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Ontología en el Tractatus lógico-philosophicus de Ludwig Wittgenstein

La palabra Ontología es un término fundamental en la filosofía. Martin Heidegger


considera que la ontología habla fundamentalmente lo que él  llama “la doctrina del
ser”[1].La palabra ontología nace de la unión de dos palabras griegas τοῦ οντος  lo ente y
λόγος, razon, tou ontos logos, es el estudio de lo que existe, estudio del Ser en cuanto Ser.
Aristóteles la llamó a ese estudio “filosofía primera”. La ontología habla, da razones sobre
lo real, intenta responder a la pregunta de qué es necesario para que algo sea o exista y si
hay diversas maneras de existir o ser.[2]

La mayoría de nosotros nos damos por entendidos cuando se nos habla de palabras como
Realidad y Mundo. Nuestra real academia de la lengua española define la palabra Realidad
en tres acepciones: 1. f. Existencia real y efectiva de algo. 2. f. Verdad, lo que ocurre
verdaderamente. 3. f. Lo que es efectivo o tiene valor práctico, en contraposición con lo
fantástico e ilusorio. El común entiende por “Realidad” la ocurrencia de las cosas que se da
frente a sus ojos, la ocurrencia del mundo. La palabra “Mundo” proviene del latín mundus,
y este del  griego κόσμος. La RAE lo define en más de diez acepciones como: 1. m.
Conjunto de todas las cosas creadas.2. m. Planeta que habitamos.3. m. Esfera con que se
representa el globo terráqueo. 4. m. Totalidad de los hombres, género humano.5. m.
Sociedad humana. 6. m. Parte de la sociedad humana, caracterizada por alguna cualidad o
circunstancia común a todos sus individuos. 7. m. Experiencia de la vida y del trato social.
8. m. Ambiente en el que vive o trabaja una persona.9. m. Vida secular, en contraposición a
la monástica. 10. m. En sentido ascético y moral, uno de los enemigos del alma, según la
doctrina cristiana. Comúnmente se entiende por mundo no más que la totalidad realidad. Es
el lugar donde ocurren nuestras vidas y es el lugar de nuestras relaciones humanas. Allí
dónde amamos, dónde vivimos. Para la mayoría de nosotros se nos hace imposible pensar
que nuestro mundo a la mano sea algo ilusorio o virtual.

Ludwig Wittgenstein escribió su único libro publicado Tractatus lógico-philosophicus en


un estilo muy particular y ambicioso. Su estilo es directo y conciso, pero a la vez
enigmático y huidizo. Desde su título en latín hasta sus preocupaciones y respuestas se
puede evidenciar cierta afinidad con el trabajo llevado a cabo por el holandés Baruch
Spinoza en su Ethica ordine geometrica  demonstrata, al que me referiré luego.
Wittgenstein nos presenta en el Tractatus su vivencia del mundo y nos la cuenta. Da
razones de una ontología, que presenta y la fundamenta de forma lógica.  Desde nuestra
visión panorámica podremos ver como el filósofo austriaco dota de coherencia y sentido a
palabras como realidad  y mundo para que muestren el sentido del conjunto de la obra.

En el prólogo de su obra Ludwig Wittgenstein coloca un aviso, un Cave canem, para


advertirle al lector que “Posiblemente sólo entienda este libro quien haya pensado alguna
vez por sí mismo los pensamiento que en él se expresan o pensamientos parecidos”.
Entonces "attenzione al cane" si nunca has pensado la ontología, la realidad de tú mundo,
es posible que no entiendas a Wittgenstein.

Para Ludwig Wittgenstein nuestros “problemas” descansan “en la incomprensión lógica de


nuestro lenguaje”. Regularmente hablamos sin tener dominio de los términos que
utilizamos. Muchas veces nos ocurre que pasamos de palabra en palabra sin atender a las
cuestiones que fundamentan lo que decimos. No conocemos la correspondencia de nuestra
palabra con su significado.

 Nuestro autor se plantea en su obra decir claramente su vivencia del enigma,  su vivencia
de lo más alto. Desde lo más alto razona para poder hablar de lo que ocurre en la realidad
del mundo. La filosofía de nuestro autor pretende delimitar lo que se puede decir acerca de
la realidad. La propuesta es hacer un trazado y marcar los límites del pensar. Wittgenstein
asume el punto de vista sub specie aeternitatis porque para poder trazar los límites del
mundo se debe poder superarlo. Desde el  Sub specie aeternitatis los límites del mundo solo
pueden ser trazados por el lenguaje. El mundo visto desde arriba, desde lo alto, “es todo lo
que es el caso”

En el Tractatus “el mundo es entendido como el conjunto total de los estados de las cosas
que se dan efectivamente”El mundo es un “conjunto total”, una última clase integral
(Gesamtheit). El mundo no es un “conjunto deficitario” dependiente de otra omnitud, sino
todo lo contrario, es un “todo completo o completud” (Ganze) o como mera “omnitud”
(Allheit) Ludwig Wittgenstein nunca utiliza el termino alemán Totalität para referirse al
mundo. Para nuestro autor el mundo se compone de hechos y no de objetos o de cosas. Esa
composición de hechos que es el mundo conforma la clase integral que permite vislumbrar
la existencia de lo que Wittgenstein llama espacio lógico. El mundo integra en sí todos los
hechos, unos que denomina positivos porque se dan en él ahora, y otros negativos por su no
existencia efectiva. Esta definición es problemática en razón a que lo entendemos mundo
reuniría bajo sí todos los hechos, positivos y negativos convirtiendo el termino  en algo
equivoco.

El mundo,  a cada instante, con una configuración determinada de estados de cosas


efectivos, excluye toda una serie de posibilidades que podrían ser el caso, darse
efectivamente; pero que, en este momento, no se dan. El mundo al excluir lo no efectivo, lo
no actual, deshace la equivocidad del término. El mundo como hecho efectivo se reafirma y
muestra un ámbito superior, el ámbito de las posibilidades. Es este ámbito de las
posibilidades lo que Wittgenstein entenderá por Wirklichkeit o Realidad.

Para Wittgenstein el mundo determina “que estado de cosas no se dan efectivamente”, más
no incluye todo el dominio de la realidad misma. La realidad está compuesta  por el mundo,
y, así como por todos aquellos estados de cosas que no se den de hecho; es decir, la realidad
vendría a ser el ámbito de lo posible. La existencia de lo posible la explica nuestro autor
desde su teoría de la figuración. La figura es un modelo de la realidad. Dice Wittgenstein
que “La figura” esta “enlazada” con “la realidad”, llega hasta ella. La figura representa su
objeto desde afuera. La capacidad figurativa de lo humano le permitiría llegar hasta la
realidad total, partiendo de los elementos de las figuras y de las cosas hasta la visión de la
realidad total. Al situarse como el análisis como desde “fuera del mundo” se corre el gran
peligro de puede  representar el objeto de forma correcta o falsamente.  Aclara Wittgenstein
“Lo que cualquier  figura, sea cual fuere su forma, ha de tener en común con la realidad
para poder siquiera figurarla, es la forma lógica, esto es, la forma de la realidad”. Cualquier
figura es una figura lógica con la que se puede representar un estado de cosas.

Wittgensten nos dice que “si conozco el objeto”, en este caso la realidad “conozco todas las
posibilidades de su ocurrencia en el estado de las cosas” En el Tractatus el pensamiento
tiene una función representativa que le es esencial. Un estado de cosas es pensable,
podemos hacernos una representación, una figura de él. Si el pensamiento es figura,
“entonces puede representar el mundo por las mismas razones que la figura puede hacerlo.
Por cuatro razones que analiza la investigadora Ana María Giraldo: “Primero porque los
elementos del pensamiento se corresponden uno a uno con los del hecho pensado. Segundo,
porque el pensamiento tiene una estructura, es decir, sus elementos están ordenados de un
modo y manera determinados”. El mundo es todo lo que es el caso, “el hecho”, y este se
puede descomponer en proposiciones elementales de las que se constituyen los argumentos
veritativos de la proposición. Su descomponer también revela, además de la composición
desde elementos, la existencia de una estructura, de una figura lógica.

La tercera razón, explica que “hay un isomorfismo estructural entre el pensamiento y lo


pensado”. El isomorfismo en lógica y en matemáticas indica las relaciones homogéneas
entre dos o más términos. Esto consiste en la correspondencia entre término y término
(aplicaciones biyectivas). La palabra Isomorfismo se aplica en la terminología de la teoría
de grupos cuando, dado un grupo, cada uno de sus elementos (x1,x2,x3, etc..) es sustituido
a partir de un modelo definido por los elementos de otro grupo. En general, el isomorfismo,
designa la propiedad de los sistemas que tienen la misma estructura. La figura, para nuestro
autor austriaco, representa “isomorficamente la realidad”. Escribe el investigador Gabriel
Aranzueque que “cuando una figura representa isomorficamente la realidad, figura un
estado de cosas posible, la posibilidad de darse o no darse del mismo. Es decir, cuando se
posee el modelo, la estructura total de la realidad, representada a partir de figuras en el
pensamiento, la noción de realidad y de posibilidad queda ligada de modo íntimo a la
noción de espacio lógico. “Cualquier posibilidad es siempre con motivo del espacio lógico,
en la medida que cada lugar de este último determina su existencia”. El espacio lógico es
siempre previo a los hechos, es condición de posibilidad de todo hecho positivo[19] La
lógica del espacio es anterior a cualquier experiencia y habla de algo que es, y eso que es,
trasciende a la experiencia. El espacio muestra la condición de posibilidad  de todo hecho
positivo, “es decir, aquello que ha de ser para que algo pueda ser el caso”
Por cuarta razón, para Wittgenstein, el pensamiento tiene en común con lo pensado, la
realidad y el mundo, una forma lógica, esto es, que sus elementos poseen la misma
multiplicidad matemática y el mismo orden. El lugar, lo pensado, el mundo, es un espacio
lógico, una clase completa de posibilidades combinatorias de los constituyentes simples del
lenguaje. El pensamiento aprehende con la función figurativa y la intencionalidad del
mundo. La figuración y la intencionalidad del pensamiento derivan de la función figurativa
y la de intencionalidad del lenguaje.  Todo estado de cosas es la situación figurada por una
proposición elemental: su sentido, su orientación semántica”

Para finalizar, debemos recalcar que para nuestro autor, la función de figuración nos
permite vislumbrar un espacio lógico como una completud (Gesamtheit) anterior a
cualquier descomposición en partes. La completud absoluta (Ganze) “es la completud
absoluta entendida como espacio previo para la posibilidad de sus partes”. Lo que los
griegos denominaban ὅλος, la visión de la totalidad indiferenciada. La realidad englobaría
como Ganze completud absoluta “aquellos estados de las cosas que no se dan de modo
efectiva” y como también los que se dan en el ahora. La Realidad es un proyecto a
componer, una posibilidad, una tarea, “más allá de los hechos dados en un momentos
concreto, según las prescripciones de sentido del lenguaje referencial; quehacer factibles
dentro de los márgenes habilitados por la gramática.

Termino recordando, con palabras de Ludwig Wittgenstein, que “la visión del mundo sub
specie aeternitatis es su visión como-todo-limitado. El sentimiento del mundo como
todo limitado es lo místico” 

ANÍBAL RIVERA

C.I.17.402.940
Trabajos citados

Aranzueque, G. (1995). Realidad y mundo en el Tractatus de Wittgenstein. Madrid:


Universidad Autonoma de Madrid.

Giraldo, A. M. (2013). Proyectar Vs Figurar. Bogotá: Universidad El Bosque.

Heidegger, M. (2007). Ontología. Hermenéutica de la facticidad. Madrid: Alianza.

Spinoza, B. (2007). Ética. Madrid: Tecnos.

Wittgenstein, L. (2003). Tractatus logico - philosophicus. Madrid: Alianza.

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