Tema 3 de Ética Profesional

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Ética profesional

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ÉTICA PROFESIONAL

Sesión No. 3

Nombre: Profesión

Contextualización

En esta sección del curso se abordan principalmente dos temas: El concepto de


persona y sus implicaciones; y la dignidad. Estos temas se constituyen con base en
toda ulterior consideración sobre un aspecto del actuar de la persona, como lo es el
trabajar. Si en la base del trabajo humano no está presente siempre la convicción de
la unicidad y realidad especial del “ser humano” y las consecuencias lógicas y
prácticas de su ser, toda profesión carece de sentido. De ahí la necesidad de estos
temas.

En esta sesión analizaremos el concepto de persona, sus aplicaciones y sus


ejemplos; así como el de identificar la dignidad humana y relacionarla con la dignidad
teórica con las consecuencias prácticas que surjan junto con sus características.
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Introducción al Tema

Contemplar al hombre es darnos cuenta de que bajo ninguna razón es equiparable


con algún otro ser que le rodea, por más complejo y sublime que éste pueda ser, el
hombre es de dignidad superior.

El hombre, sólo impropiamente es un algo, pues es evidente que hablar del hombre
es hablar de un “alguien” de un “otro”.

Contrariamente a como solemos expresarnos, el único individuo es el hombre. Pues


en él encontramos una plenitud del ser, un alto grado de perfección y un “ser en
progreso” (proyecto). No por nada, en el tiempo, de entre muchos de los nombres
que se le han dado a este ser excepcional de la creación, se le ha llamado “persona”
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Explicación

II.1 Potencialidades y necesidades


Concepto de persona y su dignidad

El término persona implica primeramente racionalidad. Con esto queremos decir que
el hombre posee un espíritu que lo pone en condiciones de efectuar actos muy por
encima de los del resto de los seres vivientes. Esa espiritualidad del hombre lo
faculta para realizar actos intelectivos y actos volitivos, o diciéndolo con otras
palabras, el hombre sabe y quiere. Dado que el hombre conoce y sabe que conoce,
está en una búsqueda constante de la verdad y no descansa hasta que la encuentra.
Dado que el hombre quiere, es capaz del bien, con cada uno de sus actos el hombre
se encamina al bien, se lanza en busca de su bien, eso es precisamente la libertad.
La libertad es esa facultad del alma para conocer, tender y abrazarse al bien.

Esta libertad del hombre deja a la luz un rasgo peculiar, el ser humano es el único
ser que se auto determina, es decir, se pone en marcha para conseguir el bien que él
mismo descubrió, pues el bien es como ese sol que ilumina cada uno de los actos de
los hombres. Los seres humanos obramos de acuerdo a un fin, ese fin siempre es el
bien aunque sea un bien muy relativo y efímero.

En segunda instancia el término persona implica individualidad. Esto es algo que


inmediatamente salta a la vista cuando hablamos de la persona. Supongamos que
una señora tiene siete hijos y que uno de ellos que era soldado y que estaba a
nuestro cargo murió. Tenemos que darle la terrible noticia a la madre sin herirla más
de lo que la sola noticia la haría. Ninguno de nosotros optaría por el siguiente
discurso: “Señora, no se aflija ni se mortifique, no es para tanto, al fin que todavía le
quedan seis”. Este pequeño ejemplo nos sirve para hacer más gráfica otra nota
sobre la persona, y es que la persona es individual, o sea, completamente distinta de
todos los demás hombres, perfectamente identificable e independiente, pero sobre
todo irrepetible. Ningún ser humano puede ser repuesto después de su pérdida. El
que se atreviera a clonar a un ser humano para reponer a otro igual que ya murió no
está reviviendo al que él ama, sólo tiene a otro ser humano con todas las
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características de su ser querido, pero no tiene a su ser querido. Pensemos que si la


persona fuera repetible no nos dolería la muerte de nuestros seres queridos, al fin y
al cabo los podemos hacer de nuevo. Precisamente nos duele la muerte de los
nuestros porque ya no hay modo de reponerlos. ¿Por qué? Porque la persona es
única. Esto es muy importante tenerlo en cuenta porque de aquí tomaremos bases a
la hora de hablar de la dignidad de la persona humana.

Por último, por persona entendemos algo que es independiente de los demás y
valioso en sí mismo. Es esa propiedad de los hombres la que nos permite saber que
jamás podemos usar al hombre o valernos de él para lograr otro fin, pues la persona
humana sólo puede ser fin y jamás un medio.

Esta realidad de ser persona dota al hombre de una situación particular en medio de
todo el universo. El hombre es un ser que siempre se considera aparte, marca por
derecho propio un nivel único en medio de todo lo creado. Eso es lo que entendemos
por dignidad, que le es inherente. Ahora bien, ¿Qué características tiene esta
dignidad?

Características de la dignidad de la persona

1. En cuanto al ser de la persona


• Original: se posee desde que el ser humano empieza a existir.
• Gratuita: se posee sin mérito alguno de la persona. Incluso es causa e inicio
de mérito de todo hombre.
• Imperdible: haga lo que haga el hombre jamás perderá su dignidad.
• Incomunicable: cada persona es un todo subsistente. Cada persona tiene un
valor infinito y absoluto. Ninguna persona es parte de algo.

Ninguna es un ejemplar de la serie de producción.

2. En cuanto al actuar de la persona


• Dinámica: el ser humano, al ser un “ser en movimiento”, sitúa su dignidad en sus
acciones.
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• Evolutiva o involutiva: es un hecho que hay personas que alcanzan mayor


dignidad que otras. Su evolución individual le vendrá del mayor y mejor empleo de su
inteligencia y de su constante práctica del bien.

• Perdible: esta característica hace referencia a que, al menos en el actuar, hay


hombres disminuidos por el pésimo empleo que de su inteligencia y voluntad han
hecho. No es del todo inexacto referirse a algunos como “poco hombre”, ciudadano
indigno, etcétera.

Posturas erróneas del valor de la persona humana


Se les llama también reduccionistas pues convierten una parte característica de la
persona en su todo. Es decir, reducen el todo valiosísimo de la persona a un aspecto
de la misma.

• El materialismo. Considera al hombre como un conjunto de tejidos, órganos y


funciones más o menos complejos, dejando de lado la unión inseparable de alma y
cuerpo en el hombre. Es evidente que este punto de vista reduce a la persona a una
cosa más compleja que las plantas, más perfecta que los animales o, más bien, el
animal más complicado, pero al fin de cuentas animal.

• El capitalismo. Es la teoría que toma al hombre por un puro productor -


consumidor de bienes y servicios. En consecuencia con su principio básico, el
capitalismo ve a las personas como un sólo factor económico.

• El consumismo y el hedonismo. Estos dos se relacionan mucho con el


capitalismo. Esta postura reduce al hombre a un cúmulo de necesidades biológicas
instintivas y básicas que tienden al goce y disfrute sensible inmediato. Postura que
ignora la excelsa realidad de los valores superiores y de su jerarquía.

• La norma personalista. Esta manera de concebir al hombre fundamenta todo en


el valor del hombre y su capacidad de intervenir en el mundo, lo cual conlleva a
considerar al hombre como un ser que se propone sus propios fines y que, además,
nunca es medio sino siempre fin.

• Y, por último, la sublime convicción de que una actitud honesta y justa para con
el hombre es quererlo
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Conclusión

La capacidad de autodeterminación va de la mano de otra cualidad de esa


espiritualidad humana que es la capacidad autoperfeccionante, es decir, el hombre
con la serie de sus actos individuales se va mejorando a sí mismo, o, en otras
palabras, se va haciendo más hombre, no en el sentido sexual, sino el sentido
filosófico, pues es muy claro que hay hombres que son mejores que los demás por
ese buen uso que han hecho de su libertad.

Esta libertad hace al hombre responsable, pues si es libre eso implica que no está
determinado a obrar siempre del mismo modo, sino que puede escoger entre el bien
y el mal. Esa capacidad de obrar entre el bien y el mal lo hace responsable de sus
actos delante de sí mismo y delante de los demás.
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Actividad de Aprendizaje

El alumno debe elaborar un resumen en Word, con una extensión de 1 a 2 cuartillas


sobre los temas tratados en esta sesión, tomando en cuenta que se evaluarán:

 Bibliografía

 Ortografía y redacción

 Introducción (presentar de manera clara y precisa las ideas principales del


texto)

 Contenido (presentar de manera breve y objetiva el texto)

Al finalizar el desarrollo de este tendrás que subirlo a la plataforma


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Referencias

Sada, R. (2008.). Curso de ética general y aplicada. México: Tercer Milenio

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