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Experiencia N.° 6: “Protegemos nuestra salud física y espiritual.

SEGUNDO

Actividad 01: Fortalecemos nuestra salud física y espiritual en armonía con nuestra casa común
Oración: Padre nuestro

Padre nuestro que estás en el cielo, 


santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu Reino;
hágase tu voluntad 
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy 
nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos 
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,

CANTO: http://youtube.com/watch?v=KUPtiXVx2yM

Protegemos nuestra salud

¡Buenas tardes estimada estudiante! Hoy daremos inicio a esta nueva experiencia de
aprendizaje número 6. En esta actividad, reflexionaremos sobre la salud física y espiritual en
armonía con el ambiente y valoraremos la meditación y la oración a la luz de la Palabra de Dios
en favor de nuestra comunidad.

Leemos

En la búsqueda de fortalecer nuestro sistema


inmunológico ante las enfermedades, en los últimos
meses hemos buscado estar sanas y sanos. Si bien en
muchos momentos creemos que la salud corporal es lo
más importante, ya que es un derecho básico que fluye de
la dignidad de la persona, para
el cuidado de la salud es también importante no descuidar el
ejercicio de la espiritualidad, lo cual conlleva a conductas
positivas que promueven la salud y nos ayudan a afrontar la
adversidad. Por otro lado, en estos tiempos hacemos uso
excesivo de la tecnología ignorando las consecuencias
que puede tener en nuestra salud y el impacto que puede
generar en el ambiente.

Ante ello, ¿qué acciones podemos realizar las y los adolescentes


para fortalecer nuestra salud física y espiritual en armonía con el
ambiente?

Reflexionamos y respondemos:

¿Cuál es el principal problema que se presenta en esta


situación?
¿De qué forma cuidamos nuestra salud en la actualidad?

Ahora que identificamos el problema, el reto es qué acciones podemos realizar las y los
adolescentes para fortalecer nuestra salud física y espiritual en armonía con el ambiente.

Leemos y completamos:

“No solo de pan vive el hombre.”

¿Qué alimento es importante para nuestra vida


espiritual?

¿Cuál es el alimento espiritual en nuestras familias y


comunidad?

Cuando nos encontramos en nuestra comunidad, ¿nos alimentamos de la Palabra?

Reflexionamos:
Hoy, que las redes y los instrumentos de la comunicación humana han alcanzado desarrollos
inauditos, sentimos el desafío de descubrir y transmitir la mística de vivir juntos, de
mezclarnos, de encontrarnos, de tomarnos de los brazos, de apoyarnos, de participar de esa
marea algo caótica que puede convertirse en una verdadera experiencia de fraternidad, en una
caravana solidaria, en una santa peregrinación. De este modo, las mayores posibilidades de
comunicación se traducirán en más posibilidades de encuentro y de solidaridad entre todos.
Francisco (2013) Exhortación apostólica Evangelii Gaudium, 87.

¿De qué forma podemos evitar que el uso excesivo de la tecnología nos aparte de la mística de
vivir juntas y juntos y encontrarnos?

Reflexionamos:

Por un mundo más sano

En la experiencia actual de la pandemia


descubrimos que somos hermanos, que
estamos todos en el mismo barco, que
somos responsables unos de otros y que
nuestro bienestar también depende del
comportamiento responsable de todos.
La humanidad redescubre el sentido de
la interdependencia mutua: una Casa
Común, para un cuidado común de la
creación y de las personas que la
habitan. En la verdadera fraternidad, el individualismo y el egoísmo pueden ser derrotados por
la reconfirmación de que sólo la búsqueda del bien de todos puede conducir a mi bien. La
pandemia, en particular, nos ha enseñado que la salud es un bien común, de modo que al
proteger la propia salud se protege la de los demás y la de toda la comunidad. Turkson, P.
(2021) Mensaje del Cardenal Peter K. A . Turkson en el Día Mundial de la Salud 2021

¿Por qué la salud es un bien común?

Leemos:

Romanos 12,12: “Alégrense en la esperanza, sean pacientes en la tribulación y perseverantes


en la oración.”

Cuando haces un espacio de meditación y oración, ¿cómo te sientes?

¿Has participado en manifestaciones de fe de tu comunidad? ¿Cómo fue tu experiencia?

Reflexionamos:

La oración y la meditación te permiten hablar con el Señor; son un alimento para tu vida
interior que genera en ti paz y tranquilidad para reencontrarte con tu prójimo.

Respondemos:

¿Qué produce en ti esta experiencia de orar y meditar?

EJEMPLO DE RESPUESTA:

Orar y meditar produce una sensación de paz y tranquilidad.

Leemos:

Mateo 5,23-45: Por lo tanto, si al presentar tu ofrenda en el


altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra
ti, deja tu ofrenda ante el altar, ve a reconciliarte con tu
hermano, y sólo entonces vuelve a presentar tu ofrenda.

Respondemos:

¿Qué frutos produce la oración en la persona que le permite


estar en armonía con el ambiente que la rodea?

Ahora elabora tu propia oración.

Es el momento de trazarnos acciones a desarrollar frente al reto planteado al inicio. Este reto
puede ser el siguiente:

Presentar una serie de acciones para fortalecer nuestra salud física y espiritual en armonía con
el ambiente.

¡Ánimo, tú puedes!
A partir de lo aprendido durante el desarrollo de esta actividad, responde brevemente la
pregunta:

¿Cómo podemos proteger nuestra salud en familia y comunidad?

Es el momento de autoevaluarnos a partir de nuestros avances.


Ahora nos autoevaluamos para reconocer nuestros avances y lo que requerimos mejorar.
Marca con un aspa “X” de acuerdo con lo que consideres. Luego, escribe las acciones que
tomarás para mejorar tu aprendizaje.

Criterios de evaluación Lo logré Estoy en proceso ¿Qué puedo hacer para


de lograrlo mejorar mis
aprendizajes?
Asumí acciones para fortalecer
mi salud física y espiritual en
armonía con el ambiente.
Valoré a la luz de la Palabra el
encuentro conmigo misma o
conmigo mismo, lo cual me
motivó a sensibilizarme con las
ecesidades
de mi prójimo.

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