Está en la página 1de 3

La igualdad de oportunidades educativas en República

Dominicana

Igualdad de consecuencias educativas se refiere a la probabilidad que tienen


sujetos de diferentes grupos sociales de acceder a similares niveles de vida como
consecuencia de sus resultados escolares. Mientras la igualdad significa el acceso
universal a la educación de calidad; la equidad se refiere al derecho a recibir
educación que satisfaga las necesidades básicas de las personas. Pasar a la acción
ya le pone un adjetivo a estos dos principios, y el adjetivo es la igualdad sustantiva y
la equidad inclusiva
Según el artículo 63 de la carta magna de la República Dominicana, establece que
toda persona tiene derecho a una educación integral, de calidad, permanente, en
igualdad de condiciones y oportunidades, sin más limitaciones que las derivadas de
sus aptitudes, vocación y aspiraciones.
De acuerdo a la ley orgánica de educación 66-97 le compete al Estado ofrecer
educación gratuita en los niveles inicial, básico y medio a todos los habitantes del
país.
Sin embargo estamos lejos de poder cumplir verdaderamente con ese artículo, leyes
y reglamentos, dada por la existencia de factores de la sociedad misma que impide
cumplir con ese derecho que se le ha concedido a todo individuo.

La dignidad humana contempla un conjunto de derechos, todos ellos hacen posible


que este principio esencial de los Derechos Humanos pueda reconocerse y
evidenciar su garantía. Uno de esos derechos es la educación, pilar determinante
para el desarrollo humano, el cual contribuye a la formación intelectual, preparando
las capacidades profesionales y ayudando a la construcción de una conciencia
crítica para la evolución humana y el alcance del verdadero Estado de Bienestar.

La Constitución Dominicana en su Artículo 63, nos hace referencia al derecho de la


educación,pero cómo podemos resolver el tema de las faltas de centros educativos,
las faltas de maestros, la dificultad que existe para nuestros jóvenes adultos que
deben trabajar y a la vez estudiar o qué pasa con el nivel superior? Existen
elementos que hay que analizar para entender un poco.

Los principales elementos importantes que podemos destacar de este contenido


constitucional, son el compromiso del Estado para garantizar la educación gratuita a
nivel inicial, básico y medio. Pero nunca olvidando la educación superior en el
sistema público.

El segundo aspecto es la tarea del Estado de velar por la calidad de la educación


general, entendida desde una formación moral, intelectual y física que conecte con
el compromiso de alcanzar el respeto por la dignidad humana.
Analizando desde el punto de vista normativa y constitucional, da la impresión de
que en la República Dominicana, está muy bien organizado y ordenado en el
aspecto educativo pero lamentablemente en la práctica la realidad es otra.
Teóricamente tenemos todos el mismo derecho pero como un joven de escaso
recurso puede continuar con sus estudios luego del bachillerato cuando solo
tenemos una universidad gratuita en principio pero en realidad hay muchos gastos
que la hace inaccesible para muchos. Por estos y más, según los análisis
internacionales, Rep Dom figura entre los peores en materia de educación.

Un porcentaje significativo de adolescentes entre 14 y 17 años tiene serios


obstáculos para acceder, permanecer y culminar sus estudios del nivel medio. Lo
cual podemos ver en la tasa neta de culminación que es extremadamente baja, tan
solo un 18.4% de los adolescentes concluyen sus estudios. UNICEF 2012.

Esta situación se relaciona entre otras cosas, a una práctica política clientelar, que
hacen del Estado un espacio para beneficiar a los partidarios y grupos afines al
gobierno de turno. Es por tanto, una visión rentista y parasitaria que se refleja en las
políticas públicas que implementan los gobiernos, la cual carece de una consulta
participativa de la población, siendo en muchos casos modelos importados que se
imponen, sin tomar en cuenta las condiciones humanas, materiales y culturales de
nuestro país.

La distorsión del Estado en la aplicación de las políticas públicas no guarda relación


con el Artículo 63 y su función para garantizar el acceso en condiciones de igualdad
y, como ciudadanos estamos en obligación de revisar el concepto y retomar la
esencia de la doctrina en cuanto a este tema. De ahí que nos permitiremos citar a
Calderón (1997): “la legitimidad del Estado Social de Derecho se basa en la
dignidad de la persona y está realmente al servicio de la comunidad, cumpliendo
con los fines y valores del orden social y promoviendo una solución a los problemas
y conflictos sociales desde la justicia social”.

Un ejemplo de esta situación se observa en la ejecución de la partida del 4% PIB, a


la fecha no se ha logrado desarrollar los cambios que necesita la sociedad
dominicana en materia educacional. Los estudiantes no muestran avances para
cerrar la brecha en el alcance de la Meta de una Educación para todos y carecen
de las herramientas necesarias para realizar las actividades culturales, científicas,
tecnológicas, artísticas y recreativas.

Dentro de las iniciativas tomadas en cuenta para mejorar las condiciones educativas
y garantizar un mejor desempeño docente, se encuentra el Programa de Tanda
Extendida, que a pesar de ser una buena medida, como todo lo que se ha
desarrollado desde el Estado en el orden educativo, carece de los instrumentos
necesarios para alcanzar una aplicación eficiente.

Las escuelas del país padecen de diversas necesidades, nuestras instituciones no


cuentan con personal docente suficiente para garantizar una enseñanza de calidad
en procura de buenos resultados de aprendizajes, las condiciones de las estructuras
en que están edificados estos centros dificultan el desempeño profesional de los/las
maestros y maestras, lo cual desfavorece el proceso de enseñanza enfocado en los
aprendizajes significativos de niños, niñas y adolescentes que forman parte del
Sistema Educativo Dominicano.

A lo anterior se suman los bajos salarios de los maestros, determinantes para el


alcance de los precios en la canasta familiar, siendo un factor que lacera las
condiciones laborales de los docentes, creándose incertidumbres y agravando su
calidad de vida. INABIMA 2013.

Todos estos elementos se suman al incumplimiento de la Ley General de Educación


66-97, la cual obliga al Estado a capacitar y formar a los maestros para que puedan
estar a la altura de las exigencias que demanda la formación de los escolares del
país.

Estos factores se vinculan a la inequidad, la falta de oportunidades y la exclusión


social y están presentes indudablemente en la conformación del pensamiento no
solo de los estudiantes, sino de los propios educadores, ninguno de ellos se escapa
a la realidad social que les margina y les segrega en el acceso a una formación de
calidad necesaria para transferir los conocimientos que demanda una enseñanza de
alto nivel.

La situación descrita redunda nuestro sistema, convirtiéndose en un círculo vicioso,


que da vuelta una y otra vez, evidenciando el sorpresivo descubrimiento de
“debilidades del sistema educativo nacional”, del cual se simulan respuestas, donde
no se alcanzarán nunca una solución satisfactoria, porque el problema no radica en
la eficiencia de los planes y programas educativos, sino en la solución de la génesis
que encierra la estructura de un Estado al margen de asumir las decisiones
determinantes para romper con la desigualdad social, siendo esta la razón que
impide llegar a una verdadera educación de calidad.

También podría gustarte