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L a cosmovisión del hinduismo habla del espiritu del ser humano que habita el cuerpo.

El alma
que es eterna, innaciente, el alma que pertenece a la chispa de la divinidad se encuentra
encarnada en un cuerpo humano.

Desde el punto de vista de esta tradición, los seres humanos somos un alma con un cuerpo y no
un cuerpo con un alma.

En los textos sagrados se menciona que existen 8 millones 400 mil especies de vida que tienen
un alma y esa alma va evolucionando desde los estratos mas inferiores hasta llegar al ser mas
perfecto, que es el ser humano.

Cuando el alma esta en el ser humano tiene la posibilidad de liberarse de esta continua rueda
de nacimientos y muertes, que llamamos Samsara.

¿Porque uno se libera recién cuando llega al ser humano? Porque tiene el poder del
discernimiento, puede decidir lo que esta bien y lo que esta mal y elegir conscientemente sus
acciones y saber como evitar el Karma. Lo que nos hace continuar este ciclo de continuas
muertes y nacimientos es el karma. Los frutos de las acciones generadas llevan a un nuevo
nacimiento para poder manifestase, con lo cual, mientras vamos cosechando los frutos de las
acciones pasadas vamos generando nuevas acciones y, por consiguiente, nuevos frutos los
cuales nos llevaran a un nuevo nacimiento para poder consumarse. Y así la rueda de Samsara
gira sin parar.

El ser humano se diferencia de un animal por el poder del discernimiento. El animal para
alimentarse y sobrevivir sigue sus instintos. El ser humano, en una primera instancia, sigue los
instintos de supervivencia buscando satisfacer sus necesidades básicas de alimentarse,
resguardarse del clima y abrigarse. La seguridad ( Artha ) es la primera búsqueda humana. Una
vez que sus necesidades básicas están cubiertas comenzamos a buscar confort, Kama
( placer ). Kama esta más allá de las necesidades básicas. Artha son las necesidades y Kama son
los anhelos. La mayoría de la gente están entre estas dos búsquedas, la búsqueda de seguridad
y la búsqueda de confort o placer.

Pero en algún momento de la evolución aparece la necesidad de ir más allá y pasamos de estar
centrados en la individualidad y el cuerpo a expandir nuestra consciencia hasta la plenitud del
universo. La individualidad pasa a ser una parte de mí, y comienzo a percibir que soy una ola
en un inmenso océano, y me puedo convertir en la totalidad del océano. Aparece la necesidad
de buscar el Dharma, la tercera búsqueda humana. La búsqueda del Dharma nos hace mas
maduros, nos hace crecer internamente, nos da crecimiento personal y armonía.

Cuando las búsquedas están centradas en Artha y Kama, seguridad y placer, nos guiamos por
lo que nos gusta y lo que no nos gusta, buscamos conseguir el placer y evitar el dolor o el
sufrimiento.

Cuando nuestra búsqueda se centra en Dharma, nuestras acciones comienzan a tener un matiz
diferente. Comenzamos a hacer lo que hay que hacer, aunque a veces no nos guste, pero lo
que hacemos es lo que hay que hacer. Nuestras acciones basadas en el Dharma no tienen
motivaciones personales, no están basadas en el ego, los frutos de las acciones las ofrecemos a
Ishvara, la totalidad.

Dharma prepara el camino para Moksa, la liberación. Dharma nos ayuda a mantener la
armonía interior y paz. Y cuando tenemos paz y armonía somos capaces de buscar la meta
superior, que es Moksa.
En realidad, Moksa, la liberación es la primera y la más importante búsqueda humana. Lo que
buscamos es Moksa. Pero para llegar a ella se hace natural pasar primero por todas las etapas
anteriores hasta llegar a realizar esta ultima meta.

Según la cosmovisión védica hay acciones que producen mal karma y hay acciones que
producen buen karma. Y las escrituras nos hablan de los valores éticos, morales y espirituales
que nos ayudan a ser mejores personas y nos ayudan no solamente estar bien con nosotros
sino estar bien con todo lo que nos rodea.

Los textos mas conocidos que hablan detalladamente son la Bhagavad Gita y los Yogasutras de
Patanjali. Cuando la persona comprende el valor de practicarlos, no como unos
mandamientos, sino como revisiones y recomendaciones, se convierte en una persona mas
integra, mas autentica. Cuando entiende el valor y el beneficio de establecerse en estos
valores, es una persona madura moral y emocionalmente.

Patanjali escribe unos aforismos donde de una forma muy breve y concisa explica toda la
practica del yoga. Hoy en día, cuando escuchamos la palabra Yoga, nos viene a la mente
solamente el aspecto físico del yoga, asana, la postura, pero eso es simplemente un peldaño
en las diferentes escalas de lo que es el yoga. Patanjali antes de enunciar el proceso de
meditación, en el cual la persona debería encontrarse bien física, mental y espiritualmente
para poder llegar al estado de Samadhi, primero habla de los principios éticos, llamados Yamas
y Niyamas.

Los Yamas son principios de carácter universal, es decir, como tiene que ser mi
comportamiento con el resto de las personas y de todas las entidades vivientes.

Y los Niyamas son los preceptos de carácter personal que yo practico para yo mejorar como
persona, para yo mejorar como ser humano.

Una vida de valores es una vida de Dharma. Todas las actividades que rondan en torno a la
cultura védica están orientadas a fomentar la vida de valores. La practica de todas las sendas
del yoga están orientadas a establecernos en una vida de valores, en la búsqueda del Dharma.

Los valores son dados por la creación, están en nosotros, necesitamos reconocer el valor por
esos valores. Los valores son dados en la estructura de la naturaleza del ser humano. Y el ser
humano, lo mínimo que ha de hacer, es vivir de acuerdo a esos valores. Lo que distingue a un
animal del ser humano es que tiene una mente capaz de albergar esos valores. Un tigre mata
por instinto, no piensa si estará haciendo bien matando a su presa. Un tigre no es un sujeto
moral, esta programado por instintos. El ser humano también tiene instintos, pero también
tiene libre albedrio. Tiene una mente que puede decidir si seguir los valores o no seguirlos y
transgredirlos. Tenemos el libre albedrio para transgredir voluntariamente los valores. Pero
hay un precio por transgredir los valores y el coste no es que te pille la policía sino el conflicto
moral que acontece en tu interior.

La Bhagavad Gita trata de los valores. Los valores son parte del Karma Yoga. Cuando uno
reflexiona en esto empieza a tener el amor por los valores, pero no por imposición. Es un
aprendizaje que nace por madurez, de las experiencias humanas.

El beneficio de vivir una vida de valores es vivir en paz. Lo que buscamos es estar a gusto con
nosotros mismos.

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