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MARÍA ENSEÑA SOBRE LOS MANTRAS

Canalizado por Carlos Carvalho – Octubre 2003

EL PODER Y CIENCIA DEL VERBO

El nivel de instrucción para que podáis entender el valor del SONIDO, pasa como
no podrá dejar de ser por el valor y poder de la Palabra Hablada, uno de los principios
guardados por la “GNOSIS” (Conocimiento) contenido en la Iglesia Esotérica de Juan y
practicado por todos los Grandes Sabios.
En el libro “El Rosario de Luz” os di el conocimiento de algunos de los mantras
(sonidos sagrados para mover energías cósmicas) para trabajar con los chakras y con el
Padre Nuestro en mantra tal como os fue dado por la Iglesia Católica (porque el
verdadero es muy diferente).
Este Yoga del Sonido es llamado MANTRA-YOGA.
El mantra no siempre tiene que ser hablado. Basta ser pensado. Hay mantras que
deben ser pronunciados y otros para ser vibrados en Silencio.
La palabra mantra, viene del sánscrito y viene de man (mente) y tra (instrumento).
El instrumento de la mente es la palabra o la voluntad, constituyendo el eslabón de
unión, de expresión entre el hombre y el mundo y entre el hombre y Dios.
El mantra es el Poderoso, pues es la expresión del Verbo.
Cada sonido emite una determinada vibración específica y particular.
El mantra es el tipo de instrumento que puede dominar, controlar y organizar la
mente. Puede actuar en los niveles físico, psicológico y mental. Se debe saber que en este
proceso no es apenas el sonido a producir un determinado fenómeno, sino también la
energía mental desde que sea correctamente dirigida.
La mente tiene el hábito de permanecer fija en patrones de comportamiento,
estereotipos y respuestas automáticas. Es fácilmente viciada. Las impresiones mentales
(vittis) pueden ser removidas con la utilización de la palabra sagrada. La mente no para.
Es un flash casi ininterrumpido de pensamientos e imágenes. El mantra ayuda en el
trabajo de la limpieza mental.
Por eso es necesario aprender a mantener la mente en blanco, trabajo muy difícil
para los principiantes. En estos casos el recurso al mantra puede ayudar a establecer una
mejor conexión o concentración, aproximando el pensamiento a un nuevo ritmo,
propiciando el afinar las vibraciones en patrones más elevados, permitiendo el aflorar de
la Divinidad Interna. La repetición de los sonidos escogidos limpia la mente y la
interiorización del mantra, por sí, libera el ciclo obligatorio de la muerte y renacimiento
(Samsara). Debe ser pronunciado diariamente, con calma y concentración.

1
Cada mantra tiene un sabio (rishi) que lo manifestó, un devata (divinidad) al cual
está dedicado, un Kilakam (columna o ritmo) y un Bij (semilla) que le da un significado,
una intención.
Debéis recordaros que el mantra es de inspiración Divina. El rishi que pronuncia lo
hace porque un Devota lo inspira. El Devota puede ser una entidad-Luz, la fuerza
luminosa subconsciente que existe en el hombre o también un Ángel.
La respiración correcta es encima de todo importante para toda y cualquier práctica
de yoga, siendo la semilla de la vida (el Soplo Divino que fertiliza). No es por casualidad
que al primer hombre se le puso el nombre de ADAM. Su Nombre Sagrado es
compuesto de ADI (Divinidad) + AHAM (Soplo, Aliento).
Sin aliento no hay vida. Se puede vivir mucho tiempo sin alimento, pero solamente
algunos minutos sin aire. Todos saben eso, pero muy pocos saben que respirar significa
mucho más de que apenas dejar al cuerpo tomar el aire que necesita. La respiración mas
que esta función es un eslabón importante, entre el cuerpo y el espíritu, teniendo una
influencia profunda en el proceso psicosomático.
El yoga estuvo milenios en el dominio de los secretos de sociedades secretas y
escuelas iniciáticas, siendo que solamente fueron estas enseñanzas hechas públicas a la
humanidad cuando llegó el momento de prepararse para el gran vuelo colectivo, la Gran
Iniciación y su salto interdimensional en el Cosmos. Todo tiene un propósito1

La mente tiene dos movimientos. Uno es centrífugo y otro centrípeto.


A través de los indriyas (los sentidos) la mente contacta con el Universo externo
quedando prisionera de esa relación. Se dirige al mundo, se interesa por nama (nombre)
y rupa (forma) de los seres animados e inanimados. Queda agitada con los indicios de
los sentidos, con las sensaciones que despiertan esas relaciones. Le parece que nunca
podrá volver a sí misma. No consigue interiorizarse, pues aun cuando el hombre está
solo, se concentra y sigue pensando en lo que veía y oía, en lo que le gusta o en lo que no
le gusta. Este es el movimiento de exteriorización, caracterizándose por el
desplazamiento de la conciencia para entrar en relación con objetos y personas.

El camino de interiorización e introspección, apunta para el centro, hacia sí mismo.


Este es el movimiento centrípeto de la mente. Cuando se es causa del proceso ilusorio, el
ganar y perder, lo que le acarrea sufrimiento, acabará por entender que hay algo más allá
del juego de nacer y morir, del frío y del calor, del placer y del dolor... otra realidad fuera
del espacio y del tiempo que es de otra Dimensión. El Veda lo designará por Atman
(Espíritu), el Yoga de Purusha, pero lo importante es saber que hay algo que trasciende la
materia y su fluir constante de formas que nacen y mueren.
Hay algo más allá de la rueda del Samsara. Cuando el hombre dirige la atención
hacia sí mismo, comienza entonces la mayor aventura de su tiempo. Inicia el proceso de
autodescubrimiento, el reconocimiento de su propia identidad, él YO DIVINO, no como
concepto, sí como percepción real, como vivencia.
Este es el camino del autoconocimiento del encuentro de la Divinidad dentro de sí.
El camino que Yo y Jesús señalamos a la humanidad y que os coloca en situación de
auto-convocados, volviéndoos rescatables, pues en verdad, el ser auto-convocados es
porque son seres que desarrollan en si la conciencia de rescatables, por eso son “auto-
rescatables”. Tienen en sí encendida la llama de la Conciencia Crística.

1
Hay un libro interesantísimo sobre la respiración titulado “La Fuerza Creativa de la
Respiración” de Marietta Till, editado en 1988 que se recomienda. (En portugués EDITORA
PENSAMIENTO – S. Paulo – SP – BRASIL)

2
Es preciso mucha disciplina, para una vez tocada la Realidad Mayor del Ser
Interno, no volver a “caer de la Presencia Divina”. Es necesario adaptarse a una nueva
dinámica para poder cortar los caminos que llevan la mente hacia el mundo, buscar una
corriente de pensamientos de otro nivel, adecuar la mente a nuevos patrones y calmarla.
Tranquilizada la mente, ella brilla por sí misma en la conciencia de VAJRA (Diamante).

Cerrar los ojos, aislarse de las cosas del mundo, permanecer en estado de quietud
mental y física, en silencio interior y exterior, ayunar y controlar la alimentación, son
formas que ayudan a la interiorización. La repetición de un mantra fija la mente en un
punto. Cuando pronunciáis el “Padre Nuestro que Estas en los Cielos” invocáis una
fuerza que existe en la naturaleza y en vosotros mismos. De esta forma el poder interior
encuentra un canal para expresarse. El mantra actúa como un instrumento eficiente en
las manos del Discípulo.

El Camino hacia Dios (el Santo en Vosotros) lo hacéis por la devoción y oración
Bakti-Yoga, como por la meditación contemplativa del Raja-Yoga o del Agni-Yoga, en
los casos más adelantados.
El Tantra-Yoaga y el Kundalini-Yoga, son caminos para la Divinidad.

MYRIAM

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