya que si el producto medio resulta más elevado significará que cada unidad de un factor
permite producir más del bien que antes.
Dado esto, se puede generalizar la definición e indicar que la función de producción muestra
que la cantidad producida de cualquier bien (Q) depende de la productividad de los factores
productivos ocupados (PMeF) y la cantidad que de ellos se utilicen (F).

Otro concepto involucrado en el análisis de los rendimientos de los factores productivos es


el de Producto Marginal (PMg). Se entiende por Producto Marginal al cambio ocurrido en el

56
volumen total de unidades producidas debido a un cambio en la cantidad de unidades de factor
utilizado.
Retomando el ejemplo de la recolección de manzanas, se agrega una última columna a la
tabla de producción

Tabla 3: Producción de manzanas y producto medio y marginal del factor trabajo

PMe( PMg(
𝑸 ∆𝑸
L Q L)= L) =
𝑳 ∆𝑳

0 0 0 0
2 2
1 2 =2 =2
1 1
4 2
2 4 =2 =2
2 1
6 2
3 6 =2 =2
3 1
8 2
4 8 =2 =2
4 1
10 2
5 10 =2 =2
5 1
12 2
6 12 =2 =2
6 1
14 2
7 14 =2 =2
7 1
16 2
8 16 =2 =2
8 1

En otras palabras, este indicador permite visualizar cuánto incrementa la producción la


última unidad de factor (UF) introducida al proceso productivo, en consecuencia matemáticamente
podemos expresar al Producto Marginal en términos generales como:
∆𝐐 𝐐𝟐 − 𝐐𝟏
𝐏𝐌𝐠(𝐅𝐚𝐜𝐭𝐨𝐫) = = (10)
∆𝐔𝐅 𝐔𝐅𝟐 − 𝐔𝐅 𝟏

Si retomamos nuestro ejemplo de la producción de manzanas 𝑄 = 2 × 𝐿, y dado que esta es


lineal se puede calcular el producto marginal para la función tomando incremento en ambos
miembros para las variables Q y L:
∆𝐐 = 𝟐 × ∆𝐋 (11)
Dividendo ambos miembros por el Incremento del factor trabajo, se obtiene:
∆𝐐
= 𝟐 = 𝐏𝐌𝐠𝐋 (12)
∆𝐋

Este valor de 2 se interpreta de la siguiente manera: la última unidad de factor trabajo, en


este caso la última hora hombre agregada, logra adicionar 2 kg. de manzanas.

Es importante destacar que en el caso de las funciones de producción lineales tanto el


producto medio como el producto marginal son iguales entre sí y en consecuencia diremos

57
que los rendimientos de la función de producción son constantes dado que el volumen
producido se incrementa en la misma cuantía por cada unidad de factor adicional que se
incorpora.
Ahora bien, deberíamos preguntarnos ¿se puede incrementar indefinidamente la producción
con el solo hecho de incorporar una mayor cantidad de factor trabajo? Si bien esto es
matemáticamente posible, la expresión tiene un límite económico que tiene que ver con la realidad
de que los factores necesarios para la producción del bien permanecen fijos en cierta cantidad y si
incorporamos, por ejemplo, más trabajadores por árbol (es decir, más factor trabajo con la misma
cantidad fija de factor tierra), en esta nueva situación los trabajadores probablemente ya no podrán
producir 2 unidades por hora cada uno sino que una cantidad menor, como por ejemplo 1,5
unidades por hora por trabajador. Por ejemplo, si en cada árbol hay dos individuos, con una
“jornada laboral” corresponderá de 16 horas hombre ocupadas se obtendrán 24 unidades en total,
es decir que la producción de manzanas por jornada laboral aplicada a cada árbol creció en 8
unidades que representan un crecimiento del 50% de la producción, en comparación con la Tabla
2. Es decir que la cantidad de factor variable creció un 100% mientras que la producción lo hizo en
un 50%, esta situación obedece a la presencia de un factor fijo, en este caso el factor tierra (la
plantación de árboles de manzana). Esta situación permite enunciar, genéricamente, la ley de
rendimientos decrecientes o proporciones variables, que establece:
“Ante la presencia de al menos un factor de la producción fijo o constante,
sucesivos incrementos del factor de la producción variable se obtendrán incrementos
de la producción en una proporción menor que el incremento del factor variable,
hasta que llegue el momento de que la producción decrecerá en vez de crecer.”
Esta situación descrita es la que se observa en la realidad cotidiana y claramente resalta
que las expresiones algebraicas que describen el proceso productivo de un bien son más
complejas que una ecuación lineal 1 . Resulta claro que también matemáticamente es posible
encontrar funciones de producción que representen volúmenes de producto que crezcan en una
proporción mayor a la proporción en que crecen las dosis de factores de la producción; por
ejemplo un incremento del 100% del uso de los factores provoca un crecimiento del 110% de la
producción de un bien o servicio. Estas funciones de producción se dice que poseen
Rendimientos Crecientes. Como bien se mencionó, matemáticamente es posible, aunque
resultan muy difíciles de constatar en la realidad de los procesos productivos.
En resumen las funciones de producción pueden presentar Rendimientos Constantes,
Decrecientes o Crecientes y estos están íntimamente vinculados con el rendimiento de los
factores productivos (Productividad Media y Productividad Marginal).

El coeficiente técnico de la producción


Al mismo tiempo que resulta importante conocer la productividad de un factor en un proceso
productivo, en ocasiones resulta útil medir la cantidad de un determinado factor que se
requiere para producir una unidad de un bien o servicio.
De acuerdo a este concepto, matemáticamente el coeficiente técnico del factor F (aF) será:
𝐔𝐅
𝒂𝑭 = 𝐐
(13)

De esta expresión se deduce claramente que el coeficiente técnico es la inversa del


producto medio, si retomamos el ejemplo inicial de las manzanas donde 𝑄 = 2 × 𝐿 se puede
obtener el coeficiente técnico del factor trabajo para esta función de producción:

1
A modo de ejemplo una expresión algebraica que manifieste una función con rendimientos
decrecientes puede ser: Q = A × K α × Lβ con determinados valores para α y β.

58
𝐋
𝒂𝑳 = 𝟐×𝐋 (14)
Operando:
𝟏
𝐚𝐋 = 𝟐 = 𝟎, 𝟓 (15)
La interpretación de este resultado es que resulta necesaria media hora de trabajo para
obtener un kilogramo de manzanas.
Este concepto nos permite también replantear la función de producción en términos del
coeficiente técnico de la siguiente manera:
𝟏
Si 𝐏𝐌𝐞𝐋 = 𝐚 por ser el coeficiente técnico el inverso del producto medio, entonces la
𝐋
expresión (8) 𝐐 = 𝐏𝐌𝐞(𝐋) × 𝐋 se puede reescribir como:

𝟏
𝐐 = 𝐏𝐌𝐞(𝐋) × 𝐋 = 𝐚 × 𝐋 (16)
𝐋

4.1 Cambio Tecnológico


Al analizar los recursos y/o factores de la producción se afirmó que la tecnología es lo que
da el soporte al proceso productivo y en definitiva establece la manera en que se han de combinar
los factores de la producción a los fines de obtener los distintos bienes y servicios para satisfacer
las necesidades humanas. En consecuencia, cualquier cambio en el estado del conocimiento tiene
un impacto en el proceso productivo. Una mejora en las relaciones de la producción se representa
como la posibilidad de incrementar la producción sin que medie un incremento en la cantidad de
factores disponibles; y esto sólo será posible si aumenta la productividad de los factores.
En términos generales si se produce una innovación que permite incrementar la producción
sin incrementar el uso de los factores, y considerando nuevamente nuestro ejemplo en el que el
único factor variable es el trabajo, se presentará una situación en la que la Productividad Media
ha aumentado. Su expresión general será:
𝐐´ = 𝐟´(𝐋) (17)
Si además mantenemos el supuesto de que esta relación es lineal, la función de producción
será semejante a la expresada en (8) de la siguiente manera:
𝐐´ = (𝐏𝐌𝐞𝐋)´ × 𝐋 (18)
En donde:
Q´: es distinta que Q
(PMeL)´: es distinta a PMeL

Siguiendo el ejemplo de la producción de manzanas, supongamos que un descubrimiento


permite duplicar la producción por hora hombre utilizada, es decir que ahora en una hora de
trabajo se obtendrán 4 kg. de manzana, la función de producción será:

𝐐´ = 𝟒 × 𝐋 (19)
Cuya tabla de producción será

59
Tabla 4: Producción de manzanas luego del descubrimiento

L Q
0 0
1 4
2 8
3 12
4 16
5 20
6 24
7 28
8 32

5. LAS POSIBILIDADES DE PRODUCCIÓN DE LA ECONOMÍA


Hasta aquí se ha analizado el proceso productivo de un bien y algunas medidas de
desempeño de los factores productivos en relación a él. El concepto puede generalizarse para una
economía en su conjunto, que produce una gran cantidad de bienes y servicios.
Además al comienzo del capítulo se definió a la escasez de recursos que tienen usos
alternativos como el problema económico fundamental. Dado que no se pueden producir
simultáneamente la cantidad de bienes y servicios que se desean, éstos siempre serán escasos
en relación a las necesidades a satisfacer. Así, se genera la necesidad de elegir en qué sectores
se van a asignar los recursos para buscar obtener el máximo posible de bienes y servicios para la
satisfacción de necesidades al máximo nivel posible.
De acuerdo a esto se puede apreciar que la dotación de recursos de una economía
(cuántos factores existen en la misma) fija un límite para la producción de bienes y servicios.
Sin pérdida de rigurosidad analítica, se puede construir un esquema sencillo que permita
comprender la compleja realidad del proceso de producción de bienes y servicios de una
economía. Para ello, primero se puede reducir la cantidad de bienes a dos (A y B), manteniendo el
supuesto de que las funciones de producción son lineales como las desarrolladas en el punto
anterior, e incorporando la existencia de factores económicos que permanecen fijos y asignados a
un único sector (por ejemplo el factor capital K asignado sólo a la producción de A y el factor
tierra T asignado exclusivamente a la producción de B) y con un único factor variable entre
sectores que es el factor trabajo (L). Por último asumimos que se utilizan todos los factores
económicos disponibles (pleno empleo de los factores), y que los trabajadores son igualmente
hábiles para ser aplicados en la producción de ambos bienes.
Con todo esto podemos construir un modelo del proceso productivo para una economía de
la siguiente manera:
𝐀 = 𝐏𝐌𝐞𝐋𝐀 × 𝐋𝐚 (20)
𝐁 = 𝐏𝐌𝐞𝐋𝐁 × 𝐋𝐁 (21)
𝐋𝐓 = 𝐋𝐀 + 𝐋𝐁 (22)
Donde:
A: Cantidad del bien A

60
B: Cantidad del bien B
PMeLA: Producto Medio del factor trabajo en el sector A.
PMeLB: Producto Medio del factor trabajo en el sector B.
LA: Cantidad de factor trabajo aplicado a la producción de A.
LB: Cantidad de factor trabajo aplicado a la producción de B.
LT: Dotación total disponible del factor trabajo.
Planteado así el problema en las ecuaciones (20), (21) y (22), claramente se evidencia que
la cantidad que puede obtenerse de un bien depende de la producción del otro bien dado
que los mismos compiten por el uso del recurso L (trabajo), y todo lo que se use en la producción
de A no podrá utilizarse en la producción de B, y viceversa.
Para resolver el sistema de ecuaciones planteado se debe primero determinar el valor de LA
y LB a partir de las ecuaciones (20) y (21) y luego reemplazar en la ecuación (22) los resultados
obtenidos, entonces:
Si en (20) dividimos ambos miembros por el PMeLA se obtiene:
𝐀
𝐏𝐌𝐞𝐋𝐀
= 𝐋𝐀 (23)

Si en (21) dividimos ambos miembros por el PMeLB se obtiene:


𝐁
𝐏𝐌𝐞𝐋𝐁
= 𝐋𝐁 (24)

Y en (22) reemplazamos los resultados obtenidos en (23) y (24) por sus iguales la expresión
queda:
𝐀 𝐁
𝐋𝐓 = 𝐏𝐌𝐞𝐋 + 𝐏𝐌𝐞𝐋 (25)
𝐀 𝐁

Alternativamente se puede escribir como:


𝟏 𝟏
𝐋𝐓 = 𝐏𝐌𝐞𝐋 × 𝐀 + 𝐏𝐌𝐞𝐋 × 𝐁 (26)
𝐀 𝐁

Utilizando el concepto de coeficiente técnico se puede reescribir (26):


𝐋𝐓 = 𝐚𝐀 × 𝐀 + 𝐚𝐁 × 𝐁 (27)
Las expresiones (25), (26) y (27) son iguales, por lo tanto se puede trabajar
indiferentemente con cualquiera de ellas para expresar la producción de uno de los bienes
dependiendo del otro. En este caso si se toma como variable dependiente la cantidad producida
de A y como variable independiente la cantidad producida de B, y se trabaja con la ecuación (26),
se obtiene:
𝟏 𝟏
𝐋𝐓 − 𝐏𝐌𝐞𝐋 × 𝐁 = 𝐏𝐌𝐞𝐋 × 𝐀 (28)
𝐁 𝐀

Si se multiplica ambos miembros por PMeLA resulta:

𝐏𝐌𝐞𝐋
𝐀 = 𝐏𝐌𝐞𝐋𝐀 × 𝐋𝐓 − 𝐏𝐌𝐞𝐋𝐀 × 𝐁 (29)
𝐁

Al observar la ecuación se reconoce que la misma es una expresión lineal que representa
las combinaciones máximas posibles de la producción de dos bienes dados los recursos
existentes. Constituye así el límite o frontera hasta la cual la economía puede producir de A y B,
que se denomina Frontera de Posibilidades de Producción de la economía.
La situación descripta algebraicamente se puede representar gráficamente como:

61
Gráfico 2: Frontera de Posibilidades de Producción
A
α

γ δ*

λ
*
Ɛ
κ

Del gráfico se destaca en primer lugar que los puntos sobre la frontera de posibilidades de
producción tales como α γ λ κ y β representan todos ellos combinaciones máximas posibles que
se puede obtener de A y B. En todos los casos, se trata de una asignación eficiente de recursos
dado que se utilizan todos los recursos existentes con el máximo provecho posible, dada la
tecnología existente.
También en el mismo gráfico se encuentran denotados dos puntos característicos. El punto
Ɛ que está por debajo de la Frontera de Posibilidades de la Producción representa una
asignación ineficiente de recursos dado que o bien no se están utilizando todos los disponibles,
o se lo está haciendo sin aprovechar al máximo la tecnología disponible. En este caso es factible
incrementar la producción de ambos bienes con el sólo hecho de utilizar los recursos desocupados
si los hubiera, o aún si todos ellos están ocupados, implica que no se los está empleando con la
máxima productividad que permite la tecnología existente.
Por el contrario, un punto como el δ, que se encuentra por encima de la Frontera de
Posibilidades de la Producción muestra un nivel de producto que para esta economía resulta
inalcanzable con los recursos y la tecnología disponibles: para lograr esa combinación se debería
disponer de una mayor cantidad de recursos, de una mejor tecnología dados los recursos, o
alguna combinación de estas alternativas.
Otros puntos a destacar son el α y β que representan las cantidades máximas posibles de
producción de A y B, respectivamente. En el caso del punto α todos los recursos disponibles están
asignados a la producción de A y no se produce nada de B; la producción de A será por lo tanto
PMeLA × LT, en la que todo el Trabajo disponible en la economía se utiliza para producir el bien A.
En términos algebraicos, esta es la ordenada al origen de la expresión (29). Analógicamente en el
punto β todos los recursos están destinados a la producción de B, la cual alcanza el máximo
posible representado por 𝑃𝑀𝑒𝐿𝐵 × 𝐿𝑇 .
Para ejemplificar lo desarrollado hasta aquí, retomemos la producción de manzanas, para la
cual una hora de trabajo puede permite obtener 2 unidades de producto, y consideremos además
que esa economía produce Bancos de madera, y que una hora de trabajo puede obtener 4
unidades y por último se conoce que se disponen de 8 horas de trabajo para la producción de

62
Manzanas o Bancos, por lo tanto el producto medio del trabajo será de 2 en el caso de las
manzanas y de 4 en el caso de los bancos2.
Tabla 5: Producción de Manzanas (A) y Bancos de madera (B)

L A B
0 0 0
1 2 4
2 4 8
3 6 12
4 8 16
5 10 20
6 12 24
7 14 28
8 16 32

En la tabla 5 se muestra las cantidades de Manzanas y Bancos que se pueden obtener al


utilizar distintas unidades de factor trabajo, pero no se visualiza la producción conjunta de ambos
bienes dado que el uso de los factores de la producción en un sector excluye de su uso al
otro sector, para visualizar esto construimos la tabla de posibilidades de la producción.

De acuerdo a las funciones de producción se puede construir las combinaciones de


producción correspondientes a cada bien, y de allí construir la Tabla de Posibilidades de
Producción:

“Una tabla de posibilidades de producción muestra las combinaciones máximas


posibles de producción de dos bienes”

Tabla 6: Tabla de Posibilidades de Producción de Manzanas (A) y Bancos de madera (B)

LB B LA A
0 0 8 16
1 4 7 14
2 8 6 12
3 12 5 10
4 16 4 8
5 20 3 6
6 24 2 4
7 28 1 2
8 32 0 0

2
Recuerde que el tipo de función de producción es: 𝐐 = 𝐏𝐌𝐞𝐋 × 𝐋
63
Esta tabla se construye considerando el uso del factor trabajo en la producción de B. Si no
utilizamos ninguna hora en esta producción quiere decir que todas las horas disponibles se usan
en la producción de manzanas obteniendo 16 unidades, en términos del gráfico 3 es el punto de
corte en el eje de las ordenadas, e igual a 𝐏𝐌𝐞𝐋𝐀 × 𝐋𝐓 es decir 2 X 8. Luego si utilizamos 1 hora
de trabajo en la producción de Bancos se obtienen 4 unidades y sólo quedan disponibles 7 horas
para la producción de manzanas que logran 14 unidades, y así sucesivamente se puede ir
asignado horas a la producción de bancos que permitirán incrementar la producción los mismos en
4 unidades por cada hora incorporada, pero cada hora se pierde para la producción de manzanas,
lo que redundará en una caída en la producción de las mismas de 2 unidades por cada hora de
trabajo que se deje de usar. Esto se repite hasta que se utilicen las 8 horas disponibles en la
producción de bancos que permiten obtener 32 unidades de éstos, pero no quedan horas
disponibles para la producción de manzanas por lo tanto su producción es cero, gráficamente es el
corte de la función en el eje de las abscisas e igual a 𝐏𝐌𝐞𝐋𝐁 × 𝐋𝐓, es decir 4 X 8 = 32 y además
explica la pendiente negativa de la Frontera de Posibilidades de la Producción,
En conclusión este modelo permite visualizar la producción/oferta simultánea de dos
bienes y los efectos de la transferencia de recursos desde la producción de un bien hacia
otro.

5.1 Expresión matemática de la Frontera de Posibilidades de Producción


(rendimientos constantes)
De acuerdo a esto el planteo del problema será definir las funciones de producción de
ambos bienes y la restricción de las horas disponibles, entonces:
𝐀 = 𝟐 × 𝐋𝐀 (30)
𝐁 = 𝟒 × 𝐋𝐁 (31)
𝟖 = 𝐋𝐀 + 𝐋𝐁 (32)
Entonces:
𝟏
𝐋𝐀 = 𝟐 × 𝐀 (33)
𝟏
𝐋𝐁 = 𝟒 × 𝐁 (34)
𝟏 𝟏
𝟖 = 𝟐×𝐀+𝟒×𝐁 (35)
Seleccionamos a A como variable dependiente3, entonces de (35) queda:
𝟏 𝟏
𝟖−𝟒×𝐁 = 𝟐×𝐀 (36)
Operando en (36) se obtiene:
𝟐
𝐀 = 𝟐×𝟖− ×𝐁 (37)
𝟒
Resolviendo (37):
𝐀 = 𝟏𝟔 − 𝟎, 𝟓 × 𝐁 (38)
La expresión (38) representa la Frontera de Posibilidades de Producción para este caso,
que gráficamente será:

3
La selección de esta variable como dependiente es discrecional y nada impide que se hubiese
seleccionado B como dependiente.
64
Gráfico 3: Frontera de posibilidades de producción
(Manzanas, Bancos)

A (Manzanas)
18
16
14
12
10
8 𝐀 = 𝟏𝟔 − 𝟎, 𝟓 × 𝐁
6
4
2
0
0 4 8 12 16 20 24 28 32
B (Bancos)

Una conclusión importante que se puede extraer de este ejemplo y del caso general
presentado es que si las funciones de producción son lineales, es decir los rendimientos son
constantes, la forma de la función de la Frontera de Posibilidades de la Producción
resultante también es una función lineal

5.2 Frontera de posibilidades de producción con rendimientos decrecientes


En párrafos anteriores se afirmó que ante la existencia de factores fijos, dosis adicionales de
factor variable incrementan la producción pero proporcionalmente menos que la proporción que
aumentó la cantidad de factor variable. Es decir, se cumple la ley de los Rendimientos
Decrecientes. Como se muestra a continuación, las funciones de producción no son lineales y
tampoco lo será la representación gráfica de la curva de transformación. Retomando el ejemplo de
las Manzanas (A) y los Bancos (B), prescindiendo de las expresiones algebraicas por simplicidad
analítica, supongamos que las tablas de producción de cada una de ellas ahora son:

Tabla 7: Producción de Manzanas y Bancos cuando hay factores fijos

L A B
0 0 0
1 2 4
2 3,8 7,5
3 5,3 10,5
4 6,5 13
5 7,4 15
6 8 16,5
7 8,3 17,5
8 8,3 18

65
En este caso, se puede apreciar que a diferencia del ejemplo de rendimientos constantes,
donde cada vez que se incorpora una unidad de trabajo se obtiene siempre un incremento igual en
la cantidad producida, 2 unidades en el caso de las Manzanas y 4 unidades en el caso de los
Bancos; en la nueva situación esto no se verifica dado que, ante la presencia de factores fijos,
cada incremento de una hora de factor trabajo incrementa la producción pero en cantidades cada
vez más pequeñas. Por ejemplo, cuando se incorpora la primera unidad de factor la producción
crece en 2 unidades en el caso de las Manzanas y 4 unidades en el de los Bancos, pero la
segunda unidad de trabajo permite aumentar la producción de Manzanas en 1,8 unidades (en vez
de 2) o en 3,5 unidades de Bancos (en lugar de 4 unidades). Si se sigue incrementando el uso del
trabajo hasta llegar al máximo posible de 8 unidades de factor que se disponen en esta economía,
si se los emplease en la producción de Manzanas no logrará incrementar la producción (es decir la
producción será la misma que al emplear 7 unidades de trabajo en esta actividad), mientras que
aumentar en una unidad el empleo en el sector productor de Bancos solamente incrementaría su
producción en 0,5 unidades.
Con esta información se puede construir la tabla de Posibilidades de Producción de
Manzanas y Bancos4

Tabla 8: Tabla de Posibilidades de Producción de Manzanas y Bancos. Caso de


Rendimientos Decrecientes

LA A LB B
8 8,3 0 0,0
7 8,3 1 4,0
6 8,0 2 7,5
5 7,4 3 10,5
4 6,5 4 13,0
3 5,3 5 15,0
2 3,8 6 16,5
1 2,0 7 17,5
0 0,0 8 18,0

De acuerdo a estos valores la gráfica resultante es:

4 Recuerde que la producción de ambos bienes compite por la utilización de recursos y todo lo que se usa en un
sector no puede usarse simultáneamente en el otro sector.

66
Gráfico 4: Frontera de posibilidades de producción
9
(Manzanas, Bancos) con Rendimientos Decrecientes
8
7
6
5
4
3
2
1
0
0 5 10 15 B (Bancos)
20

Al comparar los gráficos 3 y 4 se destaca el cambio de la forma de la frontera de


posibilidades de producción. La misma ha pasado de ser una recta a una curva cóncava al origen,
y esta forma se explica por la presencia de los Rendimientos Decrecientes en las funciones de
producción. Esto permite afirmar que si al menos una función de producción presenta
rendimientos decrecientes, la frontera de posibilidades de la producción resultante será
una curva cóncava hacia el origen.

5.3 Cambios en la FPP


El análisis de la Frontera de Posibilidades de Producción muestra las cantidades máximas
de bienes o servicios que pueden producirse en una economía en un momento del tiempo, es
decir, en una situación estática en la que la tecnología está dada, así como también la cantidad de
los factores disponibles resulta fija.
Puesto que la realidad económica no es estática sino que por el contrario es dinámica y
periodo tras periodo se modifica, puede suceder que cambien las cantidades de factores
disponibles (aumenten o caigan, piense el lector ejemplos posibles), lo cual obviamente tendrá
efectos en la producción de bienes y servicios económicos a través de las funciones de
producción.
Esta situación se puede ilustrar retomando el ejemplo de las Manzanas y los Bancos.
Supongamos que por algún motivo se duplica la cantidad de horas de trabajo disponibles en esta
economía, es decir en esta nueva situación se disponen de 16 horas hombre, y además
suponemos que las condiciones de producción permanecen inalteradas, es decir las funciones de
producción siguen siendo las mismas, por lo tanto el planteo del problema es:
𝐀 = 𝟐 × 𝐋𝐀 (39)
𝐁 = 𝟒 × 𝐋𝐁 (40)
𝟏𝟔 = 𝐋𝐀 + 𝐋𝐁 (41)
Entonces:
𝟏
𝐋𝐀 = 𝟐 × 𝐀 (42)
𝟏
𝐋𝐁 = 𝟒 × 𝐁 (43)
𝟏 𝟏
𝟏𝟔 = 𝟐 × 𝐀 + 𝟒 × 𝐁 (44)

67
Seleccionamos A como variable dependiente, en consecuencia (44) se puede reescribir:
𝟏 𝟏
𝟏𝟔 − 𝟒 × 𝐁 = 𝟐 × 𝐀 (45)

Operando:
𝐀 = 𝟑𝟐 − 𝟎, 𝟓 × 𝐁 (46)
Si comparamos la expresión (38) con (46) se observa que lo único que se modificó fue la
ordenada al origen de la función manteniendo la pendiente inalterada, en consecuencia la tabla de
posibilidades de producción se modificará tal como se expresa en la tabla y gráficamente
provocará un desplazamiento paralelo de la función hacia arriba dado que conserva la pendiente
tal como se muestra en el Gráfico 5.

Tabla 9: Tabla de Posibilidades de Producción de Manzanas y Bancos. Duplicando la


disponibilidad de Factor trabajo

LA A LB B
16 32 0 0
14 28 2 8
12 24 4 16
10 20 6 24
8 16 8 32
6 12 10 40
4 8 12 48
2 4 14 56
0 0 16 64

Gráfico 5: Desplazamiento de la Frontera de Posibilidades


de Producción
A 35

30

25

20

15

10

0
0 10 20 30 40 50 60 70
B

68
Si en vez de incrementarse la cantidad de recursos hubiese disminuido, debido por ejemplo
a una emigración de trabajadores, la situación sería exactamente la contraria y el desplazamiento
de la FPP hubiese sido hacia dentro, denotando una menor capacidad de generar bienes y
servicios en esta economía.
Es posible también para una economía aumentar la disponibilidad de bienes y servicios
(alcanzar puntos por encima de la FPP) aún en ausencia de aumentos en la disponibilidad de
factores, si en dicha economía opera un cambio o mejora tecnológica que incremente la
productividad de los factores.
Retomando el ejemplo desarrollado precedentemente bajo el supuesto de que se disponen
en total solamente de 8 horas hombre y las funciones de producción son lineales, pero
supongamos ahora que se produce un descubrimiento de nuevas técnicas de producción en el
sector productor de Bancos, de manera tal que cada hora hombre puede producir 4 unidades de
Manzanas o 8 unidades de Bancos (se duplicó la productividad del trabajo en todos los sectores).
Dado este cambio ahora las funciones serán:

𝐀 = 𝟒 × 𝐋𝐀 (47)
𝐁 = 𝟖 × 𝐋𝐁 (48)
𝟖 = 𝐋𝐀 + 𝐋𝐁 (49)

Realizando las operaciones correspondientes, la expresión algebraica de la Frontera de


Posibilidades de la Producción será:
𝐀 = 𝟑𝟐 − 𝟎, 𝟓 × 𝐁 (50)

La tabla y la gráfica de Posibilidades de la Producción será exactamente la misma que en el


caso de la duplicación de factores, no obstante queda claro que en este caso la disponibilidad de
los factores se mantuvo constante y lo que aumentó fue la productividad, que se duplicó en ambos
sectores.

De los ejemplos anteriores debe quedar claro que desplazamientos hacia afuera de la
Frontera de Posibilidades de Producción pueden provenir tanto de una mayor disponibilidad de
recursos como por mejoras tecnológicos. Ambas situaciones están estrechamente vinculadas al
crecimiento económico.
En la realidad, los desplazamientos de las posibilidades de producción de la economía no
ocurren de manera simétrica en todos los sectores. Un ejemplo de ello se puede encontrar en el
cambio tecnológico producido en el sector agrícola de Argentina en las últimas tres décadas que
hizo más productivo al sector. Suponiendo que estos fueron los únicos cambios producidos en
nuestra economía, y diferenciando bienes Agrícolas y bienes No Agrícolas, suponiendo que las
funciones de producción son lineales para evitar la complejidad geométrica y sin perder poder de
análisis, en términos gráficos la situación se representa:

69
Gráfico 6: FPP con Cambio Tecnológico en el Sector
Agrícola (A)

NA

De esta simple representación se observa que cuando el efecto de un cambio tecnológico


que favorece a un sector de la producción pero no a otro, el desplazamiento de la FPP no es
paralelo sino que se expande solamente en un sector, en este caso el Agrícola (A). No obstante,
se puede obtener una mayor producción de ambos bienes, debido a que el incremento de la
productividad en el sector Agrícola libera recursos que pueden ocuparse en el sector No Agrícola
(NA), excepto claro está en el caso de la producción máxima de bienes No Agrícolas (como
ejercicio, trate de razonar por qué).

6. COSTO ECONÓMICO O COSTO DE OPORTUNIDAD


Otro interrogante que surge, independientemente de la forma particular que adopte la
Frontera de Posibilidades de la Producción, es en cuál de todas las posibles combinaciones de
producción de bienes se ubicará la economía. Este puede ser cualquier punto sobre la frontera de
posibilidades, y dependerá de las preferencias de la sociedad sobre distintos bienes y servicios, es
decir, volviendo al ejemplo original, las predilecciones sobre Manzanas y Bancos de madera. Si la
sociedad valora más a las Manzanas que los Bancos, elegirá una combinación que le permita
disponer de una mayor cantidad de Manzanas en detrimento de la producción de Bancos.
Al observar las tablas 6 y 8 con sus respectivos gráficos 3 y 4, advertimos que si se parte de
la producción máxima de Manzanas, es decir el punto donde la función intercepta al eje de las
ordenadas y comenzamos a “bajar” por la Frontera de Posibilidades de Producción hacia el eje de
las abscisas, se destaca que cada vez que se incrementa la producción de Bancos
necesariamente debe reducirse la producción de Manzanas, es decir en términos generales que
una vez alcanzada la Frontera de Posibilidades de Producción, si se desea incrementar la
producción de un bien debe sacrificarse producción de otro. Es decir que cuando todos los
recursos que dispone la economía se encuentran empleados, nos enfrentamos a un dilema:
aumentar la producción de un bien obliga necesariamente a reducir la producción de otro. Este
sacrificio que realiza la sociedad para disponer de una unidad adicional de un determinado bien es
el verdadero costo que debe afrontar la sociedad, que se conoce como costo económico o Costo
de Oportunidad.

El costo de oportunidad de un bien o servicio A en términos de otro bien o


servicio B es la cantidad de bienes B que deben sacrificarse para obtener una unidad
adicional de A.

70
El concepto de costo económico o costo de oportunidad hace referencia a la mejor
alternativa que se está sacrificando para realizar una determinada actividad. En nuestro ejemplo
simple en el cual hay solamente dos bienes y la economía está cerrada al comercio, la mejor
alternativa a producir A es producir B y viceversa. En un caso más general, con muchos bienes y
servicios, el costo de oportunidad se relaciona con el mejor uso que podría hacerse de los factores
de manera alternativa. Una alternativa al uso de los factores para la producción agrícola es, por
ejemplo, no utilizarlos o dejarlos desempleados. Sin embargo, claramente esta no sería la mejor
alternativa posible, pues esos mismos recursos podrían ser usados en el sector industrial para
obtener bienes y servicios.
Volviendo al ejemplo desarrollado precedentemente, el costo de oportunidad de producir
una unidad adicional de Manzanas está dado por la cantidad de Bancos que se debe dejar de
producir. Algebraicamente, en términos generales, considerando la producción de dos bienes
cualesquiera A y B el Costo de Oportunidad de A en términos de B se expresa como el cociente
entre las unidades de B que deben reducirse con las unidades de A que se desea incrementar, es
decir:
−∆𝐁
𝐂𝐎𝐀⁄ = (51)
𝐁 ∆𝐀

En contraposición el Costo de Oportunidad de B en términos de A será:


−∆𝐀
𝐂𝐎𝐁⁄ = ∆𝐁
(52)
𝐀

En consecuencia:
𝟏 𝟏
𝐂𝐎𝐀⁄ = 𝐂𝐎 Ó 𝐂𝐎𝐁⁄ = 𝐂𝐎 (53)
𝐁 𝐁⁄ 𝐀 𝐀⁄
𝐀 𝐁

Para ilustrar estos conceptos generales retomemos el ejemplo de las Manzanas y los
Bancos, agregando dos columnas a las tablas para el cálculo de los Costos de Oportunidad
respectivos.

Tabla 10: Tabla de Posibilidades de Producción de Manzanas y Bancos. Cálculo de


costos de oportunidad

LA B −∆𝐀 −∆𝐁
A LB 𝐂𝐎𝐁⁄ = 𝐂𝐎𝐀⁄ =
𝐀 ∆𝐁 𝐁 ∆𝐀
14−16 0−4
8 16 0 0
4−0
=| 16−14
=
0,5| |2|
7 14 1 4 12−14 4−8
=| =|2
8−4 14−12
0,5| |
6 12 2 8
10−12 8−12
12−8
=| 12−10
=|2
0,5| |
5 10 3 12
8−10 16−12
=| =|2
16−12 10−8
0,5| |
4 8 4 16
6−8 16−20
20−16
=| 8−6
=|2
3 6 5 20 0,5| |

71
4−6 20−24
24−20
=| 6−4
=|2
0,5| |
2 4 6 24
2−4 28−24
=| 4−2
=|2
28−24
0,5| |
1 2 7 28
0−2 28−32
32−28
=| 2−0
=|2
0 0 8 32 0,5| |

La interpretación de estos resultados conforme al concepto general expresado


anteriormente es que se debe dejar de producir 0,5 unidades de Manzanas para poder aumenta la
producción de Bancos en una unidad, o alternativamente también puede afirmarse que debe
renunciarse a 2 unidades de Bancos para poder incrementar en una unidad las Manzanas.
Conceptualmente, el costo de oportunidad muestra un sacrificio o una resignación, por lo que el
valor aritmético que se obtenga al calcular el mismo siempre va ser negativo. Los resultados
generalmente se expresan en valor absoluto para facilitar la interpretación del resultado.
En este punto se destaca que en todas las alternativas de posibilidades de producción
consideradas el Costo de oportunidad es igual. En este caso se dice que la Frontera de
Posibilidades de la Producción presenta Costos de Oportunidad Constantes, situación que
responde a que las funciones de producción presentan Rendimientos Constantes.
Otro punto importante para destacar parte de la construcción de la expresión algebraica que
explica todos los puntos de la Frontera de Posibilidades de la Producción expresada en (29) para
el caso general, para el caso de las Manzanas y Bancos que aquí reproducimos (38):

𝐏𝐌𝐞𝐋
𝐀 = 𝐏𝐌𝐞𝐋𝐀 × 𝐋𝐓 − 𝐏𝐌𝐞𝐋𝐀 × 𝐁 (29)
𝐁

𝐀 = 𝟏𝟔 − 𝟎, 𝟓 × 𝐁 (38)

Como se aprecia en las expresiones la pendiente de la función es igual al cociente de las


productividades medias de ambos bienes y en el caso del ejemplo tratado a lo largo de todo este
tema el PMeLA = 2 y PMeLB = 4.
Por otra parte, el Costo de Oportunidad es la cantidad de un bien que se renuncia para
poder incrementar la producción de otro, y en consecuencia, siguiendo el ejemplo considerado,
cada vez que se traspasa una unidad del factor trabajo de las Manzanas a los Bancos se reduce la
producción de Manzanas en 2 unidades, y dicha unidad de factor incrementa la producción de
Bancos en 4 unidades, en consecuencia:
−∆𝐀 −𝐏𝐌𝐞𝐋𝐀 𝟐
𝐂𝐎𝐁⁄ = ∆𝐁
= 𝐏𝐌𝐞𝐋𝐁
= 𝟒 = 𝟎, 𝟓 (60)
𝐀
Esto quiere decir que la pendiente de la recta de la Frontera Posibilidades de la
Producción es, precisamente, el Costo de Oportunidad 𝐂𝐎𝐁⁄ .
𝐀

Por último, si se considera el caso de la existencia de rendimientos decrecientes


desarrollado anteriormente, la Tabla 8 se amplía como se muestra a continuación:

72
Tabla 11: Tabla de Posibilidades de Producción de Manzanas y Bancos. Cálculo del
Costo de Oportunidad con Rendimientos Decrecientes

−∆𝐀 −∆𝐁
LA A LB B 𝐂𝐎𝐁⁄ = 𝐂𝐎𝐀⁄ =
𝐀 ∆𝐁 𝐁 ∆𝐀
8 8,3 0 0,0 8,3 − 8,3 0,0 − 4,0
=0 = |∞|
4−0 8,3 − 8,3
7 8,3 1 4,0
8,0 − 8,3 4,0 − 7,5
= |0,09| = |11,11|
7,5 − 4 8,3 − 8,0
6 8,0 2 7,5
7,4 − 8,0 7,5 − 10,5
= |0,20| = |5,00|
10,5 − 7,5 8,0 − 7,4
5 7,4 3 10,5
6,5 − 7,4 10,5 − 13,0
= |0,36| = |2,78|
13,0 − 10,5 7,4 − 6,5
4 6,5 4 13,0
5,3 − 6,5 13,0 − 15,0
= |0,60| = |1,67|
15,0 − 13,0 6,5 − 5,3
3 5,3 5 15,0
3,8 − 5,3 15,0 − 16,5
= |1,00| = |1,00|
16,5 − 15,0 5,3 − 3,8
2 3,8 6 16,5
2,0 − 3,8 16,5 − 17,5
= |1,80| = |0,56|
17,5 − 16,5 3,8 − 2,0
1 2,0 7 17,5
0,0 − 2,0 17,5 − 18,0
= |4,00| = |0,25|
0 0,0 8 18,0 18,0 − 17,5 2,0 − 0,0

Como se puede apreciar en los resultados obtenidos precedentemente existe una


importante diferencia con el caso de los Rendimientos Constantes, pues los Costos de
Oportunidad ahora son variables, situación que obedece a que en este caso la Frontera de
Posibilidades de la Producción no es más una línea recta, sino que se trata de una curva y por
lo tanto no tiene pendiente única, es decir el costo de oportunidad va variando, y en este caso
resulta creciente: si nos desplazamos a través de la curva partiendo desde el corte en el eje de las
ordenadas y se comienza a transferir factor trabajo desde el sector Manzanas a Bancos se
observa que cada vez se deben renunciar más unidades de Manzanas para poder incrementar la
producción de Bancos en una unidad, partiendo de cero hasta llegar a 4 unidades que es el 𝐂𝐎𝐁⁄ .
𝐀
La lectura del 𝐂𝐎𝐀⁄ se lee desde abajo hacia arriba en la tabla, y resulta también, como es lógico,
𝐁
creciente. Si el costo de oportunidad de B en términos de A es creciente el costo de oportunidad
de A en términos de B también será creciente.
Como conclusión general de esta situación podemos decir que en el contexto de una
economía representada simplificadamente como productora de dos bienes (o dos sectores
productivos), si al menos una de las funciones de producción presentan rendimientos
decrecientes, para poder lograr ir incrementando la producción de un bien en una unidad se van
requiriendo sacrificios sucesivamente mayores del otro bien, lo que implica Costos de
Oportunidad Crecientes.
6.1 Desplazamientos de la FPP
De la misma manera que en el caso anterior, cualquier modificación ya sea en la
disponibilidad de factores o en la forma en que estos se combinan para dar lugar a la producción
de los distintos bienes (tecnología), dará lugar a un desplazamiento de la curva representativa de
la Frontera de Posibilidades de Producción, como se muestra a continuación por medio de
ejemplos gráficos de una economía con dos sectores, Agropecuario (A) y No Agropecuario (NA).
El Gráfico 7 muestra una situación en la que la tecnología o la disponibilidad de factores mejoran
de manera proporcional en los distintos sectores. Este no necesariamente será el caso, ya que,
73
como se muestra en el Gráfico 8 es posible que aumente proporcionalmente más la disponibilidad
de factores específicos a un sector, o que el desarrollo de la tecnología ocurra de manera
relativamente más importante en uno de los sectores.

Gráfico 7: FPP con Rendimientos decrecientes. Mejora tecnológica y/o mayor


disponibilidad de factores que afecta por igual a todos los sectores
QAA

QNA
N
A
Crecimiento sesgado sectorialmente
Gráfico 8: FPP con Rendimientos decrecientes. Mejora tecnológica y/o mayor
disponibilidad de factores sesgada sectorialmente

A
QA A
QA

QNA QNA
N N
(Panel izq.: sesgo favorable al sector Agrícola
A – Panel der.: sesgo favorable al sector No Agrícola)
A

6.2. Los temas tratados en este capítulo puestos en contexto


La herramienta conceptual de la FPP resulta útil para razonar acerca de cuestiones de
asignación de recursos en una economía en el corto plazo, cuando la única alternativa de
obtener más bienes y servicios en un sector implica necesariamente resignar producción en el
resto de la economía, lo que se representa como un desplazamiento sobre una FPP dada.
El desplazamiento hacia la derecha de la FPP generalmente se asocia a un proceso de
largo plazo, en el cual es relevante el análisis del crecimiento económico. El crecimiento es un

74
objetivo de toda economía, puesto que el mismo permite proveer a los habitantes de la misma de
más bienes y servicios, en la búsqueda de obtener un mayor nivel de bienestar económico. No
sólo interesa al análisis de crecimiento obtener mayor cantidad de productos, sino que los
esfuerzos generalmente se asocian a mejoras en la calidad y variedad de bienes y servicios
La experiencia histórica y la literatura económica muestran que el proceso de cambio
estructural de las economías de los países a medida que crecen y progresan materialmente, sigue
determinadas pautas de desarrollo sectorial. En una primera fase, aumenta la producción industrial
y disminuye el peso de la agricultura en el producto de la economía. En una segunda fase, se
produce una disminución relativa del sector industrial y aumenta de manera sostenida la
participación de la actividad en los servicios.
Se pueden distinguir tres mecanismos alternativos para explicar este proceso de cambio
estructural. Uno operaría por el lado de la demanda (preferencias), otro por el lado de la oferta
(productividad), y otro por ambos a la vez (comercio internacional). Precisamente estos temas
serán analizados en detalle en los siguientes capítulos.
A grandes rasgos, por el lado de la demanda, el proceso de cambio estructural puede darse
cuando los hogares, a medida que aumenta su nivel de riqueza, gastan una menor proporción de
su ingreso en alimentos y más en bienes industriales, e incluso, a partir de un determinado umbral,
empiezan a gastar una mayor proporción en servicios y menor en bienes manufacturados. Por el
lado de la oferta, el cambio en la composición sectorial de una economía puede darse cuando
distintos sectores de la economía experimentan tendencias diferentes en productividad que
derivan en cambios en los precios relativos. Finalmente, el comercio internacional puede influir en
el proceso de transformación estructural por vía de una caída en los costos del comercio que
afecta a los patrones de especialización productiva en base a las ventajas comparativas de cada
país, que a su vez afectan las asignaciones sectoriales de los factores. Todos estos elementos de
análisis serán mejor comprendidos con las herramientas de los próximos capítulos.
Para poner en contexto estos temas, en el Gráfico 9 se analiza la evolución durante un
período de 6 décadas del producto en Argentina, diferenciando el análisis entre lo ocurrido en el
sector Primario aquí denominado Agrícola (agrupa las actividades de agricultura, pesca, caza y
silvicultura), y en el Resto de sectores no agrícolas. Si bien es un análisis muy agregado de la
economía, permite utilizar los conceptos y herramientas desarrollados en este capítulo.
En lo referido al empleo, puede apreciarse de qué manera el aumento de la dotación del
factor trabajo se fue destinando a los sectores no agrícolas, lo que permitió (lógicamente en
conjunto con otros factores que se combinaron con una determinada tecnología) un continuo
aumento de la producción de este sector. Puede apreciarse también cómo a pesar de que el
sector agrícola fue “perdiendo” año a año trabajadores, logró aumentar su nivel de producto
prácticamente en todo el periodo.
Gráfico 9: Empleo y producción sectorial en Argentina. 1950-2011
Empleo sectorial en Argentina. 1950-2011. En Producto sectorial en Argentina. 1950-2011.
miles de trabajadores Valor agregado bruto a precios de 2005
20.000 700.000
18.000
600.000
16.000
Fuente: con datos de GGDC 10 Sector Database Agricola
14.000 500.000 No Agrícola
12.000 TOTAL
400.000
10.000
300.000
8.000 Agricola
6.000 No Agrícola 200.000
4.000 TOTAL
100.000
2.000
- 0
1959

1989

2010
1950
1953
1956
1959
1962
1965
1968
1971
1974
1977
1980
1983
1986
1989
1992
1995
1998
2001
2004
2007
2010

1950
1953
1956

1962
1965
1968
1971
1974
1977
1980
1983
1986

1992
1995
1998
2001
2004
2007

75
El gráfico 10 pone en perspectiva el cambio estructural sectorial de la economía argentina
entre 1950 y 2011 con el ocurrido en otras economías relevantes. Se evidencia la posición relativa
bien diferenciada de una economía avanzada en el proceso de desarrollo como EEUU respecto al
resto de países incluidos en la muestra. Esto se debe principalmente a que estos países se
encontraban, a lo largo del período considerado, en una fase de desarrollo anterior. Nótese cómo
hasta la década de 1970 España y Brasil mostraban una especialización más concentrada que la
de Argentina en el sector primario en detrimento de las manufacturas y los servicios. La evolución
de la estructura productiva desde 1970 evidencia cómo España se concentró relativamente más
rápido en las actividades no agrícolas. El porcentaje del empleo en el sector primario de la
economía relativo al resto de sectores también mostró un declive generalizado en todas las
economías.

Gráfico 10: Participación del Sector Primario en el empleo y producción sectorial. 1950-
2011. Argentina, Brasil, Estados Unidos y España

Argentina Brasil

60,0% Participación en el total del empleo 60,0%


Participación en el total del
empleo
50,0% Participación en el total de la 50,0%
producción Participación en el total de
la producción
40,0% 40,0%

30,0% 30,0%

20,0% 20,0%

10,0% 10,0%

0,0% 0,0%
1951 1961 1971 1981 1991 2001 2011 1951 1961 1971 1981 1991 2001 2011

España Estados Unidos


50,0% 50,0%
45,0% Participación en el total del 45,0%
40,0% Fuente: con datos de GGDC 10 Sector Database
empleo 40,0% Participación en el total del empleo
Participación en el total de
35,0% la producción 35,0%
30,0% 30,0% Participación en el total de la
producción
25,0% 25,0%
20,0% 20,0%
15,0% 15,0%
10,0% 10,0%
5,0% 5,0%
0,0% 0,0%
1951 1961 1971 1981 1991 2001 2011 1951 1961 1971 1981 1991 2001 2011

76
EJERCICIOS Y PREGUNTAS
1. En una economía se producen dos bienes Y y X, y sólo se utiliza trabajo como factor
productivo. Se sabe que se necesitan 5 horas de trabajo para producir una unidad de X y 0,8
horas para producir una unidad de Y. La economía está dotada con un total de 100 unidades de
trabajo, es decir L= 100.
Se le pide:
a) Obtenga los coeficientes técnicos y las productividades medias para cada bien

b) Obtenga las funciones de producción de X e Y

c) Obtenga ecuación de la frontera de posibilidades de producción de X en términos de Y

d) Obtenga el COX/Y

e) Complete la tabla de posibilidades de producción.

LY X Y
100
75
50
25
0

f) Graficar la frontera de posibilidades de producción.

2. En una economía donde se producen dos bienes, X e Y, se tiene la siguiente información


- La dotación total de trabajo es L = 200
- Las funciones de producción son 𝑋 = 50 ∗ 𝐿𝑥

𝑌 = 100 ∗ √𝐿𝑦 .

a) Complete la tabla de posibilidades de producción

LY LX Y X COY/X
0 0
50 707,1
100
150
200

77
b) Grafique la Frontera de Posibilidades de Producción
c) ¿Cómo es el CO Y/X? De acuerdo con ello, ¿qué tipo de rendimientos se espera en la
producción del bien Y?
d) Calcule la productividad media y el coeficiente técnico para la producción del bien X

3. En el Gráfico 9 del capítulo se observa que a lo largo del tiempo se fue utilizando cada
vez menos factor trabajo en el sector agrícola. No obstante, la producción en dicho sector
aumentó. Discuta esta evolución utilizando los conceptos de función de producción y cambio
tecnológico.

4. Suponga una economía cerrada con dos sectores, un sector productor de bienes de
consumo, y un sector productor de máquinas y herramientas (también denominado bienes de
capital). Esta economía puede representar sus posibilidades de producción con una FPP que
muestra rendimientos decrecientes. Discuta y represente si el crecimiento de esta economía
depende de en qué punto (mix de bienes de consumo/bienes de capital) de la FPP original decida
ubicarse inicialmente.

BIBLIOGRAFIA
DEMARCO G. (2004). MANUAL DE ECONOMÍA. Impreso Facultad de Ciencias Económicas, Universidad
Nacional de Córdoba.
DÍAZ CAFFERATA, FIGUERAS, FREDIANI, RECALDE Y SWOBODA. PRINCIPIOS DE ECONOMÍA (2da
edición), Ediciones Eudecor.
MANKIW N. (1998) PRINCIPIOS DE ECONOMÍA, Primera edición, ed McGraw-HILL/Interamericana de
España.
MOCHON F. (2005) PRINCIPIOS DE ECONOMÍA ed McGraw-HILL.

78
CAPÍTULO 4

Elección y conducta del consumidor: la demanda

A. Daniela Cristina

Todos tenemos nuestras preferencias (o gustos), y basamos las elecciones en las mismas.
Aunque nuestros recursos sean finitos, los deseos que tenemos de cosas buenas son ilimitados.
Aun cuando tuviésemos una cuenta bancaria virtualmente ilimitada, el tiempo que disponemos
para hacer y tener todo lo que queremos se acabaría rápidamente. El reto es básicamente utilizar
los recursos limitados para satisfacer en la mayor medida posible nuestros deseos. En este
capítulo, se busca caracterizar de tal manera el conjunto de preferencias de un individuo de
manera tal que se pueda realizar predicciones sobre el comportamiento del mismo. En este caso,
estudiaremos a los individuos desde el punto de vista del consumo.

4.1. El comportamiento del consumidor


Para poder delinear algunos conceptos básicos sobre los que basa la teoría, es preciso
establecer algunos supuestos de comportamiento del consumidor. Tienen que ver con la forma en
que el consumidor elige los bienes y servicios que consume1.
 Propiedad de integridad de las preferencias: el consumidor cuando debe elegir entre
ciertas cantidades de artículos de consumo, puede decidir cuál opción prefiere o puede
declararse indiferente. Esto implica que el consumidor puede determinar qué opción es
preferible y qué combinaciones le proporcionan la misma satisfacción.

 Propiedad de transitividad de las preferencias: el consumidor es consistente cuando elige


entre distintas combinaciones de bienes Si el consumidor prefiere A a B, y luego dice que
prefiere B a C. Para ser consecuente, debe preferir A a C.

 Supuesto de insaciabilidad: más es preferible a menos. Esto implica que el consumidor


nunca estaría satisfecho con respecto a la cantidad de bienes deseados.

Además, se supone que el consumidor tiene pleno conocimiento de la disponibilidad de


bienes, de sus cualidades y de sus precios.

4.2. Las curvas de indiferencia


Gran parte del análisis económico se puede llevar a cabo mediante herramientas gráficas.
Esto debido a que el análisis gráfico permite emplear un lenguaje para comunicar el análisis
teórico que clarifica ideas.
Los cuatro supuestos que hemos presentado se pueden traducir en una herramienta gráfica
que nos permiten comparar la satisfacción que proporciona una combinación de consuno de
bienes. La curva de indiferencia se define como combinaciones de bienes que proporcionan la
misma utilidad al consumidor (son indiferentes) o sea que es aquella que representa un nivel

1
Puede que cuando contrastamos con la realidad, alguno de los supuestos no se dé en algún momento del
tiempo, sin embargo, son la base que cimienta el modelo, y si las predicciones que se obtienen del mismo
son válidas, las seguiremos empleando para construirlo.

79
constante de satisfacción. Es importante notar que para trazar las curvas sólo se necesita el
orden o rango de preferencias, dado que no se especifica una “cantidad” absoluta de satisfacción.
Para derivar la curva de indiferencia, partiremos primero de una Tabla que muestra las
diversas combinaciones de consumo de dos bienes entre las que el individuo se siente indiferente:
X y Y (por ejemplo, x puede ser el número de lomitos que consume por mes, y Y, el número de
helados que consume al mes).

Tabla 4.1. Tabla de indiferencia

Qx Qy Combinación
(lomitos) (helados)
3 10 A
4 7 B
5 5 C
6 4,2 D

En la Tabla 4.1 se observan distintas combinaciones hipotéticas de consumo del bien


X(lomitos) y bien Y (helados) al mes. Según se observa en la tabla, si el consumidor consume
inicialmente 3 lomitos y 10 helados al mes, para que se mantenga indiferente, si recibe menos
helados al mes (por ejemplo, 7 helados), debe consumir más del otro bien (4 lomitos). Esto es así
debido a que si bien ambos son artículos que proporcionan satisfacción, si sacrifica algo de un
bien, la única forma que se mantenga igualmente satisfecho es viéndose compensado con un
consumo mayor del otro bien.
Si ahora los puntos de la Tabla 4.1 se trasladan al espacio de bienes, se obtiene la curva de
indiferencia. La misma surge de tomar las combinaciones A, B, C y D, representarlas en el espacio
de bienes y unir los puntos con una línea suave. Todos los puntos sobre la curva proporcionan la
misma satisfacción al consumidor. El individuo es indiferente entre 10 helados y 3 lomitos (punto A
en la curva de indiferencia), y 5 helados y 5 lomitos (punto C en la curva de indiferencia).

Gráfico 4.1. Curva de indiferencia


12
A
10

8 B

6 C
D
4

0
0 1 2 3 4 5 6 7

4.3. Características de las curvas de indiferencia


Para este curso, consideraremos siempre bienes (y no males). Además de este supuesto
que tomaremos por el nivel introductorio de la materia, las curvas de indiferencia tienen tres
características básicas: tienen pendiente negativa, son convexas al origen, y no pueden
intersecarse.

80
Pendiente negativa: Puesto que se está hablando de bienes económicos (o sea, escasos)
si el individuo consume más de X debe consumir menos de Y para permanecer en la misma curva
de indiferencia que muestra el mismo nivel de satisfacción.
No pueden intersecarse: Se puede demostrar que las CIC no pueden intersecarse
observando el Gráfico 4.3. G y H son dos puntos sobre la curva I y como tales, producen igual
satisfacción o utilidad al consumidor. Además, G y J son dos puntos sobre la curva II, y también
proporcionan igual nivel de satisfacción al consumidor. Por lo tanto, J y H son puntos de igual nivel
de satisfacción, y por lo tanto se encuentran en la misma curva.

Gráfico 4.2. Curvas cruzadas


12

10

8
G
J
6
II
4 H I

0
0 1 2 3 4 5 6 7

Convexas al origen: esta propiedad se basa en un supuesto básico sobre las preferencias
del consumidor, que postula que mientras más cantidad de un bien en particular tenga un
consumidor, menos valorará una unidad adicional o marginal.

4.4. Mapas de indiferencia


Podemos representar un resumen de las preferencias del consumidor mediante un mapa de
preferencias. Esto es, dado que hemos supuesto que el consumidor puede comparar dos bienes
cualquieras y decidir que prefiere o que es indiferente entre los dos, existe un número infinito de
curvas de indiferencia que consideradas en su conjunto describen totalmente las preferencias del
consumidor.

Gráfico 4.3.Mapa de curvas de indiferencias


14

12

10

6
CIC 3
4
CIC 2
2

0 CIC 1
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12

81
El Gráfico 4.2 muestra un ejemplo, considerando sólo tres curvas del infinito número que el
mismo contiene. Los puntos de la CIC2 indican más satisfacción o utilidad que los puntos sobre la
CIC1, pero menos satisfacción que los puntos sobre la CIC3.

4.5. La restricción presupuestaria


Ahora centraremos el análisis en lo que el consumidor efectivamente puede comprar. Esto
es, confrontaremos al individuo en con principio de la escasez, que viene dada básicamente por su
ingreso monetario y los precios de los bienes a los que se enfrenta.
Si seguimos considerando dos bienes X e Y (lomitos y helados), y consideramos los precios
de dichos bienes dados desde el punto de vista del consumidor2, y si el ingreso monetario del
individuo está dado por M, entonces la restricción presupuestaria viene dada por:

Ingreso= Gasto en bien X + Gasto en bien Y

𝑀 = 𝑄𝑥 𝑃𝑥 + 𝑄𝑦 𝑃𝑦

Dicho de otra forma, al total del ingreso M del individuo lo gasta en el consumo del bien X,
lomito (cantidad de lomitos multiplicado por el precio del lomito) más el consumo del bien Y,
helados (cantidad de helados multiplicado por el precio del helado).
Supongamos que el ingreso del individuo es de 50.000 por mes, y que gasta todo en el
consumo de los bienes X e Y (lomito y helado). Suponemos que el lomito cuesta $400, en tanto
que el kilo de helado cuesta $500. Si el consumidor gasta todo su ingreso en el bien X, lomitos,
puede adquirir 25 lomitos al mes. Esto define el punto A. Si gasta todo su ingreso en el bien Y,
helados, puede adquirir 20 helados de un kilo al mes. Esto define el punto B. Al conectar los
puntos con una línea, se obtiene la restricción presupuestaria, que muestra todas las
combinaciones del bien X (lomitos) y bien Y (helados) que este individuo puede comprar, dado su
ingreso monetario y los precios de los bienes.

Gráfico 4.4.La restricción presupuestaria


20
18
16
14
12
Helados

10
8
6
4
2
0
0 5 10 15 20 25
Lomitos

Retomando la expresión para dos bienes Y y X cualquiera, cuyos precios son 𝑃𝑦 y 𝑃𝑥 , a


partir de la expresión 𝑀 = 𝑄𝑥 𝑃𝑥 + 𝑄𝑦 𝑃𝑦 , se pueden despejar las cantidades del bien Y para obtener
la ecuación de la línea que representa la restricción presupuestaria:

2
Esto implica que el consumidor no puede afectar dichos precios.

82
𝑀 𝑃𝑥
𝑄𝑦 = − 𝑄
𝑃𝑦 𝑃𝑦 𝑥

10.000 400
Se tiene que 𝑄ℎ𝑒𝑙𝑎𝑑𝑜 = − 500 𝑄𝑙𝑜𝑚𝑖𝑡𝑜 , o sea, 𝑄ℎ𝑒𝑙𝑎𝑑𝑜 = 20 − 0,8𝑄𝑙𝑜𝑚𝑖𝑡𝑜 .
500

del bien X(lomitos) y bien Y (helados)

𝑀
indica la cantidad de y que se pueden obtener cuando todo el ingreso se dedica a consumir el
𝑃𝑦
𝑀
bien y, mientras que indica la cantidad d ex que se pueden obtener cuando todo el ingreso se
𝑃𝑥
𝑃𝑥
dedica a consumir el bien x. La pendiente − es el precio relativo de los bienes x e y. Éste
𝑃𝑦
además indica el costo de oportunidad de los bienes: en el caso del ejemplo, el costo de
oportunidad de cada unidad adicional del bien x (lomitos) es 0,8 de helado.

4.6. El equilibrio del consumidor


El mapa de curvas de indiferencia nos dice cómo se ordenan las distintas combinaciones de
bienes (cestas) en orden de preferencia, mientras que la restricción presupuestaria muestra qué
combinaciones de bienes son asequibles. El consumidor debe elegir la cesta asequible por la que
tiene mayor preferencia. La estrategia será desplazarse a curvas de indiferencia cada vez más
altas hasta que se logre la más alta que puede alcanzar dada su restricción presupuestaria.
El equilibrio del consumidor es el punto en el que un consumidor encuentra su mayor la
utilidad (o la satisfacción total que obtiene de sus gastos) dadas las restricciones de su ingreso y
de los precios. Esto lo logra cuando con el ingreso que tiene puede adquirir los bienes que le
reportan la mayor satisfacción. En otras palabras, un consumidor está en equilibrio cuando, dada
la línea de su presupuesto, alcanza la curva de indiferencia más alta posible. Esto se logra
cuando el consumidor se encuentra en el punto de tangencia entre la curva de indiferencia
y la restricción presupuestaria.

Gráfico 4.5.El equilibrio del consumidor

E* es el punto de mayor satisfacción del consumidor


𝑀 (utilidad), dados los gustos, los precios y el ingreso.
𝑃𝑦

𝑀
𝑃𝑥

Espacio presupuestario: es el conjunto de combinaciones de los bienes x e y que el


consumidor puede adquirir

83
4.7. Desplazamientos en la restricción presupuestaria ante cambios en el ingreso o
en el precio de los bienes
La pendiente y la posición de la restricción presupuestaria dependen del ingreso del
consumidor y de los precios de los respectivos bienes. Si cualquiera de estos determinantes se
modifica, se tendrá una nueva restricción presupuestaria.
4.8. Cambios en el ingreso
Supongamos por ejemplo que en el caso del consumidor el ingreso disminuye en un 50%.
El efecto en términos gráficos es que tanto la ordenada al origen como la abscisa al origen
disminuye en un 50%. Esto es, el consumo máximo de lomitos descenderá de 25 a 12,5, mientras
que el consumo máximo de helados pasó de 20 helados a 10 helados3.

Gráfico 4.6. Cambios en el ingreso


20
M/PH=20
18
16
Helados

14
12
M/PH=10
10
8
6
4
PL/PH=-0,8
2
0
0 5 10 15 20 25
M/PL=12,5
Lomitos M/PL=25

4.9. Cambios en el precio de un bien y la demanda


Cuando se modifica el precio de algunos de los bienes considerados (lomitos o helados) es
de esperar que el consumidor reaccione para maximizar su utilidad.
Supongamos que el precio de los lomitos aumentase drásticamente debido a una marcada
escasez de carne vacuna, de $400 a $800. El precio de los helados y el ingreso se mantiene
constante. El resultado es que si el consumidor ahora dedica todo su ingreso a consumir el bien
𝑀
lomitos, en vez de consumir un máximo de 25 unidades de lomito por mes 𝑃𝑙𝑜𝑚𝑖𝑡𝑜
=10000/400,
𝑀
puede consumir tras el aumento de precios 12,5 unidades, =10000/800. Esto se ve reflejado
𝑃𝑙𝑜𝑚𝑖𝑡𝑜
en la restricción presupuestaria, que pivota hacia adentro, disminuyendo sensiblemente las
posibilidades de consumo del individuo. Evidentemente, ante la nueva restricción presupuestaria,
el consumidor se verá enfrentado a sus curvas de indiferencia y deberá optimizar para determinar
las cantidades demandadas a cada precio: la función demanda se deriva de ese problema de
optimización, ante un cambio en los precios relativos.

3
El lector podrá comprobar que el efecto respecto a la repercusión sobre lo que puede comprar el
consumidor de la reducción del ingreso a la mitad es análogo al efecto de la duplicación de cada uno de los
precios: las dos variaciones dan lugar exactamente a la misma restricción presupuestaria.

84
Gráfico 4.7 Equilibrio del consumidor
20
18
16
14 a
12
Helados

10 b
8
6
4
2
0
0 5 10 15 20 25
Lomitos

Lo que estás sucediendo en el ejemplo, es que está cambiando el precio relativo de los
lomitos en relación a los helados: pasa de 400/500=0,8 a 800/500=1,6. Es decir, lo relevante no
sólo es que el precio de los lomitos cambió, sino que además el precio de los helados no cambió,
lo que implica que relativamente, los lomitos se encarecieron.
A partir del cambio en el precio del bien (considerando que es un cambio en el precio
relativo del mismo), se puede derivar cómo cambian las cantidades demandadas del bien cuando
cambia el precio, manteniéndose los demás determinantes de la demanda (los gustos, resumidos
en las preferencias, el precio de los otros bienes, y el ingreso) constantes.
Gráficamente, se puede representar el cambio en las cantidades demandadas cuando
cambia el precio, existiendo una correspondencia entre los puntos a y b del equilibrio del
consumidor.

Gráfico 4.8. La función demanda


1200

1000
P lomitos

800 b

600

400 a

200

0
Q lomitos

4.10. La demanda
Una propiedad fundamental de la curva de demanda es que tiene pendiente negativa con
respecto al precio del propio bien. Esto es, si por ejemplo consideramos ahora la curva de
demanda de caramelos, la misma indica que cuando el precio baja, los compradores adquieren
más.

85
En el mercado de los caramelos, la curva de demanda que indica cuántos caramelos
estarían dispuestos a comprar los consumidores a diferentes precios. Esta función supone que
hay determinantes que se mantienen fijos (o que se encuentran dados): el ingreso, los gustos, y el
precio de otros bienes. Es decir que en términos generales, la demanda de un bien (en este caso
de caramelos) se puede explicitar como:

Dcaramelos= f(Pcaramelos, Potros bienes, Y, Gustos),

siendo el precio de los otros bienes, el ingreso y los gustos de los consumidores parámetros
que se mantienen constante en la función.
En el mercado de los caramelos, se puede observar la cantidad que está dispuesta adquirir
por mes un consumidor. Una de las formas de representar la función demanda es mediante una
taba de demanda, según se observa en la Tabla 4.2.

Tabla 4.2. La tabla de demanda de caramelos

P Qd
0 50
1 40
2 30
3 20
4 10
5 0

La ecuación de la curva de demanda en forma de línea recta debe tomar la siguiente forma:
Qd= a-bP, donde P es el precio del producto (que convencionalmente se coloca en el eje de las
ordenadas y Qd es la cantidad demandada a ese precio (las cantidades se miden en el eje de las
abscisas). a es la abscisa al origen de la curva de demanda, y b es la pendiente.
En el caso del ejemplo de los caramelos, la abscisa al origen4 es 50, y la pendiente es -10.
Por lo tanto, la ecuación de esta curva de demanda es: Qd=50-10P.

Gráfico 4.9. La demanda

5
P
4

0
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50
Q

4
El valor de a se obtiene fácilmente cuando el valor de P=0.

86
4.11. Elasticidad precio de la demanda
La elasticidad precio de la demanda es una medida de la sensibilidad de la cantidad
demandada de un bien ante variaciones de su precio. La elasticidad () mide el cambio porcentual
de la cantidad demandada de un bien ante un cambio porcentual en el precio.
Dado que precio y cantidad demandada están inversamente relacionados, el coeficiente de
la elasticidad precio de la demanda es siempre un número negativo. Para mayor comodidad, se
prescinde del signo negativo y se emplea el valor absoluto, de manera tal que si se representa
como  la elasticidad, se tiene que:
𝛥𝑄𝑑 𝑄1−𝑄0
Variación porcentual en la QD 𝛥𝑄𝑑 𝑃0
 = Variación porcentual en el
𝑄 𝑄0
precio
= 𝛥𝑃 = 𝑃1−𝑃0 = 𝛥𝑃 𝑄0
,
𝑃 𝑃0

donde ΔQ representa el cambio en la cantidad demandada; ΔP el cambio en su precio, y 𝑄0


,y 𝑃0 son los precios y cantidades iniciales, respectivamente.
Supongamos que nos interesa saber qué es lo que está sucediendo con la función demanda
de caramelos, Qd=50-10P, cuando su precio varía de $1 a $1,5: al precio inicial de $1 se
demandan 40 unidades, mientras que cuando el precio sube a $1,5 la cantidad demandada
disminuye a 35. Esto implica que la elasticidad está dada por:
𝑄1−𝑄0 35−40

= 𝑄0
𝑃1−𝑃0 = 40
1,5−1 =|−0,25|
𝑃0 1

En cambio, si nos encontrásemos en una situación en que el precio es ya de $1,5 y el


mismo bajase a $1, las cantidades demandadas pasarían de 35 a 40, por lo que la elasticidad
precio sería en ese caso:
𝑄1−𝑄0 40−35

= 𝑄0
𝑃1−𝑃0
35
= 1−1.5 =|−0,42|
𝑃0 1,5

Como se ve, la elasticidad precio de la demanda es diferente en todos los puntos a lo largo
de la curva de demanda, y como se verá más adelante, para poder considerar cómo cambia la
demanda en un tramo de la curva, es conveniente considerar la elasticidad arco promedio.
En términos generales, se dice que la demanda de un bien es elástica, si el valor absoluto
de su elasticidad precio es mayor a uno; se dice que es inelástica, si el valor absoluto de su
elasticidad precio es menor que uno, y se dice que es de elasticidad unitaria, cuando el valor
absoluto de su elasticidad precio es igual a uno.
Variación % en Qd
Si la elasticidad es unitaria,  = 1, | | =1. Por lo que se desprende que en este
Variación % en P
caso, la variación porcentual en las cantidades demandadas es igual a la variación porcentual en
el precio.
Variación % en Qd
En el caso en que la demanda de un bien sea elástica,| | >1, la variación
Variación % en P
porcentual en las cantidades demandadas es mayor a la variación porcentual en el precio.
Variación % en Qd
Finalmente, cuando la demanda de un bien es inelástica| | <1 la variación
Variación % en P
porcentual en las cantidades demandadas es menor a la variación porcentual en el precio.
En los ejemplos que consideramos, con  = 0,25 ó  = 0,42, se está en el tramo inelástico
de la demanda (es decir que las cantidades demandadas reaccionan en menor medida que las
variaciones en el precio).

87
La elasticidad a lo largo de la demanda
Si consideramos en términos generales una función demanda de la forma 𝑄𝑑 = a − bP,
ΔQd
donde b mide la inversa de la pendiente (b = ). Como la pendiente de una curva de demanda
ΔP
lineal es constante, b también lo será.
ΔQd P 𝛥𝑄
Considerando la fórmula de elasticidad precio,  = ΔP Q
, se puede reemplazar al 𝛥𝑃
por su
𝑃
igual, b, por lo que la elasticidad precio será igual a:  = 𝑏 . Esta forma de expresar la elasticidad
𝑄
precio es muy relevante a nivel teórico, debido a que muestra que la elasticidad-precio asume un
valor diferente en cada uno de los puntos de la curva de demanda lineal, dependiendo
𝑃
críticamente del valor que asuma el cociente de 𝑄.

Consideremos en el Gráfico la elasticidad precio en el punto C de la demanda. En este


punto, el cociente P/Q es igual a 2,5/25=0,1. Por otra parte, el valor de b= ΔQ/ΔP (que es igual a
1/pendiente), es 10 (prescindimos por simplicidad del signo). Introduciendo estos valores en la
𝛥𝑄𝑑 𝑃 2,5
fórmula de elasticidad, tenemos que  = =10 × =1 (elasticidad unitaria), resultado que se
𝛥𝑃 𝑄 25
obtiene siempre a partir del precio que surge de hacer A/2 y las cantidades que surgen de hacer
B/2. Esto es, la elasticidad precio de la demanda en el punto medio de cualquier curva de
demanda lineal debe ser siempre 1.

Gráfico 4.10. Elasticidad en el punto medio de una demanda lineal

A 5
P 4,5
4
3,5
3
A/2 2,5 C
2
1,5
1
0,5 Q
0
0 10 20 30 40 50 60
B/2 B

Dado que P/Q disminuye a medida que nos desplazamos en sentido descendente por la
curva de demanda, la elasticidad precio debe ser menor que uno en cualquier punto situado
por debajo del punto medio. Esto es así, porque a medida que descendemos por la curva de
demanda, P disminuye y Q aumenta, lo que refuerza que el ratio P/Q será menor.
Por otro lado, la elasticidad precio debe ser mayor que uno en cualquier punto situado por
encima del punto medio (tramo elástico de la demanda).

88
Gráfico 4.11. Tramos de la elasticidad precio

Una curva de demanda


lineal es elástica por arriba
de su punto medio,
unitaria en el punto
medio e inelástica por
abajo de su punto medio.

Gráfico 4.12. Cálculo geométrico de la elasticidad

Para medir la elasticidad precio de la demanda en el punto D de la curva de demanda,


partimos de la fórmula de elasticidad precio de la demanda:
𝛥𝑄𝑑

= 𝑄
𝛥𝑃
𝑃

Si consideramos que el 𝛥𝑄𝑑=CB, 𝛥𝑃=CD. A su vez, el precio es igual a la distancia vertical


AO mientras que las cantidades están dadas por el segmento horizontal OC. Introduciendo estas
correspondencias en segmentos en la fórmula de elasticidad, se obtiene que:
𝛥𝑄𝑑 𝐶𝐵
𝑄 𝑂𝐶
𝛥𝑃 = 𝐶𝐷 ;
𝑃 𝑂𝐴

Pero como 𝐶𝐷 = 𝑂𝐴, resulta que la elasticidad medida sobre el eje horizontal es igual a:
𝐶𝐵
𝑂𝐶 𝐶𝐵
𝐶𝐷(=𝑂𝐴) = 𝑂𝐶 .
𝑂𝐴

89
4.12. Elasticidad arco
En una curva de demanda el coeficiente de la elasticidad precio de la demanda entre dos
puntos se denomina elasticidad arco. La elasticidad arco se calcula considerando cómo cambian
las cantidades demandadas en relación al promedio de cantidades, cuando varía el precio también
en relación al promedio de los precios considerados.

𝑄1 − 𝑄0
𝑄1 + 𝑄0
arco =| |
𝑃1 − 𝑃0
𝑃1 + 𝑃0

Volviendo al ejemplo anterior, consideremos el caso en que se considera subir el precio de


los caramelos de $1 a $1,5, sabiendo que al precio inicial de $1 se demandan 40 unidades,
mientras que cuando el precio sube a $1,5 la cantidad demandada disminuye a 35. Esto implica
que la elasticidad estará dada por:

35 − 40
= | 35 + | = 0,33.
40
arco
1,5 − 1
1,5 + 1

4.13. Elasticidad y gasto total


En términos generales, una persona que tiene un kiosco, estará interesado en saber el
comportamiento de la demanda para saber cuánto gastaran los consumidores en caramelos. Es
importante advertir que ya no es tan trascendente si aumento o disminuyo el precio de los
caramelos, como lograr que los consumidores gasten lo más posible en caramelos en el kiosco. Lo
relevante que debemos advertir es que en realidad el precio al que se deberían comercializar los
caramelos que logrará que los consumidores gasten más en el kiosco depende de la elasticidad
precio de la demanda. Consideremos dos casos distintos: uno en que el precio sube de 2 a 2,5, y
otro en el que el precio sube de 2,5 a 3.
Si se define al gasto total como el producto del precio comercializado por las cantidades
demandadas a ese precio (GT=PxQ), se tiene que cuando el precio es de 1,5, las cantidades
demandadas son 35 caramelos (Qd=50-10x1,5), el gasto total es de 52,5, mientras que cuando el
precio es de 2, las cantidades demandadas son 30 (Qd=50-10x2) y el gasto total es de 60. En este
caso, claramente se decidirá poner el precio más alto porque el gasto que efectúan los
consumidores en caramelos es mayor cuando el precio es de 2,5 que cuando el precio es de 1,5.

90
Gráfico 4.13. Caso 1: El precio sube de 1,5 a 2

Consideremos ahora qué sucede si el precio inicial de cada caramelo fuese $3, y e mismo
sube a $4. Con un precio de $3, las cantidades demandadas serán 20 (Qd=50-10x3), por lo que el
gasto total será de 60. Si el precio sube a $4, las cantidades demandadas serán 10 (Qd=50-10x4),
por lo que el gasto total será de 40. En este caso, no es conveniente subir el precio porque el
gasto total de los consumidores en caramelos disminuye cuando aumenta el precio.

Gráfico 4.14. Caso 2: el precio sube de 3 a 4

¿Qué es lo que hace que sea tan diferente la respuesta del gasto total a un aumento de
precio? Casualmente, la elasticidad precio de la demanda. Para comprenderlo mejor,
calcularemos primero el gasto total para un subconjunto de precios que se ilustran a continuación:

Tabla 4.3. Precio, cantidad demandada y gasto total

P Qd=50-10P GT=PxQ
0 50 0
0,5 45 22,5
1 40 40
1,5 35 52,5
2 30 60
2,5 25 62,5
3 20 60
3,5 15 52,5
4 10 40
4,5 5 22,5
5 0 0

91
A continuación, graficamos la curva del gasto total en función del precio. En la misma se
observa que el gasto total se comporta de una manera particular: el precio aumenta y aumenta el
gasto total hasta que el precio asume el valor de 2,5, momento en el cual la curva de gasto total
alcanza su máximo, y a partir de este punto, el gasto total comienza a disminuir ante subas en los
precios.

Gráfico 4.15. El gasto total y los tramos de la demanda


Tramo inelástico unitaria tramo elástico
GT
80
60 62,5
60
60
52,5 52,5 GT
40 40 40

20 22,5 22,5
0
0 P
0 0,5 1 1,5 2 2,5 3 3,5 4 4,5 5
-20
Qd=50-10P
-40

-60
Q

Esto guarda estrecha relación con los tramos de la demanda: en el rango de precios entre 0
y 2,5, la demanda se encuentra en su tramo inelástico, mientras que cuando se considera los
precios entre 2,5 y 5, la demanda se encuentra en su tramo elástico.
En el tramo inelástico de la demanda, la variación porcentual en las cantidades
demandadas es menor a la variación porcentual en el precio. En el ejemplo considerado, cuando
2−1,5
el precio sube de 1,5 a 2, el precio está subiendo un 33% = 1,5
, mientras que las cantidades
30−35
demandadas están cayendo en un 14% = , razón por la que sobre el gasto total prima el
35
efecto de la suba en el precio y por ende el gasto total sube.
En el caso en que la demanda de un bien sea elástica, la variación porcentual en las
cantidades demandadas es mayor a la variación porcentual en el precio. En el ejemplo
4−3
considerado de una suba en el precio de 3 a 4, el precio también está subiendo en un 33% = 3
,
10−20
pero las cantidades demandadas están cayendo en un 50% = 20
, razón por la que sobre el
gasto total prima el efecto de la baja en las cantidades y por ende el gasto total baja.

92
Tabla 4.4. Relación entre el precio y el gasto total

Fuente: Bernanke.
Según se puede observar en la Tabla 4.4., se puede el comportamiento del gasto total se
puede generalizar: cuando la demanda es elástica, una variación en el precio hace que el gasto
total varíe en sentido contrario; mientras que cuando la demanda es inelástica, una variación en el
precio hace que el gasto total varíe en el mismo sentido.

4.14. Elasticidad cruzada de la demanda


La elasticidad cruzada muestra cómo cambia la demanda de un bien ante una variación
porcentual en el precio de otro bien.
La elasticidad cruzada de la demanda de X con respecto al precio del bien Y (xy) mide el
cambio porcentual en la demanda de X (ΔQx/Qx) ante un cambio porcentual en el precio de Y
(ΔPy /Py). Así,
𝛥𝑄𝑥
Variación porcentual en la demanda de X
𝑥𝑦 = Variación porcentual en el precio de y
= 𝑄𝑥
𝛥𝑃𝑦 .
𝑃𝑦

Bienes sustitutos
Consideremos el caso ya analizado de dos bienes sustitutos, el café y el te. Cuando
aumenta el precio del café, se produce una disminución en las cantidades demandadas de café,
pero como el consumidor considera al café y al te sustitutos, el consumidor al dejar de consumir
café comenzará a demandar más te, volcándose por ende a este mercado. O sea, que el aumento
en el precio del café ha derivado en un aumento en la demanda de te (la variación porcentual en la
demanda de te va en el mismo sentido que la variación porcentual en el precio del café)

𝛥𝑄𝑥

𝑥𝑦=
𝑄𝑥
𝛥𝑃𝑦 >0,
𝑃𝑦

por tratarse de bienes sustitutos.

93
Gráfico 4.16. Bienes sustitutos

PCAFE PTE

Q CAFE Q TE

Bienes complementarios
Si se considera el caso de dos bienes complementarios como el café y los filtros de café. El
aumento en el precio del café, se produce una disminución en las cantidades demandadas de
café, pero como el café y los filtros son complementarios, al disminuir las cantidades demandadas
de café el consumidor disminuirá la demanda de filtros de café. O sea, que el aumento en el precio
del café ha derivado en una disminución en la demanda de filtros de café (la variación porcentual
en la demanda de filtros de café te va en sentido opuesto al sentido de la variación
𝛥𝑄𝑥

porcentual en el precio del café) 𝑥𝑦= 𝛥𝑃𝑦 < 0 por tratarse de bienes complementarios.
𝑄𝑥

𝑃𝑦

Gráfico 4.17. Bienes complementarios

P
PCAFE F

Q CAFE Q FILTROS DE CAFÉ

El caso en que los bienes sean independientes está dado por xy = 0.

94
4.15. Elasticidad ingreso de la demanda
El coeficiente de la elasticidad ingreso de la demanda (𝑌 ) mide el cambio porcentual en la
demandada (ΔQ/Q) ante un cambio porcentual en el ingreso de un consumidor (ΔY/Y).
𝛥𝑄𝑑
Variación porcentual Qd 𝛥𝑄𝑑 𝑌
𝑌 = Variación porcentual Y
= 𝑄
𝛥𝑌 = 𝛥𝑌 𝑄.
𝑌

Cuando la demanda varía en sentido opuesto al ingreso, el bien es inferior (𝑌 < 0)

Cuando la demanda varía en igual sentido que el ingreso 𝑌 > 0, el bien es normal. A su vez, un
bien normal es un bien de lujo si 𝑌 > 1; de no ser así, es un bien básico o necesario5.

5
Según el nivel de ingreso del consumidor, es probable que 𝑌 varíe: un bien puede ser un bien de lujo a
niveles “bajos” de ingreso, un bien básico a niveles “intermedios” y un bien inferior a niveles “altos” de
ingresos.

95
Bibliografía

Bernanke, Ben S. y Robert H. Frank. (2007). Principios de Economía. Tercera edición. McGraw-Hill

Demarco, Gustavo (2004). Manual de Economía. Impreso Facultad de Ciencias Económicas,


Universidad Nacional de Córdoba.

Díaz Cafferata, Alberto M.; Alberto J. Figueras, Ramón O. Frediani, María L. Recalde, y Carlos J.
Swoboda (1999). Principios De Economía. Segunda edición. Ediciones Eudecor.

Miller, Roger L. y Roger E. Meiners (1990). Microeconomía. Tercera edición (segunda en español).
McGraw-Hill.

Mochón, Francisco (2005). Principios de economía. McGraw-Hill.

Salvatore, Dominick (1995). Microeconomía tercera edición. McGraw Hill.

96
EJERCICIOS
1. En el colegio ABC, el kiosco se enfrenta a la siguiente función de demanda de pebetes:

Qd = 250-2P;

a) Calcule la elasticidad precio de la demanda cuando el precio de los pebetes varía de $40 a $50.

b) Ante el incremento en el precio de los pebetes, ¿el gasto total sube, baja o permanece
inalterado? ¿Es conveniente para el kiosco subir el precio del pebete? ¿A qué se debe esto?

2. María es dueña de una peluquería, y está convencida que lo mínimo que puede cobrar ella por
un corte de pelo es $500. Para darle un impulso a su negocio decidió ofrecer descuentos online en
distintos medios. La información que surgió a raíz de estos descuentos, es que cuando los precios
que ella cobra son los que están en la tabla, las cantidades demandadas de cortes de pelo son,
por mes, las siguientes:

P Qd
0
150 700
250 500
350 300
500

a) Calcule la función demanda de cortes de pelo y complete la tabla.

b) Un amigo convenció a María que debe mantener el precio del corte a $150, porque de esa
manera logra la mayor cantidad de cortes de pelo (700) mensuales.

b.1. ese es el mejor precio que puede cobrar porque …

b.2. ese no es el mejor precio que puede cobrar porque…

b.3. no se puede saber cuál es el mejor precio que puede cobrar María porque …

c) La elasticidad arco promedio entre el precio de 250 y el de 500 es igual a…

3. Se conoce la siguiente función de demanda de un bien Qd=80-3p. Si se produce un aumento


del ingreso de los consumidores, tal que a un precio de 5 las cantidades demandadas son 55 y a
un precio de 10 las cantidades demandadas son 40. Encuentre la nueva función de demanda y la
elasticidad arco para los precios dados como datos.

97
Multiple choice
1) El aumento observado en el precio de la carne de vaca: a) Hace disminuir la cantidad
demandada de carne de vaca b) Hace disminuir la demanda de vaca.

2) Cuando se habla de la curva de demanda: a) Se hace referencia a que cuando aumenta el


precio del bien, se produce más, entonces hay más cantidad demandada. b) Se hace
referencia a que cuando aumenta el precio del bien, disminuye la cantidad demandada del
mismo.

3) Si las negociaciones salariales son buenas, y aumenta por ejemplo el salario de los
docentes, entonces a) Aumentará la demanda de carne b) Aumentará la cantidad
demandada de carne. c) No se sabe qué pasará con la carne.

4) Si dichas negociaciones son buenas, el aumento de los salarios de los docentes:

a) Disminuirá la cantidad demandada de la polenta b) Disminuirá la demanda de la polenta c)


No se sabe qué pasará con la polenta

5) Si bajara fuertemente el precio de la nafta: a) Aumentará la demanda de autos b) No se


sabe si sube o baja la demanda de autos c) Aumentará la cantidad demandada de autos

6) Si bajara fuertemente el precio de la nafta: a) Disminuirá la demanda de autos gasoleros b)


Disminuirá la cantidad demandada de autos gasoleros c) No se sabe qué pasará con los
autos gasoleros.

7) Un fuerte aumento del precio de la carne de vaca: a) Hace disminuir la cantidad demanda
de pollo b) Hace disminuir la demanda de pollo c) Hace aumentar la demanda de pollo.

8) Un aumento en el ingreso de los consumidores, dará lugar a: a) un aumento en el precio de


los bienes inferiores; b) una caída de la demanda de los bienes inferiores; c) una
disminución de la demanda de los bienes normales; d) una disminución de la demanda de
los bienes de lujo; e) c y d son correctas; f) ninguna es correcta.

9) Si el valor absoluto de la elasticidad precio de la demanda de un bien es igual a 2 en un


tramo de la curva: a) un aumento del precio hará que se incremente la cantidad demandada
en la misma proporción; b) La curva de demanda es elástica en ese tramo; c) La curva de
demanda es totalmente paralela al eje de las abscisas; d) un incremento en el precio del
bien aumenta el ingreso de los oferentes; e) una disminución en el precio del bien aumenta
el gasto total en el mismo; f) b y d son correctas; g) b y e son correctas; h) ninguna es
correcta.

10) Si las zapatillas y los cordones son bienes complementarios y baja el precio de las
zapatillas: a) aumentará la demanda de cordones; b) aumentará la cantidad demandada de
zapatillas; c) caerá la demanda de bienes sustitutos de zapatillas; d) todas las respuestas
son correctas; e) a y b son correctas; f) b y c son correctas.

11) Si la elasticidad precio de la demanda de un producto es de 0,50 significa: a) un cambio en


el precio modificará la cantidad demandada en un 50%; b) un aumento del 1% en la
cantidad demandada se verifica si el precio se reduce en un 0,5%; c) un aumento del 1% en
la cantidad demandada se verifica si el precio se reduce en un 2%; d) un cambio del 0,5%
en el precio causará un cambio del 0,5% en la cantidad demandada; e) ninguna es correcta.

12) El total gastado en transporte (ómnibus) aumenta cuando el precio del boleto sube. Esto se
debe a que la demanda de servicio de transporte es: a) decreciente con el paso del tiempo;
b) elástica; c) inelástica; d) perfectamente elástica; e) de elasticidad unitaria.

98
CAPÍTULO 5

El lado de la oferta de bienes y servicios.

El papel de los productores

1. El Papel de los Precios en la Reasignación de Recursos

En la economía argentina se produce cada año una amplia variedad de bienes (trigo, carne,
servicios de salud, automóviles, raquetas de paddle, periódicos, computadora), cuya cantidad está
determinada por el flujo de recursos aplicados a cada uso, y las técnicas utilizadas. Esta relación
entre el flujo de servicios de los factores y el flujo de bienes producidos se expresa mediante la
función de producción.

A nivel del conjunto de la economía, la asignación de los recursos entre los sectores determina
una cierta estructura de producción. Como se vio en el capítulo 3, en que agrupamos los bienes
producidos en Argentina en agropecuarios (A) y no agropecuarios (NA), la asignación de recursos
y la estructura de producción de la economía cambian permanentemente a lo largo del tiempo.

Figura 5-1
Precios relativos y composición sectorial de la producción

La asignación de bienes permite razonar en términos del modelo de dos sectores. La curva
de transformación (CT), estudiada en ese Capítulo 3, es la base de su representación gráfica, y sirve
para discutir algunos de los conceptos analíticos importantes relacionados con las posibilidades de
producción de la economía, la estructura productiva sectorial, y los determinantes de sus cambios
a través del tiempo. El análisis de la curva de transformación se limitó a mostrar que la disponibilidad
de recursos y las técnicas determinan el volumen de los diversos bienes que pueden producirse.

Consideremos ahora una economía que produce dos tipos de bienes1 Y1 e Y2; y que en un
momento dado la asignación de recursos es tal que se producen las cantidades Y1(0) e Y2(0), de
ambos bienes. Esta estructura sectorial de producción define el punto (q0) sobre la curva de
transformación de la Figura 5-1

1
El famoso autor inglés, J.R. Hicks justifica formalmente este tipo de agregación, que define como “bien
compuesto”, con el principio de que una colección de bienes puede tratarse como una sola mercancía
mientras pueda suponerse que sus precios relativos no cambian (Cfr. Hicks, 1965)

99
Si ahora se traslada capital, mano de obra, y otros insumos desde el sector 2 hacia el sector
1, la producción de éste aumenta a Y’1, al tiempo que la del sector 2 disminuye a Y’2. Esta nueva
situación corresponde al punto q’.

La pregunta inmediata es por qué se producen estos movimientos en la economía. Para ello
necesitamos explicar por qué las firmas toman la decisión de ocupar menos recursos en la
producción de unos bienes y más en otros.

1.1. Hipótesis sobre la conducta de los productores

Ahora es necesario dar un paso analíticamente fundamental. Proponemos, como se hizo en


el capítulo 4 con la conducta del consumidor, una hipótesis sobre la conducta del productor
típico; esto es, respecto de los determinantes de las decisiones de asignación de recursos de
los productores privados.

La hipótesis es que el productor toma las decisiones de asignación de recursos de


manera de obtener el mayor beneficio posible de su actividad.

Una vez planteada la hipótesis como explicación tentativa de la conducta, el procedimiento


científico es contrastar sus consecuencias lógicas con la realidad. Haremos un ejercicio de este tipo
al analizar más abajo, en el Cuadro 5-4, por qué en determinado momento aumenta el cultivo de
soja en detrimento del maíz en Santa Fe, y más adelante, en la explicación de la declinación relativa
del sector agropecuario en Argentina.

1.2. Efecto de los cambios de precios

Volvamos a la situación de la Figura 5-1. Supongamos que la estructura productiva es la


representada en el punto (q0), cuando el precio relativo de los bienes es

𝑃10
𝑃0 = 0
𝑃2

Si ahora hay un aumento del precio relativo del bien 1, ¿Cuál sería la predicción de la teoría
sobre el impacto del cambio en el precio sobre la estructura de producción?

100
Figura 5-2
Deducción gráfica de la curva de oferta

Si los productores tratan de maximizar su beneficio, algunos de ellos, dependiendo de sus


habilidades, del tipo de capital físico de que disponen y fundamentalmente de sus expectativas
respecto de los precios futuros, verán como conveniente producir más del bien 1 (2). En los casos
en que las funciones de producción son de rendimientos decrecientes, el precio más alto permite
absorber los mayores costos promedio de corto plazo que se generan al aumentar la producción
mediante el empleo adicional de unidades de los factores variables.

La Figura 5-2 expresa esta información. En la parte superior, se muestra que el aumento de
precio relativo del bien 1 de p0 a p’ determina una reasignación intersectorial de recursos, y el cambio
de la estructura de producción de (q0) a (q’) sobre la curva de transformación(3).
En la parte inferior de la gráfica (o figura) se expone la relación entre el precio relativo
p=(P1/P2) y la cantidad producida del bien 1. Los puntos correspondientes, que indican las
cantidades que los productores estarían dispuestos a ofrecer del bien 1 ante diferentes precios,
constituyen la curva de oferta del bien 1(denominada 01).

Veremos en seguida qué cambios en las condiciones de producción modifican las


funciones de oferta de los bienes; por ejemplo, una mejora tecnológica que aumenta la
productividad de los factores en ambos sectores, permite ofrecer una mayor cantidad a los mismos
precios, como se ve en las líneas de puntos. Por una parte, hay un desplazamiento de la curva de

2
Cuando aumenta el precio del Bien 1, los empresarios del sector pueden aumentar la retribución a los
factores que emplean. De esa forma, crean un atractivo para que los factores que estaban asignados a la
producción de Y2 se ocupen en la producción de Y1
3
La pendiente de la curva de transformación es dY2/dY1 = CO1/2 = P1/P2 = p en valor absoluto. Compare la
pendiente de la CT en q`` y en q`.

101
transformación. En este caso, el cambio es “neutral”, porque a los mismos precios se produce más
de ambos bienes en la misma proporción que antes (compare el punto q’’ con q’). En el grafico
inferior se ve el desplazamiento de la función de oferta del bien 1.

2. La Función de Oferta lineal

Operando como se hizo antes con la función de demanda, podemos deducir, a partir de la
llamada tabla o cuadro de oferta, la correspondiente función de oferta, cuya expresión general
para un bien cualquiera (x) es de la forma:

Ox = f(Px, P0, W 1, T, I, E …) (1)

Donde: Ox es la cantidad ofrecida del bien x, en un período determinado de tiempo; Px es el


precio del bien x; P0 representa el precio de otros bienes; W 1 es el precio de los insumos; T figura
la tecnología; I es los impuestos y subsidios del gobierno (la política fiscal en el sector); y finalmente
E son las expectativas de cambios permanentes o transitorios en la demanda de x.
La ecuación (1) expresa que las cantidades ofrecidas de x por unidad de tiempo
son función del precio de ese mismo bien, y de otras variables, si todas éstas se consideran
constantes (hecho que se explicita metodológicamente con la famosa cláusula latina ceteris
paribus), podemos establecer una relación entre el precio y las cantidades ofrecidas del bien.

En la Tabla 5-1 se expresa la relación directa entre precio y cantidad recién explicada, que
se refleja en la inclinación positiva de izquierda a derecha de la curva de oferta de la Figura 5-3. Por
simplicidad, suponemos que esa relación es lineal.

UNA ACLARACIÓN IMPORTANTE


Cabe mencionar que esta curva de oferta es válida en el llamado mercado de competencia
perfecta, que es el mercado que trabajaremos en este libro. En este caso, los oferentes son
“tomadores de precios” (Price taker, en la bibliografía anglosajona). Sin embargo, en las otras
formas de mercado, que luego presentaremos en el capítulo 6, tales como el monopolio o el
oligopolio, no se presenta esta curva de oferta, habida cuenta de que los oferentes resultan
“hacedores de precios” (Price maker). A lo largo del capítulo 6, aclararemos este punto.

Si lo único que está variando es el precio del bien, y todos los demás determinantes
permanecen constantes, se dice que hay un cambio en las cantidades ofrecidas. Por ejemplo, si el
precio de x aumenta de $20 a $25, la cantidad ofrecida aumenta de 100 a 150 unidades, como
queda reflejado en la Figura 5-3 por un movimiento a lo largo de 0x de A a B.

Tabla 5-1
Px Qx (unidades
producidas p/mes)
5 0
10 0
15 50
20 100
25 150
30 200

102
Si, en cambio, se modifican los factores que consideramos constantes, se genera una
nueva relación entre precios y cantidades ofrecidas. Supongamos que la Tabla 5-1 fue definida
para un nivel de tecnología T = T0, y que una mejora tecnológica aumenta la productividad de los
factores y, en consecuencia, disminuye los costos de producción. Ahora, con la nueva tecnología
T1, a cada precio los productores estarán dispuesto a ofrecer más unidades del bien x. Este cambio
tecnológico a veces es muy rápido, como es hoy el caso de la producción computarizada (p.ej. la
robótica).
Tabla 5-2
Px Qx (unidades producidas por mes)
Qx = f(Px, T0) Q’x = f (Px, T1)
5 0 0
10 0 50
15 50 100
20 100 150
25 150 200
30 200 250

En la Tabla 5-2 repetimos las dos primeras columnas de la Tabla 5-1, y en la última columna
quedan expresadas las nuevas cantidades del bien x que los productores están dispuestos a ofrecer
con la nueva tecnología. La representación gráfica de este cambio tecnológico queda expresada en
la Figura 5-3 por un desplazamiento de la curva que recibe el nombre de cambio en la oferta.
Mientras la oferta original era Ox, con la nueva tecnología T1 queda definida una nueva función de
oferta indicada por O’x.

Figura 5-3

En términos del modelo de dos sectores, en la Figura 5-2 una mejora tecnológica neutral
aumenta la productividad de los factores en ambos sectores de modo idéntico, y define nuevas
funciones de oferta para los diferentes bienes. En particular, dada la nueva función relevante de
producción se altera la oferta del bien Y1, que es ahora (O’1). A cada precio se ofrece una cantidad
mayor que antes; por ejemplo, si el precio es (p’), se ofrece Y’’1 del bien 1, sobre la nueva curva de
oferta.

103
Apartado 5.1
Efecto sobre la función de oferta de un cambio tecnológico
que aumenta la productividad.
Supóngase, por sencillez, que solo se emplea trabajo en la producción del bien
x. el precio de oferta (gráficamente es la altura de la función de oferta) es igual al costo
de producción. Si “W” es el salario, el costo por unidad será;
costo total
CMex =
producción
pago total de salario
CMex =
producción
W.Lx
CMex = Qx

Adviértase que en esta expresión puede sustituirse


Lx
= ax, que
Qx
Donde ax es el coeficiente técnico, o también
Lx 1
=
Qx PMeLx
Escribimos entonces el costo unitario de producción del bien x como
W.Lx W
CMex = =
Qx Qx/Lx
W
CMex =
PMeLx
Si el precio de oferta es igual al costo medio de producirlo, entonces:
W
Px = CMex =
PMeLx
Como se ve, si la productividad aumenta, el costo de producir cada unidad del
bien disminuye, y por tanto el precio de oferta. Lo cual gráficamente se ve, en general,
como un desplazamiento hacia la derecha de la curva de oferta.
Adviértase que como estamos discutiendo aquí el caso de coeficientes fijos, la
función de oferta tiene una particular pendiente. En efecto, el coeficiente técnico (o la
productividad media del trabajo) es constate, para cualquier nivel de producción, dada
una cierta técnica. Por tanto, si el salario para la firma que produce el bien y el
coeficiente técnico están dados, entonces tendremos:
W
CMex = = W. ax = un valor constante
PMeLx

104
2.1. Expresión Matemática de la Función Oferta

Matemáticamente la función de oferta se deduce de la Tabla 5-3 de la misma manera que se


hizo para la función demanda. La expresión general es una recta:

Ox = c + d. Px.

Tomando dos puntos cualesquiera en la función Ox, tenemos, restando miembro a miembro
tenemos:

150 = c + d.25

100 = c + d.20

50 = d (25-20)

Luego d = (50/5) = 10

En general: ∆Qx = d . ∆Px

de donde: d = ∆Qx/ ∆Px

Donde “d” es un coeficiente que mide la relación entre la variación de la cantidad ofrecida y
la variación del precio. Como existe una relación directa entre las variaciones del precio y cantidades
ofrecidas, “d” es positivo.

Figura 5-4
Función de la oferta lineal

Gráficamente el valor de “d” (cambio en la cantidad ofrecida por unidad de cambio en el precio,
∆Qx/ ∆Px), se mide por la relación AC/BC, y podría ser calculado entre cualquier par de puntos de
esta función lineal de oferta, es decir entre cualquier par de valores (precio y cantidad) de la tabla
de oferta. Para obtener el valor de la intersección, sustituyendo el valor de d en un punto cualquiera
de la función, se obtiene:

150 = c + 10 . 25

de donde: c = 250 + 150 = - 100

La expresión analítica de esta función de oferta es entonces:

Ox = -100 + 10 Px (2)

105
Desde el punto de vista económico, el parámetro (representado por “c”) indica cuanto estaría
dispuesto a ofrecer el productor, si el precio del bien x fuera cero. Mientras el valor de “d” indica
cuanto aumenta (disminuye) la cantidad ofrecida por cada peso de aumento (disminución) del
precio.

Teniendo los valores de c y d, como en (2) podemos determinar cuál es la cantidad ofrecida,
dado un precio cualquiera.

3. Elasticidad Precio de la Oferta

El coeficiente de elasticidad-precio de la oferta de X1 (ŋx) mide el cambio porcentual de la cantidad


ofrecida de un artículo, como resultado de un cambio porcentual en el precio de ese artículo (5). Se
expresa como:
∆Qx
Qx ∆Qx Px
ŋx = ∆Px = .
∆Px Qx
Px

Cuando la curva de oferta tiene la forma habitual con inclinación ascendente, el precio y la
cantidad se mueven en el mismo sentido. En consecuencia el valor de la elasticidad precio de la
oferta resulta mayor que cero. El valor de la elasticidad-precio de una función de oferta puede
encontrarse en un punto (elasticidad puntual) o en un tramo de la misma (elasticidad arco) aplicando
formulas similares a las señaladas en el Capítulo IV para el caso de la demanda. Una curva de oferta
se dice que es elástica si ŋx ˃ 1; inelástica si ŋx ˂ 1; de elasticidad unitaria si ŋx = 1. Como casos
extremos, si ŋx =>∞ la oferta es perfectamente elástica (su representación gráfica es una línea
horizontal; es decir paralela al eje de las cantidades); y si ŋx =0 la oferta es perfectamente inelástica
(se representa gráficamente con una línea vertical; es decir, perpendicular al eje de las cantidades).

Apartado 5.2
Elasticidad Pecio de la Oferta
Si la función de la oferta es lineal es factible demostrar algebraica y
geométricamente si la función es elástica, inelástica o de elasticidad unitaria, si la
ordenada al origen es respectivamente meno, mayor o igual a cero.
a) Oferta lineal con ordenada al origen igual a cero
El primer caso que se tratará es el de una función de oferta lineal que parte
desde el origen del eje cartesiano.
Para determinar la elasticidad de oferta en el punto (P 1;Q1) por el método
geométrico partimos de la definición algebraica de la elasticidad:
∆𝑄x 𝑃𝑥
Ŋx = . (1)
∆𝑃𝑥 𝑄𝑥

En la figura el cambio en las cantidades (∆Qx) está representado por el


segmento 0Q1 y el cambio en el precio (∆P x) por el segmento OP1. El precio (P x), en
ese punto, es el segmento OP1 y la cantidad (Q x) es el segmento OQ1. Sustituyendo
en la ecuación (1), se advierte que la elasticidad en el punto (P 1;Q1) es igual a uno.

106
Verifique usted que en cualquier otro punto de la función oferta que pasa por el origen
la elasticidad de oferta es siempre igual a uno.
Para este tipo de función oferta podemos determinar su elasticidad sin conocer
los paramentos de la misma, utilizando procedimientos algebraicos. De acuerdo a la
función planteada en la figura 1, la función de oferta que no tiene ordenada al origen,
se escribe:
Qx = d. Px (2) en donde Qx es la cantidad ofrecida; “d” es la pendiente, que se define
como ∆Qx/∆Px ; y Px representa el precio del bien X.
Si en ambos miembros de la expresión (2) dividimos por Qx obtenemos:
1 = d (Px/Qx) (3)
y como (d) es igual a ∆Qx/∆Px , sustituyendo en la igualdad (3) resulta:
∆Qx Px
1 = ∆Px . Qx = ŋx (4)

Con este resultado se demuestra que toda función de oferta cuya


ordenada al origen es igual a cero presenta una elasticidad unitaria.

b) Oferta lineal con ordenada al origen menor a cero


Si la ordenada al origen es menor que cero la función de oferta
correspondiente responde a la forma general:
Qx = -c + dPx (5)
Sustituyendo (d), en la expresión (5), por ∆Q x/∆Px queda:
∆Qx
Qx = -c + Px (6)
∆Px
En el segundo término, de la expresión (6), el segundo miembro puede
convertirse en la elasticidad si se divide por Qx. Procedemos, entonces a dividir
ambos miembros por Qx.
Qx c ∆Qx Px
=- + . (7)
Qx Qx ∆Px Qx

el segundo miembro de la expresión (7) corresponde a la elasticidad de oferta,


entonces sumando miembro a miembro el ratio o cociente c/Qx se obtiene:
c ∆Qx Px
1+ = . = ŋx ˃ 1 (8)
Qx ∆Px Qx

De acuerdo a la expresión (8), se puede concluir que la elasticidad de la


función oferta cuya ordenada al origen es menor que cero será mayor que uno,
y por lo tanto toda función cuya ordenada al origen es menor que cero será

107
elástica. Queda como tarea para el lector demostrar por sí mismo el caso de la
oferta lineal con ordenada al origen mayor que cero.

4. Cambio en la Composición del Producto Agropecuario

4.1. Asignación de recursos entre diferentes producciones agropecuarias

Una cuestión muy importante en Argentina es cómo se distribuyen los recursos entre las
diferentes actividades agropecuarias (asignación intrasectorial). Lo que se manifiesta en cambios
en la participación de agricultura y ganadería; o aún dentro de la propia agricultura, entre los
diferentes cultivos, como veremos abajo en la Punto 4.2 para el caso de la soja en la provincia de
Santa Fe. Respecto del primer caso, la Tabla 5-3 da una perspectiva histórica de lo ocurrido en la
región pampeana.

Tabla 5-3

Índices de volumen físico de la producción pampeana


(Promedios quinquenales, Base 1935-39 = 100)
Quinquenio Ganadería Agricultura
1925-29 88 94
1930-34 89 97
1935-39 100 100
1940-44 129 102
1945-49 136 75
1950-54 134 66
1955-59 144 80
1960-64 147 84

La composición de la producción agropecuaria está determinada por múltiples factores. Un


elemento fundamental son las condiciones naturales, como suelo, precipitaciones, temperatura,
estabilidad del clima; también influyen el nivel y la estabilidad de los precios de los insumos y del
producto, y las políticas del gobierno. Algunas de esas condiciones son estables y explican por qué
no se cultiva trigo en la Patagonia y sí, en cambio, en la Pampa Húmeda. Otras son circunstanciales,
como un año de sequía, o un aumento de precio que se espera no sea permanente; o pueden
producirse cambios que se espera si sean permanentes, o indiquen una nueva tendencia ¿Cómo
reaccionan los productores? Al análisis económico le interesan las características de esa respuesta.

Cuando consideramos la evolución del sector agropecuario en Argentina, es importante notar


que no hay una autoridad central que ordene qué se va a producir, qué cantidad, y en dónde. Por el
contrario, en general cada uno de los productores toma su propia decisión independiente, y el
comportamiento del sector resulta de la suma de esas múltiples repuestas individuales
descentralizadas.
Si esas decisiones fuesen arbitrarias, sería imposible prever la evolución del sector de un
periodo a otro. También complicaría mucho el análisis que cada uno de los productores fuese

108
afectado por cambios en las condiciones de una manera tan particular que fuese imposible
compararlos.

De hecho, en cambio, hay influencias fundamentales -como las mencionadas arriba- que
afectan a todos los productores, y hay reglas de decisión que son las mismas para cada uno de
ellos y permiten pronosticar las reacciones individuales típicas, y por tanto del conjunto, cuando
cambian las condiciones del crédito, el riesgo, la disponibilidad de insumos, los precios relativos, u
otras variables relevantes para la decisión.
El criterio de decisión típico supuesto, como se vio, es que el productor compara las
distintas utilizaciones alternativas de los recursos de que dispone (tierra, mano de obra,
tractores, su capacidad empresarial) y elige la que le proporciona el mayor beneficio total (B),
definido como la diferencia entre el ingreso por la venta del producto (Y), y el costo total de
producción (C).

B=Y-C (9)

Donde: “Y” resulta de multiplicar la cantidad producida por el precio del bien; “C” es la suma
del producto de las cantidades empleadas de los distintos factores por el costo unitario.

Entonces, si en una cierta región puede producirse maíz o soja, y aumenta el precio relativo
de uno de ellos, suponiendo que los costos no varíen, esperaríamos observar que una proporción
mayor de la tierra y de otros recursos se destine a ese cultivo (cuyo precio relativo aumentó). Una
estimación especifica de esa respuesta para la soja en la provincia de Santa Fe servirá para ilustrar
el concepto, como se ve en el próximo punto.

4.2. Elasticidad de la Oferta. El corto plazo y el largo plazo.

En el caso de la soja en Santa Fe, la hipótesis planteada en la sección anterior puede


escribirse:

At = a + b . pet1 b˃0 (10)

Esta expresión dice que hay una relación directa entre el precio relativo esperado de la soja
(pet) y el área sembrad de soja. En la formula (10) At es el área cultivada de soja en el año (t)

Pesoja.t
Pet = e
Pmaiz.t

Donde Pet es el precio relativo esperado para el momento de la venta de la producción y el


coeficiente (b) indica el grado de respuesta del área cultivada al cambio en el precio relativo.

Como la cantidad producida de soja Qs aumenta cuando aumenta el precio relativo de la soja,
se establece una “función de oferta” de soja, como la de la tabla. La estimación de esta función
realizada por Luis Lanteri (en 1981), toma la provincia de Santa Fe por su homogeneidad, y por ser
la provincia que concentraba, por entonces, la mayor parte de la superficie cultivada y de la
producción. Los datos correspondientes son los presentados en Tabla 5-4.

109
Figura 5-5
Oferta de soja. La cantidad producida aumenta cuando sube el precio relativo de la soja

Debe notarse que en la Tabla 5-4, donde Pt es el precio relativo de la soja respecto del maíz
en ese periodo; sin embargo, el productor no conoce con certidumbre el precio al cual podrá vender
su cosecha –salvo cuando está fijado por el gobierno- en el momento en que toma la decisión de
producir. Esta decisión la toma en función del precio esperado, que es lo que indica la función de
oferta.

Tabla 5-4
Precios y Área sembrada con soja y maíz en la Provincia de Santa Fe.
Áreas en miles de hectáreas
Periodo Pt Soja Maíz
1965/1966 1,6 4 820
1969/1970 1,7 9 1.000
1970/1971 2,1 10 1.090
1971/1972 2,7 37 1.175
1972/1973 2,6 100 991
1973/1974 2,6 190 872
1974/1975 2,9 216 828
1975/1976 3,8 250 860
1976/1977 3,0 435 470
1977/1978 2,0 714 470
1978/1979 2,3 879 519

La expectativa de precio del productor pesoja.t , puede ser un promedio de los precios efectivos
en los periodos anteriores. Por ejemplo, aunque en 1978 el precio relativo de la soja bajó, el área
sembrada aumentó porque en el momento de tomar la decisión de sembrar, los productores usaron
información que indicaba que el precio de la soja tenía una tendencia creciente.

110
 Elasticidad de Oferta de Corto y Largo Plazo

La estimación del grado de respuesta de la función de oferta se realiza habitualmente en


forma de elasticidad. En este estudio mencionado de Lanteri, se tomó como medida de la
respuesta el cambio porcentual en la proporción del área sembrada con soja cuando aumenta el
precio relativo en un uno por ciento. El resultado obtenido es: ηCP = 1,546.
Donde ηCP indica la “elasticidad de oferta de corto plazo”. La distinción entre elasticidad
de oferta de corto plazo y elasticidad de oferta de largo plazo se hace porque es natural que al
producirse un cambio en el precio de la soja la respuesta de los productores sea gradual. En primer
término, se plantea la cuestión del precio esperado: cuando el precio empieza a subir algunos
productores tendrán confianza en que ese aumento se mantenga, mientras otros pueden temer que
el aumento observado haya sido circunstancial. Sin embargo, si la tendencia se mantiene, la
confianza se generaliza y la siembra del producto se expande aún más. Por otra parte, la reacción
total ante un cambio en el precio se alcanza cuando los productores se adaptan al uso de insumos
especiales –inoculantes, semillas, maquinarias específicas- y características especiales de la
explotación (por ejemplo, siembra directa, agricultura de precisión, etc.).
En consecuencia, si medimos la respuesta al cambio en el precio dejando el tiempo necesario
para que los ajustes indicados se completen, la elasticidad de la oferta, que en este caso llamamos
de “largo plazo” y que indicamos por ηLP debe ser mayor. En efecto, de la estimación realizada
resulta que la elasticidad de oferta de largo plazo de la soja es: ηLP = 12,3.

Esa mayor elasticidad se grafica como una curva de oferta más aplanada. En la figura 5-6
ante un aumento de precio ∆P=P0 – P1 la producción aumenta de Q0 a Q1 en el corto plazo; el
incremento es significativamente mayor, hasta Q2, sobre la curva de oferta de largo plazo, OLP.

EFECTOS CLIMÁTICOS Y OTROS EFECTOS


Los precios de los alimentos y otros productos de origen agropecuario se ven muy
influenciados por cambios impensados en el entorno. Es decir, los efectos
climáticos de corto plazo tienen una destacada influencia en los precios, a través
de su impacto en la oferta. Por ejemplo, la gran sequía de 1988 en EE.UU. (un gran
productor agrícola a nivel mundial) contrajo la producción e impulsó los precios al
alza. Pero también se vincula a cambios en los usos alternativos. Así, en 2006,
el precio del azúcar (según The Economist) alcanzó su mayor pico en un cuarto de
siglo, entre otras cosas por haberse desviado más caña hacia la industria del etanol
(y, por ende, sustrayéndola al uso alimenticio)

111
Figura 5-6
Oferta de soja. La cantidad producida aumenta cuando sube el precio relativo de la soja

5. El Ciclo Ganadero en Argentina

En Argentina se producen periódicamente fluctuaciones en el precio de la carne, en el nivel y


composición del stock de ganado vacuno, y en la faena, que generan cambios en la asignación de
recursos y perturbaciones en la economía; por ejemplo, a través de su efecto en el nivel de
exportaciones o en el costo de vida (por el precio de la carne “en gancho”, dadas las preferencias
carnívoras de la población argentina).

Además de la importancia del fenómeno, interesa discutirlo aquí porque su aparente


complejidad se presta a ser analizada eficazmente con referencia a las hipótesis básicas del
comportamiento de los productores agropecuarios, particularmente la importancia de la rentabilidad
para decidir la asignación de los recursos.

Las fluctuaciones a que nos referíamos arriba corresponden a un conjunto de variables que
están ligadas por mecanismos biológicos, propios de las condiciones de cría y el tiempo de
reproducción y engorde del ganado; y económicos, fundamentalmente el mecanismo de precio y los
incentivos a la inversión. Las variables principales son la cantidad de faena, el precio del ganado,
los cambios en el tamaño y composición de las existencias de ganado, las exportaciones de carne,
el consumo interno, el precio relativo del novillo respecto de toros y vientres. El proceso regular de
las fluctuaciones mencionadas es lo que se conoce como ciclo ganadero.

5.1 Una aparente contradicción en la conducta de los productores: cuando


aumenta el precio se reduce la oferta de carne

Lo que resulta curioso en los hechos es que cuando la tendencia de la serie de precios es
creciente, la tendencia de la faena es decreciente. Aparentemente, esto está en contradicción con
el comportamiento de la oferta descrita en este capítulo.

Sin embargo, y lo que parece peculiar se debe a que cuando los productores esperan precios
más altos en el futuro, para aumentar la oferta futura deben destinar una proporción mayor de
las existencias de ganado a la reproducción y engorde. La lógica del productor es la misma que
hemos supuesto antes al derivar analíticamente la curva de oferta, sólo que se manifiesta de manera
diferente por la particularidad del producto.

112
El ciclo puede tener diferente origen: cambio en el precio internacional de la carne,
condiciones excepcionales del clima o del mercado interno. Si por ejemplo hay aumentos del precio
de la carne que los ganaderos esperan que van a mantenerse, tienden a reducir temporalmente la
matanza, reteniendo vientres para su reproducción e incrementando las existencias para vender en
el futuro.

Eso produce inicialmente una reducción en la oferta de carne, que a su vez contribuye a
incrementar la tendencia al alza del precio. Cuando a partir de un cierto punto el precio empieza a
bajar el proceso se invierte. Un indicador fundamental del ciclo son los cambios en las existencias,
cuyo sentido suele utilizarse para caracterizar el proceso con una fase de retención (o de
expansión de existencias). Y otra fase de liquidación (o contracción de existencias).

Cuando aumenta el precio de la carne, los precios de los vientres y de los animales jóvenes
suben más que los del novillo, que es el producto “terminado”. La razón es que el ganado es al
mismo tiempo un bien de capital (vientres y toros), bien intermedio (terneros), y bien final, cuando
se faena. Al subir el precio del bien final (es decir, la carne), aumenta la rentabilidad de la inversión
en ganado como bien de capital, y el productor retiene para mayor engorde y reproducción. La fase
de liquidación sigue el proceso inverso.

La conclusión que podemos sacar de este comportamiento es que el ciclo ganadero está
determinado por respuestas a modificaciones de la rentabilidad, e indica un comportamiento de los
productores ganaderos sensible a los cambios en el precio y en otras variables económicas
relevantes.

La importancia de estas conclusiones desde el punto de vista de política es que la posibilidad


de explicar analíticamente el comportamiento de los sujetos económicos, hace factible una mejor
previsión de los efectos de la aplicación de los instrumentos de política económica. En ese sentido,
se ha dicho que una de las funciones de la teoría económica es la de proporcionar sistemas
económicos artificiales (modelos), como laboratorios para probar la eficacia de las políticas
económicas. Lograr modelos económicos cada vez mejores es una forma de progreso de la teoría
económica. De esa manera, se aumenta la eficiencia de la política, y se evita generar efectos no
deseados.

BIBLIOGRAFÍA

CRISTINI, Marcela: La Oferta Agropecuaria: el caso del trigo en la última década. Revista
Económica. La Plata. Vol. XXXI N° 1, Enero-Abril 1985.

DIAZ CAFFERATA, A., FIGUERAS, A., FREDIANI, R., RECALDE, M.L. y SWOVODA, C.,
“Principios de Economía”, Eudecor, Córdoba, 1999.

HICKS, J.R., Valor y Capital, FCE, Mex. 1965

LANTERI, L: “Precios y Áreas Sembradas de Soja”, Ensayos Económicos. Banco Central de la


República Argentina. N° 17. Marzo 1981.

RECA, L: The Price and Production Duality Within Argentine Agriculture: 1923-1965. Tesis Doctoral
Universidad de Chicago. Inédita. 1967.

113
EJERCITACION

A- Ejercicios

1- En el caso de un mercado con las siguientes condiciones de oferta por un producto determinado.

$/u Q0x
10 60
20 110
30 160
40 210
50 260

Se pide:
a) Grafique
b) Calcule los parámetros de la función
c) ¿Qué ocurriría con la función graficada si aumenta el precio de un bien que se puede
fabricar con los mismos insumos que el bien analizado?

2- Demuestre que una curva de oferta dada por O=20.000 Px tiene elasticidad unitaria, mientras
que otra curva de oferta de la forma O’=40.000+20.000 Px es inelástica y la curva que responde
a la ecuación O” = -40.000 + 20.0000Px es elástica.

3- Supongamos la función de oferta de un productor Ox = 40 + 20 Ox como resultado de una suba


en los precios de los insumos, la nueva función de oferta viene dada por O’ = -10 + 20Px.
a) Calcular en ambos casos la tabla de oferta para los precios 6,4, 2 y 0,5.
b) Dibujar en el mismo grafico las curvas de oferta antes y después de la variación de los
precios de los insumos.
c) Compare las cantidades del bien que se ofrecen para el precio de cuatro. Explique.

4- Dada la siguiente tabla de oferta para el bien

$/u Q0x
6 1200
5 900
4 600
3 300
2 0
Se pide:
a) Calcular la ecuación de oferta

114
b) Graficar
c) Calcular la elasticidad entre los precios $5 y $4.
d) Calcular la elasticidad para P=4 y P=5. ¿qué conclusión puede sacar?
e) Si se produce un cambio tecnológico que abarata la elaboración de los insumos
utilizados en la producción del bien X, ¿cómo afecta esta situación la oferta de dicho
bien?
f) Suponga que el gobierno en la situación inicial, otorga un subsidio a los productores, de
3 pesos por unidad. Determine la nueva función de oferta, y compare con la situación
del punto “e”.

B- Ensayos

1- Dibuje dos curvas de oferta que representen situaciones extremas: una paralela al eje horizontal
y otra paralela al eje vertical. ¿Cuál será el valor de la elasticidad precio en ambas situaciones?

2- Determine para los precios P=10 y P=12, la elasticidad de las siguiente funciones de oferta:
a) O = 2P
b) O = 10 + 2P
c) O = -10 + 2P
d) ¿qué regla general deduce de estos ejercicios?

3- Los proveedores de un producto perecedero (como el tomate o el pescado) tienen que colocar,
en un momento dado, su producción en el mercado; por ejemplo, 10.000 unidades. Exprese en
forma de ecuación y grafique la curva de oferta.

4- Explique la manera en que influye la duración del tiempo de ajuste de los productores a un
cambio en el precio de un artículo, sobre la elasticidad precio de la oferta de ese artículo.

5- ¿Por qué es probable que siempre el signo de la elasticidad precio de la oferta sea positivo,
contrariamente a lo que ocurre en el caso de la demanda?

6- Explique el proceso del ciclo ganadero.

C- Elección de respuestas

1. El vendedor A, que tiene una curva de oferta con pendiente positiva, estaba dispuesto a ofrecer
100 unidades de un bien a un precio de $ 10 la unidad. Ahora está dispuesto a ofrecer el mismo
número de unidades a un precio no menor que $12 la unidad. El vendedor A ha experimentado:
a) una disminución en la cantidad ofrecida; b) una disminución en la oferta; c) un aumento en la
cantidad ofrecida; d) un aumento en la oferta; e) un aumento en la demanda. Respuesta: ( )

115
2. Es probable que una mejora tecnológica de un vendedor se traduzca en; a) un desplazamiento
de su curva de oferta hacia la derecha; b) un aumento de su oferta; c) un deseo y posibilidad
por su parte de ofrecer una cantidad mayor que antes a un precio dado; d) un deseo y posibilidad
por su parte de ofrecer la misma cantidad que antes a un precio menor; e) todo lo anterior.
Respuesta: ( )

3. Supongamos que el precio de un producto sufre un aumento real del 30% debido a oscilaciones
inesperadas del mercado. En el caso en que las cantidades ofrecidas aumentasen también en
un 30% decimos que la elasticidad precio de la oferta es: a) mayor que uno; b) unitaria; c) menor
que uno; d) infinita; e) inelástica. Respuesta: ( )

4. Se dice que hay un aumento en la oferta cuando: a) al bajar el precio aumenta la cantidad
ofrecida; b) la curva de oferta se desplaza hacia arriba y a la izquierda; c) una determinada
cantidad está dispuesta a ser vendida a un precio mayor; d) una determinada cantidad a ser
vendida a un precio menor; e) aumenta el precio de mercado. Respuesta: ( )

5. Un incremento en el precio de los insumos utilizados en la fabricación de lavarropas,


probablemente conducirá a; a) una disminución de la demanda de lavarropas; b) un incremento
en la oferta de lavarropas; c) un desplazamiento hacia la izquierda de la curva de oferta de
lavarropas; d) un desplazamiento hacia la derecha de la curva de demanda de lavarropas; e)
ninguna de las anteriores es correcta. Respuesta: ( )

6. La oferta de automóviles aumentará si se produce: a) un alza en el precio de los camiones; b)


una suba en el precio del acero; c) la introducción de una mejora técnica en la cadena de
montaje; d) una suba en el precio de los neum; e) todas las anteriores son correctas. Respuesta:
( )

116
CAPÍTULO 6

El Mercado(1)

Alberto José Figueras

1. In troducción

Compra sólo lo que es necesario.


Lo que no necesitas es caro aunque solamente cueste un céntimo.
Lucio Anneo Séneca

En el encabezamiento del Capítulo IV de su famoso "Curso de Economía Moderna", el


Premio Nobel en Economía (año 1970), Paul Samuelson, nos dice, “parafraseando” a otro pensador
anterior a él en más de un siglo, que "incluso de un loro se puede hacer un buen economista con sólo
enseñarle estas dos palabras: oferta y demanda". Nosotros hemos estudiado, ya, estos dos aspectos
por separado. Ahora debemos combinarlos en su mutua relación.

Se ha presentado, en el esquema de la curva de posibilidades de producción, que de las


múltiples alternativas posibles (los infinitos puntos de la frontera), el sistema económico de mercado
seleccionará la combinación más conveniente a partir de las señales que los distintos agentes económicos
reciben del mercado. Estas señales no son otras que los precios (relativos) que nos indican el "grado
de escasez" que posee el bien. A su vez, este "grado de escasez" surge del encuentro voluntario de
las "preferencias de los consumidores" (la demanda) y la "escasez relativa del bien" (la oferta), en un
ámbito particular de intercambio, que llamamos "mercado".

Hemos introducido el concepto, casi primario, de mercado. En una economía existirán tantos
mercados como bienes, servicios, recursos, etc, que sean susceptibles de intercambio. Habrá incluso
distintos tipos de mercados, atendiendo a las estructuras de los mismos (v.gr. el monopolio) y al grado
de intervención de fuerzas extrañas al propio mercado (p.ej. mercados libres vs. mercados
intervenidos). Facetas que tocaremos más adelante.

2. El equilibrio del mercado

El encuentro de las funciones de demanda y de oferta en el mercado constituye lo que se


denomina una situación de equilibrio.La situación de equilibrio implica un estado de reposo. E s
decir, una posición de la cual no hay incentivos para desplazarse, para cambiar. En el caso particular
que nos ocupa, el equilibrio indica que la cantidad "planeada" demandar por los consumidores, a un
precio determinado, se iguala a la cantidad "planeada" vender por los oferentes a ese mismo precio. A
este precio de mercado, al cual puede decirse que están satisfechos ambos "caras" (oferta y
demanda), se lo llama "precio de equilibrio"; y a la cantidad demandada y ofrecida a ese precio se la
conoce como “cantidad de equilibrio”.

1
Se agradecen los comentarios de todos los coautores. Los errores y deficiencias que persistan son absoluta
responsabilidad del encargado de redactar este capítulo (Alberto José Figueras). Este capítulo reconoce
como antecedente el Capítulo 6 de Díaz Cafferata, Figueras, Frediani, Recalde y Swoboda, 1999, “Principios
de Economía”, Eudecor, Córdoba (pags. 157/204), titulado “El Mercado”, que también estuviera a cargo de
Alberto Figueras.

117
Adam Smith, el " padre" de la etapa científica del pensamiento económico, distinguió entre el
precio observado o vigente en un momento dado en el mercado, y el precio de equilibrio (que él denominó
"precio natural"); es decir, aquel precio al cual acudiría al mercado exactamente la oferta necesaria
para igualar la demanda a dicho precio. Esto es, el mercado, dicho en la terminología económica,
quedaría “ vacíado ”.

Si el precio de mercado fuera superior al de equilibrio existiría en los productores, que ven
acumularse en sus estantes mercadería sin vender (puesto que al precio vigente hay un exceso de
oferta), un incentivo para reducir el precio que reclaman por cada unidad de su producto. De tal modo,
el precio vigente caerá hasta alcanzar el nivel de equilibrio.

Puede decirse, sin temor a equivocarnos, que el instrumental que hoy manejamos fue
presentado sistemáticamente por Alfred Marshall, en un libro publicado en 1890, en Inglaterra, y que
reinó durante más de medio siglo como el libro de texto básico de nuestra disciplina.

Allí presenta lo que ya hemos visto, funciones de oferta y de demanda. En su versión más
simplificada, la función de demanda relaciona la cantidad demandada con el precio del bien y la función
de oferta vincula la cantidad ofrecida con su precio. Cuando tenemos en mente solamente la variable
precio, podemos representar dichas funciones en un plano de coordenadas, y bajo la hipótesis más
simple sostenemos la linealidad de las curvas, de modo que:

Qd = a – b P (1)

Qo = c + d P

Hasta aquí tenemos 2 ecuaciones y tres variables (P, Qd, Qo).Si agregamos la "condición de
equilibrio", es decir:

Qd = Qo (2)

Y si se hacen las sustituciones correspondientes nos resta una sola ecuación, y una variable a
determinar, con lo cual nos queda solucionado el sistema.

a−b P = c + d P (3)

De donde llegamos, despejando P, a que el precio de equilibrio es:

a−b (4)
PE =
b+d

A su vez, para hallar la cantidad de equilibrio, sustituimos P con el valor del Precio de equilibrio en
cualesquiera de las ecuaciones del mercado.

2.1 Importancia y propiedades del precio de equilibrio

El precio de equilibrio es un concepto eminentemente teórico. Es un punto de referencia hacia el cual


gravitará el mercado, siempre y cuando éste opere libremente.

118
Un concepto teórico de referencia no es exclusivo de las ciencias sociales. El nivel del mar, por
ejemplo, tan utilizado por todos, no resulta ser el nivel de ningún mar (u océano) en particular, ni
siquiera un promedio de los distintos mares, sino un "constructo " teórico, consistente en una esfera
geodésica que tiene la función de un hito de referencia. Un papel similar juega el precio de equilibrio
en economía. Tal como dijimos, un punto de referencia.

Pueden destacarse tres importantes propiedades del precio de equilibrio (según von
Stackelberg, en una obra de 1946).

Sólo para este precio es igual la demanda a la oferta.

A este precio se da la máxima cantidad negociada posible. A cualesquiera de los restantes precios
la cantidad negociada en el mercado será menor, definiéndose el llamado "conjunto de puntos de
intercambio".

El precio de equilibrio es el único que permite satisfacer a la vez a la demanda y a la oferta,


según sus intenciones (según sus acciones planeadas), reflejadas en las curvas respectivas.

El análisis supone que, en cualquier mercado libre (es decir, no interferido) las fuerzas de oferta y
demanda conducen el precio hacia un nivel de equilibrio. Es decir, si un momento, por alguna razón, el precio
observado (o vigente) no se encuentra en su nivel de equilibrio el modelo predice un movimiento hacia él. Si el
precio vigente supera al de equilibrio, la cantidad demandada será menor que la cantidad ofrecida. Habrá un
exceso de oferta. Y, dado que los vendedores pretenden vender a ese precio más de lo que el mercado
absorbe, comenzarán a reducir los precios (que piden por su producto o servicio) en un intento de colocar más
unidades. Tal baja de precios continuará mientras exista un exceso de oferta. El precio pues descenderá hasta
su nivel de equilibrio.

Aunque esta descripción tiene dentro del propio modelo inconsistencias metodológicas que un experto
podría señalar2, el concepto de que cuando hay exceso de oferta los precios descienden en busca de un nivel
de reposo (o sea, de equilibrio) tiene un alto contenido predictivo, y es muy útil para iniciar nuestro recorrido por
diferentes casos reales.

En otras palabras, resumiendo, existen fuerzas en el mercado que empujan el precio vigente hacia el
precio de equilibrio, pero estas fuerzas son interferidas por cambios en las condiciones. Es decir, que el precio
real observado tiende a aproximarse al valor de equilibrio, pero tal vez nunca llegue a alcanzarlo.

Los problemas vinculados a la existencia del equilibrio y a su unicidad (que sea único) implican una
profunidad que supera este curso introductorio. Por ahora supondremos que el equilibrio “existe y es único”.

3. Equilibrio, elasticidad y tie mpo

En economía podemos hablar “grosso modo” de tres tipos de análisis: estático, de estática-
comparativa y dinámico. Un análisis estático es aquél en donde las condiciones de oferta y demanda
están dadas para un momento determinado, estudiándose la existencia (o inexistencia) de un punto de
equilibrio, y si éste es estable o inestable (aspecto que trataremos brevemente más adelante).

2
Por ejemplo, en la mecánica relatada los oferentes bajan los precios, cuando el modelo, en una economía
en competencia perfecta, supone que todo vendedor (o comprador) actúa como “precio aceptante”. Es
decir, acepta el precio vigente que le viene dado desde el mercado, actuando como si su conducta no
tuviera ninguna influencia. Por tanto, en concreto, los oferentes no reducen los precios, ni tampoco los
empujan al alza.

119
Un análisis de estática-comparativa consiste en comparar dos situaciones de equilibrio,
señalando los cambios acontecidos en las variables a determinar por el modelo (en nuestro caso los
cambios acontecidos en el precio y la cantidad de equilibrio). Supuesta una situación de equilibrio (v.gr.
un Pe y una Qe), si se produce una perturbación (es decir, un cambio en las funciones de oferta y/o de
demanda que lo definen), por ejemplo un aumento de los costos laborales (pongamos por caso, por una
nueva convención paritaria), se producirá un nuevo equilibrio, definido por Pe` y una Qe`.

Estas dos formas de análisis, el estático y el de estática-comparativa, serán utilizados


ampliamente a lo largo de este texto, tanto en los temas microeconómicos como en los
macroeconómicos.
Finalmente, nos queda un tipo o forma de análisis, el dinámico. ¿En qué consiste éste? Pues
bien, en estudiar la "senda" que siguen las variables del modelo al pasar de una situación de equilibrio a
la otra. Esta faceta no será objeto de estas páginas, debido a la complejidad que encierra su estudio.
Hecha esta introducción conceptual, pasaremos a trabajar sobre la estática comparativa de un
modelo de mercado. En la determinación de nuevas situaciones de equilibrio, por cambio en alguna de
las funciones de oferta o demanda, juega un papel relevante la elasticidad de las curvas involucradas, y
detrás de tal elasticidad está presente el tiempo que se tome en consideración.

Gregory King, un autor inglés de siglo XVII, observó que cuando se producía una mala cosecha
de granos el precio de los alimentos ascendía "bruscamente" para luego, con el tiempo, retornar a valores
más "habituales”, más "normales". Este fenómeno está vinculado a la diferente elasticidad de oferta de
acuerdo "al plazo de tiempo" involucrado en el análisis.

Durante el siglo XIX, se desarrolló un duro debate acerca de la función más importante en la
determinación del precio de equilibrio de mercado. Simplificando el pensamiento, quizás
excesivamente, puede señalarse que "los Clásicos" adujeron que era la oferta la curva más relevante,
mientras que los primeros "Neoclásicos" señalaron que era la demanda.

Nuestro ya conocido Alfred Marshall, quien en sus "Principios de Economía ” sentó las bases
del instrumental que hoy usamos en nuestros textos de microeconomía, puntualizó en las pág. 29-30
de la obra mencionada, que esta disputa es comparable a polemizar sobre cuál de las hojas de una tijera
corta realmente el papel. Nos dice que si la hoja superior se mantiene fija y la inferior se mueve, es
razonable, si no se pretende ser demasiado preciso, decir que la hoja inferior es la que corta; empero,
solamente puede hacerlo porque está presente la otra hoja. Del mismo modo, puede aducirse que, en
ciertos casos, el papel relevante en la determinación del precio lo tiene la demanda, o bien lo tiene la
oferta, según las circunstancias. Sin embargo, esto no es estrictamente exacto; y en la determinación de
ese precio de equilibrio concurren a la vez la oferta y la demanda.

Habida cuenta que en un caso con pendientes habituales para ambas curvas (esto es, positiva para
la oferta y negativa para la demanda), la representación gráfica recuerda una tijera, y atento a la ingeniosa
analogía del profesor inglés, suele denominarse al juego de mercado "la tijera de Marshall".

Ahora bien, esta acalorada polémica que insumió decenas de kilogramos de papel, puede
salvarse elegantemente introduciendo los llamados períodos de tiempo; y, en esto también, la economía
sigue a Marshall distinguiendo tres plazos distintos: el período de mercado, el corto plazo y el largo plazo.

Ya se ha visto en los capítulos precedentes que las condiciones o características de la oferta y de


la demanda son diferentes según sea el lapso de tiempo en concideración. Aquí, nos reiteramos en los mismos
conceptos.

Si tomamos el caso de la oferta es relativamente sencillo comprender por qué sus características
son diferentes según el plazo de nuestro análisis. La causa se encuentra en la naturaleza de las condiciones

120
técnicas de producción y de sus posibilidades de adaptación. Aunque en este texto no se desarrolla su
justificación podemos adelantar que la curva de oferta es una "curva de costos"; y estos costos son
distintos según el horizonte de tiempo bajo nuestra lupa.

Otro tanto podemos aducir en el caso de las funciones de demanda. La demanda refleja las
preferencias (o gustos) de los consumidores, y éstos se alterarán más fácilmente en un período
prolongado que en un corto lapso. Por ejemplo, cuando se produjo la fuerte alza de los precios de los
combustibles fósiles en los años 70, las personas que poseían automóviles de gran cilindrada y peso no
cambiaron su unidad de un día para el siguiente, por tanto el consumo de nafta no se redujo
sustancialmente de modo inmediato. Pero, con el tiempo, ante la eventualidad, los consumidores
cambiaron aquellas unidades pesadas y voluminosas, por autos más pequeños, de menor cilindrada; y,
por ende, más económicos. Se produjo una adaptación de la demanda a las nuevas condiciones del
mercado.
Hoy, es corriente, como dijimos, seguir en esto el análisis de Marshall, quien llamaba período de
mercado a un período muy breve, que constaba de un día o de muy pocos días. En este lapso, la oferta
sólo se limita a los stocks pre-existentes. Su representación gráfica resulta ser la que se aprecia en la figura
6-1. Es decir, con elasticidad de oferta igual a cero.
Figura 6-1

Oferta perfectamente inelástica.

Por su parte, se llama corto plazo un tiempo lo suficientemente extenso como para, por ejemplo,
contratar más trabajadores y así ampliar el nivel de producción. No obstante el período no es suficiente
como para ampliar el equipo fijo (las maquinarias, los edificios, las extensiones de cultivo, lo que
podríamos llamar ampliamente "el capital").
Figura 6-2

Oferta: distintas elasticidades.

OCP
P
OLP

0 Q

121
El largo plazo, por el contrario, es un tiempo de extensión tal que permite al empresario adaptar
el número de los asalariados, a la vez que el equipo fijo, a las nuevas condiciones del mercado;
aprovechando, puede decirse, todas las posibilidades de “ajuste”. Comparativamente, la elasticidad
precio de la oferta de largo plazo es siempre mayor que la elasticidad de corto plazo (que, a su vez, supera
a la del “período de mercado”)

Una oferta, que corresponde a estos plazos, puede representarse en la figura 6-2; como se ve, y
de acuerdo a lo que ya conocemos, cada uno de estos períodos se asocia a un distinto grado de
elasticidad de la oferta(3).

3.1 Un análisis de estática comparativa

Para realizar un análisis de estática comparativa, suponemos encontrarnos en un equilibrio inicial de


partida, observando luego el efecto que se produce en las variables "endógenas” del modelo (en este caso
P y Q de equilibrio) ante una alteración en un parámetro de una de las funciones. En esta circunstancia,
supondremos la alteración de uno de los parámetros de la función demanda, y sólo en uno, a fin de
aislar el impacto de este componente. Concentramos, entonces, toda nuestra atención en esta sola
alteración, suponiendo que todas las demás cosas permanecen iguales.

Repitiendo a Alfred Marshall (en su obra de 1890) diremos que: "el economista hace abstracción
de (otras) causas perturbadoras dejándolas, por el momento, en una especie de depósito que podemos
denominar «ceteris paribus»".

Supongamos, ahora, que nos encontrarnos en un mercado de un bien eminentemente perecedero


(p.ej., el pescado o los tomates), con la imposibilidad de detener sus procesos biológicos por medio de
la refrigeración. Estamos pues en el llamado "período de mercado", en cuyo plazo la oferta presenta
una elasticidad igual a cero.

Si partimos de un equilibrio inicial E (figura 6-3), y se produce un aumento del ingreso de los
consumidores (o bien, una mayor preferencia por el pescado en razón de alguna circunstancia que no
viene al caso), la demanda aumentará; y, por tanto, con una elasticidad de la oferta igual a cero
tendremos un nuevo equilibrio en E'. Como se ve, la cantidad negociada en este brevísimo plazo
será la misma (ya que no hay tiempo, en un único día, de un crecimiento en la cantidad ofertada, solo
existe el stock disponible) pero el precio subirá. Podemos pues coincidir, que en tan breve lapso la
demanda es la que ejerce una completa influencia en el precio. Puede decirse que lo fija.

PERÍODOS DE ANÁLISIS
 Período de Mercado: no hay ninguna posibilidad de ajuste en la conducta de los agentes
económicos.
 Corto Plazo: existen algunos ajustes o adaptaciones en la conducta de los agentes
económicos.
 Largo Plazo: se dan todas las adaptaciones posibles en las conductas de los agentes.

Ahora bien, si damos tiempo a los pescadores a reaccionar a este crecimiento de los precios, por
ejemplo, incorporando nueva mano de obra en las barcas o en el muelle, nos encontraremos, de
acuerdo a nuestro análisis, en el Corto Plazo. En estas condiciones señaladas la curva de oferta OCP
presentará, verbigracia, una elasticidad menor que uno pero mayor que cero (figura 6-4).

3
Lo mismo puede decirse en el caso de la demanda, en donde la función de largo plazo será más elástica que la de corto
plazo a cada uno de los distintos precios alternativos.

122
Entonces, el nuevo equilibrio E" nos señala un mayor precio que en la situación inicial (pero menor
que en el período de mercado), y una mayor cantidad de equilibrio.
Figura 6-3

P
O

P’ E’

P E
D’

0 Q

Pero, el aumento de precios empuja a la industria pesquera a ampliar sus equipos fijos,
adquiriendo nuevas barcas e incluso nuevas empresas (quizá de otras latitudes) entrarán en el
mercado. Desde ya que todo esto también exigirá más mano de obra e incluso ajustes de organización
que permiten una mayor productividad por hombre ocupado. Estamos, pues, ahora, en el Largo
Plazo.

Las condiciones de oferta en el largo plazo se adaptan completamente a los nuevos incentivos.
Digamos que se "ajustan "4. La curva de oferta presentará una elasticidad mayor que uno (en
nuestro ejemplo de la figura 6-5); y el nuevo precio de equilibrio será menor aún que en el corto
plazo (aunque mayor que en la situación previa del cambio de la demanda), con una mayor
cantidad negociable (punto E```).

3.2 El mecanismo de Mercado y las modalidades de equilibrio: estable e


inestable

Hasta ahora hemos presentado y operado un modelo de mercado que responde a la estructura o
forma de mercado conocida como de “competencia perfecta”. En el siguiente punto resentaremos más
detalladamente el tema, por ahora, continuaremos en esta clase de mercado.

Figura 6-4 Figura 6-5

P O
OCP
OCP
P O
O OLP
P’ E’
P’’ E’’
P D’
E
D

0 Q
0 Q

44
Palaba ésta, “ajuste”, que suele molestar (y más a muchos periodistas) pero que no es sino un concepto
técnico que en la jerga de la profesión significa sencillamente adaptarse a las nuevas condiciones
imperantes.

123
Lo común, en este modelo, es dibujar una curva de oferta con pendiente positiva y una de
demanda con pendiente negativa. Las llamadas curvas de "pendiente habitual" (o curvas típicas). Su
intersección determina el precio y la cantidad de equilibrio, que resulta la situación en la cual la teoría
microeconómica supone, independientemente de su grado de realismo, que normalmente opera la
economía. Es decir, que se postula, por lo común, una operación del mercado en equilibrio o en
movimiento hacia él.

Si suponemos que por alguna causa el precio sube del nivel de equilibrio, una versión intuitiva
de la dinámica del mercado nos dice que al existir un exceso de oferta respecto de la cantidad
demandada, los vendedores (quienes desean vender más de lo que el mercado a ese precio absorbe)
reducirán sus precios, impulsando la operatoria de regreso hacia el equilibrio. Es decir, que la situación
de equilibrio presenta estabilidad. En otras palabras, el mercado retorna a la situación de equilibrio por
su propio mecanismo

RESUMIENDO
En definitiva, como se ve, el modelo, tal como está planteado en la teoría tiene un buen
contenido predictivo: si, al precio vigente, la cantidad ofertada supera la cantidad demandada el
precio bajará; y si, por el contrario, el exceso es de demanda, precio subirá.

Pero no puede colegirse que este punto de equilibrio es siempre estable. Por el contrario, si
ambas curvas tienen la misma pendiente (ambas positivas o ambas negativas), como en los casos
planteados en las figuras 6-6a y 6-6b, roto el equilibrio, por su operatoria, la misma maquinaria
del mercado alejará las variables precio y cantidad de las posiciones de equilibrio, acentuando
la inestabilidad. ¿Puede usted describir por qué? ¿Siempre que las curvas poseen la misma
pendiente positiva o negativa el equilibrio es inestable?

Señalemos, finalmente que por la propia naturaleza del equilibrio inestable, sería poco
frecuente observar un mercado real en tal situación.

Figura 6-6 b
Figura 6-6 a

P P

O
D
0 Q 0 Q

4. For mas de mercado

A veces, se escucha utilizar con ligereza, en el diálogo cotidiano y a menudo periodístico, la palabra
monopolio; sin embargo, en el tra tamiento técnico de nuestra disciplina, se intenta que la terminología

124
sea definida más precisamente. En tal sentido se habla de “formas de mercado” o “estructuras de
mercado”.

En general, la clasificación se apoya en el número y peso de los compradores y vendedores que


integran el mercado. No obstante, existen matices que no profundizaremos aquí y que son tema
de cursos mas avanzados.

Pueden señalarse dos situaciones extremas: monopolio y competencia (perfecta), y dos casos
intermedios el oligopolio y la competencia monopólica.

Competencia Competencia Oligopolio Monopolio


Perfecta Monopólica

La teoría económica define la competencia perfecta como aquella forma de mercado en la cual se
cumplen cuatro condiciones:
1. existencia de un gran número de vendedores y compradores, de manera tal que nadie pueda
afectar por sí sólo a los precios ("atomización del mercado")
2. los bienes de los distintos productores son percibidos como similares por los consumidores
( " homogeneidad de los bienes")
3. los consumidores, propietarios de recursos y empresas, tienen una información
(conocimiento) perfecta sobre la calidad y naturaleza de los productos (y/o recursos), así
como respecto a los precios actuales y futuros ( " transparencia del mercado")
4. los recursos pueden desplazarse rápidamente de un mercado a otro, en respuesta a las
señales pecuniarias ("perfecta movilidad"). Esta última condición suele excluirse, en
algunos textos, de las características exigidas para la "competencia perfecta".

En el otro extremo de la escala se encuentra el monopolio, presente como forma de mercado


cuando no existen bienes sustitutivos y la oferta se encuentra concentrada en una sola mano (o, la
demanda, en cuyo caso hablamos de " monopsonio " ; esto es, un único comprador).

Decíamos que existe competencia monopolística cuando un gran número de empresas vende
bienes que resultan "diferenciados" (al menos, en las preferencias de los múltiples compradores). En
realidad, es un caso de gran frecuencia, por cuestiones de gustos personales (o por el peso de la
publicidad) que torna en diferente un producto esencialmente igual.

A su vez, diremos que existe oligopolio en un mercado que posee muy pocos vendedores de un
bien, mientras que los compradores son numerosos. Ahora bien, el producto ofrecido puede ser muy
similar, en cuyo caso hablaremos de oligopolio puro; finalmente, si las ofertas reflejan diferencias,
diremos que estamos ante un oligopolio diferenciado.

Habida cuenta del objetivo introductorio de este texto, nuestro análisis se centra en el caso de
la llamada "competencia perfecta" (y, adelantemos, en una “economía cerrada”; es decir, sin
comercio exterior).

125
5. In terven ción del Estado
El mercado, por sí mismo, dirige o promueve, una correcta "asignación de recursos" con miras a
obtener el mayor volumen de bienes y servicios que los recursos y la tecnología existentes permiten. Es
decir, que por su mecánica propia nos empuja hacia la frontera de posibilidades de producción. Nos ubica
en un punto eficiente; aunque, atención, no necesariamente en el corto plazo; el llegar a esa frontera
puede exigir un tiempo sustancial.

Sin embargo, existen ciertos aspectos de la vida social que el mercado no puede resolver por sí
mismo. Este es el caso de la distribución del ingreso. Puede que la sociedad considere que la distribución
del ingreso (y, por ende, de los bienes y servicios disponibles) no responda a sus preferencias (p.ej. un
atinado sentido de equidad). De ser así, el Estado deberá intervenir para "corregir" esta distribución
indeseada: operará pues buscando una redistribución del ingreso. Por ejemplo, puede intervenir otorgando
una subvención a ciertos sectores (v.gr. los ancianos).

No obstante, hay otros factores que exigen una acción estatal sobre los mercados. Hasta aquí, el
argumento estaba fundado en la equidad pero también pueden presentarse causales de intervención
fundadas en la búsquedade la eficiencia. Esto es, en persecución de la mejor asignación de los recursos.

126
Apartado 6.1
El mercado como asignadorde recursos.
El incremento en el precio relativo cumple una función de redistribución de las unidades existentes a quienes más las
valoran. Es decir, a aquellos consumidores que están dispuestos a pagar un precio mayor. Un caso típico lo constituye
el aumento del alquiler de viviendas en zonas turísticas, en donde el precio de alquiler es relativamente más alto en
las épocas de temporada ya que la demanda total aumenta en este período. La Figura ilustra esta situación en donde
Dres representa la demanda de los residentes del lugar turístico que conjuntamente con la función de oferta Ot
determinan el precio Pft.

DT= Dres + Dno res representa la demanda total en época de temporada, compuesta por la suma de la de los
residentes y turistas. La intersección de Ot y Dt determina el alquiler de temporada Ptemp.

La descomposición de la demanda total Dt, en sus dos partes, ayuda a ilustrar cómo los residentes ven aumentado el
costo de oportunidad y disminuyen la cantidad demandada de espacio para vivienda de Q t a Qres, proveyendo así
espacio adicional que será ocupado por los turistas.

El ejemplo elegido también ayuda a dilucidar el concepto erróneo de que el único aumento de alquiler justificado
lo constituye aquél originado por un aumento de aquellas partes que se pudieran haber convenido como
constituyentes del precio del alquiler, como podría ser algún gasto de consorcio. El aumento de precio del alquiler se
originó en este caso por la sola competencia entre los posibles locatarios por crecimiento de la demanda y el
correspondiente aumento en el costo de oportunidad para el locador.

Raúl García, en “Actividad y teoría económica”. Asoc. Cooperadora, F. C. Ec. Córdoba, 1995.

Ptemp
Dt = Dres + Dno res

Pt f
Dres

Dno res

0 Qno res Qres Qt


Q
Gráfico de Apartado 6.1

Hemos dicho bien, según la teoría neoclásica "el mercado logra la eficiencia, a través de la
correcta asignación de los recursos, operando libremente", en tanto en cuanto nos encontremos en un
caso de competencia perfecta. Pero existen circunstancias que nos alejan de esta situación óptima.
Son los llamados “fallos" de mercado:
1) la existencia de externalidades (Consúltese Apartado 6-2)

2) la presencia de bienes públicos (Consúltese Apartado 6-2)

127
3) los rendimientos crecientes: su presencia genera un caso particular de monopolio, el llamado
monopolio natural, que no trataremos aquí pero que podemos adelantar que surge de la presencia de
rendimientos crecientes en la producción (lo que da paso a costos decrecientes). Recuerde el lector que en el
Capítulo III se planteó que el supuesto habitual es el caso concreto: costos crecientes que provienen de
rendimientos decrecientes.

Apartado 6.2
Dos casos de intervención: Bienes Públicos y Externalidades.

El gobierno puede intervenir con miras de alcanzar la equidad, alterando la distribución del
ingreso mediante el uso de la política fiscal. Pero también puede intervenir con el propósito de
alcanzar una asignación eficiente.
Este segundo aspecto se relaciona con la producción de algunos bienes que se denominan
“públicos”, y que el mercado privado produciría o muy poco o una cantidad nula de los
mismos. Los ejemplos usuales son defensa, el sistema legal, alumbrado público, etc.
Para el caso de bienes privados, como el pan, existe una relación estrecha entre el beneficio y
el costo incurrido, ya que la persona que paga puede excluir a otros de su uso. En el caso de los
bienes públicos resulta difícil (costoso) prohibir a quienes no pagan de disfrutar de los beneficios.
La existencia de bienes públicos crea problemas para el sistema de precios: una vez que el bien
es producido todos los individuos se beneficiarán, ya sea que hubieran pagado o no por ellos;
de forma tal que resulta difícil que su provisión se realice a través de la empresa privada. La
provisión de dichos bienes por parte del gobierno, y la recaudación de impuestos para su
financiamiento es una de las formas de solucionar el problema.
Otro de los problemas que no es manejado en forma conveniente por un sistema de precios
es el de las “externalidades” en los actos de producción y consumo. Los actores
económicos dirigen sus recursos hacia una determinada actividad cuando los beneficios que
esperan obtener superan los costos de emprenderla. Los costos y los beneficios no se ven
confinados necesariamente hacia quien toma la decisión, sino que pueden afectar otras personas
que no tomaron parte de ella. Cuando esto último ocurre el mercado puede no generar una
cantidad óptima del bien. Por ejemplo, en el proceso de producción de un bien se genera
contaminación ambiental, que implica costos a la sociedad como un todo ya que surgen
costos adicionales para producir agua potable, etc.
Estos costos pueden no ser tenidos en cuenta en la decisión individual, de forma tal que
debieran existir mecanismos para que éstos pudieran ser internalizados en la toma de
decisiones. En muchos casos, la negociación de los afectados con quien produce dicha
externalidad puede resultar imposible (sumamente costosa), entonces, el Estado usando su
poder de coacción puede disminuir el costo ocasionado.
Una forma de atacar el problema puede lograrse mediante impuestos a determinadas
actividades, reglamentación de modalidades de producción, etc. Si bien ésta es una forma de
resolver el problema, ello no implica que se logrará una cantidad óptima de contaminación.
Téngase en cuenta que eliminar una actividad no implica una decisión óptima, ya que los
bienes producidos son valorados por la sociedad.
Raúl García. Op. Cit. 1995

***** ***** *****

128
VALORACIÓN PRIVADA Y VALORACIÓN SOCIAL
La teoría neoclásica (que es la predominante en microeconomía) supone que un mercado en
competencia perfecta asigna correctamente los recursos pues supone que en esa forma de
mercado, la valoración privada coincide con la valoración social. En otras palabras, la curva de
demanda de los individuos particulares de un bien cualquiera refleja toda la utilidad de
consumir tal bien (tanto la utilidad del propio consumidor como del resto de la sociedad). A su
vez, la curva de oferta refleja todos los costos emergentes de producir ese bien (tanto para el
oferente como para el resto de la sociedad económica). Pero esto no se cumple cuando hay
“fallos” de mercado (como las externalidades). Por ejemplo, cuando al producir un bien se
contamina el medio ambiente; o cuando al consumir una vacuna no contemplamos la utilidad
social que reporta el cortar la cadena de contagio.

5.1 Algunas intervenciones específicas


Estos fallos de mercado, que impiden una correcta asignación de los recursos, exigen acciones del
Estado sobre esos mercados particulares (en los cuales se presentan estos fallos) a fin de alcanzar la correcta
asignación, al corregir (o mitigar) esos fallos. Estas acciones a que hacemos referencia son diversas.
Enunciamos algunas:

a) Impuestos y subsidios

b) Controles de Precios

c) Fijación de cuotas de producción

5.1.1 Impuestos y Subsidios en los mercados de bienes 5


Un instrumento de intervención del Estado en los mercados es la aplicación de impuestos a las
transacciones realizadas o el otorgamiento de subsidios. De esa manera pueden modificarse las
condiciones que enfrentan los compradores o vendedores de un mercado, y modificar las
correspondientes curvas de oferta y/o demanda, a fin de alterar los resultados del libre juego de
mercado de acuerdo con los objetivos que el gobierno considera preferibles.

5.1.1.1 Aplicación de un impuesto en un mercado de competencia perfecta

Supongamos que la situación inicial en un mercado de competencia perfecta es la indicada en la


figura 6-7. La curva DD corresponde a la función de demanda de la mercadería, y muestra la relación
entre los precios que los compradores están dispuestos a pagar por unidad del producto y las
cantidades que adquirirían a cada precio por período ceteris paribus. La curva de oferta OO indica la
relación entre el precio que se cobra a los consumidores y las cantidades que los productores están
dispuestos a producir y llevar al mercado, en el mismo período de tiempo, supuestos todos los otros
determinantes de la oferta constantes. El precio de equilibrio de mercado es PE y la cantidad de
equilibrio QE.

El gobierno crea ahora un impuesto específico sobre esa mercadería, que debe ser pagado por los
productores. Nos interesa determinar de qué manera afecta el impuesto al precio que pagan los
consumidores y al precio que reciben los productores. También es importante conocer el efecto de la
medida sobre los volúmenes de producción y venta. Y la recaudación que puede obtener el Estado.

La curva DD, que representa la demanda de los consumidores no se modifica, ya que las

5
El punto 5.1.1 ha sido tomado de A. Díaz Cafferata, 1980. Notas de Cátedra, Universidad Nacional de Río IV, 1980.

129
cantidades que desean comprar a cada precio son las mismas que antes del impuesto. Pero el equlibrio
del mercado se altera por la modificación de la oferta. Veamos este punto.

5.1.1.2 Cambio en la oferta individual y de mercado por la aplicación de un impuesto


específico

El impuesto “ específico ”sobre las mercaderías consiste en un monto fijo que se carga sobre
cada unidad vendida, cualquiera sea su precio. Un impuesto “ad valorem “se aplica como porcentaje
fijo sobre el precio, y el monto del impuesto por unidad vendida es entonces mayor a medida que el
precio aumenta (el Impuesto al Valor Agregado, IVA, es un buen ejemplo).

Como vimos al analizar la curva de oferta de los productores, la pendiente positiva de la


función refleja el costo creciente de producción. Cuando la firma debe pagar al estado un monto fijo
por unidad producida, al costo adicional de producir una unidad más debe agregarse también, con
relación a la situación anterior, la suma correspondiente al impuesto específico. En consecuencia, la
distancia vertical entre la curva de oferta antes y después del impuesto (OT-O), es igual al monto del
impuesto T. 6

En síntesis, como la función de oferta de corto plazo de la firma es u n a función de costo, el


desplazamiento de la curva de costo significa también el desplazamiento de la función de oferta
individual hacia arriba, exactamente en el monto del impuesto específico T. Esa disminución de la oferta de
cada una de las firmas, implica la disminución de la oferta de mercado que es la suma de las ofertas
individuales. Por eso en la Figura 6-8 la distancia vertical entre las curvas de oferta de mercado OO y OT,
antes y después del impuesto, es también igual al monto de éste.

Figura 6-7
Efecto de un impuesto específico sobre la
oferta
OT
$/u O

0 H Cant./ut.

Efecto del impuesto sobre el equilibrio del mercado

Visto el efecto sobre la oferta, consideremos ahora de qué manera la intervención del estado
modifica la operación del mercado. En la Figura 6-8 el mercado ya no está en equilibrio, después del
impuesto, con el precio y la cantidad determinadas por las curvas OO y DD. La curva de oferta OO
indica ahora las cantidades que los vendedores del producto están dispuestos a ofrecer al precio neto

6
Si bien este concepto supera lo exigible para un texto inicial, adelantemos algo que se analizará en cursos
superiores, y aquí solo lo mencionamos como de pasada: la curva de oferta es una curva de costo (pero no
cualquier costo sino los llamados “costos marginales”).

130
(sin impuesto) pagado por los compradores, y la demanda DD la reacción de los compradores frente a
cada precio bruto (es decir, incluyendo el impuesto) cobrado por los vendedores. El precio de mercado se
determina con la intersección de la demanda DD y la nueva oferta de mercado OT. El precio después del
impuesto para los compradores, es PC, mayor, y la cantidad de equilibrio QT menor, que antes del
impuesto.

Adviértase que el precio que reciben los productores, una vez deducido el impuesto, es

PP = (PC - T).

Incidencia del impuesto y recaudación del Estado


Tomemos esto con mayor detalle. Del precio Pc (“precio para los consumidores” ) que los
vendedores cobran a los consumidores por cada unidad del producto, deben deducir el monto del
impuesto específico T que se paga al gobierno: por tanto, el precio neto percibido por los productores es
Pp ( “ precio para los productores” ). Respecto de la situación anterior al impuesto, hay un aumento en el
precio pagado por los consumidores, igual a (Pc – PE), y una disminución en el precio neto recibido por
los vendedores igual a (PE – Pp). Se observa también que el precio de mercado no aumenta por el
total del impuesto. La incidencia del impuesto por unidad, T = CB = (Pc – Pp), se reparte entonces
entre compradores y vendedores.

La proporción de la incidencia entre ambas partes depende de la elasticidad de las


funciones de oferta precio y demanda precio. En la Figura 6-8 la incidencia del impuesto sobre los
oferentes por unidad vendida es (FG/BG) = (PE-Pp)/T, y sobre los compradores (BF/BG) = (Pc-PE)/T.

El total de la recaudación del Estado es igual al impuesto por unidad multiplicado por el número
de unidades vendidas, representado en el gráfico por el rectángulo PcBGPp = (Tx 0Qt). La incidencia
total sobre los vendedores es PEFGPp, y, por su parte, sobre los compradores PcBFPE.

En un caso límite de demanda absolutamente inelástica, como la de la Figura 6-9, la


disminución de la oferta determina un aumento del precio de P1 a P2. La cantidad producida y vendida
no cambia. Los vendedores reciben el mismo precio neto que antes del impuesto P1 por unidad, y el
monto del impuesto NZ se carga totalmente como incremento del precio que deben pagar los
consumidores. Si por ejemplo, la demanda de transporte urbano en ómnibus para un cierto intervalo
de precios es altamente inelástica, la cantidad de viajes cambiará poco ante un aumento del boleto, y
la incidencia del impuesto sería del tipo de la que acabamos de analizar. En el caso límite de una
oferta absolutamente inelástica, la incidencia del impuesto, “ceteris paribus”, sería absorbida por los
vendedores.

INCIDENCIA Y ELASTICIDAD
Cuanto más inelástica sea la demanda del producto o servicio sobre el que se aplica el
impuesto mayor será la incidencia sobre los compradores. Una demanda muy inelástica
significa en general que los demandantes están dispuestos a seguir consumiendo una cantidad
aproximadamente similar ante aumentos en el precio, y en consecuencia absorben, ceteris paribus,
una parte mayor del impuesto.

131
D Figura 6-8
Efecto de un impuesto sobre precios y cantidades (Demandacon
pendiente negativa)

$/u O1
D
B T
Pc
O
PE A

PP
G D

T
O
0 QT QE Cant./ut.
O

Incidencia del impuesto sobre los compradores

Incidencia del impuesto sobre los vendedores

Figura 6-9
Efecto de un impuesto
(Demanda inelástica)

OT
$/u D
N T O
P2

P1
OT
Z
O

0 QE Cant./ut.

5.1.1.3. Subsidios

Los subsidios son sumas que el gobierno otorga (a los productores o a los consumidores) con el
objeto de incentivar una actividad determinada, o bajar el precio de un producto. Si éste es el caso, el
resultado sobre el precio puede ser similar al de aplicación de un precio máximo, sin los inconvenientes de
excesos de demanda que surgen en ese sistema (como veremos más adelante). La medida significa, por
otra parte, un costo para el Estado. Si el subsidio se otorga por unidad vendida, el costo para el estado del
programa de subsidio en ese mercado, es igual a la cantidad transacci onada multiplicada por el
monto unitario del subsidio.
El mecanismo del subsidio puede razonarse adecuadamente como si se tratara de un
impuesto negativo. Si por cada unidad que produce y vende, la firma recibe del Estado una cierta
suma, repartirá el precio que desea recibir (Pp) entre lo que cobra a los consumidores en el mercado
(Pc), y lo que recibe como subsidio (S). Entonces: Pp = Pc + S.

132
Gráficamente el efecto del subsidio puede representarse en la figura 6-10 como un
desplazamiento de la oferta que enfrentan los emandantes hacia la derecha, de 0 a 0s. El precio neto
que recibe el vendedor excede ahora al precio que paga el consumidor en una cantidad igual al
subsidio, y corresponde en el gráfico a la distancia vertical entre 0 y Os.

Como consecuencia, la producción aumenta de 0Qe a 0Qs estimulada por el subsidio. El


precio que pagan los consumidores baja de Pe a Pc (lo que los estimula a comprar una cantidad
mayor), y el que reciben los productores sube a Pp (que es lo que explica el aumento de la
producción). Mientras más inelásticas sean las curvas de oferta y demanda, el aumento de la producción
será menor. Si lo que se desea no es solamente una disminución del precio sino el aumento de
producción de la industria a la que se otorga el subsidio, la eficacia será mayor cuanto más elásticas sean
las funciones de oferta y demanda.

En este ca so, el costo que representa para el Estado el subsidio, puede considerarse como una
manera de provocar una redistribución del ingreso personal, si los recursos se obtienen cobrando
impuestos a los sectores de ingresos más altos, y se gastan para subsidiar el consumo de bienes de
primera necesidad que constituyen una parte importante del gasto de los sectores de ingresos más
bajos, cuyo ingreso real de esa manera aumenta.

Figura 6-10
Efecto de un subsidio

O
D
$/u
Os
PP S
E’
E
PE

Pc
O
D
Os

0 QE QS Cant./ut.

UN CASO ARGENTINO
El subsidio al consumo energético en la Argentina es de una constante presencia desde el primer
lustro del siglo XXI. Esa presencia ha significado un gran aumento en la cantidad demandada
(por la reducción del precio para el consumidor; y, a la vez, en la demanda por el gran aumento
de aparatos de gran consumo energético dado el bajo precio de su bien complementario)
particularmente eléctrica, dando paso a un problema mayúsculo, de muy difícil solución (ya que
los valores que recibían las empresas como subsidio resultaba inferior al costo de oportunidad
internacional, lo que condujo a que el aumento de la capacidad de generación y transmisión de
electricidad fuera muy inferior a los aumentos de cantidad demanda y demanda).

EJEMPLO I. Cálculo del efecto de un impuesto.

Los efectos que hemos discutido pueden calcularse numéricamente cuando se conocen las
funciones de oferta y demanda. Supóngase que en el mercado de un bien la demanda es D = 4000 –
4.P, y la oferta 0 = 100 + 5P. El precio de equilibrio antes del impuesto Pe = 433,33 y la cantidad de

133
equilibrio Qe = 2266,67.

Ahora el Estado aplica un impuesto T = $ 10 a los productores. Recuérdese que en esta nueva
situación el precio relevante para los productores es que ellos efectivamente reciben por unidad
vendida, es decir, Pp = (Pc – T). Escribimos entonces las curvas de oferta y demanda distinguiendo el
precio que reciben los productores y el que pagan los consumidores. En nuestro caso:

D = 4.000 – 4 Pc, que no se modifica.

Por su parte, en la función de oferta reconocemos que el precio que orienta las decisiones de
los productores (el precio esperado PP) es el precio que pagan los consumidores menos el impuesto. De
esa manera:

OT = 100 + 5 PP

= 100 + 5 (PC – T)
= 100 + 5 (PC – 10)
= 100 – 50 + 5 PC
O = 50 + 5 PC
T

En la figura 6-9, comparando la nueva curva de oferta OT con la anterior O, se advierte


que la disminución de oferta como consecuencia del impuesto se manifiesta como una intersección
de la función OT con el eje de las absisas, que está a la izquierda de la anterior. Como esta nueva oferta
está en función de PC (igual que en el caso de función de demanda), se puede ahora estimar cuál es,
con un exceso de demanda nula en ese mercado, el precio que pagan los consumidores después del
impuesto:

4000 – 4 PC = 50 + 5. PC
PC = $ 438,89
En este caso, el precio que reciben los productores por unidad se reduce en la magnitud del impuesto.
PP = PC – $ 10
PP = $ 438,89 – $ 10 = $ 428,89

Entonces, comparando el precio inicial de equilibrio con el que reciben los productores y el que pagan
los consumidores después del impuesto:

PC > PE > PP
$ 438,89 > $ 433,33 > $ 428,89

La incidencia del impuesto sobre los productores es

(PE – PP) = $ 433,33 – $ 428,89 = $ 4,44

Y la incidencia sobre los consumidores:

(PC – PE) = $ 438,89 – $ 433,33 = $ 5,56

La suma de ambas es el impuesto unitario: T = $ 4,44 + $ 5,56 = $ 10 Calcule usted la nueva cantidad
transada en el mercado Qt < Qe, y la recaudación total del estado.

134
EJEMPLO II. Cálculo del efecto de un subsidio

Suponga ahora, que en lugar de un impuesto, se otorga un subsidio de cinco pesos por unidad.
Reproduzca usted el ajuste de la oferta, advirtiendo que ahora el precio que recibe el productor es mayor
que el que paga el consumidor: PP = PC + S = PC + $ 5.-

Apartado 6.3
Efecto de los impuestos sobre los costos de las firmas: un enfoque algebraico

Trabajamos aquí la determinación de precios y cantidades cuando hay impuestos bajo la forma
de un tributo fijo por unidad.

La presencia de un tributo fijo por unidad, que alcance a un conjunto de firmas, aumenta sus
“costos de producción”en ese valor por unidad. Veámoslo algebraicamente:

1 Qo – –––
Qo = c + d * P ==> P = ––– c
d d
Adicionamos los tributos (tu) que aumentan “el costo ”:

c + –––
P = – ––– 1 Qod+ tu
d d

Ahora, trabajamos para expresar Q = f(P)

c 1
P – tu + ––– = ––– Qo
d d
(P− tu + –––)
c d = Qo
d
Qo = c – dtu + dP ==> Qo = c + d (P – tu)

Comprobemos estos conceptos aritméticamente:


En un mercado en el cual la función de oferta es: Q = 400 +2.P, se aplica un impuesto 30 por unidad.
Primero, expresemos P = f(Q).

P = –200 + 0,5 Qo

Ahora, incorporamos los impuestos P = –200 + 0,5 Qo + 30

P – 30 + 200 = 0,5 Qo
30 200
Qo = – ––– + –––- + P . 2
200 0,5
Qo = – 60 + 400 + 2 . P
Qo = 340 + 2 . P

135
El caso de un subsidio no difiere sustancialmente, habida cuen ta de que el subsidio no es
sino un impuest o “NEGATIVO”. Queda como una tarea para el lector deducir la función de
oferta en presencia de un subsidio.

P
O’
O

340 400 Q

***** *****

LOS IMPUESTOS Y LOS MERCADOS


La presencia de un impuesto excesivo puede perjudicar agudamente a un mercado. Hay
ejemplos históricos famosos. Una suba de la tasa impositiva en el mercado del te (en Nueva
Inglaterra, en el tercer cuarto del siglo XVIII) llevó a la Revolución Norteamericana.
A su vez, la pérdida de ingresos procedentes de impuestos de esas colonias, así como las
necesidades fiscales por el costo de la guerra contra los rebeldes, llevó a la corona británica a
introducir otros tributos. Ahora, en las propias islas metropolitanas. En aquellos años, y desde
fines del siglo anterior, la construcción en Inglaterra estaba siendo dominada por el ladrillo,
cuando antes había predominado la piedra. Ese auge hizo pensar que la cantidad demandada
permanecería. Pero la elasticidad precio de su demanda aparentemente era alta. A principios
de los años ochenta, se gravó fuertemente el mercado de los ladrillos por unidad producida
(un impuesto “específico”, como se lo denomina). El efecto fue una caída pronunciada en las
ventas. Aquella decisión fiscal fue en un error mayúsculo… que se agravó más tarde.
Para contrarrestar la baja de la recaudación, se decidió aumentar el tributo en dos ocasiones:
en 1794 y en 1803. El resultado fue catastrófico para la industria del ladrillo: por el alto
precio, los pedidos cayeron en picada. Si se pasa revista a las construcciones inglesas de las
primeras décadas del siglo XIX, da la impresión que el ladrillo “hubiera pasado de moda”. El
mercado había literalmente desaparecido.
Pero medio siglo después, en 1850, el tributo fue removido. Al bajar el precio, el ladrillo
volvió a ser moda. Al expandirse los requerimientos de los demandantes, mágicamente el
mercado se recompuso; y, de pronto, Londres y otras ciudades industriales británicas (como
Manchester) crecieron con fuerza… como urbes de puro ladrillo. Todo se construyó con ese
material, ahora accesible: fábricas, estaciones, puentes, escuelas, oficinas, y kilómetros y
kilómetros de casas.

136
5.1.2 El caso de las externalidades

Hemos dicho que un mercado que opera libremente define una óptima asignación de los
recursos. Ahora bien, como se adelantó, esto acontece siempre y cuando sus curvas de oferta y
demanda reflejen valoraciones de "costos" y "preferencias" en las cuales exista una identidad completa
entre las valoraciones sociales y las valoraciones privadas. Si esta identidad no se cumpliera, entonces,
tampoco se cumplirá una óptima asignación de recursos.

Pongamos por caso, un conjunto de curtiembres que operan aguas arriba, sobre el río que atraviesa
nuestra ciudad, y que vierten sus desechos sin purificarlos al caudal de la corriente.

En tal caso, perjudican a los vecinos ubicados corriente abajo, quienes no podrán bañarse en
esas aguas, no podrán beberlas o soportarán un olor pestilente, etc.

Si observamos la figura 6-11, en un mercado libre, la cantidad de cuero producida será QA.
Ahora bien, en la curva de oferta graficada no se contemplan los costos de purificación de las aguas, pues
no los soportan las firmas que procesan el cuero.

Figura 6-11
Externalidades. Un caso de polución.

O’
P
O

0 QE QA Q

Estamos frente a una externalidad: el costo es soportado por los vecinos, y no incorporado (los
economistas dicen "internalizado ") por las firmas productoras. Si tales costos los asumieran estas
empresas, entonces, la curva de oferta sería O' y la cantidad de equilibrio sería QE.

Como vemos Qe < Qa; es decir, que el nivel de producción bajo libre mercado es superior al
óptimo social, en razón de no haber coincidido la curva de oferta de la empresa (O) con la curva de
oferta que contempla la totalidad de los costos (O').

Habíamos dicho, líneas más arriba, que una de las causales de intervención con " fines de
eficiencia" era la presencia de externalidades. Por tanto, el Estado debe intervenir. ¿Para qué? Pues,
para lograr que el nivel de producción sea Qe y no Qa.

¿Cómo puede lograr esto? Pues por diversos medios, uno de ellos es un tributo por unidad
igual al costo de purificar el agua (o de tratar los desechos, previamente a verterlos al caudal). De tal
manera, los costos de producción de las firmas suben, por unidad, exactamente en la medida necesaria
para hacer coincidir la curva de oferta ("de costos") de cada firma con la curva de oferta que refleja la
totalidad de los costos necesarios para producir cuero (una curva de oferta que refleja todos los costos
sociales de elaborar el bien).

137
5.1.3 Controles de Precios: los precios máximos

El Estado puede intervenir también con el propósito de redistribuir ingresos o proteger a


determinados grupos de consumidores (o de productores). Por ejemplo, puede accionar
normativamente fijando precios máximos, por encima de los cuales no puede realizarse (legalmente)
ninguna transacción.

El caso más común en el mundo es el control de alquileres. En nuestro país esta medida se
aplicó con profusión desde la década del 40 con diversos nombres. Lo cual explica, en gran parte,
por ejemplo la escasez de viviendas existente durante gran parte de las ocho décadas que han corrido
desde entonces. Veamos por qué.

En primer lugar, señalemos que para que un precio máximo sea tal es necesario que se fije por
debajo del precio de equilibrio. De lo contrario, resultará no operativo (pues el mercado operará al nivel
del precio de equilibrio). En la figura 6-12, se grafica un mercado de viviendas en el corto plazo, con
un precio PE; si el gobierno establece un precio máximo PM, se producen dos efectos simultáneos: (i)
aumenta la cantidad demandada; y (ii) cae la cantidad ofrecida. Con lo cual, automáticamente, se
produce una escasez de vivienda, pues hay un exceso de demanda, tal como se aprecia en la Figuera 6-
12.

Figura 6-12
Control de precios

O
P

PE

PM
PMáximo

0 QO Qd Q

ED

Sin embargo, en el corto plazo, los inquilinos no se ven muy afectados pues la cantidad de metros
cuadrados disponibles no se reduce sustancialmente por la inelasticidad de la curva de oferta. Además,
y fundamentalmente, abonan una cantidad bastante menor (se produce una redistribución de ingresos
desde los propietarios hacia los nopropietarios).

Pero, en el largo plazo, las cosas cambian pues los inversionistas no se ven tentados a aplicar
recursos en la construcción y, por otra parte, los dueños de edificios ya construidos, al considerar poco
rentable su inversión, van "saliendo del mercado". ¿Por qué vía? Dejando deteriorar sus casas y
departamentos en alquiler, a punto tal que ya no estén en condiciones de habitabilidad. Por tanto, la
curva de oferta toma la forma de OLP, mucho más inelástica que OCP. Como se aprecia, ahora, incluso
el precio de equilibrio de mercado libre a largo plazo crecerá a causa del régimen de alquileres. De allí
las dificultades para salir del control de precios. (figura 6-13).
Por otra parte, el control de precio máximo da pie a la posibilidad de un “mercado negro” (o
mercado paralelo). A Pm existe una oferta mucho menor: es como si la oferta se tornara inelástica al nivel Qo, y

138
para ese nivel de oferta tan reducido como Qo, los demandantes estarán dispuestos a pagar un precio muy
superior al precio máximo e incluso al precio de equilibrio de mercado libre: estarán inclinados a pagar un nivel
Pmn o precio de mercado negro. Podríamos agregar que en épocas de los iniciales controles de alquileres (más
de medio siglo atrás), hubo inquilinos afortunados que rentaban el metro cuadrado a Pm y sualquilaban a Pmn,
obteniendo una diferencia (llamada renta de mercado negro) igual a Pmn – Pm por metro cuadrado. En la
práctica, solían subalquilar una fracción de la vivienda (una habitación o dos).

Figura 6-13
Control de alquileres: efectos de largo plazo

Un caso de precios máximos


Hemos apuntado que el Estado puede intervenir por distintas razones (por ejemplo, razones
de eficiencia o razones de equidad). A su vez, puede hacerlo de manera indirecta, v.gr.
alterando los costos de producción al aplicar un tributo, sea éste por unidad producida
(impuesto específico) o por precio o valor de transacción (impuesto “ad valorem”, como es el
caso del IVA). También puede intervenir de modo directo en los mercados, fijando los precios
(política de precios máximos o de precios mínimos) y/o fijando las cantidades, por ejemplo,
estableciendo cuotas de producción (como a veces se hizo con el área sembrada de caña de
azúcar), o fijando restricciones al consumo (como en los racionamientos por cupones en
períodos de guerra).

Hagamos un ejercicio de historia. Estamos a fines de los años 50, y nos ubicamos en el
mercado del kerosene (entonces el combustible habitual en los hogares, como luego lo fue el
gas envasado en cilindros y hoy lo es el gas por redes). El gobierno entiende que el precio de
equilibrio es alto, y resuelve reducirlo a través de la fijación de un precio máximo 10% menor
que el de equilibrio. Si suponemos que la elasticidad precio de la demanda en el nivel del
precio de equilibrio es 2 y la elasticidad precio de la oferta es 1, entonces se producirá: (a) un
aumento en la cantidad demandada de 20% (proveniente de 2 x 10%); (b) y una reducción en
la cantidad ofrecida de 10% (1 x 10%). Con lo cual exceso de demanda emergente será del
30% (20% + 10%)7.

7
Es preciso tener presente, sin embargo, que los valores de elasticidad son válidos estrictamente en los
entornos reducidos del punto (en este caso del precio de equilibrio).

139
5.1.4. Controles de Precios: los precios mínimos

Esta variedad de la intervención directa apunta a asegurar un cierto nivel de ingresos a un sector. El
sector más comúnmente alcanzado con esta política es el agropecuario. Habida cuenta de las variabilidades
que suelen tener los precios de los productos agrarios, tan sujetos a los vaivenes climáticos, los gobiernos para
evitar un derrumbe de los precios por exceso de producción acuden a políticas de precios mínimos.

Ahora bien, estos precios mínimos para ser operativos deben fijarse por encima del precio de equilibrio.
Si se fijasen por debajo del valor de equilibrio, habría un exceso de demanda, lo que empujaría el precio hacia
arriba y, por tanto, el precio mínimo fijado resultaría inoperante.

Es decir que el precio mínimo para ser tal debe ser superior al precio de equilibrio. Esto implica generar
un exceso de oferta. La cantidad ofertada superará a la demandada. Así como en el cao de un precio máximo
surge la inmediata posibilidad de un mercado negro, en el caso de un precio mínimo emerge un exceso de
producción que no es absorbido por el mercado.
Como el precio mínimo es, en definitiva, un precio garantizado por el Estado, habitualmente ese
exceso de producción es adquirido por el Estado (con el costo fiscal consiguiente), y a menudo revendido a un
precio menor al de compra (aunque tal camino gubernamental no es de fácil manejo y exige estrategias
sofisticadas para no “interferir” en las operaciones que hacen directamente consumidores-productores). Otra
alternativa ha sido almacenar ese exceso. Se dice que en los tiempos de la Guerra Fría, a fines de los años 70,
el gobierno de EE.UU. llegó a tener en silos más de una cosecha de granos, merced a haber aplicado políticas
de precios mínimos para protección de los ingresos de sus agricultores (el objetivo final era evitar que los
granjeros norteamericano migraran en masa a las ciudades) y haber adquirido el exceso de oferta a ese precio
garantizado.

APARTADO 6.4.
IMPUESTOS Y CONTROL DE PRECIOS EN EL MERCADO DE TRABAJO
A. M. Díaz Cafferata, en Principios de Economía, Eudecor, Córdoba, 1999, pag.187

Impuestos en el mercado de trabajo


Los impuestos aplicados en el mercado de trabajo pueden analizarse aplicando los mismos
principios y procedimientos que para los impuestos en el mercado de bienes. El impuesto crea
una "brecha" entre el precio pagado y recibido por los sujetos privados. Si hay un impuesto al
trabajo, el costo del servicio para las firmas es mayor que el monto neto recibido por los
trabajadores en la magnitud del impuesto. La situación se describe en la siguiente ecuación

WCL = W L + T

Dónde W indica el salario; WCL es el costo laboral por unidad de servicios de trabajo; WL el salario
recibido por el trabajador, y T el impuesto. Hay entonces, como se ve en la figura 6.19, una "brecha"
entre el costo salarial para la firma y el salario que reciben los empleados, similar a la brecha ya vista
entre precio del productor y precio del consumidor.

140
Figura 6-19

OL
WCL

WO

WL
DL

LT LO L

El costo salarial es mayor que el salario sin impuesto (W CL > W 0) y los trabajadores reciben una
retribución menor (W L < W 0). El impuesto constituye un desincentivo tanto para la oferta como
para la demanda de trabajo. En consecuencia el total de empleo después del impuesto (LT), es
menor que antes del impuesto (L0).
La incidencia del impuesto sobre los trabajadores y sobre las firmas depende, como sabemos,
de las elasticidades de oferta y demanda de trabajo. Por ejemplo, si la demanda es muy
inelástica (industrias químicas), el salario recibido por los trabajadores cambiará poco y el costo
salarial absorbe la mayor parte del impuesto (¿por qué?). Si la demanda es muy elástica, como
en el caso en que el trabajo puede ser sustituido con facilidad por máquinas la mayor
incidencia la soportará el trabajador (verificar gráficamente).

Por ejemplo si se tiene un mercado de trabajo cuyas funciones de oferta y demanda laborales son
respectivamente:

OL = 500 + 30 w

DL = 1000 – 20 w

Se puede calcular fácilmente que se contratarán las 800 horas de trabajo al salario de wo = 10
$/h (hágalo).

Si ahora se grava al trabajo con un impuesto de $ 1 por hora laboral (por ejemplo en concepto de
aportes patronales) la función de demanda resultante será:

D’L = 1000 – 20 (w + 1)

D’L = 980 – 20 w

y se contratarán 788 horas de trabajo por las que los trabajadores recibirán un salario de WL =
9,60 $/h siendo el costo total para el empleador de WCL = 10,60 $/h (verifíquelo).
Se observa que en este caso la incidencia para el empleador (0,60$/h) es mayor que para los
trabajadores (0,40 $/h). (Compruébelo y mediante el cálculo de las elasticidades arco entre los
puntos iniciales y finales trate de explicar el por qué).

Esta es una representación del mercado de trabajo que supone que los oferentes y demandantes
intervienen en condiciones competitivas cuando las condiciones de negociación son diferentes,
por la existencia de sindicatos, o porque las firmas tienen poder de mercado, el modelo apropiado
no es el de competencia.

141
Diferencias Salariales
A. M. Díaz Cafferata, en Principios de Economía, Eudecor, Córdoba, 1999, pag.188
Figura 6-20
Salario

(Oferta de trabajo
OL
para la ocupación con
R
riesgo)
(Oferta de trabajo
O
L
estándar)
W
R

D
L

O L

Con frecuencia se encuentran diferencias de retribución para trabajar que son similares, en
cuanto a las calificaciones o exigencias técnicas requeridas, pero incorporan también un
elemento de riesgo, o condiciones de menor atractivo (como realizar instalaciones en zonas
inhóspitas, el caso de nuestra Patagonia; o trabajar con material combustible; horarios nocturno,
etc.)

Entonces, si todos los otros determinantes del salario son iguales, la "diferencial de salario" se
explica por las mencionadas características de riesgo o incomodidad.

UN PRECIO MÍNIMO MUY ESPECIAL: EL SALARIO MÍNIMO


Los defensores del salario mínimo sostienen que mejora las condiciones de los asalariados
menos remunerados. Sin embargo, como todo precio mínimo genera un exceso de oferta
(resultado de una menor cantidad demandada y mayor cantidad ofrecida que al nivel de
equilibrio). En otras palabras hay menos empleo, más desempleo y el efecto neto puede
perjudicar el ingreso de los trabajadores.
Sin embargo, en un trabajo publicado hace algo más de una década se señala que:
“el salario mínimo parece (…) proporcionar un sustengo decente a los menos calificados. (…)
varios estudios de los `90 pusieron de manifiesto que el salario mínimo tenía escasos o nulos
efectos sobre el desempleo. (…) Del repaso de estudios teóricos hemos sacado la conclusión
de que el modelo estático de competencia pura y perfecta (…) es un caso único según el cual
el salario mínimo surte un efecto adverso en el empleo. Pero basta con que no se cumpla una
sola de las hipótesis de la competencia (p.ej. que los trabajadores sean heterogéneos o que
los empleadores sean pocos) o se tomen en cuenta factores dinámicos (como que el salario
mínimo afecta la oferta de trabajo delas familias o a la demanda agregada) para que la
repercursión del salario mínimo en el empleo ya no se pueda predecir. Al parecer sucede lo
mismo cuando en la economía hay un sector informal grande. No es sorprendente que
muchos estudios empíricos no hayan podido constatar un empeoramiento del empleo como
consecuencia de aumentos moderados del salario mínimo”. (C. Saget, 2001; “Empleo y
reducción de la pobreza en los países en desarrollo. ¿Es provechoso el salario mínimo?”,
Revista Internacional del Trabajo, Vol.120, Nº3, OIT).

142
6. Reasignación de recursos como respuesta a cambios de precios
6.1 Equilibrio parcial y equilibrio general
Hasta aquí, en este capítulo, hemos trabajado en un modelo de “equilibrio parcial” Ahora
volveremos, brevemente, al “equilibrio general” del Capítulo 3, conectándolo con los resultados del
“equilibrio parcial”.

Figura 6-21 Figura 6-22


Mercado de bienes agropecuarios Mercado de bienes no agropecuarios

P O P O
0 A 1 B
PA PNA
B A
P1 P0NA
A

D D
D’ D’
0 Q’A QA Q 0 QNA QNA Q
Recursos

Suponemos una economía con dos sectores (correspondiendo a cada uno, un mercado): bienes
agropecuarios (BA) y bienes no agropecuarios (BNA). Ambos se encuentran en equilibrio con un precio
de equilibrio PA0 y PNA0, en una relación que supondremos por simplicidad igual a 1 (uno). Esto es, PNA0 /
PA0= 1. (Figura 6-21 y 6-22).

Llevado este precio relativo (uno) al modelo de equilibrio general, y suponiendo eficiencia y pleno
empleo, nos brindará un punto tal como A sobre la Curva de Posibilidades de Producción. (Fig. 6-23).

Figura 6-23
Efectos de los cambios de precios

Q AN
1
Q
NA
0
Q NA 1 1
A PNA PA

0 0
PNA PA

0 1 0 QA
QA Q
A

Se produce, ahora, una alteración en las preferencias de la gente, favorable al consumo de bienes
no agropecuarios. Suponemos, además, que no existe crecimiento. Es decir, no se traslada la curva de
transformación. Bajo estos supuestos, el cambio en las preferencias implica un aumento en la
demanda de BNA y una caída en la demanda de bienes agropecuarios.

Esto se refleja en un crecimiento en el precio de equilibrio de BNA y una caída en el precio de

143
equilibrio en el mercado de bienes agropecuarios. En definitiva, el nuevo precio relativo es favorable a
los primeros. Esto es, PNA1 / PA1 > 1. La nueva pendiente, reflejo de ese precio relativo, hará tangencia con la
curva de posibilidades de producción en B. Lo cual indica una caída en la producción de BA y un crecimiento en
la de BNA. Coincidentemente con lo deducido gráficamente, en los mercados respectivos, en el modelo de
equilibrio parcial8.

Ahora bien, para un aumento de producción en BNA son necesarios recursos. ¿De dónde se
obtienen éstos, si no ha habido aumento en la cantidad de factores? Pues, se obtienen de un
desplazamiento de los factores del mercado de bienes agropecuarios hacia el mercado de bienes no
agropecuarios, en respuesta a los incentivos brindados por los precios.

Desde ya que una situación más compleja, aunque más real, es aquélla que representa un
proceso de crecimiento de la economía, que conlleva, en un modelo de equilibrio general, un
traslado de la curva de transformación.

6.2 Reasignación en un marco de crecimiento

Como fuera mencionado oportunamenteLo, el sector agropecuario argentino ha disminuido en


forma permanente su participación en el producto total de la economía. Parte de esta declinación
puede ser inherente al crecimiento económico que se ha manifestado en varios países. A medida que
aumenta la dotación de factores de una economía y la tecnología, el ingreso aumenta.

Sin embargo, el incremento en los gastos en cada uno de los bienes no será igual en todos los
casos, sino que el porcentaje de aumento será mayor en algunos bienes que en otros. Es decir, algunos
bienes tendrán una elasticidad ingreso mayor que uno, y otros una elasticidad menor que uno.

Si, para simplificar el análisis, suponemos la existencia de dos clases de bienes, Agropecuarios
(A) y No Agropecuarios (NA), la evidencia empírica sugiere que la elasticidad ingreso de los primeros
estaría entre cero y uno, mientras que la de los No Agropecuarios sería mayor que uno. Esto indicaría
que a medida que el ingreso total de una economía aumenta, los Bienes No Agropecuarios irían
aumentando su participación en el total producido.

La Fig. 6-24 muestra la curva PP que representa las posibilidades de producción de la economía.
La situación original se muestra como el punto C1 en donde la economía estaría produciendo QNA de
bienes NA y QA de bienes A en una relación tal como lo indica el rayo OC1. Supongamos ahora que se
origina un avance tecnológico que favoreciera relativamente más la producción de bienes agropecuarios,
lo cual se ilustra mediante la nueva curva de transformación P’P’. Si ambos bienes fueran producidos
en la misma relación que antes nos encontraríamos en un punto tal como D.

8
Los cambios en precios relativos a largo plazo son sustanciales. Recurramos a un ejemplo. Hacia 1830, una
vaca costaba en la zona de Córdoba unos 8 reales y una pala unos 12 reales. Es decir, que una pala costaba
1,5 vacas. En cambio, hacia 2012, y sin entrar en detalles de peso de la vaca y calidad de la pala, el valor era
de una pala aproximadamente 0,05 vacas. Valga el caso, ya que aquí lo que subió fue el precio relativo del
bien agropecuario. ¿Por qué este caso, de 1830, contradeciría lo relatado en el texto principal? Ensaye una
explicación ayudándose con sus conocimentos de historia.

144
Figura 6.24

No Agr.

P’ 1
PR
P
PR
1 C2
Q NA

D
0
Q C1
NA

P’
P
QA Q
1 Agrop.
A

Cabe preguntarse ahora si ambos bienes serían consumidos en la misma proporción, dado el
aumento en el ingreso total de la economía. La respuesta es no, dado que ambos tienen una elasticidad
ingreso diferente. Se produciría entonces un desajuste entre las cantidades que los consumidores
desearían consumir y las producidas, ya que la razón a la que los individuos desearían consumir indicaría
una mayor proporción de bienes No Agropecuarios.

¿Qué sucederá entonces? Al precio relativo inicial existirá un exceso de demanda de bienes No
Agropecuarios. Esto llevará a que el precio del bien agrícola caiga en relación al de los no agrícolas, es
decir a un deterioro del precio relativo PA /PNA y a una mayor asignación de recursos productivos hacia
el sector No Agropecuario.

¿POR QUÉ EXISTEN LAS EMPRESAS?


Como el lector ya conoce por el capítulo respectivo, la curva de oferta es una curva de costos
(aunque no se presentó su demostración formal). Refleja pues los costos. ¿Cuáles? Los
costos económicos incurridos (incluyendo lo que se considera el propio beneficio normal del
empresario). Los costos de producción, los costos fiscales y los costos de transacción o
intercambio. Estos costos de transacción abarcan todos aquellos en que se incurre para
concretar el intercambio (pe.j. los costos de buscar información relevante sobre los precios
en cada caso).
Allí, en esos costos de transacción, radica un ensayo de respuesta a la pregunta que
encabeza este apartado. En un trabajo de 1937, Ronald Coase se preguntó por qué, siendo
el mercado libre (como conjunto descentralizado de agentes compradores y vendedores)
eficiente en la asignación de recursos, existen núcleos de organización centralizada y
jerárquica (las empresas). Su respuesta fue que la empresa existe por la presencia de un
costo para comerciar en el mercado (el costo de transacción), ausente dentro de las
empresas.
Para que se entienda mejor, el trabajador y la empresa podría negociar todos y cada uno de
los días el salario, a destajo, pero esto sería desgastante para él, y para la empresa. Se
perdería un tiempo valioso en esa actividad improductiva. Los costos de intercambio serían
mayúsculos. Por eso, el asalariado cede su trabajo a un agente (la empresa) por un salario,
convenido por un período prolongado. Este agente dirige el trabajo y asume una conducción
jerárquica. Desaparece el costo de transacción diario.
La ventaja de la empresa sobre el intercambio periódico y libre en el mercado es la ganancia
que resulta de la baja en los costos de transacción. El límite de tamaño de la empresa estará
definido por la presencia de la reducción de los costos de intercambio. Cuando los aumentos
en los costos internos de producción superen a la reducción de costos de transacción,

145
aparecerá el hoy generalizado fenómeno de la terciarización. Pongamos un ejemplo para el
caso, en lugar de contar con un electricista permanente en el plantel de la empresa, se
recurre a contratar uno para cada trabajo específico de reparación. Es decir, se vuelve
parcialmente al mercado en vez de a la organización permanente, interna y jerárquica de la
empresa.

¿QUÉ BUSCAN LAS EMPRESAS?


Esta es una antigua pregunta de la teoría que habitualmente la Escuela Neoclásica ha
respondido hablando de la “maximización del beneficio” (que no es sino la conducta del
“hombre económico” llevada a la práctica por el ente empresa). Pero no es la única
respuesta. Existen otras muchas miradas. Por ejemplo, cabe citar el modelo alternativo del
Premio Nobel Herbert Simon, que establece como meta principal “la obtención de una
ganancia suficiente” bajo la presencia de un concepto diferente de racionalidad perfecta del
homus economicus. La racionalidad que Simon propone la “racionalidad limitada”. Digamos
que en ésta, y en otras teorías alternativas a la Neoclásica, se postula un comportamiento
satisfaciente que se entiende como racional, dada la información limitada y la capacidad de
cálculo de los administradores de la empresa. Para una mirada más detallada de este
complicado debate puede consultarse de B. Coriat y O. Weinstein (2011), “Nuevas Teorías
de la Empresa”, ed. Lenguaje Claro, Bs.As.

146
ANEXO 1

Economía y Empresa
Es interesante avanzar, aunque sean meras “grageas”, algunos conceptos del análisis de la
empresa.

Conocemos que los precios se conforman, en el mercado, por el encuentro de oferta y


demanda. Ahora bien, la demanda de mercado y la oferta de mercado son agregación de los
comportamientos individuales de consumidores y productores, cuyas decisiones son explicadas por la
teoría económica suponiendo una conducta racional. La demandaindividual (de la familia) se deduce
en la llamada “teoría del consumidor”. La oferta individual (de la firma), a su vez, nace de la “teoría
de los costos”; que deriva de la “teoría de la producción”. El presentar detalladamente estas teorías
exigiría varios capítulos, aquí solamente esbozaremos un adelanto de la teoría de los productores,
o de la firma, también llamada análisis del equilibrio de la empresa (para profundizar dirigirse a obras
excelentes, como Delfino, 1999).
La construcción del modelo de equilibrio de una empresa exige, como todos nuestros
esquemas deductivos, una serie de postulados de partida; siendo nuestro objetivo definir el nivel de
producción óptimo de la empresa en el período bajo inspección.

Suponemos: (a) una función de producción en el corto plazo; (b) una situación de mercado de
competencia perfecta, o sea que la empresa recepta el precio como un dato exógeno, que le resulta
imposible alterar (así en el mercado de productos como en el de insumos); y (c) el empresario se
mueve guiado por el principio de la conducta racional, considerando tal a aquélla que “maximiza” el
beneficio.

 Costos e ingresos totales: relaciones generales.

a) Los costos de producción

Al trabajar en el corto plazo, nos encontramos con costos fijos (del factor fijo, como amortización
de maquinaria y equipos, alquiler de un local, etc.), y costos variables (del factor trabajo). Los costos
totales surgen de su suma. A su vez, de la relación entre costos totales y producción resultan los costos
por unidad, o costos medios: costo variable medio, costo fijo medio, y costo total medio. En símbolos y
matemáticamente:

CT = CVT + CFT;

Si dividimos por la cantidad producida (q):

CT/q = CVT/q + CFT/q,

CMeT = CMeV + CFMe

Si establecemos como supuesto que en esta firma los rendimientos del factor variable son
constantes, tendremos la siguiente representación gráfica de la función de producción y del producto
medio del trabajo.

147
Fig. 6.25

(a)
Producto
medio

PMeL

Veamos ahora como se deriva el comportamiento de los costos unitarios a partir de las condiciones de
producción.

Dado que q = PmeL . L

q = L/a (1)

donde a = –––––– resulta ser el coeficiente técnico del trabajo


PmeL

El costo variable total es el producto del flujo total de servicios del factor variable (aquí el trabajo,
representado por L), por la tasa de retribución del factor (en este caso, el salario W). Entonces:

CVT = W.L

Si suponemos una firma pequeña, el salario que ésta paga resulta independiente de la cantidad de trabajo que
contrata (supuesto de competencia de la firma en el mercado de factores) y, por tanto, el salario será
constante. La cantidad de trabajo, a su vez, depende del volumen de producción en el período. Despejando en
(1) tendremos:

L = q.a

Y el CVT, en consecuencia, será:

CVT = W.q.a (2)

Si se divide en ambos miembros de (2) por (q) resulta:

CVT/q = CVMe = W. a

Es decir, en nuestro planteo con el supuesto de rendimientos constantes, el costo variable por unidad es
constante.

b) Los ingresos

A su vez, como el precio es constante, cualesquiera sean las cantidades vendidas, tendremos que:

IT = p. q

148
Figura 6.26
(b)

Producto q = PMeL.L
total

Por otra parte, como dijimos, CVT = W.L, donde W es el salario constante; y por tanto, recordemos:

CVT = W.q.a

Como el salario y los rendimientos son constantes, el CVT es linealmente proporcional a q, como se
ve en la figura 6.27.

Figura 6.27

Costo
CT = CVT + CFT

CVT

CFT

q* q

• Los beneficios totales.

Graficando el IT, conjuntamente con los costos, podremos definir el punto a partir del cual los ingresos
superan a los costos (q*).

Figura 6.28

IT

Ingreso CT = CVT + CFT


Costo
Beneficio CVT

BT = IT – CT

q* q

149
Beneficios trabajando con valores Unitarios.

Si graficamos los valores medios (Figura 6.29) tendremos que IMe = IT/q = precio; y el CVMe será
constante, mientras que el CFMe resultará decreciente; y por ende también el CTMe.
Matemáticamente, nuestro principio de maximización del beneficio total, puede expresarse
como el cumplimiento de la primera condición de un máximo: la derivada primera (de la función
de beneficio) debeser igual a cero.

Si partimos de que: BT = IT – CT

siendo IT = p * q

CT = CV + CF

y, a su vez, CV = * q ; mientras el CF = z

Entonces, tendremos: CT = * q + z

Aplicando el cálculo diferencial:

BT/q = 0

BT/q = IT/q - CT/q = 0

BT/q = p - 

Para que se cumpliera la condición de óptimo de producción (aquel nivel de producto al cual el
empresario gana el mayor nivel posible), el precio debería ser igual al “costo marginal ” (). Pero en
nuestro caso simplificado esto no se cumple pues el precio es siempre mayor que el costo variable
medio, tal como se visualiza en las gráficas. Nótese que el costo variable medio es constante (a causa de
la presencia de rendimientos constantes en la función de producción, tal como se refleja, en la gráfica
respectiva, en la pendiente de la curva de Costo Variable Total y de Costo Total). Por tanto, el empresario
deberá aumentar su producción (y venta) todo lo que le permita su estructura organizativa y de
fabricación (alternativa ésta, “excluida” de la teoría neoclásica, ya que supone rendimientos
decrecientes y no constantes, mientras en nuestro ejemplo pedagógico los hemos supuesto constantes).

A partir del punto q* la empresa bajo análisis contaría con beneficios económicos (que no es
lo mismo que hablar de beneficios contables) (ver Figura II, debajo).

150
Ahora bien, si por alguna restricción existiera una limitación al nivel de producción, con una q´< q*
¿Convendría a la empresa operar la planta, en el corto plazo; o por el contrario cerrar? La respuesta es
que le conviene mantener la planta operando, aún con p < CmeT. Encuentre usted la argumentación
para arribar a esa respuesta. Este esquema solo resulta una tosca introducción al problema, y deja de
lado sutilezas mayores, que entregan un rigor más estricto al análisis, quedando postergadas para cursos
más avanzados.

• Costos crecientes; determinación del nivel de producción.

Este caso sencillo permite mostrar: 1) que el nivel de empleo de la firma depende de comparar el
costo de contratación con el ingreso generado; 2) que si el ingreso generado por todas las unidades
contratadas es siempre superior al costo de los factores no habría límite al tamaño de la empresa.

Pero vemos que en la práctica sí hay un nivel de producción determinado. Las firmas no crecen
indefinidamente. ¿Por qué? ¿Qué es diferente de nuestra representación anterior? Veamos.

Los precios: Es bastante razonable que resulten inmodificable para firmas chicas. Los costos: Acá
debemos revisar nuestro supuesto de rendimientos constantes, ya que en realidad el producto marginal
del trabajo es habitualmente decreciente.

En la fórmula (2) trabajada (CVT = W.q.a), los rendimientos decrecientes pueden darse a partir
de un coeficiente técnico ”a”, que aumenta a medida que se incrementa la cantidad (q).

Si esto antedicho se cumple implica que el rendimiento es decreciente o, lo que es lo mismo,


el costo creciente; y entonces, como se verá en cursos más adelantados, el punto óptimo de
producción queda perfectamente determinado (a partir del mismo esquema analítico simplificado aquí
presentado, brevitatis causa).

151
ANEXO 2
A. M. Díaz Cafferata, en Principios de Economía, Eudecor, Córdoba, 1999, pag.174 y ss.

UN ADELANTO SOBRE COMERCIO EXTERIOR


Bienes Transables y Bienes No Transables. El caso de una economía pequeña
Adviértase que en el desarrollo de este capítulo hemos trabajado con mercados en que los
cambios en las funciones de oferta y demanda de los bienes afectaban tanto el precio como las
cantidades producidas y consumidas.

Supongamos que el mercado es Argentina. Algunos precios como el servicio de transporte


interurbano o los servicios médicos pueden responder así. Pero en otros casos ello claramente no
ocurre, como con la soja o las computadoras portátiles.

Es preciso distinguir entonces dos tipos de bienes cuyo mecanismo de ajuste es diferente. Los
bienes que pueden comerciarse con el resto del mundo, denominados bienes transables, no pueden
tener un precio diferente que en los mercados externos.

¿Por qué no? Porque un productor de soja no vendería nunca su cosecha en Argentina a un
precio inferior al que puede obtener en otros mercados (salvado el costo de transporte), y nadie se la
compraría a un precio más alto del que le pueda ofrecer un productor extranjero. Lo mismo ocurre
con las computadoras portátiles, que se importan (es de notar que aquí no consideramos aquí los
impuestos al comercio, que se discuten en el Capítulo 12). En base a lo antedicho, se desprende que
los bienes transables pueden ser exportables o importables.

Si las variaciones en las exportaciones o importaciones de un país no tienen incidencia en el


precio en los mercados mundiales, se dice que el país es “pequeño”; o que se trata de una
economía pequeña. Si el precio de la tonelada de soja se fija no en Argentina sino en los mercados
mundiales, y constituye un dato para los productores y consumidores en el país, deben tenerse en
cuenta dos mercados relevantes para el análisis, el mercado mundial que define el precio
internacional PG*, y el mercado doméstico en que, dado ese precio, las cantidades producidas y
consumidas (Q) quedan determinadas por las funciones de oferta y demanda. La situación es la
dibujada en la figura siguiente.

Dado el precio mundial de la soja Pg*, en Argentina se produce 0Q y se consume 0C. El exceso de
oferta (0Q – 0C) en este caso no hace bajar el precio porque los productores nunca venderían a un
precio menor internamente del que pueden obtener exportando el bien. El exceso de oferta define
entonces el monto exportado de la soja XG = 0Q – 0C. ¿Qué ocurre si cambian las funciones de oferta
o demanda en Argentina? Como el precio no se modifica, todo el ajuste se produce vía cantidades.

Si hubiese una mejora tecnológica que desplaza la oferta de soja en Argentina (la nueva
G’
función es la línea discontínua OA), el aumento de producción, dado el precio externo, se traduce
en aumento de las exportaciones.

152
P*
G

PG G G
OA O’
A
P* P
G
OG G
MUNDIAL

G
DA
G
D
MUNDIAL

0 G/u 0 C Q G/u
t t

Veamos el otro tipo de transables, los bienes importables. En la figura inferior se grafica el mercado
mundial y el mercado doméstico de un bien importable. Al precio internacional del importable, P*M,
se produce en el país una cantidad 0Q menor que la cantidad 0C que se demanda a ese precio. El
exceso de demanda en el país no hace subir el precio. Si no hay restricciones, simplemente se importa
la cantidad M = QC.

Mercado mundial y Mercado doméstico de un bien importable

OA O'A
PM
PM
O MUNDIAL

P*
M
D'A
DA

D MUNDIAL

0 M/ut 0 Q.0 C

Nuevamente, adviértase que los cambios en las funciones de oferta y demanda solamente se
manifiestan en cambios en cantidades producidas, consumidas, o importadas. Todo el ajuste es vía
cantidades porque el precio no puede moverse; está establecido externamente.

153
BIBLIOGRAFÍA

BAUM OL, W., 1980. Teoría Económica y Análisis de Operaciones. Prentice-Hall. Madrid.

BERNANKE, B. Y FRANK, R., 2007; Principios de Economía, Ed. Mc.Graw Hill, Madrid.

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CIEDLA, 1997; “Mercados laborales en los ‘90” , Fund. Konrad Adenauer, Bs. As.

DELFINO, J., 1999, Microeconomía, Ed. Atenea, Córdoba.

DIAZ CAFFERATA, A., FIGUERAS, A., FREDIANI, R. RECALDE, M.L. y SWOBODA, C., 1999;
Principios de Economía, Eudecor, Córdoba

DIAZ CAFFERATA, Alber t o M y FIGUERAS, Alber t o J. “La desocupación en Argentina. Una visión
regional. CECYT. FACPCE. Buenos Aires, 1999.

ELIAS, Víctor J., 1996, Informe sobre la economía de Tucumán. Fundación del Tucumán. Tucumán.

DIAZ CAFFERATA, Alberto M., GARCIA, Raúl, RECALDE de BERNARDI, María Luisa y SWOBODA,
Carlos.“ Actividad y teoría económica” .Asociación Cooperadora Facultad Cs. Económicas. UNC. Córdoba.
1995.

LIPSEY, R.G., 1977; Introducción a la Economía Positiva, Ed. Vicens-Vives. M OCHON, F. y V. BEKER 1993,
Economía, McGraw Hill, Madrid.

MANSFIELD, E., 1987; Microeconomía, Ed. Tesis, Buenos Aires.

NICHOLSON, Walter, 1992, Microeconomic Theory. The Dryden Press. N. York. 5ta. edición.

KOUTSOYANNIS, A.; 1975, Modern Microeconomics, Macmillan Press.

WONNACOTT, P. y R. WONNACOTT, 1987, Economía. McGraw Hill. Madrid.

154
EJERCITACIÓN

A- EJERCICIOS

1- Dados los siguientes datos correspondientes a una tabla de demanda con tres consumidores y
dos firmas oferentes, para un determinado bien X.

$/u D1 D2 D3 Dt O1 O2 Ot
10 100 50 50 - 30 30 -
20 80 40 40 - 55 55 -
30 60 30 30 - 80 80 -
40 40 20 20 - 105 105 -
50 20 10 10 - 130 130 -

Se le pide:
a) Complete el cuadro
b) Determine la ecuación de demanda y oferta en el punto correspondiente al precio de equilibrio.
c) Suponga que aumenta el precio de un bien sustituto del que se está considerando. Haga una
nueva tabla de demanda hipotética y grafique.

2- Dada la siguiente tabla de demanda de un bien “X”.

Se pide:

$/u Dx/u.t
5 1500
10 1000
12 800
13 700
14 600

a) Grafique la función en los ejes cartesianos


b) Determine la ecuación de demanda
c) Calcule la elasticidad precio de la demanda entre los precios $ 12 y $ 13, y establezca para qué
precio la función presenta elasticidad precio igual a 1(uno).
d) Calcule la elasticidad precio de la demanda para el precio puntual P=10
e) Dada la siguiente ecuación de la función de oferta del bien “X”, Ox = 300 + 240 Px, determine
analíticamente el precio y la cantidad de equilibrio de dicho mercado.

3- Suponga las siguientes funciones de oferta y demanda:


Qd = 30 – 4Px Qo = 15 + Px
a) Determine la cantidad y el precio de equilibrio.

155
b) Suponga que la función oferta cambia debido a un avance tecnológico que disminuye el costo
de producción de un bien. ¿Cuál de las siguientes funciones de oferta es consistente con dicho
cambio?
Q’o = 20 + Px Q”o = 10 + Px
c) Habiendo elegido la función correspondiente al punto anterior, determine la nueva cantidad y
precio de equilibrio
d) ¿Qué efecto ha tenido el cambio sobre el ingreso total por ventas de los productores? ¿Qué
relación tiene con la elasticidad de demanda en ese tramo?

“Para poder avanzar en el desarrollo de los ejercicios, revise los conceptos de Elasticidad,
Controles de precios, Precios Máximos y Precios Mínimos”.

4- Con los datos correspondientes al mercado de un bien “X”.


P Qd Qo
2 76 66
4 70 72
8 58 84
10 52 90

Se le pide:

a) Calcular la ecuación de demanda.


b) Calcular la ecuación de oferta
c) Calcular la posición de equilibrio
d) Calcular la nueva ecuación de oferta y la nueva posición de equilibrio si se incorpora un nuevo
productor que produce: 5, 10, 20 y 25 unidades a los respectivos precios de la tabla.
e) Calcular la Elasticidad-Precio de la demanda para el precio de equilibrio determinado en el punto
c).
f) Plantee gráficamente los efectos de una mejora tecnológica en la producción de un bien “Y”
complementario de “X”.
g) Plantee gráficamente la situación determinada en el c), y las modificaciones producidas por la
aplicación de un precio máximo en el mercado de “X”. Explique los efectos de esta intervención
del Estado.

5- Dada la siguiente información de un producto que se comercializa en un mercado competitivo


cuya importación se encuentra prohibida:
D = 21 – P
O = 3 + 2P
Se le pide:

156
a) Determine algebraicamente el precio y la cantidad de equilibrio. Explique qué significa que el
mercado se encuentra en equilibrio.
b) Determine el impacto que tendría en la producción y en el precio de equilibrio calculado en la
situación inicial, las siguientes medidas económicas (en todos los casos utilice gráficos y
justifique):
i) La aplicación de un impuesto fijo por unidad vendida.

ii) La fijación de un precio máximo (usted debe fijar un valor para dicho precio máximo).

iii) El otorgamiento de un subsidio a la producción del bien.

iv) Un aumento en el precio de un bien sustituto del que se está analizando.

v) El levantamiento de la prohibición de importar. Siendo el precio internacional de 0,1 dólar


y el tipo de cambio de 25 pesos por dólar.

6- Dada la siguiente tabla:


$u Qd Qo
6 0 120
5 20 100
4 40 80
3 60 60
2 80 40
1 100 20
0 120 0

Se le pide:

a) Determine las funciones de oferta y demanda.


b) Grafique en ejes caratesianos.
c) Determine el equilibrio en forma analítica
d) Suponiendo que el gobierno fija un precio mínimo de $4. Señale lo que ocurre partiendo de la
situación de equilibrio determinada en c).
e) Realice un análisis similar al del punto d) suponiendo que el gobierno fija un precio máximo de
$2.
f) ¿Cuál sería la política del gobierno para evitar los excesos de oferta o demanda?
g) Partiendo de la situación inicial, el gobierno otorga a los productores un subsidio de $ 2 por
unidad producida. Determine la nueva oferta del bien y compare el efecto del subsidio con la
aplicación del precio máximo del punto e).

157
7- Considere el mercado de los bienes A y B, para los que se tienen en los siguientes datos:

a) La elasticidad ingreso de A es igual a 0,01.


b) La elasticidad ingreso de B es igual a 4.
c) La elasticidad cruzada de la demanda de A respecto del precio de B es EA/PB=+2.
En la situación inicial la elasticidad precio de la demanda de A es EA/PA=1,5.
d) Las elasticidades de oferta de ambos bienes son:
 Elasticidad de oferta de A = 0
 Elasticidad de oferta de A = 2

(*) Si el precio del bien A aumenta, los consumidores gastarán en A: a) igual que antes; b) gastarán
AxB=0,001x4; c) menos que antes; d) más que antes del aumento; e) no puede saberse; f) ninguna
de las anteriores es correcta.

(*) De acuerdo a las elasticidades ingreso indicadas: a) ambos son normales; b) A es normal y B
es inferior; c) A es inferior y B es normal; d) ambos son inferiores; e) no puede saberse; f) ninguna
de las anteriores es correcta.

(*) De los datos se deduce que los bienes A y B son: a) altamente complementarios; b) sustitutos;
c) independientes; d) complementarios; e) perfectamente independientes; f) no puede saberse.

(*) Si se produce un aumento en el ingreso de la población, los datos de elasticidad ingreso de


ambos bienes sugieren que el efecto inicial será:

a) QA aumenta y QB cae, PA aumenta y PB cae.

b) QA aumenta y QB no cambia, PA cae y PB aumenta.

c) QA no cambia y QB aumenta, PA aumenta y PB cae.

d) QA no cambia y QB disminuye, PA y PB aumentan.

e) QA no cambia y QB aumenta, PA y PB aumentan.

f) QA no cambia y QB disminuye, PA cae y PB aumenta.

(*) En esta pregunta además de indicar la alternativa correcta grafique la situación en un espacio
de ejes cartesianos.

Si hay una mejora tecnológica en la producción de B, el modelo de mercado predice que ello tenderá
a generar: a) un aumento en el precio de ambos bienes; b) PA aumenta y PB disminuye; c) PA
disminuye y PB aumenta; d) el precio de ambos bienes disminuye; e) no puede saberse; f) ninguna
de las anteriores es correcta.

8- Los integrantes del equipo de asesores del Ministerio de Economía de un país que enfrenta
un proceso de alta inflación, evalúan los efectos sectoriales que puede tener un plan de

158
estabilización en preparación. Para esta tarea cuentan con los resultados de un trabajo que ha
estimado las siguientes elasticidades:

Elasticidades sectoriales de corto plazo

Tipo/Sector Servicios Alimentos Electronicos


Elast. Ing. Deman. 1,8 0,7 2,3
Elast. Precio dem. -2,0 -1,0 -2,0
Elast. Precio oferta 1,0 ∞ 0,0

Se sabe que pueden esperarse efectos contractivos de la aplicación del plan que producirán una
caída del 10% en el ingreso real de la economía en el próximo año, teniendo en cuenta esto,
conteste:

a) ¿Qué sectores puede preverse que resulten más afectados por la caída del ingreso real?
Justifique.
b) ¿Qué efecto tendrá la caída del ingreso sobre los pecios reales? Describa gráficamente los
cambios en cada sector, teniendo en cuenta, en cada caso el valor de las elasticidades de
oferta. Explique los resultados obtenidos.

9- El propietario de un campo en las sierras de Córdoba tiene una vertiente de agua mineral
apta para el consumo directo y de buena calidad. La misma es obtenida sin ningún costo. Se estima
que la demanda diaria que enfrenta tiene la siguiente expresión analítica:

Q = 15000 – 28571P
En la actualidad está comercializando el agua mineral, en el vertedero, al precio de $ 0,35 el litro.
Se le pregunta si acorde a la estructura de la demanda este propietario está maximizando beneficio
(o ”ingresos netos”). Justifique.

10- Suponga que el mercado del bien X puede describirse por las siguientes ecuaciones:
Función demanda: Xd = 150 – 2 P: Función oferta: Xs = 150 + 3P
a) Determine algebraicamente el precio y la cantidad de equilibrio. Explique qué significa que
el mercado se encuentra en “equilibrio”.

b) Determine la elasticidad de demanda precio del bien X, cuando el precio es el de equilibrio.

c) ¿Qué ocurriría si el gobierno concediera un subsidio de 5 pesos por unidad a los fabricantes
del bien X? Explique y grafique

159
B - ENSAYOS

1- Caracterice la estructura del mercado de automotores cero kilómetro en Argentina en cuanto


a la organización morfológica de la oferta y de la demanda.
2- Consideremos el mercado de manteca, suponiendo curvas típicas de oferta y demanda ¿Cuál
seria el efecto que sobre el precio y la cantidad de equilibrio tendrían los siguientes cambios?
a) Una sustitución como la producida allá por los años 1960-1970 de la manteca por la
margarina en el desayuno de gran número de familias urbanas.
Precio: sube / baja / indeterminado
Cantidad: sube / baja / indeterminado.

b)Un desplazamiento de la población desde zonas rurales hacia otras

Precio: sube / baja / indeterminado

Cantidad: sube / baja / indeterminado

c) La introducción de maquinaria para producir a más bajo costo.

Precio: sube / baja / indeterminado.

Cantidad: sube / baja / indeterminado.

d) La utilización más frecuente de la crema de leche para la alimentación

Precio: sube / baja / indeterminado.

Cantidad: sube / baja / indeterminado

e) Un eventual cierre de fábricas de manteca.


Precio: sube / baja / indeterminado.
Cantidad: sube / baja / indeterminado.
f) La reducción de abastecimiento de margarina y el consiguiente aumento en el costo de
producción de la manteca adicional necesaria para sustituirla.

Precio: sube / baja / indeterminado.

Cantidad: sube / baja / indeterminado.

g) La utilización más eficaz del capital en la industria de la manteca y el simultáneo


abandono de la manteca en las dietas de verano.

Precio: sube / baja / indeterminado.

Cantidad: sube / baja / indeterminado.

3- Suponga que las estufas a kerosene y los calefactores a gas con tiro balanceado son
sustitutos. Analice que ocurrirá con los precios y las cantidades vendidas en ambos mercados
si el ingreso de las familias disminuye. Acompañe su explicación con los gráficos
correspondientes, marcando los cambios que se produjeron en ambos mercados.

160
4- Las estadísticas de ventas de trigo muestran que durante el mes de marzo del año t+1 el
precio por tonelada fue de $ 21, y la cantidad comercializada de 2.000 tn. Mientras que en el
año t, el precio y la cantidad comercializada fueron, respectivamente de $ 24 y de 2.500 tm.
¿Qué cambios en la oferta y/o la demanda de trigo son consistentes con dicha información?
5- ¿Bajo qué condiciones la destrucción de parte de la producción elevara el valor total de las
ventas e un mercado?
6- Cuando los hoteles elevan sus precios durante la temporada, ¿están promoviendo un mejor
uso del espacio o simplemente explotando a sus clientes?
7- Un estudio (Abdala, Arrufat, Colomé y Neder, “Elasticidades de demanda en el servicio
telefónico urbano”. Actualidad Económica, Año V, N 6, 1995) estimo que la elasticidad precio
de la demanda de llamadas telefónicas urbanas es en Córdoba -0,137 y en Resistencia -
1,490. Debido a este particular comportamiento de la demanda ¿aconsejaría usted a las
empresas telefónicas una reducción generalizada de las tarifas en ambas localidades?
8- El Profesor ha afirmado “la elasticidad precio de una curva de demanda puede ser
razonablemente aproximada por el coeficiente de la variable explicativa precio (coeficiente
angular de dicha curva)”. Verdadero o Falso. COMENTE
9- Las funciones de oferta y demanda de un bien en un momento del tiempo en una economía
cerrada son respectivamente Ox = 200 + 5 Px, y Dx = 500 – 2Px. Se le solicita que estime el
impacto de un subsidio a los productores del bien de $ 2 por unidad. Para ello: (i) formule
matemáticamente la nueva función de oferta (O’I), (ii) luego calcule el cambio en el precio de
equilibrio (dPI) y finalmente (iii) cuánto gastaría el gobierno (GS) para financiar el subsidio.
Explique y grafique

C- ALTERNATIVAS MÚLTIPLES
1- En referencia al sistema de precios, se dice que el precio de un bien en particular aumenta
cuando: a) su precio monetario aumenta; b) hay un menor incremento en su precio monetario
que en el de los demás bienes de la economía; c) un aumento en su precio monetario y una
caída en su precio relativo; d) una caída menor en su precio monetario que en el del resto de
los bienes.; e) ninguna de las anteriores es correcta. Respuesta: ( )

2- Si el único criterio para racionar un bien es su precio y si existe un exceso de oferta a un


precio de cero: a) el bien no es escaso, es un bien libre; b) el bien debe ser racionado por
otros medios aparte del precio; c) una suba en el precio disminuirá el exceso de oferta; d) una
suba en el precio resultará en un exceso de demanda. E) ninguna de las anteriores es
correcta.Respuesta: ( )

3- Un cambio en la oferta de mercado de un bien puede ser causado por: a) un aumento en el


número de competidores potenciales; b) un aumento en la cantidad ofrecida por una de las
firmas; c) un aumento en el costo de los insumos utilizados en la producción del bien; d) un

161
aumento en el ingreso de los consumidores; e) todas las respuestas son correctas; f) ninguna
es correcta. Respuesta: ( )

4- Dadas las siguientes funciones de oferta y demanda de un artículo:


Qd = 8 - ¨; Qo = -4 + 2P
el precio y la cantidad de equilibrio son:
a) p = 4, q = 2;
b) p = 2, q = 4;
c) p = 4, q = 4;
d) p = 8, q = 4;
e) Ninguna de las anteriores es correcta

Respuesta: ( )

5- Cuando el ingreso de una familia aumenta, la demanda de un bien normal: a) aumenta menos
que la de los bienes inferiores; b) disminuye si disminuye la de los bienes inferiores; c)
permanece constante; d) es posible que aumente; e) es seguro que aumenta. F) ninguna de
las anteriores es correcta. Respuesta: ( )

6- Si un bien es normal: a) tiene elasticidad precio mayor que 1 en términos absolutos: b) tiene
elasticidad precio positiva; c)tiene elasticidad ingreso mayor que -1; d)tiene elasticidad ingreso
mayor que cero; e) tiene elasticidad ingreso entre -1 y cero; f) ninguna de las anteriores es
correcta. Respuesta: ( )

7- Cuando en un mercado de competencia perfecta correspondiente a un bien normal ocurre


que los consumidores reciben un incremento en sus niveles de ingreso, en determinado
periodo, puede esperarse que: a) el precio y la cantidad de equilibrio aumenten en el corto
plazo; b) los consumidores estén dispuestos a comprar menos del bien y demandar más de
otro bien; c) disminuya la cantidad y precio de equilibrio; d) la demanda se desplace a la
izquierda; e) el precio de equilibrio aumente; f) la oferta se desplace a la izquierda g) ninguna
de las anteriores es correcta. Respuesta: ( )

8- Si disminuye el precio del bien complementario al bien “A”, es probable que ocurra lo
siguiente: a) un aumento de la cantidad demandada de “A”; b) un aumento de la demanda del
bien complementario; c) una disminución de la demanda de “A”; d) un aumento de la demanda
de “A”; e) no varia la demanda de “A”; f) ninguna de las anteriores es correcta.
Respuesta: ( )

9- Si los automóviles y la nafta son bienes complementarios y se produce un incremento en el


precio de la nafta en forma simultánea con una mejora tecnológica en la producción de
automóviles, alcanzando el equilibrio en el mercado de automóviles se producirá: a) a una

162
cantidad igual, menor o mayor pero a un precio menor; b) a un precio menor, mayor o igual
pero siempre a una cantidad mayor; c) a una precio menor y una cantidad también menor; d)
a una cantidad mayor y a un precio menor; e) ninguna de las anteriores. Respuesta: ( )

10- Si sube el precio de un bien sustituto del bien “X”, es probable que ocurra lo siguientes: a)
disminuya la cantidad demandada del bien “X”; b) aumenta la oferta de “A”; c) disminuya la
demanda de “X”; d) baje la demanda del bien sustituto; e) aumente la cantidad demandada
de “X”; f) ninguna de las anteriores. Respuesta: ( )

11- Si el precio de un bien aumenta, es probable que para un consumidor de ese bien: a) la
demanda disminuya; b) la demanda aumente; c) la cantidad demandada disminuya; d) la
cantidad demandada aumente; e) la cantidad demandada aumente si el bien es normal; f)
ninguna de las anteriores es correcta. Respuesta: ( )

12- Ceteris paribus, un aumento en el costo de producir carbón dará lugar a: a) una asignación
de mayores recursos a la producción de carbón; b) una caída en el precio del petróleo crudo;
c) una menor cantidad de carbón demandado; d) una disminución en la oferta de carbón e)
ninguna de las anteriores es correcta. Respuesta: ( )

13- Si el gobierno pensara en comprar directamente trigo en el mercado privado, ¿Cuál de los
siguientes hechos es poco probable que ocurra?: a) un aumento en la cantidad ofrecida de
trigo; b) un aumento en el precio del trigo; c) un desplazamiento de recursos hacia la
producción de trigo; d) una caída en la oferta de pan; e) una disminución en la cantidad
ofrecida de pan; f) una disminución en la cantidad demandada de pan; g) ninguna de las
anteriores es correcta. Respuesta: ( )

14- La fijación de precios máximos: a) produce un exceso de demanda y no existe problema de


racionamiento; b) no implicará la aparición de un mercado paralelo; c) implicará la aparición
de otros mecanismos en la distribución de los bienes; d) es efectivo cuando dicho precio es
fijado por encima del precio de equilibrio; e) ninguna de las anteriores es correcta. Respuesta:
( )

15- Si se aplica un impuesto de $ 10 por unidad vendida en el mercado del bien X, el precio del
bien sube $ 10 si: a) la demanda es infinitamente elástica; b) la oferta es infinitamente elástica;
c) la elasticidad de demanda es cero; d) la elasticidad de oferta es cero; e) b ó c son correctas;
f) a y d son correctas; g) ninguna de las anteriores. Respuesta: ( )

16- Si una familia consume alimentos A y otros B, y para esa familia el conjunto de los otros
bienes se comporta como un bien normal, cuando el ingreso de esa familia aumenta el gasto
en alimentos: a) necesariamente aumenta; b) necesariamente cae o permanece constante;

163
c) puede aumentar, disminuir o permanecer constante; d) no puede aumentar ni permanecer
constante; e) ninguna de las anteriores; f) necesariamente permanece constante.
Respuesta: ( )

17- Si la curva de oferta de un bien es Qo = 46,78. P ; entonces la elasticidad de oferta: a) es


siempre igual al precio; b) es siempre menor a uno; c) es siempre mayor que uno; d) es
siempre igual a uno; e) puede ser mayor que uno; f) es igual a la pendiente; g) es igual a cero
porque no tiene ordenada; h) ninguna de las anteriores es correcta. Respuesta: ( )

18- Si el ingreso de los consumidores sube, hay una mejora tecnológica en la producción del bien
Z, y el bien Z es inferior, entonces: a) Pe sube y Qe baja; b) Pe sube y el cambio en Qe es
indeterminado; c) Pe sube y Qe sube; d) el cambio en Pe es indeterminado y Qe baja; e) Pe
baja y Qe sube; f) Pe baja y el cambio en Qe es indeterminado; g) Pe y Qe bajan; h) ninguna
de las anteriores. Respuesta: ( )

164
CAPÍTULO 7

Medición de actividad económica

Sergio Barone

7.1- Introducción
A diario escuchamos en los medios de comunicación que la economía de nuestro país
creció o crecerá un 2% u otro porcentaje similar, o bien que la economía se encuentra en recesión.
También, escuchamos o leemos que se estima que la economía mundial crecerá cierto porcentaje
en el año 2018, que América Latina será una de las regiones que mas crecerá en determinado
período de tiempo. Al igual que es conocido el importante crecimiento económico de China y su
implicancias para el resto de las economía del planeta. ¿Qué es lo que crece?, o más
precisamente, ¿A qué variable nos referimos que creció o disminuyó?
La Pobreza, que cantidad de pobres existen en determinado momento del tiempo en una
economía en particular. ¿Qué es ser Pobre?, ¿A partir de qué valor de una variable un individuo
es considerado Pobre, o se ubica por debajo de la línea de pobreza?

Estas y otras discusiones están directamente asociadas al concepto de Producto o Ingreso,


Producto Bruto o actividad económica de una economía en particular. En este capítulo nos
detendremos a conocer la manera en cómo se obtiene dicha magnitud. Como se mide o se calcula
el Producto o Ingreso de una economía.

El Producto o Ingreso es de las principales variables macroeconómicas, la macroeconomía


de corto plazo se centra en comprender las razones por las cuales dicha variable experimenta
cambios o fluctuaciones en torno de su tendencia, al igual que la teoría del crecimiento se focaliza
en el estudio de su evolución a largo plazo. Es importante señalar que en este capítulo nos
enfocaremos en el cálculo del Producto y no en estudiar los determinantes del nivel de Producto o
Ingreso, tema que se aborda en los siguientes capítulos. El cálculo del producto se refiere a la
metodología de cálculo del Producto, en tanto el estudio de los determinantes del Producto o Nivel
de Actividad se refiere a los factores, relaciones de causalidad que explican el valor o nivel del
Producto o Ingreso de una economía.

El cálculo del Producto se realiza a partir de un esquema bien preciso. Así, el Sistema de
Cuentas Nacionales constituye el sistema de información que registra los flujos y los stocks de la
economía que a partir de un esquema o metodología determinada, que es producto de normas y
estándares internacionales, calcula el Producto de una economía determinada. Los principios que
rigen para el cálculo del Producto se encuentran comprendidos y desarrollados en la 4ta revisión
del Sistema de Cuentas Nacionales de la Comisión de Estadísticas de las Naciones Unidas y en el
Manual de Balanza de Pagos del Fondo Monetario Internacional en su 5ta edición.

La elaboración o cálculo del Producto a partir de un esquema único y preciso permite


realizar comparaciones entre países. Así, es posible comparar el Producto de una economía con
el Producto de otras economías, al igual que realizar estudios comparativos de crecimiento
económico. Si cada país calculará de una manera diferente su Producto sería imposible realizar
comparaciones, dado que estaríamos comparando manzanas con autos, y no podríamos extraer
recomendaciones o lecciones de política económica. El Gráfico 7.1 muestra la evolución del
Producto o Ingreso para nuestra economía desde 2004 a 2016 expresado en millones de pesos
del año 2004, donde se han agregado algunos de los valores observados del Producto o Ingreso.

165
Cuando nos enfocamos en el cálculo del Producto estamos interesados en conocer el valor de la
variable, por caso $710.708 millones en 2011. En tanto cuando nos enfocamos en la
determinación del ingresos, nos interesa entender porque el Producto fue $710.708 millones y no
fue mayor o menor, si dicho valor es o no de pleno empleo, si es factible tomar alguna medida de
política económica que posibilite llegar al Producto de pleno empleo, por citar algunas de los
temas o preguntas que estudia el análisis macroeconómico. Cuando vamos al médico y nos
solicita un análisis de sangre el Bioquímico calcula, valiéndose de procedimientos específicos, la
cantidad de glóbulos rojos, ácido úrico, etc. El médico interpreta a partir del conocimientos
específicos realiza el diagnóstico y actúa en consecuencia. El cálculo del Producto se puede
asociar a calcular los glóbulos rojos de la economía y el análisis macroeconómico al diagnóstico
de nuestro paciente, la economía de un país.

Gráfico 7.1
Evolución del Producto de Argentina. 2004-2016 en millones de pesos de 2004.
750,000
720,898
710,782
700,000
704,711
670,524
650,000

Producto
en mill. 600,000
de $ de
2004 570,549
550,000
528,056

500,000
485,115

450,000

400,000
2004

2005

2006

2007

2008

2009

2010

2011

2012

2013

2014

2015

2016

Años

7.2- Definición y Concepto


Se entiende o define al Producto de una economía como el valor de los bienes y servicios
finales producidos en una economía en un período de tiempo determinado, generalmente
un año. De la definición de Producto surgen varios aspectos que deben ser resaltados.

La definición hace referencia al valor dado que para poder agregar los distintos bienes es
necesario poder sumarlos. Supongamos una economía que se encuentra sobre la frontera de
posibilidades de producción y produce 20 tn de Arroz y 50 tn. de Queso. Si nos preguntarán
cuanto produce esa economía señalaríamos que 20 tn de Arroz y 50 tn de Queso sin lugar a
dudas, pero no tendríamos una medida sintética o agregada del Producto de esa economía.
Además, podríamos estar tentados de sumar o agregar 20 tn. de Arroz con 50 tn. de Queso y
señalar que se producen 70 tn de qué bien. Está claro que es posible agregar o sumar las
cantidades en este ejemplo, pero su suma nos da una magnitud imposible de ser interpretada. Si

166
a la producción de Arroz y a la de Queso las multiplicamos por sus respectivos precios
obtendremos el valor monetario de ambas producciones que si nos daría una magnitud
comprensible. Por ejemplo, si el precio de la tonelada de Arroz es de $1.500 y el precio de la
tonelada de Queso es $2.300, tendríamos que el Producto de la economía sería de $115.000.

Además, sabemos que en una economía no se producen sólo dos bienes, por el contrario
se producen muchos más, no es difícil imaginar lo complicado que sería conocer el Producto si se
produjeran miles de bienes sumando sus cantidades. De allí, que es necesario poder agregar o
sumar los bienes que se producen en una economía determinada, para ello se toma el valor de
dichos bienes, es decir, precio por cantidad, permitiendo contar con una medida sintética del
Producto de una economía como es el valor monetario del Producto.

Un segundo aspecto que resalta en la definición de Producto es bienes y servicios finales.


¿Qué pasa con los bienes intermedios, no se tienen en cuenta?. Para responder a este
interrogante supongamos una economía que produce un solo bien, por caso Pan, para producir
dicho bien es necesaria el harina, la cual se obtiene del trigo. Para simplificar nuestro ejemplo
hemos supuesto que el Trigo nos viene dado por la naturaleza. La Tabla 7.1 presenta valores para
la producción de estos tres bienes, cuyo total sería $725, pero eso no representaría el Producto de
esta economía, dado que en el valor de la producción de Harina también se encuentra
contabilizado en el valor del trigo como insumo, lo mismo sucede con el Pan, que incluye en su
valor final el valor del insumo Harina. Es decir, si sumamos o agregamos los valores de la
producción de bienes intermedios estaríamos duplicando o contabilizando dos veces algunos
valores. El Producto de esta supuesta economía sería $325 que corresponde al valor del bien final
que produce.

La cuenta Producción de la Tabla 7.1 muestra las compras de insumos realizadas por cada
uno de los procesos productivos. El trigo es un insumo del Harina y ésta última del Pan, razón por
la cual los valores de producción de estos dos bienes intermedios son los correspondientes a las
Compras Intermedias (CI). La columna denominada Valor Agregado es la diferencia entre el valor
bruto de la producción de cada bien y el costo de los insumo necesarios para su producción. El
valor agregado es cuanto valor se ha incorporado en cada una de las etapas del proceso
productivo de un bien final. Se puede apreciar que el total del valor agregado es igual al valor del
Producto.

Además, en la Tabla 7.1 se presenta el uso o destino de dicho valor agregado. Dado que
para obtener la producción de Trigo es necesaria su cosecha en la que suponemos que sólo se
utiliza mano de obra, la cual obviamente cobra una remuneración (salario) por su tarea y los
dueños de los campos donde crece el Trigo perciben también una remuneración (renta) por uso de
la Tierra. La transformación de Trigo en Harina implica la utilización de un molino harinero y mano
de obra, al igual que la producción de Pan que requiere de un horno y personal que prepare la
masa y los bollos de pan para ser horneados. Tanto el dueño o dueños del molino como el
propietario de la panadería reciben una remuneración (beneficios) por la utilización de su capital.
En la Cuenta Ingreso de la Tabla 7.1 se aprecia que el ingreso percibido por los propietarios de los
factores de producción es igual al valor del Producto.

Finalmente, la cuenta Gasto muestra la aplicación o utilización por parte de las familias del
ingreso percibido. En este ejemplo se destina su totalidad a la compra de bienes y servicios
finales, en este caso particular Pan.

167
Tabla 7.1

Producto Ingreso (Y) Gasto (G)


Sectores V C V R R R = G
- = + + = Y Cf
BP I A L T K
1 - = 1 1 + 5 + = 1 =
Trigo
50 0 50 00 0 0 50 0 0
2 - 1 = 1 6 + + 4 = 1 =
Harina
50 50 00 0 0 0 00 0 0
3 - 2 = 6 + + 1 = 3 = 3
Pan
25 50 75 0 0 5 75 25 25
7 - 4 = 3 2 + 5 + 5 = 3 3 = 3
Total
25 00 25 20 0 5 25 25 25

De lo señalado precedentemente y de la tabla 7.1 surge que:

Si suponemos una economía cerrada con tres sectores productivos (primario, industrial y
servicios) donde cada uno de ellos está integrado por un número de empresas que llevan a cabo
procesos productivos donde elaboran bienes que pueden ser consumidas por las familias (finales)
y bienes intermedios (insumos) que son utilizados por el mismo sector o por los otros dos sectores
para la producción de bienes finales. La Tabla 7.2 nos servirá para realizar nuestro análisis. El
cuadro denominado Cuadro de Insumo-Producto se puede interpretar como un cuadro de doble
entrada o matriz. En las filas se consigna las ventas que realiza el sector al mismo sector
productivo de insumos y las ventas de bienes finales, por caso el sector servicios
(comunicaciones) vende al mismo sector sus servicios y a los demás sectores productivos, y las
familias para su consumo. Las filas I, II, II muestran los valores de las ventas intermedias y finales
realizadas por cada uno de los sectores productivos. Las columnas del Cuadro Insumo-Producto
se interpretan como las compras que realiza cada uno de los sectores productivos al mismo sector
y los demás sectores, y los servicios de los factores productivos, Tierra, Trabajo y Capital. Por
ejemplo, el sector primario compra semillas al mismo sector, alambre al sector secundario y
servicios de transporte al sector de servicios. Además, el sector primario contrata trabajadores a
quienes le paga por su trabajo y alquila un campo para la producción.

La Columna IV muestra el total de ventas intermedias realizadas por cada uno de los
sectores productivos y el total de los ingresos correspondientes a cada uno de los factores
productivos. Por su parte, las columnas V y VI muestran las compras que realizan las familias de
bienes finales de consumo y las compras de bienes finales de capital (inversión) que realizan las
empresas. En el Cuadro 7.2 se aprecia que la suma de las ventas finales es igual al total del valor
agregado, que coincide con los ingresos de los factores productivos.

168
Tabla 7.2 Cuadro Insumo-Producto

Ventas Intermedias Ventas finales Valor


Sector Bruto de la
Primar Indus Serv Total Consu Inversión Total
Producción
io trial icios mo
Primario
100 125 90 315 280 0 280 595
Industrial
90 110 80 280 200 180 380 660
Servicios
110 150 60 320 190 140 330 650
Total Insumos
300 385 230 915 670 320 990 1905
Salarios
110 70 110 290
Renta
140 105 180 425
Utilidades
45 100 130 275
Total Valor
Agregado 295 275 420 990
Valor Bruto
de Producción 595 660 650 1905

El Cuadro de Insumo-Producto o de relaciones interindustriales es una herramienta que


permite, entre otras aplicaciones, analizar los efectos de un aumento en las ventas finales sobre la
actividad de económica. Por caso, si se produjera un aumento en la demanda de bienes de
consumo del sector industrial (aumenta la demanda de electrodomésticos) las compras que realiza
este sector a los demás sectores de bienes intermedios aumenta, en consecuencia tanto el sector
primario y de servicios verían incrementada la demanda de bienes intermedios, que será
satisfecha por una mayor demanda de insumo de los demás sectores y de la utilización de los
factores productivos. Si bien nos objeto de estudio, es posible calcular analíticamente los efectos
señalados a partir de la denominada matriz de coeficientes de requerimientos directos e indirectos.
Así como presenta diversas aplicaciones, el cuadro de relaciones interindustriales tiene sus
limitaciones, dado que las relaciones son lineales o de coeficiente fijo, lo cual es factible suponer
que no se alteran en el corto plazo, pero no es razonable asumir que en el mediano y largo plazo
como resultado de cambios en los precios relativos no se alteren las relaciones de producción.

El Sistema de Cuentas Nacionales permite obtener el Producto a partir de tres diferentes,


pero complementarios, métodos de cálculo. El método del gasto se centra en calcular el Producto
a partir de los gastos realizados por los agentes económicos, empresas, familia, gobierno y resto
del mundo. Por su parte, el método del valor agregado o cuenta producto, calcula el Producto a
partir de la agregación de los valores agregados de los diferentes sectores productivos de la
economía. En tanto, el método del ingreso calcula el Producto o Ingreso a partir de la generación
de ingresos de los factores productivos. Los tres métodos señalados se presentan a continuación.

169
Si bien los tres métodos son independientes para estimar el resultado de la actividad
económica existe complementariedad. Así, para calcular el Producto es necesario contar con la
información básica de la producción y consumo de bienes intermedios por parte de cada sector
productivo de la economía, en la estimación del ingreso es necesario conocer la retribución de los
factores productivos de cada sector productivo. Además, para poder calcular los bienes finales es
necesario contar con las ventas finales realizadas por los productores, y en particular, con el
destino final de los bienes y servicios (si son para consumo, inversión) que le asignan los
compradores.

7.2.1 Producto Potencial


Antes de presentar los métodos para estimar el Producto o Producto Real de una economía
es conveniente realizar algunas consideraciones sobre el concepto de Producto Potencial. El
Producto Potencial es la cantidad máxima posibles de bienes y servicios que una economía
puede generar operando a su máxima eficiencia o pleno empleo de los factores productivos. En
otras palabras, el Producto Potencial se puede asociar al valor monetario del Producto cuando
nos ubicamos en un punto sobre la Frontera de Posibilidades de Producción. Los economistas han
desarrollados diferentes estrategias para estimar el Producto Potencial. No es objeto de este curso
presentar o desarrollar los métodos utilizados para estimar el Producto Potencial. Dichos métodos
en algunos casos consisten en extraen la tendencia del Producto a partir de la serie
correspondiente al Producto observado, otros métodos estructurales basados en relaciones
derivadas de la teoría económica y métodos mixtos que combinan procedimientos de filtrado de
series con fundamentos de teoría económica.

7.3- Métodos de Cálculo del Producto


A los fines de obtener el Producto o Ingreso de una economía es posible calcularlo por
medio de tres métodos, el del Gasto, el del Ingreso y el del Valor Agregado. El método del Gasto
como lo indica su denominación pone el énfasis de calcular o estimar el Producto o Ingreso de la
economía a partir del gasto realizado por las diferentes unidades económicas, familias, empresas,
gobierno y resto del mundo. Por su parte, el método del Ingreso se basa en los ingresos o
remuneraciones generadas por los factores de la producción, Tierra, Trabajo y Capital.
Finalmente, el método del Valor Agregado se concentra en calcular el Producto o Ingreso a partir
de la determinación del cambio en el valor de los insumos utilizados para producir los bienes
finales.

Si bien los tres métodos señalados se utilizan para calcular el Producto o Ingreso de una
economía no arriban exactamente al mismo valor. La diferencia entre los resultados se debe a las
diferentes fuentes de datos. Si bien son distintos, es posible realizar operaciones algebraicas para
obtener los mismos resultados con los tres métodos de cálculo como se analiza más adelante en
este mismo capítulo.

La diferencia radica en la base de información utilizada por cada uno de los métodos y en la
existencia de una diferencia entre el fenómeno a medir y lo que efectivamente medimos.
Supongamos que estamos interesados en conocer la cantidad consumida de puré de tomate por
parte de las familias por semana. Es posible observar la cantidad de puré de tomates adquiridos
por las familias en cada semana, pero está claro que no es posible conocer con exactitud si los
purés de tomates comprados son efectivamente consumidos durante cada semana. Existen

170
técnicas estadísticas, que no son objeto de estudio en este libro, que permiten realizar inferencias
sobre el problema económico en estudio a partir de información estadística.

7.3.1- Método del Gasto


A modo de introducción al método de cálculo del Producto, consideremos una economía
donde todos los bienes y servicios producidos por las empresas son consumidos por las familias
representadas por el flujo circular de la renta de la Figura 7.1. En la parte superior aparece el
gasto monetario que realizan las familias por la adquisición de los bienes de consumo producidos
por las empresas (línea entera); en la parte inferior (línea punteada), los pagos que las empresas
realizan a los titulares de los factores de la producción (las familias) por los servicios prestados en
el proceso productivo: sueldos y salarios para los trabajadores, retas y alquileres para los
propietarios de tierras y edificios, intereses y ganancias, para los dueños de capital.

Figura 7.1

En esta economía, los dos flujos dan el mismo resultado: la corriente superior representa el
valor monetario del producto, medido por el gasto en bienes finales, y la corriente inferior nos
indica cuánto ha costado esa producción. De manera que el producto, también puede definirse
desde el segundo punto de vista, como la suma de las remuneraciones a los factores empleados
en la producción de bienes y servicios (salarios, beneficios, dividendos, rentas, intereses) y recibe
el nombre de Ingreso.

El modelo del circuito simple presentado en la Figura 7.1 solamente toma en cuenta dos
sectores: familias y empresas. En realidad, en toda economía existe además el sector gobierno, y
si es una economía abierta (que comercia con el exterior) deberían considerarse las transacciones
realizadas con el sector externo o resto del mundo. El método del gasto mide el valor del producto
considerando el gasto de bienes y servicios finales realizados por las unidades de decisión:
familias, gobiernos, empresas y sector externo.

A los fines de la Contabilidad Nacional y del Sistema de Cuentas Nacionales, los gastos
relevantes para el cálculo del producto son: Consumo de las familias (Cf), gastos del gobierno en
bienes y servicios (Cg), inversión privada y pública (IBI) y las exportaciones de bienes y servicios

171
reales (X) y las importaciones de bienes y servicio reales (M). Cabe destacar que en todos los
casos nos estamos refiriendo a bienes nuevos, ya que el gasto realizado en bienes ya existentes
implica solo una transferencia de dominio.

En terminaos algebraicos el cálculo del Producto (P) o más precisamente el Producto Bruto
Interno a precios de mercado (PBIpm) se obtiene de la siguiente manera:

(ec.1)
El producto definido en la ec.1 constituye una identidad, es decir una relación verdadera
para cualquier valor de las variables, porque está referida a valores realizados o ex-post; se trata
de una identidad contable, donde para cualquier valor de los conceptos incluidos se verifica dicha
identidad.

Consumo Privado (Cf): Corresponde a todas las compras o gasto en bienes y servicios
realizados por los hogares. Bienes no durables (alimentos y vestimenta), bienes durables nuevos
(automóviles, electrodomésticos) y en servicios (internet, peluquería, servicios médicos). Se
excluyen las compras de viviendas residenciales nuevas dado que se consideran dentro de la
formación bruta de capital o inversión.

Consumo del Gobierno (Cg): Corresponde a la producción de servicios prestados a la


comunidad por el gobierno en general valuado al costo incurrido para su prestación. La
contribución del gobierno al Producto de un país tiene un tratamiento especial en virtud de que los
servicios que presta son destinados a satisfacer necesidades de carácter social y tienen
características especiales tales como: a) no son objeto de transacción en el mercado, b) son
gratuitos, c) no requieren una contraprestación por parte de los beneficiarios. Ejemplos de tales
servicios son los de Educación, Justicia, Salud, etc. Estos servicios al reunir las características
anteriormente señaladas no tienen un precio de mercado para ser valorados, de allí que se
consideren sus costos o gasto realizado el gobierno para su provisión. Por caso, la producción de
servicios de seguridad social se calcula como el costo de los útiles (papel, cartuchos de tinta) y los
sueldos y salarios pagados a los empleados afectados a este servicio en particular. Para el caso
de la Seguridad Nacional debemos incluir las balas, los uniformes y los sueldos pagados del
personal afectado. Por lo tanto, el consumo del gobierno se mide por los bienes y servicios
personales que adquieren, más los sueldos y salarios que pagan. Respecto a la formación de
capital del sector gobierno (carreteras, hospitales, escuelas, etc.) son considerados como
inversión, y por lo tanto se incluyen dentro de la inversión y no en el consumo de gobierno.

Inversión Bruta Interna (IBI): Corresponde a los gastos en bienes de capital realizados por
las empresas. Está constituida por el gasto en nuevos equipos durables de producción, y
maquinarias, en las nuevas edificaciones destinadas al proceso productivo. La denominación de
BRUTA se debe a que se incluyen también los gastos realizados para reponer las construcciones,
maquinarias y equipos depreciados en el periodo.

En el cálculo de la Inversión se incluye la Variación de Existencias (VE). Se trata de la


variación del valor de materiales, productos en procesos y bienes terminados en poder de los
productores entre el comienzo y final del período (anual) de cálculo del Producto. Se puede
considerar como una cuenta que ajusta el cálculo del Producto como resultado de que el mismo se
mide o calcula para un período determinado y de que estamos midiendo el Producto a partir de lo
que se gasta.
Un ejemplo puede ayudar a comprender la naturaleza de la VE. Tomemos el caso de la
producción de autos, un automóvil parcialmente fabricado al 31 de diciembre de un año
determinado, supongamos 2017, será terminado y vendido al año siguiente 2018. Está claro que

172
parte fue producida en un año y otra en el año siguiente, con lo cual debiéramos computar cada
una de las etapas en el año de su realización. Lo mismo sucede con autos que fueron terminados
y vendidos en el año 2017 que fueron producidos parcialmente en el año 2016. A los fines de
calcular la Variación de Existencia para el año 2017 se toma el valor de las Existencias Finales
(EF) y se sustrae el valor de las Existencias Iníciales (EI). En nuestro ejemplo, los autos
parcialmente terminados o no vendidos al 31 de diciembre de 2017 constituyen la Existencia
Final en tanto los autos parcialmente fabricados o no vendidos a finales del 2016 constituyen las
Existencias Finales de 2016 o Iníciales del 2017.

Recordemos que hemos definido el Producto como el valor de los bienes finales generados
por la economía en un periodo de tiempo. El gasto en estos bienes en el mismo periodo puede ser
menor, igual o mayor a lo producido. Si es igual, el gasto coincide con lo producido y no es
necesario realizar ajuste alguno; si el gasto es menor a lo producido han quedado bienes en los
inventarios de las empresas provocando una acumulación positiva de stocks, que debe sumarse al
gasto para satisfacer la definición de producto. Si por el contrario, el gasto es mayor a lo producido
hubo que recurrir a bienes producidos en periodos anteriores provocando una desacumulación de
inventarios que debe restarse al gasto para satisfacer la definición de producto.
Para la variable Inversión existen dos conceptos o definiciones, Inversión Bruta e
Inversión Neta, la diferencia entre ambos concepto son las depreciaciones. La Inversión Bruta
incluye los gastos realizados por las empresas en el mantenimiento del stock de capital, en tanto
la Inversión Neta no incluye dichos gastos. Algebraicamente, si representamos a las
depreciaciones por D, se puede escribir como sigue:

(ec.2)
La inversión es una variable flujo que mide el cambio en el stock de capital de la
economía. Es decir, nos permite conocer el valor de los bienes de capital incorporados al proceso
productivo en un período determinado de tiempo. De allí que también se suele definir de la
siguiente manera:

(ec.3)
Donde, representa el cambio en el stock de capital, representa el stock de capital
para el período t (un año determinado) y corresponde al stock de capital del periodo anterior.

Si la IN resulta un valor positivo significa que el período bajo análisis el stock de capital de la
economía ha aumentado y en consecuencia la capacidad productiva de la economía es mayor. En
términos de la Frontera de Posibilidades de Producción estaríamos en presencia de un
desplazamiento hacia la derecha y afuera de la misma. Por el contrario, una IN negativa implica
una caída en la capacidad de producción de la economía, es decir, la inversión no cubre la
reposición del capital de la economía, toda vez que la IB nunca puede ser negativa.

Exportación de Bienes y Servicios (X): Los bienes y servicios producidos dentro de una
economía, se destinan fundamentalmente al consumo y a la inversión interna. No obstante, una
parte importante es vendida al exterior, es decir, fuera del país. Para que los bienes producidos y
vendidos al exterior queden computados en el Producto es menester incluirlos, y se los considera
como un gasto realizado por el resto del mundo en el producto generado por la economía
domestica. En el caso de los bien, no existen dudas en cuanto a la factibilidad de su venta al
exterior, pero al referirnos a los Servicios podríamos preguntarnos ¿es posible exportar servicios?
Un turista de Brasil visita la Argentina, incurrirá en gastos de transporte, alojamiento, teléfono, etc.
A pesar que el hotel, ómnibus y TELECOM estén físicamente en Argentina, los servicios son

173
provistos por argentinos y pagaos por un extranjero. Esto es lo que hace posible que este tipo de
transacción sea considerada como una exportación de servicios. Lo mismo ocurre con los gastos
de compañías extranjeras de transporte por gastos de puerto realizados dentro de nuestro país,
como mantenimiento, transporte, combustibles, etc.

Importaciones de Bienes y Servicios (M): Corresponden a los gastos realizados para la


adquisición de bienes (autos, remeras, servicios telefónicos, viajes, etc.) producidos por otras
economías por parte de los residentes de la economía doméstica. Su inclusión en el cálculo del
Producto al igual que la VE se debe a la necesidad de ajustar el cálculo del Producto. En este
caso debido a que en el Cf se encuentran incluidos los gasto en bienes de consumo por parte de
la familias sin distinción del origen de dichos bienes, nacionales o importados. Así, un consumidor
compra un auto alemán o una camisa italiana, con lo cual en el Cf tenemos incorporado bienes
que no son producidos por la economía doméstica. Lo mismo sucede en el Cg por caso si los
cartuchos de tinta para las impresoras son de origen extranjeros, o bien cuando una empresa
nacional compra una máquina de origen Chino. Es decir, tanto en el consumo de las familias, el
gobierno y en la inversión se encuentran incluidos gastos en bienes producidos por otras
economías. De allí la necesidad de incorporar las Importaciones con signo menos o restando.

Como se señaló anteriormente, la ec.1 permite obtener el PBIpm, dado que la inversión
considerada es la inversión bruta que incluye el gasto en depreciaciones y a precios de mercado
por cuanto los gastos son valuados a los precios finales que pagan los agentes económicos por
los bienes y servicios. En tanto la denominación de Interno a que no se hace distinción sobre la
nacionalidad de las empresas, aspecto que analizaremos más adelante. El Cuadro 7.1 muestra el
PBIpm por el método del gasto para nuestra economía desde el año 2004 elaborado por el
INDEC, en tanto el Cuadro 7.2 presenta los valores correspondientes a las Inversión Bruta Interna
para el mismo período.

Cuadro 7.1
Producto Interno Bruto en millones de pesos a precios de 2004
2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 (1) 2016 (2)
PRODUCTO INTERNO BRUTO 485,115 528,056 570,549 621,943 647,176 608,873 670,524 710,782 703,486 720,407 702,306 720,898 704,711

Consumo privado 312,082 335,153 371,873 406,602 436,058 412,521 458,675 501,647 507,217 525,675 502,764 520,536 513,027
Consumo público 53,919 59,233 61,438 66,248 69,570 73,490 77,497 81,035 83,473 87,916 90,505 96,649 96,928
Formacion bruta de capital fijo 77,103 89,307 102,233 123,142 133,850 103,636 130,846 153,584 142,718 146,057 136,190 141,421 134,236
Variación de existencias 8,041 8,435 2,221 2,546 239 -484 5,875 5,139 -1,748 1,495 2,179 2,012 5,384
Exportaciones FOB (bienes y servicios reales) 115,688 130,597 137,860 149,115 150,219 136,177 155,102 161,537 154,900 149,447 139,017 138,241 143,312
Importaciones FOB ( bienes y servicios reales) 81,718 94,669 105,074 125,711 142,761 116,469 157,471 192,160 183,074 190,183 168,350 177,962 188,175
(1) Datos provisorios.
(2) Datos preliminares.
Nota: Serie 2004-2014. Datos definitivos.
Fuente: INDEC.

7.3.2- Método del Valor Agregado


Este método es también conocido en el sistema de cuantas nacionales como Cuenta de
Producción, cuyo objetivo es determinar el Valor Agregado generado por cada sector económico

174
como diferencia entre el Valor Bruto de Producción y el Consumo Interno, obteniendo en forma
consolidada para la economía el Producto Bruto Interno.

En toda economía hay empresas cuya producción de bienes y servicios son demandados
por las familias y empresas, para consumo e inversión. Pero también existe un elevado número de
firmas que se dedican a producir bienes que son utilizados por otras empresas como insumos o
bienes intermedios. Ya hemos señalado que sumar el valor de la producción de insumos o bienes
intermedios con el valor de la producción de bienes finales conduce a duplicaciones, puesto que el
valor de los insumos ya está incluido en el valor de los bienes finales.

La medida del valor de los bienes realmente producidos, no es el valor de la producción


sino el valor agregado que cuantifica la contribución de cada sector, medida por la retribución de
los factores productivos que intervienen en el proceso de transformación de la materia prima en un
bien final de consumo o de inversión.

El método del valor agregado consiste en sumar el valor agregado de todos los sectores
productivos de la economía, algebraicamente sería:

(ec.4)
Donde:

: representa el Valor Agregado de cada uno de los sectores (agropecuario, industrial,


servicios, etc). Y se calcula como sigue:

(ec.5)
Donde:

: representa el Valor Bruto de Producción de cada uno de los sectores valuados a


precios básicos o costo de factores.

: corresponde al Consumo Intermedio o compra de los insumos de cada uno de los


sectores valuados a precio del productor o precios de mercado.
El Sistema de Cuentas Nacionales recomienda el cálculo del VA a precios básicos o
costo de factores que surge de deducir los impuestos netos de subsidios a los productores. Es
decir, que el VAcf es representativo de un concepto de producto asociado a un flujo neto de
impuestos y subsidios que afectan directamente al precio de los bienes y servicios. Los impuestos
considerados son los denominados indirectos.

El método del Valor Agregado busca valuar el Producto a costo de los factores productivos,
tierra, trabajo y capital. Considera el VBP a precios básicos y la Compra de Insumos a precios de
mercados. Es decir al Valor Bruto de Producción lo valora sin considerar los impuestos y subsidios
que afectan a dicho valor, en tanto la Compra de Insumos por lo que efectivamente pagan los
productores por los insumos necesarios para producir los bienes y servicios. La diferencia entre
ambas magnitudes nos da como resultado el Valor Agregado valuado al costo de los factores
productivos. El concepto de costo de los factores abarca tanto a los ingresos percibidos por los
factores productivos como así también los costos asociados a ellos, por caso las contribuciones a
la seguridad social de los trabajadores.

El Cuadro 7.3 presenta el valor del PBIpm de los sectores productivos de la economía
Argentina para el período 2014-2016 a partir del método del Valor Agregado.

175
Cuadro 7.3
Producto Interno Bruto en millones de pesos a precios de 2004
2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 (1) 2016 (2)

PRODUCTO INTERNO BRUTO 485,115 528,056 570,549 621,943 647,176 608,873 670,524 710,782 703,486 720,407 702,306 720,898 704,711

Impuesto a los productos netos de subsidios (a los ingresos brutos,


específicos, a los débitos y créditos bancarios, a las exportaciones) 38,460 40,213 42,960 47,854 49,858 46,531 50,978 54,097 54,887 56,061 53,891 55,775 55,243
IVA 30,977 33,631 38,596 45,286 48,236 45,767 49,704 54,741 55,642 58,371 54,410 55,065 52,816
Impuesto a los productos importados (derechos de importación) 3,250 3,909 4,505 5,488 6,263 4,892 6,844 8,424 7,871 7,980 6,889 7,255 7,564

VALOR AGREGADO BRUTO a precios básicos 412,427 450,303 484,489 523,314 542,819 511,684 562,998 593,520 585,086 597,996 587,117 602,803 589,088
A - Agricultura, ganadería, caza y silvicultura 39,125 46,858 45,805 50,114 48,875 35,994 50,814 49,453 42,851 47,568 49,085 52,938 49,935
B - Pesca 1,442 1,332 2,131 1,915 2,017 1,615 1,659 1,745 1,756 2,157 2,184 2,239 2,236
C - Explotación de minas y canteras 24,322 24,246 25,556 24,931 24,648 24,710 25,099 23,636 23,350 22,405 22,755 23,403 22,169
D - Industria manufacturera 91,866 98,686 107,666 115,777 119,970 111,260 123,396 132,857 128,986 130,926 124,309 125,253 118,232
E - Electricidad, gas y agua 8,702 9,235 9,775 10,025 10,511 10,456 10,638 11,142 11,662 11,718 11,949 12,362 12,533
F - Construcción 14,905 16,763 18,838 20,865 21,741 19,066 20,930 22,928 22,369 22,346 21,895 22,547 20,056
G - Comercio mayorista, minorista y reparaciones 60,035 66,289 73,217 81,754 86,079 79,130 89,159 98,684 95,946 98,339 91,605 94,337 92,062
H - Hoteles y restaurantes 6,936 7,776 8,697 9,619 9,667 9,409 10,299 10,821 10,970 10,972 10,842 11,033 11,234
I - Transporte y comunicaciones 29,790 34,243 38,536 43,428 45,790 45,485 49,530 52,203 52,515 53,754 54,168 55,581 57,405
J - Intermediación financiera 15,079 16,563 18,743 21,355 22,685 22,649 22,762 25,000 26,836 27,596 26,839 27,181 26,158
K - Actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler 53,084 56,103 59,834 63,190 66,662 64,814 68,197 71,232 70,809 71,328 70,964 72,546 72,253
L - Administración pública y defensa 21,585 22,732 23,503 24,825 25,848 26,689 27,611 28,489 29,346 30,121 31,055 32,120 32,730
M - Enseñanza 17,057 18,106 18,842 19,928 20,762 21,534 22,331 23,007 23,770 24,452 25,135 25,949 26,456
N - Servicios sociales y de salud 13,201 14,516 14,862 15,819 16,851 18,035 18,807 19,801 20,892 21,453 21,822 22,434 23,046
O - Otras ac. de serv. comunitarias, sociales y personales 12,254 13,557 14,880 16,078 16,888 16,927 17,838 18,548 18,874 18,611 18,253 18,597 18,320
P - Hogares privados con servicio doméstico 3,043 3,299 3,604 3,691 3,825 3,912 3,928 3,975 4,154 4,247 4,259 4,285 4,264
(1) Datos provisorios.
(2) Datos preliminares.
Nota: Serie 2004-2014. Datos definitivos.
Fuente: INDEC.

7.3.3- Método del Ingreso


El método del ingreso o cuenta de generación del ingreso representa una estimación del
Producto o Ingreso de una economía con un nexo directo al método del Valor Agregado. En la
Tabla 7.1 ilustramos como el Valor Agregado corresponde a los ingresos o remuneraciones
generadas por los factores productivos.

Si bien existe una conexión lógica entre el método del Valor Agregado y la generación de
ingresos y se esperaría que ambos métodos den resultados idénticos, en la práctica las
diferencias surgen como resultado de fuentes de información diferentes, cobertura y valoración de
los registros utilizados para su cálculo.

El método del ingreso consiste básicamente en sumar o agregar los ingresos generados por
los factores productivos. Observe que nos referimos a ingresos generados, que no
necesariamente corresponden a los ingresos percibidos por los factores productivos.

La remuneración del factor trabajo toma en consideración los ingresos percibidos en


efectivo o especie antes de la deducción del impuesto a las ganancias, aportes personales y
patronales a la seguridad social de los trabajadores en relación de dependencia. También se
incluyen los adicionales, comisiones, premios por productividad. La remuneración de los
trabajadores autónomos se considera como un ingreso mixto, dado que no constituye una
sociedad pero aporta mano de obra remunerada de una clase similar a la aportaría un trabajador
en relación de dependencia.

La remuneración del factor tierra y capital corresponde al excedente bruto generado por la
actividad productiva de las unidades económicas conformadas bajo alguna de las formas
societarias. También se incluyen de manera separada los impuestos netos de subsidios sobre la
producción e importaciones.

El método del ingreso incluye los ingresos por servicios de factores del exterior que no
forman parte de la producción por no encontrarse dentro de los límites geográficos de la economía
en cuestión. Por caso, empresas de propiedad de residentes de nuestro país, poseen filiales en
otras partes del mundo, por las cuales reciben utilidades, dividendos. Estos ingresos son
considerados o computados en el cálculo del Ingreso.

El siguiente esquema, resume los conceptos utilizados para el cálculo del Ingreso por este
método.

176
Sueldos y
Sueldos y
Salarios Netos
salarios brutos
Remuneración (o nominales) Aportes
al Factor Personales y
Honorarios
Trabajo Patronales
Comisiones (Aportes
MAS (+) Jubilatorios)

Intereses
Rentas
Alquileres
Beneficios de
Empresas del
Estado

Remuneración Beneficios
Beneficios de Distribuidos
Factores T y K
S.A. (Antes del
Beneficios no
Impuesto
Distribuidos
Impuestos sin
Beneficios de Beneficios
otras formas de
organización
empresarial

INGRESO NACIONAL NETO a precios de mercados (YNNpm)

7.4- Diferentes conceptos de Producto Ingreso


Los métodos hasta aquí presentados se pueden utilizar para calcular el Producto o Ingreso
de una economía. Las discrepancias son originadas en las diferencias que se producen en los
precios, debido a los impuestos y/o subsidios, en los conceptos involucrados en cada uno de ellos,
y en las fuentes de información utilizadas para su cálculo.

Así, mientras el Producto calculado por el método del gasto nos da el valor de los bienes y
servicios producidos en un año valuados a precios de mercado, el Producto calculado por el
método del Valor Agregado nos provee el Producto valuado a costo de factores. Por otra parte,
el Producto calculado por los dos métodos anteriores son interno, el obtenido por el método del
Ingreso es nacional. La diferencia entre el Producto a precio de mercado y costo de factores
está dado por la existencia de impuestos y subsidios que modifican el precio que pagan los
consumidores del bien final y lo que realmente perciben los productores, por ello para llegar al
mismo resultado es necesario realizar operaciones algebraicas. Otra diferencia importante es

177
entre los conceptos de Producto es la distinción entre Interno y Nacional. Las relaciones o
equivalencias entre los diferentes resultados o conceptos de Producto o Ingreso se pueden
resumir de la siguiente manera:

(ec.6)

(ec.7)

(ec.8)

Donde

(ec.9)

(ec.10)
A partir de las relaciones expresadas por las ecuaciones 6 a 10 es posible definir los
siguientes conceptos de Producto e Ingreso:

PRODUCTO INTERNO BRUTO a precios de mercado (PINpm)


- Depreciaciones (D)
-------------------------------------------------------------------------------
PRODUCTO INTERNO NETO a precios de mercado (PINpm)
± Saldo de Remesas (SR)
------------------------------------------------------------------------------
PRODUCTO NACIONAL NETO a precios de mercado (PNNpm)
– Impuestos Indirectos Netos de Subsidios (IINS)
--------------------------------------------------------------------------------
PRODUCTO NACIONAL NETO a costo de factores (PNNcf)

El PNNcf es en valor equivalente al YNNcf, aunque conceptualmente se diferencian, y


recibe el nombre de Ingreso Nacional (YN) o Renta Nacional (RN).

PNNCF=YNNcf=YN=RN

Dos conceptos importantes de Ingreso, son el Ingreso Personal (Yp) e Ingreso Disponible
(Yd). El Ingreso Personal corresponde a los ingresos ganados por los propietarios de los factores
productivos. Esta definición de Ingreso obedece a que no todos los ingresos generados por los
factores productivos son percibidos o recibidos por los titulares de los factores. Por caso los
beneficios no distribuidos en las sociedades anónimas o los aportes previsionales son generados
por los factores de la producción pero no son percibidos por ellos. Por otra parte, las familias
reciben ingresos que no han sido generados por ellos en el año en cuestión, como son las
jubilaciones, o ingresos que no están asociados a su actividad productiva como son los subsidios
personales a las familias. De esta manera, el Ingreso Personal se obtiene restando los ingresos

178
generados pero no percibidos y sumando los ingresos percibidos pero no generados como se
presenta a continuación.

INGRESO NACIONAL (YN)


Menos:
Beneficios no distribuidos S.A.
Impuestos sin Beneficios de S.A.
Aportes Jubilatorios
Beneficios de Empresas del Estado
Más:
Transferencias a las familias (no son retribuidos a factores
sino pagos que no tienen contrapartida) tales como Jubilaciones,
Pensiones, Becas, Subsidios Personales a familias.
------------------------------------------------------------------------------------
INGRESO PERSONAL (YP)

El Ingreso Disponible corresponde al ingreso que las familias tienen para consumir o
ahorrar, y surge de deducir al Yp los impuestos que afectan de manera directa a las familias. El
Ingreso Disponible también se suele denominar Ingreso Personal Disponible (Ypd). En los
capítulos siguientes veremos que este concepto de ingreso es importante a la hora de determinar
el comportamiento agregado de las familias, en particular como determinante del agregado
Consumo.

INGRESO PERSONAL (Yp)


Menos
Impuestos directos a las personas
----------------------------------------------
INGRESO DISPONIBLE (Yd)
o INGRESO PERSONAL DISPONIBLE (Ypd)

7.4.1- Oferta y Demanda Global


La Oferta Global (OG) o también Total es el conjunto de bienes y servicios disponibles en
una economía en un periodo determinado. Se obtiene adicionando al PBI las importaciones. Nos
referimos en este caso a la Oferta Global realizada, es decir producidos y ofrecidos pero no
necesariamente adquirida. De la misma manera podemos definir la Demanda Global (DG)
realizada o ex-post, al igual que con la Oferta Global nos referimos a la Demanda Global realizada.
La igualdad entre la oferta global realizada y demanda global realizada o ex-post se verifica
siempre y, es necesario distinguirla de la igualdad entre oferta y demanda planeadas (o deseadas)
ex-ante que constituye una condición de equilibrio macroeconómico tal como se estudiara en
capítulos siguientes. El Cuadro 7.4 presenta los datos correspondientes a la Oferta y Demanda
Global realizada.

179
Cuadro 7.4
Oferta y demanda globales. 2004-2016 en millones de pesos a precios de 2004
2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 (1) 2016 (2)

PRODUCTO INTERNO BRUTO 485,115 528,056 570,549 621,943 647,176 608,873 670,524 710,782 703,486 720,407 702,306 720,898 704,711
Importaciones FOB ( bienes y servicios reales) 81,718 94,669 105,074 125,711 142,761 116,469 157,471 192,160 183,074 190,183 168,350 177,962 188,175
OFERTA GLOBAL 566,833 622,725 675,624 747,654 789,937 725,342 827,995 902,942 886,560 910,590 870,656 898,860 892,886

DEMANDA GLOBAL 566,833 622,725 675,624 747,654 789,937 725,342 827,995 902,942 886,560 910,590 870,656 898,860 892,886
Consumo privado 312,082 335,153 371,873 406,602 436,058 412,521 458,675 501,647 507,217 525,675 502,764 520,536 513,027
Consumo público 53,919 59,233 61,438 66,248 69,570 73,490 77,497 81,035 83,473 87,916 90,505 96,649 96,928
Exportaciones FOB (bienes y servicios reales) 115,688 130,597 137,860 149,115 150,219 136,177 155,102 161,537 154,900 149,447 139,017 138,241 143,312
Formacion bruta de capital fijo 77,103 89,307 102,233 123,142 133,850 103,636 130,846 153,584 142,718 146,057 136,190 141,421 134,236
Variación de existencias 8,041 8,435 2,221 2,546 239 -484 5,875 5,139 -1,748 1,495 2,179 2,012 5,384
(1) Datos provisorios.
(2) Datos preliminares.
Nota: Serie 2004-2014. Datos definitivos.
Fuente: INDEC.

7.5- Producto, Bienestar y Economía Informal


El Producto y su evolución en el tiempo suele ser confundido con la evolución del bienestar
de una sociedad. El Producto si bien es un componente básico no es sinónimo de Bienestar. Sin
lugar a dudas cuando el Producto crece los miembros de una sociedad goza de una cantidad
mayor de bienes y un ingreso por habitante mayor, lo cual de por si es conveniente, no alcanza
para concluir que una sociedad goza de un mayor nivel de Bienestar.

Debido a la importancia que ha adquirido la discusión sobre el Bienestar, se ha desarrollado


medidas, métodos e indicadores para estimar el Bienestar. Los primeros buscaban extender o
combinar el Producto con un número determinado de indicadores para construir un índice de
Bienestar. También se asocia al Bienestar a partir del acceso a ciertos bienes considerados como
bienes básicos, por caso índice de desarrollo humano (IDH). El IDH es un indicador de
desarrollo humano y es elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD), que toma en consideración el tener una vida larga y saludable, disfrutar de un nivel de
vida digno, la esperanza de vida al nacer por citar algunos de los ítems que componen al IDH. Se
aprecia claramente que el IDH incorpora categorías de análisis como salud, educación, calidad de
vida, etc.

Además, no menos importante de la insuficiencia del Producto como único indicador de


Bienestar es que no considera los costos sociales de un mayor Producto. La contaminación del
aire y del agua, los accidentes, y el estrés son algunos de los costos de un mayor Producto. De
manera similar, el calcular el Producto se considera el gasto del gobierno, pero sin hacer
diferencia si dicho gasto está dirigido a la construcción de una escuela o a la compra de un misil;
gastos que sin lugar a dudas ofrecerán un muy distinto nivel de satisfacción a la comunidad. Si
aumenta el gasto del gobierno en la prestación del servicio de policía (sueldos y equipamientos) se
incrementaría el Producto pero si ello deriva de un aumento en la delincuencia, no estaría
indicando un nivel de vida superior.

Además, como el cálculo del Producto utiliza precios de mercado para valora los bienes y
servicios, excluye actividades que se realizan fuera del mercado, por caso la crianza de los hijos,
el trabajo voluntario que influyen en el Bienestar pero no son captados por el Producto.

El Producto constituye una buena medición del conjunto de transacciones económicas


realizadas a través del mercado y las posibilidades de empleo de los factores productivos, que
tales transacciones pueden generar, pero cuando el mismo quiera utilizarse como medida del

180
grado de desarrollo y bienestar debe complementarse con otros indicadores que capturen
aspectos relacionados a la calidad de vida de una sociedad.
Otra de las limitaciones del cálculo del Producto son los asociados a la Economía Informal,
Subterranea o Negra, que comprende una amplia gama de actividades no declaradas como son
el trabajo en negro, la producción de bienes (vestimenta, alimentos) en hogares a espalda de la
AFIP. La medición de la economía informal no es sencilla por su naturaleza, captar ingresos o
actividades ocultas. El tamaño de la informalidad varía entre países, en Japón a principios de este
siglo llegaba a un 11%, en tanto en nuestro país 29%, Brasil un 42%. Las causas de la
informalidad generalmente se encuentran asociadas a la presión impositiva y previsional excesiva.
También, actividades ilegales como son la producción de estupefacientes o drogas no son
capturadas o contabilizadas en el cálculo de Producto.

Bibliografía
Díaz Cafferata, Alberto; Figueras, Alberto; Fredian, Ramón; Recalde, M. Luisa y Swoboda, Carlos
(1999): Principios de Economía. Ediciones EUDECOR, Segunda Edición. Córdoba, Argentina.
Propatto, Juan Carlos Aldo (2004): El Sistema de Cuentas Nacionales; Visión desde la Economía
Aplicada. Ediciones MACCHI. Segunda Edición. Buenos Aires, Argentina.
INDEC (2016): Cuentas Nacionales, Metodología de Estimación; Base 2004 y series a precios
constantes y corrientes. Metodología INDEC N°21. Buenos Aires, Argentina.

181
EJERCITACIÓN
1) Si el PBIpm es igual a $2000, la inversión bruta es $400, el stock de capital es $15000 con una
tasa de depreciación anual del 2%, los impuestos indirectos son $60, los subsidios $30 y el saldo
de remesas $50. a) determine el ingreso nacional; b) determine el ingreso personal.

2) A partir de los siguientes datos

Sueldos y salarios pagados por las empresas 8.000


Aportes patronales y personales 800
Intereses pagados por empresas 400
Impuestos Beneficios SA 400
Beneficios distribuidos por las SA 800
Impuestos indirectos netos de subsidios 400
Depreciación 800
Beneficios no distribuidos SA 400
Sueldos y salarios pagados por el gobierno 800
Consumo de las familias 8.000
Inversión bruta fija 3.200
Variación de Existencias 400
Exportaciones 2.400
Importaciones 2.000
Transferencias a las familias 400
Impuestos directos pagados por las familias 800

Se pide: a) Calcule el PBIpm; b) Calcule el Ingreso Nacional; c) Determine el Ingreso disponible y


el ahorro.

3) A partir de la siguiente información

Consumo de gobierno 200


Impuestos Directos 60
Importaciones 40
Consumo de las familias 100
Impuestos sobre las SA 60
Intereses 100
Sueldos y salarios netos pagados por empresas 150
Beneficios distribuidos SA 100
Aporte patronal 40
Sueldos y salarios pagados por el gobierno 50
Depreciación 40
Beneficios no Distribuidos SA 100

182
Inversión bruta fija 200
Exportaciones 200
Variación de existencias 40
Transferencias a las Familias 40
Impuestos directos pagados por las familias 60

Se conoce que un 5% de los beneficios de las SA corresponden a inversiones extranjeras en el


país.

Se pide: a) Calcule el PBIpm, b) Calcule el PBNpm; c) el Ingreso Nacional; d) el ingreso


disponible.

4) Dada la siguiente información

Sueldos y salarios pagados por la empresas 6.000


Variación de existencia 300
Beneficios distribuidos de las SA 9.000
Intereses 2.400
Remesas Recibidas 150
Depreciaciones 1.200
Construcciones 3.000
Consumo de las familias 6.000
Consumo del gobierno 5.400
Remesas Enviadas 160
Aportes jubilatorios 1.800
Transferencias a las familias 600
Impuestos directos a las familias 6.000
Exportaciones 12.000
Importaciones 6.000
Impuestos indirectos netos de subsidios 2.100
Equipo durable de producción 3.000
Renta de la Tierra 3.000
Se pide: calcular el PNBcf; el PNNcf; el ingreso disponible, la Inversión neta.

ENSAYOS
1) ¿Por qué al calcular el PBIpm se deducen las importaciones?

2) ¿Cuál es la razón por la que se incluyen la variación de existencia en el cálculo del producto por
el método del gasto?

183
3) Explique por qué el producto es una variable monetaria, que expresa el valor de los bienes y
servicios finales producidos en una economía para un período de tiempo.

4) Explique algunas de las razones por las cuales el Producto no es una medida del bienestar de
una sociedad.

5) ¿Qué es la economía informal o subterránea?

6) Cual es la utilidad del cuadro de insumo producto, que aplicaciones podemos realizar a partir de
dicho cuadro.

7) Explique brevemente porque la ecuación 1 es una identidad.

ELECCIÓN DE RESPUESTA
1) En el modelo del flujo circular de la renta, el valor en el mercado del Producto es: a) el valor
monetario total del flujo de gasto; b) la suma de las retribuciones a los factores productivos; c) la
suma de los sueldos y salarios, utilidades, rentas e intereses; d) ninguna de las anteriores; e)
todas son correctas.

2) Cuando se calcula el Producto Bruto por el método del gasto, cuál de los siguientes conceptos
no se incluyen en este método: a) las compras de insumos para las oficinas públicas; b) el gasto
en alquileres; c) las compras de bienes finales de los consumidores; d) los gastos en maquinaria
nueva por parte de las empresas: e) ninguna.

3) Si el consumo=2000; los sueldos pagados por el estado= 550, sueldos brutos pagados por las
empresas=200; equipo durable de producción=100; aportes patronales=60; Balance comercial=50;
impuestos indirectos=20; depreciaciones=30; y los derechos de patentes enviados arrojan el valor
de 100, entonces el YN será: a)$2550; b)$2750; c)$2650; d)$2600; e)ninguna.

4) Cuál de las siguientes afirmaciones es correcta?: a) el producto puede ser calculado por tres
métodos diferentes; flujo de la producción; flujo del ingreso; flujo del valor agregado; b) para pasar
de PNBpm al PBIpm se deben considerar las remesas recibidas y la remesas enviadas; c) la
variación de existencias no puede ser negativa; d) los bienes intermedios no se contabilizan en el
método del valor agregado; e) a y b son correctas; f) a y c son correctas; g) a y d son correctas; h)
b y c son correctas; i) b y d son correctas; j) c y d son correctas; k) todas son correctas; l) ninguna
es correcta.

184
VERDADERO O FALSO

1) La Inversión neta puede ser positiva o negativa, en cambio la Inversión Bruta solo puede ser
positiva.

2) Que la inversión bruta sea positiva significa que aumenta el stock de capital de economía.

3) El producto potencial de una economía coincide con un punto sobre la frontera de posibilidades
de producción.

4) Por lo general, el ingreso nacional de los países menos desarrollados es mayor que el ingreso
interno, porque en este tipo de economías las importaciones son mayores a las exportaciones.

5) El saldo de remesas es la diferencia entre las remesas recibidas y las remesas enviadas

185
186
CAPÍTULO 8

Índices de Precios

Pedro Moncarz

1. Introducción

Supongamos un escenario extremadamente sencillo, en el cual existe un único bien que


es capaz de satisfacer todas y cada una de nuestras necesidades económicas. En este mundo
hiper-simplificado es muy sencillo responder a la pregunta de cuáles son los cambios en
precios, cantidades y gasto que se verifican entre dos momentos del tiempo. Supongamos que
en el momento t=0 el precio (P) del bien es $10, que consumimos 35 unidades (Q), por lo que
gastamos (GT) un total de $350. Si para el período t=1 se observa P=12 y Q=31,5 tenemos que
GT=378. Dados los cambios observados entre t=0 y t=1, obtenemos que el precio subió un
20% [(12/10-1)*100], las cantidades disminuyeron un 10% [(31,1/35-1)*100], y que el gasto
total aumentó un 8% [(378/350-1)*100]. Tenemos entonces que para el caso de nuestro
sencillo modelo, las variaciones en los índices de precios, cantidades y valor, son iguales a las
variaciones observadas en el precio, cantidad y gasto correspondiente a nuestro único bien.

Ahora bien, ¿qué sucede si nuestro escenario se complica un poco, y existen más de un
bien?, por ejemplo supongamos el caso más sencillo, después del de un único bien, uno con
dos bienes: A y B. En la Tabla 1 se reporta la información referida a precios, cantidades
consumidas, y gasto total para los momentos t=0 y t=1 respectivamente.

Lo primero que observamos de la inspección de la Tabla 1 es que ambos precios


aumentaron, el bien A un 20% y el bien B un 13,33%; también que las cantidades consumidas
disminuyeron para los dos bienes, el bien A un 10% y el bien B un 23,07%; mientras que el
gasto total disminuyó un 23,08%.

Tabla 1

Bien A Bien B Gasto


PA QA PB QB Total
t=0 10 35.0 15 26 740
t=1 12 30.0 17 24 768

Dado el ejemplo de la Tabla 1, la pregunta que queda por responder es cómo y, más
importante aún, en qué magnitud evolucionaron los precios.1 Cualitativamente, dados los
cambios de nuestro ejemplo la respuesta es muy sencilla, subieron, pero cuantitativamente, es
decir en qué magnitud, la respuesta es menos obvia.2 Una primera posibilidad sería tomar un
promedio de los aumentos observados para los dos bienes, lo cual nos daría que “en
promedio” los precios subieron un 16,67%. Pero esta respuesta, que es sencilla de obtener y
parece tener cierta lógica, como veremos más adelante no es la correcta. A modo de ejemplo

1
Podríamos igualmente estar interesados en responder a la pregunta de cuánto se modificaron, en
promedio, las cantidades consumidas. Pero por el momento no nos ocuparemos de ello.
2
Si uno de los precios hubiera subido, y el otro hubiera bajado, se complicaría responder aún en un
sentido cualitativo.

187
supongamos que nuestros dos bienes son televisores y naranjas, y que el precio de los
primeros aumenta un 5% y el de las naranjas un 50%. En este caso el promedio simple nos
daría 27,5%; aun cuando el gasto en naranjas seguramente es una pequeña parte del gasto
total.

Para poder proveer de una respuesta adecuada necesitamos definir qué es lo que
buscamos responder cuando preguntamos ¿cuál ha sido la variación de los precios? Para
responder a esta pregunta necesitamos acudir a la ayuda de lo que se denomina como la
Teoría de los Número Índices, en particular aplicada a los Índices de Precios. Siguiendo la
definición de Diewert y Armknecht (2004), un índice de precios es una medida o función que
resume el cambio en el costo de adquirir un conjunto de bienes y servicios (usualmente referido
como canasta3) entre dos momentos de tiempo. De manera más específica y a los efectos
prácticos, un índice de precios es un promedio ponderado de cambios en los relativos de
precios de los bienes y servicios considerados en dos momentos distintos del tiempo.4

En función de la definición anterior, un elemento de suma importancia es, además de


cuáles han de ser los bienes y servicios a considerarse en el índice de precios, el peso o
ponderación que cada uno de ellos ha de poseer en la construcción de índice. Entre las
diferentes alternativas, en este capítulo prestaremos atención a dos de ellas. Aquella en la cual
las ponderaciones se mantienen fijas, estando definidas por el peso en el gasto/valor en el
momento base o de referencia, y aquella en donde las ponderaciones son móviles estando
definidas por el peso en el gasto/valor que los distintos bienes y servicios tienen en cada
momento del tiempo para el cual se calcula el índice. La primera opción da lugar a lo que se
denomina Índice de Precios de Laspeyres (Laspeyres, 1871), mientras que la segunda da lugar
al denominado Índice de Precios de Paasche (Paasche, 1874).

2. Construcción de los Índices de Precios de Laspeyres y de Paasche

Supongamos que existe un conjunto N de bienes y servicios, cada uno identificado con
el subíndice i, y que de cada uno de ellos se consume una cantidad qi. Entonces, el valor de la
canasta qt viene dado por:
N
Vt   pi ,t qi ,t (1)
i 1

donde pi,t y qi,t representan el precio y las cantidades del bien i en el momento t.

Consideremos ahora dos momentos del tiempo, t=0 y t=1, entonces tenemos:
N N
V0   pi ,0 qi ,0 y V1   pi ,1qi ,1 (2)
i 1 i 1

3
De manera más específica, entendemos por canasta no solo al conjunto de bienes y servicios que la
componen, sino también las cantidades de cada uno de ellos.
4
Es importante en este punto hacer la distinción entre “precio relativo” y “relativo de precios”. Un
precio relativo es el cociente entre los precios de dos bienes o servicios diferentes en un determinado
momento del tiempo, así por ejemplo el precio relativo del bien A respecto al bien B en el momento t
viene dado por: pA,t pB ,t . En cambio, un relativo de precios compara los precios de un mismo bien o
servicio en dos momentos del tiempo distintos, por ejemplo el relativo de precios del bien A en el
momento t respecto al momento t-1 está dado por: p A,t p A,t 1 .

188
Definiendo a p0=[p1,0,…,pn,0] y p1=[p1,1,…,pn,1] como los vectores de precios en los momentos
t=0 y t=1, y a q0=[q1,0,…,qn,0] y q1=[q1,1,…,qn,1] como los vectores de cantidades para t=0 y t=1
respectivamente, el cociente entre los valores de las canastas en los momento t=1 y t=0 viene
dado por:

V1
 P  p0 , p1 , q0 , q1   Q  p0 , p1 , q0 , q1  (3)
V0

donde P  p0 , p1 , q0 , q1  y Q  p0 , p1 , q0 , q1  representan respectivamente los índices de


precios y de cantidades.

De la expresión (3) tenemos entonces que la teoría de los números índices puede ser
V1
representada como el problema de descomponer el cambio en el valor agregado , entre el
V0
producto de una parte que se debe al cambio en precios, P  p0 , p1 , q0 , q1  , y otra parte que se
debe al cambio en las cantidades, Q  p0 , p1 , q0 , q1  . Algo importante que se desprende de la

y P  p0 , p1 , q0 , q1  , inmediatamente es posible obtener el


V1
expresión (3) es que conociendo
V0

valor de Q  p0 , p1 , q0 , q1  . De manera similar, si conocemos 1 y Q  p0 , p1 , q0 , q1  , de


V
V0
manera inmediata se puede obtener el valor de P  p0 , p1 , q0 , q1  .

2.1. Índice de Precios de Laspeyres

El índice de precios de Laspeyres (IPL) pertenece a la familia de las canastas fijas, que
como se mencionó anteriormente corresponde a la del período de referencia, denominado
período base, al cual nos referiremos con el supra-índice “0”. En particular, el IPL con base 0
correspondiente al período t se calcula de la siguiente manera:

 N 
  pi ,t qi ,0 
IPL0t   iN1  100 (4)
 p q 
  i ,0 i ,0 
 i 1 
Como se puede observar de la expresión (4), el IPL es el cociente entre el valor de la
canasta que corresponde al período base q0=[q1,0,…,qn,0] valuada en el período t, y el valor de
esa misma canasta q0 valuada en el período base.
Dado que para cualquier momento t, la canasta de referencia permanece constante, es
que al IPL se lo conoce como de “ponderaciones fijas”. Veamos porque.

La expresión (4) se puede expresar alternativamente como:

  
 N  q 
IPLt   pi ,t N
0
  i ,0
  100 (5)
 i 1  p q 
   i ,0 i ,0  
  i 1 

189
Si a cada término del sumando en (5) lo multiplicamos y dividimos por su respectivo precio en
el momento base, tenemos:

  
 N p  q 
IPL0t    i ,t pi ,0  N i ,0   100 (6)
 i 1 pi ,0  p q 
   i ,0 i ,0  
  i 1 
Operando sobre (6):

     
 N p  q   N p  p q 
IPL0t    i ,t pi ,0  N i ,0   100  IPL0t    i ,t  N i ,0 i ,0   100 (7)
 i 1 pi ,0  p q   i 1 pi ,0  
   i ,0 i ,0      pi ,0 qi ,0  
  i 1    i 1 
En cada término de (7), la expresión dentro del paréntesis interno es la participación que el
pi ,0 qi ,0
bien i tiene en el valor de la canasta en el momento base: N
. Definiendo a esta
p i 1
q
i ,0 i ,0

participación como si,0; el IPL para un periodo t, con base “0”, se puede expresar como:

 N p 
IPL0t    i ,t si ,0  100 (8)
 i 1 pi ,0 
Dado que para cualquier momento t, las participaciones si,0 permanecen fijas, de ahí que al
índice de precios de Laspeyres se lo conoce como de ponderaciones fijas.

Una cuidadosa inspección de la expresión (8) nos revela que el índice de precios de Laspeyres
para un momento t, con base en el momento “0”, es simplemente un promedio ponderado de
pi ,t
los relativo de precios entre el momento t y el momento base de los distintos bienes y
pi ,0
servicios que componen la canasta, en el cual las ponderaciones son las participaciones en el
valor de la canasta de los distintos bienes y servicios valuadas a los precios del momento base:
pi ,0 qi ,0
si ,0  N
.5
p i 1
q
i ,0 i ,0

En la Tabla 2 se reportan los precios y cantidades que corresponden a 3 bienes, A, B y C, en


tres momentos del tiempo, 0, 1 y 2. Utilizando la fórmula (4) podemos obtener los valores del
IPL para cada uno de los tres momentos del tiempo, estos se reportan en la Tabla 3.

5
Como con todo promedio, la suma de las ponderaciones es igual a 1:
N

N N pi ,0 qi ,0 1 N p q
i ,0 i ,0

s i ,0  N
 N p q 
i ,0 i ,0
i 1
N
 1.
i 1 i 1
p
i 1
q
i ,0 i ,0 p
i 1
q
i ,0 i ,0
i 1
p
i 1
q
i ,0 i ,0

190
Tabla 2
Bien A Bien B Bien C
Tiempo
Precio Cantidad Precio Cantidad Precio Cantidad
t=0 10,0 80,0 12,0 14,0 26,0 21,0
t=1 11,0 78,0 9,0 15,5 35,0 7,5
t=2 13,0 74,0 10,5 14,8 34,0 9,0

Tabla 3
N N
Tiempo p
i 1
q
i ,0 i ,0 p
i 1
q
i ,t i ,0 IPL0t

t=0 10x80 + 12x14 + 26x21 = 1514 10x80 + 12x14 + 26x21 = 1514 100,00
t=1 10x80 + 12x14 + 26x21 = 1514 11x80 + 9x14 + 35x21 = 1741 114,99
t=2 10x80 + 12x14 + 26x21 = 1514 13x80 + 10,5x14 + 34x21 = 1901 125,56

De la observación de la Tabla 3 tenemos:

- El índice de precios es igual a 100 en el momento base (en nuestro caso el momento t=0).
- Para cualquier otro momento distinto del momento base, el IPL se ve modificado sólo si los
precios de los bienes se modifican, ya que las cantidades (la canasta) siempre
corresponden a la de momento base.
- Entre dos momentos, con ninguno de ellos siendo el momento base, el IPL solo se modifica
si se modifican los precios, con los cambios en cantidades no teniendo efecto, ya que para
el cálculo del IPL las que importan son las del momento base.

¿Cómo interpretamos los valores de 114,99 y 125,56 para t=1 y t=2? En el primer caso
decimos que entre el momento t=0 y el momento t=1, los precios, en promedio, aumentaron un
14,99%; mientras que para el momento t=2 los precios, respecto a t=0, aumentaron en
promedio un 25,66%.6 Además, usando los valores para t=1 y t=2 tenemos que los precios
aumentaron en promedio un 9,19%.7

Como mencionamos anteriormente, el IPL es un índice de canasta fija, la del momento


base, la cual se valúa también a los precios del momento base, lo que nos permitió derivar la
fórmula (8). Como vemos en la Tabla 4, aplicando está ultima fórmula obtenemos idénticos
resultados que cuando utilizamos la fórmula (4).

Tabla 4

pi ,0 qi ,0
si ,0  (*) pi ,t
N  N p 
Tiempo  pi,0qi,0 pi ,0 IPL0t    i ,t si ,0  100
i 1  i 1 pi ,0 
Bien A Bien B Bien C Bien A Bien B Bien C
t=0 10/10 12/12 26/26 100,00
10  80 12 14 26  21
t=1 11/10 9/12 35/26 114,99
1514 1514 1514
t=2 13/10 10,5/12 34/26 125,56
(*) 1514 = 10x80 + 12x14 + 26x21.

6
14,99%=(114,99/100-1)x100 y 25,56%=(125,56/100-1)x100.
7
9,19%=(125,56/114,99-1)x100.

191
De la inspección de la Tabla 4 nuevamente tenemos que un cambio en el IPL se debe
solo a cambios en los precios de los bienes y servicios incluidos en el mismo, ya que las
ponderaciones (importancia) que cada bien recibe permanecen fijas, correspondiendo a las que
tenían en el momento base.

Como vimos antes, el IPL entre t=0 y t=1 se modificó un 14,99%, y entre t=0 y t=2 un
25,56%. Mientras que para cada momento t, el IPL es un promedio ponderado de los relativo
de precios respecto al momento base (pi,t/pi,0), de manera similar la variación porcentual del IPL
entre un momento t cualesquiera y el momento base es igual al promedio ponderado de las
variaciones, respecto al momento base, de los precios que componen el índice, con las
ponderaciones siendo las mismas que se utilizan para la construcción del índice, la
participación de cada bien en el valor de la canasta base, las si,0:

 N p  
% IPL0t ,0     i ,t  1 si ,0  100 (9)
 i 1 pi ,0 
   
Esto último lo podemos ver en la Tabla 5.

Tabla 5

pi ,0 qi ,0
si ,0  (*)  pi ,t 
N
  1 100
Tiempo p
i 1
q
i ,0 i ,0  pi ,0  % IPL0t ,0
Bien A Bien B Bien C Bien A Bien B Bien C
t=1 r.a. t=0 10  80 12 14 26  21 (11/10-1)x100 (9/12-1)x100 (35/26-1)x100 14,99
t=2 r.a. t=0 1514 1514 1514 (13/10-1)x100 (10,5/12-1)x100 (34/26-1)x100 25,56
(*) 1514 = 10x80 + 12x14 + 26x21.

2.2. Índice de Precios de Paasche

El índice de precios de Paasche (IPP), de manera similar al IPL, se construye


comparando el valor de una determinada canasta de bienes y servicios en dos momentos
diferentes del tiempo. Sin embargo, a diferencia del IPL, la canasta de referencia corresponde
a la del momento para el cuál se está construyendo el índice. En particular, el IPP con base “0”
correspondiente al período t se calcula de la siguiente manera:

 N 
  pi ,t qi ,t 
IPPt   iN1
0
 100 (10)
 p q 
  i ,0 i ,t 
 i 1 
Como se puede observar de la expresión (10), el IPP es el cociente entre el valor que
corresponde al vector de cantidades (o canasta) qt =[q1,t,…,qn,t] valuado a los precios del
momento t, y el valor de ese mismo vector de cantidades qt valuado en el momento base.

A diferencia del IPL, ahora a medida que calculamos el IPP para diferentes momentos del
tiempo, el vector de cantidades (o canasta) que sirve de referencia se va modificando, lo cual

192
lleva a que el peso que cada bien tiene en la construcción del índice no sea constante, de allí
que al IPP se lo conoce como de “ponderaciones variables”. Veamos porque.

Tomemos la inversa de la expresión (10),

 N 
1   pi ,0 qi ,t 
  i N1  100
IPPt 
0

  pi ,t qi ,t 
 i 1 
La cual se puede expresar también como:

  
1  N  q 
  
IPPt  i 1
0
pi ,0
 N i ,t
 p q
  100

(11)

   i , t i ,t 
  i 1 
Si a cada término del sumando en (11) lo multiplicamos y dividimos por su respectivo precio en
el momento t, tenemos:

  
1  N p  q 
   i ,0

IPPt  i 1 pi ,t
0
pi ,t
 N i ,t
 p q
  100

(12)

   i , t i ,t 
  i 1 
Operando sobre (12):

     
1  N p  q  1  N p  p q 
   i,t  N i,t
i ,0

IPPt 0  i 1 pi ,t
p   100 
 
 

 i ,0
 N i , t i ,t   100 (13)

i ,t 
0

  pi ,t qi ,t   pi ,t qi ,t
IPP i 1 p
 
t
 
  i 1    i 1 
Tomando nuevamente la inversa de (13):
1
  
 N  p 1  p q 
IPPt 0     i ,t   N i ,t i ,t   100 (14)8
 i 1  pi ,0   
   pi ,t qi ,t 
  i 1 
En cada término de (14), la expresión dentro del paréntesis internos es la participación que el
pi ,t qi ,t
bien i tiene en el valor de la canasta en el momento t: N
. Definiendo a esta
p
i 1
q
i ,t i ,t

participación como si,t; el IPP para un periodo t, con base “0”, se puede expresar como:

8
En (14) con respecto a (13) además tomamos la inversa de pi,0/pi,t y la elevamos a la menos 1:
1
pi ,0  pi ,t 
  .
pi ,t  pi ,0 

193
1
 N  p 1 
IPPt     i ,t  si ,t  100
0
(15)
 i 1  pi ,0  
 
La expresión en (15) no es otra cosa que la media armónica de los relativos de precios
entre el momento t y el momento base. Dado que las participaciones si,t ahora no permanecen
fijas a medida que se modifica t, de ahí que al índice de precios de Paasche se lo conoce como
de ponderaciones móviles.

En la Tabla 6 se reportan los valores para el IPP utilizando los mismos datos que los de la
Tabla 2.

Tabla 6
N N
Tiempo p
i 1
i ,t qi ,t p
i 1
q
i ,0 i ,t IPPt 0

t=0 10x80 + 12x14 + 26x21 = 1514 10x80 + 12x14 + 26x21 = 1514 100,00
t=1 11x78 + 9x15,5 + 35x7,5 = 1260 10x78 + 12x15,5 + 26x7,5 = 1161 108,53
t=2 13x74 + 10,5x14,8 + 34x9 = 1423,4 10x74 + 12x14,8 + 26x9 = 1151,60 123,60

De la observación de la Tabla 6 tenemos:

- El índice de precios es igual a 100 en el momento base (en nuestro caso el momento t=0).
- Para cualquier otro momento t, y respecto al momento base, el IPP se ve modificado sólo si los
precios de los bienes se modifican.
- Entre dos momentos, con ninguno de ellos siendo el momento base, el IPP puede modificarse
por cambios en los precios así como por cambios en las canastas de referencia. Esta última
característica implica que no sea apropiada la comparación del IPP entre momentos del tiempo
de los cuales ninguno corresponda al momento base.

De manera similar al IPL, los valores de 108,53 y 123,6 para t=1 y t=2 significan que entre el
momento t=0 y el momento t=1, los precios, en promedio, aumentaron un 8,53%; mientras que
entre el momento t=0 y t=2 los precios aumentaron en promedio un 23,6%.9 En cambio, la
variación entre t=1 y t=2, que es del 13,89% se debe tanto a cambios en los precios como a
cambios en las cantidades entre t=1 y t=2.

Como mencionamos anteriormente, el IPP es un índice en el cual la canasta que se tiene en


cuenta es la del momento t para el cual se está calculando el índice, ello nos permitió derivar la
fórmula (15). Como vemos en la Tabla 7, aplicando está ultima fórmula obtenemos idénticos
resultados que cuando utilizamos la fórmula (10).

9
8,53%=(108,53/100-1)x100 y 23,6%=(126,6/100-1)x100.

194
Tabla 7

pi ,t qi ,t
si ,t  N
pi ,t
 N  p 1 
1

Tiempo p q
i , t i ,t pi ,0 IPPt     i ,t  si ,0  100
0

 i 1  pi ,0  
i 1  
Bien A Bien B Bien C Bien A Bien B Bien C
t=0 0,5284 0,1110 0,3606 10/10 12/12 26/26 100,00
t=1 0,6810 0,1107 0,2083 11/10 9/12 35/26 108,53
t=2 0,6758 0,1092 0,2150 13/10 10,5/12 34/26 123,60

2.3. Una interpretación gráfica (y económica) de los índices de precios de


Laspeyres y Paasche

Tal como se definió anteriormente, el IPL consiste en comparar el cambio en el valor


monetario de una canasta de bienes y servicios que corresponde a la del momento base, de
modo que cambios en los precios tienen el potencial de afectar el valor monetario de dicha
canasta. Recordando el análisis de la demanda del consumidor, vimos que dado el ingreso y
los precios de los bienes, existe un conjunto de combinaciones posibles de ser adquiridas, y
que de todas estas canastas el consumidor elegirá una que se encuentre sobre la restricción
presupuestaria, es decir que el gasto agote el ingreso.

Asumamos que existen solo dos bienes, A y B, con precios pA y pB, y que el ingreso del
consumidor es Y0, las cantidades elegidas por el consumidor corresponden a la canasta C0 en
la Figura 1, la cual se ubica sobre la restricción presupuestaria que viene dada por la línea
recta que une los puntos Y0/pA en el eje vertical y Y0/pB en el eje horizontal. A continuación, se
supone que el precio del bien B sube desde pB hasta p’B, lo cual ante un ingreso que
permanece constante en su valor original Y0 significa que la restricción presupuestaria gira
sobre el punto Y0/pA en dirección de las agujas del reloj, de forma que la nueva restricción
presupuestaria viene dada por la línea recta que une los puntos Y0/pA en el eje vertical y Y0/p’B
en el eje horizontal. Como se puede observar, con los nuevos precios (pA, p’B) el ingreso Y0 no
alcanza para adquirir la canasta original C0.

Siguiendo la lógica del IPL, nos preguntamos ¿en cuánto se debería modificar el ingreso
Y para que con los nuevos precios (pA, p’B) sea posible adquirir la canasta original C0?10 Como
se desprende de la Figura 1, el nuevo ingreso debería ser igual a Y 1. Con el nuevo ingreso la
restricción presupuestaria viene dada por la línea recta que une los puntos Y 1/pA en el eje
vertical y Y1/p’B en el eje horizontal, la cual incluye a la canasta C0.

Tenemos entonces que antes y después del cambio en el precio del bien B y del ingreso
se verifican las siguientes igualdades: Y0=pAqA,0+pBqB,0 y Y1=pAqA,0+p’BqB,0. Si a la segunda
igualdad la dividimos por la primera lo que obtenemos no es otra cosa que la fórmula del IPL,
es decir el costo de la canasta C0 de referencia valuada a los precios corrientes (pA, p’B)
dividido por el costo de la misma canasta valuada a los precios de referencia (pA, pB):

Y1 pA q A,0 + p'Bq B,0


IPL10   (16)
Y0 pA q A,0 + pBq B,0

10
Esto es lo que se define como Variación Compensatoria (VC).

195
Gráficamente el IPL viene dado por el traslado paralelo de la nueva restricción presupuestaria
 Y0 pA  Y0 p'B  hasta la hipotética restricción presupuestaria  Y1 pA  Y1 p'B  que a los
nuevos precios (pA, p’B) permite adquirir la canasta original C0. En términos del eje horizontal, el
del bien B, el IPL viene dado por el cociente entre los segmentos 0  Y1 p'B  y 0  Y0 p'B  :

0  Y1 p'B  Y1
IPL10  = (17)
0  Y0 p'B  Y0

Figura 1
qA

Y1/pA

Y0/pA

C0

qB
0 Y0/p'B Y1/p'B Y0/pB

Pasemos ahora al caso del IPP. Recordando la definición del mismo, el IPP viene dado
por el cociente entre el valor de la canasta actual valuada a los precios actuales o corrientes, y
el valor de la canasta actual valuada a los precios del momento base. Partiendo de la misma
situación inicial que para el IPL, cuando el consumidor enfrenta los nuevos precios (pA, p’B), la
canasta de consumo elegida es C1. Siguiendo entonces la lógica del IPP nos preguntamos
¿cuál debería ser el ingreso que a los precios originales (pA, pB) permitiría adquirir la nueva
canasta C1?11

Como se desprende de la Figura 2, el nuevo ingreso Y1 es el que corresponde a la


restricción presupuestaria que viene dada por la línea recta que une los puntos Y 1/pA en el eje
vertical y Y1/pB en el eje horizontal.

Tenemos entonces que después del cambio en el precio del bien B y en el ingreso se
verifican las siguientes igualdades: Y0=pAqA,1+p’BqB,1 y Y1=pAqA,1+pBqB,1. Si a la primera
igualdad la dividimos por la segunda lo que obtenemos no es otra cosa que la fórmula del IPP,
es decir el costo de la canasta C1 valuada a los precios corrientes (pA, p’B) dividido por el costo
de la misma canasta valuada a los precios de referencia (pA, pB):

11
Esto es lo que se define como Variación Equivalente (VE).

196
Y0 pA q A,1 +p'Bq B,1
IPP10   (18)
Y1 pA q A,1 +pBq B,1

Gráficamente el IPP viene dado por el traslado paralelo de la restricción presupuestaria original
 Y0 pA  Y0 pB  hasta la hipotética restricción presupuestaria  Y1 pA  Y1 pB  , la que a
los precios originales (pA, pB) permite adquirir la nueva canasta C1. En términos del eje
horizontal, el del bien B, el IPP viene dado por el cociente entre los segmentos 0  Y0 pB  y
0  Y1 pB  :

0  Y0 pB  Y0
IPP10  = (19)
0  Y1 pB  Y1

Figura 2
qA

Y0/pA

Y1/pA

C0
C1

qB
0 Y0/p'B Y1/pB Y0/pB

2.4. Algunos comentarios adicionales

Como vimos en las secciones anteriores, un índice de precios busca calcular la evolución
de un conjunto de precios, por medio del cambio en el valor de una determinada canasta de
bienes y servicios. En función del momento en el cual se observa la canasta de referencia,
tenemos por un lado el Índice de Precios de Laspeyres (IPL), en el cual la canasta corresponde
al momento de referencia, y por el otro el Índice de Precios de Paasche (IPP), en el cual la
canasta corresponde al momento para el cual se está calculando el índice. La diferencia de la
canasta que se considere lleva a que, excepto para el momento base, el IPL y el IPP no
coincidan. Si bien no es posible establecer de manera inequívoca cuál de los dos índices ha de
ser mayor, en el caso particular en el que las cantidades y precios exhiban una correlación
negativa, como en el caso de la demanda de los consumidores, la tasa de variación del IPL
debiera ser mayor a la tasa de variación del IPP cuando los precios “en promedio” aumentan”,
ocurriendo lo contario en el caso que los precios “en promedio” disminuyan. Este resultado se

197
debe a que al permanecer la canasta del IPL fija al momento base, el índice no es capaz de
incorporar el comportamiento de los consumidores, los cuales tienden a disminuir el consumo
de aquellos bienes y servicios cuyos precios aumentan en relación a los precios de los demás
bienes y servicios. Otro inconveniente asociado al IPL es que los precios de bienes y servicios
que con el tiempo pierden importancia pueden aún tener una influencia marcada en la
evolución del índice si dichos bienes tenían un fuerte peso o ponderación en el momento base.

Otro punto importante, es cómo en la práctica las agencias de estadística proceden a la


construcción de los índices de precios. Si bien más adelante nos referiremos con un poco más
detalle al caso de los índices de precios elaborados en Argentina por parte del Instituto
Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), ahora adelantaremos algunos comentarios.

Con pocas excepciones, la mayoría de los índices de precios son del tipo de Laspeyres,
ya que con la excepción del momento base, el IPL solo requiere del relevamiento de los
precios, mientras que el IPP requiere también relevar las cantidades, lo cual implica un
esfuerzo considerablemente mayor, además de requerir de más recursos humanos y
económicos. Sin embargo, aún en el caso que se trabaje con la fórmula de Laspeyres, en la
práctica la misma se aplica de una manera levemente modificada.
Cuando definimos al IPL, lo hicimos como el cociente entre los valores monetarios de la
canasta del momento base valuada a los precios del momento en el cual se calcula el índice y
del momento base. De manera adrede hemos venido hasta ahora usado el término “momento”
en vez de “período”, sin embargo ahora es necesario acudir al segundo.

Desde un punto de vista práctico, es imposible observar todos los precios en un mismo
momento del tiempo, además de que si lo fuera no tendría sentido hacerlo. Por ejemplo,
porque en cortos períodos de tiempo algunos precios pueden sufrir variaciones importantes, lo
cual podría afectar el valor del índice en función de en qué momento los observemos. Por esto
último, es que los índices de precios hacen referencia a períodos de tiempo, en general lo más
común es que se trabaje con los meses del año calendario. En este respecto, lo que se suele
hacer es observar durante un período de tiempo los precios de los bienes y servicios que
componen la canasta, y para cada bien y servicio promediar las distintas observaciones.

Respecto a la composición de la canasta de bienes y servicios, además de la


imposibilidad fáctica de observarla en un momento del tiempo, un elemento a tener en cuenta
es que los patrones de consumo, en el caso de los índices de precios al consumidor, como de
la producción y las ventas, en el caso de los índices de precios mayoristas, pueden exhibir
variaciones y oscilaciones marcadas a lo largo del año. Así por ejemplo, si consideramos el
caso del consumo de los hogares, en los meses de verano rubros como servicios de hotelería,
transporte y otros asociados al turismo ganan peso en relación a otros tipos de gastos,
mientras que en época de invierno el consumo de gas y otros combustibles para calefacción
son los que incrementan su incidencia. Entonces, si la canasta que se utiliza para construir el
índice de precios hiciera referencia a un período de tiempo muy reducido se correría el riesgo
que la misma pierda representatividad para otros momentos del año. Para evitar caer en estos
problemas, lo usual es construir una canasta que sea representativa de lo que sucede a lo
largo del año, o en cambio trabajar con diferentes canastas en función de la época en la cual el
índice se calcula, de esta última forma se puede controlar por la incidencia de lo que se
denomina factores estacionales. En el caso de Argentina se trabaja con la primera
metodología. Tenemos entonces que el IPL queda expresado como:

198
 N 
  pi ,t qi ,b   N pi ,t 
b

IPLt  Ni 1
 100    si ,b  100 (20)
 p q 
  i ,0 i ,b 
 i 1 pi ,0 
 i 1 
En donde “b” hace referencia a la canasta de consumo, la cual se mantiene fija, “0” al
período base, y “t” al período para el cual se calcula el índice, para estos dos últimos en
general se trabaja con los meses del año. Así por ejemplo, el Índice de Precios al Consumidor
Nacional (IPCN) del INDEC tiene como período base el mes de diciembre de 2016, mientras
que la canasta de bienes y servicios se construyó utilizando los resultados de la Encuesta de
Gastos e Ingresos de los Hogares (ENGHo) 2004/2005. Como veremos más adelante, para las
canastas utilizadas en la elaboración del IPCN se distingue además entre seis regiones de
Argentina.

A no ser que se lo señale de manera explícita, a partir de ahora usaremos los términos
“momento” y “período” de manera intercambiable.

3. Utilización de los índices de precios

Tal como se señaló en unidades anteriores, un supuesto básico de la economía es que


los agentes económicos, enfrentados a una restricción presupuestaria, buscan asignar los
recursos de manera de maximizar la utilidad la cual, desde una perspectiva puramente
económica, se deriva del consumo de bienes y servicios. Es decir que lo que importa no es el
valor monetario de lo consumido, sino las cantidades físicas de los bienes y servicios que se
consumen. Sin embargo, y como bien dice el refrán “no es posible sumar peras con
manzanas”, las cantidades físicas se contabilizan en su equivalente monetario utilizando al
dinero como unidad de cuenta. Ahora bien, como se mencionó al inicio de este capítulo,
cambios en los valores monetarios se pueden deber no solo a cambios en las cantidades, sino
también a cambios en los precios. Por ejemplo, en el caso extremo que las cantidades
consumidas permanecieran inalteradas, un aumento de precios llevaría a un aumento del valor
monetario del consumo, sin que ello signifique una mejora en el nivel de utilidad o satisfacción
que el individuo obtiene de dicho consumo.

En función de lo anterior, y de la definición de la teoría de los números índices como el


problema de descomponer el cambio en el valor agregado entre el producto de una parte que
se debe al cambio en precios y otra parte que se debe al cambio en las cantidades, es que los
índices de precios constituyen la herramienta ideal para partiendo de valores monetarios poder
obtener la evolución de valores físicos, o como nos referiremos a continuación valores reales.
Estos últimos se definen como aquellos valores expresados a precios constantes, es decir a
precios de un momento/período base. De manera más específica, en este apartado
abordaremos tres temas: el proceso de deflactar, y de su opuesto indexar, así como el cálculo
de la tasa de interés real en contraposición a la tasa de interés nominal. Sin embargo antes
dedicaremos unos pocos párrafos al concepto de tasa de variación de precios, el cual de
manera común, pero no por ello menos equivocada, se suele referir como inflación.

199
3.1. Tasas de variación de precios

Si bien no existe en la ciencia económica un consenso sobre lo que se entiende por


inflación, una definición que tiene amplia aceptación es aquella que define la define como “el
aumento persistente y sustancial del nivel general de los precios, que da lugar a una pérdida de
valor del dinero”. De esta definición surge que para que exista inflación se debe verificar una
suba en el nivel general de precios, este último medido por algún índice de precios. Es decir
cambios aislados de precios, así como cambios en los precios relativos que no se traduzcan en
una suba sostenida del índice de precios no se consideran inflación.

Tasa de variación de precios: mide el cambio proporcional en el índice de precios entre dos
momentos del tiempo. Así por ejemplo, la tasa de variación de los precios entre t y t-1 viene
dada por:

IPt  IPt 1 IP
P̂t ,t 1   t 1 (21)
IPt 1 IPt 1
donde el símbolo ^ hace referencia a la tasa de variación (medida en tanto por uno: “0/”) 12.

Otras medidas útiles son las de tasa de variación acumulada y la tasa de variación promedio.
Por la primera se entiende el efecto acumulado de la variación de precios durante dos o más
períodos, mientras que por la segunda se entiende a la tasa de variación que si se repitiera
durante dos o más períodos daría como resultado una determinada tasa de variación
acumulada. Veamos cada una de ellas con más detalle.

Supongamos que las tasas de variación de los precios entre períodos consecutivos fueron las
siguientes: Pˆ1,0 ; Pˆ21, ; Pˆ3,2 ; Pˆ4,3 ; ... ;Pˆn,n1 , donde P̂i , j representa la tasa de variación entre el
período j y el período i, con i=j+1. Además supongamos que en el momento 0 el índice de
precios viene dado por IP0 .

Utilizando la expresión (17) tenemos que  


IPt  IPt 1 1  Pˆt ,t 1 , lo cual nos permite construir la
Tabla 8.

Tabla 8

t Índice de Precios
0 IP0
1  ˆ
IP1  IP0 1  P
1,0

2 IP  IP 1  P
2 1
ˆ   IP 1  P
ˆ 1  P
2 ,1
ˆ 
0 1,0 2 ,1

3 IP  IP 1  P
3 2
ˆ   IP 1  P
3 ,2
ˆ 1  P
ˆ 1  P
0
ˆ 
1,0 2 ,1 3 ,2

.
.
.
n ˆ
IPn  IPn1 1  P  ˆ ˆ  ˆ  ˆ 
n,n 1  IP0 1  P1,0 1  P2 ,1 1  P3 ,2 ... 1  Pn,n 1   

12
Si a la variación de los precios la quisiéramos medir en términos de porcentajes (o tanto por cien),
debemos multiplicar por 100 a la expresión (21).

200
Aplicando la fórmula de la tasa de variación entre los momentos t=0 y t=n tenemos:

IPn
P̂n,0  1
IP0


 ˆ
IP0 1  P 
ˆ ˆ  ˆ  
1,0 1  P2 ,1 1  P3 ,2 ... 1  Pn,n 1  1 (22)
IP0
ˆ
 1 P 
ˆ
1,0 1  P2 ,1  ˆ
1 P 3 ,2  ...1 Pˆ 
n,n 1

Como se puede observar de la última línea de la expresión (22), la tasa de variación


acumulada entre el momento t=0 y el momento t=n no es igual a la suma de las tasas de
variación de los diferentes períodos. Esto último se debe a que las variaciones que se suceden
en cada período se van acumulando sobre las variaciones de los períodos anteriores. Si solo
tomáramos la suma de las tasas de variación para cada período estaríamos suponiendo que
las mismas son siempre en relación al valor del índice en el momento inicial.13 En la Tabla 9 se
muestra un ejemplo que refleja esta diferencia.

Tabla 9

IPt
t IPt P̂t ,t 1  1
IPt 1
0 100,00
1 110,00 0,100
2 123,20 0,120
3 130,59 0,060
4 137,12 0,050
5 148,09 0,080
Suma de tasas 0,4100
Tasa acumulada 0,4809
Promedio de tasas 0,0820
Tasa promedio 0,0817

Como se puede observar de la lectura de la Tabla 9, mientras que las suma de las tasas
de variación es el 61% (0,610/), la tasa acumulada es el 76% (0,760/), siendo esta última la
correcta.

Así como la tasa de variación acumulada no es la simple suma de las tasas observadas
durante el período bajo análisis, la tasa de variación promedio no es el simple promedio de las
tasas observadas. Al concepto de tasa de variación promedio los podemos plantear de la
siguiente forma: supongamos que existe una secuencia de tasas de variación
Pˆ1,0 ; Pˆ21, ; Pˆ3,2 ; Pˆ4,3 ; ... ;Pˆn,n1 que resulta en una determinada tasa de variación acumulada,
¿cuál sería la tasa de variación que si se repitiera en todos los períodos daría como resultado
la misma tasa de variación acumulada que la efectivamente observada?

Tomando la última fila de la Tabla 8, pero ahora suponiendo que las tasas de variación son
ˆ P
idénticas, P ˆ , tenemos:
i,j

13
Se deja esto para que el lector lo compruebe.

201
ˆ 1 P 
ˆ 1 P 
ˆ ... 1  P 
ˆ  IP 1  P
ˆ   
n
IPn  IP0 1  P 0 (23)

donde P̂ es la tasa de variación promedio que suponemos se repite en cada período de


tiempo. Reorganizando (23) de forma de obtener P̂ nos queda:
1
IP  IP  n
P̂  n n 1   n  1 (24)
IP0  IP0 
En la expresión (24) “n” se refiere al número de períodos de tiempo, el cual es igual al
número de momentos en que se observan los precios menos uno. En las dos últimas filas de la
Tabla 9 se reportan el promedio de las tasas de variación, el cual es igual a 12,2% (0,1220/) y la
tasa de variación promedio, la cual es igual a 12% (0,120/). Nuevamente, la diferencia entre las
dos se debe a que las variaciones de cada período se van acumulando sobre las variaciones
de los períodos anteriores.

3.2. Deflactar e Indexar

Como mencionamos anteriormente, la utilidad o bienestar desde una perspectiva


económica viene dada por las cantidades físicas que se consumen, y no por el valor monetario
de dicho consumo. Sin embargo, debido a la heterogeneidad que existe entre los diferentes
bienes y servicios, que impiden la simple suma de las cantidades que corresponden a
diferentes bienes y servicios, el consumo (así como también la producción y las ventas) se
expresa en términos monetarios, utilizando al dinero como unidad de cuenta o medida. Ahora
bien, el cambio en el valor monetario del consumo (producción, ventas, etc.) se puede deber no
solo a cambios en las cantidades físicas consumidas (producidas, vendidas, etc.) de los
distintos bienes y servicios, sino también a cambios en los precios de dichos bienes y servicios.
En función de esto, para responder a la pregunta de si ha habido un cambio, y de qué
magnitud, en las cantidades físicas es necesario aislar el efecto de los cambios en los precios,
esto es lo que conoce, o denomina, como deflactar, que consiste en el procedimiento por
medio del cual las variables nominales (o a precios corrientes) se convierten en variables reales
(o a precios constantes). Es acá donde los índices de precio son de utilidad. Antes de seguir
avanzando, digamos que el índice más adecuado a utilizar en el proceso de deflactación
depende de la variable que se buscar expresar en términos reales.

Partamos por ejemplo de una situación extremadamente sencilla, en la que hay un solo
bien. En el momento t el precio y cantidad son tales que el valor monetario está dado por:

Vt  pi,t qi,t (25)

Ahora bien, si quiero hacer una comparación con las cantidades del período base (0), una
alternativa es valuar la cantidad qi ,t usando los precios del período base, de manera que
tenemos:

Vt 0  pi ,0 qi ,t (26)

0
donde Vt hace referencia al valor de la cantidad correspondiente al período t valuada a
precios del período base.

202
Para pasar de (25) a (26) dividimos a (25) por pi,t y lo multiplicamos por pi ,0 :

pi ,0 p
Vt 0  Vt  pi ,t qi ,t i ,0  pi ,0 qi ,t (27)
pi ,t pi ,t

Para el caso que estamos considerando, en el cual existe un solo bien, el índice de precios en t
pi ,t
con base “0” es simplemente 100 , mientras que por definición el valor del índice es
pi ,0
 pi ,0 
igual a 100 en el período base  100  100  . Tenemos entonces que para convertir
 pi ,0 
(deflactar) un valor nominal en un valor real, debemos multiplicar el valor nominal por el
cociente entre el índice de precios en el momento base y el índice de precios que corresponde
al momento t al que corresponde el valor nominal:

IP00
Vt  Vt 0
0
(28)
IPt
Como tanto en (25) y (26) se están considerando las cantidades correspondientes al momento
t, lo correcto es la utilización del índice de Paasche. Por ejemplo veamos el caso con dos o
más bienes y servicios:

IPP00
Valor Real = Valor Nominal (29)
IPPt 0
Reemplazando en (29) tenemos:

  pi ,0 qi ,0 
 i 
  p q  100
 i ,0 i ,0 
Valor Real =  pi ,t qi ,t  i    pi ,0 qi ,t (30)
i   pi ,t qi ,t  i
 i  100
p q 
 i ,0 i ,t 
 i 
que es lo que estábamos buscando.

En otras ocasiones, sin embargo, lo que se persigue es, por ejemplo, medir la capacidad de
compra de una determinada suma nominal de dinero, por ejemplo el salario o ingreso de un
individuo u hogar. En este caso lo que se busca es saber cómo cambios en los precios de los
bienes y servicios afectan la capacidad que un individuo u hogar tiene de adquirir una
determinada canasta de bienes y servicios. Como en este caso la canasta que estamos
considerando es la que corresponde al período base del índice de precios, lo más adecuado es
utilizar el índice de Laspeyres. Tenemos entonces que partiendo de un salario nominal (SN) en
el momento t, el salario real (SR) a precios del momento base viene dado por:

IPL00
SRt0  SNt (31)
IPL0t

203
  pi ,0 qi ,0 
 i  IPL00
  p q  100
 i ,0 i ,0 
SRt0  SNt  i  1 100
 SNt  SNt (32)
  pi ,t qi ,0 
 i 
 pi,t qi,0 IPL0t
  p q  100
i

 i ,0 i ,0  p q
i ,0 i ,0
 i  i

En la Tabla 10 tenemos un ejemplo utilizando el IPL como deflactor.

Tabla 10

t SN t IPL0t SRt0 %SNt ,t 1 %IPL0t ,t 1


0 1200 100 1200,00 = 1200x(100/100)
1 1500 125 1200,00 = 1500x(100/125) 25,0% 25,0%
2 1880 140 1342,86 = 1880x(100/140) 25,3% 12,0%
3 2210 210 1052,38 = 2210x(100/210) 17,6% 50,0%

De la lectura de la Tabla 10 surgen algunas conclusiones interesantes:

- Para el momento base (t=0) el valor nominal siempre coincide con el valor real.
- Si el valor nominal y el índice de precios se modifican en la misma dirección y proporción,
como acontece entre t=0 y t=1, el valor real permanece inalterado: SR0  SR1  1200
0 0

- Si el valor nominal aumenta (disminuye) en una proporción mayor (menor) que lo que lo
hace el índice de precios, el valor real aumenta. Esto sucede entre t=1 y t=2, el salario
nominal aumentó un 25,3% mientras que el IPL lo hizo en un 12%, por lo tanto el salario
real aumentó desde 1200 a 1342,86.
- De manera opuesta, si el valor nominal aumenta (disminuye) en una proporción menor
(mayor) que lo que lo hace el índice de precios, el valor real disminuye. Esto sucede entre
t=2 y t=3, el salario nominal aumentó un 17,6% mientras que el IPL lo hizo en un 20%, por
lo tanto el salario real disminuyó desde 1342,86 hasta 1052,38.
- Generalizando los últimos dos puntos tenemos que aumentos (disminuciones) en los
valores nominales contribuyen a un aumento (disminución) de los valores reales, mientras
que lo opuesto sucede ante cambios en los precios. El efecto final sobre el valor real
dependerá de cuál de las dos influencias tenga un mayor efecto. La Tabla 11 resume las
diferentes posibilidades.

204
Tabla 11

% VN % IP % VR
si %VN  %IP

si %VN  %IP

si %VN  %IP

si %VN  %IP
VN: valor nominal, VR: valor real, IP: índice de precios
La operación de deflactar busca corregir el efecto de cambios en los precios sobre los
valores nominales de manera de obtener los valores reales de estos últimos. Sin embargo, en
otras ocasiones lo que puede ser necesario es poder determinar en cuánto un valor nominal
debiera ser modificado, o en un término más técnico indexado, de manera que se logre un
determinado cambio del valor real en referencia a un momento determinado del tiempo. Un
ejemplo de la situación que estamos describiendo surge cuando se discuten los cambios en los
sueldos y salarios en las negociaciones colectivas de trabajo (paritarias) entre empleadores y
trabajadores. En función de lo que se espera pueda ser la variación de precios, los
representantes de los trabajadores, los gremios, solicitan que los salarios nominales aumenten
en una determinada proporción, de manera de lograr que el salario real aumente, o por lo
menos no disminuya, en relación a una canasta de bienes y servicios. En el primer caso, y tal
como se deriva de la Tabla 11, el valor nominal del salario debería aumentar en una mayor
proporción de lo que se espera vayan a aumentar los precios, mientras que en el segundo caso
el aumento en los salarios nominales debiera ser idéntico al de los precios.

Utilizando la ecuación (31), y despejando el valor nominal, llegamos a la siguiente expresión:

IPL0t
SNt  SRt0 (33)
IPL00
Como podemos observar, la operación de indexación es la opuesta a la de deflactar. En la
Tabla 12 tenemos un ejemplo en el cual el salario nominal evoluciona de forma que el salario
real, expresado a precios de t=0, aumenta en cada período un 5%.

Tabla 12

IPL0t
t SR t
0
IPL 0
t SNt  SRt0 %IPL0t ,t 1 %SNt ,t 1
IPL00
0 1200 100 1200
1 1260 125 1575 = 1260x(125/100) 25,0% 31,25%
2 1323 140 1852,2 = 1323x(140/100) 12,0% 17,6%
3 1389,15 210 2917,215 = 1389,15x(210/100) 50,0% 57,0%

205
Cambio de base

Tanto en el ejemplo de la Tabla 10 como en el de la Tabla 12, los valores reales se


expresaron con base en t=0, la misma que la del índice de precios. Ahora bien, esto último no
es siempre necesario ni tampoco deseable. Imaginemos que utilizamos como período base el
mes de Enero de 1960, dada la historia Argentina de períodos recurrentes de elevadas tasas
de inflación, sería difícil, cuando no imposible, tener una clara referencia de las magnitudes de
los valores. A modo de ejemplo si suponemos que a lo largo de un período de tiempo la
variación acumulada de precios fue de 1500% (algo que en Argentina sucedió en más de una
ocasión en períodos bastantes cortos de tiempo), $100 nominales de hoy corresponderían solo
a $6,66 del momento base, lo cual a todas luces complica un poco el tener una buena
comprensión de los valores actuales.

Para subsanar el inconveniente recién mencionado, una alternativa es que antes de


convertir (deflactar) los valores nominales en sus respectivos equivalentes en valores reales, el
índice de precios se re-expresa de forma que el período en el cual asume un valor igual a 100
es distinto al que corresponde a los precios del período base. Esta operación, denominada
cambio de base, no es más que la aplicación de la regla de tres simple a la serie del índice de
precios. La regla de tres es una forma de resolver problemas de proporcionalidad entre tres o
más valores conocidos y una incógnita, que en el caso de la regla de tres simple o directa
corresponde a:

2
En la Tabla 13 mostramos dos ejemplos. En la columna IPt el IP con base t=0 se expresa con
5
base t=2, mientras que en la columna IPt se lo expresa con base t=5.

Tabla 13

t IPt 0 IPt 2 IPt 5 %IPt 0,t 1 %IPt ,2t 1 %IPt 5,t 1


0 100,00 75,76=100x100/132 83,55=100x100/119,69
1 110,00 83,33=110x100/132 91,90=110x100/119,69 10% 10% 10%
2 132,00 100,00 110,28=132x100/119,69 20% 20% 20%
3 151,80 115,00=151,80x100/132 126,82=151,80x100/119,69 15% 15% 15%
4 144,21 109,25=144,21x100/132 120,48=144,21x100/119,69 -5% -5% -5%
5 119,69 90,68=119,69x100/132 100,00 -17% -17% -17%

Algo importante que se desprende de la Tabla 13 es que en cada caso el índice asume
el valor 100 para el momento base (t=0, t=2 y t=5 respectivamente), y que el cambio del
momento que sirve de base o referencia de los precios no altera la evolución del índice en
términos de sus variaciones porcentuales. Esto último se puede observar en las últimas 3
columnas de la Tabla 13.

206
El resultado anterior se puede entender observando la expresión (20). Lo que se está haciendo
N
es cambiar el denominador de la fórmula p
i 1
q , reemplazando los pi ,0 por otros
i ,0 i ,b

correspondientes a un momento distinto del tiempo, en el caso de nuestro ejemplo t=2 y t=5,
N
con el numerador p
i 1
q
i ,t i ,b permaneciendo sin cambios. De forma que para cada momento t

para el cual calculamos el índice, el denominador se modifica siempre en la misma proporción,


y por lo tanto los cocientes que determinan el índice lo hacen también en idénticas
proporciones, de forma que se mantienen las proporcionalidades entre ellos cuando
comparamos los diferentes momentos de tiempo.

Ahora bien, ¿es necesario primero recalcular el índice de precios de manera de poder expresar
los valores reales tomando como momento de referencia uno diferente al del índice de precios?
La respuesta a esta pregunta es un rotundo NO. Veamos el porqué.

Recordemos que para obtener el valor real para un respectivo valor nominal debemos proceder
de la siguiente manera:

IP00
VRt0  VNt (34)
IPt 0

IP00
donde por definición del índice de precios tenemos = 100.

Ahora bien, si en cambio quisiéramos expresar los valores reales a un momento diferente de
t=0, por ejemplo t=c, sin necesidad de previamente expresar el IP en base t=c, la expresión
(34) se debe reemplazar por:

IPc0
VR  VNt 0
t
c
(35)
IPt

Como vemos en la expresión (35), se sigue usando la serie original del índice de precios con
base t=0, solo que ahora como buscamos que los valores reales sean a precios de t=c,
0
tomamos el valor del índice en dicho período IPc como el de comparación o referencia,
0
reemplazando al uso de IP0 . La Tabla 14 muestra cómo procediendo de cualquiera de las dos
3 3
formas se arriba a la misma serie de valores reales (ver columnas VRt y VRt (bis) ), las cuales
además, como el lector puede verificar, muestran la misma evolución relativa, es decir exhiben
las mismas tasas de cambio, que si se utiliza el índice de precios original con base t=0,
habiendo solo una diferencia de escala respecto a esta última que se origina por el cambio del
momento que se utiliza para expresar los valores reales.

207
Tabla 14

IP33 IP30
t VNt IPt 0 VRt0 IPt 3 VRt3  VNt VRt3 (bis)=VNt
IPt 3 IPt 0
0 1500 100 1500,00 74,63 2010,00=1500x(100/74,63) 2010,00=1500x(134/100)
1 1800 110 1636,36 82,09 2192,73=1800x(100/82,09) 2192,72=1800x(134/110)
2 1950 125 1560,00 93,28 2090,40=1950x(100/93,28) 2090,40=1950x(134/125)
3 2100 134 1567,16 100,00 2100,00=2100x(100/100) 2100,00=2100x(134/134)

Un caso especial: las tasa de interés real

Antes de abordar el concepto y cálculo de la tasa de interés real, nuevamente vamos a


necesitar hacer la distinción entre momento y período de tiempo. El primero se refiere a un
punto específico en el tiempo, mientras que el segundo se refiere al lapso de tiempo que hay
entre dos momentos.14

La tasa de interés, también llamada tipo de interés, es la cantidad que se abona en una
unidad de tiempo por cada unidad de capital invertido. Por ejemplo imaginemos el caso de una
inversión en un plazo fijo, que abona una tasa de interés del 10% anual. Tenemos entonces
que por cada peso invertido en el plazo fijo, al término de un año nos pagan 10 centavos en
concepto de interés, además de reintegrarnos el capital invertido.

Como vemos, la tasa de interés está intrínsecamente asociada al paso del tiempo, es
decir entregamos algo hoy para recibir una cantidad mayor en algún momento del tiempo en el
futuro. El hecho de que tengamos que esperar un tiempo para recibir el interés y que nos
devuelvan el capital invertido implica que si durante ese lapso de tiempo los precios se han
modificado, también se va modificar el valor real de lo que nos han prometido pagar, así como
el del capital invertido. Lo anterior implica que la tasa de interés nominal, que es la que nos
prometen pagar, no va ser necesariamente igual a la tasa de interés real, esta segunda
pudiendo ser incluso negativa.15
Supongamos que en el momento t=0 tenemos un capital igual a C0, por el cual al final de
un determinado período de tiempo, en el momento t=1, nos prometen pagar una tasa de interés
nominal igual a i, es decir que cuando finalice el préstamo nos han de entregar un capital C1
que se compone del capital C0 inicial más los intereses. En función de estos datos tenemos lo
siguiente:

14
Para ser más precisos tenemos que entender que el concepto de momento en el tiempo es una
construcción teórica, ya que aún el período de tiempo más breve que se nos pueda imaginar, y que por
lo tanto estemos tentados a definirlo como un momento del tiempo, puede ser subdividido en períodos
de más corta duración. Por ejemplo un día se divide en 24 horas, cada hora en 60 minutos, un minuto en
60 segundos, un segundo en 10 décimas de segundo, una décima de segundo en 10 centésimas de
segundo, una centésima de segundo en 10 milésimas de segundo, y así podríamos seguir hasta el
infinito!!! Sin embargo, en nuestro análisis dejaremos de lado estas sutilezas.
15
Si bien no hay ninguna razón objetiva que lo impida, se asume que la tasa de interés nominal es
positiva, ya que nadie ha de prestar su capital para recibir más adelante una suma nominal menor a la
prestada.

208
C1  C0  intereses

C1  C0  iC0 (36)

C1  C0 1  i 
Ahora bien, entre el momento t=0 y t=1 los precios se han modificado, por lo tanto el valor real
del capital inicial, así como el de los intereses nominales, se van a ver afectados entre t=0 y
t=1. Aplicando lo que hemos visto anteriormente, tenemos que a precios de t=0, el capital
nominal C1 es en términos reales igual a:

IP00 C0 1  i 
C10  C1  (37)
IP10 IP10
IP00

IP10
Si aplicamos la definición de tasa de variación de precios, tenemos que  1  P̂1,0 .
IP00
Reemplazando en (37) obtenemos:

C0 1  i 
C10  (38)
1  P̂1,0
0
Dado que tanto C0 como C1 están ambos expresados en términos reales a precios de t=0, el
monto del interés real es igual a:

C0 1  i   C 1  i  
C10  C0   C0  C0  0 1
1  Pˆ1,0 ˆ
 1  P1,0 
    C
(39)
 1  i   1  Pˆ1,0 iP ˆ 
 C0  0 
1,0

 1  Pˆ1,0  1  ˆ
P 
1,0 
 
Dividiendo a la última expresión de (39) por C0 obtenemos la tasa de rentabilidad real como
proporción del capital inicial, lo cual constituye la tasa de interés real:

 i  Pˆ1,0 
C0  ˆ  iP
C10  C0 1 P ˆ
r   1,0 
 1,0
(40)
C0 C0 ˆ
1 P1,0

Si la tasa de variación de los precios es muy baja, entonces la tasa de interés real, para un
determinado período de tiempo, se puede aproximar por la siguiente expresión:

r  i  Pˆ (41)

donde i y P̂ se refieren, respectivamente, a las tasa de interés nominal y a la tasa de variación


del índice de precios para un determinado período de tiempo (un día, un mes, un año, etc.). La
Tabla 15 muestra un ejemplo.

209
Tabla 15
i = 0,1 (10%); C0 = 1500; Inicio: t=0; Final: t=1

Interés
t Ct IPt 0 Ct0 Interés Real r
Nominal
0 1500 100 1500,0 150 = 56,6 = 0.038 =
1 1650 106 1556,6 1650-1500 1556,6-1500 56,6/1500

De la lectura de la Tabla 15 debemos destacar dos aspectos:

- El monto del interés real no viene dado por el valor deflactado del interés nominal, debido a
que tenemos que contemplar en el cálculo del mismo la pérdida de valor del capital inicial
por el cambio de los precios entre t=0 y t=1, así como que respecto a t=0 el interés nominal
también ve afectado su valor real, ya que el mismo se recibe en t=1. Los 1500 iniciales
equivalen a 1415,09 en t=1, por lo que hay una pérdida en el valor del capital inicial de
84,91. A su vez, los 150 de interés nominal sufren una desvalorización de 8,49 respecto a
t=0. Entonces, al interés nominal de 150 debemos restar 84,91 y 8,49, de forma que
llegamos al interés real de 56,6.
- Tal como lo señala la expresión (41), el valor de la tasa de interés real se aproxima a la
diferencia entre la tasa de interés nominal (10%) y la tasa de variación de los precios (6%).
Esta aproximación se vuelve más exacta mientras menor es la tasa de cambio de los
precios.

Finalmente, si bien la idea del cálculo de la tasa de interés real está asociado al
concepto de deflactar, ya que se busca convertir un valor nominal en un valor real, como
podemos observar de las expresiones (40) y (41) hay diferencias en cómo se procede. El
motivo de tal diferencia es que en el caso de la tasa de interés real no solo es necesario
corregir el valor del capital original, sino también el del pago que se recibe, además de tener
que expresar el resultado en una proporción del valor original. Es decir, mientras que en el caso
general lo que se busca es expresar un valor monetario nominal en un valor monetario real, en
el caso de la tasa de interés lo que se buscar es convertir una tasa de rendimiento nominal en
una tasa de rendimiento real.

4. Los índices de precios en Argentina

En Argentina distintos organismos, tanto públicos como privados, elaboran un conjunto


amplio de índices de precios. En esta sección nos referiremos a aquellos que son
responsabilidad del INDEC.

El Sistema de Índices de Precios del INDEC está constituido por los siguientes índices:

- Índice de Precios al Consumidor (IPC)


- Sistema de Índices de Precios Mayoristas (SIPM)
o Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM)
o Índice de Precios Internos Básicos al por Mayor (IPIB)
o Índice de Precios Básicos del Productor (IPP)
- Índice de Precios de la Construcción (ICC)
- Índices de Precios de Exportaciones e Importaciones (IPX, IPM)
- Índice de Precios Implícitos (IPI)

210
De este conjunto de índices, los que corresponden a los precios de exportaciones e
importaciones y el IPI se calculan en base a la fórmula de Paasche, mientras que los demás se
calculan en base a la fórmula de Laspeyres.

Las diferencias entre los índices que componen el SIPM se deben al tratamiento de los
impuestos que gravan las ventas de los productos, como el Impuesto al Valor Agregado (IVA),
los impuestos internos y la transferencia de combustibles; la inclusión de los bienes importados
y; la ponderación de cada rama de actividad, según se considere o no, en los respectivos
valores de producción, la parte destinada a las exportaciones. El IPIM incluye tanto IVA como
los impuestos internos y a los combustibles, netos de los subsidios explícitos como por ejemplo
a los bienes de capital. Además, por tratarse de bienes destinados al mercado interno, se
excluye el valor de las exportaciones. El IPIB se diferencia del IPIM en que no incluye el
impacto de los impuestos y subsidios. En cuanto al IPP, este mide la variación promedio de los
precios percibidos por el productor local por su producción, por lo cual se excluye la oferta de
bienes importados y en la ponderación de cada actividad están incluidas las exportaciones. Los
tres índices tienen como precios base al año 1993, siendo este año el utilizado también para el
cálculo de las ponderaciones de los distintos bienes y servicios que lo componen. La cobertura
geográfica incluye a todo el país. Las actividades están codificadas de acuerdo con la
Clasificación Industrial Internacional Uniforme de todas las actividades económicas, revisión 3
(CIIU-3) y los productos y niveles elementales a base de la Clasificación Central Provisional de
Productos (CPC), ambas elaboradas por las Naciones Unidas. Por último el SIPM tiene una
frecuencia mensual (INDEC, 1996.a).

El ICC tiene como área de cobertura geográfica el Gran Buenos Aires (la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires y los Partidos que componen el Conurbano de la Provincia de
Buenos Aires). El método consiste en la valorización mensual de modelos de vivienda
representativos del año 1993, que constituye el período base, considerándose bienes, servicios
y mano de obra. Del cálculo se excluye la adquisición del terreno, los derechos de
construcción, los honorarios profesionales, los gastos de administración y, el IVA (INDEC,
1996.b).

Los índices de precios de exportaciones y de importaciones miden la evolución de los


precios de las exportaciones e importaciones, respectivamente, del período considerado
respecto al año base, siendo este último el año 1993. En el caso de las exportaciones, las
mismas se valúan a precios FOB (libre a bordo) en el puerto o lugar de embarque de las
mercaderías, mientras que las importaciones se registran a precios CIF (costo interno y flete =
FOB + flete + seguros) en el momento que se efectúa el despacho a plaza de las mercaderías,
independientemente de su llegada al país. Un elemento importante en el cálculo es que los
precios se aproximan principalmente por el valor unitario, de exportación e importación
respectivamente, que resulta del cociente entre el valor comercializado y las cantidades físicas.
Mientras que los valores unitarios son una buena aproximación para el caso de bienes
homogéneos, por ejemplo de productos primarios, o con poco grado de elaboración, no lo son
tanto para el caso de productos manufacturados con alto grado de elaboración (bienes de
capital y bienes de consumo durable). Para estos últimos, cambios en los valores unitarios
pueden reflejar simultáneamente cambio en los precios y en la composición de las posiciones
arancelarias, lo cual requiere especificar de manera más detallada la descripción del producto,
así como recurrir a fuentes alternativas (INDEC, Sin Fecha).
A diferencia de los índices anteriores, el Índice de Precios Implícitos, también
denominado Deflactor del Producto Interno Bruto (PIB) no se calcula en base a la evolución de
los precios de una canasta determinada de bienes y servicios, sino que el mismo surge de la

211
comparación de los valores que corresponden al PIB nominal (a precios corrientes) y real (a
precios constantes). En este caso lo que se calcula primero es el valor real del PIB: utilizando
los precios del período base se procede a valuar la producción del año en cuestión, la cual
también se valúa a los precios corrientes obteniendo en este segundo caso el PIB nominal.
Luego de la comparación de los dos valores se obtiene el IPI. Como podemos observar, al
considerarse el valor de la producción del año para el cual se ha de obtener el IPI, este último
corresponde a la fórmula de Paasche.
Por último, nos referiremos al IPC, al cual dedicaremos una mayor atención. El IPC
corresponde a la evolución de los precios de una canasta de bienes y servicios que sirve de
referencia, la cual como se mencionó anteriormente en este Capítulo se obtuvo utilizando
información correspondiente a la ENGHo 2004/2005, y tomando como referencia los precios de
diciembre de 2016. Actualmente el INDEC elabora dos IPC, uno para el área del Gran Buenos
Aires (IPC-GBA) y otro que tiene cobertura nacional (IPCN). A continuación nos referiremos a
este último.

El IPCN, en su versión actual, comenzó a calcularse en el mes de Enero de 2017. El


mismo tiene una cobertura geográfica nacional, en la cual se relevan precios en 39
aglomerados urbanos. El índice, además de tener un valor para el total del país, presenta
valores específicos para 6 regiones: GBA, Cuyo, Noreste, Noroeste, Pampeana y Patagónica.
Para cada región existe una canasta de referencia, las cuales determinan las ponderaciones a
utilizar en cada región, las cuales además se agregan para obtener una canasta representativa
del total nacional. En la Tabla 16 se muestran para cada región las ponderaciones de las 12
divisiones o agrupaciones en que se divide la canasta de consumo, así como el peso o
ponderación que cada región tienen en el gasto de consumo de los hogares a nivel nacional.
En la Tabla 17 se reporta el conjunto de alimentos, bebidas y otros artículos para la canasta
que corresponde al GBA.

Además del nivel general de precios, y de cada una de las 12 divisiones, también se
calcula de manera separada la evolución de los precios que corresponden a los bienes
incluidos en la canasta así como de los servicios. Por último, se hace una distinción entre el
IPC Núcleo, los precios Regulados, y los Bienes y Servicios Estacionales. Cada una de estas
categorías se definen de la siguiente manera (INDEC, 2017):

- Bienes y servicios cuyos precios están sujetos a regulación o tienen alto componente
impositivo: combustibles para la vivienda, electricidad, agua y servicios sanitarios, sistemas
de salud y servicios auxiliares, transporte público de pasajeros, funcionamiento y
mantenimiento de vehículos, correo, teléfono, educación formal y cigarrillos y accesorios.
- Bienes y servicios con comportamiento estacional: frutas, verduras, ropa exterior,
transporte por turismo y alojamiento y excursiones.
- IPC Núcleo: resto de los grupos del IPC.

En las Tablas 18 y 19 se reportan la evolución reciente del IPCN.

212
Tabla 16. Ponderaciones de la canasta según divisiones, e importancia relativa de cada región

Divisiones GBA Pampeana NEA NOA Cuyo Patagonia


Alimentos y bebidas no alcohólicas 23,4% 28,6% 35,3% 34,7% 28,4% 27,4%
Bebidas alcohólicas y tabaco 3,3% 3,8% 3,6% 3,1% 3,6% 3,5%
Prendas de vestir y calzado 8,5% 10,4% 11,6% 12,4% 11,4% 12,8%
Vivienda, agua, electricidad y otros
10,5% 8,7% 8,1% 7,0% 8,9% 10,1%
combustibles
Equipamiento y mantenimiento del hogar 6,3% 6,3% 7,8% 6,1% 6,3% 6,5%
Salud 8,8% 8,2% 5,3% 6,3% 7,4% 5,0%
Transporte 11,6% 10,4% 9,6% 8,4% 12,1% 13,4%
Comunicaciones 2,8% 2,9% 2,8% 2,6% 2,5% 3,2%
Recreación y cultura 7,5% 7,4% 6,2% 5,9% 6,7% 7,8%
Educación 3,0% 1,6% 1,4% 2,1% 2,3% 2,1%
Restaurantes y hoteles 10,8% 8,1% 5,0% 8,0% 6,8% 5,1%
Bienes y servicios varios 3,6% 3,6% 3,3% 3,4% 3,6% 3,1%
Importancia relativa de la región en el
44,7% 34,2% 6,9% 4,5% 5,2% 4,6%
total nacional
Fuente: INDEC

213
Tabla 17. Conjunto de alimentos, bebidas y otros artículos para el GBA
Unidad de Unidad de
Producto Producto
medida medida
Pan francés tipo flauta kg Limón kg
Pan de mesa 390g Naranja kg
Galletitas dulces envasadas sin relleno 150g Banana kg
Galletitas de agua envasadas 250g Batata kg
Harina de trigo común 000 kg Papa kg
Arroz blanco simple kg Cebolla kg
Fideos secos tipo guisero 500g Lechuga kg
Asado kg Tomate redondo kg
Carne picada común kg Zapallo anco kg
Paleta kg Tomate entero en conserva Lata 230g
Cuadril kg Arvejas secas remojadas Lata 220g
Nalga kg Azúcar kg
Hamburguesas congeladas Env. 4u Sal fina 500g
Pollo entero kg Polvo para flan 8 porciones
Filet de merluza fresco kg Gaseosa base cola 1,5 litros
Salchicha tipo viena Env. 6u Agua singas 1,5 litros
Jamón cocido kg Cerveza en botella Litro
Salchichón kg Vino común Litro
Salame kg Café molido 500g
Aceite de girasol Bot. 1,5 litros Yerba mate 500g
Leche fresca entera en sachet Litro Jabón en polvo para ropa 800g
Leche en polvo entera 800g Detergente líquido 750cc
Queso cremoso kg Jabón en pan 200g
Queso pategrás kg Lavandina 1.000cc
Queso sardo kg Algodón 100g
Manteca 200g Champú 400cc
Yogur firme 195cc Desodorante 150cc
Dulce de leche 400g Jabón de tocador 125g
Huevos de gallina Docena Pañales descartables 10u
Manzana deliciosa kg
Fuente: INDEC

214
Tabla 18: IPCN según divisiones de la canasta, categorías, bienes y servicios. Diciembre 2016=100

Total Nacional dic-16 mar-17 jun-17 sep-17 dic-17 mar-18 jun-18 sep-18 dic-18 mar-19 jun-19 sep-19 dic-19
Nivel general 100.0 106.1 111.8 117.6 124.8 133.1 144.8 165.2 184.3 206.0 225.5 253.7 283.4
Alimentos y bebidas no alcohólicas 100.0 106.0 110.7 116.4 120.4 128.5 141.2 163.4 181.9 210.6 226.9 256.4 285.3
Bebidas alcohólicas y tabaco 100.0 107.3 112.5 118.1 123.7 129.6 134.6 146.2 158.7 174.8 185.4 206.2 238.4
Prendas de vestir y calzado 100.0 102.3 109.7 111.8 116.6 120.1 129.8 142.8 155.2 166.0 185.7 210.5 235.8
Vivienda, agua, electricidad y otros
100.0 110.8 121.6 129.3 155.6 164.1 180.6 198.1 226.7 255.7 281.1 299.2 316.0
combustibles
Equipamiento y mantenimiento del hogar 100.0 102.2 107.5 112.3 117.4 126.2 135.8 160.2 176.2 193.0 215.5 251.7 288.5
Salud 100.0 107.1 112.4 121.9 127.8 134.8 146.3 163.6 191.9 210.4 236.9 281.1 330.3
Transporte 100.0 105.2 107.6 112.0 120.6 131.1 147.2 177.8 201.2 219.5 240.8 265.1 301.2
Comunicaciones 100.0 110.7 120.1 124.3 134.1 153.2 161.5 186.5 208.3 236.1 266.9 288.8 341.4
Recreación y cultura 100.0 105.5 111.6 119.5 122.8 129.8 140.2 162.5 176.1 190.0 208.1 242.2 261.4
Educación 100.0 115.3 121.9 130.0 131.5 153.4 158.0 166.5 173.7 209.5 223.5 236.3 255.6
Restaurantes y hoteles 100.0 106.0 110.9 116.2 122.1 130.6 140.4 156.4 169.8 190.4 207.7 233.2 255.1
Bienes y servicios varios 100.0 105.7 110.4 115.5 119.8 127.2 136.1 160.1 183.6 202.2 218.6 253.7 286.3
Categorías

215
Estacional 100.0 104.8 110.1 116.2 121.5 125.9 134.5 148.0 164.3 177.3 185.8 217.0 244.7
Núcleo 100.0 105.2 110.7 116.1 121.1 128.7 140.5 161.3 178.9 200.2 220.2 250.5 280.3
Regulados 100.0 110.0 116.7 123.2 138.7 151.5 164.7 187.9 212.9 240.7 265.0 284.7 315.5
Bienes y servicios
Bienes 100.0 105.0 110.1 115.0 120.1 126.9 139.0 161.6 180.8 202.0 222.0 254.5 286.3
Servicios 100.0 108.6 115.4 122.8 134.2 145.7 156.7 173.0 191.7 214.5 233.4 253.6 279.2
Fuente: INDEC

Tabla 19: IPCN Nivel General según Regiones. Diciembre 2016=100

Región dic-16 mar-17 jun-17 sep-17 dic-17 mar-18 jun-18 sep-18 dic-18 mar-19 jun-19 sep-19 dic-19
GBA 100.0 106.3 112.0 118.0 125.0 133.5 145.1 165.5 183.9 205.8 224.6 252.1 281.2
Pampeana 100.0 105.8 111.4 117.3 125.0 132.8 144.8 165.1 184.5 205.5 225.5 253.9 284.4
Noroeste 100.0 107.1 112.7 117.8 124.3 133.2 144.9 165.2 183.7 207.3 229.4 257.8 285.6
Noreste 100.0 106.0 111.9 116.2 122.3 130.4 141.5 163.3 180.8 205.5 225.0 254.2 284.8
Cuyo 100.0 105.9 112.4 117.6 125.5 133.5 145.6 166.8 187.7 209.4 228.5 259.5 290.5
Patagónica 100.0 106.5 111.7 116.8 123.5 133.2 144.1 164.3 185.9 205.8 226.4 254.7 286.4
Fuente: INDEC
REFERENCIAS
Diewert, W. E. y P. Armknecht (2004). Basic index number theory. En Producer Price Index
Manual. Theory and Practice. International Monetary Fund: Washington, D.C.

INDEC (1996.a). Sistema de Índices de Precios Mayoristas (SIPM). Metodológica 8. INDEC:


Buenos Aires.
INDEC (1996.b). Índice del Costo de la Construcción en el Gran Buenos Aires. Base 1993.
Metodología 9. INDEC: Buenos Aires.
INDEC (2017). Índice de Precios al Consumidor nacional. Antecedentes y características
generales. INDEC: Buenos Aires.
INDEC (Sin fecha) Índice de Precios y Cantidades del Comercio Exterior. INDEC: Buenos
Aires.
Laspeyres, E. (1871). Die Berechnung einer mittleren Waarenpreissteigerung [Cálculo de un
incremento medio del precio de los bienes], Jahrbücher für Nationalökonomie und Statistik, 16,
296–314.
Paasche, H. (1874). Über die Preisentwicklung der letzten Jahre nach den Hamburger
Borsennotirungen [Sobre la evolución de los precios en los últimos años tras las cotizaciones
de la bolsa de Hamburgo], Jahrbücher für Nationalökonomie und Statistik, 12, 168–78.

216
EJERCITACIÓN

1. Se dispone de la siguiente información sobre precios y cantidades consumidas:

Año PA QA PB QB
1 12 120 80 15
2 15 90 88 12
3 10 125 65 20

Trabajando a dos dígitos:


a) Calcule el IPL según las dos fórmulas desarrolladas en el capítulo.
b) Calcule el IPP según las dos fórmulas desarrolladas en el capítulo.
c) Para cada serie del índice de precios, interprete su evolución temporal.
d) Compare la evolución temporal de los dos índices, y explique intuitivamente las diferencias
que se observan entre las mismas.

2. Supongamos dos familias que tienen la siguiente estructura de gasto:

Familia 1 Familia 2
Año
Bien A Bien B Bien A Bien B
1 50% 50% 25% 75%
2 45% 55% 35% 65%
3 40% 60% 40% 60%

Además, se sabe que los precios de los bienes sufrieron los siguientes cambios (respecto al
año inmediato anterior):

Año Bien A Bien B


1 10% 12%
2 12% 8%
3 15% 13%

a) ¿Cuál familia es la que en cada año se ve más perjudicada por los cambios en los precios?
Explique intuitivamente. Considere las diferencias que existan según uno trabaje con el IPL
(considerando la estructura de gasto del año 1) o el IPP.

217
3. Se dispone de la siguiente información sobre el índice de precios:

IPL
Año
(Base 2016)

2009 16,47
2010 19,60
2011 23,52
2012 29,39
2013 39,68
2014 57,14
2015 71,43
2016 100,00
2017 125,00
2018 168,75
2019 261,56

Trabajando a dos dígitos:


a) Calcule las tasas de variación anual de los precios para cada año.
b) Calcule la suma de las tasas de variación anual de precios para todo el período.
c) Calcule la tasa acumulada de variación de precios para todo el período. Compare y explique
la diferencia con el resultado que obtuvo en b).
d) Calcule el promedio de las tasas de variación anual de los precios para todo el período.
e) Calcule la tasa promedio de variación de los precios para todo el período. Compare y
explique la diferencia con el resultado que obtuvo en d).

4. Se dispone de la siguiente información sobre el índice de precios:

IPL
Año
(Base 2016)

2009 16,47
2010 19,60
2011 23,52
2012 29,39
2013 39,68
2014 57,14
2015 71,43
2016 100,00
2017 125,00
2018 168,75
2019 261,56

218
Trabajando a dos dígitos:
a) Exprese el IPL con base en el año 2011.
b) Usando los resultados del punto a), calcule las tasas de variación anual de los precios para
cada año, y luego compare con la que obtuvo en el punto a) del ejercicio anterior. Explique
el resultado.

5. Se dispone de la siguiente información sobre el índice de precios y los salarios nominales:

IPL Salario
Año (Base nominal
2016) (SN)
2009 16,47 1500,00
2010 19,60 1875,00
2011 23,52 2343,75
2012 29,39 2765,63
2013 39,68 3595,31
2014 57,14 4745,81
2015 71,43 5932,27
2016 100,00 7711,95
2017 125,00 10411,13
2018 168,75 13534,46
2019 261,56 19624,97

Trabajando a dos dígitos:


a) Calcule las tasas de variación anual de los precios para cada año.
b) Calcule las tasas de variación anual del salario nominal para cada año.
c) Obtenga la serie de salario real con base en el año 2016.
d) Calcule las tasas de variación anual del salario real con base en el año 2016. Explique el
porqué de los cambios que se observan en cada año.
e) Obtenga la serie de salario real con base en el año 2019, y compare su evolución con la
serie de salario real con base en el año 2016. Explique.
f) Obtenga la serie de salario nominal si lo que se buscaba era que en cada año el salario real
hubiera crecido a una tasa anual del 2%.

219
6. Se dispone de la siguiente información sobre la tasa de variación anual de precios y tasa de
interés nominal anual:

Tasa de
Variación
Año interés
de precios
nominal (i)
2010 19% 15%
2011 20% 18%
2012 25% 21%
2013 35% 30%
2014 44% 40%
2015 25% 20%
2016 40% 35%
2017 25% 25%
2018 35% 33%
2019 55% 60%

Trabajando a dos dígitos:


a) Calcule las tasas de interés real. Utilice la fórmula exacta y la aproximada. Compare los
resultados.
b) Suponga que a inicios del año 2010 una persona hubiera realizado una inversión a plazo
fijo, y luego hubiera renovado todos los años tanto el capital como los intereses. Calcule la
tasa de rendimiento real acumulada que hubiera obtenido a fines de 2019.
c) ¿Respecto al punto b), cuál hubiera sido el resultado si la persona cada año solo renovaba
el capital inicial? Explique la diferencia.

7. Suponga que UD. dispone de $1.000.000 y está pensando en hacer una inversión. Dispone
de las tres siguientes alternativas:

i. Comprar una propiedad, y alquilarla durante tres años por un monto de $120.000 anuales
(pagaderos al final de cada año). Al final de los tres años, el valor de la propiedad va ser de
$1.300.000.
ii. Constituir un plazo fijo a una tasa del 15% anual, renovando cada año el capital y los
intereses.
iii. Constituir un plazo fijo a una tasa del 25% anual el primer año, y del 21% anual el segundo
año, y 20% anual el tercer año, renovando cada año solo capital inicial.

La tasa de variación anual de los precios, en cada uno de los tres años fue del 3%, 5% y 6%
respectivamente.

a) Calcule las tasas de rentabilidad acumulada nominal y real de cada inversión. ¿Cuál
inversión es la más conveniente? Explique.

8. Un Ministro de Economía de Argentina pasó a la posteridad por la siguiente expresión: “el


que apuesta al dólar pierde”. Teniendo en cuenta la evolución histórica de los precios y del tipo

220
de cambio (cotización del dólar), ¿cuál es su opinión respecto a lo que expresó el Ministro de
Economía? Explique intuitivamente, y construya un ejemplo numérico.

9. Los gremios y las cámaras empresarias están negociando salarios para 2020. Los gremios
solicitan los siguientes aumentos: 10% en marzo, 10% en junio, 10% en septiembre, y 10% en
diciembre, con los aumentos siendo acumulativos. En cambio, las cámaras empresarias
ofrecen 15% en abril, 15% en agosto, y 15% en diciembre, tomando como referencia el salario
de enero de 2020. Para cada mes del año se estima que la variación porcentual de los precios
va ser del 2%.

a) Calcule los salarios nominales para cada mes del año, y responda:
a.1) ¿Cuál de las dos propuestas resultará en un mayor salario en el mes de diciembre de
2020?
a.2) ¿Cuál es la propuesta más conveniente si lo que se busca es obtener la mayor
remuneración anual acumulada en términos reales?

10. Durante tres años, el índice de precios se modificó en 5%, 6,5% y 4% respectivamente.
a) Si se hubiera querido mantener el salario real constante, ¿en cuánto debería haber
aumentado el salario nominal?
b) Si en cambio el objetivo hubiera sido un aumento acumulado del 2,5% en el salario real, ¿en
cuánto debería haber aumentado el salario nominal?

221
222
CAPÍTULO 9

Estructura de la Economía Argentina(1)

Alberto Figueras y Pedro Moncarz

1. INTRODUCCIÓN

Cuando pensamos en una estructura inmediatamente acude a nuestra mente la idea


de una especie de armazón. Algo que sostiene, que soporta. Por ejemplo, en el caso de un
edificio, la estructura resulta ser el conjunto de vigas y columnas de hormigón que portan esa
construcción, ya que en una propiedad en altura, e incluso hoy en una simple casa, los muros
no son portantes. No soportan los pesos de las losas sino que lo hacen las vigas y columnas.
Estas últimas son su estructura. Otro ejemplo: en el caso de los seres humanos, su estructura
es el esqueleto.

Comprendido esto, al menos intuitivamente, pasemos a pensar la estructura en el


sentido económico. Uno de los autores que más debatió el punto ha sido François Perroux
(1903/1987), de quien surge la definición clásica: la estructura económica está constituida por
“las proporciones y relaciones que caracterizan a un conjunto económico localizado en el
espacio y en el tiempo”. Es decir, ubicado en un lugar y en un momento. Para Joseph Lajugie
(1914/2004), esto significa que son las particularidades que dan a una economía determinada
su fisonomía propia (Lajugie, 1957). Conceptualización ésta que nos agrada más que la de
Perroux. Otro autor de nota, Simon Kuznets (1901/1986), en “Crecimiento Económico
Moderno”, identifica la estructura con las “contribuciones proporcionales de los principales
sectores al producto agregado”.

El profesor argentino Miguel Angel Asensio apunta que la estructura consiste en los
aspectos esenciales que caracterizan el conjunto económico nacional. Dicho de otro modo, la
estructura de la economía es el modo particular en que se compone el aparato productivo.
Podemos decir que, empíricamente, la estructura se mide a través de la contribución de
cada actividad o sector al PBI (Asensio, 1988). Para dar un ejemplo, adelantándonos en
nuestra presentación, en 1900, en Argentina, el Sector Primario contribuía en el 32% del PBI,
pero en el 2005, ese sector sólo participaba en el 8%. Entre tanto, el Sector Terciario (que son
los “servicios” de apoyo), en 1900 aportaba el 45%; y en 2005, el 68%. Como se aprecia, en el
transcurso de un siglo hubo un sustancial cambio en la estructura de la producción. Este es un
fenómeno muy importante.

Autores como Colin Clark (1905/1989) y Simon Kuznets han sostenido la trascendencia
de estas participaciones relativas (que revelan la “estructura”) para deducir a partir de ellas el
grado de desarrollo relativo de un país (o, bien, de una región). La idea es que el subdesarrollo
estaría acompañado por un importante tamaño del sector primario (agro y minería) y una

1
Se agradecen los comentarios de todos los coautores del presente libro. Los errores y deficiencias que
persistan son absoluta responsabilidad de los encargados de redactar este capítulo (Pedro Moncarz y
Alberto Figueras).

223
reducida presencia del sector secundario (que abarca la industria manufacturera y la
construcción) (Asensio, 1988). Así, en 1988, en EE.UU, las proporciones eran: Sector Primario,
2%; Sector Industrial, 27%, y Sector Servicios, 71%. Entre tanto, en esa fecha, en República
Centroafricana, eran 55%, 18% y 27% respectivamente; y, a su vez, en Mozambique, 34%,
18% y 48% (Informe sobre Desarrollo Humano, PNUD, 2001). En otras palabras, y como se
aprecia, la estructura económica del mundo desarrollado (EE.UU) es bien diferente de la del
mundo del subdesarrollo (Mozambique o República Centroafricana).

UN CONCEPTO MÁS DE ESTRUCTURA ECONÓMICA


Es el conjunto de caracteres relativamente estables de un sistema económico o de una
economía nacional (regional o provincial, según sea el caso) en un período dado. Es pues algo
“estructural”, de largo plazo, por oposición a lo coyuntural (que constituye algo variable,
ocasional)

Por eso, como apunta Asensio (1988), en la medida que nos encontremos en estadios
inferiores de “desarrollo” (medido éste por el nivel de ingreso por habitante) 2, la participación
del sector agrario aumenta en el producto nacional, y también su peso en el uso de la fuerza de
trabajo. En síntesis, en cuanto a estructura, parece existir un patrón definido.

Ahora bien, así como vemos que a nivel internacional las estructuras son
heterogéneas, dentro del territorio nacional la estructura económica tampoco es homogénea
(la provincia de Buenos Aires tiene un nivel de ingreso por habitante mayor que la Provincia de
Formosa3) y, a su vez, tampoco existe homogeneidad en la distribución de la actividad
productiva, pues el aparato de producción se encuentra muy concentrado en la Región
Pampeana (y más aún, en el Área Litoraleña). Por ejemplo, el producto de la Ciudad de
Buenos Aires más el de la Provincia de Buenos Aires alcanza a un 60 a 62% del producto
nacional, mientras que las cuatro provincias del NEA no llegaban al 4% (y las diez provincias
del NEA más el NOA no sumaban el 13%, cinco veces menos).

En los primeros capítulos, hablamos de los factores “clásicos” de la producción sobre los
cuales los economistas teorizan al tocar aspectos que hacen, por ejemplo, a la función de
producción. Estos factores son: tierra, trabajo y capital.4 Pues bien, para una lectura de la
estructura de la economía argentina resulta conveniente una breve presentación de esos
factores en el caso de nuestro país. En primer lugar, nos concentraremos sobre el factor “tierra”

2
No es fácil conceptualizar y medir el nivel de desarrollo. Aquí, y para no ingresar en debates complejos
que superan un curso introductorio, vamos a considerar a un área geográfica más desarrollada que otra
cuando sea mayor su ingreso por habitante. Esto reflejaría, a su vez, una mayor complejidad
socioeconómica. No obstante debemos remarcar que, en sentido estricto, el desarrollo cuenta con una
dimensión cualitativa (o de “calidad de vida”) que no necesariamente está captada por el nivel de
ingreso. En definitiva, es el atributo de un fenómeno complejo que puede ser distinguido
conceptualmente, y debería poder ser medido cuantitativamente, pero hasta hoy tal paso ha sido más
bien esquivo.
3
Entonces, en consonancia con la nota anterior, decimos que es más desarrollada
4
En realidad, estos tres factores surgen históricamente más que de argumentos de técnicas de
producción de la consideración sobre la conformación de la sociedad que tenían los autores de la
Escuela Clásica de los siglos XVIII y XIX (Smith, Ricardo, Malthus, Say, Mill), quienes interpretaban que la
sociedad está constituida por tres grupos, correspondiendo a cada uno un factor: aristocracia (la tierra),
burguesía (el capital) y clase obrera (el trabajo).

224
(la base geográfica), y luego sobre el factor poblacional. Omitiremos lo que hace al factor
capital por carecer de datos fidedignos.

2. EL CONDICIONANTE DE BASE: LA GEOGRAFÍA FÍSICA5

El medio físico, la naturaleza englobada en el concepto “tierra”, determina en gran


medida el lugar donde el hombre vivirá, la clase de trabajo a realizar, la producción que podrá
obtener, las vías que deberá seguir para trasladarse y para transportar sus productos, etc. El
medio (la orografía, la hidrografía, el clima) condiciona fuertemente las posibilidades
productivas y de asentamiento. Cierto es que este medio natural fluctúa periódicamente por
fenómenos climáticos (v.gr. la Oscilación Térmica Austral6, la agudización del efecto
invernadero, etc.), pero también por la acción directa del hombre…, embalsando agua,
concentrándose en áreas urbanas, talando los bosques, y hoy más que nunca, destruyendo el
medio ambiente y contaminando la tierra. Entonces, si aceptamos que los factores naturales
condicionan, se impone una rápida revista al factor “tierra” del caso argentino.

Si bien en la configuración geográfica intervienen el relieve y la constitución de los


suelos, no son menos relevantes el clima y la vegetación. De la acción conjunta de todos
estos elementos resulta una región natural (o paisaje típico). Por supuesto que los límites
entre paisajes no son precisos y definidos (salvo grandes excepciones) sino que existen áreas
intermedias o de transición. En nuestro país, se distinguen como factores determinantes el gran
macizo cordillerano y los macizos orográficos pampeanos, ya que impiden o redirigen los
vientos y con ellos las precipitaciones, definiendo praderas, desiertos y selvas. Teniendo en
cuenta las limitaciones del caso, en el suelo argentino pueden distinguirse una serie de áreas
fisiográficas.

Los relieves más característicos de Argentina son la llanura chaco-pampeana (con 49%
de la superficie) y la meseta patagónica (23%). La Pampa se extiende desde el río Salado del
Norte (que la separa del Chaco) hasta el río Colorado, que marca el límite con las mesetas
patagónicas; al este se separa de la Mesopotamia por el Paraná y al oeste la limitan las sierras
de Famatina, Velazco y Aconquija y la precordillera de La Rioja, San Juan y Mendoza.

Atendiendo a la cantidad de lluvias, se divide en Pampa Oriental o Húmeda y Pampa


Occidental o Seca. El límite “convencional” es la isohieta de 550mm, que tradicionalmente
parte de Bahía Blanca, hace un arco hasta el este de las sierras de Córdoba, y de allí a la
desembocadura del Salado en el Paraná (si bien se entiende que en los últimos lustros se ha
ido desplazando más al oeste).

La Pampa Húmeda (15% de la superficie argentina) cuenta con lluvias abundantes y


temporalmente bien distribuidas, oscilando entre 550 y 1000mm, con aguas dulces y
abundantes a poca profundidad. La Pampa Seca (con 19%) tiene lluvias insuficientes e
irregularmente distribuidas (con inviernos muy secos), entre 200 y 550mm por año, con aguas
subterráneas saladas, pastos duros y extensos residuos de monte natural. A su vez, la planicie
del Chaco (en guaraní, “campo de cacería”), con 40 millones de hectáreas, ronda el 15% de la

5
Tomado aproximadamente textual de Figueras y Arrufat, 2009, “El desafío del Territorio: Un Análisis de
las Economías Regionales”, Cap. I, Anexo B,
6
Habitualmente conocida como el fenómeno de El Niño

225
superficie, con lluvias abundantes de irregular distribución (entre 600 y 1000mm); de denso
bosque al norte y pajonales y árboles diseminados al sur.

La Meseta Patagónica se separa de la Pampa Seca por la franja de transición entre los
ríos Colorado y Negro, limitando al oeste con las estribaciones y valles húmedos de los Andes
y al sur con el canal de Beagle. Con unos 700.000 km2, tiene el 23% de la superficie (pero
escasamente algo más del 3% de la población). Se caracteriza por ser un área inhóspita, de
lluvias insuficientes (200mm), clima frío y ventoso, sólo habitable en partes muy seleccionadas
de los “cañadones” de los ríos que cortan la meseta (v.gr. valle del río Negro y del río Chubut).

La cuarta área en importancia es la Mesopotamia (8% de la superficie), encerrada por


los ríos Paraná y Uruguay (abarcando las provincias de Misiones, Corrientes y Entre Ríos). Sus
características son muy diversas, desde el bosque misionero (con lluvias abundantes de 1500
a 2000mm), pasando por la subregión de llanuras y esteros correntinos, luego la subregión de
las cuchillas entrerrianas (con características muy similares a la Pampa Húmeda) hasta la
singular área del Delta del Paraná, de tierras fácilmente inundables y muy fértiles por la
presencia de ricos sedimentos.

La Región Árida de los Andes ocupa la extensa meseta situado al noroeste del país (la
Puna), la precordillera salto-jujeña y el área cordillerana hasta el río Colorado (límite sur de la
provincia de Mendoza). Abarca casi toda la provincia de Jujuy, y el oeste de Salta, Catamarca,
La Rioja, San Juan y Mendoza (con una extensión de entre 7 y 8% del total nacional). Consta
de anchos valles de gran aridez, verdaderas pampas pedregosas, desgastadas por la erosión e
interrumpidas por grandes cuencas ocupadas por salares. Su altura varía entre los 1200 y 6000
metros, con precipitaciones de unos 400mm anuales, y la presencia de fuertes vientos. Su
riqueza, obvio es, radica en la minería.

Como conformador de los paisajes, ya dijimos, se destacan los grandes macizos


orográficos centrales, conocidos como las Sierras Pampeanas (4% de la superficie):
Famatina, Velazco, Aconquija, Sierras de Córdoba y de San Luis. Registran alturas de 500 a
5.500m (pico el Clavillo), con precipitaciones de 500 a 800mm. En estas cadenas, se destaca
su potencial riqueza minera.

Por otra parte, hacia el sur, tenemos los Andes Patagónicos, que se desarrollan como
un área boscosa, a lo largo de una estrecha franja cordillerana, desde el lago Aluminé (a los
39º de latitud sur) hasta la isla de los Estados. Constituyen una gran cadena montañosa que
cubre el 6% de la superficie, con precitaciones de hasta 2000mm por año, con lagos y glaciares
de gran belleza. Es famosa por sus numerosos Parques Nacionales que llegan a la decena.

Finalmente, tenemos las Áreas bajo riego artificial, en general por cultivo de oasis
debido a los desbalances hídricos (dada la relativamente alta evaporación). Se destacan las
zonas de Mendoza, San Juan, Río Negro y Chubut, aunque también hay, y se están
extendiendo, en Santiago, Tucumán, La Rioja, Catamarca e incluso en áreas dispersas de San
Luis, Salta y Jujuy. Se estima que suman entre el 2 y el 3% de la superficie.

En la historia de la Humanidad, los pueblos que más han sobresalido son aquellos que
contaron con un litoral de características favorables (con reparos o refugios importantes y de
fácil acceso); por eso es relevante la mención de este particular aspecto del relieve. El litoral
marítimo argentino se extiende sobre el Atlántico entre los 36º y los 54º de latitud sur. Pero la
costa es poco desarrollada, con escasos lugares de abrigo para la construcción de puertos.

226
Hecho que ha condicionado superlativamente la ocupación del territorio, privilegiándose
entonces un puerto fluvial, poco propicio, en el estuario del Río de la Plata, el puerto de
Buenos Aires, que debido a los bancos y barras, exige un constante dragado de acceso. Lejos
está, pues, de resultar un puerto natural, como sí lo es el de Montevideo (Uruguay) en la boca
del mismo estuario.

En cuanto al clima, si bien la mayor parte del territorio lo sufre continental, con grandes
amplitudes térmicas, presenta marcadas diferencias en función de la latitud, altitud y
proximidad al mar. En el noreste es subtropical; en la Pampa Húmeda y sur de la Mesopotamia
es templado; en la Pampa Seca es árido (o desértico) y en la Patagonia andina es frío y
húmedo, mientras en la extra-andina es frío y seco.

Desde ya que la generación de riqueza y los transportes están condicionados por


las características climáticas y las restricciones de relieve relatadas. La Pampa Húmeda
es la comarca de referencia en cereales y oleaginosas. La vid se localiza principalmente en
Mendoza, San Juan y La Rioja; la caña de azúcar en Tucumán, Salta y Jujuy; la producción
frutícola en el Delta del Paraná y las áreas bajo regadío en el Alto Valle del Río Negro. Las
zonas ganaderas se corresponden con las extensas llanuras de pastos naturales. Los
minerales se concentran en las regiones andinas o en la Puna. A su vez, los yacimientos
principales de hidrocarburos se ubican en Santa Cruz, Chubut, Neuquén y Tierra del Fuego.
La industria se concentra sobre el litoral fluvial del Paraná-Río de la Plata, en una estrecha
franja que va desde el norte de Rosario hasta La Plata. Desde ya que existe una actividad
manufacturera dispersa, en los “islotes económicos” de las ciudades principales, en especial
de Córdoba, Mendoza, Tucumán, San Luis y algunas áreas bajo promoción industrial.
Finalmente, su denso entramado hidrográfico proporciona un gran potencial de energía
hidroeléctrica, particularmente en los grandes ríos de la Mesopotamia (el Paraná y el Uruguay

3. EL FACTOR POBLACIONAL

Hemos presentado en bosquejo el factor “tierra”, ahora daremos un pantallazo a otro de


los clásicos factores productivos: la población. Esta es componente central de la oferta (por ser
la mano de obra) pero, a la vez, define la demanda. Su volumen y su ubicación geográfica.
Nuestro país, y pese a la saturación que se observa en las grandes ciudades, tiene una baja
densidad relativa por kilómetro cuadrado: 13 en el 2001 contra 22 habitantes por km cuadrado
del conjunto de América Latina y 44 del promedio mundial.

Pero estos valores poco nos dicen ya que, como en el conjunto de los otros elementos
de la estructura económica, las diferencias regionales son amplias. Así se cuentan zonas
despobladas como Santa Cruz (con 0.8 habitantes por km2) o Chubut (1,8 habitantes por km2)
y otras con valores muy superiores, tal la Provincia de Buenos Aires (45 habitantes por km 2) o
Tucumán (59,4 habitantes por km2). Es evidente que existe una gran concentración poblacional
en la llamada Área Metropolitana (que comprende la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los
24 partidos que la circundan) y la Región Pampeana (en especial, las provincias de Buenos
Aires, Córdoba y Santa Fe). Estas dos zonas sumadas representan más del 66% de la

227
población del país. Es pues un claro ejemplo de macrocefalia. La distribución poblacional por
provincias y por su agrupación en Regiones INDEC7 es evidentemente muy desigual.

Hemos dicho que la población, a la vez que un factor productivo de oferta, es un


determinante de la demanda agregada (y de su composición). Ahora bien, visto como elemento
de la demanda, y según se ha tratado en el capítulo respectivo (por ejemplo, al hablar de la
conocida ley de Engel), es muy diferente el comportamiento de una sociedad con predominio
de población urbana que otra en la cual prevalece la población rural. “La Argentina, como todos
los países de agricultura de tipo extensivo, es un país agrario con población urbana. En el
mismo caso se hallan Australia y Canadá.” (Carlevari y Carlevari, 2007, Cap.9).

En todo el mundo, las proporciones entre población rural y urbana varían con el paso del
tiempo, básicamente al compás del nivel de “desarrollo” (es decir, de la complejidad de la
estructura socioeconómica). En el caso de nuestro país, la población urbana, entendiendo por
tal a los municipios que superan los 2000 habitantes, ha ido en constante aumento: 53% en el
censo de 1914; 63% en el de 1947; 74% en 1960; 83% en 1980; 87% en 1991 y 89 de
población urbana en 20018.

El Contorno Urbano, o más comúnmente llamado Conurbano, de Buenos Aires es una


de las más importantes concentraciones poblacionales del mundo. Supera los 12 millones de
personas, siendo la segunda del hemisferio sur (después de San Pablo en Brasil, con 17
millones), también la segunda de habla hispana (después de México DF, que tiene todavía más
población que San Pablo) y entre la octava y la décima en el mundo (ubicación en que compite
con Calcuta y Seúl) (Carlevari y Carlevari, 2007)9.

Las razones de este fuerte proceso de urbanización y concentración geográfica fue la


presencia de precios relativos muy favorables para la actividad agropecuaria, propio de
las grandes llanuras (de la Pampa Húmeda), entre fines del siglo XIX y principios del siglo XX,
con acento en el mercado externo como dinamizador de la economía10.

Posteriormente, y condicionado por los asentamientos iniciales apuntados, como señalan


Carlevari y Carlevari, 2007, el desarrollo industrial comenzó donde se encontró el mayor
mercado, tanto en número de consumidores como en poder de compra. Esta situación se daba
precisamente en el Área Metropolitana, en la cual también había la mayor disponibilidad de

7
INDEC ha trabajado históricamente una presentación regional, agrupando las provincias en varias
regiones (por ejemplo, noroeste argentino, NOA, o el noreste argentino, NEA)
8
Sin embargo, no puede pasarse por alto que la dicotomía rural/urbano está en entredicho. Leamos la
opinión de un especialista, miembro de Conicet: «Las diferencias entre lo urbano y lo rural son cada día
menores y (…) seguir utilizando un simple dato estático para separarlas es cada vez menos sostenible.
Usar la cifra de 2000 personas como limite para diferenciar lo urbano y lo rural ya tiene más de 150
años de uso. Sería mucho más cercano a la realidad pensar en un mundo complejo, donde las situaciones
se encuentran en una línea continua que iría de los más “urbano” (…el centro de las ciudades…) hasta
lo más “rural” (una persona que habita en la Puna…). Entre uno y otro extremo las posibilidades son
muy grandes: zonas agrícolas densamente pobladas como las áreas de riego (…), zonas agrícolas muy
intensivas como la horticultura cerca de las ciudades (…), industrias en medio del campo, etcétera.(…) »
(Reboratti, 2009, pag.155)
9
En realidad, estos datos solamente dan una idea, ya que otras fuentes atribuyen otros valores. Por
ejemplo, Citypopulation atribuye a Tokio 51 millones y a México 49 millones…, ubicándose Seúl en
cuarto lugar con 43 millones, San Pablo en el undécimo con 22 y Buenos Aires en el 14º con 16 millones.
10
Para que nos ubiquemos en lo que se quiere decir, en Argentina (2008/2015) el factor dinamizador
fue el consumo interno (y no el externo), mientras en el período anterior 2003/2007, lo fue el comercio
exterior (es decir, un factor externo).

228
mano de obra. Fue el disparo inicial; pero, agreguemos nosotros, la concentración se consolidó
y profundizó durante el llamado proceso de industrialización por sustitución de
importaciones (PISI). Proceso durante el cual, no obstante, se adicionaron al mismo los
“islotes económicos” del Interior. Es decir los más importantes centros urbanos del Interior, en
general capitales de las principales provincias, v.gr. Córdoba o Mendoza

Entonces, este proceso de concentración urbana que se inició a fines del siglo XIX,
continuó durante el siglo XX y perdura hasta hoy, se sustentó en la expulsión de población
rural, especialmente por mecanización de los cultivos, lo que permitió generar grandes
excedentes de mano de obra en el Sector Primario. Esto llevó a los desocupados a migrar
hacia las zonas urbanas en busca de trabajo, en general en dos pasos, primero a las capitales
provinciales para luego, de allí, saltar al Conurbano de Buenos Aires.

Al presentar el concepto de “estructura” dijimos que una de sus manifestaciones es la


distribución proporcional por sectores. Pues bien, muy conveniente sería contar con la
participación de la población ocupada por sectores de producción pero solamente nos vamos a
concentrar en un aspecto: el peso del empleo público según los niveles de administración
jurisdiccional (nación, provincias, municipios, etc.).

En el cuadro adjunto se observa su evolución, muy por encima del crecimiento


poblacional, particularmente en provincias y municipios. Los números son elocuentes: los
empleados provinciales y municipales desde 1980 se han multiplicado aproximadamente por
tres (un incremento del 200%); y esto operó en un mundo en donde la informática nos invade,
haciendo posible un menor peso de la mano de obra, incluso en los servicios. Y el total de
todas las jurisdicciones, respecto de 1980, creció el 88%, subiendo desde el año 2000 en
57%.11

CUADRO I. Evolución del Empleo Público (en miles de personas)


En número de miles de personas Tendencia con base valores de 1980=100
Año Nación Pcias. Munic. Empresas Total Nación Pcias. Munic. Empresas Total
Públicas y Públicas y
Bcos. Púb. Bcos. Púb.
1970 570 483 135 399 1591 100 67 67 114 86
1980 573 724 203 350 1851 100 100 100 100 100
1990 618 1123 314 271 2327 108 155 155 77 126
2000 469 1360 366 26 2222 82 188 181 8 120
2003 432 1378 371 28 2210 75 190 183 8 119
2008 495 1745 445 57 2742 86 241 219 16 148
2012 560 1999 471 97 3128 98 276 232 28 169
2015 656 2196 509 126 3489 114 303 251 36 188
Fuente:

Esta acelerada evolución explica, en buena medida, el gran peso de las cuentas públicas
en el PBI (o, en el PBG en el caso de las provincias y municipios). Aunque sin contar con una
serie de datos en el tiempo (series de tiempo), lo que sería más ilustrativo, también es
interesante presentar puntualmente para el año 2014 la relación entre el empleo público

11
Como pauta para comparar, en el período 1980/1991 la población creció 17%, en 1991/2001, 11,2%; y
en 2001/2010 en 10,6%

229
provincial y el empleo privado registrado en cada jurisdicción. En la mayoría de las provincias
ese cociente es, como resulta esperable, menor a uno. Lo que significa que hay menos
empleados públicos que privados formales. Los valores más bajos están en Santa Fe,
Mendoza, Córdoba, Buenos Aires, Chubut y San Luis. Pero en otras provincias el empleo
público es superior o muy superior al empleo privado formal (o registrado): Santiago con un
cociente de 1,013; Chaco con 1.02; Jujuy con 1,05 La Rioja con 1,15; y muy especialmente
Catamarca con 1,23 y Formosa con 1,42.

4. CRECIMIENTO DEL PRODUCTO, NIVEL Y PARTICIPACIÓN

Desde el siglo XVIII, el crecimiento de la economía es el objeto final de reflexión de todas


las Escuelas económicas. Casi podría decirse que es su obsesión. ¿Pero el crecimiento de
qué? Para no complicarnos en demasía, aceptemos que se apunta al crecimiento del PBI por
habitante (digamos el nivel de ingreso por persona).

Adelantemos algo que se verá en capítulos posteriores. Si bien el PBI por habitante tiene
una “tendencia” creciente, se mueve oscilando alrededor de esa “tendencia”, generándose la
observación de los famosos “ciclos económicos”12, dando los picos y los valles en los niveles
del PBI per capita. Esto es, los auges y las crisis. Así, en 1994, Argentina creció 5,8%; en 1997,
8,1%; pero en 1999, cayó 3,4%; en 2001, bajó 4,4%; y en 2002, descendió casi 11%. Por otro
lado, la recuperación (el “rebote”, como se suele denominar) fue de alrededor del 9% anual en
2003, 2004 y 2005.

Cabe apuntar que los valores y el comportamiento del PBI están influidos por los niveles
del tipo de cambio y por la composición de los precios relativos. De allí que, muchas veces, en
las series de datos se observen “saltos” inexplicables de un año a otro. Sin embargo, no
ingresaremos en este complejo asunto, más propio de cursos avanzados de teoría y de política
económica.

La evolución económica de nuestro territorio en la época colonial se conectó a lo agrario,


con “polo dinamizador” en las explotaciones mineras del Alto Perú (la actual Bolivia), en Potosí,
a las cuales se les proveía de mulas (producidas principalmente en Córdoba y Salta). Luego, y
desde la independencia, la evolución de la “estructura” de la economía en nuestro territorio
nacional actual se conecta también desde un principio al devenir del sector agrario.
Específicamente, de la zona pampeana. Los inicios de la actividad del sector se relacionan con
obtener el preciado cuero del ganado que vagaba libremente13, por vía de aquellas vaquerías
del tiempo colonial (primero libres, y luego bajo permiso). Esta precaria producción jugó como
un disparador del poblamiento del Litoral. Buenos Aires y sus campos aledaños pasaron de
16.000 habitantes en 1744 a 105.000 en 1810, sobre un total 400.000 habitantes para la hoy
República Argentina (Díaz Alejandro, 1973). Tal como se aprecia, ya operaba una
concentración en el área porteña. Su evolución posterior también se vincula al campo.

12
La tendencia es estudiada por la Teoría del Crecimiento. Una teoría que se enfoca en el largo plazo.
Los ciclos son estudiados por las distintas miradas de la Macroeconomía de la Coyuntura. Una teoría que
se concentra en el corto plazo (como la Escuela Keynesiana, la Monetarista, el Postkeynesianismo).
13
Debe señalarse que los inmensos rebaños de bovinos y equinos que corrían libres por las pampas
provenían de aquellos animales que, se dice, llegaron en 1536 con el Adelantado Don Pedro de
Mendoza, y escaparon o fueron abandonados. Esos animales no tuvieron ni competidores herbívoros ni
grandes predadores (jaguares y pumas eran muy escasos) y de allí su sorprendente multiplicación.

230
Desde mediados del siglo XIX, luego de la batalla de Caseros (1852) 14, lentamente al
principio y luego velozmente, Argentina se inserta en la economía mundial. La suba de los
precios internacionales de productos del agro debido al aumento de la demanda en los
mercados consumidores europeos (por causales de crecimiento en el ingreso “per cápita” y por
factores demográficos), sumada a la revolución industrial que alcanza al transporte,
permitió esa inserción con grandes ventajas, puesto que la zona próxima al puerto de Buenos
Aires era muy favorable a la producción requerida por los mercados de Europa. Argentina
exporta materias primas (carne, cereales, oleaginosos, lana, etc.) e importa productos
industriales (maquinarias, químicos, etc.). Esta estructura económica mundial (que se suele
conocer como “división internacional del trabajo”) de fines del siglo XIX se mantuvo hasta la
ruptura del “orden internacional” con la Primera Guerra Mundial (1914/1918).

Aquella explosión productiva, que colocó a la Argentina del Centenario entre los países
más destacados del mundo, fue posible no sólo por la ventaja que proveía el factor “tierra” sino
por la llegada de grandes contingentes de mano de obra (la inmigración europea) y de
capitales (empréstitos al sector público, inversiones directas en frigoríficos e infraestructura,
como fue el caso de los ferrocarriles).

LA EMBLEMÁTICA UNIDAD PRODUCTIVA DEL AGRO: LA ESTANCIA.


En aquellos tiempos, e incluso desde mucho antes, desde los siglos XVII y XVIII, las estancias
tuvieron un papel fundamental en la economía y en la historia argentina. Estos establecimientos
surgieron en los inicios de la colonia a partir de los repartimientos de tierras entre los conquistadores y
los colonizadores. Cubrieron todo lo ancho del territorio. Las hubo de llanura (que son las más famosas)
y de serranía (como las conocidas estancias jesuíticas, en las Sierras de Córdoba). Existieron en el
Litoral (como las de J.M. de Rosas o las de J. J. de Urquiza) y también en el Norte (como San Pedro
Nolasco de los Molinos, en Salta, que perteneciera al último gobernador realista Dn. Nicolás Severo de
Isasmendi). Su eclosión como unidad productiva emblemática y de alto impacto se dio con la
Generación del Ochenta (1880/1920). Algunas de ellas revelan en su arquitectura el esplendor
económico del sector en la primera década del siglo XX (ejemplo abundan, como Santa Cándida, en
Entre Ríos, que se levanta en tierras de Urquiza; o “El Ombú”, en provincia de Buenos Aires, que fuera
propiedad del General Pablo Ricchieri. Muchas por su alto costo de mantenimiento (además, son
inmuebles de más de cien años, que exigen constantes mantenimientos) se han abierto al turismo rural.

Pero con la Primera Guerra, se interrumpe el normal aprovisionamiento de bienes


manufacturados que nuestra Argentina recibía vía importaciones. Como respuesta a la
demanda insatisfecha por esos bienes, aparecen algunas actividades “industriales”, que
ingresan a cubrir marginalmente el mercado, a altísimos costos y baja calidad. Son los

14
Que desplazó el federalismo con ciertas inclinaciones autárquicas de J.M. de Rosas por el federalismo
más liberal y aperturista de J. J. de Urquiza.

231
prolegómenos del llamado proceso de industrialización por sustitución de importaciones
(PISI)15.

Este se inicia, como era esperable, con la cobertura de los requerimientos de consumo
inmediato, las llamadas industrias vegetativas. Las más típicas son las industrias alimenticia y
textil; que cubren, como sabemos, necesidades básicas.

Pero la estructura de la demanda cambia sustancialmente en el transcurso del proceso


de desarrollo. Con el mayor ingreso por persona se altera la composición de consumo,
perdiendo participación los productos ligados a la alimentación y el vestido, y ganándola otros
productos de mayor elasticidad ingreso (electrodomésticos, automóviles, etc.) Esta conducta
responde a la teorización conocida como la Ley de Engel (que toma su nombre del estadístico
alemán del Siglo XIX que la formulara) y que afirma, en definitiva, que la elasticidad ingreso de
los bienes de primera necesidad es menor que uno16. Esto significa que cuando los
consumidores han cubierto sus requerimientos primarios, aun cuando su poder de compra
crezca, no es mucho lo que aumentará la demanda de esos bienes básicos.

PROTECCIONISMO versus APERTURA


La polémica conceptual y la puja política entre estas dos posiciones (nacionalismo versus librecambio,
nacionalismo versus globalización) ha estado presente en los diferentes países, por lo menos, desde el
siglo XVI (v.gr. Gran Bretaña 1770/1850) y continúa firmemente hasta hoy. La victoria de Donald
Trump en EE.UU es el triunfo de la mirada proteccionista. Cada una de estas políticas beneficia a
algunos y perjudica a otros. Por ejemplo, si hoy todos los impuestos al comercio exterior de bienes en
nuestro país (para limitarnos sólo a eso y no ingresar en el complejo y polémico problema del impacto de
la inmigración en el mercado laboral) fueran cero, ceteris paribus, se pueden predecir dos claros efectos:
(a) los bienes alimenticios (v.gr. los quesos) subirían de precio; (b) los bienes de mayor elasticidad
ingreso (autos, informática, telefonía) verían caer sustancialmente sus precios. Por supuesto, los
impactos en el sector agro serían de expansión, y los efectos en el sector manufacturero serían de
contracción (con impactos correlativos en los respectivos niveles de ocupación). Entonces, el gran
cambio de precios relativos tendría impactos sectoriales; y de los efectos netos podemos decir que, sin
duda, la estructura del PBI resultaría muy diferente a la actual.
En Argentina, este debate ya estuvo presente en la época de la Revolución de Mayo. Los “patriotas” de
1810 eran, en su inmensa mayoría, aperturistas. Continuó con Juan Manuel de Rosas y luego en la época
de la Generación del Ochenta (acentuadamente aperturista).
Puede decirse que a lo largo del siglo XIX prevaleció la mirada aperturista (o de librecambio), pero
desde la Primera Guerra Mundial, con el ascenso de los grupos de clase media urbana, comenzaron los
intentos de concretar una política proteccionista en la industria (presencia de aranceles y cuotas a la

15
La sustitución de importaciones consiste en desplazar del consumo local a los productos extranjeros
(p.ej. herramientas inglesas de acero) por manufacturas de origen nacional (pinzas, martillos, etc.
elaborados en Argentina con acero local). El análisis económico del fenómeno se verá en el último
capítulo.
16
En realidad, habla estrictamente de los alimentos, pero el principio puede ser perfectamente
extendido a los bienes de primera necesidad en general.

232
importación). En el interior de los partidos políticos convivían ambas miradas. Así en el radicalismo,
hacia 1909, renuncia a su afiliación el prestigioso dirigente cordobés Pedro Molina, en desacuerdo con la
línea proteccionista sostenida por el periódico radical La República.
El siglo XX ha sido, por el contrario, un siglo de cierre en Argentina. De políticas proteccionistas, que
sustentaron el Proceso de Industrialización por Sustitución de Importaciones; y más aún con el
peronismo y particularmente en los años de crisis. La polémica continúa hasta hoy.
En cuanto al mundo industrializado (EE.UU, Europa, Japón), éste fue preferentemente aperturista desde
la Segunda Guerra Mundial, más todavía con la globalización…, pero hoy emergen las voces opuestas.
El Brexit en Gran Bretaña, Donald Trump en EE.UU, el crecimiento de los partidos nacionalistas en
Europa así lo refleja.

Esto llevo a una crisis del modelo de crecimiento por PISI, ya que las ramas dinámicas
(la siderurgia, por ejemplo) de la industria son más difíciles de ser sustituidas. Así, a fines de
los años sesenta se ingresa en esa crisis, de la cual, nos atrevemos a decir, aún no hemos
salido. Muchos fueron los intentos de política económica para lograrlo pero ningún éxito
duradero.

***** *****

Para darnos una perspectiva de la economía argentina podemos recurrir a su


participación sectorial. La actividad económica suele clasificarse, desde los años ´30 del siglo
XX, en tres grandes sectores:

Sector Primario, que abarca agricultura, ganadería, minería y pesca y actividades


forestales.

Sector Secundario, que suele denominarse “industrial” y que incluye la industria


manufacturera y la industria de la construcción.

Sector Terciario, que comprende todos los “servicios”, que precisamente sirven de
apoyo a los otros dos sectores, y también entre sí: transporte y comunicaciones; comercio,
turismo, energía (electricidad, gas) y agua; seguridad; profesiones liberales, docencia e
investigación, servicio doméstico, sanidad, administración pública.

En el Cuadro adjunto, tomado de Carlevari y Carlevari (2007 y 2013), se aprecia


claramente la evolución desde 1900. Al inicio del período predomina el Sector Primario
sobre el Sector Secundario. A partir de los años ´40, la situación se invierte; y, ya en 1960, el
Sector Secundario supera al Sector Primario por amplio margen. A su vez, el Sector
Terciario ha ido ganando rápidamente peso, en particular desde fines de la década de 1970, a
punto de contribuir más de dos tercios al valor agregado total.

Como se aprecia en el Cuadro II, la evolución de los componentes puede presentar


alteraciones importantes. Incluso, a veces, a partir de las mismas fuentes de datos (fuentes
homogéneas). Esto se explica por los cambios de precios relativos intersectoriales (en
particular, luego de una devaluación si ésta es de magnitud). No puede dejar de señalarse que
cuando se cambia la fuente de datos, los valores pueden tener variaciones de gran
importancia. Por ejemplo, en Carlevari y Carlevari se otorga al Sector Primario, en 1935, un
peso del 28,7% del PBI y a la manufactura el 19,2%. Pero si se recurre a Ferreres (2005) estos
porcentajes cambian a 23,8% y a 13,03%, respectivamente.

233
A su vez, las últimas columnas, años 2011*, 2013*, 2015* y 2018*, cuentan con otra
fuente: son de elaboración propia a partir de datos de INDEC. Esto hace imposible la
comparación lisa y llana con los años anteriores (p.ej. con 1990). Solamente pueden
compararse entre sí; por eso se presentan dos columnas con años 2011, a fin de poder realizar
una comparación hacia delante (2011* a 2018*) y también hacia atrás (1900 a 2011).

Así como señalamos que la lectura de la participación por sectores revela la estructura
sectorial, la participación por regiones y provincias nos da a conocer la estructura espacial o
geográfica de la economía. En el Cuadro III se refleja la gran concentración productiva y
poblacional en el Área Pampeana, a la cual ya hemos hecho referencia. Si bien su peso desde
1953 ha bajado de 81 a 75%, la única área (hasta los datos de 2005) que ha ganado realmente
participación es Patagonia, por la sencilla razón de la presencia de los yacimientos de
hidrocarburos. También se percibe un mayor peso del NOA por similares circunstancias (los
importantes yacimientos mineros que hacen crecer a Catamarca de un escaso 0.3% a 1.4%)

Ahora bien, aquella inserción en la economía del mundo de que hablamos antes resultó
en el más prolongado período de crecimiento del PBI (entre 1880 y 1914). Otros períodos de
crecimiento destacado fueron el primer lustro posterior a la Segunda Guerra Mundial
(1946/1951), con el temprano peronismo y su inclinación por la promoción del consumo interno
y el modelo de PISI. Este período coincidió nuevamente con una apertura inmigratoria,
después de casi dos décadas de restricciones. Así entre 1916 y 1955, ingresaron casi 800.000
inmigrantes, mayoritariamente italianos y españoles.

LA POBLACIÓN EXTRANJERA
Al momento de la caída del Virreinato del Río de La Plata, su territorio contaba con un millón de
habitantes (Uruguay 30.000; Paraguay 100.000; Bolivia, el área más poblada 530.000 y la hoy Argentina
330.000). La evolución económica más favorable de Argentina llevó a que ya en 1950 tuviera 17
millones y Bolivia solamente 3 millones). Hoy, las poblaciones son de alrededor de 40 millones para
Argentina y 10 millones para Bolivia (ciento veintiún veces y veinte veces respectivamente aquella
población colonial).
Obviamente, el número de inmigrantes, atraídos por las mejores oportunidades, fue decisivo para esta
evolución: en 1869, el censo habla de 210.000; en 1895, de más de un millón; y en 1914, el número de
extranjeros alcanzaba los 2.390.000 (88% de ellos europeos, más de la mitad italianos) sobre un total de
7.900.000 (Historia Integral Argentina, Centro Editor, 1980)

El esquema de sustitución continuó durante la presidencia de Frondizi (1958/1962) y


luego durante algunos años puntuales de los sesenta. Fue necesario esperar hasta el fin de las
megainflaciones17 (primer lustro de los noventa) para encontrar nuevamente años de
crecimiento destacado (experiencia que, no obstante, concluyó, por errores de política
gubernamental y resistentes problemas de estructura económica, en la crisis de 1999/2002). El
otro gran lustro de “crecimiento” se encuentra en la primera década del siglo XXI (2003/2007), y
por las mismas razones que cien años antes: presencia de favorables precios internacionales

17
Se suele llamar así a inflaciones altas y persistentes en el tiempo, que suelen desembocar en
hiperinflaciones.

234
de nuestro sector exportador (el agro), y con un gran motor externo de la economía mundial
(ahora China, un siglo atrás Gran Bretaña)18. Pero seguimos sin consolidar una economía que
sea prospera y sostenible…, al menos a niveles que estén de acuerdo a las ambiciones de
bienestar que tiene la población argentina19.

5. LOS DESEQUILIBRIOS REGIONALES

En acápites previos, al describir la base geográfica y los aspectos poblacionales, se


derivaba implícitamente un espacio “heterogéneo”. Esto es, en Argentina, existen áreas, zonas
o “regiones” que se diferencian en su geografía, en su población y en su estructura
socioeconómica.

18
Algunos autores cuestionan que haya habido crecimiento estricto a lo largo de todo el período (un
corrimiento hacia afuera de la curva de transformación), y entienden que si dio especialmente una
recuperacíón de la economía (un salto hacia la curva de transformación).
19
La sociedad argentina puede calificarse de altamente consumista. Lo que se refleja en una muy baja
tasa de ahorro. En ambos fenómenos nos parecemos a las preferencias de la sociedad estadounidense,
con la cual mantenemos una extraña relación de admiración y odio a la vez; pero no desde hoy, desde
fines del siglo XIX.

235
CUADRO II
PARTICIPACIÓN SECTORIAL EN EL PBI
Sector/Año 1900 1935 1970 1975 1980 1990 1995 2000 2005 2011 2011* 2013* 2015* 2018*
Sector 32,0 28,7 16,6 15,0 9,2 11,6 8,2 7,9 7,9 5,9 16,7 14.8 13,8 16,3
Primario
Agro y Pesca s.d. 28,0 14,8 13,0 6,9 8,9 6,1 5,9 6,1 4,7 11,3 10,0 8,5 10,0
Minas y s.d. 0,7 1,8 2,0 2,3 2,7 2,1 2,0 1,8 1,2 5,4 4,8 5,3 6,3
Canteras
Sector 23,0 24,0 40,3 34,0 36,3 30,8 24,2 22,9 23,9 23,9 33,3 31,0 31,0 27,5
Secundario
Industria s.d. 19,2 35,1 28,0 28,1 26,4 18,7 17,3 17,7 17,7 25,5 24,0 23,4 20,8
Construcción s.d. 4,8 5,2 6,0 8,2 4,4 5,5 5,6 6,2 6,2 7,8 7,5 7,6 6,7
Sector 45,0 47,3 41,1 51,0 54,5 57,6 67,6 69,2 68,2 70,2 49,9 51,4 55,2 56,3
Terciario
Comercio, s.d. s.d. s.d. 15,0 17,9 15,5 17,3 17,1 16,1 17,8 23,3 23,0 25,9 24,5
hoteles,

236
restaurantes
Transporte y s.d. s.d. s.d. 11,0 4,0 5, 0 8,1 9,2 10,2 12,8 9,2 9,0 8,9 9,5
Comunicaciones
Intermediarios s.d. s.d. s.d. 7,0 14,3 14,9 19,0 19,5 18,9 19,4 5,1 5,7 5,5 6,8
financieros
Electricidad, gas s.d. s.d. s.d. 3,0 1,5 2,1 2,4 2,9 3,0 2,6 1,8 1.9 2,0 3,9
y agua
Administración s.d. s.d. s.d. 15,0 16,8 20,1 20,8 20,5 20,0 17,6 10,5 12,0 13,0 11,5
Pública
TOTALES 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100
Fuente: Carlevari & Carlevari, pag.235 (años 1900 a 2011)
Nota: Las últimas columnas, años 2011*, 2013*, 2015* y 2018*, cuentan con otra fuente (son de
elaboración propia a partir de datos de Indec). Lo cual hace IMPOSIBLE la comparación lisa y llana con
los años anteriores. Solamente pueden compararse entre sí; por eso se presentan dos años 2011, para poder
realizar la comparación hacia delante (2011* a 2018*) y también hacia atrás (1900 a 2011).
Pero antes de continuar es preciso delimitar mejor el vocablo. Podemos aproximarnos
económicamente al concepto de "región" diciendo que es el espacio socioeconómico
territorialmente localizado, sin ruptura de la continuidad geográfica, y habitualmente
asociado a aspectos generales o específicos de política económica. La región puede tener
una dimensión supranacional (p.ej. la Región Mercosur), subnacional (p.ej. la Región Cuyo) o
internacional (p.ej. la Región de la Cuenca del San Lorenzo, compartida por Canadá y EUA).
Dadas sus características particulares, y más aún hoy, las regiones constituyen realidades
socioeconómicas dinámicas, cuyos contenidos se encuentran en permanente alteración (al menos
en sus comarcas fronterizas) de acuerdo a la dirección que sigan los procesos económicos y
políticos. Por ende, y como afirma Sepúlveda Ramírez (2001), "debido al carácter indeterminado y
poroso de las fronteras (...) las regiones deben ser pensadas como sistemas abiertos en constante
proceso de definición".(Figueras y Arrufat, 2009)

Pese a que, como afirmó Harry Richardson (por ejemplo, en Richardson 1977), en
múltiples ocasiones, “no es fácil delimitar regiones”, a los investigadores en economía (y a los
gestores de política) nos interesa sistematizar la geografía de un modo conveniente. Existen
diversos criterios de regionalización, el más sencillo e intuitivo es el de la "uniformidad" o
concepto de región homogénea20(Figueras y Arrufat, 2009). En nuestro país existen, en la
práctica, diversas “regionalizaciones”. Una de las más conocidas es la efectuada por el INDEC,
siendo ese criterio el que hemos aplicado para el cuadro que entregamos a ustedes para su
consideración.

Los problemas socioeconómicos no son pocos, como cualquier argentino puede


existencialmente percibir. Uno de ellos es el fuerte desequilibrio entre regiones. A título
ilustrativo presentamos en el cuadro que se acompaña el PBG por las llamadas Regiones
INDEC, y aunque los datos no son recientes, reflejan una realidad persistente desde hace más
de medio siglo: la Zona Pampeana (y particularmente el Litoral, esto es Pcia. de Buenos Aires,
Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Provincia de Santa Fe) concentra cerca de tres cuartos
del PBI argentino (y el Litoral dos tercios). Mientras que el NEA apenas aportaba
escasamente el 4,1% del PBI.

20
Al aplicar este criterio de uniformidad se pretende definir una superficie continua en la que se registre
una mínima dispersión para una variable (o varias, seleccionadas) con relación al valor promedio del
conjunto.

237
CUADRO III
PRODUCTO BRUTO GEOGRAFICO
ESTRUCTURA PORCENTUAL POR REGION
REGION JURISDICCION 1953 1970 1980 1993 2001 2005 2010* 2015* Población Población
2001 2010
PAMPEANA 81 81,6 78,3 77.2 76.7 74.6 73,8 74,0 66,50 64,9
Buenos Aires 31,5 33,6 30 34.4 33.7 33.7 32,6 32,4 38,10 37,9
Ciudad de Bs. As. 30 29 28,2 24,0 25.2 21.8 21,3 22,0 7,70 7,1
Córdoba 6,6 6,7 7,6 7.9 7.5 8.1 7,8 7,7 8,50 8,1
Entre Ríos 2,8 2,6 2,5 2.2 2.1 2.0 2,5 2,5 3,20 3,0
La Pampa 1 0,8 0,9 0.8 0.8 0.9 0,9 0,9 0,80 0,8
Santa Fe 9,1 8,9 9,1 7.9 7.4 8.1 8,7 8,5 8,30 8,0
PATAGONIA 2,9 3,5 5,3 6.0 6.8 8.4 8,7 8,4 4,80 5,0
Chubut 1 1,2 1,7 1.3 1.5 2.0 2,1 2,1 1,10 1,2
Neuquén 0,4 0,7 1,4 1.7 2.1 2.8 2,9 2,7 1,30 1,3
Río Negro 0,9 1 1,3 1.4 1.4 1.3 1,3 1,3 1,50 1,5
Santa cruz 0,5 0,6 0,7 0.9 1.2 1.6 1,6 1,5 0,50 0,7
Tierra del Fuego 0,1 0,1 0,3 0.7 0.6 0.7 0,8 0,8 0,30 0,3
NOA 6.1 5,6 6,6 6.3 6.2 6.9 7,0 7,0 12,30 12,4
Catamarca 0,3 0,3 0,4 0.5 0.7 1.4 0,8 0,8 0,90 0,9
Jujuy 0,8 0,8 1 0.9 0.8 0.8 0,9 0,9 1,70 1,6

238
La Rioja 0,3 0,2 0,3 0.5 0.5 0.5 0,6 0,6 0,80 0,8
Salta 1.1 1,3 1,4 1.5 1.5 1.6 1,7 1,7 3,00 3,0
Sant. del Estero 1,1 0,9 0,9 0.9 0.8 0.9 1,2 1,2 2,20 2,2
Tucumán 2,5 2,2 2,7 2.0 1.9 1.7 1,8 1,8 3,70 3,9
CUYO 5,5 5,6 5,8 6.0 5.8 6.2 6,0 6,0 7,10 7,0
Mendoza 3,9 4,2 4,2 3.9 3.9 4.2 3,8 3,8 4,40 4,2
San Juan 1,1 0,9 1 1.1 1.0 0.9 1,1 1,1 1,70 1,7
San Luis 0,5 0,6 0,6 1.0 0.9 1.1 1,1 1,1 1,00 1,1
NEA 4,5 3,7 4,1 4.7 4.4 4.1 4,5 4,6 9,30 9,0
Chaco 1,8 1 1,3 1.3 1.2 1.2 1,4 1,4 2,70 2,6
Corrientes 1,4 1,4 1,5 1.4 1.3 1.2 1,2 1,3 2,60 2,4
Formosa 0,5 0,5 0,4 0.6 0.6 0.5 0,6 0,6 1,30 1,3
Misiones 0,8 0,8 0,9 1.4 1.3 1.2 1,3 1,3 2,70 2,7
Fuente:años 1953 a 2005, tomado de Figueras y Arrufat, 2009, el cual fue elaborado en base a Roccatagliata, J. A. (coordinador)(2008);
Argentina, Sudamericana, Bs.Aires (años 1953 a 1980); y datos de Cepal (años 1993 a 2005). Los años 2010 y 2015, marcados con (*) son de
elaboración propia::c alculando el porcentaje a partir dell PBG de cada provincia, estimando desde el año 2004 al 2018, tomando como base al
PBG provincial del año 2004 y la evolución nacional del Valor Agregado Bruto por rama de actividad económica a precios corrientes
publicado por INDEC (se agradece la colaboración del Lic. Fabio Ventre)..
.Los porcentajes de población se calcularon a partir de los censos de 2001 y 2010.
NOTA: Se presentan defectos de redondeo para alcanzar el 100%.
Si comparamos estos valores con los porcentajes de población, se consolida la idea del
desequilibrio. El NEA cuenta con el 9,3% de la población (año 2005) y sólo el 4,1% del PBI. En
tanto, la Región Pampeana tiene el 66,5% de los habitantes y aporta el 74,6% del PBI; y
Patagonia tiene el 4,8 de población y el 8,4% del PBI. Es obvio que la productividad por
habitante es mucho más elevada en Patagonia y Zona Pampeana que en el resto de las
regiones. A lo largo de décadas, los distintos gobiernos han intentado, en base a diferentes
estrategias (p.ej. la promoción industrial), revertir esta realidad. Lamentablemente, sin mayor
éxito.

EL CASO DE LA PROVINCIA DE CÓRDOBA

Es interesante revisar la estructura productiva intraprovincial. A título de ejemplo, haremos una


breve mención a la estructura productiva de Córdoba, basándonos en el interesante libro de la Comisión
de Economía del CPCE de Córdoba, (2012), “Economías Regionales de la Provincia Córdoba” (que
cuenta con varias ediciones desde 1999). En cuanto al agregado de la provincia, la participación de los
dos sectores de bienes transables puede observarse en el cuadro.
Año Agro (%) Industria (%) Total Sector Transable (%)
1993 8.3 16.2 24.5
1997 7.2 18.7 25. 9
1999 9.5 15.9 25.4
2000 11.9 14.8 26.7
2001 12.3 13,8 26.1
2002 14.8 12.1 26.9
2005 12.8 15.0 27.8
2006 11.1 15.6 26.7
2007 13.5 15.4 28.9
2008 12.9 15.6 28.5
2009 10.2 16.4 26.6
2010 10.3 16.4 26.7
Fuente: CPCE de Córdoba, (2012), “Economías Regionales de la Provincia Córdoba”

Se puede percibir la evolución de la estructura productiva de la provincia en el sector


transable. Una hipótesis firme es que el alza en el nivel del tipo de cambio (real) hizo evolucionar
favorablemente al sector transable hasta alcanzar su pico en el año 2007 (con 28,9% del PBG de
Córdoba).
En el ensayo mencionado del CPCE de Córdoba se trabaja a niveles departamentales de la
provincia. El departamento con mayor porcentaje de tierras destinadas a la agricultura fue el
departamento Río Primero, con 80,41% de su superficie (año 2010) y el de menor proporción, el
departamento Minas con solamente el 0,1% (no se considera el departamento Capital, por ser zona
urbana en toda su superficie).
Si consideramos la mano de obra ocupada, en toda la provincia el 6,82% se encontraba (año
2010) en establecimientos del sector industrial. En el departamento Capital, ese porcentaje es del 7,37%,
siendo el departamento en donde la proporción es mayor el de San Justo (cabecera San Francisco) (con
12,9%), seguido por Río Segundo (cabecera Villa del Rosario) (con 12,6%). Los porcentuales más bajos
se registraron en Pocho, Minas y Sobremonte (con cero por ciento). Lo cual ya revela en sí su
estancamiento relativo.
Finalmente, el trabajo de la Comisión de Economía define una matriz de competitividad, que
establece un orden de departamentos, que resume las variables socioeconómicas más relevantes,
agrupadas en seis criterios de valuación (factores geográficos, infraestructura, mercado laboral, factores
de demanda, calidad de vida, promoción industrial), y que arroja como área más competitiva el
departamento Capital, seguido por el departamento Colón (cabecera departamental Jesús María). Los
menos favorecidos en el ranking son Tulumba (puesto 23º), Pocho (25º) y Minas (26º).

239
BIBLIOGRAFÍA:
 Asensio, M.A., 1988; La economía argentina como incógnita, Eudeba, Bs. As.
 Carlevari, I. y R. Carlevari, 2007; La Argentina. Geografía económica y humana, Ed.
Alfaomega, Bs. As.
 Carlevari, I. y R. Carlevari, 2013; La Argentina. Geografía económica y humana, Ed.
Alfaomega, Bs. As.
 CPCE de Córdoba (Comisión de Economía), 2012; Economías Regionales de la
Provincia de Córdoba, Córdoba.
 Ferrer, A., 1977; La Economía Argentina, FCE, Bs. As.
 Ferreres, O., 2005; Dos siglos de Economía Argentina (1810-2004): historia argentina
en cifras, Fund. Norte y Sur, Bs.As.
 Figueras, A. y Arrufat, J., 2009, El Desafío del Territorio: un análisis de las Economías
Regionales, ACFCE, Córdoba
 Hermida, R., 2008; El Balance de la Economía Argentina, Inst. de Investigaciones de la
Bolsa de Comercio de Córdoba, Ed. Copicentro, Córdoba
 Hermida, R., 2009; Índice de Competitividad Provincial, Inst. de Investigaciones de la
Bolsa de Comercio de Córdoba, Ed. Copicentro, Córdoba
 Lajugie, J., 1957; Les systèmes economiques, PUF, París, Francia
 Perroux, F., 1971, "Structuralisme, modèles économiques, structures
économiques", Économie appliquée XXIV (3): 329-351
 Reboratti, C., 2009; Geografía de la Argentina, Ed. Puerto de Palos, Bs. As.
 Richardson, H.,1977; Teoría del crecimiento regional, Ed. Pirámide, Madrid
 Roccatagliata, J. A. (coordinador)(2008); Argentina, Ed. Sudamericana, Bs. As.
 Roccatagliata, J.,1992, La Argentina, Planeta, Bs.As.
 Sepúlveda Ramírez, L. 2001, Construcción regional y desarrollo productivo, CEPAL,
Bs.As.

PREGUNTA Y PUNTOS DE EJERCITACIÓN

1. ¿Qué es una estructura?


2. ¿Y, en particular, qué constituye una estructura económica?
3. Argentina cuenta con una estructura geográficamente homogénea. V o Falso
4. Señale algunos condicionantes de la estructura económica
5. El relieve y la constitución de los suelos no son elementos influyentes en una
economía. V o Falso
6. La Patagonia es el área geográfica más extensa de Argentina. V o Falso
7. ¿Dónde se ubican las principales áreas bajo riego artificial?
8. Señale dónde se encuentran radicados principalmente las actividades productivas más
relevantes (p.ej. manufactura)
9. La Argentina es un país de agricultura extensiva, con gran proporción de población
urbana, y en esto es un caso único en el mundo. V o Falso
10. ¿Por qué Argentina ha transitado un fuerte proceso de urbanización y concentración
geográfica?
11. Se dice que existe un gran crecimiento del empleo público, y su causa está
principalmente en un crecimiento del empleo público nacional

240
12. Señale el gran polo dinamizador de la economía en la época colonial
13. Señale cuándo y por qué se dio la gran inserción de nuestro país en la economía
mundial
14. ¿qué efecto generó la Primera Guerra, y por qué?
15. En Argentina, siempre ha prevalecido una mirada “aperturista”. V o Falso
16. ¿Cuáles han sido los principales períodos de gran crecimiento argentino?
17. Realice un breve ensayo de 10 renglones (unas 150 palabras) sobre los desequilibrios
regionales
18. Mencione y presente un criterio utilizable para la regionalización de un país
19. El NOA es la Región de menor participación poblacional del país. V o Falso
20. De acuerdo a los datos presentes en el capítulo, ¿qué región del país puede
considerarse la más productiva y por qué?
21. Realice un breve ensayo de 15 renglones (unas 200 palabras) sobre la economía de
Córdoba, particularmente su evolución entre 1993 y 2010.

241
ECONOMÍA
FUNDAMENTOS Y PRINCIPIOS

CÁTEDRA

PRINCIPIOS Y ESTRUCTURA DE LA ECONOMÍA


SEGUNDA PARTE

Autores: docentes miembros de la cátedra

Año 2021
INDICE Página

CAPÍTULO 10
El Modelo Keynesiano: Mercado del Producto 245

CAPÍTULO 11
El Mercado Monetario 269

CAPÍTULO 12
Ampliaciones del Modelo Básico 281

CAPÍTULO 13
Título 299
CAPÍTULO 10

El Modelo Keynesiano: Mercado del Producto

A. Daniela Cristina1

1. Introducción
Hasta aquí, al desarrollar los conceptos teóricos, nos hemos centrado en los aspectos
microeconómicos con distintos modelos: el modelo de equilibrio general (en el Capítulo 3) y el
modelo de equilibrio parcial (en los Capítulos 4 y 5, para cerrarlo en el Capítulo 6). Apuntábamos
con esos modelos a reflexionar sobre la asignación de recursos. Por eso un tema central eran los
precios relativos. Estos modelos, como todos los modelos, trabajan a partir de supuestos.
Así, hemos supuesto en el modelo micro de equilibrio general (desarrollado en el Capítulo 3,
como ya dijimos) que la economía habitualmente opera en pleno empleo (y con eficiencia
económica), y esto lo representábamos con los puntos sobre la Curva de Posibilidades de
Producción (CPP). Y los cambios en los precios relativos nos llevan de un punto a otro sobre la CPP
(como diagramamos gráficamente hacia el final del Capítulo 6).
A su vez, cada punto de esa CPP puede ser valorado por el Sistema de Cuentas Nacionales.
Si tenemos dos clases de bienes, los bienes agropecuarios (con cantidades producidas, QA) y los
no agropecuarios (con cantidades producidas, QNA); y, por ende, dos precios absolutos (PA y PNA),
y por lógica un solo precio relativos (PA/ PNA), un punto cualquiera (X) sobre la CPP será valorado
por su suma ponderada.
Esto es, QA x PA + QNA x PNA = PBIX; y un cambio en un precio (por ejemplo, P’A > PA) nos
brindará una nueva valoración del PBI como consecuencia de un cambio en los precios (alteración
del precio relativo) y en las cantidades (que nos lleva a otro punto sobre la CPP, tal como Z).
Entonces, se dará que:
Q’A x P’A + Q’NA x PNA = PBIZ
Pero siempre estamos suponiendo que nos encontramos en pleno empleo. Pero ¿qué sucede
si se produce una caída en el nivel de empleo (o nivel de actividad), por ejemplo, Q’’A < Q’A mientras
que QNA no se modifica). Desde la representación gráfica, como vimos en el capítulo 3, este hecho
se grafica a través de un punto en el interior de la CPP. Las idas y venidas del nivel de actividad,
desde la frontera de posibilidades de producción al interior de la curva y nuevamente a la frontera,
constituye una fluctuación del producto (o, si se quieren un ciclo económico). Es como hablar de
pasar del producto real (punto dentro de la curva) al producto potencial (sobre la curva en
condiciones de eficiencia y pleno empleo). Pasemos primero a introducir estos conceptos de ciclo o
fluctuación para luego ingresar al manejo de un modelo teórico particular para el tratamiento de las
recesiones (o caídas sustanciales del nivel de PBI).

1
Se agradece la introducción al modelo keynesiano y las palabras de cierre del capítulo al profesor Alberto
José Figueras.

245
2. El concepto de ciclo o de fluctuación2
El hombre siempre se preocupó por los fenómenos económicos; y, quizás, el primero de ellos
que percibió fue la presencia de ciertos períodos de prosperidad y otros de depresión. Ante el hecho
empírico de la repetición de estos fenómenos en un cierto orden “circular” nace la idea de ciclo (del
griego “kyklos”, círculo) económico (reproduciendo el concepto tan aplicado para las
manifestaciones de la naturaleza: ciclo lunar, ciclo solar, ciclo biológico, etc.). Suele considerarse
que en el Antiguo Testamento ya se encuentran alusiones a los ciclos económicos, así se entiende
la interpretación del Patriarca José al sueño del Faraón sobre siete espigas cargadas de granos
devoradas por otras siete espigas, secas y marchitas; y de las siete vacas gordas que, saliendo del
río, fueron seguidas por otras siete vacas macilentas, que las engulleron. Esto aconteció unos
dieciocho siglos antes de la Era Cristiana.
Si bien esta variabilidad, como se aprecia, aconteció siempre, es a partir del siglo XVIII que
la recurrencia de períodos opuestos se volvió más pronunciada (o al menos, más percibida, más
preocupante, y, por ende, más estudiada). Las primeras exploraciones empíricas fueron impulsadas
por la aparición de “crisis” tales como las de 1815, 1836, 1847 y 1857 en Gran Bretaña; 1847 y 1857
en Francia, y 1837 y 1857 en Estados Unidos.
Se considera que el ciclo constituye una onda alrededor de una línea básica o tendencia.
Lo cual da lugar a la consideración académica de fases (o estadios) para su mejor comprensión.
Esto, que así dicho resulta bastante simple, en la práctica se toma de difícil medida pues el
ciclo no se constituye y define por la oscilación de una sola variable (aunque “didácticamente” podría
representarse por los valores del PBI), sino que es una “construcción” teórica a partir de diversas
series de datos con significación económica; y cuyos movimientos no necesariamente coinciden
(unos suben, otros bajan).
Habíamos dicho que en el ciclo se distinguían fases o movimientos alrededor de un valor de
“tendencia” (o de posición de equilibrio, según Schumpeter).

1. Fase ascendente, de expansión o auge.


2. Fase descendente, de contracción o depresión.
3. Fase de crisis, o paso de la expansión a la depresión (se inicia en la cresta de la ola).
4. Fase de recuperación, o paso de la depresión al auge.

Casi todas la Las principales magnitudes económicas fluctúan en sus valores; además, estas
fluctuaciones están interrelacionadas unas con otras (por ejemplo las variaciones de los niveles de
construcción de viviendas con aquellas de las tasas de interés).

2
Cfr. Figueras, 2018 (Capítulo I, págs. 33 a 38)

246
Gráfico 10.1. La onda de los negocios según J. Schumpeter

Los puntos de inflexión (o punto de giro) de una fase a otra no son idénticos o simultáneos en
todas las variables. De allí que se trata de predecir la presencia de una caída o ciclo general (es
decir del PBI) a través de ciertos indicadores, que por eso se suelen llamar indicadores anticipados.
Así, el número de los permisos de construcción suele mirarse como un buen indicador de
anticipación. Pero el más sensible de todos, según general consenso, es la variación en los valores
de las acciones en las ruedas de bolsa o mercados de valores, a causa de que reflejan las
expectativas de los agentes económicos. Esto no se cumple tanto en Argentina, particularmente por
el muy pequeño mercado de bolsa respecto del PBI. De hecho es uno de los más pequeños del
mundo para países de ingresos medios.
Pero el mismo concepto de variabilidad del nivel de actividad económica ha sufrido distintas
interpretaciones. Hacia 1860 surgió la interpretación del hecho como un ciclo estricto. Esto es,
algo periódico y recurrente y, por tanto, de presentación ordinaria, normal.
A mediados del siglo XIX, Clément Juglar a partir de estudios empíricos sostuvo la presencia
ordinaria de la alternativa de fases de prosperidad y depresión, y les asignó, también, una
periodicidad casi uniforme: seis a ocho/nueve años (aunque en esto no fue excesivamente rígido).
Resumía su pensamiento en una frase: “la causa de la depresión es la prosperidad”. Las crisis
serian el resultado directo de los excesos de prosperidad. Una purga necesaria para el sistema
económico. ¿Su causa básica? La naturaleza humana, tan dada a los excesos de confianza como
a los pesimismos. La recomendación de política económica de Juglar frente a los ciclos es de
prescindencia absoluta. Nada puede hacerse para prevenirlos, pues son inevitables.
Posteriormente, otros estudiosos hablaron de ciclos de diferente duración o periodicidad (ver
Recuadro).
Finalmente, en la década del 30, la idea de periodicidad (esto es períodos fijos de tiempo)
perdió vigencia, subsistiendo exclusivamente la concepción de recurrencia, de repetición: se habla
desde entonces más estrictamente de fluctuación (aunque en el lenguaje cotidiano se sigue
utilizando el vocablo “ciclo”).

247
LOS DIFERENTES CICLOS
Entre los ciclos se suele hablar de ciclos largos, ciclos medios y ciclos breves o de los stocks
(existencias o inventarios). Entre los primeros se encuentran el famoso ciclo de Kondratieff
(vinculado a las grandes invenciones, como la máquina de vapor, el ferrocarril, la electricidad, el
motor de explosión interna, etc.) o el ciclo de Kuznets. Entre los ciclos de duración media, se
encuentra el llamado ciclo de Juglar. Finalmente, los ciclos breves, con duración menor a 5 años,
aunque excluyendo los ciclos puramente estacionales (que se repiten anualmente, y cuya
presencia no refleja patología económica alguna), son los ciclos de Kitchin, entre otros.
Se habla, entonces, de distintos ciclos u ondas, con distinta duración. Los nombres que hoy se
le dan responden a los estudiosos que los identificaron. Así, el ciclo largo de Kondratieff, (45 a 60
años), el de la inversión o de Juglar (7 a 11 años) y el de los inventarios o de Kitchin (3 años 4
meses). Fue Joseph A. Schumpeter, en su monumental estudio de los ciclos económicos
(“Business Cycles”, New York, 1939), quien bautizó a los ciclos con los nombres de quienes
los “descubrieron” y quien también realizó el trabajo de intentar integrarlos coherentemente.
También otros autores hicieron esfuerzos similares, pero el trabajo de Schumpeter ha resistido el
tiempo y es uno de los más referenciados incluso hoy

Pero el tema no es solamente estudiarlos sino intentar salvar los problemas sociales que
su presencia desencadena. La Gran Crisis de 1929/1930 dio paso a intentos en ese sentido. Uno
de esos intentos, el más famoso y el que más debates ha suscitado es el estudio de John Maynard
Keynes. Este autor inglés entiende que la causa de crisis responde a factores que se conectan al
hecho de que no vivimos en una economía de trueque sino en un sistema de economía monetaria.
Las implicancias de esto exceden los propósitos de este curso, y seguramente lo tratarán en
desarrollos posteriores. Si bien su modelo tenía diferentes antecedentes, su integración en una
única mirada teórica implicó una novedad. Pasemos al tratamiento de este modelo: el famoso
Modelo Keynesiano.

***** ****** *****

En el presente capítulo se presenta el modelo keynesiano de determinación del ingreso. El


principal supuesto o simplificación del mismo es que los precios no varían (se dice que es un modelo
de precios fijos) y por lo tanto, el conjunto de oferentes (las empresas) está dispuestas a ofrecer
cualquier nivel de producción al nivel general de precios dado. Por razones de claridad expositiva,
se analizará primero un modelo simplificado; esto es, sin sector gobierno ni sector externo, para
luego ir ampliándolo progresivamente para incluir estos dos sectores. Cabe destacar que, en este
capítulo, tampoco se incorpora el sector financiero o monetario, que recién aparecerá en capítulos
posteriores.

3. La función consumo
La gran pregunta implícita es: ¿qué factores determinan el nivel de actividad de una economía
(es decir, su nivel de PBI)? En Keynes se da una diferencia muy importante con las elaboraciones
anteriores para esa pregunta.
El modelo de respuesta que propone Keynes incluye varias funciones, La principal es la
función consumo (o su complementaria, la función ahorro). La función consumo específica el nivel
de gasto planeado o deseado correspondiente a cada nivel de ingreso disponible. El modelo asume

248
que la demanda de consumo aumenta con el nivel del ingreso 3, pero en una proporción menor a lo
que éste aumenta.

𝐶 = C̅ + 𝑐𝑌𝐷 .

En esta definición, hay dos partes importantes:

C̅, el consumo autónomo, es aquél que no depende del nivel de ingreso y representa el nivel de
consumo cuando el ingreso es cero. Por tanto, su representación en una gráfica Gasto/Ingreso será
una línea horizontal (al nivel de consumo autónomo)

𝑐, la propensión marginal a consumir, es un parámetro entre cero y uno que representa cuán
sensible es el consumo a cambios en el nivel de ingreso. La propensión marginal a consumir es el
Δ𝐶
cambio en el consumo por cada cambio en el nivel de ingreso (c = ), y es menor que uno puesto
Δ𝑌
que los individuos no necesariamente consumen todo el ingreso, sino que destinan una parte de
éste al ahorro.

El gráfico de la función consumo muestra el consumo para cada nivel de ingreso. C̅ es la ordenada
al origen de la función, y la pendiente es c, la propensión marginal a consumir.

El Gráfico 10.2 de la función consumo muestra el consumo para cada nivel de ingreso. C̅ es la
ordenada al origen de la función, y la pendiente es c, la propensión marginal a consumir.

Gráfico 10.2. El consumo

C 𝐶 = C̅ + 𝑐𝑌

4. La inversión
La inversión es el gasto de las empresas en bienes y servicios finales, especialmente en
bienes de capital. La distinción más relevante de la inversión a los fines de este capítulo, es la
diferencia entre la compra o construcción de bienes durables nuevos, y la variación de existencias,
que son los bienes que produce una empresa y no vende durante el periodo actual (se volverá luego
sobre este concepto).

3
El consumo de los individuos está relacionado con el monto de ingreso que tienen para gastar, es decir, el
ingreso disponible (YD), aunque en esta sección al no haber sector gobierno (que introduzca por ejemplo
impuestos), el mismo es igual al ingreso; en los acápites subsiguientes resultará útil esta distinción.

249
La inversión para que consideraremos en este modelo es autónoma, es decir, no depende
del nivel de ingreso:

𝐼 = I.̅

Gráfico 10.3. La inversión

𝐼 = I̅

5. La demanda agregada
Así llegamos el esbozo de repuesta a la pregunta que señalamos en el acápite 3. La demanda
agregada es la cantidad total de bienes que se demandan en la economía. En una economía cerrada
sin sector gobierno como la que se ha considerado, en la que los únicos gastos son el consumo (C),
la inversión (I), la demanda agregada se define como la suma de las funciones de demanda de
consumo y la demanda de inversión:

𝐷𝐴 = 𝐶 + 𝐼

𝐷𝐴 = C̅ + 𝑐𝑌 + I.̅

Para poder encontrar la forma funcional de la demanda agregada, es preciso separar los términos
que dependen del nivel de ingreso, de aquéllos que no:

𝐷𝐴 = 𝐶̅ + 𝐼 ̅ + 𝑐𝑌

Aquellos gastos que no dependen del nivel de ingreso serán la parte autónoma de la demanda
agregada, serán denotados como 𝐴̅ , y determinarán la ordenada al origen de la función, en tanto
que la pendiente, está dada por cómo cambia la función de demanda agregada cuando cambia el
Δ𝐷𝐴
nivel de ingreso (c = Δ𝑌
), la propensión marginal a consumir:

𝐷𝐴 = 𝐴̅ + 𝑐𝑌 .

250
Gráfico 10.4. La demanda agregada

DA

𝐷𝐴 = A + 𝑐𝑌
A

Y
Nótese que la demanda agregada también depende del nivel de ingreso. Aumenta al aumentar el
nivel de ingreso (porque el consumo aumenta al aumentar el ingreso).

6. La oferta agregada
La oferta agregada es el conjunto de bienes y servicios que planean ofrecer los oferentes de
la economía. La oferta agregada en este modelo simplificado se grafica como una línea de 45 grados
respecto al origen, y muestra los puntos en que la producción y la demanda agregada son iguales.
Es decir, que definen el equilibrio agregado.

Gráfico 10.5. La oferta agregada

OA 𝑂𝐴 = 𝑌

Y
7. El nivel de ingreso o de actividad de equilibrio
El nivel de ingreso (o producción) de equilibrio se define como el nivel de ingreso en el que la
demanda agregada es igual a la producción (u oferta agregada):

𝑂𝐺 = 𝐷𝐴

251
Como la oferta agregada es una línea de 45º con respecto al ingreso, la reemplazamos por su igual,
el ingreso, y sustituimos a la demanda agregada por la forma funcional equivalente, para obtener la
condición de equilibrio en la economía cerrada sin sector gobierno:

𝑌 = 𝐴̅ + 𝑐𝑌 .

Para poder encontrar una expresión conveniente es preciso despejar el nivel de ingreso, por lo que
la expresión del equilibrio es la siguiente:

1
𝑌 = (1−𝑐) 𝐴̅.

En la misma hay dos componentes de importancia:


A: es la demanda agregada autónoma. Representa todos los gastos que se realizan en la economía
de manera independiente del nivel de ingreso.
1
El multiplicador de la economía ∝= ( ), es sumamente importante y deberá prestársele especial
1−𝑐
atención porque es clave en la economía4. El mismo indica en cuanto el nivel de ingreso de la
economía (Y) varía, de modo amplificado, cuando se altera algún componente del gasto agregado
autónomo (𝐴̅). Cuando aumenta por ejemplo la inversión, el nivel de ingreso de equilibrio aumentará
más que la variación de la inversión, y esta variación incremental es debida al efecto del
multiplicador. Por el contrario, si algún componente del gasto agregado autónomo 𝐴̅ disminuye, la
caída en el nivel de ingreso será mayor que la caída observada en el componente del gasto
agregado autónomo. De hecho, el efecto del multiplicador es responsable por parte de las
variaciones cíclicas del ingreso.

Gráfico 10.6. El ingreso de equilibrio

OA 𝑂𝐴
DA

𝐷𝐴

Ye

4
Habrá que prestar especial atención al multiplicador puesto que en acápites subsiguientes se le irán
agregando términos para encontrar una expresión más general del mismo.

252
8. El ahorro
Cuando se introdujo el consumo, se habló de la propensión marginal a consumir, un parámetro
entre cero y uno que explica cómo aumenta el consumo cuando varía el ingreso. En el presente
acápite se hará hincapié en aquélla parte del ingreso que no se destina a consumo. El ahorro se
puede definir como la parte del ingreso que no se consume:

𝑆 = 𝑌 − 𝐶,
reemplazando al consumo por la función análoga:

𝑆 = 𝑌 − (C̅ + 𝑐𝑌)
𝑆 = 𝑌 − C̅ − 𝑐𝑌.
Agrupando para obtener los términos autónomos, se obtiene la función ahorro:
𝑆 = −C̅ + (1 − 𝑐)𝑌,
que puede ser reexpresada como:
𝑆 = S̅ + 𝑠𝑌.
En esta definición, hay dos partes importantes:
1. S es el término autónomo del ahorro, o sea, es aquél que no depende del nivel de ingreso
y representa el nivel de ahorro cuando el ingreso es cero.
7. 𝑠, es la propensión marginal a ahorrar, que resulta ser un parámetro entre cero y uno que
representa cuán sensible es el ahorro a cambios en el nivel de ingreso. La la propensión
marginal a ahorrar representa el cambio en el ahorro por cada cambio en el nivel de
Δ𝑆
ingreso ingreso (s = Δ𝑌), y es igual a 1-c.

9. El equilibrio entre filtraciones y gastos compensatorios


Por otro lado, siguiendo otro camino analítico, el equilibrio en el mercado del producto se puede
deducir, asimismo, como el equilibrio entre las filtraciones (aquellos conceptos que son parte del
ingreso pero no forman parte de la demanda agregada), y los gastos compensatorios; esto es, la
parte de la demanda agregada que no depende del nivel de ingreso.
En el modelo que se ha planteado, donde se considera la economía cerrada, sin sector gobierno,
la filtración es el ahorro (S), y el gasto compensatorio es la inversión (I).
En equilibrio, las filtraciones igualan a los gastos compensatorios, o dicho de otra manera, en
condiciones de equilibrio, el ahorro planeado debe ser igual al ahorro:

𝑆=𝐼
𝑆̅ + 𝑠𝑌 = 𝐼̅
−𝐶̅ + (1 − 𝑐)𝑌 = 𝐼̅

Por lo que reagrupando convenientemente se obtiene una expresión análoga a la obtenida para
el equilibrio a partir de OA y DA:
(1 − 𝑐)𝑌 = 𝐶̅ + 𝐼 ̅
1
𝑌𝑒 = (1−𝑐) (𝐶̅ + 𝐼 )̅

𝟏
𝒀𝒆 = ( ) 𝐀.
𝟏−𝐜

Claramente, la condición de 𝑆 = 𝐼 es otra forma de formular la condición de equilibrio.

253
10. La producción de equilibrio y los desequilibrios
La producción (ingreso) se encuentra en su nivel de equilibrio cuando la cantidad producida
(u ofrecida) es igual a la demandada. En esta situación, ninguna fuerza alterará el nivel de ingreso
de la economía. Sin embargo, puede suceder que en algún momento se produzca algún cambio en
la economía que altere esta situación de equilibrio, por lo que temporalmente puede encontrarse la
misma en una situación de desequilibrio.

Exceso de oferta
Consideremos ahora una situación en la que la economía se encuentra transitoriamente en
un nivel de ingreso superior al de equilibrio. En el Gráfico 10.7, el nivel de ingreso considerado es
Y1. Para este nivel de ingreso, la oferta es mayor a la demanda, esto es, existe un exceso de oferta.
Este exceso de oferta se conoce como variación de existencia positiva (VE+), y no es otra cosa que
acumulación no deseada de stock o inversión no planeada.
El ajuste hacia el nivel de producción de equilibrio se lleva a cabo con las respuestas de las
empresas a las variaciones de existencias. Dado que ha habido inversión no planeada o una
acumulación de stock, las empresas, ante la imposibilidad de vender lo que producen, decidirán
disminuir la producción; disminuirán las cantidades ofrecidas, lo que a su vez hace disminuir el
ingreso y por esta vía disminuye el consumo (hay que tener en cuenta que una parte de éste
depende del nivel ingreso). Este ajuste en el consumo es un punto sobre la curva de DA, lo que
lleva a que ambas curvas vuelvan al punto de equilibrio (véase Gráfico 10.7).

Gráfico 10.7. Exceso de oferta

OA 𝑂𝐴
DA
VE +
𝐷𝐴

Ye Y1
El ajuste continúa hasta volver al punto de equilibrio. El equilibrio sólo tendrá lugar cuando la
demanda agregada sea exactamente la suficiente para absorber la cantidad ofrecida, situación en
que las empresas comprobarán que las existencias se mantienen en los niveles deseados y no
tendrán incentivos para modificar su nivel de producción.

Enfoque filtraciones y gastos compensatorios

El análisis de la variación de existencias positiva puede analizarse tanto en un esquema OA-DA


como se presentó en el Gráfico 10.7, como en el marco del equilibrio entre filtraciones y gastos
compensatorios.
En el modelo simple analizado, en el que el equilibrio está dado por la igualdad entre ahorro (S)
e inversión (I), si la economía se encontrase en una situación con el nivel de ingreso Y1, en este
punto hay un exceso de ahorro o variación de existencias positiva. Ante esta situación, y dada la

254
disminución en las cantidades ofrecidas que ajusta a la baja el nivel de ingreso, el ahorro baja
pues depende directamente del nivel de ingreso (𝑆 = 𝑆̅ + 𝑠𝑌), y es por esta vía que se llega al
equilibrio nuevamente.
Gráfico 10.8. Exceso de ahorro

S
I 𝑆

Ye Y1

11. El Sector gobierno


Para poder determinar cómo influencia el sector gobierno el nivel de ingreso de equilibrio, se
definirá en primera instancia el sector. El gobierno tiene ingresos y erogaciones. Los ingresos del
sector gobierno son por definición los impuestos, que supondremos siguen la siguiente forma
funcional:

𝑇 = 𝑇̅ + 𝑡𝑌,

esto es, el gobierno recauda tanto impuestos autónomos ( 𝑇̅) como impuestos que dependen del
nivel de ingreso de la economía (𝑡𝑌), donde t es la alícuota impositiva.

A su vez, el estado tiene dos tipos de erogaciones: el gasto del gobierno (𝐺 = 𝐺̅), que se supone
̅̅̅̅), también
independiente del nivel de ingreso (autónomo), y las transferencias a las familias (𝑇𝑅 = 𝑇𝑅
autónomas.

11.1. El superávit del sector gobierno


El superávit del sector gobierno es la diferencia entre los ingresos del Estado (impuestos) y las
erogaciones del mismo, que son las compras de bienes y servicios – conocido como gasto del
gobierno (𝐺)- y transferencias (𝑇𝑅).

𝑆𝐺 = 𝑇 − 𝐺 − 𝑇𝑅,

o reemplazando por su igual, el superávit presupuestario del gobierno es igual a:

𝑆𝐺 = 𝑇̅ + 𝑡𝑌 − 𝐺̅ − ̅̅̅̅
𝑇𝑅 .

Esto es, el sector gobierno tiene superávit presupuestario si sus ingresos resultan mayores que
sus erogaciones, o puesto de otra manera, si la recaudación impositiva es mayor que lo que el
gobierno eroga en gastos gubernamentales ( 𝐺̅ ) y en transferencias ( 𝑇𝑅
̅̅̅̅).

En caso que la recaudación impositiva sea menor que lo que el gobierno gasta en todo concepto
(𝐺̅ + 𝑇𝑅
̅̅̅̅), se dice que existe déficit del gobierno o déficit presupuestario, es decir, se obtiene un
superávit negativo.

255
El Consumo y el ingreso disponible
La demanda de consumo de los individuos, como ya se anticipó, depende del ingreso que los
mismos tienen para gastar (es decir, del ingreso disponible), por lo que la forma funcional que la
representa es la siguiente:

𝐶 = C̅ + 𝑐𝑌𝐷 ,

donde el ingreso disponible es el ingreso menos los impuestos que deben pagar los individuos y al
que se le adicionan las transferencias que reciben los mismos (𝑌𝐷 = 𝑌 − 𝑇 + 𝑇𝑅). Reemplazando
impuestos y transferencias por sus iguales en la función consumo, encontraremos que la función es
la siguiente:

𝐶 = C̅ + 𝑐 (𝑌 − 𝑇 + 𝑇𝑅).

Sin embargo, esta forma funcional aún está expresada como dependiente de la función de
impuestos (𝑇 = 𝑇̅ + 𝑡𝑌), por lo que reemplazando convenientemente, se obtiene:

𝐶 = C̅ + 𝑐[𝑌 − (𝑇̅ + 𝑡𝑌) + ̅̅̅̅


𝑇𝑅 ].

La nueva demanda agregada


A partir de la introducción del sector gobierno en el modelo, la demanda agregada debe ampliarse
para incluir la demanda que realiza el sector gobierno de bienes y servicios, y tener en cuenta que
el ingreso disponible para el consumo variará de aquél que se había considerado para una economía
sin sector gobierno, por lo que la nueva demanda agregada será la siguiente:

𝐷𝐴 = 𝐶 + 𝐼 + 𝐺.

Reemplazando a cada uno de los componentes de la demanda agregada por su igual, se obtiene:

𝐷𝐴 = C̅ + 𝑐[𝑌 − (𝑇̅ + 𝑡𝑌) + ̅̅̅̅


𝑇𝑅 ] + 𝐼 ̅ + 𝐺̅.

Nuevamente, para poder encontrar la forma funcional de la demanda agregada, se precisa operar
de manera de poder separar los términos que dependen del nivel de ingreso, de aquéllos que no:

𝐷𝐴 = C̅ + 𝑐𝑌 − 𝑐𝑇̅ − 𝑐𝑡𝑌 + 𝑐𝑇𝑅


̅̅̅̅ + 𝐼 ̅ + 𝐺̅ ,

o lo que es lo mismo:

𝐷𝐴 = C̅ − 𝑐𝑇̅ + 𝑐𝑇𝑅
̅̅̅̅ + 𝐼 ̅ + 𝐺̅ + 𝑐 (1 − 𝑡)𝑌.

La parte autónoma de la demanda agregada es la siguiente: 𝐴̅ = C̅ − 𝑐𝑇̅ + 𝑐𝑇𝑅 ̅̅̅̅ + 𝐼 ̅ + 𝐺̅ , y


determinará la ordenada al origen de la misma, en tanto que la pendiente, está dada por 𝑐(1 − 𝑡), e
indica cómo cambia la función de demanda agregada cuando cambia el nivel de ingreso, por lo que
la nueva expresión de la demanda agregada es la siguiente:

𝐷𝐴 = 𝐴̅ + 𝑐 (1 − 𝑡)𝑌.

Es importante puntualizar que aun cuando impuestos y transferencias no aparezcan directamente


en la demanda agregada, estos sí aparecen como componentes del gasto agregado autónomo 𝐴̅
puesto que los impuestos y transferencias afectan la demanda agregada mediante el consumo que
depende a su vez del ingreso disponible. Y es casualmente a través de este hecho que existe la
posibilidad que el sector público influya sobre el ingreso y la economía no sólo a través del gasto
(G) sino también a través de modificaciones en los impuestos (T) y transferencias (TR).

256
11.2. El equilibrio entre DA y OA
El nuevo equilibrio en el mercado del producto se obtiene nuevamente a partir de la igualación entre
oferta agregada y demanda agregada:

𝑂𝐴 = DA.

Reemplazando oferta agregada por su igual, el ingreso, y la demanda agregada por su igual, se
tiene que:

𝑌 = 𝐴̅ + 𝑐(1 − 𝑡)𝑌;

operando para obtener separadamente el nivel de ingreso, y los términos autónomos se tiene que:

𝑌 − 𝑐(1 − 𝑡)𝑌 = 𝐴̅,

𝑌[1 − 𝑐 (1 − 𝑡)] = 𝐴̅.

Por lo que el nuevo ingreso de equilibrio estará dado por:


1
𝑌𝑒 = 𝐴̅.
1−𝑐(1−𝑡)

1
donde ∝= es el nuevo multiplicador de la economía en el caso de economía cerrada con
1−𝑐(1−𝑡)
sector gobierno, y 𝐴̅ es el nuevo gasto agregado autónomo ( recuérdese que 𝐴̅ = C
̅ − 𝑐𝑇̅ + 𝑐𝑇𝑅
̅̅̅̅ +
𝐼 ̅ + 𝐺̅ ).

11.3. El equilibrio entre filtraciones y gastos compensatorios

Como se explicara anteriormente, el equilibrio en el mercado del producto se puede deducir


asimismo como el equilibrio entre las filtraciones (aquellos conceptos que son parte del ingreso
pero no forman parte de la demanda agregada), y los gastos compensatorios, esto es, la parte de
la demanda agregada que no depende del nivel de ingreso.
En el modelo que se ha planteado, donde se considera la economía cerrada, las filtraciones son
el ahorro, los impuestos, y las transferencias cambiadas de signo, mientras que los gastos
compensatorios son la inversión y el gasto del gobierno.
En equilibrio, las filtraciones igualan a los gastos compensatorios:

𝑆 + 𝑇 − ̅̅̅̅
𝑇𝑅 = 𝐼 ̅ + 𝐺̅
𝑆 + 𝑠𝑌𝐷 + 𝑇 − ̅̅̅̅
̅ 𝑇𝑅 = 𝐼 ̅ + 𝐺̅
−𝐶̅ + (1 − 𝑐)𝑌𝐷 + (𝑇̅ + 𝑡𝑌) − 𝑇𝑅̅̅̅̅ = 𝐼 ̅ + 𝐺̅ .
A su vez, el ahorro depende del ingreso disponible, 𝑌𝐷 = 𝑌 − 𝑇 ̅ − 𝑡𝑌 + 𝑇𝑅
̅̅̅̅, por lo que
reemplazando:
−𝐶̅ + (1 − 𝑐)(𝑌 − 𝑇̅ − 𝑡𝑌 + ̅̅̅̅
𝑇𝑅 ) + (𝑇̅ + 𝑡𝑌) − ̅̅̅̅
𝑇𝑅 = 𝐼 ̅ + 𝐺̅ .
Operando, se obtiene la siguiente expresión:

−𝐶̅ + 𝑌 − 𝑐𝑌 + 𝑐𝑡𝑌 + 𝑐𝑇̅ − 𝑐𝑇𝑅


̅̅̅̅ = 𝐼 ̅ + 𝐺̅
+𝑌 − 𝑐𝑌 + 𝑐𝑡𝑌 = 𝐶̅ − 𝑐𝑇̅ + 𝑐𝑇𝑅̅̅̅̅ + 𝐼 ̅ + 𝐺̅
𝑌(1 − 𝑐 + 𝑐𝑡) = 𝐶 − 𝑐𝑇 + 𝑐𝑇𝑅 + 𝐼 ̅ + 𝐺̅
̅ ̅ ̅̅̅̅
1
𝑌𝑒 = (1−𝑐(1−𝑡)) (𝐶̅ − 𝑐𝑇̅ + 𝑐𝑇𝑅 ̅̅̅̅ + 𝐼 ̅ + 𝐺̅ ),
la misma expresión que aquella obtenida a partir del equilibrio entra la oferta agregada y la
demanda agregada:
𝟏
𝒀𝒆 = 𝟏−𝒄(𝟏−𝒕) 𝑨.

257
La principal conclusión que se desprende del presente acápite es que el ingreso de equilibrio se
puede calcular indistintamente mediante la igualación entre oferta agregada y demanda
agregada, o entre la igualación de filtraciones y gastos compensatorios.

11.4. Política fiscal


El gobierno tiene tres maneras de afectar el nivel de ingreso de equilibrio de manera directa: a)
modificaciones en el gasto gubernamental; b) modificaciones en las transferencias; c)
modificaciones en los impuestos5.

Recuadro 10.1. Advertencia y explicación


En este punto, el material puede llegar a tornarse de más difícil lectura. Vamos a hacer un
esfuerzo para que no sea así. Vamos a exponer unas propiedades matemáticas que nos serán
de especial de utilidad para el análisis de cómo cambia el nivel de ingreso cuando cambia algún
componente de la demanda agregada.
Las propiedades más útiles a los efectos de este curso introductorio serán las siguientes:
a) El cambio () de una suma es la suma de los cambios. Entonces, si consideramos una
función y=u+v+w, si quiero calcular el cambio en la función, el mismo será:
 y= u+ v+ w.

b) El cambio () de una constante por una variable es igual a la constante por el cambio en
la variable. Por ejemplo, en el caso de la función y=k.u, el cambio en la función será
igual a:
 y=k u.

11.4.1. Efectos de un cambio en el gasto público


El primer cambio que consideraremos será el del gasto público, que son variaciones en las compras
del Estado. El Gráfico 10.9 presenta este caso.
El equilibrio inicial en la economía está dado al nivel inicial de ingreso Y0. Un aumento del gasto del
gobierno (𝐺̅ ) implica un cambio en el gasto agregado autónomo (𝐴̅). Este incremento desplazará
la curva de la demanda agregada hacia arriba en un monto igual al aumento en el gasto (véase el
desplazamiento paralelo de la curva de demanda agregada en sentido ascendente, de DA0 a DA1).
Esto es así debido a que al nivel inicial de producción, la demanda de bienes excede la producción
y, por consiguiente, las empresas expanden su producción hasta que se alcanza el nuevo equilibrio.

5
Existen otras vías en que puede influir el nivel de ingreso, como por ejemplo un cambio en la alícuota
impositiva, pero por claridad expositiva nos detendremos en los efectos de los cambios en los componentes
autónomos de gasto agregado.

258
Gráfico 10.9. Efectos de un cambio en el gasto del gobierno

OA 𝑂𝐴
1
DA
0

Y0 Y1
El punto crucial es aquí cuánto cambia el nivel de ingreso de equilibrio. Recordemos que la demanda
agregada es igual a: 𝐷𝐴 = 𝐴̅ + 𝑐 (1 − 𝑡)𝑌 , o lo que es lo mismo, la demanda agregada es
𝐷𝐴 = C̅ − 𝑐𝑇̅ + 𝑐𝑇𝑅
̅̅̅̅ + 𝐼 ̅ + 𝐺̅ + 𝑐(1 − 𝑡)𝑌.

El cambio en el nivel de ingreso de equilibrio es igual a la variación de la demanda agregada, por lo


que aplicando las propiedades del recuadro anterior, se tiene que si varía el gasto del gobierno,
1
Y= 𝐺̅ +c(1-t)𝑌, o puesto de otra manera, 𝑌 = 1−𝑐(1−𝑡) 𝐺.

Este efecto podría haber sido calculado rápidamente empleando las propiedades enunciadas en el
Recuadro 10.1: la función que tenemos para calcular el cambio es: 𝑌𝑒 =∝ 𝐴̅. El término del
multiplicador no varía, por lo que lo trataremos como constante, por lo que 𝑌 =∝ 𝐴̅. A su vez, 𝐴̅
es una suma: 𝐴̅ = C
̅ − 𝑐𝑇̅ + 𝑐𝑇𝑅
̅̅̅̅ + 𝐼 ̅ + 𝐺̅, por lo que el cambio de la suma es igual a la suma de los
cambios 𝑌 =∝ (C ̅ − (𝑐𝑇̅ ) + (𝑐𝑇𝑅 ̅̅̅̅) + 𝐼 ̅ + 𝐺̅ ), lo que al sólo cambiar el gasto 𝐺̅ se reduce
a:

𝑌 =∝ (𝐺̅ ),

como ya se había presentado.

11.4.2. Efectos de un cambio en las transferencias


Si ahora se asume en cambio que el gobierno en vez de incrementar el gasto, aumenta las
transferencias, el efecto será ligeramente diferente.

Esto se debe a que al aumentar las transferencias, el gasto agregado autónomo 𝐴̅ sólo se verá
incrementado en una cuantía igual a c∆𝑇𝑅̅̅̅̅, por lo que el ingreso de equilibrio crece en αc∆𝑇𝑅
̅̅̅̅. El
efecto expansivo que tiene en la economía un incremento en las transferencias es menor a aquél
que ocurre cuando aumenta el gasto del gobierno (por un factor c), básicamente debido a que se
ahorra una parte de los ingresos por transferencias.

Siguiendo el razonamiento planteado con anterioridad y empleando el Recuadro 10.1, es muy simple
deducir el cambio a partir del ingreso de equilibrio: 𝑌 =∝ 𝐴̅. Nuevamente en este caso, el
multiplicador es una constante (dado que no varía al no variar ninguno de sus componentes), por lo
que 𝑌 =∝ 𝐴̅. Empleando nuevamente la propiedad de que el cambio de la suma es igual a la

259
suma de los cambios, se tiene que el cambio en el nivel de ingreso de equilibrio estará dado en
términos generales por:

𝑌 =∝ (C̅ − (𝑐𝑇̅) + (𝑐𝑇𝑅


̅̅̅̅) + 𝐼 ̅ + 𝐺̅ ),

siendo que en este caso sólo varían las transferencias, se tiene que 𝑌 =∝ 𝑐𝑇𝑅
̅̅̅̅.

11.4.3. Efectos de un cambio en los impuestos autónomos


El último efecto que se considerará en este acápite es el de las modificaciones en los impuestos
autónomos, es decir, qué sucede si el gobierno por ejemplo decide subir los impuestos que no
dependen del nivel de ingreso (𝑇̅).

Razonando con el Recuadro 10.1, a partir del ingreso de equilibrio: 𝑌 =∝ 𝐴̅, y recordando que el
multiplicador es una constante, 𝑌 =∝ 𝐴̅, y reemplazando al cambio en el gasto agregado
autónomo por la suma de los cambios de sus componentes, se tiene que: 𝑌 =∝
(C̅ − (𝑐𝑇̅) + (𝑐𝑇𝑅
̅̅̅̅) + 𝐼 ̅ + 𝐺̅ ), y siendo que en este caso sólo varían los impuestos, se tiene que
𝑌 =∝ (−𝑐𝑇̅).

11.5. Cambios en el superávit del sector gobierno ante una política fiscal

11.5.1. Efectos sobre el superávit de un cambio en el gasto público


Cuando cambia el gasto público, ya se ha visto que afecta el nivel de ingreso de equilibrio:

𝑌 =∝ (𝐺̅ ).

Recordando que la expresión del superávit es: 𝑆𝐺 = 𝑇̅ + 𝑡𝑌 − 𝐺̅ − 𝑇𝑅 ̅̅̅̅, ahora se quiere analizar
cómo cambia el superávit. Es decir,  𝑆𝐺 = 𝑇 + (𝑡𝑌) − 𝐺 − 𝑇𝑅. De esta expresión, sólo está
̅ ̅ ̅̅̅̅
cambiando el gasto del gobierno, por lo que el cambio en todos los demás términos autónomos es
cero (𝑇̅ = 0 y 𝑇𝑅̅̅̅̅ = 0), por lo que  𝑆𝐺 = (𝑡𝑌) − 𝐺̅. La alícuota impositiva no está cambiando
pero el nivel de ingreso siempre que cambie algún determinante sí cambiará.
Por lo tanto, la expresión se reduce a  𝑆𝐺 = 𝑡𝑌 − 𝐺̅ . Como ya se ha derivado a cuánto es igual
el cambio en el nivel de ingreso cuando cambia el gasto, se puede reemplazar 𝑌 por su igual,
∝ (𝐺̅ ).

Por lo tanto, cuando cambia el gasto del gobierno el cambio en el superávit6 es igual a:

 𝑆𝐺 = 𝑡 ∝ 𝐺̅ − 𝐺̅.

11.5.2. Efectos sobre el superávit de un cambio en los impuestos autónomos


Cuando cambia el componente autónomo de los impuestos, ya se ha visto que dicho cambio afecta
el nivel de ingreso: 𝑌 = −∝ 𝑐(𝑇̅).

Si ahora se analiza cómo cambia el superávit,  𝑆𝐺 = 𝑇̅ + (𝑡𝑌) − 𝐺̅ − 𝑇𝑅 ̅̅̅̅, sólo están
cambiando los impuestos autónomos y los demás términos autónomos no cambian (𝐺̅ = 0 y
𝑇𝑅
̅̅̅̅ = 0), por lo que  𝑆𝐺 = 𝑇̅ + (𝑡𝑌). La alícuota impositiva no está cambiando pero el nivel de

(1−𝑐)(1−𝑡)
6
Como esa expresión puede ser reescrita como  𝑆𝐺 = − 1−𝑐(1−𝑡)
𝐺̅ , el  𝑆𝐺<0 cuando aumenta el gasto.
Esto se debe a que el aumento en la recaudación que provoca el incremento en el ingreso no es suficiente
para compensar el aumento en el gasto.

260
ingreso siempre que cambie algún determinante sí cambiará7. Por lo tanto, la expresión se reduce
a  𝑆𝐺 = 𝑇̅ + 𝑡𝑌. Si ahora se reemplaza 𝑌 por su igual, −∝ 𝑐𝑇̅, el cambio en el superávit es
igual a8:

 𝑆𝐺 = 𝑇̅ − 𝑐𝑡 ∝ (𝑇̅).

12. El Sector Externo


Un país se relaciona con el resto del mundo intercambiando mercancías. Las que compra al exterior
se denominan importaciones y las que vende a otros países son las exportaciones.

En el modelo simplificado que estamos trabajando, se supone que el país es chico y por ende no
influye en los precios internacionales de los bienes que comercializa, por lo tanto, las exportaciones
serán autónomas 𝑋 = 𝑋̅, mientras que las importaciones no sólo serán autónomas sino que también
dependerán del nivel de ingreso en la economía del país 𝑀 = 𝑀 + 𝑚𝑌.

12.1. La balanza comercial


La balanza comercial contabiliza la diferencia entre exportaciones e importaciones de mercancías
en un momento determinado. Si esta diferencia es positiva, se dice que existe superávit comercial,
mientras que si es negativa se dice que existe un déficit comercial).

𝐵𝐶 = 𝑋 − 𝑀,

o lo que es lo mismo:

𝐵𝐶 = 𝑋̅ − 𝑀 − 𝑚𝑌.

12.2. La nueva demanda agregada


Como la demanda agregada contabiliza todos los gastos en bienes y servicios que se hacen en la
economía, en este acápite se agregarán las exportaciones netas (𝑋 − 𝑀). Las exportaciones netas
representan la influencia que ejerce en la demanda agregada el gasto interior en bienes extranjeros
y el gasto extranjero en bienes interiores: cuando los extranjeros compran bienes que se producen
en el país, aumenta la demanda agregada, mientras que el gasto que se destina a bienes
extranjeros no forma parte de la demanda agregada de bienes producidos en nuestro país, y por lo
tanto debe restarse de la demanda agregada.

Se obtiene de esta manera la forma más completa de la demanda agregada, que incluye a la
demanda de los consumidores, las empresas, el estado, y el sector externo.

𝐷𝐴 = 𝐶 + 𝐼 + 𝐺 + 𝑋 − 𝑀.

7
En el Recuadro 10.1, t en este caso es una constante (no cambia), y el nivel de ingreso sí cambia, por lo
que (𝑡𝑌) = 𝑡Y.
1−𝑐
8
Como esa expresión puede ser reescrita como  𝑆𝐺 = 1−𝑐(1−𝑡) 𝑇̅, el  𝑆𝐺>0 cuando aumentan los
impuestos autónomos.

261
Reemplazando a cada uno de los componentes de la demanda agregada por su igual, se obtiene:

𝐷𝐴 = C̅ + 𝑐[𝑌 − (𝑇̅ + 𝑡𝑌) + ̅̅̅̅


𝑇𝑅 ] + 𝐼 ̅ + 𝐺̅ + 𝑋̅ − 𝑀 − 𝑚𝑌

Nuevamente, para poder encontrar la forma funcional de la demanda agregada, se precisa operar
de manera de poder separar los términos que dependen del nivel de ingreso, de aquéllos que no:

𝐷𝐴 = C̅ + 𝑐𝑌 − 𝑐𝑇̅ − 𝑐𝑡𝑌 + 𝑐𝑇𝑅


̅̅̅̅ + 𝐼 ̅ + 𝐺̅ + 𝑋̅ − 𝑀 − 𝑚𝑌

O lo que es lo mismo:

𝐷𝐴 = C̅ − 𝑐𝑇̅ + 𝑐𝑇𝑅
̅̅̅̅ + 𝐼 ̅ + 𝐺̅ + 𝑋̅ − 𝑀 + (𝑐(1 − 𝑡) − 𝑚 )𝑌.

La parte autónoma de la demanda agregada es ahora: 𝐴̅ = C̅ − 𝑐𝑇̅ + 𝑐𝑇𝑅 ̅̅̅̅ + 𝐼 ̅ + 𝐺̅ + 𝑋̅ − 𝑀, y


determina la ordenada al origen de la misma, en tanto que la pendiente, está dada por 𝑐(1 − 𝑡) − 𝑚,
e indica cómo cambia la función de demanda agregada cuando cambia el nivel de ingreso, por lo
que la nueva expresión de la demanda agregada es la siguiente:

𝐷𝐴 = 𝐴̅ + (𝑐 (1 − 𝑡) − 𝑚 )𝑌.

12.3. El equilibrio entre DA y OA

𝑂𝐴 = DA

Reemplazando a la oferta por su igual, el ingreso, y la demanda agregada por su igual, se tiene
que:

𝑌 = 𝐴̅ + 𝑐(1 − 𝑡)𝑌 − 𝑚𝑌

Reagrupando convenientemente para obtener los términos que dependen del nivel de ingreso se
tiene que:

𝑌 − 𝑐(1 − 𝑡)𝑌 + 𝑚𝑌 = 𝐴̅

𝑌[1 − 𝑐 (1 − 𝑡) + 𝑚] = 𝐴̅

Por lo que el nuevo ingreso de equilibrio estará dado por:

1
𝑌𝑒 = 1−𝑐(1−𝑡)+𝑚 𝐴̅,

1
donde ∝= es el nuevo multiplicador de la economía en el caso de economía abierta
1−𝑐(1−𝑡)+𝑚
con sector gobierno, y 𝐴̅ es el gasto agregado autónomo (en este caso, 𝐴̅ = C
̅ − 𝑐𝑇̅ + 𝑐𝑇𝑅
̅̅̅̅ + 𝐼 ̅ +
𝐺̅ + 𝑋̅ − 𝑀).

262
Derivación matemática del equilibrio entre filtraciones y gastos compensatorios
S+ T+M-TR =I+G+X

(-C̅+sYd)+ (T+tY)+M+mY =I̅+G+X+TR


̅̅̅̅

[-C̅+(1-c)Yd]+ (T+tY)+M+mY =I̅+G+X+TR


̅̅̅̅

[-C̅+(1-c)(Y-T+TR) ]+ (T+tY)+M+mY =I̅+G+X+TR


̅̅̅̅

[-C̅+(1-c)(Y-T-tY+TR) ]+ (T+tY)+M+mY =I̅+G+X+TR


̅̅̅̅

(-C̅+(Y-T-tY+TR)-c(Y-T-tY+TR)+ (T+tY)+M+mY =I̅+G+X+TR


̅̅̅̅

(-C̅+(Y-T-tY+TR)-c(Y-T-tY+TR)+ (T+tY)+M+mY =I̅+G+X+TR


̅̅̅̅

(-C̅+(Y-T-tY+TR)-c(Y-T-tY+TR)+ (T+tY-TR
̅̅̅̅)+M+mY =I̅+G+X

-C̅+Y-c(Y-T-tY+TR)+M+mY =I̅+G+X

̅̅̅̅) +mY =C̅+ I̅+G+X-M


+Y-c(Y-T-tY+TR

̅̅̅̅+mY =C̅+I̅+G+X-M
+Y-cY+cT+ctY-cTR

+Y-cY +ctY +mY =C̅+I̅+G+X − M-cT +cTR


̅̅̅̅

Y[1-c(1-t)+m] =C̅+I̅+G+X-M-cT +cTR


̅̅̅̅

C+I̅+G+X−M−cT +cTR
̅̅̅̅
Ye =
1−𝑐(1−𝑡)+𝑚
𝟏
𝐘𝐞 = 𝟏−𝒄(𝟏−𝒕)+𝒎 𝑨.

12.4. Cambios en el ingreso de equilibrio


De la expresión anterior, se puede desprender, fácilmente y con claridad, que un aumento en las
exportaciones autónomas 𝑿 repercutirá en un aumento en el nivel de ingreso de equilibrio (en la
fórmula se presenta un aumento en el numerador y, de allí, un aumento en el cociente).
Analíticamente, 𝑌 =∝ 𝐴̅, y reemplazando el cambio en el gasto agregado autónomo por la suma
de los cambios de sus componentes, se tiene que:

𝑌 =∝ [C̅ + 𝐼 ̅ + 𝐺̅ + 𝑋̅ − 𝑀 − (𝑐𝑇̅) + (𝑐𝑇𝑅


̅̅̅̅)] y siendo que, en este caso, sólo varían
las exportaciones, se tiene que Y =∝ X.

A su vez, un incremento en la preferencia por importar (o propensión marginal a importar, m)


llevará a una caída en el nivel de ingreso de equilibrio (en la fórmula, se da un aumento en el

263
denominador y, por tanto, una caída en el cociente). Analíticamente, podemos derivarlo acorde al
Recuadro 10.1 pensando que ahora lo que disminuye9 es ∝, por lo que  Y = A  ∝.

12.5. Cambios en la balanza comercial

12.5.1. Efectos sobre la balanza comercial de cambios en las importaciones


autónomas
Ahora, se analizará qué sucede con la balanza comercial del país cuando hay modificaciones en las
importaciones autónomas. Es decir, qué sucede si se modifican las importaciones que no dependen
del nivel de ingreso (𝑀).

Razonando con el Recuadro 10.1, a partir del ingreso de equilibrio: 𝑌 =∝ 𝐴̅, y recordando que el
multiplicador es una constante dado que no están cambiando ninguno de sus determinantes, 𝑌 =
∝ 𝐴̅, y reemplazando al cambio en el gasto agregado autónomo por la suma de los cambios de
sus componentes, se tiene que: 𝑌 =∝ [C ̅ + 𝐼 ̅ + 𝐺̅ + 𝑋̅ − 𝑀 − (𝑐𝑇̅) + (𝑐𝑇𝑅
̅̅̅̅)] y siendo
que en este caso sólo varían las importaciones autónomas, se tiene que 𝑌 =∝ (−𝑀).

Teniendo en cuenta que la Balanza comercial es igual a 𝐵𝐶 = 𝑋̅ − 𝑀 − 𝑚𝑌, se tiene que el cambio
total en la misma es igual a: 𝐵𝐶 = 𝑋̅ − 𝑀 − 𝑚𝑌, por lo que cuando cambian las importaciones
(𝑋̅ = 0), el cambio en la balanza comercial es igual a:

𝐵𝐶 = −𝑀 − 𝑚𝑌.

Aun cuando la propensión marginal a importar 𝑚 no está cambiando, pero el nivel de ingreso
siempre que cambie algún determinante sí cambiará, por lo que se debe reemplazar 𝑌 por su
igual cuando cambian las importaciones,

𝐵𝐶 = −𝑀 − 𝑚 ∝ (−𝑀).

O lo que es lo mismo, 𝐵𝐶 = −𝑀 + 𝑚 ∝ 𝑀. Operando, 𝐵𝐶 = 𝑀 (𝑚 ∝ −1)0, debido a que
𝑚 ∝1; lo que implica que cuando aumentan las importaciones autónomas, la balanza comercial
empeora.

12.5.2. Efectos sobre la balanza comercial de un cambio en las exportaciones


autónomas
Ahora se analiza cómo cambia la balanza comercial 𝐵𝐶 = 𝑋̅ − 𝑀 − 𝑚𝑌 cuando sólo están
cambiando las exportaciones autónomas mientras que las importaciones autónomas no varían
(𝑋̅ = 0 ) por lo que 𝐵𝐶 = 𝑋̅ − 𝑚𝑌.

Como ya se ha derivado cómo cambia el nivel de ingreso cuando cambian las exportaciones, se
puede reemplazar el cambio en el nivel de ingreso por su igual 𝑌 =∝ (𝑋̅), resulta que el cambio
en la balanza comercial es igual a:

𝐵𝐶 = 𝑋̅ − 𝑚 ∝ 𝑋̅.

9
A los efectos del Recuadro 10.1, ∝ se comporta como variable en tanto que A como no cambia, se comporta
como constante.

264
También en este caso se puede reformular como: 𝐵𝐶 = 𝑋̅ (1 − 𝑚 ∝) > 0 debido a que 𝑚 ∝1;
lo que implica que cuando aumentan las exportaciones autónomas, la balanza comercial mejora.

13. Palabras de cierre del capítulo


Hemos presentado una serie de conceptos, tales como ciclo o fluctuación, fases, etc. Se ha
dado un vistazo a las teorías iniciales de los ciclos económicas (Juglar, Kondratieff, etc); y,
fundamentalmente, se ha desarrollado un esquema analítico (gráfico y formal) introductorio para el
modelo keynesiano sencillo (o simple), que responde a la versión original de Keynes en su obra la
Teoría General (1936).
Este modelo abrió una escuela de pensamiento y también una manera de hacer política
económica. Pensamiento y manera de hacer que se discuten todos los días a lo ancho del mundo.
Su principal recomendación fue siempre la presencia de una política activa por parte del Estado
para salir de las fases descendentes de una fluctuación económica. Pero Keynes sostuvo una
política activa contracíclica: es decir, ampliar la presencia del Estado en los períodos de crisis, para
luego reducirla. Pero en el mundo contemporáneo la propuesta se ha cumplido parcialmente: la
actividad estatal aumenta en los momentos críticos… pero también se expande en los períodos de
bonanza. Argentina es un ejemplo muy tangible…, para comprobarlo basta con ver los datos de la
proporción del gasto público sobre el PBI desde 1990 hasta hoy, 2020.
Los conceptos analíticos aquí presentados serán insumos para los capítulos posteriores, en
los cuáles se irá incorporando el mercado monetario y, luego, uniendo el mercado de bienes (o del
producto) presentando aquí, con el mercado monetario del Capítulo 12, llegaremos a la presentación
analítica de la llamada Síntesis Neoclásica o modelo IS/LM (que tiene su origen en el artículo de
John Richard Hicks, “Mr. Keynes y los Clásicos”, publicado en el año 1937) y que aquí será objeto
del Capítulo 13.

Bibliografía
Dornbusch, Rudiger, Stanley Fischer y Richard Start (2014). Macroeconomía. Décima edición.
McGraw-Hill.
Figueras, A.J. (2018). Política Económica y Economía Argentina: dos siglos de debate, Ed.
ACFCE,Córdoba.
Mochón, Francisco (2005). Principios de economía. McGraw-Hill.

265
Ejercicios
1. De una economía se conocen los siguientes datos:
C= 80+0.6Yd T = 30
𝐼 ̅ =20 𝐺̅ =40

a) Calcule el ingreso de equilibrio


b) Calcule la variación de existencias para un ingreso de 350
c) ¿Cuánto debería aumentar el gasto público para lograr un aumento de 100 en el ingreso de
equilibrio?
d) Si el ingreso observado es de 150, ¿Cuál sería su predicción sobre el nivel de actividad
futuro? ¿Qué debe hacer el gobierno para que se alcance el equilibrio?

2. Dada una economía hipotética con la información de la tabla:


C̅ = 600 T = 90 + 0,1 Y
I̅ = 200 X = 300
G= 400 M = 100+0,2 Y
PmgC = c = 0,7

Se pide:
a) Calcule el gasto agregado autónomo (GAo), el multiplicador para esta economía y el nivel
de ingreso de equilibrio (Ye).
b) Calcule el superávit o déficit del gobierno para el ingreso de equilibrio.
c) Se sabe que el gobierno quiere aumentar el ingreso en 500. ¿En cuánto debe variar el gasto
del gobierno para lograr el objetivo? Grafique.

3. Dada una economía hipotética con la información de la tabla, se pide:


𝐶̅ = 700 T = 90 + 0,2 Y
𝐼 ̅ =250 𝑋̅ = 200
𝐺̅ = 100 M = 150+0,20 Y
PmgC = c = 0,65

a) Calcule el ingreso de equilibrio y el multiplicador para esta economía


b) Calcule el superávit o déficit del gobierno para el ingreso de equilibrio
c) Si el ingreso es de 500 ¿Cuál es la variación de existencias?
d) Teniendo en cuenta el YE calculado en el punto a) ¿en cuánto debería variar el gasto del
gobierno si desea alcanzar el Ype, que es de 2000?

4. Tenga en cuenta la siguiente información en el mercado del producto:


C = 500 + 0.8 Yd; donde Yd= Y -T; 𝐼 ̅ = 200; 𝐺̅ = 100; T= 100 + 0.10 Y; 𝑋̅ = 200; M = 0.12 Y

a) Obtenga algebraicamente el nivel de ingreso de equilibrio y grafique. Obtenga el saldo de


balanza comercial.
b) Si incrementa la inversión en 50; ¿Cómo se modifica el ingreso de equilibrio? Calcule el
nuevo saldo de balanza comercial (SBC). Grafique en el gráfico del inciso (a).
c) Partiendo de la situación inicial de equilibrio (inciso (a)). Si el nuevo nivel de ingreso de
equilibrio es 2000 ¿en cuánto debe haber modificado los impuestos autónomos el gobierno
para llegar a este nuevo nivel? Calcule el Resultado Fiscal del Gobierno para el nuevo
ingreso de equilibrio.

266
5. Dada una economía hipotética con la información de la tabla:

𝐶̅ = 600 T = 85 + 0.2 Y
𝐼 ̅ = 150 𝑋̅ = 260
𝐺̅ = 200 M = 100+0,10 Y
PmgC = c = 0,8

Se pide:
a) Calcule el ingreso de equilibrio y el multiplicador para esta economía
b) Calcule el superávit o déficit del gobierno para el ingreso de equilibrio
c) Si el ingreso es de 3.000 ¿Cuál es la variación de existencias?
d) Calcule el resultado de la balanza comercial para el ingreso de equilibrio
e) Teniendo en cuenta el YE calculado en el punto b) ¿en cuánto debería variar el gasto del
gobierno si desea alcanzar el Ype, que es de 3.200?

267
268
CAPÍTULO 11

El Mercado Monetario (1)


Alberto José Figueras
La política monetaria, como toda política económica, para ser implementada eficazmente
debe fundarse en el estudio de las condiciones de la oferta y de la demanda (en este caso de
dinero); pero con la particularidad que, en ciertas circunstancias, las condiciones de la oferta
(generada directa o indirectamente por la Autoridad Monetaria (AM) sigue pasivamente los
dictados de la demanda (modelo de dinero pasivo); y; en otras ocasiones, asume totalmente la
iniciativa (modelo de dinero activo). De allí que comencemos este breve ensayo con reflexiones
sobre la demanda de dinero.

I. LA DEMANDA DE DINERO
Existen dos grandes visiones del problema: la monetarista y la keynesiana. Aquí, trataremos
de dar una presentación ecléctica, aunque es necesario tener presente que según el enfoque que
tengamos, será nuestra idea de la política económica. Los estudiosos del problema han
desarrollado una gama de hipótesis acerca de los motivos que llevan a la gente a “retener dinero
líquido”, o sea demandar dinero.

DIFERENTES CAUSAS PARA LA DEMANDA DE DINERO


Antes de la Gran Depresión de 1929, los neoclásicos insistían en la necesidad de
retener dinero con motivo de las transacciones (o intercambios) que se realizaban. La teoría
cuantitativa no es otra cosa que una teoría de la demanda de dinero desde un punto de vista
“macroeconómico” (la demanda nominal de dinero es proporcional al nivel del ingreso nominal:
Md = k*P*y)(2).
Durante los años treinta, y bajo la influencia de Keynes, la atención se desplazó hacia
el motivo de especulación, es decir el beneficio de retener dinero en espera de una baja del
precio de otro activo que interesaría potencialmente adquirir. El énfasis en este componente
especulativo de la demanda de dinero surgió como una interpretación de la influencia del riesgo
por pérdidas de capital en activos financieros no monetarios como causa del drástico descenso
de la velocidad de circulación en los años treinta (o sea, ascenso de la demanda de dinero).
Además de estas causales, desde los años ’70 particularmente los economistas de la Escuela
Monetarista, han trabajado el motivo de precaución.

Integrando todo el conjunto de ideas sobre el tema, sencillamente podemos decir que la
demanda real de dinero (o, como se dice en la jerga, demanda de “saldos reales” o de “saldos
líquidos reales”) depende de los siguientes determinantes:
a) Ingreso Nacional;
b) el tipo de interés (o costo de oportunidad de no aplicar el dinero en otros activos
financieros; p.ej. un depósito en el banco);

1
Este capítulo reconoce como antecedente el artículo “Política Monetaria en la Globalización”, en “Política
Económica y Economía Argentina. Dos siglos de debate” (pags. 244/253), de A. J. Figueras, Córdoba, 2018.

2
Siendo “P” el nivel de precios, “y” el ingreso nacional y “k” la proporción que los agentes consideran
conveniente mantener en dinero líquido.

269
c) la riqueza (que es el stock disponible de recursos a distribuir entre las distintas
colocaciones posibles);
Si ahora pensamos en la demanda nominal, debemos incorporar como un factor más al
nivel de precios. De modo que funcionalmente podemos escribir:

Md = f { Y (+) ; r (-) ; W (+) } * P (+)

Los signos entre paréntesis indican si la relación entre la Md y el determinante respectivo es


directa (+) o inversa (-). Así, una mayor tasa de interés (es decir, un mayor costo de oportunidad
por mantener el dinero en líquido) dará lugar a una menor demanda de dinero; ; mientras que
cuando mayor sea el nivel de precios (P), mayor será la demanda de dinero. Por otro lado, un
mayor nivel de Ingreso Nacional o de Riqueza implica una mayor demanda de dinero.

Si realizamos una gráfica de la curva de demanda de dinero en un sistema de


coordenadas, colocando en la ordenada la tasa de interés y en la abscisa la cantidad demandada
de dinero, esta curva de demanda de dinero tendría una pendiente negativa (descendente, pues
a mayor tasa, por la presencia de un mayor costo de oportunidad, se demandará menos dinero
líquido). Y la ubicación de la curva en el espacio de coordenadas dependerá del nivel de los
parámetros. Si el nivel de ingreso o el nivel de riqueza crece, la curva se desplazará hacia la
derecha y hacia arriba; ya que crece la demanda de dinero líquido.

II. OFERTA DE DINERO


La Política Monetaria parte de la Base Monetaria; o sea la suma de monedas y billetes
circulando fuera del Banco Central. La importancia de la Base Monetaria es evidente ya que es
con ella que se inicia el proceso de creación o absorción del dinero. Por tanto, es la clave de la
política monetaria. Veamos en un sencillo esquema el Balance del Banco Central de la República
Argentina.

270
De acuerdo al esquema contable anterior, cuando el Banco Central presta al sector
público (ingresan títulos públicos por las llamadas operaciones de mercado abierto), financiando
los excesos de gastos fiscales sobre ingresos fiscales (déficit fiscal), expande la Base Monetaria.
Otro tanto acontece cuando aumentan las Reservas, o realiza préstamos a los bancos del Sistema
Financiero (realizando las operaciones llamadas de redescuento). En el antiguo esquema de
Convertibilidad, la Base Monetaria sólo podía crecer por aumento de las Reservas, ya que en caso
de “convertibilidad” se requiere un respaldo de divisas para realizar emisión.
En enero de 1997, por primera vez en nuestra historia, el nivel de Reservas superó los
20.000 millones de dólares, equivalente a aproximadamente ocho meses de importaciones. Debe
señalarse que el aumento en el volumen de reservas es una tendencia mundial. Así a fines
de los ’90, Brasil tenía un nivel de reservas como para cubrir 11 meses de importaciones, Japón
seis, Alemania dos meses. De tal modo, que a principios del siglo XXI, la relación de reservas
contra el valor anual del comercio mundial alcanzaba al 26 % (Reservas/Importaciones anuales),
en los ‘70 cubría el 14 %, y en los ‘80, el 19 %. Esto es, quizás, una respuesta a la volatilidad de
los mercados financieros, que se profundizó cada vez más desde los tiempos de los llamados
petrodólares, en los ‘70.
Ahora bien, retornando a la línea expositiva, como dijimos, la Base Monetaria es el
“puntapié inicial” del proceso, pero es la oferta monetaria la que juega como determinante
final de la liquidez en el mercado financiero. Y, entre Base Monetaria y Oferta Monetaria
encontramos como intermediario la presencia del llamado multiplicador bancario del
dinero. Este es una consecuencia de que los bancos no guardan en caja todo lo que se deposita
en ellos sino que mantienen en su poder solamente una fracción (la reserva) y prestan el resto.
Creando de tal manera dinero bancario(3).
Existen distintas definiciones de dinero (por ejemplo, “medios de pago” o M1; o “recursos
monetarios” o M2), y aunque vinculadas en su evolución, las distintas definiciones de dinero no se
mueven en estricto paralelo, sino que responden a los tipos de interés de los depósitos en los
bancos. Y a su vez, cuentan con diferentes valores para su multiplicadores(4).
Veamos una formulación del multiplicador (aunque no será en su presentación habitual).
Llamaremos BM a la base monetaria; C al circulante en manos del público no bancario; R a las
reservas del sistema, D a los depósitos (T: totales; cc: en cuenta corriente; ca en caja de ahorro); y
consideraremos tres niveles de oferta monetaria.

M1 =C + Dcc; es la versión más líquida y se la denomina también “medios de pago”


M2 = C + Dcc + Dca; a esta definición de oferta monetaria también se la denomina “recursos
monetarios”
M3 = C + Dcc + Dca + Dep. a plazo fijo + Dep. en entidades extrabancarias; o de otro modo:

M3 = C + Dep. Totales

3
Las Reservas precautorias de los Bancos Comerciales tienen por fin cubrir los retiros de los depositantes
en un giro normal de los negocios… pero cuando se produce un pánico; y, por ende, un comportamiento
masivo de corrida (en manada) nunca serán suficientes (precisamente por el multiplicador bancario).

4
Por ejemplo, en marzo de 1991, el multiplicador era 1,70 para M2; y en abril de 1992 era 1,74; mientras
en abril de 1997 llegaba a 3,16. Por su parte, para M3 el multiplicador resultó 2,08 en abril de 1994 y 3,25
en abril de 1997.

271
A esta última definición, se la conoce como “total de activos del sistema financiero” o
“total de agregados monetarios”. Trabajaremos ahora para alcanzar, el multiplicador bancario de
los “recursos monetarios”. Es decir, M2. Partimos de la definición de M2 recién presentada:

Donde .
Supongamos que el circulante (C) es una proporción constante (c) respecto del total de
recursos monetarios; esto es . Utilizando estos en la definición de recursos monetarios
tendremos:

Despejando D,

Supongamos ahora una tasa de requerimientos de liquidez única para todos los depósitos
que llamaremos r, de manera que las reservas totales se definen como R=rD. Así, podemos
expresar a la Base Monetaria como:

Utilizando la definición de D recién encontrada, nos queda:

Despejando, llegamos a la siguiente expresión para :

Siendo la expresión entre llaves el multiplicador bancario(m), que refleja la “creación” de dinero
bancario. Su inspección algebraica nos permite señalar que:
a) Si suben los requerimientos de liquidez (o las reservas técnicas) de los bancos
(representado por “r”), el multiplicador baja y cae M2.
b) Si crece la preferencia de la gente por mantener liquidez (representada por “c”), en vez
de depósitos, cae también el multiplicador y con él la oferta monetaria.

IMPORTANTE  Si bien presentamos el multiplicador para M2, conceptualmente es lo mismo


para el multiplicador de M1. Lo importante no es la derivación matemática sino el concepto que
encierra: la creación de dinero bancario

Vemos en la Figura I que, si sube la BM, crece la oferta (punto E’, definido por BM’, M’); si
cae el multiplicador, se reduce la oferta monetaria (punto E”, definido por m’, M”). Entonces,
resumidamente  M = m * BM Desde ya, que si la oferta monetaria sube, la tasa de interés
bajará y subirá la inversión (serán mayores los proyectos rentables) y con ella el nivel de actividad
(PBI).

272
Sin embargo, toda esta mecánica no es independiente del marco institucional.
Debiendo distinguirse si estamos en economías abiertas o cerradas, con tipo de cambio libre o tipo
de cambio fijo.
 En una economía cerrada (o bien, con tipo de cambio flotante o tipo de cambio libre), la
BM es determinada exógenamente por la autoridad monetaria. En este caso el multiplicador y
la BM son independientes. Estamos ante lo que se conoce como un modelo de dinero “activo”;
y es el único que trabajaremos en este texto.
Recordemos que la cantidad de dinero, u oferta, es (C + D); y será finalmente
determinada por la interacción de la Base Monetaria, y la demanda de Base Monetaria [que
es función de las preferencias del público por liquidez (c) y las “preferencias” de los bancos (r); en
una palabra: el multiplicador bancario].

AMPLIACIONES MÁS ALLÁ DEL CASO PRESENTADO


 Pero en economías pequeñas, abiertas y con tipo de cambio fijo, la BM es finalmente
“endógena” al sistema; y la oferta de dinero es determinada por la demanda de Base
Monetaria. Aquí el eslabón entre la BM y la oferta de dinero es la conducta o preferencia del
público y de los bancos. Cualquier cambio del Banco Central (BC) sobre el nivel de créditos
internos (nivel de títulos públicos, o bien de redescuento), puede verse compensado por
movimientos en las Reservas Internacionales. Así, suponiendo en la gente una situación de
preferencia constante en la proporción entre circulante y depósitos, cuando el Banco Central
emite contra Crédito Interno, el exceso de oferta de BM respecto de la demanda de BM,
hará que el público compre divisas al BC; éste, al entregarlas, absorberá dinero hasta
equilibrar oferta y demanda de divisas. Con lo cual, a pesar de su intento, finalizó obrando
pasivamente, pues no controla el volumen de reservas: es iniciativa del público comprar o
vender a la paridad fijada por el BC (contrayendo o expandiendo la BM y, por ende, la oferta
monetaria)(5). Se dice que estamos ante un modelo de dinero pasivo.
Las dos combinaciones pueden verse en el cuadro adjunto:

5
Entonces, resumiendo, para el caso de una economía pequeña, abierta y con tipo de cambio fijo (como
Argentina bajo el régimen de convertibilidad), la oferta de dinero está determinada por la demanda de BM;
y los desequilibrios (ceteris paribus el proceso del multiplicador) se resolverán por cambios en la BM. Es
decir, si existe un nivel dado de Crédito Interno (Crédito al Sector Público y Préstamos a los Bancos), el
ajuste se produce vía modificaciones en las Reservas.

273
Economía Cerrada Economía Abierta

Tipo de Cambio Libre Modelo de Dinero ACTIVO

Tipo de Cambio Fijo Modelo de Dinero PASIVO

Por la mecánica que acabamos de reseñar, en una “crisis”, cuando la gente


desconfía de la moneda local, si estamos bajo tipo de cambio fijo en una economía
abierta, es muy difícil expandir la BM por el rechazo a la tenencia de dinero doméstico (la
gente confía en la moneda extranjera para resguardar sus ahorros).
Por otro lado, también en una “crisis, sea bajo economía abierta o cerrada, tipo de
cambio fijo o libre, los préstamos del Banco Central a los Bancos Comerciales (llamado,
una vez más lo señalamos, redescuento) se realizan con respaldo de cartera de los
préstamos que han otorgado. El llamado “colateral”. Esto torna difícil expandir la BM por
redescuento pues las carteras comerciales de los bancos del sistema valen menos, y por tanto,
pueden avalar un menor nivel de crédito del Banco Central a los bancos del sistema.

III. INSTRUMENTOS DE POLÍTICA MONETARIA


Los instrumentos de política monetaria resultan aquéllos que controla directamente la
autoridad monetaria. Cualquier acción de control monetario tiene efectos sobre el volumen de
activos financieros (efecto liquidez) y sobre su rentabilidad (efecto rendimiento).
La teoría señala que, aparte de otros instrumentos secundarios (como el control selectivo de
crédito o garantía a los depósitos, etc), la política monetaria (que no es sino una categoría dentro
de las llamadas “políticas demanda”) cuenta con tres instrumentos:
En resumen, la política del Banco Central se da a través de tres instrumentos:
 Operaciones de Crédito al sistema bancario (o sea, préstamos a los bancos,
como figura en el Balance del Banco Central que presentamos páginas antes)
 Operaciones de Títulos (compra y vender títulos públicos; es decir, crédito o
préstamos al Estado)
 Coeficientes de liquidez o Requerimientos de encaje (dicho de otro modo, nivel
de las Reservas Obligatorias)

INSTRUMENTOS DE POLÍTICA MONETARIA EN DETALLE


A) Operaciones de Créditos al sistema bancario (habitualmente denominado
redescuento), que son de préstamos del BC al conjunto del sistema. Tiene dos opciones:
a.1) fijar un volumen a redescontar;
a.2) o bien fijar una tasa de redescuento; y a esta tasa el Banco Central está
dispuesto a atender todos los pedidos (Arnaudo, 1972).
B) Operaciones de mercado abierto, que consiste en la compra y venta de títulos de la
deuda pública por parte del BC con el propósito de regular la oferta monetaria. En el caso
argentino, en este momento, el BCRA emite dinero para prestar al Tesoro Nacional, y cubrir el
Déficit Fiscal. Esto genera presión inflacionaria. De allí que para absorber parte de ese poder
de compra, provisto por la emisión, emita títulos a interés (en el vocabulario técnico se
dice que “esteriliza” al absorber parte del dinero emitido), por ejemplo, los hasta hace poco

274
famosos títulos llamados Lebac (Letras del Banco Central), dejados de usar en diciembre
2018. Como un ejemplo, en enero 2015, al tipo de cambio oficial, entonces de 8,5$, la deuda
acumulada en el Central era de 34.000 millones de dólares (superior a las reservas totales, que
llegaban a unos 31.000 millones en enero 2015). Una situación similar se vivía en 2017.
C) Fijar coeficientes de liquidez o “encaje” (de caja o efectivos mínimos), que son las
relaciones establecidas por la autoridad monetaria entre los pasivos de las entidades y los
importes que deben mantener en efectivo (Arnaudo, 1972).

El instrumento a utilizar en cada caso depende las circunstancias y del objetivo (en
definitiva de la “estrategia” de política monetaria a seguir). Por ejemplo, siendo la meta estabilizar
el nivel de producto de equilibrio, si la demanda de dinero es inestable, la Autoridad Monetaria
debería considerar al tipo de interés como variable objetivo (y no la cantidad de dinero) dada su
mayor eficacia para estabilizar el nivel de ingreso (para un análisis gráfico más amplio,
Cfr.Dornbusch & Fischer,1992, Cap. 11).

“ESTRATEGIAS” DE POLÍTICA MONETARIA


Así es de señalar que las “estrategias” de Política Monetaria pueden ser diversas,
pudiendo citarse al menos cinco alternativas:
 Estrategia basada en la cantidad de dinero
 Estrategia basada en el tipo de cambio
 Estrategia basada en la tasa de interés
 Estrategia basada en “metas de inflación”
 La discrecionalidad como “estrategia” (utilizada por la Reserva Federal, o “Banco
Central” de Estados Unidos)

IV. HISTORIA DEL BANCO CENTRAL


El primer banco central fue el Riksbank de Suecia, creado en 1668 (fue precisamente su
tricentenario, lo que motivó la institución del premio Nobel en economía, bajo la idea de Per
Asbring, presidente del Sveriges Riksbank), seguido por el Banco de Inglaterra en 1694, el Banco
de Francia en 1800, y el Reichsbank (hoy Bundesbank) en 1875. Todos ellos siguieron finalmente
el modelo institucional y funcional del Banco de Inglaterra.
Iniciado el siglo XX, al generalizarse el dinero fiduciario (y desaparecer la restricción que la
necesidad de metal ponía “de hecho” a las acuñaciones de antaño), comienza a agigantarse la
necesidad básica de contar con una banca central, como ente rector, que proteja el valor de la
moneda. Comienza así un largo debate acerca de la conveniencia de contar con una institución
tal.
En Suiza, en 1907, se crea la Banca Nacional de Suiza con funciones de agencia central.
En EE.UU, mientras tanto, el pánico financiero de 1907, termina por decidir la constitución del
Federal Reserve System en 1913. Hoy las decisiones de esta entidad y del Banco Central europeo
marcan el ritmo de los mercados internacionales (financieros y reales).
En nuestro país, se sucedieron desde 1917 proyectos legislativos (y estudios de
comisiones, creadas al efecto) para transformar la vieja Caja de Conversión (de 1890) en un
Banco Central. Pero recién en 1935, el 28 de marzo, por Ley 12155 nacía el BCRA.

275
Nuestro Banco Central se constituyó a partir del proyecto elaborado por los seis
expertos británicos, presididos por el Director del Banco de Inglaterra Sir Otto Niemeyer,
que habían sido convocados por el Ministro de Hacienda Federico Pinedo, un par de años antes,
para estudiar nuestras finanzas y recomendar en consecuencia. La diferencia más importante
entre el Informe Niemeyer y la Carta Orgánica del BCRA fue su creación como un ente mixto, en
donde el Poder Ejecutivo elegía al Presidente. La recomendación originaria apuntaba, tal como en
el Banco de Inglaterra, a una sociedad anónima privada (propiedad de los banqueros, y con
ausencia expresa del Estado).

EL FAMOSO TRILEMA DE OBJETIVOS MONETARIOS


En política monetaria se suelen buscar ambiciosamente tres objetivos: estabilidad cambiaria
(TC fijo), autonomía monetaria y apertura financiera (movilidad de capitales). El fin del
primero es “anclar” precios. El segundo pretende manejar tasas de interés; y el tercero integrar
el mercado de capitales. Pero el triple objetivo es una ambición frustrada. Robert Mundell (Nobel
1999) y J.M. Fleming demostraron que es un trilema (no un dilema pues aquí son tres los
términos): sólo es posible alcanzar dos de esos objetivos a la vez. Bajo el kirchenrismo se tuvo
independencia monetaria (para monetizar sus déficits fiscales) y TC fijo (pese a ello, la inflación
fue alta), pero se tenía que renunciar a la integración financiera al mundo. Bajo la administración
de Prat Gay, se pretende independencia monetaria e integración financiera, pero, como
contrapartida no queda sino dejar libre el tipo de cambio (con lo que se cede un ancla de
precios, aunque en teoría se amortiguarían los problemas de comercio exterior).

IV.1. DISTINTOS REGÍMENES EN EL BCRA


Aquella versión de banca central mixta, con mayoría privada, fue abandonada en
marzo de 1946, a través de varios decretos leyes del gobierno de facto de entonces. Por
Decreto Ley 8503/46 se nacionalizó el BCRA, pasando a depender del Ministerio de Finanzas.
Además, por Dec. Ley 11554/46 se estableció el control centralizado de los depósitos y de
los préstamos del sistema. Esto significaba que todos los depósitos eran registrados a nombre
del BCRA; y los distintos bancos quedaban solamente como mandatarios del Central. A su vez,
tampoco podían definir sus políticas de préstamos sino que estas eran privativas del Estado, por
medio de su entidad autárquica, el BCRA.

El esquema orgánico BCRA y del Sistema Bancario imperante desde 1946 hasta
principios de los años 90 dio lugar, aunque con distintos acento según los períodos del BCRA, a:
(i) políticas monetarias expansionistas, bajo la influencia de ideas keynesianas (y también
populistas, sin mayor apoyo técnico).
(ii) deterioro de las preferencias por el ahorro, por parte de los agentes superavitarios,
ante la presencia de tasas pasivas negativas (hasta la reforma de 1977)
(iii) pésima asignación de recursos por la presencia de tasas activas negativas (hasta la
reforma de 1977) (ver capítulo Sector Manufacturero).

NIVEL ÓPTIMO DE RESERVAS


El nivel óptimo de Reservas del Bco. Central depende de las políticas (cambiaria, monetaria y fiscal)
vigentes. Podría decirse que, ceteris paribus, cuanto más libre sea el tipo de cambio menor será
el nivel óptimo de reservas del Central, pues existen menores expectativas de bruscos cambios en
el TCN (que el BC tiende a frenar con sus reservas de divisas).

El esquema de dependencia funcional del BCRA continuó, como dijimos, hasta


setiembre de 1992. En esa fecha se estableció una nueva modalidad de independencia del Banco
Central. Primeramente ejerció la presidencia el Dr. Pedro Pou Canet. Luego de otros presidentes,

276
asumió en este presunto período de independencia A. Prat Gay, pero en septiembre del 2004
también fue desplazado, nombrándose a M. Redrado. M. Redrado fue así el 55° presidente desde
que Ernesto Bosch iniciara la serie en 1935. Como muestra de la inestabilidad argentina, si se
excluyen los 10 años de la presidencia de E. Bosch, hasta M. Redrado la permanencia promedio
en el cargo era de solamente 13 meses. En 2012, se estableció una nueva Carta Orgánica (nuevo
régimen) en el Central que se aproximó más al existente entre 1946 y 1955, con gran dependencia
del BCRA de los planes económicos del Ministerio de Economía. Esto explica las políticas
monetarias expansivas, centralmente como consecuencia del financiamiento del déficit público vía
créditos al Gobierno.

UNA BANCA “FEDERAL”


Cabe mencionar que se levantan críticas en otros aspectos, por ejemplo el ex director del Banco de
Córdoba, Ramón Frediani, ha bregado insistentemente por una organización federal de la banca
al estilo norteamericano, italiano o alemán, arguyendo que esto regionalizaría las decisiones en
materia de crédito, encajes, etc. evitando la excesiva concentración en el ‘nodo” capitalino (p.ej., en
1989, la Capital Federal participaba del 49 % de los depósitos..., pero del 68% de los préstamos,
recibiendo un “excedente de fondos prestables” de 19%, una concentración incluso mayor que la del
propio aparato productivo, lo que ya es mucho decir).

V. EL MERCADO FINANCIERO: EL ENCUENTRO DE OFERTA Y DEMANDA


DE DINERO
Figura II

Nota de Lectura Figura II: (Mo), eme sub “O” significa Oferta Monetaria; (Md) eme sub “D”, significa Demanda
Monetaria; y “r” es aquí la nomenclatura de tasa de interés.

Como en todos los mercados, el mercado financiero es el encuentro de una oferta (Mo) y
una demanda Md), que en equilibrio determinan un precio, que en este caso recibe el nombre
específico de tasa de interés. Aquí la designaremos r (tasa real) o bien i (tasa nominal)(6). En el
modelo que manejamos en este texto es indistinto, pues no hay cambios de precios; y, por tanto,
la tasa de interés real es igual a la tasa nominal (en símbolos: r = i).
Si suponemos una oferta perfectamente inelástica a la tasa de interés (una Mo vertical) y
una demanda de dinero con pendiente negativa (Md) que definen una situación de equilibrio inicial
con tasa ro; y a partir de allí se produce un aumento de la oferta monetaria (como señalamos en

6
Aclaraciones de notación: hemos denominado aquí genéricamente “Mo” a cualquier clase posible de oferta
monetaria (M1,M2, etc.); y con “r” a la tasa de interés (que no hay que confundir con las reservas bancarias que
también hemos representado por r en el tratamiento del multiplicador bancario en el acápite II).

277
Figura I) a M`, entonces, dada la misma demanda de dinero Md, se producirá una caída en la tasa
de interés (r1). Si, en cambio, se da una contracción en la oferta de dinero a M`` (como también
señalamos en Figura I), entonces, si se mantiene la misma demanda de dinero, se dará una suba
en la tasa de interés (r2).

LA DEMANDA DE DINERO
La demanda de dinero en el mercado monetario depende de varios factores, entre ellos, el más
sencillo de comprender y que será útil en un capítulo posterior es el nivel de ingreso. Y dado que la
demanda de dinero y el nivel de ingreso tienen una relación positiva, entonces, si sube el nivel de
ingreso, sube la demanda de dinero. Gráficamente, la curva representada se corre hacia la derecha
(como en la figura de páginas anteriores). Por el contrario, si disminuye el nivel de ingreso, la curva
se correrá hacia la izquierda.

Por supuesto que, si a partir de la situación de equilibrio inicial que señalamos con una
oferta perfectamente inelástica a la tasa de interés (Mo) y una demanda de dinero con pendiente
negativa (Md), que definen la situación de equilibrio inicial con tasa ro, se diera un aumento en la
demanda de dinero (gráficamente la curva Md se corre hacia arriba), por ejemplo por aumentar el
nivel de ingreso, la tasa de interés subirá. Solicitamos al lector que realice por sí mismo el paso
gráfico.

IMPACTO DE UNA BAJA EN LA BASE MONETARIA


El impacto “final” es la caída del PBI. Veamos la cadena de causas. La baja de la BM, ceteris
paribus el valor del multiplicador bancario, implica una reducción de la Oferta Monetaria. Si la Oferta
Monetaria baja, y la Demanda Monetaria permanece sin cambios, la tasa de interés sube. Podemos
adelantar algo que luego verán en el capítulo próximo: la relación entre tasa de interés y nivel de
inversión es inversa (o sea, relación negativa). Esto significa que cuando más alta la tasa de interés
más bajo será el nivel de inversión. Y si el nivel de inversión tiene un cambio negativo, por el efecto
del multiplicador keynesiano, que ya conocemos, el efecto en el PBI será de una reducción
(amplificada por el multiplicador).

VI. EL FUTURO DE LAS POLÍTICAS MONETARIAS


El futuro de las políticas monetarias dependerá de lo que la autoridad monetaria
quiera hacer..., y de lo que pueda hacer. La globalización hace hoy que lo que acontezca en un
centro financiero repercuta de inmediato en otros mercados financieros, y por su vía en el sector
real de bienes y servicios (y en el mercado laboral). Las economías están tan interconectadas
que ya no necesariamente una medida de política económica puede tener sus efectos, ya
que bien puede ser anulada por hechos exógenos al país (intencionados o no).
Por otro lado, es preciso considerar la posibilidad de la presencia de “nuevas formas de
dinero” o dinero digital. Un ejemplo es el bitcoin, un dinero electrónico (creado en 2009) por
quien se hace llamar Satoshi Nakamoto. Pero tras tal seudónimo se esconde un programador (o
varios) experto en criptografía electrónica(7). El bitcoin no es emitido por ninguna autoridad
reconocida sino por las computadoras de los participantes. Cada vez que una de ellas soluciona
un complejo problema matemático según el protocolo informático base se genera (emite) un
bitcoin, que es propiedad del dueño de la computadora que lo emitió. El bitcoin se puede obtener

7
Existen otras criptomonedas, como el Litecoin o el Onecoin, con principios similares. Se dice que en abril
de 2018 habría más de 15.000 criptoactivos (!!!)

278
entonces por esta vía (autoemisión), o también comprándolo contra moneda de curso legal, o bien
vendiendo ciertos productos en la Web (contra bitcoins).
El mercado de este dinero digital se asemeja en cierto grado al de divisas,
respondiendo al juego de oferta y demanda. Hasta ahora ha tenido una gran volatilidad, con
fuertes variaciones en volumen y precio. Por ejemplo, en abril 2011 valía 5 dólares en el mercado
internacional, en junio 30 dólares…, pero en octubre 2011 menos de 10. Allí se mantuvo con leves
oscilaciones hasta que la crisis europea, y restricciones varias, lo convirtieron en refugio de los
ahorros, disparándose en abril de 2013 a 120 dólares (nota en el Blog de Sala-i-Martin, 3/04/13)(8).
Este destacado analista catalán no cree en la fortaleza ni en el futuro del bitcoin como
moneda, por toda una serie de razones atendibles, y alerta acerca de la posibilidad de una
burbuja, que como todas las burbujas financieras, explotará, arruinando a miles de incautos
ahorristas.
Todas estas nuevas modalidades de moneda escapan al manejo habitual de la oferta
monetaria, enmarcada en una geografía política definida. Los Bancos Centrales encontrarán
dificultades múltiples para controlar el volumen de dinero en una economía. Desde que la moneda
fiduciaria se extendió, el dinero ha sido una “moneda crediticia”. Es decir, se ha fundado en
relaciones de crédito. Así, el efectivo de la Base Monetaria es una relación de crédito entre el BC y
la gente; y las Reservas Bancarias son una relación de crédito entre el BC y los Bancos
Comerciales. Además, el dinero de los Bancos Comerciales (los depósitos) constituyen una
relación crediticia entre el banco y sus depositantes. Pero las criptomonedas no sse basan en el
crédito: no son pasivo de ninguna institución; y, por tanto, su naturaleza se asemeja a la del
“dinero mercancía” (que existía en la época de la moneda acuñada, antes del dinero fiduciario)
(Cfr. He, Leckow et alter, 2016)
La crisis del instrumental tradicional recordará las complicaciones que enfrentaron
los gobiernos cuando, en los siglos XVIII y XIX, la moneda acuñada fue reemplazada
paulatinamente por el dinero fiduciario, a la vez que el sistema bancario se extendía y
desarrollaba, dando lugar al multiplicador bancario de la oferta de dinero, que inicialmente escapó
al control de las autoridades. Si en el futuro el dinero de los BC no fuera más la unidad de cuenta
con la que se definen las transacciones sino que las unidades de cuenta fueran las criptomonedas,
entonces la política monetaria del BC será en los hechos poco relevante o directamente
irrelevante(9).Algunos teóricos piensan que una salida sería que los BC emitan dinero digital
propio, para suplementar el efectivo tradicional físico, entrando así en competencia digital con los
criptoactivos (cfr. Don He et alter, 2016)
Si las décadas pasadas tuvieron numerosos desafíos para la teoría (y la política)
económica, los retos de la globalización e informatización (real y monetaria) serán mayúsculos en
el futuro.

8
En mayo de 2015, cada bitcoin valía 250 dólares; en agosto 2016, U$S 565 y el 27/06/18, alcanzó los U$S
5349(!!). Esta criptomoneda arrancó en 2009 con un valor de un centavo de dólar. Es decir, que quien aplicó
en bitcoin, en aquel momento, 10 dólares, en agosto 2018 habría alcanzado un capital de casi 16 millones
(habría ganado un 1.596.000 %). ¡Algo increíble! Lo cual nos hace desconfiar, como Sala-i-Martin, de este
dinero digital privado. Tal vez, en el corto plazo, estemos ante un esquema de Ponzi.

9
Recuerde el lector los problemas económicos que en Argentina surgen de que, en los hechos, se vive en
una economía “bimonetaria”, en la cual los agentes económicos “piensan” en términos de dólares aunque
la unidad de pago en las transacciones sea el peso argentino: ¡resulta imposible, en la práctica, sostener una
suba real del tipo de cambio! Sólo se dan subas nominales, pues casi de inmediato los precios trepan
buscando su antiguo nivel en dólares (es decir, que el tipo de cambio real se mantiene igual).

279
BIBLIOGRAFÍA
 Arnaudo, A. 1972; Economía Monetaria, Mex.
 Dornhush, R. & Fischer, R., 1992; Economía L Bogotá
 Fernández Pol, JE. , 1989; Economía para no economistas, Buenos Aires.
 Fernández, R. y Rodriguez, C., 1982; Inflación y estabilidad, Buenos Aires.
 Figueras, A. J., 2018; Política Económica y Economía Argentina: dos siglos de debate,
ACFCE
 Frediani, R., 1990; Nuevo Sistema de Banca Central, Rev, de Economía 58, Córdoba.
 He, Don; Leckow, R.; Haksar, V., Mancini, T., Jenkinson, N., Kashima, M. Rochon, C.,
Torupe, H., 2016, Virtual Currencies and Beyond: initial considerations, IFM, Washington.
 Podzun de Buraschi, M., 1998; Bancos oficiales y teoría de la elección pública, Actualidad
Económica N° 43, IEF de la UNC.

EJERCITACIÓN

1. La demanda nominal de dinero depende del nivel de ingreso nacional. Verdadero o Falso
2. La demanda real de dinero no depende del nivel general de precios. Verdadero o Falso
3. Dado el multiplicador bancario (m), si se aumenta la BM la oferta monetaria también
aumenta. Grafique para responder. Verdadero o Falso
4. En una economía cerrada, la autoridad monetaria determina la BM. Verdadero o Falso
5. La oferta no depende del llamado multiplicador bancario. Verdadero o Falso
6. Enumere y presente los instrumentos de política monetaria de un Banco Central
7. Dado un mercado monetario en equilibrio (esto es, Mo=Md), se produce un aumento en la
demanda de dinero Md. Pronostique el efecto a través de un análisis gráfico tipo Figura II
8. Dado un mercado monetario en equilibrio (esto es, Mo=Md), se produce un aumento de la
Base Monetaria. Pronostique la cadena de efectos a través de un análisis gráfico tipo
Figura I y Figura II
9. Una caída de la BM genera un aumento en el nivel de PBI. Verdadero o Falso
10. Dado un mercado monetario en equilibrio (esto es, Mo=Md), se produce una caida de la
Demanda Monetaria. Pronostique la cadena de efectos a través de un análisis gráfico tipo
Figura II

280
CAPÍTULO 12

Ampliaciones del Modelo Básico


Sergio Barone

“Las tasas de interés son demasiadas altas por eso la actividad económica no mejora”.
“Para solucionar la recesión actual es necesario que la autoridad monetaria baje las tasas de
interés”. “Es necesaria una reducción de impuestos para salir de la coyuntura actual”. Estas y
otras expresiones similares, por señalar solo algunas, se escuchan periódicamente por parte
de empresarios o de quienes analizan la situación económica, y la política económica tanto en
nuestro país como en el resto del mundo.
¿Existe alguna relación entre el interés y la actividad económica? ¿La autoridad
monetaria o banco central puede afectar la actividad económica en el corto plazo? Estas
preguntas al igual que los comentarios anteriores requieren que desarrollemos un marco
analítico en el cual podamos relacionar tanto el mercado de bienes y servicios como el
mercado monetario.
En este capítulo nos concentraremos en vincular el mercado del producto con el
mercado monetario a través de dos variables económicas, el tipo o tasa de interés y el nivel de
producto. A los fines de su comprensión en primer término nos ocuparemos de analizar la
relación entre la tasa de interés y el gasto de inversión, para luego vincular la tasa de interés y
el ingreso esquematizado gráficamente en la denominada curva IS.
Por otro lado, presentaremos gráficamente la relación existente entre la tasa de interés y
el nivel de producto en el mercado monetario. Veremos que dicha relación es positiva, es decir
que a mayor ingreso mayor es la tasa de interés en el mercado monetario, sintetizado por la
denominada función LM. A los fines de entender la interrelación entre ambos mercados
uniremos ambos esquemas analíticos, en lo que se conoce como el modelo IS-LM. Finalmente
discutiremos los efectos sobre las principales variables macroeconómicas de la política fiscal y
monetaria. Antes de entrar en tema, es importante remarcar que el análisis que se realiza en
este capítulo supone en todo momento que los precios están fijos, es decir no existe variación
en el nivel general de precios, por lo cual un aumento en una variable es tanto un aumento
nominal como real de la misma.

12.1- Mercado del Producto, la IS


12.1.1. La Demanda de Inversión

Las empresas emplean trabajo y capital para producir los bienes y servicios que ofrecen
a la venta. Su objetivo es maximizar los beneficios que obtienen de su actividad. La demanda
de Inversión es la demanda de stock de capital, es decir de las maquinarias y equipos durables
necesarias para la producción.
La Inversión nos relaciona el presente con el futuro. La decisión de las empresas de
aumentar su stock de capital para mejorar su nivel de producción implica que están previendo
que el flujo futuro de ingreso será mayor al flujo futuro de costos durante la vida útil del
proyecto, de suerte tal que la diferencia entre ambos flujos le permita recuperar la inversión y
obtener una ganancia. La inversión es una decisión con incertidumbre, dado que el flujo futuro
de ingresos y costos no es conocido con absoluta precisión en el momento cuando se toma la
decisión de invertir. En este capítulo ignoraremos los problemas asociados a la realización de

281
dichas estimaciones o previsiones sobre los flujos futuros, supondremos que se realizan en un
mundo de perfecta certidumbre, si bien este supuesto nos aleja de la realidad, no afecta a los
principios generales de la teoría de la demanda de inversión.
La decisión de inversión como cualquier decisión económica tiene asociado un costo de
oportunidad, en el caso de la inversión, el costo de oportunidad se puede vincular a lo que
dejamos de ganar por llevar adelante esa inversión. Por caso, un grupo de ingenieros que se
dedican a la música al momento de analizar la conveniencia o no de dicha actividad deberán
comparar la ganancia obtenida en la actividad musical versus las ganancias obtenidas
ejerciendo la actividad de ingenieros, u otra actividad alternativa relevante. Al momento de
decidir llevar adelante una actividad productiva el inversor compara entre un conjunto factible
de actividades que puede llevar adelante y elije aquella que le resulta más rentable.
Para calcular el costo de utilizar el capital en el proceso de producción supongamos, sin
que se produzcan variaciones en los precios, que la empresa financia la compra de capital
pidiendo prestado a un interés r. Un aumento en la tasa de interés desalienta el gasto de
inversión al aumentar su costo de oportunidad, y viceversa cuando el interés disminuye. O
bien, la suba de la tasa de interés hace que existan menos proyectos productivos capaces de
devolver una tasa de ganancia que supere el interés. En otras palabras, en la economía existen
distintos proyectos de inversión para ser llevados adelante, indudablemente los más rentables
o con mayor tasa de ganancia serán los primeros en ser llevados adelante. La tabla 12.1
muestra distintos proyectos de inversión posibles, identificados por las letras A, B y C, tales
como una fábrica de vestidos, una fábrica de botellas o bien una fábrica de mermeladas. La
columna 2 presenta las rentabilidades anuales de cada una de esas actividades productivas,
suponiendo por simplicidad que las tres actividades tienen la misma vida útil y el mismo riesgo.
La columna 3 muestra el gasto en inversión de cada uno de esos proyectos en millones de
pesos.
Supongamos que la tasa de interés que nos cobran por los fondos prestados es del 14%
anual, está claro que sólo el proyecto A es factible y en la economía se invertirían $150
millones, dado que los otros dos proyectos no nos permiten devolver el préstamo. Si el interés
descendiera al 11% tendríamos que tanto los proyectos A como B serían factibles de realizar y
el gasto de inversión en la economía sería de $350. Una disminución de la tasa de interés
aumenta el gasto de inversión, ya que será mayor el número de proyectos rentables.
Finalmente, si el interés fuera inferior al 10% los tres proyectos serían rentables y el gasto de
inversión sería de $425 millones.
Tabla 12.1

Proyecto Rentabilidad Gasto de Inversión


A 16% 150
B 13% 200
C 10% 75

El ejemplo anterior pone de manifiesto a la tasa de interés como un selector de


proyectos rentables, a una tasa de interés del 15% sólo el proyecto A es rentable o conveniente
de llevar adelante. El razonamiento también es válido si pensamos que el gasto en inversión es
financiado con ahorro propio de quienes llevan adelante dichos proyectos, dado que a una tasa
de interés mayor al rendimiento del proyecto, el inversor prefiere mantener sus ahorros en el
banco y no realizar el gasto de inversión.
Gráficamente, podemos presentar la relación entre la tasa de interés y el gasto en
inversión por una línea recta con pendiente negativa como la del Gráfico 12.1. Para una tasa
de interés tal como r1 el gasto de inversión es igual a I1, cuando la tasa de interés disminuye a
r2 el gasto de inversión aumenta a I2, es decir a menor tasa de interés mayor gasto de

282
inversión y viceversa. La demanda de inversión ha sido representada por una línea recta por
simplicidad, pero dicha relación no es necesariamente lineal. Si suponemos que se trata de una
línea recta, podemos suponer que I=Io-I(r), donde Io representa la inversión autónoma
(supongamos, el gasto para mantener el stock de capital) y I(r) representa la inversión que
depende del interés.
Gráfico 12.1

12.2.2- La función IS
La función IS representa las diferentes combinaciones de tasa de interés y nivel de
ingreso para las cuales el mercado del producto se encuentra en equilibrio. La función IS es
una relación de equilibrio, es decir los diferentes puntos sobre la función IS implican que el
gasto planeado es igual a la oferta planeada. La función IS presenta una relación inversa entre
la tasa de interés y el nivel de producto, una disminución de la tasa de interés trae asociada un
aumento en el nivel de actividad como resultado de un aumento en el gasto de inversión que
expande el gasto o demanda planeada de la economía.
La función IS pone el acento en la relación entre la tasa de interés y el nivel de actividad.
En la sección anterior hemos visto que la inversión está relacionada con la tasa de interés de
manera inversa. La función IS toma en consideración este aspecto. En el Gráfico 12.2 vemos
de qué manera modificamos el equilibrio del mercado del producto para incorporar la relación
entre la tasa de interés y la inversión.
En el panel superior del Gráfico 12.2 representamos el equilibrio del mercado del
producto. La demanda agregada DA1(r1) corresponde a un gasto planeado para un cierto nivel
o valor de la tasa de interés r1, donde e1 representa el punto de equilibrio, y Ye1 nivel de
equilibrio para dicha tasa de interés. Frente a una disminución de la tasa de interés,
supongamos a r2 la inversión aumenta como resultado de que existen más proyectos
rentables, este aumento de la inversión lo visualizamos como un desplazamiento hacia arriba
de la Demanda Agregada DA2(r2), determinando un nivel de actividad mayor Ye2. En el panel
inferior representamos en el espacio r,y las situaciones de equilibrio descriptas. Para r1
corresponde un nivel de ingreso o actividad de equilibrio en el mercado del producto tal como
Ye1, y para r2 corresponde un nivel de actividad de equilibrio Ye2.

283
Gráfico 12.2

En la deducción gráfica realizada hemos supuesto que A1 representa tanto a los


componentes autónomos de la demanda como la parte inducida de la demanda de inversión,
A1=DAo-I(r1). Donde DAo=Co+Io+Go+Xo-cTo, en tanto en A2 los componentes autónomos se
mantienen sin cambio y sólo se ve afectada la parte de la inversión que depende del interés
A2=DAo-I(r2).
Es importante notar que las situaciones de equilibrio para deducir gráficamente la función
IS implican que las demás variables autónomas no se han modificado. El aumento de la
Inversión se puede entender como un desplazamiento paralelo de la Demanda Agregada, de
DA(r1) a DA(r2) sin que cambie inicialmente el ingreso Ye1 como se muestra en el Gráfico
12.3 por la flecha puenteada. Dado el aumento de la inversión se produce un aumento en la
demanda de bienes de capital que es satisfecha con mayor empleo del factor trabajo, horas
extras, nuevas contrataciones que se traducen en mayores ingreso y en consecuencia en un
aumento del consumo, nos desplazamos a lo largo de la curva de DA2(r2). De manera
repetitiva, los componentes autónomos de la demanda como el consumo autónomo, la
inversión autónoma, el gasto del gobierno autónomo, las exportaciones autónomas no cambian
como resultado de la disminución del interés. Si aumenta la inversión asociada al interés, y la
parte del consumo y las importaciones que dependen del ingreso.

284
Gráfico 12.3

Como hemos señalado la función IS tiene pendiente negativa como resultado de una
relación inversa entre la tasa de interés y el nivel de actividad o ingreso. En tanto la posición de
la IS depende del nivel de las variables autónomas. Por ejemplo, un aumento del gasto público
implicará un desplazamiento paralelo de la función IS hacia la derecha y hacia afuera como lo
muestra el panel inferior de la figura 12.4. En el panel superior de la figura 12.4 se presentan
las demandas DA1(r1) y DA2(r2) de la figura 12.2, en tanto DA1’(r1) y DA2’(r2) representan
las demanda agregadas con un nivel de gasto público mayor. Se puede seguir el mismo
razonamiento gráfico que utilizamos para deducir la función IS pero para las nuevas demandas
agregadas y vemos que la función IS que se obtiene se encuentra a la derecha de la anterior.
Es decir, los cambios en las variables autónomas pueden ser representados por
desplazamientos paralelos de la función IS, hacia afuera en el caso de un aumento en los
componentes autónomos y hacia adentro en el caso de una disminución de los componentes
autónomos.

285
Gráfico 12.4

12.3- Mercado Monetario, la LM

Mientras que como vimos recién la función IS representa las distintas combinaciones de
tasa de interés y nivel de ingreso para las cuales el mercado del producto se encuentra en
equilibrio, la función LM representa las distintas combinaciones de tasa de interés y nivel de
ingreso tales que el mercado monetario se encuentran en equilibrio, es decir se verifica que la
oferta de dinero es igual a la demanda de dinero. La tasa de interés en el mercado monetario
aumenta para restablecer el equilibrio cuando se verifica un aumento del ingreso de la
economía, sin que cambie la cantidad de dinero, dado que provoca un aumento en la demanda
de dinero por lo que se conoce como el motivo transacción. De lo anterior se obtiene que en el
mercado monetario se verifica una relación directa o positiva entre la tasa de interés y el nivel
de ingreso. En el apartado A se explica brevemente la demanda y oferta de dinero, su estudio
con detalle es abordado en cursos de macroeconomía.
La deducción gráfica de la curva LM se presenta el Gráfico 12.5. La línea vertical OM
representa la oferta monetaria en términos reales, la cual se asume es controlada por el Banco
Central, Dd representa la demanda de dinero o demanda de saldos reales de la economía que
depende tanto del ingreso de manera directa, como de la tasa de interés en forma inversa. Esta
última relación, entre la demanda de dinero y tasa de interés se debe a lo que se denomina
motivo especulación, aumentos en la tasa de interés Supongamos que inicialmente el mercado
monetario se encuentra en equilibrio representado por e1, donde la demanda de dinero para un
ingreso Y1 coincide con la oferta monetaria OM, determinando una tasa de interés tal como r1.
¿Qué efecto tendría un aumento en el ingreso de la economía?, es decir, el ingreso pasa de Y1
a Y2 como se observa en el panel izquierdo en el Gráfico 12.5. Frente a un aumento en el
ingreso los agentes económicos aumentan la demanda de medios de pagos por motivo

286
transaccional, con lo cual la demanda de dinero se desplaza hacia la derecha y afuera, de
Dd(Y1,r) a Dd(Y2,r), y la tasa de interés sube de r1 a r2. La relación entre la tasa de interés r y
el ingreso Y se presenta en el panel derecho del Gráfico 12.5.

Gráfico 12.5

La pendiente positiva de la curva LM es el resultado del efecto que tiene un aumento en


el ingreso de la economía sobre la tasa de interés en el mercado monetario cuando la cantidad
de dinero se mantiene constante o sin cambios. Los cambios en la cantidad de dinero, es decir
un aumento o disminución de la oferta monetaria veremos que altera la posición de la curva
LM. En el Gráfico 12.6 se replica el grafico anterior con una oferta monetaria mayor tal como
OM1, si realizamos el mismo análisis que hicimos para obtener la curva LM vemos que cuando
el ingreso aumenta de Y1 a Y2 la curva LM’ se ubica a la derecha de la curva LM inicial. Se
puede apreciar que el aumento en la oferta monetaria se traduce en un desplazamiento hacia
la derecha y afuera de la curva LM, como resultado que para una oferta monetaria OM’ mayor
los valores de la tasa de interés son menores r1’ y r2’.

Gráfico 12.6

287
Apartado A: La Demanda y Oferta de Dinero

Demanda de Dinero. La demanda de dinero o demanda de saldos reales depende del ingreso (en
términos reales) y el interés. La relación con el ingreso se debe a que los individuos demandan
dinero para realizar sus transacciones, compras, las cuales están directamente asociadas al
ingreso. Asimismo, la demanda de dinero depende del costo de oportunidad de tener dinero, que es
el interés a que se renuncia o se deja de percibir como resultado de la tenencia de dinero en lugar
de tener otro tipo de activos que ofrecen una rentabilidad. Cuando mayor sea el interés, mayor es el
costo de mantener el dinero y en consecuencia menor es la cantidad de efectivo que los individuos
quieren tener en su poder. Por su parte, cuando el ingreso aumenta los individuos realizan más
transacciones y en consecuencia demandan más efectivo.

Oferta Monetaria. La oferta monetaria o cantidad de medios de pagos disponibles en la economía


es el resultado básicamente del comportamiento del Banco Central y de los Bancos Comerciales.
En un mundo en el que sólo hubiera monedas de oro y plata, y donde el rey es quien puede
acuñarlas, la cantidad de dinero sería igual al número de monedas acuñadas. En el mundo actual,
donde existen los Bancos, los individuos pueden guardar parte de esas monedas para ser
utilizadas en otro momento del tiempo, con las cuales los Bancos Comerciales pueden realizar
préstamos a quienes por ejemplo quieren comprar un auto o una casa. Es importante señalar que
los Bancos Comerciales no prestarán la totalidad de sus depósitos, mantendrán parte de ellos
como reserva. A su vez, parte del dinero recibido por los que vendieron sus autos o casas será
depositado en los Bancos Comerciales, los que parcialmente pueden ser prestados a otros
individuos. Además, los tenedores de depósitos pueden realizar transacciones con dichos
depósitos, pueden comprar o pagar impuestos por internet. Se puede apreciar entonces que los
depósitos también son un medio de pago, ya que podemos transferirlos. La Oferta Monetaria está
compuesta por el circulante (monedas) y por lo depósitos. Mientras mayor cantidad de circulante
cree el Banco Central mayor será la cantidad de medios de pagos que habrá en la economía. La
cantidad de préstamos que otorgan los bancos depende directamente del coeficiente de reserva, la
fracción que los bancos mantienen como reserva y no prestan. Si los Bancos Comerciales
guardaran como reserva la totalidad de los depósitos y no prestarán nada, la cantidad de dinero de
la economía sería la misma que en la economía donde el rey acuña las monedas de oro y plata. El
comportamiento del sistema bancario es clave para comprender de donde surge la oferta
monetaria. Mientras menor sea la fracción que los bancos comerciales mantienen como reserva
mayor será la creación de dinero bancario, y viceversa cuanto mayor sea la fracción mantenida
como reservas menor será la creación de dinero bancario. La determinación de la fracción, cuando
no existe regulación por parte del Banco Central, a mantener como reserva está asociada a
satisfacer la demanda de efectivo de los clientes y para hacer frente a los pagos que los bancos
realizan mediante cheques que se depositan en otros bancos, o para hacer frente a retiros
imprevistos de sus clientes. Dado que las reservas no rinden interés los bancos tratan de minimizar
la cantidad de dinero que mantienen como reserva. El coeficiente o fracción de reserva puede ser
establecido por el Banco Central sin perjuicio que los bancos comerciales decidan por algunas de
las razones anteriores mantener una fracción mayor. En este capítulo supondremos que el Banco
Central establece la fracción de reserva, y que la Oferta Monetaria no depende del interés, con lo
cual la Oferta Monetaria es perfectamente inelástica al interés y la representaremos por una línea
vertical como en el Gráfico 12.5.

288
12.4- Equilibrio simultaneo. IS-LM
Hemos visto que la curva IS representa las combinaciones de tasa de interés e ingreso
que equilibran el mercado del producto, y la curva LM representa las combinaciones de tasa de
interés e ingreso que equilibran el mercado del dinero. Es decir, las curvas IS y LM resumen las
condiciones bajo las cuales el mercado de bienes y el mercado monetario se encuentran en
equilibrio respectivamente o en equilibrio parcial de cada mercado. Corresponde entender
cómo se consigue el equilibrio simultáneo de ambos mercados. Es decir, cuál es la
combinación de tasa de interés e ingreso que satisface las condiciones para que tanto el
mercado de bienes como el mercado monetario se encuentren en equilibrio. Estamos
interesados en determinar el equilibrio simultáneo de ambos mercados.

El Gráfico 12.7 sintetiza el análisis, la tasa de interés y el ingreso son determinados por
la interdependencia de ambos mercados. La tasa de interés y el ingreso de equilibrio
simultáneo se alcanza en la intersección de ambas curvas (re;Ye). En el equilibrio, bajo el
supuesto que los precios se mantienen fijos, las empresas están dispuestas a vender la
cantidad de bienes que se está dispuesto a demandar; y la cantidad demandada de dinero
coincide con la cantidad ofrecida de dinero.

Gráfico 12.7

Para profundizar el mecanismo de ajuste que permite que la economía se encuentre en


el equilibrio simultáneo analicemos que sucede en las situaciones donde el mercado de bienes
o de dinero no está en equilibrio.
El Gráfico 12.8 muestra que las combinaciones de tasa de interés e ingreso a la
izquierda de la curva IS corresponden a un Exceso de Demanda de Bienes (EDB),
representado por el punto a, de forma tal que para que el mercado de bienes este en equilibrio
es necesario que las empresas produzcan más bienes para satisfacer la demanda excedente,
que se manifiesta con una des-acumulación no deseada de inventarios, de esa manera nos
moveríamos hacia el punto de equilibrio e2. También se puede restablecer el equilibrio si la
tasa de interés aumenta hasta r1 lo que provoca una disminución de la demanda agregada. De
manera equivalente se puede mostrar que combinaciones de tasa de interés y de ingreso
ubicadas a la derecha y arriba de la curva IS representan situaciones en las cuales se verifica
un exceso de oferta de bienes (EOB).

289
Gráfico 12.8

El Gráfico 12.9 presenta dos situaciones para las cuales el mercado del dinero no se
encuentra en equilibrio. Por ejemplo, el punto c nos muestra que existe un Exceso de Oferta de
Dinero (EOD), con lo cual la tasa de interés debería disminuir para que el mercado monetario
se encuentre en equilibrio en el punto e1, o el nivel de ingreso debiera aumentar para que la
demanda de dinero se traslade de forma de llegar el equilibrio en el punto e2. Por su parte el
punto d presenta una situación donde el mercado del dinero se encuentra con un Exceso de
Demanda de Dinero (EDD), lo cual requiere de una suba de la tasa de interés o de una baja del
ingreso para que se restablezca el equilibrio.

Gráfico 12.9

290
Finalmente, el Gráfico 12.10 resume las distintas posibilidades de excesos tanto de
oferta como de demanda en los mercados de bienes y de dinero.

Gráfico 12.10

A partir de las situaciones de desequilibrio de los mercados de bienes y de dinero


podemos profundizar el mecanismo de ajuste para que ambos mercados se encuentren en
equilibrio simultáneo. Supongamos por un instante que la tasa de interés y el ingreso fueran
(r1,Y1) como se presenta en el Gráfico 12.11. En este caso, el mercado de bienes se enfrenta
a un exceso de demanda de bienes, razón por la cual las empresas experimentan una des-
acumulación no deseada de inventarios y en consecuencia tienden a aumentar el nivel de
actividad o ingreso. A medida que el ingreso aumenta, también lo hace la demanda de dinero,
lo cual requiere de la suba en la tasa de interés para mantener el equilibrio en el mercado
monetario. Como se puede apreciar del Gráfico 12.11, el equilibrio de ambos mercados se
logra para una tasa de interés y un nivel de ingreso mayores a (r1,Y1), en el caso del Grafico
12.11 para una combinación (re,Ye). El lector puede realizar un análisis similar partiendo de
situaciones en donde existe un exceso de oferta de dinero, u otra de las diferentes situaciones
posibles.
Gráfico 12.11

291
12.5- La Política Fiscal y Monetaria
Una de las utilidades del esquema IS-LM es que permite analizar los efectos sobre
diferentes variables macroeconómicas en respuesta a cambios en las variables autónomas, por
ejemplo un aumento en las exportaciones u otro componente del gasto autónomo. También
permite conocer los efectos de cambios en la oferta de dinero por parte del Banco Central.
Asimismo, variables como el gasto del gobierno, los impuestos y la base monetaria, son
variables instrumentales que puede utilizar el gobierno para cambiar el estado de situación. Si
la economía se encuentra en una situación de desempleo, es decir con un nivel de actividad
menor al de pleno empleo, sería deseable que la economía, dado que tiene recursos ociosos,
aumente la producción de suerte tal que converger a una situación de pleno empleo.
La política económica consiste en utilizar ciertos instrumentos de política para alcanzar
determinados objetivos. Un objetivo, entre otros, de la política económica es lograr el pleno
empleo. Los instrumentos de política son aquellas variables que pueden ser modificadas por el
gobierno, el gasto público, los impuestos, el coeficiente de reserva por citar algunos.

12.5.1- Política Fiscal


La política fiscal consiste en la utilización de los instrumentos fiscales como el gasto
público o los impuestos para alterar el nivel de actividad. Como se señaló en los párrafos
anteriores, la economía puede estar en una situación de equilibrio, es decir en las cuales la
demanda y oferta planeadas son iguales, pero para un nivel de actividad menor al de pleno
empleo. En este caso, la política fiscal tiene por objetivo llegar al pleno empleo, para ello puede
utilizar alguno de los instrumentos mencionados. Supongamos que el gobierno decide
aumentar el gasto público, en el Gráfico 12.12 se aprecia que dicho aumento implica un
desplazamiento de la curva IS hacia arriba y afuera. La intuición económica nos indica que al
aumentar el gobierno su gasto aumenta la demanda agregada y en consecuencia las empresas
perciben una des-acumulación no prevista de inventarios, tienen que satisfacer esa mayor
demanda de bienes con mayor producción y empleo, con lo cual el ingreso de la economía
aumenta. El aumento del ingreso es acompañado por un aumento en la demanda de dinero
con lo cual nos desplazamos a lo largo de la curva LM, supongamos hasta llegar al nivel de
pleno empleo representado por el punto de equilibrio e’. En este análisis, hemos supuesto que
no existe ningún efecto sobre los precios de los bienes y tampoco nos hemos preocupado por
cómo se financia el aumento del gasto público. El lector puede analizar una política fiscal
basada en una disminución de los impuestos autónomos en lugar de un aumento en el gasto
público. El resultado final de la política fiscal expansiva (aumento del gasto y/o disminución e
impuestos) es un aumento del ingreso y tasa de interés de equilibrio. Este resultado final está
asociado a un mayor nivel de consumo como resultado del mayor nivel de ingreso, menor nivel
de inversión a partir del aumento del interés. También es acompañado por un aumento en las
importaciones y de la recaudación de impuestos (si existen impuestos proporcionales al
ingreso). Dejamos para el lector el análisis de la política fiscal contractiva: reducción del gasto
y/o aumento de impuestos.

292
Gráfico 12.12

12.5.2- Política Monetaria

La política monetaria consiste en utilizar instrumentos monetarios, como son la base


monetaria o el coeficiente de reserva para lograr determinado objetivo de política. En esta
sección no analizamos los objetivos en materia inflacionaria que tiene el Banco Central, toda
vez que estamos trabajando con un modelo de precios fijos, por lo cual no es un objetivo en
este caso. Este tipo de problema será materia de análisis en un curso más avanzado de
macroeconomía.
Supongamos que la economía se encuentra en una situación de equilibrio como la
descripta en el Gráfico 12.13 con un nivel de actividad menor al de pleno empleo. El Banco
Central puede modificar la cantidad de dinero, aumentado la cantidad de circulante o bien
disminuyendo el coeficiente de reserva. La política monetaria expansiva implica un
desplazamiento hacia la derecha y abajo de la curva LM. El aumento de la cantidad de dinero
trae aparejado una disminución en el interés, razón por la cual el nuevo equilibrio está asociado
a un nivel de inversión mayor que el existente antes de la aplicación de la política monetaria, lo
cual por medio de un aumento de la demanda de bienes lleva a una suba del nivel de ingreso.
El consumo y las importaciones también aumentan como resultado del aumento del ingreso.
Dejamos para el lector el análisis de la política monetaria contractiva.

293
Gráfico 12.13

12.6- El modelo IS-LM en acción

En los párrafos anteriores hemos visto como la política fiscal y monetaria afectan la tasa
de interés y el ingreso de equilibrio de la economía, al igual que las demás variables
macroeconómicas, como el consumo, la inversión, etc. En esta sección utilizaremos el modelo
IS-LM para analizar el efecto sobre las variables macro, ya no como resultado de la política
económica, sino como resultado de cambios exógenos inesperados de algunas de las variables
autónomas. Veremos brevemente un ejemplo que nos permita vincular los conceptos macro
con los micro.
Supongamos que tenemos una fábrica de autos, tanto de baja gama como de gama
media. Y se produce un aumento de la demanda de soja por parte de China. El aumento en la
demanda de soja implica que nuestro país exporte más con destino a China. El aumento de las
exportaciones se puede ver como un desplazamiento hacia la derecha y afuera de la curva IS,
con lo cual la tasa de interés y el ingreso aumentan, Gráfico 12.14. El efecto sobre el consumo
y las importaciones es fácil de obtener, ya que dado que el aumento de las exportaciones
provoca un aumento en el ingreso, este último lleva a un aumento de ambas variables. La
inversión, en cambio, se ve disminuida por la suba en la tasa de interés. Por último, y
asumiendo que existen impuestos proporcionales al ingreso se verifica una mejora en la
cuentas del gobierno.
Desde el punto de vista micro, podemos esperar que aumente la demanda de autos. El
aumento de la demanda de autos será la misma para los autos de gama baja que para los de
gama media. La respuesta depende de las elasticidades ingreso de la demanda. Si la
elasticidad ingreso de la demanda de gama baja es mayor que los de gama media, nos
convendrá ajustar nuestro planes de producción hacia los autos de gama baja. Y viceversa si la
elasticidad de los autos de gama baja es menor que la elasticidad ingreso de la demanda de
autos de gama media.

294
Gráfico 12.14

Bibliografía
Díaz Cafferata, Alberto; Figueras, Alberto; Fredian, Ramón; Recalde, M. Luisa y Swoboda,
Carlos (1999): Principios de Economía. Ediciones EUDECOR, Segunda Edición.
Córdoba, Argentina.

Dornbusch, Rudiger; Fischer, Stanley y Startz, Richars (2002): Macroeconomía. McGraw Hill.
Octava Edición. Madrid, España.

Larrain, Felipe y Sachs, Jeffrey (2006): Macroeconomía en la economía global. Pearson,


Prentice Hall. Segunda Edición. Argentina.

295
EJERCITACIÓN

A) Verdadero O Falso

Conteste si las siguientes proposiciones son verdaderas o falsas, fundamente brevemente su


respuesta, utilice en todos los casos posibles los gráficos pertinentes para sustentar su
respuesta.

A.1) La pendiente negativa de la curva IS es el resultado de un aumento en los gastos


autónomos, dado que estos aumentan la demanda agregada.

A.2) El economista Francisco sostiene que el aumento del gasto público por parte del gobierno
mejora el nivel de ingreso y la balanza comercial.

A.3) Cuando el Banco Central decide aumentar la cantidad de dinero el nivel de actividad y la
inversión aumentan.

A.4) La política fiscal contractiva trae aparejado una mejora en el resultado del sector externo.

A.5) La política monetaria contractiva implica una disminución del nivel de inversión de la
economía.

B) Ensayos

Analice las siguientes situaciones hipotéticas utilizando el instrumental y los conceptos


desarrollados en el presente capítulo.

B.1) La consultora ABF publico recientemente un informe con el comportamiento de los


agregados económicos que se consignan en la tabla siguiente. Compare los valores de los
agregados y explique las razones de los cambios. Para realizar su explicación utilice el
esquema gráfico IS LM.

Tabla

Variables 1er Trimestre 2024 1er Trimestre 2025


Ingreso $200.435 $203.322
Desempleo 8,5% 7,9%
Consumo $120.435 $130.325
Inversión $32.400 $32.400
Gasto Público $26.500 $27.800
Exportaciones $31.100 $31.000
Importaciones $10.000 $18.203
Oferta Monetaria $38.000 $42.000
Tasa de Interés 7,5% 7,5%

B.2) En un programa televisivo un economista mediático sostenía la conveniencia de la política


fiscal expansiva llevada adelante por el gobierno, por cuanto estaba mejorando el nivel de
actividad de la economía. Por su parte, otro economista invitado al programa sostenía que una
de las consecuencias directa de la política fiscal era un fuerte deterioro del balance comercial.
El conductor del programa de debate pregunto si era posible que la política monetaria evitara
los efectos sobre el balance comercial.

B.3) Estudios empíricos señalan que la economía de UAP se encuentra en un proceso


recesivo. a) Qué efecto tendrá una política fiscal expansiva sobre las variables indicadas en el

296
cuadro anexo; b) Qué efecto tendrá una política fiscal expansiva sobras las variables indicadas
en el cuadro anexo; c) compare los resultados. Para responder realice los gráficos
correspondientes.

Indique con + aumento, -- disminución, = sin cambio

Variables PFE PME

Ingreso

Desempleo

Tasa de Interés

Consumo

. Ahorro

Inversión

G-T

X-M

C) Elección de Respuesta

Seleccione la respuesta que considere correcta.

C.1) La función IS se obtiene como resultado de que; a) cuando aumenta el consumo


autónomo la demanda agregada es mayor y el ingreso de equilibrio del mercado de bienes
también; b) cuando la disminución de la tasa de interés genera un mayor consumo y desplaza
la demanda agregada hacia arriba dando como resultado un ingreso de equilibrio del mercado
de bienes mayor; c) cuando al aumentar la tasa de interés la inversión disminuye dando como
resultado una caída en el ingreso de equilibrio del mercado de bienes; d) a y b son correctas; e)
a y c son correctas; f) b y c son correctas; g) todas son correctas; h) ninguna es correcta.

C.2) La función LM se obtiene como resultado de que; a) cuando aumenta la oferta monetaria
provoca una disminución de la tasa de interés; b) cuando la disminución del ingreso genera una
mayor tasa de interés de equilibrio del mercado monetario; c) cuando al aumentar el ingreso la
demanda de dinero aumenta y genera una tasa de interés mayor en el mercado monetario; d) a
y b son correctas; e) a y c son correctas; f) b y c son correctas; g) todas son correctas; h)
ninguna es correcta.

C.3) En el modelo IS-LM convencional, una política monetaria expansiva provoca: a) un


aumento en el consumo de la economía; b) la balanza comercial empeora; c) la recaudación
del gobierno mejora si el sistema impositivo es T=To+t*y; d) a y b son correctas; e) a y c son
correctas; f) b y c son correctas; g) todas son correctas; h) ninguna es correcta

C.4) En el modelo IS-LM convencional, una política fiscal expansiva provoca: a) un aumento en
la inversión de la economía; b) la balanza comercial mejora; c) la recaudación del gobierno

297
mejora si el sistema impositivo es T=To; d) a y b son correctas; e) a y c son correctas; f) b y c
son correctas; g) todas son correctas; h) ninguna es correcta.

C.5) La política fiscal expansiva genera: a) una disminución de la inversión; b) un aumento de


la recaudación tributaria; c) una caída en el consumo; d) a y b; e) a y c; f) b y c; g) ninguna; h)
todas

C.6) La política monetaria expansiva genera: a) un aumento en la tasa de interés; b) un


aumento del consumo; c) una mejora en el resultado del sector externo; d) a y b; e) a y c; f) b y
c; g) ninguna; h) todas

298
CAPÍTULO 13

El Sector Externo

- VERSION PRELIMINAR –
Pedro Moncarz

En la actualidad y desde hace muchos años los países mantienen relaciones comerciales
entre sí. Las empresas venden ciertos bienes (Argentina vende soja) a otros países, las empresas
y los individuos compran otros bienes a las demás economías del planeta. El comercio de bienes y
servicios implica intercambios, al igual que existe intercambio de bienes y servicios en el interior de
los países, la manzana en Río Negro, la caña de azúcar en el norte de nuestro país. ¿En qué se
diferencia el intercambio interno del externo? ¿Por qué ciertos países exportan determinados
bienes, e importan otros bienes? Estos son algunos de los interrogantes que trataremos en esta
unidad. El intercambio entre países implica bienes que atraviesan las fronteras políticas de los
países, y ello implica la existencia de diversas monedas. Estados Unidos utiliza como moneda de
cambio el dólar, Japón en cambio emplea el Yen. ¿Qué explica o qué elementos están por detrás
en la relación de cambio de estas monedas, lo que conocemos habitualmente por el tipo de cambio?
¿Cómo se explica su comportamiento, las subas y bajas del tipo de cambio, cuáles son los factores
que influyen?, serán algunos de los puntos que discutiremos, brevemente, en este capítulo. El
objetivo de esta unidad es presentar una visión panorámica de la economía internacional, las causas
del comercio, los tipos de cambio, los efectos de los impuestos al comercio. No se agotan todos los
temas que la economía internacional estudia. La economía internacional es una rama muy
interesante de la economía, y más en nuestro tiempo, donde permanentemente escuchamos sobre
las consecuencias de una devaluación en un país, de la guerra comercial entre China y Estados
Unidos, entre otros. En este capítulo haremos una presentación estilizada de algunos de estos
temas.

1. Economía cerrada vs. Economía abierta


Cuando en el Capítulo 3 introducimos el concepto de frontera de posibilidades de producción,
definimos a la misma como las combinaciones posibles de producción por parte de una economía
bajo el supuesto de pleno empleo de los recursos productivos y la utilización de la mejor tecnología
disponible. Ahora bien, en una economía que, por los motivos que fuere, no comercia con otras
economías, las posibilidades de producción son también las posibilidades de consumo, ya que todo
bien para ser consumido debe haber sido producido, es decir que en una economía cerrada al
comercio internacional, las cantidades consumidas de los diferentes bienes y servicios deben
coincidir con las cantidades producidas de dichos bienes y servicios. Esta situación la podemos
observar en la Figura 1, en donde la canasta de producción Q=(QA,QB) coincide con la canasta de
consumo C=(CA,CB).

Como se desarrolló en el Capítulo 5, el óptimo de producción, es decir la canasta Q en la


Figura 1, es aquella para la cual el costo de oportunidad en la producción, que viene dado por la
pendiente de la curva de posibilidades de producción, coincide con el precio relativo de los bienes,
el cual refleja la tasa de cambio o costo de oportunidad en el mercado. Repasemos esto último.

299
Supongamos que el costo de oportunidad del bien A en términos del bien B, COA/B, es menor que el
precio del bien A relativo al bien B, PA/PB. Ante esta situación, a los productores les va ser
conveniente aumentar la producción del bien A, sacrificando unidades del bien B, y luego venderlas
al precio PA, lo cual les permitiría adquirir en el mercado una mayor cantidad del bien B que las que
sacrificaron para aumentar la producción A. Veamos esto con un ejemplo numérico. Si CO A/B=2,
tenemos que por cada unidad adicional del bien A se deben sacrificar 2 unidades del bien B, luego
si PA/PB=3, cada unidad de A vendida en el mercado va permitir adquirir 3 unidades del bien B, es
decir 1 unidad más de la que se sacrificó. Trabajando de manera similar, si CO A/B > PA/PB, va ser
conveniente sacrificar producción del bien A y luego con la producción extra del bien B adquirir una
cantidad del bien A mayor a la que se sacrificó. Por lo tanto, para estar en una situación de equilibrio
se debe verificar que COA/B = PA/PB.

Figura 1
Economía Cerrada: producción igual a consumo
B

Q=C
QB=CB

A
QA=CA

Otro elemento a tener en cuenta es que como la producción y el consumo se valúan a los
mismos precios, además de la igualdad entre las cantidades ofrecidas y demandadas, se verifica
que el valor de la canasta de consumo es idéntico al valor de la canasta de producción. Para el caso
de nuestra economía con solo dos bienes tenemos: PA.CA+PB.CB = QA.PA+QB.PB. El valor de estas
dos canastas viene representado, tal cual como se muestra en la Figura 2, por la línea tangente a
la curva de posibilidades de producción en el punto Q=C.

300
Figura 2
Economía cerrada: producción igual a consumo, valor de producción igual valor de consumo

B
a) QA = C A
b) QB = C B
c) QA.PA + QB.PB = CA.PA + C B.PB

Q=C
QB=CB

PA/PB

A
QA=CA

¿Qué cambia cuando una economía se abre al comercio internacional, es decir se permite el
intercambio de bienes y servicios con otras economías? La primera respuesta que viene a la mente
es que podemos consumir cosas que no producimos, o de las que no producimos lo suficiente, ya
que las mismas pueden ser provistas por productores localizados en otras economías. Ahora bien,
para poder comprar los bienes y servicios al resto del mundo, es necesario generar los recursos
para pagar por dichos bienes y servicios. Estos recursos se logran por medio de la venta de bienes
y servicios producidos internamente, pero que son adquiridos por consumidores ubicados en otras
economías. Mientras que a la adquisición de bienes y servicios producidos en otras economías la
denominamos importaciones, a la venta de bienes y servicios a consumidores localizados en el
exterior la llamamos exportaciones. Tenemos entonces que si bien para una economía abierta ya
no es necesario que exista una relación uno a uno entre las cantidades producidas y las cantidades
consumidas de cada uno de los distintos bienes y servicios, sigue siendo cierto que el valor de la
canasta de consumo debe coincidir con el valor de la canasta de producción, ya que es el valor de
esta última la que posibilita generar los ingresos para la compra de bienes y servicios, tanto de los
producidos internamente como de los importados. En la Figura 3 tenemos que para un precio relativo
PAW /PBW , la canasta de producción es QW mientras que la canasta de consumo es CW , en donde el
superíndice W hace referencia a la situación cuando la economía es abierta. El hecho que ambas
canastas de consumo estén ubicadas sobre la misma curva de restricción presupuestaria implica
que el valor monetario de ambas es idéntico, PAW .CAW +PBW .CBW = QAW .PAW +QBW .PBW . En el caso de
la Figura 3 hemos supuesto que el bien A se exporta, es decir la producción es mayor al consumo
(QAW > CAW ) mientras que el bien B se importa, es decir la producción es menor al consumo (QBW <
CBW ). Si trabajamos con la condición de valor de producción igual a valor de consumo, y usamos las
definiciones de exportaciones e importaciones, obtenemos PAW .(QAW -CAW ) = PBW .(CBW -QBW ), en el
equilibrio se debe verificar que el valor de las exportaciones es igual al valor de las importaciones.1

1
Esto puede no ser cierto si una de las economías financia a la otra. En este caso, por ejemplo si el resto del
mundo nos financia, el valor de nuestras importaciones será superior al valor de nuestras exportaciones, y la
canasta de consumo se ubicará en una restricción presupuestaria más allá de la curva de posibilidades de
producción. Lo opuesto sucede si es la economía doméstica la que financia al resto del mundo, la canasta de
consumo estará ubicada en una restricción presupuestaria inferior a la que corresponde al valor de la
producción.

301
Por último, y como se refleja en la Figura 4, un resultado que debe surgir de manera clara del
análisis anterior, es que una economía abierta posee un conjunto de posibilidades de consumo
mayor al conjunto de posibilidades de producción. Mientras que el segundo sigue estando delimitado
por el área debajo y sobre la curva de posibilidades de producción, las posibilidades de consumo se
corresponden a aquellas delimitadas por la curva de restricción presupuestaria de la economía.

Figura 3
Economía abierta: valor de producción igual valor de consumo

B
QAW.PAW + QBW.PBW = C AW.PAW + C BW.PBW

PAW.(QAW - CAW) = PBW.(CBW - PBW)

CW
CBW

QW
QB W

PAW/PBW

A
CAW Q AW

Figura 4
Economía Cerradas versus Economía Abierta
B

Economía Abierta:
Expansion de las posibilidades
de consumo

Economía cerrada:
Posibilidades de Producción =
Posibilidades de consumo

302
2. Patrones de comercio: teorías de las ventajas absolutas y de las
ventajas comparativas
En la Figura 3 anterior supusimos que cuando la economía se abría al comercio, la misma
era exportadora del bien A e importadora el bien B. La pregunta que surge es qué determina que
este sea el patrón de comercio, y no al revés, es decir que la economía exporte el bien B e importe
el bien A.
Para determinar los patrones de comercio, es decir la dirección de los mismos, qué bienes y
servicios un país exporta y qué bienes y servicios un país importa, introduciremos dos conceptos, el
de ventajas absolutas y ventajas comparativas. Como esperamos quede claro, son las segundas
las que importan para establecer los patrones de comercio.
Supongamos que tenemos dos economía H y F, y en ambas se pueden producir dos bienes
X e Y, usando solo trabajo. Además, suponemos que las funciones de producción son tales que los
coeficientes técnicos de producción, que miden la cantidad de un factor productivo que es necesaria
para producir una unidad del bien o servicio, son 𝑎𝑋𝐻 , 𝑎𝑌𝐻 para el país H, y 𝑎𝑋𝐹 , 𝑎𝑌𝐹 para el país F. Vamos
a decir que el país H tiene una ventaja absoluta en la producción del bien X si requiere de menos
trabajo por unidad producida, es decir 𝑎𝑋𝐻 < 𝑎𝑋𝐹 , y de manera similar tendrá una ventaja absoluta en
la producción del bien Y si se verifica 𝑎𝑌𝐻 < 𝑎𝑌𝐹 . De manera equivalente podríamos definir las
situaciones en las cuales el país F es quien posee una ventaja absoluta en cada uno de los bienes:
𝑎𝑋𝐻 > 𝑎𝑋𝐹 y 𝑎𝑌𝐻 > 𝑎𝑌𝐹 . La pregunta que surge es si las ventajas absolutas sirven para informarnos sobre
los patrones de comercio, es decir para saber qué bien exporta cada país y qué bien importa. Para
responder a esta pregunta asignaremos valores a nuestros coeficientes técnicos: 𝑎𝑋𝐻 = 2, 𝑎𝑌𝐻 = 8,
𝑎𝑋𝐹 = 4, y 𝑎𝑌𝐹 = 5. Como podemos observar, el país H tiene una venta absoluta en el bien X
(𝑎𝑋𝐻 = 2 < 4 = 𝑎𝑋𝐹 ), mientras que el país F tiene una ventaja absoluta en la producción del bien Y
(𝑎𝑌𝐻 = 8 > 5 = 𝑎𝑌𝐹 ). Supongamos que cada país tiene una dotación de trabajo de 1000
horas/hombre, y que asigna un 50% de su dotación de trabajo a la producción de cada bien.
Además, asumimos inicialmente que cada país consume lo que produce. Bajo este escenario, las
cantidades producidas, y consumidas, son las reportadas en la Tabla 1.

Tabla 1
Asignación de trabajo y niveles de producción

País H País F Producción Mundial


LX = 500 QX = 250 LX = 500 QX = 125 QX = 375
LY = 500 QY = 62,5 LY = 500 QY = 100 QY = 162,5

Supongamos que en cada país se reasignan 100 unidades de trabajo. En el país H desde el
bien X al Y, y en el país F desde el Y al X. La Tabla 2 nos muestra los nuevos niveles de producción.

303
Tabla 2
Asignación de trabajo y niveles de producción luego de la reasignación de trabajo en dirección
opuesta a las ventajas absolutas#

País H País F Producción Mundial


LX = 400 QX = 200 LX = 600 QX = 150 QX = 350
LY = 600 QY = 75 LY = 400 QY = 80 QY = 155
#Respecto a la situación de la Tabla 1, el país H traslada 100 hs/hombre desde la producción del bien
X a la producción del bien Y, y el país F traslada 100 hs/hombre desde la producción del bien Y a la
producción del bien X.

Como vemos de los nuevos niveles de producción mundial, la reasignación de trabajo en la


dirección opuesta de las ventajas absolutas lleva a una baja en el nivel de producción. Esto último
significa que va haber menores cantidades de ambos bienes para consumir, por lo cual los países
no pueden al mismo tiempo estar mejor que antes. Por ejemplo, si el país H consumiera las
cantidades que producía originalmente (las de la Tabla 1), necesitaría importar 50 unidades del bien
X a cambio de exportar 12,5 unidades del bien Y. Este intercambio dejaría al país F con un consumo
de 100 unidades del bien X y 92,5 unidades del bien Y, lo cual a todas luces es una situación más
desfavorable que la original. De manera similar, el país H estaría peor si quisiéramos mantener las
cantidades de consumo del país F a los niveles reportados en la Tabla 1. Veamos que sucede si,
en cambio, la reasignación de trabajo va en la dirección de las ventajas absolutas, nuevamente
reasignamos 100 horas/hombre de trabajo en cada país.

Tabla 3
Asignación de trabajo y niveles de producción luego de la reasignación de trabajo en dirección
de las ventajas absolutas

País H País F Producción Mundial


LX = 600 QX = 300 LX = 400 QX = 50 QX = 350
LY = 400 QY = 50 LY = 600 QY = 120 QY = 170
#Respecto a la situación de la Tabla 1, el país H traslada 100 hs/hombre desde la producción del bien
Y a la producción del bien X, y el país F traslada 100 hs/hombre desde la producción del bien X a la
producción del bien Y.

Como se observa en la Tabla 3, la reasignación de trabajo en línea con las ventajas absolutas
lleva a que se verifique una mayor oferta mundial del bien Y, mientras que la oferta mundial del bien
X permanece, en nuestro ejemplo, constante. Entonces, el hecho que exista una mayor cantidad de
bienes disponibles haría posible que uno de los países esté mejor que antes de la reasignación y el
otro este igual, e incluso que ambos estén mejor.2 Como se puede observar, el país H exportaría el
bien X y el país F el bien Y.
De los recién expuesto, uno estaría tentado a sostener que los países deberían especializarse
en función de cuáles son sus ventajas absolutas. ¿Pero qué sucede si un país posee ventajas
absolutas en todos los bienes? ¿Debería en este caso el país que no posee ventajas absolutas dejar
de producir? La respuesta a esta segunda pregunta es un rotundo no. Para poder ver el porqué,
debemos introducir el concepto de ventajas comparativas. Mientras que el concepto de ventajas
absolutas se basa en la comparación de los requisitos que de los factores se hacen para la

2
Se deja para el alumno trabajar con el caso en el cual el país H se especializa completamente en el bien X y
el país F en el bien Y. En este caso, la producción mundial de cada uno de los dos bienes es la máxima, por lo
cual sería posible que ambos países consuman más de ambos bienes.

304
producción de los diferentes bienes, el concepto de ventajas comparativas parte de la comparación
de los costos relativos, es decir de los costos de oportunidad. Se dice que un país posee una ventaja
comparativa en la producción de un bien si el costo de oportunidad de dicho bien, expresado en
términos de otro bien diferente, es menor. Recordando la definición de costos de oportunidad,
diremos que el país H tiene una ventaja comparativa en la producción del bien X si se verifica que
𝐻 𝐹
𝐶𝑂𝑋/𝑌 = (𝑎𝑋𝐻 ⁄𝑎𝑌𝐻 ) < (𝑎𝑋𝐹 ⁄𝑎𝑌𝐹 ) = 𝐶𝑂𝑋/𝑌 . Como el costo de oportunidad es un concepto relativo, un país
no puede tener ventajas comparativas en todos los bienes simultáneamente, si H tiene una ventaja
comparativa en la producción del bien X, F debe tenerla en la producción del bien Y, es decir se
𝐻 𝐹
verifica 𝐶𝑂𝑌/𝑋 = (𝑎𝑌𝐻 ⁄𝑎𝑋𝐻 ) > (𝑎𝑌𝐹 ⁄𝑎𝑋𝐹 ) = 𝐶𝑂𝑌/𝑋 . Veamos porqué a los países les conviene
especializarse según sus ventajas comparativas, para ello vamos asumir que el país H posee
ventajas absolutas en los dos bienes.

Supongamos que los coeficientes técnicos de producción son los siguientes: 𝑎𝑋𝐻 =1, 𝑎𝑌𝐻 =4, 𝑎𝑋𝐹 =4, y
𝑎𝑌𝐹 =5. Como podemos observar, el país H es más eficiente en términos absolutos en la producción
de ambos bienes, ya que 𝑎𝑋𝐻 = 1 < 4 = 𝑎𝑋𝐹 y 𝑎𝑌𝐻 = 4 < 5 = 𝑎𝑋𝐹 . Si calculamos los costos de
oportunidad obtenemos:

𝐻 𝑎𝑋𝐻 1 4 𝑎𝑋𝐹 𝐹
𝐶𝑂𝑋/𝑌 = = < = = 𝐶𝑂𝑋/𝑌
𝑎𝑌𝐻 4 5 𝑎𝑌𝐹

𝐻 𝑎𝑌𝐻 4 5 𝑎𝑌𝐹 𝐹
𝐶𝑂𝑌/𝑋 = = > = = 𝐶𝑂𝑌/𝑋
𝑎𝑋𝐻 1 4 𝑎𝑋𝐹
De la comparación de los costos de oportunidad, tenemos que el país H tiene una ventaja
comparativa en la producción del bien X, mientras el país F la tiene en la producción del bien Y.
Supongamos que el país H decide aumentar en una unidad la producción del bien X, para lo cual
debe sacrificar 0,25 unidades del bien Y. Con esta unidad adicional de X, el país H se la podría
vender al país F hasta un precio de 0,8 unidades de Y, que es el costo de oportunidad de X en
términos de Y en el país F. Si los países acordaran en un precio intermedio, por ejemplo 0,5
unidades de Y por unidad de X, el país H obtendría una ganancia de 0,25 unidades de Y, ya que
habría sacrificado 0,25 unidades de Y para aumentar X en una unidad, y por dicha unidad de X
luego recibiría 0,5 unidades de Y, es decir 0,25 más de lo que sacrificó. De manera similar, el país
F también se ve beneficiado, ya que si quisiera aumentar su consumo de X en una unidad debería
sacrificar 0,8 unidades de Y, pero al adquirirla a H debe solo pagar 0,5. Como podemos ver, ambos
países ganan con el comercio, siempre que el precio al cual se comercialice esté ubicado entre los
𝑊
𝐻 1 𝑃𝑋 4 𝐹
respectivos costos de oportunidad: 𝐶𝑂𝑋/𝑌 = > > = 𝐶𝑂𝑋/𝑌 , donde el superíndice W hace
4 𝑃𝑌𝑊 5
referencia al precio relativo cuando los países comercian. Es importante notar que las ganancias se
verifican aun cuando el país H tiene ventajas absolutas en todos los bienes.3 Veamos nuevamente
el concepto de ventajas comparativas haciendo uso del instrumental gráfico.
Supongamos que los requerimientos técnicos son los que se definieron anteriormente, y que el país
H posee una dotación de 500 unidades de trabajo, mientras que en el país F la dotación de trabajo
es 1000 unidades. Recordando lo aprendido en el Capítulo 3, las respectivas curvas de
transformación son las que se reportan en la Figura 5.

3
De manera similar, ambos países van a estar mejor si H le compra a F unidades adicionales de Y a un precio,
en términos de X que se ubique entre los respectivos costos de oportunidad, es decir entre 1,25 (que es el
𝐹 𝐻
𝐶𝑂𝑌/𝑋 ) y 4 (que es el 𝐶𝑂𝑌/𝑋 ). Queda para el alumno verificar esto. Tener en cuenta que si una unidad de X se
comercializa a un precio de 0,5 unidades de Y, entonces una unidad de Y se debe comercializar a un precio
de 2 unidades de X, que como se observa se ubica entre 1,25 y 4.

305
Figura 5
Posibilidades de producción y consumo antes del comercio internacional
(a) País H (b) País F
Y Y

PXH PXF
 COXH Y  0, 25 200  COXF Y  0,8
PYH PYF
PYH PYF
125  COYH X  4  COYF X  1, 25
PXH PXF

X X
500 250

Posibilidades de producción y consumo

Si los países se mantienen cerrados al comercio internacional, las curvas de transformación


limitan también las posibilidades de consumo. De modo que en ambos países los precios relativos
vendrán dados por los respectivos costos de oportunidad, de forma que en el país H tendremos que
𝑃𝑋 ⁄𝑃𝑌 = 0,25 mientras que en el país F tendremos 𝑃𝑋 ⁄𝑃𝑌 = 0,8. Supongamos que los países
comienzan a comerciar, y que lo hacen a un precio relativo de X en términos de Y igual a 0,5. Dado
que 𝑃𝑋𝑊 ⁄𝑃𝑌𝑊 = 0,5 es superior al precio que prevalecía en H antes del comercio, en el país H habrá
un incentivo a aumentar la producción del bien X a expensas de la del bien Y, dado que la curva de
transformación es lineal el país H se especializará completamente en la producción del bien X. De
manera similar, como 𝑃𝑋𝑊 ⁄𝑃𝑌𝑊 = 0,5 es inferior al precio del bien X en términos de Y que prevalecía
en F antes del comercio, en el país F va haber un incentivo a especializarse en la producción del
bien Y, ya que ahora es más barato proveerse del bien X en el mercado internacional.
Dada la producción del bien X en H, que ahora es de 500 (la máxima posible cuando todo el
trabajo se asigna a la producción del bien X), el país H podrá intercambiar unidades de X por
unidades de Y, a un precio de 0,5 unidades de Y por cada unidad de X que entrega, lo cual implica
que la máxima cantidad posible de consumir del bien Y será de 250 (cuando entrega a cambio las
500 unidades de X), mientras que la máxima cantidad de consumo del bien X es de 250, si el país
no intercambia unidades de X por unidades de Y. Estas posibilidades de máximo consumo nos
permiten dibujar la curva de restricción presupuestaria (ver Figura 6.a).
De manera similar, dado que F se especializa en la producción del bien Y, su producción
alcanza las 200 unidades, las cuales puede intercambiar a un precio de 2 unidades de X por unidad
de que entrega Y. De esta forma, el máximo consumo posible de X (si entrega toda la producción
de Y) es de 400. En cambio si decidiera no consumir nada de X, su consumo de Y sería de 200
unidades, que es el máximo que puede producir. Las posibilidades de consumo máximo de cada
bien nos permiten dibujar la curva de restricción presupuestaria para el país F (ver Figura 6.b).

306
Figura 6
Posibilidades de producción y consumo después del comercio internacional
(a) País H (b) País F
Y Y

250 PXW PXW


 0,5  0,5
PYW 200 PYW
PYW PYW
2 2
125 PXW PXW

X X
500 250 400

Posibilidades de producción
Expansión de las posibilidades de consumo debido al comercio internacional

Como surge de manera clara de la observación de las restricciones presupuestarias de cada


uno de los dos países, las mismas permiten adquirir combinaciones de bienes que antes eran
inalcanzables cuando no comerciaban entre ellos.4 El punto en el cual cada uno de los dos países
se ubicará sobre sus respectivas curvas de restricción presupuestara dependerá de las preferencias
de los consumidores por los dos bienes, tema que va más allá de los objetivos de este Capítulo.
Resumiendo las principales concusiones de lo expuesto hasta ahora, tenemos que los
patrones de comercio están determinados por las ventajas comparativas de los países, ya que la
teoría de las ventajas absolutas no nos informa sobre la dirección del comercio cuando un país
posee ventajas absolutas en todos los bienes. En cambio, por la definición misma de ventajas
comparativas, que es un concepto relativo, no es posible que una economía posea ventajas
comparativas en todos los bienes simultáneamente. De esta manera, cuando dos países comienzan
a comerciar, habrá un incentivo a que cada país se especialice en la producción del bien en el cual
posee un menor costo de oportunidad, y luego lo intercambie por el otro bien. La tasa de cambio
que ha de prevalecer, para que ambos países se beneficien, se debe ubicar entre los precios
relativos que prevalecían en autarquía, es decir antes de comenzar a comerciar. Por último, las
ganancias derivadas del comercio internacional se reflejan en que las posibilidades de consumo van
más allá de las posibilidades de producción, mientras que en una economía cerrada posibilidades
de producción coinciden con posibilidades de consumo.
Por último, digamos que en los debates de política económica, la referencia a las ventajas
absolutas y comparativas es centenaria. La teoría de las ventajas absolutas se debe a Adam Smith
(1723-1790), en su obra “La Riqueza de las Naciones” (de 1776); y la teoría de las ventajas
comparativas (o relativas) es habitualmente asignada a la pluma de David Ricardo (1772-1823), y
es posible encontrarla en su único libro, “Principios de Economía y Tributación” (de 1817).

3. El comercio internacional y la “Ley de un solo precio”


En las secciones anteriores de este Capítulo hemos visto cómo y qué determinan los
denominados patrones de comercio, es decir qué bienes y servicios son los que un país exporta, y
cuáles son aquellos que importa. Ahora nos concentraremos en analizar cómo el comportamiento
de un mercado individual se ve afectado cuando a diferencia de lo que se analizó en el Capítulo 6,
el bien o servicio puede ser comercializado con el resto del mundo, ya sea porque parte de la

4
Comparar la Figura 4 con la Figura 6. ¿Por qué en el caso de la Figura 4 la especialización no es completa?

307
producción doméstica se vende al resto del mundo, o porque parte del consumo interno se hace en
bienes producidos en el exterior.
A lo largo de todo el análisis que sigue asumiremos que nuestra economía es una economía
pequeña. Ahora bien, ¿qué entendemos en el marco de la teoría del comercio internacional por
economía pequeña? Diremos que una economía es pequeña cuando la misma no tiene la capacidad
de modificar las condiciones en las que se realizan las transacciones en los mercados mundiales,
de manera más específica una economía pequeña comercializa con el resto del mundo, ya sea
exportando o importando, tomando como dados los precios de los bienes y servicios.
Volvamos por un momento a nuestro modelo de economía cerrada del Capítulo 6. Tal como
se vio allí, el precio al cual se comercializa un bien está dado por la igualdad entre la oferta y la
demanda, de manera que para el precio de equilibrio (PE) las cantidades ofrecidas y las cantidades
demandadas son iguales: Dd(PE)=Od(PE). Ante esta situación, cualquier evento que modifique las
condiciones de la demanda y/o la oferta, por ejemplo cambios en los gustos o en el ingreso de los
consumidores, la política de impuestos y subsidios del gobierno, y por lo tanto produzcan una
discrepancia entre la demanda y la oferta, llevan a un proceso de ajuste en el cual para el nuevo
precio de equilibrio (PE’) las cantidades ofrecidas son nuevamente iguales a las cantidades
demandadas: Dd(PE’)= Od(PE’).
En cambio, cuando una economía puede comercializar con el resto del mundo, discrepancias
entre la demanda y la oferta internas no desencadenan necesariamente cambios en el precio al cual
se comercializa, sino que las mismas se compensan por medio del comercio internacional, ya sea
vendiendo parte de la producción doméstica (exportando) cuando la oferta interna excede a la
demanda interna, o adquiriendo bienes y servicios producidos en otros países (importando) cuando
la oferta interna no es suficiente para satisfacer la demanda de los consumidores. Si además, como
asumimos arriba, la economía es pequeña, las transacciones internacionales (exportaciones o
importaciones) se realizan a un precio que viene dado de manera exógena, por lo menos en términos
de moneda extranjera. Veamos en más detalle primero el caso de un bien exportable, para luego
analizar el caso un bien importable.
En el lado izquierdo de la Figura 7 tenemos el mercado internacional, es decir la suma de las
ofertas de cada uno de los países que producen un determinado bien, que constituye la oferta
mundial del bien (OM), y la suma de las demandas que en cada país existe por dicho bien, la cual
constituye la demanda mundial (DM). Por definición, y hasta tanto sea posible el comercio
interplanetario, la economía mundial puede ser considerada como una economía cerrada, y por lo
tanto podemos aplicar el análisis que ya vimos en el Capítulo 6. De esta forma, tenemos que dadas
las curvas de oferta y demanda mundiales, el precio de equilibrio, es decir aquel que iguala a las
cantidades demandadas con las cantidades ofrecidas, está dado por P*. Un elemento importante a
tener en cuenta es que el precio en el mercado mundial, y siguiendo lo que se observa en la práctica,
está valuado en moneda extranjera, en particular en dólares de los Estados Unidos (u$s). Sin
embargo, al interior de nuestra economía doméstica los precios se fijan en la moneda local de curso
legal, la cual si suponemos estamos en Argentina es el peso ($). Definiendo a E como el tipo de
cambio nominal, es decir las unidades de moneda doméstica ($) por cada unidad de moneda
extranjera (u$s), el equivalente del precio internacional P* es igual a P=E.P*.
Como se puede observar en la parte derecha de la Figura 7, y asumiendo las funciones de
oferta y demanda domésticas Od y Qd, al precio P la cantidad ofrecida (QO) por los productores
domésticos es mayor a la cantidad demandada internamente (QC). Dado que ahora el precio al cual
se comercializa está fijado por el mercado mundial, cualquier disparidad entre oferta y demanda
internas no va desencadenar un cambio en el precio, sino que dicha discrepancia se traduce en
comercio internacional. En el caso de la Figura 7, como hay un exceso de oferta, dicho exceso se
vende en los mercados externos, es decir se exporta. Para el caso particular de nuestro ejemplo
dichas exportaciones, medidas en unidades físicas, son iguales a X=QO-QC.

308
Otro resultado que se deriva de la Figura 7 es que en el caso de los bienes exportables el
precio que viene dado por el mercado mundial es mayor al que existiría si el bien en cuestión no
fuera pasible de ser comercializado internacionalmente, esto se ve si comparamos P y PE, para los
cuales se verifica la siguiente relación: P > PE.

Figura 7
Equilibrio para un bien Exportable

Mercado Internacional Mercado Doméstico


u$s $
DM OM
Dd Od
X

P* P
PE

QC QO

En la Figura 8 se muestra el caso de un bien importable. Como se puede observar en el lado


izquierdo de la figura, el precio de equilibrio en el mercado mundial es igual a P*, el cual expresado
en moneda doméstica es P=E.P*. Ha este último precio, y como se observa en el lado derecho de
la Figura 8, existe un exceso de demanda, ya que las cantidades demandadas QC son superiores a
las cantidades ofrecidas QO. Este exceso de demanda, en vez de generar un proceso de suba en el
precio tal como acontecería para un bien que no se puede comerciar con el resto del mundo, se ve
cubierto con compras que provienen del resto del mundo, es decir importaciones por una cantidad
igual a M=QC-QO.
A diferencia del caso de los bienes exportables, para los bienes importables se tiene que el
precio de equilibrio (PE) que prevalecería en ausencia de comercio internacional es superior al precio
P que efectivamente rige en el mercado: PE > P.

Figura 8
Equilibrio para un bien importable

Mercado Internacional Mercado Doméstico


u$s $

DM OM Dd Od

PE
P* P

QO QC

309
4. Impuestos y subsidios en presencia de bienes transables
4.1 Impuestos/subsidios internos

En el Capítulo 6 se vio como la aplicación la aplicación de un impuesto/subsidio sobre la


demanda o la oferta llevaba a un desdoblamiento del precio, ya que el precio que reciben los
oferentes (PP) es diferente al precio que pagan los demandantes (PC), con la diferencia entre ellos
siendo el monto del impuesto/subsidio. Vimos también, que la aplicación de un impuesto/subsidio si
bien introducía una cuña entre el precio del productor y el del consumidor, a dichos precios se seguía
verificando la igualdad entre cantidades ofrecidas y cantidades demandadas, es decir se verificaba
que QO(PP)=QC(PC). Una características de los impuestos/subsidios sobre la demanda y/o la oferta,
es que los mismos afectaban a dichas funciones a lo largo de todo el rango de precios, lo cual
gráficamente se traducía en un traslado de la curva de demanda (en el caso de un
impuesto/subsidio) al consumo o de la curva de oferta (en el caso de un impuesto/subsidio a las
ventas).
Cuando el bien o servicio en cuestión es pasible de ser comercializado internacionalmente,
los impuestos/subsidios siguen afectando las posiciones de las curvas de oferta y/o demanda, así
como también introducen una cuña entre el precio que paga el consumidor y el precio que recibe el
productor, sin embargo la diferencia es que mientras antes para el caso de funciones de oferta y
demanda con pendientes usuales se observaba que PC > PE > PP, ahora dependiendo de cuál sea
el instrumento utilizado por el gobierno, impuesto o subsidio, así como sobre qué lado del mercado
recae el mismo, consumidores o productores, el precio que ha de pagar el consumidor o el precio
que ha de recibir el productor han de mantenerse inalterados respecto a la situación antes del
impuesto. A continuación analizaremos los casos de un impuesto sobre el lado de la demanda y
sobre el lado de la oferta. Dejamos para los ejercicios el caso de los subsidios.
En la Figura 9 tenemos el caso de un bien que se importa, el cual en ausencia de
impuesto/subsidio tiene un precio en moneda local igual a P. A este precio las cantidades
demandadas vienen dadas por la función de demanda Dd, de forma que las mismas son iguales a
QC. Por el lado de la oferta, la misma está dada por la función Od, de forma que las cantidades
ofrecidas alcanzan a QO. Por último, se importan M unidades, con M=QC-QO.
Si partiendo de la situación anterior, el gobierno decide implementar un impuesto al consumo
de T por unidad, tal como vimos en el Capítulo 6, la demanda de los consumidores se traslada hasta
Dd’, ya que los mismos estarán dispuestos a pagar un menor precio para adquirir una determinada
cantidad de forma de compensar por la carga del impuesto.
Como el bien que estamos considerando es comercializable internacionalmente a un precio
igual a P, los oferentes seguirán exigiendo dicho precio, ya que saben es el precio que los
consumidores deberán pagar a los oferentes extranjeros si importan el bien. Entonces, tenemos que
los consumidores, sea que adquieran el bien a un oferente doméstico o sea que lo importen desde
el resto del mundo deberán abonar al vendedor un monto igual a P, al cual luego se agrega el monto
T correspondiente al impuesto al consumo. De esta forma el precio del consumidor pasará desde P
antes del impuesto a PC=P+T después del impuesto.
Como se desprende de la Figura 9, aun cuando el bien sea comercializable
internacionalmente, la aplicación de un impuesto interno lleva a que se genere una cuña entre el
precio que paga el consumidor y el que recibe el vendedor. Sin embargo, mientras que para el caso
que el bien no podía ser comercializado internacionalmente el efecto de un impuesto al consumo
llevaba a que tanto el precio que recibía el vendedor como el que pagaba el consumidor fueran
diferentes al de equilibrio antes de la aplicación del impuesto, es decir la carga o incidencia del

310
impuesto se distribuía entre consumidores y productores5, ahora que el bien se comercializa
internacionalmente el lado del mercado sobre el cual se aplica el impuesto, la demanda en el caso
de la Figura 9, es el que debe afrontar la carga del impuesto. Este resultado se debe a que los
oferentes conocen que los consumidores en caso de adquirir el bien en el extranjero, deberán pagar
el precio internacional, por lo cual no han de estar dispuestos a aceptar un precio menor de parte
de los consumidores domésticos. Luego, al precio internacional los consumidores deben agregar el
monto del impuesto, lo cual lleva a que todo el peso del impuesto recaiga sobre ellos.
Por último, el hecho de que el precio que los consumidores deban pagar aumente, desde P
hasta PC=P+T, lleva a una disminución de las cantidades demandadas, desde QC a QC’, lo cual ante
una cantidad ofrecida que no se ve alterada, ya que el precio que reciben los productores permanece
en P, lleva a un menor exceso de demanda, y por lo tanto a menores importaciones, las cuales
pasan de una cantidad igual a M=QC-QO a una cantidad igual a M’=QC’-QO. Teniendo en cuenta que
el impuesto recae sobre las compras, la recaudación (R) está dada por el producto entre el impuesto
por unidad T y las cantidades demandadas QC’: R=T.QC’.

Figura 9
Impuesto sobre el consumo para un bien transable

$
Dd' Dd Od

PC=P+T

M'

QO QC' QC
M
En la Figura 10 mostramos el caso de un bien exportable, sobre el cual el gobierno aplica un
impuesto por unidad igual a T a las ventas. Como se vio en el Capítulo 6, esto lleva a una reducción
de la oferta, desde Od hasta Od’ ya que los vendedores demandarán ahora un mayor precio para
poder hacer frente al pago del impuesto.
Como el bien es comercializable internacionalmente a un precio igual a P, los demandantes
conocen que los oferentes en caso de exportar el bien han de recibir el precio internacional P, y por
lo tanto no estarán dispuestos a abonar un precio mayor a este. Esto lleva a que los oferentes deban
absorber el monto T del impuesto, y por lo tanto el precio que reciben pasa a ser PP=P-T.
Nuevamente se verifica que la aplicación de un impuesto interno lleva a que se genere una
cuña entre el precio que paga el consumidor y el que recibe el vendedor. Sin embargo, al ser el bien
comercializado internacionalmente, el efecto del impuesto recae completamente sobre el lado del

5
Como se analizó oportunamente en el Capítulo 6, la forma en cómo se distribuye la carga de los
impuestos/subsidios entre consumidores y productores depende de los valores de las elasticidades de
demanda y oferta.

311
mercado sobre el cual se aplica el mismo, en este caso los vendedores. Este resultado se debe a
que los consumidores conocen que en caso de que los oferentes exporten el bien van a recibir el
precio internacional, y por lo tanto no van a estar dispuestos a pagar un precio mayor. Luego, los
oferentes deben hacer frente al pago del impuesto, y de esta manera toda la carga del mismo recae
sobre ellos.
Por último, el hecho de que el precio que los vendedores reciban disminuya, desde P hasta
PP=P-T, lleva a una disminución de las cantidades ofrecidas, desde QO a QO’, lo cual ante una
cantidad demandada que no se ve alterada, ya que el precio que pagan los consumidores
permanece en P, lleva a un menor exceso de oferta, y por lo tanto a menores exportaciones, las
cuales pasan de una cantidad igual a X=QO-QC a una cantidad igual a X’=QO’-QC. Teniendo en
cuenta que el impuesto recae sobre las ventas, la recaudación (R) está dada por el producto entre
el impuesto por unidad T y las cantidades producidas QO’: R=T.QO’.

Figura 10
Impuesto sobre las ventas para un bien transable

Dd Od'
Od
X'

P
PP=P-T

QC QO' QO

En la Tabla 4 se resumen las diferentes posibilidades, en función de si el bien es exportado o


importado, si se aplica un impuesto o subsidio, y si recae sobre el lado de la demanda o el lado de
la oferta. Las Figuras 9 y 10 corresponden a los casos 6 y 1 respectivamente. Se recomienda realizar
el análisis equivalente para los restantes seis casos.

312
Tabla 4
Efectos de impuestos/subsidios internos sobre bienes transables
Cambio en precio de: Cambio en cantidades:
Caso El bien Impuesto / Recae Comercializadas
N° se: Subsidio sobre la: Consumidor Vendedor Ofrecidas Demandas internacional-
mente
1 Exporta Impuesto Oferta No cambia Baja Disminuyen No cambian Disminuyen
2 Exporta Impuesto Demanda Sube No cambia No cambian Disminuyen Aumentan
3 Exporta Subsidio Oferta No cambia Sube Aumentan No cambian Aumentan
4 Exporta Subsidio Demanda Baja No cambia No cambian Aumentan Disminuyen
5 Importa Impuesto Oferta No cambia Baja Disminuyen No cambian Aumentan
6 Importa Impuesto Demanda Sube No cambia No cambian Disminuyen Disminuyen
7 Importa Subsidio Oferta No cambia Sube Aumentan No cambian Disminuyen
8 Importa Subsidio Demanda Baja No cambia No cambian Aumentan Aumentan

4.2 Impuestos/subsidios sobre el comercio exterior

En la Sección anterior vimos los efectos que los impuestos/subsidios internos tienen sobre
las variables que caracterizan el mercado de un bien o servicio particular, cuando dicho bien o
servicio se comercializa internacionalmente. La característica de los impuestos/subsidios internos
es que los mismos gravan la realización de una determinada transacción con independencia del
origen o destino del bien o servicio transado, es decir no importa, por ejemplo, si se trata de un bien
producido internamente que se comercializa internamente, o si dicho bien que se produce
internamente es vendido al resto del mundo. En cambio, los impuestos/subsidios sobre el comercio
exterior son aplicados si el bien o servicio que se trate se comercializa entre un agente económico
interno y otro agente económico del resto del mundo, es decir que los impuestos/subsidios al
comercio exterior recaen solo sobre las operaciones que implican una exportación o una
importación. Para ser un poco más precisos en el uso de los términos, cuando se habla de un
impuesto al comercio exterior se suelen denominar arancel o tarifa en el caso de las importaciones,
mientras que en el caso de las exportaciones se suele hacer referencia también a retenciones. En
cualquier caso, y a no ser que se pueda prestar a confusión, usaremos los distintos términos de
manera intercambiable.
Tal como hicimos en la sección anterior, a continuación desarrollaremos los casos de los
impuestos a las exportaciones y a las importaciones, dejando el caso de los subsidios para los
ejercicios. Empecemos entonces con el caso de los aranceles a las exportaciones.
Supongamos un bien para el cual el precio internacional expresado en moneda doméstica6
es mayor que el precio de equilibrio que prevalecería si el bien no pudiera ser comercializado
internacionalmente, es decir estamos frente al caso de un bien exportable. Al precio internacional P,
la cantidad demandada viene dada por la función de demanda Qd, tal que la misma alcanza a QC,
mientras que la cantidad ofrecida viene dada por la función de oferta Od, tal que la misma es igual
QO. Tenemos entonces que la cantidad exportada alcanza a X=QO-QC. Esta situación se reporta en
la Figura 11.
Si el Gobierno decide la aplicación de un arancel a las exportaciones, por cada unidad que
sea vendida al resto del mundo el exportador debe pagar un monto Tx, por lo cual el precio neto que
se recibe es igual a P-Tx. En función que los consumidores conocen que por cada unidad exportada
el oferente recibe P-Tx, ellos no estarán dispuestos a pagar más que ese monto. Tenemos entonces

6
Recordemos que el precio internacional en moneda doméstica, en ausencia de ninguna intervención por
parte del Gobierno es igual a E.P*, donde E es el tipo de cambio nominal.

313
que la aplicación del arancel sobre las exportaciones también afecta el precio al cual se realizan las
transacciones domésticas, con demandantes y oferentes enfrentando un precio igual a P-Tx.
La baja en el precio que reciben los oferentes y el que pagan los consumidores lleva por un
lado a una disminución en las cantidades ofrecidas desde QO hasta QO’, mientras que por otro lado
las cantidades demandadas se incrementan desde QC hasta QC’. Lo anterior lleva a que el saldo
exportable, es decir el exceso de producción doméstica por sobre el consumo doméstico se reduzca
desde X=QO-QC hasta X’=QO’-QC’. Por último la aplicación del arancel a las exportaciones implica
que el Gobierno obtiene una recaudación. Si bien por cada unidad exportada el precio que recibe el
vendedor es de P-Tx, los consumidores ubicados en el resto del mundo pagan, en moneda local de
nuestra economía, un precio de P, por lo cual por cada unidad exportada el Gobierno recauda Tx,
lo cual lleva a que la recaudación total ascienda a R=X’.Tx.

Figura 11
Arancel a las exportaciones

Dd Od
X
P
R
P-Tx

QC Q'C Q'O QO

X'
Tal como se desprende del análisis anterior, un arancel a las exportaciones por definición solo
recae sobre las unidades vendidas al resto del mundo, y no sobre aquellas que son adquiridas por
los consumidores doméstico. Sin embargo, más allá de esta diferencia, la aplicación del arancel
reduce el precio que los oferentes reciben por todas las unidades vendidas, ya sea que lo hagan en
el mercado doméstico o las exporten. A diferencia de los impuestos internos, ahora no se produce
una cuña entre el precio que reciben los oferentes y el precio que pagan los consumidores
domésticos, ya que ambos enfrentan un precio igual a P-Tx. La diferencia es en cambio respecto al
precio que pagan los consumidores que residen en el resto del mundo, los cuales abonan un precio
de P valuado en moneda doméstica. Por último, se observa un aumento en las cantidades
demandadas y una reducción de las cantidades ofrecidas, lo cual se traslada a una baja de las
exportaciones, siendo esta cantidad ahora menor sobre la cual el Gobierno aplica el arancel, lo cual
redunda en recaudación.
Pasemos al caso de un arancel o tarifa a las importaciones. En este caso, y a diferencia del
recién analizado, se tiene que al precio internacional P, el cual lo expresamos en su equivalente en
moneda doméstica, las cantidades producidas domésticamente QO no son suficientes para
satisfacer la demanda, la cual es igual a QC. Esto se debe a que el precio P se ubica por debajo del
precio PE de equilibro que prevalecería si el bien no fuera transable. La situación anterior lleva a que

314
se importe un cantidad igual a M=QC-QO para satisfacer el exceso de demanda al precio P. La Figura
12 nos muestra la situación recién descripta.
Ante el estado de situación el Gobierno decide la aplicación de un arancel a las importaciones
de Tm por cada unidad importada, es decir por cada unidad consumida domésticamente pero que
ha sido producida en el resto del mundo.
La aplicación del arancel Tm significa que para los consumidores el costo de una unidad
producida en el resto del mundo, es decir importada, pase ahora a P+Tm, lo cual permite a los
oferentes domésticos subir el precio al que venden desde P hasta P+Tm. De esta forma tenemos
que la aplicación del arancel a las importaciones lleva a una suba en el precio tanto de las unidades
importadas como de las producidas domésticamente, con demandantes y oferentes domésticos
enfrentando el mismo precio: P+Tm.
La suba en el precio que reciben los oferentes y el que pagan los consumidores lleva por un
lado a una disminución en las cantidades demandadas desde QC hasta QC’, mientras que por otro
lado las cantidades ofrecidas se incrementan desde Q0 hasta Q0’.7 Lo anterior lleva a que el exceso
de demanda sobre la producción doméstica se reduzca desde M=QC-QO hasta M’=QC’-QO’. Por
último la aplicación del arancel a las importaciones implica que el Gobierno obtiene una recaudación.
Si bien por cada unidad importada el precio que paga el consumidor es de P+Tm, los vendedores
ubicados en el resto del mundo reciben, en moneda local de nuestra economía, un precio de P, por
lo cual por cada unidad importada el Gobierno recauda Tm, lo cual lleva a que la recaudación total
ascienda a R=M’.Tm.

Figura 12
Arancel a las importaciones

$
Dd Od

P+Tm
R
P
M'

QO Q'O Q'C QC

M
Resumiendo, un arancel a las importaciones solo recae sobre las unidades consumidas cuyo
origen es el resto del mundo, y no sobre aquellas que son producidas domésticamente. Sin embargo,
más allá de esta diferencia, la aplicación del arancel aumenta el precio que los consumidores pagan

7
En función de los resultados que ocasiona la aplicación de una arancel a las importaciones, es fácil entender
porque los sectores productivos domésticos que compiten con las importaciones tienen un sesgo hacia
políticas comerciales proteccionistas, ya que las mismas ocasionan un aumento del precio al cual pueden
vender, así como un aumento de la producción que sirve para satisfacer parte del consumo que antes era
cubierto con importaciones. Por supuesto, la contrapartida de lo anterior es que los consumidores deben
pagar un mayor precio, así como también consumen una menor cantidad.

315
por todas las unidades consumidas, ya sea que hayan sido producidas internamente o importadas
desde el resto del mundo. A diferencia de los impuestos internos, ahora no se produce una cuña
entre el precio que reciben los oferentes y el precio que pagan los consumidores domésticos, ya
que ambos enfrentan un precio igual a P+Tm. La diferencia es en cambio respecto al precio que
reciben los oferentes que residen en el resto del mundo, los cuales reciben un precio de P valuado
en moneda doméstica. Por último, se observa un aumento en las cantidades ofrecidas y una
reducción de las cantidades demandadas, lo cual se traslada a una baja de las importaciones, siendo
esta cantidad ahora menor sobre la cual el Gobierno aplica el arancel, lo cual redunda en
recaudación.

En la Tabla 5 se resumen las diferentes posibilidades, en función de si el bien es exportado o


importado, si se aplica un impuesto o subsidio. Las Figuras 11 y 12 corresponden a los casos 1 y 3
respectivamente. Se recomienda realizar el análisis equivalente para los restantes dos casos.

Tabla 5
Efectos de Aranceles/Subsidios al comercio exterior
Cambio en cantidades:

Arancel / Cambio en
Caso El bien se: Comercializadas
Subsidio precio Ofrecidas Demandas
internacionalmente

1 Exporta Arancel Baja Disminuyen Aumentan Disminuyen


2 Exporta Subsidio Sube Aumentan Disminuyen Aumentan
3 Importa Arancel Sube Aumentan Disminuyen Disminuyen
4 Importa Subsidio Baja Disminuyen Aumentan Aumentan

316
Apartado 1: la aplicación de una cuota como sustituto (imperfecto) de un arancel
Como vimos recién, la aplicación de un arancel a las importaciones lleva a un aumento del precio que
pagan los consumidores y reciben los productores domésticos, a la vez que se da una disminución en las
cantidades importadas.
Si el objetivo del Gobierno es reducir las cantidades importadas, otra herramienta de la cual dispone es
la de fijar la cantidad de las mismas, lo cual en términos más técnicos se conoce como la implementación
de una cuota a las importaciones. Veamos como las mismas funcionan, así como las diferencias con los
aranceles.
Partamos de la misma situación que la que muestra la Figura 10, la cual por utilidad replicamos en la
Figura A.1.
Antes de la intervención del Gobierno, el precio Figura A.1
que prevalece en el mercado es P, con
cantidades ofrecidas igual a QO y cantidades $
demandadas igual a QC, con el exceso de Dd
demanda (M=QC-QO) cubierto por Od
Od+Q
importaciones.
Supongamos que ante la situación anterior el
Gobierno considera que las importaciones M
son demasiado elevadas, y decide reducirlas.
Para ello establece una cuota, de forma que P'
Renta
cualquiera sea el precio, las importaciones no P
pueden superar la cantidad Q. Entonces, la
oferta total, la producida domésticamente y la Q
desde el resto del mundo pasa a ser Od+Q. Dada
la nueva oferta, el nuevo precio pasa a ser P’.
Al nuevo precio P’, la demanda alcanza a QC’, la QO Q'O Q'C QC
cual es cubierta con QO’ unidades producidas
domésticamente y Q unidades importadas que
M
corresponden a la cuota.
Si bien con la aplicación de la cuota se puede lograr el mismo objetivo que con un arancel, hay ciertas
diferencias entre ellos. En el caso de la cuota, y tal como con el arancel, las unidades comercializadas que
corresponden a la producción doméstica QO se comercializan al precio P’. En cambio aquellos a quienes
se les asigna una parte de la cuota pueden comprar en el exterior pagando el precio P, es decir que por
cada unidad de la cuota se genera una renta igual a P’-P. En función de quién se apropia de dicha renta
será la diferencia con la aplicación del arancel. Por ejemplo, el Gobierno puede vender los derechos de
importar desde el resto del mundo, lo cual lo hará a un costo por unidad igual a P’-P, de forma que lo
que antes era recaudación por aranceles será ahora recaudación por la venta de la cuota. En este caso
ambos instrumentos generan los mismos resultados. En cambio si el gobierno no vende los derechos de
poder importar las unidades que corresponden a la cuota, la renta asociada a la misma será apropiada
por quienes obtengan dichos derechos. En general son los mismos oferentes domésticos a quienes se les
asignan partes de la cuota, de manera tal que por las unidades importadas dichos oferentes obtienen
una ganancia de P’-P, ya que adquieren el bien en el resto del mundo al precio P y lo venden
internamente al precio P’.
Finalmente, como podemos observar en la Figura A.1, cualquiera sea la forma en que se asigne la cuota,
la renta total que la misma genera es equivalente a lo que el Gobierno podría obtener en concepto de
recaudación con un arancel. La diferencia está en cuál o cuáles son los agentes económicos que se
apropian de dicha renta, no siendo necesariamente el Gobierno.

4.3 El sesgo anti-exportador de la política comercial proteccionista

Como vimos en los dos apartados anteriores, tanto un arancel que recae sobre las
importaciones como sobre las exportaciones produce que el bien o servicio en cuestión experimente
una disminución en su producción. En análisis anterior se llevó a cabo en un marco de equilibrio

317
parcial, sin embargo como vimos en el Capítulo 3, así como también al inicio del presente, la
economía puede ser caracterizada por un modelo de equilibrio general, de forma que una
determinada medida que está destinada a un mercado en particular termina afectando la situación
de otros mercados. Esto último no es la excepción en el caso de la política comercial proteccionista,
la cual en general adopta la forma de aranceles o tarifas a las importaciones. Veamos porqué.
Volvamos a nuestro modelo de 2 bienes, los cuales exhiben entre ellos costos de oportunidad
crecientes, que como se vio oportunamente implica una frontera de posibilidades de producción
(FPP) que es cóncava al origen. Asumamos que de los dos bienes, el bien X es el exportable,
mientras que el bien M se importa. En un primer momento, el Gobierno no aplica ninguna restricción
al comercio internacional, por lo cual la combinación óptima de producción viene dada por el punto
donde la FPP es tangente a la línea que representa a los precios relativos. Esta situación original
es la que corresponde al QLC en la Figura 13.
Como podemos observar en la Figura 13, en el equilibrio inicial para la canasta de producción óptima
QLC el costo de oportunidad, que viene dado por la pendiente de la FPP para dicha canasta es igual
al precio relativo del bien exportable X respecto al precio relativo del bien importable M:
𝐸. 𝑃𝑋∗ 𝑃𝑋∗
𝑄𝐿𝐶 : 𝐶𝑂𝑋⁄𝑀 = =
𝐸. 𝑃𝑀∗ 𝑃𝑀∗
Supongamos que por algún motivo el Gobierno entiende que la producción del bien M, el importable,
es baja y que para incentivar un aumento de la misma se debe aplicar un arancel a las
importaciones, el cual vamos a expresar en términos ad valorem8, con una tasa igual a tm.
La aplicación del impuesto lleva a que el precio de una unidad importada pase de un valor de 𝐸. 𝑃𝑀∗
a un valor de 𝐸. 𝑃𝑀∗ (1 + 𝑡𝑚). El aumento en el precio del bien M significa una disminución en el precio
relativo del bien X, el cual en términos nominales permanece sin cambios a su nivel inicial 𝐸. 𝑃𝑋∗ .
Dado el nuevo precio relativo del bien X respecto al bien M, para que se restablezca el equilibrio de
la economía es necesario que se produzca una reasignación de factores de forma tal que el costo
de oportunidad vuelva a igualarse al nuevo precio relativo. Como se muestra en la Figura 13, esto
último se da para una canasta de producción igual a QT:

𝑇
𝐸. 𝑃𝑋∗ 𝑃𝑋∗ 𝑃𝑋∗ 𝑃𝑋
𝑄 : 𝐶𝑂𝑋⁄𝑀 = = = 𝜏=
𝐸. 𝑃𝑀∗ (1 + 𝑡𝑚 ) 𝑃𝑀∗ (1 + 𝑡𝑚 ) 𝑃𝑀∗ 𝑃𝑀

Como puede observarse en la Figura 13, la canasta QT implica una mayor producción del bien
importable M y una menor producción del bien exportable X. Estos cambios se explican porque al
subir el precio doméstico del bien M en relación al del bien X, lleva a que se desencadenen
incentivos que favorecen una mayor producción de M. Si la economía se encuentra en una situación
de pleno empleo, lo cual se refleja en que la canasta de producción se ubica sobre la FPP, la única
forma de aumentar la producción de un bien es por medio del uso de factores productivos que se
encuentran asignados a la producción de otro bien, en nuestro caso el bien exportable X, lo cual
lleva a una disminución en la producción de este último bien.

8
Ad valorem es una expresión latina que significa “según el valor”. Por lo tanto, el monto efectivo del arancel
va depender del precio o valor del bien sujeto a dicho arancel.

318
Figura 13
Sesgo anti-exportador de la política comercial proteccionista

QM

QT (PX/PM)=(P*X/P*M).t

QLC
(P*X/P*M)

QX

5. Tipo de cambio
En la sección anterior hicimos referencia al tipo de cambio nominal (E) a los efectos de poder
convertir los precios internacionales a moneda doméstica, aunque nada dijimos sobre como dicho
tipo de cambio se determina. De más está señalar que un análisis pormenorizado y profundo de los
determinantes del tipo de cambio excede lo que pueden ser los objetivos de un manual introductorio
de economía, por lo que a continuación haremos una presentación breve y simple de distintos
elementos que es de esperar influencien la tasa de cambio nominal. Por último introduciremos el
concepto de tipo de cambio real, el cual como cabría esperar en función de lo visto en el Capítulo 8,
se ve afectado por lo que sucede con los precios, así como también por la política de comercial del
Gobierno, en particular lo que hace al uso de aranceles y subsidios al comercio exterior.
Antes de proceder al análisis de los determinantes del tipo de cambio es conveniente refrescar
algunas definiciones:

Tipo (tasa) de cambio: unidades de moneda doméstica por cada unidad de moneda extranjera.

Apreciación/Revaluación: disminución del tipo de cambio.

Depreciación/Devaluación: aumento del tipo de cambio.

Las diferencias entre apreciación y revaluación, y entre depreciación y devaluación, depende de si


la modificación en el tipo de nominal se debe al accionar de las fuerzas del mercado operando
libremente, en este caso nos referimos a una apreciación o una depreciación, o si por el contrario
porque en un sistema de tipo de cambio fijo la autoridad competente (usualmente el Banco Central)
decide una modificación del mismo, en este caso hacemos referencia a una revaluación o una
devaluación.
Siguiendo la lógica del análisis del Capítulo 6, el tipo de cambio es el resultado de la interacción de
la demanda por moneda extranjera y de la oferta de dicha moneda. En este sentido, el tipo de cambio
nominal puede ser entendido como el precio de cada unidad de moneda extranjera, que por

319
simplicidad supondremos es el dólar de los Estados Unidos.9 Sin querer ser exhaustivos, entre los
determinantes de la oferta y demanda de moneda extranjera tenemos:
Oferta de moneda extranjera: exportaciones, inversión extranjera directa desde el resto del
mundo, inversión financiera desde el resto del mundo, préstamos recibos desde el resto del
mundo, repatriación de utilidades y remesas desde el resto del mundo, cobro de capital e
intereses por préstamos al resto del mundo, turismo extranjero en el país.

Demanda de moneda extranjera: importaciones, inversión extranjera directa en el resto del


mundo, inversión financiera en el resto del mundo, préstamos realizados al resto del mundo,
pago de utilidades y envío de remesas al resto del mundo, pago de capital e intereses por
préstamos del resto del mundo, turismo en el extranjero.

Mientras que los componentes del primer grupo representan flujos de moneda extranjera desde el
resto del mundo hacia el país, lo cuales alteran la disponibilidad u oferta de moneda extranjera en
la economía, los elementos del segundo grupo generan flujos en el sentido inverso que se reflejan
en cambios en la demanda de moneda extranjera. Dependiendo de la economía que se trate, los
diferentes componentes antes mencionados tendrán mayor o menor influencia. A modo de ejemplo,
para muchas de las economías de América Central y el Caribe las remesas desde el exterior, en
especial las familiares, explican una elevada proporción de la entrada (oferta) de dólares, mientras
que para otras economías el turismo receptivo constituye una de las principales fuentes. Para la
mayoría de los países de América Latina las obligaciones relacionadas al pago de la deuda externa
(capital e intereses) representan uno de los flujos de moneda extranjera hacia el resto del mundo
que más inciden sobre la demanda de dólares.
Un elemento de suma importancia respecto al tipo de cambio es su relación con la Balanza de
Pagos, en especial con un componente de la misma como son las reservas de la autoridad
monetaria (Banco Central). Estas últimas constituyen el respaldo de la base monetaria, es decir de
la cantidad de moneda doméstica en circulación. Bajo un tipo de cambio flexible, es decir aquel en
el cual la autoridad monetaria no interviene fijando un determinado valor, el tipo de cambio nominal
será aquel que iguale la cantidad demanda con la cantidad ofrecida de moneda extranjera. Con el
tipo de cambio modificándose en función del comportamiento de los distintos componentes de la
oferta y demanda señalados más arriba. En cambio, si el Banco Central busca fijar el tipo de cambio
en un determinado valor, es decir implementar lo que se denomina un régimen de tipo de cambio
fijo, deberá estar en condiciones de proveer de las divisas necesarias si en el mercado existiera un
exceso de demanda, o de absorber los saldos correspondientes si lo que se verifica es un exceso
de oferta. En cualquiera de los dos casos, y dejando de lado los potenciales efectos que sobre la
economía puedan provocar los cambios en la cantidad (base) de moneda doméstica frente a la
necesidad de la autoridad monetaria de compensar por los excesos de oferta o demanda de moneda
extranjera, estos últimos se verán reflejados en cambios en el nivel de reservas. En la Figura 14 se
muestran las dos posibles situaciones.
En el caso (a) en el lado izquierdo de la Figura 14 tenemos una situación en la cual el Banco Central
desea mantener un tipo de cambio nominal E0 que se ubica por debajo del que prevalecería en
ausencia de su intervención. Debido a que para el valor E0 del tipo de cambio se observa un exceso
de demanda de moneda extranjera, el Banco Central se ve forzado a cubrir dicho exceso por medio
de la venta de divisas, lo cual lleva a una desacumulación de reservas (R<0). La situación opuesta
se verifica en la gráfica (b) en el lado derecho de la Figura 14, ahora el tipo de cambio nominal E1
deseado por el Banco Central se ubica por encima del de equilibrio, y por lo tanto se produce un
exceso de oferta, que a los efectos de que esta última no afecte el valor nominal E1 obliga al Banco
Central a adquirir dicho exceso con la consiguiente acumulación de reservas internacionales (R>0).

9
Dado que en la realidad existen un gran número de monedas, casi tantas como países en el mundo, un
concepto muy utilizado es el de tipo de cambio multilateral, el cual trata de reflejar el precio promedio que
una determinada moneda doméstica tiene con respecto a una canasta de monedas extranjeras.

320
Figura 14
Tipo de cambio fijo y variación de reservas internacionales

(a) Desacumulación de reservas (b) Acumulación de reservas


e = $/u$s e = $/u$s
Ou$s Ou$s
Du$s Du$s
R>0
E1

E0

R<0

u$s u$s

5.1 Política comercial y tipo de cambio real

En la sección anterior nos referimos a factores y variables que pueden influir en el nivel del
tipo de cambio nominal. Sin embargo como ya hemos repetido en numerosas ocasiones a lo largo
del presente libro, en economía lo que interesan son las variables expresadas en términos
constantes o reales. El caso del tipo de cambio no tiene porqué ser la excepción.
Supongamos que el mundo está dividido en dos economías, la doméstica y el resto del mundo. La
economía doméstica produce un bien que llamaremos A, mientras que el resto del mundo produce
un bien que llamaremos B. La moneda de curso legal en la economía doméstica es el peso ($)
mientras que en el resto del mundo es el dólar (u$s). El precio del bien A es $16 mientras que el
bien B cuesta u$s 4. Además, el tipo de cambio nominal, medido como pesos por dólar ($/u$s), es
igual a 2.
Con los datos anteriores tenemos que cada unidad del bien B, cuyo precio es u$s4, equivale a $8
(u$s4 multiplicado por el tipo de cambio de $/u$s 2). Los $8 a su vez rinden 0,5 unidades del bien A
($8 dividido por el precio de $16). Es decir, para obtener una unidad del bien B se debe dar a cambio
0,5 unidades del bien A. Esta relación que no es otra que el tipo de cambio real para la economía
doméstica, el cual refleja la tasa de cambio del bien B, producido por el resto del mundo, en unidades
del bien A, producido por la economía doméstica, o dicho de otra forma, cuántas unidades del bien
A se deben sacrificar para poder adquirir una unidad del bien B:

𝐸. 𝑃𝐵∗ ($⁄𝑢$𝑠 )(𝑢$𝑠 ⁄𝑈𝑛𝑖𝑑𝑎𝑑 𝑑𝑒 𝐵) 𝑈𝑛𝑖𝑑𝑎𝑑𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝐴


𝑒= = =
𝑃𝐴 ($⁄𝑈𝑛𝑖𝑑𝑎𝑑 𝑑𝑒 𝐴) 𝑈𝑛𝑖𝑑𝑎𝑑 𝑑𝑒 𝐵

Esta última expresión no es otra cosa que lo que ya hemos visto en varias oportunidades a lo largo
de este libro, un precio relativo, es decir la tasa de cambio entre dos bienes. De forma más general,
si E es el tipo de cambio nominal, P* es el nivel de precios en el extranjero (medido en dólares), y P
el nivel de precios doméstico (medido en pesos), el tipo de cambio real se define como:

321
𝐸. 𝑃 ∗
𝑒=
𝑃
el cual nos muestra el costo de la canasta de bienes y servicios producidos en el extranjero en
términos de la canasta de bienes y servicios producidos domésticamente.
Como se puede observar de la expresión del tipo de cambio real, si bien depende positivamente de
la tasa de cambio nominal, también se ve afectado por lo que suceda con los precios de los bienes
y servicios, tanto en la economía doméstica como en el resto del mundo.
Si bien conocer el nivel del tipo de cambio real puede aportar información útil e importante,
generalmente se presta más atención a los cambios o evolución que el mismo exhibe en el tiempo.
Así por ejemplo, una suba del tipo de cambio real significa que con una determinada cantidad de
bienes domésticos podemos adquirir una cantidad mayor que antes de bienes producidos en el
extranjero. Mientras que una reducción del tipo de cambio real implica que debemos ofrecer una
mayor cantidad de nuestros bienes y servicios para adquirir una determinada canasta de bienes
producidos en el extranjero. Como puede apreciarse de lo anterior, el tipo de cambio real es una
medida de la productividad de una economía en relación a otras economías, ya que como
mencionamos recién, aumentos en el tipo de cambio real significan que la economía en cuestión
puede adquirir bienes y servicios en el exterior a un menor costo en términos de su propia
producción, o lo que es equivalente, dada una producción doméstica la suba en el tipo de cambio
real le permite adquirir una mayor cantidad de bienes y servicios producidos en el extranjero.
Cualquiera sea la forma en la que se plantee la situación, subas en el tipo de cambio hacen más
atractiva a la economía como proveedora de bienes y servicios, tanto en su propio mercado interno
como en el exterior.
El tipo de cambio real, tal como lo definimos recién no es más que un precio relativo entre los bienes
y servicios producidos en el extranjero y los bienes y servicios producidos domésticamente. Sin
embargo, en otras ocasiones lo que se busca responder es en qué sectores al interior de una
economía es más conveniente asignar los recursos. Como ya hemos visto anteriormente, la
respuesta es, ceteris paribus, en aquellos que poseen mayores precios relativos. Supongamos
entonces que una economía produce dos tipos de bienes, aquellos que pueden ser transables
internacionalmente, ya sea para exportación o porque compiten con las importaciones que
provienen desde el resto del mundo, y aquellos que no son pasibles de ser comercializados en los
mercados internacionales. Además de las características intrínsecas que hacen que un bien pueda
o no ser comercializado con el resto del mundo, una diferencia entre bienes transables y no
transables es que los primeros pueden ser afectados de manera directa por la política comercial de
un país, ya sea por medio de la aplicación de tarifas, aranceles, subsidios, cuotas, etc. Esto último
lleva a que el precio relativo de los bienes exportables, o los substitutivos de importaciones, respecto
a los bienes no transables además de verse afectado por lo que suceda con el tipo de cambio
nominal, también será función de la política comercial del país. En particular podemos definir dos
tipos de cambios reales dependiendo del conjunto de bienes en los que estemos interesados:
𝐸.𝑃𝑋∗ (1−𝑡𝑥)
Tipo de cambio real efectivo de exportación: 𝑒𝑋 =
𝑃𝑁
∗ (1+𝑡𝑚)
𝐸.𝑃𝑀
Tipo de cambio real efectivo de importación: 𝑒𝑀 =
𝑃𝑁

En el primer caso lo que estamos midiendo es el precio relativo en moneda doméstica de los bienes
exportables corrigiendo por los efectos de la política comercial tx en relación al precio de los bienes
no transables. Mientras que en el segundo caso la comparación se hace entre el precio en moneda
doméstica de los bienes importables corregidos por la política comercial tm y los precios de los

322
bienes no transables. El término “efectivo” hace referencia a que en ambos casos se tienen en
cuenta los efectos de la política comercial.10
Aumentos en los tipos de cambio real efectivo implican que con una determinada canasta de bienes
transables es posible adquirir una mayor cantidad de bienes no transables, y por lo tanto existirán
incentivos para el traslado de recursos productivos a la producción de los primeros. De los tipos de
cambio efectivos tenemos que la aplicación de aranceles (tx y tm positivos) mejora el tipo de cambio
real efectivo de los sectores que producen bienes que compiten con importaciones mientras que
disminuye el correspondiente a los sectores productores de bienes para la exportación, lo opuesto
ocurre con la aplicación de subsidios al comercio exterior (tx y tm negativos), los cuales llevan a una
suba del tipo de cambio real efectivo para los sectores exportadores, y a una baja del
correspondiente a la producción sustitutiva de importaciones.
Por último, si combinamos las expresiones para los tipos de cambio real efectivo de exportación e
importación, obtenemos:
𝐸. 𝑃𝑋∗ (1 − 𝑡𝑥)
𝑒𝑋 𝑃𝑁 𝑃𝑋∗ (1 − 𝑡𝑥)
= =
𝑒𝑀 𝐸. 𝑃𝑀∗ (1 + 𝑡𝑚 ) 𝑃𝑀∗ (1 + 𝑡𝑚 )
𝑃𝑁
Esta última expresión no es otra cosa que los términos de intercambio (𝑃𝑋∗ ⁄𝑃𝑀∗ ), que miden el precio
relativo de los bienes exportables respecto a los bienes importables, corregidos por la política
comercial. Los términos de intercambio, como todo precio relativo, no son más que la relación entre
cantidades de dos bienes, en este caso la capacidad de compra de los bienes exportables medida
en unidades de bienes importables.
Como podemos observar, la aplicación de aranceles al comercio exterior (tx y tm) positivos reduce
la capacidad de compra efectiva de las exportaciones, ya que por cada unidad de los bienes
exportables se podrán adquirir menos unidades de los bienes importables. Este efecto de los
aranceles al comercio exterior lleva a un desincentivo de la producción de bienes para la exportación
y a favor de la de los bienes que compiten con las importaciones. Este resultado no es otra cosa
que lo que ya mencionado anteriormente, y que denominamos sesgo anti-exportador de la política
comercial proteccionista.

10
Valores positivos de tx y tm significan tarifas/aranceles, mientras que valores negativos significan subsidios.

323
EJERCITACIÓN

Repaso de conceptos/ideas
a) ¿Qué diferencia a una economía cerrada de una economía abierta? ¿Cuáles son los beneficios
del comercio internacional?
b) Defina los conceptos de ventajas absolutas y ventajas comparativas. Defina el concepto de
patrones de comercio ¿Por qué son las ventajas comparativas las que determinan los patrones
de comercio?
c) En el marco de la teoría del comercio internacional, ¿qué se entiende por economía pequeña?
d) Defina los conceptos de tipo de cambio nominal y tipo de cambio real. ¿Qué los diferencia?
e) Defina el concepto de términos de intercambio. ¿Por qué es beneficioso para un país el aumento
en los términos de intercambio?

Ejercicios
1. Suponga que existen dos economías, H y F, que pueden producir dos bienes, X e Y. Además,
las tecnologías de producción son las siguientes:

𝑄𝑋𝐻 = 2. 𝐿𝐻𝑋

𝑄𝑌𝐻 = 4. 𝐿𝐻𝑌

𝑄𝑋𝐹 = 1. 𝐿𝐹𝑋

𝑄𝑌𝐹 = 8. 𝐿𝐹𝑋

a) Determine para cada bien, cuál país posee una ventaja absoluta. Explique.
b) En ausencia de comercio entre H y F, señale el precio del bien X relativo al bien Y (𝑃𝑋 ⁄𝑃𝑌 ) que
prevalecería en cada economía. Explique.
c) Señale qué país posee una ventaja comparativa en el bien X y qué país posee una ventaja
comparativa en el bien Y. Explique.
d) Si los países empezaran a comerciar, ¿cuáles serían los patrones de comercio? Señale el rango
del precio 𝑃𝑋𝑊 ⁄𝑃𝑌𝑊 que prevalecería una vez que los países comiencen a comerciar entre ellos.
e) Suponga que una vez que los países comienzan a comerciar, se observa 𝑃𝑋𝑊 ⁄𝑃𝑌𝑊 = 4. Dibuje
para cada país las curvas de posibilidades de producción y de consumo una vez que los dos
países comercian entre ellos. Suponga que ambos países poseen una dotación de trabajo igual
a 1000 unidades.
f) Suponga que el país H experimenta una mejora tecnológica en la producción del bien X, ¿qué
efectos tendría sobre los patrones de comercio? ¿Cambiaría su respuesta si la mejora
tecnológica fuera en el bien Y? Explique.

324
2. Suponga que existen dos economías, H y F, que pueden producir dos bienes, X e Y. Además,
se sabe que las posibilidades de producción son las representadas en los siguientes gráficos:

País H País F
Y Y

800

640

X X
1250 525

a) Del análisis de los gráficos, identifique el bien en el que cada país posee una ventaja
comparativa. Explique.
b) Si se sabe que las dotaciones de trabajo son LH=1000 y LF=2100. Identifique en qué bien o bienes
cada país tiene ventajas absolutas. Explique.
c) Utilizando la información provista por los gráficos, y las dotaciones de trabajo de cada país,
obtenga los coeficientes técnicos de producción.
d) Utilizando los coeficientes técnicos de producción calcule para cada país el CO X/Y y el COY/X. En
base a esta nueva información revise su respuesta al punto a).
e) Señale y explique los patrones de comercio si los dos países comenzaran a comerciar entre
ellos.
f) ¿Cómo cambiaría su respuesta al punto e), si el país F experimenta un mejora tecnológica en la
producción del bien X que implica un aumento del 100% en la productividad media del trabajo?

3. Suponga que se conocen las siguientes funciones de oferta y demanda:


QO=100+2*P y QD=450-5*P.

a) Obtenga el precio y la cantidad de equilibrio si la economía opera en autarquía. Grafique.


b) Ahora suponga que la economía se abre al comercio internacional, y se tiene que el precio
internacional del bien es u$s 5 y el tipo de cambio es $ 12 por u$s. Obtenga el precio al cual se
va comercializar el bien, las cantidades ofrecidas, las cantidades demandadas, y las cantidades
comercializadas internacionalmente. Grafique.
c) Partiendo de la situación del punto b), el Gobierno aplica un subsidio de $ 10 por unidad
producida. Obtenga el precio de consumidor, el precio de productor, las cantidades ofrecidas, las
cantidades demandadas, y las cantidades comercializadas internacionalmente. Grafique.
d) Partiendo de la situación del punto b), el Gobierno aplica un subsidio de $ 10 por unidad
comercializada internacionalmente. Obtenga el precio de consumidor, el precio de productor, las
cantidades ofrecidas, las cantidades demandadas, y las cantidades comercializadas
internacionalmente. Grafique.
e) Compare los resultados obtenidos para los puntos c) y d), explique las diferencias. ¿Cuál es el
costo para el gobierno de cada una de las dos políticas?

325
4. Suponga que se conocen las siguientes funciones de oferta y demanda:
QO=-150+10*P y QD=330-2*P.

a) Obtenga el precio y la cantidad de equilibrio si la economía opera en autarquía. Grafique.


b) Ahora suponga que la economía se abre al comercio internacional, y se tiene que el precio
internacional del bien es u$s 6 y el tipo de cambio es $ 5 por u$s. Obtenga el precio al cual se
va comercializar el bien, las cantidades ofrecidas, las cantidades demandadas, y las cantidades
comercializadas internacionalmente. Grafique.
c) Partiendo de la situación del punto b), el Gobierno aplica un impuesto de $ 5 por unidad
consumida. Obtenga el precio de consumidor, el precio de productor, las cantidades ofrecidas,
las cantidades demandadas, y las cantidades comercializadas internacionalmente. Grafique.
d) Partiendo de la situación del punto b), el Gobierno aplica un arancel de $ 5 por unidad
comercializada internacionalmente. Obtenga el precio de consumidor, el precio de productor, las
cantidades ofrecidas, las cantidades demandadas, y las cantidades comercializadas
internacionalmente. Grafique.
e) Compare los resultados obtenidos para los puntos c) y d), explique las diferencias. ¿Cuál es la
recaudación para el gobierno de cada una de las dos políticas?

Ensayos
Para cada ensayo, se debe analizar lo que en el mismo se plantea. En caso de corresponder,
además se debe explicar si lo que se plantea es correcto o no en función de lo que nos dice la teoría
del comercio internacional.

1. El Consejo de Asesores Económicos de un país en vías de desarrollo debe proponerle al


Presidente el diseño de una nueva política comercial. Parte de los integrantes del Consejo
sostienen que el país debe permanecer aislado del comercio internacional, como única forma de
fomentar el crecimiento de la actividad económica, ya que si el país se abriera al comercio, la
producción de los países más desarrollados llevará a que la producción local desaparezca.

2. Los productores locales de un bien se sienten amenazados por la posibilidad de la competencia


de productores extranjeros. Entonces solicitan una audiencia con el Ministro de Economía, al que
le solicitan la aplicación de un arancel a las importaciones. Para justificar su pedido, los
productores le plantean al Ministro que en caso de aplicarse el arancel, el mismo no tendría
ningún impacto sobre el resto de los sectores productivos del país.

3. En un país que posee ventajas comparativas en la producción de bienes primarios agrícolas, se


prevé una sequía para el próximo ciclo productivo. ¿Qué recomendación le daría UD. al
Presidente del Banco Central, si el objetivo es evitar la pérdida de reservas internacionales?
¿Cómo afectaría su sugerencia al tipo de cambio?

4. Argentina es una economía que posee ventajas comparativas en la producción de bienes


primarios agrícolas, por ejemplo la soja. Analice y explique los efectos que se podrían ocasionar
como consecuencia del aumento en el precio internacional de la soja. Haga su análisis, de
manera separada, para: i) el mercado individual de la soja; ii) el nivel de producción del resto de
los bienes de la economía; iii) el tipo de cambio nominal y real de exportación de la soja; iv) las
reservas del Banco Central bajo si hubiera un sistema de tipo de cambio fijo.

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