Está en la página 1de 1

¿Por qué nadie se quiere casar conmigo?

“Es mi culpa”, me dijo mi papá mientras cenábamos. “Te hice muy independiente”.

¿Neta? ¿La razón de mi soltería se llama independencia? Y yo que pensé que estaba loca (jjijiji). Ya
en serio… La historia de mi vida es que al principio todos mis novios se quieren casar conmigo,
¡todos! A los seis meses como que se la piensan mejor y al cabo de un año la relación pasa a mejor
vida. ¿Por qué sucede? Son miles de situaciones, pero al final del día creo que nos damos cuenta
que estamos mejor solos que acompañados (al menos en mi caso). OJO: espero que esta vez sea
diferente, ¡ya te contaré!

No tengo muchas amigas “treintonas, solteras y fantásticas” para ser honesta. Habemos muchas
“treintonas, urgidas y preocupadas”, “treintonas, frustradas y extra sensibles”, “treintonas,
exitosas y deprimidas”… Todavía me acuerdo cuando en un date con el primer cuate que conocí en
Tinder me puse a llorar como Magdalena mientras le decía que estábamos en diferentes canales
porque él quería un free y yo quería una familia. “¿Qué?”, me dijo con ojos de plato. “¡Tú fuiste la
que dijiste que sólo nos íbamos a usar!”. “¿Ah, sí?”, le respondí mientras me limpiaba las lágrimas,
“¡pues no me acuerdo de haber dicho eso, fíjate!”. Obvio dejamos de salir. Lo peor fue que luego
recordé que efectivamente dije eso, pero era para que él me sacara del error: “claro que no, mi
reina, tú me gustas para esposa”. Inocente pobre amiga.

Lo que quiero decir es que al final del día quizá sí, soy independiente, pero también como dice mi
querida Emma, “parecería que las mujeres somos tripolares: pensamos una cosa, pero decimos y
actuamos otra”. ¡Vaya!, no nos ponemos de acuerdo en lo que deseamos, necesitamos y estamos
dispuestas a sacrificar. Nos gustan trabajadores, pero que nos dediquen tiempo y nos dejen hacer
nuestras cosas, porque tampoco vamos a dejar de “hacer nuestra vida” por ellos, ¿o sí? Y aquí es
donde entro a mi segundo punto: el famoso sacrificio. ¿Es de verdad vital en una relación para que
ésta fructifique? Aparentemente sí. ¡Y qué miedo da!

Tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio… y coincidir. ¡Eso sí que está cañón! Hoy en día ‘coincidir’
parece más complicado que todas las ecuaciones juntas del Baldor.

¿Qué hacer entonces? En voz de mi padre, y creo que tiene razón, “tener fe, confiar en la voluntad
de Dios”. Recientemente fui al cine a ver la película “Hasta el último hombre”… muy bien traducida
(#nooot), en inglés se llama Hacksaw Rigde... Como sea, ¡la amé! Mi escena favorita –¡¡spoiler
alert!!– es cuando el protagonista, en pleno campo de batalla, le dice a Dios: “¿Qué quieres de mí?,
¡no te escucho!”, y de repente alguien grita: “¡Médico, ayuda!”. Entonces se dedica toda la noche a
rescatar soldados, americanos y japoneses por igual. ¡WOW! Si esos no son mensajes divinos que
alguien me diga qué son.

Entonces el mensaje de mi post para todas las chicas solteras, pero honestamente ávidas de
encontrar a su hombre ideal, es este: pedirle a Dios (o a Aquello que cada quien considere divino)
paciencia, tolerancia, serenidad y alegría para disfrutar el camino de la búsqueda de nuestra alma
gemela. Pedirle entusiasmo para seguir intentando, empatía para no sentir envidia de las que ya lo
encontraron y fe para creer que, es cierto que todo pasa por algo y que todo llega cuando tiene que
llegar. Además, si Dios es AMOR, ¿por qué nos habría de querer vernos tristes, deprimidas u
ofuscadas? ¡No hace sentido! Así que, querida lectora, hay que disfrutar, reír y gozar. La vida es
mucho más que nuestro estado civil.

pd. en San Valentín también se celebra la Amistad, así que no hay pretexto para quedarse en casa.

También podría gustarte